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Perfiles Educativos

ISSN: 0185-2698
perfiles@unam.mx
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación
México

Silva Laya, Marisol


El primer año universitario. Un tramo crítico para el éxito académico
Perfiles Educativos, vol. XXXIII, 2011, pp. 102-114
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13221258010

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El primer año universitario
Un tramo crítico para el éxito académico1

Marisol Silva Laya*

Se analiza la importancia del primer año universitario como un tramo Palabras clave
crítico en la definición de trayectorias escolares exitosas. Se revisa la lite-
ratura relevante sobre abandono, retención y primer año universitario y Educación superior
se advierte que es un campo poco trabajado en México. La investigación Estudiantes de primer
muestra que el primer año constituye un punto nodal en la decisión de ingreso
abandonar o proseguir los estudios y, en ello, el involucramiento o com- Trayectoria escolar
promiso del joven con sus estudios es determinante. Los jóvenes enfrentan
dificultades que responden a factores externos a la escuela, pero también a Deserción
variables propias del ambiente institucional que pueden modificarse para Política educativa
favorecer las trayectorias estudiantiles. Las instituciones deben conocer al
estudiante de primer año para instrumentar programas de apoyo y estra-
tegias que transformen la experiencia áulica estimulando su compromiso
y persistencia. Así, la mejor estrategia para lograr la retención es brindar
una atención integral y una educación de buena calidad.

Recepción: 2 de mayo de 2011 | Aceptación: 24 de junio de 2011


1 Agradezco la lectura cuidadosa y las recomendaciones hechas por Adriana Rodríguez a este texto.
* Doctora en Educación por la Universidad Iberoamericana (UIA) Puebla. Profesora-investigadora del Instituto de
Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (UIA-INIDE). Publicaciones recientes: (2009), “Una mirada ana-
lítica a las competencias y sus aplicaciones en la educación”, Revista del Centro de Investigación de la Universidad
La Salle, núm. 32, julio-diciembre, pp. 57-66; (2009), “Technological Universities: A relevant educational model for
Mexico?”, en R. Latiner y E. Valeau (eds.), Community College Models: Globalization and higher education reform,
Nueva York, Springer Publishers, pp. 219-234; (2008), “Impacto de las políticas de calidad en los procesos educati-
vos de la educación superior”, Perfiles Educativos, núm. 120, vol. XXX, pp. 7-32.CE: marisol.silva@uia.mx

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El presente artículo parte del reconocimiento la importancia que tiene este período escolar;
de que el primer año universitario constitu- sin embargo, la investigación sobre los estu-
ye un tramo crítico que influye significati- diantes de primer año, las dificultades que en-
vamente en una trayectoria exitosa o en una frentan y cómo éstas impactan su trayectoria
irregular y, por supuesto, en el abandono universitaria todavía no se consolida como
escolar. Sin embargo, se hace notar que este un campo bien constituido teórica y meto-
campo temático no ha recibido la atención dológicamente (Guzmán y Saucedo, 2007); de
suficiente en México, a diferencia de lo que ahí que se reconozca la necesidad de impulsar
ocurre en otras latitudes, donde ha experi- esta línea de investigación.
mentado un interés creciente. Un buen ejem- En la primera parte del artículo se muestra
plo es Estados Unidos, cuya investigación y cómo los estudios del campo se fueron despla-
práctica, durante más de 30 años, ha arrojado zando desde la búsqueda de explicaciones a la
una abrumadora evidencia empírica sobre la deserción estudiantil para centrar la mirada en
influencia de las experiencias del primer año la retención y persistencia. También se descri-
en el éxito estudiantil (Upcraft et al., 2005). La be la evolución del abordaje teórico. El análi-
atención al estudiante en este tramo constitu- sis permite advertir que el primer año es clave
ye, consecuentemente, una alta prioridad en para impulsar el compromiso del estudiante
las políticas y decisiones dirigidas a mejorar la con sus estudios, lo que fructifica en mejores
educación superior en ese país. trayectorias. En la segunda parte se recuperan
En México, los trabajos más cercanos a la los hallazgos de la investigación acerca de las
problemática del primer año universitario se dificultades que enfrentan particularmente
engloban en la amplia línea de investigación los jóvenes que provienen de sectores desfa-
sobre los estudiantes que ha venido conso- vorecidos social y económicamente, quienes
lidándose en México a lo largo de las últi- son más vulnerables a los problemas de reza-
mas dos décadas (Guzmán y Saucedo, 2005 y go y abandono. El artículo finaliza con una
2007). Destacan, por su volumen, los perfiles reflexión sobre el tipo de intervenciones nece-
estudiantiles y, en menor medida, los estu- sarias para enfrentar las dificultades estudian-
dios sobre trayectorias escolares, mismas que tiles en esta importante etapa.
arrojan información no sólo descriptiva, sino
también analítica sobre quiénes y cómo son Perspectivas sobre abandono y
los estudiantes y cómo experimentan la vida retención escolar y el papel del
universitaria. primer año
Este significativo cuerpo de investigacio-
nes abre una ventana hacia el reconocimiento Como se ha referido, la investigación sobre
del primer año como tramo crítico en la vida el primer año universitario tiene una fruc-
del joven universitario. En general, se coincide tífera tradición de más de cuatro décadas en
en señalar que durante el primer año ocurre Estados Unidos. Sus antecedentes se remon-
la mayor incidencia de deserción o abando- tan a la preocupación por entender y abatir
no escolar, que oscila entre 20 y 30 por ciento la deserción escolar experimentada por las
(Chaín y Ramírez, 1997; De Garay, 2001; De instituciones de educación superior como
Garay y Serrano, 2007) y puede llegar hasta consecuencia de la expansión de la matrícula,
60 por ciento (González, 2001). Otros estudios que se detonó en la década de los sesenta. Los
demuestran que en el primer año de la carre- problemas de los estudiantes universitarios,
ra existe un serio problema de rezago, debido que muchas veces desembocaban en el aban-
frecuentemente a la reprobación (Miller, 2009; dono, mostraban un punto nodal en el primer
Casillas et al., 2007). Estas evidencias revelan año; por lo tanto, la motivación central de las

