Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
cruzgloriosa.org
A los seminaristas del Redemptoris Mater
de Takamatsu (Japón),
los primeros en escuchar estas palabras,
comunicándome el testimonio de su fe.
INTRODUCCION ........................................................................................1
PROLOGO .................................................................................................4
1. YO, YAHVEH, SOY TU DIOS .................................................................................................4
II. D E C A L O G O ..................................................................................38
1. AMARAS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS ...............................................39
1
3. SABADO, SIGNO DE LA ALIANZA ......................................................................................70
5. NO MATARAS .....................................................................................................89
3. NO MATARAS .......................................................................................................................93
a) Homicidio ............................................................................................93
b) Aborto ..................................................................................................95
c) Eutanasia ............................................................................................96
d) Suicidio ...............................................................................................97
e) La guerra ............................................................................................97
3. NO ADULTERARAS ...........................................................................................................107
7. NO ROBARAS ...................................................................................................114
3. NO ROBARAS ....................................................................................................................118
3. NO MENTIRAS ...................................................................................................................131
a) La castidad .......................................................................................140
3
Las palabras que os he dicho
son espíritu y vida (Jn 6,63 )
Y este es su mandamiento:
que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo,
y que nos amemos unos a otros
(1Jn 3,23)
4
INTRODUCCION
Nuestra sociedad, pese a sus hondas raíces cristianas, ha visto difundirse
en ella los fenómenos del secularismo y la descristianización. Por ello
"reclama, sin dilación, una nueva evangelización". 1 La Iglesia, que tiene en la
evangelización su "dicha y vocación propia... su identidad más profunda"2, no
puede replegarse en sí misma. Los signos de descristianización que observamos
no pueden ser pretexto para una resignación conformista o un desaliento
paralizador; al contrario, la Iglesia discierne en ellos la voz de Dios que nos
llama a iluminar las conciencias con la luz del evangelio.
Es cierto que el hombre puede excluir a Dios del ámbito de su vida. Pero
esto no ocurre sin gravísimas consecuencias para el hombre mismo y para su
dignidad como persona. El alejamiento de Dios lleva consigo la pérdida de
aquellos valores morales que son base y fundamento de la convivencia humana.
Y su carencia produce un vacío que se pretende llenar con una cultura centrada
en el consumismo desenfrenado, en el afán de poseer y gozar, y que no ofrece
más ideales que la lucha por los propios intereses o el goce narcisista.
1"Christi)ideles"laici,"n.4.
2"Evangelii"nuntiandi,"n."14.
el"14K6K1993.
1
En los países desarrollados, una seria crisis moral ya está afectando a la
vida de muchos jóvenes, dejándoles a la deriva, a menudo sin esperanza, e
impulsándolos a buscar sólo una gratificación inmediata... ¿Cómo podemos
ayudarles? Sólo inculcándoles una elevada visión moral puede una sociedad
garantizar que sus jóvenes tengan la posibilidad de madurar como seres
humanos libres e inteligentes, dotados de un gran sentido de responsabilidad
para el bien común y capaces de trabajar con los demás para crear una
comunidad y una nación con un fuerte temple moral... Educar sin un sistema
de valores basado en la verdad significa abandonar a la juventud a la
confusión moral, a la inseguridad personal y a la manipulación fácil. Ningún
país, ni siquiera el más poderoso, puede perdurar, si priva a sus hijos de ese
bien esencial. 4
Pero, ¿por qué tantos se acomodan en actitudes y comportamientos que
ofenden la dignidad humana y desfiguran la imagen de Dios en nosotros? ¿Será
que la misma conciencia está perdiendo la capacidad de distinguir el bien del
mal?
4"Juan"Pablo"II,"en"la"Jornada"mundial"de"la"juventud,"en"Denver,"128881993.
5"Juan"Pablo"II"en"la"Jornada"de"la"juventud,"en"Denver,"el"148881993.
6"Juan"Pablo"II"en"la"Jornada"de"la"juventud"en"Denver"el"158881993.
2
Para responder a este clamor de nuestra sociedad, necesitada de Dios y de
valores morales, ofrezco este libro sobre el Decálogo, como palabra de vida y
libertad para el hombre. Como teólogo, -escriba hecho discípulo del Reino- he
querido "sacar del arca lo nuevo y lo viejo" (Mt 13,52). En el arca de la alianza
se guardaba el Decálogo. "Estos preceptos son nuestra herencia perpetua, la
alegría de nuestro corazón" (Sal 119,105.111).
Sólo quiero que, como nos recomienda Juan Pablo II, en la homilía con que
comienzo este prólogo, que escuchemos a María, a la Iglesia, que nos dice:
"Haced lo que El os diga" (Jn 2,5). Haciendo lo que El nos diga
experimentaremos el gozo del "vino nuevo y mejor" del Evangelio, que nos falta.
Con él quedará saciada nuestra sed de Dios, de Verdad, de Luz, de Libertad, de
Vida.
3
PROLOGO
Yo, Yahveh, soy tu Dios
que te he sacado del país de Egipto,
de la casa de servidumbre (Ex 20,2).
La primera palabra del Decálogo es el "Yo" de Dios que se dirige al "tú" del
hombre. El creyente, que acepta y vive el Decálogo, no obedece a una ley
abstracta e impersonal, sino a una persona viviente, conocida, cercana, a Dios,
que se presenta a sí mismo como "Yahveh, Dios misericordioso y clemente,
tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, que mantiene su amor por millares,
que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes" (Ex
34,6-7):
7"El"término"jàsà'"es"usado"76"veces"para"indicar"la"acción"de"Dios"que"saca'de"Egipto"a"Israel.
4
mismo tiempo que a todo el pueblo, Dios da a conocer su voluntad a cada uno en
particular.8
El Decálogo, las diez palabras de este Dios rico en amor, son diez palabras
de vida y libertad, expresión del amor y cercanía de Dios. Pero si se omite el
Prólogo se cae todo el edificio del Decálogo, al minar sus cimientos. Por haberlo
hecho así en los tratados de Teología Moral y en los Catecismos o en las Guías
prácticas para la confesión, hechas sobre el esquema de los diez mandamientos,
se ha deformado de tal modo el Decálogo que se ha llegado a prescindir de él.
Separando la vida moral de la fe, la moral cayó en un legalismo, que nada tiene
que ver con el Decálogo, según nos lo ha transmitido la Escritura.
8"Cat.Ig.Cat.,"nn.2061/2063.
5
también su palabra es siempre palabra salvadora, palabra de vida. La actuación
de Dios, tanto en la liberación de la esclavitud como en la donación del
Decálogo, tiende siempre al mismo fin: "a que seamos felices y vivamos como
hasta hoy".
Por ello, en las dos versiones bíblicas del Decálogo, éste está precedido de
la afirmación que le ilumina y da sentido:
Esta visión del Decálogo hace que siga siendo válido hoy para los
cristianos. El nuevo pueblo de Dios es el pueblo de los redimidos por Cristo de la
esclavitud del pecado y de la muerte. Por ello, el cristiano, que ha
experimentado esta liberación, responde aceptando a Dios y su palabra, pues
Dios es siempre el Dios salvador y sus palabras son palabras de vida. La
"voluntad de Dios es vuestra salvación".
6
2. ARCA DE LA ALIANZA
No sucede lo mismo con el arca. Durante siglos enteros podemos seguir sus
pasos. Allí donde se encuentra el arca, Yahveh se halla presente. Cuando el
arca se levanta para continuar la marcha por el desierto, Yahveh se levanta con
ella para ir delante de Israel, y si se detiene de nuevo en un lugar, Yahveh
vuelve a sentarse en su trono (Nú 10,35-36). Como la tienda es el lugar de las
apariciones de Yahveh, el arca es el lugar de su presencia permanente (1Re
8,12).
El arca, con las Diez Palabras, acompaña (Nú 10,33) a Israel desde la
alianza del Sinaí, en su camino por el desierto, en la conquista de la tierra,
hasta quedar fijada en el templo de Salomón (1Re 8). David, rescatándola de los
filisteos, la hace entrar solemnemente en Jerusalén, en medio de explosiones de
alegría manifestadas en cantos y danzas (1Sam 4,4s;6,13.19;2Sam 6,5.14;Sal
24,7-10). Por el arca, el Dios de la alianza manifiesta que está presente en
medio de su pueblo, para guiarlo y protegerlo (1Sam 4,3-8), para dar a conocer
su palabra (Ex 25,22) y para escuchar la oración del pueblo (Nú 14). Con razón
el arca de la alianza es considerada "la gloria de Israel" (1Sam 4,22).
El arca de la alianza es, por tanto, el lugar donde Yahveh habla (Nú 7,89).
Es el lugar de la Palabra de Dios. En primer lugar, porque contiene las dos
tablas de la ley, perpetuando así el "testimonio" del don del Decálogo, expresión
9 " Cat.Ig.Cat.,"n."2058;Cfr."nn."206032062,"donde" se" dice:" "El" don" de" los" mandamientos"forma" parte" de" la" Alianza" sellada" por"
El Decálogo, por tanto, hay que colocarlo dentro del arca de la alianza,
entenderlo a la luz de la alianza de Dios con su pueblo. Desligado de la historia
salvadora del Exodo y de la alianza del Sinaí, se tergiversa el valor y significado
del Decálogo. "Jamás se puede perder de vista la estrecha conexión entre
alianza y mandamientos. En la teología deuteronomista esta relación entre
alianza y mandamientos es tan íntima que la palabra alianza pasa a ser
sinónimo de los mandamientos. Las 'tablas de la alianza' son las tablas sobre
las que estaba escrito el Decálogo (Dt 9,9.11.15) y la 'tienda de la alianza' se
llama así por contener las tablas de los mandamientos (Nu 10,33;Dt 10,8;Jos
3,3)".11
Así lo entendió Israel. Por ello, las dos tablas del Decálogo las custodió en
el arca de la alianza y constituían una parte central de la liturgia del pueblo
de Dios. La fiesta de la renovación de la alianza era una de las fiestas
principales de Israel y en ella el Decálogo ocupaba el puesto central. "Con tal
celebración cultual, Israel expresaba que el acontecimiento de la revelación del
Sinaí tenía la misma actualidad para todos los tiempos, se renovaba de
generación en generación, era contemporánea a todos"12 :
Moisés convocó a todo Israel y les dijo: Escucha, Israel, los preceptos y las
normas que yo pronuncio hoy a tus oídos. Apréndelos y cuida de ponerlos en
práctica. Yahveh nuestro Dios ha concluido con nosotros una alianza en el
Hored. No con nuestros padres concluyó Yahveh esta alianza, sino con nosotros,
con nosotros que estamos hoy aquí, todos vivos. Cara a cara os habló Yahveh en
la montaña, de en medio del fuego (Dt 5,1-4).
Guardad, pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica, para
que tengáis éxito en todas vuestras empresas. Aquí estáis hoy todos
vosotros en presencia de Yahveh vuestro Dios..., a punto de entrar en la
alianza de Yahveh tu Dios, jurada con imprecación, que Yahveh tu Dios
concluye hoy contigo para hacer hoy de ti su pueblo y ser El tu Dios...Y no
solamente con vosotros hago hoy esta alianza, sino que la hago tanto con
10#G.#von#RAD,#Teología#del#Antiguo#Testamento,#I,#Salamanca#1972.
11#G.#von#RAD,#o.c.,#p.#180.
12#G.#von#RAD,#o.c.,p.#250.
8
quien está hoy aquí con nosotros en presencia de Yahveh nuestro Dios
como con quien no está hoy aquí con nosotros (Dt 29,8-16).
Y Moisés les dio esta orden: Cada siete años, tiempo fijado para el año de
la remisión, en la fiesta de la Tiendas, cuando todo Israel acuda, para ver
el rostro de Yahveh tu Dios, al lugar elegido por El, leerás esta Ley a oídos
de todo Israel. Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero
que vive en tus ciudades, para que oigan, aprendan a temer a Yahveh
vuestro Dios, y cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta ley.
Y sus hijos, que todavía no la conocen, la oirán y aprenderán a temer a
Yahveh vuestro Dios todos los días que viváis en el suelo que vais a tomar
en posesión al pasar el Jordán (Dt 31,9-13).
proclama#públicamente#tres#veces#al#año.#Y#los#libros#judíos#para#la#oración#privada#presentan#siempre#el#Decálogo#al# )inal#de#
la#oración#de#la#mañana.#
9
Los judíos han esperado una reaparición del arca al final de los tiempos
(2Mac 2,4-8). Y el Apocalipsis nos ha revelado que el arca se halla en el
Santuario del cielo: "Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el
arca de su alianza en el Santuario" (11,19). Pero ya en Cristo se ha cumplido el
significado pleno del arca de la alianza. Cristo es la encarnación de la Palabra
de Dios entre los hombres (Jn 1,14;Col 2,9). Cristo es la Palabra que guía a los
hombres (Jn 8,12) y les salva (1Tes 2,13), siendo el verdadero propiciatorio
(Rom 3,25;1Jn 2,2;4,10).
14#G.#von#RAD,#o.c.,#p.251.
10
Desde el momento en que se sella la alianza entre Dios y el pueblo, la
liturgia de Israel la actualiza y la transmite a la nueva generación. 15 En la
celebración se renueva la alianza, haciendo memorial de los hechos salvíficos de
Dios, que fundan la alianza: elección y promesas de Dios a los Patriarcas,
liberación de la esclavitud de Egipto, paso del mar Rojo, acompañamiento y
providencia de Dios por el desierto y don de la Tierra. La alianza, fruto de la
gracia de Dios, que gratuitamente ha elegido a Israel, se sintetiza en la fórmula:
"Yo soy Yahveh, tú Dios, y tú, Israel, eres mi pueblo". Israel, tras las gestas
salvadoras de Dios, es llamado a aceptar a Yahveh como su único Dios, sin otros
dioses frente a El.
Esta motivación del Decálogo, que en la celebración litúrgica es hoy
nuevamente proclamada, no significaría nada si el amor del Señor por Israel se
refiriera sólo al pasado. Pero lo que proclama el culto es que ese amor de Dios a
los padres perdura hoy, permanece "hasta el día de hoy" (Dt 10,8): "Porque
amó a tus padres y eligió a su descendencia después de ellos, te sacó de Egipto
personalmente con su gran fuerza, desalojó ante ti a naciones más numerosas y
fuertes que tú, te introdujo en su tierra y te la dio en herencia, como la tienes
hoy. Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que Yahveh es el único Dios...
Guarda los preceptos y los mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas
feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que Yahveh,
tu Dios, te da para siempre" (Dt 4,37-40).
Por eso, a la asamblea de Israel, reunida para dar culto a Dios, se le dice
siempre: "¡Escucha, Israel!". La palabra es proclamada en la liturgia para que
penetre toda la vida, para que Israel la tenga presente en toda situación, en
todo tiempo y lugar: "Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.
Se las repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas tanto si estás en casa como si
15 # Cfr.# La# celebración# de# la# gran# asamblea# de# Siquen# (Jos# 24)# y# la# solemne# celebración# de# renovación# de# la# alianza,# al#
encontrar#el# "Código#de# la# alianza",#durante#la# restauración#del# templo#en# tiempos#del# rey#Josías:#2Re# 22,3I20;23,1I3.21I23.#
Este# "Código#de# la# alianza",#conservado#en# el# templo# de# Jerusalén,#se# leía# regularmente# en# las#celebraciones,#en#épocas# de#
)idelidad#al#Señor.#Se# conservaba#en#el#Arca# de#la#alianza#y#en#el#año#1000#a.C.#había#sido#llevado#a#Jerusalén#con#el# Arca.#Josías#
la#encuentra#en#el#año#622.
16El#hoy#litúrgico#resuena#constantemente#en#el#Deuteronomio:#Cfr.#4,2.4.8.20.26.38.40;6,6.24;#8,11.18.19;10,13;11,2.8.13...
11
vas de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás a tu mano
como una señal, y serán como una insignia entre tus ojos; las escribirás en las
jambas de tu casa y en tus puertas" (Dt 6,6-9).
Cada vez que Israel escucha la proclamación del Decálogo, se sitúa ante la
muerte o la vida, invitado por Dios a elegir la vida.18 "En el culto, Israel seguirá
proclamando continuamente las bendiciones o maldiciones que se siguen de la
fidelidad o infidelidad a la alianza, como las dos únicas posibilidades de vida".19
El exilio de Israel no es otra cosa que la consecuencia de la infidelidad a la
alianza. En el exilio se cumple la maldición que Israel mismo había invocado
sobre sí, al momento de sellar la alianza y en su continua renovación en el culto,
en el caso de que la alianza fuera violada.
17 #El# culto#es#la#actualización#renovada#de# las#acciones#de# Dios.#En#el# rito#de# la# )iesta#de#la# Pascua# se# insiste#en#que# "en#cada#
generación# el# hombre# se# considere# como# si#él# mismo# hubiera# salido# de# Egipto".# Cada# celebrante# es# contemporáneo# del#
acontecimiento# salvador# que# celebra.# "La# historia# de# la# salvación# se# experimenta# continuamente# como# presente.# Para# la#
sensibilidad# judía,#la# salida# de# Egipto# no#es# un# acontecimiento#de# la# prehistoria# o# de# la# historia# antigua,#sino#la# actualidad#
inmediata"#:#S.#BENKCHORIN,#Las#tablas#de#la#Alianza.#Las#Diez#Palabras#del#Sinaí,#Tübingen#1979,#p.#43.#
18#Cfr.#Dt#30,15s;4,1;5,30;8,1;16,20;22,7;Ez#18,19;#20,11.13.21;33,16.19;Lv#18,5;Eclo#17,11;45,5.
19#Cfr.#N.#LOHFINK,#Ascolta,#Israele.#Esegesi#di#testi#del#Deuteronomio,#Brescia#1986.
12
Dios misericordioso: no te abandonará ni te destruirá, y no se olvidará de la
alianza que con juramento concluyó con tus padres" (Dt 4,23-31). 20
Es cierto que el Señor es "un Dios celoso, un fuego devorador" (Dt 4,24),
pero es también el "Dios misericordioso", que se compadece del pueblo y no lo
abandona para siempre. Aunque castiga, corrigiendo a su pueblo como un padre
a su hijo, usa de misericordia. Nunca olvida la elección gratuita de los padres y
las promesas hechas a ellos y a su descendencia (Dt 4,37;Lc 1,54-55). Jeremías
se lo recordará a los exiliados en la carta que les escribe: "Bien me sé los
pensamientos que abrigo sobre vosotros -oráculo de Yahveh-; son pensamientos
de paz, y no de desgracia, de daros un porvenir de esperanza. Me invocaréis y
vendréis a rogarme, y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis cuando
me solicitéis de todo corazón; me dejaré encontrar de vosotros... Os recogeré de
todas las naciones y lugares a donde os arrojé y os haré tornar al sitio de donde
os hice que fuerais desterrados" (Jr 29,11-14).
Por ello, la liturgia celebra con júbilo el don de la ley del Señor, "que es
perfecta, recrea al hombre; es segura, hace sabio al ignorante; es justa, alegra el
corazón; es pura, alumbra los ojos; es más dulce que la miel, más exquisita que
un tesoro de oro puro" (Sal 19,8-11;119,12). El orante puede decir a Dios:
"Cumplir tus deseos, mi Dios, me llena de alegría, llevo tus normas en mi
corazón" (Sal 40,9), pues "me muestras el camino de la vida. Ante tu rostro
reina la alegría" (Sal 16,11)...21
20#Cfr.#la#plegaria#de#Salomón#en#la#consagración#del#Templo:#1Re#8,27=30.46=51.
