Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
QUERÉTARO
Este libro fue avalado por el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes.
Primero, a Dios, por permitirme tener la energía para realizar esta investigación;
a mi esposa Ivonne y mi hijo Imanol, por su amor y apoyo;
a la Universidad Autónoma de Querétaro, a la Facultad de Bellas Artes,
por su ayuda para lograr esta publicación;
a Alfredo Rodríguez López–Vázquez
y a cada una de las personas, tanto familiares como amigos,
que han vivido este proceso y me han dado ánimo.
A manera de prefacio
Disfruta, atento lector, del placer de la lectura de esta obra, no por breve me-
nos sabia; no por clara menos rigurosa.
Índice
Introducción 11
El texto dramático 23
Tragedia 35
Comedia 37
Melodrama 42
Tragicomedia 45
Farsa 48
Género didáctico 51
Análisis estructural 57
Análisis actancial 61
9
Benito Cañada Rangel
Análisis semiótico 63
Naturalista 66
Simbolista 69
Superrealista 76
Crueldad 77
Absurdo 77
Político 78
Épico 79
Conclusiones 87
Bibliografía 93
10
En análisis del texto y la creación del personaje
Introducción
De ahí el título de esta investigación: El análisis del texto y la creación del personaje,
que surge y se desarrolla de una de las líneas de mi tesis doctoral: El Texto teatral:
Acción e Improvisación en la creación del personaje, elementos del proceso didáctico.
11
Benito Cañada Rangel
El título de la investigación nos brinda los puntos básicos sobre los que tra-
bajaremos:
- Texto teatral
- Acción
- Improvisación
- Personaje
¿En qué orden encontraremos estas luces? Si nos ponemos en los pies del es-
pectador, es natural que sólo vea al personaje, considerando que el espectador vive de
manera íntegra y sin prejuicios el espectáculo, siendo cómplice del placer estético.
Siguiendo este orden nos encontramos con que lo que el espectador ve es una su-
cesión o dinámica de acciones1, que el actor desarrolla en el espacio escénico, dentro de
situaciones y circunstancias dadas para contar una historia, logrando metas y objeti-
vos, coadyuvado por los demás personajes y por todos los elementos que permiten
1
La acción esta ligada a la aparición y la resolución de las contradicciones y conflictos entre los personajes, y
entre un personaje y una situación... su acción (reacción) suscitará otros conflictos y contradicciones. Esta ince-
sante dinámica crea el movimiento de la obra. Pavis, P., 1998, p. 23.
12
En análisis del texto y la creación del personaje
Psicología y psiquiatría
13
Benito Cañada Rangel
Ha sido importante observar cómo las diferentes necesidades sociales han gene-
rado modos de hacer las cosas de forma diferente y cómo éstas generan, con el
estudio y la observación, un método y nuevas maneras de llevarlas a cabo.
Viendo el texto desde los ojos del “autor” (creación, dramaturgia), del “lector”
(texto literario, para leer) y del “intérprete” (quien desentraña la ficción del autor
y le da vida en un escenario).
Siguiendo las mencionadas pistas y luces guía desde la perspectiva del espec-
tador, “la semiología se preocupa por el modo en que el espectador construye el
sentido a partir de las series de signos de la representación, de las convergencias
y de las distancias entre los diversos significados”.2 En los ensayos y con las Im-
provisaciones (conceptos desarrollados en la investigación base, pero que no se ex-
pondrán en ésta) son los elementos que le permiten al actor encontrar el camino
correcto para que todas las acciones y signos que vio el espectador tengan lógica
y coherencia. Este es un proceso que por lo general no lo vive el espectador.
14
En análisis del texto y la creación del personaje
Cuando hablamos de ensayos nos referimos a la reunión del elenco, de los ac-
tores y de cómo éstos, a través de los ensayos o repetición3 de las partes (cuadros,
trozos o fragmentos, escenas, actos), encuentran la manera correcta o la mejor
manera de realizar las acciones, de “accionarlas”, a la vez que el actor crea su
rol (trataremos este término más adelante). Este trabajo se logra improvisando,
hasta encontrar y fijar las acciones.
1. Por un lado, está el director y su visión estética de todo lo que pretende con
la historia que le da el dramaturgo (lo que desea contar y cómo lo realizará, su
visión de la dramaturgia escénica).
2. La creatividad del actor acorde con la visión del director y el correcto uso
de la técnica para lograr los objetivos predeterminados.
3. Por otro lado, tenemos la información que da el dramaturgo. Aquí está la
diana donde se centrará nuestra investigación: el texto teatral.
Del término francés: répétition. Pavis, P., 1998, p. 160. Ensayos.
3
15
Benito Cañada Rangel
Ahora bien, se trata de investigar qué es lo que requiere el actor para vivir este
proceso, partiendo desde el texto hasta llegar al personaje. Hagamos un breve alto
antes de entrar en materia; es necesario reconocer cuáles son las herramientas
con que cuenta el actor para interpretar, actuar, su personaje en escena:
- Su cuerpo
- Su voz
- Sus emociones
- Su fe escénica
- Su creatividad
- Técnicas de interpretación
- Técnicas corporales
- Técnicas vocales4
- De su formación cultural
- De su experiencia de vida y su capacidad histriónica
Tenemos que enfatizar y subrayar nuestra convicción de que todo aquel que
desee dedicarse al Teatro, a la interpretación o a cualquiera de las áreas que se invo-
Todas estas herramientas del actor serán desarrolladas a lo largo de la investigación.
4
16
En análisis del texto y la creación del personaje
Es evidente que existe algún fallo en el camino. Veamos, tenemos dos líneas
a considerar:
¿De dónde obtienen la información cada una de las partes que articulan el
engranaje teatral? del texto teatral.
18
En análisis del texto y la creación del personaje
El actor está sometido también al estilo y forma que el director disponga para
su montaje, para, así, encauzar las acciones y conducta de su personaje, pero el
actor tiene que saber qué pautas le da el texto para crear su personaje y después
poder adecuarlo al trabajo escénico con el director.
19
En análisis del texto y la creación del personaje
21
En análisis del texto y la creación del personaje
El texto dramático
Antes tenemos que hacer un pequeño viaje por lo que es el texto y su historia,
y cómo en él se han visto reflejados los avances o cambios históricos y las tenden-
cias de cada época repercutiendo directamente en el arte dramático. (Teatro deriva
del sustantivo griego Théatron, y con mayor precisión del verbo griego Theodomai que significa,
“ver, miro, soy espectador” <en latín: spectare, del que deriva”espectáculo” y “espectador”>)5,
esto es, el teatro es el resultado del análisis y de la observación del entorno, dando
su propia visión mediante sus particulares medios de comunicación; no obstante
hoy día al decir teatro, englobamos el todo, es una visión más general, nos pode-
mos referir tanto al texto dramático, como al espectáculo o al inmueble, en gene-
ral; o todas y cada una de las partes que generan al fenómeno teatral.
