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“Parashá shirá o parashá del canto”, se la conoce con este nombre por el canto del
versículo 15.
Poder de esta parashá: erradica tristeza, melancolía, para mejorar las relaciones
matrimoniales, prosperidad, sanidad del cuerpo, YHWH es absolutamente poderoso,
fuente de perdón para los pecados sexuales (Amalec, representa los pecados sexuales).
LOS TIEMPOS DE
DIOS
DESARROLLO DE
LA EMUNAH
17 Y luego que
Faraón dejó ir al
pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca;
porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se
vuelva a Egipto. 18 Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del
Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.
(Éxodo 13:17-18)
En el versículo 17;
“…dejó ir…”, no sería correcta la traducción la de Reina-Valera. Es como está indicado
al inicio de esta parashá.
Beshaláj / Bechalach: “cuando él mandó”, “hubo enviado”
“…ki karov hu…”, traducción: ki es “porque”; karov es “cerca”, hu es “es”; por lo tanto
sería su traducción: “…porque cerca es…” sin el “aunque” para el caso de la Torá.
Recordemos que los tiempos de Dios no son los nuestros, los caminos de Dios del
mismo modo, ya que necesitamos estar preparados, maduros, crecidos espiritualmente,
para que su resultado no nos encandile y perdamos el eje. Dios puede demorarse a
nuestros ojos, pero a los ojos del Señor el tiempo justo en el momento justo.
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que
reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad
vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. (Santiago 5:7-8)
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés
3:1)
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9)
Paciencia para con las pruebas de Dios, recordemos que cada prueba es una “idolatría”
que debemos sacarnos de nuestras vidas. Y desarrollar así una fe auténtica, emunah.
Un camino duro, pero con tiempo para estudiar, para meditar y aprender, para recibir la
Torá, con paciencia y así más adelante ingresar a la tierra prometida y convertirse en luz
para las naciones.
20 Yel que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la
recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir
la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. (Mateo 13:20-21)
Los filisteos, eran egipcios, eran descendientes ilegítimos de los egipcios, aún peores
que estos, eran inmorales, oscuros y representaban el camino del mal físico y espiritual
y aún más desarrollado.
Recordar, “a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim”
(Génesis 10:14)
Desde los primeros días, los filisteos fueron los precursores del mal para con el pueblo
de Israel.
Filisteos en hebreo es “Plishtim” que es la misma raíz de la palabra “mefulash” que
significa “abierto/rajadura profunda/orificio que pasa de un lado al otro”.
La luz de Dios es demasiada intensa como para recibirla de una vez, encandila, por lo
tanto necesitamos un guía, estudiar, aprender, para no apresurarnos y equivocarnos.
Ese camino, “demasiado cerca”, por ello expresa el versículo 18;
“…E hizo Dios que el pueblo diese vuelta por el camino del desierto hacia el mar
Rojo…”. Es decir, rodear a los filisteos y así recién ingresar a la tierra prometida.
Por lo tanto, el camino a la tierra santa está llena de obstáculos, ese camino debe
transitarse en forma tranquila, paso a paso, porque está demasiado cerca y no estamos
preparados espiritualmente para absorber ese alimento de golpe, es un trabajo interior a
desarrollar, a madurar.
Caso contrario, no sea cosa que resulte lo expresado en la segunda parte del versículo
17: “…No sea que se arrepienta el pueblo al ver la guerra y se vuelva a Egipto…”
La guerra a la cual salimos al ejercer el libre albedrío y decidir el camino de bendición o
maldición, no tengamos las armas necesarias (palabra y oración).
Esperemos, entonces, el momento adecuado para lograr el resultado óptimo, el plan y
camino establecido por Dios.
hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los
veréis. 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. (Éxodo 14:13-14)
Los hebreos estaban encerrados, entre el ejército egipcio y el mar. Comienza el reclamo,
la queja y la murmuración.
De aquí podemos aprender una importante regla espiritual, que cuando estamos en una
situación que “no vemos la salida”, debemos recordar que el mismo que nos puso en esa
situación, es el mismo el que nos sacará, obviamente Dios Todopoderoso.
Entonces, debemos “guardar silencio” sin queja, sin reclamo y confianza absoluta en
Dios. Siempre. Permanecer tranquilos y con confianza, tener fe, conseguir emunah.
“…¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen…”, este párrafo nos
enseña que hay momentos en la vida que debemos orar y otros actuar. Momentos que
debemos detenernos y orar, pero otros, decidir y actuar. No importa lo poderoso que
luzca el desafío, debemos movernos, cuando la orden viene de Dios…
Recién luego, el milagro ocurrirá en nuestras vidas.
que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; 15 sino: Vive Jehová, que hizo
subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había
arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres. (Jeremías 16:14-15)
2y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el
mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque
bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. (1 Corintios 10:2-4)
2 Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado
la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie
sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. 3 Y cantan el cántico de Moisés siervo de
Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor
Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. 4 ¿Quién
no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual
todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.
(Apocalipsis 15:2-4)
Podemos anexar, a este razonamiento, el siguiente texto de esta parashá,
Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y
recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o
no. (Éxodo 16:4)
“Él os da el viernes el pan para dos días. Estése cada uno en su estancia; no salga nadie
de su lugar el séptimo día; y descansó el pueblo el séptimo día. A pesar del sufrimiento
ocasionado por el hambre y la sed en el desierto, Dios no quería que el hombre se
preocupara en shabbat por sus necesidades materiales.
En cuanto a nosotros, en medio de las condiciones de vida más fáciles en que vivimos,
nos permitimos profanar la santidad del día sagrado para correr tras este maná terrenal
que algunos poseen en abundancia, mientras que otros pueden, con un poco de esfuerzo,
abastecerse en el sexto día de una ración doble.” (Reflexión extractado de la Torá)
Dios mismo, los hace regresar a un lugar estratégico y riesgoso. Una zona de
hechiceros.
Pi-hahirot: eran 2 rocas gigantes cuadradas, una con forma de hombre y otra de mujer,
mirándose de reojo. Entre ellas había ubicado un ídolo egipcio “Baal-zefón”, deidad
poderoso en el mar. Durante las 10 plagas, éste no sufrió daño alguno, las otras deidades
fueron destruidas.
Los egipcios, se creyeron que el Dios hebreo era débil en el mar.
Por eso, Faraón sale a buscar a los hebreos, porque sus hechiceros le hicieron creer la
vulnerabilidad del Dios hebreo.
Esto, era el gran golpe al soberbio Faraón, Dios lo destruye.
“…vayehi yadav emunah…”; significa “…y fueron sus manos emunah…”, levantadas
con emunah, en oración permanente, pedir nuestra redención.
Cuando Moisés levantaba sus manos, los corazones del pueblo en lucha se elevaban
hacia el Padre, se fortalecían y cuando las bajaba perdían ánimo.
Todas las batallas, cuando elegimos a través del libre albedrío, las debemos enfrentar en
esta forma, en oración.
Cada día es un nuevo comienzo, elección permanente entre el bien y el mal, en pleno
desierto, en soledad, en dependencia absoluta de Él, orando, con confianza.
“…por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él…”; apoyo sobre quién?
por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento
una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no
se apresure. (Isaías 28.:16)
Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay
siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el
pecado de la tierra en un día. (Zacarías 3:9)