21 # "En#los# salmos# es# donde# encontramos# los# sentimientos# de# alabanza,#gratitud# y#veneración# que# el# pueblo# elegido#siente#
hacia#la#ley#de#Dios"#(Cfr,VS,n.44,#con#cita#de#Sal#1,1=2;19,8=9).
22 # Cfr.#la#estructura# del# Catecismo#de# la#Iglesia# Católica:# "Que# los#sacramentos# vengan#inmediatamente# detrás#de# la#historia#
salví)ica#(artículos#del#credo)# y#no#después#de#los#mandamientos,#como#se#hizo#usual#en#la#tradición#moderna,#lleva#consigo#la#
superación#de#un#moralismo#y#de#un#legalismo#que# caracterizaron#la#tradición#catequética#de#los#últimos#siglos...#(Sólo)#tras#la#
gracia# de# Dios# viene# el# agradecimiento# nuestro# o# la# moral".# O.González# de# Cardedal,#en# El# Catecismo#Posconciliar,#Madrid#
1993,#p.#325.
13
¿quién habitará en tu tienda? ¿quién morará sobre tu monte santo?", el fiel se
responde con las palabras del Decálogo: "El de manos limpias y puro corazón,
que no se entrega a la vanidad de los ídolos ni jura con engaño" (Sal 24), "quien
camina sin culpa y obra la justicia, dice la verdad de corazón y no calumnia con
su lengua, no hace daño a su hermano ni agravio a su prójimo, no presta dinero
con usura ni acepta dones en el juicio contra el inocente" (Sal 15;Cfr. Is
33,14-16).
Así el Decálogo, fruto de la celebración de la alianza, recuerda en la vida
las condiciones para acercarse a Dios sin incurrir en la maldición. El Decálogo
expresa las cláusulas de la alianza y da las indicaciones para formar parte de la
comunidad de la alianza, que se reúne en el templo santo, en la tienda de Dios.
Con las "diez palabras" los miembros del pueblo de la alianza regulan sus
relaciones con Dios y entre sí. Los dos aspectos son inseparables. No se puede
vivir la alianza con Dios sin vivir la comunión con el prójimo; ni se puede vivir
el amor al prójimo sin la comunión con Dios. El culto a Dios y el amor al prójimo
van unidos. Jesús se lo dirá a sus discípulos: "Si al presentar tu ofrenda en el
altar, te acuerdas de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda
allí, delante del altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; luego
vuelves y presentas tu ofrenda" (Mt 5,23-24).
San Agustín fue quien dividió las dos tablas del Decálogo teniendo en
cuenta el mandamiento del amor: en la primera tabla coloca los tres primeros
mandamientos, que se refieren al amor a Dios; y en la segunda coloca los otros
siete mandamientos, que se refieren al amor al prójimo. Esta división de San
Agustín se apoya en el Evangelio (Mt 22,34-40p), se impuso en la Iglesia y ha
llegado hasta nuestros días. Es la adoptada por el Catecismo de la Iglesia
23#Cat.Ig.Cat.,#n.#2056.
14
Católica. Por ello la seguiré también en este libro. 24Cf. Marc-Alain OUKNIN, Le
Dieci Parole, Milano 2001. A. CHOURAQUI, I dieci comandamenti, Milano
2001.
Pero no se puede afirmar que entre las dos tablas se dé una división. En
realidad el Decálogo presenta la actitud ante el prójimo entrelazada con la
actitud ante Dios. La piedad bíblica en relación a Dios no se reduce al culto,
sino que implica la vida de relación con el prójimo. Para San Pablo, el
"verdadero culto a Dios" (Rom 12,1) se vive en la vida diaria, especialmente en
relación al prójimo. Y la carta de Santiago habla del "culto intachable a
Dios" (Sant 1,27), refiriéndose a la preocupación por los huérfanos y las viudas.
El servicio a Dios y el servicio a los hombres están tan íntimamente ligados que
no puede darse el uno sin el otro: "Quien ama a Dios, ame también a su
prójimo" (1Jn 4,20). El amor a Dios se manifiesta en el amor al prójimo. Y el
amor al prójimo tiene su fundamento y su ilimitada medida y forma en el amor
de Dios, manifestado en su Hijo Jesucristo: "Amaos como yo os he amado". Es,
pues, inseparable la actitud ante Dios y la actitud ante el prójimo.
24 #SAN#AGUSTIN,#Quest.#LXXI#in#Exod.:PL#34,620s.#Anteriormente#a#San#Agustín,#para#presentar#la#vida#moral#de#los#cristianos,#
se# prefería# seguir#el# esquema# de# "los#dos# caminos":# el# camino#de# la# vida# y#el# camino#de# la# muerte.# La# tradición# rabínica# y,#
siguiendo#a#Calvino,#los#reformistas#y#anglicanos#siguen#otra#división#de#los#diez#mandamientos.
25#Cat.Ig.Cat.,#n.#2055.
15
signo de su amor indivisible al Padre y a la humanidad (Jn 13,1). Tanto el
Antiguo como el Nuevo Testamento son explícitos en afirmar que sin el
amor al prójimo no es posible el auténtico amor a Dios. San Juan lo
afirma con extraordinario vigor: "Si alguno dice «amo a Dios», y aborrece a
su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve,
no puede amar a Dios a quien no ve" (1Jn 4,20).26
Cuando desaparece la fidelidad y el amor a Dios, es señal de que falta el
conocimiento de Dios. Y entonces brotan, como consecuencia, perjurio y
mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre que sucede a
sangre (Os 4,1-2).
El amor a Dios y el amor al prójimo son las dos tablas del Decálogo,
inseparablemente unidas. No se ama a Dios sin amar al prójimo; pero tampoco
se ama al prójimo sin amar a Dios. El amor a Dios -el mayor y primer
mandamiento- es la fuente del amor al prójimo. El amor a Dios nos capacita
para amar a los hombres, guardando todos los mandamientos, expresión
concreta del amor:
Amar a Dios es amar lo que Dios ama y, sobre todo, amar a quien El ama.
Amar a los hermanos es ver en ellos el rostro de Dios y, amándolos, amamos a
Dios. El amor inspira la fidelidad en el servicio a Dios y a los hermanos. Esta es
la libertad para la que nos ha liberado Dios. Como dice Santo Tomás: "La
caridad exige que nos sirvamos mutuamente y sin embargo es libre, porque es
causa de sí misma".
26#VS,#n.14.
27#Cat.Ig.Cat.,#n.#2069.
16
La "segunda tabla" del Decálogo, cuyo compendio (Rom 13,8-10) y
fundamento es el mandamiento del amor al prójimo es la expresión de la
singular dignidad de la persona humana, la cual es la "única criatura en la
tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (GS,n.24). En efecto, los diversos
mandamientos del Decálogo no son más que la refracción del único
mandamiento que se refiere al bien de la persona, como compendio de los
múltiples bienes que connotan su identidad de ser espiritual y corpóreo, en
relación con Dios, con el prójimo y con el mundo material. (VS,n.13)28
San Pablo, frente al mundo griego o romano, que exaltan un amor -eros-
sensual y orgulloso, irresponsable y egoísta, fuente de celos y desenfrenos,
contrapone "otro tipo de amor", el cristiano, que es agápe. Un amor humilde
(Flp 2,3) y sincero (Rom 12,9), abierto al servicio y a la disponibilidad (Gál 5,13).
Este "tipo de amor" es "un amor paciente, servicial, no envidioso, no jactancioso;
que no se engríe y es decoroso, que no busca su interés ni se irrita; no toma en
cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad; todo lo
excusa; todo lo cree; todo lo espera; todo lo soporta" (1Cor 13,4-7).
Mientras el Decálogo no sea vivido por amor, aparecerá, como toda ley, bajo
el color de represión, imposición, límite y opresión. Sólo el amor hace de la
obediencia libertad, espontaneidad, creatividad y entrega confiada a Dios y al
28#Cfr#Cat.Ig.Cat.,n.2070.
17
prójimo. "El amor es el cumplimiento de toda la ley" (Rom 13,10). Amar es lo
propio, el distintivo de los hijos de Dios, puesto que es lo propio de Dios, que es
amor (1Jn 4,7ss).
En el mundo actual se vive una inquietud cada vez más amplia por hallar
una ética que salve al hombre del caos. El dominio del mundo por medio de la
técnica y de las ciencias naturales no bastan para conseguir un mundo más
humano. Más bien, la ciencia y la técnica, abandonadas a sí mismas, son una
amenaza para el hombre. Sin la sabiduría, que da sentido a la vida, el hombre
ve en peligro la vida misma y, sobre todo, la vida realmente humana. El
cristiano hoy está llamado a dar razones para vivir, a mostrar en su vida el
sentido auténtico de la vida humana. El Decálogo es un camino de vida:
Dios, autor de nuestro ser, conoce mejor que nosotros mismos lo que nos
conviene para ser realmente hombres. "Yo soy tu Dios" significa: yo sé quién
eres, cómo has sido hecho, pues soy yo quien te ha pensado, amado y creado:
"Escucha, pues, Israel; cuida de practicar lo que te hará feliz y por lo que te
multiplicarás, como te ha dicho Yahveh, el Dios de tus padres" (Dt 6,3). Jesús
dirá lo mismo en el Evangelio al legista, que ha resumido el Decálogo en el
amor a Dios y al prójimo: "Bien has respondido. Haz eso y vivirás" (Lc 10,28).
18
El Decálogo es el camino de la nueva vida del pueblo liberado. Dios con las
Diez Palabras le indica el camino para no perder esa vida en la libertad, para no
volver a la esclavitud, sino crecer cada día en la libertad como hijos de Dios. Eso
son "las diez palabras" de la alianza que Yahveh, antes de escribirlas en las
tablas de piedra, escribió en el ser del hombre, como una especie de código
genético del espíritu. Pues vivir la verdad del propio ser es, para el hombre,
amar a Dios, encontrándose con el amor que lo ha llamado de la nada a la vida.
"Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón" (Rom 10,8).
El Decálogo del Sinaí, leído a la luz del Sermón del Monte, nos da una luz
para descubrir el camino de la vida, realmente humana, según el designio de
Dios. La vida crece únicamente en la verdad. La verdad es el aire en el que la
persona respira y madura en auténtica libertad. Y el Decálogo traduce la
verdad del ser de la persona en el actuar concreto de cada día. El Decálogo son
las "diez palabras" del pueblo de Dios. Las "diez palabras", que dio a su pueblo
el Dios que antes le liberó de la esclavitud, del Dios Creador y Salvador que
sabe cuál es el bien real del hombre.
El creyente, que susurra día y noche sus palabras, que vive de su palabra,
aspira, no ya a los bienes terrenos, sino a entrar en la intimidad con Dios:
Yo digo a Yahveh: Tú eres mi Señor,
mi bien, nada hay fuera de ti.
Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa,
tú mi suerte aseguras;
la cuerda me asigna un recinto de delicias,
mi heredad es preciosa para mí...(Sal 16).
Esta es la meta del camino de la vida, que Dios ha trazado para su pueblo.
Si, en un principio, el deseo de Dios y de comunión con El se expresa en el deseo
de sus bendiciones, vistas en la tierra, el bienestar y largos años, Dios, en la
pedagogía de la revelación, termina siendo El mismo el deseado, el esperado,
como única complacencia que llena el corazón del hombre. Las promesas de Dios
son el camino que lleva al Dios de las promesas, a Jesucristo: Emmanuel, Dios
con nosotros.
Todo el Decálogo es una tutela de la vida, que Dios nos ha dado. Ya los tres
primeros mandamientos, prescribiendo dar culto y gloria a Dios, salvaguardan
la dignidad de la vida humana, pues colocan al hombre en relación de amor con
Dios. Introducen al hombre en la comunión con Dios, haciéndole partícipe de su
vida trinitaria de amor. Vivir el Decálogo es alcanzar "la vida eterna" (Mt
19,16-22).
Jérusalem,#vécu#juif#et#message,#Munich#1984,p.#172.
20
6. DIEZ PALABRAS PARA LA LIBERTAD
Dios#en#el#centro#de#la#antigua#Alianza"#(Cat.Ig.Cat.,#n.#2057).
21
Confesar que Dios es el Creador del hombre es afirmar que el hombre no es
un producto del cosmos, sometido a sus leyes mecánicas, a los procesos
naturales biológicos, fisiológicos y cosmológicos. El hombre, creado por Dios,
está en el mundo, participando del mundo, pero no sometido a la naturaleza. Es
siempre un ser singular, irrepetible, que "domina el mundo" (Gén 1,28). La fe en
Dios Creador coloca al mundo en su sitio: el mundo es mundo y no dios, es
creación, criatura y no creador. Esto significa que Dios, al crear al hombre, le da
la libertad sobre el mundo.
Y la fe en Dios, "que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no son
para que sean" (Rom 4,17), libera al hombre de la esclavitud de la muerte, que
aniquila toda libertad y esperanza. Ante la muerte, todo hombre experimenta la
impotencia que hace gritar a San Pablo: "¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de
este cuerpo que me lleva a la muerte?" (Rom 7,24). Sólo Dios, creador de la vida,
puede liberar al hombre de la amenaza permanente de la muerte. Y su fidelidad
salvadora, manifestada en la historia, es la garantía de que su amor no se
dejará vencer por la muerte. Por ello, Pablo grita: "¡Gracias sean dadas a Dios
por Jesucristo nuestro Señor!" (Rom 7,25). Ni las fuerzas de la naturaleza, ni el
progreso humano de la historia pueden liberar al hombre del miedo a la muerte,
"con el que el señor de la muerte, es decir, el diablo, le somete a esclavitud de
por vida" (Heb 2,14-15).
31 #"Una#libertad#que#insista#en#la#inocencia#del#egoísmo#natural...no#liberará,#sino#que#más#bien#reforzará#aún#más#la#soledad#y#
la# falta# de# comunicación# de# los#hombres# entre# sí".# Sínodo# de# los# Obispos# alemanes,# Declaración# conjunta# I,# Freiburg# i.Br.#
1976,p.93.
22
Si no es válida la interpretación legalista del Decálogo, porque falsea el
designio de Dios, que quiere al hombre libre, tampoco es válida la concepción de
libertad de los libertinos, a quienes no interesa lo más mínimo la libertad de
todos los hombres, sino únicamente su propia exención de obligaciones.
Semejante concepción de la libertad alimenta el egoísmo, la falta de
consideración y la inhumanidad. Es exactamente lo contrario de la libertad
bíblica, que salvaguarda el Decálogo, que se basa en las relaciones personales:
la relación del hombre con Dios y la relación de los hombres entre sí. 32
¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor... Pues lo que era
imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado
a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado,
condenó el pecado en la carne, a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en
nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu
(Rom 7,25-8,4).
32#Cfr.#J.#M.#LOCHMAN,#I#comandamenti.#Segnali#stradali#verso#la#libertà,#Torino#1986.
33 #SANTO#TOMAS,#In#Rom.#c.8,#lett.#L.#"Los#justos#no#están#bajo#la#ley#porque#el# instinto#del#Espíritu#Santo#es#en#ellos#su#propio#
instinto,#porque#tienen#una#ley#interior#y#hacen#espontáneamente#lo#que#la#ley#(externa)#manda".
23
gratuito de Dios, con ciudades, casas, pozos, viñas, olivares, que él no ha
construido o plantado. Israel goza de la salvación que Dios, desde mucho tiempo
antes, ha preparado para su pueblo, como había jurado a sus padres. En una
palabra, Israel vive en la gracia. Pero la gracia de Dios no anula la voluntad del
hombre. La gracia de Dios posibilita la respuesta del hombre a Dios, pero el
hombre puede negar esta respuesta a Dios y salirse de la gracia,
experimentando la maldición. Responder a los dones de Dios con justicia es vida
para Israel (Dt 6,24-25).
Al elegir Dios a los más débiles -un puñado de esclavos-, se está afirmando
que "la elección no se debe a los méritos de los elegidos, sino al amor y a la
gracia de Dios, que actúa libre y gratuitamente". 34 La gracia de Dios es algo
previo a toda acción humana de respuesta a Dios. "Dios nos amó primero" (1Jn
4,10). Sin esta experiencia de la gracia, todo intento de cumplimiento del
Decálogo conduce a la autojustificación y, a través de los imperativos morales, a
una crueldad sin misericordia. Es la actitud del fariseo, que se cree justo y
desprecia a los demás (Lc 18,9).
34#SCHALOM#BEN.CHORIN,#o.c.,p.#47.
24
sino que orienta la totalidad corpóreo-espiritual del hombre, llevándole a una
existencia nueva en Cristo (Cfr. GS, n.18,22,45). El don de Dios lleva un
dinamismo interior que transforma el corazón del hombre y lo vivifica en
espontaneidad capaz de llevar frutos abundantes.
Todas las parábolas del Reino, en el Evangelio, expresan, ante todo, el
primado de la gracia, a la que corresponde una actitud de reconocimiento, de
disponibilidad, de alabanza a Dios, de humildad y de abandono del hombre a
Dios, con la certeza confiada de que así desarrolla una creatividad llena de
frutos: "Quien con obediencia a Cristo busca ante todo el Reino de Dios,
encuentra en El un amor más fuerte y más puro para ayudar a todos sus
hermanos y para realizar la justicia bajo la inspiración de la caridad" (GS,n.72).
La vida cristiana comienza con un acto de fe en el amor de Dios. Este inicio
descarta la vanidad de imaginarse santo por virtud propia o por el
cumplimiento de los preceptos con el propio esfuerzo: "En efecto, vosotros habéis
sido salvados por su gracia mediante la fe; y esto no por vosotros, sino que es un
don de Dios; ni por vuestras obras, para que nadie se gloríe" (Ef 2,8). En
definitiva, según San Pablo, nosotros no vivimos virtuosamente para llegar a
ser santos, sino porque ya somos santos. Con toda claridad lo afirma el Vaticano
II:
Los seguidores de Cristo, llamados y justificados en Cristo nuestro Señor,
no por sus propios méritos, sino por designio y gracia de El, en la fe del
bautismo han sido hechos hijos de Dios y partícipes de la naturaleza divina
y, por lo mismo, santos; conviene, por consiguiente, que esa santidad que
recibieron sepan conservarla y perfeccionarla en su vida con la ayuda de
Dios. El Apóstol les amonesta a que vivan como conviene a los santos (Ef
5,3) y que, como elegidos de Dios, santos y amados, se revistan de entrañas
de misericordia, benignidad, humildad, modestia, paciencia (Col 3,12) y
produzcan los frutos del Espíritu para santificación (Gál 5,22;Rom 6,22)
(LG,n.40).
