Está en la página 1de 2

Inicia con la infancia de Camila, donde espera la llegada de su abuela “perichona”, que cuando Camila la

llama así su mamá la reta por referirse así a su abuela. La señora al llegar se dirige directamente a ella y
le pregunta su nombre, ya que ella había nacido cuando doña Perichona estaba en Janeiro, la niña le
responde muy dulce mente “me llamo Camila, abuela”. Al pasar varios años de esto, Camila crece y es
una joven adolecente que se enfrenta mucho a su padre, ya que hace cosas indebidas. Camila va a
confesarse en la iglesia del pueblo, inicia su confección con una disputa con su padre y desea que se
muera ya que el señor era demasiado correcto.

Seguidamente de esto, cuenta que su sueño con ella misma y que le daba vergüenza lo que soñó, el
padre le responde, que los sueños nacen del corazón y es ahí cuando ella se sorprende porque no era el
padre Félix el que la estaba escuchando.

-Pregunta Camila sorprendida “padre Félix?”

-El sacerdote responde “no soy el padre Félix”.

La joven decide no seguir confesándose con él, en ese momento fue el primer encuentro con el paddre
Ladislao.

Cabe decir que la joven se interesó por literatura, en la librería de don Marino, Camila compra libros
prohibidos por Rosas, el joven Ignacio encuentra una tarde a Camila en la librería llevando un libro
indebido y le pide que lo deje, ella le dice que es solo un libro y que si la estaba siguiendo ya que supuso
que él no compraría un libro, el joven seguidamente le dice que solo quiere protegerla, entonces Camila le
pide que la acompañe a casa, y se marchan junton.

En una fiesta Camila tiene vendados sus ojos, porque están jugando a atrapar una persona y descifrar
quien es, al intentar atrapar a alguien, se topa con el sacerdote, la joven empieza a tocar su rostro y tratar
de adivinar quién es, Camila pide que diga algo, el sacerdote le desea un muy feliz cumple , a lo cual ella
se da cuenta que es el padre de provincia.

Al pasar días la joven Camila empieza a sentir afecto por el padre Ladislao, cada vez demuestra más su
interés por él. Al inicio él la rechaza, porque es algo imposible, ya que él es un sacerdote y debe seguir el
mandato del celibato que esto es impuesto por la Iglesia Católica. Camila nuevamente no coincide con su
padre y sus principios, que una mujer soltera es un caos, un desorden de la naturaleza, para saltar esa
anarquía hay dos opciones, las cuales son, el convento y el matrimonio, para el padre el matrimonio es el
orden para el desorden de la naturaleza, él quiere que ella se case con el Joven Ignacio, ya que pide un
orden, Camila se niega porque no está enamorada de Ignacio, pero el padre insiste que el amor vendrá
con el tiempo que pasen juntos.

Al seguir pasando el tiempo Camila y el padre no dejan de pensar uno del otro, tiene encuentros por varios
lugares y aprovechan para demostrar sus afectos entre ambos. Hasta que deciden escaparse juntos,
ambos se refugian en Villa de Goya, provincia de Corrientes. Al estar ahí deciden ponerse nombres falsos,
Camila se hace llamar “Valentina” y el sacerdote “Máximo”, en ese lugar se dedican a ser maestros de los
pocos niños que hay, cabe remarcar que son los primeros y únicos maestros de esa zona. El padre
(Adolfo) de Camila al enterarse de lo que hizo su hija decide escribir una carta para el gobernador, que en
ese momento era Juan Manuel de Rosas, en la carta pedía que se los busquen en todos los lugares
posibles.

Valentina (Camila) y Máximo (Ladislao) son invitados a un evento que en tal acontecimiento son
descubiertos por un cura que reconoció a Máximo, un hombre del lugar quiere ayudarlos y le brinda un
caballo con provisiones, Camila busca a su amado para poder escapar nuevamente, pero Ladislao lleno
de culpa por lo que había hecho se refugia en la iglesia entre llantos y rezos. Al amanecer ambos son
arrestados, los ponen en cárceles diferentes, ambos deben ser sacrificados, pero Camila se entera que
está embarazada, entonces eso haría que ella se salve. Porque la ley de ese entonces no permitía que a
las embarazadas sean sacrificadas, pero Rosas manda que se ejecute de todos modos, al ser así, los
soldados vendan sus ojos, los sientan en sillas negras contra una pared, primero levantan arma y disparan
contra Ladislao y seguidamente a la joven Camila, al principio los soldados se niegan a disparar, pero
finalmente lo hacen porque es su deber. La película termina con ambos actores muertos en una caja,
preguntando Camila si su amado está ahí y él le contesta que está a su lado

También podría gustarte