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El churro y el pretzer

En una pequeña pastelería de un pueblo de España, vivía un churro llamado Churrito.


Churrito era un churro muy feliz y alegre, siempre estaba dispuesto a ayudar a los
demás. Un día, a la pastelería llegó un nuevo producto: un pretzer.

El pretzer era un dulce muy diferente al churro. Era pequeño, redondo y tenía un sabor
dulce y cremoso. Churrito nunca había visto nada igual.

Desde el momento en que vio al pretzer, Churrito se enamoró de él. El pretzer era tan
lindo y dulce, que Churrito no podía dejar de pensar en él.

Un día, Churrito se acercó al pretzer y le habló.

Hola, soy Churrito - dijo el churro.

Hola, soy Pretzer - dijo el dulce.

Los dos dulces comenzaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían mucho en
común. Los dos eran dulces, les gustaba ayudar a los demás y tenían un gran corazón.

Churrito y Pretzer comenzaron a pasar cada vez más tiempo juntos. Se contaban sus
secretos, se reían y se divertían.

Un día, Churrito le dijo a Pretzer:

Me enamoré de ti.

Pretzer se sonrojó y le dijo:

Yo también me enamoré de ti.

Churrito y Pretzer se besaron y comenzaron a salir juntos. Eran muy felices juntos y
todos los días estaban más enamorados.

Un día, el dueño de la pastelería anunció que iba a cerrar. Churrito y Pretzer estaban
muy tristes, no querían separarse.

Pero entonces, el dueño de la pastelería tuvo una idea.

¿Por qué no se van a vivir juntos? - preguntó el dueño.

Churrito y Pretzer se miraron y sonrieron.

¡Es una gran idea! - dijeron.

Churrito y Pretzer se mudaron a una nueva casa juntos. Abrieron su propia pastelería y
comenzaron a vender churros y pretzers.
Churrito y Pretzer vivieron felices para siempre.

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