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HOMENAJE A DON JUAN DE AUSTRIA

EN EL IV CENTENARIO DE LA
BATALLA DE LEPANTO
(1571 - 7 de Octubre - 1971)
Por
Sergio FERNANDEZ Larraín
Palabras de presentación del señor
Almirante Don Hugo Cabezas

D on Sergio F ernández Larraín exhi- El señor F ernández ha publicado des-


be una des tacada v ida profesional. polí- de 19 3 3 diversos a rtícul os sobre Histo-
tica, literaria y c ultural. ria, Política, Arte, E conomía , Diploma-
cia y Religió n, en diarios, perió dicos, re-
Nacido en Melipilla, provincia de San-
vistas y libros de C hile y Europa. En es-
tiago, recibe su título de Abogado en
tos momentos prepara algunos trabajos
la Universidad Católica de Chile en 19 3 3,
sobre " El Emperador Carlos V a través
con una tesis sobre "Derec ho Político So-
d e sus Cartas" y "La Covadonga, Bio-
viético". Entre 193 3 y 19 34 ejerce como
grafía de una Nave".
Profesor de Derec ho Constitucional en la
Universidad Católica. El señor F ernández es en la actualidad
Miembro d e Número de la A cademia Chi-
En su vida política es e legid o Diputado lena de la Historia, Miembro del Conse-
durante 3 veces co nsecutivas, entre 19 3 7 jo del Instituto de Chile, Co rrespondiente
a 1949, y Senador d esde 1949 hasta de las siguientes Instituciones : Rea l Aca-
195 3, período este último en que se des- demia Espa i'i:> la d e la Historia, Academia
empeña como miembro de las Comisio- de la Historia de Colombia, Real Acade-
nes de Defensa, Relaciones Exteriores y mia de Bellas Artes de San T elmo, Real
Educación del Senado. Academia de Ciencias, A rtes y Bellas Le-
Posteriormente en 19 59 es nombrado tras de Córdoba, Academia J e rezana de
Embajador de C hil e en E spaña, car g o S a n Dionisio de Ciencias y Artes, Real
que ocupa hasta 1962. Academia Hispan oamericana de Cádiz y
Miembro de la Comisión A d ministrado-
El seño r Fernández Larraín ha recibi- ra del Archivo d e Don Bernardo O'Hig-
do condecoraciones de numerosos países, g m s.
incluyendo a la Santa Sede.
Tan brillantes atributos le dan jerar-
Por o tra parte ha participado en diver- quía en el Campo de la Historia y estoy
sos Cong resos Int e rn acionales, entre seguro ~ue el tema ~ue hoy nos trae, la
otros. en Rí o de Janeiro, Lima, Guatema- "Batalla Naval de L epanto" , uno de los
la, F rankfort y Seúl. hitos de nuestra historia universal por la
656 ltl-:V 1!''f A DE l\L\H 1 ~ A

repercus1on que ella tuvo, no hará sino 1


corroborar sus dotes e interés por esta
cien cia, que busca el conocimiento autén-
tico de las actividades de importancia Señoras y señores:
que han influido en la vida de los pue-
blos. La más firme y obstinada, la más des-
piadada y severa de las luchas que re-
gistran los anales de la Historia, es sin
Excmo. Señor Embajador de España-
disputa la mantenida a través de los si-
Señores Almirantes, g los entre el islamismo oriental y el oc-
Señores Oficiales, cidente c ristiano.
Señores: Volvamos, pues, los ojos al pasado y
con respeto adentrémonos en sus inson-
En apretadas frases, quiero evocar es- dables enseñanzas y recuerdos.
ta tarde, a cuatrocientos años de distan-
cia, "la más noble victoria naval que nin- En la aciaga noche del 28 al 29 de ma-
gún príncipe o capitán hubiese log rado yo de 145 3, Mohamed II, a horcajadas
después de Augusto" ( 1), como define sobre brioso corcel, irrumpe en Constan-
y ensalza a Lepanto en su resonante lira, tinopla por la brecha de la puerta de San
Torcuato Tasso. Román y conquista la ciudad por asalto.
La cabeza de Constantino XI, el último
Domingo siete de octubre de 15 71 , emperador de Bizancio, es alzada sobre
efemérides de la "hazaña prodigiosa" la imponente columna de su egregio an-
P), del día "de gloria cuyo solo recuer- tecesor, Constantino el Grande. Santa
. do - a l decir del insigne Menéndez Pe- Sofía, el templo de la cien cia divina, es
layo- hacía estremecer el alma de Cer- profanado en sus imágenes y en sus már-
vantes, que no dejó de aludir a él en nin- tires. "El bárbaro que llevaba dentro de
g una de sus obras" ( 3), y que la juzga sí mismo se impuso -escribe Emil Lud-
"la más alta ocasión que vieron los si- wig al referirse al fiero otomano- pues
glos pasados, los presentes, ni esperan penetró en la iglesia al galope de su ca-
ver los venideros" ( 4). ballo y no desmontó hasta llegar al altar
Domingo siete de octubre de 15 7 1, mayor" ( G) .
día que se alza en las sosegadas páginas
La Edad Media h a muerto y con ella
de la historia como el jalón imperece-
el milenario imperio bizantino.
dero que tejió la inspiración y la fe de
un Papa augusto y santo, y en el que lo- Una fuerza nueva, combativa y faná-
gra el triunfo inmarcesible, el tesón y la tica, surge en los anchurosos y dilatados
prudencia de un rey, que hizo de la de- horizontes d el mundo. Con Solimán el
fensa de la filosofía de Cristo, la espina Magnífico, Turquía y el Islam llegan al
dorsal de su política, de su doctrina y de pináculo de su grandeza.
su vida austera y fecunda. Al vertiginoso y firme paso de sus gue-
De tan gigantesca y magna epopeya, rreros, cae Belgrado, llave del Danubio,
se conmemora hoy el cuarto centenario. el 29 de agosto de 1521 ; y en el Medi-
Y el Alto Mando de nuestra Armada h::\ terráneo, Felipe de L ' lsle Adam, gran
pensado con razó n que en Chile -la maestre dt- la Orden de San Juan, capi-
más austral y lejana de las provincias de tula a 2 1 de dic iembre de 1522, tras ha-
la España del siglo XVI, que nos dio su ber que mado el último g rano de pólvora
sangre, su lengua y el limpio tesoro de y de haber rechaza do victoriosamente
su fe- en parte alguna podría celebrar- veinte asaltos de fuerzas veinte veces su-
se, con mas propiedad y decoro, tan se- periores. Los caballeros cristianos sucum-
ñalada fecha histórica de la Marina de ben rod eados de la impasibilidad y de la
todos los tiempos, que en este sobrio y indiferenc ia de las pote n c ias occidenta-
noble recinto de la Marina de nuestra les, pese a las dramáticas exhortaciones
patria, cuyo buque-escuela, la "Esmeral- de Adriano VI, el Papa noble "que es-
da", surgió de los astilleros de Cádiz, cribió en su bandera la paz de la c ristian-
precisamente, bajo la g loriosa advoca- dad, la (ardua) empresa de rec hazar al
ción del héroe de Lepanto, don Juan de islamismo y la (necesaria y vital) refor-
Austria ( :í ). ma de la Ig lesia" (;) .
1971) Ho:;rnxAJI•: A DON JUAX ng AU STRIA
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En la isla de Rodas, postrer bastión En la carta que señalamos, aflora con


del Occidente en el Mediodía, ondea el más profundo sentido, imperial y teo-
arrogante el pendón del Islam, mientras lógico, su resolución inquebrantable de
en los campos de Italia se desangran fran- convertirse en custodio de la cristiandad
ceses y españoles. y de la "Santa Fe Catholica para así de-
"¡Pobre cristiandad! yo moriría con- jar buen nombre y exemplo a los que
tento -manifiesta desolado el Santo Pa- después (de él) vinie ren" ( !! ).
dre- si hubiera unido a los príncipes pa- Con la fe de un cruzado, habla Carlo!I
ra la resistencia" ( 8) . V a sus vasallos de España. Y en su in-
Invadida Rodas, Solimán apresta sus alterable decisión, ya no volverá atrás.
fuerzas para la ocupación y dominio del Al servicio de tan noble empresa se en-
reino de Hungría. tregará con "cuerpo y sangre, a lma y vi-
da" .
A fines de 1 5 2 4, la fortaleza de Seve-
rín, atalaya cristiana en el Danubio infe- Así, en 1532, cuando a las puertas de
rior, cae en manos de los turcos. A 28 Viena, Solimán, temeroso de la cercana
de julio de 1526, sucumbe Peterwadein, presencia del emperador, con genera l sor-
plaza fuerte de Slavonia, cuya arrojada presa del mundo cristiano, renuncia a la
e intrépida guarnición, integrada en su expedición, largamente prepara da, con-
mitad por tropas pontificias, es cruelmen- tra la capital de Austria. El 2 1 de sep-
te inmolada por los infieles. tiembre, las campanas de todas las igle-
sias de Viena voltean victoriosas. En sus
Un mes después, el 29 de agosto, en fuertes y murallas resuenan las salvas de
la llanura de Mohacz, en hora y media de artillería. El emperador y su hermano e l
combate se decide el futuro del católico rey de Bohemia, seguidos de sus capita-
y denodado reino de San Esteban. Su nes y de sus nobles, de sus pendones y
monarca, Luis 11 , sus obispos y arzobis- banderas, son aclamados por e l pueblo
pos y veinte mil infantes perecen en la todo.
lidia.
Así, en 15 35, con ocasión de la con-
El primero de septiembre, Solimán, " el quista de Túnez, donde alcanza "su cum-
señor de todos los señores", hace su en- bre la política norte-africana carolina"
trada triunfal en Buda. Y tras de asolar ( 10 ).
el país hasta Raab y Gran, -próximas ya
las nieves y las heladas, emprende su re- Y así, en Argel, en 2 3 de octubre de
greso, dejando a sus espaldas una nación 1541, cuando pese a su férrea voluntad
empobrecida y devastada. de lucha y de triunfo sobre el infiel, se-
reno contempla el emperador cómo "los
A 29 de noviembre de 1526, Carlos V elementos trocaron una victoria fácil en
desde Granada, dirige a sus vasallos de terrible derrota", no obstante que " estu-
Loja, Alhama y Alcalá la Real, la más vo en todo sabio a gobernar, esforzado
apasionante y sobrecogedora carta de a pelear, humano al mal ajeno y fuerte
cuantas del emperador, en original, con- al propio'', y que si Dios no lo hubiese
servo en mi archivo. dispuesto de otro modo, "era digno de
Carlos V está en Granada. En la ar- acabar gloriosamente aquella empresa"
diente Granada. En la ciudad donde re- ( 11), como !0 refiere un vetusto manus-
posan sus abuelos. En el último baluarte crito de la época.
del Islam en tierra de España. Tiene 2 6
años de edad· Es rey y emperador. Dis- 11
fruta de las delicias del matrimonio con
su joven y bella esposa Isabel de Portu- En 15 70, Solimán el Magnífico des-
gal. La tierra y el cielo le sonríen. No cansa, para siempre, en su fastuoso e im-
obstante, ni el embrujo del paisaje gra- pone nte mausoleo de Constantinopla, ca-
nadino, ni su recient~ boda, ni la sereni- ra al Bósforo dorado y azul, que marca
dad, belleza y ternura de la emperatriz, la línea divisoria entre Europa y Asia.
logran debilitar su firme resolución de Carlos V, reposa, en cambio, cara a la
seguir el ejemplo que sus mayores le tra- eternidad, en el quieto silencio de la Vera
zaron, precisamente, en Granada, de com- de Placencia, en sobrio ataúd de madera
batir al infiel. de castaño - del que conservo una di-
658 REVI STA DE MA R I :\"A ( \'OV J J•::'.11BRE -DI CJ l•::'.ltBRE

minuta pero noble astilla- reliquia ve- su sacramento bautismal. Venecia se do-
nerab!e del imperial monasterio de Yuste, blega ante los firmes y claros requeri-
donde en sonoras soledades, la tiura y mientos de Marco Antonio Colonna (1 7) .
los cielos cantan, como en los salmos, las Felipe II. magnánimo y obediente tan só-
glorias del Altísimo ( l~ ). lo a la fe que señorea su espíritu, olvida
Seiim 11, hijo y sucesor de Solimán e l que con ocasión del sitio de Mal ta, los
Grande, pretende cimentar su trono so- venecianos astutamente esquivaron el ne-
bre las obscuras e inexplicables disensio- cesario auxilio, tan angustiosamente por
nes de la Cristiandad. él solicitado (18). Y la antigua Orden de
San Juan de Jerusalén arrinc ona en su
El Islam tiende su mano codiciosa so- memoria la pasiva indiferencia con la que
bre la legendaria isla de Chipre, centine- la Armada veneciana había contempla-
la de Venec ia en el Levante· Preciada do desde Candia la pérdida de Rodas.
donación de Catalina Cornaro, la infor-
tunada viuda del rey Jacobo, a la Seño- "A veinte de mayo del año 1 5 71 , con-
ría de V e necia, su patria, Chipre reme- cluyóse la Liga, escribe F u enmayor y Pi-
mora las épicas proezas de los cruzados mentel, juróse solemnemente en Consis-
que la arrancaron al poder de los sarra- torio, y cinco días después se publicó, con
cenos para establecer en ella un reino universal alegría" ( 19).
cristiano ( 1:\) . Enseguida, el cronista de S . S. Pío V ,
En julio de 1570, Chipre, la isla en- enumera las veintidós capitulaciones del
clavada en el corazón del imperio oto- tratado firmado en R oma por Venecia,
mano y célebre desde los más remotos la Santa Sede y España, a 29 de mayo,
tiempos por la calidad de sus generosos en el que se establece que la Liga " había
vinos, cae en manos del Bajá de El Cairo. de ser perpetua contra los turcos y los
Nicosia, ciudad amurallada y erizada de moros de Berbería" , quedando la resolu-
baluartes, pese a la gallarda defensa de ción de "las d iferencias entre los confe-
Nic olás Dándolo, es saqueada en sus ri- derados" al libre arbitrio del Santo Pa-
quezas y ultrajada en sus niños, ancia- dre ( 20 ). Pío V exclama alborozado:
nos y mujeres ( H ). F amagusta la sigue " Jamás me ha parecido el cielo tan azul".
en el martirio. El intrépido Bragadino, Pese a la dilación en el cumplimiento
agotadas sus reservas, cercenadas sus for- de algunas de las cláusulas pactadas, la
tificaciones, abatidos sus torreones, enar- Liga inicia su marc ha. " Y por la miseri-
bola la bandera blanca de parlamento. cordia de Dios y el santo fuego de Pío
Mustafá, aleve y traidor, viola las solem- V, cuajó la empresa grande" (:.!l), afir-
nes estipulaciones y Brag adino, desolla- ma Lorenzo Riber, de la Real Academia
do en vida, es colg ado en lo más alto de Española.
la entena de una galeota, para vergüenza
Ahora, en cuanto a la composición de-
y escarnio de vencedores y vencidos. El
finitiva de las fuerzas navales, tanto de
reinado cristiano de Chipre ha escrito su
la flota de la Santa Liga, como de la Ar-
página postrera ( L:í ) .
mada otomana, discrepan los mas con-
111 notados historiadores de la época.
No obstante, un común denominador
Pío V , el fraile ascético, recio y terco, arroja 208 galeras y 6 galeazas, para la
persistente y dec idido, de lueng a barba flota cristiai1a. Así lo establece la mayo-
b lan c a sobre e l d é bil p echo, oc upa, a la ría de los investigadores. Basta citar al
sazó n la silla de San P edro ( Hi ). respecto, a Cayetano Rossell (:.~:! ), F ran-
Las so mbrías y ambiciosas metas tra- cisc o de !barra ( :!:3 ), Stirling Marwell
zadas sobre la cristiandad p o r el poderío ( :!-! ) , Serrano ( '.!:) ) , J urién de la Gravie re
siempre c recient e de los infie les, h acen ( ~li ) , entre otros, que, por lo demás, con-
ineludible y pere ntoria la alianza de los cuerdan con las relaciones de don Luis
príncipes cristianos. de R equesens ( :.!í ) y del propio don Juan
de Aus tria ( :!ll ).
Pío V , con firm eza inig u a lada, que-
branta las m ás duras resistencias. Apa- Las apreciaciones divergen, en c ambio,
sio n a d o d e su causa, enfervoriza los áni- cuando tocan al resto de las embarc a cio-
mos más tibios y recalcitrantes. En R o ma· nes, q ue don Luis de Requesens hace lle-
la Santa Liga, recibe el óleo y crisma de gar a 2 3 naves, don Juan de Austria a
l9i l ) HO'.\[ J•: :\'AJ E A DO}[ JUA:'\ DE A U ST RIA 6 5~