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instituciones se focalizó en la retención de los más concretamente, las razones de la persis-
estudiantes y para ello fue indispensable com- tencia del estudiante.
prender la dinámica de este período escolar y Algunos hallazgos de Tinto (1987) mues-
diseñar estrategias para mejorarlo, lo que im- tran que cuanto más firme es el propósito
plicó “adaptarse a y satisfacer las necesidades personal de tener una carrera universitaria,
de una población estudiantil creciente y di- mayor es la probabilidad de lograr la meta.
versa” (Upcraft et al., 2005: 2). Sin embargo, tales propósitos iniciales no son
Un aporte valioso de esta corriente de inalterables; cambian a lo largo de la experien-
investigación fue la generación de modelos cia. Por lo tanto, el mayor peso en la decisión
teóricos para explicar la deserción y la reten- de abandonar o proseguir recae sobre lo que
ción, dos ángulos de visión particulares que ocurre una vez que el estudiante está aden-
permiten una comprensión más completa de tro. Es decir, lo que ocurre “antes” del ingre-
las trayectorias estudiantiles. Varios de estos so es importante, pero lo es más aquello que
modelos han sido retomados en México para acontece “durante” la estadía del joven en la
llevar a cabo estudios sobre los estudiantes universidad.
y sus trayectorias (Bartolucci, 1994; Casillas Un concepto central en esta explicación
et al., 2001; De Garay, 2001, 2006; De Garay y fue el de integración del estudiante a las esfe-
Serrano 2007). Especialmente influyentes han ras académica y social de la vida universitaria.
sido los modelos de Tinto (1987), Astin (1984) y El rendimiento académico y las interacciones
Pascarella y Terenzini (1991), los dos primeros con los profesores, así como los programas
dirigidos a explicar el proceso y los factores extracurriculares y la relación con pares son
que desencadenan el abandono universita- factores que pueden contribuir a la integra-
rio, mientras que el tercero fue diseñado para ción y reforzar la persistencia. Pascarella y
explicar los cambios en el aprendizaje y desa- Terenzini (1991) también ofrecen evidencias
rrollo cognitivo del estudiante universitario, del impacto positivo de las relaciones entre es-
pero fue utilizado para estudiar otros resulta- tudiantes y profesores fuera del salón de clases
dos de la universidad, el abandono entre ellos. para favorecer la integración académica. Por
Profundicemos en el primero. su parte, Astin (1984) destaca el papel crucial
En 1975, Tinto propuso un modelo longi- de las relaciones con otros compañeros como
tudinal multifactorial para explicar el aban- un buen soporte para lograr el ajuste al nuevo
dono que hace explícitas las conexiones entre entorno.
factores de la etapa anterior al ingreso (ex- La persistencia, según Tinto (1987), es pro-
ternos a la universidad) con los que ocurren ducto de esa integración y está marcada por
durante el proceso universitario y, finalmen- períodos de transición que los individuos de-
te, con el resultado o la decisión de abandonar. ben superar para continuar en la comunidad
Los factores personales previos al ingreso (an- universitaria. Para ello, los jóvenes deben su-
tecedentes familiares, destrezas y habilidades perar dos obstáculos: la incapacidad para des-
y escolaridad previa) intervienen en las metas prenderse de los estilos de relaciones propias
y compromisos iniciales y en el ingreso a la del nivel educativo previo, y las dificultades
universidad. Pero otorga un papel clave a las para adaptarse a los nuevos requerimientos
experiencias sociales y académicas que tiene intelectuales y sociales de la vida universita-
el joven una vez que ingresa a la misma y que ria. Dos problemas deben atenderse en esta
le permiten integrarse o no, lo que conlleva a etapa: el aislamiento de los jóvenes debido a la
reforzar o debilitar las motivaciones iniciales dificultad para establecer relaciones sociales
hasta decidir proseguir o abandonar. Aquí y la incongruencia entre sus ideas previas y lo
aparece el interés por entender la retención y, que la vida universitaria realmente es.

