Luis Carretié Arangiiena
Anatomia
de la mente
Emocién, cognicion y cerebro
7K4 | Emocién
La emocién es un fendmeno mental omnipresente. No hay momento del dia en el
que no experimentemos alguin tipo de emocién, por débil que sea, incluso durante el
suefio, Las emociones tifien, de forma mas o menos intensa, nuestra percepcién y
evaluacién del entorno, y las decisiones que tomamos para responder a él. En
situaciones reales, es prdcticamente imposible encontrarnos con procesas cognitivos
puros. Todas estas interacciones entre emocién y cognicién se tratarn, proceso a
proceso, a lo largo de los siguientes capitulos. En éste describiremos la base cerebral
de las reacciones y estadas emocionales sin «cruzarlas» atin con otros fenémenos
mentales.
La emocién 0 afecto puede manifestarse de distintas formas. Puede consistir en
tuna reaccidn puntual a un evento, como una amenaza (por ejemplo, la aparicién
repentina de un perro ladrindongs), pera también puede consistir en cambios mas
duraderos, como la asociacién de eventos o contextos a experiencias placenteras 0
displacenteras de forma que queden «marcados» emocionalmente (por ejemplo,
asociar una ciudad determinada a un viaje especialmente agradable), @ como la
experiencia de un estado de dnimo que se prolongue durante horas o dias (por
ejemplo, la afioranza 0 tristeza que produce despedirse de alguien querido). Como
ahora veremos, la emocién como reaccién puntual reside en circuitos diferentes, al
menos en parte, de los que sustentan los procesos afectivos mas dilatados en el
tiempo, El presente capitulo describird cada uno de estos niveles, que, en cualquier
caso, se relacionan en todo momento: a menudo, la emocién de tipo reactivo, puntual,
desemboca en un proceso afectivo mis duradero, y éste puede modular las
subsiguientes reacciones puntuales.
Antes de comenzar debemos introducir algin concepto importante sobre los
procesos afectivos. Estos pueden estudiarse de forma discreta (por ejemplo, pueden
estudiarse los mecanismos que subyacen a la emociGn de asco, de ira, de alegria,
etcétera), 0 de forma dimensional. En este iltimo caso, la relativamente amplia lista
de emociones discretas se reduce agrupindolas en funcién de alguna caracteristica 0
dimensién comin. For ejemplo, pueden agruparse en funcién de si son placenteras 0
displacenteras. Las das dimensiones que, de acuerdo con diversos estudios y
enfoques experimentales, permiten agrupar u ordenar los procesas afectivos de forma
que se explique la mayor parte de su significado, son Ja valencia y la activacién (por
ejemplo, Lang y cols, 1993; Osgood y cols., 1957; Russell, 1979). La valenciafluctia entre el valor hedéinico negative (desagrado) y el positive (ageado), y la
activaciéin 6 intensidad entre la relajacién y la activacién (figura 4.1; puede ampliarse
informacién sobre Ins enfoques discreto y continuo en el estudio de la emocién, por
ejemplo, en Carretié, 2001/2009 y Jiménez y Dominguez-Sinchez, 2008).
Activante
Negative Positive
Relajante
Figura 4.1.—Plano formada por Ios ejes Valencia (negative a pastiva)y ActivariGn o Intensida (egies
activante)-y cio se stuarian en él algsnos ejemplos de estimues y siruarianes.
1. EMOCION COMO REACCION PUNTUAL
LLL. Circuitos urgentes y menos urgentes
La emocién como reaccién es por definiciéin um proceso ripido, pero en algunos
casos la rapidez debe ser extrema, Ciertos estimulos emocionales, como una amen:iza
co daio, requieren una movilizacién intensa y urgente de recursos de procesamiento y
de respuesta. Esta urgencia se asocia principalmente a estimulos de carder negativo
por razones adaptativas y evolutivas obvias: las consecuencias de no reaccionarrapidamente a este tipo de eventos son a menuda mucho més dramaticas que las
consecuencias de no reaccionar o hacerla lentamente a estimulos neuiros e incluso
apetitives (Ekman, 1932; Ohman y cols., 2000). En efecto, diversos estudios indican
que los eventos displacenteros pravocan respuestas més rpidas y prominentes tanto a
nivel conductual como cerebral que los no negatives, por la que cabria hablar de
Gircuitas urgentes de pracesamiento (véase revisién en Carretié y cols., 2008a). Esta
ventaja de los estimulos negativos a la hora de acceder a los recursos de
procesamienta y de respuesta se denomina sesgo de negatividad (recuadro 4.1.).
RECUADRO 4.1
‘Ventajes 2 incorveniernes del sesgo de nagalvidast
El sesgo de negatvidad es un patrén adaptative de procesamenia que nos permite resecionar
adecusdamente a los pelos y amenazas del enfomo. No obstante, puede resukar
Problemdtice si se manifesta de forma exagerada, Diversos esiudios sugiet
redsamerte lo que ocure en la ansiedad. Eh efet, ria la wisedad eatade (iadora)
como rasyo (ciasinerésiea del inden), y ya Sea patologica (por ejemplo, mkede permanente &
Suir a la eae) 0 no (por ejemplo, ansiadad antes de una inporiante encevista de trbelo),
parecen caracierizarse alencidn Tespuesta elementos negatives del entomna:
‘Stayer qe ania petveon noma por setts Sirehee svar y Manes Seve 205).
Este sesgo atencianad exegerada hacia lo negative pacla se, pate algunos autores, uno Ge 16s
scaractertaicas
clave en ef origen de te ansiedad (Eysenck, 1992, 1580; Mogg y
[Braciey, 1996), y se ha confiomado a tavés de Indices conductusles y es (po! eer,
‘Mercado y co,, 2008; 2009), Algunos datos sugieren que otto fendmenas desadaptavas
como la fBvomizigia pueden También mostrar atenctn ¥y fespuestas mas Imensas @ cena
Scare pions Coe ee ey
Debe indicarse, no obstante, que los circuitous urgentes pueden ser también
utilizades por estimulos pasitivas. En algunas ciccunstancias, son estos estimules los
que provocan las reacciones mas rapidas, ‘ipalmente en situaciones de activacién
reducida. Asi, se observan respuesias mis ripidas y/o més intensas ante estimulos
positivos cuanda el conjunta de la estimulacidin que est recibientla el individuo es de
intensidad moderada, como palabras o expresiones faciales positivas, negativas y
neulras (por ejemplo, Calvo y Nummenmaa, 2009; Herbert y cols., 2006; Kanske y
Kotz, 2007; Leppinen y cols., 2003), que son menos activantes que otros estimulos
como las fotografias de escenas emocionales (por ejemplo, Hinojosa y cols., 2009b;
2006; Kissler y cols, 2006). Este fenémeno se denomina desviaciin de
positividad (positivity offset: Cacioppo y Gardner, 1999). Sin embargo, en
simaciones de activacién elevada, esta es, en aquéllas en las que los estimulos
emacionales de distinta valencia que se presentan al sujeto son marcadamente
activantes, el sesgo de neyatividad dominarfa (Cacinppo y Gardner, 1999).
