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Inversión térmica 2/2

En las noches despejadas el suelo se enfría rápidamente, y


mucho, y a su vez enfría el aire en contacto con él que se
vuelve más frío que el que está encima. Este aire frío pesa
más, no puede ascender y no se mezcla. Esta situación
origina que las capas situadas encima al estar más calientes
presentan una situación anómala: una inversión térmica.
Generalmente, la inversión térmica se termina (rompe)
cuando se calienta el suelo con lo cual restablece la
circulación normal en la troposfera.

Si miramos una ciudad rodeada de montañas una mañana fría, en la que la noche anterior
fue despejada, vemos una capa de polución retenida encima (como una gran boina de
partículas de contaminación retenidas en una nube) que se mantiene fija. Por ella
detectamos que ahí existe una inversión térmica. Es el smog (mezcla de niebla y
contaminación).

Situación de un día normal


Situación con inversión térmica
Al descender hacia La Coruña desde Carballo una mañana en la que no haya brisa (cosa
muy rara en La Coruña) se puede ver una inversión sobre el polígono de La Grela. Pulsa
para ver desde una montaña las nubes retenidas sobre el valle por una inversión térmica.
Cuando existen condiciones de inversión térmica y se emiten contaminantes al aire se
acumulan (aumenta su concentración), debido a que permanecen retenidos, provocando una
contaminación atmosférica de consecuencias graves para la salud de los seres vivos. La
concentración de los gases tóxicos puede llegar a ser hasta 10 veces más alta que cuando no
existe inversión térmica.
Condiciones de inversión térmica de larga duración con contaminantes de dióxido de azufre
y partículas de hollín (el famoso smog) causaron la muerte de miles de personas en
Londres, Inglaterra en 1952 y en el Valle de Ruhr, Alemania en 1962. Actualmente en
Tokio y en otras ciudades se toman medidas para disminuir el consumo de calefacción y el
uso de vehículos si se producen esas condiciones.

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