24, Carrero Blanco a 76 y Rossel a de embarcar a b o rd o de e llas a c u atro


102 ( ~9 ). m il soldados, españoles e italianos, to-
"Según el almirante J urie n d e la Gra- d.os a l servicio d e l Rey católico, afirma
vie re , estas diferencias provienen de que Brand el ( 34 ).
algunos autores dan al conjunto d e las "El examen de los bajeles, la distribu-
ga len;s al servicio de la Liga, mientras c ión e n ellos de la infantería, la artille-
q ue otros indican únicame nte las que for- rí a, la s armas y mu n iciones, los víveres, el
maron en la jornada" ( ;_;1¡ ) . agua, todo se c uidó con el mayor esme-
En lo que co n c ie rne a la Armada tur- ro" ( :~:i ) , escribe e l M a rqués d e Mul h a -
ca, la mayo ría de los cronistas dan las cen, Carlos lbáñez de Ibero.
c ifras de 286 galeras, amén de varias de-
cenas de galeo tas, fustas , bergantines y IV
barcos menores. P u ede afirmarse, e n
consecuencia, que aproximadamente era La pod e rosa armada de la Santa Liga,
un tercio superior a la cristiana. está en potencia de combate. Sólo r esta
d esig nar al en viado de Dios que h a d e
A la mayor cantidad d e bajeles de la
guiarla.
flota otomana, es n ecesario agregar e l
mayor núme ro de combatientes, 120 mil El afamado nombre de Sebastián Ve-
con tra 80 mil, lo que da 3 infieles por niero, el altivo e irritable dogo venecia-
cada 2 cristianos. Al frente de los imba- no, n o es g rato a los oídos españoles.
tibles tercios d e Flandes, se levantan los Marco Anto nio Colonn a, el astuto almi-
aguerridos nombres de López de Figue- rante de las galeras pontific ias y g ran
roa y de Luis de Moneada· cond estable de Nápoles, es rec haza d o
por los p a rtida rios de la Serenísima Re-
L a apreciable diferencia numérica de
pública. Y el joven príncipe don Juan
la fl o ta otomana, en embarcaciones y de A u stria, p ese a sus laureles de Gra-
c ontingente humano, queda contrarresta- nada y las Alpujarras, a su vez, es recu-
da por la infe rioridad de su armamento . sado por el Dux y p o r el Pontífice.
Al arc abuz y a la lanza c ristiana oponían
los turcos solame nte e l arco, la saeta y la Nombres preclaros de la mar, no fal -
cimitarra ( 'ío). Según BrandeL a b o rdo d e tan. A hí están, e ntre otros, Juan de C ar-
las gale ras turcas muchos soldados co m - dona, capitán general de las galeras d e
batían todavía con a rc os ( 31) . Sicilia, con sejero de Estado y Virrey de
Navarra. San c h o de Leiva, g eneral de las
Cabe d estacar con A n gelucci, el im- ga leras de Lev a nte. A g ostino B arbarig o,
portante papel que correspondió en Le- el opulento patricio veneciano inagotable
panto a la ga lea za ven eciana, un nuevo proveedor de la escuadra del Dux. Jua n
tipo de embarcación mediterránea. "Com- Andrea Doria, de limp ias y auténticas
parada con la galera , era una auténtica tradiciones navales, sob rino d e l p eríncli-
forta leza, armada d e 50 cañones y d o- co " R ey del Mar" , e l g ran almirante de
tada de espolón y de un tajamar afilado los siglos XV y XVI. Y tantos más.
y resiste nte , que cau sab a verdaderos d es-
" L a demora en la designación del
trozos entre naves d e menores proporcio-
jefe supre mo - a juicio de Crame- en-
n es. Con una dotación de 5 50 m arinos y
200 soldados, e incluso más, podía con- tumece los músculos de los re meros " y
siderarse como una nave capaz de tener corroe " las quillas de las naves ancladas
a raya a una veintena d e g a:eras" C1:! ) . e n los pue rtos de (la) Ita lia meridional"
c w).
Sin embargo, c on excepción de las 6
galeazas venecianas, en gen eral, "las ga le- El Santo P a dre -sobre quien pesa la
ras españolas eran sm duda las mejor g rave resp onsabilidad d e la elecc ión-
con s truidas, la mejor equipadas y las acud e a " la oración y a la p e niten cia" .
m e jor mandadas'' , ( :::~ ) afirma V./ a lsch. Busca en Dios la ins pirac ión para e l éxito
Don Juan logra, no obstante, equilibrar de la magna empresa.
las escuadras, reor ga nizando su compo- Tres días y t res noches con s umen la
sic ión y fortaleciendo las más d ébiles co n r esist e nc ia fí sic a d e l Santo Padre, que
refuerzos de infantería española e italia- h um ildemente prosternado permanece en
na . D esgu a rnec idas d e soldad os las gale- mudo con tacto con el Dios de las bata-
ras ven ecianas, d o n Jua n tiene el valor llas .
( '.\"() V l l•: i\f l \H l~ · D l('l l·: ) J H IU-:
660

Y al amanecer del cuarto día, S. S . mov imi er.tos del dedo, como si estuviera
Pío V, impasible y en silencio, sigue en ensartado en un e njuto sarmiento".
oración y penite ncia. " Era ya día claro c uando el anciano
Luis Coloma, el docto jesuíta, en "Je- ab and o nó al fin su humilde actitud y
romín", la apasionante historia del joven a rregló un poc o e l d esorden de su traje,
Habsburgo, cuyo orig inal autóg rafo cus- que no era otro sino. un h ábito d e religio-
todio con veneración y respeto, traza so dominico, cuyos anc hos pliegues hacían
con letra menuda y clara, en uno de sus p a recer aún más e levada su alta estatura.
más emocionantes capítulos, la llamada Dirig ióse con p aso firme a una puertec i-
"Oración del Ponlífice". lla ... casi oculta detrás del a ltar, y pasó
por ella a la pieza contigua. Era ésta un
"Parecía aquello - expresa- por lo suntuoso oratorio. Una sola imagen, ver-
estrecho y desamparado, una prisión : por dadera marav illa del arte, había (en) el
lo escaso y extraño del mueblaje, con na- suntuoso altar .. . : la famosa M adonna
da podía compararse, y por .. . lo macizo d e F ra Angélico, con ocida con el nom-
de sus muros y los restos que en ellos se bre de "salus infirmorum". A l lado d e l
veían de tapices arrancados, lujosas cor- Evangelio levantábase un rico dosel de
nisas doradas y ricos artesonados de talla p a ño de oro con cojines y reclinatorios
en el techo, parecía y éralo en efecto, el de lo mismo; y alineados . . . otros cua-
rincón de una suntuosa cámara. . . En e l tro reclinatorios de broc ado, en los c ua-
centro ... levantábase un altar severísimo les oraban cuatro Pre lados co n blancos
de oscuras maderas sin más imágenes ni roquetes vestidos sobre las so tanas vio-
adornos que un gran Cristo de tamaño láceas y estolas bordadas al c uello. So-
natural, cuyos lívidos miembros se desta- bre la mesa del altar, esplé ndid amente
caban con imponente realismo sobre el iluminado, veíanse dispuestos todos los
sombrío fondo: caíale sobre el pec ho la ornamentos necesarios para celebrar el
moribunda cabeza, y su mirada agonizan- santo sacrificio de la Misa".
te iba a fijarse en el que se postraba a sus "Al entrar el viejo en el oratorio, le-
pies con expresión dulcísima de dolor y vantáronse los cuatro Prelados al mis-
misericordia. En el rincón opuesto h a bía
mo tie mpo, inclinándose ante él profun-
una de esas arcas talladas del sig lo XV. damente: porque aquel anciano que mo-
. . . apoyado en la pared . . . un banqui-
m e ntos antes gemía como débil niño ...
llo .. . , único asiento y único mueble que ante la imagen de Cristo, era nada me-
se veía en aquella singular estancia. nos que el Vicario de éste en la Tierra :
Alumbrábala una gran lámpara de plata llamábase entonces en la cronología de
que ardía ante el altar, y a su reflejo di- los Pontífic-es romanos, Papa Pío V, y
bujábanse vagamente los contornos de llámase hoy en el catálog o de los San-
una extraña figura. . . sobre las heladas tos, San Pío V''.
baldosas".
"Arrodillóse el Papa bajo el dos el y
"Poco a poco comenzó a filtrarse la hundió la arrugada frente entre las en-
luz del alba . .. y entonces quedó perfec- jutas manos por largo espacio de tiem-
tamente visible el solitario personaje: era po; luego, a una señal suya, acercáronse
un anciano de pronunciada nariz aguile- los cuatro Prelados y comenzaron a re-
ña . . . y de tal manera enjuto y decrépi- vestirle los sagrados ornamentos para ce-
to, que hubiérase podido decir de él lo lebrar ei Santo Sacrific io de la Misa. Ce-
que por aquel e ntonces decía Santa Te- lebrólo el Papa con solemne pausa y de-
resa de San Pedro Alcántara : que pare· voción Íntima y profunda, aunque nada
cía h echo de raíces de árboles. Envolvía- r evelaba al exterior las hondas emoc io-
le una g ran capa negra . .. Hallábase pos- nes que pudiera sentir su alma. Mas al
trado ante e l altar, apoyando unas veces llegar al Evangelio de San Juan, suce-
en e l suelo la calva frente, alzando otras dió una cosa ex traña: comenzó a leerlo
hacia el Cristo los enjutos brazos con Ím· p a u sadamente, deteniéndos e y marcando
petus d e amor y de angustia, como niño todas las palabras, como quien compren-
atribulado qut: implora e l auxilio de su de y saborea su signific a c ión profunda, y
p a dre; veíasele entonces en la mano de- de r e pente, con el rostro transfigurado y
rec ha un g rueso anillo de oro co n gran extraño y repe ntino temblor de todo el
sello, que subía y bajaba siguiendo los cuerpo y voz que n o era la suya propia,
l 9íl) 1-IO:lrn:\'AJJ•; A DO~ JlJ ..\X DE AUSTRIA 661

pronunció aquellas palabras : "Fuit horno V


missus a Deo, cuí nomen erat J oannes .. . "
Detúvose un momento: volvió e l rostro
h acia la Virgen con la mirada perdida en En 30 de noviembre de 15 70, don
el vacío como anegada en visiones celes- Juan de Austria, el joven príncipe de 23
tiales, y repitió en tono de pregunta, hu- años, hijo del Emperador-Cruzado, Car-
milde, sumiso, cariñoso, como de niño los V y de Bárbara Blomberg, la tosca
dócil que interroga a su madre: ¿ F uit alemana de Ratisbona, rubia y blanca, de
horno misus a Deo, cui nomen erat J oan- ardorosa sangre y cadenciosa voz musi-
nes? . . . Y con su voz propia ya, firme, cal, llega a la Corte precedido de la fa-
resuelta, decidida, repitió por tercera ma de sus exitosas jornadas de Galera,
vez: "Fuit horno missus a Deo, cui no- Granada y las Alpujarras, "escalón por
men erat J oannes ... " ( 3í). "Hubo un donde subió. . . a la cumbre de su glo-
... (-10) .
na
hombre enviado por Dios que se llama-
ba Juan''. Nacido en Ratisbona, en 1 54 1, el 24
Así finaliza Luis Coloma, el murciano de febrero, día de San Matías, ( -11) co-
ilustre, el cautivante re lato que hemos ex- rre por sus venas la altiva y temeraria
tractado y reproducido de su genuino y sangre de las reales casas de Habsburgo
y de Borgoña, de Aragón y de Castilla.
fidedigno manuscrito .
Terminado el Santo Sacramento, Pío En las soledades de Villagarcía, ha sa-
V cita a don Juan de Zúñiga y a los car- bido de la nobleza de Luis Méndez de
denales Francisco Pacheco y Gran vela, Quijada, su ayo, y del incompa, able afec-
delegados de España, a~í como a Miguel to de doña Magdalena de Ulloa, Toledo,
Suriano y Juan Soranzo, embajadores de Osorio y Quiñones, su madrina.
Venecia, y con ánimo que no vacila, les Adolescente, se ha asomado una tar-
anuncia la designación de don Juan de de a la empinada espiritualidad de Yuste
Austria como Generalísimo de la Santa y temeroso y apocado ha intuido la sobe-
Liga. rana grandeza de su padre, el empera-
dor.
"Torcieron el gesto los venecianos;
más el sagaz Granvela atajóles e l único En 1 5 5 9 ha recibido el real espaldara-
argumento que podían poner en contra zo de su hermano e l Rey Prudente. Ha
diciendo él mismo: crecido en las rígidas austeridades de la
Corte, junto a Alejandro Farnesio el es-
-"Santísimo Padre. . . ¿A pesar de clarecido hijo de Margarita de Parma, y
sus veinticuatro años ... ? junto al taciturno y enclenque don Car-
"A lo cual respondió San Pío V con los, el infortunado príncipe heredero·
gran firmeza: En 1.565 ha intentado, en jornadas de
-"A pesar de sus veinticuatro años" aventuras, acudir en socorro de los ca-
C{K ) . balleros de Malta, permanentemente aco-
sados por los infieles.
Al día siguiente, sobre el arrugado y
amarillento pergamino que le presenta e l En 1 5 68. nombrado Capitán General
Cardenal GranveJa, arzobispo de Mali- del Mediterráneo y del Adriático, ha da-
nas, con vigorosa y firme mano traza e l do muestras :!~ sus extraordinarias con-
bíblico nombre. Desde ese instante, don diciones de genio y gallardía.
Juan de Austria queda ungido por el re- En 1569, su firme resolución y auda-
presentante del Señor, Gran Almirante cia, se han impuesto en las ariscas serra-
de la Santa Liga de la Cristiandad. nías de las Alpujarras. Como en las me-
morables jornadas de sus antepasados
"El mágico latín del versículo de San
los Reyes Católic os, la soliviantada mo-
Juan resuena dentro de la caracola mis-
risma ha sido reducida y silenc iada.
teriosa de la profecía . .. El incienso mís-
tico se llena de un nombre: Juan. . . ( ;¡9 ). El nombre de don Juan es ya nombre
Y el viento y el mar reproducen el eco de leyenda y de romances.
de su nombre evangélico: "Hubo un En 30 de noviembre de 15 70. Fe-
hombre enviado por Dios que se llama· lipe II, sin exordio ni preámbulo, escue-
ba Juan". ta y sobriamente ha dicho a don Juan,
lll·:VJ:-i'l'.\. IW CIL\R T:---.\ ( \"OV 1 !·: ~l BH E - l>IC f l':.\.(Hll J•:
662