En los circuitos ungentes, la rapidez es la cuestitin clave, a expensas de cierta
precisién. La tendencia opuesta se aplicaria a los «circuitos de procesamiento
profundn, donde Ja precisién es el principal objetivo, a expensas de Ia velocidad.
Esta doble estrategia queda bien ilustrada por Ins dos sistemas diferentes de
procesamiento de la informacién visual. La informacién sensorial es inicialmentedistribuida por el tdlamo. En la modalidad visual, la informacidn se distribuye a
través de dos circuitos (figura 4.2). Uno de ellos, denominado via magnocelular por
originarse en las células magnocelulares del niicleo geniculado lateral (NGL) del
tdlamo, surge de un mimero relativamente reducido de neuronas que representan toda
Ja escena visual, y lo hacen, en consecuencia, con una definicién pobre. Por tanto,
transporta informacién de baja calidad (sin frecuencias espaciales altas —lo que
supone un aspecto borroso— y sin informacién sobre colores), pero gracias a su
reducida infraestructura (menor mimero de neuronas) se distribuye por un amplio
cconjunto de éreas cerebrales a las que proporciona répidamente informacién visual,
‘como la corteza prefrontal ventral (GPEV), la insula o la amfgdala, que monitorizan la
relevancia de la situacién, como luego veremos (véase tambien recuadro 4.2). El otro
sistema, denominado via parvecelular, también en referencia a las células del nicleo
geniculado lateral del tdlamo (NGL) en donde se origina, es mas preciso por
involucrar a un niimero mucho mayor de neuronas en la representacidn de la escena
visual. Asi, permite una exploracién profunda de la estimulacién, pero envia
informacién a la corteza visual exclusivamente. La corteza visual reenvia la
informacién procesada, en un segundo paso, a la amigdala (Emery y Amaral, 2000),
la CPFv (Bar y cols. 2006) y la insula (Gallese y cols., 2004), aunque esta via
indirecta de distribucién de informacién a estructuras evaluativas afiade, légicamente,
un tiempo extra,Parvocelular
Magnocelular
Figura 42.—F! micleo genieulado latezal del tilamo (NGL) evecta con cute capas parwocelulares y dos
smagnocelulares, La infermaciGn magnocelular es, por tania, is pair (egresenta toda Laescena vial con
{inimen menor de meurvnas ue el sistema parvacellary pera mie ectemiea (vente texto principal) La
Informacisn parvocelslarenetaria eo color (sin I figura ex en Blanco y negro)
El procesamiento asaciado a la via magnocelular, mucha mas econémico, es
aulomitico (preatencional) y consume pacos recursos. Por ella, su funcionamiento no
se resiente por el hecho de que el individuo esté ocupado en otra tarea. En cambio, la
via parvocelular consume mis recursos que no siempre estarén disponibles, par Jo
que, en algunas situaciones, es incapaz. de peacesar clertos estimulos (par ejemplo,
‘cuando e! individuo los esté dedicando a owas tareas, como veremos en los capivulos
Sy 8), Este doble circuite urgente / precisa permite un procesamiento constante «de
nivel baja» del entono, y «tle nivel alto» sélo de aquellos eventos sefialados como
‘importantes por las estructuras que evaliian la relevancia de la estimulaciéin (porejemplo, una amenaza). Es importante indicar que el sistema visual no es el tinico que
cuenta con el doble circuito: algunos datos recientes defienden un sistema parecido,
al menos, en el sistema auditiva (por ejemplo, Hickok y Poeppel, 2007). Hablemos a
Continuaciém de las estructuras evaluativas.
: recunorouz
f Gate
‘Las conexones directas desde el talamo hasta las estructuras eveluatvas (amigdela, insula,
‘CPFY) no han sido edn bien caracterizadas, en perteular con respacto a la latencia de au
eer fre rere Pel esl
inary el ri wn larmenie importante en estas
Ee A pote heen eras een pre man tee cin
‘Gversos estudio informan Sobie sus conexiones directas con la amigdala (RomansKi y cols.
3997), la nia (Clased y cols, 1997; Ramanshiy cals, 2997) yla CPF (Cavade y col, 2000;
‘Morecrat y cols, 1992; Romanshi y e0ls., 1997). De hecha, los datos sobre lesioned en el
‘pulvinar indian que este nicleo Jusga un papel signficallo en la generacion de la resnuesta &
‘snenazas percibidas visualmente (Ward y cols. 2005)
Por ora pare, el ndeleo mediodorsal tanta iene, probablemere, en la uansmisin
de seflales Cruciales para una respuesta delensiva efcienie. De hecho. también est& coneciado
‘can la amigdla (Li y cols. 2004) la isula (Clascé y cols.. 1887). y la GPF (Kuroda y cals.
1996), Enlinea con esta propuesta, diversos estudios en otras especies suieven la
Sef alco motodsraal en & conclzoranloma Ge mse (1) cos, 2004 y su lesen poses
‘dsfunciones emocionales (Oyoshi y cols, 1986). E= posible que’ no sean esios fos tnicos
‘micleos taldmicos que se conecian con los sistemas evauativs, pero los datos sobre la
‘ectividad del tAlemo en respuesta a las estimulos emocionales son muy escasos hasia el
‘momento.