Sostener, pues, que el hombre puede salvarse con sus propias fuerzas,
observando la ley, equivale a declarar inútil la redención de Cristo: "En efecto,
si la justificación se obtuviera por la ley, Cristo habría muerto en vano" (Gál
2,21). La ley, considerada como medio para alcanzar la justicia, termina por
condenarnos a todos. San Pablo lo ha testimoniado abiertamente en la carta a
los Romanos:
Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al
poder del pecado. Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo
que quiero, sino que hago lo que aborrezco. Y, si hago lo que no quiero,
estoy de acuerdo con la ley en que es buena; en realidad, ya no soy yo quien
obra, sino el pecado que habita en mí. Pues bien sé yo que nada bueno
habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi
alcance, mas no el realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino
que obro el mal que no quiero. Y, si hago el mal que no quiero, no soy yo
quien lo obra, sino el pecado que habita en mí. Descubro, pues, esta ley:
aun queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta. Pues me
complazco en la ley de Dios, según el hombre interior, pero advierto otra
25
ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a
la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Pobre de mí! ¿Quién me
librará de este cuerpo que me lleva a la muerte? (Rom 7,14-24)
La ley, santa y buena, don de Dios para la vida, es impotente para salvar al
hombre sometido a la tiranía del pecado. Por ello, lo único que hace la ley es
poner al hombre frente a la verdad y al bien, pero no le da la fuerza de actuarlo,
ya que supera sus fuerzas. De este modo la ley se reduce a acusar al hombre,
transformándose en maldición: "En cuanto sobrevino el precepto, revivió el
pecado y yo morí. Y resultó que el precepto, dado para la vida, me fue para
muerte. Porque el pecado, tomando ocasión del precepto, me sedujo y por él me
mató" (Cfr. Rom 7,9-11), "ya que nadie será justificado ante Dios por las obras
de la ley, pues la ley no da sino el conocimiento del pecado" (Rom 3,20).
35#Cat.Ig.Cat,#n.#2070,#donde#cita#a#SAN#IRENEO,#Adv.Haer.#4,15,1.
36#Cfr#VS,n.4.
26
diversos modos -ley nueva manifestada en Cristo, ley antigua expresada en la
revelación del Sinaí, y ley natural inscrita en el ser del hombre- con que Dios
guía a los hombres, no sólo no se excluyen entre sí, sino que se sostienen y se
compenetran recíprocamente. Todos tienen su origen en el eterno designio sabio
y amoroso con el que Dios predestina a los hombres "a reproducir la imagen de
su Hijo" (Rom 8,29). 37
Pero el Decálogo, como todo don de Dios a su pueblo, es válido para todo
hombre. Ya en la elección de Abraham, padre de Israel, Dios mira a todos los
hombres: "En ti serán bendecidas todas las naciones de la tierra" (Gén 22,18). Y
cuando el pueblo, salvado de la esclavitud de Egipto, llega al Sinaí, Dios le dice:
"Vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es
toda la tierra" (Ex 19,5).
37#Cfr#VS,n.45.
38 #JUAN#PABLO#II,#Discurso#pronunciado#en#Koszalin,#el#1F6F1991.#Ya#antes,#en#Roma,#el#14#de#marzo#de#1982,#había#dicho:#"El#
Este valor universal del Decálogo, lo expresa el midrash afirmando que "el
Decálogo se promulgó en los setenta idiomas de los pueblos. Las distintas
naciones fueron invitadas a aceptar la ley de Dios. Pero cada una, por un motivo
diferente, la rechazó. Las tribus guerreras no la acogieron, pues no les parecía
bien el quinto mandamiento, que dice 'no matarás'; las tribus dedicadas a la
rapiña se negaron a acogerla porque el séptimo mandamiento dice 'no robarás';
las tribus licenciosas hicieron lo mismo a causa del sexto mandamiento que dice
'no cometerás adulterio'. Sólo Israel aceptó la voluntad de Dios, incluso antes de
conocer el contenido del Decálogo, pues cuando Dios les ofreció su ley dijeron:
'Haremos y escucharemos cuanto ha dicho el Señor'(Ex 24,7)".39
39#Cfr.#Il#dono#de#la#Torah.#Commento#al#Decalogo#nella#Mekilta#di#R.#Ishmael,#Roma#1982,#p.#57B59.
40#Cfr.#E.#FLEG,#Moisés#contado#por#los#sabios,#Bilbao#1992.
41#Mekilta#sobre#Ex#19,2.
28
gratuito para todo hombre que viene a este mundo, así también las palabras de
la Torah son un don gratuito para todo hombre". 42
42#El#don#de#la#Torah,#o.c.,p.#61.
43#Cat.Ig.Cat.,#n.#1962,#citando#a#SAN#AGUSTIN,#Sal#57,1.
44#Cfr.#A.#EXELER,#Los#Diez#Mandamientos.#Vivir#en#la#libertad#de#Dios,#Santander#1983.
29
y te echas a la espalda mis mandatos?
Cuando ves un ladrón, te vas con él;
te juntas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
y tu lengua trama el engaño;
te sientas a hablar contra tu hermano...
Esto haces, ¿y me voy a callar?
Entendedlo bien los que olvidáis a Dios,
no sea que os abandone y no halla quien os salve.
El que me ofrece sacrificios de acción de gracias,
ése me da gloria, sigue buen camino
y le haré ver la salvación de Dios. (Sal 50)
La "ley de Cristo" es Cristo mismo, que cumplió la gran misión recibida del
Padre de manifestar todo su amor a los hombres. Por ello, Cristo es para
nosotros ley de gracia, en cuanto que habita en nosotros mediante la caridad del
Espíritu Santo y nos apremia interiormente a dar frutos de vida. Vivir en Cristo
30
es vivir bajo la "ley" que nos libera y nos da la vida nueva, vida en la libertad de
los hijos de Dios. De este modo Cristo lleva a la perfección el Decálogo.
45# Cat.Ig.Cat.,# n.2054.# "La# Ley# nueva# o# Ley# evangélica,# perfección# de# la# ley# divina,# es# obra# de# Cristo# y# se# expresa#
particularmente# en# el# Sermón#de# la# Montaña.# Es# también#obra# del# Espíritu# Santo,# y#por# él# viene# a# ser#la# ley#interior#de# la#
caridad.#La# Ley#evangélica# lleva%a%plenitud%los%mandamientos#de#la#Ley,#extrae#de#ella#las#virtualidades#ocultas,#revelando#
toda#su#verdad#divina#y#humana"#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,nn.#1965K1972.
una#imagen#de#Dios#dura#y#opresora.
31
La "llamada" del hombre en Cristo determina una personalidad nueva,
elevada, penetrada de un dinamismo de caridad. Esta llamada en Cristo
constituye el nuevo ser del hombre, liberado de la esclavitud del pecado, abierto
al diálogo con Dios, de quien es imagen, y con las demás personas. Cristo es la
palabra con la que Dios nos llama y la palabra con la que nosotros hablamos a
Dios y con la que nos comunicamos con las demás personas en el diálogo de la
caridad.
En Cristo se da la síntesis perfecta entre culto-glorificación del Padre y
amor fraterno redentor. Las dos tablas del Decálogo hallan, por tanto, su
plenitud en la cruz de Cristo, manifestación de obediencia a Dios y de amor a
los hombres. El cristiano, discípulo de Cristo, incorporado a El, está llamado a
unir en una síntesis vital el amor fraterno y el culto a Dios. De un culto
auténtico a Dios surge la dinamicidad de la caridad fraterna. La vida cristiana
es, por tanto, glorificación de Dios en el amor a los hombres. Esta es la fe
animada por la caridad. Y esta fe en Cristo vivifica toda la vida del hombre:
33
lo busca de corazón. (Sal 119,1-2)
48#Cat.Ig.Cat.,#n.1953.
34
Si la Ley de Dios ha sido escrita en tablas de piedra "por el dedo de
Dios" (Ex 31,18), la "carta de Cristo" entregada a los apóstoles "está escrita no
con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las
tablas de carne del corazón" (2Cor 3,3).49
De este modo, gracias al don del Espíritu Santo, el hombre vive el primer
mandamiento, pues el Espíritu testimonia a nuestro espíritu que Dios es Padre
y nos hace capaces de invocarlo como Padre (Rom 8,15;Gál 4,6), es decir, nos
abre el camino hacia Dios, posibilitándonos para adorarlo, alabarlo, darle
gracias y servirlo: "Habiendo, pues, recibido de la fe nuestra justificación,
estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos
obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos
-la comunión con Dios-, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios... Y
la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rom 5,1-5).
49#Cat.Ig.Cat.,#n.#700.
50#SANTO#TOMAS,#In#Rom#c.#8,lett#1.
51#Cfr.#J.#MOLTMANN,#Un#nuevo#estilo#de#vida,#Salamanca#1981,#p.29I32.
35
Pues los que creen en Cristo, renacidos de germen no corruptible, por la
palabra de Dios vivo (1Pe 1,23), no de la carne, sino del agua y del Espíritu
Santo (Jn 3,5-6), son hechos por fin linaje escogido, sacerdocio real, nación
santa, pueblo de adquisición, que en un tiempo no era pueblo y ahora es pueblo
de Dios (1Pe 2,9-10).(LG,n.9)
52#Cat.Ig.Cat.,#n.1695.
53#1Cor#6,10.#Cfr.#también#1Cor#15,50;Gál#5,21;#Ef#5,5;Ap#21,8;22,15.
36
sino a dar cumplimiento. Sí os lo aseguro, el cielo y la tierra pasarán antes que
pase una i o una tilde de la Ley sin que todo se cumpla" (Mt 5,17-18).
37
II. D E C A L O G O
38
1. AMARAS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
"Dios nos amó primero. El amor del Dios único es recordado en la primera
de las diez palabras. Los mandamientos explicitan a continuación la respuesta
de amor que el hombre está llamado a dar a su Dios".54
54#Cat.Ig.Cat.,#n.2083.
39
despliegó sus alas y le tomó y le llevó sobre sus plumas. Sólo Yahveh le guió a
su destino..., le alimentó de los frutos del campo, le dió a gustar miel de la
peña... (Cfr. Dt 32)
55 " Con"una"parábola" ilustra"el" midrash"por"qué"Dios"hizo"preceder"al" don"de"la" Torah" el" misterio"de" la" elección" gratuita" de"
Israel:" Se" puede" comparar"con" uno" que" se" presentó"ante" los" habitantes"de"una" ciudad"y"les"preguntó:" ¿Puedo"reinar" sobre"
vosotros?" Ellos" replicaron:" ¿Y" qué" has" hecho" en" favor" nuestro" para" que" pretendas" reinar" sobre" nosotros?" Entonces" él"
construyó"muros"de" defensa" para" la" ciudad"y"canales" para" suministrar"agua" a" sus" habitantes;" después" combatió" por"ellos"
contra"sus"enemigos."Entonces"preguntó"de" nuevo:"¿Puedo"reinar"sobre" vosotros?"Y"ellos" le" respondieron:"ahora,"sí,"puedes"
ser"nuestro"rey."Así"hizo"el"Señor"con"Israel."Primero"les"sacó"de"la"esclavitud"de"Egipto,"dividió"el"mar"para"que"pudieran"huir"
de"sus"perseguidores,"a"quienes"sumergió"en"las"aguas,"hizo"descender"para"ellos"el"maná"del"cielo,"hizo"brotar"para"ellos"agua"
en" el" desierto," les" envió" codornices" y," )inalmente," combatió" por" ellos" contra" Amalek." Entonces" fue" cuando" les" preguntó:"
¿Puedo"reinar"sobre"vosotros?"Y"ellos"respondieron:"sí,"sí.
40
En Jesucristo, "resplandor de su gloria" (Heb 1,3), Dios nos muestra
plenamente su gloria: "Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre
nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo
único lleno de gracia y de verdad" (1Jn 1,14). Cristo es la shekinah de Dios, la
presencia de Dios entre nosotros. La persona de Cristo y todas sus acciones no
son otra cosa que manifestación de Dios, glorificación de Dios. Y, mediante el
don del Espíritu Santo, "el Espíritu de la gloria" (1Pe 4,14), Cristo asocia a sus
discípulos a su misión glorificadora del Padre: "Y la gloria que Tú me has dado,
yo se la he dado a ellos" (Jn 17,22).
El don del Espíritu Santo forma "los adoradores que el Padre desea, los que
le adoran en espíritu y verdad" (Jn 4,23-24). En este amor de entrega hasta la
muerte en cruz por los hombres, Cristo da gloria a Dios y es glorificado por El
(Jn 12,28). Unidos a Cristo, sus discípulos son invitados a ofrecer su propio
cuerpo como oblación agradable a Dios: "Os exhorto, pues, hermanos, por la
misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva,
santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual" (Rom 12,1).
Lo que Dios, en su amor hacia nosotros, espera por parte nuestra, es que
nos abramos a sus dones y vivamos de ellos. Y sus dones son, en definitiva, El
mismo que se nos dona, haciéndonos partícipes de su misma vida. En
Jesucristo, Dios se ha hecho "Dios con nosotros". Y en el don del Espíritu Santo,
se ha hecho "Dios en nosotros".
41
sentido original a las múltiples y variadas prescripciones particulares, asegura
a la moral de la alianza una fisonomía de totalidad, unidad y profundidad" (VS,
n.66). "Reconocer al Señor como Dios es el núcleo fundamental, el corazón de la
Ley, del que derivan y al que se ordenan los preceptos particulares" (VS,n.11).
Esta aceptación de "Yahveh como nuestro único Dios" se expresa de
diversas formas: escuchar al Señor, temer al Señor, caminar por los caminos del
Señor, amar al Señor, servir al Señor, adherirse al Señor, jurar en el Nombre
del Señor, observar la ley del Señor:
Y ahora, Israel, ¿qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahveh, tu Dios, que
sigas todos sus caminos, que le ames, que sirvas a Yahveh, tu Dios, con
todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos de
Yahveh y sus preceptos que yo te prescribo hoy para que seas feliz? (Dt
10,12-13).56
"No habrá para ti otros dioses delante de mí" (Ex 20,3). Yahveh exige de
Israel un culto exclusivo, como condición de la alianza. "Al Señor tu Dios
adorarás, y sólo a El darás culto" (Mt 4,10). Este es el primer sentido de la
palabra del Exodo. La negación de la existencia de otros no vendrá hasta más
adelante: "A ti se te ha dado a ver todo esto, para que sepas que Yahveh es el
verdadero Dios y que no hay otro fuera de El" (Dt 4,35).58
En forma positiva, el "no habrá para ti otros dioses delante de mí" significa
creer sólo en El, buscarlo, confiar en El, escucharle, darle culto y acogerlo en la
56#Cfr.#todo#el#texto#de#Dt#10,12311,17.
57#Dt#13,7;28,64;Jr#9,15;16,13;19,4...
58#Cfr#Is#43,10311;44,6;45,5.
42
vida. Pero esto como respuesta a Dios que se manifestó primero, ya que El nos
ha amado, ha salido a nuestro encuentro y nos ha hecho gustar su salvación.
Tener, pues, a Yahveh como único Dios significa afirmar, con el lenguaje de
la vida, que existe un solo ser a quien compete el nombre de Dios. "A El sólo
adorarás". Y adorar significa "glorificar a Dios como Dios" (Rom 1,21), "permitir
que Dios sea Dios en toda nuestra vida" (Bonhoeffer). El culto de adoración que
Dios desea es dedicación de toda la vida a su servicio, a su voluntad, que es la
salvación de los hombres. La encarnación de Cristo nos revela totalmente a
Dios. Cristo no busca su propia gloria ni hace su voluntad, sino que busca en
todos sus actos la gloria del Padre, haciendo su voluntad (Jn 8,50;7,16-18).
Cristo, dando la vida para salvación de los hombres, es la glorificación plena de
Dios. Tras las huellas de Cristo, adorar al Padre en espíritu y verdad significa
el culto a Dios y la vida de amor a los hombres. La adoración a Dios como Dios
configura toda la vida del creyente.
"No tendrás otros dioses fuera de mí", Jesús lo comenta, diciendo: "Nadie
puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se
entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero" (Mt
6,24). Y San Pablo añade: "Los que quieren enriquecerse caen en la tentación,
en el lazo y en muchas codicias insensatas y perniciosas que hunden a los
hombres en la ruina y en la perdición. Porque la raíz de todos los males es el
afán de dinero" (1Tim 6,9-10).
43
La fidelidad a la libertad es fidelidad a Dios, que nos ha liberado: "No
tendrás otros dioses", no te encadenarás de nuevo a ellos, por muy seductores
que se te presenten:
Los ídolos vanos hacen vano al que los da culto: "Como ellos serán los que
los hacen y cuantos en ellos ponen su confianza".59 Dios, por el contrario, es el
"Dios vivo" (Jos 3,10;Sal 42,3), que da vida e interviene en la historia. La
idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación
constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde
el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de
Dios. 60
Isaías identificará los ídolos con las riquezas, el poder y la fuerza, así como
el consultar a los adivinos buscando conocimientos ocultos para asegurarse el
futuro (Cfr. Is 2). Es la tentación del hombre cuando se halla en una situación
de bienestar. Entonces es fácil olvidar que los bienes son "dones" de Dios, pura
gracia (Dt 8,7-20). Entonces, "cuídate de olvidar al Señor tu Dios" (8,11.14.19),
"sino acuérdate de Yahveh, tu Dios, que es el que te da la fuerza para crear la
prosperidad, cumpliendo así la alianza que bajo juramento prometió a tus
padres" (8,18).
La idolatría, en definitiva, es egolatría. Desde el comienzo de la historia,
"el hombre se prefirió a sí mismo en lugar de Dios... Por la seducción del
diablo, el hombre quiso 'ser como Dios' (Gén 3,5), pero 'sin Dios, antes que Dios
y no según Dios'".61 Esta egolatría es la tentación de los falsos doctores, que
abandonan al Dios único, apostatando de El. Son "impíos, al convertir en
libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Dios, único Dueño, y a nuestro
Señor Jesucristo" (Jud 4). "Estos, después de haberse alejado de la impureza del
mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan
nuevamente en ella y son vencidos. Su situación es peor que la primera. Más les
valiera no haber conocido el camino de la justicia que volverse atrás del
precepto que les fue transmitido" (2Pe 2,20ss;Heb 10,26-31). Similar a la
apostasía es una vida que contradice la fe que se confiesa con los labios: "No os
conozco, apartaos de mí, agentes de iniquidad" (Mt 7,23), dirá el Señor a los que
le confiesan con la boca, pero no viven en la voluntad del Padre.
59#Sal#115,4*5.8;Is#44,9*20;Jr#10,1*16;Dn#14,1*30;Ba#6;Sab#13,1*15.19...
60#Cat.Ig.Cat.,n.#2113.
61#Cat.Ig.Cat.,#n.#398,#donde#cita#a#S.#Máximo#Confesor,#Ambiguorum#liber.
44
de Jesucristo nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo
tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén" (20-25).
"No te harás imagen alguna..." (Dt 5,8). "Tened mucho cuidado de vosotros
mismos, puesto que no visteis figura alguna el día en que Yahveh os habló en el
Hored de en medio del fuego, no vayáis a pervertiros y os hagáis imagen alguna
de cualquier representación que sea" (Dt 4,15-16). Quien intenta hacerse una
imagen de Dios, ya está sirviendo a otro dios, como en el caso de Jeroboam (1Re
12). Yahveh no es un Dios como los dioses de los otros pueblos, del que se pueda
disponer según el propio capricho. "Maldito el hombre que haga un ídolo
esculpido o fundido, abominación de Yahveh, obra de manos de artífice, y lo
coloque en un lugar secreto" (Dt 27,15), para su uso particular. Servirse de
Dios, en vez de servir a Dios, es una constante tentación, incluso para los
creyentes. A este querer utilizar a Dios para los intereses propios, reduciendo a
Dios a un medio para fines humanos, se suele da el nombre de superstición. 63
En la teofanía del Horeb Yahveh dejó oír su voz, pero no se dejó ver. No
sólo se trata de evitar la idolatría, sino también de no hacerse una imagen de
Dios. En el culto, Israel nunca podrá pretender doblegar a Dios a su propia
voluntad, sino que se someterá a la voluntad de Dios. La oración no es para que
Dios cambie su voluntad por la nuestra, sino para llevarnos a nosotros a entrar
en su voluntad: "Padre, si quieres aparta de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad sino la tuya" (Lc 22,42).
