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Interpretacion SOFIA PALACIO
Interpretacion SOFIA PALACIO
Influyen también los factores afectivos y el equilibrio de la personalidad total. En algunos casos,
observaremos que algunos DFH aparecen muy inferiores en calidad de lo que los sujetos valen en realidad.
Esto se puede deber a que, en el momento de la prueba, han intervenido factores afectivos de inhibición.
Por eso, es conveniente pedir a los examinandos que dibujen cada personaje lo mejor que puedan
Los DFH inarmónicos o estructuralmente pobres, suelen darse en los siguientes casos:
a) el de los sujetos que, por estar muy inhibidos, reducen su dibujo a un monigote, a un pulido
esquema sin intensidad de vida, o a una figura de alambre.
b) DIBUJO DE FIGURAS "VACÍAS".-
El sujeto dibuja el contorno, pero no pone nada dentro, faltan los rasgos del rostro y las
señales de vestimenta. Para Karen Machover, las figuras grandes y vacías son un indicador de
trastornos orgánicos o de tendencias psicopáticas.
Ubicación:
DFH ubicadas en el cuadrante bajo de la parte izquierda
Esta zona es pasivo-defensiva y representa la actitud de encogimiento frente a la vida y sus
problemas, la desconfianza (el sujeto vigila con cuidado el ambiente en que se mueve. Puede que
el sujeto no quiera renunciar a nada, pero tampoco le gusta arriesgarse o poner en peligro a su Yo
ante la posibilidad de un fracaso o de una humillación.
Si las figuras están realizadas con trazos indecisos o vacilantes, el sujeto puede hallarse en una
especie de incertidumbre ansiosa, en un conflicto entre la esperanza incierta y la necesidad y, en
vez de resolver el problema encarándose con él, es posible que se dedique, pasivamente, a
alimentar su ansiedad fantaseando futilidades o realizaciones imaginarias de deseo como
compensación o intento de escapatoria. Complejo de castración
Los DFH de tamaño pequeño realizados por mujeres, los hemos observado en muchachas muy dependientes
de los padres y en mujeres muy necesitadas de sentir apoyo, seguridad y aprecio por parte de su pareja. En
ambos casos, detrás de esa actitud de dependencia, se ocultan frecuentemente algún complejo de
inferioridad, inclusive complejos de castración.
Reacción ante la prueba:
Para algunos individuos, agobiados por su autoimagen negativa, por su complejo de inseguridad o miedo al
fracaso, la prueba puede tener un sentido contrariante, amenazante, opresivo o angustiante. En algunos
casos puede, incluso ejercer efectos castrantes y despertar los complejos nucleares de determinados
sujetos.
EL PUNTO, generalmente utilizado para señalar los ojos, las narices, los botones del vestido, etc.. Para
Biedma y D'Alfonso el punto puede ser un "signo de perplejidad, de duda, de inseguridad o de confusión, a
causa de su imprecisión". Nosotros lo interpretamos también como una imperfección o incompletud que
denota la falta de preparación del sujeto para enfrentarse con los problemas que le plantea la vida.
LA LÍNEA RECTA, que se suele utilizar para enmarcar la cara, el tronco o las extremidades. Nosotros, las
líneas rectas, en los DFH, las interpretamos como signo de un carácter escueto, firme, decidido,
acostumbrado a abordar los problemas de manera simplificada, atendiendo el conjunto esquemático y la
síntesis de las cuestiones. Lo que se traduciría también en una buena capacidad mental, desprovista de
influencias sentimentales. En sentido negativo podría interpretarse como falta de habilidad, como rigidez de
carácter y falta de consideración en la forma de tratar las cuestiones o asuntos de los demás, es decir, como
falta de tacto en las relaciones humanas
Retoques o borraduras:
Los retoques, son fallos producidos por la inseguridad y torpeza del sujeto ante una tarea que le
cuesta realizar. Refleja, normalmente, una cierta inferioridad en el desarrollo de las
facultades perceptivas. Sin embargo, cuando los retoques aparecen en una zona o área aislada y no en todo
el conjunto, son indicadores de conflictos, problemas o preocupaciones en relación con los órganos
correspondientes al área donde se presentan.