Una. cuestion clave es si el gulvinar, mediosorsal yu otros nicieas taldmveos envian la
‘informacion a les elements evaluativos ckectamente o solo @ través de la corteza visual. El
‘importante papal de los ekculos tdlamo-amigriallngs drcctoe en la respuesta a los astimtios
regativos esta bien estabieckio en tos estudios con animales (véase revision en LeDoux, 2000),
‘Bef0 los datas en humans s0n ndavia escasos y no conckyyentes. Algunas estudios Sugieren
‘gue el nccleo pulvinar envia intormacin visual crecta (no procesada previamente par Ia cortez
visual) a la amigdala (Geiger y eols., 1899; Monts y cols, 1999), pero la inferpretacion de estos
‘escasos dais pueden admitr expicationes allemativas (Adoiphs, 2008, Vuiloumier, 2008). En
‘eusiguier caso, si finaimente se confirma que et pulvinar (yo! mediodarsal yf os nécieos
talémicos) envia informacion no procesadia por la corteza visual a la amigdala tambsén en
hhumanos, no hay razén para descartar la posibiidad de que, puesio que lambign esth conectado
‘con oes elementos evaluativos como la CPFy o la insula, esias éreas corticales también
tecban esta informacién tlémica pobre (magnaceliley), pero répida. Como veremos més tarde,
_fdgunes dates indrectos avalan esta hipbtess,
L2. Evaluacién de a estimulacion
La informaci6n sensorial Hega de forma constante y en linea a la amfgdala, la
{insula anterior y la CPFv (Carretié y cols., 2009a) (Figura 4.3). Los datos actualmente
disponibles sugieren que estas estnicturas monitorizan el entorno de forma constante
¥ preatenciomal, organizando una respuesta adecuada Cuando se detecta una situacién
relevante. Los elementos evaluativos comparten varias caracteristicas. Primera, todos
ellos reciben entradas directas de las cortezas sensoriales, Segunda, cuentan con
acceso directo a los sistemas de salida o produccidin de respuestas (que deseribiremosmés tarde). ¥ tercera, estén profusamente interconertados, de manera que cada uno
de ellos puede modular la actividad de los demds, inhibiéndola o incrementandola en
funcién de la situacién,
Fgura 4.3.—Esinacturas evaluadaras: e}amigdala Qambién se aprecia en est visa a pore media de la
‘CBF. cortera prelrecial vecirecediale CPPvm), 8) CPP ry) imal.
1.2.1, Amigdala
Comenzaremos describiendo la estructura evaluativa mejor conocida, Este
conjunto de niicleos subcarticales no responde exclusivamente a estimulos
emocionales negatives (por ejemplo, Hamann y cols., 2004; Murray, 2007; Said y
cols. 2009). No obstante, cuando se presentan tanto estimulos positives como
negativs, las respuestas a los tltimos suelen ser mayores (véanse revisiones en
Adolphs y Spezio, 2007; Calder y cols., 2001; Phan y cols., 2002; Phelps, 2005;
Straube y cols., 2004, 2006; Vuilleumier, 2005; Wager y cols., 2003; Zald, 2003). La
amigdala parece mostrar un sesgo hacia las caras, respondiendo més intensamentehacia las expresiones faciales que ante otras estimulos emocionales (véase un
metaandlisis en Sergerie y cols, 2008). Como veremos en el capitulo 6, es una
estructura clave en el aprendizaje y memoria emacionales. A través de sus profusas
interconexiones con el nticieo det [echo de [a estrfa terminal (que forma parte de Io
que en ocasiones se denomina «amigdala extendidav, por sus estrechas relaciones
anatdmieas y funcionales con la amigdala propiamente dicha) desencadena estadas de
miedo o ansiedad, que desaparecen si se lesiona esta estructura (Walker y cols.
2003),
Los estudios on animales muestran que la amigdala lateral recibe informacidin
directa del télamo y de las cortezas sensoriales, como se explicé antes (LeDoux,
2000), Recibida esa informacién, puede arganizar ripidamente una respuesta gracias
a sus conexiones directas con estructuras ejecutivas autonémicas y motoras como el
hipotélamo y el drea gris periacueductal (véase apartada 1.3 y LeDoux, 2000), y
también es capar de modular Ja actividad de dreas sensoriales a través de sus
proyecciones a las cortezas auditivas y visuales (Adolphs, 2004; LeDoux, 2000).
Algunes estudlios sugieren que en humanos también existe una linea de transmisiGn
tdlamo-amigdalina directa, aunque esta cuestién es contravertida (véase recuadro
42). Las latencias electrofisiolégicas registradas en la amigdala humana son
inconsistentes con el procesamiento visual répido (Mormann y cols., 2008), y hasta el
momento no hay evidencias anatémicas suficientes para epoyar la idea de una
comunicacién tilamo-amigdalina directa en nuestra especie (Adolphs, 2008).
En este sentido, y a pesar de la clara importancia de la amigdala en el circuito de
defensa humano, es muy importante resaltar agui que las respuestas bisicas de miedo
ode defensa parecen no requerir una amigdsla intacta, al menos en primates (entre
ellos, los humanos). En efecto, aunque se asume con frecuencia que la informacién
relacionadla con la defensa necesariamente pasa (y es distribuida) por la amigdala, el
hecho es que existen datos experimentales que muestran que las lesiones selectivas en
Ja amigdala no extinguen las respuestas de miedo a eventos asociadas con el peligro
en primates no humanos en mayor medida que las lesiones en otras estructuras como
la CPFv (por ejemplo, Izquierdo y cols., 2005; Kalin y cols., 2001). Por otra parte, un
estudio en una paciente con lesiones bilaterales en la amigdala debidas a un raro
sindrome (Urhach-Wiethe) muestra céma las caras de miedo subliminales (que
tipicamente producen respuestas prominentes en la amigdala; Sergerie y cols., 2008)
se reconocen en la misma medida que en la poblacién normal (Tsuchiya y cols,
2009), Laa activacién de una estructura en un proceso mental no siempre implica que
sea absolutamente necesaria. Quiz la amigdala no constituya, después de todo, la
piedra angular de la evaluacién emocional en humanos, aunque su papel sea,
indudablemente, de enorme importancia,
1.2.2. Corteza prefrontal ventral (CPFV)
Existe un consenso amplio en tomo a la idea de que el area prefrontal implicada en
mayor medida en la respuesta a los eventos emocionales es la CPFV (tambiéndenominads corteza orbilofronial). En humanos, esla corteza parece no s6lo
intervenir, sino constituir un elemento clave, en la respuesta neural a los eventos
emocionales. Asi, en primates, una lesidn en determinadas zonas de la CPFv produce
disfunciones en la conducta defensiva similares (0 incluso més severas) a las
causadas por las lesiones en la amigdala (Izquierdo y cols., 2005). En esta misma
linea, varios estudias en humanos informan sobre una activaciém mds intensa de la
‘CPF¥ en respuesta a eventos negatives que a eventos no negativas (Kawasaki y cols.,
2001, 2005; Northoff y cols., 2000; Simpson y cols., 2000), incluso cuando los
estimulos han sido inconseientemente percihidos (Carretié y cols, 2006; Liddell y
ccols., 2005).
