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MATEO SALINAS

EL ANTROPÓFAGO
En esta historia que nos cuenta Pablo Palacio trata sobre un antropófago el cual se
encuentra en prisión por haber comido carne humana, y por este impulso y desesperación,
maltrata a su mujer y come parte del rostro de su hijo.

Lo interesante que he notado es que el escritor al narrar estos momentos de actos


violentos, fuertes o extraños, lo hace como si en verdad estuviéramos ahí, contando
varios detalles los cuales nos permiten esto, pero más aun lo que intenta y por ratos logra,
es que los describe como actos con mucha pasión y que intentan que en vez de ver como
si fuesen actos muy fuertes, se conviertan en actos normales, y hasta intenta hacer que
disfrutemos de ellos, como por ejemplo en esta historia en donde detalla el cómo disfruta
comerse la carne suave, blanda, como pan remojado en leche, y cosas así que por ratos
como que comprendemos al personaje y sentimos el cómo se siente al hacer esto, también
en el hombre muerto a puntapiés, en la escena en donde está golpeando a Ramírez en el
suelo, y nos dice el cómo suena y como disfruta golpearlo y las sensaciones que le
produce.
En un análisis más a fondo es importante recordar a este autor ya que su trabajo
introdujo la innovación vanguardista en su país gracias a la desestabilización de las
formas convencionales y la originalidad imperante en su obra literaria, para ello es
fundamental el impacto a la sensibilidad del lector mediante temáticas extrañas, e incluso
horripilantes, que en este caso se manifiestan en la antropofagia del personaje principal
como acto que no solo denota horror sino locura ante un mundo que presiona de manera
brutal a sus habitantes y puede decirse que los elementos, ya sean de forma o de
contenido, presentes en el antropófago dan una muestra clara tanto del carácter
transgresor de Palacios como del deseo de innovar, de generar un punto de quiebre con lo
canónico.

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