63#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#n.#2111.
46
Dios se hace accesible al hombre, no mágicamente, 64 sino en la libre
donación de sí mismo en su palabra, en el amor con el que se comunica
gratuitamente al hombre. El rostro de Cristo, voluntariamente entregado a la
muerte por los hombres, es la verdadera imagen de Dios. "La gloria de Dios está
en el rostro de Cristo, que es imagen de Dios" (2Cor 4,4.6). "El es imagen de
Dios invisible" (Col 1,15).
La relación con Dios se da, no a través del ver, sino del escuchar. Israel
ha escuchado a Yahveh que le hablaba desde el monte, pero no le ha visto (Dt
4,15). La palabra es el don de Dios, que le hace presente, sin que nadie puede
apropiarse de ella, sino únicamente acogerla en la fe y seguirla en obediencia.
Aún antes de que Moisés descienda del Monte con las tablas de la Ley, ya
el pueblo ha quebrantado "el mayor y primer mandamiento", fundamento de
todos los demás. La danza alrededor del becerro de oro (Ex 32) es la expresión
del hombre, que se engaña aferrándose a los ídolos. Este acto del "becerro de
oro" aparece en la Escritura en diversas ocasiones (1Re 12,28;Neh 9,18;1Cor
10,7). El salmista se lamenta con burla del comportamiento de los recién
salvados: "En Hored se fabricaron un becerro, se postraron ante un metal
64 #"La# consulta# de# horóscopos,#la# astrología,#la# quiromancia,#la# interpretación#de# presagios# y#de# suertes,#los#fenómenos# de#
visión,#el# recurso#a#'médiums'#encierran#una#voluntad#de#poder#sobre#el#tiempo,#la#historia#y,#)inalmente,#los#hombres,#a#la#vez#
que#un#deseo#de# granjearse# la#protección#de# poderes#ocultos.#Están#en#contradicción#con#el# honor#y#el# respeto#que#debemos#
solamente#a#Dios"#(Cat.Ig.Cat.,#n.2116).
65 #Así#se#expresa#el#midrash:#Desde#la#salida#de#Egipto,#Moisés#preguntaba#a#Dios#cada#día:#¿Cuándo#nos#darás#la#Torah?#Pero#
En realidad hay muchos dioses y muchos señores, como dice San Pablo:
"Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, de forma que hay muchos
dioses y señores, para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del
cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo,
por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1Cor 8,5-6). Es lo
que pide el primer mandamiento: "No habrá para ti otros dioses delante de mi".
Yahveh es un Dios santo, es decir, un Dios celoso, que no tolera que haya otros
dioses con El. El primer mandamiento pide al creyente que se entregue
totalmente a El (Jos 24,19). Es lo que con fuerza proclamará Elías: "Elías se
acercó a todo el pueblo y le dijo: ¿Hasta cuándo vais a estar cojeando con los dos
pies? Si Yahveh es Dios, seguidle; si Baal, seguid a ése" (1Re 18,21).
66 "
Estos" celos" de" Dios" son" la" expresión" del" exceso" mismo" de" su" amor:" Cfr." Dt" 5,9;6,15;32,21;Ex" 20,5;34,14;Nú" 25,11;Ez"
8,3F5;39,25;Za"1,14...
48
Dios, en su amor nupcial, para ser el único Dios, "humillará la altivez del
hombre, doblegará el orgullo humano, así en aquel día será exaltado Yahveh
solo y los ídolos serán completamente abatidos" (Is 2,17).
del#corazón:#Rom#2,25E29;Cfr.#1Cor#7,19;Gál#5,6;Filp#3,3;Col#2,11;3,11.#Igual#aparece#en#He#7,51.
68#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#nn.2086E2094.
49
su corazón para temerme y guardar todos mis mandamientos y de esta forma
ser eternamente felices, ellos y sus hijos!" (Dt 5,29).
Dios, en su amor sin límites, nos invita a darle culto, a adorarle como
nuestro Dios. Pero, más que de un mandamiento, se trata de un ofrecimiento a
reconocerlo, entrando en comunión con El, en los signos a través de los cuales
nos revela su gloria, su amor fiel. El signo original, sacramento visible de la
presencia de Dios entre nosotros, es Jesucristo. Acoger a Jesucristo, el Enviado
del Padre, es el culto agradable a Dios. Y, con Cristo, la Iglesia, su Esposa y su
Cuerpo, es el signo sacramental en donde Dios se nos comunica y nos salva.
En la Iglesia, constituidos por el Espíritu miembros vivos de ella, es donde
damos a Dios el culto de alabanza, que El desea. La Iglesia, que nos anuncia a
Cristo y, por el bautismo, nos incorpora a su Cuerpo, nos hace participar de la
glorificación de Cristo al Padre, del amor en el que el Padre se complace. En la
Iglesia somos constituidos "piedras vivas" para la "edificación del santuario
espiritual y del sacerdocio santo", donde "se ofrece el sacrificio espiritual, acepto
a Dios por Jesucristo" (Cfr. 1Pe 2, 4-10).
69#Mulieris#dignitatem,#n.#6
70 #Mulieris#Dignitatem,# cap.# III:# Imagen# y#semejanza# de# Dios.# Cfr.#mi#libro,#Moral# sexual.#Hombre# y#mujer,# imagen# de# Dios,#
Bilbao#1990.
51
Dios invisible (2Cor 4,4), penetra cada día más en el cristiano (2Cor 3,18) hasta
el día en que su mismo cuerpo se revista de ella a imagen del hombre celeste
(1Cor 15,49;Flp 3,21).
Esta gloria a la que Dios destina al hombre justificado por Jesucristo (Rom
8,30), es, al mismo tiempo, "alabanza de la gloria de la gracia con la que Dios
nos agració en su amado" (Ef 1,6). El hombre que vive de esta gracia de Dios,
glorifica a Dios, le rinde culto, le confiesa como Dios, vive el primer
mandamiento del Decálogo.71
Todo cuanto existe, ha sido creado por Dios para el hombre. Nada, pues, es
imagen de Dios, que esté por encima del hombre, y a lo que el hombre deba
someterse. Con esta prohibición, Dios invita al hombre, no sólo a darle gloria,
sino a una siempre "mayor gloria". Y esta "mayor gloria de Dios" es la "mayor
gloria del hombre". El hombre no está sometido a ningún poder mágico, está
siempre por encima de la "obra de sus manos". Y si toda imagen de Dios es
falsificación de Dios, toda imagen del hombre, con la que le definimos, le
limitamos, es una falsificación del hombre.73 La imagen fija del otro, le niega la
libertad, la posibilidad de cambiar. Esta prohibición del Decálogo busca impedir
71 #El# hombre#ha#sido#creado#para# la#gloria#de# Dios.#Y#"la#gloria#de# Dios#es#el# hombre# viviente,# siendo#la# vida# del#hombre#la#
visión#de#Dios":#SAN#IRENEO,#Adv.haers.#4,20,7.#Cfr#AG,n.#2;LG,n.#2).
72# SANTO# TOMAS,# In# duo# praecepta# caritatis# et# in# decem# legis# praecepta,# n.1129;# Cf# Summa# Theologiae,# IPI,q.91,a.2;#
Cat.Ig.Cat.,n.1955.
73 #B.Brecht#describe#el#intento#de#reducir#al#hombre#a#la#imagen#que#nos#hacemos#de#él#con#esta#narración:#P¿Qué#hace,#usted,#
Dios quiere ser nuestro Dios. Quiere que reconozcamos de dónde nos viene
la vida y a dónde se dirige nuestra existencia. Dios quiere ser la respuesta al
interrogante más profundo de nuestro espíritu sobre el sentido de nuestra vida.
Dios, presentándose como nuestro Dios, nos libera de la angustia del
sinsentido de la vida, de la incertidumbre y vacío de la existencia. Al reconocer
a Dios como nuestro Dios, la vida cobra peso y densidad, se carga de valor y
sentido. Sólo reconociendo a Dios, se puede estimar al hombre, confiar en el
hombre, respetar su vida y su dignidad. Sólo la fe en Dios fundamenta la
esperanza y el valor de la vida humana. Sólo si la vida es vista como don de
Dios y se cree que Dios cuida de ella, toda vida vale y merece la pena vivirla. El
primer mandamiento, proponiendo a Dios como nuestro Dios, salvaguarda
nuestra vida de todos los caprichos esclavizantes y destructores de la idolatría.
Amar a Dios supone amar al hombre, creado por Dios a su imagen. Dar
gloria a Dios incluye el respeto al prójimo, protegiendo su honor y su dignidad
de hombre. La gloria de Dios es el hombre vivo. En el Midrash se nos presenta
Moisés como maestro de la Torah, que enseña: "Escucha, Israel, el Eterno es
nuestro Dios, El es uno. Amarás al Señor, tu Dios, con toda tu alma, con todo tu
corazón y con todas tus fuerzas. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo,
porque el hombre es la imagen de Dios. Amar al hombre es amar a Dios". 75
75#E.#FLEG,#o.c.,#p.#190.
76#Cat.Ig.Cat.,#n.#2114,#con#la#cita#de#ORIGENES,#Contra#Celso,#2,40.
54
2. NO TOMARAS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
El nombre, por tanto, habla, expresa el ser de la persona: "En efecto, como
se llama, así es. Se llama Nabal (necio) y la necedad está con él" (1Sam 25,25).
Cuando los padres dan un nombre a sus hijos, les asignan una peculiaridad,
según una situación ya presente o según un deseo futuro. 78 Conocer el nombre
es adquirir un cierto poder sobre la persona. De ahí el que a veces se mantenga
en secreto el nombre o también, por ejemplo, la insistencia de Jacob por conocer
el nombre del personaje que lucha con él en el Yaboq (Gén 32,30).
77 " Es"el"
pecado"de" servirse" de" Dios" y"de" la" religión"para" nuestras" maldades." Un" ejemplo"fue" la" condena" de" Jesucristo" en"
nombre" de" Dios"y"otro,"por"ejemplo,"el"grito"blasfemo""Gott$ mit$ uns",""Dios"con"nosotros","con"el"que"los"nazis" justi)icaban"
sus"atrocidades."Cfr."Cat.Ig.Cat.,n.2148.
78 " Cfr." el" nombre" de" Isaac"(Gén" 21,6)," de" Esaú" y"Jacob"(Gén" 25,25O26)," de" Benjamín" (Gén" 35,6)..."Un"signi)icado"particular"
reviste" la" imposición" del" nombre" por" parte" de" los" profetas" (Os"1,6.6;Is"1,1ss)" y"en"el" caso"de" Juan" Bautista" y" de" Jesús" (Lc"
1,13.31.59O63;2,23).
55
En un principio, el Dios de Israel, antes de revelar su Nombre a Moisés,
sólo era conocido "como el Dios de los padres", "el Dios de Abraham, de Isaac y
de Jacob". A Jacob, en la lucha del Yaboq, Dios no le da a conocer aún su
Nombre. Así Dios es designado únicamente con adjetivos como Shadday (el de
la montaña), o con expresiones como "terror de Isaac" o "fuerte de Jacob". Pero
un día, en el Horeb, desde la zarza ardiente, Dios reveló su Nombre a Moisés:
El es Yahveh (Ex 3,13-16;6,3).79
Entre todas las palabras de la revelación hay una, singular, que es la
revelación de su Nombre. Dios confía su Nombre a los que creen en El; se revela
a ellos en su misterio personal. El don del Nombre pertenece al orden de la
confidencia y la intimidad. 80
El nombre de Yahveh expresa la presencia del Dios del Exodo, "YO SOY el
que te sacó de Egipto, de la casa de servidumbre". El nombre de Yahveh
significa "Yo estaré allí con vosotros"; implica la fuerza para salir de la
esclavitud, para ponerse en camino. El nombre de Dios es Dios actuando,
salvando.
Israel sabe, pues, que su Dios tiene un nombre propio, con el que puede y
quiere ser invocado: "Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros
padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me ha enviado a
vosotros. Este es mi Nombre para siempre, por él seré invocado de
generación en generación" (Ex 3,15). Yahveh es celoso de su Nombre (Ex
34,14). No permitirá que Israel invoque el nombre de otros dioses: "ni se oiga en
vuestra boca" (Ex 23,13). 81
79 #Yahveh# es# el# nombre# del# único# Dios# verdadero,#dirán# más# tarde# los#profetas:# "Antes# de# mí#no# fue# formado# otro# dios,# ni#
después#de#mí#lo#habrá.#Yo,#yo#soy#Yahveh,#y#fuera#de#mí#no#hay#salvador"#(Is#43,10H11).
80#Cat.Ig.Cat.,#n.2143.
81#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#nn.203H227.
56
Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Yahveh: Yo os libertaré de los
duros trabajos de los egipcios, os liberaré de su esclavitud y os salvaré con
brazo tenso y castigos grandes. Yo os haré mi pueblo y seré vuestro Dios; y
sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os sacaré de la esclavitud de
Egipto y os introduciré en la tierra que he jurado dar a Abraham, a Isaac y
a Jacob, y os la daré en herencia. Yo, Yahveh (Ex 6,6-8).
Con las dos tablas nuevas, iguales a las primeras, Moisés sube al monte,
para que Dios escriba en ellas las palabras que había en las primeras, que
Moisés rompió. En el monte Moisés invocó el nombre de Yahveh. Y Yahveh pasó
por delante de él, no dejándose ver, pero sí dejando oír su nombre: "Yahveh,
Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y
fidelidad, que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la
rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes" (Ex 34,1-7).
82#Cat.Ig.Cat.,#n.203.
57
2. NO TOMARAS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
83#Cfr.#Sal#60,13;108,13;127,1;Jr#2,30;4,30;6,29;46,11;Malq#3,14...
84#Is#52,5;Ez#37,20<23;Sant#2,7;2Pe#2,2.
58
Se abusa del nombre de Dios, cuando se le usa "mágicamente", es decir,
buscando el propio interés.85 Tomar el nombre de Dios en vano significa
llamarse creyente y no ponerse a su disposición, sino ponerle a El al propio
servicio, con fines pseudo-religiosos o profanos.86 "Hablan de ti pérfidamente,
abusando de tu Nombre" (Sal 139,20). El Dios de la libertad se transforma en el
dios personal, para uso y consumo personal, interesado. Es hacer de Dios un
amuleto mágico.
El hombre abusa del nombre de Dios cuando lo utiliza para encubrir sus
propios intereses. Y, en consecuencia, cuando se sirve del nombre de Dios para
dañar la vida y la libertad de otros hombres. En el Padrenuestro a la petición
"santificado sea tu Nombre", sigue la petición "hágase tu voluntad". Invocar a
Dios como Padre es desear que se cumpla su voluntad y que su Nombre sea
santificado. Nunca servirse de Dios para que se haga u otros hagan la propia
voluntad.
Hoy, nuestra sociedad, aparte del uso en vano del nombre de Dios,
frecuentemente peca por el lado opuesto, prescinde del nombre de Dios, o lo que
es lo mismo, prescinde de Dios. También a esto responde el Decálogo: "A
Yahveh tu Dios temerás, a El servirás, vivirás unido a El y en su Nombre
jurarás" (Dt 10,20), "Yahweh... es mi Nombre para siempre, por él seré
invocado de generación en generación" (Ex 3,15).
85 #Cfr.#el#culto#vano#dado#a#los#ídolos,#condenado#por#los#profetas,#que#usan#el#término#sàw':#Os#12,12;Jr#18,15;Jon#2,9;Sal#31,7.#
de#Dios#para#propagar#sus#propias#palabras.
87#Cfr.#Sal#24,4;144,8.11;Is#59,4;Os#10,4.
88#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#nn#215V217.
59
veracidad divina como garantía de la propia veracidad. El juramento
compromete, por tanto, el nombre del Señor... El juramento, cuando es veraz y
legítimo, pone de relieve la relación de la palabra humana con la verdad de
Dios. El falso juramento, en cambio, invoca a Dios como testigo de una
mentira.89
Con la alianza del Sinaí, Israel es "el pueblo de Dios", llamado a ser
"nación santa", porque lleva el nombre de Dios: "Sed santos, porque yo, Yahveh,
vuestro Dios, soy santo" (Lv 19,2). Pero el pueblo se separó de Dios y "profanó
su Nombre entre las naciones" (Ez 20,36). Pero, en la plenitud de los tiempos, el
Nombre de Dios Santo se nos reveló en Jesucristo, que ora al Padre por sus
discípulos: "Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean
santificados en la verdad" (Jn 17,19).
Pedir a Dios que su Nombre sea santificado nos implica en "el benévolo
designio que El se propuso de antemano" para que nosotros seamos "santos e
inmaculados en su presencia, en el amor" (Ef 1,9.4).91
89#Cat.Ig.Cat.,n.215002151.
90#En#Lv#24,10023#se#narra#la#lapidación#de#un#hombre#que#ha#blasfemado,#maldiciendo#el#nombre#de#Yahveh.
91#Cat.Ig.Cat.,n.2807.
92#SAN#CIPRIANO,#Domin.orat.#12,#citado#en#el#Cat.Ig.Cat.,#n.2813.
60
mundo perdido, pero nosotros pedimos que este nombre de Dios sea santificado
en nosotros por nuestra vida. Porque si nosotros vivimos bien, el Nombre
divino es bendecido; pero si vivimos mal, es blasfemado, según las palabras del
Apóstol: "el nombre de Dios, por vuestra causa es blasfemado entre las
naciones" (Rom 2,24). 93
93#SAN#PEDRO#CRISOLOGO,#Sermón#71,#citado#en#el#Cat.Ig.Cat.#n.#2814.
94#Se#cuenta#que#San#Francisco#de#Asís#pasó#toda#una#noche#repitiendo:#"Mi#Dios#y#mi#todo".
61
Pero, para dirigirnos a Dios y llamarle Padre, necesitamos recibir el
Espíritu de hijos, el Espíritu Santo: "En efecto, todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios son hijos de Dios. Pues no recibisteis un espíritu de esclavos
para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos
que nos hace exclamar: ¡Abba, Padre!" (Rom 8,14-15). O, como dice la carta a
los Gálatas, es el mismo Espíritu del Hijo quien clama en nuestros corazones:
¡Abba, Padre! (Gál 4,6). 95
95 #
La# Iglesia,# en# la# Eucaristía,# la# oración# del# Padrenuestro,# la# introduce# con# la# monición:# "Fieles# a# la# recomendación# del#
Salvador#y#siguiendo#su#divina#enseñanza#nos$atrevemos#a#decir:#Padre#nuestro".
96#Cat.Ig.Cat.,n.#432.
97#He#9,14.21;2,21;Jn#3,5;1Cor#1,2;2Tim#2,22...
98#SAN#GREGORIO#DE#NISA,#Sobre#el#perfecto#modelo#del#cristiano:#PG#46,286.
