C.
Lograr el aumento de la financiación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
y un entorno mundial propicio para los países en desarrollo
El aumento de la inflación, la pandemia de COVID-19, y los efectos de la
guerra de Ucrania en el aumento de los precios de los alimentos y la energía
y en el financiamiento han reducido de manera considerable el margen
fiscal de los países y mermado así su capacidad de invertir en esfuerzos de
recuperación. A pesar de que la comunidad internacional ha aumentado su
apoyo a los países en desarrollo, tales esfuerzos han sido insuficientes, y a
ello se añade que el sistema financiero internacional no es idóneo y sigue
plagado de desigualdades sistémicas e históricas.
Por otro lado, a los países en desarrollo les cuesta acceder en pie de igualdad
al sistema de comercio mundial y a los beneficios de las nuevas tecnologías
y el fruto de la ciencia y la innovación, lo cual sigue favoreciendo a los países
que se vienen beneficiando históricamente del proteccionismo y de la
extracción de recursos en todo el mundo.
Para corregir el rumbo y dar impulso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
es esencial que los países tengan los recursos que necesitan a escala para
invertir tanto en su recuperación inmediata como en metas de desarrollo
sostenible a largo plazo, incluida la acción climática. Ello requiere un enfoque
dual encaminado a aumentar la financiación relacionada con los Objetivos
y, simultáneamente, reformar la arquitectura financiera internacional
para hacer que sea resiliente, equitativa y accesible para todos. También
es imprescindible que los países en desarrollo tengan un mejor acceso al
comercio mundial, la ciencia, la tecnología y la innovación.
Hacer efectivo un plan de estímulo para los Objetivos de
Desarrollo Sostenible y reformar la arquitectura financiera
internacional
A fin de que aumente la financiación relacionada con los Objetivos a corto
plazo, el plan de estímulo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible llama
a una financiación adicional de 500.000 millones de dólares por año para
el desarrollo sostenible a hacerse efectiva mediante una financiación de
recursos en condiciones concesionarias y de recursos en condiciones no
concesionarias que se refuercen mutuamente.
El plan de estímulo define tres ámbitos principales en los que actuar de
inmediato: a) hacer frente al elevado costo de la deuda y al aumento
del riesgo de sobreendeudamiento, entre otras cosas convirtiendo los
préstamos a corto plazo y con un tipo de interés elevado en préstamos a
largo plazo (a más de 30 años) y con un tipo de interés más bajo; b) ampliar
de forma masiva la financiación asequible a largo plazo para el desarrollo,
especialmente por conducto de los bancos multilaterales de desarrollo,
ajustando todos los flujos financieros a los Objetivos; y c) ampliar la
financiación para imprevistos de manera que puedan acceder a ella todos los
países que la necesiten. El plan de estímulo también pretende garantizar que
los recursos se inviertan en los ámbitos precisos para lograr los Objetivos y
22 https://factipanel.org/docpdfs/FACTI_Report_ExecSum.pdf.
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transiciones justas. Los países deben alinear todas las formas de financiación
con los Objetivos, recurriendo a instrumentos como marcos nacionales de
financiación integrados acordes con los Objetivos.
Hay que actuar urgentemente también para prevenir la evasión y la elusión
de impuestos y los flujos financieros ilícitos, impulsar la cooperación
internacional en cuestiones de tributación y fortalecer la capacidad fiscal
nacional para la movilización de recursos internos.22 Todos los países pueden
utilizar conceptos acordados y métodos probados a nivel mundial para
frenar las finanzas ilícitas. Es fundamental también aumentar la credibilidad
y eficiencia en la ejecución.
Si bien el plan de estímulo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
puede implementarse en el marco de la arquitectura financiera actual,
para conseguir financiación suficiente a largo plazo hay que reformar la
arquitectura financiera internacional al objeto de superar los principales
obstáculos estructurales que benefician predominantemente a los países
y las personas ricos. Es necesario cumplir la Agenda de Acción de Addis
Abeba y otros marcos internacionales. También es necesario hacer esfuerzos
ambiciosos para: a) usar como referencia parámetros distintos del PIB a la
hora de determinar el acceso a financiación en condiciones concesionarias;
b) crear nuevos modelos financieros para los bienes públicos globales;
c)modificar el modelo de negocio de los bancos multilaterales de desarrollo
y ajustar su mandato y su modelo operacional a los Objetivos; d) fortalecer
la red de seguridad financiera mundial; e) mejorar el sistema de calificación
de la deuda; y f) crear un mecanismo eficaz de renegociación de la deuda
soberana. Esto supone reformar la arquitectura financiera internacional y
las estructuras de la gobernanza económica mundial para que sean más
inclusivas y representativas. Estas y otras cuestiones se tratarán a fondo en
los informes de políticas que se publicarán próximamente sobre la reforma
de la arquitectura financiera internacional y la elaboración de parámetros
distintos del PIB, que formarán parte de un conjunto de aportes críticos
para los Estados miembros en el marco de los preparativos para la Cumbre
del Futuro, que tendrá lugar en 2024. La Conferencia Internacional sobre
la Financiación para el Desarrollo en 2025 establecerá una vía clara para
avanzar en todas las cuestiones planteadas en la Agenda de Acción de
Addis Abeba.
Ha de incrementarse la inversión privada internacional e interna en las
economías emergentes y en desarrollo. A fin de guiar al sector privado, la
Alianza Mundial de Inversionistas para el Desarrollo Sostenible ha propuesto
una definición de inversión en desarrollo sostenible según la cual ha de
invertirse de maneras que contribuyan al desarrollo sostenible utilizando
los Objetivos de Desarrollo Sostenible como base para la medición. Para
atraer tales inversiones a escala se requieren unas instituciones sólidas
y un entorno regulatorio y operativo propicio. Es necesario ampliar los
mecanismos de reducción del riesgo transparentes y las garantías en torno
a los principales marcadores de riesgo para obtener un mayor volumen
de inversiones privadas en los Objetivos sin cargar a los Gobiernos con un
mayor endeudamiento.
Medidas prioritarias
Instar a todos los países y las instituciones financieras a
que hagan efectivo el plan de estímulo para los Objetivos
de Desarrollo Sostenible, y amplíen la financiación para los
Objetivos de manera masiva, hasta al menos 500.000 millones
de dólares al año.
Reformar urgentemente la arquitectura financiera internacional
y alentar avances tangibles en la reforma de los bancos
multilaterales de desarrollo, aumentando su capitalización, el
apoyo a la canalización de los derechos especiales de giro a
través de ellos, el mejor aprovechamiento de su base de capital,
el logro de más subvenciones y la financiación en condiciones
concesionarias, el incremento de su apetito de riesgo. También
es esencial la provisión de mecanismos de reducción del riesg.
y garantías para atraer fondos privados y la reforma de sus
prácticas empresariales vinculando explícitamente su mandato
con los Objetivos, incluida la acción climática.
Abrir camino hacia un futuro mejor para todos