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Comentario Errepar CSJN Union C. Telefonica
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Tenemos por acertada la expresión que reza "si no hay garantías no hay derechos" o que
“los derechos son lo que las garantías quieren que sean”. La existencia de instrumentos
efectivos para la defensa de los derechos, hace a su plena vigencia y ejercicio. Sin éstos,
los derechos constitucionales serian un auténtico catálogo de ilusiones. Esto no es sólo una
afirmación dogmática o retórica sino un presupuesto imperativo para el legislador y para la
judicatura. La función estatal en la materia, tiende a este carácter a nivel universal.
Corresponde a las leyes dar las precisiones y a los magistrados las aplicaciones.
Las Directrices para la Defensa del Consumidor de las Naciones Unidas (1985), establecen
que los gobiernos de los Estados miembros deben desarrollar políticas enérgicas de
protección del consumidor (artículo 2), y diseñar infraestructuras adecuadas para aplicarlas
(artículo 4). También, encomiendan a los gobiernos la existencia de procedimientos
“oficiales o extraoficiales que sean rápidos, justos, poco costosos y asequibles” 2.
1
En algunos tipos de servicios, la eficacia en materia temporal resulta determinante para
la protección de los derechos, como es el caso de los servicios turísticos, donde el
denunciante permanece pocos días en el lugar de los hechos, y por ende en el ámbito
geográfico donde debe reclamar. Algunos países han establecido tribunales arbitrales
para cuestiones turísticas, con procedimientos sencillos y rápidos (Benidorm, España).
2
Las Directrices aprobadas por la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas en 1985, Resolución 39/248, ampliadas en 1999, enumeran
expresamente cuáles son los derechos de los consumidores y usuarios y establecen la
Por su parte, la Ley Nacional 24.240 (y modificatorias) de Defensa del Consumidor, en
concordancia con otras normas complementarias y reglamentarias, ha determinado las
características del sistema de soluciones para la satisfacción de los derechos de los
consumidores en las materias de fondo de competencia nacional (contratos, daños y
perjuicios, garantías, deberes y responsabilidades de los proveedores, y otros),
correspondiendo al derecho local el establecimiento de los llamados “derechos
instrumentales”, que hacen a la implementación de la protección, destinada a permitir a los
consumidores hacer valer en lo concreto, en forma real y efectiva, los derechos que la ley
les otorga y proveer al debido resguardo de los bienes jurídicos protegidos y valores
comprendidos en la legislación de fondo. La eficacia protectoria se encuentra en relación
directa con el mismo carácter de la normativa destinada a afirmar su vigencia.
Esa eficacia hace a que también los recursos sean sencillos y efectivos. Es decir que
tengan potencial para determinar si existe en el caso violación o afectación a un derecho,
y disponer lo necesario para su cese, sanción y reparación.
Por eso, las garantías acordes a la interpretación de los tribunales supranacionales del
Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos son aquellas que son
idóneas, dentro del derecho interno, para atender la situación jurídica infringida, y que
sobre todo, produzcan el resultado para el cual han sido concebidas 4. El derecho a la
“tutela judicial efectiva”5 tiene naturaleza supranacional, y se encuentra contemplado en
los artículos 8 inc. 1 y artículo 25 del Pacto de San José De Costa Rica, que ha sido uno
Para Ghersi , la reparación integral deviene del principio general del derecho —la
integridad de la persona humana—. En ese razonamiento, lo que pretende el "derecho de
daños" es que se mire el daño desde el dañado y no la conducta del agente dañador, es
decir, la reparación debe relacionarse con el daño efectivamente causado y por ello debe
ser integral, independientemente de la "cualidad y cantidad" del accionar del agente
dañador (en forma diferente a lo que diseñó Vélez Sarsfield en su código que pretendía
castigar al dañador y no reparar al dañado, confirmándose esta visión en las
prescripciones de los arts. 520; 521 y 1109 y 1072, entre otros, del Código Civil).
6
Torres Traba, José M. “Utilidad procesal de las medidas cautelares atípicas. La tutela
anticipada de los derechos y la medida innovativa” En: DJ 05/11/2008, 1913-DJ 2008-
II, 1913.
7
Corte Suprema de Justicia de la Nación “Santa Coloma Luis c. Ferrocarriles
Argentinos”. Fallos: 308:1160.
8
Fallos 308:1118.