23
Benito Cañada Rangel
El teatro en sus orígenes o por lo menos desde que se tiene una conciencia
mayor de que sea un hecho teatral, nos tenemos que remontar unos cuatro siglos
antes de Cristo, época en que se dan las primeras expresiones del teatro griego,
en donde las manifestaciones teatrales tienen una gran connotación religiosa, en
honor a deidades como Dionisos –dios del vino y la vegetación, llamado en latín
Baco y Ceres –diosa de la agricultura– y más adelante con la tradición de Tespis.6
En general, un texto teatral se caracteriza por estar escrito con diálogos, ya sea
en prosa o verso, para producir el efecto de una conversación real. El texto tiene
dos caminos: uno, cuando es una obra textual o de naturaleza literaria, esto es,
para ser leída, por lo tanto es perdurable, y el otro, del arte escénico, del hecho de
la teatralidad propio de la representación, siempre efímero: sólo vive en el acto,
en la acción9, después sólo queda en el recuerdo del espectador al caer el telón.
7
En la mayor parte de las lenguas europeas el término griego “drama” (acción) designa la obra teatral o dramá-
tica en su sentido más amplio. Pavis, P., 1998, p. 143.
8
Todos estos términos se trataran más adelante. Conflicto dramático resulta de las fuerzas antagonistas del dra-
ma. Oliva, C., 1998, p. 90; La tensión dramática es un fenómeno estructural que une entre sí los episodios de la
fábula y, especialmente cada uno de ellos, con el desenlace de la obra. Ibíd., p. 469.
9
El texto dramático es el conjunto estructurado de elementos de los que dispone y debe utilizar el autor dra-
mático, y por los que el lector reconoce tal o cual texto como dramático. Cuenta con dos líneas estructurales, la
externa y la interna: Estructura externa compuesta de dos planos, textual y escénico... el textual se organiza en
dos categorías sucesivas (indicaciones <didascalias> / replicas <parlamentos>); las del plano escénico en cate-
gorías no sucesivas (decorados / personajes)... Estructura interna coherente de situaciones que se organizan en
un sistema de oposiciones en dos aspectos: de sucesión (formar cadenas de situaciones) y de conjunto (formar
sistema de situaciones). Canoa, J., 1989, p. 159.
25
Benito Cañada Rangel
26
En análisis del texto y la creación del personaje
crito no era el conductor o guía de los actores, quienes con las improvisaciones
modificaban de forma substancial los argumentos para hacer su crítica o mofa
de los hechos sociales y sus dirigentes; el trabajo corporal y la utilización de
máscaras les remitían a personajes como el arlequín o polichinela, que ya eran
identificados plenamente por el público, sabedor del carácter y modos que cada
uno representaba.11
Los autores del Siglo de Oro español, desde Lope de Vega, mantuvieron una
construcción del texto en tres jornadas o actos. Característico del barroco, un
progresivo desequilibrio entre texto y representación es la nota común en este
tipo de planteamiento escénico; eran escritas en verso, el teatro español se repre-
sentaba en los corrales o bien en las cortes. Se daban dos tipos de dramaturgias,
una, la de los textos de obras “grandes” que eran revisados por la censura, y otras
obras cortas que se presentaban entre actos o jornadas, en los cuales se hacía la
crítica social o política, por lo general en un tono cómico o festivo; los perso-
najes son estereotipos, en donde se reflejan personajes de la sociedad y se les
ridiculiza, como llega a ser, por poner un ejemplo “el capitán”, “ el gracioso”, “la
dama”, “la criada”. En esta época se desarrolla el uso de la imprenta, motivo por
el cual el texto teatral deja de ser único de la compañía para la que fue escrito y se
empiezan a editar libros con las obras, lo cual también generó el reconocimiento
de los autores y el compilado de sus textos.
27
Benito Cañada Rangel
El teatro neoclásico francés del siglo XVII siguió la regla de tres unidades
aristotélicas de tiempo, lugar y acción. Las cualidades del modelo francés fueron
defendidas por el inglés John Dryden, en su obra “La conquista de Granada”, 1670.
Es una imitación de la tragedia clásica francesa en un estilo elevado y patético”.14 Poste-
riormente, las discusiones alrededor del modelo textual se enriquecieron con
nuevos esfuerzos. Ya en el siglo XVIII, el espectáculo cortesano y aristocrático
evoluciona hacia modelos más populares, donde en escena se reflejen los proble-
mas del pueblo, de las masas y logran de esta manera que el pueblo asistiera en
multitud al teatro. Es en esta época cuando el organizador del espectáculo toma
las funciones del director de escena, creándose esta figura dentro de la organiza-
ción teatral (la figura del Director no nace como tal, sino hasta la segunda mitad
del siglo XIX y principios del XX), pero éste le daba principal importancia, el
máximo protagonismo al “actor” a su “estrella”, alrededor del cual se construía
todo el espectáculo. Como nos comenta César Oliva, “Diderot recupera las ideas
básicas de Aristóteles, y en su obra “Paradoxe sur le comédien” (Paradoja del actor, 1773)
toma como punto de partida el arte propio del actor, siendo éste al que hay que tener mayor
consideración, defiende la declamación como una disciplina no secundaria. Manifiesta una
superior consideración del actor: “nada pasa en escena exactamente como en la naturaleza”.
12
Oliva, C., Historia básica del arte escénico. 1990, p. 143
13
Ibid., 1990, p.145, 150
14
Pavis, P., 1998, p. 488
28
En análisis del texto y la creación del personaje
Sin embargo, decía en los textos: “La bufonada, como lo misterioso en grado sumo, está
fuera de la naturaleza. Tanto una como otra forma teatral desfiguran la realidad mientras que
el drama burgués, de modo veraz y fiel, refleja la vida diaria, real”15. Esta forma de pensar
será la antesala a los debates que se darán a mediados del siglo XIX, en torno al
teatro realista y naturalista.
Típica de la época, la pieza bien construida (pièce bien faite), el melodrama, era
un tipo de texto complaciente con el gusto popular. Entre muchos que menos-
preciaron ese tipo de escritura teatral, destaca el noruego Henrik Ibsen, cuyas
obras dramáticas están ya inmersas en el mundo del “naturalismo”, ahondado en
una línea objetiva que también exploraron Strindberg y Chejov. La primacía del
texto y del actor “recitador” fue discutida por una larga sucesión de planteamien-
tos teóricos, señalados por estudiosos y hacedores de teatro como Stanislavsky,
Meyerhold y Brecht. Las nuevas corrientes, como el teatro del absurdo, propi-
ciaron un profundo cambio lingüístico en el teatro del siglo XX. El texto libre,
y en ocasiones inexistente, fue la forma dramática de los grupos de vanguardia y
los debates acerca de la naturaleza del hecho teatral, gestados por autores como
Grotowsky, Eugenio Barba, Peter Brook alentaron esa evolución entre el texto y
su representación, entre el actor y el espectador, donde la semiótica evoluciona
desde la concepción objetivista, hasta el relativismo16, lo que ha caracterizado el
quehacer teatral a partir de la segunda mitad del siglo XX.
15
Oliva, C., op. cit, p. 238, 239
16
Es importante la síntesis que hace Marco de Marini en su libro “En busca del Actor y del Espectador” com-
prender el teatro II; capitulo II, Problemas de Semiótica Teatral. La relación espectáculo – espectador. p 89 – 93.