Es importante indiear que esta respuesta de la CPFV a los eventos negativos se
produce muy répidamente (a los 100-150 milisegundos desde la presentacién del
estimulo; Carretié y cols., 2005; Kawasaki y cols. 2001; Northoff y cols., 2000;
‘Simpson y cols., 2000), algo que, como vimos, na parece que acurra con la amigdala
humana, de acuerdo can los datos actualmente disponibles. Algunos datas recientes
sugieren que Ia respuesta de la CPFv a estimulos visuales puede ser incluso mas
répida que Ja del giro fusiforme, una pane de la coneza visual encargada de la
idemtficacién de objetos (Bar y cols., 2006). Esta capacidad para una activaclin
répida a estimulos visuales se debe en parte al hecho de que la CPF¥ cuenta con
sgrupas de neuronas especializadas en el procesamiento de informacién sensorial. Por
ejemplo, posee neuronas especializadas en la identificacién de objetos y caras
(Tanibuchi y Goldman-Rakie, 2003). Varios hallazgos indican que la CPFV recibe
aferencias de etapas tempranas de la corteza visual (Bar, 2003; Bar y cols., 2006;
Catan y Thiebaut de Schotten, 2008). Camo se indie6 en la seccién anterior, la
entrada de informacién visual directa desde el sdlamo no puede descartarse sobre la
base de Ios datas actuales, ya que Jos nticleos pulvinar y mediosorsal del tdlamo (que
envian proyecciones directas e importantes a la CPF¥) mangjan infermaciém visual
(véase recuadmm 4,2), En cualquier caso, es claro que los elementos clave,
significatives, de la escena visual pueden ser ripidamente extraidos y detectados por
la CPFY, y que la informacién visual que alcanza esta regién prefrontal es de tipo
magnocelular (Bar, 2003; Bar y cols., 2006).
En relacién con esto, diversos estudios sugieren que la CPEv es capaz de regular
artiba-abajo la atencién visual a través de sus proyecciones a las cortezas parietal y
visual (Armony y Dolan, 2002; Bar, 2003; Bar y cols., 2006; Hopfinger y Mangun,
2001; Sarter y cols., 2001), Ademés de estas eferencias a las cortezas sensoriales, la
CPFv envia proyecciones a reas ejecutivas como el hipotdlamo, el drea gris
periacueductol, el estriado y las cortezas motoras (véase apariad 1.3 y Cavada y
cols., 2000; Ongir y Price, 2000). For tanto, se aprocia un claro paralelisimo entre las
aferencias y eferencias de la CPFV y la amigdala.
1.2.3. insula anterior
‘La insula anterior es una parte de la corteza insular que se define a veces como wnascorieza somatosensorial visceral» (Adolphs, 2002) Los datos sobre las
caracteristicas funcionales y anatémicas de la insula anterior humana son atin escasos
en comparacién con los ebtenidas para los tras sistemas evaluativas. No obstante,
puede constituir también una estructura que monitorice el significado o relevancia de
a estimulacién, aunque con funciones mas especificas que la amigdala y la CPFv,
como ahora veremns. También recibe aferencias del tdlamo (en concreto, de los
niicleos mediodorsal, ventromedial y pulvinar: Clased y cols., 1997; Critchley, 2005;
Shi y Cassell, 1998) y de las cartezas sensoriales, fundamentalmente de la gustativa y
olfativa, aunque también de la visual (Gallese y cols, 2004), Por tanto, parece
procesar con cierta preferencia la estimulacién relacinnada con las conductas de
ingesta, aunque no exclusivamente.
En efecto, su activacién es especialmente intensa ante Ins estimulas que provocan
asco (Calder y cols, 2001), una emocién originalmente relacionada con la
contaminacién y la enfermedad (Rozin y Fallon, 1987), Curiusamente, presenciar
expresiones faciales de asco en otras personas también provoca un incremento en la
activacién de la insula anterior (Adolphs, 2002). En linea con Io que venimos
argumentando, tiene también sentido que la otra gran categoria de estimulos que
activan la insula sean aquellos que provocan dolar, una sensacién a menudo ligada a
la contaminacion y la enfermedad (Peyron y cols., 2000). Como la amigdala y la
CPFy, la coneza insular envia eferencias a dreas de ejecucitin motora cama la corteza
motora (Simonyan y Jirgens, 2005), el estriado (Calder y cols., 2000) o el drea gris
periacueductal (Critchley, 2005), y dreas de procesamiento sensorial como la corteza
visual (Rodman y Consuelos, 1994), sugiriendo esto dhtimo una capacidad de la
insula para modular la atencién.
1.3. Circuitos de respuesta en situaciones emocionales
La meta de los proceses neurales descritos hasta el momento es producir acciones
apropiadas y eficientes para responder a la situacién, que deberian ser
extremadamente répidas en situaciones urgemtes como la amenaza 0 el dai. En otras
palabras, el sesgo neural de negatividad leva también a un sesga motor de
negatividad, que se ha propuesto que puede estar axociado a la respuesta de lucha
buida que tipicamente provacan los estimulos aversivas (Pahlavan y cols., 2000). Los
datos experimentales apoyan la existencia de este sesgo motor (Coombes y cols,
2005; 2006; Fox y cols., 2000; Hansen y Hansen, 1988; Marsh y cols., 2005; Ohman
y cols., 2001), mostrando Ia existencia de respuestas motoras més répidas yfo mas
intensas a los estimulos negatives que a les neutros o positivos. No obstante, las
conductas provocadas por los eventos displacenteros pueden presentar una variedad
importante de formas, desde la ausencia de movimiento visible (paralizacitin o
freezing) hasta las respuestas motoras agitadas (lucha-tuida), que dependen de la
situacin, de la experiencia previa, de la idiosincrasia de respuesta de la especie y de
los rasgos individuales
Como se ha indicado previamente, todos las elementos evaluativas (amigdala,CPEV e insula) estén equipados con prayecciones a las reas ejecutivas motoras y a
las dreas responsables de desencadenar los cambios autonémicos que sirven de apoyo
alas respuestas motoras, y que se muestran en la figura 4.4. La respuesta autonémica
depende de las eferencias desde todos estos elementos al hipotalamo (Cavada y cols.,
2000; LeDoux, 2000; Ongir y cols., 1998). Los componentes motores o sométicas se
ejecutan a través de la activacién del érea gris periacueductal (AGP), el estriado y las
cortezas motoras. El AGP puede dividirse en dos reas: la dorsolateral es responsable
de la conducta de lucha o huida, mientras que el AGP ventral desencadena la
‘conducta de paralizacién (De Oca y cols., 1998).
