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SENTENCIA DEFINITIVA

(Pérdida de la Patria Potestad)


Aguascalientes, Aguascalientes, a seis de julio de dos mil
veintiuno.
V ISTOS los autos del juicio 0297/2020 propuesto en la
Vía Única Civil (Pérdida de la Patria Potestad Guarda y Custodia)
respecto de la menor de edad XXXXXXX) por XXXXXXX en contra
de XXXXXXX, y
C O N S I D E R A N D O:
I. La competencia. Esta autoridad es legalmente
competente para conocer de la presente controversia al someterse
tácitamente los litigantes, la parte actora al demandar, y el demandado
al no inconformarse con ésta, de acuerdo con los artículos 137 y 139
fracciones I y II del Código de Procedimientos Civiles de
Aguascalientes.
Además, se sostiene competencia por razón de cuantía,
materia y turno de acuerdo con los artículos 1, 2, 35 y 40 fracción X de
la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Aguascalientes.
II. Estudio de la vía.
La vía Única Civil es procedente, en virtud de que la acción
ejercida por la parte actora, no está sujeta a procedimiento especial
previsto por el Título Décimo Primero del Código de Procedimientos
Civiles del Estado, siendo por exclusión, procedente esta vía.
III. El objeto del juicio.
XXXXXXX, mediante escrito presentado en fecha diez de
marzo de dos mil veinte, exigió como prestaciones la pérdida de la
patria potestad, que ejerce XXXXXXX sobre la menor de edad
XXXXXXX y que como consecuencia de lo anterior se le conceda la
guarda y custodia tanto provisional y definitiva de su menor hija.
De manera sucinta, la parte actora dijo que de su matrimonio
con el demandado XXXXXXX, procrearon al menor de edad XXXXXXX,
en fecha seis de mayo de dos mil siete, que el demandado desde el
nacimiento de la menor nunca se preocupó por el sostenimiento de su
hija, ya que siempre ha sido una persona irresponsable, a pesar de que
cuenta con los medios necesarios para otorgar los alimentos siempre
se ha negado, lo que trajo como consecuencia que promovieran
divorcio por mutuo consentimiento, bajo el número de expediente
791/2010 del índice del Juzgado Primero de lo Familiar en el que se

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convino que por concepto de pensión alimenticia el demandado
proporcionaría la cantidad de trescientos pesos semanales, y que la
cantidad aumentaría de acuerdo al aumento que sufra el salario
mínimo general vigente en el Estado.
Siendo que el demandado no ha cumplido con el convenio
desde diciembre del año dos mil diez a la fecha, y como consecuencia
se dictó una sentencia de planilla de liquidación en fecha veintiuno de
septiembre del año dos mil quince por la cantidad de OCHENTA Y UN
MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y CINCO PESOS CON TRES
CENTAVOS, por pensiones alimenticias adeudadas de diciembre de
dos mil diez a la tercera semana de agosto del dos mil catorce,
despachándose ejecución en su contra, y al requerirlo se declaró
insolvente por no contar con bienes, manifestando ser comerciante ya
que se dedica a la venta de frutas y verduras en los tianguis de la
ciudad, motivo por el cual la actora interpuso una denuncia por el delito
de incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar la cual
quedó en archivo sin que se impulsara la misma.
Ante esta situación sólo le quedó salir adelante por sus
propios medios con su hija sin exigir nada al demandado, siendo que el
mismo no se ha preocupado por tener convivencia con su hija, ya que
actualmente tiene esposa e hijos.
En este rubro, se puntualiza que lo manifestado por la parte
actora, se tiene por reproducido como si a la letra lo fuere, en obvio de
espacio y tiempo, considerando además que su trascripción no
constituye un requisito formal que de manera indispensable deba
consignar la presente sentencia en términos del artículo 83 del Código
de Procedimientos Civiles del Estado.
XXXXXXX, contestó la demanda interpuesta en su contra
allanándose a las prestaciones, mediante escrito presentado en fecha
veinticuatro de junio de dos mil veinte, sin embargo no ratificó su
allanamiento, tal y como le fue requerido en proveído de veintiséis de
junio de dos mil veinte.
IV. La valoración de las pruebas
Para probar los hechos constitutivos de su acción,
XXXXXXX, presentó las siguientes pruebas:
Confesional.- A cargo de XXXXXXX, misma que no le
favorece a su oferente, toda vez que en audiencia de fecha veintiuno
de agosto de dos mil veinte fue declarada desierta la citada probanza.
Documental.- Consistente en los atestados del registro civil
relativos al nacimiento de XXXXXXX y el matrimonio celebrado entre
XXXXXXX y XXXXXXX, visibles a fojas seis y siete de autos, cuyo
valor probatorio es pleno en términos de lo que disponen los artículos
281 y 341 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, al haber
sido expedidos por servidor público en ejercicio de sus funciones, y con
el cual se acredita que XXXXXXX, es hija de XXXXXXX y XXXXXXX,
además que es menor de edad pues nació el seis de mayo de dos mil
siete, por lo que cuenta con catorce años de edad, así mismo con el
atestado de matrimonio ofertado, se acredita que la actora está casada
actualmente.
Testimonial.- Consistente en el dicho XXXXXXX y
XXXXXXX, misma que no le favorece a su oferente, toda vez que en
audiencia de fecha veintiuno de agosto de dos mil veinte fue declarada
desierta la citada probanza.
Documental vía informe.- A cargo del Instituto Mexicano
del Seguro Social, misma que no le favorece a su oferente, toda vez
que en audiencia de fecha veintiuno de agosto de dos mil veinte fue
declarada desierta la citada probanza.
Inspección Judicial.- Consistente en la que se realice
dentro de los autos del expediente XXXXXXX del índice del Juzgado
Primero de lo Familiar en el Estado, misma que no le favorece a su
oferente, toda vez que en audiencia de fecha veintiuno de agosto de
dos mil veinte fue declarada desierta la citada probanza.
Instrumental de Actuaciones y Presuncional en su Doble
Aspecto de Legal y Humana pruebas que fueron desahogadas por su
propia naturaleza, las cuales son valoradas en términos de los artículos
341 y 352 del Código de Procedimientos Civiles del Estado.
Ahora bien, esta autoridad ordenó en autos del juicio de
manera oficiosa algunas probanzas, las cuales a continuación se
precisan y valoran:
Documental en vía de informe.- A cargo de la fiscalía
General del Estado de Aguascalientes, rendido por XXXXXXX, Fiscal
General del Estado, presentado el nueve de febrero de dos mil
veintiuno, visible a fojas cuarenta y cinco de los autos, cuyo valor
probatorio es pleno en términos de lo que disponen los artículos 281 y
341 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, al haber sido
expedido por servidor público en ejercicio de sus funciones, del que se

