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El ahogado

Todo comienza cuando Sebastián un muchacho de ojos verdes y pescador se encuentra en su


bote pensando en una fría mañana de Julio, la ve a una muchacha parada frente a una casa de
ricos y empieza a recordar su historia de amor: que consta en una muchacha; Magdalena, la
cual era su novia desde hace mucho tiempo. Ellos estaban listos para casarse, pero sucedió
que a la familia de la enamorada le llego una extensa herencia con la cual inmediatamente
subieron sus estándares de vida y gracias a esto la madre de Magdalena le exigió a Sebastián
tener un mejor barco (chalupa) para que ella le entregara a su hija en matrimonio, un día llegó
un hombre al pueblo que se proclamaba marinero de barco de guerra, este muchacho buscaba
cortejar a Magdalena sin ser correspondido por parte de la muchacha. Un domingo de vuelta
de misa Magdalena se encuentra con Sebastián y por un gesto atrevido de ambos el marinero
se va jurando vengarse. Sebastián sabía que para la madre de Magdalena él nunca iba a ser
suficiente. Un día en la taberna el padre de Magdalena confeso que la muchacha se iba a casar
con el marinero de buques de guerra, el marinero había convencido a la madre de Magdalena
con una gran suma de dinero y una promesa de más riquezas, Magdalena, aunque un poco
reacia hacia el matrimonio terminó cediendo y Sebastián en furia por la noticia decidió
confrontarla terminado toda relación entre él y la muchacha. Sebastián lleno de celos y enojo
se sube a su barco y se emborracha en eso encuentra un joven casi niño tirado en el agua en
posición vertical, se mantenía a flote únicamente por el salacidad que llevaba puesto y tenía
grabado el nombre "fany", Sebastián pensó que era un desertor, los ojos del náufrago lo
miraban con suplica, Sebastián se acercó para ayudarlo con una navaja encontrada en las
pertenencias del chico y mientras cortaba la cuerda que lo remetía para ayudarlo encontró una
bolsa con monedas de oro, Sebastián estaba tentando: esas monedas eran la solución de su
vida con Magdalena, el joven en el agua lo miraba con terror y finalmente Sebastián luego de
debatirse lo que hacía se convenció del terrible acto al tener una idea de Magdalena
casándose con el otro hombre. La rubia cabeza del muchacho se hundió en el agua y con ella el
cordón que estaba amarrado a la navaja y a las monedas. Sebastián no solo cometió un
asesinato, sino que también perdió toda su reciente fortuna en un momento. Seis días después
Sebastián estaba desorientado y fuera de sí, se subió a su barco y empieza a alucinar ve en el
horizonte un mostró y mil demonios a su alrededor. Ve de repente la rubia cabellera del chico
que lo persigue, lleno de terror se camufla en un arrecife cada vez más perseguido por el
muerto hasta que en un momento una ola lo bota de cabeza al mar. Su barco llega a la orilla de
la playa con suavidad por las olas. fin