62
adherirse a Jesucristo confesándole como Hijo de Dios, que es al mismo tiempo
confesar a Dios como Padre.
Jesús, como Hijo, pide al Padre que glorifique su Nombre (Jn 12,28) y, al
mismo tiempo, invita a sus discípulos a pedirle que lo santifique (Mt 6,9). Y
Dios glorifica su Nombre manifestando su gloria y su poder (Rom 9,17;Lc 1,49) y
glorificando a su Hijo (Jn 17,1.5.23). Pero quiere que los cristianos lo reconozcan
y alaben el nombre de Dios (Heb 13,15) y cuiden de que su conducta no lleve a
blasfemarlo (Rom 2,24;2Tim 6,1).
Los apóstoles se sienten gozosos por haber sido "juzgados dignos de sufrir
por el Nombre" (He 5,41). "Por el Nombre se pusieron en camino" (3Jn 7) para
la evangelización. El Apocalipsis está dirigido a los cristianos que "sufren por el
Nombre" de Jesucristo (2,3), al que se adhieren fielmente (2,13), sin renegarlo
(3,8). Al vencedor en el combate contra el maligno, con la corona de gloria, se le
concede "un nombre nuevo", pues Cristo "grabará en él el nombre de Dios" (Ap
3,12).
99"He"4,17)18;5,28.40;8,12;10,43...
63
Cristo, como buen Pastor, conoce a cada una de sus ovejas por su nombre
(Jn 10,3). Los nombres de los elegidos están inscritos en el cielo (Lc 10,20), en el
libro de la vida (Filp 4,5;Ap 3,5;13,8;17,8). Entrando en la gloria, reciben un
nombre nuevo e inefable (Ap 2,17); participando de la existencia de Dios,
llevarán el nombre del Padre y el de su Hijo (Ap 3,12;14,1). Dios los llamará sus
hijos (Mt 5,9), pues lo serán en realidad (1Jn 3,1). Desde el bautismo el cristiano
quedó santificado por la invocación del nombre de Jesús sobre él. Con ese
nombre recibido de Dios en la Iglesia, cada cristiano es conocido personalmente
por Dios (Is 43,1;Jn 10,3). En el Reino de los cielos, cada uno llevará marcado en
su frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre (Ap 14,1).
64
3. SANTIFICARAS LAS FIESTAS
Recuerda el día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás
todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu
Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni
tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad. Pues en
seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y
el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo
santo. (Ex 20, 8-11)
Según la narración del Génesis, la creación del mundo y del hombre está
orientada al sábado, la "fiesta de la creación". El sábado es el distintivo bíblico
de la creación. Dios Creador es el Dios que reposa, que hace fiesta, que se
regocija con su creación y, por ello, corona la creación con el sábado. Invitando
al hombre a celebrar el sábado, le está invitando a participar de su reposo, a
hacer fiesta con El, a festejar la creación y al Creador. El hombre, como imagen
de Dios, ha sido creado para el sábado, para reflejar y alabar la gloria de Dios,
que penetra en la creación. El hombre puede llamar al sábado "delicia", pues el
que lo celebra "hallará en Dios sus delicias" (Is 58,13ss).
65
Šabbat pertenece al corazón de la ley de Israel. Observarlo es corresponder a la
sabiduría y a la voluntad de Dios, expresadas en su obra de creación.100
100#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#n.#3451348.
101#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#n.#2169.
102#Ya# en#la#formulación#del#Deuteronomio#el#tercer#mandamiento#dice:#"Guardarás#el#sábado#para#santi)icarlo,#como$te$lo$ha$
mandado$Yahveh,$tu$Dios"#(5,12)
103#Cat.Ig.Cat.,#n.2173.
104#Cat.#Ig.Cat.,#n.582.
66
El reposo sabático es un freno a la codicia del hombre, a su afán por
acumular bienes, que en su sed esclaviza al hombre, poniéndolo al servicio del
dinero, en vez de ser señor de sus posesiones. Por ello, se prohíbe en el sábado
toda actividad económica lucrativa. Se trata de salvaguardar al hombre de sí
mismo, de su avaricia.
105$Cat.Ig.Cat.,$n.$2171/2172.
106$Cat.Ig.Cat.,$n.2174.
107$Cat.Ig.Cat.,$n.$349.
67
2. SABADO, MEMORIAL DE LA LIBERTAD
108$Cat.Ig.Cat.,$n.2170.
68
muchos sábados aquel a quien salvas la vida". 109 En la Escritura, según el
comentario rabínico, se habla únicamente de "que no realices tus negocios ni
prosigas tu camino en sábado. En cambio, está permitido actuar en las cosas
de Dios".110
En el culto judío se celebra la liberación llevada a cabo por Yahveh. Para
los cristianos, esto significa que el mismo Dios, que liberó a su pueblo de la
esclavitud de Egipto, es el que nos ha liberado en Jesucristo, primogénito de
una nueva humanidad, de las ataduras de la muerte. El domingo es el memorial
de la resurrección de Jesucristo, a través del cual Dios Padre nos abrió las
fuentes de la vida. A Jesús vencedor de la muerte le han sido sometidos todos
los poderes que esclavizan a los hombres. El cristiano, bajo el señorío de
Jesucristo, encuentra la genuina libertad y la celebra en la fiesta del domingo.
110$"A$vosotros$ha$sido$dado$el$sábado,$y$no$vosotros$habéis$sido$dados$al$sábado",$dice$la$Mekilta$de$R.$Ishmael,$p.341.$
69
Y sin embargo, a pesar de las tergiversaciones del tercer mandamiento, al
estudiar el influjo del judaísmo y de la Iglesia primitiva, los historiadores
resaltan el reposo festivo como uno de los grandes aportes de la revelación a la
humanidad. El paganismo no conocía el domingo. "Ni los pueblos de la
antigüedad clásica ni nuestros antepasados paganos conocían un día de
descanso semanal". El descanso semanal es una herencia que la Escritura ha
dado a la humanidad. 111
La institución del día del Señor contribuye a que todos disfruten del tiempo
de descanso y de solaz suficiente que les permita cultivar su vida familiar,
cultural, social y religiosa (GS,n.67). Durante el domingo y las otras fiestas de
precepto, los fieles se abstendrán de entregarse a trabajos o actividades que
impidan el culto debido a Dios, la alegría propia del día del Señor, la práctica de
las obras de misericordia, el descanso necesario del espíritu y del cuerpo (CIC
can. 1247). 112 "Los cristianos deben santificar el domingo dedicando a su familia
el tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana".113
111"Cfr."M."GARCIA"CORDERO,"Biblia"y"legado"del"Antiguo"Oriente,"Madrid"1977,"p.324.
112"Cat.Ig.Cat.,"n."2184D2185.
113"Cat.Ig.Cat.,"n.2186.
114"Cat.Ig.Cat.,"n."2171.
70
como el arco iris lo será de la segunda alianza con Noé después del diluvio
(Gén 9,12-13), y la circuncisión lo será de la alianza con Abraham (Gén
15,7-18).
115#Se#repite#en#los#v.#19120:#"Yo#soy#Yahveh,#vuestro#Dios.#Seguid#mis#preceptos,#guardad#mis#normas#y#ponedlas#en#práctica.#
Santi)icad#mis#sábados;#que#sean#una#señal#entre#Yo#y#vosotros,#para#que#se#sepa#que#yo#soy#Yahveh,#vuestro#Dios".
116#A#esto#corresponde#el#que#la#Iglesia#considere#el#comienzo#del#domingo#con#las#Iª#Vísperas#y#que#la#Eucaristía#dominical#se#
pueda#celebrar#"tanto#el#día#de#la#)iesta#como#el#día#anterior#por#la#tarde"#(CIC#can.#1248,1).
117#Cfr.#Mekilta,#o.c.,p.#86191.
118#Los#fariseos#no#permitían#llevar#una#camilla#a# cuestas#(Jn#5,10),#ni#cuidar#a#un#enfermo#(Mc#3,2;Lc#13,14),#ni#coger#espigas#
Por ello, ya los profetas, al mismo tiempo que anunciaban una nueva
alianza y una ley nueva, anunciaba un nuevo culto, expresión de un corazón
nuevo, grato al Señor:
He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y
enseguida vendrá a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis...
Purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como el oro y la plata; y serán
para Yahveh los que presentan la oblación en justicia. Entonces será grata
a Yahveh la oblación de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño,
como en los años antiguos (Ml 3,1ss).
Y este nuevo culto no será ya exclusivo de Israel, sino que se elevará a Dios
desde todos los pueblos de la tierra: "Pues desde el sol levante hasta el poniente,
grande es mi nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrecerá a mi
Nombre un sacrificio de incienso y una oblación pura" (Ml 1,11).
119#Cfr.#Am#4,4s;5,21025;Os#8,13;Is#1,10017;Jr#6,16021;7,1015;7,21023;Miq#6,208.
72
intereses sin tener en cuenta la voluntad de Dios reflejada en el Decálogo.
Yahveh, el Dios revelado, es un Dios "que prefiere la misericordia a los
sacrificios" (Pr 21,3;Mc 12,33).120
Jesús, en línea con los profetas, se opone también a esta falsa concepción
del culto: "No todo el que me diga 'Señor, Señor' entrará en el Reino de los
cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre, que está en los cielos" (Mt
7,21). Como Jeremías, también sale en defensa del verdadero culto a Dios:
"¿Creéis que el templo, que lleva mi Nombre -oráculo del Señor-, es una cueva
de ladrones?" (Jr 7,11), o en palabras de Jesús:
Jesús llegó a Jerusalén y entrando en el templo empezó a expulsar a los
que vendían y a los que compraban en el templo, y volcó las mesas de los
cambistas y de los que vendían palomas, diciéndoles: ¿No está escrito: "Mi
casa se llamará casa de oración? ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva
de ladrones"! (Mc 11,15-17).
120$ Cuando$ Dios$ rechaza$ a$ Saúl,$le$ dice$ por$ boca$ del$ profeta$ Samuel:$ "¿Acaso$se$ complace$ el$ Señor$ en$ los$holocaustos$ y$
sacri)icios,$como$en$la$ obediencia$a$ la$ palabra$del$ Señor?$Mejor$es$obedecer$que$sacri)icar,$mejor$la$docilidad$que$ la$ grasa$de$
carneros...$Por$haber$rechazado$al$Señor,$el$Señor$te$rechaza$hoy$como$rey"$(1Sam$15,22L23).
73
vuestro culto espiritual (Rom 12,1).121
Los que vivían según el orden de cosas antiguo, han pasado a la nueva
esperanza, no observando ya el sábado, sino el Día del Señor, en el que nuestra
vida es bendecida por El y por su muerte. El Verbo trasladó la fiesta del sábado
a la aparición de la luz y nos dio, como imagen del verdadero reposo, el día
salvador, dominical y primero de la luz, en el que el Salvador del mundo,
después de haber realizado todas su obras entre los hombres y haber vencido la
muerte, franqueó las puertas del cielo, superando la creación en seis días y
recibiendo el bienaventurado sábado y el reposo beatífico. 124
122#Cat.Ig.Cat.,#n.#2175.
123#Cat.Ig.Cat.,#n.#2176.
124#SAN#IGNACIO#DE#ANTIOQUIA,#Ad#Magnesios#9,1.#Cfr.#el#primer#cap.#de#mi#libro#Hombre'en'Diesta,#Bilbao#1992.
125#Cat.Ig.Cat.,#n.1166.
74
Celebramos con Dios el triunfo de su Hijo, que es nuestro triunfo. Así
glorificamos a Dios y convertimos nuestra persona y nuestra vida en gloria de
Dios, "en alabanza de la gloria de su gracia" (Ef 1,6). La Eucaristía es
celebración que, al mismo tiempo, nos enseña a vivir en la gratuidad. El
cristiano, que en familia canta los "salmos de la creación", con su alabanza y
acción de gracias al Creador, experimenta que el mundo es creación y regalo de
Dios y halla reposo de todos sus afanes.
Ningún mandamiento ha sido quizás más tergiversado que éste. Tanto
entre los judíos como entre los cristianos, el tercer mandamiento ha suscitado
una casuística mayor que todos los demás mandamientos juntos. No es por
casualidad que los más duros choques de Jesús con los doctores de la ley fueron
a causa de la interpretación del reposo sabático. De fiesta de la vida y de la
libertad, el sábado -o el domingo- se ha transformado frecuentemente en un
fardo pesado.
Y no han mejorado nada las cosas con la "liberación del domingo" llevada a
cabo por el secularismo de nuestro tiempo. Liberado de la disciplina
eclesiástica, el domingo ha desencadenado unos modelos de vida que han
generado toda una serie de imposiciones. La industria del "tiempo libre" ha
llevado a que los días festivos se pasen insensatamente, como tiempo perdido,
agitado, que cansan o aburren más que los demás días de la semana. Al hombre
que no tiene nada que celebrar ni a Quien celebrar, en el descanso le afloran de
forma agobiante la pobreza o falta total de sentido de su existencia. El absurdo
de un tiempo vacío se le hace insoportable y necesita aturdirse con el licor, las
orgías, la droga y la música y bailes ensordecedores. Es la enfermedad del
llamado "síndrome del fin de semana".126
La existencia del hombre no se justifica por lo que produce, sino por lo que
acepta recibir de Dios, celebrándolo. En la gratuidad de la "pérdida del tiempo"
el hombre experimenta la libertad salvadora. Pero para que la fiesta sea fiesta
liberadora no basta con la interrupción del trabajo, es preciso además
"santificarla" y vivirla en el gozo de la comunidad de hombres salvados. Es lo
que propone el tercer mandamiento del Decálogo. El descanso que Dios ofrece al
hombre es el del júbilo y no el de la "jubilación". 127
126$El$sábado$no$es$una$ocasión$para$la$frivolidad:$"El$trabajo$sin$dignidad$es$causa$de$miseria,$pero$el$descanso$sin$espíritu$es$
origen$ de$ depravación.$ Por$ eso$ la$ oración$ judía$ de$ la$ tarde$ para$ acoger$ al$ Sabbat$ dice:$ Que$ tus$ hijos$ se$ den$ cuenta$ y$
entiendan$que$el$descanso$viene$de$ti$y$que$descansar$signi)ica$santi)icar$tu$nombre":$ A.J.$HESCHEL,$El$Sabbat,$Bilbao$1989,p.$
29O31.
127 $ Un$ relato$ rabínico$narra$ lo$siguiente:$ En$ cierta$ ocasión$el$ emperador$de$ Roma$ preguntó$a$ R.$Yehudah:$ O¿Como$ es$ que$
vuestra$ comida$ sabática$ huele$ tan$ deliciosamente?$ OMuy$ sencillo:$ porque$ le$ echamos$ un$ condimento$ que$ no$ hay $en$ las$
despensas$ reales.$ O¡Cómo!$¿Qué$ falta$ en$ mi $despensa?$ OEl' sábado.$De$ él$ viene$ ese$ delicioso$aroma.$ODame$ un$ poco$de$ ese$
condimento.$OEs$inútil.$Tal$condimento$sólo$sirve$a$quien$celebra$el$sábado.
75
para mejorar la eficacia productiva. El sábado es fin y no medio. Es el día para
cantar la vida y a Dios Creador de la vida. Significa siempre reposo, pero reposo
ante el Señor, en el Señor. Este es el verdadero reposo liberador, realmente
festivo, según la conocida frase de San Agustín: "Nos hiciste, Señor, para ti, y
nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti". Y la carta a los
Hebreos nos dice: "Hay un descanso sabático para el pueblo de Dios. Pues quien
entra en su descanso, también él descansa de sus trabajos, al igual que Dios de
los suyos" (Heb 4,9-10).
128$Cat.Ig.Cat.,$n.$2182.
129$Cat.Ig.Cat.,$n.$1167.
76
4. HONRARAS A TU PADRE Y A TU MADRE
130$Cfr.$Carta$a$las$familias$de$Juan$Pablo$II,$n.15.
131$Cat.Ig.Cat.,$n.2197.
77
Toda paternidad proviene de Dios (Ef 3,14),132 que ha querido asociar a su
acción creadora a los hombres. Y si los padres participan del poder creador de
Dios merecen honor por ello. Dios da la vida a los hijos mediante la cooperación
de los padres. El cuarto mandamiento nos hace tomar conciencia de algo que
nos es dado con la vida misma, es decir, nuestra relación con Dios y con los
padres, que nos han dado la existencia. El cuarto mandamiento nos hace
presente la fuerza creadora del amor, de la que los hijos son fruto.
La relación padres-hijos tiene como arquetipo la relación de Dios con los
hombres. O aún más, el tipo de toda comunión de vida es la vida intratrinitaria.
El origen de la vida está en Dios Padre, que engendra al Hijo amándolo y
donándose a El. El Hijo es en cuanto engendrado por el Padre y en cuanto se
vuelve hacia al Padre, amándolo con el mismo amor con que es amado. Este
amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre es el Espíritu Santo, lazo de amor en
la comunión trinitaria.
132$Cfr.$La$carta$a$las$familias$del$Papa$Juan$Pablo$II$con$motivo$del$año$de$la$familia$del$2=2=1994.
133$Cat.Ig.Cat.,$n.2205.
134$JUAN$PABLO$II,$Discurso$pronunciado$en$Kielce,$el$3=6=1991.
78
En su realidad más profunda, el amor es esencialmente don; y el amor
conyugal, a la vez que conduce a los esposos al recíproco conocimiento
que les hace una sola carne, no se agota dentro de la pareja, ya que los
hace capaces de la máxima donación posible, por la que se convierten en
cooperadores de Dios en el don de la vida a una nueva persona humana. De
este modo los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí
mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente
de la unidad conyugal y síntesis viva e inseparable del padre y de la madre
(FC,n.14)
La piedad filial es, por tanto, expresión de gratitud a los padres por el
don de la vida:
Con todo tu corazón honra a tu padre, y no olvides los dolores de tu madre.
Recuerda que por ellos has nacido, ¿cómo les pagarás lo que contigo han
hecho? (Eclo 7,27-28)
135$El$midrásh$multiplica$los$paralelos$bíblicos$entre$el$honor$a$Dios$y$a$los$padres.$Cfr.$Melkita,$o.c.,$p.93?96.
79
2. LOS PADRES, TRANSMISORES DE LA FE
Por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres han recibido la
responsabilidad y el privilegio de evangelizar a sus hijos. Desde su más
tierna edad, deberán iniciarlos en los misterios de la fe de los que ellos son para
sus hijos los "primeros heraldos de la fe" (LG 11). Desde la más tierna edad
deben asociarlos a la vida de la Iglesia. La forma de vida en la familia puede
alimentar las disposiciones afectivas que, durante la vida, serán auténticos
cimientos y apoyos de una fe viva.139
136$ Un$ conocido$ actor$italiano,$ al$ preguntarle$ sobre$ su$ relación$ con$ los$ hijos,$ declaraba:$ "Les$ he$ dejado$vivir$ y$ ellos$ han$
correspondido$no$pretendiendo$nada$de$mí".
137$Pr$1,8;4,1F3;6,20;Eclo$7,23F30;30,1F13.
138$Cat.Ig.Cat.,$n.1656s.
"la$catequesis$familiar"$(n.$2226).