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Hoy es ampliamente aceptada la impor- (1994), quien hace casi dos décadas, recupera-
tancia de la transición. Figuera et al. (2003: ba el concepto de “compromiso” y, al analizar
351) señalan que éste es un proceso complejo la trayectoria de una población desde la edu-
que conlleva para el estudiante múltiples y cación media superior a la universidad, de-
significativos cambios personales y vitales, mostraba que lo ocurrido en el trayecto de la
donde debe adaptarse a un “nuevo contexto carrera escolar influye en las metas y compro-
organizativo, educativo y social, regulado por misos escolares. De esta manera desechaba la
normas explícitas y/o implícitas que debe co- idea de un determinismo de las condiciones
nocer para funcionar adecuadamente”. Según externas —especialmente del origen social,
estos investigadores, para muchos estudiantes como única variable explicativa— sobre las
resulta una experiencia compleja y estresante trayectorias escolares, e identificaba otros
que puede “provocar sentimientos de inse- factores clave en la decisión de proseguir es-
guridad, reducción de la autoestima, sobre- tudios, aunque sin perder de vista el peso que
carga de trabajo y niveles de ansiedad muy tienen los factores previos al ingreso (el éxito
elevados”. escolar precedente, el apoyo moral y material
El cuerpo de trabajo de los autores men- de la familia). Destacó, por ejemplo, la mayor
cionados (Tinto, Astin, Pascarella y Terenzini, sensibilidad por parte de las mujeres a las re-
entre otros), desarrollado en los años ochenta, tribuciones intrínsecas del sistema educativo
derivó en el reconocimiento de la importan- que puede fortalecer el compromiso escolar.
cia del involucramiento2 o participación del Reveló también el papel que juega la integra-
estudiante en su vida universitaria para sus- ción social y señaló que los lazos de amistad
tentar su persistencia. Tinto (2006-2007) refiere ayudan a sobrellevar las tensiones derivadas
que a esa etapa podría llamársele la “era del in- de las exigencias universitarias.
volucramiento”. Ello implica, entre otras co- Más recientemente, De Garay continuó
sas, que el estudiante dedica bastante energía avanzando sobre este conocimiento. Sus ex-
a estudiar, pasa mucho tiempo en la escuela, tensos estudios sobre trayectorias escolares
participa activamente en organizaciones es- recurren a los conceptos de integración social
tudiantiles y se relaciona frecuentemente con y académica como categorías que permiten
los profesores y otros estudiantes (Astin, 1984). comprender la dinámica de la vida univer-
Después de décadas de investigación, Tinto sitaria de los jóvenes. En un amplio estudio
sostiene que “la participación o involucra- exploratorio sobre los estudiantes univer-
miento, o lo que más recientemente se ha refe- sitarios, llevado a cabo en 24 instituciones
rido como compromiso,3 importa y tiene más de educación superior, con una muestra de
importancia durante el crítico primer año de 9 mil 811 casos, destaca que los principales
la universidad” (2006-2007: 4). Sus hallazgos in- cambios experimentados al ingresar a la li-
dican que el compromiso no es una cualidad cenciatura se relacionan en primer lugar con
personal aislada, sino que está estrechamente la “exigencia académica”, en segundo, con el
relacionada con las oportunidades que la ins- “ambiente socio-cultural” y en tercer lugar
titución brinda al joven para integrarse a la con la “relación con los profesores” (De Garay,
vida académica y social de la universidad. 2001: 88). Estas tendencias se corroboran en
Varias de las investigaciones realizadas en un estudio más reciente sobre la primera ge-
México se han nutrido de este conocimien- neración de la UAM- Cuajimalpa y da un paso
to. Un estudio destacable es el de Bartolucci adelante al construir un índice de integración

2 Involvement, en inglés.
3 Engagement, en inglés, alude al tiempo y a la energía que los alumnos dedican a la vida académica.