Víspera de difuntos

En una tienda donde celebran los difuntos esta la propietaria con las manos apoyando la cara,
delante de ella una mujer de negras ropas le cuenta lo sucedido a la propietaria: La mujer le
prometió a alguien que cuidaría de su hija (doce años, rubia, blanca, ojos azules, hacendosa,
inteligente, buena, humilde, amorosa) La mujer pronto empezó a odiar a la niña, primero le
decía palabras agresivas luego fueron golpes. La mujer se sentía sobrepasada por la humildad y
bondad de la niña y por eso la golpeaba contra los muebles, luego veía a la niña recoger las
cosas y su corazón se arrepentía y quería darle un abrazo y llenarla de amor, pero no lo hacía.
La niña era tan amorosa que siempre la atendía en su enfermedad y siempre estaba dispuesta
a ayudarla en todo, por las noches la mujer le pedía perdón a la muerta por su actitud, la mujer
pensaba que todos los actos de bondad que hacia la niña tenían doble sentido de provocarla y
eso la volvía loca. Llegó el invierno y la niña a falta de ropas abrigadas empezó a enfermar, una
noche no pudo contener su tos y la mujer tuvo un ataque de ira y de desespero al ver que su
noche estaba siendo interrumpida por la tos de la niña. La mujer tomo a la niña del brazo y sin
importarle toda suplica el tiro fuera de la casa y volvió a dormir, la niña rogaba que la dejaran
entrar y la conciencia de la mujer le decía que debía entrar a la niña, pero no lo hizo. Al día
siguiente la mujer no podía recordar y cuando tomo conciencia de lo que había hecho corrió a
buscar a la niña, la vio tirada en el pavimento con marcas de sangre en el cuerpo, la llevó a su
cama le saco la ropa mojada y vio su cuerpo lleno de heridas y muy delgado. La niña le dijo a la
mujer que había visto a alguien y que no la abandonaría nunca más. La niña tenía una
hemorragia y no sobreviviría la noche, la mujer se sentía tan tranquila y alegre que comenzó a
hacerle un vestido para su muerte, la mujer entraba en un estado de locura, lloraba le decía a
la muerta que e devolvería a su hija, etc. La mujer sabe que se quedara sola y se siente
desolada, se acerca a la niña e intenta mostrarle el vestido que estaba haciendo, pero cuando
le da vuelta ya está muerta. Vuelve a la tienda y dice que la tumba de la niña estará llena de
flores como siempre pues: mañana es día de difuntos.

El remolque

Todo empieza cuando el capitán cuenta su historia con una pipa: Él era un muchacho que
estaba de aprendiz en un barco llamado "San Jorge" un pequeño remolcador con matrícula de
Lota, el equipo de componía por: el capitán, el timonel, el maquinista, el fogonero y el
protagonista. Todos eran como una familia y el capitán era como su padre un hombre muy
honorable y bueno. El capitán ayudaba a todo su equipo en las tareas pesadas y era muy
cariñoso y cuidadoso. Un día se pusieron en marcha a la isla Santa María, llevaban una lancha
con madera a cambio de un cargamento de pieles de lobo marino. El día parecía muy tranquilo
en el contorno del golfo de Arauco. El capitán tenía un hijo llamado Marcos de 21 años que era
igual de bondadoso que su padre, justamente él era el patrón de la lancha que remolcaban a la
isla. Debido a un improvisto el cargamento que debían llevar de vuelta se retrasa y el clima
toma un giro inesperado volviéndose terrible, el capitán estaba enojado, por el retraso y el
clima. Empezó a llover y el equipo del "San Jorge “no podía esperar a que pasara el clima por el
apuro del transatlántico. Llegó el cargamento y terminaron de embarcarlo a medianoche. Todo
iba bien hasta que entraron al canal para internase en el golfo en un momento el viento se
llevó el toldo y tuvieron que reemplazaron, las olas estaban cada vez más agresivas y el capitán
solo podía subir la velocidad del barco. Cuando estaban a mitad del golfo la poca calma de la
que habían disfrutado ceso y la furia del mar y el temporal los volvió a atacar, Antonio (el
protagonista) fue encargado de cuidar el cable del remolque en el que iba el hijo del capitán. El
"San Jorge" derivaba hacia el terreno bajo de la Punta de Lavapiés, estaban en mucho peligro.
El "San Jorge" no avanzaba debido al peso que generaba la lancha, el viento era más poderoso
que el barco y se iban lentamente a los bajos donde morirían. Había una forma de salvarse,
pero era un tremendo conflicto para el capitán: Salvar su equipo o a su hijo. Podían cortar el
cable de la lancha y así salvarse, pero Marcos el hijo del capitán estaba en esa lancha y dejarla
a la deriva era muerte segura. El maquinista se asomó y confirmo lo que ya todos sabían se
dirigían hacia el banco. El maquinista intento hacer entrar en conciencia al capitán sobre salvar
la vida de los muchachos a bordo del barco, el capitán hacia maniobras que solo retrasaban la
catástrofe, pero todos sabían que iban a morir. Marcos le hablo a su padre y le pidió que
cortara el cable, el capitán no iba a dejar que su hijo muriera y empezó a pelear con el
maquinista, Antonio tenía el deber de cortar el cable con el hacha y lo logro. El capitán fuera
de sí lucha con Antonio con la poca fuerza que tiene, pues ya fue golpeado antes. El capitán le
pide a Antonio que deje que se reúna con su hijo y luego lo acusa de asesino por cortar el
cable, finalmente una ola hace que el "San Jorge" se tambalee y Antonio cae, se aferra de algo
metálico. Cuando el barco se estabiliza Antonio mira, pero el capitán ya no esta. Volviendo de
los recuerdos porque era hora de volver a tierra Antonio les cuenta a los del barco que el "San
Jorge" se salvó y que ahora él es el capitán del "Delfín" (el barco en el que están).