9
Fallos 308:1119.
Más recientemente, este principio de reparación integral tuvo especial consideración en
el fallo de la Corte Suprema "Aquino" 10 donde se reiteró el reconocimiento del status
constitucional del principio de reparación integral, reglamentando los alcances de la
regla elemental “alterum non laedere” como "un principio general que regula cualquier
disciplina jurídica".
Cuál es el panorama actual en cuanto a la eficacia? Existe una cuestión previa, en la que a
casi 20 años de la sanción de la ley de defensa del consumidor se ha avanzado mucho
pero no lo suficiente: la conciencia del consumidor que tiene derechos, y que está
protegido, vale decir, el conocimiento de los mismos primero y la forma de hacerlos valer
después.
10
Corte Suprema de Justicia de la Nación, del 21/09/2004, "Aquino, Isacio c. Cargo
Servicios Industriales S.A.", Publicado en La Ley, Suplemento. Especial,
septiembre/2004, pág. 39, donde se estuvo por la inconstitucionalidad de La Ley de
Riesgos del Trabajo y su sistema indemnizatorio, distinto del derecho común y limitado
en su cuantía.
11
Ver Laplacette, Carlos José “Derecho Constitucional a la Reparación de Daños”, en
La Ley del 17-9-12.
12
También el tribunal internacional ha utilizado soluciones alternativas, como
tratamientos médicos para recuperar la salud de personas lesionadas, dictado o
anulación de medidas administrativas por parte del estado responsable, sancionas
honoríficas, publicación de sentencias, reconocimiento de responsabilidades en actos
públicos con presencia de las victimas, etc. Todo ello siempre acompasado con la
cesación del acto lesivo, la investigación en el derecho interno de las responsabilidades
individuales y la prevención para el futuro.
13
Corte Interamericana caso “Vargas Areco” párrafo 141.
Advertimos, además, cierto preocupante déficit en la política de estado en materia de
promoción de estos derechos, principalmente por la falta de difusión general y ausencia
de políticas efectivas de educación, cuando la realidad marca que precisamente muchos
“auges” importantes de necesidad de protección, lo han sido a raíz de la implementación
de medidas de gobierno (aumentos, tarifas, subsidios, regulación de contratos, etc.) o de
ciertas ausencias (cuando no, directamente abandonos) de funciones de control, como en
el caso que comentaremos.
“Artículo 43- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo,
siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja,
altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías
reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar
la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
A tales fines, necesitan lo que Farina denomina una doble autorización: 1) la común,
para actuar como asociación con personería jurídica, que otorga el pertinente órgano local
de fiscalización y contralor estatal (Artículo 33, párrafo 2° del Código Civil); 2) la
específica, que otorga la autoridad de aplicación de la ley 24.240 (Artículos 41 y 42) para
poder actuar conforme las atribuciones que la ley 24.240 confiere”. Para ello, deben
inscribirse en el Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores que funciona en el
ámbito de la Dirección Nacional de Comercio Interior, dependiente de la Secretaría de
Comercio e Inversiones (Resolución 400/94 de dicho organismo). Este registro y la
correspondencia estatutaria de la entidad con fines relacionados con el derecho de
usuarios y consumidores, configuran acabadamente la idoneidad del representante del
grupo afectado, conforme lo viene delineando la CSJN a partir de Halabi 15.
14
La Resolución 38/2006 reglamenta las contribuciones previstas en el Artículo 62 de
La Ley Nº 24.240 (1/11/2006 Publicación en B.O.: 2/11/2006), a cuyos efectos
establece que se consideran beneficiarias las Asociaciones de Consumidores inscriptas
con al menos UN (1) año de antigüedad en el Registro Nacional de Asociaciones de
Consumidores (R.N.A.C.) y que cumplan en tiempo y forma con los requerimientos
establecidos en la presente resolución. Su otorgamiento es por partes iguales a las
Asociaciones de Consumidores alcanzadas.
15
El análisis de la idoneidad no resulta necesario cuando la acción es llevada adelante
por un organismo público legitimado como la Defensoría del Pueblo o el Ministerio
Público Fiscal.