80
Con relación al cuarto mandamiento, San Pablo no sólo amonesta a los
hijos, sino también a los padres:
Hijos obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo. Honra a
tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una
promesa: Para que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra. Padres,
no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la
instrucción y la corrección según el Señor (Ef 6,1-4;Cfr. Col 3,20-21).
Ya el Eclesiástico decía:
El que ama a su hijo, le corrige sin cesar para poderse alegrar en su futuro.
El que enseña a su hijo, sacará provecho de él; entre sus conocidos de él se
gloriará (30,1-2).
Los padres siempre encontrarán en la actitud de Dios Padre para con los
hombres una luz para su actuación con los hijos. Dios es el Padre que siempre
ama. Y porque ama corrige y respeta la libertad del hombre. El amor es
paciente, no busca el propio interés, no se irrita, no toma en cuenta el mal, se
alegra con la verdad, todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, soporta todo, se
manifiesta en la corrección y en el perdón. Sin este amor el padre se siente
perdido en relación a sus hijos y los hijos pierden la brújula de su vida. Dos
esposos, unidos entre sí por el amor conyugal y con los hijos por el amor
paterno, se hacen signo del amor de Dios.
140$Carta$a$las$familias,$n.15.
81
continuidad del statu quo y frenar todo proceso de cambio. Desde una cierta
antropología cultural se acusa a la familia de mantener las reglas y apagar la
creatividad del hombre. En el campo de la política se acusa a la familia de
favorecer la mentalidad gregaria, ahogando toda iniciativa personal. Y la
misma ética laicista se opone a la educación de la familia, acusándola de
cultivar una moral burguesa, formal y ritualista...
Tanto Mateo como Lucas han señalado, en sus genealogías, cómo Jesús
entra en la historia humana, como fruto y cumplimiento de la promesa hecha a
Adán, a Noé, a Abraham y a su descendencia: la bendición de la familia (Gén
1,28;9,7;12,3).
141#Cfr.#Cat.Ig.Cat.#n.#2230.
82
Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la familia de José y de María. La
Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde los orígenes, el núcleo de
la Iglesia estaba a menudo formado por los que, "con toda su casa", habían
llegado a ser creyentes (He 18,8;16,31;11,14). Estas familias eran islotes de vida
cristiana en un mundo no creyente. En nuestros días, en un mundo
frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen
una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por
eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión,
"Iglesia doméstica" (LG 11;FC 21). En el seno de la familia, "los padres han de
ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su
ejemplo y han de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial
cuidado, la vocación a la vida consagrada" (LG 11). 142
Pero, al mismo tiempo que Jesús en persona es una bendición para la
familia y se somete a sus padres (Lc 2,51), también revela que su vida, como la
de todo hombre, viene de Dios y que su misión es realizar la misión que el Padre
le ha encomendado. Cuando se queda en el templo y, al encontrarle después de
tres días, su madre le diga: "Hijo, ¿por qué has hecho esto? Mira, tu padre y yo,
angustiados, te estábamos buscando", El les responderá: "Y ¿por qué me
buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa -o cosas- de mi Padre?" (Lc
2,41-49).
142$Cat.Ig.Cat.,$n.$1655/1656.
83
Contra la práctica legalización del divorcio, Jesús recuerda el designio
original de Dios al crear al hombre y a la mujer: "al principio no fue así" (Mc
10,1-12;Mt 19,19). Dios es el creador de la familia y, por ello, es el garante de
ella. La unión del hombre y la mujer es signo eficaz de la alianza de Dios y su
pueblo, y ésta es radical e indisoluble, pues Dios es fiel. Y en relación al cuarto
mandamiento, Jesús desenmascara todos los artilugios de los fariseos, con los
que "violan el mandamiento de Dios para conservar sus tradiciones" (Mc
7,8-13).
Jesús, a los discípulos que han abandonado todo para seguirlo, les ofrece
una nueva familia, que es la comunidad de fe congregada en torno a El. Esta es
la recompensa con la que Jesús responde a Pedro: "Yo os aseguro, nadie que
haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y
por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos y haciendas, con persecuciones; y en el
mundo venidero, vida eterna" (Mc 10,29-30).
84
No obstante, Jesús no consideró la familia como algo absoluto. El se sintió
libre de la familia para seguir el plan de Dios. Y exigió a sus discípulos la
misma libertad. No se puede hacer un ídolo de la propia familia, que sustituya a
Dios. Familia, dinero, poder y prestigio, idolatrados, pueden impedir seguir a
Dios y hacer su voluntad (Lc 9,61-62; Mt 8,21-22;Lc 9,59-60). La verdadera y
definitiva familia es la comunidad de sus seguidores (Mc 3,31-35;Mt 12,46-50;Lc
8,19-21). Jesús se siente más vinculado a la comunidad de los discípulos que a
la familia humana. Para Jesús el centro de todo es la relación con Dios como
Padre y la relación con los hombres como hermanos. (Cfr. Jn 1,11-13). No son
los lazos de sangre lo que cuenta, sino la nueva familia de los hijos de Dios,
"nacidos no de la carne ni de la sangre, sino de Dios".
ella,$sino$que$indica$a$los$siervos:$"Haced$lo$que$El$os$diga".
144$Frecuentemente$los$ideales$de$la$familia,$Ique$los$hijos$tengan$mucho,$suban$en$la$vida,$triunfen,$ocupen$el$primer$puesto,$
145$Mt$10,38;16,24;Mc$8,34;10,32;Lc$9,23;Jn$12,26;13,36I37;21,19.
85
Pero los padres han de ver a sus hijos como personas que Dios les ha
confiado para que les eduquen y les lleven a la estatura adulta. Para ello se les
ha dado una "autoridad educativa", no una autoridad posesiva. Los hijos no les
pertenecen, deberán ser educados para que un día "dejen al padre y a la madre
y se unan a su esposa (o esposo)" para formar una nueva familia, o seguir al
Señor en su vocación de célibes o vírgenes. La autoridad de los padres tiene la
tarea de irse haciendo poco a poco inútil, innecesaria. El deber de la obediencia
es transitorio, reducido a un tiempo de la vida. En cambio el honor, el respeto y
el amor a los padres abarca toda la vida. 146
A esta luz, este mandamiento cobra una actualidad máxima. Es uno de los
problemas graves de nuestra sociedad, que abandona en la soledad a los
ancianos, recluyéndolos en los asilos lejos de su familia.
146$Cat.Ig.Cat.,$n.2217.
147$Cat.Ig.Cat.,$n.2218.
86
El mandamiento de Dios es incondicional. Dios quiere que se honre a los
padres, no porque sean buenos padres, sino por el hecho de que son los padres, a
quienes los hijos deben el don de la vida. Incluso, en una cultura divorcista
como la actual, los hijos de padres separados, aunque les toque sufrir las
consecuencias de esa separación, el Evangelio les invita al perdón. Y el cuarto
mandamiento les recuerda, que a pesar de todo, su vida la deben a esos padres
concretos, a quienes deben honrar.
El verbo honrar (kbd), que se usa en relación a los padres, es usado
también en relación a Dios. El profeta Malaquías llega a unir en un mismo
versículo (1,6) el honor a los padres y el honor a Dios. Al pedir Dios a los hijos
que tributen a los padres el honor que le es debido a El, está mostrando que los
padres son, en cuanto padres, cooperadores suyos en la procreación de los
hijos.148
reconocerle$ el$ puesto$ que$ le$ corresponde.$ Cuando$ Saúl$ pide$ a$ Samuel:$ "Hónrame$ ante$ los$ ancianos$ del$ pueblo",$ le$ está$
diciendo$que$le$reconozca$como$rey$ante$los$demás$(1Sam$15,30).$
149 $Cfr.$Ex$ 12,26;13,14;Dt$ 6,20;32,7;Jos$4,21;Job$8,8.$En$ este$ sentido,$el$ mandamiento$incumbe$ también$ a$ los$ padres$y$a$ los$
ancianos,$que$deben$saber$responder$las$preguntas$de$los$hijos.
enseña:$'Honra$al$Señor$con$tus$bienes'$(Pr$3,9).$Esto$signi)ica:$con$alimentos,$bebidas$y$vestidos$limpios",$p.93.$
151$Lo$mismo$en$Ex$21,15.17;Lv$20,9;Eclo$3,16;Mt$15,4.
87
tributado a sí, el honor dado a los padres. Por ello acompaña este mandamiento
con una promesa: larga vida y felicidad.
152$Cat.Ig.Cat.,$n.2220.
88
5. NO MATARAS
Negando a Dios, han ido cayendo todas las razones éticas para apoyar
sobre ellas el valor de la vida. Si la vida no tiene en Dios su principio y su fin,
89
pierde todo significado y valor. El quinto mandamiento, con el "no matarás", da
un valor y un sentido a la vida, a toda vida humana.
El valor de la vida del hombre le viene del hecho de ser imagen de Dios.154
Dios no se ha apropiado el derecho a la vida del hombre por un capricho, sino
que es algo que el hombre lleva estampado en su mismo ser. Es el hálito de vida
que Dios ha infundido en el hombre, haciéndolo a su imagen: "Quien vertiere
sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida, porque a imagen de
Dios hizo El al hombre" (Gén 9,6). La vida del hombre está coronada de un halo
sacro, que hace de ella algo divino. Por ello Dios mismo pide cuentas de la
sangre derramada: "La voz de la sangre de tu hermano -dice Dios a Caín- clama
a mí desde el suelo" (Gén 4,10).
153$Cat.Ig.Cat.,$n.$2258.$Para$todo$el$quinto$mandamiento,$Cfr.$mi$libro$Bioética.$La$vida$don$de$Dios,$Madrid$1991.
154$"Sobre$una$tabla$está$escrito:$Yo$soy$el$Señor$tu$Dios$y,$en$frente,$sobre$la$otra:$No$matarás.$Esto$indica$que$quien$derrama$
sangre$humana,$para$la$Escritura,$es$como$si$disminuyera$la$imagen$de$Dios"$(Melkita,$o.c.,$p.99.$
155$Juan$Pablo$II$en$la$Jornada$de$la$juventud,$en$Denver,$el$14Q8Q1993.
90
Cada hombre es alguien, único, irrepetible. Es alguien a quien Dios ama y
conoce por su nombre. La fe en Dios Creador potencia definitivamente la
dignidad de la persona humana. Esta fe abre al hombre a la transcendencia, a
una dignidad sobrenatural. Y el cristiano, además, cree que Dios se ha hecho
hombre y, en Cristo, ha asumido totalmente al hombre. En Cristo el hombre ha
sido glorificado.
156$JUAN$PABLO$II,$Primer$radiomensaje$de$Navidad$al$mundo,$AAS$71(1979)66.
91
alcanzar el cielo, añadiendo ladrillo a ladrillo en la construcción de la torre de
Babel. Pero la codicia y la violencia, fruto de la envidia anidada en el corazón,
crece "como una fiera agazapada a la puerta de casa" (Gén 4,7), dispuesta a
lanzarse contra el que se acerque al hombre. El hombre, sin Dios, para defender
su vida, es capaz de matar a quien se acerque a su casa, a quien quiera entrar
en su vida. El otro, por el simple hecho de ser "otro", ya es visto como
enemigo.157
La tierra misma se estremece ante el homicidio y no cubre la sangre
derramada sobre ella. La sangre inocente sube, como un lamento, hasta Dios,
dador y custodio de la vida (¡hasta de la vida del asesino!). La tierra, desolada,
no acogerá a Caín ni le dará sus frutos, debiendo pasar su vida como
vagabundo, errante de una lugar a otro, huyendo de sí mismo y de Dios,
buscando esconderse de Dios sin lograrlo nunca, expuesto a la muerte a todas
horas.
157$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,$n.$225912260.
92
inmensa de agresiones a la vida: actitudes, ideologías y estados de opinión que
constituyen auténticas negaciones de la vida.
De todos los seres creados por Dios, "el hombre es la única criatura
terrestre a la que Dios ha amado por sí misma" (GS,n. 24). "El don de la vida,
que Dios Creador y Padre ha confiado al hombre, exige que éste tome conciencia
de su inestimable valor" (DV, n.1):
Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de
conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por
consiguiente se debe proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción
(GS,n. 51).
3. NO MATARAS
a) Homicidio
158$JUAN$PABLO$II,$Es$necesario$poner$un$dique$al$terrorismo,$Ecclesia$1979(1980)8D11.
93
asesinato es, humana y teológicamente, lo peor que un hombre puede hacer a
un semejante. Se trata de la ruptura irreversible de toda relación interhumana.
Nunca es solución a un posible conflicto. El asesino se constituye en señor de la
vida y de la muerte, atribuyéndose algo que sólo compete a Dios. Al "usurpar el
puesto de Dios", viola el primer mandamiento, al privar a su prójimo de aquel
derecho primario que Dios le ha concedido y que, por tanto, sólo El puede
reclamar: la vida. Ya en la condena del primer asesinato de la historia bíblica el
motivo es "porque Dios ha hecho al hombre a su imagen" (Gén 9,6).
159 $
Distinto$de$ los$ más$ comunes$hàrag$ y$ mûth,$ que$ expresan$ la$ muerte$ del$ enemigo$ en$ la$ batalla$ o$la$ ejecución$ de$ una$
condena$a$muerte$en$un$juicio.
160$Esta$es$la$situación$que$se$da$en$todo$aborto.$Es$como$asesinar$al$forastero,$a$la$viuda$o$al$huérfano,$que$no$tienen$quien$
les$proteja$ (Sal$ 94,6).$ Es$ el$ caso$del$ famoso$crimen$ de$ Guibeá,$ en$ que$ se$ usa$ el$ mismo$verbo,$ por$tratarse$de$ una$ persona$
inerme$(Ju$19;Cfr.20,4).$También$se$usa$ràsah$para$ designar$el$asesinato$legal$de$ Nabot,$víctima$inocente$e$indefensa$de$Acab$
(1Re$21,19).$"Maldito$quien$mate$a$traición$a$su$prójimo",$dirá$el$Deuteronomio$(27,24).
161$Gén$9,6;37,22;Nu$35,33;Dt$19,10;21,7;1Sam$25,31;2Re$21,16;24,4;Is$59,7;Jr$7,6;22,3.17...
94
exclusivo y propiedad de Dios. Al ser Dios quien da la vida, toda vida es
tutelada por El.162
b) Aborto
162$Pero$se$condena$igualmente$el$matar$sin$derramamiento$de$sangre,$hasta$sin$mover$un$dedo$(Cfr$1Re$21,19).
163$Cat.Ig.Cat.,$n.$2261.
164$TERTULIANO,$Apol.$I,9,8.
95
tejido en el seno materno. Te doy gracias por tus maravillas: prodigio soy de tus
manos, son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma y no se te
ocultaban mis huesos. Cuando en lo oculto me iba formando, y entretejiendo en
lo profundo de la tierra, mi embrión tus ojos lo veían; estaban escritos en tu
libro, calculados mis días antes que llegase el primero" (139,13-16).
c) Eutanasia
Es evidente que no toda culpa moral debe estar penalizada, como delito
jurídico. Legal y moral no son lo mismo. El orden jurídico siempre es más
reducido que el orden moral. La sociedad sólo debe penalizar lo que perjudica a
la convivencia social. En relación al aborto o a la eutanasia, además de ser una
165$Cfr.$Didajé$2,2;$Carta$a$Bernabé$19,5;$Epístola$a$Diogneto$5,5;Tertuliano,$Apol.$9.
un$genotipo$distinto$del$ genotipo$del$ padre$y$de$ la$ madre,$ con$posibilidad$ de$ desarrollo$ autónomo.$El$ óvulo$fecundado$no$
pertenece,$pues,$a$ la$madre$ como$un$tejido$o$un$órgano$de$ ella.$El$ embrión$depende$de$la$madre$ como$ambiente$vital,$de$la$
madre$ recibe$ protección$ y$ alimento,$ pero$ biológicamente$ es$ un$ ser$ con$ vida$ distinta$ de$ la$ de$ la$ madre,$ es$ decir,$ única$ e$
irrepetible.$El$ proceso$de$ desarrollo$y$crecimiento$es$ordenado,$ no$por$la$ madre,$ sino$por$el$ propio$embrión,$que$ posee$su$
patrimonio$genético,$inscrito$en$el$ DNA$de$sus$cromosomas,$en$base$ al$ cual$posee$ todas$las$informaciones$y$energías$vitales$
que$hacen$de$él$un$ser$singular,$distinto$de$todos$los$demás.
167$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,$n.$2276P2279.
96
culpa moral, ¿son delitos que deben ser penalizados? ¿O, como hoy piensan
muchos, deben ser despenalizados y legalizados?
Sobre esto hay que afirmar que el matar es el atentado más grave contra la
dignidad de la persona humana, que le priva de todos los demás derechos. Si no
se penaliza este delito, no se puede penalizar ningún otro delito, ni el robar, ni
el secuestrar, ni el violar ni nada... No es coherente despenalizar lo más grave y
penalizar lo más leve. Donde se despenaliza el matar, se tiene que suprimir el
código penal.
d) Suicidio
e) La guerra
168$Cat.Ig.Cat.,n.$2280.
97
condiciones señaladas, porque harían prácticamente injustificable cualquier
guerra con los armamentos actuales.
matices$distintos.$Cfr.$el$discurso$en$Radom$del$4<6<1991.
98
mercancía que se puede organizar, comercializar y manipular a gusto
personal.
99
Este texto de San Pablo no hace otra cosa que comentar la interpretación
del quinto mandamiento del Sermón de la montaña. El primer ejemplo que pone
Jesús de "una justicia mayor", a la que están llamados sus discípulos, se refiere
al quinto mandamiento: "Habéis oído que se dijo a los antepasados: No
matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pero yo os digo: todo aquel
que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame
a su hermano 'imbécil', será reo ante el Sanedrín; y el que le llame 'renegado',
será reo de la gehenna de fuego" (Mt 5,21-23).
No es suficiente "no matar". Jesús mira al interior del hombre, "al corazón
de donde salen los asesinatos" (Mc 7,21). El acto externo no es más que el final
del odio que se ha ido acumulando en el interior contra el hermano. Se trata,
pues, de arrancar la raíz del mal que lleva al asesinato. Es más, se trata de
vencer el mal con el bien, el odio con el amor. Es el camino señalado por
Jesucristo que invita a la reconciliación con el hermano: "Ponte enseguida en
paz con tu adversario mientras vas con él por el camino" (Mt 5,25). El
cumplimiento y plenitud que da Jesucristo al "no matarás", consiste en "dar la
vida por el otro": "Amaos como yo os he amado".
Seis cosas hay que aborrece Yahveh, y siete son abominación para su alma:
ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazón
que fragua planes perversos, pies que corren ligeros hacia el mal, testigo falso
que profiere calumnias y el que siembra pleitos entre hermanos (6,16-19).
Quien habla sin tino, hiere como espada (12,18). Lengua perversa rompe el
alma (15,4). 170
170$Lease$en$la$carta$de$Santiago$(3,1611)$un$resumen$de$toda$esta$tradición.$
100
vuelvas la espalda (Mt 5,38-42).
Jesús no se limita a condenar las ofensas contra los hermanos, sino que
invita a perdonar de corazón y pedir perdón, pues en la reconciliación está la
vida eterna. Sin la reconciliación con los hermanos, la oración no llega a Dios.