su hermano: " Presto habréis de volver a vez más, se paseará por los mares el se-
la escuadra". La imaginación de don ñorío y e l d estino de cruzada de la Es-
Juan se inflama. Volver a la escuadra paña de Cisneros y de los Reyes Católi-
significa "rea!izar el ideal caballeresco de cos.
sus rneños" (-!~), y de los sueños impe- El 20 de julio la flota leva ancla. El
ria1es de su padre. Significa poner en sus 26 en e l golfo de Génova, los mástiles de
robustas manos la e n cendida antorcha los barcos cobran agilidad y movimiento
de la fe. Significa asumir e l almirantaz- "como las cañas en un estanque". La sun-
go de España en ruta de gloria y en vo- tuosa mansión de los Dorias se engalana.
cación de cruzado. Volver a la escuadra Alejandro Farnesio, príncipe de Parma,
significa navegar rumbo adelante, en in- y Francisco María de la Rovere, herede-
contenido miraje de eternidad y de gran- ro del duque de Urbino, le escoltan y le
deza. asisten. Y en las iglesias y los palacios,
Bien sabe don Juan que navegar no la ciudad luce el más llamativo de sus
es abandonar las velas al ciego arbitrio emblemas: la cruz roja de San Jorge so-
de los vientos, sino templar y moderar bre campo de plata.
la tela y el cordaje, encauzar las borda- El 9 de agosto arriba a Nápoles. Allí,
das, soslayar con firmeza el fiero impul- en la iglesia de Santa Clara, le a g uarda,
so de los elementos. Bien sabe don Juan suspendido junto al Evangelio, el estan-
que navegar es voluntad y señorío, sal- darte azul de la Liga, y sobre el altar, el
vaguardia y temple. A nimo y designio, bastón de mando de puño y contera de
en la ruta trazada de antemano. oro, guarnecido de ricas pedrerías. El
A las tres de la tarde del 6 de junio Cardenal Granvela, virrey de Nápo les, en
de 1 5 7 1 , don Juan abandona el palacio solemne ceremonia, celebrada el 14 de
de Ma.drid . Cabalga hacia su glorioso des- agosto, le hace entreg a de las preciadas
tino. En Guadalajara le hospeda el duque insignias, bendecidas por las santas ma-
del Infantado, jefe de la Casa de Men- nos de Pío V. La nobleza y el pueblo le
doza. En Sigüenza, se d e tiene junto a v itorean y le aclaman.
"las pardas y onduladas cuestas" (-!-~ ) Al anochecer del 2 3 agosto, en el puer-
caste llanas y se recoge en el silencio ve- to de Mesina, las galeras pontificias y las
nerable de sus claustros medieval es. del Dux de Venecia le dan la bienveni-
A pasos de cruzado, recorre Arcos, da. El 26, don Juan asume el supremo
Calatayud y Zaragoza, donde le acoge mando de la Santa Liga. En su honor se
sobre su pedestal de plata la Virgen del alzan arcos triunfales, se e ncienden lu-
Pilar, en medio de una "selva de cirios minarias y en las torres de los templos
parpadeantes" ( H ). Don Juan reposa repican jubilosas las campan as. Ignorado,
con alivio "sus enceguecidos ojos de luz en silencio de emoción y esperanza, Mi-
y de polvo ... sobre la llanura del Ebro" guel de Cervantes y Saavedra· le ve " des -
(-1:3 ). En el recogido monasterio benedic- filar por sus calles . . . como un pedazo
tino de Monserrat, los monjes negros le de la patria" (4-6a ) .
rinden pl e itesía. Al igual que el empera-
Después de la revista naval, el 1 O de
dor, su padre, en 1 5 3 5 , en vísperas de
septiembre, en el buque almirante de la
la campaña de T Únez implora el auxilio
escuadra se celebra consejo de genera-
y el amparo de la dulce Virgen Morena
les (4ii). Nada que-da al azar. Todo se
El 1 6, Barcelona, le r ecibe con salvas ha previsto y modelado con prudencia y
de artillería de mar y tierra. A l finalizar con coraje. Las sabias sugestiones de
e l mes de junio, desde las alturas de García de Toledo presid e n la gigantes-
Montjuich, cara al mar y a la luz de las ca empresa. D on Juan fija "personal y
estrellas y al tremolar de los vientos, di- cuidadosamente la orden de partida" Y
visa los fanales y la amada insig nia de la posición de cada barco en la navega-
la "Real", su nave capitana, que en ve- ción y en el combate. "Las considero ex-
loces singladuras le conduciría a la cima cele ntes y se las r ecomiendo a los almi-
de la inmortalidad y de la fama. rantes del futuro", manifiesta J ulián de
Bajo su quilla se agitan las ansias im- la Graviere. en su monume ntal tratado
periales de la España de los Austrias. "La sobre la batalla de Lepanto.
quilla , arado; y e l timón , esteva". " Y en Desde la fo s a de San Juan, el 16. el
la bitácora, la firmeza de llegar" . Una generalísimo escribe a García de Tole-
1971) 663

do: "confío en Nuestro Señor que si en-


contramos al enemigo, nos ha de dar la
victoria" ( -H).

VI

El Cardenal Odescalchi, legado pon-


tificio, en nombre de S . S., entrega a don
Juan de Austria el " lig num crucis" en re-
licario de plata y un "agnus dei" para ca-
da tripulante. "No vaciléis en ir a la bata-
lla, que la victoria os está prometida en
el nombre de Dios'', reza el mensaje
pontificio.
El nuncio, vestido de rojo de los pies
a la cabeza, proclama para todos los par-
tipantes de la expedición iguales perdo-
nes e iguales indulgencias que las que fa-
vorecieron a los cruzados que rescataron
de los infieles el Santo Sepulcro.

" El generalísimo ayunó tres días; to-


dos sus oficiales y hombres hicieron otro
tanto" , expresa Wa!sh. "Los relatos con-
temporáneos concuerdan en que ni uno
solo de los 81.000 marinos y soldados
dejaron de confesar y de recibir la San-
ta Comunión'' ( 48 ).
Los días 1 5 y 16 de septiembre, la
flota inicia sus singladuras hacia Taren-
to. Sobre la " Real" flamea e l estandarte
azul de nuestra Señora de Guadalupe. El
azul del mar se corta con el "inmenso
alfanje de velas blancas" (49).
El plan de marcha y de combate se
Don Juan de Austria
ajusta milimétricamente a las prudentes
y prolijas pautas de García de Toledo
ria, de familia de marinos aguerridos y
( 00 ), considerado el más experto de los
esforzados, de la sangre del gran almi-
marinos de la época.
rante del César Carlos V.
Divídese la Armada e n cuatro escua- Al frente Jel ala izquierda, compues-
dras, sin contar la de la vanguardia, in- ta de cincuenta y dos galeras ostentando
tegrada por ocho galeras, comandadas gallardetes de tafe tán amarillo en las as-
por e l capitán general de la fl ota de Si- tas, está e l acaudalado potentado de Ve-
ci lia, Juan de Cardona, cuya misión era necia, Agustín Barbarigo (-i ;> ) .
no sólo explorar el mar, avizorando al
Y al centro, en el cuerpo de batalla.
enemigo, sino también ocupar oportu-
sesenta y tres galeras que lucen sus ga-
namente su puesto en la contienda ( 3 L).
llardetes de tafetán azu l e n e l calcés ( .-, 1) .
El grueso de la flota, repartido en c u a- La flor de la marina está allí presente.
tro escuadras, como queda dic ho más El generalísimo, don Juan de Austria. en
arriba, se distribuye y se moviliza en per- la "Real" . A su derec h a , Marco Anto-
fecto y sincronizado orden. El ala dere- nio Colonna. e n la nave capitana d e l Pon-
cha, integrada por cincuenta y dos ga- tífice. A su izquierda, S e bastián Veniero,
leras ( .~~), enarbola como distintivo ga- en la capitana de V e nec ia. Y a la popa,
llardetes de tafetán verde, en la punta la del Comendador de Castilla. don Luis
de la pena. Su jefe es Juan Andrea Do- de Requ esens , su lugarteniente.
664 ( :'\O \' lE:IIBR J•;. I> 1C1 ~ 111RRE

En orac10n y vigilia de combate, está Corfú, con sus homéricas rememoran-


don Juan . Le rodea lo más granado de ze.s de las guerras del Peloponeso, des-
sus capitanes: el conde de Priego, Ro- aparece en las quietas lejanías. Las proas
drigo de Benavides, Luis de Córdoba, de los barcos hienden las azules agu:ls
Rodrigo de Mendoza y tantos más que del golfo de Patras, en cuyas tierras c ir-
ilustran las casas principales de la noble- cundantes, Triptolemo, el príncipe eleu-
za española. sino, hizo a los hombres el don inapre-
A retaguardia, navega la escuadra de ciable del trozo y del pan de cada día.
socorro; treinta y una galeras ( ,¡ ,¡ ) con Son los mares de la mitolog ía y de la le-
gallardetes de tafetán blanco por divisa, yenda. Son las tierras de Epaminondas,
al mando de don Alvaro de Bazán, fu- Leor..idas, T emístodes y Aquiles.
turo marqués de Santa Cruz y uno de los "En aquel angosto entrante del canal
más destacados caudillos de la jornada de Corinto - escribe Crame- por don-
de Lepanto (56). de penetra el mar Jónico hasta el Atica
Fuera de formación, veinticinco naves del Parnaso y el Olimpo ... hay un nom-
comandadas por César de Avalas, her- bre desco nocido" ( GO ) que martillea el
mano del marqués de Pescara. corazón del joven Habsburgo con latidos
de presentimiento y de presagio: Lepan-
"Los setenta y seis buques ligeros ( ga-
to.
leotas, fustas y otras unidades menores )
se reparten entre las escuadras de gale- En esas mismas aguas - en las cerca-
ras'', según Carrera Blanco. "Durante la nías del promontorio de Accio- dieci-
navegación y el combate han de estar a séis siglos atrás, O c tavio Augusto y Mar-
la disposición de los mandos subordina- co Antonio, encadenado por la fatal be-
dos, para actuar de estafetas principal- lleza de Cleopatra - "el alma de Marco
mente y auxiliar a las galeras" ( 57 ) . Antonio vivía en el cuerpo de la bien-
amada", escribe Plutarco- libraron el
En la avanzada, las seis galeazas vene-
dos de septiembre del año 31 A. de C.,
cianas con Francisco F uodo, como jefe,
la más grande batalla naval de la anti-
repartidas dos a dos, en las tres escua- güedad clásica, que dio al O ccidente el
dras de la batalla ( 58), "navegan a una
imperio del mundo .
milla por la proa y tienen por misión so-
portar el choa.ue inic ial y romper la línea Don Juan d e Austria está en vela. Los
de los turcos" ( 59 ). remotos ejemplos de la historia caldean
su imaginación de andante caballero
El plan trazado se ha llevado a térmi-
cristiano.
i10 en todos sus pormenores, con e1em-
plar comportamiento. En el amanecer d e l tres de octubre la
flota abandona el seguro abrigo del fon-
A la espera de noticias, en la rada de
deadero de Gomenitza. El 4 bordea la
Corfú, impaciente, está la poderosa es-
costa desde Santa Maura a Cefalonia,
cuadra de la Santa Liga. Un obscuro y
con la diminuta isla de ltac a cobijada en
humilde pescador de Missolonghi anun-
su acantilado sereno, " fragante aún del
c ia el sorpresivo mensaje: ¡La flota turca
recuerdo de Penélope y de la fuerza in-
está en Lepan to!
domable de Ulises" (fil). donde las abe-
El 29. la escuadra zarpa rumbo a Go- jas dep osi tan su miel y las ninfas tejen
menizza en las costas de Albania. sus velos de púrpura "en sus telares de
De rodillas, ante el Cristo quemado piedra" .
que pende a la cabecera de su lecho,
El 5 fondea en Cefalonia, la mayor de
está don Juan. De rodillas, ante el lla-
las islas jónicas, donde le alcanza y hie-
mado "Cristo de las Batallas'', arrebata-
re la heroica caída de F amagusta. Enar-
do a los moros en Valencia por las ro-
decidos los ánimos y d esplegadas las ve-
bustas manos de don Luis Méndez de
las, en la tarde del 6 zarpa hacia las Cur-
Quijada- De rodillas, ante el Cristo de
zolaires, las románticas islas de los pesca-
su infanc ia en Villagarcía de Campos,
dores. Por el canal que forma con la cos-
don Juan da vuelta a todos los detalles,
ta, la flota cristiana se desliza y cierra la
en su mente afiebrada por la espera. Tie-
entrada del golfo de Lepanto.
ne a Dios en su pensamiento, en su san-
gre y en su pecho. Un soplo d e eternidad La Armada de la Santa Liga perma-
le alienta y le arrebata. nece y queda en a lerta de combate·
1071) IIOl\H;'.\ ,\.JI'; A DO:-< JL\'.\ l>J•; A l:-STH !A 665

