La mente, la ciudadela

Sofia. A. Girón Cuellar

Escuela de Administración, Universidad Adventista de Centro América

Psicología de los Negocios

MSc. Rosa E. Zúñiga

09 de Marzo 2023
 La mente, la ciudadela

Puntos importantes

1. La mente debe ser adiestrada por medio de pruebas diarias hasta lograr hábitos de

fidelidad, hasta obtener un sentido de las exigencias de lo recto y del deber por

sobre las inclinaciones y los placeres.

2. Si los hombres y las mujeres inteligentes tienen sus facultades morales entorpecidas

por cualquier clase de intemperancia son poco superiores a los paganos en muchos

de sus hábitos. Satanás desvía constantemente a la gente de la luz salvadora a las

costumbres y la moda, sin tener en cuenta su salud física, moral y mental.

3. Cada órgano del cuerpo ha sido hecho para estar subordinado a la mente. Es ella la

capital del cuerpo. La mente controla al hombre entero. Todos nuestros actos,

buenos o malos, tienen su origen en la mente. Es la mente la que adora a Dios y nos

une con los seres celestiales. Sin embargo, muchos pasan toda su vida sin llegar a

ser inteligentes con respecto al alhajero que contiene este tesoro.

Comentario

La Hermana Elena G. de White nos habla en este capítulo acerca de lo importante del

cerebro. Ya que este es la capital del cuerpo, el asiento de todas las fuerzas nerviosas y de

la acción mental. Además, que está compuesta por los nervios y también de la acción

mental. Estos nervios salen del cerebro y controlan el cuerpo. Por medio de estos, las

impresiones mentales se trasmiten a todos los nervios del cuerpo como por hilos

telegráficos, y ellos controlan la acción vital de cada parte del sistema. Si las facultades
perceptivas son entorpecidas por cualquier clase de intemperancia, no se podrá discernir las

cosas eternas

Eso significa que, si se usa el tabaco, este afectara la constitución del ser. Ya que este es un

veneno lento. Afectando al cerebro y adormeciendo la sensibilidad de modo que la mente

no pueda discernir claramente las cosas espirituales, haciendo que sus víctimas pierden la

sensibilidad de la conciencia y el temor a Dios delante de sus ojos. Cada vez tiene menos

dominio propio. Entregándose al vino, al alcohol, al tabaco y al opio, y así van de un grado

de disipación a otro. Este suele presentarse delante de la gente como la necesidad de resistir

la tentación de complacer el apetito. Aquí muchos fracasan. También se debe saber la

relación estrecha que tiene la mente y el cuerpo. Además, debemos de mantenerlos en

buenas condiciones. En conclusión, debemos de tener en cuenta que nuestra mente

juntamente con nuestro cuerpo trabaja de manera unitaria. También debemos de evitar

meternos en las bebidas alcohólicas, tabaco y la drogadicción así evitaremos varios riesgos

al mismo tiempo cuidaremos nuestra mente ya que todo lo que hacemos a nuestro cuerpo

también afecta al cerebro y viceversa.