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DEPARTAMENTO DE HIDRÁULICA
TEMA V
GOLPE DE ARIETE
INDICE
5.1 Introducción.
5.6 Cálculo del valor numérico de la sobrepresión producida por el golpe de ariete.
Bibliografía
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5 GOLPE DE ARIETE EN CONDUCCIONES - CASO PARTICULAR DE RÉGIMEN
IMPERMANENTE – TRANSITORIOS.
5.1 INTRODUCCIÓN.
Cuando en el escurrimiento de flujos por conducciones se produce una rápida variación del
caudal, debido por ejemplo a un brusco cierre de una válvula o un corte de energía eléctrica que
detiene el bombeo, aparece una presión variable adicional a la presión normal de trabajo. Esta
“presión adicional” o “sobrepresión” se caracteriza por alcanzar en un instante valores máximos
positivos, para luego hacerse nula y tomar luego valores negativos.
Esta alternancia (cíclica) de “picos de presión” variable en el tiempo, es conocida como el
fenómeno del “Golpe de Ariete”. Al producirse ese aumento brusco de la presión, en ciertas
instalaciones se manifiesta como una sucesión de fuertes golpes, siendo por esa razón el nombre
de este fenómeno por su semejanza al sonido que provocaba antiguamente el “Ariete” sobre los
portones que debía derribar.
La aparición de estos “picos de presión” es producto del cambio de energía cinética que traía
el flujo por energía de presión, favorecido por el hecho de que los fluidos son compresibles.
Si bien el “Golpe de Ariete” es consecuencia inmediata de cualquier variación de caudal, su
manifestación no llega a apreciarse en conductos de poca longitud en los cuales resulta
relativamente pequeña la masa fluida. Tampoco se manifiesta en aquellas circulaciones donde la
variación de velocidad resulta muy lenta, como por ejemplo, cuando se cierra muy despacio una
válvula de un conducto en el que circula un flujo a presión. No resulta así cuando se infiere al
fluido una brusca variación del caudal y las cañerías son de considerable longitud y diámetro.
Este es el caso de los conductos forzados que llegan a las centrales hidroeléctricas, en las
que al cambiar el régimen de los generadores por una cuestión de demanda, el sistema de
regulación de las turbinas sufre una importante modificación haciendo variar en consecuencia muy
rápidamente el caudal que ingresa a las máquinas. Lo mismo ocurre en los acueductos (cañerías
destinadas a transportar a grandes distancias agua potable), debido a su extensión albergan una
gran de masa líquida en movimiento, por lo que, una variación en el caudal provocada por ejemplo
por la salida de servicio no programado de la bomba que lo abastece, provoca picos de presiones
capaces de dañar la conducción.
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5.2 DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO EN ABASTECIMIENTOS POR GRAVEDAD.
Al llegar a esta situación, se dice que concluye la “1ª Etapa del Fenómeno” y si se midiese
con un cronómetro el tiempo que transcurrió desde que se cerró la válvula hasta este instante,
coincidiría con el que se podría calcular a través de la fórmula de movimiento rectilíneo uniforme:
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espacio espacio
V= ⇒ tiempo = , siendo en este caso, espacio = L , la velocidad
tiempo V
L
V = C = celeridad , por lo que resulta, t = .
C
Al estar todo el fluido inmovilizado dentro de la cañería y con una presión mayor a la presión
que puede brindar el depósito, tratará de descomprimirse hacia donde está esa menor presión; al
ocurrir esto, las primeras capas de líquido contra el embalse serán empujadas por las otras hacia
éste, adquiriendo entonces una velocidad “V”. Si no se considera la fricción, se podría asumir que
|V| = |V0| (V0 es la velocidad inicial del fluido antes de ser perturbado) por el simple hecho de que
si V0 se transformó en un ∆P, ahora ese ∆P se convierte en V.
Esta hipótesis no es cierta, la realidad muestra que la velocidad que adquiere el fluido en
sentido contrario al que traía, resulta menor por causa de que los líquidos son reales y por lo tanto
existe fricción, energía negativa que terminará agotando el fenómeno.
En la figura siguiente, a la izquierda se representan las primeras capas de líquido contiguo al
depósito descomprimiéndose y adquiriendo velocidad hacia el mismo; a la derecha se muestra
que todo el fluido se ha descomprimido y se ha puesto en movimiento. Este fenómeno transcurre
entre el instante t = L c y t = 2 L c :
Cuando se alcanza la situación que muestra la figura derecha, se asume que finaliza la “2ª
Etapa del Fenómeno”.
