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La Revolución Rusa de 1917

La Revolución Rusa de 1917 fue un acontecimiento histórico que provocó profundos cambios en

la sociedad y el gobierno rusos. Sus causas se pueden dividir en tres factores principales. En

primer lugar, la insatisfacción social y económica generalizada, incluida la pobreza extrema, la

discriminación y la represión bajo el régimen zarista, llevaron a los ciudadanos de Rusia a buscar

un cambio fundamental. En segundo lugar, la participación de Rusia en la Primera Guerra

Mundial causó un sufrimiento generalizado y agotó los recursos del país, exacerbando el

descontento popular dentro de Rusia. Finalmente, la autocracia del zar, que concentraba todo el

poder en manos de la familia Romanov, se había vuelto insostenible y despreciada por una gran

parte de la sociedad. Los principales acontecimientos de la Revolución Rusa se desarrollaron en

tres etapas. Inicialmente, la Revolución de Febrero de 1917, también conocida como Revolución

de Febrero, resultó en la muerte del rey Nicolás II y el establecimiento de un gobierno

provisional. Sin embargo, este nuevo gobierno fue incapaz de resolver cuestiones básicas, lo

que condujo a la segunda fase, la Revolución de Octubre, liderada por los bolcheviques bajo el

mando de Vladimir Lenin. Esta revolución resultó en que los comunistas tomaran el poder y el

establecimiento de un gobierno comunista bajo la dirección del Partido Comunista. Finalmente,

los efectos de la Revolución Rusa fueron significativos. Bajo el liderazgo de Lenin, se estableció

un régimen comunista que marcó el comienzo de la Unión Soviética. No obstante, esto

desencadenó una guerra civil en Rusia entre las fuerzas comunistas (los rojos) y sus oponentes

(los blancos). La guerra civil devastó el país hasta que finalmente se estableció el gobierno

comunista y en 1922 se estableció la Unión Soviética, que permaneció en el poder hasta el


colapso de la Unión Soviética en 1991. Después de la Segunda Guerra Mundial, la propaganda

tuvo un papel importante en la configuración de la opinión pública. Percepción y política en

Estados Unidos. Durante este período, la Guerra Fría y la rivalidad con la Unión Soviética

alimentaron una intensa campaña de propaganda anticomunista. El gobierno y los medios de

comunicación de Estados Unidos describieron el comunismo como una amenaza existencial a la

libertad y la democracia, lo que resultó en una polarización ideológica en la sociedad. Los

medios de comunicación y las películas también se transformaron en eficaces herramientas de

propaganda, creando una narrativa que enfatizaba los valores estadounidenses y al mismo

tiempo demonizaba al enemigo comunista. Esta propaganda no sólo influyó en la percepción

pública, sino que también ayudó a la carrera armamentista entre Estados Unidos y la Unión

Soviética, ya que ambos países buscaron fortalecer sus arsenales nucleares para demostrar su

superioridad. Por otro lado, en la Unión Soviética la propaganda se centró en promover el

comunismo y la supuesta superioridad del sistema soviético. El gobierno tenía control total

sobre los medios de comunicación, lo que le permitía difundir su mensaje en una sola dirección.

La propaganda soviética también se centró en pintar una imagen negativa de Occidente y el

capitalismo, presentándolos como decadentes y explotadores. Esto contribuyó a crear una

percepción negativa de Occidente en la mente de los ciudadanos soviéticos y mantuvo el

control del Partido Comunista sobre la sociedad. En resumen, la propaganda jugó un papel

fundamental en la configuración de la percepción pública en los Estados Unidos y la Unión

Soviética después de la Segunda Guerra Mundial, contribuyendo a la polarización ideológica, la

carrera armamentista y el mantenimiento del control estatal en ambos países durante la Guerra

Fría. Sus efectos persistieron en la percepción pública de ambos países durante décadas.
Durante la Guerra Fría ambos partidos tenían ideologías completamente polarizadas. El

gobierno de Estados Unidos quería evitar la expansión del comunismo en todo el mundo. Creían

que el comunismo era una forma de gobernar inferior y perjudicial y que su expansión sería

catastrófica, mientras que Rusia creía lo mismo sobre la democracia y el capitalismo. Ambos

creían en la difusión de sus opiniones políticas y se veían mutuamente como un peligro para sí

mismos. La Guerra Fría también se centró en la carrera espacial y armamentista que traería

múltiples avances tecnológicos al mundo. Después del uso de armas atómicas en la Segunda

Guerra Mundial, Rusia y los estados quisieron crear bombas más poderosas para poder

defenderse de un posible ataque de cualquiera de las naciones. Afortunadamente, estos

ataques nunca se iniciaron y el uso de estas poderosas armas no vio la luz. Mientras esto

sucedía ambos países también participaban en la carrera espacial para ver cuál de ellos sería

capaz de llegar primero a la exploración espacial. Mientras que Rusia parecía tener la ventaja al

enviar a la primera persona al espacio. Estados Unidos logró un objetivo más amplio al ser el

primero en llevar a personas como Neil Armstrong a la luna en 1969. La Guerra Fría terminó

siendo un evento muy impactante en las opiniones de ambos partidos políticos en todo el

mundo. Su impacto puede verse incluso hoy en día, cuando personas de todo el mundo ven las

diferencias entre comunismo y democracia.

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