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Perfiles Educativos

ISSN: 0185-2698
perfiles@unam.mx
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación
México

Weiss, Eduardo
Los estudiantes como jóvenes. El proceso de subjetivación
Perfiles Educativos, vol. XXXIV, núm. 135, 2012, pp. 134-148
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13223042009

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Los estudiantes como jóvenes
El proceso de subjetivación

Eduardo Weiss*

Este artículo expone las reflexiones teóricas sobre el objeto de estudio Palabras clave
abordado en la línea de investigación “jóvenes y escuela” que el autor ha
desarrollado con sus estudiantes de maestría y doctorado. Estas investi- Estudiantes
gaciones, centradas en la educación media superior, buscan superar la se- Jóvenes
paración aún existente entre los estudios sobre estudiantes y los estudios Socialización
sobre jóvenes; para ello se considera a los estudiantes como jóvenes. El
enfoque teórico sostiene que no basta abordar la vida juvenil y estudian- Subjetividad
til desde los conceptos de sociabilidad y socialización y propone enfocar Identidad
también el proceso de subjetivación, caracterizado por la distancia res- Educación media
pecto a normas y valores, el desarrollo de gustos, intereses y capacidades superior
propias, la reflexión y la toma de decisiones. En este proceso de subjetiva-
ción son de suma importancia las vivencias diversas, el encuentro con el
otro y las conversaciones. Es a partir de estas prácticas que se desarrollan
las experiencias e identidades de los estudiantes jóvenes.

This article presents the theoretical reflections about the object of study Keywords
analyzed in the research line “Young people and school” developed by the
author with his Master and PhD students. These researches, which focus Students
on high school contexts, try to overcome the still existing division between Young people
the studies about students and the studies about young people; that is Socialization
why here the students are considered as young people. The theoretical ap-
proach is that it is not enough to deal with the young and student life from Subjectivity
the concepts of sociability and sociabilization, and therefore the author Identity
proposes to focus also on the subjectification process, characterized by the High school education
distance with regard to the norms and values, the development of likings,
interests and abilities of their own, the reflection and decision making. In
this subjectification process the diverse experiences, the encounter with
the other and the conversations are essential, because those practices are
the starting point of the experiences and identities of young students.

Recepción: 2 de febrero de 2011 | Aceptación: 5 de mayo de 2011


* Maestría y Doctorado por la Universidad Erlangen, Alemania; profesor-investigador titular del Departamento de
Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN (CINVESTAV), en el que
coordina la línea de investigación "jóvenes y escuela". Es miembro del Consejo Mexicano de Investigación Edu-
cativa, de la Academia Mexicana de la Ciencia y del Sistema Nacional de Investigadores. Con relación al tema de
este artículo ha publicado, entre otros: (2008, en coautoría con I. Guerra, E. Guerrero, J. Hernández, O. Grijal-
va y J. Avalos), “Young People and High School in Mexico: Subjectivisation, others and reflexivity ”, Ethnography
and Education Journal, vol. 3, núm. 1, marzo, pp. 17-31; (2011, en coautoría con J.Ma. Mejía), “La violencia entre
chicas de secundaria”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 16, núm. 49, abril-junio, pp. 545-570.
CE: eweiss@cinvestav.mx

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Introducción publicado en inglés (Weiss, Guerra, Guerrero,
Hernández, Grijalva y Ávalos, 2007) y en 2009
Este artículo presenta una reflexión sobre en español. El presente escrito se centra en
conceptos centrales en el estudio de los es- explicitar la conceptualización teórica de la lí-
tudiantes como jóvenes, producto de la línea nea de investigación, y en especial el concepto
de investigación sobre “escuela y jóvenes” de subjetivación.
que trabajo con mis estudiantes de maestría La línea de investigación cuenta con cua-
y doctorado. Esta línea busca superar la uni- tro tesis de maestria terminadas (Guerra, 1998;
lateralidad de los estudios sobre estudiantes Guerrero, 1998; Ávalos, 2007; Valle, 2009), cin-
y de los estudios sobre jóvenes. Las investiga- co de doctorado terminadas (Guerra, 2008;
ciones sobre estudiantes los enfocan princi- Guerrero, 2008; Hernández, 2007; Romo,
palmente en términos de su condición social, 2009; Grijalva, 2010) y dos de doctorado en
su desempeño escolar y su trayectoria acadé- proceso. Las investigaciones se realizaron
mica, aunque algunas de ellas contemplan con estudiantes de bachillerato en el Colegio
crecientemente a los estudiantes como actores de Ciencias y Humanidades (UNAM), en un
inmersos en diferentes experiencias con sus Centro de Estudios Tecnológicos Industrial
pares y en prácticas socio-culturales, como y de Servicios en la Ciudad de México y en
señala el estado de conocimiento de Guzmán una preparatoria del puerto de Mazatlán; la
y Saucedo (2005). Por otro lado, las investiga- de Romo se realizó con jóvenes universitarios
ciones sobre jóvenes los enfocaron primero en Aguascalientes. Estas tesis han utilizado
como integrantes de bandas y posteriormente diferentes técnicas cualitativas relacionadas
como productores de culturas juveniles (cfr. con la etnografía y la narrativa: entrevistas au-
Feixa, 1999; Reguillo, 2000), fuera del ámbito tobiográficas de una a tres horas (tesis de Elsa
escolar. Actualmente existe una búsqueda de Guerrero e Irene Guerra); conversaciones y
acercamiento entre los estudios educativos entrevistas abiertas (Joaquín Hernández, Olga
sobre estudiantes y aquellos que incorporan Grijalva y Job Ávalos); así como la observa-
las prácticas socioculturales de los jóvenes; ción no participante (Hernández y Grijalva),
esto coincide con el reconocimiento explíci- y la participante como cuasi-estudiante en el
to, por parte de investigadores sobre jóvenes, salón de clases (Job Ávalos).
de la necesidad de emprender estudios hacia El punto de partida fue el hallazgo, en las
los “otros” jóvenes, los menos problemáticos tesis de maestría de Guerra y Guerrero, de que
o llamativos, para conocerlos (Feixa, 1999: 96; la escuela es sobre todo un espacio de vida
Reguillo, 2000: 31); este estudio se enfoca a la juvenil, de encuentro con pares, amigos y no-
mayor parte de los jóvenes en las ciudades, vios. Las tesis posteriores muestran que este
que son a la vez estudiantes (nivel medio su- espacio juvenil no es sólo un espacio lúdico
perior), al tiempo que se intenta comprender a y de diversión; a través de sus prácticas y las
los estudiantes como jóvenes. conversaciones sobre ellas, lo jóvenes también
La conceptualización que se expone a aprenden de sus experiencias en un amplio
continuación no es un marco teórico previo registro y forman sus identidades.
a los estudios sino producto de las investiga- Para construir nuestro objeto de estudio
ciones realizadas y de las reflexiones sobre desde una perspectiva teórica, revisamos los
el objeto hasta ahora construido, generada aportes y limitaciones de diferentes enfoques.
en diálogo continuo entre teorías y referen- Los estudios actualmente dominantes sobre
tes empíricos. Hace tiempo presentamos culturas juveniles (Feixa, 1999; Reguillo, 2000)
un primer estado del conocimiento que ha- presentan al joven como creador de nue-
bíamos alcanzado sobre el tema y que fue vas culturas; los enfoques de socialización

