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CARACTERÍSTICAS DE LOS SERES VIVOS

¿Cuándo consideramos que un organismo está vivo? Intuitivamente, cuando lo


vemos moverse, crecer, alimentarse, respirar, liberar desechos, etc. Pero también hay
organismos como las plantas o los hongos que, excepto crecer, no parecen realizar esas
actividades al menos a simple vista. Esta apreciación es errada. Por el contrario, no sólo
las llevan a cabo, sino que además, las similitudes entre los seres vivos son
notablemente mayores a las diferencias: todos ellos comparten características comunes,
que se verán a continuación.

Los seres vivos están formados por células


En el siglo XVII, el inglés Robert Hooke observó tejidos vegetales al microscopio
y notó que estaban formados por unidades a las que llamó "celdas", término que luego
derivó en "células". Años después se encontró que todos los seres vivos están formados
por células. Algunos de ellos, como las bacterias, los protozoos y ciertas algas,
consisten en una única célula; mientras que los pluricelulares pueden estar formados por
millones de ellas (Figura 1).
Todas las células presentan características en común, como la presencia de una
membrana (en algunos casos una pared celular, externa a la membrana), y en su interior
el citoplasma y la información genética en el ADN.

Figura 1. Una porción de hoja formada por células

Los seres vivos están formados por el mismo tipo de materia que los objetos inertes
Toda la materia está constituida por unidades llamadas átomos. Por supuesto que
las células también, pero no están formadas por una materia diferente a la materia
inerte: no hay átomos exclusivos de la vida y átomos exclusivos de lo no vivo, son los
mismos tipos de átomos, solo que combinados de manera distinta. Los seres vivos están
compuestos principalmente por átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno,
fósforo y azufre, que se combinan y forman moléculas orgánicas (que presentan un
"esqueleto" de carbonos unidos entre sí): los hidratos de carbono, lípidos, proteínas y
ácidos nucleicos. Si bien es cierto que los seres vivos también contienen sustancias
inorgánicas como sales y agua, estas no forman estructuras; sino que constituyen el
medio interno del ser vivo, el medio donde se asientan las moléculas orgánicas y donde
se producen las reacciones químicas que permiten el desarrollo de la vida.

Reproducción
La reproducción es la capacidad de los seres vivos de dejar descendencia, lo que
les permite perpetuarse en el tiempo.
Algunos organismos se originan por reproducción sexual, luego de que una célula
sexual masculina se fusiona con una célula femenina originando un cigoto (que será el
nuevo individuo); mientras que otros lo hacen asexualmente, cuando parte de un
individuo se fragmenta, y ese fragmento origina uno nuevo. Un ejemplo de
reproducción asexual es obtener una planta haciendo un gajo; otro es una célula que se
divide dando dos células hijas (Figura 2).
En la reproducción sexual, el hijo tiene características semejantes a ambos
progenitores porque recibe la información genética del padre y de la madre, en cambio,
en la reproducción asexual, será igual al individuo del que se originó.

Figura 2. Un organismo unicelular se reproduce asexualmente dividiéndose y


originando dos células hijas

Crecimiento y desarrollo
El crecimiento es el aumento del tamaño. Los seres vivos que se reproducen
sexualmente, al principio están formados por una sola célula que empieza a dividirse;
las células hijas harán lo mismo, y así sucesivamente. En consecuencia, los organismos
pluricelulares crecen porque aumenta su número de células.
Pero además de crecer, el ser vivo se desarrolla. Esto significa que a medida que
las células se dividen, no todas lo hacen al mismo ritmo, ni mantienen el mismo
aspecto, ni cumplen las mismas funciones; sino que se van especializando en tareas
diferentes y formado distintas estructuras. Este proceso da origen a los órganos y partes
que conforman un individuo, como las extremidades, los ojos, el corazón, el estómago,
los vasos sanguíneos, etcétera.
Los organismos unicelulares también crecen, pero no dividiéndose (ya que no son
más que una célula) sino aumentando su tamaño.

Los seres vivos responden a los estímulos y mantienen su medio interno


relativamente constante a pesar de los cambios externos
La capacidad de reaccionar ante un estímulo se llama irritabilidad. La reacción
más conocida es la de una persona que retira la mano cuando se pincha o quema, pero
también hay otras respuestas menos visibles, como la de una planta que crece hacia la
luz, o sus raíces que lo hacen hacia la humedad (Figura 3).
Pero por otra parte, los seres vivos, de manera similar a una estufa con termostato,
son capaces de mantener sus condiciones internas relativamente constantes a pesar de
las variaciones en el exterior. Por ejemplo, los animales de sangre caliente son capaces
de mantener la temperatura constante. En el hombre es de 36,5º C aproximadamente, a
pesar de que en el exterior haya 0º C o 40º C de temperatura. Lo mismo ocurre con la
presión sanguínea, la cantidad de agua, la concentración de sales, etc. Esa capacidad de
los organismos de mantener el equilibrio interno, se denomina homeostasis.

Figura 3. Las raíces de la planta se dirigen hacia donde hay más humedad

Los seres vivos son sistemas abiertos


Un sistema abierto intercambia materia y energía con el medio, a diferencia de
uno cerrado que solo intercambia energía; y uno aislado donde no se produce
intercambio alguno.
Los seres vivos son sistemas abiertos porque necesitan incorporar materia y
energía, pero también la liberan en forma de calor, transpiración y desechos.
Algunos seres vivos incorporan materia y energía a través de los alimentos. Son los
heterótrofos, que comen a otros seres vivos, ya sea cazándolos, alimentándose de
organismos muertos, o parasitándolos. Los más conocidos son los animales, pero
también están los hongos, protozoos y algunas bacterias.
Otro grupo son los autótrofos, como las plantas, las algas y algunas bacterias, que a
través de la fotosíntesis fabrican su propio alimento utilizando agua, dióxido de carbono
y energía lumínica.
Tanto los heterótrofos como los autótrofos degradan los alimentos, y durante este
proceso liberan energía que será utilizada por las células. Pero el alimento también
proporciona materia, es decir, átomos que los seres vivos utilizan para fabricar las
moléculas que los constituyen. Este proceso de degradación y síntesis de moléculas a
través de reacciones químicas, se denomina metabolismo.

Los seres vivos cambian a lo largo de los años


Cada organismo que nace es ligeramente diferente a sus padres.
Los individuos de una especie pueden continuar reproduciéndose durante miles de
años y seguir siendo de la misma especie peses a esos cambios. Pero existe la
posibilidad de que a lo largo de las generaciones, sufran cambios relevantes que den
origen a nuevas especies, proceso que tiene lugar a lo largo de miles y millones de años.
Por ejemplo, las aves aparecieron hace aproximadamente doscientos millones de
años, las plantas con flores hace treinta; y tres millones de años atrás no existían los
seres humanos. Por otra parte, en el futuro habrá nuevas especies que no existen
actualmente; y muchas de las que hoy conocemos se habrán extinguido (y no
necesariamente por culpa del hombre).
La rama de la biología que estudia cómo se producen los cambios que originan
nuevas especies, y cómo se extinguen otras, es la evolución.

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