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INAH SEP
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL
PRESENTA
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………6
AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………………8
2
I.4 Conceptos operativos…………………………………………………………….64
I.4.1 Espacio…………………………………………………………………………….64
I.4.2 Frontera………………………………………………………………………........64
I.4.3 Identidad…………………………………………………………………………...65
I.4.4 Lugar…………………………………………………………………………..........67
I.4.6 Ritual………………………………………………………………………………..70
I.4.7 Rutina…………………………………………………………………………….....72
I.4.8 Símbolo……………………………………………………………………………..72
I.4.9 Territorio…………………………………………………………………………….73
Análisis antropológico………………………………………………………............110
3
CAPÍTULO TERCERO. EL CINE ÓPERA………………………………………….115
Análisis antropológico……………………………………………………………….128
Análisis antropológico……………………………………………………………….150
Análisis antropológico……………………………………………………………….161
4
CAPÍTULO SEXTO. LA RIBERA DE SAN COSME……………………………….163
Análisis antropológico……………………………………………………………….182
CONCLUSIONES………………………………………………………………………184
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………...188
5
INTRODUCCIÓN
6
El Capítulo Tercero nombrado El cine Ópera, manifiesta su historia escrita y
oral, los recorridos por los alrededores del cine y se finaliza con un análisis
antropológico sobre el cine.
7
AGRADECIMIENTOS
Finalmente, gracias a mi hermano Andrés del Arenal, que revisó mis textos
con esmerada dedicación; a mi hermana Mariana del Arenal que en varias
ocasiones me acompañó en mis recorridos por la colonia San Rafael, y a mi madre
Silvia Martínez del Campo por el apoyo incondicional en mi investigación.
8
Una investigación sobre la vida cotidiana es
– como dice Luisa Passerini – la
recuperación de una documentación
reprimida, desaparecida, devaluada. Pero el
análisis de la vida cotidiana permite
encontrar un orden distinto de lo que ha sido
y se ha considerado importante: las raíces
de los comportamientos individuales y
colectivos que por lo general en la historia y
en particular en la historia de exilio español,
nunca se han explicado.1
Concepción Ruiz-Funes
Este primer capítulo busca dejar asentadas las bases teóricas para el estudio de
la colonia San Rafael desde una perspectiva antropológica e histórica. Los
conceptos fundamentales de la investigación son: memoria colectiva e historia
oral. La colonia San Rafael al ser una comunidad delimitada o colectividad, guarda
un pasado (historia) no escrito, que no se encuentra ni en libros ni en registros
públicos, pero que si está en los recuerdos de sus miembros y que el investigador
al buscar rescatar ese pasado, recurre a su oralidad para registrarlo e interpretarlo.
Como ya se mencionó anteriormente, la presente tesis busca rescatar el pasado no
escrito de la colonia San Rafael, en una periodicidad aproximada de cincuenta años,
es por ello que dichos conceptos resultan esenciales, retomando a aquellos teóricos
sociales que han dedicado esfuerzos para desarrollarlos y comprenderlos mejor
según los intereses particulares, y los cambios históricos y sociales generales.
Aunque la historia oral tiene sus técnicas particulares, de las que se hablará más
adelante, es importante mencionar que en el presente Capítulo le dedicará un
1
RUIZ-FUNES, Concepción, Señas de identidad de las mujeres españolas exiliadas en México en
ACEVES Lozano, Jorge, Historia Oral. Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición,
CIESAS, México, 2012, p. 200.
9
apartado a la metodología antropológica, es decir a la etnografía, exponiendo
técnicas como la observación participante o el trabajo de campo. En el mismo
apartado también se estudiará la relación entre la etnografía y la crónica como
medio para describir y estudiar los espacios de una Ciudad, esto con el afán de
encontrar una relación armónica entre las técnicas antropológicas y las experiencias
de vida, investigaciones históricas y el conocimiento de la prosa que requieren la
labor del cronista. Se retomarán ciertos conceptos que no se estudiarán muy
afondo, pero que se utilizarán con fines operativos para solidificar la investigación.
Finalmente, la autora expondrá el lugar desde donde habla, tanto sus intereses
personales, como sus inquietudes intelectuales, esto para poner en contexto al
lector: ya sea investigador social o cualquier aficionado por el tema, siempre es
bueno comprender algunas razones del autor para saber porque construyó su
discurso como lo hizo.
10
Lawrent Mucchielli, cuando explican la relación que entiende el sociólogo francés
entre el individuo y sociedad:
2
MARCEL, Jean-Christophe y Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria
colectiva según Maurice Halbwachs en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires,
Miño y Dávila, 2011, pp. 38-39.
3
NAMER, Gérard, Antifascismo y “la memoria de los músicos” de Halbwachs (1938) en CUESTA
Bustillo, Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p. 40.
11
Además, el mismo autor refiere la relación entre memoria colectiva y memoria
individual de acuerdo con Halbwachs:
4
Ibídem, p. 44.
5
BERGSON, Henri, Materia y memoria, Paris, Alcan, 1896 citado por Jean-Christophe Marcel y
Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria colectiva según Maurice Halbwachs
en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2011, p. 30.
12
recuerdo lejano si tuviéramos que seguir todos los términos que nos separan de él.6
Entonces, el concepto de “punto de referencia” se entiende como un evento o
estado de conciencia que tenemos perfectamente localizado y que gracias al cual
permite medir otras distancias. Estos eventos o estados de conciencia se
caracterizan por imponerse a nosotros, por ser muy intensos siendo así más difícil
olvidarlos; además, crean muchas relaciones y tienen mayores posibilidades de
revivir. Por lo general los “puntos de referencia” son individuales, pero también
pueden ser comunes a una familia, una sociedad o una nación. 7 Halbwachs
aumenta lo anterior indicando que al ser parte de un grupo nos representamos a
nosotros mismos; que los “puntos de referencia”, que son los acontecimientos más
grandes de nuestras vidas, sitúan nuestra situación y la de los otros. 8 En el mismo
sentido, Jean-Christophe Marcel y Lawrent Mucchielli, refieren que localizamos un
recuerdo a partir de un “punto de referencia” gracias a que somos seres sociales.
Pero además, esas referencias se leen o dejan ver, por lo que está sucediendo en
la conciencia presente. Por lo tanto, cuando se utilizan los “puntos de referencia” no
solo conducen al pasado, sino que reaparecen los recuerdos que tienen relación
con nuestro presente. Esos recuerdos aparecen justamente por las preocupaciones,
necesidades, ideas y percepciones del presente. Afirman los autores que nuestros
recuerdos vienen necesariamente a partir de nuestra realidad presente. 9
6
RIBOT, Théodule-Armand, Las enfermedades de la memoria, Paris, Alcan, 1881, citado por Jean-
Christophe Marcel y Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria colectiva según
Maurice Halbwachs en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires, Miño y Dávila,
2011, p. 30.
7
Ibídem, pp. 30-31.
8
HALBWACHS, Maurice, Los marcos sociales de la memoria, Paris, Albin Michel, 1994, citado por
Jean-Christophe Marcel y Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria colectiva
según Maurice Halbwachs en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires, Miño y
Dávila, 2011, p. 31.
9
MARCEL, J. Op. Cit., p. 31.
10
Idem.
13
comprobar esto, el sociólogo francés coloca al individuo a un ámbito en el que se
encuentre aislado, “encerrado en su mundo interior”, y ese ámbito son los sueños.
Maurice Halbwachs experimentó consigo mismo, buscando encontrar sus
recuerdos en sus propios sueños y, registró también las experiencias de la memoria
en sueños de sus colegas. El discípulo de Durkheim, señala que en sus
experiencias de sueño, como en las de sus colegas, encontró pensamientos,
sentimientos o acontecimientos, pero nunca recuerdos “integrales y precisos”. 11 El
autor concluye, con base en Sigmund Freud, que en los sueños se reproducen
fragmentos o reminiscencias del pasado, más no recuerdos del pasado, ya que
estos deben ser precisos. En el mismo sentido, con base en el psicólogo Alfred
Biret, sostiene que la memoria constituye imágenes de la infancia que son el
material de nuestros sueños y que no tienen precisión ni en el tiempo ni en el
espacio. Además, los sueños se deforman por la realidad, situación, contexto que
vivimos en el presente, nunca se representarán imágenes “puras del pasado”. Por
lo tanto, los sueños son una combinación del pasado y el presente de un individuo.12
11
Ibídem, pp. 31-32.
12
Ibídem, p. 32.
13
Ibídem, pp. 32-33.
14
HALBWACHS, Maurice, Los marcos sociales de la memoria, Op. Cit., p. 33.
14
reinterpretar una imagen o fragmento del pasado en relación con su presente, con
su realidad vigente social y personal.15 Si esa imagen del pasado o recuerdo no
aparece en la memoria es porque el contexto en que se hallaba es imposible de
localizar, dicho en palabras de Halbwachs: “… si ciertos recuerdos no aparecen no
es porque sean demasiando antiguos y se hayan desvanecido lentamente; es
porque, en otros tiempos, estaban enmarcados en un sistema de nociones que hoy
ya no pueden hallar.” 16
Sobre la familia refiere Halbwachs, que: “De cualquier manera que se entre en
una familia […], uno se encuentra formando parte de un grupo en el que no son
nuestros sentimientos personales, sino reglas y costumbres que no dependen de
nosotros, y que existían antes que nosotros, los que definen nuestro lugar.”18 Una
vez más, Halbwachs despoja al individuo de sus características y particularidades
personales para determinarlo por un colectivo social, en este caso, la familia.
Además, sostiene que independiente de los sentimientos que cada uno de los
15
MARCEL, J. Op. Cit., pp. 33-34.
16
HALBWACHS, Maurice, Los marcos sociales de la memoria, Op. Cit., pp. 37-38.
17
NAMER, G. Op. Cit., p. 43.
18
HALBWACHS, Maurice, Los marcos sociales de la memoria, Op. Cit., pp. 39-40.
15
miembros sienta entre sí, sino corresponden a lo socialmente establecido, no se
confesarán porque mantener los socialmente aprobados permitirá que el grupo
familiar se conserve con base en principios de autoridad y cohesión. 19
19
Ibídem, p. 40.
20
MARCEL, J. Op. Cit., p. 42.
21
HALBWACHS, Maurice, Esbozo de una psicología de las clases sociales, Paris, Riviére, 1955,
citado por Jean-Christophe Marcel y Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria
colectiva según Maurice Halbwachs en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires,
Miño y Dávila, 2011, pp. 42-43.
22
MARCEL, J. Op. Cit., p. 43.
16
grupo de los obreros: "Apiñados en las minas, reunidos en equipos alrededor de las
máquinas, los obreros se presentan como grupos sometidos a una disciplina.
Ejecutan, dirigen. Todas las decisiones relativas al desarrollo técnico de la
producción, más aun a la fijación de los precios y a la marcha económica de la
empresa, son tomadas por otros.”23 Sobre lo mismo refiere Halbwachs: “[las
generaciones que continúan conservan el recuerdo] de los alimentos que uno no
come porque son considerados como inferiores, y otros que uno busca no
solamente porque aportan una satisfacción al organismo, sino también porque dan
honor.”24
Con lo anterior, los integrantes del grupo pueden sentir con mayor fuerza su
pertenencia y representarse en el grupo. Cuando se ha constituido la representación
grupal, esta pertenece independientemente de que los hombres cambien o mueran,
y continúa condicionando espíritus. Aunque las generaciones cambien, los lugares
como calles o edificios permanecen. 26 Así como el pensamiento percibe su cuerpo,
la clase social visita ciertos espacios, así: “… el barrio de una ciudad organiza el
modo de agrupamiento de sus habitantes, su extensión, su concentración o su
23
HALBWACHS, Maurice, Esbozo de una psicología de las clases sociales, Op. Cit., p. 43.
24
Ibídem, p. 44.
25
MARCEL, J. Op. Cit., pp. 46-47.
26
Ídem.
17
dispersión, sus desplazamientos en el espacio, lo que tiene a su vez consecuencias
sobre sus gustos, sus necesidades, sus costumbres.”27
De hecho, por una especie de ida y vuelta, la sociedad nace gracias a las
imágenes espaciales estables que la representan, y que son el producto
de las preocupaciones de los hombres, pero como contrapartida los
espíritus de los miembros del grupo adoptan esas imágenes que se
imponen a ellos. De modo que puede considerarse que las formas
materiales no solamente reflejan sino que también modelan las
preocupaciones de cada uno, desde el momento en que actúan y piensa
como miembro del grupo.28
En otras palabras, serán las imágenes espaciales las que originen los
estados psicológicos colectivos que a su vez motivarán a los individuos; porque las
imágenes están en las representaciones más originales del grupo y esas
representaciones asociadas a los recuerdos contenidos en la memoria de la
colectividad. 29
27
Ídem.
28
Ibídem, p. 47.
29
Ídem.
18
de percepción colectiva, que podríamos llamar un dato inmediato de la
conciencia social, que decide sobre todos los demás.”30
30
HALBWACHS, Maurice, La morfología social, Paris, A. Colin, citado por Jean-Christophe Marcel y
Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria colectiva según Maurice Halbwachs
en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2011, p. 47.
31
MARCEL, J. Op. Cit., pp. 49-50.
32
HALBWACHS, Maurice, La morfología social, Op. Cit., pp. 49-50.
33
MARCEL, J. Op. Cit., p. 53.
34
Ibídem, pp. 54-55.
19
reconstrucción del pasado” que “adapta la imagen de los hechos antiguos
a las creencias y necesidades espirituales del momento”. De allí que “el
conocimiento de los hechos tal como fueron en el origen es secundario, si
no completamente inútil, dado que la realidad del pasado ya no está allí,
como un modelo inmutable al que habría que conformase” (ibid., p. 9)35
Finalmente, vale la pena citar las dos leyes de evolución de la memoria colectiva
que establece Halbwachs:
Una ley de parcelación. A veces, varios hechos son localizados en el mismo lugar.
Una localización puede desdoblarse, fraccionarse, dispersarse, de modo que el
recuerdo se vea reforzado. Al mismo tiempo, es el modo de rejuvenecer una imagen
antigua (por ejemplo, en Belén, dos lugares distintos corresponden al nacimiento y
al pesebre). En este caso, es como si la fuerza de la devoción tuviese necesidad de
varios recipientes para verterse sin desparramarse.
Una ley (inversa) de concentración. Se localiza en el mismo sitio, o en lugares muy
próximos, hechos que no necesariamente tienen relaciones entre ellos. En
Jerusalén, las localizaciones del Cenáculo, de la tumba de David, de la casa de
Caifás, y de otros recuerdos, se agrupan en la colina de Sion. Aquí, la concentración
de las localizaciones permite que, en ciertos lugares, los fieles tengan grandes
recuerdos. Organizar reuniones religiosas en esos lugares tenía por resultado
“seguro y deliberadamente perseguido, asociar en la memoria esas localización
bastante próximas para que, sin trasladar la asamblea de fieles, fuese posible
35
HALBWACHS, Maurice, Topografía legendaria de los evangelios en tierra santa. Estudio de la
memoria colectiva, Paris, Alcan, 1941 citado por Jean-Christophe Marcel y Lawrent Mucchielli, En el
fundamento del lazo social: la memoria colectiva según Maurice Halbwachs en Halbwachs, Maurice,
La memoria colectiva, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2011, p. 55.
36
MARCEL, J. Op. Cit., p. 55.
20
evocarlos simultáneamente, abarcarlos en un mismo acto de adoración.”37 (ibid., p.
189).38
37
HALBWACHS, Maurice, Topografía legendaria de los evangelios en tierra santa. Estudio de la
memoria colectiva, Op. Cit., p. 56.
38
MARCEL, J. Op. Cit., p. 56.
39
HALBWACHS, Maurice, La memoria colectiva, Paris, PUF, 1950 citado por Jean-Christophe
Marcel y Lawrent Mucchielli, En el fundamento del lazo social: la memoria colectiva según Maurice
Halbwachs en Halbwachs, Maurice, La memoria colectiva, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2011, pp.
56-57.
40
VALENSI, Lucette, Autores de la memoria, guardianes del recuerdo, medio nemotécnicos. Cómo
perdura el recuerdo de los grandes acontecimientos en CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e
historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p. 58.
21
pasado compartido, y entonces, pasa al ámbito de la historia, al contexto restringido
de los historiadores y lectores.41
41
Ibídem, p. 59.
42
VALENSI, L. Op. Cit., p. 61.
43
Ibídem, p. 63.
44
DAKHLIA, Jocelyne, De África a Francia, ida y vuelta: ¿una especificidad francesa de la memoria?
en CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p. 73.
22
Se lee en lo anterior la relación entre memoria colectiva, historia oral e
“historia de los sin historia” en los estudios franceses. La recopilación de la memoria
colectiva se convierte en una estrategia para rescatar el pasado de los dominados
o de aquellos que no han tenido protagonismo en la historia oficial. Es curioso lo
que señala Dakhlia acerca del sentido que se le da a la memoria colectiva en Francia
y en África. Para los primeros es darle palabra a los que no la tienen; mientras que
para los segundos, la historia oral se vincula con el poder, ejemplifica con los cantos
de griots, las epopeyas y las genealogías. 45.
Jeffrey K. Olick se basa en Matt Matsuda para exponer que no existe una
memoria, sino muchas, evitando así las consideraciones de nuestro enfoque como
el universal o el natural.47 Además refiere que el concepto memoria ha tenido un
significado diferente según la época: antigua, medieval o contemporánea. Sobre el
estudio de la memoria desde el siglo XIX, Olick recuerda la diferencia que hace Ian
Hacking entre ars memoriae y las “ciencias de la memoria”, siendo que la primera
se interesa del cómo, mientras que la segunda estudia el qué. Así mismo, Hacking
confiesa por primera vez que hay hechos que la memoria debe conocer. Por otra
45
Ibídem, p. 74.
46 BARTOSEK, Karel, Los regímenes poscomunistas y la memoria del tiempo presente en CUESTA
Bustillo, Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p.108.
47
OLICK, Jeffrey K. Memoria colectiva y diferenciación cronológica: historicidad y ámbito público en
CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p.122.