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enfatizan la interiorización de las normas es- las lógicas de acción con las diferentes etapas
colares o bien la rebelión contra ellas (Willis, del recorrido escolar: los niños de primaria se
1977); otros enfatizan la construcción de va- socializan, los de secundaria viven un proce-
lores y reglas dentro de los grupos juveniles so conflictivo con la escuela al desarrollar su
(Coleman, 1961; Willis, 1977). En muchos estu- subjetividad, mientras que los jóvenes de nivel
dios actuales sobre culturas juveniles, el con- de bachillerato manejan sus obligaciones es-
cepto de socialización es sustituido por el de colares como estrategas.1
sociabilidad de las tribus (Maffesoli, 2004), y Nuestra línea de investigación enfatiza que
en ellos se enfatiza la convivencia emocional y estas lógicas se desarrollan en paralelo en todas
la expresión estética. En cambio, el proceso de las etapas escolares. Nuestro centro de interés
subjetivación, de construcción de la identidad es el proceso de subjetivación en estudiantes
o de autoría del yo, es pocas veces enfocado. de nivel medio superior, el cual se desarrolla en
El trabajo que nos alertó con relación al un contexto de sociabilidad (lógica de interac-
proceso de subjetivación fue el libro En la es- ción ausente en el esquema teórico de Dubet y
cuela, de Dubet y Martucelli (1998: 196-197): Martuccelli) que no se agota en el intercambio
lúdico (como postula Maffesoli). Enfatizamos
…los colegiales [que corresponden a los es- que en el proceso de subjetivación son impor-
tudiantes de secundaria en México] hacen tantes la interacción con otros, las vivencias di-
la experiencia de una verdadera tensión, es versas y las conversaciones con compañeros y
decir, una ruptura entre el alumno y el ado- amigos que forman parte de la reflexión.
lescente. Con la adolescencia se forma un “sí
mismo” no escolar, una subjetividad y una La escuela como espacio juvenil
vida colectiva independientes de la escuela,
que “afectan” a la vida escolar misma. Toda Nos causó gran impacto encontrar con mu-
una esfera de la experiencia de los indivi- cha frecuencia en los relatos de los jóvenes, en
duos se desarrolla en el colegio, pero sin él. una primera investigación sobre el significado
de cursar el bachillerato, expresiones como las
Dubet y Martuccelli (1998) enfocan en siguientes: estoy en la escuela para “ver a mis
paralelo el proceso de socialización y de in- amigos”, “encontrarme con mi novia”, “en
dividualización y afirman que la experiencia casa me aburro”. Para dar cuenta de estas
se desarrolla en tres lógicas de interacción: expresiones creamos la categoría “la escuela
la interiorización de normas o roles (socia- como espacio de vida juvenil”2 (cfr. Guerra,
lización), el desarrollo de una subjetividad 1998 y 2000; Guerrero 1998 y 2000; Guerra y
personal en forma de gustos e intereses que Guerrero, 2004).
conduce a los individuos a establecer una dis- Profundizamos en las siguientes investi-
tancia con su socialización (subjetivación) y la gaciones sobre el tema: encontrarse con ami-
actuación instrumental o estratégica, cifrada gos, “ligar” con chavas o chavos, entrar en bo-
en un cálculo de utilidad de inversión en las las y cambiar de amigos, llevarse de manera
tareas escolares con vistas a proyectos futuros más ligera o pesada, juntarse y destacar, son
y considerando sus recursos y recorrido es- algunas de las actividades que los estudiantes
colar previo (estrategia). Dubet y Martuccelli realizan día a día (Hernández, 2006; Grijalva,
enfatizan la correspondencia de cada una de 2010). Ávalos (2007) encontró que la vida

1 Para una reseña más amplia de ese libro véase Weiss, 2000.
2 Otras motivaciones de estar en la escuela son la obtención del certificado que permite el paso a la educación supe-
rior y que proporciona mayores oportunidades para un empleo formal, la adquisición de competencias personales
y académicas, y un sentido de logro personal y social (“ser alguien”).