Ahora bien, como la válvula sigue cerrada, las capas de líquido próximas a la misma y con
movimiento incipiente hacia el depósito, tratarán de despegarse. Si ello ocurriese, debido a la
hermeticidad de la cañería y de la válvula, se generaría casi el vacío absoluto acompañado de
presiones relativas negativas y pasaje de estado a líquido a gaseoso. La suma de estos efectos
produce en realidad, una detención de esas capas de líquido próximas a la válvula, cambiando la
energía que les brindó la velocidad “V” por una carga de presión negativa o de descompresión. En
la figura siguiente, se representa a la izquierda la “detención” de las capas de líquido próximas a la
válvula (mientras las otras siguen en movimiento) y a su vez, una disminución de la presión en ese
sector debido a la aparición de una “sobrepresión” negativa; como este fenómeno se va
transmitiendo “capa a capa” a una velocidad “c”, en la figura derecha se muestra todo el fluido
detenido y sometido a una “sobrepresión” ∆P negativa:
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Llegando a esta instancia, el fenómeno concluye la “3ª Etapa” para el tiempo t = 3 ⋅ L c .
Nuevamente se produce una desigualdad de presiones entre las capas de líquido dentro de la
cañería próximas al depósito y la presión que hay en éste, la cual como se puede apreciar de la
figura anterior, es mayor. Esta situación provoca que el fluido dentro del depósito trate de
introducirse en la cañería por contener ésta el mismo fluido pero con menor presión. De esta
manera, ese ∆P (energía de presión) se convertirá en energía cinética y al no haber considerado
pérdidas, la transformación generará nuevamente una velocidad V = V0, cuyo sentido será hacia la
válvula. En la figura siguiente se muestra el comienzo del movimiento del líquido (figura izquierda)
y la situación general transcurridos un tiempo:
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dρ dp
ε =− =
dV dρ
V ρ
siendo:
• dp : variación de la presión
• dV : variación de volumen
• dρ : variación de la densidad
• V: volumen inicial del líquido en condiciones normales
• ρ: densidad del líquido a presión normal de trabajo
En conducciones donde existe energía añadida por medio de bombas (impulsión), la parada
brusca de los motores genera en forma inmediata una variación del caudal, de la velocidad y en
consecuencia la aparición de una sobrepresión.
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Las capas de líquido próximas a la bomba comenzarán a detenerse y estarán a menor presión
que la de trabajo.
Considerando que el fenómeno comienza en el mismo instante en que se detiene la bomba y
que una onda de sobrepresión o depresión se traslada con una velocidad “c”, al cabo de un
tiempo “ t = L c ”, dicha onda habrá alcanzado el depósito inmovilizando a todo el fluido y
concluyendo la “Etapa 1” del fenómeno:
Ahora bien, las capas de líquido dentro del conducto y próximas al depósito, tendrán menor
presión que la carga estática del mismo y en consecuencia, menor densidad. Esta situación
genera un desequilibrio de fuerzas y presiones que hace que el líquido del depósito trate de entrar
en la cañería “empujando” hacia la bomba al que se encuentra detenido y como no se han
considerado pérdidas por fricción, el movimiento del fluido alcanzará velocidad “V0” pero en
sentido contrario al que traía. Esta situación también traerá una compensación en las presiones,
de forma tal que se compensará la depresión existente en la conducción y se alcance la presión
estática del depósito:
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Al cabo de un tiempo “t =2 L / c” las capas que comenzaron a moverse habrán llegado a la
bomba (aún detenida) con velocidad “V0” y sobrepresión nula. Ese movimiento incipiente haría
que las capas de líquido tiendan a atravesar la bomba y continuar hacia la cisterna inferior, pero
eso se ve impedido por dos motivos: el pasaje del flujo por una bomba detenida tiene una alta
pérdida de carga y por otro lado, en general los sistemas de bombeo poseen válvulas
unidireccionales (dejan pasar el flujo en un solo sentido, también llamadas “válvulas de retención”)
que impiden el retorno del fluido; como consecuencia de esto, se puede considerar que cuando el
líquido llega a la bomba detenida, se producirá el mismo efecto que el visto en el apartado anterior
cuando se llegaba a la válvula. En el croquis siguiente se representa las condiciones del flujo para
el tiempo mencionado:
Nuevamente, el flujo próximo a la bomba o válvula unidireccional, por las razones expuestas
en el párrafo anterior, no podrá pasar y por lo tanto comenzará a detenerse y comprimirse
generando una sobrepresión mayor que la carga estática, que irá avanzando hacia el depósito de
la derecha a una velocidad “c”.
