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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE OBSTETRICIA

EDUCACIÓN PARA LA SALUD


PLENARIA-VIOLENCIA OBSTÉTRICA

INTEGRANTES:
Beyodas Correa Valeria
Flores Anton Patricia
Inostroza Cubas Ericka
Meza Dias Becky
Osorio Mendoza Sandra
Ramirez Adrianzen Emma
Romero Altamirano Alondra
Vasquez Layza Brenda

DOCENTE: Liliana Rugel Rivera


2023

VIOLENCIA OBSTÉTRICA- PLENARIA

MODERADOR: SANDRA OSORIO MENDOZA


PONENTE 1 : BRENDA VASQUEZ LAYZA

COORDINADOR 1: FLORES ANTÓN PATRICIA

La violencia obstétrica puede ser definida como aquellas prácticas y actos violentos
realizados, por acción u omisión, por profesionales de la salud en el ámbito público o
privado hacia mujeres durante el embarazo, el parto y el post parto (Defensoría del
Pueblo, 2020, p. 6). Dichos actos violentos constituyen actos inhumanos, humillantes
y que reproducen estereotipos respecto de las mujeres y personas en capacidad de
gestar.

De acuerdo con la Opinión Consultiva OC-29/22 (2022) de la Corte Interamericana de


Derechos Humanos, aquella violencia contra las mujeres y toda persona en capacidad
de gestar constituye una forma de discriminación basada en género (p. 63), es decir, es
una forma de violencia de género. A su vez, implica una violación de derechos
humanos. Y es que la violencia obstétrica puede generar la afectación o impedir el
acceso a los derechos como la salud, integridad y los derechos sexuales y
reproductivos.

Desde mi punto de vista, todos merecemos el mismo respeto y los profesionales,


sobretodo los del área de salud tienen el deber de atender a sus pacientes de la forma
como se merecen, con respeto y empatía.

COORDINADOR 2: VALERIA BEYODAS CORREA

Los establecimientos de salud desde el primer nivel hasta el tercer nivel, deben
promover los derechos de las gestantes de recibir una atención de la salud digna desde
el inicio del embarazo, durante el parto y en el post parto. Esto también comprende la
atención de aquellas mujeres que tienen el diagnóstico de aborto incompleto, quienes
tienen el derecho de recibir la información sobre su estado de salud, los
procedimientos a realizar y la información sobre métodos anticonceptivos.

Es necesario empezar a registrar estas prácticas de violencia obstétrica, para poder


tomar acciones y realizar los estudios de investigación correspondientes, involucrando
a todos los trabajadores de salud, para que tomen conciencia de la importancia que
tienen en su rol de prestadores en la prevención de la violencia obstétrica.

Con esto se estará contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las mujeres durante el
embarazo, parto y puerperio, y de sus recién nacidos.
COORDINADOR 3: ALONDRA

Según la Organización Mundial de la Salud, todas las mujeres tienen derecho a recibir
el más alto nivel de cuidados en salud, que incluye el derecho a una atención digna y
respetuosa en el embarazo y en el parto, y el derecho a no sufrir violencia ni
discriminación. El maltrato, la negligencia o la falta de respeto durante la atención de
las gestantes constituirse en una violación de los derechos humanos fundamentales de
las mujeres, descritos en las normas y los principios internacionales de derechos
humanos.

La violencia obstétrica puede ser ejercida por médicas/os, obstetras, enfermeras/os,


laboratorista, ecografista y/o cualquier profesional que participe de la atención de la
salud sexual y reproductiva.

Para prevenir y erradicar el maltrato y la falta de respeto durante la atención de las


gestantes en los servicios de emergencia, de hospitalización, en sala de operaciones, o
durante la atención del parto, en los establecimientos de salud, es necesaria la decisión
política del estado que apoye una política de prevención del maltrato y la falta de
respeto, lo que implica que el sector salud tiene la responsabilidad de hacer un
seguimiento permanente sobre la calidad de atención de las gestantes. Desde este
punto de vista cada establecimiento de salud debe diseñar proyectos de mejora
continua de la calidad de la atención de las gestantes o puérperas, centrándose en una
atención respetuosa como componente esencial de la atención de calidad.

Los establecimientos de salud desde el primer nivel hasta el tercer nivel, deben
promover los derechos de las gestantes de recibir una atención de la salud digna desde
el inicio del embarazo, durante el parto y en el post parto. Esto también comprende la
atención de aquellas mujeres que tienen el diagnóstico de aborto incompleto, quienes
tienen el derecho de recibir la información sobre su estado de salud, los
procedimientos a realizar y la información sobre métodos anticonceptivos.
COORDINADOR 4: MEZA DIAZ BECKY