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juvenil no se limita a los espacios intersticia- de estudio propio, independiente de los es-
les de la actividad académica (antes y después tudios psicológicos sobre los adolescentes;
de clases) sino que se despliega también en el sustituye la concepción del adolescente
salón de clase, sustrae tiempo a la actividad como sujeto en crecimiento o maduración
escolar para bromas o intercambios (de tonos por la idea de los jóvenes como creadores de
y juegos de celulares, música y comics, entre nuevas culturas que se expresan sobre todo
otros) y para múltiples conversaciones sobre a través de la música y de las estéticas. Esa lí-
los temas más variados que surgen espontá- nea de investigación ha superado, como los
neamente, especialmente durante los traba- mismos estudios subrayan, la referencia del
jos grupales. joven como sujeto incompleto y la noción de
Pero sobre todo encontramos (Guerrero, que los jóvenes viven en una etapa moratoria
2008; Hernández, 2007; Grijalva, 2010) que las en la cual no necesitan asumir responsabili-
experiencias que viven los jóvenes en sus gru- dades adultas. A veces este supuesto triunfo
pos de pares y con sus parejas en la escuela, es presentado de manera chusca, como la
no se agotan en la pura diversión. Nos in- superación del concepto del “adolecente” (el
teresa destacar que los jóvenes conversan y que adolece de madurez), cuando de hecho
reflexionan sobre sus vivencias. Para concep- “adolescencia” significa crecer, como señalan
tualizar nuestro objeto de estudio se revisa- Obiols y Di Segni (2006). Al tratar al joven
ron diferentes construcciones teóricas; a con- como el cuasi-adulto que vive en mundos
tinuación se reseñan brevemente los aportes figurados propios, estos estudios han perdi-
y las limitaciones que hemos encontrado en do la noción de crecimiento y construcción
las mismas. (paulatina y cambiante) de las identificacio-
nes como proceso.
Los estudios sobre Desde una perspectiva sociológica o
culturas juveniles cultural, pocos estudios sobre jóvenes aún
conservan la noción de adolescencia. Dubet
Para comprender a los estudiantes en tanto y Martuccelli (1998: 196 y s.) intitulan uno de
jóvenes, dirigimos nuestra mirada hacia los sus capítulos sobre adolescentes de secunda-
estudios sobre jóvenes. En los años ochen- ria “Crecer”. Urresti (2002), quien rescata la
ta los jóvenes aparecen como integrantes de noción de Erikson de adolescencia como de-
bandas; posteriormente se abordan como sarrollo de la identidad y crisis, plantea que
participantes de culturas y estéticas juveniles los grupos de adolescentes representan espa-
(Feixa, 1999 y 2005; Reguillo, 2000). El estudio cios de autonomía en los que se experimen-
de Willis (1977) subraya, desde una perspecti- tan las primeras búsquedas de independen-
va de lucha de clases, la resistencia de los jó- cia; a la vez rescata, junto con Margulis, la
venes de clase obrera a la cultura escolar he- idea de moratoria, no tanto como moratoria
gemónica y concibe la cultura juvenil como social, sino como moratoria vital, de un ex-
subalterna y rebelde. Los estudios actuales cedente temporal, fundado en que la muerte
sobre jóvenes han superado la noción de la está muy lejos; de ahí el sentido de invulne-
cultura juvenil como subalterna y presentan a rabilidad de los jóvenes (Margulis y Urresti,
los jóvenes como protagonistas en la creación 2000). Sin embargo, Urresti (2002) sigue con-
de nuevos estilos culturales (Feixa, 1999 y 2005; ceptualizando estos fenómenos como parte
Reguillo, 2000; Urteaga, 2007). del proceso de socialización. Pensamos que
A través de la noción de culturas juve- es importante enfocar el proceso de subjeti-
niles, la investigación sobre jóvenes actual- vación que ocurre en paralelo al proceso de
mente dominante logró establecer un objeto la socialización.

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La socialización y la sociabilidad En los estudios actuales sobre jóvenes y
“tribus urbanas” ha tenido gran impacto el
Los estudios sobre los jóvenes en su condición concepto de “socialidad” de Maffesoli (2004),
de alumnos han enfatizado el concepto de quien postula que nuestra sociedad no es
socialización, centrándose en la transmisión enteramente moderna, racional y civilizada,
inter-generacional de normas y su interioriza- sino que, por el contrario, en ella emergen
ción. La escuela se concibe como transmisora los micro-grupos o tribus, y se plantea que
de normas de la sociedad a futuras genera- en lugar de enfocar la socialización se debería
ciones, aunque esta función parece estar en enfatizar la “socialidad”. Este concepto reto-
declive (Dubet, 2006). Desde una perspectiva ma (refiriéndolo sólo de paso) el concepto de
crítica, Bourdieu y Passeron (1965) enfatizaron “sociabilidad” de Simmel, que enfatiza el gus-
la función reproductora de la socialización y to de la unión con otros y el aspecto lúdico de
la reproducción de la sociedad de clases por estar juntos (Simmel, 2002 [1917]); Maffesoli
la escuela. Nosotros consideramos que los es- agrega, desde la lectura de Nietzsche (autor a
tudiantes que llegan al nivel medio superior, quien refiere extensamente), la noción de los
sin duda se han socializado exitosamente en excesos festivos dionisiacos y del predominio
el oficio de ser estudiantes, y se adaptan en los de la estética sobre la ética.
primeros semestres a las normas de la nue- En nuestras investigaciones (Ávalos, 2007;
va institución (Guerrero, 2006 y 2008) —o no, Guerrero, 2008; Hernández, 2007 y Weiss et
como muchos estudiantes de clases populares al., 2007) sin duda aparece la socialidad de
del bachillerato tecnológico, que en los prime- Maffesoli: los jóvenes pasan una buena parte
ros semestres abandonan la escuela (Guerra, de su vida cotidiana en relaciones grupales de
2008)—. Es en la secundaria que los estudian- tipo lúdico y afectivo, donde se trata de “vibrar
tes retan a los profesores y se rebelan contra juntos”. En la tesis de Grijalva (2010), encontra-
la escuela; a nivel medio superior más bien le mos que la mayoría de los grupitos entrevista-
“dan el avión” a los maestros y a la escuela. dos en la preparatoria del puerto de Mazatlán
La condición juvenil también se ha enfoca- se orienta hacia la diversión, los menos hacia
do desde el concepto de socialización, en tanto el estudio y varios grupos combinan, como
socialización intra-generacional. Feixa (1999) estrategas de su tiempo, la diversión con los
identifica algunos investigadores estadouni- estudios. Sin embargo, la convivencia entre
denses como Lynd y Linton, quienes propu- los jóvenes no se agota en la diversión.
sieron, ya en 1929 y 1942 respectivamente, que
los adolescentes y jóvenes tienen un mundo Más allá de la socialización y
separado de los adultos, y que en las culturas sociabilidad: la subjetivación
del colegio crean sus propios valores, reglas y
jerarquías. El estudio de Coleman (1961), La La teorización sobre los jóvenes requiere ir
sociedad adolescente, en un high-school esta- más allá de los conceptos de sociabilidad y de
dounidense de clase media, muestra que lo socialización; necesita recuperar el concepto
más importante era lograr popularidad. En de subjetivación, es decir, la noción de que, en
nuestros estudios podemos observar cómo di- paralelo al proceso de socialización, se desa-
ferentes grupos de estudiantes de bachillerato rrolla el proceso de subjetivación.
desarrollan sus propias normas y valores res- Estamos viviendo una época de revalori-
pecto del comportamiento con los maestros zación de la singularidad del individuo y de la
y la dedicación a las tareas, el look, la música subjetividad como el sentimiento de algo per-
aceptable y el tipo de diversiones preferidas sonal (Martuccelli, 2007); las emociones y las
(Grijalva, 2010; véase también Ávalos, 2007). relaciones intimas se han convertido en objeto