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académica,4 el cual le permite dimensionar el aprendizaje, con métodos tradicionales
que a un año de estudios la mayoría de los es- centrados en la cátedra, que privilegian lo me-
tudiantes (54.8 por ciento) exhibía un nivel de morístico y la reproducción de saberes sobre
integración media (De Garay y Serrano, 2007). el descubrimiento, mientras que los alumnos
Un aporte valioso de esta tradición de tienden a asumir un papel pasivo en los proce-
investigación es la búsqueda de explicacio- sos de enseñanza y aprendizaje. Nuevamente,
nes que puedan vincularse con las acciones los estudios de De Garay ofrecen datos para
y esfuerzos institucionales. Así, el propio dimensionar esta realidad. En una muestra de
Tinto (2006-2007) reconoce los límites que casi 10 mil estudiantes, 41.1 por ciento indicó
pueden tener para la acción institucional las que “el profesor siempre o casi siempre dicta
teorías abstractas con variables difíciles de en clase” (De Garay, 2001: 129).
operacionalizar, como la integración social y Tinto (2000) sostiene que hay que recons-
académica. También advierte que se ha gene- truir los modelos teóricos para incluir no sólo
rado conocimiento relevante sobre diversos el salón de clases, sino también el profesora-
factores que influyen en la persistencia en la do y la pedagogía en las explicaciones sobre
universidad (p.e. los antecedentes familiares y la persistencia de los estudiantes. Por ahora
escolares), pero que escapan del control de la existe poca producción al respecto, pero ya se
escuela. Aunque esta información puede ser tiene evidencia del efecto positivo que sobre la
usada de manera indirecta en el desarrollo de persistencia pueden tener experiencias inno-
programas, no le dice a las instituciones cuá- vadoras como comunidades de aprendizaje,
les son las formas más efectivas de intervenir aprendizaje basado en problemas, aprendizaje
para ayudar a que sus estudiantes permanez- cooperativo y grupos de estudio (Crissman y
can y tengan éxito. Upcraft, 2005).
Como consecuencia, la mirada ya no se Las diferentes aproximaciones al tema del
pone en actividades extracurriculares de apo- primer año universitario permiten compren-
yo al estudiante, sino que se desplaza hacia der que existe una matriz amplia de factores
el aula, los procesos de enseñanza y aprendi- de tipo psicológico, cultural, económico, so-
zaje y los profesores, un factor ausente en los cial, institucional y pedagógico que explican
estudios sobre abandono y persistencia. Esto la persistencia. Un reciente estado del arte
responde a la necesidad de profundizar en la sobre este tema recoge y pondera las variables
comprensión de los factores que pueden ser identificadas a lo largo de más de treinta años
controlados desde la escuela. La necesidad de de estudio (Crissman y Upcraft, 2005). Como
este viraje hacia explicaciones pedagógicas factores de entrada reconoce la importancia
tiene un referente concreto en las dinámicas de características personales como el género,
inadecuadas que se registran en las aulas uni- edad, origen étnico y antecedentes familiares;
versitarias, que hacen que la experiencia esco- el estatus socioeconómico; los logros acadé-
lar resulte poco motivadora. micos previos y los compromisos iniciales.
La necesidad de poner atención en los pro- Reconoce también las variables instituciona-
cesos educativos no ha pasado desapercibida les como procesos de admisión, el tipo de ins-
en México. La ANUIES (2000, 2006) advierte titución, el tamaño y el tipo de sostenimiento.
con preocupación que en muchas institucio- Otorga un papel central a los factores propios
nes se sigue privilegiando la enseñanza sobre de las experiencias académicas (o variables

4 El índice se compuso de 11 prácticas escolares relevantes: 1) frecuencia de asistencia a clase, 2) frecuencia de ser
puntuales para asistir a clases, 3) frecuencia con la que discuten los puntos de vista de sus profesores, 4) frecuencia
con la que preparan sus clases, 5) frecuencia con la que toman apuntes en clases, 6) frecuencia con la que preguntan
sus dudas a sus profesores, 7) horas que dedican a la semana a estudiar, y si realizan: 8) resúmenes, 9) fichas, 10)
diagramas y 11) esquemas conceptuales producto de su trabajo escolar cotidiano (De Garay, 2001: 58).

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del ambiente universitario) como son la cali- cuales son reforzadas por un entorno institu-
dad del esfuerzo del estudiante, la interacción cional y una vida universitaria que no siempre
con los profesores y con compañeros de cla- ofrece apoyos efectivos para superarlas.
se, las actividades extracurriculares, el salón La transición del bachillerato a la educa-
de clases y los servicios de apoyo. En suma, la ción superior constituye un momento clave
persistencia es el resultado de muchos factores que conlleva una serie de cambios y exigencias
interrelacionados que no pueden ser tratados que ponen a prueba la capacidad y posibilida-
de manera aislada. des de los jóvenes. Por esta razón, Figuera et
La revisión anterior abunda sobre algunos al. advierten que la transición a la universidad
de dichos factores y destaca la importancia del “puede llegar a ser estresante cuando la perso-
primer año universitario; falta ahora profun- na percibe que requiere invertir más recursos
dizar en las dificultades características de este personales de los que percibe como disponi-
importante tramo. En el siguiente apartado se bles” (Hobfoll, citado en Figuera et al., 2003:
abordará ese tema, poniendo especial aten- 351). Estos autores observan que, además del
ción en una población creciente que enfrenta cambio en los ambientes educativos propios
las situaciones más adversas y que es muy vul- del bachillerato y la universidad, hay otros
nerable a los fenómenos de deserción y trayec- factores que hacen compleja la transición,
torias irregulares o rezagos. tales como la desinformación sobre el nuevo
nivel educativo, la desmotivación de los estu-
Principales dificultades en el diantes que no ingresan a la carrera deseada y
primer año universitario: el caso los estereotipos sobre la vida universitaria. La
de los jóvenes provenientes de combinación de estos factores conforma un
sectores sociales desfavorecidos riesgo para su permanencia e integración.
Si la transición e integración a la universi-
El primer año es un período crucial para la dad constituye un problema para los jóvenes
persistencia de los jóvenes en la universidad. en general, las dificultades se acentúan entre
De Garay pone de relieve la enorme impor- aquellos que provienen de sectores sociales
tancia y complejidad que entraña este periodo desfavorecidos, ya que acumulan una serie de
académico al afirmar que: desventajas socioeconómicas y culturales que
obstaculizan un buen desempeño académico.
…en el primer año de la licenciatura, la rup- Éste ha sido uno los temas centrales en el traba-
tura pedagógica, cultural y generacional jo de Tinto (2004), quien al estudiar el fenóme-
con respecto al bachillerato es brutal. Los no de democratización de la educación supe-
jóvenes entran en un universo descono- rior en Estados Unidos advierte que aunque el
cido, una nueva institución que rompe en acceso ha aumentado, existen diferencias con-
muchos sentidos con el mundo familiar y siderables en la finalización de la universidad.
escolar previo (2001: 88). Afirma que para muchos estudiantes, especial-
mente los procedentes de entornos desfavore-
Cambian las formas del trabajo escolar y cidos económicamente, la “puerta abierta” a la
la relación con los profesores y con los nuevos educación superior estadounidense se ha con-
compañeros. Estas apreciaciones son con- vertido en una “puerta giratoria”. Esto debido
firmadas y ampliadas por el estudio de Silva a que las limitaciones financieras y/o la escasa
y Rodríguez (2010), quienes al proponerse vi- preparación académica previa reducen sus po-
sibilizar la problemática del primer año, dan sibilidades, no sólo acerca de dónde asistir a la
cuenta del entramado de dificultadas que universidad, sino también acerca de cómo acu-
enfrentan los estudiantes del primer año, las dir a la misma y cómo aprovecharla.