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desprende que no se encontró información relacionada con XXXXXXX.
DICTAMEN DE TRABAJO SOCIAL rendido por la
licenciada XXXXXXX, trabajadora social adscrita a la Procuraduría de
Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema
DIF Estatal el cual obra a fojas cincuenta y tres a sesenta y nueve de
los autos, derivado de la visita directa llevada a cabo, en la cual se
desprende que: Una vez que precisó el objeto del dictamen; la
metodología, datos generales; y visita directa, llevada a cabo en el
inmueble ubicado en la calle XXXXXXX del fraccionamiento XXXXXXX
de esta ciudad, se obtiene lo siguiente:
La integración familiar está formada por XXXXXXX, treinta
y un años, actora, autoempleada; XXXXXXX, treinta y cinco años,
esposo, empleado; XXXXXXX, trece años, hija, estudiante; XXXXXXX,
nueve años, hija, estudiante, XXXXXXX, un año, hijo, inactivo.
Relativo a la ocupación, la actora se dedica al hogar,
también en su domicilio se ocupa en poner uñas.
El egreso mensual exclusivo de la familia asciende a
$16,686.16 (dieciséis mil seiscientos ochenta y seis pesos 16/100
M.N.).
En el nivel económico la familia goza y mantiene un estilo
de vida económico medio.
En cuanto a la Dinámica Familiar, se trata de una familia
que proviene de familia tradicionalista, por lo que en su propia familia
ejercen y aplican valores, reglas y límites familiares. La familia es
unida, se encargan de sus actividades, como las niñas de sus tareas
escolares quienes cuentan con el apoyo de su señora madre y esposo,
también se encargan de sus tareas domésticas, correspondientes;
llevan una sana alimentación y en sus horarios adecuados la señora
XXXXXXX trabaja desde casa por lo que todo el tiempo se encuentra al
pendiente de su familia, en sus tiempos libres conviven en familia,
salen a recreación, mantienen unión, comunicación, confianza, apoyo,
etcétera, mantienen una adecuada y sana relación con sus parientes.
Respecto a la relación social la familia y menor XXXXXXX
mantienen una vida social pasiva, ya que su mayor relación es con sus
parientes, la niña XXXXXXX cuenta con sana relación con sus
compañeros y amigos de escuela, mismos con los que convive (antes
de la pandemia), salen a patinar, al parque, al cine, etcétera.
En cuanto a la relación y/o convivencia con el padre la
menor XXXXXXX no lleva relación con su señor padre, ya que se
presume que, desde hace cinco años el señor XXXXXXX dejó de
convivir con la niña, así como dejó de ejercer sus obligaciones y
derechos de padre.
En cuanto al rubro de vivienda, la actora y su menor hija
habitan en casa propia. La vivienda cuenta con buenas condiciones de
higiene y orden, también con mobiliario y espacios apropiados para una
sana estadía. Cuenta con los servicios necesarios, como lo es agua
potable, energía eléctrica, drenaje, pavimento, seguridad pública,
etcétera.
Por lo que ve a la educación, la niña XXXXXXX se
encuentra cursando secundaria en el turno matutino y lleva un
promedio aproximado de nueve.
Respecto a la salud la menor no cuenta con el Servicio
Médico del IMSS o ISSSTE por parte del padre. Por lo que la menor y
familia acuden a médico particular. Por el momento la familia se
encontraba aparentemente sana.
La alimentación la señora XXXXXXX, su menor hija y
familia, mantienen sana alimentación, basada en frutas, verduras,
cereales, semillas, sopas, pastas, tortilla, lácteos, carnes, etcétera.
El vestir y calzado la niña XXXXXXX cuenta con buenas
condiciones de ropa e higiene.
Como conclusión:
Se puede concluir que la menor XXXXXXX habita en
apropiadas condiciones de vida, se encuentra en una familia que
protege sus derechos de niña como lo es a la educación, salud,
protección, a vivir en familia, la vivienda es propia, cuenta con todos los
servicios necesarios, al igual se encontraba aseada y ordenada, la
menor cuenta con su propia habitación y espacio para su sano
esparcimiento, en cuanto a su salud, se observa aparentemente sana y
con buena coloración, concerniente a su educación la menor en cita
continúa sus estudios escolares en línea debido a la pandemia covid-
19, su nivel educativo va acorde a su edad, en cuanto a su ropa y
calzado se encontraban en buenas condiciones, su alimentación es
balanceada, mantienen un estilo de vida y nivel económico medio y en
general sus condiciones de vida son buenas, aparentemente
mantienen una relación cordial para la estabilidad de la menor
XXXXXXX, la madre de la menor y esposo de XXXXXXX ejercen