Por la evolución que da desde la concepción del espectáculo como una recreación del texto dramático hasta la
construcción de la dramaturgia escénica considerando como factor motor de la concepción “al espectador”;
esto gesta la evolución de técnicas, como es el caso, por citar un ejemplo, la acción extra-cotidiana de Barba, con
la cual busca atraer y capturar la atención del espectador de este siglo XXI. p 98.
29
En análisis del texto y la creación del personaje
31
Benito Cañada Rangel
Para lograr un estudio más completo del texto dramático recurriremos a los
siguientes tipos de análisis o lecturas, que son:
Explicaremos en qué consisten los diferentes tipos de análisis del texto dra-
mático y qué puede obtener de ellos el actor para la creación de su personaje.
Para poder hablar del análisis genérico es necesario entender qué es o qué se
entiende por género. Según el Diccionario de la Real Academia Española: “En
las artes, cada una de las distintas categorías o clases en que se pueden ordenar las obras según
rasgos comunes de forma y de contenido”.18 Esto nos lleva a pensar bajo qué paráme-
tros tenemos que clasificar a las obras de teatro, ya que podemos verlos como
obras literarias (textos escritos para ser leídos, con una narrativa), lo cual nos
aleja de la obra dramática (que está escrita a partir de diálogos y concebida para
ser representada). Como ya vimos en el apartado anterior, el texto teatral tiene
32
En análisis del texto y la creación del personaje
• Tragedia
• Comedia
• Drama (Pieza, ó Tragedia moderna, según algunos estudiosos)
• Melodrama
• Tragicomedia
• Obra didáctica y
• Farsa20
Como actores, saber el género o la forma teatral que tiene el texto por estudiar
nos permitirá saber a qué convenciones21 tendremos que acudir al interpretar el pa-
pel; la técnica actoral pertinente para afrontar al personaje (de manera vivencial o
formal), el tono22 en que se tiene que actuar y la implicación e interpretación que
19
Es un término hoy empleado muy a menudo, probablemente para renovar el gastado término de “género” y
para distinguir tipos de obras y de representación más precisos. Pavis, P., 1998, p. 213
20
Más adelante trataremos, de forma individual, cada uno de ellos.
21
Conjunto de presupuestos ideológicos y estéticos, explícitos o implícitos, que permite al espectador recibir el
juego del actor y la representación. Pavis, P., 1998, p. 94
22
Es un efecto determinado que producirán en el espectador los elementos estructurales del drama. Drama
(anécdota + carácter + lenguaje = tono. Alatorre, C., 1999, p. 27
33
Benito Cañada Rangel
23
La actual mezcla de géneros (e incluso el desinterés por una tipología de las formas y una separación nítida
de los tipos de espectáculo) ha facilitado sobremanera el uso de este término. La forma indica, de entrada, el
aspecto eminentemente móvil y transformable de los tipos de espectáculo en función de nuevos objetivos y
circunstancias que hacen imposible una identificación canónica y estática de los géneros. Pavis, P., 1998, p. 213
24
Hormigón, J. A., Meyerhold: Textos teóricos. 1998, p. 272
34
En análisis del texto y la creación del personaje
Pasemos a ver cuáles son las características que tienen cada uno de los gé-
neros o formas teatrales y qué información debemos obtener para aplicarla en
nuestro proceso de construcción del personaje.
Tragedia
En la tragedia, se expone:
25
Lo divino toma a veces la forma de una fatalidad o de un destino que oprime al hombre y reduce su acción a
la nada. El héroe conoce la existencia de esa instancia superior y acepta enfrentarse a ella sabiendo que con este
combate sella su propia pérdida. Pavis, P., 1998, p. 489
26
A este cambio de fortuna también se le denomina “metabolé”, el cual es suscitado por la “hamartía”, ésta se
refiere al origen del cambio trágico en la suerte del personaje. Oliva. C. 1990, p. 36, 37
27
El personaje trágico cae en la cuenta de su descuido, de su identidad, de la identidad de los otros personajes.
En Cualquier caso, lo importante para la organización trágica no es propiamente ese reconocimiento en sí, sino
la significación de dicho reconocimiento y las consecuencias que ello implica para la solución posterior de la
tragedia. Oliva. C. 1990, p. 37
35
Benito Cañada Rangel
“La tragedia es la imitación (mímesis) de una acción grave... no con el fin de ope-
rar por medio de la narración, sino de la acción (praxis) que, moviendo al terror y a la
piedad, conduce a la purgación de estas mismas pasiones... La acción es lo que imita
la tragedia, y ésta se ejecuta por medio de personajes que actúan, están por necesidad
definidos por su carácter y su pensamiento… Hay pues, necesariamente, seis compo-
nentes en toda tragedia: el carácter, las palabras, los pensamientos, el espectáculo y el
canto… Pero de estas partes, la más importante es la composición de la acción”.29
En los primeros tiempos la tragedia estaba escrita en cinco actos, para ade-
cuarse a la estructura que plantea Aristóteles en relación con las unidades de acción,
tiempo y lugar30; ya en los tiempos en que el teatro retoma su fuerza, después del
medioevo, las obras pierden la estructura en cinco actos y ésta se da en tres, don-
de, por lo general, en el primer acto se comprimían los dos primeros de la trage-
dia antigua dándose en ellos la exposición de los personajes y de la narración; en
el segundo, el tercero de la antigua, se presentaba el desarrollo y en el tercer acto,
el cuarto y quinto, se mostraba el clímax y desenlace.
28
La purga de las pasiones (esencialmente piedad y terror) en el momento mismo en que se producen en el es-
pectador que se identifica con el héroe trágico... es uno de los objetivos y una de las consecuencias de la tragedia,
la cual, <al suscitar piedad y temor, produce la purga propia de tales emociones>. Pavis, P., 1998, p. 64, 65
29
Aristóteles, Poética. 1986, canto VI.
30
Se basa en una convergencia del tiempo / lugar escénico (de la representación) y del tiempo / lugar exterior
(de la materia representada). El dogma de la unidad tiende a hacer converger ambas temporalidades / espaciali-
dades, a hacer continuo y homogéneo el desarrollo de la acción, lo cual es una de las preocupaciones esenciales
de la dramaturgia clásica. Pavis, P., 1998, p. 495
36
En análisis del texto y la creación del personaje
Tragedia:
“Es la imitación de una acción de carácter elevado y completa, de una cierta
extensión, en un lenguaje sazonado de una especie particular según las diversas
partes, imitación que es hecha por personajes en acción y no a través del relato y
que, al suscitar piedad y temor, opera la purga propia a tales emociones”.32
Comedia
37
Benito Cañada Rangel
de esta época y cómo sus obras influyeron en otros dramaturgos, “como es la obra
Aulularia que influyó a Molière en su obra el Avaro,” 33 tenemos un sinfín de ejemplos
de cómo los celos o la codicia afectan a un estrato específico de la sociedad; en
todo el período del Renacimiento, la comedia tuvo mucha fuerza y dio los funda-
mentos para la comedia moderna y la evolución del drama en general.