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En México existe un pequeño, pero con- 4. “No encajar”: existe una falta de con-
tundente cuerpo de investigaciones que de- gruencia entre el individuo y la insti-
muestra que tanto el acceso a la educación tución. Con frecuencia es el producto
superior (Guzmán y Serrano, 2007; Guzmán y de una inadecuada atención institu-
Serrano, 2009; Casillas et al., 2007) como las tra- cional: un ambiente hostil y la falta de
yectorias escolares están estrechamente vin- preocupación por las necesidades y el
culadas con la condición social de los jóvenes crecimiento del estudiante.
(Casillas et al., 2007; Miller, 2009; Casillas et al., 5. Dificultades académicas: insuficiencia
2001). Sin caer en una visión reproduccionis- de las destrezas académicas o deficien-
ta, que ha sido objeto de grandes debates, es- tes hábitos de estudio.
tos estudios muestran que los jóvenes con un 6. Aprendizaje: éste es un factor predic-
origen social pobre y marginal, y que además tivo de la persistencia. Los estudiantes
tienen un bajo capital escolar previo, acarrean que aprenden y encuentran valor en su
menores posibilidades tanto de inscribirse en aprendizaje son quienes se quedan.
la universidad como de sobrevivir en ella. Por 7. Compromiso: no todos los estudian-
lo general desarrollan trayectorias irregulares tes tienen el grado de compromiso
y viven una experiencia escolar complicada. necesario, algunos por decisiones
Una consolidada investigación al respecto personales, otros por circunstancias
conduce a Tinto (2004) a identificar los obstá- contextuales, como tener que traba-
culos más serios que enfrentan los jóvenes y jar u otras responsabilidades fami-
que pueden llevarlos a abandonar sus estu- liares, que les impiden un vínculo
dios. Destacan los siguientes: más profundo con la experiencia
universitaria.
1. Objetivos o metas: muchos estudian-
tes comienzan la universidad sólo con En México, los resultados de un estudio
una vaga idea de por qué lo han hecho, realizado por Silva y Rodríguez (2010) acerca
y tal incertidumbre puede menoscabar de las dificultades que enfrentan en su primer
su voluntad. año universitario jóvenes provenientes de sec-
2. Economía insuficiente: muchos estu- tores de pobreza que asisten a la Universidad
diantes de bajos ingresos abandonan Intercultural del Estado de México (UIEM) y a
porque no pueden soportar los costos la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl
directos e indirectos de la asistencia a (UTN),5 detectan la existencia de:
la universidad. Sin embargo, Tinto ad-
vierte que con frecuencia los estudios 1. Dificultades económicas. Son el prin-
llegan a exagerar la importancia de cipal obstáculo en contextos empo-
este factor y que muchas veces lo que brecidos como es el caso de los jóve-
está detrás es el balance negativo que nes indígenas que asisten a la UIEM
hacen los estudiantes entre el valor (59.7 por ciento). Pese a lo que reporta
percibido de lo que están recibiendo y la literatura internacional, los costos
el costo que tiene. directos e indirectos de la educación
3. Dificultades de adaptación: dificultades siguen siendo un obstáculo esencial,
para sobrevivir la transición de la escuela especialmente entre quienes presentan
previa a las exigencias de la universidad. mayor precariedad económica; pero se
5 Estas dos universidades fueron creadas con el objetivo de atender a la población que tradicionalmente había sido
excluida de la educación superior. La Universidad Intercultural del Estado de México (UIEM), creada en 2004,
atiende a población indígena; la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl (UTN), fundada en 1991, atiende po-
blación proveniente de zonas urbano-marginales.