VII rir h emos venido; a vencer si el cielo lo


dispone" .
El calendario gregoriano marca el lu- Don Juan ordena cortar los espolones
minoso domingo 7 de octubre de 15 71, de los barcos para facilitar el abordaje
fes tividad del Santísimo Rosario y "fe- y la acción de la artillería, "de modo
c h a cumbre en los anales de la marina" que los cañones de proa puedan ser dis-
( li~). A las 2 de la mañana la flota cris- parados de manera más eficaz" ( 08 ) . Dis-
tiana leva anclas rumbo a Lepanto. tribuye certeramente los cuatrocientos
veteranos del regimiento de Cerdeña que
A la misma hora, la flota otomana fa-
mantiene a bordo. Ordena librar a los
vorecida por el poderoso viento del este
remeros cristianos de grillos y cadenas·
abandona e l golfo y cruza los pantanos
Arcabuces y hachas de abordaje quedan
de Misolonghi.
en sus manos endurecidas por los remos.
A la entrada del golfo, en la punta de Con pena de muerte es sancionada la
Scroffa, que al día siguiente de la homé- blasfemia. Todos llevan a Dios en el co-
rica jornada recibirá el expresivo nom- razón, en la mente y en los labios. La
bre de "Cabo Sangriento", el piloto ita- penitencia y la eucaristía iluminan y en-
liano destacado por el de Austria, vuel- cienden el espíritu de tripulantes y ofi-
ve y anuncia que la escuadra enemiga ciales.
está a la vista.
Don Juan, en la proa de la "Real" des-
"Las dos flota s que se buscaban, una lumbra con su coraza y su celada negra
q la otra, encontráronse de improviso el y plata. El T oisson de oro en el cuello
7 de octubre, con la aurora -escribe y el "lignum crucis" ( G\:l ), sobre el pe-
Braude l - a la entrada del golfo de Le- cho. " El enviado de Dios" se prosterna,
panto, donde la fl ota cristiana logró in- antes de entrar en el co mbate, al pie del
mediatamente (y fue un gran éxito tác- crucifi jo de talla de la catedral de Bar-
tico) embotellar a su adversaria" (G:3). celona ( iO), clavado en el mástil más al-
"La verdad , no obstante, es que el ma- to. A babor, Marco Antonio Colonna,
yor encuentro entre ga leras de la histo- la tiara papal y las llaves de San Pedro,
ria (<H), se produjo al sur de la isla de sobre su coraza; a estribor, Sehastían
Oxia, a la entrada del golfo de Patras" Veniero, " el rudo y viejo lobo de mar"
(G:j ) . Los dos almirantes, Alí Baiá y don ( 71) , de magnífico historial e indiscuti-
Juan de Austria, hasta ese instante des- bles virtudes militares. A popa, el Co-
conocían c uán cerca habían estado el mendador de Castilla. Don Luis de Re-
uno del otro. e ignoraban -engañados quesens en momento alguno se aparta
por falsos informes- el número exacto del joven Habsburgo, en conformidad a
d e naves que comandaba el contrario . estrictas y precisas instrucciones de Fe-
Don Juan suponía que las 1 1O galeras de lipe 11 ( 73 ).
Uluch Alí, navegaban rumbo a Argel, y
por su parte, Alí Bajá estaba cierto que Un cañonazo en la "Real" y el iza-
70 ga leras, a lo menos, de Tuan de Car- miento del pabellón blanco en la ente-
dona y de don Alvaro de Bazán. se h a- na de mesana, da la señal de la forma-
bían separado de la escuadra cristiana. ción de combate. Son las 10.30 de la
mañana. No es fácil la empresa. Cinco
Animos vacilantes pretenden celebrar fatigosas horas de incesante remar en
consejo de guerra. Don Juan les ataia contra de los vientos agarrotaban los
con precisión y arroio: "no es hora de cansados brazos de los galeotes cristia-
consejo sino de combate". nos.
·'No cabe duda de que, en este caso,
don Juan fu e el instrumento del destino", La hora del combate está prox1ma .
expresa Braudel con razón (!ili ). A bordo Cada cual ocupa su puesto. Sincroniza-
de una lig era embarcación, portando co- do y perfecto es el despliegue y en un
mo únic a arma un crucifijo de hierro ( lií) todo se ajusta al plan acordado e n Me-
en la mano, recorre, una a una, las filas s1na.
de los barcos y, enfervorizado, alienta Dosc ientas ocho galeras integran la
a sus tripulantes. Les recuerda que com- Armad a cristiana, sin contar varias de-
baten por la fe y que las puertas del pa- c enas de embarcaciones menores. Las
raíso no se abren a los cobardes. "A mo- seis ga le azas venecianas, con sus 264 po-
R.l·: YJST.\ DE ~l.\ H I :\ .\
666

derosos cañones, navegan a la cabeza de e nemi ga y ver.ir a remo viniendo más des-
la escuadra, dos a dos, al frente de cada pacio", se lee en una detallada relación
una de sus alas· E l centro obedece al se- d e 1a época 8~ . Empero, e n ese mismo
renísimo don Juan de Austria. A Doria ins ta nte los v ientos cambian de curso.
el ala derecha. y a la izquierda a Barba- El Supremo H acedor sopla e hinc ha las
rigo. La reserva a don A lv a ro de Bazán. velas de los barcos c ris tianos. " Y e l sol,
La flot a oto mana, c ompuesta de dos- que al nacer, daba en el rost ro a los nues-
cientos ochenta y seis galeras, amén de tros, estando a más de la mitad del cie lo
otros baje les y navíos, en un primer mo- cuando comenz ó (la batalla) h ería los
m e nto pretende imponer su propio plan ojos a l contra rio .. 85, relata F uenmayor y
de batalla. Empero, con pasmosa agili- Pime n tel, el apasionado bióg rafo d e Pío
dad se a dapta a l plan de 1a fl ota c ristia- V , e l Papa Santo - el humilde h ijo de
na. A la derecha, en la capitana de Ale- u n hum i~de labrador de Bosco- "que
jandría, e l rey de N egroponto, M e hmet del Vaticano hizo un monasterio " 86, y
C h aulak, apodado por los cristianos, Ma- de qui e n piadosamente con servo un m a -
home t Sirocco, "hombre maduro y sesu- nuscrito n e.ciclo de su a lma ascética y de
do, valiente y experimentado al mismo s u sarme ntosa mano 8 7.
tiempo.. (7-+) , c on 54 isa leras y 2 gale o- R esplandec e el sol en el limpio y des-
tas ( ; ,¡ ). A la izquierda, e n la caoitana p e jado c ie lo de los h e lenos y reverbera
de Argel, el temido pirata Uluch A lí, lla- en las legenda rias a g uas del golfo de Pa-
mado "el tiñoso", prud e nte, valeroso y tras, ilum inando con sus d estellos el azul
astuto" ( 7ü), ma!Ústralmente d escrito estandarte de la Liga. B o rdada sobre r i-
por Cervantes en "El Quijote" ( ii), con co d amasco r e fulge la image n del Salva-
SO g aleras y otras 34 embarcaciones dor crucificado. A su s pie s , los blasones
( 78). Y e n el centro, al frent e ele 87 ga- del pontífice, del rey de E spaña y de Ve-
leras y 8 buques dive rsos, en "L3. Sulta- n ecia, enlazados p or simbó lica cadena,
na" el jefe supremo de la escuadra tur- de la que p enden las a rm as del joven y
ca. Alí Bajá (79 ) , " mozo arrogante, de g ran Almirante d e la flota cristiana.
más valor que prudencia, en todo el ver-
dor de su .i uventud y d e su privanza con VIII
Selim II" ( 811). Má« atrás, en la. r P.serva
P.n la capitana de Constantinoola, Murat L as d os escu adras e stán frente a fren-
Dragut, a l mando de 30 ba jeles ( 81 ) . te, c omo dos a rcos opuestos. E n ambas
Era m e diodía cuando "las armadas se la estrateg ia que presid e su concepció n
ji ~ntaron a tiro de cañón" , relatan las fundamental es la misma: "suj e t a r con
crónic as 82. "Un silencio solemne como las ala$ y rom p e r con el centro .
e l que se siente antes de la Consagración, D o n Jua n , c omo medida preliminar ,
en la misa", se ex tiende "po r toda la ar- orden a a tod as las fragatas y berg antines
mada" , afirma Wals h Sil . En el nombre que ··se alarg ase n al m a r , lejos de la Ar-
de Dios se inic ia la contienda. La cruz me.da, porqu e a ning uno le v iniese espe-
en lo alto. Inquietud de fe y eternid a d ranza d e salvarse si no combatiendo m o-
en las almas. Quimera de azul , de mar rir o alcanzar la v ic to ria" 88.
y de infinito. D e ~as seis galeazas, cuatro están en
Con un disp a ro llama a combate "La rn puesto de b a talla. Las d e los herma-
Sultana " d e A lí Bajá. Co n otro, r espo n - nos Bragadino, Ambr osio y Antonio , en
de la " Real" de don Juan de Austria. la avanzada del a la izquierda cristiana;
P e r o es Francisco Duodo quie n d esde su las d e Andrea de Posaro y de Francisco
galeaza veneciana lanza e l cañ o nazo ini- Duod o , en la avanzada del a la central
c ial de la ba talla y arranca de cu a jo la de d on Juan d e Austria . Las o tras dos,
m ayor de las c inco faro las dora das que las d e J a c obo Guoro y Pedro Pisani, que
coro n a n la popa de la g a le ra i::apit3.na d e encabe zan e l a la d e recha d e Andre a Do-
A lí B c.já. ria, desdic h adamen te se marginan de la
"La a rmada del turco camin aba con escuadra y del combate por las r azones
vie nto prósp e ro . .. ganando e l so l . .. en que expond remos m as adelante.
estl! punto fue e l mar quietado co n ta n- La galeaza d e Duodo romp e e l fuego.
ta b o na nza c u anta se pu ed e desear, y fu e L as o tras tres la sig u e n . El fu ego certero
fo rzado a amainar las velas la armada de los 1 7 6 cañon es sn d e las .. fortale-
1971) I-Io~rn:-; ,\.T E A 0 0:\' .lL\X rn : i\l~ :'> TRIA 667

zas flotantes", siembra el desconcierto su coraza y a fieros golpes de mandobl e


en las huestes de Mahoma. Pulverizada consigue salvar la desesperada y angus-
queda la mayor de las farolas de la na- tiosa situación. Un arcabuzazo rinde la
ve capitana de Alí Bajá. Dos galeras tur- vida de Contarini· El nob'.e Barbarig o
cas alcanzadas en sus cascos se hunden sucumbe heroicamente en la defensa d e
en minutos. Otras arden, hechas trizas. su na ve. U na flec ha le a trav iesa el ojo
El empleo, por vez primera de la artille- izquierdo H'.2 y por la · 'h e rida se le va la
ría integral, en la historia de la manna, sangre a borboton es" !l~; . Pero a su vez,
da sus frutos. Sirocco, virrey de Alejandría "cae derri-
Sin embarg o, a nuestro 3u1c10, algunos bado por un golpe de pic a " 9-±. El estan-
tratadistas valoran excesivamente la ac- darte de San Marcos se iza en su nave
ción de las galeazas en la batalla de Le- capitana. Y la oportuna llegada de don
panto. Así, Angelucci, quien en su obra Alvaro de Bazán y del propio don Juan
"Barcos, ayer, hoy, mañana' ', llega a de Austria . vence dores ya en el centro,
afirmar que si la jornada "terminó efi- consolidan la total derrota del ala dere-
cazmente para las armas cristianas de- cha de !a flota otomana, se consolida
bióse' ', a más del valor de los comba- en forma tal, que ni una sola galera tur-
tientes, al nuevo "tipo de embarc ación ca logra escapar. Sus naves a rden, se v an
mediterránea, la gal eaza" 90. a pique o enc allan en la costa ; las que flo-
tan, son presas de los cristianos.
Y así también, Barjot y Savant, quie-
nes precisan que las "galeazas (que) en- No obstante, la conti enda e ntre la c ruz
tran en escena por vez primera en Le- y la medialuna se decide en la lucha a
panto. . . son buques más altos sobre el muerte trabada en las dos nav es capita-
agua (más altaneros) que las galeras ... n a s del centro d e ambas fl o tas conten-
que disponen de una potente artillería a die ntes: la " Real" y "La Sultana".
proa y a las bandas . . . que les permite Desde la iniciación de la bat alla los
romper la línea de combate de las gale- dos jefes de las dos más pod e rosas es-
ras adversarias y , después, en medio de cuadras del siglo XVI , se han busc ado
éstas, "realizar espantosos estrag os" 9 1. afanosamente y se han enfrentado con
Rota la línea de combate, sin orden, enardecido empuje.
con cuantiosas pérdidas, la armada tur- Entre todas las galeras, la "Real" del
ca se rehace, se reainupa y avanza for- Gran Almirante "sobresale e n ligereza
zada por el arrojo de su g eneralísimo. y eleg ancia", afirma Solera 95. Construi-
Atrás quedan las galeazas. Han cumpli- da en 1 5 68 en B a rcelona, no se escatimó
do ya su cometido. El ala derec ha turca. ni la calidad de sus maderas ni el arte
comandada por Sirocc o , es la. primera en más consumado en sus dec orados interio-
enfre ntarse con el ala izquierda cristia- res y exteriores. Juan de Malara nos la
na del impetuoso Barbarigo. presenta con todos sus detalles: con
La capitana de! virrey de Alejandría, sus soberbias pinturas, con sus esculturas
seguida de otras galeras turcas. navegan- y relieves, con sus leyendas y estandar-
do a ras de la costa, logra infiltrarse en tes, con su espolón luciendo las armas
la flota cristiana y en rápida maniobra reales, " g u'lrnecidas de festones" y fri-
envolvente cercar por la popa a su as- sos mitológicos.
tuto adversario. El oroveedor del Dux En la '"Rea1" de Su Alteza, e n vigilia
resiste con coraje. Una nube de flechas de combate , velan cuatrocientos arcabu-
envenenadas diezman su menguada tri- c e ros bajo el mando de lo s más i1us tres
pulz ción. Las naves. "trincadas oor los capitanes.
garfios de abordaje, forman un solo cuer- Por su p a rte , "La Sultana", comanda-
po". Barbarig o , espada en mano, lucha da por el joven y ambicioso Alí Bajá, no
d e nodadamente y alienta a los suyos con le queda a la za ga, c on sus quinie ntos ge-
su v a leroso ejemplo. Giovanni Marino nízaros . E scasos minutos d e spué s de ha-
Contarini, su sobrino carnal, en la g alera ber trabado combate el re y de Neg ropon-
"Dios Padre en la Trinidad", y Mi g uel to con el p r o v e e dor de V e n ecia. el g e-
Quezada en " La Brava", caen sobre la neralísimo turc o ca e sobre don Juan d e
retag uardia de Siroc co, "como una puer- Aus tria "con t o do e l Ím petu de su o dio ,
ta que se cierra" . Antonio de C anal e e n d e su furor , d e su d eseo de g loria" \lli .
la "Capitana de Venecia" , se despoja de tiituac ión pues, abrumado p o r ta ntos ene-
668 H 1•; \ · 1,.;TA DE M.\R f :-; .\