23
parte, Freud entiende a la memoria como el manantial del alma; mientas que la
escuela durkhemiana ve a la memoria colectiva como un hecho social que le da
identidad a personas y grupos. A partir de finales del siglo XIX tanto la psicología
(memoria individual) como la sociología (memoria colectiva) han estudiado a la
memoria como una entidad sujeta a experimentación y teorización. Esta forma de
materializar la memoria en el siglo XIX ha continuado influyendo a posteriores
investigadores. 48
Olick habla de la memoria en los ámbitos locales y de breves ciclos: “En los
casos en los que variedad de experiencias en los ámbitos locales y a lo largo de
breves ciclos vitales era más limitada y uniforme, los fundamentos de la cohesión
no eran hipotéticos sino que estaban asumidos…”50; de la memoria de las personas
con experiencias idénticas y que pasa de generación en generación: “…mientras
que cuando las experiencias son en gran parte idénticas entre las personas en un
momento y lugar concretos y a lo largo de varias generaciones, la identidad se
manifiesta en los ritmos de la vida cotidiana y en los rituales cíclicos de comunión51;
y de la memoria en personas de diferente origen rural que dejan atrás su identidad
y que se organizan en zonas urbanas: “… se forman clases sociales, gremios y
grupos de interés, las bases para el acuerdo, los vínculos que se establecen en la
memoria comunal, son mucho menos obvios y requieren la realización de enormes
esfuerzos renovados y el establecimiento de otros marcos conceptuales. 52 Se
observa cómo según se va diluyendo la identidad social, el tiempo generacional y el
48 Ídem.
49
Ibídem, p.124.
50
Ibídem, pp.138-139.
51
Ídem.
52
Ídem.
24
espacio, así se van modificando los fundamentos de la cohesión social: en el primer
contexto de asumen, en el segundo se constituyen en rituales cíclicos y en el tercero
se requieren grandes esfuerzos para renovarlos.
De acuerdo con Jesús J. Alonso Carballés, el pueblo judío ha sido el que más
ha estudiado, reflexionado y escrito sobre su memoria, sobre todo desde el
genocidio de los nazis. Añade que: “…todos estos estudios coinciden en señalar
cómo la memoria colectiva de los judíos tiende a reafirmar su historia como pueblo
y a recuperar un pasado no contado, o a veces contado pero no escuchado.”56
53
Ídem.
54
BRILLON, Diane F., Historia pública y memoria pública en CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e
historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, pp.156-157.
55
Ibídem, p.158.
56
CARBALLÉS, Jesús J. Alonso, La construcción de una memoria colectiva del éxodo infantil vasco
en CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p.165.
25
científico de los hechos pasados, la historia entendida como un saber acumulativo
con sus improntas de exhaustividad, de rigor, de control de los testimonios, de una
parte; y por otra parte, la memoria de estos hechos pasados cultivada por los
contemporáneos y sus descendientes.”57 De acuerdo con el historiador Hobsbawn,
los historiadores al querer estudiar un periodo que todavía conserva testigos,
complementan dos conceptos de la historia: el erudito/de archivo y el existencial/de
memoria personal. 58
57
CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia. Un estado de la cuestión en CUESTA Bustillo,
Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p.204.
58
Ibídem, p. 205.
59
Ibídem, p. 208.
60
Ibídem, p. 207.
61
Ibídem, p. 208.
26
La autora profundiza más en la teoría de la memoria colectiva utilizando
conceptos como “geografía del recuerdo”, refiriendo la necesidad y el deber de la
memoria, y el papel de los gobiernos en la memoria.
Estrategias como el nombre de las calles, los homenajes, las leyes, los
festejos por aniversarios se convierten en mecanismos del poder para conducir a la
62
CUESTA Bustillo, Josefina, La memoria del horror, después de la II guerra mundial en CUESTA
Bustillo, Josefina, Memoria e historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, p. 85
63
Ibídem, p. 86
64
CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia. Un estado de la cuestión, Op. Cit., p. 209.
27
preservación de la memoria de un pueblo. Sin embargo, el poder público no es el
único que tiene las posibilidades para fortalecer la memoria, también lo hacen las
organizaciones no gubernamentales, recurriendo a mecanismos como las
conmemoraciones, las instituciones del recuerdo o los museos.65
65
Ídem.
66
Ibídem, p. 210–215.
67
Ibídem, p. 211.
68
Ídem.
28
colectiva, a su herencia, a su cultura. Si la violencia está en la historia,
tampoco puede hacernos olvidar la violencia de la historia. Pero en la
memoria colectiva como en la memoria individual, la relación con el
pasado – bien sea de conservación o de ocultación – es siempre una
relación vital.69
El historiador francés Pierre Nora (1931- ) ha sido uno de los grandes teóricos
de la memoria colectiva. Entre 1984 y 1992 dirigió la obra Les Lieux de Mémoire, en
tres tomos, sobre la historia de la memoria nacional francesa. Para los estudiosos
de la memoria colectiva, el concepto de Les Lieux de Mémoire, que podría ser
traducido como lugares de la memoria, ha sido fundamental.
69
Ibídem, p. 215.
70
PORTAL, María Ana, Espacio, tiempo y memoria. Identidad barrial en la ciudad de México: el caso
del barrio de La Fama, Tlalpan en Patricia Ramírez Kuri y Miguel A. Aguilar Díaz (Coord.), Pensar y
habilitar la Ciudad, México, ANTHROPOS-UAM, 2006, p. 80
29
Para Pierre Nora la memoria es una bodega asombrosa y gigante del material
valioso de lo que sería imposible de recordar, un repertorio ilimitado que deberíamos
renombrar. Aunque la memoria tradicional desaparezca, nos sentimos obligados a
recolectar recuerdos, testimonios, documentos, imágenes, discursos, cualquier
signo visible de lo que ha sido. 71
Por otra parte, el autor analiza la relación entre memoria e historia, refiriendo
que son opuestas. Mientras que la memoria es vida, se encuentra en constante
evolución, está abierta a la dialéctica de recordar y olvidar, es vulnerable a la
manipulación y apropiación, inconsciente de sus sucesivas deformaciones; la
historia es reconstrucción, siempre problemática e incompleta de lo que ya no es.
La memoria es un fenómeno actual, la historia es la representación del pasado.72
En esta línea, el paso de la memoria a la historia ha requerido que cada grupo social
redefina su identidad mediante la revitalización de su propia historia. Esos que han
sido marginalizados de la historia tradicional no son los únicos encantados por
recuperar su pasado aburrido. Siguiendo el ejemplo de grupos étnicos y minorías
sociales, cada grupo establecido, intelectual o no, conocedor o no, ha sentido la
necesidad de ir a buscar sus orígenes e identidad.73 Además, la memoria se ve
constantemente amenazada por el olvido, la violencia, el exilio o colonización que
sólo permite la construcción de una historia oficial, y que no tiene la capacidad para
adentrarse en los “no lugares” de la memoria.74
71
NORA, Pierre, Between Memory and History: les lieux de mémoire, Representations, No. 26,
Special Issue: Memory and Counter- Memory. (Spring, 1989), p. 13.
72
Ibídem, p. 8.
73 Ibídem, p. 15.
74
CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia. Un estado de la cuestión, Op. Cit., p. 221.
75
Ibídem, pp. 216-217.
30
y que se ha mantenido en símbolos como fiestas, monumentos o museos. Aunque
Nora aclara que los lugares de la memoria no se reducen a monumentos,
acontecimientos u objetos materiales, a lo que tienden los poderes públicos. Para
el historiador francés los lugares de la memoria es una noción abstracta, que busca
desentrañar los alcances del recuerdo de los objetos, tanto materiales como
inmateriales. Esta noción tampoco está encaminada a crear un inventario ni a una
catalogación, sino a explorar un:
Aunque los lugares de la memoria van más allá de los objetos materiales y
acontecimientos, Cuesta señala con base en Nora, que en los últimos años el
monopolio para la conservación y transmisión de la memoria por parte de las
instituciones familia, iglesia y Estado se ha descentralizado y democratizado 79; esto
a partir de estrategias como la conservación de bienes culturales, la creación de
museos, el rescate de lenguas, artes y formas de vida populares. Según Nora,
76
NORA, Pierre, La aventura de Les lieux de mémoire en CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e
historia, Madrid, Marcial Pons, 1998, pp. 32-33.
77 Ibídem, p. 19.
78
CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia. Un estado de la cuestión, Op. Cit., p. 221.
79
NORA, Pierre, Between Memory and History: les lieux de mémoire, Op. Cit., p. 14.
31
Europa del Este ha sido un gran exponente de esta fiebre, poniéndolo a sus países
como pueblos que han vivido experiencias históricas traumáticas. 80.
Por más decididamente que luchemos por evitar los prejuicios asociados
al color, el credo, la clase social o el sexo, no podemos evitar mirar al
pasado desde una perspectiva particular. El relativismo cultural se aplica,
80
CUESTA Bustillo, Josefina, Memoria e historia. Un estado de la cuestión, Op. Cit., p. 222.
81
BURKE, Peter, Obertura: la Nueva Historia, su pasado y su futuro en BURKE, Peter (ed.), Formas
de hacer Historia, Alianza Editorial, Madrid, 1991, p. 14.
82
Ibídem, p. 16.
83
ibídem, pp. 16-17.
32
como es obvio, tanto a la historiografía misma como a lo que se
denominan sus objetivos. Nuestras mentes no reflejan la realidad de
manera directa. Percibimos el mundo sólo a través de una red de
convenciones, esquemas y estereotipos, red que varía de una cultura a
otra.84
Jim Sharpe refiere que la nueva historia se ha interesado, desde 1966, por la
historia de los de abajo, de la “gente corriente”, de los que no tienen historia,86 o
como dice Edward Thompson, por la “…calcetera pobre, al campesino ludita, al
tejedor “anticuado” que trabaja con un telar manual, al artesano “utópico…” 87. El
estudio de la gente corriente se debe, según Sharpe, en gran medida a los
historiadores marxistas, que de acuerdo con Hobsbawm citado por Sharpe,
comenzó a ser estudiado por los socialistas con el crecimiento de los movimientos
de trabajadores.88 Sharpe vincula el estudio de la gente común con la historia oral,
refiriendo que los historiadores se han servido de ella para estudiar a la gente sin
historia, mencionando que no por ello no se puede estudiar a millonarios o duques
desde su oralidad. Uno de los problemas a los que se enfrenta el historiador oral es
la temporalidad del registro de datos, pensando en fuentes de personas que han
muerto y con ellas sus experiencias, o de personas que no transmitieron sus
recuerdos a sus sucesores. Empero, el autor menciona fuentes alternativas para
84
ibídem, p. 18.
85
ibídem, p. 25
86
SHARPE, Jim, Historia desde abajo en BURKE, Peter (ed.), Formas de hacer Historia, Alianza
Editorial, Madrid, 1991, pp. 38-40.
87
THOMPSON, E.P, The Marketing of the English Working Class citado por SHARPE, Jim en
BURKE, Peter (ed.), Formas de hacer Historia, Alianza Editorial, Madrid, 1991, p. 40.
88
HOBSBAWM, E.J., History from Below-Some Reflexions citado por SHARPE, Jim Historia desde
abajo en BURKE, Peter (ed.), Formas de hacer Historia, Alianza Editorial, Madrid, 1991, p. 43.
33
recuperar los testimonios de las clases inferiores, como las actas inquisitoriales. 89
En relación a esto, la “historia desde abajo” aporta la posibilidad de recuperar la
historia de grupos sociales que la hubieran podido perder. 90
Gwyn Prins habla del prejuicio que suelen tener los historiadores sobre la
historia oral, prejuicio que a quien escribe le resulta desconocido por su formación
como antropóloga. Para Prins, el recuerdo es la materia prima de los historiadores
dedicados al rescate oral del pasado:
89
SHARPE, J. Op. Cit., pp. 46-47.
90
Ibídem, pp. 55-56.
91
Ibídem, p. 51.
92
Ídem.
93
Ibídem, p. 56.
94
Ibídem, p. 58.
95
PRINS, Gwyn, Historia oral en BURKE, Peter (ed.), Formas de hacer Historia, Alianza Editorial,
Madrid, 1991, p. 153.
34
Con base en lo anterior, el autor refiere la diferencia que ven teóricos como
Durkheim, entre la tradición oral y los recuerdos, entendiendo la creación y
trasmisión de la historia oral en función de la reproducción de la estructura social.96
Prins clasifica cuatro tipos de tradición oral. La primera puede ser definida
como “materiales aprendidos de memoria y que se hallan congelados”,
ejemplificando con poemas de alabanza: “Palabras, forma y entonación se hallan
estrictamente definidos. Con frecuencia, los poemas de alabanza describen la
relación entre gobernantes y gobernados: sirven de enlace en una relación que no
podría llevarse a cabo en el lenguaje coloquial. Por lo tanto, su estructura refleja su
propósito.”97
96
Ídem.
97
Ibídem, p. 154.
98
Ibídem, pp. 156-157.
99
Ídem.
100
Ídem.
35
Prins retoma a Vansina en Oral Tradition as History quien discute con Godoy
al afirmar que las culturas de tradición oral olvidan lo que no es conveniente o no
tiene significado funcional, sufriendo de amnesia estructural. Además, por los límites
de la memoria estas culturas tienden a ser selectivas en sus recuerdos, no pudiendo
así proporcionar información histórica consistente. 101 Al respecto, Prins señala con
base en los estudios de Vansina que esta amnesia estructural es en muy pocos
casos total, y que ejemplo de ello es el estudio que el propio Vansina realizó en el
África Ecuatorial Central desenredando y decodificando “… los diversos hilos de la
madeja de la tradición, presentes en el último eslabón de la cadena transmisora.
Hay que comparar diversas variantes y contrastar las fuentes orales con toras de
diversa procedencia.”102
101
Ibídem, p. 158.
102
Ídem.
103
Ibídem, p. 166.
36
autobiografías políticas; el segundo no lo es tanto, porque las fuentes
documentales escritas no se nos han legado de manera tan inocente
cómo podríamos pensar.104
104
Ídem.
105
Ibídem, p. 167.
106
Ibídem, pp. 168-169.
107
Ibídem, p. 169.
37
crítica se pueden resolver ,108 añadiendo que: “El recuerdo general de la vida de un
informante, estructurado por lo que él mismo considera de importancia, constituye
quizás el tipo de documentación más puro que podemos encontrar.” 109 Dicho esto,
el autor analiza la relación entre memoria individual y reproducción de ésta a través
de la narrativa:
Este tipo de recuerdo ha sido utilizado por los historiadores como Paul
Thompson para darle voz a los sin voz, a la gente común, siendo éste el propósito
social de la historia oral.111 Los recuerdos personales aportan una frescura y riqueza
únicas, permitiendo las historias en pequeña escala, de barrio o locales. Además,
pone en manos de los historiadores los medios para realizar lo que Clifford Geertz
ha llamado “descripción sustanciosa”: relatos con la profundidad y los matices
necesarios para permitir un análisis antropológico serio.112
108
Ídem.
109
Ídem.
110
Ibídem, p. 170.
111
Ídem.
112
Ibídem, pp. 170-171.
38
exageradas se derrumban. La fuerza de la historia oral es la de cualquier historia
que tenga una seriedad metodológica. Esa fuerza procede de la diversidad de las
fuentes consultadas y de la inteligencia con que se han utilizado.”113 Siendo también
importante la interpretación de las fuentes orales en relación con las escritas. Sobre
la importancia del recuerdo personal en la historia oral, continúa Prins, permite al
investigador convertirse en un historiador completo, que sea capaz de utilizar las
fuentes ante diferentes problemáticas:
Para concluir con este apartado, se citará a Prins cuando refiere de una
forma muy particular la importancia de la historia oral para el historiador:
113
Ibídem, p. 172.
114
Ídem.
115
Ibídem, p. 174.
39
industriales de alfabetización masiva, es decir, la mayoría de los
historiadores profesionales, languidecerán encerrados en su propia
cultura, como amantes abandonados, de pie bajo la parpadeante luz de
un farol, en una oscura calle barrida por el viento.116
116
Ibídem, p. 176.
117
ACEVES Lozano, Jorge, Historia Oral. Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición,
CIESAS, México, 2012, pp. 23-25.
118
RAMOS Lira, Luciana, Martha Romero Mendoza, Historia oral y psicología en ACEVES Lozano,
Jorge, Historia Oral. Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición, CIESAS, México, 2012,
pp. 45-46.
40
considerar una sólida narrativa, correspondiendo al género discursivo particular y
literario de la historia oral. 119
También mencionan lo ideal que resulta la historia oral para dicho campo del
conocimiento humano:
119
Ídem.
120
ACEVES, Jorge E., Del ecologismo e historias personales en ACEVES Lozano, Jorge, Historia
Oral. Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición, CIESAS, México, 2012, p. 143.
121
ACEVES Lozano, Jorge, Historia Oral. Ensayos y Aportes de Investigación, Op. Cit., p. 11.
41
2. El contenido: la vida cotidiana y cultura de dichas personas y grupos
sociales; y
3. La forma: el lenguaje oral aporta elementos como el tono, el ritmo o
volumen del testimonio, que revelan las emociones susceptibles de ser
interpretadas.122 Con base en Strickland: “…las narraciones permiten
vislumbrar la construcción de una “verdad narrativa” coherente, continua
y entendible y conocer el contenido y la forma de la experiencia de las
personas.”123
Además, la historia oral aporta para la psicología (que bien pueden ser aplicados
a la antropología e historia):
122
RAMOS Lira, L. Op. Cit., p. 37.
123
Ibídem, p. 41.
124
Ibídem, pp. 40-41.
125 MEYER, Eugenia y Alicia Olivera de Bonfil, La historia oral. Origen, metodología, desarrollo y
42
La historia oral se convierte en una herramienta útil tanto para la psicología
como para otras disciplinas, al remover sentimientos (dolor, miedo, vergüenza) o
eventos dolosos del pasado (como las experiencias en los campos de
concentración), y para las que se requiere una habilidad específica de escucha, una
especie de actividad terapéutica. Asimismo, al “…hacer una historia oral se ponen
de manifiesto dos historias: la que se cuenta (narrativa del sujeto) y la que ocurre
(la interacción que se da en el momento de la entrevista), sucediendo en estos dos
niveles procesos psicológicos complejos.”126 El caso del segundo nivel permite la
empatía entrevistado/entrevistador, llevando al primero a una situación de alivio que
expresa de forma impulsiva;127 aunque muchas veces quien habla puede
encontrarse ante temas que le apenan o le resultan muy dolorosos, como la
sexualidad y agresión, o la muerte y enfermedades.128
Para Patricia Sada y Patricia Ramírez, uno de los retos de la historia oral es
la construcción de identidades y la organización de la diversidad. 131
126
RAMOS Lira, L. Op. Cit., p. 42.
127
Ídem.
128
Ídem.
129
ROCA Y ORTIZ, María de Lourdes, “Historia videoral”: un campo interdisciplinar a desarrollar en
ACEVES Lozano, Jorge, Historia Oral. Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición,
CIESAS, México, 2012, p. 72.