El estriado (nicleo accumbens, nicleo caudado y putamen), una parte de los
ganglios basales (apéndice B), posee diversas funciones importantes relacionadas con
Ja ejecucién motora. Especificamente, y de acuerdo con algunas propuestas, el
estriado activa conductas de evitacién (Grillner y cols., 2005). De hecho, algunos de
‘sus Componentes, como el caudado, muestran una mayor activacién ante estimulos
negativos que ante positivos y neutros (por ejemplo, Carretié y cols., 2009c). Por
Ultimo, existen datos experimentales que muestran mayor activacién de las cortezas
motoras (premotoras, suplementarias y/o primarias) en respuesta a estimulos
negativos que en respuesta a estimulos neutros 0 positivos. Asi, la corteza motora
primaria se activa en mayor medida a imagenes desagradables sostenidas (Carretié y
cols., 2006), y la premotora, suplementaria y primaria, a estimulos dolorosos (Coghill
ycols., 1999; Lenz y cols., 1998; Porro y cols., 1998). Es importante indicar que estas
‘cortezas no reciben proyecciones amigdalinas directas (Emery y Amaral, 2000), sino
s6lo de la CPFv (que envia proyecciones a las reas implicadas en el control de
movimiento de los ojos, cara y antebrazos; Cavada y cols., 2000) y de la insula
(proyecta a las dreas laringeas; Simonyan y Jrgens, 2005), lo que sugiere una
«resolucién» motora més pobre (es decir, un menor rango de posibles conductas) en
Ja respuesta propiciada por la amigdala que en la propiciada por la insula y la CPFv.o
‘Cabeza del nsicleo Globe palide
caudade* Pa e interno,
\ 7)
Naclea
accumbens
‘Calacdel niicleo
caudado*
‘Figura 4.4.—Principalesestroctras implicades ela respoesta atom en stmacianes emorionales: @ rea
ro erseweuctal (AGP B}esttada (esructaras marcadss con astersco), que pertenece a la garglica
Dasales junto con e globo pido; ¢) corte motara.
RECUADRO 4S
‘Agresidn é inhibin motora
“La agtesién es una conducta que lnfige daho a une mismo, & altos individuas 0 &.
“King essen muchas caiiarones oe i egress ia més Cie tt que (cv en
fgretiin premadtada 0 predstoiis, que sa carecteriza por estar planeada y, a menudo, Wore Ge
“felvacin uondinica y ae ena serdlenice emoceneles, la mpalsWae reacava ascceda
egaiivas como la kaa el miedo, y acompafads de una fuerte acivacion
peered eet eee ree fewest ot a pad Se produce, ‘segun algunos
‘modelos (par ejemplo, Slever, 2008), cuando ef estimulo plovocador causa una. resccion
fmigdalar que ef individu no loge Inhir. La reas a cargo de is inhblciin son ba
CPBY y Ia eorieza cingulada anterior. Esta pra inhibi Ia eonducia agresiva puede
deberoe w mifipies facores, algunos de los aiales 207 externos (por ejemplo, cnlexto en el
que se encuentra ef sujeto @ épeca del aho —en algunas estaciones se incrementa el indice de
asaltos socieles (educacion recida o histor previa en stuscones
Shad Pins aides toe Ere csc, mis tlevartes sl esiace Ue pees iad
Ee apis oe pees pelt iota cate aaa
En relaciin con esto, se ha observado en distios estudlos que la sevotoning (un
“neuromodidador cerebral facia Ia capacdad Innbora de lat dese prefontaies anlos
eee ee a ee ere eee ), por to que:
‘ustandia (harmalmente por eausas geneteas) facta la Conducta agresiva
is ayers de ra, mo huowena (su nombre comarca! mas eonoudo c=
Prozac], producen una dsminueién d la éondueta agiesha. Parece tambien que la redueeson
fen la actividad gabaéigjca (el GABA es un neurotransmisor que actila en regiones subcorticales)
faciina a impuisivided (un ingrediente impomante de la agresividad), puesto que Gene un papelInhibidor en la actividad de la amigdala, entre otras estructuras (por ejemplo, Lee y cols., 2008).
2, OTROS PROCESOS Y CIRCUITOS EMOCIONALES
Un estimulo emocional no provoca Gnicamente una respuesta motora. A la vex que
‘se produce la misma, se desencadenan a menudo otros pracesos afectivos de carécter
hedénico (placer-displacer), de cardcter motivacional (atraccién 0 deseo frente a
rechazo) y de cardcter cognitivo (aprendizaje, recuperaciGn de situaciones similares
en la memoria, atribuciones respecto al evento emocional y al contexto, etc.). Veamos
a continuacién la base cerebral de algunas de estas procesos, que pueden solaparse
con la emocién reactiva que acabamos de describir, pero que suelen ser mas lentos y
duraderos. En estos otros procesas entran en juego diversos circuitos de
neuromoduladores, un tipo de neurotransmisores de accién més lenta y
generalizada, responsables en buena medida de los estados o sentimientos afectivos
({risteza, alegria, amor, etc.) y de las asaciaciones a largo plazo entre un evento y una
‘emocién (por ejemplo, asociar una ciudad a una emocién agradable) (véase figura
45).hy Beta-endorfinas
c} Oxitocina/vasopresina
Figura 4.5.— Sistemas de aewromoduladores mencfonados en el text dopamine (DA; en particule,
iila neve-cirice-imbico, con origen en el rea tegmental Yeisal —ATY—J,B)epiicecs (en particular,
betarendarfinas, coo origen en el nileo arguraio —NAr— vel hipotlatpa);¢) extecina y wasopresins (Coa
‘rigen un niclees peraveniicalar NPV. y supradgtica —WSOM) del bipatlama. CPP: coctezs prefrontal;
Aon: arigals; LobTM (ucla tempera! medisl no amigdala—); AGP: free ges periarueducul; LC: ncus
‘coeruleus Eat estan ventral Pale: pda wert hs: ints; CCA: eutera angled anteiee: CF:
‘orlezafrumtl. Los dates son ain prefiminares, especishmente en sislema de opidcios y de
‘ouitocinarasopresina (xéave Hegadoren y cols 2005; Henriksen y Willoch, 2000; Landgal y Newrnann,
‘200; Sewer yc»2006; Treadway y Zl, en prensa).Coma veremos, estes circuitos involucran de manera consistente algunas
festructuras comunes: el estriado ventral (niicleo accumbens), el estriado dorsal
(caudado, putamen), la corteza cingulada anterior (CCA) y la CPFv, reas todas ellas
que constituyen lo que ha venido en Namarse el circuito de recampensa, pero que,
‘como veremns, se activa en otras muchas situaciones ademis de las relacionadas con
el refuerzo positive. Estas estructuras cuentan con receptores sensibles a varios
neuramoduladores, por lo que forman parte de varios circuitas simulténeamente.
Describiremos a continuaciéa los mas importantes.