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legítimo de la sociología, como puede verse de socialización— supone su inserción
en los trabajos de Giddens (1997) y de Beck y en los esquemas cognitivos y morales
Beck-Gernsheim (2003). La subjetividad es individuales y su consecuente modifi-
considerada por Holland et al. (1998) como cación —pensemos en los procesos de
un desarrollo en la interfase entre lo social y asimilación y acomodación de Piaget
el sí mismo encarnado en la persona, como la (Ferreiro, 1999)—; Dreier (2010: 91) se-
autoría del sí mismo. Esta subjetividad se de- ñala que las acciones, pensamientos y
sarrolla y se vuelve observable, no de manera emociones de los sujetos deben fun-
introspectiva, sino en las interacciones de los cionar en formas flexibles; su proceder
sujetos, en las prácticas en las que participan no puede ser el mero seguimiento de
las personas y en la forma como hablan sobre esquemas, procedimientos y reglas: los
ellas y sobre sí mismas (Hernández, 2007). sujetos más bien necesitan interpretar
Con estas nociones de subjetividad (re)sur- y ubicar los estándares y reglas para in-
gen también los conceptos de subjetivación cluirlos en la acción situada concreta.
e individuación, en oposición, o como com- • En la perspectiva cultural de los estu-
plemento, del concepto de socialización. Los dios etnográficos se aborda el mismo
conceptos de subjetivación, de individuación problema desde el concepto de “apro-
e individualización están estrechamente em- piación” que, según Rockwell (2005: 29),
parentados; el de subjetivación proviene más “tiene la ventaja de transmitir simultá-
bien del ámbito de la reflexión sociológica y el neamente a un sentido de naturaleza
de individuación del ámbito psicológico, pero activa transformadora del sujeto y, a la
ambos apuntan a lo mismo: el desarrollo de la vez del carácter coactivo, pero también
persona. Este último enfatiza la singulariza- instrumental, de la herencia cultural”;
ción creciente en las sociedades actuales.3 Chartier (1991: 19, cit. por Rockwell,
La subjetivación implica: 2005: 30), argumenta que la apropiación
siempre “transforma, reformula y exce-
• El desarrollo de gustos, intereses y ca- de lo que recibe”.
pacidades propios; esta noción se ori- • La emancipación de las normas y valo-
gina en la noción romántica y huma- res dominantes, así como el desarrollo
nista del individuo del siglo XIX, ante de normas y valores propios (Dubet y
el trasfondo del ideal de desarrollo de Martuccelli, 1998), noción que surgió,
la singularidad de cada individuo y del como señala Martuccelli (2007), en el
desarrollo pleno del potencial humano contexto de los movimientos sociales
en alguna de sus facultades, una idea con relación a sujetos colectivos y los
que se encuentra movilizada en el con- movimientos sociales (obreros y femi-
cepto pedagógico de “formación” y que nistas), y que cobra renovada relevancia
revive hoy bajo la denominación de para los sujetos individuales; se trata de
“expresión autentica” (cfr. Taylor, 1996), convertirse en actor, con decisiones ba-
tan importante entre los jóvenes. sadas en criterios morales propios, es
• La “interiorización” de normas y valo- decir, del proceso de hacerse responsa-
res —postulado central del concepto ble de sí mismo (Hernández, 2007).4

3 Según Martuccelli (2007), el concepto de subjetivación enfatiza más la emancipación de estructuras y valores do-
minantes y la elaboración de normas y valores propios; el de individuación enfatiza una relación más íntima de los
individuos consigo mismos, y el de individualización, la singularización creciente en las sociedades actuales.
4 La tesis de Hernández (2007) contribuyó decisivamente a la incorporación de los conceptos de “agencia”, “sí mis-
mo” y “reflexividad” en nuestra línea de investigación. En su parte teórica, los explicita como elementos de la
construcción de la identidad.

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• La capacidad de reflexionar sobre las la individualización se acentúan. Ante el de-
distintas demandas de los “otros gene- clive de las instituciones, según Beck y Beck-
ralizados” (de las expectativas de rol) y Gernsheim (2003), el individuo moderno se ha
sobre la posición propia frente a estas convertido en una institución social: se le exi-
demandas (Mead (1999 [1934]); para po- ge auto-coordinación, planeación del tiempo
der actuar, el actor tiene que tomar en y membresías múltiples en una sociedad de
cuenta lo que los otros esperan de él (lo opciones. Bauman (2004) enfatiza que el indi-
que “a mí” me dijeron), pero el “yo mis- viduo está confrontado a problemas inéditos
mo” (self), de Mead, es la capacidad de a causa de la rapidez de los cambios, lo que lo
reflexionar sobre las distintas deman- obliga cada vez más, en el marco de una mo-
das, y sobre la posición propia en ellas, dernización, a hacer un uso permanente de
esto es, se trata de una instancia de re- la reflexividad, y Giddens (1997) señala que la
flexión y decisión (cfr. Hernández, 2007). identidad del yo es un proyecto reflexivo.
• El sentido de la agencia del yo, que de- El desarrollo de gustos, intereses, capaci-
riva de la sensación de poder iniciar y dades, valores y normas propios se manifiesta
llevar a cabo actividades por su cuenta en la creación de patrones y prácticas de los
(Bruner, 1990); la “agencia” destaca la grupos juveniles (cfr. Coleman, 1961; Willis,
capacidad humana de hacer y decidir 1977; Reguillo, 2000). Esta creación no siempre
la forma de utilizar los recursos sim- es original; las más de las veces es una adhe-
bólicos de la cultura para construir su sión a normas grupales existentes. Es carac-
identidad y, en alguna medida, recon- terístico de los jóvenes de secundaria que se
figurar las prácticas y espacios en que creen más “auténticos” entre más fielmente
se participa (Bucholtz, 2002, cit. por imitan el look de un ídolo musical. Se podría
Hernández, 2007: 11). Ya Kierkegaard argumentar que simplemente sustituyen las
había señalado que en nuestra exis- normas adultas y escolares dominantes por
tencia tenemos la necesidad y posibi- normas juveniles dominantes; sin embargo,
lidad constante de elegir y decidir (cfr. podemos considerar la adhesión a normas
Gadamer, 2005); los sujetos desarrollan distintas, aunque asumidas grupalmente,
proyectos personales en diferentes ám- como un paso hacia la elaboración de nor-
bitos de vida (Schütz, 1993). mas personales; así como enfocar los looks
• El conocimiento emocional de sí mis- como “máscaras” bajo las cuales se esconde el
mo que arranca con las novelas del ro- desarrollo incipiente de una subjetividad per-
manticismo, llega a su acepción cientí- sonal,5 o como una forma de experimentar
fica con Freud, y hoy en día encuentra con alternativas diferentes. Es interesante ob-
su popularización en los manuales de servar el desarrollo de un gusto propio entre
auto-ayuda, en paralelo a la revaloriza- las mujeres estudiantes de más edad en la pre-
ción de la intimidad en los escritos so- paratoria de Mazatlán: ellas destacan la forma
ciológicos (Giddens, 1997; Beck y Beck- personal en la que combinan ciertos atuendos
Gernsheim, 2003). y accesorios, considerando en sus decisiones
las características de sus cuerpos y sus actitu-
Estas características son parte del surgi- des (Grijalva, 2010).
miento del individuo en la modernidad desde Por otro lado, es necesario reconocer que
hace siglos. Actualmente las presiones hacia no se trata de revivir una concepción idealista