130
Ídem.
131
SAFA, Patricia y Patricia Ramírez, Identidades locales como construcción del sujeto, símbolos
colectivos y arena pública: una propuesta metodológica en ACEVES Lozano, Jorge, Historia Oral.
Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición, CIESAS, México, 2012, p. 125.
43
A modo de conclusión sobre lo aportado en México en el campo de la historia
oral, se cita lo que a Karyn Galland, retomando a Gwyn Prins, refiere sobre la
importancia de la historia oral:
De acuerdo con Gwyn Prins la historia oral es: “…la historia a partir de la
evidencia recogida de una persona viva, en vez de a partir de documentos
escritos.”135 Para él la escritura simbólica se creó para que el hombre trascendiera
la impermanencia del habla.136
132
GALLAND, Karyn, Historia social de la lengua O´otham en Sonora (1950-2010), II Coloquio lengua
y sociedad: lenguas indígenas en riesgo.
133
PRINS, G. Op. Cit., p. 153.
134
Ídem.
135
Ibídem, p. 144.
136
Ibídem, p. 149.
44
Para Eugenia Meyer y Alicia Olivera de Bonfil, la historia oral es: “… la
conversación entre dos o más personas, con una finalidad concreta, que por otra
parte está encaminada a obtener cierta información.”137
137
MEYER, E. Op. Cit., p. 375.
138
ACEVES Lozano, J. Op. Cit., p. 31.
45
Para Roca y Ortiz los archivos personales como las fotografías, las
filmaciones, los diarios, los poemas, los escritos, las pinturas y las artesanías,
son fundamentales para la construcción de la historia oral.139
Las biografías,
Los relatos autobiográficos,
Los relatos de vida,
Las historias de vida y
Los testimonios orales.140
139
ROCA Y ORTIZ, M. Op. Cit., p. 73.
140
ACEVES Lozano, J. Op. Cit., p. 28.
141
MEYER, E. Op. Cit., pp. 375-376.
46
fatiga, hay que evitar que la entrevista sea muy larga. Es importante que el
investigador no exprese opiniones personales, para evitar que influyan en el punto
de vista del informante.142
142
Ibídem, p. 377.
143
Ídem.
144
Ídem.
145
Ibídem, pp. 377-378.
146
Ibídem, pp. 375-376.
147
Ibídem, p. 380.
47
conservación.148 Por ello es acertado registrar la información inmediatamente
después de que ocurran los eventos, para evitar distorsiones o cambios.
1. La difamación,
2. La violación de la vida privada del individuo entrevistado,
3. Los derechos de autor al publicarse la entrevista. Por lo tanto, es
importante que “… el entrevistado [tenga] definitivamente el derecho
de decidir si acepta que su entrevista se publiqué o no; si la
148
Ídem.
149
PRINS, G. Op. Cit., pp. 158-159.
150
Ibídem, pp. 164-165.
48
información que proporciona está abierta a un público en general, o si
se destinará únicamente para uso de los investigadores.151
De acuerdo con Pelto y Pelto, citado por Honorio Velasco y Ángel Díaz de Rada,
la metodología se define como: “…la escritura de procedimientos y reglas
151
MEYER, E. Op. Cit., p. 380.
152
Ídem.
153
Ibídem, pp. 377-378.
49
transformacionales por las que el científico extrae información y la moviliza a
distintos niveles de abstracción con objeto de producir y organizar conocimiento
acumulado.”154 Es necesario diferenciar entre el método y las técnicas, sin embargo
tanto el método como las técnicas de observación o alguna otra, requiere de
planteamientos teóricos previos como una terminología, el diseño de la
investigación, ideas directrices, etc.155
En primer lugar presupone que es posible conocer al otro, lograr una cierta
empatía y comunicarse con él a través de su cultura, con lo que nos remite
tanto a una perspectiva intelectual y filosófica, como a una tradición
antropológica; b) en segundo lugar, implica que este conocimiento requiere
la co-presencia en un amplio trabajo de campo, la ubicación y uso de
múltiples fuentes de información y su “triangulación”; y c) que el texto que
denominamos etnografía trasciende la apariencia de la denotación y de los
significantes (sean personas, objetos, gestos, edificios, sonidos, olores,
etcétera), a través de la imaginación creativa y el método que proviene del
uso sistemático de un cuadro conceptual provisto por la Disciplina – reitero,
de otras más -, mediante el cual se entrelazan tiempo, espacios, actores,
planos de significaciones, prácticas, etcétera.157
154
PELTO, P., Pelto, G. Anthropological Research, Cambridge: Cambridge University Press, 1978
citado por VELASCO, Honorio y Ángel Díaz de Rada, La lógica de la investigación etnográfica. Un
modelo de trabajo para etnógrafos de escuela, Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 17.
155
VELASCO, Honorio, Ángel Díaz de Rada, La lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de
trabajo para etnógrafos de escuela, Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 18.
156
Ídem.
157
VERGARA Figueroa, Abilio, Etnografía de los lugares. Una guía antropológica para estudiar su
concreta complejidad, ENAH- INAH- Ediciones Navarra, México, 2013, p. 25.
50
El trabajo de campo es una técnica, no debe ser confundida con la metodología
global; es un proceso, una situación metodológica, una secuencia de acciones, que
no siempre son controladas por el investigador.
158
VELASCO, H. Op. Cit., pp. 18-21.
159
Ibídem, p. 23.
160
CLIFFORD, J. Power and dialogue in ethnography: Marcel Griaule´s Initiation, en G.W. Stocking
(ed.), Observers Observed. Essays on Ethnography Fieldwork, Madison: The University of Wisconsin
51
En otras palabras, los autores señalan que la mejor estrategia para el estudio de
grupos humanos es a través de las relaciones sociales, instrumentalizarlas con un
objetivo determinado: “La situación se configura como una tensión de proximidad y
distancia, de empatía y extrañamiento, que se mueve de la observación a la
participación, del cuestionario a la charla íntima, de la pregunta a la respuesta. En
esa tensión, y como modo básico de aproximación al campo, se encuentra la
observación participante.161
Press, pp. 121-156, citado por Honorio Velasco y Ángel Díaz de Rada, La lógica de la investigación
etnográfica. Un modelo de trabajo para etnógrafos de escuela, Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006,
p. 24.
161
VELASCO, H. Op. Cit., p. 24.
162
Ibídem, p. 34.
163
Ibídem, p. 24.
164
Ídem.
52
La antropología americana contribuyó a los estudios etnográficos sosteniendo
que con la observación participante se podría contemplar la cultura desde el punto
de vista del otro, convirtiendo a la observación participante en un proceso de
socialización: el investigador debe jugar diversos papeles para aprenderse la cultura
de quien estudia.165 En la observación participante las relaciones se pueden
desarrollar de forma igualitaria o jerárquica. La primera implica empatía, confianza,
conocer las reglas de comunicación; mientras que la segunda se desarrolla por los
principios de autoridad y obligación. Junto con estos modelos existen otros, como:
“…el de compra-venta, que entiende la transmisión de información como una
transacción y exige fidelidad a cambio del precio justo…”166 Pero sean como sean
las relaciones que se entablan con el grupo social estudiado, el objetivo ideal de
cualquier investigador es llegar a integrarse plenamente a dicho grupo.167
165
Ibídem, p. 25.
166
Ibídem, pp. 24-25.
167
Ibídem, p. 25.
168
Ibídem, p. 28.
169
Ídem.
170
Ibídem, p. 29.
53
Continuando con estas diferencias entre el trabajo de campo realizado en
sociedades extrañas y sociedades a las que pertenece el investigador, Velasco y
Díaz de Rada refieren el shock cultural que sufre el investigador cuando se enfrenta
a una sociedad muy ajena a la suya, mientras que en los estudios sobre la misma
cultura el shock cultural nunca ocurre, en dichos casos lo que se busca es encontrar
diferencias, hacer énfasis en ellas, en descubrir el sentido de diferencia. En el primer
supuesto el investigador debe asimilar las diferencias culturales, en el segundo debe
“despojarse de ellas.”171
Ante la necesidad, anhelo o utopía del investigador por comprenderlo “todo”, por
conseguir una aprehensión total de la realidad; casi todo el trabajo de campo debe
ser un ir y venir de observación y entrevistas, y técnicas que se comprenden como
complementarias.172 La objetividad de la investigación en el trabajo de campo se
alcanza gracias a la buena e intensa comunicación entre el investigador y el grupo
social.173 Entendiendo el trabajo de campo como una interacción social entre el
investigador y los sujetos de estudio, pareciera que la observación deriva de las
habilidades y percepciones del investigador para entender al otro, y la entrevista se
conforma por la cantidad y precisión de información que proporcionan los
informantes. Sin embargo, el investigador es el primer informante, es quien debe
proporcionar la información desde su experiencia, aunque el concepto de
informante ha sido utilizado comúnmente para aquellos portadores de la cultura y
por lo tanto información que requiere el investigador:
171
Ibídem, p. 30.
172
Ibídem, p. 33.
173
Ibídem, p. 31.
54
investigación). Esa “autoridad” es la que se transfiere al investigador, cuyo
trabajo consiste en absorberla. O más bien, en elevarse a su altura.174
Velasco y Díaz de Rada señalan que los procesos para generar un discurso
significativo son: describir (observación participante, descripción densa), traducir
(encontrar conceptos similares entre la cultura estudiada y la del investigador),
explicar e interpretar,177 sobre los que se hablará en seguida.
Describir
174
Ibídem, p. 34.
175
Ibídem, p. 35.
176
Ibídem, p. 34.
177
Ibídem, p. 42.
55
ahí, también hay interpretación, ya que el investigador conoce la relación entre las
acciones y el estado de ánimo de quien describe. En la descripción el investigador
se debe definir como un tipo de observador (desde donde habla): como participante,
integrante del grupo, extraño o visitante espontáneo. También hay que determinar
qué objetivos se desean alcanzar con la descripción, a qué significado o
interpretación conducen, qué reglas se descubrirán.178 Clifford Geertz entiende la
descripción densa como: “… microscópica y también interpretativa, en tanto que
intenta rescatar lo “dicho” de sus ocasiones perecederas para fijarlo en términos
duraderos.”179 Con microscópica se refiere a: “… prestar atención a la fina red de
relaciones que los contextos revelan si se dirige una atenta y aguda mirada a
ellos.”180 Y para ser interpretativa se debe tener una concepción de la cultura,
citando para ello la definición que ofrece Geertz: “La cultura consiste en estructuras
socialmente establecidas de significación en términos de las cuales la gente hace
tales como guiños de conspiración…”181
178
Ibídem, pp. 43-47.
179
Ibídem, p. 48.
180
Ídem.
181
GEERTZ, Clifford, “Thick Description: Toward an Interpretive Theory of Culture”, en The
interpretation of cultures, New York: Basic Books, 1973, citado por Honorio Velasco y Ángel Díaz de
Rada, La lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de trabajo para etnógrafos de escuela,
Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 49.
182
VELASCO, H. Op. Cit., p. 49.
183
Ibídem, pp. 49-50.
56
interpretativa es una habilidad literaria, es la construcción de un texto. Al principio
puede ser únicamente el registro exagerado de datos, pero con el proceso la
información comienza a adquirir sentido, se rellenan las lagunas y se recrean los
acontecimientos. El diario de campo es el mejor instrumento para materializar la
descripción, en el que se anotan tanto información sistemática, como pensamientos
o frases espontáneas.184
Traducir
Explicar
184
Ibídem, p. 50.
185
Ibídem, pp. 51-52.
186
Ibídem, p. 52.
187
Ibídem, p. 54.
57
Hempel. La de Beattie refiere que explicar es: “…relacionar lo que hay que explicar
con otra cosa o con un sistema de cosas y de acontecimientos.”188 Además indica
que la explicación viene cuando se sitúa al fenómeno como parte de un todo, de un
contexto. Por otra parte, Jarvie refiere que la explicación: “…consiste en deducir un
enunciado a partir de otros de acuerdo con algunos requisitos tanto formales como
materiales.”189 En cuanto a Hempel, para explicar las causas de un fenómeno hay
que: “…dar las causas de él, ya se trate de hechos, tendencias o regularidades.”190
Para Hempel la explicación se compone de explanandum y de explanans. La
primera es cuando se describe el fenómeno a partir de los datos observados;
mientras que la segunda son las proposiciones que dan cuenta del fenómeno,
explicando las causas y consecuencias del fenómeno.191 Otra clasificación de las
explicaciones son causales, genéticas y composicionales. Las primeras expresan la
existencia de un fenómeno; las segundas explican cómo se ha desarrollado o ha
evolucionado un fenómeno; mientras que las terceras generan relaciones entre sus
partes.192 Los autores regresan a Beattie para referir su clasificación de las
explicaciones funcionales, que divide en: históricas, basadas en factores
mediadores, teleológicas y leyes o principios generales. En las históricas intervienen
las causas eficientes; en las basadas en factores mediadores se busca demostrar
la relación entre las cosas (los hechos sociales de Durkheim); las teleológicas, que
buscan demostrar las consecuencias determinadas del hecho explicado; y las leyes
o principios generales que ofrecen referencias clasificatorias.193 Dicho lo anterior, el
esquema de Beattie sobre la explicación funcional se integra por las causas y
188
BEATTIE, J., “Comprensión y explicación en Antropología Social”, en J.R. Llobera (ed.), La
Antropología como ciencia, Barcelona: Anagrama, 1975 citado por Honorio Velasco y Ángel Díaz de
Rada, La lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de trabajo para etnógrafos de escuela,
Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 56.
189
JARVIE, I. C., “Comprensión y explicación en antropología social”, en VV.AA., La explicación en
las ciencias de la conducta, Madrid: Alianza, 1982, citado por Honorio Velasco y Ángel Díaz de Rada,
La lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de trabajo para etnógrafos de escuela, Madrid,
Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 56.
190
HEMPEL, C.G. Filosofía de la ciencia natural, Madrid, Alianza, 1979 citado por Honorio Velasco y
Ángel Díaz de Rada, La lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de trabajo para etnógrafos
de escuela, Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 56.
191
VELASCO, H. Op. Cit., p. 56.
192
Ibídem, pp. 56-57.
193
Ibídem, p. 57.
58
consecuencias que genera la institución estudiada, entendiéndola como parte de un
sistema complejo, que también tiene como fines la interacción social o la
perpetuación de la estructura social.194
Todo lo concluido anteriormente por Beattie fue criticado por Runder y Nadel por
no cumplir realmente los objetivos de la explicación funcionalista, la crítica consiste
en que:
Por su parte, Stephen Turner elaboró una tesis sobre la explicación con base
en la teoría del lenguaje, concluyendo que la explicación se puede considerar como
una forma de traducción:
Partiendo de la base de que los hechos sociales, como los juegos del
lenguaje, son comportamientos y sistemas de creencias convencionales
sometidos a reglas. Turner señala que la explicación en ciencias sociales
debe cumplir la norma de prestar “condiciones de verdad objetivamente
especificables”, de tal manera que se suministren las bases para una
fundamentación de los controles que convaliden las traducciones. Los
enunciados p en el lenguaje L son verdaderos bajo condiciones X, y p
puede ser traducido como el enunciado q del lenguaje M, si q es
verdadero bajo las condiciones X.196
194
Ibídem, pp. 57-58.
195
Ibídem, p. 58.
196
Ibídem, p. 59.
197
Ídem.
59
Interpretar
198
EVANS-Pritchard, E.E., Antropología Social, Buenos Aires: Nueva Visión, 1973 citado por Honorio
Velasco y Ángel Díaz de Rada La lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de trabajo para
etnógrafos de escuela, Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 60.
199
EVANS-Pritchard, E.E., Brujería, magia y oráculos entre los azande, Barcelona: Anagrama, 1976
citado por Honorio Velasco y Ángel Díaz de Rada, La lógica de la investigación etnográfica. Un
modelo de trabajo para etnógrafos de escuela, Madrid, Trotta, Sexta Edición, 2006, p. 61.
200
VELASCO, H. Op. Cit., p. 57.
60
articular diversas situaciones, personajes y lugares relacionándolos en sus
diferentes temporalidades.201
201
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p. 26.
202
VELASCO, H. Op. Cit., pp. 67-68.
203
Ibídem, p. 68.
204
Ibídem, p. 71.
205
Ibídem, p. 72.
61
I.3.3 La crónica en los estudios de las ciudades
En las crónicas de la Ciudad de México, desde Bernal Díaz del Castillo hasta
Guillermo Tovar de Teresa, se han manifestado conocimientos históricos de los
lugares referidos e impresiones de los escritores sobre estos. Madame Calderón de
la Barca, Luis González Obregón, Artemio de Valle Arizpe y Salvador Novo, son
unos de ellos. Luis Rubio refiere las características del cronista de la Ciudad:
206
RUBIO, Luis, Cronistas de la Ciudad de México, Departamento del Distrito Federal, México, 1975,
pp. 8-9.
62
Un extinto paseo–el de La Viga–sobrevive en las narraciones que lo
describen, y en las novelas y relatos costumbristas de que fue escenario.
Si a Bucareli el que adoptó merecidamente su nombre, al virrey
Revillagigedo debió la ciudad la institución en 1790 del Paseo de la Viga,
así llamado porque a lo largo del canal: a partir de la margen derecha de
la Acequia Real (hoy pavimentada calle de la Corregidora); cerca de la
parroquia de San Pablo, recorría 1848 metros hasta llegar a la garita de
la Viga.207
207
NOVO, Salvador, Los paseos de la Ciudad de México, Segunda Edición, Fondo de Cultura
Económica, México, 2005, pp. 50-51.
63
la crónica se inclina más hacia la historia, mientras que la etnografía,
evidentemente, más hacia la antropología.
I.4.1 Espacio
1.4.2 Frontera
208
PORTAL, M. Op. Cit., p. 72.
64
A partir de la teoría de Abilio Vergara sobre los lugares, las fronteras o límites
que demarcan los lugares pueden ser físicos y/o simbólicos. Estas fronteras más
que delimitar, contienen y posibilitan. Desde ahí los lugareños desarrollan su papel
social generando determinadas relaciones sociales.209 El autor añade sobre las
fronteras simbólicas que: “… tenemos un tipo de frontera cuya delimitación es
encargada a la lectura de códigos manejados por comunidades circunscritas, de
difícil lectura para quienes no participan de las relaciones que el lugar contiene y
posibilita.”210
I.4.3 Identidad
Los individuos tanto construyen una concepción del mundo personal, como
una identidad cultural de grupo. El significado de una actividad está estrechamente
ligado con el contexto cultural, económico y social de una época determinada. La
identidad varía con el paso del tiempo, ya que no es estática.211
209
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p. 124.