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El líquido dentro de la conducción se encuentra a mayor presión que el líquido dentro del
depósito, por lo que, comenzará a moverse hacia el mismo a una velocidad “V0” y lentamente se
irá descomprimiendo, lo que significa que se generará una sobrepresión negativa que compensará
a la positiva de la “3ª Etapa”, llegándose entonces a sobrepresión nula, todo el líquido moviéndose
hacia el depósito y repitiendo lo ocurrido en la “1ª Etapa”. En el siguiente croquis se puede
visualizar esta “4ª Etapa” del fenómeno (finaliza en t = 4 ⋅ L c ), o sea, cuando todo el fluido está
en movimiento y descomprimido:
Se repite entonces el comienzo de la “1ª Etapa” y así sucesivamente aparecerán las etapas
siguientes en el orden desarrollado. El fenómeno tal como se dijo anteriormente, es una sucesión
de ondas de compresión y descompresión, cambio de velocidad por presión y viceversa,
movimientos incipientes hacia un lado y hacia el otro. El rozamiento y la viscosidad del fluido son
los amortiguadores del fenómeno. En función de lo visto, se puede establecer una “Regla de los
Signos” para la onda de sobrepresión: cuando la onda al desplazarse encuentra la sección donde
se inició el fenómeno (p.e. la válvula o bomba) “rebota” conservando el signo; cuando la onda
llega a la sección que comunica con el depósito, rebota cambiando de signo. También se asocia
a dos espejos colocados en ambas secciones extremas: la inicial (válvula o bomba) “reflejará” una
onda del mismo signo, mientras que la sección extrema “reflejará” una nueva onda cambiándole el
signo.
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5.4 VALOR DE LA CELERIDAD.
En el caso de flujos que circulan en cañerías rígidas e indeformables (situación casi ideal ya
que los materiales de las cañerías son en mayor o menor grado elásticos), cuando por algún
motivo cambia o se interrumpe bruscamente el caudal (tal como se ha visto anteriormente) las
capas de fluido próximas al elemento de cierre (válvula) se detienen y se comprimen. Supóngase
un elemento fluido circulando por una tubería justo antes del momento que se cierra la válvula;
ese elemento pasará de tener velocidad V0 a velocidad nula y aumentará la presión en el mismo
en la medida que se va deteniendo. Este proceso “detención-aumento de presión” no es
instantáneo, sino que se produce en un intervalo ∆t; las capas que aún están en movimiento, al
chocar con las que se detuvieron que están a mayor presión y densidad, también se detendrán y
así sucesivamente continuará el fenómeno trasladándose en dirección contraria al movimiento.
En el croquis siguiente se representa ese elemento de fluido y al considerarse la cañería
indeformable, lo único que puede variar al detenerse y comprimirse, será la longitud del elemento
(debido a la compresibilidad):
Cualquier partícula fluida perteneciente a ese elemento y que esté en la posición (1) justo
cuando se cerró instantáneamente la válvula, irá circulando hasta la posición (1´) donde se
detendrá. El tiempo que tarda la partícula fluida en pasar de la posición (1) a la posición (1´) es
∆t, el mismo tiempo que tardará en transmitirse la onda de sobrepresión que arranca en las
partículas en contacto con la pared de la válvula hasta llegar a las que están en la posición (1).
En todo este proceso, el elemento fluido sufrirá una variación en su cantidad de movimiento.
El volumen afectado es:
c ⋅ ∆t ⋅ Ω
siendo “ Ω ” el área de la sección. La masa de ese volumen será:
ρ ⋅ c ⋅ ∆t ⋅ Ω
siendo la cantidad de movimiento:
ρ ⋅ c ⋅ ∆t ⋅ Ω ⋅V0 (1)
(habrá un solo “momentum”, pues hay una sola entrada y la salida está obturada por la válvula).