5 Esta interpretación se inspira en Dubet y Martuccelli (1998), quienes adoptan la noción de máscaras, de Goffman,
para caracterizar la subjetivación adolescente incipiente bajo las máscaras del bufón y del payaso, con relación a
los maestros y ante la mirada de sus compañeros.

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de subjetivación o individuación, ajena a la socializadoras y adquiere diferentes disposi-
influencia social y cultural. Sin duda los gus- ciones, lógicas de acción y formas de reflexi-
tos, intereses, valores y normas —no sólo de vidad. Hernández (2007) señala que la forma-
los jóvenes, sino de todos— están moldeados ción de la identidad personal es un proceso
por flujos culturales (hegemónicos y emer- de apropiación de recursos identitarios, re-
gentes) promovidos por los medios de co- ferencias compartidas y un aprendizaje de la
municación, como enfatizan acertadamen- experiencia.
te Giddens (1997), Bauman (2004) y Beck y En muchos estudios sobre juventud(es), las
Beck-Gernsheim (2003). Las actuaciones y re- identidades aparecen dadas por las estéticas
flexiones de los jóvenes hacen uso de diversos juveniles de adscripción y son duraderas; en
modelos y representaciones sociales, viejos y cambio, en nuestros estudios sobre los estu-
nuevos, pero los combinan y modifican de diantes los jóvenes experimentan con diferen-
manera grupal e individual. tes estilos y formas de ser: vemos jóvenes que
sólo quieren hablar de su identidad de grafite-
La construcción de la identidad ro (Valle y Weiss, 2010) y otros que grafitean un
como proceso continuo rato y después lo dejan (Guerra, 2008).
Las identidades se construyen en un doble
La construcción de una identidad es un asun- proceso de socialización (interiorización de
to importante para los jóvenes, tanto la cons- normas y valores) y de subjetivación (eman-
trucción de una identidad social o cultural cipación y elaboración de normas y valores
como de una identidad personal: ¿qué hago y propios), sobre todo al convivir con otros
quién soy?, ¿qué voy hacer y quién quiero ser? (sociabilidad). El proceso de socialización y
Los jóvenes están en un proceso continuo de de subjetivación es un proceso nunca acaba-
identificarse con otros (pares) y distinguirse do, pero son los jóvenes quienes lo viven con
de otros (pares). mayor intensidad. Ellos exploran continua-
El tema de la identidad se ha discutido en mente diferentes ámbitos y maneras de inte-
las ciencias sociales preferentemente en térmi- ractuar. Las identificaciones se generan en la
nos de la adscripción y afiliación a identidades práctica social, y son vividas en y a través de
colectivas. Por mucho tiempo la identidad era la actividad en diferentes ámbitos de vida o
determinada (y/o concebida) predominan- mundos figurados. Los términos de ámbitos,
temente por la adscripción familiar o ba- contextos, mundos de vida, “mundos figura-
rrial y por la identificación con un trabajo, dos” (Holland et al., 1998), “comunidades de
una profesión o una clase social; un ejemplo práctica” (Lave y Wenger, 1991) son conceptos
contemporáneo se encuentra en la teoría de que marcan acentos diferentes pero aluden
habitus de Bourdieu (1988). Pero los movi- a un denominador común: se trata de ámbi-
mientos étnicos, raciales y de género —en tos de interacción donde los actores realizan
general, los nuevos movimientos culturales— cierto tipo de actividades que requieren del
han mostrado que las adscripciones son más desarrollo de determinados conocimientos y
diversas y que manejamos a la vez múltiples habilidades, comparten ciertos significados,
identidades (Martuccelli, 2007); entre ellas, las normas y valores en sus interacciones y los
electivas de carácter cultural cobran cada vez actores ocupan determinadas posiciones y
más importancia. jerarquías (pensemos en la escuela, el trabajo
Lahire (2004) enfatiza que el actor es plu- o el grupo de pares juvenil). Al participar en
ral, vive a las vez en diferentes ámbitos (p. las prácticas de diferentes ámbitos nos socia-
ej. la familia, la escuela, el trabajo) y en cada lizamos en ellos (comprendemos sus signifi-
uno de ellos tiene diferentes experiencias cados y reglas de juego y nos convertimos en