210
Ibídem., p. 132.
211
CAMARENA Ocampo, Mario, Los tejedores construyendo la artesanía. Cambios y continuidades
en la identidad de los artesanos. Generación e identidad en ACEVES Lozano, Jorge, Historia Oral.
Ensayos y Aportes de Investigación, Tercera Edición, CIESAS, México, 2012, pp. 98-99
212
CUESTA, Josefina, Memoria e historia. Un estado de la cuestión, Op. Cit., p. 212.
65
identidad.213 Con esto se observa la relación entre memoria e identidad, siendo uno
de los objetivos de la memoria reforzar la identidad de un grupo.
213
PORTAL, M. Op. Cit., pp. 70-80.
214
SAFA, P. Op. Cit., p. 118.
215
Ibídem, p. 119.
216
Ídem.
217
Ídem.
66
estar muy consolidadas en el interior, o ser difusas y tener mucha movilidad;
sentir pertenecer a una colectividad mayor o no; que algunos encuentren las
formas para pertenecer y hacerse fundamentales en la vida social, o que
busquen la forma de desvincularse del grupo. Ante eso, las autoras señalan
que: “La particularidad de lo local en la actualidad reside precisamente en la
complejidad de los procesos sociales donde se construye.”218
3) La identidad desde lo político: el tercer nivel de identidad es el político. La
capacidad que tiene la comunidad para tomar las decisiones políticas de su
competencia. Las autoras refieren la centralización del poder y la falta de
autonomías regionales y locales, ante esto han surgido movilizaciones
ciudadanas por fortalecer y defender autonomías locales.
Para completar las aportaciones de las autoras sobre lo local, se refiere que: “Lo
local también sirve para la construcción de referentes de identidad, personales y
colectivos, de un nivel mayor de abstracción, ya que son mediaciones que funcionan
para concretar identidades nacionales o regionales.219
I.4.4 Lugar
218
Ibídem, pp. 120-121.
219
Ibídem, pp. 117-118.
220
Para Vergara Figueroa el término emosignificativa es la “fusión” de significación y emoción.
221
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p. 35.
67
Por su parte, Irwin Altman señala que el espacio se convierte en lugar cuando
adquiere significado. Mientras que Sada y Ramírez, refieren sobre el concepto de
lugar que se desarrolla en torno al comportamiento cotidiano particular, que marca
diferencias entre unos y otros. Las personas se sienten parte de un lugar por la
construcción de lazos y sentimientos de pertenencia a partir de procesos simbólicos
y efectivos.222
222
SAFA, P. Op. Cit., p. 120.
223
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p. 15.
224
Ibídem, p. 51.
225
Ibídem, p. 55.
68
exterior (imágenes, colorido, cuidado, etc.), tiene un lenguaje particular,
condicionando las actividades del lugar y el posicionamiento de los lugareños.226
226
Ibídem, pp. 61-63.
227
Ibídem, p. 85.
228
Ídem.
69
entender, explorar y etnografiar los recortes espaciales, haciendo hincapié en que
las divisiones no son siempre físicas.229
Para finalizar con este concepto, se refiere que el lugar de culto es delimitado
por la iglesia o templo, contraponiéndolo con la casa por su carácter privado,
separando el tiempo sagrado del tiempo cotidiano.232
229
Ibídem, pp. 88-92.
230
Ibídem, p. 141.
231
Ibídem, p. 142.
232
Ibídem, p. 67.
233
ACEVES Lozano, J. Op. Cit., p. 30.
70
I.4.6 Ritual
Peter Burke señala que lo cotidiano puede considerarse dentro del ámbito de
la rutina y de los hábitos mentales, y que sí puede incluir a lo ritual. Lo ritual: “… un
hito de las ocasiones especiales en la vida de los individuos y comunidades, se
define a menudo por oposición a lo cotidiano. Por otra parte, los visitantes forasteros
advierten en la vida de toda sociedad ritos cotidianos – formas de comer, de
saludarse, etc. – que los habitantes locales no logran percibir en absoluto como
rituales.236
234
RADCLIFFE-Brown en Goffman, Erving, El ritual de la interacción, Tiempo Contemporáneo,
Buenos Aires, 1970 citado en VERGARA Figueroa, Abilio, Etnografía de los lugares. Una guía
antropológica para estudiar su concreta complejidad, ENAH-INAH-Ediciones Navarra, México, 2013,
p. 77
235
LEACH, Edmund, Cultura y comunicación. Lógica de la conexión de los símbolos, Siglo XXI,
Madrid, 1976 citado en VERGARA Figueroa, Abilio, Etnografía de los lugares. Una guía
antropológica para estudiar su concreta complejidad, ENAH- INAH- Ediciones Navarra, México,
2013, p. 77.
236
BURKE, Peter, Obertura: la Nueva Historia, su pasado y su futuro en BURKE, Peter (ed.), Formas
de hacer Historia, Alianza Editorial, Madrid, 1991, p. 26.
71
Abilio Vergara entiende los rituales en relación con el valor que el grupo les
otorga.
I.4.7 Rutina
De acuerdo con Abilio Vergara, las rutinas son las formas frecuentes y
reiterativas de relacionarse de los lugareños. No hay una diferenciación tan tajante
entre rutina y ritual, en ocasiones el primero, cuando se les agrega un tanto de valor
y expresividad, puede llegar a convertirse en ritual y esto demuestra los valores
reconocidos por el grupo.237
I.4.8 Símbolo
237
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., pp. 72-80.
238
VALERA, Roberto, Naturaleza/Cultura, Poder/Política, Autoridad/Legalidad/Legitimidad en
Antropología jurídica: perspectivas socioculturales en el estudio del derecho, ANTHROPOS, UAM,
España, 2002, pp. 76-78
72
… El símbolo, sea cual sea la interpretación que se haga de él, tiene como
objetivo primordial establecer vinculaciones, relaciones, comunicación,
crear comunidad. De hecho, el símbolo, como una de las formas
expresivas más decisivas de la humanidad de todos los tiempos,
manifiesta con total nitidez que el ser humano, fundamentalmente, es
relación.239
I.4.9 Territorio
239 DUCH, Lluís, Antropología de la vida cotidiana. Simbolismo y salud, Ed. Trotta, Madrid, 2002, pp.
245–246
240
GIMÉNEZ, Gilberto, Territorio, cultura e identidades, en Rocío Rosales (coord.), Globalización y
regiones en México, México, Programa Universitario de Estudios sobre la ciudad, UNAM/Grupo
Editorial Porrúa, 2000, citado por María Ana Portal, Espacio, tiempo y memoria. Identidad barrial en
la ciudad de México: el caso del barrio de La Fama, Tlalpan en Patricia Ramírez Kuri y Miguel A.
Aguilar Díaz (Coord.), Pensar y habilitar la Ciudad, México, ANTHROPOS-UAM, 2006, p. 72.
73
I.4.10 Tiempo barrial
Entonces, para ser considerado tiempo barrial debe encerrar los ritmos de la
vida cotidiana, los eventos significativos y el tiempo cíclico ritual.
241
PORTAL, M. Op. Cit., p. 77.
74
por las calles de esas hermosas ciudades. Fue entonces cuando me di a la tarea,
influida por esos dos autores, de descubrir los rincones de mi ciudad. Y así comencé
a hacer crónicas, estampas o relatos de la Ciudad de México.
75
descripciones estarán encaminadas hacia la nostalgia de un pasado que se intenta
recuperar a través de la historia oral y del registro de la memoria colectiva.
La colonia San Rafael fue antecedida por la colonia de los Arquitectos, primera
colonia extramuros del centro de la Ciudad de México. Fue fraccionada hacia 1857
por el ingeniero Francisco Somera quien tuvo la visión de habitarla con los
arquitectos de la Academia de San Carlos. Entre 1884 y 1910 se le unieron los
terrenos de los ranchos San Rafael, el Cebollón y Casa Blanca para dar lugar a la
colonia San Rafael. Poseedora de una rica arquitectura – ecléctica, art decó, art
nouveau y funcionalista – y habitada por instituciones escolares, culturales y
artísticas de importancia para el país, la colonia San Rafael tiene un dejo de viejo
encanto que no puede escaparse a los ojos del observador inquieto.
76
Luis, Cronistas de la Ciudad de México, Departamento del Distrito Federal, México, 1975,
contexto del viejo barrio de San Cosme.
242
Hacia 1824 los ingleses pidieron al gobierno mexicano que les concediera un
terreno para enterrar a sus conciudadanos, esto por las disposiciones canónicas
que establecían la prohibición de enterrar a protestantes en conventos, iglesias y
atrios. Lucas Alamán, como ministro de estado, donó un terreno localizado en la
Tlaxpana. El campo santo abrió sus puertas en 1825 expidiéndose un decreto donde
se declaraba territorio británico. Años más tarde, tras la guerra de 1847, los
norteamericanos, siguiendo el ejemplo de los ingleses, solicitaron al gobierno
mexicano un terreno para enterrar a sus muertos. En 1951 Jorge G. Gofs,
representante de Estados Unidos de Norteamérica, compró la franja de tierra
cercana a la Tlaxpana, colindante al norte con el panteón protestante, al poniente
con el río Consulado, al sur con un terreno y al oriente con la calzada de la Verónica.
242
Garita de San Cosme [en línea] disponible en
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0a/Mexico_City_from_San_Cosme.jpg. Fecha de
consulta enero de 2014.
77
Los norteamericanos, como los ingleses, lograron que el cementerio fuera
declarado territorio de su país.243
Manuel Rivera Cambas hacia la segunda mitad del siglo XIX y principios del
XX, define el barrio de San Cosme como “la parte poética de la capital” por sus
bellas casas, jardines y tranquilidad:
243
REYNA, María del Carmen, Casas y huertas en la Ribera de San Cosme, siglos XVI-XIX, México,
INAH, 2009, p. 121.
244
RIVERA Cambas, Manuel, México pintoresco, artístico y monumental en MARTÍNEZ Domínguez,
Margarita, La colonia de los Arquitectos a través del tiempo, San Rafael, México, Secretaría de
Cultura del D.F. – Juan Pablos Editor, 2011, p. 14.
78
Describe Rivera Cambas la entrada verduras y carneros por el arrabal de San
Cosme, los indígenas que cargan huacales con pollos, huevos y mantequilla; los
que venden quesos frescos y conducen madera. Hace notar que por allí no se ven
billares, ni cantinas, ni mendigos; que la gente se dirige a San Cosme para disfrutar
de su belleza y serenidad:
México entero se dirige hacia San Cosme buscando mejor sitio, gozar un
aire puro y asentarse en un terreno menos expuesto a inundaciones: por
allí prepararon los conquistadores una salida segura hasta tierra firme,
poblando ambos lados de la calzada que ensancharon, concediendo los
solares a los principales sujetos avecinados en la capital, a condición de
que habían de edificar casa sin interrupción. Estando la calzada bañada
con aguas del lago, se dijo propiamente, que las casas tenían abundancia
de agua, pues además de las del lago contó con las que provenían de
Santa Fe, por el acueducto conocido como La Verónica.245
245
Ídem.
246
MARTÍNEZ Domínguez, Margarita, La colonia de los Arquitectos a través del tiempo, San Rafael,
México, Secretaría de Cultura del D.F. – Juan Pablos Editor, 2011, p. 25
247
Las primeras colonias fueron los Arquitectos en 1857, los Azulejos en 1858, el Carmen de San
Ángel y Santa María la Ribera en 1859.
79
La colonia San Rafael, antiguamente colonia de los arquitectos, fue
urbanizada en una primera etapa en los ejidos de la Horca, en 1780, hasta
la época de la independencia, en 1827. A partir de 1858 fue legalizada la
propiedad por Francisco Somera pasando a ser la colonia de los
arquitectos, fraccionada en sesenta lotes para ser vendidos a los
profesionales y alumnos de la Academia de San Carlos. En 1882 ya
habitaban ochocientas veinticuatro familias.248
Los límites de la colonia fueron: al norte, la calzada San Rafael (hoy Guillermo
Prieto) y camino al Calvario (hoy Gómez Farías); al oriente, Ramón Guzmán (hoy
Avenida de los Insurgentes); al sur, Ferrocarril de Toluca (hoy James Sullivan); y al
poniente, Casa Blanca (hoy Rosas Moreno).249
250
248
DEL ARENAL, Jorge, Ideología y estilo en la arquitectura de finales del siglo XX, Diego Fernández,
Rafael, Herencia Española. En la cultura material de las regiones de México, El Colegio de
Michoacán, México, 1993, p. 469.
249
MARTÍNEZ Domínguez, M., Op. Cit., p. 30.
250
Plano de la colonia de los arquitectos. Mapa realizado por Mónica del Arenal. Noviembre de 2013.
80
arbolados, glorietas o parques. Las calles de la colonia eran empedradas y se
abastecía de agua potable. Hacia 1882 ya circulaba el tranvía por la colonia.251
253
La colonia San Rafael surgió como tal cuando se fraccionaron los ranchos de
San Rafael, Cebollón y Casablanca, entre 1884 y 1910. La arquitecta Martínez
Domínguez explica el proceso de expansión:
251
MARTÍNEZ Domínguez, M., Op. Cit., p. 35.
252
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 82
253
La colonia de los Arquitectos hacia 1880 en TELLO Peón, Bertha, Santa María la Ribera, Clío,
México, 1998.
81
Signoret, que constituyeron una sociedad el 14 de mayo de 1890 con el
objeto de establecer una colonia, para lo cual solicitaron permiso al
ayuntamiento el 19 de julio de 1891. 254
254
MARTÍNEZ Domínguez, M., Op. Cit., pp. 65-66.
255
Ídem.
256
REYNA, M. Op. Cit., p. 121.
257
Ídem.
82
Ya en el siglo XX, la colonia San Rafael empezó a habitarse por familias
adineradas. Los terrenos median en promedio 500 metros cuadrados donde se
edificaron casas porfirianas de muy buen gusto.258
259
Sobre las rutas de los camiones que recorrían la colonia San Rafael en la
primera mitad del siglo XX, Martínez Domínguez señala:
258
Ídem.
259
La colonia San Rafael hacia 1891 en TELLO Peón, Bertha, Santa María la Ribera, Clío, México,
1998.
260
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit. p. 34.
261
Ibídem, pp. 76–77.
83
Barreda; mientras que “Primavera” pasaba por la Ribera de San Cosme para entrar
a la Santa María.262
En 1970 la línea dos del metro llegó a San Rafael con la estación de San
Cosme. Este hecho, junto con el comercio informal, los antros, hoteles de paso y
falta de regulación en la construcción, fue una de las causas que originó la
degradación de la colonia. La especulación inmobiliaria ha transformado la colonia,
prueba de ello son los edificios que han sido sustituidos o modificados, las casonas
que han sido derribadas para dejar la fachada y construir edificios, y los lotes que
han sido fraccionados.263
Tras ser exhumados los restos de los ingleses, el panteón inglés desapareció
en 1980 para ser transformado en el Centro Cultural Juan Ruiz de Alarcón. Junto
esta la capilla neocolonial de 1909, obra del inglés Charles S. Hall. Por su parte, el
panteón norteamericano todavía existe, rodeado por Virginia Fábregas y Melchor
Ocampo.264
262
Ídem.
263 MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit. p.77.
264 Capilla Británica [en línea] disponible en http://transeunte.org/2009/09/04/parque-virginia-
84
Mi tía abuela María Luisa Rangel, que nació en los años veinte, contó en su
casa que recién casados sus papás, llegaron a la Ciudad de México y visitaron una
casona de la colonia San Rafael:
“Mi mamá se acordaba rete bien” dijo con nostalgia. Después se encaminó a
buscar el álbum familiar para mostrarme la foto en la que se aprecia el balcón de
una casa porfiriana de la que se asoman varias señoras muy bien vestidas, entre
ellas mi bisabuela, que está en el costado izquierdo. Mi tía decidió, a modo de
broma, que la casa de la foto era en Gabino Barreda número 25.
Además refirió que: “las amigas de Blanca (mi abuela) vivían en la San Rafael,
la Güera Elia vivía en Sadi Carnot… La estación Colonia la usábamos mucho, ahí
llegaban todos los trenes”.
266
266
Estación Colonia. Catálogo de la exposición la arquitectura en México. Porfiriato y movimiento
moderno, INBA-SEP, México, 1983.
85
267
267
Casona de la colonia San Rafael en los años veinte. Fotografía del álbum familiar Rangel Larios.
Febrero de 2014.
86
Mi padre Jaime del Arenal, que nació en los años cincuenta, estudió la primaria
y secundaria en el colegio Cristóbal Colón, cuando le conté que mi tesis sería sobre
dicha colonia, dejó escapar algo así como: “la colonia San Rafael es mi colonia más
querida, después de la Roma,” donde nació. Me propuso que hiciera uno de los
relatos sobre la calle de Sadi Carnot, “la calle de los colegios”, le dije que ya llevaba
todos avanzados pero que de todos modos me contará sus recuerdos sobre la
calle. Aquí transcribo lo que me dijo:
87
Carpizo, como el ex presidente Miguel de la Madrid y todos ellos fueron
visitantes asiduos como estudiantes de la colonia San Rafael y de la calle
Sadi Carnot. Entonces, yo diría que un bonito ensayo sobre Sadi Carnot
vale la pena realizar.
Mi tío Jorge del Arenal, que nació en los años cincuenta, estudió la primaria
y secundaria en el colegio Cristóbal Colón. Viendo las imágenes y mapas del libro
Catálogo de la exposición. La arquitectura en México, porfiriato y movimiento
moderno, narró sus recuerdos y experiencias de cuando estudió, allá por los años
cincuenta y sesenta:
88
laboratorios de la escuela; nosotros cruzábamos del edificio moderno al
de época.
El internado estaba de ese lado de Sadi Carnot, inclusive nos decían los
hermanos que en época de los cristeros había un túnel que comunicaba
la casa de los lasallistas y el internado con el plantel. Lo usaran como
protección los cristeros, era una forma de escape. Y parece que esos
túneles si existen, bueno ahorita ya quien sabe, pero existieron en su
época, porque nos hablaban mucho de ellos. Yo a veces cursaba medio
internado, nos daban de comer del otro lado de la calle en esa casa que
era con una apariencia grande y hecha de ladrillo aparente, muy
anaranjada, con un estilo, no podemos decir que porfiriano, pero si con un
estilo… como un castillo. Estoy tratando de recordar, de hecho veo unas
ventanas muy grandes, unas salas con unos terrazos dibujados, con
dibujo en el piso, unos encortinados. En esos salones era donde ponían
las mesas para que los alumnos comiéramos. En la parte de arriba
estaban los dormitorios de los profesores y algunos laboratorios de física
y de química donde a veces nos daban las prácticas.