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valores, reglas y límites familiares, el señor en comento se ha
encargado de apoyar a la señora XXXXXXX en la crianza de la niña
XXXXXXX desde que la menor tenía aproximadamente dos años de
edad; también se observan buenas condiciones de vida en los
mencionados y en beneficio de la menor. Se considera que la C.
XXXXXXX puede brindar un sano desarrollo económico, educativo,
familiar, social y cultural a su menor hija XXXXXXX; además se aprecia
que la señora XXXXXXX cuenta con habilidades de crianza apropiadas
para su hija XXXXXXX y familia.
Probanza con valor pleno ello de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 347 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado, toda vez que el referido dictamen cumple con todos y cada uno
de los requisitos a que se refiere el artículo 300 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado, a efecto de determinar la situación
real de la menor XXXXXXX.
Documental en vía de informe.- A cargo del licenciado
José Tomás Campos Castorena, Juez Primero de lo Familiar en el
Estado en relación al expediente XXXXXXX del índice del juzgado a su
cargo, presentado el veintitrés de marzo de dos mil veintiuno, visible a
fojas setenta y uno a ochenta y seis de autos, cuyo valor probatorio es
pleno en términos de lo que disponen los artículos 281 y 341 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado, al haber sido expedido
por servidor público en ejercicio de sus funciones, del que se
desprende que las partes en el citado juicio de Divorcio por Mutuo
Consentimiento lo son XXXXXXX y XXXXXXX, que en sentencia de
fecha siete de diciembre de dos mil diez se condenó a las partes a
cumplir con el convenio celebrado en autos donde se prevé sobre
alimentos definitivos y custodia. En auto de fecha cuatro de agosto de
dos mil quince se requirió a XXXXXXX para el cumplimiento voluntario
con la cláusula tercera del convenio que obra en autos. En sentencia
interlocutoria de fecha veintiuno de septiembre de dos mil quince se
aprobó la cantidad de OCHENTA Y UN MIL TRESCIENTOS
CINCUENTA Y CINCO PESOS CON TRES CENTAVOS por concepto
de pensiones alimenticias adeudadas de diciembre de dos mil diez a la
tercer semana de agosto de dos mil quince por XXXXXXX a favor de su
menor hija XXXXXXX, en seis de septiembre de dos mil dieciséis se
llevó a cabo la diligencia de requerimiento de pago y /o embargo. En
sentencia interlocutoria de fecha nueve de diciembre de dos mil
dieciséis se condenó a XXXXXXX a pagar a XXXXXXX por concepto
de pensiones alimenticias generadas a favor de su hija XXXXXXX la
cantidad de VIENTE MIL SEISCIENTOS NOVENTA Y UN PESOS
CON SETENTA Y OCHO SENTAVOS.
V. La opinión de la menor de edad XXXXXXX
De acuerdo con el artículo 12 de la Convención sobre los
Derechos del Niño, los niños que estén en condiciones de formarse un
juicio propio cuentan con el derecho de expresar su opinión libremente
en todos los asuntos que le afecten, por lo cual debe tener la
oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial, ya sea
directamente o por medio de un representante u órgano apropiado.
En el presente caso, el menor en cita, al cuatro de abril de
dos mil veintiuno, XXXXXXX, contaba con trece años de edad,
recabándose su opinión-foja 88 a 90 de los autos-, por medio de la
plataforma denominada “Zoom” la cual acorde con el protocolo de
actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren niños,
niñas y adolescentes, emitido por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, quedó registrada en grabación para integrarse al expediente
con la asistencia de un perito en materia de Psicología, así como la
participación de su Tutriz especial designada y del Agente del Ministerio
Público de la Adscripción, quien indicó:
XXXXXXX:
“…me llamo XXXXXXX, me gusta que me digan Jazmín,
tengo trece años, en mayo seis cumplo catorce años, estoy en segundo
de secundaria, no voy a la escuela porque las clases me las dan en
línea, nos mandan tareas por whatsapp y así, no me acuerdo cómo se
llama mi secundaria, sí fui a la secundaria en primer año de secundaria
pero fue poco tiempo, ese año lo terminé igual en videollamadas, yo
vivo con mi papá XXXXXXX, mi mamá XXXXXXX y mis dos hermanos
XXXXXXX XXXXXXX y XXXXXXX, él es el menor, mi dirección es
XXXXXXX, siempre hemos vivido aquí, me llevo muy bien con mi mamá
y con mi papá, son como mis amigos, cuando sea grande quiero ser
una pintora y viajar por el mundo y pintar, hago dibujos de caricaturas
en caricaturas o en computadora, tengo una tablet de dibujo y ahí lo
hago, yo aprendí sola, la tablet que tengo es una Samsung, mis papás
me la compraron.
Se le pregunta si conoce a XXXXXXX, responde: sí, es mi
padre, yo veo a XXXXXXX como mi papá, sé que XXXXXXX es mi papá