2.1, Sistema dopaminérgico
‘A nivel neuroquimico, la dopamina (en el cireuita mesolimbico, pues existen otros
circuitos dapaminérgicas) ha side conceptualizada durante mucha tiempo coma el
neuratransmisor del placer. No obstante, diversos datos (véase revisidn en Berridge y
‘Kringelbach, 2008) muestran que las neuronas dopaminérgicas pueden no activarse
por el placer propiamente dicho, sino por aspectos predictivos o motivacianales
relacionados con la recompensa. En este sentido, se ha propuesto una separacién
entre la experiencia hedénica de placer (Iiking) y el desea (wanting) en relacién con
Ja recompensa, estando la dopamina més relacionada con este iltimo aspect
(Berridge y Kringelbach, 2008). Por ejemplo, 1a dopamina incrementa la mativacién
hacia, pero no el placer de, comer alimentos sabmasos. A nivel anatémico, el principal
lugar de accidn de la dopamina es el estriado y el globo pido: la expectativa de
Placer y recumpensa se asocian con un incremento de las sales dopami
fisicas! del drea tegmental. ventral hacia el ncleo accumbens y el pdlida ventral
(Leknes y Tracey, 20018). En registros de actividad hemodindmica se han observado
incrementos en la actividad metabdlica del nucleo accumbens en anticipacién de
recom pensa (véase revisin en Delgado, 2007).
Pero debe indicarse que este circuito no sélo se activa en anticipacién de la
recompensa (deseo), sina también en anticipacién de castigos. En efecto, en estudios
sobre actividad hemodinémica se ha informado sobre la activacién del estriado en
estas situaciones: caudado y putamen muesiran activaciéa en anticipacién de
pérdidas monetarias (Delgada y cols, 2008; Jensen y cols, 2003), y el nicleo
accumbens muestra activacién cuanda se prevé un castigo fisica (Jensen y cols.
2003). No sélo la anticipaciéin de estimulacién negativa produce activacién en el
estriado. En efecto, la propia presentaciéin de imagenes emocinnales negativas activa
el caudado (Carretié y cols, 20096), y la aplicacién de doler fisico el nicleo
accumbens (Becerra y cols., 20011). En esta misma linea, el dolor se ha asociado tanto
‘con incrementos como con decrementos en la generacién de seitales dopaminérgicas
mesolimbicas, dependienda del tipo de medida y del tipo de dolor empleada (Leknes
1y Tracey, 2008),
Esta actividad dopaminérgica en el estriado podria estar relacionadla con el
aprendizaje 0 condicionamienio. Asi, en animales, después de emparejamientos
repeticos de una seial visual 0 auditiva (estimulo condicionado, EC; por ejemplo, unaJuz) con un estimulo apetitivo (estimulo incondicionado, EI; por ejemplo, comida), el
EC termina producienda respuestas en las neuronas dopaminérpicas (Delgada y cols.,
2008), Esto explicaria que, como hemos indicado antes, las neuronas dopamingngicas
respondan a los estimulos que hacen prever una recompensa. Por el contrario, la no
aparicién de una recompensa esperada Teva a una disminucién en el disparo de las
neuronas dopaminérgicas. Los estudios de imagen cerebral en humanos confirman la
activaci6n del estriado durante el condicionamienta apetitivo (Delgado y cals., 2008).
Es importante indicar que, aunque el estriada es rara vez el foco de estudios de
neuroimagen sobre condicionamiento de miedo y respuestas de miedo, una serie de
estudios en animales utilizando choques eléctricas como EI informan de su
activacién, junto con la més conocida activacién de la amigdala. Especificamente, las
lesiones estsiatales han mostrado producir déficits en la respuesta emocional
condicionada, la paralizacién condicionada (freezing) y la evitacién. Los estudios
hemodindmicos en humanos también identifican el estriada como elemento clave en
el aprendizaje cldsica e instrumental empleando estimulos aversivos (Delgado y cols.,
2008),
RECUADROAA
Biisqueda de sensacones
El nivel de base de dopamina en el meda extraceular del cerebra se ha asociado desde Nace
‘tempo con la inpulsviad y la hisqueds de sensaciones (Zuckerman, 1884), dos rasgos de
Personalidad que estén en la base de (a que no sgritca que desemboquen necesanamente en)
‘sigunas pelrones de conducta desadaptadas coma la tendencia a las ediciones y la conducta
ariisccial. La logica es que un bajo nivel de donamina debe compensarse con la Dosqueda de
‘estimulas y recompensas que eleven cicha nvel hasta Valores dptmos. La relacidn entre el nvel
‘de dopamina y bisqueda de senseciones esia siendo confimada experimentaimente, aunque
‘se Na tevelsdo més compleja que lo insciaimente esperato. Por ejemplo, se han ida
descubrienda dieremes tipos de recepiores de dopamina en las neuronas dopaminérgicas
Postsingoticas (las que reciben este newomodulacor) de distintos lugares del cerebro, Los
Teceplares Di, D2 y 03 se conceniran principalmente (aunque na exclusiameme) en el
festindo, y los D y Ds en dreas coricales Que Incluyen ia Corteza prettontal, ene ovas areas
{Folly cols, 2009), Diversos estudios muesiran que una baja concentracién de algunos de estos
reeeptares (0 una menor eteacia en su funciin) se asco con mayores puntuaciones en las
prucbas de impuisivdad y bdsqueda de sencaciones.
‘Por ejemplo, Zaid y eols. (2008) encuentran que el nimera de raceptores 02 eorrelasona
Jnversamenta con la pureuacién en busqueda de sensacones. Los mismas autores indiean que
ia correlaeiin persiste incluso si se compge la infuenca de la edad (la edad es un probiema,
‘radieonal para la hipétesis a2 un bap nivel de accidn de la dopamina camo causante de la
bisqueda de novedad, puesto que, a medida que cumpimos aos, dsminuyen tos receqtores
de dopamina, y en cambia son los adolescentes y jovenes los que presentan mayores
Puntusciones en basqueda de sensaciones). La causa de esta menor disiihucidn
funcionalided oe as recestores en algunas personas puede ser gendlioa (asedieda a
determinados palmortsmas 0 variantes genéticas), aunque puede denender tambien de
vanables stuecionales. Algunos estudias supleren asimismo una relaoén Sinitcaa entre la
‘distneucémtuncionalidad de las receptares Dé y la bUsqueda de sensaciones (MunafS y cOl.,
2008).2.2, Sistema de apidiceos endégenos
Mientras que, como hemos indicado, la dopamina esté relacionada con la
motivaciin (wanting), los opidceus estén relacionadas con la experiencia hedénica
tanto positiva camo negativa (liking’disliking) (Leknes y Tracey, 2008). En otras
palabras, el sistema opicen media los sentimientos emocionales subjetivas de dolor y
placer. ¢Por qué acta un misma neuromaduladar en das sensaciones afectivas tan
‘puestas? El placer y el dolor pueden entenderse como consecuencias de la conducta,
como el sentimiento subjetivo asociado a Jas recompensas y castigas que el animal
ende a intentar conseguir a evitar, respectivamemte, En efecto, se ha abservade un
solapamiento importante de las estructuras que intervienen en las recompensas y en
Jos castigos (Camara y cols., 2008; recuadro 4.5). Asi, tania los eventos dolorosos
como Jos placenteros se asocian con la liberacién de opidceos endégenos pz en
distintos puntos del cerebro como la CPFY, la amigdala, ef nicleo accumbens y el
pallido ventral (Leknes y Tracey, 2008). En el caso de los estimulos placenteros
(recompensas), el efects de los opidcens es incrementar el valor hedénico positive de
los mismos. Las micrainyecciones de drogas que activan receptores de opidceos y
endocannabinoides (un tipo de neuromodulador funcionalmente relacionada con los
opidceos) pueden doblar o triplicar la reaccién placentera a un sabor dulce,
particularmente si se administran en el nécleo accumbens (Berridge y Kringelbach,
2008)
RECUADRO 4.5
Solagamienio funeional en algunies estruesuras?