El artículo 56 de la Ley de Defensa del Consumidor enumera los objetivos que deben
enmarcarse como finalidades posibles a los efectos de lograr la legitimación requerida:
velar por la normativa dictada en materia de consumidores y usuarios, proponer a los
organismos competentes el dictado de normas tendientes al perfeccionamiento de la
protección y la educación, colaborar con los organismos a los efectos de lograr el
perfeccionamiento de la normativa, recibir reclamos por parte de consumidores o
usuarios y promover en la misma medida soluciones amigables, defender y representar
los intereses de los consumidores y usuarios ante la justicia, autoridad de aplicación u
otros organismos oficiales y privados, asesorar a los consumidores y usuarios sobre las
condiciones de compra, forma de consumo, organizar y realizar estudios de mercado,
controles de calidad, entre otras actividades.
Finalmente, la ley determina como condiciones especiales que las asociaciones no podrán
participar en actividades políticas partidarias; deberán ser independientes de toda forma
actividad profesional, comercial y productiva; no pueden percibir donaciones, aportes o
contribuciones de empresas comerciales, industriales o proveedoras de servicios, privadas
o estatales, nacionales o extranjeras y sus publicaciones no pueden contener avisos
publicitarios.
16
En la actualidad, la desconsideración al rol del estado atribuido por el artículo 42 de
la Constitución se ha acrecentado hasta en los organigramas, toda vez que desde
diciembre de 2012 la Subsecretaría de Defensa del Consumidor de la Nación que se
ubicaba dentro de la Secretaría de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía
fue eliminada de la estructura ministerial por el Decreto Presidencial N° 2136/2013.
Desde entonces, la repartición estatal destinada a controlar el cumplimiento de
derechos expresamente reconocidos en la Constitución Nacional.
17
Causa U.53.XLVI y U.49.XLIV “Unión de Usuarios y Consumidores c. Estado
Nacional –SC- Res. 2925/1999 y otros s. Proceso de Conocimiento” y Causa U.56.XLV
“Unión de Usuarios y Consumidores c. Telefónica de Argentina S.A. s. Sumarísimo”.
18
Corte Suprema de Justicia de la Nación “Consumidores Libres Coop. Ltda. De
provisión de Servicios de Acción Comunitaria”, publicado en Fallos 321:1352, del
7/5/98.
En fallos posteriores, se sostuvo que las Asociaciones no tienen legitimación en términos
del artículo 43 párrafo segundo de la Constitución Nacional para cuestiones donde se
encuentren comprometidos “derechos subjetivos, individuales o exclusivos de los
ciudadanos o usuarios”19.
El caso “Halabi”22 fue una bisagra en la materia, en cuanto a establecer los recaudos para
hacer viable una acción colectiva. Posteriormente el caso “Padec” 23, marcó el camino
respecto a las asociaciones de consumidores, al que remite en sus consideraciones el fallo
que estamos comentando. Cabe destacar que al tiempo en que se dictara la sentencia de
Cámara en el caso sub análisis, aún no había sido emitido el fallo Halabi.
19
Cámara Federal Civil y Comercial, Sala I, del 16-3-2000 “Defensoría del Pueblo de la
Ciudad de Buenos Aires c. Edesur”, publicado en La Ley 2000 F, 137, del 16-3-2000.
20
Publicado en La Ley 1998 C, 574.
21
DJ 2002-3-521.
22
CSJN, “Halabi, Ernesto c/ PEN -ley 25.873 -dto. 1563/04 s/ Amparo” (Fallos:
332:111) 24/02/2009.
23
CSJN Causa P. 361. XLIII “Padec c. Swiss Medical S.A. s./ nulidad de cláusulas
contractuales” 21/8/2013.
carga propia del servicio prestado)24; b) efectos comunes a todos los sujetos involucrados,
c) no justificación de acciones individuales, dada la escasa significación económica de la
pretensión de cada usuario y d) marco de la acción comprendido dentro de los fines
estatutarios de la Asociación actora (a fin de determinar que “propenda a los fines”, en
virtud de la terminología constitucional del art. 43).
Mirada política:
24
La tasa por Servicio Universal (Dec. 764/2000) está destinada al establecimiento y
expansión de infraestructura del servicio telefónico, para su llegada a zonas de difícil
acceso. Recae sobre las empresas prestadoras y consiste en el 1 % de sus ingresos
totales por el servicio. Por su parte, la Tasa de Control y Fiscalización (Dec. 1185/90)
consiste en el 0,5 % de los ingresos totales devengados, destinados al sostenimiento del
ente de control. Ambas fueron previstas como elementos integrantes de los costos de las
empresas, por lo que son claramente insusceptibles de ser trasladadas a los usuarios
(Ver Rusconi, Dante “El rol protagónico de las asociaciones de defensa del
consumidor” en La Ley 2008-B, 573).
