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Las características del llamamiento eficaz:

✔️(1) Es un llamamiento dulce.

Dios llama de tal manera que seduce; no fuerza, sino que atrae. 👈🏻No quita la libertad de la
voluntad, sino que vence su terquedad. “Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día
de tu poder” (Sal. 110:3). Tras este llamamiento no hay más disputas, el alma obedece
prontamente el llamamiento de Dios; tal como cuando Cristo llamó a Zaqueo, este le recibió
gozosamente en su corazón y en su casa.

✔️(2) Es un llamamiento santo.

“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo” (2 Ti:1:9). Este llamamiento de Dios llama
a los hombres a apartarse de sus pecados; mediante el mismo son consagrados y apartados
para Dios. Los utensilios del Tabernáculo se tomaban del uso común y se apartaban para una
utilización santa; así también, quienes son llamados eficazmente son separados del pecado y
consagrados al servicio de Dios. El Dios a quien adoramos es santo, la obra en la que estamos

empleados es santa, el lugar al que esperamos llegar es santo; todo esto requiere santidad.👉🏻

El corazón del cristiano ha de ser la sala de audiencias de la Santísima Trinidad;👈🏻 ¿y no s e


escribirá sobre él santidad al Señor?

Los creyentes son hijos de Dios el Padre, miembros de Dios el Hijo, y templos de Dios el
Espíritu Santo; ¿y no habrán de ser santos? La santidad es la insignia y el uniforme del pueblo
de Dios. “Tu santo pueblo” (Is. 63:18). Tal como la castidad distingue a una mujer virtuosa de
una ramera, así también la santidad distingue a los piadosos de los inicuos. Es un llamamiento
santo, “pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Ts. 4:7). Que nadie
que viva en pecado diga que ha sido llamado por Dios. ¿Te ha llamado Dios a ser un
maldiciente o un borracho? Más aún, que no diga la persona meramente moral que ha sido
llamada eficazmente ¿Qué es el decoro sin la santidad? No es sino un cadáver cubierto de
flores. La efigie del rey grabada sobre bronce no lo convierte en oro de curso legal. El hombre
meramente moral parece como si tuviera la imagen del Rey del Cielo grabada sobre sí; pero
no es mejor que una moneda falsificada, que no pasa por ser de curso legal delante de Dios.

✔️(3) 👉🏻Es un llamamiento irresistible.👈🏻 Cuando Dios llama a un hombre por su gracia, 👉🏻este
tiene que venir. Se puede resistir el llamamiento del ministro, pero no el llamamiento del
Espíritu. El dedo del bendito Espíritu puede escribir sobre un corazón de piedra de la misma
forma en que una vez escribió sus leyes sobre tablas de piedra. Las palabras de Dios son
palabras creadoras; cuando Él dijo: “Sea la luz”, hubo luz; y cuando Él dice: “Sea la fe”,

será así. Cuando Dios llamó a Pablo, este respondió al llamamiento. “No fui rebelde a la visión
celestial” (Hch. 26:19). Dios avanza victoriosamente en el carro de su Evangelio;

hace ver a los ciegos, y hace sangrar los corazones de piedra. Si Dios quiere llamar a un
hombre, no hay nada que pueda impedirlo; las dificultades serán resueltas, los poderes del
Infierno serán dispersados. “¿Quién ha resistido a su voluntad?” (Ro. 9:19). Dios quebranta las
puertas de bronce, y desmenuza los cerrojos de hierro (Sal. 107:16). Cuando el Señor toca el
corazón de un hombre por su Espíritu, toda jactancia es abatida, y la fortaleza real de la
voluntad se somete a Dios. Se puede citar el Salmo 114:5: “¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?”. El hombre que antes era como un mar turbulento,
que espumaba iniquidad, ahora repentinamente huye y tiembla, y se postra como el
carcelero: “¿Qué debo hacer para ser salvo?” (Hch. 16:30). ¿Qué tienes, oh mar?

¿Qué tiene este hombre? El Señor le ha estado llamando eficazmente. Ha estado llevando a

cabo una obra de gracia, 👉🏻y ahora su terco corazón ha sido vencido mediante una dulce

violencia.👈🏻

✔️(4) Es un llamamiento supremo.

“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios” (Fil. 3:14). Es un


llamamiento supremo porque somos llamados a realizar los ejercicios supremos de la religión:
morir al pecado, ser crucificados al mundo, vivir por fe,

tener comunión con el Padre (1 Jn. 1:3). Esto es un llamamiento supremo; es una obra
demasiado elevada como para que los hombres puedan realizarla en su estado natural. Es
un llamamiento supremo porque somos llamados a alcanzar privilegios supremos: la
justificación y la adopción, ser hechos coherederos con Cristo. El que es llamado eficazmente
tiene una posición más elevada que los príncipes de la Tierra.