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participantes competentes), a la vez que nos lo hicieron en nuestra línea Guerra (2008),
subjetivamos (sopesamos las normas, desa- Guerrero (2008) y Romo (2009), se induce a
rrollamos preferencias, escogemos ciertas ac- los jóvenes a armar relatos de vida con cierta
ciones y no otras). coherencia, si bien muchos jóvenes enfatizan
Se discute si se construye la identidad, o también los cambios que han tenido. 6
más bien “identidades”, entre los que defien- Ricoeur (1996) problematizó la identi-
den cierta continuidad y coherencia de las ac- dad consigo mismo a partir de los cambios y
tuaciones del individuo en diferentes ámbitos continuidades, es decir, la continuidad y los
de la vida (p. ej. en la familia y en la escuela) y cambios físicos de la persona, y la continui-
los que enfatizan que se trata de actuaciones dad y los cambios en la palabra dada a otras
diferentes; hay quienes enfatizan la búsqueda personas. Ambos temas son de preocupación
de continuidad y coherencia entre el pasado, entre los jóvenes; pensemos en las continuida-
el presente y el futuro (entre el adolescente des y rupturas en las amistades, como mues-
temprano, el joven y el futuro adulto) y los que tra Grijalva (2010), y en los noviazgos, como
lo consideran una quimera. Los extremos se- muestra Hernández (2007).
rían la persona “vertical con carácter”, privile- En todos los ámbitos de su vida los jóve-
giada como ideal del siglo XIX, y el individuo nes exploran diferentes maneras de hacer y de
fragmentado y móvil (cfr. Arfuch, 2002) de los ser: son hoy hijos obedientes y mañana hijos
posmodernos. rebeldes, estudiantes modelo en la primaria,
Sin duda se trata de realidades, concep- valemadristas en la secundaria y estrategas
ciones e ideales culturales históricamente en el bachillerato; se identifican con ciertos
cambiantes, y siempre habrá que investigar estilos musicales y luego cambian a otros; son
empíricamente hacia dónde se inclinan las amigos confiables y buscan nuevos amigos
personas concretas. Por ejemplo, el mode- más acordes a sus nuevos intereses; son no-
lo tradicional de transición de la escuela al vios fieles por un tiempo y luego tienen varias
trabajo y la formación de una familia pro- novias; entran y salen de diversos trabajos,
pia sigue plenamente vigente entre los es- etc. Pero también reflexionan, se vuelven más
tudiantes de la Universidad Autónoma de “maduros”, como ellos mismos proclaman
Aguascalientes (Romo, 2009). Asimismo, (Hernández, 2007; Guerrero, 2008).
juega una doble hermenéutica en el sentido
de Giddens (2001), de que los significados que ¿Recorridos y retornos?
usan los “expertos” se han popularizado y
son usados por los sujetos investigados para En el bachillerato, tanto las escuelas como las
significar su vida cotidiana. Para los jóvenes familias otorgan a los jóvenes un mayor mar-
estudiantes que observamos, las consignas gen de libertad y decisión propia, si bien eso
aparecen de manera contradictoria: en los no es homogéneo entre las diferentes fami-
medios de comunicación se considera chic lias ni entre los diferentes tipos de escuela. La
ensayar nuevos estilos de vida e identidades, mayor capacidad de decisión propia de estos
mientras que en el bachillerato se pide que estudiantes permite vivir la vida juvenil en
diseñen un proyecto de vida coherente (cfr. sus diferentes manifestaciones y experimen-
Guerrero, 2008). También nuestra forma de tarla con sus riesgos, y los riesgos siempre han
investigar influye en los resultados: al realizar atraído a los jóvenes (Weiss et al., 2007).
estudios de carácter narrativo-biográfico so- Hay muchas libertades: “muchísimas, por
bre las trayectorias y proyectos de vida, como ejemplo, aquí tú ves a la gente fumando... por

6 Sobre la discusión entre “big stories”, generadas a partir de narrativas de vida, y “small stories”, a partir de conver-
saciones puntales e informales, véase Bamberg, 2006.

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ejemplo si quieres entrar a tus clases, si no las que grafican Bourdieu y Passeron (1965),
quieres no entras, porque aquí no hay prefec- más bien se observan recorridos y retornos;
tos…” (Danae, estudiante de CCH-Sur, cuarto pero no se trata tampoco de laberintos, como
semestre). Después de un ingreso lleno de ex- propone Pais (2003). Sólo algunos jóvenes
pectativas positivas suele surgir el atractivo del mexicanos son tan pesimistas. Propongo
espacio juvenil: “el ambiente ¿no?, te va jalan- visualizar las trayectorias escolares y laborales
do, te gusta pues, andar conviviendo y todo” (cfr. Guerra, 1998) más bien como una red de
(Danae). El grupo de amigos invita a faltar caminos —algunos marcados, otros por ha-
a clases. Varios de los estudiantes de cuarto, cer— en cuyos cruces los jóvenes tienen que
quinto y sexto semestres han reprobado mate- elegir su recorrido.
rias y ahora se sienten presionados a terminar
el bachillerato (véase con más profundidad en La subjetivación como
Guerrero, 2006; Hernández, 2006). conocimiento del “otro”
Y no pocos logran el retorno. En los “vira- y de sí mismo
jes en la dirección del curso de vida”, como lo
ha mostrado Guerrero (2006 y 2008) —usando Los estudios sobre culturas juveniles enfati-
un concepto acuñando por Elder (1994)—, los zan la importancia de identificarse con de-
jóvenes del CCH se dedican más a los estudios terminada estética. En los noventa los estilos
la segunda vez (Guerrero, 2006) o retornan a punk, metalero, cholo, etc., incluso fueron
la escuela después de haberla abandonado y bautizados por los estudios sobre jóvenes
de pasar un tiempo en la banda y el alcohol como “identidades juveniles”, concepto que
o en experiencias poco gratas en trabajos posteriormente se rechazó por su esencia-
informales (Guerra, 2008). El aprendizaje lismo (Reguillo, 2000: 41). Además de identi-
más significativo para algunos estudiantes ficarse, se trata de distinguirse de los otros.
parece haber sido el siguiente: “todas estas Ahí el “Otro” hace referencia al “antagonista”
experiencias me sirvieron para hacerme más a la “alteridad radical”, que a su vez permite
responsable… me sirvió mucho porque, este, construir un sentimiento de “nosotros”, as-
¡híjole! Fue una época en la que me hice res- pecto que es enfatizado por los estudios sobre
ponsable” (Javier). las culturas juveniles al tratar el tema de los
Es significativo el uso de palabras como “Otros” (Reguillo, 2000: 41).
“adquirir responsabilidad”, “reflexionar” y Efectivamente, podemos observar —más
“madurar” por parte de los estudiantes (Her- en la escuela secundaria, pero también en el
nández, 2006 y 2007; Guerrero, 2006 y 2008). bachillerato— que los estudiantes se juntan en
Dubet y Martuccelli (1998) señalan que para grupos con gustos e intereses similares (gustos
crecer, para pasar de niño a adolescente [y a musicales, estilos de producir la apariencia y el
adulto, agregaríamos], un factor importante interés por los estudios o por diferentes tipos de
es la madurez y las características emocio- diversión) y no pocos hablan despectivamente
nales de seguridad e independencia asocia- de los grupos de enfrente (Grijalva, 2010).
das a ella. Hernández (2007) señala —usando Pero también podemos observar estu-
la expresión de Beck and Beck-Gernsheim diantes que valoran la diversidad y la posibili-
(2003)— que hacerse cargo de sí mismo y de su dad de poder vivirla: “hay muchos ambientes
vida es una parte importante del proceso de diferentes, eso es bien bonito, y te das cuenta
individuación. que estaba en un sector como que muy chi-
Por cierto, para estos relatos de vida la me- quitito [una secundaria particular] en el am-
táfora de la “trayectoria” parece poco pertinen- biente que yo estaba viviendo” (estudiante del
te: no se trata de trayectorias balísticas como CCH, cfr. Hernández, 2007).