En la Baja Edad Media podemos decir que muere el teatro latino y las de-
mostraciones artísticas se dan principalmente con los trovadores, los bufones
y los juglares, dando fuerza a las fiestas populares, desarrollándose hacia lo que
será después, la comedia del arte, “apoyándose, ésta, más en el movimiento, la burla y la
improvisación”34; poco después observamos en las obras de Molière, quien, ya des-
de los títulos de otras de ellas nos deja ver el carácter del personaje y el motivo
de la crítica, como en el “Avaro”.
En esta forma teatral el actor ya tiene como claves un tono más ligero “cómi-
co”, para la creación de su personaje, al igual que la búsqueda del tipo adecuado
para representarlo. No podemos dejar sin mención a la comedia española del
“Siglo de Oro”, donde los personajes eran o más bien son tipos; como son: el
Rey, el Caballero, el Galán, el Gracioso, la Dama y la Criada, entre otros; se utiliza
el verso, que con sus diferentes métricas dan voz a los personajes según su clase
social y la trascendencia de sus palabras, “El poeta los elegía según el tono que quería
emplear, al igual que hacía con las estrofas que, según Lope, se adaptan a los siguientes usos:
el “romance” para las relaciones, “soneto” para los que aguardan, “décimas” para las quejas,
aunque también las “octavas” <hacen por extremo>, “tercetos” para expresar cosas graves y
“redondillas” para el amor”35 son muchos autores importantes; a Lope de Vega, “se
le atribuye el mérito de ser catalizador absoluto del fenómeno”.36
33
Oliva, C., 1990, p. 66
34
Oliva, C., 1990, p. 127
35
Oliva, C., 1990, p. 203
36
Oliva, C., 1990, p. 202
38
En análisis del texto y la creación del personaje
La comedia tiene una “concepción anecdótica, estilo realista, tono cómico, su material es
probable, la caracterización es compleja (cualidad + defecto + vicio = ridículo), la trayectoria
es la práctica del vicio, el efecto es de moraleja y de tono cómico”37.
Comedia
“La comedia ha sido definida según tres criterios que la oponen a la tragedia:
sus personajes son de condición modesta, el desenlace es feliz y su finalidad es
desencadenar las risas del espectador”.38
39
Benito Cañada Rangel
Podemos considerar que el término drama no sea el más correcto, siendo que
se puede aplicar a cualquier obra dramática o texto dramático; drama viene del
griego dramma y significa acción, “Designa la obra teatral o dramática en su sentido más
amplio. En su acepción más general, el drama es el poema dramático, el texto escrito para pa-
peles diferentes y según una acción conflictiva”.40 En general todo el teatro es acción, por
lo que creemos más correcto llamarlo Pieza o Tragedia moderna41; no se pretende
entrar en una guerra de términos; sólo presentamos los diferentes términos que
se aplican al mismo género o forma dramática.
39
Recomendamos para profundizar más en los diferentes tipos de comedia recurrir a: Pavis, P., 1998, pp. 72 – 78
y A Oliva, C., 1990.
40
Pavis, P., 1998, p. 143
41
La tragedia evoluciona a lo que hoy llamamos drama, fundada en conflictos de caracteres, no en conflictos de
destinos. Oliva, C., 1990, p. 41
40
En análisis del texto y la creación del personaje
La pieza tiene la misma estructura de la tragedia, pero los personajes de ésta parti-
cipan en una esfera social cotidiana; éstos, en el transcurso de la obra al descubrir su
error no hacen nada para cambiarlo, se quedan como testigos del hecho y dejan que
pase como si fuera parte del Destino, sobre el cual no tienen oportunidad de acción
ni de cambiarlo, actitud propia del carácter de los personajes de este tipo de obras.
Por lo general nos encontramos con personajes que tienen una profesión o per-
tenecen a algún estrato social determinado, por lo que el actor tendrá que estudiar
muy a fondo el momento histórico de la obra para entender el entorno del perso-
naje y comprender así su motivación psicológica y por lo tanto su pasividad.
41
Benito Cañada Rangel
La Pieza tiene una “concepción formal, tono neutro o cotidiano, su material es probable,
pertenece al realismo, la caracterización es compleja (cualidad + defecto + inercia), en la tra-
yectoria hay toma de conciencia, el efecto es de catarsis suspendida”.44
Melodrama
El melodrama tiene como característica principal que sus personajes son, por así
decirlo, “lineales”; el bueno es bueno o como dice César Oliva, “los buenos tienen
que tener un corazón de oro”, el malo es malo, y no cambian, son personajes que de alguna
forma responden por instinto y hasta cierto punto de modo infantil. Vemos personajes como la
muchacha desvalida que su vida u honor se encuentra en peligro en manos de un traidor o de
personajes de baja calaña y que por lo general será rescatada por joven “caballero”45 (lo más
seguro, joven y apuesto), quien acabará con los malos y terminará casado con la
dama.
42
En análisis del texto y la creación del personaje
situación inicial, una colisión violenta y un dénouement que representa el triunfo de la virtud y
el castigo del vicio; en suma, una acción muy clara y desarrollada con mucha economía; con la
primicia de la fábula sobre los caracteres... con la fatigabilidad ciega y cruel de los sucesos; con
una moral fuertemente acentuada que, a consecuencia de su tendencia insustancial y conciliado-
ra, basada en el premio y castigo, no corresponde al carácter moral de la tragedia, pero tiene de
común con ella el patetismo elevado e incluso exagerado”.46
Podemos ver algunos puntos del melodrama en las obras medievales o en los
autos sacramentales, en donde la demostración de los dos estratos de poder: el
bien y el mal, Dios y Lucifer luchan entre ellos; el melodrama tiene su auge y
fuerza en el período romántico; “Las formas dramáticas más importantes históricamente
y más interesantes son el Vaudeville y el Melodrama; ellos representan el auténtico cambio en la
historia del teatro moderno y constituyen el tránsito entre los géneros dramáticos del clasicismo y
del romanticismo. Por ellos recobra el teatro su carácter de diversión, su movilidad, su apelación
directa a los sentidos y su comprensibilidad”.48 Lo podemos observar en la forma del Hernani,
de Víctor Hugo, y del Anthony, de Dumas.49
43
Benito Cañada Rangel
50
Bentley, E., 1987, p. 192, 193
51
Bentley, E., 1987, p. 203
52
Oliva, C., 1990, p. 263
44
En análisis del texto y la creación del personaje
Melodrama:
Es un género que aparece en el siglo XVIII bajo la forma de una obra
–especie de opereta popular- en la que la música interviene en los momentos más
dramáticos para expresar la emoción de un personaje silencioso”.54
Melodramático:
“El texto melodramático está repleto de construcciones retóricas muy complejas,
de términos raros y afectados, de elocuciones que reflejan a la vez la emotividad y
la desorganización estructural de la frase. El juego escénico se complace en prolon-
gar el gesto, en acentuarlo y en dejar entrever mucho más de lo que expresa”.55
Tragicomedia
Éste es un género que con el paso del tiempo se le dio una serie de acepciones