268
La primaria era una escuela vieja, por ahí tengo una foto. Era una entrada
que tenía unas escaleras que bajaba hacia los dos lados y al fondo estaba
el patio y como en forma de herradura estaban las aulas, ¡cómo me
acuerdo! En el patio había los tubos para el espiro, Jaime y yo teníamos
268
Antigua casa de los Azurmendi y de los hermanos lasallistas, hoy colegio Anglo-Español.
Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
89
nuestro espiro, yo al menos tenía mi espiro; en recreo nos apropiábamos
de los tubos y jugábamos. Ahí eran los festivales deportivos y muchas
cosas. Teníamos el auditorio en la parte de arriba, donde nos entregaban
las calificaciones y las medallas de honor y de asistencia, siempre Jaime
salía en todas, después nos tomaban la foto del grupo. En esta esquina
estaba la UVM enfrente de la primaria, y al lado de la UVM, había un
edificio de los masones, que es de concreto gris, con unas escaleras en
la fachada y con un símbolo de los masones. El primer plantel de la UVM
era una casona también media porfiriana con unas escalinatas, unos
barandales y unas almenas, muy imperial la casa. Ahí se daban nada más
carreras de comercio, para secretarias, ejecutivas, bilingües, contaduría;
tenía muy pocas carreras.
90
a Jaime y a mí, para mitigar un poco el hambre, porque nos regresábamos
con ella en tren hasta Miravalle.
Hace mucho pasé por Sadi Carnot y las cosas las sentí diferentes, como
una percepción diferente del contexto. En esa época éramos niños y
entonces todo lo veíamos grandote. Sadi Carnot no tenía árboles, era muy
pelona, y hace un par de años que fui ya está muy arbolada, muy
cambiada en su imagen urbana. Se pierde un poco la proporción por los
árboles de la altura de las casas y los edificios. Desconozco ahorita si ya
han hecho edificios altos en Sadi Carnot, por ejemplo. Me acuerdo que
sobre Gómez Farías había una papelería aquí en la esquina, pasando el
Anglo, donde a veces íbamos comprar útiles.
91
Ya llevamos un poco más de cuatro años aquí. La primera expo que
hicimos en este espacio fue en octubre de 2009. En ese tiempo estuvieron
nada más representantes de la galería Hilario Galguera y del Museo El
Eco; pero ahora, obviamente hay muchos más espacios aquí dirigidos por
artistas como Lodos, Casa Maauad, (…), Preteen, Diagrama. Y ha sido
emocionante ver el crecimiento de la colonia como un nuevo centro para
el arte contemporáneo joven, y Yautepec siempre ha sido un apoyador de
artistas emergentes y seguimos en esa línea. Nos sentimos súper
cómodos en la San Rafael.
Creo que fue construido en los treinta o cuarenta. Leí en algún lado que
Octavio Paz tuvo un departamento aquí, pero realmente no sé. Rentamos
aquí porque el espacio es perfecto para nosotros y por el precio súper
accesible.
92
Yo sino estoy comiendo aquí en la San Rafael, siempre voy a la
Cuauhtémoc, porque está cruzando. También vivo en la Juárez, entonces
todos los días camino de mi casa a la galería y de regreso.
269
269 Exterior de la Galería Yautepec. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
93
3. La arquitectura de la colonia
En la colonia de los Arquitectos (de 1857 a principios del siglo XX) dominó el
eclecticismo integrado, que consiste en crear diseños propios sin recurrir a algún
estilo del pasado, a diferencia de estilos como el neoclásico, neogótico, etc.
Martínez Domínguez señala que: “… se adoptó todo lo proveniente de Paris, dentro
de un criterio ecléctico que admitía todas las formas clásicas del academicismo
como las aportaciones del barroco.”270 La arquitectura afrancesada que siguió la
colonia se ejemplifica en el edificio que todavía se puede observar en Antonio Caso
y Rosas Moreno, obra de Antonio Rivas Mercado, y que muestra guirnaldas,
angelitos, cariátides, atlantes y altos relieves.271
270
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 47.
271
ídem.
272
Ídem.
273
Ibídem, p. 101.
94
274
274
Plano de una privada de la colonia San Rafael. Catálogo de la exposición la arquitectura en
México. Porfiriato y movimiento moderno, INBA-SEP, México, 1983.
275
MILLARES, Kathya, Las casonas extintas, periódico El Milenio 10.08.2011.
95
arquitectos de la época que copiaban mucho el estilo. Tenían un sótano,
todas tenían unos respiraderos (…)
276
276
Fachada de una casona de la colonia San Rafael. Catálogo de la exposición la arquitectura en
México. Porfiriato y movimiento moderno, INBA-SEP, México, 1983.
96
del arquitecto Rafael García y Sánchez Facio en Valentín Gómez Farías
y Sadi Carnot, que durante años fue ocupada por la Escuela de
Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional y que fue demolida en los
años ochenta para darle paso a la arquitectura del siglo XX
(posteriormente se construyó en ese sitio la Federación de Trabajadores
al Servicio del Estado).277
4. Descripción actual
Entre el 2013 y 2014 recorrí la colonia San Rafael, conociendo y disfrutando sus
calles amplias, a veces arboladas, muchas veces sucias. No tiene ninguna plaza
central o punto neurálgico. Las casonas que quedan son impresionantes, a veces
abandonadas, otras muy bien conservadas. La colonia ha sido duramente golpeada,
quedan pocas edificaciones originarias; en cambio, hay muchas construcciones
modernas que nada tienen que ver con las porfirianas o de principios del siglo XX.
277
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., pp. 48-49.
278
Ídem.
97
Antonio Caso, está ahí desde 1962; la privada 116 de la calle Sadi Carnot, y el
Edificio de las Artes sobre Antonio Caso, que en el interior de sus locales recoge la
fonda Gourmet México, D.F.
Cada calle tiene sus particularidades, sobre algunas de ellas se contarán dichos,
impresiones y datos, con la finalidad de proporcionar una imagen general de la
colonia a los lectores. Las calles serán nombradas primero, de oriente a poniente, y
luego, de sur a norte.
Los límites actuales de la colonia San Rafael son: al norte, la Ribera de San
Cosme; al oriente, Avenida Insurgentes; al poniente, Avenida Melchor Ocampo y la
calle Virginia Fábregas; y al sur, las calles James Sullivan y Parque Vía.
En uno de los paseos por Sadi Carnot, mi madre y yo, tuvimos la fortuna de
encontrar abierto el Pentatholón Deportivo Militar Universitario. Este se creó en
1938 por doce estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM que tenían como
finalidad juntar a las mejores voluntades para crear una patria fuerte. El edificio tiene
un portón grande, de techos altos; de lado derecho hay una tienda y de frente se
98
entra a un amplio salón que tiene un gran mural y donde los niños de taekwondo se
preparaban para comenzar su clase. Frente al Pentatholón se encuentra la Muy
Respetable Gran Logia Valle de México, cuyo símbolo y nombre se encuentran en
su fachada. Favorablemente también estaba abierta, encaminamos nuestros pasos
a la entrada y alcanzamos a ver una serie de bustos como el de Benito Juárez y una
pequeña estatua de “Cantinflas”. El hombre de la entrada nos dijo que sólo lo socios
podían entrar, y que para ser socio, entre otras cosas, había que ser hombre. Le
dimos a conocer nuestro punto de vista al respecto, consideramos que actúan
discriminatoriamente, tratamos de convencerlo para entrar, pero no accedió.
Mientras, llegaban hombres que saludaban al señor de la recepción y que pasaban
al salón del fondo.
99
Magda tocó el timbre de la casa de las hermanas, una de ellas abrió y pasamos a
la capilla, que según cuenta, sigue siendo la misma desde hace años. Tomé un par
de fotos más de la herrería ¡que fascinó!, alguna de la puerta principal original y
eché un último vistazo al que fuera uno de los edificios donde estudiaron mi padre
y mi tío.
280
279
279 Interior de la casa actual casa de las hermanas del colegio Anglo- Español, antigua casa de los
Azurmendi Fotografía tomada de la Fototeca Nacional [en línea] disponible en
http://fototeca.inah.gob.mx/fototeca/
280 Interior de la casa actual casa de las hermanas del colegio Anglo- Español, antigua casa de los
100
281
Antonio del Castillo. La calle Antonio del Castillo inicia en la Ribera de San Cosme
y termina en Thomas Alva Edison, junto con la calle Lorenzana, es la más corta. De
la calle sale un pequeño callejón que se llama Privada Antonio del Castillo y sobre
el que recordó mi tío Jorge:
281
Escalera de la actual casa de las hermanas del colegio Anglo-Español. Fotografía de Mónica del
Arenal. Enero de 2014.
101
282
Con la señora Gabriela García, que nació en los años sesenta en la privada
Blanca de Serapio Rendón, caminé por la calle de Antonio del Castillo. Al recorrerla
le comenté lo bonita que es, y contestó que también es peligrosa, que muchas veces
ahí asaltan porque la gente que vive en la calle ya es de edad y se encierra
temprano.
Serapio Rendón. En la calle Serapio Rendón, que merece varios ensayos aparte,
se encuentran: la parroquia de los Santos Cosme y Damián, el cine Ópera, el café
de chinos Córdoba, el restaurante de comida norteña La Tonina, el teatro Manolo
Fábregas, las privadas Blanca y Roja, y el INJUVE, entre otras cosas.
282
Privada Antonio del Castillo. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
102
changarrito donde vendían tacos de cabeza, los cuales eran la delicia del
mediodía cuando regresaba del Colegio Hispano Americano.283
283
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 105.
284
Ibídem, pp. 84-85.
103
Esta privada correspondía a lo que hoy se conoce como condominio
horizontal, pues a cada departamento correspondía una vivienda
individual de dos niveles: en la planta baja se localizaba la cocina con
acceso independiente; el comedor y la sala, que separaba un vestíbulo
del que partía la escalera; en el segundo nivel, había tres recámaras, un
vestíbulo con un baño y el acceso a la azotea y al cuarto de servicio, que
también contaba con baño. La escalera desde la planta baja hasta la
azotea era de granito, los pisos de duela y los vestíbulos de mosaico de
pasta. Las dimensiones de los espacios eran generosas y había alrededor
de los techos al igual que en los zoclos unas molduras de yeso.285
Gabino Barreda. La calle Gabino Barreda es tranquila y arbolada, pasan poco los
coches. Se conservan varias fachadas con edificios detrás. En la esquina con
Francisco Pimentel se ven cuatro casonas de diferentes colores que me llevan a
otra época, vieja y olvidada. En la cuadra que va de Covarrubias a Antonio Caso la
calle se deteriora, quedan pocas casonas, más bien son edificios modernos, alguna
pensión de autos y un edificio en construcción.
285
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op Cit., p. 110.
286
Ibídem, p. 105.
104
muy bien cuidado, con su pasto al centro, sus árboles altos, y flores y plantas que
lo adornan lindamente.
Don Beto, que lleva sesenta años viviendo en la privada Blanca de Serapio
Rendón, y la señora García, que nació en la misma privada, comentaron que todavía
hay mucha prostitución sobre Sullivan, desde Rosas Moreno hasta el Circuito
Interior. Don Beto dijo que por ahí hay muchos hoteles; que llevan parándose allí
desde hace años y que, aunque los vecinos se quejen, las autoridades no hacen
nada para erradicar el problema. Sobre la prostitución comentó mi tío Jorge del
Arenal:
De hecho esto era una zona de mucha prostitución (Sullivan esquina con
Serapio Rendón y Sadi Carnot), ahorita ya no; pero hubo una época en
que todas las prostitutas se paraban en esta esquina o en esta y aquí
287
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 98.
105
enfrente. Fue en la época de los setenta y ochenta; era muy sabido el
grado de prostitutas que había en estas calles. Se volvió muy oscuro, muy
peligroso caminar por esta banqueta, de todas maneras hoy se siente
todavía medio peligroso, no es muy seguro.
288
Ibídem, p. 105.
289
Ibídem, p. 106.
106
290
290
Fachada del que fuera el Rancho del Cebollón. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
291
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 105.
107
internacional. La mayoría de los artistas que representa son internacionales. De
2008 a 2011 la galería abrió un segundo espacio en Leipzig, Alemania, en una
antigua fábrica de hilo del siglo XIX. Desde el 2012 tiene una oficina en Berlín, donde
participa del arte contemporáneo.292
293
Thomas Alva Edison. En la calle Thomas Alva Edison y Antonio del Castillo me
encontré un viejo edificio porfiriano. Largas tiras con rectángulos blancos y azules
anunciaban que edificios se estaban construyendo o se construirán, pero que ya
estaban vendiendo. Me acerqué al vendedor que campechanamente estaba
sentado debajo de una sombrilla. Le hice varias preguntas para saber el futuro del
edificio: ¿Para cuándo estarán los nuevos edificios? ¿De cuándo es la casa?
¿Conservarán la casa o la destruirán? Las preguntas se terminaron: - “destruiré la
casa” - me contestó desde su silla de plástico, ¡sólo conservará la fachada! La casa
existía y solo conservaría la fachada para construir departamentos de 50 y 60
metros cuadrados. No me permitió entrar, destruirán la casa dentro de un mes.
Tomé un folleto y observé la fachada desde el otro lado de la calle, sin poder creer
lo que acababa de escuchar. Era la primera vez que me encontraba con un edificio
que existe y que destruirán para construir un montón de departamentos de 50
metros cuadrados. ¡Una casa porfiriana que se pierde porque Edison Urban
Residencial propone reinventar mi forma de vivir en una joya de la San Rafael!
292
Galería Hilario Galguera [en línea] disponible en http://www.galeriahilariogalguera.com/nueva/
293
Exterior de la Galería Hilario Galguera. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
108
Un mes después volví a pasar por Thomas Alva Edison,
desafortunadamente, a pesar de haber comunicado a especialistas en patrimonio
cultural, estaban destruyendo la casa. Fue triste verlo, las paredes golpeadas, las
puertas graffiteadas y camiones de carga entrando y saliendo a través de una
ventana derruida. ¿Cómo detener esto? ¿Cuántas casas que se han tirado y de las
que no me he enterado? Me resulta muy penoso.
294
295
294
Casona Porfiriana en Thomas Alva Edison destruida por Edison Urban Residencial. Fotografía de
Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
295
Casona Porfiriana en Thomas Alva Edison destruida por Edison Urban Residencial Fotografía de
Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
109
García Icazbalceta. En la calle García Icazbalceta, que va de Rosas Moreno a
Virginia Fábregas, está el Mercado de San Cosme, Casa Maauad, el hostal El Patio
77 y una iglesia que casi da con Virginia Fábregas.
Finalmente, resulta penoso ver como las casonas que otrora existieron en la
colonia San Rafael han sido destruidas para dejar únicamente la fachada y construir
un montón de departamentos. A pesar de esto, todavía encontramos considerables
edificios completos que podrían protegerse como patrimonio artístico.
ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO
¿Cuál fue el espacio La colonia San Rafael. Sus límites: Ribera de San Cosme,
estudiado? Avenida de los Insurgentes, James Sullivan y Melchor
Ocampo/Virginia Fábregas.
¿Cuánto tiempo duró la De agosto del año 2013 a agosto del año 2014.
investigación de campo y
bibliográfica?
110
investigadora por el tiempo que no le toco vivir. La estética
y orden de las casonas porfirianas.
¿Desde qué año están La temporalidad va del año 1920 al año 2014.
narrando los
entrevistados?
Jim Sharpe refiere en su artículo Historia desde abajo que la “nueva historia”, se
ha interesado sobre todo, desde 1966, por la historia de los “de abajo” o “de los que
no tienen historia”,296 o dicho por Edward Thompson de la historia de la: “…calcetera
pobre, al campesino ludita, al tejedor “anticuado” que trabaja con un telar manual,
al artesano “utópico…”297 Pero también se ha dedicado a abordar la historia de la
“gente corriente”. 298 Como se observó a lo largo del ensayo titulado “La colonia San
Rafael”, la investigación no se centró precisamente en “los de abajo” entendiéndolos
como los marginados o excluidos, pero sí tuvo como objetivo rescatar la memoria
de gente común que ha vivido, experimentado, sentido y, por lo tanto, coleccionado
recuerdos. Esta gente común manifestó recuerdos de experiencias cotidianas
296
SHARPE, J. Op. Cit., pp. 38-40.
297
THOMPSON, E.P. Op. Cit., p. 40.
298
SHARPE, J. Op. Cit., p. 40.
111
dentro y en los alrededores de la colonia, su memoria fue recogida por la
investigadora, considerándola valiosa y susceptible de perderse por el paso del
tiempo y por el poco interés de investigadores y habitantes de la ciudad por valorar
su historia cotidiana.
299
VELASCO, H. Op. Cit., p. 31.
112
De acuerdo con la teoría sobre los lugares de Abilio Vergara señalada
anteriormente, la colonia San Rafael puede considerarse un lugar por tener un
lenguaje particular, arquitectónico, sonoro y visual; rutinas que caen en el plano de
lo extracotidiano, rituales particulares, identidades delimitadas; y por supuesto,
historia y pertenencia de sus lugareños y acérrimos visitantes. Algunas de las
características de los lugares, como identidad de lo local, ritual, relato de vida y
frontera se analizarán con base en un ejemplo dentro de la colonia.
Relato de vida. Las pláticas con Jaime y Jorge del Arenal son un buen
ejemplo de lo que significa un relato de vida. Durante las conversaciones expresaron
su visión y versión del mundo en los años que estudiaron en el colegio Cristóbal
Colón, haciendo notar las dimensiones y ritmos de los acontecimientos de su vida,
ya fuera dentro del colegio, en la calle de Sadi Carnot o en los alrededores.
Frontera: La galería de arte tiene fronteras tanto físicas como simbólicas bien
delimitadas. Física, por ejemplo, en el caso de la casona del Porfiriato de la galería
300
SAFA, P. Op. Cit., p. 118.
113
Hilario Galguera, y simbólica, por ser parte de un gremio hermético, por ser un medio
al que tiene acceso únicamente el gremio o los interesados, como lo confesó el
director de la Casa del Cultura San Rafael al desconocer que en la colonia existieran
galerías de arte contemporáneo.