tanto en el alecto positiva cama en el negetiva, diversos estudios sugieven que las poblaciones
peuronales que ee activan en uno y eto case dentro de cada estructura no son las misma. Por
elemplo, las neuronas jocalzadas en le parte rostral de la cortera (0 chscara) del micleo
-acoumbens median el placer, mientras que la. estimufaciin de ia parte caudal de esa ooreza
causa. slecto negativo (Leknes y Tracey, 2000). Algo parecide pusde deciise de la amigdala
(Gamery cols,, 2010) o la CPFv (Berridge y Kringelbacn, 2008), enve ots esucturas,
Los opidceos enddgenos intervienen en situaciones de daler (que es tanto un tipo
de sensacién nociceptiva coma una emocin), reduciendo su intensidad y actuando
como un analyésico natural. Las dreas que se activan de forma més consistente en
respuesta al dolor son la CCA, la insula, el estriado y las cortezas somatosensoriales
(Kong y cols, 2010; Tracey y Mantyh, 2007), contanda todas estas estructuras, a
veces denominadas matriz del dolor (pain matrix), con receptores de opidceos
(Henriksen y Willoch, 2008). Si se inyectan antagonistas de los opidceos, come la
naloxona, a ratas con una enfermedad dolorosa, los indices canductuales de dalor se
incrementan (Tracey y Mantyh, 2007). Asimismo, si disminuye la captacién de
opidceos por parte de las estructuras que cuentan con receptores para este
neuromodulader, como la CCA o el estriado, se incrementan las sensacionesdolorosas y se hacen més intensas. Algunns datos sugieren que ésta es precisamente
una de las causas de la fibromialgia (Harris y cols, 2007).
RECUADROZS
ls neuromeduladores,
En este recuadro oun nombre de grup musical de tos ocherta vamos & hablar de un trastora
Muy vinculedo a dos de los neuromodulsdores que s& menconan en el texto principal, La
anhedania $2 define coma un interés @ placer redueido en respuesta a estimulos que eran
pereibides como tecorpensaries artes de iniciaise el vesiome, E8 uno de fos sintomas més
importantes de la depresién, aunque puede presentarse en otras crcunstancias. La anhedonia
fhe relacionada vradiondmeni can un nial nse de acvded dopamnégica sobre
todo a ralz del inflyyente anicuto de Wise (1900). No obstanie, segun dalos y propuestea més
recientes, le dopamina estarla relacionada con el componente mativacional de la anhedania
i ee ee eee eee ee
dismrinucién en el placer en a estimulas otvora
Pete a ectate cre ses oc eleion soars iewiers Pad ot prion oe
distinct ertre una anhedonia mattvacianal igada @ la dopamina y una enhedania consumetaria
Sgada eos oplgceos asia en el papel dtevencado de estos dbs Rewomodkseores desea
eel texio, en el deseo y el placer.
La percepcitin hedinica negativa que propicia la disminucién de opidcens (0 su
peor transmisin) se asocia con otras emociones ademas del dolor. Asi, en la tristeza
se observa una disminucién en la sransmisién de este neuromodulador (Freed y
Mann, 2007}, Es decir, la tristeza, que podria definirse como un edalor emocionale,
comparte caracteristicas con el dolor fisica (Panksepp, 2003), Efectivamente, la
emocién de tristeza comienza con la consciencia de pérdida, tipicamente de una
figura de apega, aunque también de otras elementos, como un reconocimiento social
oun resultado conductual esperadas. Entre sus sintomas destaca una inhibicién
conductual (anergia) y lingiistica, y en ocasiones se acompaia de Manto,
particularmente ante estimulos que recuerdan la perdida. De acuerdo con el modelo
de Freed y Mann (2007), esta reaccitn a sefiales a estimulos relacionados con la
pérdida, que activaria estrucuuras vinculadas a la recompensa como el estriado, la
CPFv y la OCA, mantendria active el vinculo con el ser perdido, lo que resulkaria
adaptativo en el caso de separaciones temporales (aunque seria poco adaptative en el
caso de pérdidas permanentes). En efecto, la CCA, que cuenla con receptores de
opiécens (Harris y cols, 2007), muestra un incrementa de la activacién durante la
emocidn de tristeza (wéase recuadro 4.7).
Q emery
TERE.
Los estudios con animales han dendticado tes slstemas de newotansmnisores que median et
pepo y pueden set relevantes para la tisieza humana (Fieed y Man, 2007), Uno de eles son
las opddceos endogenos, que sumentan durant [a expasieen a figurse de apago,y, par lama,
podlan dimmu durante i peniga de defws tues. En segunda huge, ia adtocina, Quetambién oe segrega en mayor medida a Imagine, tocar o interactuar con la persona amada,
podria tencien damnur durante la tistera Por uum, la boetaccn <2 dopamina, pode
Eumentar en respuesta ala exposicién a pitas 0 recuerdos de a perdi. En una revsiin de 22
estudias sobre acthided cetetval telacionada con la tisieza, Freed y Mam (2007) encuentran
Como tieas més consistentemente actvadas la CCA (véase tambien Parkaepp, 2003) los
(gancfics basales (de los que lorma pari el estado), sungue también se ohservanactvaciones
nla CPPry en ta roula (las elt oe actvan en 2 6 més estos). Todag estas eotvcnres
Ccuertan con receplores para optineos, cxiiocna yfo dopamina. Cbseivamas, pot iano, y de
feuerdo oon lo que hemos ido vendo'a io Iago del eepiuie, una kmpleaciin de esrucures
‘evalustivas, pera tambien nnibtoras,
2.3, Sistema de oxitocina/vasopresina
La oxitocina y la vasopresina son dos neuromeduladores altamente implicadas en
el apego. En diversos estudios en los que se explora el amor roméntico y maternal
(normalmente presentando fotografias de seres queridos y comparando la respuesta a
ellas con fotografias de personas con las que no existe un vincule afective) se observa
un incremento de la actividad en algunas de las éreas de las que ya hemas hablado
en los anteriores subapartados (nticleo accumbens, amigdala, estriado dorsal, CCA) y
que contienen una alta densidad de receptores de axitocina y vasopresina (Bartels y
Zeki, 2004; Zeki, 2007). Todas estas reas se activan tanto en el amar romintico
como en el maternal. En el amar maternal, pera no en el roméntica, se activa ademas
el Grea gris periacueductal central (la conducta matemal se inhibe cuando esta regiin
se desactiva farmacolégicay fisicamente en ratas; Lonstein y Stern, 1998).