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porque mi mamá me habla mucho de él y yo lo veía de muy chiquita, no
recuerdo cuántos años tenía pero ya han pasado muchos años sin
verlo, como a los siete años lo dejé de ver, no recuerdo bien, desde ese
tiempo no lo he visto, en la calle sí me lo encuentro pero nada más me
saluda de lejos y no se acerca, sí lo ubico si o veo en la calle. Mi mamá
me dice que XXXXXXX es una gran persona y que siempre me ha
querido, yo creo que sí me quiere.
Continúa diciendo: yo sé que estoy aquí para responder unas
preguntas sobre mi papá XXXXXXX, eso me dijeron mis papás, para
resolver algo, creo que es para que solamente me eduque mi mamá o
algo así, a mí se me hace bien porque yo casi no lo he visto, sí sabía
que puedo convivir con mi papá, sí me gustaría convivir con mi papá
para conocerlo mejor. No me hace falta nada, soy muy feliz con lo que
tengo, emocionalmente también estoy muy bien y no me falta nada,
XXXXXXX me trata muy bien…”
La psicóloga adscrita al Poder Judicial del Estado licenciada
XXXXXXX dictaminó:
“…La menor de edad se encuentra bien ubicada en persona,
tiempo y espacio como es adecuado a su edad; su conciencia es lúcida,
sus periodos de atención son adecuados, su pensamiento es lógico y
coherente, su memoria se encuentra conservada, no parece tener
alteraciones perceptuales. Cuenta con un lenguaje tanto expresivo
como receptivo adecuado a su edad, tiene un buen nivel de
socialización y cursa el grado escolar que le corresponde.
Con base en lo anterior dictamino que la menor de edad
cuenta con la madurez adecuada a su edad, la cual es suficiente para
que comprenda la situación familiar que vive, así como las
implicaciones de lo que se pretende llevar a cabo con respecto a la
guarda y custodia y pérdida de la patria potestad, toda vez que la niña
cuenta con suficiente información adecuadamente manejada para
comprender dichos trámites, por lo que la adolescente expresa sus
deseos de forma libre.
De la observación de la conducta y el dicho de la
adolescente se desprende que actualmente es bien atendida por su
madre, puesto que presenta adecuado aliño personal, apariencia sana y
desarrollo acorde a su edad, se advierte, además, que se encuentra
estable física, emocional e intelectualmente, aunado a que en
apariencia sus relaciones familiares dentro de su núcleo en su hogar
son sanas, por lo que considero conveniente para la adolescente
continuar bajo el cuidado de su madre para que siga favoreciendo su
sano desarrollo integral…”.
Este dictamen merece valor probatorio de acuerdo con los
citados artículos 242 Bis fracción V, 300 y 347 del Código de
Procedimientos Civiles de Aguascalientes.
Además la Licenciada XXXXXXX tutriz especial de la menor
de edad, manifestó:
“,,,la pérdida de la patria potestad por el señor XXXXXXX se
justifica por el incumplimiento grave de los deberes inherentes a la
misma, ya que, en definitiva, lo que importa es el bien de la hija, cuyo
interés es el único y exclusivo fundamento de la función en la que se
configura la patria potestad. Su señoría, al analizar el abandono de la
menor de edad como causal para decretar la pérdida de la patria
potestad, debe interpretar el término “abandono” no solo en su acepción
más estricta, entendido como dejar desamparada a la hija, sino también
en la amplia, incluso en el caso de que las necesidades de la menor
queden cubiertas por la intervención de otras personas. Así las cosas,
se estima que en los casos de abandono sancionados con la pérdida de
la patria potestad, existe una abdicación total, voluntaria e injustificada
de los deberes inherentes a dicha función. Asimismo, en aras de
proteger a la menor, su Señoría deberá analizar las causas del
abandono, la edad de la menor, su madurez y autonomía, resultando
patente el radical desinterés del padre respecto de la menor, lo que
denota una situación de absoluto desprecio a las obligaciones
parentales más elementales y primarias respecto de la menor. Razones
ellas y que al ser su madre quien le proporciona los cuidados y
atenciones que requiere conforme a su edad, estado y condición, es
que deberá continuar ella con el ejercicio de la guarda y custodia para
procurar su bienestar y desarrollo…”.
De igual forma la Licenciada XXXXXXX Agente del Ministerio
Público, adscrita a este Juzgado, señaló: “…que toda vez que tanto del
dicho de la adolescente XXXXXXX como del dictamen emitido por la
perito en psicología adscrita a Poder Judicial, se advierte que dicha
adolescente al vivir con su madre se encuentra estable física,
emocional e intelectualmente, es que esta representación social
considera que es precisamente con XXXXXXX con quien debe
continuar bajo su guarda y custodia. En lo que respecta a la pérdida de

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patria potestad reclamada por la parte actora, estimo que dentro del
presente expediente ha quedada acreditada causal suficiente para tal
efecto y, por tanto, debe declararse procedente dicha prestación…”.
VI. Estudio de la acción de pérdida de la patria potestad
ejercida por XXXXXXX.
En el presente caso, la controversia planteada involucra los
derechos fundamentales de la menor de edad XXXXXXX, como se
expone enseguida.
Del atestado de nacimiento de XXXXXXX –foja 6-, revela su
minoría de edad, de acuerdo con el artículo 670 del Código Civil de
Aguascalientes, al no tener dieciocho años cumplidos.
Pues bien, al exigirse la pérdida de la patria potestad, se
involucra en tal controversia su derecho de no ser separado de sus
progenitores, derecho reconocido en los artículos 4 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 9 de la Convención Sobre
los Derechos del Niño, 23 de la Ley para la Protección de los Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes, 466, 439 y 440 del Código Civil de
Aguascalientes.
Por tanto, el reclamo de XXXXXXX, para que se le otorgue
de forma exclusiva la patria potestad de la menor de edad en cita, se
realizará tomando como principio rector el Interés Superior del menor,
además, supliendo la queja en toda su amplitud y en beneficio de los
infantes y la adolescente.
Debe precisarse, que de una interpretación armónica de los
artículos 434, 436, 439, 441 y 448 del Código Civil del Estado, la patria
potestad se ejerce sobre la persona y bienes de los hijos, y queda
sujeto en cuanto a la guarda, educación de los menores de edad.
En la especie, XXXXXXX, exigió la pérdida de la patria
potestad que ejerce XXXXXXX, sobre la menor de edad XXXXXXX.
En ese sentido, la causal prevista en la fracción III del
artículo 466 del Código Civil del Estado, a la letra dice:
“La patria potestad se pierde por resolución
judicial:(...)
III.- Cuando por las costumbres de los padres, malos
tratamientos o abandono de sus deberes, pudiera
comprometerse la salud, la seguridad o el desarrollo
psicosexual, afectivo, intelectual o física de los hijos,
aún cuando estos hechos no cayeren bajo la sanción de
la normatividad penal;
De lo anterior precepto legal se advierten que se tiene
que justificar aquellas conductas que se consideran:
1) Malas costumbres; o
2) Malos tratamientos; o
3) Abandono de deberes por parte del progenitor en
agravio de los menores de edad.
Además, que aquellos comprometan la salud, seguridad
o moralidad de los hijos.
La parte actora XXXXXXX, afirma que el demandado ha
abandonado a su hija definitivamente, abandonando sus deberes y
comprometido el desarrollo afectivo que los une, por lo que la
accionante es quien se ha hecho totalmente cargo de su menor hija.