114
CAPÍTULO TERCERO. EL CINE ÓPERA
301
301 Estatuas de la fachada del cine Ópera. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto de 2013.
115
se cayó con el temblor de 1957; el Lux, inaugurado en 1947 en Miguel Schultz; el
San Rafael, en Guillermo Prieto y el Ópera en Serapio Rendón. Cuando, entre mis
entrevistados, vecinos, visitantes, viejos y nuevos habitantes o trabajadores de la
colonia, pedí que me contaran sobre lo que fue el cine Ópera –que, de todos los
anteriores, es el único que queda en pie–, inevitablemente empezaba un retahíla de
recuerdos sobre los cines de ésta y otras colonias. Mi padre Jaime del Arenal, que
estudió primaria y secundaria en el Colegio Cristóbal Colón ubicado en la calle de
Sadi Carnot, refirió que: “ese teatro Ópera, junto con el cine Roble y el teatro
Variedades, conformaban los tres grandes cines de México en la década de los
cincuenta, sesenta y setenta”. Por su parte, el dueño del café chino Córdoba –que
está frente a la parroquia de los Santos Cosme y Damián y que lleva allí alrededor
de sesenta años– comentó que él conoce mucho de cines porque tenía un amigo
que trabajaba en el medio. Con los pases que le regalaba iba al Palacio Chino, al
Variedades, al Olimpia… Recordó que en el Lux se veían las películas de Pedro
Infante y Jorge Negrete, y enumeró otros cines en los alrededores de la San Rafael:
el Magestic, el Roxy y el Rivoli, que se destruyeron para construir condominios, y el
Cosmos, que lleva años clausurado y que opina se podría salvar. Los que más le
gustaban, por ser los más vistosos, eran el Florida, el Palacio Chino y el Variedades.
Pero el más glamoroso de todos era el Encanto “porque tenía dos gladiolas y
elevadores”. Confesó que él era cinero porque lo invitaban y puntualizó que ahora
ya no existen “cines sino salas”.
302
MARTÍNEZ DOMÍNGUEZ, M. Op. Cit., p. 84
116
observa que en algún momento fueron pintadas de rosa; al costado derecho, casi a
la altura de las caras de las estatuas, un rostro en alto relieve se muestra hierático.
En la parte superior de la fachada se anuncia entre pequeñas plantas silvestres,
una vez más, el cine en grandes letras grisáceas. En el interior la candelaria fue de
bronce y cristal, los sillones de terciopelo rojo y los muros acristalados. Sobre el
estilo del cine Ópera, menciona Margarita Martínez Domínguez:
303
Ibídem, p. 85.
117
304
Jorge del Arenal, que estudió en el Colegio Cristóbal Colón, recordó sobre el
cine Ópera que: “era un cine grande, con un entarimado y un escenario grandes; un
cine con una capacidad importante, aunque no te puedo decir cuántas butacas, y
con un estilo como art decó. Recuerdo que las marquesinas estaban muy
iluminadas y su taquilla también tenía influencia art decó de los veinte”. El dueño
del café Córdoba, comentó al respecto, mostrándome unas fotografías del interior
del inmueble: “es un cine grande; tiene una gladiola hasta arriba y cámaras que
antes estaban arriba y ahorita están abajo; una dulcería; y unos candiles en donde
estaban los baños…”. Añadió que sobre la sala del cine había un candil que ahora
está tirado sobre las pocas butacas que quedan. Desconozco, ya que no pude entrar
al cine, si aún se encuentran las butacas como lo muestra la imagen.
305
304
Fachada del cine Ópera. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto de 2013.
305
El cine Ópera [en línea] disponible en http://thecitylovesyou.com/urban/cine-opera-%C2%BFque-
hay-dentro-de-las-ruinas/. Fecha de consulta Febrero de 2014.
118
306
Tiene una construcción maravillosa, la sala del cine de dos pisos, la planta
baja y las plateas. Ahí caben más de dos mil personas; tiene una escalera
monumental impresionante. Esas son las taquillas y la parte donde se
vendía la dulcería que también era muy grande; una escalera hermosa
está flanqueada por unas estatuas tipo griego, muy bonitas… Los asientos
eran muy cómodos, las butacas tipo teatro. Los baños eran gigantescos,
me acuerdo que eran muy grandes. En fin, cosas así que recuerdo de mi
niñez, por supuesto es este cine y los de Santa María que tiraron, el
Magestic y el Rivoli. ¡Y realmente es un edificio impresionante!, pero está
totalmente abandonado.
306
Lobby del cine Ópera. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto de 2013.
119
307
Hoy en día, tal como puede apreciarse en las fotografías, todo ese glamour
ha desaparecido. Las hermosas taquillas que recuerda el dueño del café Córdoba
se han visto reducidas a dos paneles de vidrio a los costados de la entrada, la
marquesina no anuncia más las películas de moda y las salidas de emergencia
están completamente graffiteadas.
307
El cine Ópera [en línea] disponible en http://fototeca.inah.gob.mx/fototeca/. Fecha de consulta
Febrero de 2014.
120
308
308
Una familia de tantas [en línea] disponible en http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-
440752894-fernando-soler-una-familia-de-tantas-cartel-lobby-card-_JM. Fecha de consulta Febrero
de 2014.
121
podía entrar a la mitad de la película, salirse; o sea tu comprabas un boleto, estabas
adentro del cine y ya no te tenías que salir en un horario definido…” La hija del
dueño del café de chinos platicó que ella iba muy seguido al cine porque su abuelo
conocía al dueño y los dejaban entrar gratis; iban a la matiné y se quedaban a ver
varias películas. El dueño del café refirió que el cine se llenaba, que lo usaban
mucho para matinés, y que el domingo exhibían tres funciones. Respecto a las
matinés, la señora Ortiz discrepó con los dueños del café Córdoba, pues dijo que:
“Pasabas la tarde completa en el cine, no había en la mañana, todas las funciones
eran en la tarde.”
La señora Ortiz contó que: “A veces había cola, bueno la cola para comprar
los boletos era obligatoria, siempre tenías que hacer cola para comprar los boletos…
Pero siempre había lugar, ¡porque era una sala inmensa!…”. Dijo que la sala se
llenaba las tres cuartas partes y que ella llegaba con su familia caminando. Además
que: “Era muy común ver llegar familias grandes, de cuatro en adelante, cinco, seis,
nosotros éramos ocho. Además, era prácticamente obligatorio que llegaban mamá,
papá e hijos, toda la familia completa.” Agregó que sus hijos, que nacieron en 1984
y 1986, recuerdan haber ido al Ópera con los abuelos.
Los informantes también hablaron sobre lo que había y todavía existe en los
alrededores del teatro Ópera. Mi padre refirió sobre la parroquia de los Santos
Cosme y Damián:
122
de Edison a la Ribera de San Cosme. Allí encontramos tres elementos
muy importantes de reflexión. Primero, desde luego, el convento de San
Cosme y Damián, que es una de las edificaciones señeras de la
arquitectura colonial mexicana, ya extramuros un poco de la ciudad, con
la huerta de San Cosme de los frailes franciscanos. Se conserva parte de
claustro, la iglesia y el atrio.
Sobre el teatro Manolo Fábregas, que se encuentra a pocos pasos del cine,
mi padre comentó:
Por desgracia está abandonado [el cine] desde hace algunos años, y el
latir un poco de la vida nocturna, de la vida artística de esa calle de
Serapio Rendón se trasladó al teatro Manolo Fábregas que está
prácticamente a un lado. Un teatro fundado precisamente por este gran
actor mexicano, ha sido la sede de grandísimas representaciones como
El violinista en el tejado, y muchísimas obras traídas de Broadway o de
Londres y que se han exhibido para el público de la ciudad durante
muchas, muchas décadas, y que sigue siendo un centro de referencia
fundamental.
Por su parte, la señora Ortiz fue por primera vez al teatro en 1974, al Manolo
Fábregas donde vio la obra Gigi con Angélica María.
123
de horchata o Jamaica. Junto estaba Las Mulas de Siempre, nombre con
el que se distinguía la pulquería de Serapio Rendón y San Cosme.309
No hay que olvidar algo, que uno como chico recuerda, que saliendo del
teatro Manolo Fábregas o del cine Ópera estaba allí a lado la sede o la
sucursal de una taquería riquísima que eran Los Cocoteros, donde uno
podía disfrutar de unas flautas deliciosas de salsa roja y salsa verde con
crema y queso, que todavía se ha mantenido en alguna otra taquería
mexicana. Siempre uno recuerda la infancia con Los Cocoteros como uno
de los momentos agradables donde iba con sus papás después del cine.
El restaurante la Tonina se encuentra aún a pocos pasos del cine. Una de las
señoras que trabaja allí contó que los dueños originarios eran de Monterrey, desde
entonces ha tenido siete dueños. Ella lleva laborando ahí casi desde que comenzó
a operar el restaurante, su hija y otra señora llevan trabajando en la Tonina cuarenta
años.
Al caminar por Serapio Rendón y pasar frente a la Tonina la señora Luz María
comentó: “[La Tonina] sesenta y seis años, es muy conocido. Hacen tortillas de
harina estilo norteño, y venden gorditas dulces, machaca, costilla tipo Sonora,
arrachera, tortilla de harina y comida norteña. En fin, es un lugar muy antiguo y muy
conocido.”
309
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p.105.
124
que en los años setenta amplió sus instalaciones en Serapio Rendón y
Guillermo Prieto, hoy lejos de San Rafael.310
Eduardo García, que tenía un tío que vivía en la Nueva Santa María, visitaba
la colonia San Rafael con su familia. Al llegar estacionaban el carro, comían algo en
el restaurante La Tonina y entraban al cine.
Mi padre también platicó que frente al cine estaba la sede del Partido Acción
Nacional:
Y no hay que olvidar que enfrente del teatro Ópera, durante mucho tiempo
estuvo la sede del Partido Acción Nacional; todavía el edificio se conserva,
allí también era el centro de la política y hay que imaginarse a Manuel
Gómez Morín, a Manuel Herrera y Lasso, (…), a Luis Calderón Vega, a
todos los grandes fundadores del PAN asistiendo, (…), a los debates y a
las asambleas y a la vida partidista de este partido que llevó a México al
poder en el año 2000, y que ha dado a México dos presidentes de la
república. Como ven, esté tramo de la calle de Serapio Rendón es
fundamental.
En alguno de los edificios antiguos había un señor que vendía las postales
viejas, de estas postales del México del siglo, bueno reproducciones del
México del siglo XVIII; pero las primeras fotografías de México, de la
Ciudad de México, canal de Mixcalco, de la Merced, de Xochimilco y de
las viejas calles de México ahí se vendían, y yo me acuerdo de chamaco
que me encantaba ir a esa tiendita, que más que tiendita casi, casi una
especie de estanquillo, a comprar mis postales mexicanas antiguas en
blanco y negro. Son los recuerdos que uno tiene de la calle.
Sobre la decadencia del cine Ópera la señora Ortiz refirió: “¡Ahí está el
magnífico cine Ópera!, que desgraciadamente se cerró por ser impráctico ya para
310
Ídem.
125
la modernidad del cine.” Mientras que la hija del dueño del café de chinos comentó
que el cine se vino abajo con el temblor del 1985 porque se rompió la pantalla.
En general la gente no sabe decir quién es el dueño actual del Ópera y cuál
será su destino. La hija del dueño del café refirió que hace como dos años lo
limpiaron, pero desconoce quién es el dueño y cuál es el futuro del cine. Mientras
que el dueño café comentó que hace poco tiempo el banco Santander hizo un
comercial, arreglaron la fachada para la filmación y cuando terminaron lo
desmantelaron todo. Mencionó que para que el cine vuelva a funcionar sólo es
cuestión de que quieran (los dueños) pues la estructura se encuentra bien,
únicamente hay que ponerle butacas, no se le tiene que meter mucho porque la
fachada ya está hecha. Mientras que Don Beto, que lleva viviendo sesenta años en
126
la privada Blanca de Serapio Rendón, comentó que el cine lo iban a tirar pero que
ya está protegido y que el techo se lo pusieron nuevo.
El cine Ópera por afuera se ve desolado, la reja que impide su acceso está
graffiteada y el techo que cubre la calle se ha derruido por completo. El techo del
hall se está cayendo (según el policía que custodia han dejado un trozo como
modelo para la remodelación), el piso de las escaleras está partido y dos especies
de taquillas a los costados en lastimosas condiciones. Hacia adentro se alcanzan a
ver escaleras que suben por los dos costados, las paredes viejas que alguna vez
fueron pintadas de rosa y las puertas principales que se están cayendo, aunque
algunas todavía conservan su vidrio.
Después de observar el teatro busqué al señor chaparrito que cuida los coches
por ahí, le pregunté si llevaba mucho tiempo trabajando allí y contestó que sí, pedí
que me contará algo sobre el cine y me dijo que no, que fuera con la señora de gris
del edificio de enfrente (número 10), ella lleva muchos años viviendo allí. Fui con la
señora de gris del edificio de enfrente y comentó que ella sólo lleva siete años
127
viviendo allí, que desde que llegó ha visto el cine igual, pero que a veces vienen a
tomar fotos, filmar películas o grabar comerciales, dijo que quien me podía ayudar
era el señor chaparrito que cuida los coches por ahí, le dije que él me había
mandado con ella, así que ella me llevó con la señora de la óptica de junto. Le
preguntamos si me podía dar información sobre el cine y dijo que no, sólo dijo que
Los Cocoteros estaban del lado derecho del cine, que en una de sus puertas
cerradas estaba la dulcería y que sobre la calle, pasando el puesto de lotería, había
un puesto de dulces típicos; no sabía que el Partido de Acción Nacional hubiera
estado allí. La señora de la óptica de junto me mandó con los dueños del café de
chinos que está frente al cine y como ya me tenía que ir, dejé las averiguaciones
para otro momento.
Para terminar, quiero hacer hincapié en el sentir colectivo por el estado actual
del cine Ópera. La gente refiere su pasado glorioso y lamenta su estado de
abandono actual. Escuché frases como “¡Ojalá a alguien se le ocurriera arreglarlo!”
o “Por desgracia está abandonado (el cine) desde hace algunos años.” Según el
dato que obtuve del policía vigilante parece que efectivamente están restaurando el
cine, esperemos que no sea un rumor y que el Ópera vuelva a ser “…uno de los
centros de congregación de los habitantes de la colonia y de la ciudad…” para que
las generaciones actuales disfrutemos de su magnificencia.
Análisis antropológico
129
314
314
Exterior del cine Ópera. Fotografía de Mónica del Arenal. Noviembre de 2013.
130
Como el ensayo sobre la colonia San Rafael, el presente buscó intercalar la
historia escrita y oral del cine, con las descripciones, impresiones e interpretaciones
de la investigadora. El texto partió desde la nostalgia de un tiempo pasado que
vivieron abuelos y padres de la generación de la investigadora, tiempo que tiene
como uno de sus referentes las particularidades y originalidades de los cines como
el Encanto, el Lux, el Magestic y, por supuesto, el Ópera.
Las privadas de la colonia San Rafael son conjuntos habitacionales muy originales.
Datan de principios del siglo XX. Consisten en una calle cerrada con departamentos
a los dos costados, y son especialmente valiosos por su arquitectura porfiriana, art
decó o con elementos moriscos. Se desconoce bien a bien su origen; hay quien
refiere que, por ejemplo, la privada Blanca de Serapio Rendón la construyó José
Cuervo para sus empleados; mientras que, la arquitecta Margarita Martínez
Domínguez discurre que se crearon para proveer eficientemente los servicios
básicos en los nuevos fraccionamientos. Sea cual fuere su origen, las privadas han
soportado los embates de la transformación urbana por más de un siglo y aún se
mantienen en pie: habitadas, vivas y llenas de viejos recuerdos.
131
315
315
Corredor de la Privada Blanca. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
316
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., pp. 52-53.
317
Ídem.
132
Se puede pensar que fueron creadas para que los dueños pudieran vender y
rentar las viviendas con todos los servicios básicos incluidos, además de evadir
impuestos por ser el propietario quien dotaba de los servicios.
319
Su uso era muy similar al del patio común que, a diferencia del de las
vecindades, no era tan intensivo y determinante para el desarrollo de la
vida colectiva; su empleo se restringía a servir de acceso a las viviendas
318
Ibídem, p. 90.
319
Mapa de la Privada de Sadi Carnot 116. Catálogo de la exposición la arquitectura en México.
Porfiriato y movimiento moderno, INBA-SEP, México, 1983.
133
y, ocasionalmente, a los juegos infantiles; en ella no podían circular
carruajes o coches, por lo que su tránsito era únicamente peatonal. 320
El tipo de la vivienda era unifamiliar, con dos pisos, uniformes pero a veces
con la forma y material de la fachada diferentes. 321
La Privada Blanca
La privada Blanca está ubicada en la calle de Serapio Rendón número 70, entre
Antonio Caso y Gómez Farías.
Es esencial para comprender lo que fueron y son las privadas los recuerdos de
la gente, por ello se entrevistó a modo de plática espontanea, a la señora Gabriela
320
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 53.
321
Ídem.
134
García, que nació en la privada Blanca, y a don Beto, que lleva viviendo allí sesenta
años.
Los abuelos de la señora García dejaron la privada cuando uno de sus hijos
les ofreció comprarles una casa del INFONAVIT. El abuelo murió, el tío no pudo
terminar de pagar la casa y la abuela comenzó a pasar temporadas con sus hijos.
Un día el gobierno anunció que ese tipo de viviendas serían expropiadas, por
lo que las hijas de los señores Gallardo ofrecieron a los inquilinos venderles los
departamentos a precios moderados. Su padre aceptó, dio un anticipo de tres mil
135
quinientos pesos y en total pagó catorce mil pesos por el departamento. En la
actualidad viven en el departamento 34 la madre y hermana de la señora García.
Actualmente, entre otras cosas, contó que son pocos los vecinos viejos que
quedan, que la posada de diciembre es la única tradición que festejan y que la
privada la suelen usar para comerciales. Que el departamento más pequeño es el
que está junto al local y el más grande el de enfrente, cuyos dueños tienen una
agencia de viajes.
136
Sobre su departamento platicó que hay un niño que espanta, ella y su hija lo
han sentido. Antes de que llegara su familia a vivir allí un matrimonio con su hijo lo
habitó. Un día los niños de la privada jugaban en el corredor cuando se les voló la
pelota a la azotea del departamento 34. Arriba comenzaron a jugar a cachar
cacahuates con la boca, el hijo de matrimonio lo intentó y al hacerlo se fue para
abajo, cayendo en el patio de su propia casa. Otra versión dice que al niño lo
aventaron, acordando que dirían que se había caído. El niño murió y fue velado en
su habitación, es ahí donde el niño se sigue apareciendo.