Las borraduras en los DFH. Suelen coincidir en individuos que miran el mundo y lo juzgan a través de una
libido desatendida o bloqueada, es decir, de una manera subjetiva, condicionada y vivenciada según los
problemas o distorsiones interiores. Algunos autores, relacionan este signo con la neurosis compulsiva
(inclinación a realizar determinados actos, más o menos absurdos, empujado por potentes fuerzas
inconscientes, a pesar de reconocer consciente-mente su inutilidad e irracionalidad) Los niños pequeños, los
esquizofrénicos, y los retardados mentales, raramente intentan -según Machover- borrar lo que ya han
dibujado.
Cabeza:
Cabeza, simplemente representada por un circulo u ovalo. Los niños, suelen representar
la cabeza trazando un círculo o un óvalo más o menos deformes. Y es que, el círculo para los
niños, está asociado con los estímulos sensoriales, con la alimentación, con el lenguaje, con las
emociones de agrado y con las funciones de desarrollo (Melanie Klein) El adulto
que, en los DFH, señala la cabeza simplemente con un óvalo o circulo, refleja la dificultad que tiene para
integrarse en una vida social normal, es decir, nos expresa, simbólicamente, la tendencia a refugiarse o a
escapar hacia la fantasía infantil, hacia ideas tan amplias e infinitas como inconcretas, sin limite ni cotejo con
la realidad.
Dibujo de la cara:
Hacer el rostro sin rasgos faciales. Puede indicarnos, con signos de distorsión, empobrecimiento,
desproporciones y algunas otras anomalías, las dificultades del sujeto para adaptarse a la realidad y, en
casos graves, el carácter asocial del individuo. En cualquier caso, y cuando esta anomalía va seguida de otros
signos negativos, debemos pensar en cierta falta de coherencia y armonía entre el modo de pensar, sentir y
querer del sujeto y el de su entorno. Prescindir de los rasgos faciales, es como ocultar el rostro, y ocultar el
rostro, es una actitud que puede tener muchos sentidos. Lo mismo puede deberse ésta anomalía a un
"mecanismo de defensa" motivado por deformaciones del rostro u otros complejos de minusvalía
relacionados con la cara, que a necesidad de ocultarse socialmente por alguna culpabilidad real o fantaseada
o por algo que avergüenza al sujeto.
Cabello:
Ojos:
Cejas:
Ausencia de cejas. Puede indicar apatía, disminución del interés, de la atención y de la memoria. Debilidad
de voluntad. Libido débil. Inhabilidad para dibujar.
Orejas:
Nariz:
Boca:
Cuello:
Tronco:
Hombros:
Ausencia de hombros
La interpretación dependerá de la estructura del dibujo. Generalmente, es la expresión de una
percepción limitada, parcial o incompleta de los objetos, de las cuestiones o de los problemas e
incluso de la propia situación del sujeto frente a su entorno. Es un signo de inmadurez psicológica.
Puede ser, como en el caso anterior, un indicador de una libido débil que arrastra todas las
consecuencias indicadas más arriba. Si el dibujo de la figura es esquemático, se puede interpretar
como un intento de evasión de la realización de la tarea. El sujeto escapa de este modo infantil y
humorístico, al reto de probarse a sí mismo. Esta escapatoria puede traducirse como falta de
confianza en las propias facultades y temor al ridículo.
Brazos:
Brazos cortos y con trazos poco firmes
Parece reflejar cierta dificultad para entrar en contacto con el mundo circundante: timidez,
retraimiento, pobreza de recursos para abrirse camino en la vida y adaptar el medio ambiente a las
propias necesidades.
Puede indicar también libido débil, tendencia a encerrarse en sí mismo, dependencia-sumisión,
etc..
Los brazos cortos y débiles, especialmente si faltan las manos o están poco indicadas, no pueden
reflejar gran confianza del sujeto en sí mismo, ni la posibilidad de una fácil y buena
autorrealización.
Con frecuencia, los brazos cortos, débiles y mal dibujados traducen una conducta inhibida por una
educación castrante, autoritaria y agresiva. El sujeto padece un sentimiento inconsciente de la
propia debilidad e impotencia frente a una realidad que no puede dominan en la medida que desea
y con respecto a la cual se halla como empobrecido
Manos:
Omisión de las manos
El hecho de omitir las manos parece relacionarse con algún sentimiento de culpa, de vergüenza o
de agresión reprimida. SE ha observado en sujetos que se comen las uñas y que tienen un gran
espíritu de contradicción, así como en sujetos inmaduros y poco evolucionados. En este último
caso, los dibujos son un intento torpe de dar estructura a las figuras. A veces, el sujeto no se atreve
a dibujar las manos y las sustituye por una especie de muñón que indica su inhabilidad gráfica.