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Por: Felipe Chicas
"Por tanto, id, y haced discípulo a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén" (Mateo 28:19-20)
La población hispana en Estados Unidos representa más del 13 % del total de la población
nacional (año 2006). Esto quiere decir que actualmente hay más de 45 millones de
hispanos en esta gran nación (año 2006). Lógicamente esto nos ha convertido en la nueva
minoría mayoritaria de los Estados Unidos, desplazando a los afro-americanos.
LA ORACIÓN:
La base del evangelismo efectivo es, indudablemente, la oración. Moisés decía al pueblo:
"Traed toda cosa difícil y yo la oiré" (Éxodo 18:26; Deuteronomio 1:17). Esto lo había
aprendido de Dios. Él presentaba al Señor toda causa difícil y Dios siempre le escuchó.
(También te puede interesar: El Poder de la Oración)
¡Y que cosa más difícil, delicada y vital que el evangelismo!¡Que cosa hay mas difícil que la
conversión de las almas! Llévele a Dios su causa, su trabajo, su problema y Dios le oirá.
Pero también pidamos a Dios carga por las almas perdidas. La oración es la base del
evangelismo efectivo.
Necesitamos orar para que el Espíritu Santo ponga carga en nuestras vidas por las almas
perdidas, la Biblia dice que Jesús sentía compasión por las almas porque las veía como
ovejas sin pastor (Marcos 6:34). Este mismo sentimiento debemos sentir todos los que por
la gracia del señor somos salvos.
Necesitamos orar por los que predican la palabra para que el Señor abra puerta a fin de
que el evangelio siga siendo predicado en cada rincón del mundo (Efesios 6:18-20;
Colosenses 4:3)
Debemos orar para que el Señor haga sanidades, señales y prodigios mientras se predica
su nombre (Hecos 4:29-30)
En Juan 17:18 Cristo dijo que como el Padre lo había enviado al mundo, así Él nos enviaba
al mundo, y para qué vino Cristo, para buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas
19:10). La oración nos hace tomar conciencia de la necesidad del mundo y nos predispone
para hacer la voluntad de Dios y dar lo mejor de nosotros.
LA PALABRA DE DIOS
El segundo elemento del evangelismo efectivo es sin lugar a duda, la palabra de Dios. Su
estudio nos prepara eficientemente para acercarnos con poder y victoria, a las almas
perdidas. Si descuidamos su lectura diaria, uno de los elementos importantes estará mas
corto y no podremos tener armonía en la vida espiritual.
El estudio de la palabra de Dios debe tener el mismo énfasis que la base. Por medio de la
oración nosotros nos comunicamos con Dios, por medio de la lectura de la Biblia, Dios se
comunica con nosotros.
En la evangelización tratamos de acercar a los hombres a Dios, y para ellos, tenemos que
hacer que ellos crean que Dios es galardonador de los que le buscan y procuren
agradarle, mas sabemos que sin fe, esto es imposible (Hebreos 11:6).
Es la palabra la que limpia los corazones de los hombres (Juan 15:3). Por esta y muchas
razones, la palabra es el segundo elemento importante en la evangelización.
EL TESTIMONIO
Pedro dice que aquellos que no son ganados por la palabra, son ganados por la conducta
del creyente (1 Pedro 3: 1-2) Hay personas que dicen que no les importa lo que la gente
piense o digan de ellos, que lo más importante es Dios. Pero yo digo que sí importa, el
estilo de vida que vivamos ante los demás tendrá un impacto negativo o positivo en
aquellos que nos rodean.
Santiago dice que la sabiduría y el entendimiento que hemos recibido de Dios, debemos
mostrarlo por nuestra conducta (Santiago 3:13-18). (Si deseas también puedes
leer: Sembrando con el Entendimiento)
El testimonio que nosotros presentemos ante el mundo tiene un peso muy grande en la
evangelización, más aún cuando se tiene en cuenta que el 80% de los que se ganan para
el Señor, se gana por medio del evangelismo de amistad. O sea, cuando invitamos a un
familiar o conocido a que nos acompañe a la iglesia.
Por lo tanto, debemos de cuidar mucho nuestro testimonio o forma de conducta ante la
sociedad, amigos del trabajo, amistades o familiares. Para que de esta forma los que
menosprecian el camino del evangelio, sean ganados al considerar nuestra buena
conducta u obras.
En conclusión, Dios nos está dando una gran oportunidad a la comunidad latina cristiana
en los Estados Unidos, para que participemos en la empresa más grande de la tierra,
como lo es la salvación de las almas perdidas.
Hoy más que nunca se necesitan hombres y mujeres que deseen participar en esta gran
labor, empero para que respondan al llamamiento del Señor. Los creyentes tenemos que
trabajar balanceadamente en estos tres elementos importantes para el evangelismo
efectivo.