322
Don Beto coincidió con la señora Gabriela al decir que la privada la construyó
José Cuervo para sus empleados. Los suegros de don Beto llegaron a vivir a la
privada en el año de 1936 y en los cincuentas llegó él (con veinte años) a vivir allí
con su esposa y los padres de ella. En la plática comentaron que los vecinos que
llevan más tiempo viviendo en la privada son la mamá de la señora Gabriela con
cincuenta y ocho años, y don Beto con sesenta años.
322
Interior de la Privada Blanca. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
137
En torno a la colonia dejó escapar un par de comentarios que ilustran el
transcurrir de los años:
Además, señaló que antes por la colonia pasaba el tren y las calles eran
empedradas. Sobre la calle recordó que junto a la privada Blanca estaba el Casino
del Colegio Militar que tenía boliche, frontón y alberca; que en el INJUVE estaba el
colegio privado Groso y que dónde está la escuela Elizabeth Brock, vivía el corredor
de autor Moisés Solana, cuyo terreno era casi del tamaño de la cuadra. También
que frente a la privada estuvo el cine Encanto, en el número 87, que fue inaugurado
en 1937 y que tenía 3175 butacas.323 Contó que tenía luneta, anfiteatro y gayola; y
que él solía llevar a la abuelita de su esposa, con sus tortas, pagando una película
y para ver tres. Añadió que el cine se cayó con el temblor, a lo que la señora García
alegó que su derrumbe había sido mucho ante: resulta que el cine si se cayó en el
temblor, pero en el de 1857. Sobre el cine también contaron que la farmacia de la
señora Juanita se llama Encanto por el cine.
323
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p. 84.
138
324
Don Beto sacó sus fotos familiares en el comedor de su casa, mientras las
sacaba exclamaba:
Encontró un par de fotos donde aparece una de sus hijas y muchos niños
jugando en el corredor de la privada, don Beto permitió tomarles fotos y publicarlas
en la tesis. La señora Gabriela era amiga de Pamela, una de las hijas de don Beto,
324
El cine Encanto [en línea] disponible en http://www.eluniversaldf.mx/home/nota21022.html.
Fecha de consulta Marzo de 2014.
139
iban juntas a la escuela, ella recuerda cuando jugaban en el cuarto de Pamela en
casa de don Beto. Mientras seguía sacando las fotos comentó:
“¡Me haces recordar muchas cosas con esto chaparrita! Tenía muchos años
que no sacaba yo estas fotos.”
325
326
325
Hija de don Beto al interior de la Privada Blanca en los años sesenta. Fotografía del álbum familiar
de don Beto. Febrero de 2014.
326
Niños jugando al interior de la Privada Blanca en los años sesenta. Fotografía del álbum familiar
de don Beto. Febrero de 2014.
140
El departamento 34, según dice la señora García, sigue prácticamente igual
desde su origen. El departamento tiene un pequeño hall en la entrada, a lo que le
sigue un largo pasillo que lleva a todos los cuartos de la casa. De lado derecho hay
un par de cuartos cerrados y del izquierdo dos habitaciones a las que se entra por
un sólo acceso, una de ellas es la pieza de la madre de la señora García, y la otra
un cuarto que rentan a una inquilina y que originalmente fue la sala. Sobre el pasillo,
del lado izquierdo, hay un patio que tiene entrada de luz natural y desde el que se
ven las ventanas del departamento “alto”; frente a este está el baño, que han
modificado poniéndole una regadera al centro. Continuando por el pasillo, de lado
izquierdo hay otro cuarto donde está el comedor y donde originalmente, la madre
de la señora García, tuvo el comedor de los señores Gallardo; del lado derecho, hay
otro cuarto pequeño, que fuera el cuarto de servicio. Al final del pasillo está la cocina,
grande y con una ventana abierta que da al comedor; del lado derecho está el patio
de servicio, también modificado, pues tenía un tragaluz que taparon los del
departamento “alto”. La foto que se muestra está tomada desde la cocina.
141
327
327
Interior de un departamento de la Privada Blanca. Fotografía de Mónica del Arenal. Diciembre de
2013.
142
ser utilizado como comedor; la cocina está en el espacio que sirve para el comedor
en los otros departamentos y al fondo está el baño con un jacuzzi.
143
328
328
Interior de la Privada Blanca. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
144
los vecinos se aglomeraron alrededor de la mesa para servirse algún taco.
Terminada la cena unos vecinos se empezaron a meter a sus casas, otros se
unieron al festejo. Los grupos se formaban con sillas y mesas a fuera de los
departamentos, algunos con ventanas y puertas abiertas. Se oía la música en
general. La mamá de la señora García servía el ponche, tomaba su trago y platicaba
con todos. Después de un rato las cazuelas quedaron vacías, el chicharrón voló
¡estaba delicioso! La posada continúo pasadas las doce de la noche.
329
La Privada Roja
La privada Roja está ubicada en la calle de Serapio Rendón número 61, entre
Antonio Caso y Gómez Farías. Se le dio ese nombre por el color de sus ladrillos, y
es particularmente atractiva por los arcos de la entrada que tienen toques moriscos.
329
Posada en la Privada Blanca. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
145
número 5, así fue cómo se conocieron sus padres. Los departamentos estaban en
el sótano, con dos habitaciones y un baño. Cuando se casaron en 1956 se mudaron
a la privada Blanca junto con los abuelos paternos de la señora García.
Don Beto recordó sobre la privada Blanca que ahí vivían las brujas que leían las
cartas. En uno de los recorridos la señora García mostró a la última señora que vivió
en la privada Roja y que ahora vive en la Blanca.
330
La señora Gabriela dijo que, hasta donde ella se quedó, los dueños de la privada
Roja son dos hermanos, cada uno vive de un lado de la parte frontal de la privada y
que uno de los dueños renta bien caros los cuartos.
330
Fachada de la Privada Roja. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto de 2013.
146
un cuarto amplio, con techos altos y con una ventana que da al patio interior;
enfrente hay otra habitación con un balcón que da al corredor principal de la privada,
en algunos casos los pisos son de madera y en otros hay alfombra; frente a este
cuarto está el baño, a veces con regadera y otras con tina; al fondo hay un espacio
que sirve de comedor, de lado izquierdo, otra habitación con ventana al corredor
principal y del derecho la cocina con una ventana y balcón al patio interior.
Con la señora Luz María Ortiz, que nació en la colonia Santa María la Ribera,
se visitó un departamento del primer piso por una de las puertas rojas, conociendo
cómo eran los departamentos sin remodelar: los pisos y techos destrozados, lleno
de muebles y con balcones que dan al piso de abajo adaptado para los estudiantes.
Las escaleras que dan al siguiente piso se veían muy sólidas, como si en cualquier
momento se pudieran venir abajo.
331
331
Interior de un departamento de la Privada Roja. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
147
3. Recorridos por la privada
148
mientras que el otro está alfombrado, y en lugar de regadera, tiene tina. En ese
momento todo estaba lleno, en dos semanas comenzaban las clases.
332
Pasaron varios días y volví a la privada Roja, esa vez, a desayunar con la
señora Luz María Ortiz. A las diez de la mañana fue imposible encontrar un lugar
sobre Serapio Rendón, dejamos el auto en un estacionamiento público y llegamos
a la cafetería de la privada Roja. El corredor se sentía muy tranquilo, con música de
fondo y con el caer de las gotas de la fuente. Desayunamos chilaquiles y café que
estuvieron deliciosos. Las cuatro entradas de cada costado de la privada estaban
abiertas con sus puertas muy bien pintadas de rojo.
332
Corredor de la Privada Roja. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto de 2013.
149
un no sé qué de olvido, quizá son sus vecinos, sus casonas de pronto abandonadas
o sus negocios, lo que generan esa impresión. En el tiempo que corre se están
dejando venir los grandes corporativos al Paseo de la Reforma, ocasionando la
recuperación de las primeras colonias, esperemos que esto no origine la perdida de
ese sabor a viejo en la comunidad sanrafaelina.
Análisis antropológico
Para la elaboración del ensayo sobre las privadas la fuente principal fueron
entrevistas espontáneas con los informantes. Aunque ellos desde un inicio
estuvieron enterados de la inquietud de la investigadora por conocer la historia de
las privadas, “se soltaron” recordando “su historia” dentro de la privada Blanca,
principalmente, y anécdotas sobre la Roja. Estas entrevistas abiertas se realizaron
en la privada Blanca, un lugar cotidiano y acogedor para los informantes,
permitiendo además la posibilidad de recorrer espacios físicos y recurrir a materiales
como fotografías.
150
Como se ha visto en los ensayos previos, las privadas de la calle Serapio
Rendón pueden ser consideradas como lugares por: tener un lenguaje particular,
rutinas y ritos, cortes espaciales, fronteras, pertenencia y biografías. De igual forma
las privadas son un espacio por el contenido simbólico que le otorgan sus
habitantes.
Las historias que relataron los informantes se enmarcan dentro de lo que María
Ana Portal denomina “tiempo barrial”, es decir: un ritmo cotidiano, un tiempo con
eventos significativos para la colectividad y un tiempo que ordena tanto a individuos
como a la colectividad. El ritmo cotidiano sería la vida misma de cada individuo
dentro de las privadas: como inquilinos de la Roja o habitantes de la Blanca; los
eventos significativos para la colectividad serían, por ejemplo: los temblores del 57
y 85, cuando se cambió la reja de la privada Blanca o la posada; mientras que el
ritmo que ordena a individuos y al grupo sería la interacción entre los
151
acontecimientos cotidianos de los individuos dentro de las privadas en relación con
los acontecimientos colectivos.
La parroquia de los Santos Cosme y Damián se fundó en el siglo XVI por Fray Juan
de Zumárraga como ermita, convento y hospital para indios. En el siglo XVII la
construcción original fue sustituida por la que actualmente existe, ubicada en la calle
de Serapio Rendón, casi esquina con Ribera de San Cosme. En su día, al parecer,
el convento ocupaba toda la cuadra de Serapio Rendón y Miguel Schultz;
desgraciadamente hoy sólo el templo y el pequeño claustro quedan en pie. A pesar
de esto, y gracias a los esfuerzos del padre José de Jesús Aguilar, la parroquia
empieza a recobrar la asiduidad de los fieles y la buena estampa del tiempo colonial.
333
333
Fachada de la parroquia de los Santos Cosme y Damián. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto
de 2013.
152
Juan de Zumárraga en el siglo XIV para atender a los indios.334 Confirman lo anterior
los investigadores María del Carme Reyna y Jean-Paul Krammer:
334
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., pp. 14-15.
335
REYNA, M. Op. Cit. p. 12.
336
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p.15.
153
Mi padre Jaime del Arenal también refirió a los frailes franciscanos como
habitantes de la parroquia:
337
Ángeles González Gamio refiere que en 1581 Fray Juan de Zumárraga fundó el hospital y la ermita
para los indios forasteros. Y que en 1669 los franciscanos le añadieron el nombre de Santa María
de la Consolación por un milagro que realizó la virgen.
338
GONZÁLEZ Gamio, Ángeles, San Cosme y San Damián, periódico La Jornada, domingo 5 de
febrero de 2006 [en línea] disponible en
http://www.jornada.unam.mx/2006/02/05/index.php?section=opinion&article=038a1cap. Fecha de
consulta Abril de 2014.
339
Ficha con la historia, inventario y arquitectura de la parroquia de San Cosme y San Damián.
340
Ídem.
341
Ídem.
154
342
Al parecer hacía el siglo XVIII el convento llegó a tener hasta treinta frailes,
pero en 1854 contaba únicamente con tres. Tras el decreto de exclaustración de
frailes, promulgado en el gobierno de Benito Juárez, el edificio se destinó a hospital
militar.343
Con el tiempo la parroquia dejó de ser llevada por los franciscanos para ser
parte del clero diocesano, dependiendo directamente del arzobispado de México.344
342
Fachada de la parroquia de los Santos Cosme y Damián. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero
de 2014.
343
GONZÁLEZ Gamio, Ángeles, San Cosme y San Damián, periódico La Jornada, domingo 5 de
febrero de 2006 [en línea] disponible en
http://www.jornada.unam.mx/2006/02/05/index.php?section=opinion&article=038a1cap. Fecha de
consulta Abril de 2014.
344
ídem.
155
Teresa de Ávila.” Además, en la nave “San José con el Niño, la Inmaculada y
esculturas policromadas.”345
346
Como dato interesante hay que decir que en la capilla lateral se encuentran
los restos del cronista Joaquín García Icazbalceta.347
Mi tía abuela, María Luisa Rangel, platicó que iba a ejercicios espirituales en
Semana Santa con mi abuela Blanca, en los años cuarenta, a la parroquia de San
Cosme.
345
Ficha con la historia, inventario y arquitectura de la Parroquia de San Cosme y San Damián
exhibida en la Parroquia.
346
Interior de la parroquia de los Santos Cosme y Damián. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero
de 2014.
347
GONZÁLEZ Gamio, Ángeles, San Cosme y San Damián, periódico La Jornada, domingo 5 de
febrero de 2006 [en línea] disponible en
http://www.jornada.unam.mx/2006/02/05/index.php?section=opinion&article=038a1cap. Fecha de
consulta Abril de 2014.
156
parroquial ordenaba que la mujer debiera salir de la parroquia de su casa para
casarse. Sobre esto platicó la señora Gabriela:
…yo venía con mi abuelita a oír misa, tres veces por semana, si no íbamos
a Josefinos veníamos a oír misa aquí a San Cosme. Está iglesia siempre
ha estado encargada a la diócesis, o sea que los padres que aquí ofician
son de la diócesis. Es una iglesia muy hermosa que la han sabido
conservar, fue parte del convento de San Cosme y San Damián, de
principios de la Colonia.
La gente habló del templo a partir del nuevo párroco José de Jesús Aguilar.
La señora Gabriela contó que:
157
Por su parte, la hija del dueño del café Córdoba que se encuentra frente a la
parroquia, platicó que antes la iglesia estaba muy abandonada y casi nadie la
visitaba. Que después llegaron unos padres extranjeros, uno muy guapo, que
atrajeron un poco más de gente.
La señora Luz María Ortiz, fiel seguidora del padre José de Jesús, mencionó
delante del atrio:
“El padre de las estrellas” [José de Jesús Aguilar], ahora cobran muy caro
en San Cosme porque ya vendió la exclusividad a TVAZTECA. Él era el
padre oficial de aquí de San Cosme, pero ahora solo oficia los domingos
a las 12 de día, ya tiene otros asistentes…
158
Dos señores de la oficina parroquial dijeron que están reparando el atrio porque
sus techos se están cayendo. El tiempo que dure la remodelación depende de la
buena voluntad de la gente y de las donaciones que le hacen al padre José de Jesús
quien, según dicen, ha metido mucho dinero de su bolsillo. Revelaron que además
de repararse el claustro se quiere restaurar la iglesia. Sobre los terrenos de la
parroquia contaron que hace mucho tiempo los terrenos llegaban hasta el final de
la cuadra en Alfonso Herrera y, obviamente, hasta la Ribera de San Cosme.
También que los terrenos donde está Bansefi no son de ellos y que lo único que les
queda es lo que se ve pintado de anaranjado. Añadieron que han tenido problemas
con los negocios de la Ribera porque sus construcciones han generado humedad y
eso ha deteriorado a la parroquia.
En uno de mis recorridos pasé por la parroquia de San Cosme un día entre
semana a las dos de la tarde; la iglesia estaba cerrada, pero el atrio abierto, que
resultó un oasis de tranquilidad en la caótica Ribera de San Cosme. Grandes
árboles, unas jardineras, algún rosal y unos cuantos faroles decoran el atrio. La gran
pared del cine Ópera se cae sobre la pequeña parroquia, dando la impresión de que
159
el cine y la parroquia son la misma construcción. La gente pasaba y se detenía para
persignarse. Afuera observé un puesto de jugos y una señora de edad vendiendo
objetos religiosos.
348
El día que visité la parroquia con la señora Luz María, un jueves como a las
doce del día, nos tocó oír parte de la misa, que también escuchaba mucha gente de
edad. El padre daba su sermón y cuando tocaba se oían los cantos. En la entrada
de la iglesia una señora mayor en silla de ruedas esperaba vendiendo dulces.
348
Atrio de la parroquia de los Santos Cosme y Damián. Fotografía de Mónica del Arenal. Agosto de
2013.
160
La parroquia de San Cosme y Damián es un pequeño y gran tesoro que
conservan la colonia San Rafael y la Ciudad de México entera. No la conocía hasta
ahora que la han remodelado; y así: de color anaranjada, con el atrio limpio y
arbolado, y con ese interior barroco, imprimo la imagen de una pequeña ermita entre
huertos y casas de campo. Da un gusto enorme saber que las gentes vuelven a
visitar Serapio Rendón para postrarse ante la parroquia de los santos médicos.
Análisis antropológico
349
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p.67.
350
GIMÉNEZ, G. Op. Cit., p. 72.
161
cercanía), que se construye a partir del espacio, tiempo y memoria: 351 el espacio
delimitado de la iglesia, el atrio y la casa parroquial; el tiempo en que se permite el
acceso al templo para sus actividades; y la memoria de los poseedores del lugar.
351
PORTAL, M. Op. Cit., pp. 70-80.
352
VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p. 124.
162
Destruidos casi por completo los dos acueductos,
el de San Cosme y el de Belén, que surtían de
agua potable a la ciudad de México, antes que
desaparezcan para siempre, bueno será hacer
aquí su historia, pues esas dos famosas arquerías
bien lo merecen, por ser dos monumentos muy
antiguos, monumentos levantados durante la
época colonial, y por consiguiente propios de
incluirse en esta obra.353
354
353
GONZÁLEZ Obregón, Luis, México Viejo, Patria, México, 1966, p. 59.
354
La Ribera de San Cosme y la fuente de la Tlaxpana [en línea] disponible en
http://fototeca.inah.gob.mx/fototeca/. Fecha de consulta mayo de 2014.
163
355
La calzada de Tacuba fue una de las tres calzadas que conducía al señorío
de México-Tenochtitlan hacia tierra firme. Las otras dos calzadas fueron: la de
Iztapalapa que llevaba al sur y la del Tepeyac que conducía al norte, hasta el cerro
del Tepeyac; hacia el oriente no había calzada por estar la albarrada. Bernardo
García Martínez señala que al igual que México, sus dos aliados para el manejo del
imperio, Texcoco y Tlacopan, también fueron señoríos; y que a este conjunto de
pueblos se le conoció como la Triple Alianza.356
355
Fotografía de Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
356
GARCIA Martínez, Bernardo, La conquista española en VÁZQUEZ, Josefina Zoraida (coord.),
Gran Historia de México Ilustrada, PLANETA-CONACULTA-INAH, México, 2002, Tomo II., p. 15.