A medio cuerpo de la " Real", "La situación pues, abrumado por tantos ene-
Sultana" lanza tres cañonazos: uno lle- migos, ya no sabía como salir del atolla-
va las arrumbadas y hiere y mata a al- dero l ll~.
gunos remeros; otro, pasa el esquife e:::i
claro; el tercero, por encima del fogón. El refuerzo es oportuno y decisivo.
La "Real" dispara, a su vez, sobre la Hacía una hora que se peleaba en la
nave turca, "barriendo con sus fuegos su "Real" sin conocerse victoria . . . La de-
popa y la crujía" ~l7. Con Ímpetu incon- fensa de su proa estaba a cargo del arro-
tenible, con terrible fiereza, espolón con- jado maestre de campo don Lope de Fi-
tra espolón, se hieren, se incrustan y se gueroa, Bernardino de Cárdenas y Miguel
ensamblan. de Moneada, ardorosamente le segun-
"Trabóse la batalla más reñida" 98, dan . . . Don Pedro de Zapata, de la cá-
que jamás se ha visto, relatan las cróni- mara del señor Don Juan , vigilante, res-
cas· "La Sultana", escoltada por siete ga- guarda el fogón . Don Luis Carrillo, el es-
leras y galeotas de las principales, aco- quife. Y en el estanterol, con inig ualada
sa a la "Real", que navega resguarda- bravura, el príncipe don Juan, el conde
da a babor y estribor por las capitanas de Priego, Luis de Córdoba, Rodrigo de
de S. S. y de Venecia, y a la popa por Benavides, Juan de Guzmán, Felipe de
la patrona de España y la capitana dt>l Heredia, René Díaz de Mendoza y Juan
Comendador Mayor de Castilla. de Soto. Don Luis de Requesens, alerta
siempre, "a ratos con el estandarte y a
Con fiero empuje embiste "La Sulta- ratos con el señor Don Juan" 103.
na" y su espolón penetra en la "Real"
"hasta el cuarto banco · de remeros". "Al cabo de hora y media que se com-
"Como dos gladiadores -re1ata Colo- batía fue Dios servido dar la victoria a
ma- se asen y se estrechan" 99. Ya no la "Real" de S.M ... . " 1 0 .J.. En el cen-
pueden desasirse. Acopladas las dos ga- tro o cuerpo de batalla, la lucha agoniza.
leras, se convierten en "un solo campo Alí Bajá, en su galera, rodeado de sus ge-
de batalla". Los intrépidos tercios de nízaros, cae mortalmente herido. Su ca-
España, por dos veces llegan hasta el pa- beza es alzada como "sang riento despo-
lo mayor de la capitana de Alí, y otras jo, ensartada en la punta de una lanza"
tantas se ven obligados a retroceder, dis- 105. Abatidos están los estandartes de "La
putando "palmo a palmo, pulgada a pul- Sultc..na". En lo más alto, la cruz de los
gada, aquellas frágiles tablas, en las que cristianos.
no había escape, ni ayuda, ni esperanza Como bravo ha combatido don Juan
de compasión, ni más salida que la muer- que milagrosamente sólo sufre una leve
te" l UU. herida en un tobillo. Corno bravos. sus
Repelido el abordaje de los cristianos, intrépidos capitanes. Como bravo, Mar-
Alí desde su nave, de más alto bordo co Antonio Colonna, que con ejemplar
que la "Real", cae sobre ella como "ca- pericia y heroísmo , tras de vencer la ca-
tarata que se despeña desde lo alto" 101. pitana de Pertev Bajá, alcanza el costa-
Don Juan abandona el estantero l. espa- do de "La Sultana" y "barre su puente
da en mano. Le rodean su'> más osados con fuego de mosquetería" l Oli. Como bra-
y valerosos capitanes. La lucha es des- vo, pese a sus años, el almirante y dog o
igual y sin cuartel. Numerosas galeras veneciano Sebastián Veniero. Como bra-
otomanas cercan a la "Real" despiada- vo, don Luis de Requesens, comendador
damente· Y don Alvaro de Bazán que mayor de Castilla 107 . Como bravo, Ale-
velozmente se desplaza en su socorro, jandro Farnesio que acr~dita que corre
echa a pique de una andanada una de por sus venas la sangre imperial de Car-
las galeras turcas que asediaban a la g a- los V, y del cual conservo la más emo -
lera del almirante. Enseguida, lanza los tiva de sus cartas dando a conocer la
garfios de abordaje sobre otra, con tal muerte de su madre, Margari ta de Par-
ánimo, que en pocos minutos pasa a cu- ma , la hija natural de Carlos V 108.
chillo a toda la dotación de infieles. Sin Y como bravo, el más grande marino
pérdida de tiempo, refuerza con dos cen- español de su tiempo rn!l, don Alvaro de
tenares de combatientes de refresco la na- Bazán, que después de socorrer el ala iz-
ve de don Juan, superando así su penosa quierda. afirmando la vacilante posición
1971) 669
de Barbarigo, fieramente acosado por de Saboya", junto a su comandante, su-
Mahomet Sirocco, a fuerza de remos acu- cumben todos sus soldados y remeros. Y
de, como ya hemos expresado, en auxilio así en innumerables más.
de la "Real". En otra galera, que la historia recoge
El señor don Juan mandó gritar la vic- con el nombre de "La Marquesa'', y que
toria y por consiguiente lo hicieron las '"manda sin más grados que su arrogan-
demás galeras. . . 11 º· cia, se desangra por dos heridas en el
A la misma hora, el Santo Padre en pecho y otra en la izquierda mano el más
Roma, eleva su vista al firmamento, co- ingenioso de los hidalgos, don Miguel de
mo el ave y la nube y la estrella. Estaba Cervantes Saavedra" i 1;1.
en su cámara departiendo "en paso len- " Enfermo de calentura, rechaza indig-
to", sobre negocios de importancia, con nado el consejo de sus camaradas" de
monseñor Bartolomé Brussoti de Bibie- permanecer en la parte inferior de la na-
na, su tesorero general. Súbitamente se ve -según refiere uno de sus biógrafos
detiene, se separa de su interlocutor, abre más prestigiosos- y solicita con firme-
una ventana y mira al cielo como atónito. za que le destinen al punto de mayor
"Cerróla de allí a poco, y dixo al teso- peligro, ya que prefiere "morir por su
rero: Andad con Dios: no es tiempo de Dios y por su rey a quedarse bajo cubier-
negocios, sino de dar g racias a Jesucristo, ta" 1 H . Y el glorioso " manco de Lepan-
porque nuestra armada venció a este to", al precio del martirio heroico de su
punto. lbase, y volviendo la cabeza vio mano izquierda J1 5, preserva su derecha
al Pontífice postrado delante de un cru- para el monumental enaltec imiento de
cifijo que tenfa siempre donde estaba, y las letras españolas.
por eso le pintan con él en las manos.
El arribo de don Juan y de don Alva-
Por parecerle caso grave, en que se dis-
ro de Bazán, convierten el desastre en
minuiría la autoridad de Pío a no ser
victoria. Se reconquista la capitana de
cierto, lo disimuló, como hombre cuerdo,
Malta y se reagrupan las menguadas fuer-
notando sólo por escrito el día y hora,
zas de Doria. Empero, el astuto virrey
que averiguó ser el mismo en que los
de Argel logra salvar cuarenta bajeles
nuestros apellidaron victoria" l 11 .
que ni los esfuerzos combinados de don
Pese a todo, la escuadra del centro, Juan, del marqués de Santa Cruz y del
nervio, corazón y cerebro del combate, propio Doria consiguen detener. A la de-
aunque triunfante, no se duerme en sus se-sperada, huye a Santa Maura, las velas
laureles y presurosa acude en socorro de al vie nto, su propia mano en el timón,
la nave capitana de Malta. La refuerzan y con la cimitarra en la garganta de los
don Juan de Cardona y don Alvaro de re meros. Por algo era considerado uno
Bazán que con su heroica y serena fir- de los más hábiles y audaces marinos del
meza acredita el honroso título de Mar- Mediterráneo.
qués de Santa Cruz lJ~.
El postrero y fervoroso sueño de con-
La flota cristiana ha salido airosa en quista del Islam, encuentra en Lepanto su
el centro y en su ala izquierda coman- tumba defiuitiva. En las antes azules y
dada por Barbarigo. ahora rojas aguas de su golfo, yacen se-
En cuanto al ala derecha, Doria, con pultadas 90 g aleras y 1 78 en poder de
una escuadra muy inferior a la de su ad- los cristianos.
versario, el avezado Uluch Alí, alarga su
Como en el poema de García Lorca,
línea en demasía, descubriendo peligro-
eran entonces "las cinco en punto de la
samente el centro, brecha por la cual en
tarde " .
rápida maniobra penetra el turco y arra-
sa con los dos extremos descubiertos del El Gran Almirante, con previsión y
cristiano. Todos perecen en la capitana prudencia suma, ordena a la flota cristia-
de Malta, salvo un español, rotas ambas na fondear en Petala, coloc ándola a se-
pie rnas; un italiano con un "brazo sepa- g uro resg uardo, frente al temporal de
rado de un hachazo" y F ra Pietro Justi- mar y viento que se aproxima.
niani, Prior de Mesina que yace atrave- La magna empresa, gloriosamente
sado por cinco flechas. En la capitana de ha llegado a su término . "Las aguas y el
Sicilia, de quinientos tripulantes sólo so- cielo se tiñen de un rojo resplandor de
breviven cincuenta. En la '"Piamonte sa apoteosis" l. !ti.
<XOY n: ~trrn ¡.;. JJ 1e 11·: M 1rn 1·:
670

Para apreciar el significado de Lepan- l~o. como la denomina García de Toledo


to, se hace indispensable, como lo acon- e n carta a R equesens, se extiende albo-
seja Br~.udel , fijar la atención en cuanto rozada por todo e l mundo cristiano.
precede a la victoria "que viene a poner Las olas y los vientos esparcen por ma-
fin a un estado de cosas lamentable, a res y continentes la buena nueva. Se aden-
un verdadero complejo de inferioridad tra en las soledades majestuosas de El
por parte de la cristiandad y (a) una Escorial y se aposenta en las empinadas
primacía no menos verdade ra por parte almenas de Villagarcía. Recorre las "lo-
de los turcos". "La victoria cristiana cie- gias" del Vaticano y los floridos serra-
rra el paso, según el erudito historiador, llos de Constantinopla.
a un porvenir que se anunciaba muy
próximo y muy sombrío" l lü. ¡La cristiandad está a salvo!
Es verdad, como afirma Fuller, que La noticia llega a España por conduc-
la batalla de Lepanto no quiebra el espi- to de la embajada de Venecia, con ante-
nazo de los turcos; que no consigue la re- lación al arribo de don Lope de Figue-
cuperación d e Chipre ni conduce al domi- roa, enviado oficial de don Juan. Felipe
nio del Mediterráneo por España. Pero, 11 reza en su capilla. Es la víspera de To-
es tambi én verdad, como lo sostiene el cios los Santos, recogido y embelesado
propio Fuller, "que desde un punto de e sc ucha el solemne canto de los monjes.
vista moral, fue decisiva, porque al elimi- El palaciego, portador de la gran nueva,
nar el ambiente de terror que venía do- agitado y jadeante la da a conocer al
minando a la Europa oriental y central austero monarca. "Su imperturbabilidad
desde 14 5 3, hizo evidente en todo el ante el triunfo o la derrota" 121, de la que
mundo cristiano que los turcos no eran nos habla Mattingly, le lleva a responder
invencibles" . con serena compostura: ''Sosegaos, venid
"A partir de entonces -agrega el ex- al coro y allí hablaremos mejor". Ora
perto historiador- los o tomanos no vol- profundamente y sólo entonces comuni-
vieron a recuperar el prestigio de los ca al pueblo y a la Corte el gran triun-
tiempos de Solimán "el Magnífico". "El fo de España y de la Santa Liga, ordena
r einado de éste marcó la cúspide del po- un solemne Te Deum en acción de g ra·
derío turco, siendo precisamente la ba- cías y escribe a don Juan, su hermano:
talla de Lepanlo la que rompió la base "a vuestra merced, después de Dios, ex-
fabulosa sobre la que descansaba lli. preso mi reconocimiento 1:22 .
En Lepanto el empuje turco se detiene En Roma, Pío V de rodillas da gra-
definitivamente, sostiene con razón el c ias al Altísimo; alborozado, recibe a
prestigioso catedrático Gervasio de Ar- embajadores y cardenales. El pueblo se
tiñano Jl8 . El avieso propósito de Moha- suma a su alegría "con salvas y fogatas
med II de utilizar como establo para su de regocijo" 1:!3 . El Santo Padre interca-
caballería, la basílica de San P edro en la en la letanía lauretana la invocación
Roma, se hunde para siempre en la pro- "Auxilium christianorum" 124. Y destina
fundidad de las aguas de Lepanto. el 7 de octubre como día consagrado a
la conmemoración de nuestra Señora de
No es de extrañar, por lo mismo, que
la Victoria. Años más tarde, Gregorio
la relación circunstanciada de todas las
fases del mayor encuentro entre "galeras
XIII. su sucesor, establecerá y fijará la
fi.esta del Santo Rosario en la primera
de la historia" 119, haya quedado, para
dominica de octubre 1:23.
h onra de la Humanidad, ilustrado en m i-
llares de imp resos y manuscritos. Ciudades y naciones se disputan la pal-
Y no en vano cierra Lepanto un pe- ma de los agasajos y manifestaciones de
ríodo de más de dos mil años, de cam- a legría.
pañas navales libradas a base de navíos El genio de los artistas, poetas y escri-
a remo, desde la trirreme griega del si- tores, alza el más majestuos o de sus vue-
glo V antes de C., hasta la galera medi- los. En e l mármol y en el bronce, en e l
terrá nea del siglo XVI. hierro y en la piedra, la gesta adquiere
aires de eternidad.
IX
Jubilosos resplandecen los pinceles de
La not1c1a de " la mayor vic toria que Tiziano y Tintoreto, del Veronés y de
cris lianos hayan tenido jamás en la mar" Cagliari.
l 971) 1·10:\H::\ ,\.H: .\ DO:'\ Jl ' ,\:\ l>J·: :\l' S'I'k lA
671

Peda zo de eiotandarte de Don Juan de Austria en Lepanto. El trozo de tela mide


5,5 11 cms. y consta la fecha en que fue cortado. El dibujo que enmarca esta reliquia
histórica es de la mano del coronel español Buenaga. El original se conserva en el ar-
chivo de Don Sergio Fernández Larraín.

Encabeza los tercios de la pluma, un profetas para solemnizar, cual cristiano Si-
obscuro soldado de la Compañía de Die- mónides, aquella nueva Salamina". "Es-
go de Urbina, del Terc io de Moneada, ta canción -manifiesta el insigne Me-
"quien con propio valor y airado pecho néndez Pelayo- es uno de los mayores
tuvo, aunque humilde, parte en la victo- timbres de nuestra poesía lírica, y nada
ria" 12G. debe a la imitación clásica". "La vena
opulenta y magnífica que en ella corre,
Le sigue Lope de Vega, a quien Cer- baja en derechura de las cumbres de
vantes llama "monstruo de la naturaleza" Sión. . . Y convierte al poeta no ya en
por su pasmosa fecundidad 127. eco sonoro de su pueblo, sino de la
Y don Alonso de Ercilla y Zúñiga, el cristiandad entera" 12V.
capitán-poeta, acá en Chile en "La Arau- Fernando cie Herrera, con bíblico
cana". "La descripción de la batalla, que aliento" lanza al cielo aquel Te Deum
l!ena un canto entero, el XXIV, está he- jubiloso que es su oda triunfal 1:-ltl :
cho con la robustez y e l fiero ímpetu bé-
lico que tienen casi siempre los versos" "Cantemos al seño r, que en la llanura
J28 del padre de nuestras voces. ven ció d e l ancho mar el trance fiero;
tú, Dios d e las batal!as, tú eres diestra,
Rufo Gutiérrez, el cordobés, compo- salud y gloria nuestra" HI,
ne " La Austriad a" . Gerónimo Real le
d edica uno d e sus m e jores poemas. Am- "Los poetas de otras naciones, no
brosio Morales la ensalza y la describe. quedan a la zaga. Y a en latín, ya en sus
"Pero toda poesía popular o erudita. respectivas leng uas vulgares, ensalzaron
de las que nacieron al calor de aquella aquella grande empresa naval que por
jornada venturosa, enmudece y se postra sus consecuencias no fue española ni ve-
ante el himno triunfador que la mano del nec iana tan sólo -agrega el santande-
divino H e rrera arranc ó del arpa de los rino ilustre- sino decisiva ventaja del
672 R l': V l ~ T A ])\•: MAI<l :'\A