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Los “Otros” diferentes de nuestras inves- La experimentación y la
tigaciones no son principalmente el anta- experiencia
gonista o la alteridad radical, sino el “Otro”
hermenéutico: grupos diferentes por los que El concepto de experiencia7 implica la noción
me intereso, los compañeros, los amigos, la de experimentación, como se puede apreciar
pareja. La hermenéutica (cfr. Gadamer, 2005 en los escritos del ámbito anglosajón, desde
[1960]; Ricoeur, 1996; Taylor, 1996) siempre ha Bacon hasta Dewey, donde la noción de expe-
enfatizado que conocer y tratar de compren- riencia alude a lo empírico sensual-corporal
der a “Otros” (otras lenguas, otras culturas, y a la prueba de experimentación. Pais (2003:
otras historias y otras personas) permite com- 29) considera a los jóvenes contemporáneos
prenderse mejor a sí mismo; los jóvenes estu- como una generación dominada por lo alea-
diantes están interesados en ello. torio, que parece aventurarse en una “ética
La escuela es para los jóvenes un lugar de experimentación”. Dayrell enfatiza que las
por excelencia para conocer al otro en muy aventuras y experimentaciones de los jóvenes
variadas experiencias de amistad, compañe- implican retos personales: las múltiples expe-
rismo, amor y sexualidad, como muestra la rimentaciones de los jóvenes
investigación de Hernández (2007). Más im-
portantes que los otros muy diferentes, son …buscan superar la monotonía de lo coti-
los otros similares, los amigos y compañe- diano y procuran aventuras y excitaciones.
ros. Al “platicar en confianza” con ellos, los En este proceso prueban sus potencialida-
jóvenes pueden mostrarse de manera más des, improvisan y se enfrentan con sus pro-
íntima y conocer puntos de vista diferentes pios límites, y muchas veces toman caminos
al suyo. También establecen diferentes ti- que significan desvíos y rupturas, pero son
pos de relaciones con el otro género: como formas de auto-conocimiento (2007: 116).
cholocate (tomándose de las manos), amigo-
vio, free (encuentro erótico o sexual casual) Por su parte Hernández (2007), enfatiza la
o como “novio”. El conocimiento práctico “exploración” de prácticas, comportamientos,
del “Otro” pasa por la sensualidad corporal, sentimientos y pensamientos.
pero también por compartir, por abrirse al Es este sentido, el viejo concepto psicoló-
otro, por el apoyo recíproco, el ensayo y el gico de la “moratoria juvenil” (Erikson, 1981;
error. En las relaciones amorosas aprenden a Marcia, 1993) —considerado anatema por mu-
manejar los vínculos sociales de intimidad, chos de los estudios sobre jóvenes, ya que im-
confianza, cuidado del otro e incertidumbre plica que la juventud es una fase transitoria, de
amorosa, así como las capacidades de ex- espera y preparación para la vida adulta— ad-
presar los afectos, descubrir otras maneras quiere otro sentido: un tiempo de exploración
de sentir y atender las necesidades del otro, y experimentación (Romo, 2009: 164).
como señala Hernández (2007). Dubet y Pero los jóvenes no sólo viven aventuras,
Martuccelli (1998: 217) señalan que en la rela- también reflexionan, aprenden de sus expe-
ción amorosa de los colegiales se aprecia su riencias, les sirven para conocerse mejor a sí
deseo de explorar su propio Yo con la ayuda mismos y trazar caminos y proyectos. El con-
de un compañero. cepto de experiencia implica la reflexión sobre

7 El concepto de experiencia de Dubet (2006) y Dubet y Martucelli (1998) se basa en Touraine, y enfatiza acerta-
damente el trabajo que tiene que realizar la persona para fabricarse; su precisión en términos de las tres lógicas
de acción es interesante, pero insuficiente para agotar la riqueza del concepto de experiencia y del concepto de
subjetivación.