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sobrelleva gracias a las becas, que jue- tienen un uso limitado de la lengua
gan un papel clave. y un vocabulario pobre, habilidades
Las dificultades económicas que cognitivas débilmente desarrolladas y
enfrentan los universitarios han sido una deficiente preparación de bachi-
reseñadas en diversos estudios. Al llerato. Su queja principal es la “falta de
analizar las causas de deserción, Romo comprensión” de la exposición del pro-
y Hernández (2005) identifican este fesor y, en general, de los contenidos de
factor como una de las principales. En las asignaturas (52.5 por ciento en la
su extenso perfil sobre los estudiantes UTN y 55.1 por ciento en la UIEM). Sus
universitarios, De Garay (2001) revela estilos estudiantiles distan mucho de
que 13.8 por ciento —de una muestra un habitus universitario: prácticamen-
de casi 10 mil estudiantes— declara te no realizan lectura previa a la clase,
tener recursos insuficientes para soste- participan poco en las discusiones, no
ner sus estudios. siempre piden explicaciones o aclara-
2. Transición difícil y desconcierto ante ción de dudas y hacen muy poco uso
las exigencias académicas universita- de la biblioteca. Asumen un rol pasivo
rias. Especialmente cuando se trata de y todavía no tienen la autonomía nece-
modelos educativos intensivos como saria para hacerse cargo de su propio
el caso de la universidad tecnológi- aprendizaje y desarrollo intelectual.
ca, o contextos socioculturales muy Estos hallazgos coinciden con los
heterogéneos que complican tanto la reportados por De Garay (2001) y De
integración académica como la social. Garay y Serrano (2007) acerca de los
Alrededor de 60 por ciento de los jóve- perfiles que revelan las problemáticas
nes experimentan incongruencia en- de todo el estudiantado en lo relativo
tre sus vivencias e ideas previas sobre a sus prácticas escolares y consumos
la universidad y la carrera. Esto coin- culturales. Guardan relación más es-
cide con lo reportado por De Garay trecha con los estudios que analizan
(2001) y De Garay y Serrano (2007) las trayectorias escolares y su relación
acerca de la dificultad de los jóvenes con el origen social. Casillas et al. (2007)
para adaptarse a las nuevas dinámicas demuestran que los jóvenes más des-
y técnicas de trabajo escolar y también poseídos enfrentan serias limitaciones
al ambiente social y cultural. Sin em- académicas que atentan contra su de-
bargo, el periodo de transición prác- sarrollo universitario.
ticamente no ha sido abordado como Es importante destacar que las uni-
un tema específico. Sería conveniente versidades interculturales contemplan
abundar sobre ello. el primer año como un periodo de
Además, los jóvenes se quejan de formación básica, que tiene por obje-
desinformación acerca de las diná- to impulsar un mayor dominio de las
micas y procesos propios de la vida competencias necesarias para la forma-
universitaria, como trámites ante ser- ción universitaria. Aún no se evalúan
vicios escolares y solicitudes de beca, los efectos de esta intervención, pero el
aspectos que son básicos en la diná- referido estudio reporta que para algu-
mica universitaria y que la institución nos jóvenes resulta repetitivo de lo “vis-
debiera poner al alcance de todos. to en prepa”. Parece necesario llegar a
3. Dificultades académicas. Los jóvenes un balance entre la formación remedial
que provienen de sectores de pobreza y la incorporación de nuevos retos.

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4. Percepción de un rendimiento “no sa- Garay y Serrano (2007: 56) resulta re-
tisfactorio”. Alrededor de la mitad de veladora, ya que afirman que “…no se
los estudiantes de ambas instituciones ha producido la adecuación entre los
perciben tener bajo rendimiento. Esto cambios generados por las exigencias
se relaciona con la baja comprensión universitarias (contenido intelectual
señalada, pero también con un nivel de y desarrollo cognitivo que implica) y
esfuerzo calificado como “regular” por las prácticas y referentes simbólicos
más de la tercera parte del estudianta- acumulados que los jóvenes traen pre-
do (y corroborado por sus profesores), viamente”. En general, podemos decir
así como “poco interés” por las mate- que existe un desajuste entre la oferta
rias estudiadas y “poco entusiasmo”. educativa de las instituciones y las con-
Esto entraña un componente motiva- diciones y necesidades diversas de los
cional, que podría derivarse de cierta estudiantes que atienden. Ello a pesar
frustración originada por intentos de que cada vez existen más estudios
fallidos por asimilar contenidos que que permiten conocer a este actor.
muchas veces no son significativos. 6. Otras dificultades. Existen, aunque con
Por otra parte, cabe la posibilidad de baja incidencia, problemas de abuso
que las actividades llevadas a cabo no de alcohol y drogas y comportamiento
representen desafíos interesantes para violento en ciertos grupos. También se
los jóvenes que los incentiven a esta- reportaron casos de abandono debi-
blecer un compromiso más fuerte con do a embarazos; son situaciones que
su propio aprendizaje. Éste ha sido un preocupan a la comunidad universi-
elemento poco estudiado. Vale la pena taria, pero que aún no se enfrentan de
profundizar en ¿qué piensan los estu- manera efectiva.
diantes de su aprendizaje, la calidad y 7. Parece registrarse un débil compromiso
efectividad de su esfuerzo y esto cómo institucional con los jóvenes de primer
afecta su motivación y compromiso? ingreso. Las actividades de difusión
5. Prácticas educativas ajenas a los perfiles cultural y deportiva son escasas, no se
y necesidades del estudiantado. Existe cuenta con cursos de inducción, tam-
un bajo nivel de interacción de los es- poco con asociaciones estudiantiles
tudiantes con sus profesores (71.1 por o estrategias de apoyo y orientación
ciento en la UTN y 63.3 por ciento en la psicológica; en general, son pocos los
UIEM). La relación se circunscribe a las apoyos pensados en el estudiante (tu-
tareas habituales del salón de clases. Se torías y asesorías académicas) y éstos
infiere un bajo nivel de compromiso funcionan de manera aislada.
de los profesores con sus estudiantes.
Éste es un factor clave a atender, pues, Estos resultados permiten comprender las
como se ha referido, juega un papel implicaciones prácticas de las explicaciones
decisivo en la integración a la vida aca- reseñadas en el primer apartado. Hay una se-
démica. Por otra parte, se detectaron rie de dificultades de distinta naturaleza que
limitaciones didácticas para avanzar los jóvenes deben ir enfrentando y que defi-
hacia procesos centrados en el apren- nen su trayectoria. Los factores externos a la
dizaje de los estudiantes. escuela (como la pobreza), si bien no son de-
Las limitaciones pedagógicas ya terminantes, en México siguen teniendo un
fueron comentadas en los apartados efecto restrictivo. Al mismo tiempo, el escaso
anteriores. Una conclusión de De capital cultural y escolar de los estudiantes