que no son del todo correctas como son:
Una mezcla de tragedia y comedia; una tragedia de final feliz o una comedia
con un final desgraciado o trágico, lo cual no es del todo correcto ya que ambos
géneros no son compatibles, “La comedia con lágrimas en lugar de risas era una comedia
sin comedia. La tragedia en que el conflicto insoluble es excluido ‘ex hypothesi’, es tragedia sin
tragedia. No era lógico, por lo tanto, denominar Tragicómico al producto resultante.”56
53
Alatorre, C., 1999, p. 90
54
Pavis, P., 1998, p. 286
55
Pavis, P., 1998, p. 287
56
Bentley, E., 1987, p. 292
45
Benito Cañada Rangel
La tragicomedia por lo general nos relata una aventura, una conquista heroica,
pero siempre el héroe es un ser humano y lo que está en juego es su destino; no
como en el caso de la tragedia, donde puede ser un destino alterado por designio
divino, ni donde la lucha de valores, es contra valores de fuerza o trascendenta-
les; la línea del personaje en la tragicomedia es de lucha contra valores que más
bien son obsoletos o no transcendentales; ahí está la diferencia con el personaje
trágico. A finales del siglo XVII y principios del XVIII se sientan las tres bases
con que debe contar una tragicomedia:
46
En análisis del texto y la creación del personaje
Pero siempre la tragicomedia buscará una meta positiva o en donde haya una
moraleja o mensaje, “la vida es buena y vale la pena vivirse”. La tragicomedia
está presente en la mayoría de la literatura infantil, aunque no es un campo exclu-
sivo para los niños. Claudia Cecilia Alatorre comenta que “la versión para adultos del
príncipe que rescata a la doncella de las garras del mal, está en las historias de James Bond”60;
también Virgilio Ariel Rivera nos da algunos ejemplos de los modelos del perso-
naje de tragicomedia en la Historia como son: “el Ulises de James Joyce; el “Odiseo”
de Homero; el “Quijote de la Mancha”; los personajes son heroicos “viajeros por el universo de
sus sueños en busca de la felicidad”.61
Tragicomedia:
“Responde a tres criterios esenciales: los personajes pertenecen a las capas
populares y aristocráticas, borrando así la frontera entre comedia y tragedia. La
acción seria, por no decir dramática, no desemboca en una catástrofe y el héroe
no perece en ella. El estilo pasa por altibajos: lenguaje sazonado y empático en
la tragedia y lengua cotidiana o vulgar en la comedia.”63
60
Alatorre, C., 1999, p. 106
61
Ariel Rivera, V., La Composición dramática, 1992.
62
Alatorre, C., 1999, p. 100
63
Pavis, P., 1998, p. 492
47
Benito Cañada Rangel
Farsa
Dicho esto, podemos ver que cualquiera de los otros géneros dramáticos pue-
den tener un tono de farsa, lo que a algunos les gusta llamar “grotesco”, ya que
la simbolización o la sustitución de la realidad que se da en ésta o en alguno de
los elementos de la estructura para alterar el tono no escapa a ninguno de los
géneros, por eso es que la califican como género mixto, o no puro; se dan las
siguientes combinaciones, (lo común en cada uno es el tono, por lo general,
grotesco):
- Farsa trágica
- Pieza fársica
- Farsa cómica
64
Es un término empleado primordialmente en la música y se refiere a la “altura de los sonidos, y depende de
la contracción de las cuerdas vocales. Así tenemos los sonidos graves y agudos.” Bayón, P., 2003, p. 67. Tea-
tralmente el tono se maneja como: “Un efecto determinado que producirán en el espectador los elementos
estructurales del drama”. Alatorre, C., 1999, p. 27
65
Pavis, P., 1998, P. 205
48
En análisis del texto y la creación del personaje
- Farsa didáctica
- Farsa melodramática y
- Farsa tragicómica
49
Benito Cañada Rangel
Farsa:
“La farsa, hace reír con una risa franca y popular; utiliza para ello recursos
probados que cada artista modifica a su modo y según su registro: personajes
típicos, máscaras grotescas, payasadas, mímica, muecas, lazzis, equívocas verba-
50
En análisis del texto y la creación del personaje
Género didáctico
Este género tiene dos líneas principales con relación a su temática: la religiosa,
denominada auto sacramental, y la política, que llamamos género didáctico, que se le
atribuye a Bertolt Brecht, movimiento que surge entre las guerras mundiales,
cuando la sociedad se encuentra en este proceso de destrucción y enajenación
por el horror de las guerras, por la necesidad de evasión de todos los hechos
sociales que le rodean; Brecht, como autor y director, pretende con su teatro que
el público se distancie del fenómeno teatral, que se rompa la cuarta pared y, así el
público vea el teatro como un “espectáculo” y entonces sea capaz de entender o
aprender (de ahí lo didáctico) el mensaje o crítica que transmite la obra.
“El efecto de distanciamiento transforma la actitud aprobadora del espectador basada en la identificación, en
71
51
Benito Cañada Rangel
Nos enfocaremos más en Brecht, por su cercanía histórica y por los cambios
que propuso y generó en el hecho teatral como espectáculo. Lo primero que
hace es poner al descubierto todos los artificios del teatro, las luces y su infraes-
tructura; que el público vea el escenario como un espacio donde los actores se
suben a representar72 algo, donde lo que ven no es real, es un espectáculo, lo cual
genera el distanciamiento (Verfremdungseffect, en alemán, también llamado efecto
V) entre el actor y el público, por lo que éste puede entender la “parábola” o
mensaje que transmite la obra en su trama.
“Hacer surgir ante la mirada, clara y nueva, una cosa por demás acostum-
brada; tan familiar que no nos daríamos cuenta de ello. Lo que se daba por
supuesto, lo que formaba parte del acontecer cotidiano (una comida, un registro,
una distribución de octavillas, la vida de una cantinera o de un físico) se convierte
en algo interesante, raro, (o sea sorprendente) e inesperado; lo que ayuda a juz-
garlo bajo una perspectiva inédita”73
Aunque no con el mismo fin con que Brecht lo maneja ya desde el teatro
antiguo y medieval se distanciaban a los personajes con máscaras de hombres y
animales. Hoy día en el teatro asiático se emplean efectos musicales y mímicos.
En donde estos efectos impiden, sin duda, la identificación.
“La fábula cuenta dos historias: una es concreta y la otra es su parábola abs-
tracta y metafórica.
72
“Es hacer presente en el instante de la presentación escénica aquello que antes existió en un texto o en una
tradición teatral.”Ibid., p. 397
73
Desuché, J., La técnica teatral de Bertold Brecht. 1968, p. 67. Sobre este tema también se puede recurrir a: Brecht,
B., Pequeño organon. Punto 42
52
En análisis del texto y la creación del personaje
Dentro del drama, en la fábula se cuentan hechos cotidianos, esto lo hace algo
particular y efímero; como ya mencionamos, la trama es como una parábola para
lograr su proyección didáctica: En la puesta en escena, aparte de lo antes dicho,
se utilizan carteles, planos, la escenografía no es naturalista, se sintetiza para que
sea un signo significante en la historia, todo esto demuestra el ya mencionado
distanciamiento y el espectáculo se ve como un artificio.
