Conferencia Internacional – Septiembre de 2016 B. Es por eso que él nos ama de una manera inexplicable.
Cuánto más conocemos
LA ECONOMÍA DIVINA
Mensaje 12 – Las Inescrutables Riquezas de Cristo
Lectura Bíblica: Ef 3:8,18-19
I. LA DEFINICIÓN DE LA ECONOMÍA DE DIOS:
A. Hay la necesidad de que definamos mejor lo que es la economía de Dios, pues
es algo central en la biblia y hay muchos hermanos nuevos que no están
familiarizados con el término.
B. El término economía está presente en Ef 3:2 donde la palabra administración
significa oikonomia, que es la unión de “oikos” y “nomos”, es decir, casa y
administración. Así, administración es una administración familiar, un arreglo
para suplir las necesidades de todos los miembros de una casa. Por lo tanto en
IV. CINCO ÍTEMS PRECIOSOS DADOS POR DIOS A LA IGLESIA:
la economía de Dios, la iglesia es la casa cuyos miembros son los santos del
Señor que tienen necesidades humanas y espirituales que son suplidas con las
inescrutables riquezas de Cristo y dispensadas por los despenseros de Dios.
Dios es el rico producto que será dispensado a cada una de las personas que Él
alcanzó por medio de sus despenseros. No debemos dispensar a las personas un
libro de autoayuda sino que la persona de Cristo, que es El Espíritu.
II. LOS DESPENSEROS DE DIOS:
A. Somos los despenseros de Dios, comparados a un tubo que debe estar sin
obstrucción para fluir Cristo como agua viva (Jn 7:37-39). No podemos estar
obstruidos con el pecado, a vejez, los conceptos, el orgullo y otras cosas más.
Ríos de agua viva necesitan salir de nosotros cuando abrimos la boca,
principalmente a nuestros vecinos. No tengamos una vida contradictoria.
Dispensemos Cristo y no otras cosas. Nuestros vecinos están observándonos.
B. Para ser ministros de las riquezas inescrutables de Cristo, Dios nos concedió su
gracia para que actúe en nosotros la operación de su poder (Ef 3:7). No
hagamos la obra solos con nuestras fuerzas. Necesitamos de la gracia del
Señor. Oro para que sea usted sea suplido con poder para que desarrolle su
oficio. Sé que ahora mismo muchos están pasando por tribulaciones, solamente
la gracia de Dios podrá suplirlo.
III. NUESTRO CRISTO ES INESCRUTABLE:
A. Nuestro Cristo es inescrutable (3:8). No tenemos como medirlo (3:18-19). Él es
demasiado grandioso. Ninguno de nuestros problemas se compara a la
grandiosidad de lo que Cristo es. Levantemos nuestros ojos para mirar hacia
Cristo y no a nuestra pequeñez. Cristo es mucho mayor que cualquier situación
difícil que estemos viviendo. Mire a los hermanos, pues ellos juntos, siendo la
iglesia revelan la multiforme sabiduría de Dios (3:10). Por esta causa que
Pablo, el despensero de Deus, dobló sus rodillas (3:14). Fue para que los santos
efesios entendiesen este misterio. Este misterio de Cristo excede todo
entendimiento. No tiene como medirse. Recuerde la distancia recorrida por la
luz en un año. Esta distancia no define ni de cerca lo que nuestro Cristo es.
Cristo no posee límites.
el amor de Cristo, más de la plenitud de Dios estará presente en la iglesia.
Tenemos la responsabilidad de disfrutar más de Cristo a fin de que quien nos
vea perciba en nosotros la expresión de éstas riquezas maravillosas. El Cristo
rico hace de nosotros personas llenas de pasión, entusiasmo, alegría y mucho
más. Los países ricos expresan su riqueza por medio de la excelencia de los
servicios públicos, de la abundancia de productos tecnológicos en el hogar de
todas las familias, y la presencia de la alegría en la cara de las personas. Así
debe ocurrir con la iglesia que disfruta de las inescrutables riquezas de Cristo.
C. Pensemos en las riquezas inescrutables de Cristo en nuestra vida de la iglesia.
Anhelemos esas riquezas. Si las pensamos, alcanzaremos grandes riquezas
espirituales para disfrutarlas en la iglesia.
A. Tenemos cinco ítems notables que nos pueden hacer alcanzar la plenitud de
Cristo en la iglesia. El primero es la visión de la iglesia. Volvamos a hablar de
la iglesia. Ella es nuestro hogar. No llegaremos al reino sin que la iglesia nos
lleve allá. Antes del reino viene la iglesia. La vida de la iglesia es como el
vuelo de avión que nos lleva a nuestro destino final que es el reino. Me acuerdo
de un vuelo en el cual las aeromozas nos sirvieron comida ahumada e
intentaron tranquilizarnos cuando salieron bolas de fuego de las turbinas.
Cuando los pasajeros reclamaron, las aeromozas dijeron que era normal.
Resolví que nunca más volaría por aquella compañía aérea. ¿Ocurre así en
nuestro vivir de iglesia? Cuidemos de nuestras reuniones. Recibamos bien a las
personas que nos visitan; invitémoslas a tomar café en nuestra casa;
preparemos bien la palabra que será ministrada; preparemos bien los himnos.
B. El segundo ítem es nuestra comisión de predicar el evangelio del reino.
C. El tercer ítem es la palabra de Dios revelada a nosotros. Si no aprovechamos
la palabra revelada, el Señor puede retirarla de nosotros, Por eso les
recomiendo que lean la biblia, que devoren los libros disponibles. Que los
padres se comprometan en amar la palabra y transmitirlas a sus hijos.
D. El cuarto ítem importante es nuestra libertad en el espíritu. No hay
formalismos entre nosotros. Si queremos, podemos disfrutar y participar
libremente en las reuniones.
E. Y el quinto y último ítem precioso es el espíritu de hermandad. Cuando nos
encontramos, nos abrazamos, como si nos conociéramos por veinte años. Que
usemos este espíritu de hermandad para incluir todos los hermanos nuevos que
nos visitan. Y si preguntan en qué lugar estamos, respondamos de forma
vibrante que estamos en “mi iglesia”. Todos éstos ítems tienen relación con la
economía de Dios.
(Sinopsis no revisada por el conferencista)