Dios en cambio, escucha a sus hijos, que aman incluso a los enemigos:
Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues
yo os digo: amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen,
para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol
sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los
que os aman..., ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo los
gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre
celestial (Mt 5,43-48).
171#Cat.Ig.Cat.,#n.#2289.
16I1I1980.
101
hombres. Su vida es un testimonio del amor de Dios a los hombres. El martirio
es la plenitud de la vida.
Así la muerte es vencida con la muerte. Jesús vence la muerte, rompe las
olas de la violencia, dejándolas estrellarse contra El, cargando sobre sí el mal,
ofreciéndose a la muerte por los mismos que le matan. Es el amor escandaloso
de la cruz, que vence la muerte, entregándose a ella. La muerte sólo se vence
pasando por ella a la vida, apoyados en el amor de Dios, que nunca se deja
vencer por la muerte y no deja que sus siervos experimenten la corrupción. La
fuerza de Dios, resucitando a su Hijo Jesucristo, es el camino abierto en la
muerte hacia la plenitud de la vida. Cristo, muerto en la cruz, nos muestra el
corazón de Dios abierto por amor para todos nosotros. De ese corazón
atravesado brotan sangre y agua, el Espíritu de Dios, que salta hasta la vida
eterna. Este es el comienzo de una nueva creación, de un mundo nuevo, de una
vida "sin muerte, ni llantos, ni gritos ni fatigas" (Ap 21,4).
102
6. NO COMETERAS ACTOS IMPUROS
173$Cat.Ig.Cat.,$n.$1603.
174$Congregación$para$la$Doctrina$Católica,$Orientaciones$educativas$sobre$el$amor$humano,$del$1A11A1983,$n.$24.
103
El hombre, como Dios lo ha creado, en su bipolaridad referencial de varón y
mujer, es imagen de Dios (Gén 1,27), creado para adorar a Dios y reflejar en su
comunión de vida y amor el misterio de Dios, Uno y Trino. "No hay en este
mundo otra imagen más perfecta que la familia, más completa de lo que es
Dios". 175 "El nosotros divino -hagamos al hombre- constituye el modelo eterno
del nosotros humano formado por el hombre y la mujer creados a imagen y
semejanza de Dios"176:
Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza: llamándolo a la
existencia por amor lo ha llamado al mismo tiempo al amor. Dios es amor
(1Jn 4,8) y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor.
Creándola a su imagen y conservándola continuamente en el ser, Dios inscribe
en la humanidad del hombre y de la mujer la vocación del amor y de la
comunión. El amor es, por tanto, la vocación fundamental e innata de todo ser
humano (FC, n.11)
Así, pues, al crear la primera pareja, Dios consagró la unión del hombre y
la mujer, uniéndolos en matrimonio con su bendición. 177 Así, Dios nos mostró su
designio sobre el matrimonio, como imagen de su vida intratrinitaria:
El designio original del Creador, que desde "el principio" ha querido al ser
humano como "unidad de los dos", ha querido al hombre y a la mujer como
primera comunidad y, al mismo tiempo, como signo de aquella comunión
interpersonal de amor que constituye la misteriosa vida íntima de Dios Uno y
Trino. (Chistifideles, n. 52).
Hombre$y$mujer,$imagen$de$Dios,$Bilbao$1990.
176$Carta$a$las$familias$de$Juan$Pablo$II,$n.6.
177$Cat.Ig.Cat.,$n.$1604ss.
178$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,$n.$369;373.
104
hombre como ángel o como bestia, según la dimensión que se acentúe. La
Iglesia, en cambio, afirma que "el acto conyugal, con el que los esposos se
manifiestan recíprocamente el don de sí mismos, es un acto indivisiblemente
corporal y espiritual" (DV, II,B 4).
La Iglesia se ha opuesto siempre a los dos extremismos: al maniqueísmo
que abomina del cuerpo, del sexo y del matrimonio, y al hedonismo
materialista, que reduce la sexualidad al placer, privándola de su significado de
ofrenda personal y de servicio a la vida.179 Ni el angelismo ni el materialismo
son cristianos, ni humanos. El sexo implica el ser total de la persona para ser
humano. El sexo sin amor, como pura expresión biológica, es la nueva expresión
del dualismo en nuestro tiempo.
El hombre, espíritu encarnado, no está llamado a vivir en la pura
instintividad animal, ni tampoco en un angelismo desencarnado. La castidad no
se da en el libertinaje ni en la represión, sino en el amor. "La sexualidad es un
elemento básico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de
comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano".180 "La
sexualidad, orientada, elevada e integrada por el amor adquiere verdadera
calidad humana. En el cuadro del desarrollo biológico y psíquico crece
armónicamente y sólo se realiza en sentido pleno con la conquista de la
madurez afectiva, que se manifiesta en el amor desinteresado y en la total
donación de sí". 181
179$Cfr.$contra$el$maniqueísmo$DS$461,794$y$1012;$y$contra$el$hedonismo$DS$2148,2150$y$2958.$
180$CONGREGACIÓN$PARA$LA$EDUCACION$CATOLICA,$1O11O183,$n.4.
181$Ibidem,$n.$6.
182$Juan$Pablo$II$en$la$Jornada$de$la$juventud,$en$Denver,$el$14O8O1993.
105
La Escritura describe repetidamente el matrimonio como el más auténtico
símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo. 183 De aquí que la infidelidad
matrimonial sea vista en estrecha relación con la infidelidad de Israel a
Yahveh. Al mismo tiempo se subraya la permanente fidelidad de Yahveh a su
pueblo (Sal 117,2;Rom 3,3). De este modo, la experiencia de la fidelidad de
Yahveh a la alianza constituye una constante llamada a la fidelidad
matrimonial. El amor humano y el amor divino se iluminan y fomentan
mutuamente.
183$Os$1'3;Jr$2,1s;3,1ss;Ez$16$y$23;Is$50,1.
184$Cat.Ig.Cat.,$n.$1611.
106
misma creación. El matrimonio, pues, es creación de Dios y, por tanto, bueno; y,
además de bueno, como sacramento del amor de Dios, es portador de salvación
divina.
3. NO ADULTERARAS
185$Cfr.$Ex$34,6/7;Os$1/3;Ez$16;23;Is$54;Ml$2,10ss;y$todo$el$Cantar$de$los$Cantares.
107
reproche del profeta Natán y todas las desgracias subsiguientes en la familia de
David (2Sam 11 y 12).
186$"En$Israel$no$se$hace$así",$repetirá$la$ Escritura.$Las$perversiones$sexuales$de$los$paganos$son$un$abominio$para$Israel.$Cfr.$
2Sam$13,12;Gén$34,7;Dt$22,21;Ju$19,23;20,6.10;Jr$29,23;Lv$18,22.26.29.30;Dt$24,4...$
El amor singular que brota entre un hombre y una mujer, es una fuerza
grande y misteriosa, pero apoyada en la fragilidad del corazón humano, siempre
cambiante y voluble. Es lo que el evangelio llama "dureza de corazón", que hace
al hombre incapaz de mantener la fidelidad al amor de su vida: esposo o esposa.
Cristo, devolviendo el matrimonio a su radicalidad original, no impone una
carga "más pesada que la ley de Moisés", sino que ofrece a los esposos cristianos
un amor nuevo, que les asegure la estabilidad de su amor conyugal. Cristo,
redimiendo al hombre con su muerte, corta de raíz los elementos que insidian
contra el amor: orgullo, egoísmo, búsqueda de sí mismo, del propio interés.
Libera, en definitiva, del miedo a la muerte, que es lo que impide al hombre
amar definitivamente.
111
demasiado pesada (Mt 11,29-30), más pesada que la ley de Moisés. Viniendo
para restablecer el orden inicial de la creación perturbado por el pecado, da la
fuerza y la gracia para vivir el matrimonio en la dimensión nueva del
Reino de Dios... Esta gracia del Matrimonio cristiano es un fruto de la Cruz de
Cristo, fuente de toda la vida cristiana. 189
La sexualidad, como don del Creador, con su bondad original y con las
implicaciones del pecado, confundiendo e incluso falsificando el lenguaje sexual,
nos lleva a Cristo que, con su redención, asume la sexualidad, la sana y
restituye a su bondad original de gracia y santidad. La sexualidad, vivida en la
comunidad de vida y amor, es decir, en el matrimonio, participa de la santidad
que Cristo comunica a la Iglesia. Cristo cambia el "corazón duro" (Mt 19,1-9) y
hace posible el verdadero amor, que libera del divorcio o del adulterio.
189$Cat.Ig.Cat.,$n.$1615.
190$Junto$a$ esta$ abierta$y $constante$ condena$ del$ adulterio,$en$el$ evangelio$brilla$también$la$ misericordia$ del$ perdón$que$Jesús$
da$a$la$mujer$sorprendida$en$adulterio$(Jn$8,2F11).
112
intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias,
maldades.." (Mc 7,21-22).
113
7. NO ROBARAS
El verbo hebreo (gànab), que traducimos por "robar", está sin objeto
determinado, sin limitación alguna; no se puede, por tanto, reducirlo a la
prohibición de robar "las cosas del prójimo".191 En los tres mandamientos,
formulados apodícticamente, en forma breve, se toman en cuenta
transgresiones fundamentales contra la vida del hombre: el homicidio, el
adulterio y la libertad.
Robar no es una culpa contra las cosas, sino una culpa contra la persona.
El mandamiento no se preocupa del orden económico, no busca salvaguardar las
riquezas, sino garantizar la libertad y la dignidad de la persona, en su
inviolabilidad como ser único, imagen de Dios, en alianza de amor con Dios. El
afán de riquezas, que lleva al robo, es un ultraje a Dios, negándole todo el amor
de nuestro corazón, que ponemos en lo que no es Dios: "pues donde esté tu
tesoro, allí estará también tu corazón" (Mt 6,21); y es un ultraje a la imagen de
Dios: al hombre, a quien se priva de los bienes que Dios le ha dado. La justicia
de Dios es ante todo defensa de la persona humana y de su carácter
absolutamente superior a todas las cosas, que deben estar a su servicio.
191#El#verbo#hebreo#gànab,#usado#sin#complemento#en#el#Decálogo,#aparece#en#otros#muchos#textos#señalando#diversos#tipos#
de# robos:# "raptar" #a# una# persona;# robar#"los#bienes#del# prójimo"#(Ex# 22,7),# el# ganado# (Gén# 31,39),#cabras#y#corderos# (Gén#
30,33),#un#buey#o#una#oveja# (Ex#21,37),#buey,#asno#u#oveja#(Ex#22,3),#plata#y#oro#(Gén#44,8);#robar#utensilios#(Ex# 22,6),#ídolos#
familiares#(Gén#31,19);#robar#el#corazón#o#actuar#a#escondidas#(Gén#31,20.26.27;31,30);#"seducir"#con#palabras#engañosas#(Pr#
9,17);#sobornar#(Is#1,23).#Y#también#en#el#único#caso#justi)icado:#robar#comida#por#hambre#(Pr#6,30).
114
chantaje, seducción sexual o intereses económicos. Lo primero que Dios protege
con este mandamiento es la libertad del hombre.192
192$ El$ Decálogo$ se$ ordena,$ según$ el$ lenguaje$ actual,$ a$ la$ defensa$ de$ los$ derechos$ fundamentales$ del$ hombre:$ la$ vida,$ el$
matrimonio,$la$libertad,$el$ honor,$la$ propiedad.$En$la$ Declaración* de* los*derechos* humanos,$ leemos:$ "Todo$hombre$ tiene$
derecho$a$la$vida,$a$ la$libertad$y$a$ la$ seguridad$de$la$propia$persona"$(Art.3).$"Ningún$hombre$podrá$ ser$tenido$en$estado$de$
esclavitud$o$de$servidumbre;$serán$prohibidas$la$esclavitud$y$la$trata$de$esclavos$bajo$cualquier$forma"$(Art.n.4).$
193 $ En$ la$ historia$ de$ Israel$ encontramos$el$ caso$de$ José,$secuestrado$ por$sus$hermanos,$ vendido$ y$llevado$como$esclavo$ a$
Egipto$(Gén$39,12ss).$En$Gén$40,15,$José$se$lamenta$de$haber$sido$raptado$(gànab).
194$Se$trata$de$una$manifestación$de$la$gracia$de$Dios,$que$sobreabunda$donde$reina$el$pecado.$Pues$esta$situación$es$fruto$del$
la$técnica$en$que$el$hombre$es$manipulado.
196$Cat.Ig.Cat.,$n.$2414.
116
reservado. Dios es el defensor de los indefensos: el extranjero, la viuda y el
huérfano:
No maltratarás al extranjero, ni le oprimirás, pues forasteros fuisteis
vosotros en el país de Egipto. Ni vejarás a viuda ni huérfano. Si le vejas y
clama a mí, no dejaré de oír su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a
espada; vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos. Si
prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo, no serás
con él un usurero; no le exigirás interés. Si tomas en prenda el manto de tu
prójimo , se lo devolverás al ponerse el sol, porque con él se abriga; es el
vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va a dormir, si no? Clamará a mí y yo le
oiré, porque soy compasivo (Ex 22,20-26).
Los gemidos de los esclavos llegan a los oídos de Dios, como llegó el gemido
de Israel esclavo en Egipto. Israel, que ha experimentado la dureza de la
esclavitud y la bondad salvadora de Dios, sabe que Dios se conmueve ante el
grito del pobre y se alza como su salvador en contra de sus opresores. El
séptimo mandamiento, que proclama en la liturgia, se lo recuerda
constantemente.
117
vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son
los últimos. Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron
vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los
oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os
habéis entregado a los placeres, habéis hartado vuestros corazones en el día de
la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste" (Sant 5,1-6). 197
3. NO ROBARAS
197$Cat.Ig.Cat.,$n.$2445;$Cfr.$n.$244342449.
198$Esto$que$el$Deuteronomio$dice$en$relación$al$hermano$israelita,$en$Exodo$se$dice$incluso$del$enemigo:$Ex$23,4.
118
lo que muestra el afán de riquezas. Job y el salmo 73 muestran ya que la
bendición de Dios no es sinónimo de riqueza. En su realismo, la Escritura
proclama el peligro que acecha al hombre y a su vida en el afán del dinero, por
ello le previene:
Guárdate de olvidar a Yahveh tu Dios, descuidando los mandamientos que
yo te prescribo hoy; no sea que cuando comas y quedes harto, cuando
construyas hermosas casas o vivas en ellas, cuando se multipliquen tus
vacadas y ovejas, cuando tengas plata y oro en abundancia y se acrecienten
todos tus bienes, tu corazón se engría y olvides a Yahveh, tu Dios, que te
sacó del país de Egipto, de la casa de servidumbre... No digas en tu
corazón: "Mi propia fuerza y el poder de mi mano me han creado esta
prosperidad", sino acuérdate de Yahveh, tu Dios, que es el que te da la
fuerza para crear la prosperidad, cumpliendo así la alianza que bajo
juramento prometió a tus padres, como lo hace hoy (Dt 8,11-18).
Cuando el hombre deja de ver las cosas como medios para su vida y entrega
su vida al servicio de las cosas, pierde su libertad, prisionero del afán de
riquezas. El engaño está en confundir el "bienestar" o la felicidad con la
posesión de bienes. El "bienestar", en relación a la riqueza, está en poseerla sin
ser poseído por ella. Dominar la riqueza es poder disfrutar de ella libremente y,
al mismo tiempo, despojarse de ella, dándola a los necesitados.
Son muchas las formas en que se viola el séptimo mandamiento y en cada
época el hombre, dominado por la codicia, inventa otras nuevas. Para nuestro
tiempo podemos enumerar: la explotación del prójimo, fraudes comerciales,
salarios injustos, la usura, los intereses abusivos, la especulación del suelo, la
falsificación de cheques o facturas, los trabajos mal hechos, el abuso del paro
remunerado, darse de baja sin estar enfermo para seguir cobrando el sueldo, la
destrucción de bienes públicos, como la petulante destrucción de cabinas
telefónicas, de bancas de los parques o del alumbrado público. La evasión de
capitales, el fraude fiscal o las falsas declaraciones de la renta, los escándalos
bancarios, la corrupción y los intentos de corrupción económica, la economía
subterránea, la defensa egoísta de las propias rentas, el freno a la inversión por
el temor al riesgo, los gastos superfluos y despilfarro de nuestra sociedad de
consumo, provocar averías en los instrumentos de trabajo, el engaño en los
contratos y en los servicios...199
199#Cf#Cat.Ig.Cat.,#n.#240812414.#Cf.#VS,n.100.
120
crearlo, o a la esclavitud de la que Dios le ha liberado para que viva en alianza
con El. Jesús, que conoce lo que hay en el hombre, nos dice: "Nadie puede servir
a dos señores: porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se entregará a
uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero" (Mt 6,24).
La comunión con Cristo, mediante la fe, nos hace hijos de Dios y, al mismo
tiempo, hermanos de los demás rescatados por Cristo. El cristiano, liberado por
Cristo, no toma la libertad como ocasión para el libertinaje. Es libre para el
servicio, en primer lugar a Dios, el Señor a quien pertenece, y al prójimo (Gál
5,13). 201 Pablo, pues, podrá decir a Filemón, respecto a su siervo Onésimo, que
ha huido de él:
Tal vez Onésimo fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que
lo recuperaras para siempre, y no como esclavo, sino como algo mejor que
un esclavo, como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí,
¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor! (Fl
15-16).
200 #El# libro#de# los#Hechos# nos#re)iere# innumerables# testimonios#de# la# unidad# y#comunión# entre# los#cristianos,#poniendo#en#
común# sus#bienes# (2,44=45;4,36=37),# aunque# sin# idealizaciones,# pues# nos# re)iere# igualmente# las# di)icultades# y# pecados# al#
respecto#(5,1=11;6,1=7).#Contra#estos#pecados#hablan#Pablo#(1Cor#11,17ss)#y#Santiago#(2,1=19).
201#Cfr.#nota#de#la#Biblia#de#Jerusalén#a#Rom#6,15.
121
Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos de este mundo, no porque os
vean, como quien busca agradar a los hombres; sino con sencillez de
corazón, en el temor del Señor. Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres, conscientes de que el Señor os
dará la herencia en recompensa.202 Amos, dad a vuestros esclavos lo que
es justo y equitativo, teniendo presente que también vosotros tenéis un
Amo en el cielo (Col 3,22-4,1).
Los fariseos, -los de todos los tiempos-, "amantes del dinero" (Lc 16,14) más
que de Dios, reaccionan ante estas palabras, burlándose de Jesús y de sus
discípulos. Los que quieren compaginar la fe y el propio interés, ante el dinero
quedan desenmascarados y no tienen más remedio que decidirse por Cristo o
alejarse de El con la tristeza en el alma: "Al oír estas palabras -dejarlo todo
para seguirle-, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes" (Mt
19,22).
202#Que#el#esclavo#llegue#a#ser#heredero#(Mt#21,35838;Lc#15,19;Gál#4,182)#es#una#señal#distintiva#del#orden#nuevo#"en#Cristo".
203#Cfr.#Tit#2,9;1Pe#2,18;Rom#6,15ss.
122
pero, como conoce el corazón del hombre (Mt 16,15), sabe que la apetencia de
bienes es insaciable y agosta la fe en su raíz, pues lleva a poner la vida donde no
está:
Uno de la gente le dijo: "Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia
conmigo". El le respondió: "¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o
repartidor entre vosotros?". Y les dijo: "Mirad y guardaos de toda codicia,
porque, aún en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por
sus bienes" (Lc 12,13-15).