Bajo estas condiciones, se puntualiza que de acuerdo con


los hechos narrados por la parte actora en su escrito de demanda, se
actualiza la hipótesis prevista por el artículo 466 fracción III del Código
Civil del Estado, ya que se justifica plenamente que XXXXXXX, ha
incumplido con su deber de dar alimentos, atención y cuidado a la
menor de edad XXXXXXX, conducta que es contraria a la finalidad de
prevención y conservación de la integridad física y moral de su hija
inmersa en la figura en estudio, porque ha quedado demostrado que
no tiene interés alguno para proveer la subsistencia, cuidado y
educación de la menor, conducta que es contraria a la finalidad en
cita, porque los alimentos tienden a la satisfacción de sus necesidades
de subsistencia y éstas se actualizan día con día, por lo que no puede
quedar al arbitrio del deudor proporcionarlos por las cantidades y
tiempos que estime necesarios. Además, los artículos 3 y 27 de la
Convención sobre los Derechos del Niño1, deben adoptarse las

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ARTÍCULO 3.- 1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.2. Los Estados Partes se
comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo
en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y,
con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas. 3 Los Estados Partes se
asegurarán de que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de
los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de
seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una
supervisión adecuada.
ARTÍCULO 27- 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para
su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. 2. A los padres u otras personas encargadas del niño
les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos,
las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. 3. Los Estados Partes, de acuerdo
con las condiciones nacionales y con arreglo a sus medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los
padres y a otras personas responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario,
proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutrición, el
vestuario y la vivienda. 4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago

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medidas necesarias para proteger el interés superior del niño, en
especial por lo que se refiere a la obligación de los padres de
proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las
condiciones de vida que sean necesarias para su desarrollo.

Lo anterior tiene sustento en la Jurisprudencia, emitida en


la novena época, registro 172720, emitida por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, Primera Sala, localizable en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXV, abril de 2007. Tesis:
1a./J. 14/2007, página 221, cuyo rubro indica:
“PATRIA POTESTAD. EL CUMPLIMIENTO PARCIAL O
INSUFICIENTE DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA SIN CAUSA
JUSTIFICADA POR MÁS DE NOVENTA DÍAS GENERA SU
PÉRDIDA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 444, FRACCIÓN IV,
DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE A
PARTIR DEL 10 DE JUNIO DE 2004). De la interpretación histórico-
teleológica del citado precepto, reformado mediante Decreto publicado
en la Gaceta Oficial de la entidad el 9 de junio de 2004, se concluye
que el cumplimiento parcial o insuficiente de la obligación alimentaria
por más de noventa días, sin causa justificada a criterio del juzgador,
da lugar a que se actualice la causal de pérdida de la patria potestad
establecida en la fracción IV del artículo 444 del Código Civil para el
Distrito Federal, pues esa conducta del deudor alimentista es contraria
a la finalidad de prevención y conservación de la integridad física y
moral de los hijos inmersa en la figura de la patria potestad, ya que los
alimentos tienden a la satisfacción de sus necesidades de subsistencia
y éstas se actualizan día con día, por lo que no puede quedar al arbitrio
del deudor proporcionarlos por las cantidades y en los tiempos que
estime necesarios. Además, de acuerdo con el preámbulo y los
artículos 3 y 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño, este
país se ha obligado a adoptar las medidas necesarias para proteger el
interés superior del niño, en especial por lo que se refiere a la
obligación de los padres de proporcionar, dentro de sus posibilidades y
medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para
su desarrollo. Ahora bien, para determinar en cada caso concreto que
el deudor alimentario sólo ha cumplido su obligación de manera parcial
o insuficiente, es preciso que esté determinada la respectiva pensión
(provisional, definitiva o convenida por las partes), de manera que
basta con que el Juez verifique que efectivamente no se ha cubierto su
monto total por más de noventa días y que a su prudente arbitrio no
existe una causal justificada para ello.
Contradicción de tesis 47/2006-PS. Entre las sustentadas
por los Tribunales Colegiados Décimo Tercero y Octavo, ambos en
Materia Civil del Primer Circuito. 10 de enero de 2007. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés
Rodríguez.

de la pensión alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera
por el niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero. En particular, cuando la persona
que tenga la responsabilidad financiera por el niño resida en un Estado diferente de aquel en que resida el
niño, los Estados Partes promoverán la adhesión a los convenios internacionales o la concertación de dichos
convenios, así como la concertación de cualesquiera otros arreglos apropiados.
Tesis de jurisprudencia 14/2007. Aprobada por la Primera
Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha veinticuatro de enero de
dos mil siete.
Nota: Por ejecutoria del veintiuno de noviembre de dos mil
doce, la Primera Sala declaró improcedente la solicitud de modificación
de jurisprudencia 13/2012 derivada de la solicitud de la que fue objeto
el criterio contenido en esta tesis, toda vez que estimó innecesario
modificar la presente tesis jurisprudencial al tenor de las razones
expuestas en la solicitud respectiva”.