Por otra parte, la variación relativa de volumen será el cociente entre el volumen que se comprime
y el volumen total:
∆Vol Ω ⋅ V0 ⋅ ∆t V0
= =
Voltotal Ω ⋅ c ⋅ ∆t c
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∆P
Recordando la expresión del módulo de compresibilidad: ε = − , dejando de lado el
∆Vol
Vol
signo menos que solo indica reducción de volumen y teniendo en cuenta la relación anterior, se
puede escribir:
ε ⋅ ∆Vol V0
∆P = =ε
Vol c
De la 2ª Ley de Newton, el impulso del elemento fluido analizado será F ⋅ dt , o sea:
ε ⋅ V0
∆P ⋅ Ω ⋅ dt = ⋅ Ω ⋅ dt (2)
c
Sabiendo que el impulso es igual a la variación de la cantidad de movimiento, igualando (1) y
(2) resulta:
ε ⋅V0 ε
⋅ Ω ⋅ ∆t = ρ ⋅ c ⋅ ∆t ⋅ Ω ⋅ V0 , o sea: = c2
c ρ
obteniéndose finalmente:
ε
c=
ρ
E
Material de la tubería K
(Kg/m2)
Acero 2 x 1010 0.5
Fundición 1 x 1010 1.0
Hormigón 2 x 109 5.0
PVC 3 x 108 33.3
Polietileno baja densidad 2 x 107 500.0
Polietileno alta densidad 9 x 107 111.11
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Para conducciones plásticas (de gran utilización hoy en día), se indican a continuación
algunos valores de la celeridad:
Presión Nominal
Tubería
4 (Kg/cm2) 6 (Kg/cm2) 10 (Kg/cm2) 16 (Kg/cm2)
PE baja densidad 118 m/s 147 m/s 196 m/s -
PE alta densidad - 234 m/s 305 m/s -
PVC 240 m/s 295 m/s 380 m/s 475 m/s
Ltotal
c=
L
∑i c i
i
siendo:
Ltotal longitud total de todas las cañerías
Li longitud parcial de cada cañería de igual característica
ci celeridad de cada cañería de igual característica
De acuerdo al tiempo que se tarda en variar el caudal en una conducción (ya sea por la
maniobra de una válvula o por la parada del motor de una electrobomba), se puede clasificar el
fenómeno del Golpe de Ariete. A ese tiempo se lo denomina “tiempo de cierre” y se lo simboliza
con “tC”. Por ejemplo, si la variación del caudal es como consecuencia de la operatoria de una
válvula, el tiempo que transcurre desde que comienza a moverse el elemento de cierre de la
válvula hasta que se detiene, es el “tiempo de cierre”. La duración del mismo incidirá directamente
sobre la magnitud de las sobrepresiones. A continuación, se efectúa una clasificación basada en
comparar el tiempo de cierre con un tiempo particular llamado “cierre límite”; este tiempo es el
que tarda cualquier onda de sobrepresión en recorrer de ida y vuelta la longitud total de la
conducción partiendo de la sección donde comenzó la reducción del caudal (p.e., donde está la
válvula). Por lo tanto, dependerá de esa distancia y de la celeridad del fluido:
2⋅ L
tL =
c
siendo:
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En el caso de bombas, Mendiluce propone la siguiente expresión para el cálculo del tiempo
de parada (equivalente al tiempo de cierre de la válvula):
K ⋅ L. ⋅ V
tC = C + siendo:
g ⋅ Hm
L: longitud total de la cañería
V: velocidad del flujo en metros por segundo
g: aceleración de la gravedad
H m : altura manométrica (recordar que incluye desnivel topográfico y pérdidas)
C , K : coeficientes de ajuste empíricos (el coeficiente “K” no tiene nada que ver con el del apartado
anterior)
Hm
El coeficiente “C” es función de la pendiente hidráulica del sistema “J ”, siendo J = , (no
L
confundir este valor con el de pérdida de carga unitaria “j”)
Se pueden obtener ambos valores de la siguiente tabla:
Si el tiempo de cierre pudiese ser regulable, sería conveniente que siempre fuese lento, ya
que genera sobrepresiones menores en toda la conducción al valor máximo ∆P. En el caso de
cierre límite, solo las secciones de cañería inmediatas a la válvula se verán afectadas por la
máxima sobrepresión. Cuando el cierre es brusco, una porción importante de la conducción se
verá afectada por ∆P.