25
El fallo señala que cada usuario pagaba muy poco dinero por los ítems objeto de la
causa.
26
Rusconi, Dante D. “Casos de fraudes a grupos de consumidores” Publicado en: LA
LEY 06/05/2014 , 4.
adecuadamente Bersten27 que la legitimación no es un simple tópico de derecho procesal.
Significa tanto acceso a la justicia, como formulación de mecanismos institucionales de
gran importancia y valor, y se relaciona con la posibilidad de echar mano a remedios
efectivos, y en la especial forma que está planteada para los temas de consumidores y
usuarios, es sinónimo de poder social. Esa construcción de poder social a partir de las
garantías con posibilidades amplias de utilización es, sin duda, un contrapeso frente a los
grupos empresarios que suman conocimientos, influencias y hasta determinación o
condicionamiento de actuaciones de los poderes públicos, según las épocas, según la
permeabilidad de éstos. En este punto, se advierte en el Alto Tribunal una mirada política
del problema.
Este abordaje no debe desprenderse, aunque la Corte no haga alusión a ello, de analizar
como ya hemos adelantado, que las organizaciones de consumidores suplen lo que el
estado debió haber hecho, contando como cuenta con legitimación activa como autoridad
de aplicación o como Ministerio Público Fiscal para tomar iniciativas en materia de
acciones de consumo. La orfandad de acciones concretas en este punto, es palmaria en el
caso analizado, donde la acción contra el Estado Nacional fue desistida por la Asociación
actora, al reputarse satisfecha la intimación estatal a la empresa telefónica 29 para que
cesara en la conducta de hacer figurar los rubros cuestionados en las facturas, pero no a
dejar de percibirlos de los usuarios ni perseguir el reintegro de lo ya cobrado30. De esta
manera, las ONG de Consumidores se vuelven activistas judiciales ante la falta de
ejercicio de las facultades procesales de las autoridades públicas.
Propiciando la igualdad:
Hay también un abordaje igualitario. Existe una interesante sumatoria de pequeñas causas
impunes por ni siquiera llegar a la justicia, ahogando las iniciativas al respecto de
establecer o decidir sobre mecanismos adecuados y accesibles. Existe, sin duda un
cálculo de beneficios (y una nómina de beneficiados) tras esta realidad. Sin duda los
llamados “microdaños” están calculados en su significación económica, desde la
perspectiva del que las causa, y también está considerada y prevista la inacción del
afectado, dando una resultante que arroja fácilmente la conclusión para el mal proveedor
27
Bersten, Horacio “Derecho Procesal del Consumidor” Ed. La Ley, Buenos Aires,
2003 pág. 346.
28
Es lo que Pablo Manili -“El activismo (bueno y malo) en la Jurisprudencia de la
Corte Suprema”-, La Ley, 2006-D:1285, describe como características del activismo
judicial “bueno”.
29
Res. 511/2001 de la Comisión Nacional de Comunicaciones y Res. 279/01 de la
Secretaría de Comunicaciones.
30
El Estado Nacional conocía esta práctica y su significación patrimonial gracias a
informes al respecto de la Auditoría General de la Nación, por el período enero 2001 –
septiembre 2003.
acerca de que es más conveniente continuar con la práctica, (incluso afrontando los
costos de las eventuales reclamaciones), que adaptarla o suprimirla. Un simple ejercicio
de “análisis económico del derecho”31 que realiza el empresario.
Resolviendo como lo hace, la Corte contribuye a satisfacer el deber del Estado en materia
de garantías para sus habitantes, dando una solución eficaz, mediante una respuesta de
esas características en asuntos que por su naturaleza o por su monto económico, resultan
actualmente de difícil promoción ante la Justicia común.
Es de considerar que esta solución pierde celeridad si sólo se obtiene arribando a la Corte
Suprema, y es de lamentar que parece no haber sido internalizada por los tribunales
inferiores, con la inseguridad jurídica consiguiente. La mirada de igualdad debe
conjugarse con la del respeto al tiempo. De no ser así, el criterio de muchos proveedores
seguirá siendo el de la maximización de los beneficios y el análisis económico del
derecho. Bien señala Vanossi32 los efectos perjudiciales de exaltar a la eficiencia como un
fin en sí mismo, cuando tal cuestión implica ausencia o remoción de verdaderos valores.