EI aumento en la actividad de estas dreas cuenta con la contrapartida de un
decremento en la actividad o inactivacidn de otras éreas cerebrales, coma la CPF y
la amigdala (Zeki, 2007; véase cdmo es posible que la amigdala pueda activarse y
desactivarse a la vez en el recuadro 4.5). La pasién asociada al amor romantico se ha
relacionado con una relajacida de los criterios de juicio par las que valoramos a otras
personas, una funcién de la CPF. Su inactivacién en el amor roméntico y maternal —
cuando se le expone al sujeto su ser amado— no deberia ser, par tanto, sorprendente,
Por otra parte, ambas formas de apego (maternal y roméntica) también redujeron la
actividad de la amigdala. La amigdala esté invalucrada, como se ha indicado, en
situaciones de miedo, por lo que su desactivacién cuando los sujetos son expuestos a
foroprafias de sus parejas puede interpretarse como una disminucién de esta emocién
negativa en presencia del ser amado (Zeki, 2007), Estos datos sugieren que no sélo el
juicio se hace menos severo cuando miramos a una persona amada o deseada (CPF),
sino que la aprensién o precaucién disminuye en esas situaciones (amigdala). Esta
reaccién podria estar mediada por la ovitocina. Asi, la oxilocina tiene efectos
diferenciales sobre la actividad de subregiones especificas de la amigdala (recuadro
4.5). Por una parte, atenda la activacién en regiones laterales y dorsales de la
amigdala anterior ante caras de miedo, pero incrementa su actividad ante expresinnes
de alegria, indicando, por tanto, un cambio del faco de procesamiento hacia estimulas
sociales positivos (Gamer y cols., 2010).3. INTEGRACION DE TODOS LOS PROCESOS
Imaginemos la siguiente situacién: Julia y varios amigas estin viendo por
‘un partido eliminatorio que su equipo estd a punto de perder. Los jugadores
Jo han intentado, pero el tiempo se acaba. Cuando parecia que estaba climinado, ya en
Jos minuios de descuent, su equipa marca un gal que le da derecho a la prérroga.
Julia, como las demés, se levanta como un resorte de su asiento y grita. Otro gol en la
prorroga (acompaiiado de mas gritos) da la victoria final a su equipo. Durante las
horas siguientes le acompaila una sensacién placentera, pues est contenta por el pase
del equipo a la siguiente fase del torneo. El geupo de amigos na para de hablar de los
goles, de este o aquel jugador, y de Io que les espera en futuras cruces. En este
ejemplo se han producido emaciones reactivas (la respuesta eufirica, con saltus y
gritos, a cada gol) y emociones mas duraderas (la felicidad posterior), que involucran
a circuitas ripidos y a circuitos de neuramodulacién. Pera la experiencia
fenamenoldgica de Julia es nica: la alegria asociada a la victoria, ¢Quién in
toda la actividad, Ie da continuidad y hace vivirla como asociada a una tiniea causa?
Algunas estudios que registran RME muestran que la CPEv se activa cuando se
administran (pero no en anticipacién de) recompensas o castigos en forma de sabores,
lores, estimulacién somatosensorial 0 fologeafias (Berridge y Kringelbach, 2008;
Burgdorf y Panksepp, 2006). Esto puede levar a pensar que ia CPFv representa el
valor hedénico de la estimulacién, es decir, representa el placer-displacer (liking-
disliking). En realidad, no es asi, de acuerda con diversos datos. Entre los mas
rotundas se encuentra el hecho de que los pacientes de lobotomia prefrontal (una
operacién quirirgica que se practicd a mediados del sigla xx consistente en separar la
coneza prefrontal del resto del cerebro, desactivéndola) seguian experimentanda
placer relacionado con el alimento, el sexo u otras recompensas (Berridge y
Kringelbach, 2008).
{Cul es entonces el papel de la CPFv? Esta regiGn cortical est profusamente
conectada con muchas de las estructuras que hemos mencionado (amigdala, insula,
estriado, CCA, etc). Por otra parte, la CPFv es el tnico elemento evaluative
(apartado 1.2) ditectamente interconectada con areas dorsales de la CPF, sede de
importantes procesos cognitivos, como veremas més adelante en este libro, que
permiten al individuo unir las consecuencias emocionales del estimulo con memorias,
atribuciones, valoraciones del contexto, planificacién y seleccin de respuestas
alternativas, etedtera (Carretié y cols., 20a). Es decir, cuenta con una posicidin
privilegiada para integrar distintos proceses emocionales, contribuyendo a que el
Conjunto se experimente como coherenle, y para integrar esos procesos emocionales
con otres cognitives que permitan valorar la situaciéin de acuerdo con experiencias
previas a.can el contexto.
Cémo se produce esta integracién? La informacién sensorial (fundamentalmente
magnocelular; apartado 1.2) llega a la parte posterior de la CPE para una integracidin
multimodal complementaria (que une las aspectos visual, auditive, etcétera, de la
informacién) y, a panir de aqui, puede enviarse a regiones laterales de la CRFv y alaCCA (con la que se conecta profusamente). En estas dreas, la informacitn puede
utilizarse para influir en las conductas y decisiones subsiguientes, almacenarse en la
memoria/aprendizaje (en zonas mediales de la CPF, es decir, las que se sittian en la
cara interna de los hemisferios) y proporcionar una experiencia heddnica subjetiva
(en la CPF¥ anterior) (Berridge y Kringelbach, 2008). La CPFv envia y recibe en
todo momento informacién de vuelta de otras regiones cerebrales, incluyendo la
coneza insular, la CCA, el micleo accumbens, el palida ventral y la amigdala, Coma
veremos en los siguientes capitulas, el papel «director» o «coordinadars de la CPFW
no se limita a los procesos afectives.
NoTAS
1 Las seals Fisica som las que provacan ana liberaciin de ceuotraraniser —dapamina, en ete casa en
in sinapsis (la microscépica separacién entze neururas) hacia Ia nearona recepiors. Deben distinguirse de las
sefales tinicas, que depeaden ela concestracién de doparnina en el media extracelular, que afectan a las
sefialesfsicas y gue también influyen en la conduciay el siada heckinice (par ejemplo, nt disminaciin-en
3 rivel de donamina exracelalar se acoeia a estates bodiricas negatives elscienadas cen las eases
(Gebuier, 2007),