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siendo “c” la celeridad de la onda de presión. Por otra parte, el impulso debe ser igual a la
variación de la cantidad de movimiento ∆CM:
∆L
S ⋅ ∆P ⋅ = ρ ⋅ S ⋅ ∆L ⋅ ∆V
c
simplificando:
∆P = ρ ⋅ c ⋅ ∆V
Considerando el caso extremo en que la variación del caudal fuese total, la velocidad variará
de su valor a cero, o sea, resulta ser ∆V = V , por lo que la última expresión queda:
∆P = ρ ⋅ c ⋅ V
∆P
Por otra parte, como ρ = γ g , llamando con ∆H = y reemplazando en la ecuación
γ
anterior, resulta:
γ ∆P c ⋅V
∆P = ⋅ c ⋅V ⇒ =
g γ g
c ⋅V
∆H =
g
Michaud propuso una ecuación para el cálculo de la sobrepresión en el caso de que el cierre
sea del tipo “lento”:
∆P 2 ⋅ L ⋅V
∆H * = =
γ g ⋅ tC
donde:
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A diferencia con la anterior (Allievi), esta ecuación no depende de la celeridad, ni de la
compresibilidad del fluido, pero en cambio si es función de la longitud de la conducción y la
considera a ésta como rígida (no elástica).
Tal como se vio anteriormente, la sobrepresión producida por un cambio en el caudal que
circula por una conducción, cambia según el tiempo de cierre. De cómo sea esa variación, se
producirán presiones de mayor o menor magnitud. Para un determinado tiempo de cierre “tC” que
verifique la siguiente relación c ⋅ t C = 2 ⋅ L , se dice que es un “cierre límite” (sobrepresión máxima
solo en la válvula). Ahora bien, puede ocurrir que si el tiempo de cierre es variable según distintas
ocasiones de regulación, con una misma conducción de longitud “L”, a veces se producirá un
cierre brusco y otras veces un cierre lento.
Por este motivo es que se introduce el concepto de longitud crítica “LC” de la cañería y se la
define:
c ⋅ tC
LC =
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Cuando se tiene el caso de que la L.E.R del sistema funcionando normalmente es mayor al
cincuenta por ciento (j > 50%), se recomienda asignar la sobrepresión de Allievi a toda la
conducción. Caso contrario, la sobrepresión se puede calcular de la siguiente manera:
A partir de la tabla anterior, al igualar las fórmulas de Allievi y Michaud, se puede obtener un
punto en común llamado punto crítico y está en correspondencia con la longitud crítica (LC).
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Se puede observar que ambas funciones se cortan en un punto llamado “punto critico”. Si se
asocia la gráfica anterior a una conducción que sufre la variación de su caudal, pueden darse tres
situaciones, según donde se corten ambas funciones:
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5.9 ATENUACION DEL GOLPE DE ARIETE - CHIMENEA DE EQUILIBRIO
Considerando que la sobrepresión puede modificarse en función del tiempo de cierre, lo ideal
sería lograr siempre tiempos de cierre extensos, de forma tal de producir presiones adicionales
bajas. En el caso de que el tiempo de cierre no pudiera ser modificado y de acuerdo a la longitud
de la cañería provocaría un “cierre brusco”, existen una serie de dispositivos capaces de reducir el
Golpe de Ariete y limitar las máximas presiones a secciones próximas a la sección donde se
produce la regulación del caudal (válvula). En este curso solo se describe el dispositivo conocido
como “Chimenea de Equilibrio” aplicado a conducciones a presión por gravedad. Consiste en un
tubo (generalmente vertical) de mayor diámetro que el de la conducción, vinculado a ésta, de una
altura tal que supere la altura estática del líquido y posicionado a una distancia “L´ ” de la válvula;
el extremo superior es abierto y está en contacto con la atmósfera:
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aporte al sistema, atenuando de esa manera el impacto de la sobrepresión hacia aguas arriba.
Para optimizar la eficiencia de este dispositivo, el área de la chimenea debe ser mucho mayor que
la sección de la conducción.
En la gráfica que sigue, se puede observar que cuanto mayor es la relación entre ambas
secciones, menor será la variación del nivel en la chimenea y por consiguiente, menor será la
perturbación hacia aguas arriba. Llamando con “Ach” la sección del tubo vertical y con “Aco” la
sección del conducto, se puede obtener ese parámetro “s” de transmisión:
Como se puede observar, para una relación próxima a 20, solo se transmitirá dentro de la
chimenea un 10% de la onda de presión.
Para estimar la longitud “L´ ”, se puede utilizar la fórmula de Michaud, despejando “L´” a partir
de esa expresión, pero adoptando una sobrepresión conveniente para el tipo de material de la
cañería y en función de un criterio económico.
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