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UNIVERSIDAD NACIONAL

AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE QUÍMICA

FILOSOFÍA DE LA CIENCIA

Ensayo sobre la película “Copenhague”


(2002).

Cano Castillo Yolotzin Atzin

Prof. Luis Avelino Sánchez Graillet


Semestre 2024-1
La película "Copenhague" (2002), dirigida por Howard Davies, se adentra en el fascinante
mundo de la física cuántica y la historia de la ciencia, arrojando luz sobre algunos de los
debates filosóficos más profundos de nuestro tiempo. A través de la representación de un
encuentro histórico entre dos científicos importantes, Niels Bohr y Werner Heisenberg, la
película plantea cuestiones existenciales, éticas y epistemológicas que han intrigado a
filósofos y científicos durante décadas. En este ensayo, se pretende explorar las complejas
relaciones entre la ciencia y la filosofía que "Copenhague" desentraña, así como sus
implicaciones en la comprensión de la realidad, la responsabilidad y el libre albedrío.

Niels Bohr y Werner Heisenberg, dos físicos, por demás brillantes, se reúnen en
Copenhague durante la Segunda Guerra Mundial en un intento por entender y controlar las
implicaciones de sus descubrimientos. La película se sitúa en un contexto histórico
turbulento, donde la relación entre ética y ciencia, se difumina y parece entremezclar sin dar
lugar al discernimiento claro de las mismas. Esta idea, que parece desafiar nuestra intuición
y experiencia cotidiana, plantea preguntas filosóficas profundas sobre la naturaleza de la
realidad y el conocimiento.
En este sentido, "Copenhague" nos invita a reflexionar sobre la relación entre el
conocimiento científico y el conocimiento filosófico. Bohr y Heisenberg, en su encuentro,
discuten la implicación de sus teorías en la comprensión de la realidad. Bohr, defiende una
visión en la que la física cuántica no busca una realidad objetiva y determinista, sino que se
limita a proporcionar probabilidades estadísticas. Heisenberg, por otro lado, busca en todo
momento tener la certeza de un modelo que se ajuste perfectamente a la realidad, no quiere
ver el mundo como probabilidades, quiere un principio que excluya su incertidumbre, y así,
de forma casi irónica, se encuentra en un dilema ético de si sus descubrimientos
contribuirán al desarrollo de armas nucleares y cómo la ciencia puede ser utilizada para
fines destructivos. La discusión entre los dos científicos revela la tensión inherente entre el
conocimiento científico y las implicaciones éticas de su aplicación, una cuestión que ha sido
objeto de intensos debates filosóficos.
El principio de incertidumbre de Heisenberg plantea interrogantes sobre el concepto de libre
albedrío. Si no podemos determinar, la posición y el momento de los electrones, ¿qué
significa esto para la idea de que los individuos tienen el libre albedrío para tomar
decisiones? La película sugiere que, en última instancia, la noción de libre albedrío es
cuestionable, ya que incluso la física subyacente a nuestras acciones humanas está
marcada por la incertidumbre. Esto nos lleva a una pregunta fundamental: ¿somos
realmente libres para elegir?
Jean-Paul Sartre argumenta a lo largo de sus obras, que el ser humano es
fundamentalmente libre y responsable de sus elecciones. Sin embargo, "Copenhague"
plantea la posibilidad de que principios como la incertidumbre, podrían llevarnos a
reconsiderar la noción misma de libre albedrío. En otras palabras, si algo tan pequeño, algo
que podríamos catalogar como la esencia de la vida, la parte más pequeña de la existencia,
es de naturaleza incierta, ¿cómo puede afirmarse que los seres humanos poseen algo tal
como un libre albedrío? ¿Cómo podemos estar seguros de la realidad misma?
Además, la película también aborda la relación entre la ciencia y la ética en un contexto
político. Heisenberg, en particular, se enfrenta a la cuestión de su responsabilidad moral en
el desarrollo de armas nucleares para la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
La ética en la ciencia es un tema polémico que se ha discutido en la filosofía de la ciencia
durante mucho tiempo. "Copenhague" ilustra de manera vívida cómo los científicos a
menudo se encuentran en la encrucijada de sus responsabilidades éticas y su búsqueda del
conocimiento. La película subraya la importancia de que los científicos reflexionen sobre las
implicaciones éticas de sus propias investigaciones y vean el trasfondo enorme que hay
detrás de la búsqueda del conocimiento.
Un tema adicional que "Copenhague" toca de manera significativa es el papel de la historia
en la filosofía de la ciencia. La película nos lleva a una discusión sobre la interpretación de
los eventos históricos y cómo las percepciones y los recuerdos pueden ser subjetivos. A
medida que Bohr y Heisenberg discuten los detalles de su reunión en Copenhague y las
motivaciones detrás de sus acciones, se hace evidente que la historia es maleable y puede
ser interpretada de diferentes maneras, esto se hace tangible desde el momento inicial de la
película, nadie sabe qué ocurrió en realidad en esa vetusta reunión entre estos dos
personajes, lo cual nos lleva a cuestionar la objetividad de la historia y cómo nuestras
propias perspectivas y prejuicios pueden influir en la interpretación de los eventos pasados.
La filosofía de la historia y la epistemología también están en juego en la película. ¿Cómo
sabemos lo que realmente sucedió en el pasado? ¿Podemos confiar en los testimonios de
los individuos involucrados, o están sesgados por su propia percepción?
En última instancia, "Copenhague" es un trabajo lleno de ambigüedad, es parte de su
atractivo, e incluso me parece que hace tributo al dilema de Heisenberg. La película nos
invita a explorar cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de la realidad, el
conocimiento científico y filosófico, la ética en la ciencia y la epistemología de la historia. A
través de la representación de la reunión entre Bohr y Heisenberg, la película muestra cómo
las decisiones individuales pueden tener un impacto profundo en el curso de la historia y la
evolución de la ciencia.
Por lo tanto, "Copenhague" es una obra cinematográfica que desafía al espectador a
reflexionar sobre algunas de las cuestiones filosóficas más profundas y apremiantes de
nuestro tiempo. A través de la exploración de temas como la física cuántica, el libre
albedrío, la ética en la ciencia y la epistemología de la historia, la película nos sumerge en
un mundo de complejidad y ambigüedad. Nos recuerda que la ciencia y la filosofía están
relacionadas tan profundamente, que en su definición más intrínseca, la línea que las divide
se esfuma y que la búsqueda del conocimiento plantea preguntas profundas sobre nuestra
comprensión de la realidad y nuestro papel en el mundo. "Copenhague" nos desafía a
cuestionar nuestras creencias y a explorar las intersecciones entre la ciencia y la filosofía,
recordándonos que la búsqueda de respuestas es tan importante como las respuestas
mismas.

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