164
357
357
México – Tenochtitlan [en línea] disponible en
http://www.sheppardsoftware.com/images/Mexico/factfile/Tenoch2A.jpg. Fecha de consulta mayo de
2014.
358
GARCIA Martínez, B. Op. Cit. p. 17.
165
así poder salir de esta ciudad hasta la tierra firme, e que sea una acera
de casas de una parte y de otra de la calzada, hasta la alcantarilla que
llega a la dicha tierra firme.”359
Fue así como Hernán Cortés destinó a los conquistadores españoles las
tierras aledañas a la calzada de Tacuba:
359
ICAZBALCETA García, Joaquín, La vieja ciudad de México en La Ciudad de México antes y
después de la Conquista, Departamento del Distrito Federal, México, 1983, pp. 154-155.
360
REYNA, M. Op. Cit. p. 10.
361
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit. p.14.
362
Ibídem, p. 19.
166
distribuía el agua que venía de Santa Fe y que de la Tlaxpana partía a la caja de la
Mariscala. En la fuente solían reunirse los aguadores, personas que llevaban el
agua en cantaros de casa en casa.363
364
363
Ibídem, pp. 19-20.
364
Fuente de la Tlaxpana [en línea] disponible en http://fototeca.inah.gob.mx/fototeca/. Fecha de
consulta mayo de 2014.
167
el siglo XX pasó a formar parte del patrimonio de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM)…365
366
365
GONZÁLEZ Gamio, Ángeles, La casa de Mascarones, La Jornada, 2 de septiembre de 2012 [en
línea] disponible en http://www.jornada.unam.mx/2012/09/02/opinion/036a1cap. Fecha de consulta
mayo de 2014.
366
Casa de los Mascarones [en línea] disponible en http://fototeca.inah.gob.mx/fototeca/. Fecha de
consulta mayo de 2014.
367
GONZÁLEZ Polo, Ignacio, Reflexiones y apuntes sobre la ciudad de México en REYNA, María del
Carmen, Casas y huertas en la Ribera de San Cosme, siglos XVI-XIX, México, INAH, 2009, pp.17-
18.
168
convirtieron en atractivos paseos. Se comentaba que, como era molesto
llevar el sol de frente, los paseantes salían desde temprano hora para
llegar a la fuente de la Tlaxpana y dar la espalda al poniente.368
368
REYNA, M. Op. Cit., p. 18.
369
ídem.
370
Ibídem, p. 24.
169
Tepeyac (ahora de Guadalupe) y la de Iztapalapa, y fue por esta última
por la que el emperador mexicano y sus nobles salieron a recibir a Cortés
en su entrada en Tenochtitlan… La misma calle [Tacuba] cambia con
frecuencia de nombre en cada manzana, y esta parte de la calle de
Tacuba se llama, a veces, “Plazuela del Zopilote”, “San Fernando” y
“Puente de Alvarado”, nombre que es el más clásico de los tres, por
conmemorar el valor de un héroe, mientras que una zanja, cruzada por un
pequeño puente, cerca de dicha calle, conserva el nombre de “el Salto de
Alvarado”, en recuerdo del famoso salto que dio el valiente español Pedro
de Alvarado en la memorable noche llamada de la “noche triste”, el
primero de julio de 1520, cuando los españoles se vieron forzados a
retirarse de México a las montañas del Tepeyac.371
371
CALDERÓN De la Barca, Madame La vida en México, Tercera Edición, México, Porrúa, 1970, p.
76.
372
GONZÁLEZ Obregón, L. Op. Cit., p. 64.
373
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., pp. 36-37.
170
Como lo vio González Obregón, los acueductos ya no existen; no queda más
que volver a la historia, las fotografías y las crónicas de aquellos que supieron ver
el valor de sus monumentos cotidianos.
Resulta penoso que terminando el siglo XIX la Ribera de San Cosme fue
perdiendo su belleza por la destrucción de sus casonas y huertos coloniales:
En los últimos años del siglo XIX, los diferentes propietarios también
contribuyeron a la destrucción de casas y huertas que todavía
conservaban su belleza, ya que no se les dio el real valor arquitectónico.
Los motivos o adornos que caracterizaban a cada propiedad habían
prevalecido desde la época colonial; algunas de ellas habían conservado
un sello distintivo destacando a animales, árboles que se caracterizaban
por su belleza, o bien simples objetos que dieron su nombre a las casas.
Todo estorbaba, nada servía y su destrucción era el camino a seguir para
desaparecer cualquier vestigio. Lo importante era fraccionar estas
propiedades y obtener el mayor provecho. Su lugar fue ocupado por casas
sin relevancia y con pobre arquitectura.374
171
Departamento del Distrito Federal construyó ciento sesenta mercados, entre ellos
el nuevo mercado de San Cosme:
…ubicado en las calles de San Cosme y Gabino Barreda, contó con 550
puestos, obra de José Villagrán García, quien lo construyó en 1954. En
los años sesenta, sufrió un incendio y fueron traspasados los locatarios a
un galerón de techumbre de lámina localizado en San Cosme y Fresno.
Removidos los escombros, se construyó el actual mercado, y se
resolvieron los problemas de higiene, tránsito y urbanismo, además de
integrarle una estancia infantil para los hijos de los comerciantes.376
Jorge del Arenal, que estudió en el colegio Cristóbal Colón en los años
cincuenta y sesenta, recordó que con sus colegas se iban al mercado de San
Cosme y que este era: “…un mercado popular de barrio, como el de
Azcapotzalco…”
376
Ibídem, p.83.
377
Ibídem, p.106.
172
378
378
Exterior del Mercado de San Cosme. Fotografía de Mónica del Arenal. Enero de 2014.
173
Yo tenía un enamorado en la secundaria que tiro por viaje se cruzaba y
me compraba una flor. Se iba atrás de mi por todo Naranjo, él vivía en
Naranjo pero hasta (…) y se iba atrás pero no me hablaba. Cuando
llegábamos a la puerta de mi casa me daba la flor y se seguía.
Jorge del Arenal tenía un amigo en Popotla, así que del colegio Cristóbal
Colón en Sadi Carnot se iba con sus compañeros por la Ribera de San Cosme hasta
casa de su amigo:
…la caminábamos [la Ribera de San Cosme], no era la avenida que había
ahorita. Era una avenida que tenía un camellón en dos sentidos y en en
la calle había muchos estudiantes porque estaba la Normal para Maestros
y el Colegio Militar.
La señora Luz María Ortiz platicó que por la Ribera de San Cosme pasaba el
tranvía. También que en la esquina del parque Jaime Torres Bodet, donde ahora
hay una farmacia San Pablo, estaba La Violeta, que era una tienda de ropa, sobre
todo de lencería, corsetería, ropa interior y pijamas, a ella y a sus hermanos les
compraron muchas cosas allí. Que en la esquina de la calle de Santa María, donde
ahora hay un edificio, originalmente hubo una sucursal del Banco Nacional de
México que era preciosa, con los pisos de mármol y las rejillas como si fuera un
banco antiguo. Sobre las zapaterías refirió que al menos tienen cincuenta años y
era muy tradicional ir a comprar zapatos con el inicio de clases.
174
El restaurante Boca del Río fue comentado por varios de los entrevistados.
Jorge del Arenal relató:
379
379
Restaurante Boca del Río. Fotografía de Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
175
particular de los dueños, que además tenían un puesto de los mismos
productos en el mercado de San Cosme.380
381
Con el sismo de 1985, contó Jorge del Arenal, varios edificios sobre la Ribera
de San Cosme, casi llegado a Insurgentes, se cayeron.
380
MARTÍNEZ Domínguez, M. Op. Cit., p.104.
381
Camellón de la Ribera de San Cosme. Fotografía de Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
176
Secundaria Cuatro (que era de puros hombres) y los de la Anexa. Actualmente, la
hija de la señora Gabriela García estudia en la Secundaria Cuatro.
177
clases nada más por amor a la escuela. Tiene muy buenos maestros, sale
uno con muy buen nivel y es muy difícil entrar.
Los hijos de don Beto, que lleva sesenta años viviendo en la privada Blanca
de Serapio Rendón, también estudiaron en la Escuela Secundaria Anexa a la
Normal Superior. Como la señora Ortiz y García, también comentó lo difícil que es
entrar.
Finalmente, la señora Luz María Ortiz, refirió sobre la calle que a partir de
que les pusieron los andamios permanentes a los vendedores ambulantes se
deterioró la calle.
En uno de mis primeros viajes por la colonia San Rafael llegué al salón
Caribe. Buscaba adentrarme en el mundo de los salones de baile, como el Ángeles,
el California Dancing Club o el Candela. El salón Caribe también es conocido como
“El Gigante de San Cosme”, está sobre Ribera de San Cosme y Velásquez de León,
a pocas cuadras del metro Normal. La entrada al salón me costó cuarenta pesos un
viernes a las cinco de la tarde. En las mesas había grupos de mujeres bien vestidas
y muy maquilladas, algunas con bebidas que variaban en precios de treinta y
cuarenta pesos. Sonaba la música, salsa; algunas parejas bailaban; había poca
gente. Poco a poco se empezó a llenar, llegaban parejas o grupos mixtos, jóvenes
178
y viejos. Una pareja de señores mayores entraron saludando a meseros y demás
visitantes frecuentes; llegaron con helados del Oxxo y pidieron un par de cocas; se
sentaron, observaron un poco, comentaron otro tanto y se pararon a bailar con
mucho ánimo. Como a las seis de la tarde llegó el grupo de música en vivo,
acomodaron los instrumentos y comenzaron a tocar. El salón estaba cada vez más
lleno. Quienes no llevaban pareja sacaban a bailar a las mujeres que habían ido en
grupo; algunos sólo bailaban, otros se murmuraban cosas al oído. Al terminar la
pieza regresaban a sus mesas, alguno del grupo aprovechaba para decir algo por
el micrófono y volvían a tocar. Ellos sacaban a bailar a la misma chica o buscaban
a otra. En el baño de mujeres estaba la clásica señora que vende dulces y demás
suvenir. Después de un rato salí y caminé la Ribera de San Cosme hasta
Insurgentes. Al pasar el metro Revolución la calle se volvió más desolada, no había
más vendedores ambulantes. Pegadas a la pared vi un par de prostitutas operadas,
con minifalda y tacones altos. Un poco más adelante, un par de hombres dialogaban
sobre quién se quedaba con cuál de las tres mujeres que, cerca del salón de baile
Candela, esperaban en silencio.
179
382
Después de varios días regresé a la Ribera de San Cosme. Volví a ver una
calle desolada, nublada, con pocos árboles, con un montón de negocios y con un
camellón que más bien es un desnivel que divide el ir y venir de los autos. Llegué al
restuarante Boca del Río, un par de meseras me presentaron con el dueño que me
dio la carta para que leyera lo que viene de su historia, añadiendo que si necesitaba
más información le preguntará. La carta relata básicamente que el negocio lo
iniciaron el Sr. Castillo y su esposa la Sra. Carmen Contreras hacia 1941 en Tepito,
junto a la iglesia de Santa Ana. Cuando el negocio creció se fueron a la Calzada de
Guadalupe en un local cerca de la Glorieta de Guadalupe. Después se mudaron a
Peralvillo número 7 y al poco tiempo a la Ribera de San Cosme. Actualmente
también tienen una sucursal en Presidente Masarik 275, Polanco. Cuando terminé
de leer me dispuse a hojear la carta para pedir algo de comer, el mesero de la barra,
que lleva allí treinta y seis años trabajando, me recomendó la quesadilla de cazón y
además me pedí una de jaiba junto con una cerveza Montejo. Observé el lugar:
amplio, con muchas mesas bien ordenadas, con cinco o seis pantallas prendidas a
volumen moderado, con un mural de la familia casi a la entrada y una barra grande
con un espejo de fondo. El par de meseras me comentaron que las paredes y las
columnas son de mármol; una de ellas lleva ahí trabajando treinta años; la otra, la
que más me platicaba, apenas quince. Se veía que el dueño cuida bien de su
negocio, estaba al pendiente de sus clientes y cuando llegaba alguno lo saludaba
con cortesía. Mientras comía mis quesadillas miré la Ribera, en primer plano, sobre
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Edificios de la Ribera de San Cosme. Fotografía de Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
180
la banqueta, un puesto de tenis, y ya en la cuadra de la Santa María la Ribera: un
Banorte, un Montepio, un Juguetrón y un Famsa. Cuando le comenté a la mesera
de quince años que los ambulantes no resultaban agradables para la calle, contestó
que ella ya se había acostumbrado, que los extraña cuando no vienen y que ya son
como parte de su familia. Los meseros llevaban un gafete con su nombre, ellas
vestían con delantal y pantalón lila, y suéter blanco; ellos con camisa blanca y
pantalón negro; el dueño iba todo de negro. Cuando los clientes llegaban saludaban
a los meseros, poco a poco se fue llenando: hombres solos, colegas, grupos o
parejas. La mesera de quince años me dijo que ahora había poca gente, que a ella
le tocaba atender diez mesas y los fines de semana, como hay más meseros, sólo
cuatro. El restaurante estaba adornado con corazones y angelitos porque ya venía
el catorce de febrero. Cuando terminé de escribir y comer, pagué la cuenta y
continúe con mi paseo.
En uno de los recorridos observé los andamios para que los puesteros
informales pusieran sus lonas y ofrecieran sus productos a los transeúntes; estos
andamios estaban llenos de focos y de cables.
Finalmente, visité la casa de los Marcarones, que está del lado de la Santa
María la Ribera, en la calle de Naranjo. En la entrada una vigilante no me permitió
el paso, indicó que para conocer el palacio necesitaba un permiso de Patrimonio de
la UNAM. Entonces me dirigí a la oficina de información del CELE donde la señorita
me informó que cualquiera puede estudiar en esta sede del Cele, que todos hacen
examen y deben pagar; añadió que allí son más exigentes que en el CELE de
Ciudad Universitaria. Afuera vi una placa que dice “Escuela Nacional de Música” y
otra en la que se lee “Casa de Campo del Conde de Valle de Orizaba edificada en
1766”. De la herrería de las ventanas de la casa colgaban lonas con propaganda
del CELE fastidiando la fachada de los Mascarones. La gente transitaba por afuera
del palacio, la calle estaba sucia, las micros se paraban y el palacio se perdía en un
caos cotidiano y soleado.
¡Qué fea es la Ribera de San Cosme! Sin árboles, sin un camellón real, sucia,
llena de puestos y con nula representación arquitectónica. El único edificio que se
181
rescata a simple vista es el de los Mascarones, y con tantas mantas del CELE, ni
siquiera se aprecia en todo su esplendor. Pero quizá, la esquina de Insurgentes y
San Cosme, con un par de casonas que se conservan (junto a la capilla de María
Reparadora), puede ser lo más cercano para recrear lo que fuera la hermosa y
visitada Ribera de San Cosme.
383
Análisis antropológico
383
Casonas de la Ribera de San Cosme. Fotografía de Mónica del Arenal. Febrero de 2014.
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compartidas entre los habitantes de una y otra colonia, teniendo como uno de sus
grandes referentes la Ribera de San Cosme.
Como los lugares antes estudiados, la Ribera de San Cosme se define como
lugar, entre otras cosas, por tener un lenguaje particular: arquitectónico (edificios de
concreto que albergan negocios) y sonoro (el producido por el ir y venir de los autos);
rutinas (la señora García recogiendo a su hija todas las tardes de la Secundaria
Cuatro); rituales (la entrada el primer día de clases a la Escuela Secundaria Anexa
a la Normal Superior); y una historia e identidad (la referida en los relatos de los
informantes).
CONCLUSIONES
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VERGARA Figueroa, A. Op. Cit., p. 85.
183
ser producto de traumas individuales o colectivos, pero no siempre. El olvido
también se puede producir por la falta de interés o valor que le otorgue un
individuo o una sociedad a determinados experiencias o eventos. Ahí
aparece el papel del investigador, para confrontar individuos y grupos
haciéndoles ver que su historia, pasado y recuerdos pueden ser parte del
presente a partir del rescate de la memoria.
2. Otra de las preguntas fue: ¿El rescate de la memoria colectiva con qué fin?
¿Para qué los Estados Nacionales creen una “historia” de unidad
compartida? Desde la historia oficial esa puede ser una de las respuestas.
Pero desde la visión de individuos integrantes de una colectividad, la
memoria colectiva se debe conservar para ser interpretada por las
generaciones venideras, para que quienes no vivieron ciertos eventos o
fueron parte de alguna conciencia colectiva, entiendan dónde están y por qué
razones.
184
historia”. A partir de lo anterior, se concluye que ésta puede servir tanto para
recuperar e interpretar el pasado de quienes han sido excluidos de la historia,
como de aquellos que han tenido un papel fundamental en los
acontecimientos humanos. Como se pudo observar a lo largo de la presente
investigación se rescataron los testimonios de aquellos que no han sido
escuchados, los habitantes de un territorio muy delimitado de la Ciudad de
México, no precisamente por marginados o excluidos, simplemente porque
ni la “historia oficial”, ni los investigadores sociales ni los mismos portadores
de la memoria han comprendido la importancia de esos recuerdos, de esa
historia.
185
partir de pláticas espontáneas, de entrevistas elaboradas con anticipación,
de la utilización de la grabadora, del apoyo de fotografías de los informantes,
tomadas por la investigadora o de imágenes de libros. Después de haber
utilizado y “experimentado” con las técnicas “básicas” de la historia oral, se
constata que en futuras investigaciones el video será una herramienta útil
(expresividad de los informantes, contexto socio-económico, apreciación del
sonido y las imágenes, e inmediatez de la información) y veraz para la
recuperación de la oralidad.
186
10. Para finalizar, y para hacer hincapié en la importancia de la subjetividad en
la presente tesis, se refiere la implicación emosignificativa (la “fusión” de
significación y emoción) de la investigadora respecto de la colonia San
Rafael. Como ya se había comentado anteriormente, es de nostalgia por un
pasado con casonas porfirianas, estéticas, hasta cierto punto uniforme, como
la casa de la galería Hilario Galguera; con calles para caminar, como las
calles de Francisco Pimentel o Díaz Covarrubias; con avenidas, como la
Ribera de San Comes, verdes y apacibles; con referentes cotidianos
familiares y grupales, como el cine Ópera o la parroquia de los Santos Cosme
y Damián. De una ciudad que se ve constantemente modificada y
amenazada por intereses económicos, y no por principios que permitan tener
al ciudadano una mejor calidad de vida.
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