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Marisol Silva Laya | El primer año universitario. Un tramo crítico para el éxito académico
es otra variable externa que complica el ren- Cualquier esfuerzo institucional debe-
dimiento académico y que aún no se atiende rá comenzar por el conocimiento profundo
adecuadamente. El ajuste social, a diferencia del estudiantado: sus perfiles, necesidades,
del reporte de Tinto, no parece pesar demasia- intereses, dificultades y proyectos de vida.
do. Sin embargo, el académico resulta costo- Ello requiere investigación y el desarrollo de
so. En ello se combinan de manera desafortu- instrumentos y sistemas de seguimiento que
nada dos problemas: el escaso capital cultural faciliten el acceso a la información relevante.
y escolar de los jóvenes con las prácticas edu- Las encuestas de entrada y de seguimiento
cativas tradicionales y poco motivadoras. En son ampliamente recomendables y, por su-
el caso mexicano, se advierte que tales desa- puesto, el uso efectivo de las mismas. Este es
justes académicos conllevan a la percepción un terreno en el que, como se ha reiterado, los
de poco rendimiento y a un bajo esfuerzo que investigadores del país han aportado conoci-
inciden negativamente en el compromiso, y miento relevante. Gracias a ellos hoy sabemos
los estudiantes expresan bajo entusiasmo con que el estudiantado es sumamente hetero-
su experiencia universitaria. Esta situación géneo y experimenta la vida universitaria de
confirma los hallazgos de Tinto (2004). Por úl- múltiples maneras. Falta ahora avanzar en la
timo, en el estudio de Silva y Rodríguez (2010) generación de programas que les brinden una
se verifica la desestima institucional sobre la mejor atención.
importancia de intervenir en este período es- El objetivo es diseñar programas especí-
colar con programas ajustados a las necesida- ficos que atiendan el primer año de manera
des particulares de esta población. integral, y no como un cúmulo de iniciativas
Estos hallazgos dibujan un fenómeno aisladas, y que tomen en cuenta las caracte-
complejo constituido por múltiples variables, rísticas y dificultades particulares de este tra-
muchas de las cuales pueden controlarse des- mo. Estos programas debieran proporcionar
de las instituciones educativas y otras pueden al nuevo estudiante un enfoque coherente y
ser, al menos, mitigadas. Este conocimiento completo de la institución, sus procesos y di-
resulta útil para el diseño de políticas y pro- námicas. Para facilitar la transición son reco-
gramas focalizados en el peso que tiene la ex- mendables las estrategias de inducción sobre
periencia dentro de la universidad y el papel el funcionamiento institucional y ceremo-
que juega la propia institución en la trayecto- nias de bienvenida, entre otros. El esquema
ria escolar de sus estudiantes. En el siguiente de trabajo que tiene el Programa de Apoyo
apartado exploraremos algunas prácticas a Estudiantes Indígenas (PAEI) puede ser un
exitosas. buen ejemplo de esta atención integral, en
tanto que combina becas, tutorías y asesorías
La necesaria intervención académicas. Se trata de acciones articuladas
en el primer año universitario que son ampliamente valoradas por los jóve-
nes (Flores Crespo y Barrón, 2006).
La atención a los estudiantes del primer año es Resulta vital reconocer las deficiencias
fundamental para favorecer trayectorias exi- académicas de los estudiantes y promover el
tosas. Asumir esta tarea debe comenzar con el desarrollo de habilidades de este tipo durante
reconocimiento institucional de la importan- todo el primer año y no sólo como interven-
cia de este periodo para instrumentar dispo- ción propedéutica puntual. Asimismo, habría
sitivos de apoyo a la integración académica y que promover prácticas curriculares y peda-
social, así como estrategias que transformen la gógicas que promuevan una mayor participa-
experiencia en el aula para estimular un mayor ción y responsabilidad de los estudiantes en
compromiso del joven con sus estudios. su propio aprendizaje.