La violencia obstétrica es un fenómeno que ha ganado visibilidad en los últimos años


y se refiere a la violación de los derechos humanos de las mujeres durante el
embarazo, el parto y el posparto. Esta forma de violencia puede manifestarse de
diversas maneras, incluyendo la falta de información y consentimiento informado, el
trato irrespetuoso, el abuso físico o verbal, la medicalización innecesaria, la negación
de la atención adecuada, entre otros. Existen diversos argumentos y evidencias que
respaldan la existencia de la violencia obstétrica y la necesidad de abordarla. Algunos
de los puntos destacados son los siguientes:
1. Violación de los derechos humanos: La violencia obstétrica viola los derechos
fundamentales de las mujeres, incluyendo el derecho a la dignidad, a la integridad
física y mental, a la información, al consentimiento informado y a recibir una
atención de calidad. Ninguna mujer debería ser sometida a maltrato o abuso
durante un momento tan importante de su vida.
2. Impacto en la salud materna y neonatal: La violencia obstétrica puede tener
consecuencias negativas para la salud tanto de la madre como del bebé. El estrés y
la ansiedad provocados por malos tratos o intervenciones innecesarias pueden
afectar el bienestar emocional y físico de la madre, así como el proceso de
lactancia y el vínculo con el recién nacido.
3. Desigualdad de género: La violencia obstétrica es una manifestación más de la
desigualdad de género en la sociedad. Las mujeres son objeto de discriminación y
violencia en un ámbito donde deberían recibir apoyo y cuidado. Esta desigualdad
se refleja en la falta de autonomía y capacidad de decisión de las mujeres durante
el proceso de embarazo y parto.
4. Necesidad de cambios en el sistema de salud: La atención obstétrica debe
basarse en el respeto a los derechos humanos y en la evidencia científica. Es
necesario implementar políticas y protocolos que promuevan el trato digno y
respetuoso hacia las mujeres, así como la capacitación del personal médico en
relación a la comunicación y el consentimiento informado.

Es importante reconocer la existencia de la violencia obstétrica como un problema real


que afecta a las mujeres y tomar medidas para prevenirla y erradicarla. La promoción
del respeto a los derechos humanos, la formación adecuada del personal de salud y el
fomento de la participación activa de las mujeres en las decisiones relacionadas con su
embarazo y parto son aspectos fundamentales para abordar este problema de manera
efectiva.
COORDINADOR 5:EMMA LUCIA RAMIREZ ADRIANZEN

Según la OMS la violencia obstétrica es aquella que sufren las mujeres durante el
embarazo, el parto y/o puerperio, al recibir un maltrato físico, abuso verbal usando
expresiones humillantes y sexistas, practicando procedimientos invasivos sin
justificación razonable, omitiendo información valiosa para la mujer. No solo puede
ser ejercida por la obstetra sino también por médicos, enfermeras o cualquier
profesional que participe de la atención sexual y reproductiva.
Según la defensoría del pueblo en una entrevista que realizó en el 2020 resaltan que
existen grupos de mayor vulnerabilidad debido a variables como el nivel
socioeconómico, pertenencias a un pueblo indígena o uso de lengua indígena, la
manera de ejercer o vivir la sexualidad por parte de la mujer, edad, etc.
Uno de los últimos casos fue el 4 de abril de este año dónde una mujer denunció que
sufrió un maltrato cuando fue atendida en el Hospital de la Maternidad de Lima,
debido a su condición de portadora de VIH. "La doctora me dijo que debería ser ligada
por mi condición de VIH y que no debería tener más hijos para cuidar a la sociedad y
que no es justo que los bebés no lacten", redactó la señora.
Para ello debemos:
1. Incitar a los gobiernos a dedicar más recursos a la investigación de este tipo de
violencia y así poder sancionar y erradicar la violencia obstétrica de los
servicios de la salud en el Perú.
2. Iniciar programas para mejorar la calidad de la atención en la salud maternal,
sensibilizando al personal de salud en relación de enfoque de género e
interculturalidad disminuyendo la discriminación y dándole un atención de
calidad a las madres gestantes o en el estado de puerperio dónde puedan
disfrutar de dicha estapa de su vida de la mejor manera.
3. También garantizar la privacidad, confidencialidad y brindar información
adecuada sobre el alivio del dolor.

COORDINADOR 6: ERICKA INOSTROZA CUBAS

● Ha sido reconocida por el estado peruano en el 2016 como violencia de género.


● Tiene distintas causas, sobre todo por el prejuicio del personal de salud.
● Un ejemplo de la violencia obstétrica es la presencia de personas extrañas en el
procedimiento.
● Como recomendación para erradicar la violencia obstétrica sería sensibilizar y
capacitar al personal de salud.
CONCLUSIONES

● La violencia obstétrica es un fenómeno que ha ganado visibilidad en los


últimos años y se refiere a la violación de los derechos humanos de las mujeres
durante el embarazo, el parto y el posparto.

● La falta de información y consentimiento informado, el trato irrespetuoso, el


abuso físico o verbal, la medicalización innecesaria, la negación de la atención
adecuada, entre otros, son las diferentes maneras en las cuales se manifiesta la
violencia obstétrica.

● Cada establecimientos de salud debe diseñar proyectos de mejora continua de la


calidad de la atención de las gestantes o puérperas, centrándose en una atención
respetuosa como componente esencial de la atención de calidad.

● Incitar a los gobiernos a dedicar más recursos a la investigación de este tipo de


violencia y así poder sancionar y erradicar la violencia obstétrica de los
servicios de la salud en el Perú.

● Iniciar programas para mejorar la calidad de la atención en la salud maternal,


sensibilizando al personal de salud en relación de enfoque de género e
interculturalidad disminuyendo la discriminación y dándole un atención de
calidad a las madres gestantes o en el estado de puerperio dónde puedan
disfrutar de dicha estapa de su vida de la mejor manera.

● También garantizar la privacidad, confidencialidad y brindar información


adecuada sobre el alivio del dolor.

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