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las vivencias y sobre las alternativas de acción, de vida se vinculan sobre todo al momento
como han enfatizado Giddens, 1997; Bauman, de conversar sobre ellas. El joven, al platicar
2004; Beck y Beck-Gernsheim, 2003. Esa es la con sus pares, da cuenta de las vivencias que
acepción que hemos usado mayoritariamente tiene en otros ámbitos como el familiar o el
en nuestras investigaciones (Hernández, 2006 de trabajo; así la conversación se convierte en
y 2007; Guerrero, 2006 y 2008; Romo, 2009).8 un vehículo para la interconexión de distintos
ámbitos y prácticas de los jóvenes.
Las conversaciones como proceso Las conversaciones entre los estudiantes,
de reflexión aun cuando versan sobre temas triviales, les
permiten conocer otras opiniones y son una
Dubet y Martuccelli señalan: “Así, en el liceo, forma de reflexión, como señala Hernández
los alumnos consagran lo esencial de su tiempo (2007). Sus ejemplos más destacados refieren al
libre… a practicar el arte de la conversación… ámbito del amor y de la sexualidad, tanto en las
la cual se realiza, en algunos casos, en los cafés, conversaciones dentro de las parejas como en
donde se encuentran los alumnos para hablar las conversaciones con amigos y compañeros
de la clase, de todo y de nada” (1998: 334). sobre las vivencias con la pareja: al conversar y
Ávalos (2007), un tesista de maestría de escuchar las experiencias de otros adquieren y
nuestra línea, logró convivir con un grupo de amplían sus experiencias eróticas y/o sexuales.
estudiantes del CCH, primero en sus clases de El “habla privada” (Vigotski, 2003, cit. por
lectura y redacción y de biología, y después Romo, 2009: 116), además de comunicar a otros
también fuera de las clases; él relata algunas los pensamientos, orienta los procesos cog-
de las conversaciones, dentro y fuera del salón noscitivos y regula el pensamiento, a manera
de clase: los jóvenes hablan de sus vivencias de auto-instrucción; es un esfuerzo del indi-
en la última fiesta y de la próxima a organizar, viduo para guiarse a sí mismo. Incluso la re-
discuten sobre los grupos musicales o eventos flexión solitaria puede entenderse como una
deportivos, comentan algunos programas de especie de conversación, de “diálogo interno”
televisión y hablan de sus inquietudes y expe- (Holland et al., 1998) desde la perspectiva de
riencias afectivas o sexuales. voces sociales de Bajtín (2003). En las entre-
Dreier enfatiza que: vistas sobre el viraje en sus cursos de vida, los
jóvenes resaltan las voces de sus padres en su
Las prácticas sociales… son prácticas con- conciencia, al tomar la decisión de dedicarse
textuales locales intervinculadas que par- más a los estudios:
ticipan en prácticas más abarcadoras, y las
personas que se mueven dentro de ellas y …yo decía híjole, es que pues es que mi
a través de ellas, crean vínculos directos e papá, pues consigue no sé cómo el dine-
indirectos entre estas prácticas, para sí mis- ro para yo venirme a la escuela y yo vengo
mos y para otros (2010: 87). a nada más entrar a una clase y todavía
a ponerme mis moños y decir no, no me
Desde nuestro punto de vista, las prácti- gusta cómo da la clase el maestro… ¡no,
cas desarrolladas en los diferentes ámbitos no entro!
8 El término alemán para experiencia es “Erfahrung”, que contiene la noción existencial de diversas vivencias en los
caminos de la vida: “fahren” significa viajar. “Erfahrung” suele referirse a las cosas memorables durante la vida. A
veces el concepto de experiencia se confunde con la transferencia de conocimientos de generaciones anteriores a
los jóvenes, pero, como señala Gadamer (2005: 421 y ss.), las experiencias las tiene que realizar cada uno, no sólo en
el sentido positivo sino también en el negativo: las experiencias dolorosas y las equivocaciones; el conjunto de expe-
riencias son, sobre todo, experiencias del Tú y de comprensión del Tú, es decir, de la convivencia con otros humanos;
la experiencia es, por un lado, inseparable del mundo en que vivimos y de sus tradiciones culturales, a la vez que las
vivencias siempre son personales; para que las vivencias se conviertan en experiencias, es necesario tomar conciencia
del mundo cultural e histórico en el que vivimos y de la existencia como persona en la finitud de la vida.

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Eduardo Weiss | Los estudiantes como jóvenes. El proceso de subjetivación 145
Conclusiones una forma de reflexión (subjetivación). Al
reflexionar sobre las vivencias, éstas se cons-
Los jóvenes estudiantes que aparecen en las tituyen en experiencias.
tesis de nuestra línea de investigación pasan Conocer y comprender a otros les permite
gran parte de su tiempo en las interacciones conocerse y comprenderse mejor a sí mismos
con sus pares, les gusta estar asociados en sus e ir construyendo sus identificaciones. A tra-
grupos de pares y con sus amigos (sociabili- vés de múltiples vivencias y experiencias, los
dad) y divertirse con ellos (socialidad). En jóvenes se socializan, en el sentido de saber
cada grupo establecen sus propias normas y manejar las normas y valores en diferentes
valores (socialización entre pares). A la vez, ámbitos de la vida, y se subjetivan al elabo-
ser estudiante requiere seguir ciertas normas rar normas y valores propios; a la vez cons-
de la escuela y de la sociedad de adultos (socia- truyen sus identidades en diferentes ámbitos
lización inter-generacional). de su vida y esbozan sus proyectos (siempre
Tanto las familias como los establecimien- temporales).
tos escolares suelen otorgar a los estudiantes Muchas veces, por estar con amigos, no-
del nivel medio superior mayor libertad para vios y compañeros descuidan los estudios
decidir sobre el uso de su tiempo, la forma de o de plano se desinteresan de ellos; por ello
vestir y con quiénes relacionarse. Esta mayor —aunque no es la única causa de deserción—
libertad es consecuencia y requisito de un un segmento de los estudiantes no logra
creciente proceso de subjetivación de los es- terminarlos a tiempo o con buenas califica-
tudiantes: del desarrollo de gustos, intereses y ciones, o deserta. Sin embargo, parte conside-
capacidades, de la emancipación de normas y rable de los jóvenes llega a un punto de viraje
valores, de la creciente reflexión sobre las exi- en su vida, donde reconsidera y se dedica otra
gencias y necesidades de otros, y de la crecien- vez a los estudios o regresa a la escuela después
te capacidad de elección y decisión. de haberla abandonado. Ellos declaran que a
La subjetivación no es —en la mayoría de través de sus experiencias han “madurado”.
los casos— un proceso solitario. Una razón Creemos importante recuperar el con-
principal para acudir diariamente a la escue- cepto del adolescente que crece, no como una
la es que ahí están los amigos, novios y com- etapa en una concepción evolutiva, sino como
pañeros, reales o esperados. Las escuelas del proceso en marcha continua. No como un
nivel medio superior —por ser usualmente proceso puramente intrasubjetivo, sino como
establecimientos grandes y reagrupar de un proceso que se gesta en prácticas y viven-
manera diferente a los estudiantes en cada cias con otros y que se convierte, a través de las
semestre o por materias— facilitan conocer a conversaciones y la reflexión, en experiencias
otros, otros diferentes que llaman la atención intra-subjetivas. Rescatar para los estudios
por sus su estilos y por sus maneras de actuar sobre los jóvenes el concepto de “crecimiento”
y de ver las cosas. Los otros más importantes de la psicología de la adolescencia y promover
son los amigos y novios. Con ellos compar- el concepto de subjetivación, no implica que
ten vivencias y conversan sobre ellas. Estas estemos enfocando un sujeto psicológico;
conversaciones se realizan por el placer de estamos interesados en el sujeto psicológico,
conversar (sociabilidad), pero son también social y cultural: en la persona.

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148 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 135, 2012 | IISUE-UNAM


Eduardo Weiss | Los estudiantes como jóvenes. El proceso de subjetivación

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