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Marisol Silva Laya | El primer año universitario. Un tramo crítico para el éxito académico 111
Una buena alternativa, efectiva en el ám- componente motivacional que fortalezca la au-
bito estadounidense y que puede ayudar en la toestima. Además, habría que impulsar estra-
transición y en el apoyo académico son los se- tegias efectivas para educar y prevenir el abuso
minarios de primer año (freshman6 seminars de drogas y alcohol, más allá de los cursos que
o first-year seminar). Se trata de seminarios sólo transmiten información. No puede dejar-
que generalmente forman parte del currículo se de lado el sistema social y cultural, las activi-
y por tanto son centrales en la experiencia aca- dades deportivas y culturales así como las aso-
démica. Hay varios tipos, pero predominan ciaciones estudiantiles, que también ayudan a
los de orientación —al menos en 65 por ciento los jóvenes a canalizar sus intereses y reforzar el
de las instituciones— que buscan desarrollar sentido de pertenencia a la institución.
habilidades académicas, proveer información Un apoyo que ha demostrado un enorme
sobre recursos y servicios de la universidad y potencial son las tutorías impulsadas fuerte-
abordan principalmente tópicos como: habi- mente en México y que en muchas institucio-
lidades de estudio, recursos y servicios, ma- nes han brindado el soporte necesario para
nejo del tiempo, planificación académica y que el joven desarrolle una trayectoria regular
desarrollo del pensamiento crítico (Stuart y (García, 2010; Romo, 2005). Sin embargo, no
Linder, 2005). Esta es sólo una alternativa; el es conveniente canalizar todas las necesida-
reto es emprender iniciativas de innovación y des de los jóvenes a través de una sola estra-
transformación pedagógica efectivas. tegia: suelen ser más efectivos los programas
Por otra parte, la investigación sobre el tema que combinan distintas acciones, como por
demuestra la enorme importancia que tienen ejemplo el PAEI —ya referido— y el PRONABES
los profesores en el logro de la retención, ya (Flores Crespo y Barrón, 2006; Miller, 2009).
que son actores clave de lo que pasa en el salón En suma, es preciso que las universidades
de clases; sin embargo, como afirman diver- se preocupen por sus estudiantes y diseñen un
sos autores (De Garay, 2001; Silva y Rodríguez, ambiente que estimule su vida universitaria y
2010; Tinto 2006-2007), ellos no están suficien- refuerce sus motivos y aspiraciones por sacar
temente capacitados —desde el punto de vista adelante una carrera profesional. Esto es par-
pedagógico— para enseñar a sus estudiantes. ticularmente crucial en el primer año, pues
Por tanto, es preciso instrumentar estrategias es el momento en el que muchos jóvenes se
de actualización permanente de los profesores afianzan en su decisión de lograr una carrera
para transformar sus prácticas de enseñanza y universitaria o la abandonan.
para que establezcan mejores niveles de com-
promiso con sus estudiantes. Consideraciones finales
Paralelamente, vale la pena ampliar y en-
riquecer los apoyos extracurriculares. Para Llegados a este punto se puede afirmar que el
aquellos jóvenes con la preparación más defi- éxito en la trayectoria escolar depende de una
ciente, conviene instrumentar eficaces cursos educación de calidad y una atención integral
remediales7 que aborden no sólo el repaso de al estudiante; en este sentido, es pertinente
contenidos temáticos, sino el desarrollo de la observación de Crissman y Upcraft (2005)
estrategias de aprendizaje aplicadas a disci- acerca de que la retención no puede consti-
plinas específicas (Higbee, 2005) junto con un tuirse en la meta de una institución, sino que

6 Es de hacer notar el hecho de que en este país cuentan con un término específico para referirse a los jóvenes “recién
llegados” a la universidad. Con ello exhiben la preocupación por un sujeto con características y necesidades par-
ticulares. El término freshman seminar recientemente ha evolucionado hacia first-year seminar para evitar el uso
sexista del lenguaje.
7 En Estados Unidos sustituyeron el término “remedial” por developmental education para evitar un tono despectivo.

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los esfuerzos deben orientarse a promover nutra los debates en México e impulse el de-
una educación de la más alta calidad y en- sarrollo de esta temática. Sin embargo, no se
tonces la persistencia estudiantil se dará por trata de seguir recetas ni de incorporar meca-
añadidura. nismos de manera acrítica; es preciso impul-
Las reflexiones hechas aquí sobre los acer- sar la investigación y la experimentación en el
camientos teóricos y prácticos al campo so- campo para encontrar respuestas pertinentes
bre el primer año universitario pueden servir a los problemas de la educación superior que
como un estimulante marco de referencia que tanto nos preocupan.

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