53
Benito Cañada Rangel
Se le hace experimentar
Se le obliga a adoptar decisiones
sentimientos
54
En análisis del texto y la creación del personaje
Distanciamiento
76
Para profundizar más en este tema, sugerimos la lectura del libro: Desuché, J., La técnica teatral de Bertolt Brecht.,
1968
77
Alatorre, C., 1999, p. 80
78
Pavis, P., 1998, p. 141
55
En análisis del texto y la creación del personaje
Análisis estructural
Sobre el texto teatral ya hablamos con anterioridad, pero podemos recordar que
es el material brindado por el dramaturgo donde cuenta una historia o fábula, a
través de un entramado de acontecimientos (lucha de fuerzas), donde los perso-
najes con sus diálogos, entradas y salidas van presentando a los ojos del especta-
dor los hechos y situaciones79 en las que se desarrolla la historia.
Una situación dramática es la figura estructural diseñada, en un momento de la acción, por un sistema de
79
fuerzas, por el sistema de fuerzas presentes en el microcosmos, centro estelar del universo teatral, y encarnadas,
soportadas o animadas por los principales personajes de este momento de la acción. Canoa, J., 1998, p. 155
57
Benito Cañada Rangel
estructura no lineal, con la alteración del tiempo, que los hechos se den de ma-
nera discontinua en el tiempo; esto es, que al inicio de la obra se nos plantee la
solución y después veamos cómo llegamos a ella.
Si vemos el texto desde los ojos del dramaturgo, éste se enfrenta a dos procesos
estructurales, uno interno que va enfocado al contenido, a lo que quiere contar y
otro externo, a la forma en que lo escribe tanto para ser leído como representado:
58
En análisis del texto y la creación del personaje
59
En análisis del texto y la creación del personaje
Análisis actancial
Con este análisis extraeremos del texto la información pertinente para crear lo
que llamaremos ruta crítica, esta ruta se representa en un cuadro en donde refle-
jamos y cuantificamos la vida de los personajes –actantes- del texto en estudio,
nos referimos a la cantidad de participaciones que tales personajes tienen en
la obra y cómo están repartidas a lo largo de la estructura, definimos desde el
número de parlamentos hasta la presencia que tienen aquéllos en cada una de
las escenas.
Lo primero que debe hacerse para desarrollar este análisis es dividir la obra
según su estructura: actos, escenas, cuadros, fragmentos rítmicos, teniendo en
cuenta las entradas y salidas de los personajes, y cuando se da un cambio en la
situación o hecho de cada escena, se marca en la ruta la presencia de cada per-
sonaje según la división estructural definida. Visualizar esta información nos
permite ver e identificar tanto los nudos de acción dramática, como a quiénes
participan en los momentos climáticos y las relaciones entre los personajes.
Visualizar la carga escénica que tienen los personajes por su presencia en es-
cena, así como en diálogos nos permite comprobar cómo se distribuye la acción
y quiénes van gestando la progresión; y al mismo tiempo, al actor visualizar y va-
lorar cómo tendrá que dosificar su energía para poder realizar todas las acciones
que le demande su personaje.
61
Benito Cañada Rangel
PERSONAJE
Parlamentos
Parlamentos
Parlamentos
Presencia
Presencia
Presencia
Personaje 1 XXXX 3 0 XXXX 8
TOTAL 7 5 15
84
Análisis Semiótico
1. Las palabras o lenguaje que utilizan los personajes, <signos verbales>, “Los
diálogos pasaran al escenario en su forma oral y se realizarán con todo el entorno paralingüís-
tico que exige: tono, ritmo, timbre, gestos, movimientos, expresión corporal, etc. Según requiere
la intención que el texto les da y que en la representación se conserva”.88
86
Pavis, P., 1998, p. 410
87
Bobes. 1991, p. 37
88
Bobes. 1991, p. 63
63
Benito Cañada Rangel
a) Lo que se escucha
b) Lo que se ve
Por lo que se escucha, tenemos “el diálogo escrito se realiza en la representación oral-
mente en simultaneidad con otros signos exigidos por el mismo diálogo (sistema paralingüístico,
sistema gestual) o denotado por las acotaciones del texto escrito”.89 Es decir, los diálogos
de los personajes son respaldados con todo lo que se ve, nos cuentan la historia,
también se manejan otros signos sonoros que no son las voces de los personajes,
los podemos denotar como sonidos de apoyo o ambientales, sean éstos: música,
efectos o ruidos:
“Los ruidos, las formulas de entrada y despedida de una conversación, están
en el diálogo dramático como ‘ruidos’ por lo que se refiere a su unidad semánti-
ca; sin embargo, pueden ser signos pragmáticos que remiten a usos y costumbres
de determinadas clases sociales o de época y pueden interpretarse en ese marco
como signos de la situación social de los personajes o de su forma de respeto a
los demás, de su estado de ánimo, y además pueden ser signos demarcativos del
texto”.90
Dentro de lo que se ve, tenemos al actor, con todo su trabajo gestual y movi-
miento en escena: el escenario, la escenografía, iluminación, vestuario y utilería,
en términos muy generales todo lo que ve el público desde su llegada al teatro,
“La representación se confía a una lista de diferentes productores de sentido:
el actor, el escenógrafo, el técnico de la luz, etc., y cada uno construye su texto,
Bobes. 1991, p. 62
89
Bobes. 1991, p. 71
90
64
En análisis del texto y la creación del personaje
mientras que el director controla la unidad general. ... Los signos no codificados
como es el caso generalmente de la luz y del decorado, o los signos que emite desde
su cuerpo el actor: gestos, movimientos, etc., se semantizan, por lo general, en
relación a un conjunto que tiene un sentido, activando las posibilidades metoní-
micas, sinecdóticas o metafóricas91 que tienen. El texto totalizante que presenta
un director en cada puesta en escena es el resultado de jerarquizar en una uni-
dad coherente todos los “textos” (o sistemas de signos, o signos circunstanciales)
parciales”.92
El actor, al realizar este análisis tendrá que ser consciente y tomar nota de
todos los signos y elementos que están presentes en el texto dramático para
después poder utilizarlos en la creación del personaje, en las acciones que eje-
cutará en escena y en las relaciones con los demás personajes, a la hora de la
representación, “El personaje mantiene su individualidad, su modo de actuar, su manera
propia de intervenir en el diálogo, pero se integra en el conjunto semiótico único de cada lectura
o interpretación del texto dramático”.93 Más adelante explicaremos cada una de estas
líneas del análisis semiótico.
Ahora es un buen tiempo para hacer una pausa y hablar de las claves que se
dan a finales del S. XIX y S. XX, los movimientos Naturalista y Simbolista, ya
que éstos cambian la estructura de y cómo se ve y se escucha el teatro.
91
Diccionario de la lengua española, R.A.E., Vigésima segunda edición, 2001.
Metonimia: Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o
viceversa: el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las canas, por la vejez; leer a Virgilio,
por leer las obras de Virgilio; el laurel, por la gloria.