Occidente sobre el Oriente, y princ1p10 chivo, recorro en e l original aut ógrafo


del menoscabo y ruina del poder otoma- de "Jeromín", la apasionante historia del
no" 132. joven Habsburgo, arrancada a la crónica
Toda la tierra se puebla de poesías, de viva de aquellos viejos tiempos, por la
canciones guerreras y de salmos. De espa- mano maestra de Luis Coloma, su autor,
das, de cruces y rosarios. En el nombre quien en dos g ruesos volúmenes. con di-
de Dios vuela la nueva: en valles y mon- minuta pero clarísima letra, traza las que -
tañas, en mares, continentes y ciudades. mantes etapas de la ap a sionada y apasio-
la naturaleza estalla en armonía y colo- nante existe ncia de aquel "enviado de
res: hay un romance en cada flor de es- Dios" que s e llamaba Juan 13G.
pino, una canción en cada voz del cam- Y es tal vez que por análo g o motivo,
po- Y una gran cruz en el cielo y en los ahonda en lo más rec óndito de mi se r, mi
astros. encendido entusiasmo por el paladín de
La Humanidad entera canta y magni- la cristiandad, en su firme lucha contra
fica la gloria de la Santa Liga de Pío V, el infiel, cuando palpo con mis manos
su artífice supremo; del rey de España y un pequeño trozo de uno de los tantos
de los grandes capitanes de la magna em- estandartes que flamearon en la " R eal",
presa. Pero en el jubiloso batir de pal- la gloriosa nave c apitana de don Juan
mas y laureles, ocupa lugar descollante en las aguas de Lepanto 13í.
y primerísimo don Juan de Austria. Sin Y es tal vez, p o r idéntica razón, que
duda alguna es el héroe máximo de la mi alma se agita co nmovida, c u a ndo mis
epopeya. oj o s cansados se posan sobre una c arta
San Pedro Canisic, en lnnsbruck , en brotada de su m e nte y de su mano, pre-
presencia del archiduque Fernando, des- ciada reliquia que pre side y señore a al-
taca en su célebre sermón eucarístic o de g unos de mis más vie JOS y añosos per-
acción de gracias por la gran jornada, g aminos. Aparece susc rita en B e aumont,
que el vencedor de Lepanto fue un Habs- "cuando el aire de las llanuras flamenc as
burgo, que con la cruz en la mano el día huele a pólvora" 138, y horas antes de
de la batalla inflamó a sus huestes en vi- rec ibir la notic ia que "ens ombrec e a Ma-
vos deseos de luchar por Cristo 133. drid y a E spaña entera" 139 d e l alevoso
"Don Juan de Austria es acaso el hé- a se sinato de E scobe d o H O, su secre tario
roe más puro de la historia de España" y amigo. Minado ya su c u e rpo por "el
13\ escribe Lorenzo Riber. trabaj o , las pre o c upac iones y el rig or del
clima", y su e spíritu p o r la ing ratitud, la
"Sin don Juan de Austria y sin los sol- intriga y los desdene s, c on firme entere-
dados españoles -manifiesta en 1888 el za se dirig e, no obs tante, a só lo c inc o me-
vicealmirante Jurien de la Graviere- ses de su muerte, a sus vasallos de Gra-
nunca hubiera victoria de Lepanto".
velinas, conminándolos a permanec er fie-
"Pareció -expresa otro prestigioso les a su mona rca y a la fe r e lig iosa de sus
marino- que halló albergue en su pecho mayores . La v o luntad si e mpre la misma:
el alma heroica y juvenil de Alejandro Dios y el rey, obe dien cia y señorío, es-
de Macedonia"_ pada y c orazó n hasta el final.
"Don Juan de Austria fue el héroe de
Perdonadme, señoras y señores, estas
la epopeya, afirma José López de Toro,
evocaciones y recuerdos. Pero ellos vivi-
en su macizo ensayo sobre "Los poetas
fican y exal tan a diario mi e spíritu en
de Lepan to". "Su simpatía personal, su las horas de inquietud y desaliento que
porte elegante· su ascendencia imperial. VlVlffiOS.
su predestinación para hacer al mismo
tiempo el faro y el enigma del siglo XVI, Nuestro siglo, al igual que el XVI, se
lo remontaron de tal mane ra a la cúspide enfre nta a la barbarie y al pag anismo.
de la gloria y de la celebridad, que es La tradición y la espiritualidad yacen
difícil hallar héroe que lo supere en ho- arrinc ona da s y escarnecidas. Como el si-
menajes literarios ... tanto en prosa co- g lo XVI, el nuestro está en crisis y des-
mo en verso" n ;:>. esperanza. Lo transitorio y lo fugaz nos
desgastan sin provec ho.
Es tal vez, por esta misma razón, que
abraza mi espíritu una honda y aguda No podemos ni debemos nosotros, hi-
emoción cada vez que a solas en mi ar- jos y here deros de la España de Carlos
19il) IIO!lfEX.\,JE A DOX JL\~ ])J~ Al: STRIA 673

V y Felipe Il, de don Juan de Austria y de María de Mendoza, en Madrid ; d e


de Lepanto, olvidar hoy la lección im- Diana de Falangola 1-l I, en Nápoies; de
perial de ayer. Si nuestro siglo navega a Fátima, la sobúna del Sultán, en Co;J.s-
la deriva; sin que las naciones avizoren el tant!nopla ; de María Stuardo "en w cár-
rumbo de la !)az y sin ~ue los hombres cel de brumas", en. Escocia; de reinas y
encuentren su propio y personal camino pri.ncesas, descansa en paz en su sep:.iicro
de seguridad interior, es porque el pro- de E1 Escorial, "el a lma llena d.:: azu! de
greso científic o y el bienestar técnico han cielo . ', pero aisiado de su augusto padre
desoído las voces tranquilas del pensa- y del imperio, las manos cruzacliis sobre
miento y de la moral cristianos. El mal el pecho, al centro la imbatible espada,
no está en el progreso, sino en que el inmortalizado por el genio del artista
hombre se convierta en su esclavo y no en el frío y b!anco mármol de Carrara.
atine a ejercer su libertad. Cuando la En la inconmensurab!c lejan!a del es-
mansión del hombre y el corazón del pacio, a cuatrocientos años de distancia
hombre se llenan de necesidades inven- de "ia mayor victoria jamás alcanzada
tadas, sin dejar sitio a Dio3, la concien- por las armas cristianas", al decir de
cia humana siente el vacío tremendo que Campegio 1!2, y de "la mayor batalla n=t-
sentiría el mar si se le despojara de sus val que recuerdan los nacidos" H:J, según
aguas. Y cuando los pueblos viven en Pastor, acá, en Ch;le, la más austral y re-
pos de mayores ambiciones materiales, mota de las tierras descubiertas y evan-
de más enconada y soberbia emulación gelizadas por Castilla, a través del más
-olvidando a Dios como roca funda- modesto de sus hijos. pero prestig iado
mental de !a historia- se asemejan a las por la honrosa presencia de los altos je-
estrellas que pretendiesen brillar por sí fes de su gloriosa MarinS'., le rinde en ar-
mismas. Entonces se hace la noche en la d imient.o, en tesón y en esperanza, el más
Tierra, la noche sobre el hombre y su hondo homenaje de su reconocimierito y
destino. de su espíritu, anudando, cara al mar y
Sin Dios, avanza el h ombre por fuera al infinito, con ligaclmas de etcri1idacl 'l
y retrocede por dentro . Sólo con Dios el todos J.os vástagos y herederos d e la ma-
progreso se nutre con raíces de eterni- dre uhénima, de sancla1 ias misi•":>nc:·m1,
dad . velas henchidas por el rnp!o de D!,n y
Excmo. señor Embajador de la Patria la cruz en lo m ás alto de sus más tiles.
de nuestra Patria:
Para g loria de España, alumbradora
de rumbos y fundadora de pueblos, a la
que debemos el privilegio de poder re-
petir a diario las palabras que habrán de NOTAS:
ser eternas, de la Salve, del Credo y del l . - A jni<'io «l<' °M<'llÍ'nd<'Z P<·la.vo, "cnnr«h'-
Rosario; la Salve de San Pedro d e Me- <'i«lo pn Torcu:i to Tnsso, d <'llh1sin:-n10· q up <'JI su
zonso, el Credo de Osio de Córdoba, el erisf.i.1,110 ('ISJ)Íri tu produjo rl t riunfo clt' L epn r.-
to, <·n!•r6 Hlll' VOI! hríos p:irn p.ros1'guir y ten11i11~•l'
Rosario de Santo Domingo de Guzmán . sn ''.h•rw<alén Lihcrt:1dn", qnc l'n <'-il'l'to i,;1•11+i·
para su g lo ria imperecedera, repi to, la ,fo idc•:il pne•l '.' ll:i 111:1.rsl' la O!-'O!K,V:i cfo ia Sa.11ta
cristiandad fue salvada en L epanto en J,ig11". Cf. I<~die.ión n :wioual <le lns olirn-; l'o111-
1 5 7 1, como en 1 2 12 lo fue en !as Navas pll't.ns lle Mc>11(•11<1cz Peln~'o. Vol. XXXlV. S.rn-
de Tolosa. ta1H1<'l", Alclus, S". A. c1" ArL'<1 <1• úfic·18.
i\:fC :\f XLIV. C'ousdo Sn¡wrior «ll' ! ll\-:·:-ti g:1eio-
E! supremo artífice de la más grande 111•s CiPnt íf'i<':i.s. "Estn<lios :-iohn> <'l '.l'P:1 t ro «fo
jornada "que vieron los siglos" al sabio Lope <le Vcgn''. Vol. VI, v:'1g. 116.
decir del g lorioso "Manco de Lepanto", :2 - C'1'rvnnt0s S:iaYeclrn, -;\·l ig1wl ck: ''E! in-
don Juan de Austria, brazo de Dios, ex- l!Pllioso hi<l :ilgo 11011 Qnijotl' <k la :.1:tl!e lt:1".
celsitud de la raza, príncipe gallardo de S1•g-11n1ln pn rte. ''Prólogo a 1 kdoi"'.
las reales casas de los Habsburgo y de ~- ~fru\. n ilr.7. PP]a,·o, :\f:n<-rlinn: ' 'On. eit.''
r·:di<' eit. "Est.n«lios ~oln·1' l'l 'f<'atro il1' T.opl• !10
Castilla, vencedor de los moros en Grn- Veg:i". Vol. V[ p(1g-. 11:1.
nada y las Alpujarras, que abatió victo-
4 -- Cf•n·nntPs H:1 :1 vpclr:1. ~fig11« ·l cl1•: T1l1"n .
riorn el soberbio poderío de la flota oto- Cf. :11l«'111(1s, "~on•la s l'.it'111¡;l:Hl's", ''Prólo1!,o .. ,
mana, que doblegó en Flandes la r ebe- :il prcs1•111ar sn :i ut ondrnío.
lión protesta.nte de Orange, "[l. T ucitu:r- fi.- El :tl·t11:1l h11q11 ;·-1•sr1H•:a '' l~x 111<• 1-. 1\da'', <' -'
no"; que encendió el corazón y el deseo ''J uau dt• Au:;t ria", fue :1tlqu i 1·itlo por ky
6
674 REVISTA DE :!'.L\R.l :\A