Por tanto, queda plenamente justificado que XXXXXXX, dejó


de suministrar de manera injustificada las necesidades alimenticias de
su hija XXXXXXX, sin considerar que su obligación alimentaria se
encuentra inherente al ejercicio de la patria potestad, sustentado en el
estado de necesidad de dicha menor de edad, quien no puede cubrir
por sí misma los gastos necesarios para su subsistencia.
Debe precisarse, que el deber que tienen los padres de
proveer la asistencia y protección de sus hijos, juegan una importancia
determinante para su subsistencia y desarrollo, por ello el abandono de
tales deberes se considera por la ley en el mismo rango que la
depravación de las costumbres de los padres y los malos tratamientos,
toda vez que dicho abandono puede llegar a comprometer la salud y la
seguridad de dichos menores a quien su progenitor debe cuidar y por
quien deben velar, comprometiéndose también la salud mental y la
moralidad, ante el ejemplo de rechazo y falta de responsabilidad que
revela el abandono de mérito.
Sin que de lo actuado se advierta ninguna causa que
justifique el abandono en que el demandado incurrió, con lo que se
acredita, a su vez, la sanción que la ley establece para dicha omisión,
pues de ninguna manera puede sostenerse que sea benéfico para la
salud mental y la moralidad de la menor el hecho de verse abandonada
o descuidada en el aspecto material y moral por su padre, pues dicha
omisión constituye un ejemplo que no se debe seguir, quien puede ver
como un hecho normal que el padre incumpla o desatienda sus
obligaciones de progenitor.
Asimismo se creó convicción en esta autoridad, respecto al
abandono del deber que como padre corresponde, ya que el
demandado no ha procurado la convivencia con su hija, ni ha cumplido
las obligaciones que la patria potestad conllevan, respecto a la
educación y atención de su hijos, pues la patria potestad no solo es un
derecho del padre hacia los hijos, sino que constituye una función que

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se encomienda a los padres en beneficio de los hijos y que está dirigida
a la protección y formación integral y que debe fortalecer la relación
paterno-filial, pues los menores de edad requieren la protección de sus
padres y por ello el no contribuir con los aspectos de educación,
atención, cuidado, formación psicológica y moral, configura
evidentemente abandonó de deberes, pues los padres tienen la
obligación de velar por la salud e integridad así como su desarrollo
afectivo, pues de lo contrario pueden llegar a sentirse no queridos, lo
que es contrario a la finalidad de prevención y conservación de la
integridad física y moral de sus hijos inmersa en la figura en estudio, ya
que quienes ejercen la patria potestad sobre un menor de edad, con
independencia a que vivan en el mismo domicilio o no, están obligados
a procurar la seguridad física, psicológica y sexual, fomentar hábitos
adecuados de alimentación, de higiene personal y desarrollo físico, así
como a impulsar habilidades de desarrollo intelectual y escolar, y
siendo el caso que los menores de edad objeto del presente asunto, no
fueron atendidos en dichos aspectos por su padre, quien no ha
procurado la convivencia con su hija, es claro que se actualiza la
hipótesis contemplada por la fracción III del artículo 466 del Código
Civil del Estado.

Ahora, para resolver sobre la presente controversia, es


oportuno señalar que la pérdida de la patria potestad que prevé el
artículo 466 del Código Civil del Estado, es una sanción de notoria
excepción, toda vez que por regla general ambos padres deben
ejercerla; por ello, las causas para la pérdida de la patria potestad,
deben ser consideradas de estricta aplicación, de manera que
únicamente cuando haya quedado probada una de las causales de la
pérdida de la patria potestad, de modo indiscutible, debe decretarse
dicha perdida.
Ahora, como se ha visto, de las pruebas aportadas se ha
acreditado el abandono de deberes a que se refiere la fracción III del
artículo 466 antes invocado. Sirve de apoyo jurídico, la jurisprudencia
sustentada por la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, consultable en el Apéndice 2000, Séptima Época, Tomo IV,
materia civil, tesis 310, página 262, que es del rubro y texto siguiente:
“PATRIA POTESTAD PRUEBAS PARA LA PERDIDA DE
LA. Como la condena a la perdida de la patria potestad acarrea graves
consecuencias perjudiciales tanto para los hijos como para el
progenitor, para decretarla, en los casos excepcionales previstos por la
ley, se requiere de pruebas plenas indiscutibles, que sin lugar a dudas
hagan manifiesta la justificación de la privación”.

Por ende, con fundamento en lo dispuesto por los artículos


466 fracciones I y III, del Código Civil en relación a los artículos 82 y
371 del Código de Procedimientos Civiles ambos del Estado, se
condena a XXXXXXX a la Pérdida de la Patria Potestad en relación
con la menor de edad XXXXXXX y como consecuencia, corresponde a
XXXXXXX, el ejercicio exclusivo de la Patria Potestad, Guarda y
Custodia de su hija XXXXXXX.

VII.- Estudio de la Convivencia.

Ahora bien, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 9 de la


Convención de los Derechos del Niño, el hecho de que su progenitor
haya perdido los derechos inherentes a la patria potestad, no impide,
necesariamente que siga conviviendo con su hijos, porque es un
derecho que subsiste en relación con dichos infantes, siempre y
cuando no resulte perjudicial para ellos.