Sinecdótica: Tropo que consiste en extender, restringir o alterar de algún modo la significación de las palabras,
para designar un todo con el nombre de una de sus partes, o viceversa; un género con el de una especie, o al
contrario; una cosa con el de la materia de que está formada.
Metafórica: Tropo que consiste en trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una
comparación tácita; p. ej., las perlas del rocío, la primavera de la vida, refrenar las pasiones.
92
Bobes. 1991, pp. 71, 72
93
Bobes. 1991, p. 160
65
Benito Cañada Rangel
Naturalista
• Identificación actor–personaje
Dicho en otras palabras, los decorados y todo lo que viste la escena tiene
mucha importancia, se pretende que el espectador vea casi una réplica de la rea-
lidad, “casi” ya que en el escenario se “re-presenta”, no es real, es una ficción,
dentro de esta reproducción viven los personajes, quienes son, el actor “deja” de
ser él y se “transforma en el personaje”, el lenguaje que se utiliza es cotidiano y
66
En análisis del texto y la creación del personaje
coloquial. La cuarta pared consiste en que el espacio teatral sea auténtico y único,
como si estuviera aislado de lo demás y el público viera el espectáculo como un
mirón, por la cerradura, como si al espacio representado se le hubiera cortado
un muro o se pudiera ver a través de ésta –la cuarta pared–. El director da su inter-
pretación o lectura al texto en el momento de realizar el montaje escénico, crea
su propia dramaturgia, sin atenerse a los actores, ni al dramaturgo.
Naturalismo
Actor y productor teatral francés, figura influyente en las reformas teatrales del
siglo XIX. Nació en Limoges, Francia. En 1887, con el apoyo de Émile Zola,
fundó el Théâtre Libre de París (1887-1894) para producir obras realistas y natu-
ralistas. Produjo trabajos de dramaturgos franceses como Zola, Eugéne Brieux
y François de Curel, aparte de obras del autor noruego Henrik Ibsen, el sueco
August Strindberg, el novelista y dramaturgo ruso Liev Tolstói y el autor teatral
Oliva. C. 1990. p. 311
96
67
Benito Cañada Rangel
alemán Gerhart Hauptmann. Antoiné fue gerente del Odéon de París de 1906 a
1913. Tras la Primera Guerra Mundial se convirtió en crítico teatral.
68
En análisis del texto y la creación del personaje
esas ideas y una visión de la sociedad, por lo que ahondó en todos los aspectos
de la vida humana documentando los males sociales, al margen de cualquier
sensibilidad política. Dio nombre a esta nueva escuela de ficción literaria: Na-
turalismo. Con él pretendía hacer un análisis tan científico como los que habían
realizado Darwin y Marx, y escribió una serie de veinte novelas entre 1871 y
1893, bajo el título genérico de Les Rougon-Macquart, con el fin de ilustrar sus
teorías a través de una saga familiar. Tras una ardua investigación, produjo un
sorprendente y completo retrato de la vida francesa, especialmente la parisina,
de finales del siglo XIX. Sin embargo, fue calificado de obsceno y criticado por
exagerar la criminalidad y el comportamiento a menudo patológico de las clases
más desfavorecidas. Zola “no puede aceptar el escenario vacío de Shakespeare, ni los es-
pacios convencionales y neutros de los clásicos franceses. Se pregunta cómo puede ser creíble una
representación, dar eco de la vida cotidiana, si el medio en el que se mueven los personajes es
convencional, falso, de objetos pintados, con actores y actrices que salían a escena maquillados
y vestidos siempre de gala”.98
Simbolista
69
Benito Cañada Rangel
99
Oliva, C. 1990, pp. 290, 291, 292
100
Canoa, J. 1998, p.116
101
Oliva. C., 1990. pp. 290, 291, 292
70
En análisis del texto y la creación del personaje
aparece la cuarta pared. Se maneja un teatro más visual, hay síntesis y el teatro
se hace teatral.
Simbolismo
71
Benito Cañada Rangel
Director de escena, actor, productor y escritor inglés, hijo de la actriz Ellen Terry.
Craig introdujo cambios radicales tanto en la dirección escénica, la importancia
del color y la iluminación en la escenografía, plasmado en su libro Sobre el arte del
teatro (1911); utilizó decorados estilizados y simplificados, así como efectos sim-
bolistas por medio del manejo de la luz. Es, ante todo, un creador de ambientes,
los objetos se desmaterializan para convertirse en sucedáneos de una idea:
Craig fue contemporáneo de Appia, elaboró sus ideas sobre el teatro después
de una etapa de aprendizaje en que conoce directamente la interpretación y la
72
En análisis del texto y la creación del personaje
105
Nombre dado por E. G. Craig al actor que él deseaba ver algún día a disposición del director de escena. Pavis.
1998, p. 432
106
Canoa, J., 1998, p. 116
73
Benito Cañada Rangel
nográfo deberían ser los actores, sus movimientos y las palabras, y “era la primera
vez que se producía el razonamiento de la puesta en escena, como algo vivo y cambiante”. 107
Teórico y compositor alemán, una de las figuras más importantes del siglo XIX.
Wagner ejerció una importante influencia en el pensamiento de finales del siglo
XIX no sólo en las artes, sino también en temas políticos como el nacionalismo
o el idealismo social. En su obra Oper und Drama (Opera y drama, 1850-1851)
presenta su concepción de una obra escénica de tipo revolucionario que integra
elementos dramáticos, visuales y musicales hasta formar una obra de arte global
o Gesamtkunstwerk.
Appia. 2000, p. 18
108
74
En análisis del texto y la creación del personaje
Del simbolismo surgen otros tipos de teatro, los cuales se mencionarán muy
brevemente citando a algunos de sus representantes.
Teatro Expresionista y Teatro Íntimo: Strindberg, August Falk, José Luis Má-
ñez, Adriá Gual y Queralt.
109
Canoa, J. 1998. p. 107
110
Gómez, M. 1997, p. 299
111
El arte expresionista, por fuerza, estará impregnado de violencia reivindicativa; de angustia y desconcierto,
manifiestos en sus líneas nerviosas, en sus contrastes de formas y color, en sus mil distorsiones. Oliva, C. 1990,
p. 369
75
Benito Cañada Rangel
76
En análisis del texto y la creación del personaje
Pavis. 1998, p. 20
117
78
En análisis del texto y la creación del personaje
79
Benito Cañada Rangel
Brecht, rechazaba los métodos del teatro realista tradicional y prefería una for-
ma narrativa más libre, creía que el teatro podía instruir y cambiar a la sociedad;
por tanto, debía ser político; pensaba que el teatro eficaz debía conducir al público
hasta el punto de decidir y pasar a la acción. Para llevar esto a cabo, escribió lo que
denominó obras épicas —en oposición a las dramáticas— que resaltaban con-
tinuamente los aspectos teatrales con el objeto de romper la ilusión de realidad,
como ya comentamos en puntos anteriores, estructuró su teatro en escenas cortas
e independientes; recordaba constantemente al público que estaba en un teatro y
que podía, por tanto, juzgar de manera racional el material que se le presentaba.