?\') 10 . 233 elr '.!í ilt• tlit·ir>mhre ele 19:31 y n •c• ihi - 1:3.- - Famng11sta l1eroicnmrnt.e defrndida por
ilo ofkinln1rnt<' l'H l os "Astilleros H:1 z{111" dr Cú- <'l 1101.Je ~Iareo A111unio Bragadino, ene ,m
tl iz, el 15 rl 1• junio 1le Hl5.t, sitmilo Ernhajndor p oder de> los infieles, a 1'-' de agosto d e 1571.
ele Cliile t•n fü;p:iiia tlou Ost•.ar Sulas Ld.<.'lit>J'. Hl.- 11 ignel. C hsileri, Pío V, n a.ce en Roseo,
El h11q11e-Psl'.ueln l legó a. Chih1 e n septiem hn• d('! 1504. Ingn•sa. a. la orden dominieana. Obispo,
mismo año. Cf. F 11<! 117.:1 li<la. P.n<lc, Hodrigo: ''LoR «nreh•n:il e> i11qnisiclor grneral. Su pontifieailo ..ir
b11qt11~i1 que h n. oprrat!o In. Arnrn eln <lc> C hll11 :t Pxt.ien(le destle 15G6 a 1572. Fallece el l Q de
trn,·l-s <lo s u Historia". '' fü•,·ist a de. ~\.Inrinn''. rnnyo <le 1572. Es e levado a los a ltares por Cle-
St•pt.h•mJ·.n ·-Oc tubn', H)Gí. NQ <HiO, vol. 83, N'> :J, me11t.c XI (•11 1712.
púg. 698 .
1 7. - 1.-Tn rc>o Antouio Colouna es enviado por
6.- Ludwig, Emi l : ''El }fl•elitrnúnro el m:1r S.S. Pío V rn m i sión especia.! a Venecia, ante
que d io origen. a u nn Cidliza e.ión". C'ompn.ñía <'I t e mor q u e l a Serenísima República. partHc
C:e neral Fabril Editora. B. A ir es, 1960, p[1g. «on el tnrro. Sn firme y apa.siomula. dc>fensn de
346. la co n ~ti tne ión de l a Liga, logra. pleno éxito,
7. -Pastor, T,udovi<'o: "Historia ele los Pnpr1s a hric11do defiuiti vo c>a.mino a la. firma d e l tr:1-
1leslle fi111's tl<• la :E:<la<l M ecli.t e n 1H époe.a tl t'l tado.
Ht:'n:H· i m it•n t.o y cfo Ja R rformn , tlt'sde l a f' Icc·- 18.- P<'r<licln Ro<ln s, en 29 de agosto de 1521,
c>ión d e L eón 'x h astn la muertt:' tle C'l1'rni•nh• ~os c>nha.lleros de Snn Juan sr instalan en la
VII". Versión dr la 4tt eclieión alema na por el isla dt> Malt.a, por genel'osa c>oncesión del E m-
R . P . R1rn1 611 Huiz A mado, :::·..T . Tomo IV. V1:il. perador Carlos V. En 1565, encabeza<los por su
IX . "A<lria110 VI y Cle me nte VTT'', (15~2-1 534). grn11 maestre Iván Parisot de la V a l et.t.e, rech~.-
Se~un<la. e <lidón con egicla . E1litoria.l Gustavo 7.il n e l tenible a.secli o de los turcos. V e n eei a se
Gili, S . A. Barcelona, :MCMLII, púg. 183. mnl'gina ele la co n.tie nda, no así E spaña que le
8.- Sa1rutto, Marino: XXXIV, 28. presta su v aliosa. ayud a.
9.- Carta c1e Carlos V a los d el "Cousrjo, 19.- Fnemnayor y Piment.el, Antonio d e:
.Jn:;t.i<:ia , Regidol'rs, Cnva lkl'os, E s1•111h•ro1:1, Ofi· ''Vida y h echos ele Pío V ''. ~fadrid, 1953, Alelus
c>iales e ornes buenos tlc Loxa y Alh n mn. v Al- ~;· . A . Artes Gráficas, pág. 219.
cal{1 la R eal", ft'<"l1a da e n Gr.ln;<la, n :rn <le 110- :?O - Purnmayor y Pime ntel , Antonio d e:
viembrc d e l :i26. Original en el a r ch ivo d l'l Op. e.it., p f1gs. 220-221.
a utor . ::?l.- Furnmayor y P iment.el. Antonio <le:
10.- Ontiveros y Ilorrera, Edun n lo O.: "Ln Op. dt. Prólogo de Lorc>nzo Riber, p ág. XXI.
políti<'-a nortc>a.fri<-nua ele Curios l" . Memoria '.?2.- Rosell , Cn y rtn uo : ''Historia del comb a t e
presr.nta<la. e n la. Esn1el;1 Diplom:ít.ic.1. ConsC'.io n aval ele L ep nn to, y juicio de l a importancia y
Superior de Iu vestig:ll'.iones Cic11t ífi<'as. Insti- co11sN·.ue nei as d e aquel suceso". Madrid 1858,
tu to de E studios Africanos. Ma<lricl, 1950. púgs. 79-80.
púg. 13.
2:3 - L as e ifrns quE' da ! barr a, proveedor y
11.- S:rndoval, Pruilrndo de: "Histor ia el e l:i c>o111i<;a.rio g<'neral de la A rma.da, figura.n en su
vida y 11crhos del 'E111p<·rador Ca rlos V". B iblio- ''Memorin" e11v;nda n F e lipe II. Cf. Colee. de
teC'.a d e Autores F,o.¡p:1ñoles, M:Hlrid, 1956, Tomo !lOC'. i11ec1. t . JIJ, púg, 215.
IJT, pf1g. 112.
12. - Alal'cón sohrc C'ste p:ntie ular esrrilY~ : ::?4.- Stil'ling i\fax Well, William: "Don Jolm
of Austria or irnssagcs from the history of the
''~ uin C'.e años y m1)1lio dC'spués (de s u muel'tc)
Sixtceuti1 century, 1547-1578". Tom o I p á g. 381.
r 11 fc•hrero de li574 n ·l'ificóse s u trn.slaci6n a
El J<J:iC'. Ori al en ln. (primirivn ) c a ja clC' plomo, re· 2G.- Sc>n.1110, Lucinno : "La Liga de Lepan-
vt>Rtida. ele ot.r a. llUl'Va qu e se co11:;truyó n l i 11- t:o cntr~ E s1111 ña., V cnreia y la Santa Sede".
ten t o, quedando e11 .la h6n •1la 1le Y ustr, co1110 Ma rlri(l , 1918. T o mo I , púg. 119.
r ecuerdo, 111 caja de castaño". Cf. ''l'.na vi sita
n i Monnsterio de Yuste", por <lou P ctlr'o An to- 2(i.- Grnvic>re, Jurk n d e l.a: "La G ue rre d e
nio de Alareón, 1873. Chypre et la bnt.a ille de L épante". P arís, 1888,
p :'1g. 195.
En c> ua.n to a ln nprrc· iatl:1 rC'liqnin. <ll·l ntaútl
clC'l e111pl•rndor , que <'on:;e1·vo, L1. d e lio n. ln. cor· 27.- Carta ele D. Luis !le R equesens al Prior
t.c>Hín. rie l ~; u1w1·iol' <k los Gcróui mos ele Y ust.t>, D. Ikrna n tlo ele T oledo, fee.h a d a en ~fcsin a, a
] f)lj() . 13 clc> Sl'pt.ir m hrr t](' 1571. ef. ''Doeumentos es-
13 - .TacolJO IT, l'<'Y <lo Ch ipre, r.ontrae ma- eogidos del Archivo ele la Casa d e Alba", púgs.
tri11 1onio e.on la. ilustre dama vcnecin11a. Catalina 507-i!07.
Corm11·0 (14i54-1510) . Al fallecimiento <le .Jnc>oJ)(), 28.- Ca rta <le don Juan ele Aus tria a GarC'Ía
Cat.a linn Con1nro <'.i<'l'Cll In rrge11C'ia l\ll 11·0111hre <lr Tolrtlo, fec hada. en :VJessin a a 25 de ngost.o
<11' 1:111 11 ijo. l\f ií s ta rtl r, e n l 489 <·t•tl<> s u s tlc>n•r h os <le 1571. Cf . "Colee. d e doc. inecl''. T omo III,
a la Ht>pí1hli1•a <l e Ve 11 et.ia, su p a tl'ia de orige n. p f1gs. l.i y siguientes.
En 1Hl l Cldprn 1111 hía sido <'011(! nista1la por
2!l.-· La¡¡ eifras dnclas por Rc>quc>sens y Don
Rienrdo Cornzó 11 1k Lt•ón.
.Tn:in d e Austrin, apnrC'C'l'll c> n las <«ll'tns d~ a m·
14.- N i(' osia , la r:ipit.al tlr Chipre, eapit.ula. h :•s m 1•111·io11aclas en las dos nota::i n u tenores;
el 9 tk Sl'}ltit>111I.re tfo 1570, y Jo,; tul'co:; al q,1e- .l as ele Lnis Carrero Bla n c•o, rn su not.a b h• estu-
l>n1 111.nr su co11v t'11Ío t•o11 los siti:lflos, tl<•giic•llnn 11 io sohre " la v ietori a del C'ri.,;to de Lepantu".
Vl'iut.e 111 il c ldpriotaH. Cf. Pastor, Ludovit~o: :M:11lrill .:\.IC.WXLVIl E di to ra :\'al'-ion~ l , pf1g. 167.
O p. 1·it., T . VJII. Vol. XVllf. };tlic. cit. Fi11al11w11t.e las rifrns ll e Ros::wll se t:'ll<' Ul·Ut rnu
11<.' :\1 X X X f. pf1g. 3:34. l.'11 IJU oura ya dtadu.
1971) HOMENA.TE A DON JrAK DE Al:STRIA
675
30.- Ihí1ñ0z d e n .0ro, Ca rlos : "Don .Jtrnn <fo 50.- "Colee. de doc. i11é<1.''. T. III, pf1gs .
Austrin politico e iunovnrlo1"'. Mn<lricl, 19±4. 111 y siguientes. Cn rta de García <le Toled.o a
Afro<lisio Agu:i<lo, S.A., pf1g. 178, not.a. 110. D" Don Ju nn ele Austria, fec.l1nda. en Poggio a 12
ln Graviere. precisa esta opinión en :su Op. cit. <1<• ngos t.o <le 1571 Cf. n<l(•mi'1s, I bú.ñez de Ilw ro,
T. ll., púg. 51. Carlos : "Op. cit.", púg. 180.
3 l . - Rnllldel, F<•rnand: "El ii.foditrrráneo "/ 51.- Cnrrero Blnnco, Luis: "Op. c.it..", plig.
el mundo 111ed it.E>rrií11eo". ).féxico 1953. Fondo 217. <la ln <li strih1H'ión <le sus gnleras ron in-
<le Cult ura E conómic.a . Torno II, púg. 370. <lic;·,ciün de no mbres de las mismas de sus l'l'S ·
3'.::.-- Ang<'lucei, E nzo : "Bn.rr.os ay<'r, hoy, mn- )'t'divos <'n.pit:1 nes.
fü111a.". Ba rcelo11a. Editorial Argos i::i·.A., pftg. 38. :i2 - Cf. su nnmeraC'i6n, el nombre d e sus
33.- Walsh, Willi:im Thomns: "Frlipe II". cnpitanrs y el orrlen de marcha. y de comba.te,
Trad11rrióu <1<'1 inglés por Belén M!lra.ñón l\fo.. en Carrero Bl:111co, "Op. ci t.''. Apéndices, págs.
yH, ~léxico, 1948. Editorial Diana S.A. púg. 568.
221-222.
34.- Bra.ude l, F<'rnan<l: "Op. cit..", Tomo II, 53.- Icl . pñgs. 217-219.
pí1g. 368. 54 - I d . págs. 219-221.
35.- Ibáñez de Ibero, Carlos: "Op. cit.", púg. 55.- Id. púgs. 222-223 .
181. 56.- "Para los ojos rlel profano, se afirma
36.- Cn1me, 'l'omiís: "Don Juan de Austria", e11 la Bnciclopecli.i. General del 1\.far, pareeerá
~1 adri<l, 1943. E diciones Atlas, p ág. 105. que esta t'u udón de con stituir la reserva es me-
11os gallanla que la <le formar la vnnguardia o
37.- Colonlf.I, Luis: "Jeromin"" Estudio3 His· el cut-rpo de bata !la, como entone.es se lla maba
t óricos sobr e el siglo XVI. "Original en el a r· el grueso. Pero téngase en cuenta que la reser -
C' liivo del au tor". Edición de la Imprenta dd va preeis:t mente es con In que el :Yfando manio··
Corazón de Jesús, Bilhao, 1905-1907. Tomo II, bra. y reacciona una vez que t i ene todas s us
piígs. 7 -11. otras fu <> r za s empeñadas en acción y que en
38.-- Idem. p ñgs. 14-15. aquellos tiempos, de t au difíciles comunieaci'>-
39.- Crame, Tomás: "Op. cit.", pág. 109. u es, dicha reserva debía estar a cargo, precisa·
mente, de a lgui en en quien el generalísimo tu-
40.- Coloma, Luis: "Op. cit.'', Tomo I , pág. viese a lisoluta confianza., ya que no podía t cn•; r
391. la H<~g uridad d e que en un momento dado pu-
41.- Cabe recordar que su a.u.gmito padre diesen ll<>ga r sus órdenes a su comandante, de-
Ca rios V m1ció e l mismo día de San Ma.t.ías, biendo por lo tanto ae.t ua r éste en Ja forma
efeméride F? g lo1 iosa en la casa de Ha bsburgo, miís conveniente". Por lo demás así lo reconor.e
pues en el <lía de 3a n .M ntías del año 1525 fue r.l nropio Doria. E>n las r ela eionE>s ofiein les de
vencido J<'raneisco I, en Pa via. los hechos. Cf. "Enciclopedia General del Mnr".
·!2 .- Crame, Tom ás : "Op. cit.'', p ág. 107. Dirección de José '.Vfa.rfa Martínez. Hill:tl¡?o y
Teriíu. Barcelona, 1957. Ediciones Garriga, S. A .
43.-- G:Lbriel y Galán, José .María. Primer V olumen, pág. 611.
44.-Yt•o, M:Hgaret: "Don Juan <le Austria".
Rantingo de Chile, 1936. Talleres "Letras", p ág. 57. - Carrero Blanr.o, Luis : "Op. cit.'', pág .
174. 167.
45.- Idem. 58.- Ib:-í ñez de Ibt-ro, Carlos: "Op. eit.", pág.
180.
Mi.- Arhó, Sebnst.iíin Ivíin: "Cervantes". Bar-
celona, 1945. Ediciones del Zodíaco, pág. 83. 5!l.- B:iriot y Savant, Jran: "Hi storia Mun -
<linl de la Marinn", p ágs. 86-87. M adrid, 1965.
46n.- .E n l.'l "Consejo 1le Generales" cl.'lebra.- Edi toria l Continente.
clo l.'ll 1\11esina - a juicio del erudito .José ~[~nía
l\I ars<'h, S. J.- "huho unanimidad completa UH 60.- Cra me, T omás: i•Op. cit .", pág. 113.
dar ha ta lln al ('n em igo". .M:l.l'sch re ea l<'.a lo de 61.- W nlscb, Willin ms Thoma s: "Op. cit .",
u n;1ni111i <la<l "compkt.a", pues ¡:eivin1lica con púg . 571.
dot•.unieutación iuohjeta hle, la P.osicicín a.firma - 112.- Ibliñez <le Ibero, Ca rlos: "Op. c·.it.", pág.
ti va de lfo quesens y ele Doria, discutida por 189 .
algunos hist ori:idori>s. Cf. :Marsd1, .José María,
}'. J.: "La. batalla de Ll\p:rnto y don Luis de 63 .- B ra.udel, Fernaud : "Op. r.it.", Tomo II,
H·.·q11ese11s, lugn rt cuient.e ge1wral de la mar, con pftg. 370.
nuevos d oeu111entos lii st.ór i<'os". Madrid, 1944.
64.- AngcluC'ci, Enzo: "Op . cit .", píi.g. 38 .
.M i11 i sk~·io d e Asun tos Exteriores. Ta.lh•rc•s T ip.
Blass S.A., púgs. :)0-3 l. 65.- R:njot y Savant., .l ean: "Op. eit " , púg.
47. - Carta. <lr Don .Junn de Austria a Garría 87. Cf. además, Angelucei, Enzo: "Op . c it.'',
d e T ol"clo, dP- 11) rfo f11'ptiernhru de 1571, desa,~ pftg. 37 . .
ln Jt'osa. <lr. }ian .Juan. C'f. "Cole('.. de do<.". inéd . ", 66.- Bra ndel, Fernand: "Op. cit.'', p ñg. 369.
T. ·¡ 11, púgs. ~G-27.
67 .- Según el P. Lui;i Colom a , c>l nue.ifijo
48.- Vvabh , Williams Tho mas: "Op. e it. '', no <·rn. de hierro si no de marfil, y fUt' o.b sequia -
¡i:íg-. iífül . <lo 111 (1 ~ ta rdc por Don .J11:111 a :m ('On frsor ·~'rn.y
4~.-- 'T'o11lllH, :.\'f:ni;i110: " F nl ipe 11 , rey 1k 1~'!­ Miguel Fervia . Se conservó en el Couvt>nto lle
l'"ii :r ':-' r11 1J.11:1r('ll cld U11 i vc·n10" . ·1vt.:idrid, J942. Ses"t1s, extrn nrnro;i de Pnl ma ele M11llor('.n, h ast •.i
u v:'tg.
r:'r f i1·:t i11for111a<·io11 cs, 146 . 1835. Cf. "Op. cit.". T o mo II, p :'t.g. 102.
( ~OVIDf BRB-DI<:I nr HH ~'.
676 REVlS'rA DI<.: MAIUNA