Esto es así, porque conforme a lo establecido por el artículo


440 del Código Civil del Estado, no pueden impedirse, sin justa causa,
las relaciones personales entre los menores de edad y su progenitor,
sin que exista una norma expresa que establezca la pérdida del
derecho a la convivencia, como consecuencia de la pérdida de la patria
potestad, sino solamente a regular el supuesto de la convivencia
cuando se ejerce la patria potestad por ambos progenitores; tampoco
se desprende una prohibición para que el progenitor que perdió la
patria potestad por el incumplimiento a su obligación alimentaria, pueda
convivir con sus hijos menores, sino únicamente limitarse o
suspenderse, en los supuestos de incumplimiento a las obligaciones de
crianza o peligro para la salud e integridad física, psicológica o sexual
de los hijos, con la finalidad de que los menores de edad tengan un
desarrollo armónico y saludable; así se desprende de la exposición de
motivos de esa reforma; de ese modo, es que atendiendo al artículo 9,
inciso 3, de la Convención sobre los Derechos del Niño, se reconoce el
derecho fundamental de los menores a que cuando estén separados
de uno o de ambos padres, los Estados respetarán ese derecho a
mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres
de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño.

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Ese derecho de convivir con los padres no se encuentra
sujeto a que alguno de ellos haya perdido la patria potestad que ejercía
sobre sus hijos, sino que el dato destacado es que la menor viva
separada de ellos, y lo que se garantiza es su derecho a mantener
relaciones personales y contacto directo de modo regular, ya que lo
que interesa es que exista un sano y armonioso desarrollo de su
personalidad, y la necesidad de que crezcan en el seno de una familia,
en un ambiente de felicidad, amor y comprensión, como se deriva del
preámbulo de la citada convención.
Esto así ha sido definitivo por el criterio jurisprudencial
emitido por los Tribunales Colegiados de Circuito, en la novena época,
localizable bajo el registro 164285, en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, tomo XXXII, de julio de 2010, Tesis:
I.3o.C.821 C, página: 2006, que señala al rubro:
“PATRIA POTESTAD. SU PÉRDIDA POR
INCUMPLIMIENTO A LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA, NO IMPLICA
LA RESTRICCIÓN DEL DERECHO DEL MENOR A LA
CONVIVENCIA (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 417 DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL VIGENTE HASTA EL
UNO DE FEBRERO DE DOS MIL SIETE Y 416 BIS VIGENTE A
PARTIR DEL DOS DE FEBRERO DE DOS MIL SIETE). La patria
potestad es un conjunto de facultades, derechos y deberes que existen
entre el o los progenitores y su descendiente menor de edad, que tiene
como objeto la educación, asistencia y protección de su persona y
bienes. Si las facultades, derechos y deberes que puede ejercer el
progenitor se bifurcan en cuanto a la persona y bienes del menor hijo, y
la sanción civil establecida relativa a la pérdida de la patria potestad no
hace alguna distinción, debe concluirse que esa pérdida implica los
derechos y facultades otorgados al ascendiente, intrínsecos al ejercicio
de la patria potestad. El artículo 417 del Código Civil para el Distrito
Federal, anterior a la reforma publicada en la Gaceta Oficial el dos de
febrero de dos mil siete, indica que los que ejercen la patria potestad,
aun cuando no tengan la custodia, tienen el derecho de convivencia
con sus descendientes, salvo que exista peligro para éstos. Sobre esta
base, se dispone que no podrán impedirse, sin justa causa, las
relaciones personales entre el menor y sus parientes, y si hubiere
oposición, a petición de cualquiera de ellos, el Juez de lo familiar
resolverá lo conducente en atención al interés superior del menor. La
norma es clara y expresa en cuanto a que sólo por mandato judicial
podrá limitarse, suspenderse o perderse el derecho de convivencia
indicado, así como en los casos de suspensión o pérdida de la patria
potestad, conforme a las modalidades que para su ejercicio se
establezcan en el convenio o resolución judicial. Y se ordena que el
Juez de lo familiar incluso podrá decretar el cambio de custodia de los
menores cuando quien tenga decretada judicialmente la custodia
provisional o definitiva sobre ellos, realice conductas reiteradas para
evitar la convivencia de los menores con la persona o personas que
tengan reconocido judicialmente su derecho a la misma. Luego, la
pérdida del derecho de convivencia sólo puede tener como fuente una
determinación judicial, atendiendo a las circunstancias del caso, y las
modalidades de su ejercicio quedar sujetas a lo que el Juez determine,
por lo que no puede suponerse o desprenderse implícitamente aquella
consecuencia jurídica sino que, acorde con el principio de legalidad
tutelado por el artículo 16 de la Constitución Federal, el Juez debe
expresar los motivos y fundamentos de ello, y será perfectamente
compatible con la posibilidad de que existiera la pérdida de la patria
potestad. Esa norma que regulaba el derecho de convivencia fue objeto
de una reforma el dos de febrero de dos mil siete, para quedar ubicado
en el artículo 416 Bis del Código Civil para el Distrito Federal, que
dispone que el derecho de convivencia que se regula es el habido entre
progenitores e hijos que estén bajo la patria potestad, aun cuando no
vivan bajo el mismo techo y ascendientes e hijos y sólo si existe
oposición, el Juez de lo familiar debe resolver, atendiendo al interés
superior del menor, previa audiencia de este último. De lo expuesto no
aparece una norma expresa que establezca la pérdida del derecho a la
convivencia, como consecuencia de la pérdida de la patria potestad,
sino solamente a regular el supuesto de la convivencia cuando se
ejerce la patria potestad por ambos progenitores; tampoco se
desprende una prohibición para que el progenitor que perdió la patria
potestad por el incumplimiento a su obligación alimentaria, pueda
convivir con el menor, sino únicamente limitarse o suspenderse, en los
supuestos de incumplimiento a las obligaciones de crianza o peligro
para la salud e integridad física, psicológica o sexual de los hijos. La
intención del legislador con esa reforma legal se orientó por el
contenido de los tratados internacionales suscritos por el Estado
mexicano y la posibilidad de ofrecer al menor las oportunidades para su
desarrollo armónico y saludable; así se desprende de la exposición de
motivos de esa reforma; de ese modo, es que atendiendo al artículo 9,
inciso 3, de la Convención sobre los Derechos del Niño, se reconoce el
derecho fundamental del menor a que cuando esté separado de uno o
de ambos padres, los Estados respetarán ese derecho a mantener
relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo
regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño. Ese
derecho de convivir con los padres no se encuentra sujeto a que
alguno de ellos haya perdido la patria potestad que ejercía sobre el
mismo, sino que el dato destacado es que el menor viva separado de
ellos, y lo que se garantiza es su derecho a mantener relaciones
personales y contacto directo de modo regular, ya que lo que interesa
es que exista un sano y armonioso desarrollo de su personalidad, y la
necesidad de que crezca en el seno de una familia, en un ambiente de
felicidad, amor y comprensión, como se deriva del preámbulo de la
citada convención.
Amparo en revisión 334/2009. 4 de marzo de 2010.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José
Luis Evaristo Villegas.
1
Tesis consultable en la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, XXI, Mayo de 2005, Tesis:
I.4o.C.81 C, Página: 1499.”