Brecht llamó a esto Verfremdungseffekt (efecto alienante o distanciador). Para lo-
grarlo utilizó mecanismos de distanciamiento tales como los apartes y las máscaras
para evitar que el espectador se identificara con los personajes. Usó el escenario
desnudo, donde era visible la disposición de los elementos técnicos y la ilumina-
ción. Ya se ha desarrollado este tema cuando se abordó el género didáctico.
121
A este tipo de teatro, los creadores europeos lo denominan “épico”, para resaltar la necesidad de establecer una
distancia semejante a la que los antiguos espectadores establecían con las narraciones. Oliva, C. 1990, p. 383
122
Canoa, J. 1998, p. 123
80
En análisis del texto y la creación del personaje
El diálogo escrito se realiza en la representación oralmente en simultaneidad con otros signos exigidos por el
123
mismo diálogo (sistema paralingüístico, sistema gestual) o denotado por las acotaciones del texto escrito... la posi-
bilidad de ofrecer en simultaneidad de la representación signos verbales y signos no verbales. Bobes. 1991, p. 62
81
Benito Cañada Rangel
82
En análisis del texto y la creación del personaje
“La mentalidad que se muestra a través de la palabra cada uno de los perso-
najes, su competencia cognoscitiva y lingüística, va creando el tema y temporalidad
de la obra en el espacio escénico. ... El personaje mantiene su individualidad, su
modo de actuar, su manera propia de intervenir en el diálogo, pero se integra en el
conjunto semiótico único de cada lectura o interpretación del texto dramático”.125
Para pronunciar las palabras, el actor tiene a su servicio su aparato fonador, su
voz, a través de la cual, por una parte, transmitirá según la forma de emitir el so-
nido, la intimidad, o no, que tengan con sus parlamentos en escena, y por otra, la
intención, con que los diga, nos dará la psicología del personaje y el subtexto de los
parlamentos en la obra; este subtexto lo transmite el actor según los matices que dé
en su habla y nos permitirá conocer las emociones e intenciones del personaje.
124
Alatorre, C. 1999, p. 23 Consideremos probable aquello que tiende a pasar; y lo posible es aquello que tiende
a lo imposible.
125
Bobes. 1991, p. 160
83
Benito Cañada Rangel
Las didascalias o acotaciones son cada una de las notas que pone el dramaturgo
en el texto dramático, “el término ‘indicación escénica’, mucho más utilizado en la actuali-
dad, parece más adecuado para describir el papel metalingüístico de este ‘texto secundario’.129
Las indicaciones ofrecen información adicional a los parlamentos de los perso-
najes sobre la apariencia física, la ropa, los movimientos y distancias en el esce-
nario, sobre los gestos y la actitud corporal de todos los personajes.
En las Didascalias, el autor nos brinda información muy importante, como es:
126
Bayón, P. 2003, p. 66
127
Poveda, L. 1996, p. 94
128
Bobes. 1991, p. 164
129
Pavis. 1998, p. 130
84
- El tiempo (época, año, hora)
En las didascalias los autores nos dan también la idea del tono o el estilo en
que visualizan su obra.
86
En análisis del texto y la creación del personaje
Conclusiones
87
Benito Cañada Rangel
A+B+C=D
D+E=F
Partiendo del actor (A), pasando por el texto dramático, que se ha sometido
a un modelo crítico que combina al mismo tiempo el análisis del texto y el aná-
lisis diferencial de los procesos de preparación (B, C y D), se llega hasta el texto
88
En análisis del texto y la creación del personaje
89
Benito Cañada Rangel
91
Benito Cañada Rangel
Al actor, que ese todo llamado personaje tenga vida, sea coherente y perfectamente
orientado al superobjetivo de la obra, adecuado a la visión estética del director y veraz
dentro del momento efímero que es la representación, siendo ésta la puesta en escena
del texto espectacular; en la cual el espectador vive un fragmento de la vida del perso-
naje, gracias a la decodificación de todos los signos que conforman el texto espectacu-
lar y que el actor – personaje utilizan para que sea un momento vívido, gracias al mé-
todo o técnica interpretativa que utilice. Al director, lograr entender y decodificar cada
una del las partes que propone el texto dramático y éstas, a su vez, codificarlas dentro
de su visión estética; tiene la misión de conseguir que todas las partes involucradas lo
entiendan y trabajen a favor de ella, como son: el escenógrafo, iluminador, vestuarista,
tramoya, músico – compositor, el actor, etc., logrando ésta armonía y que cada una de
las partes funcione como un perfecto engranaje, tan perfecto como una melodía bien
ejecutada, logrará su misión y objetivo. Al lector común, gozar del placer de serlo y si
es un lector instruido en la lectura de un texto dramático, ser capaz de generar imáge-
nes y orientar la ficción; el público, si se permite vivir el momento ficcional, entonces
le será vívido y podrá imbuirse en el mundo del texto espectacular y gozar del espectá-
culo al ir decodificando cada uno de los elementos que le sean presentados.
92
En análisis del texto y la creación del personaje
Bibliografía
Arrau, Sergio, (1961), Estudio del personaje teatral, Lima, Servicio de publica-
ciones del T.U. de San Marcos.
Barba, Eugenio, (1983), Las islas flotantes, México, Universidad Nacional Au-
tónoma de México.
93
Benito Cañada Rangel
Bayón, Pilar, (2003), Los recursos del actor en el acto didáctico, España, Editorial
Ñaque.
Bercebal, Fernando, (2000), Sesiones de trabajo con los pedagogos de hoy, Espa-
ña, Ciudad Real, Editorial Ñaque.
Blasco, Victoria, (2003), Manual de Técnica Vocal, ejercicios prácticos, Serie téc-
nica Teatral, España, Editorial Ñaque.
Brikman, Lola, (2004), El lenguaje del movimiento corporal, Buenos Aires, Paidós.
94
En análisis del texto y la creación del personaje
El Teatro, Enciclopedia del arte escénico, (1958), Barcelona, Editorial Noguer, S.A.
Historia del teatro, Vol. 5, Biblioteca temática Uteha, (1980), México, Unión
tipográfica editorial Hispano–Americana.
95
Benito Cañada Rangel
Hethmon, H. Robert, (1986), El método del Actor Studio, España, Edit. Fun-
damentos.
96
En análisis del texto y la creación del personaje
Lecoq, Jacques, (1997), Le Corps, Poétique, Dijon, Francia, Actes sud – Pa-
piers.
Piaget, Jean, (1977), Biología y conocimiento, ensayo sobre las relaciones entre las
regulaciones orgánicas y los procesos cognitivos, México, Siglo XXI.
97
Benito Cañada Rangel
Talens, Jenaro y otros, (1978), Elementos para una semiótica del texto artístico
(Poesía, narrativa, teatro, cine), Madrid, Cátedra.
Touchard, Pierre–Aime, (1961), Apología del Teatro, Teoría y Práctica del Tea-
tro, Buenos Aires, Argentina, Compañía General Febril Editora.
99
Este libro se terminó de imprimir en los
Talleres Gráficos de la Universidad Autónoma de Querétaro
(Prolongación Pino Suárez 467-E, Col. Ejido Modelo, Querétaro, Qro.),
con un tiraje de 1.000 ejemplares.
Marzo de 2012.