68.- Fuller, .T. E. C.: "B:lt.nllns Decisivas del 77.- ·· C't•rvant.es ele Sanvl'elrn, Miguel: "El in ·
i\foll(lo Occideu tnl y su "InfhH•uein. en Ja. Histo· gcuioso Hidalgo Don Quijote ", T. I púg. 4ú .
ria". Volunwu Prime ro. Des<le los tiempos rnús 78.- Carrero Bla11<·0, Luis: "Op. eit.", p úgs.
r e moto!! hasta In bn t.a lla de LPpanto. Barcelona, 228-230.
1964. J,uis dl• Caralt., editor . P :íg. 645. Algunos
historiadores eomo Brn udel, señalan a. Andrea 79.- Idern., pftgs. 226-228 .
Doria como el inspirador de C'sta iniciativa. 80.- Colorna., Luis: "Op. cit.", Tomo II,
Cf. "Op. cit." , Tomo II, púg. 37. pág. 93 .
69.- Se conserva en el :'l'l'u;;eo de Villngnrcía 81.- Carrero Blanco, Luis: "Op. cit.", púg.
de Cnmpos. Cf. "Guía liistóri<· a·al'tístiea de Vi.- 230.
llagarcía de Campos", 1959. l<~llita<la l'On ocasión
82.- Díaz PI a ja., Fernando: ''La. H istoria de
de la innnguracióu 1lel Museo bajo la preside n·
<'ia de S.E . el Generalísimo D. Frnueisc o Fra u-
J<::::spañn en sus doeumentos. El siglo XVI". >Ja-
co. El a.ut.or asistió espr<'inliurnt.c invitndo por drid, 1958. Instituto de Estudios P olíticos, pi1g.
605. ('f. ademi'ts, ' 'Colee de docume ntos inéc.lit·;~
la Compañía d e J'esús. Cf. pñg. 11. C.f. Colon111,
Luis: "Op. cit.", T. JI, pa.g. 80-81. En su nota para la. historia. de E spaña''. T. 30 p á gs. 2111-
l expresa textunlmeute: ''Consérvnse esta. sn.· 223.
grn <la reliquia en la J glosia de Vi llaga reí-a d'' 83 .- Walsh, William Thomas: ''Op. cit.",
Campos; regalola Don Julln !le Austria después p ág . 573.
d e la batalla a s u muy amnda Doña :Magdalena 84.- Díaz Plaja, Fernando: ''Op. eit.", pág.
de, Ulloa: colocóla ésta en un magnífico pie de 605.
plata c.incelada y lególa ol morir a los Jesuít:1s
de Villagarcía, que la pusieron en el relicari.> 85.- Fuenmayor y Pimentel, Ant onio de: "Op.
de su iglesia de San Luis, donde a l presentl:l eit.'', pág. 232.
existe". 86- Hihn, Lore nzo: Prólogo, pág. XI. ' 'Vida
"El famoso P. I sla, que vivió mudios años ~· Hechos de Pío V" de Antonio Fuenmayor,
en Villagarcía, di re en su t.radureión del Aiio edic. cit.
Cristiano, de Croissct, el ía 3 de mayo, fiesta ele 87 . - " Motu proprio" con firma autógr afa d <>
la Santa Cruz: En e l Colegio y Noviciado de Pío V. Original en e l archivo del autor .
Villagarcía de Campos se ve11en1 m1 " lignum ~8.- Díaz P laja, Fernando: " Op. cit.'', p ág.
C'rucis" como de una pulgHda de largo y meel ia. 605 .
de grueso, con que el Sa nto Pío V regaló al Sr.
Don Juan de A ur4ria, después de la famosa. ha- 89.- No todos los hi storia dores están de
ta lla de L epan to; y su Alteza se lo prC?scntó a aeuerdo en euanto al número de cañones que
la. Exc ma. ~ra. Doña Magcla lena ele Ulloa, in· montnl1¡¡11 la:o1 galenzns. Así el P. Lui s Coloma.
signe fundadora ele aquel Colegio, que había les a.signa 20 a cada una. Pa.st.or, Ludovieo, si-
criado a l Sr. Don Juan en aquella villa; Yerra , l!Uieudo n. iVlolli, 86 gra nd es y 56 piezas para
sin embargo, el P. J si:i al dedr que el reli<'ario ''tirnr ba las de piedrn". Cf. Op. cit., pág. 35i,
fue envia do a Don Juan después de la hatalla. nota 3.
Enviólo don Juan, en efeeto a doña Magdalenn 90- Angelu<'<'.i, Enzo: "Op. cit.", p á g . 38.
después de la. hnt.alla; pero envióselo a. él el
Santo Pfo V ant.es de ella, p:ira que lo llevase 91.- · Bnrjot y Sava n t: "Op. cit.", pág. 85.
Hl euello en aquello:; supremos momc:•ntos". 92 - El P . Colomn, contrariamente a la ma-
yoría, afirm:'l qu e fue el ojo derecho. Cf. " Op.
70.- En la aC'.tunlidad Re ve n<>ra C?n la Cate·
l'it. ", Tomo JI, pú.g. 112.
<lral de Barcelona.. El P. Coloma 8ostiene que el
Cristo que Don .Juan hizo colgar ('ll el estnnt.t'- 93. - Tom ás, Mariano: "Op. cit.", págs. 143·
rol, "dentro de una <'aja <le ma-Oera fue el C'ru- 14.9.
<'ifijo de los moriscos rcs<' nt.aelo por Luis Qui·· 94 .- Carrero BJ.:rnco, Luis: "Op. cit.'', púg.
jada". Cf. ''Op. <' it..", Tomo II, púg. 107. A 1 204.
igual que el "lignum eru·e1s" se l'onserva. en el
95.- f:.aiv :í, Jnimc: "La Orden de l\faltn y
Museo de Villagar<'Ía de Campos. Cf. "Guía lli;:-
las fl<'l'.io11es n nva les españolas e.ont.ra tun·os y
púnico-turística.", antes c ita.da, p:íg. 11. Con él
berberiscos t'n los siglos XYI y X.VII". Mndrid.
sohre el pecho murió Don Juan de Austria .
Hl44. ln~tit.ut o H i~ t.órko ele :M arina. Imprt'nta
71.- W a lsh, William Thomas: "Op. cit.'', A ldPeoa., Hurgos. Púg. :!(i-1.
pág. 569. 96.- Coloma., Luis: ''.I r romin". Tomo J f,
72.- Lizondo. Gascuveña, ,Tuli (111: "Espejo y pí1g. 11 a.
Gloria de E8paña". :.E'igura.s, manus('ritos, evo- ~17.- l <km. Pág. 114 .
<'n eiones. RurgoR, 1951. Imprenta Hijos de San-
98.- Díaz P!ajn, 1'\'rnn ndo: ''Op. cit.", púg.
tiago Hoel ríguez, púg. 136. {j(l{j,
73.- Cf. Mareh, ,José María. S .J. : ''Op. ci t", 99.- Coloma, Luis : ''.l er omin". T . II, p:'tg.
pógs. 29 -30. 11 5.
74.- Coloma, Luis : "Op. cit.'', Tomo IT, pág. 100. - Idem.
93.
101.-- Colomn , Lui>;: ' ' Op. eit.". T. TI, p:'1g.
75.-- Carre ro Bl::rn co, Luis: "Op. cit." , púgs. 115 .
225, 226. 10:!. - C'nmlira, T<'Nna11clo P. el <': "Dn . Ah·nro
76.- Coloma, Luis: "Op. cit..'', Tomo II, p:'tg. el<' H:1 1J1 n, Almirnntt• d1• b:spaiia" . .Mad r id, 19.):\.
94 , E1lit.o rn Nneiona l, p ítgs. 155· l.iti.
19'il) HOMENAJE A DON JUAN DE AUSTRIA 677
103.-- Díaz Plajn., FcrrnuHlo: "Op. cit", pág. 119. - Angelucd, En zo: ''Op. e.it..'', pág. 38 .
607. l ~O.- Gar<'Í:l de Toledo a Don Luis de H.e-
104.- Idem . q 1w~1•n s en carta fechada en Pisa a 5 11e no-
105.- Tomás, Mariano: ''Op. cit.", pág. 149. vi e 111 he de l:'J71. Cf. Marcli, Juan Ma.: "Op.
cit.", pftg. 17 .
106.- }'ullel', J. E. C. : "Op. eit.", pág. 651.
121.- Mnttiugly, Ga rrett. : "La. Armada In-
107.- ~ Hc 1¡11ese 11s, Luii:; de: Obra en el a re.hi ·
ve11<'ihle " . Barcelona, 1961. Edito rial Grijalbo
vo <lc>l autor un int.nesante ant.ógl'afo de ei:;tc Esp•1ñola S .L ., pág. 451.
nohi iísi mo Comeud:ulor :;\fayor de Castilla y lu-
gn rknicntc general de don Juan de Aui:;tl'ia cu 122.- Citada por Preseott., W. H.: "Jlistory
Lepa u to. of the rC'ign of Ph ilip II'', lib. V Cap. II .
108.- Aleja ndro Fal'nesio nae.e en 27 de ngus- 123.- Pastor, Ludovico: ''Op. cit.", Vol. XVIII,
to de 1545. .1"1wro11 sus padres Oc>tavio Faroesio, pág. 362.
prínl'ipe d e Parma, y Marga.rita de Austria, hija 124.- Sobre est e pa rtieular escribe Pastor en
nat.nr<ll cll' Carlos V. Lo bautizó San Ignacio 1le la ohra y volumen cit.a.do, pág. 377, nota 3 : ''El
Loyola. Sobrino ch>. clon Juan de Aui:;t.ria y só- dato del Breviario Romano (al 24 de mayo), de
lo dos mios nH'llOr que él, fue su amigo ine.om- que Pío V intercaló en la L etanía Laureta na el
para hle. En sus brazos mucre don Juan en Na- título "Auxil.ium christi a norum", no se puede
mnr en 1578 . sostener"; Cf. A. de Sa nt i, L es Litanies de la
De Aleja11dro Farnesio poseo un valioso do· s. Vierge, París, 1900, 224. Esta edición procede
cu111euto autógr afo, fediaclo en Bruselas a ;;o probable mente de Jos soldados que volv ían de
d<> m:l rzo de 1;386, en e l que comtmica la 1iot.i- la vir.toriosa gue rra. cont ra los t urcos, muchos
<'in. dl'l <ll'<'eso de su madre a ,Junn de Zúñiga, de los ('.Uales de vuelta a su tierra pllsahan por
ayo y mayordomo mnyor de Felipe III en su L oreto. Según eso, eRta invocación fu e una vox
primera erlad, Preside nte del Consejo de Esta- populi, un:i expresión d e gozo por l a proteeci•í n
do y Comendador ~!ayor de Castilla. de la Sa.11 tísima Virgen María en el a.rd uo com-
bate; v. El católico, 1898, I, 370".
109. - Petrie, Charles: "Feiipe II". Madrid,
1964. Editora Xac·ional, p:íg. 117 . 125.- Rull, Rom., VIII, 44 s.
110.- Díaz Plaja, }'ernando: "Op. cit.", pág. 126.- Cervant.es de Saavedra., Miguel: "Viaje
607. del P arnaso". Cap. I.
111.- Fuenma yor y Pimentel, Antonio de: 127. - Lope de Vega dedica a la gloria de Le-
"Op. eit..'', píig. 233 pa.nto una comedia, ''La Santa Liga.", cuyo tí-
tulo primitivo anterior a 1603, fue "La batalla
112.- Este título le había sido otorgado dos naval". Cf. Menéndez Pelayo, Mareelino: "Op.
años antes, en 19 de octubre de 1569. La gra n- cit.", e clit. e.it . "Estudios sobre el Teatro de
deza de España se lo concede en 1583. Cf. Mo- Lope de Vega". Vol. VI, p ágs. 100 y siguientes.
1·eno ele Guerra y Alonso, Juan: "Guía de la
Grandeza", :Madrid, 1918. Imprenta Parroquial. 128.- Menéudez Pelayo, Marcelino. Id . p ág.
Toledo. Piig. 433. 127.
113.- Tomas, Mariano: "Op. cit.", pág. 1-1:9 129.- Id. pág. 130.
114.- Fitzma urice K elly, Jaime: ''Miguel de 130.- Riber, Lorenzo: "Prólogo a Vida y He·
Cervantes Saavedr11., reseña documentada de su ch os de Pío V", de Antonio de Fuenmayor.
vida''. B. Aires, 1944. Editorial Ilajel. P ág. 44. I>:íg. XXII.
115.- l ut.eresa preeisar que no obstante el 131.- H errera., Fernando de: "Oda a la ba-
J1011roso título d e ".Maneo de Lepuuto" con el ta lla na val de Lepan to".
que es universalmente conoc::.ido Cel'vantes, j:1- 132.- Menéndez Pelayo, Mareelino: ''Op.
mús le fue a n1puUHla una <le sus manol:l, tan !.lÓ- cit.". Edic. eit. ''Estudios sobre el Teatro de
lo perdió "el 111ovimie11 t.o de la mano izquierda., i..ope de Vega". Vol. VI., págs. 116 117. Cf.
pa 1·a glo ria <le la di estra'', eomo se lee en el Camisü Epist. VI. 629 s. y 637 y sg.
"Viaje del Panrnso" d«>l pl'opio Cervantes, que
deja consta uda del lt e<:.ho por boe.a <le M er cu- 133.- Pastor, I , udovico: "Op. cit.". Vol.
rio (<·ap. vn, - 215 -216). lJua abundante docu- XVIII, p úg . 378.
lll('llt.n<'.Í Óll sohn• est::i. mn.teria se encuent.r(l 1'n 134.- Riber, Lorenzo: "Op. cit . ", pág. XXII.
la olira. de l"it.zmauricP·Kelly. Edic. cit., p:ígs.
44-46. 135.- López de Toro, José: ''Los podas de
L epanto". :Madrid, 1950. Instituto Histórico <l'3
ll6a.- Arbó, Sebiistián Juan: "Op. cit.", p ág.
Ma l'ina. Pilgs. 153-154.
95.
116b.- Braudel, I<'ernnnclo: ''Op. cit.", pf1g. lil6.- 0 riginal autógrafo en dos YOlúmcnes en
372. el are.hivo del autor .
117.- Fulkr, .J.:F.C.: "Op. cit.", págs. 655- 137.- Se trata <le 1111 pequeño trozo, eol'tndo
656. y enman•;ttlo e11 u11 dibujo espc<'inl por ~·l c o-
118.- Artiriano, Gervn~io 11e: "La vida. <1<> la r onel cspariol Zcnc n de Ilul:'na ga, fn vorito de
g:1h-ra". Co11 fr re 11<'ia 1no111111tia1la el 1;~ de fc.- Isa.bel II.
l1r1·ro de l9:Hi. J>11hlica1la en "Lepnnto". IV 138. - Crame, Tomás : "Op. eit.", púg. 147.
C1rnt.1·11:nio d e <'t·n·¡i utm1 y de Don ,Jua n ele Aus-
tria. :-.latlrúl, HH7. Mu~C'O 1\aval, púg. 124. 139.- J dem. Pñg. 148,
REVISTA DE MARINA
678
140. - D e este desafortunado secretario de Austria en SiC' i 1ia'' ( 8 <le agosto a 7 de octu-
Don .Juan de Austria , comie rvo una carta aut.ó· bre <k 15í?.) . por En¡renio Snrrnblo, secrrt.nrio
gra.fa, is u:s<•.rita poco nntes de ser ultimado }JOJ' <lcl Ar<>hi\·o Hi~t.c'>ri<'o ..\"a<> ionnl. Pf1gs. 68-lfl. Ci'.
los eshirros ele Antonio Pérez. :1dp111:í8, .t\ic-0Ji11i, .~'n11¡;to: "rn amnute sorrl'nti-
141 . - En el verano de lfi73 abandona Dnn na di Du. Giovanni (['Austria", Nápoles, 1931.
Juan " las d e.lic ias ele Nilpoles, d on dl:' sus :uno- 142 - Ac;í la denomina ,J . B. Campegio e11 c11;·-
res con la. bella Sorrcnt.ina Di a.na. l<'al a.ngo la", t.a a Pío V, feeha.da P I L Bonon ine, 1571, srxto <·:11.
le h i<' ieron padre de doña .l u:rna ele A ust.rin, .i:i · Nov . Cod. L. 1.!l, (i(i de la "Bihl. Chigi <k Ro-
cicla cn el convpn to de 1:->ant.n Pat.ri·r in fle Nú- ma". Cf. Pastoi:, L. "Op. dt.''. Vol. XVTll,
polr11, e l rlía. l 1 ele septie mbre de 1;)73. Cf. " Hi~­ púg. 378.
vista Geográfica E spañola: .La huelln rle Esp:t-
ña en 8ki lia". l\fo r1ri<l, sin fech a. •ra.!leres Gr.-1- 143.- P astor , LudoYico : "Op. cit." . Vol.
ficos Montaña: "Una estancia de don Juan 11::: XVTII, pitg. 360.

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