Además, le resulta aplicable, la Tesis consultable en la


Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
XXI, Mayo de 2005, Tesis: I.4o.C.81 C, Página: 1499, la cual al rubro
dice:
“PATRIA POTESTAD. SU PÉRDIDA NO SE
CONTRAPONE CON EL DERECHO DE VISITAS. Aun cuando la

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pérdida de la patria potestad lleve consigo la pérdida de derechos por
parte de quien ha sido sancionado de esa forma, no puede afectarse a
quien sin ser parte en la controversia, tiene derecho a convivir con el
progenitor al cual se ha privado de la patria potestad, y que dada su
minoría de edad no puede actuar sino mediante la representación de
quien actuó precisamente como contraparte de aquél; por
consiguiente, en respeto al derecho que tiene el menor de convivir con
sus progenitores, aun cuando éstos ya no vivan juntos, derecho que se
encuentra consignado en la Convención sobre los Derechos del Niño,
de la cual es signante este país, es de estimarse que corresponde al
juzgador determinar lo procedente respecto a las convivencias
familiares entre el hijo y el progenitor que ha perdido la patria potestad,
a efecto de establecer si éstas son o no contrarias al interés del niño, y
en su caso precisar las condiciones en que tal derecho se ha de
ejercitar.”
Amparo en revisión 824/2005. 16 de febrero de 2005.
Unanimidad de votos. Ponente: Marco Antonio Rodríguez Barajas.
Secretaria: Leticia Araceli López Espíndola”.

En ese sentido, y atendiendo al multicitado interés de la


menor de edad XXXXXXX, esta autoridad determina que se dejan a
salvo los derechos de la referida menor, para que con posterioridad
y de manera independiente al presente juicio, si a su derecho conviene
ejerzan su derecho de convivencia con su padre.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. Se declara que procedió la Vía Única Civil y en
ella la actora XXXXXXX, probó su acción de Pérdida de Patria
Potestad, acreditándose la causal contenida en las fracciones I, y III del
artículo 466 del Código Civil del Estado.
SEGUNDO. La parte demandada XXXXXXX, contestó la
demanda instaurada en su contra.
TERCERO. Se condena a XXXXXXX, a la pérdida de la
patria potestad que ejerce respecto de su menor hija XXXXXXX.
CUARTO. Se declara que corresponde a XXXXXXX el
ejercicio exclusivo de la Patria Potestad, Guarda y Custodia de su hija
menor de edad XXXXXXX.
QUINTO. Se dejan a salvo los derechos de la menor de
edad XXXXXXX respecto a la convivencia con su progenitor, lo cual
deberá tramitarse de manera independiente.
SEXTO. En términos de lo previsto en el artículo 73 fracción
II, de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información
Pública, misma que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación
el día trece de agosto de dos mil veinte, se ordena se proceda a la
elaboración y publicación de la versión pública de la presente sentencia
siguiendo lo establecido en los Lineamientos para la Elaboración de
Versiones Públicas de Sentencias y Resoluciones dictadas por los
Juzgados y Salas del Poder Judicial del Estado de Aguascalientes.
SÉPTIMO. Notifíquese personalmente.-
A S I, lo sentenció definitivamente y firma el Juez Cuarto
Familiar en el Estado, Licenciado Genaro Tabares González, ante la
Secretaria de Acuerdos Interina Licenciada Fátima Montserrat
Hernández Montoya, que autoriza. DOY FE.-

La presente resolución se publica en Lista de Acuerdos de


fecha siete de julio de dos mil veintiuno, lo que hace contar la
Secretaria de Acuerdos Interina Licenciada Fátima Montserrat
Hernández Montoya. Conste.-
L´CISR*

La licenciada CLAUDIA ISABEL SÁNCHEZ RANGEL, Secretaria de Acuerdos y/o


Estudio y Proyectos, adscrita al Órgano Jurisdiccional, hago contar y certifico que este
documento corresponde a una versión pública de la sentencia 0297/2020 dictada en
fecha seis de julio de dos mil veintiuno por el Juez Cuarto Familiar del Primer Partido
Judicial del Estado, conste de diez fojas útiles. Versión pública elaborada de
conformidad a lo previsto por los artículos 3 fracciones XII y XXV; 69 y 70 de la Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Aguascalientes y sus
Municipios, 113 y 116 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información
Pública; así como del trigésimo octavo de los Lineamientos Generales en Materia de
Clasificación y Desclasificación de la Información, así como para la elaboración de
versiones públicas, se suprimió: el nombre de las partes, la menor de edad, testigos,
número de expediente, de los informantes, peritos, agente del ministerio público, tutriz,
domicilios, información que se considera legalmente como confidencial por
actualizarse lo señalado en los supuestos normativos en cita. Conste.

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