✔️(5) Es un llamamiento benévolo. Es el fruto y el producto de la libre gracia. Que Dios llame a
unos y no a otros; que unos sean tomados y otros dejados, que un hombre tosco e inculto
sea llamado, y un hombre inteligente y agradable sea rechazado; en ello hay libre gracia. Que
los pobres sean ricos en fe y herederos del Reino (Stg. 2:5), y los nobles y grandes del mundo
sean rechazados en su mayoría: “No sois muchos […] nobles” (1 Co.

1:26); esto es gracia libre y rica. “Sí, Padre, porque así te agradó” (Mt. 11:26). Que bajo el
mismo sermón uno sea afectado eficazmente, y otro no sea conmovido más que un muerto
con el sonido de la música; que uno oiga la voz del Espíritu en la Palabra, y otro no la oiga;

que uno sea ablandado y empapado por la influencia del Cielo, y otro, como el vellón seco
de Gedeón, no tenga rocío sobre sí; ¡he aquí una virtud distintiva! La misma aflicción

convierte a uno y endurece a otro.👈🏻 La aflicción es para uno como la majadura de las
especias, que produce un olor fragante; para otro es como la machacadura de malas hierbas
en un mortero, que las hace más desabridas. ¿Cuál es la causa de esto sino la libre gracia de
Dios? Es un llamamiento benévolo; está todo es maltado y entretejido con la libre gracia.

✔️(6) Es un llamamiento glorioso. “Nos llamó a su gloria eterna” (1 P. 5:10). Somos llamados a
disfrutar del Dios bendito; como si alguien fuese llamado a salir de una cárcel para sentarse
en un trono. Quinto Curtio escribe acerca de uno que, mientras cavaba en su huerto, fue
llamado a ser rey. De esta manera nos llama Dios a la gloria y a la virtud (2 P. 1:3). Primero a
la virtud, luego a la gloria. En Atenas había dos templos, el templo de la Virtud, y el templo del
Honor; y nadie podía ir al templo del Honor, sin pasar primero por el templo de la Virtud. Así

también, Dios nos llama primero a la virtud, y luego a la gloria.✔️

¿Qué es la gloria entre los hombres, que la mayoría persigue, sino una pluma soplada en el
aire? ¿Qué peso de gloria tiene? ¿No hay un gran motivo para que sigamos el llamamiento de
Dios? Él nos llama a una posición elevada; ¿puede haber alguna pérdida o perjuicio en esto?
Dios no quiere que dejemos cosa alguna por Él, excepto aquello que nos perderá si lo
guardamos. Él no tiene ningún otro plan para nosotros que el de hacernos felices. Nos llama
a la salvación, nos llama a un reino. ¡Oh, cómo debiéramos nosotros, pues, junto con Bartimeo,
arrojar nuestra harapienta capa de pecado, y seguir a Cristo cuando Él llama!

✔️(7) Es un llamamiento inusual. Solo pocos son llamados para salvación. “Pocos escogidos”
(Mt. 22:14).

Pocos no colectivamente, sino comparativamente. La palabra 👉🏻“llamar” significa seleccionar a

algunos de entre los demás.👈🏻 A muchos les llega la luz, pero pocos tienen los ojos ungidos
para ver esa luz. “Tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras”

(Ap. 3:4).✔️¡Cuántos millones están asentados en región de sombra de muerte! Y en aquellos


climas en que brilla el Sol de justicia, hay muchos que reciben la luz de la verdad sin el
amor de la misma. Hay muchos formalistas, pero pocos creyentes. Hay algo que se parece a
la fe, pero que no lo es. El diamante chipriota —dice Plinio— brilla como un verdadero
diamante, pero no es genuino, se rompe con el martillo; así también, la fe del hipócrita se

rompe con el martillo de la persecución. ✔️Solo pocos son verdaderamente llamados. El


número de las piedras preciosas es pequeño en comparación con el número de las piedras

corrientes. 👉🏻La mayoría de los hombres amoldan su religión a la moda de los tiempos; están
por la música y el ídolo (Dn. 3:7). Pensar en esto seriamente debería hacer que nos
ocupásemos en nuestra salvación con temor, y nos esforzásemos para ser contados entre

aquellos pocos a quienes Dios ha trasladado a un estado de gracia.✔️✔️✔️

(8) Es un llamamiento inmutable. “Irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Ro.
11:29). Esto es —como dice un autor erudito— aquellos dones que fluyen de la elección.

Cuando Dios llama a un hombre, no se arrepiente de ello. Dios no ama un día,👈🏻

como hacen muchos amigos, para luego odiar otro; o como los príncipes, que hacen favoritos
de sus súbditos, y después los arrojan en la cárcel. Esta es la bienaventuranza de un santo; su

estado no admite alteraciones. El llamamiento de Dios se fundamenta en su decreto, 👉🏻y su

decreto es inmutable. 👈🏻Las leyes de la gracia no se pueden revocar. Dios borra los pecados
de su pueblo, pero no sus nombres.👈🏻 Aunque el mundo anuncie cambios cada hora, el estado
del creyente es fijo e inalterable.(Aleluya)

Thomas Watson

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