Partimos de que las placas tectónicas son grandes fragmentos de la litosfera terrestre que se

mueven constantemente. Estas placas están compuestas por la corteza terrestre y la parte
superior del manto, y están ubicadas sobre una capa más densa llamada astenosfera.El
movimiento de las placas tectónicas es el resultado de la convección del material caliente en el
manto terrestre. Hay tres tipos de límites de placas: convergentes, divergentes y transformantes.

En los límites convergentes, las placas se mueven una hacia la otra. Si ambas placas tienen una
corteza oceánica, se forma una zona de subducción donde una placa se hunde bajo la otra. Esto
puede dar lugar a volcanes, fosas oceánicas y terremotos. Si una de las placas tiene corteza
continental, se forman cadenas montañosas.

En los límites divergentes, las placas se alejan una de la otra. En estas zonas se forma nueva
corteza oceánica a través del proceso de expansión del fondo oceánico. Esto da lugar a la
formación de dorsales oceánicas y volcanes submarinos.

En los límites transformantes, las placas se deslizan lateralmente una junto a la otra. Estos límites
están asociados con la actividad sísmica y pueden generar terremotos destructivos.

El estudio de las placas tectónicas ha llevado a importantes descubrimientos en geología y ha

ayudado a entender la formación de montañas, la distribución de terremotos y volcanes, así como
la evolución de los continentes a lo largo de millones de años

Un terremoto es un fenómeno geológico que se produce cuando hay una liberación repentina de
energía en la corteza terrestre, generando vibraciones y movimientos en la Tierra. Esta liberación de
energía ocurre debido a la ruptura de las rocas a lo largo de una falla geológica.

Los terremotos se clasifican según su magnitud y su intensidad. La magnitud se refiere a la cantidad

de energía liberada en el epicentro del terremoto y se mide utilizando la escala de magnitud de
momento, como la escala de Richter. La intensidad, por otro lado, se refiere a los efectos
observados y percibidos en la superficie, y se mide utilizando la escala de Mercalli.

Los terremotos pueden tener diversas causas, siendo las más comunes las actividades tectónicas en
los límites de las placas terrestres. Cuando las placas se desplazan o se deslizan una sobre la otra, se
acumula tensión en las rocas y, eventualmente, se libera en forma de un terremoto. Sin embargo,
también pueden ser causados por procesos volcánicos, actividad humana (como la extracción de
petróleo o la construcción de presas) o incluso por el impacto de asteroides.

Los terremotos pueden tener consecuencias destructivas, como la destrucción de edificios,

infraestructuras y pérdida de vidas humanas. Además, pueden desencadenar otros eventos
peligrosos, como tsunamis, deslizamientos de tierra y réplicas.

Con el avance de la tecnología, se han desarrollado sistemas de alerta temprana para detectar y
predecir terremotos, lo que permite tomar medidas preventivas y minimizar los daños. También se
realizan investigaciones constantes para comprender mejor los terremotos y mejorar las técnicas de
construcción y planificación urbana en áreas propensas a estos fenómenos.