0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
6 vistas5 páginas
El documento narra la historia de Silvestre, un niño que sobrevivió a la Guerra de la Triple Alianza. Sus padres murieron durante la guerra y él quedó huérfano a los 12 años. Más tarde se casó y tuvo un hijo llamado Emiliano R. Fernández, quien se convertiría en el más grande poeta y músico popular de Paraguay. A pesar de haber crecido como un niño desamparado durante la guerra, Emiliano encontró su vocación en la música y honró la memoria de su madre y de su país a
El documento narra la historia de Silvestre, un niño que sobrevivió a la Guerra de la Triple Alianza. Sus padres murieron durante la guerra y él quedó huérfano a los 12 años. Más tarde se casó y tuvo un hijo llamado Emiliano R. Fernández, quien se convertiría en el más grande poeta y músico popular de Paraguay. A pesar de haber crecido como un niño desamparado durante la guerra, Emiliano encontró su vocación en la música y honró la memoria de su madre y de su país a
El documento narra la historia de Silvestre, un niño que sobrevivió a la Guerra de la Triple Alianza. Sus padres murieron durante la guerra y él quedó huérfano a los 12 años. Más tarde se casó y tuvo un hijo llamado Emiliano R. Fernández, quien se convertiría en el más grande poeta y músico popular de Paraguay. A pesar de haber crecido como un niño desamparado durante la guerra, Emiliano encontró su vocación en la música y honró la memoria de su madre y de su país a
El niño en cuestión había nacido en Acahay, un 31 de diciembre de 1856.
Cuando estalló la Guerra contra la Triple Alianza contaba con apenas 8 años de edad.
Su padre se enlistó en el Campamento Cerro León, y ya nunca más se supo de
él, probablemente murió en algún estero de los extensos campos del Ñeembucú.
En esas condiciones, este niño de nombre Silvestre se trasladó con su madre,
más dos primos y las madres de ellos a Ybytymí. Cuando se inició el éxodo que siguió al ejército del Mariscal López en 1868, la caravana de parientes se puso en marcha, llegando a las cercanías de Piribebuy en julio de 1869.
Allí se destacarían las madres de esos tres niños en la defensa de la plaza
durante el combate del 12 de agosto en esta ciudad. La madre de Silvestre sería violada y asesinada por los brasileros. Las otras dos mujeres-madres, serían torturadas terriblemente hasta morir.
Silvestre, con apenas 12 años, quedaba solo en el mundo.
Cuatro días después, el 16 de agosto, las fuerzas de Argentina, Brasil y Uruguay unidas, daban alcance y atacaban a la retaguardia paraguaya al mando de Bernardino Caballero, en los campos de Acosta Ñu. Silvestre, como miles de otros niños, sería movilizado para entrar en combate.
Él y uno de sus primos, Apolinaro, salvaron sus vidas milagrosamente, no así el
tercero de ellos, que moriría incinerado. Posteriormente Silvestre llegaría incluso hasta Cerro Corá, con los restos que quedaban del ejército del Mariscal López.
Terminada la guerra empezó una vida de nómada, siendo ayudado en dos
oportunidades por el mismo Bernardino Caballero, quien lo alojó en su casa.
Ya adulto, Silvestre vuelve a Acahay con el objetivo de buscar a los pocos
parientes que creía tener todavía. Allí conocerá a Bernarda Rivarola, sobrina del Coronel Valois Rivarola, y con ella, Silvestre formaría una familia.
Silvestre y Bernarda tendrían un solo hijo, que nació el 8 de agosto de
1894, en una localidad de Guarambaré. Ya de adulto, este niño se destacaría en la Música, utilizando en sus composiciones los dos idiomas patrios, lo que se conoce como el “jopará”, resumiendo en ellos la plenitud de los matices de su amado Paraguay.
En homenaje a su madre, este músico prefirió que lo conozcan con el
apellido de ella: Rivarola. Pero, finalmente, pasaría a la Historia con la forma de una simple: «R»…
Ese niño, se llamaba Emiliano R. Fernández.
Cada vida cuenta… cada vida es valiosa. Así, de un niño huérfano, desamparado y solo, sobreviviente de una guerra, donde sus condiciones de vida no podían ser peores, nace el más grande poeta y músico popular del Paraguay. Guitarrero y bohemio, describe en sus versos como 13 Tuyutí, o Che la Reina, los momentos más gloriosos que le tocaron vivir durante la Guerra del Chaco.