Quilapán

Quilapán un hombre indígena se encontraba sentado delante de su rancho, mientras observa


la naturaleza se pone a pensar en sus ancestros, su raza, su pasado y en como estos le dejaron
tan solo un terreno de 10 cuadras. Quilapán tiene un conflicto con el dueño del fundo de
alrededor de su terreno, para conservar sus tierras. Quilapán piensa que el dinero no es nada
que lo importante son las tierras y la madre naturaleza que está con nosotros en la vida y en la
muerte. En su terreno tiene una choza, él tiene dos mujeres, un hijo de diez años llamado
pancho y un pero llamado Pillán. Quilapán observa la casa de al frente donde se encuentra un
grupo de jinetes y al medio del grupo está el patrón, esto le genera inseguridad e inquietud a
Quilapán, para empeorar la situación el hombre se da cuenta de que los jinetes en sus caballos
se dirigen hacia él y que además llevan hachas. Quilapán se enfurece mientras ve al patrón
Don Cosme acercarse a su terreno junto a José su mayordomo y 20 jinetes más. Don Cosme es
hijo de campesinos que heredo un pequeño terreno en el centro de un lugar indígena, como
propietario blanco desarrollo la idea de que los indígenas eran inútiles y se debía apoderar de
todo su terreno como un acto de pro civilización. Logró su objetivo y en ese momento tenía un
enorme terreno de los más importantes. Cuando Don Cosme estaba en su labor de acaparar
terrenos se acercó mucho al de Quilapán, pues era como una isla, un lunar en su terreno, era
lo único que le faltaba para tener todo el terreno completo. Pero un día Don Cosme tuvo un
problema judicial que le impidió seguir con su trabajo. Volviendo a la actualidad Don Cosme
había logrado obtener legalmente (comprado) el terreno de Quilapán después de emborrachar
al dueño y para su suerte sus problemas judiciales estaban arreglados. Don Cosme ordeno que
la choza de Quilapán fuera derribada con las hachas, pero Quilapán no se iba a rendir tan
rápido y se preparó para paliar, en ese momento por la ira que desprendía el indígena los
jinetes de Don Cosme sentían miedo de él, pero tenían que proseguir su trabajo por órdenes
del patrón. Quilapán dispuesto a defender su hogar se impulsó con una lanza en mano listo
para atacar al patrón, pero el caballo de Don Cosme lo salvo interponiéndose y muriendo y
Don Cosme solo resulto con una lesión en la pierna. La familia de Quilapán salió a defenderlo,
las mujeres con nórdicos y arañazos, pero tuvieron que arrancar debido a que los jinetes
amenazaron con desnudarlas. Mientras seguían destruyendo la choza y quemándola, pues
habían derrotado la resistencia. Plutón el perro de Don Cosme perseguía a Pillán quien muy
cobardemente solo arrancaba, hasta que Plutón arremetió con el niño Pancho y Pillán se lanzó
a su defensa arrancándole una oreja, pero muriendo en la defensa. Mientras que Pancho
resulto con un brazo quebrado. Don Cosme estaba muy triste por su caballo y se dispuso a
vengarse con Quilapán por esto, lo amarro de los pies y lo arrastro por todo el camino en
caballo, en un punto del camino Quilapán parecía muerto y Don Cosme diciendo que él era
misericordioso lo soltó. Quilapán divago por mucho tiempo, pero por amenaza de muerte no
podía acercarse al terreno de Don Cosme, hasta que un día dejo de luchar y don José descubrió
que estaba muerto sobre las cenizas de su casa. Finalmente, Quilapán es enterrado en esa
tierra y Don Cosme se queda con todo el terreno

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