El móvil económico y la necesidad que la actividad mercantil se desenvuelva y prospere,
debe estar acorde con un sistema idóneo de protección al consumidor (que
insoslayablemente interactúa en el sistema económico intentando satisfacer sus
necesidades). Un pensamiento que olvide esto, sólo podrá manifestar y repetir que el
egoísmo y el éxito individual son determinantes en el progreso social e impulsores de la
actividad humana.
31
No pueden comprenderse las perdurabilidades de ciertas prácticas sin partir de esta
premisa. Los partidarios del análisis económico del derecho entienden que la
redistribución de la renta debe ser un objetivo del sistema fiscal, es decir, del sector
público del derecho. En esa inteligencia, el derecho privado debe, por el contrario,
buscar la solución más eficiente, que es aquella que genere el aumento de la suma total
de beneficios (Ver Amaya, Jorge Alejandro “Mecanismos Constitucionales de
Protección al Consumidor, Buenos Aires, Ed. La Ley, 2004, 61).
32
Vanossi, Jorge Reynaldo “La aplicación constitucional del Análisis Económico del
Derecho: nada menos y nada más que un enfoque?” En Anales de la Academia Nacional
de Ciencias Morales y Políticas. Tomo XXXV, 2008 parte I, pág. 161.
Una visión empresaria integradora y social debería concluir en que cumplir con la ley y
honrar los derechos en juego consagrados en la Constitución y en la Ley 24.240, es la
mejor manera de robustecer su política de comercialización, prestigiar la marca y el
servicio. Entenderemos esto como asumido el día en que esta disciplina de usuarios y
consumidores sea internalizada en las planificaciones empresarias. Por ello los autores
advierten que no debe proponerse el “extremismo de la anulación del sistema normativo
o su reducción a simple escudero de pretensiones económicas sectoriales, con la
consiguiente sepultura de las metas de interés general. Una desviación así importaría una
auténtica malversación normativa” 33. La contracara del economicismo seco, del
marketing salvaje y del trato indigno al consumidor es la llamada responsabilidad social
empresaria.
Por otro lado, no puede soslayarse que el derecho a una educación para un consumo
responsable está garantizado en la Ley de Defensa del Consumidor34, y es a la vez uno de
los deberes que el Constituyente previó para el Estado en el párrafo segundo del artículo
42.
Asimismo puede advertirse en este decisorio, una señal del Poder Judicial al legislador en
cuanto a la necesidad de una reglamentación de las acciones colectivas, otra de las deudas
que el Congreso Nacional mantiene con la ciudadanía desde la reforma de 1994, de la que
aún no se tienen indicios se tenga intención de saldar 35. Su resultante es que la Corte
V- Prospectiva y conclusión:
36
Destacamos al respecto el aporte del Código Modelo de Procesos Colectivos para
Iberoamérica, las normas de la “Regla 23” para acciones de clase en los Estados Unidos,
que fueron las pautas que tuvo en cuenta la CSJN para su aporte al diseño por vía
jurisprudencial de los procesos colectivos.
37
Voto de la Dra. Carmen Argibay en el Caso Padec.
38
Se les ha reconocido también a las asociaciones legitimación para la promoción de
una acción declarativa de inconstitucionalidad (ver Fallos 320:690 “Asociación de
Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina”).
39
Ver de Agustín Gordillo “Tratado de Derecho Administrativo”, Tomo III, La defensa
del Usuario y del Administrado, Cap. II.
40
Ver Bersten, Horacio “Legitimación de las asociaciones de consumidores y el caso
Padec c. Swiss Medical” en La Ley 2013 E, p. 290.
criterios de los tribunales inferiores para dar cabida al requisito de celeridad de los
procedimientos (téngase en cuenta que transcurrieron casi seis años entre el fallo de
Cámara y la decisión de la Corte Suprema).
-En suma, un sendero marcado por un activismo judicial beneficioso para los derechos
constitucionales y para arrimar a la justicia a las necesidades del grupo más numeroso del
mercado y menos considerado, los consumidores y usuarios que somos todos.