Las riquezas hacen pesado el corazón. El hombre que cae en sus redes,
pierde el sentido de la gratuidad, del amor, se incapacita para acoger el
Evangelio y seguir a Jesucristo. Prisionero de sus riquezas y de su tristeza,
pierde el don de Dios (Lc 18,18-30).
¡Qué difícil, pues, que un rico entre en el Reino de Dios! Pero lo imposible
para los hombres es posible para Dios (Lc 18,24-27). Dios es capaz de ablandar
el corazón del hombre, cambiar el corazón de piedra por un corazón de carne.
Dios, haciendo descubrir al hombre el tesoro escondido del Reino, la perla
123
preciosa, le lleva a tal alegría que puede vender todo lo que tiene y entrar en su
posesión (Mt 13,44-46). Zaqueo es un testimonio de ello (Lc 19,1-10).
El discípulo de Cristo sabe que Dios escucha la voz de los pobres; por ello
"se hace amigos" con las riquezas, para tener intercesores ante Dios y que así
"le reciban en las moradas eternas" (Lc 16,1-9. Este es el administrador astuto
que sabe ganarse el Reino con las riquezas. Esto responde al corazón de Dios,
como ya aparece en el Deuteronomio:
Si hay junto a ti algún pobre entre tus hermanos, no endurezcas tu corazón
ni cierres tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás tu mano y le
prestarás lo que necesite para remediar su indigencia. Si miras con malos
ojos a tu hermano pobre y no le das nada, él apelará a Yahveh contra ti y
te cargarás con un pecado. Cuando le des algo, se lo has de dar de buena
gana, que por esa acción te bendecirá Yahveh, tu Dios en todas tus
obras y en todas tus empresas (15,7-11;Cfr. Lc 6,30).
124
8. NO DARAS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRAS
204$Yahveh$es$llamado$como$testigo$mediante$el$juramento.$Cfr.$Gén$31,49s;Jos$22,27.28.34;1Sam$12,5;Jr$7,9...
205$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,$n.$2464.
206$Desde$su$mismo$título,$la$Veritatis(splendor$es$un$profundo$comentario$del$octavo$mandamiento.
misericordioso$y $)iel,$justo$en$ sus$juicios,$ lento$a$ la$ira$ y$rico$ en$ amor.$El$ verbo$sàqar,$ "mentir",$es$un$término$jurídico$que$
signi)ica,$en$primer$lugar,$"romper$un$pacto",$"obrar$con$per)idia$en$un$contrato",$pero$en$ sentido$amplio$signi)ica$"violar$la$
)idelidad$pactada".$El$testigo$falso$es$lo$contrario$de$Dios,$aunque$se$haya$atrevido$a$testimoniar$bajo$juramento.$
125
corazón, y juramento falso no améis, porque todas estas cosas las odio Yo,
oráculo de Yahveh" (Zac 8,16-17).
En esto radica el drama del hombre actual, que sólo acepta la verdad de su
razón. La verdad no verificable racionalmente es negada. Y como cada hombre,
con su razón, defiende su verdad, se cae en el escepticismo, en el agnosticismo,
en el "no saber", en la inseguridad. La vida pierde su sentido y todo queda
reducido a la esclavitud de la opinión, del impersonal "se": se dice, se piensa, se
opina, se lleva... El hombre, en valía de sí mismo, se pierde a sí mismo.
126
la santidad de la verdad. "Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad
cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros" (Ef
4,24-25). La alianza con Dios, que nos hace ser en El miembros los unos de los
otros, es la última y definitiva motivación para vivir en la verdad. Un
testimonio falso contra el prójimo rompe la alianza fundada en Dios. Sólo la
verdad hace posible la comunión de los miembros del Cuerpo de Cristo. La
desconfianza que engendra la mentira, mata el amor y rompe la comunión con
Dios y con los hombres.
209$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,$n.215012155.
211#Cat.Ig.Cat.,#n.#2476.
212#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,,#n.#248822489#y#249222499.
129
que hoy una acusación hecha ante los espectadores de la televisión (Cfr 1Re
21,8-16).
Los testigos falsos eran condenados a la pena que hubiese recaído sobre la
persona por ellos acusada:
Los jueces indagarán minuciosamente, y, si resulta que el testigo es un
testigo falso, que ha acusado falsamente a su hermano, haréis con él lo que
él pretendía hacer con su hermano. Así harás desaparecer el mal de en
medio de ti. Los demás, al saberlo, temerán y no volverán a cometer una
maldad semejante en medio de ti (Dt 19,15).
El honor debido al hombre está también amenazado por los falsos rumores
en su contra, por las maliciosas interpretaciones de sus hechos, por la
atribución gratuita de ciertas intenciones con relación a sus palabras o acciones.
El juicio a la intención convierte la convivencia en un tribunal inhumano. Los
bulos infundados ruedan y se van agrandando como bola de nieve si no se
cortan desde el principio. De aquí lo importante de interpretar en forma
positiva el octavo mandamiento: "hablar bien de los demás", pasar de fiscal
acusador a abogado defensor. El mismo A. Camus, en su obra "La caída"
expresa la admiración por Jesucristo en este sentido: "Una vez en la historia del
hombre, el círculo cerrado de acusación y defensa, de juzgar y poner al desnudo,
ha sido roto: esto sucedió con Jesús". Camus se refiere a la escena de la adúltera
(Jn 8,1-11), en donde Jesús no se asocia al asalto tumultuoso de los acusadores,
sino que guarda silencio. Silencio que guardará de nuevo ante sus mismos
acusadores en el proceso de la Pasión: "Jesús callaba y no respondía nada" (Mt
14,55-64).
3. NO MENTIRAS
Y Oseas, el profeta del Norte, un siglo antes, describe así la situación del
país: "Hijos de Israel, Yahveh tiene pleito con los habitantes de esta tierra, pues
no hay ya fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios en la tierra, sino perjurio y
mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre que sucede a sangre. Por
eso la tierra está en duelo y se marchita cuanto en ella habita" (4,1-3).
La verdad, que tutela el octavo mandamiento, se expresa concretamente en
la prohibición de la mentira, que lleva siempre a crear desconfianza en las
relaciones personales; de la calumnia y de la misma murmuración, que ofenden
el honor de la persona; de las burlas que, lo mismo que la delación, dividen a los
amigos (Pr 16,28); del falso testimonio, de la difamación, del juicio temerario, de
la sospecha y también de la adulación Palabras de mentira y palabras de odio
salen de la misma boca, creando discordias y altercados (Sal 109,3;55,10).
verdad$ o$ veracidad$ es$ la$ virtud$ que$ consiste$ en$ mostrarse$ veraz$ en$ los$propios$actos$ y$ en$ decir$ verdad$en$ sus$ palabras,$
evitando$la$duplicidad,$la$simulación$y$la$hipocresía":$Cat.Ig.Cat.,$n.$2468.
215$"La$sinceridad$no$signi)ica$poner$al$descubierto$todo$lo$que$existe.$Dios$mismo$hizo$vestidos$para$los$hombres$(Gén$3,21).$
Es$ decir,$en$ el$ estado$ de$ pecado$ del$ hombre$ muchas$ cosas$ han$ de$ permanecer$ escondidas.$ El$ mal,$ aunque$ no$siempre$ se$
pueda$ eliminar,$debe$en$todo$caso$permanecer$encubierto;$ ponerlo$al$ desnudo$puede$ ser$una$ operación$ cínica;$ y$aunque$el$
cínico$se$ las$dé$ de$ honesto$o$se$ presente$ como$fanático$de$ la$verdad,$olvida,$sin$embargo,$la$ verdad$fundamental,$la$de$que,$
después$del$pecado,$son$necesarios$el$velo$y$el$secreto":$D.$Bonhoffer,$Resitenza$e$resa,$Milano,$p.$155.$
131
Mentira es también faltar a la palabra dada, con lo que se defrauda a los
demás. 216
216$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,$n.$247712481.
en$la$malicia$de$sus$actos$y$en$la$perversidad$de$su$conducta":$Cat.Ig.Cat.,$n.$2480.
132
La palabra ociosa es la palabra innecesaria, que hiere al prójimo, que
escandaliza a los pequeños, que no edifica a la comunidad. Incorporados a
Cristo, como miembros de su cuerpo, los cristianos viven la "santidad de la
verdad" (Ef 4,24):
Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad cada uno con su
prójimo, pues somos miembros los unos de los otros... No salga de vuestra
boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la fe
y hacer el bien a los que os escuchen... Toda acritud, ira, cólera, gritos,
maledicencia y cualquier clase de maldad desaparezca de entre vosotros.
Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos
mutuamente como os perdonó Dios en Cristo (Ef 4,25.29-32).
Rechazad, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y
toda clase de maledicencias (1Pe 2,1).
4. CRISTO ES LA VERDAD
Es muy distinta esta visión de la verdad, que tiene Jesús, de la que tiene
Pilatos. Para Jesús existe una verdad, independiente del hombre; una verdad
que da sentido a la vida del hombre, pues se apoya sobre ella; es la verdad que
hay que aceptar, respetar, dar testimonio de ella, hasta morir por ella. Renegar
de la verdad por salvar la vida es perder el fundamento y el sentido de la vida,
es perder de verdad la vida. Lo comprendieron muy bien todos los mártires
cristianos, cuando los perseguidores les obligaban a elegir entre la verdad y la
apostasía, o simplemente el disimulo de la apostasía.218
218$"El$ martirio$es$el$ supremo$testimonio$de$ la$verdad$de$la$fe;$ designa$ un$testimonio$que$llega$ hasta$ la$ muerte.$El$ mártir$da$
testimonio$de$ Cristo,$muerto$y$resucitado,$al$ cual$ está$ unido$por$la$ caridad.$Da$ testimonio$de$ la$ verdad$ de$ la$ fe$ cristiana":$
Cat.Ig.Cat.,$n.$2473.
133
griega, la verdad corresponde a las cosas, captadas intelectualmente por la
razón. Es la verdad probada racionalmente. Para los romanos, la verdad se
refiere a la veracidad de los hechos narrados. Es la verdad que entiende Pilatos
y que le lleva, convencido de la inocencia judicial de Jesús, a desear liberarlo.
Pilatos está dispuesto a aceptar a Jesús como hombre que no ha violado la ley,
pero no a Jesús como testigo de la verdad. Ante la verdad de Jesús, que implica
la propia vida de Pilatos, que le obliga, no a soltar a Jesús, sino a decidirse por
El o contra El, Pilatos se decide contra Cristo, condenándolo a muerte.
Pablo sabe que está en la verdad, porque Cristo está en él. Y puede decir a
los Corintios: "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe. ¿No reconocéis
que Jesucristo está en vosotros?". Estando en Cristo "nada podemos contra la
verdad, sino sólo a favor de la verdad" (Cfr. 2Cor 13,5ss). Y, por tanto,
"mediante la manifestación de la verdad, nos recomendamos a nosotros mismos
a toda conciencia humana delante de Dios" (2Cor 4,2). Y, cuando los Gálatas
duden de la verdad de la salvación en Cristo, les preguntará: "¿Quién os puso
obstáculos para no seguir a la verdad?" (Gál 5,7). Los que enseñan y creen
falsas doctrinas, "están privados de la verdad" (2Tim 6,5), "se han desviado de
la verdad" (2Tim 2,18), "se oponen a la verdad" (2Tim 3,8), "rechazan la
verdad" (Tit 1,14).219
135
9. NO CONSENTIRAS PENSAMIENTOS O DESEOS IMPUROS
El mal no comienza con los actos, sino que tiene su inicio en el corazón. En
el corazón se fraguan los pensamientos y deseos que impulsan al mal. En el
corazón es donde el hombre se decide por Dios o contra Dios. De ahí que la
moralidad de nuestros actos, la vida o la muerte, lo que salva o contamina al
hombre, nazca y se consume en la conciencia, en el interior del hombre. La ley
de Dios es una ley interior. La educación moral del Decálogo es educación del
deseo. El deseo puede llevar al hombre a la vida o a la muerte. Un deseo
desordenado contamina al hombre.
220#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#n.362.
136
espíritu. Hoy, lamentablemente, son muchos los hombres que han perdido su
interioridad, que viven sólo a nivel de los sentidos o de los instintos. El Decálogo
nos invita a defendernos de esta civilización de la satisfacción inmediata del
deseo, de la búsqueda del placer sensible a toda costa, que insensibiliza al
hombre, adormeciendo la conciencia y entenebreciendo la razón humana. Es la
súplica que hace San Pablo:
Doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el
cielo y en la tierra, para que os conceda, según la riqueza de su gloria, que
seáis fortalecidos por su Espíritu en el hombre interior (Ef 3,14-16).
Soy mi cuerpo, pero no sólo mi cuerpo. Cuando digo "yo" o "tú", pienso
ciertamente en un cuerpo, pero pienso en un cuerpo en cuanto que es de
alguien. El hombre, pues, no se identifica con el cuerpo. Hay algo en él que
excede todas las virtualidades del cuerpo. Es ese algo que hace que el cuerpo
esté revestido de expresión humana y simbólica. El alma o el espíritu es lo que
confiere su singularidad a la persona. El espíritu es el aliento que Dios insufla
en el hombre y que le constituye persona.221
221#Cfr.#Gén#2,7;6,3;Job#33,4;Eclo#12,7;Sab#15,11...#Cfr.#mi#libro#¿Quién'soy'yo?,#Bilbao#1990,#p.#31@82.
222#Sólo#el#Espíritu#de#Dios#puede#sondearlo#y#conocerlo#(1Cor#2,11).
223#A.#HESCHEL,#Chi#è#l'uomo?,#Milán#1971,p.82.
137
La tradición de la Iglesia ha expresado también esta realidad interior de la
persona con la palabra corazón, entendido en sentido bíblico como "lo más
profundo del ser" (Jr 31,33), donde la persona se decide por Dios o contra
Dios. 224 Jesús mismo, en el Evangelio, llama a la conversión del corazón, a
actuar en el secreto interior "donde mira y ve el Padre", pues de otro modo las
obras exteriores no valen nada (Mt 6,1-6.16-18). Dios ama y perdona a "quien
perdona de corazón a su hermano" (Mt 18,23-35). El amor que Dios quiere de
su pueblo, liberado de la esclavitud y con el que se ha unido en alianza, es el
amor "con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas", es el amor
de toda la persona, cuerpo y espíritu en su "totalidad unificada" (DV,n.3).
La persona humana, por tanto, es inseparablemente cuerpo y alma en
todas sus expresiones. El insulto mayor a la sexualidad consiste en reducirla a
sí misma, negando su referencia al ser de la persona. En este sentido, hay que
afirmar que la sexualidad humana más que objeto, que se tiene, es lenguaje
simbólico de todo el ser; más que acto, es vocación. En la sexualidad se expresa
el ser de la persona.
Pero el pecado, que rompe la relación del hombre con Dios, desfigura esta
imagen. En el corazón del hombre y de la mujer queda la atracción mutua, pero
ya no por amor, sino como "deseo de dominio" (Gén 3,16). La sexualidad se ha
cargado de ambigüedad: es expresión de comunión o de egoísmo, de amor o de
concupiscencia. Su lenguaje se hace confuso: expresión de donación o de
apropiación del otro; manifestación de la libertad de la persona o de la
esclavitud de los instintos. La sexualidad desvela al hombre o al macho, a la
mujer o a la hembra; es reflejo del ser de la persona o simplemente de la
corporeidad (o genitalidad) sin referencia al espíritu del hombre. Es lugar del
encuentro y de la comunión o simple búsqueda del placer. Así, la sexualidad une
o separa, da vida o muerte.
224#Dt#6,5;29,3;Is#29,13;Ez#36,26;Mt#6,21;Lc#8,15;Rom#5,5...
138
contenido y valor. Y tras esta visión, como causa y consecuencia, está la
renuncia del hombre a ser imagen de Dios. El hombre, deseando ser Dios y no
su imagen, ha perdido su ser.
225#El#desarrollo#de#la#civilización#contemporánea#está#ligado#al# progreso#cientí)ico9tecnológico,#que#frecuente#se#desarrolla#en#
una# forma# unilateral,# llevando#al# positivismo,#que#desemboca# en#el# agnosticismo#en# el# campo#teórico#y#al# utilitarismo#en#el#
campo#práctico#y#ético.# Se# trata# de# una# civilización# de# la#producción#y#del# placer,#una#civilización#de#las#"cosas"#y#no#de# las#
"personas";# una# civilización# en# la# que# las# personas# se# usan# como# se# usan# las# cosas.# En# este# contexto,# la# mujer# puede#
convertirse#para# el#hombre# en#un#objeto,#los#hijos#en#un#obstáculo#para# los#padres...#Cfr.#La#carta# a# las#familias#del# Papa#Juan#
Pablo#II,#n.13.
139
Ya el hecho de considerar la sexualidad como lenguaje del placer es
inmoral. "Un amor reducido a la satisfacción de la concupiscencia o a un
recíproco "uso" del hombre o de la mujer, hace a las personas exclavas de sus
debilidades".226 La sexualidad hace referencia siempre a una persona y sólo el
amor hacia ella nos permite acercarnos a ella sin convertirla en objeto del
deseo. Es necesario vencer el mal en su raíz, cuando comienza a brotar en el
corazón. "No desear la mujer del prójimo", pues ella es una persona que se ha
dado libremente a su esposo; es, pues, de otro, es parte de otro, "carne de su
carne".
Por ello, para salvar al hombre, hoy es necesario, más que nunca,
proclamar que el hombre es persona en todas sus manifestaciones. Y si es
persona, la indigencia de la carne, que se manifiesta en la tendencia sexual, es
sólo el signo de la necesidad radical de comunión que Dios ha impreso en el ser
del hombre, creado a su imagen y semejanza. Lo que el hombre necesita para
salir de su soledad, -"pues no es bueno que el hombre esté solo-, no es
abandonarse a sus deseos, sino encontrarse con el amor de una mujer -o de un
hombre, en el caso de la mujer-, que le acoge, se le da plena y definitivamente,
formando con él "una sola carne", "una comunión de vida y amor".
a) La castidad
226#Ibidem.
227#SAN#AGUSTIN,#Confesiones#10,29.40.
228#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#n.#2337B2340.
140
Existen tres formas de vivir la castidad: una de los esposos, otra de las
viudas, la tercera de la virginidad. No alabamos a una con exclusión de la otras.
En esto la disciplina de la Iglesia es rica. 229
La castidad, tanto en los célibes y como en los casados, lleva a vivir el gozo
de una vida en el Señor. Pero la intimidad de vida con Cristo supone un estilo
de vida: "Así, pues, mirad atentamente cómo vivís; que no sea como
imprudentes, sino como prudentes" (Ef 5,15). "Los que son de Cristo Jesús, han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos" (Gál 5,24). El cuerpo no les
pertenece, pertenece a Dios que lo ha creado "no para la lujuria, sino para el
Señor" (1Cor 6,13); destinado a la resurrección y a la gloria, el cuerpo no puede
envilecerse con la impureza (v.14); es miembro de Cristo; entregarlo a la lujuria
es un sacrilegio (v.15), ya que como templo del Espíritu Santo está destinado al
culto y a la alabanza del Señor: "Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo" (v.
19-20). Pero como la observancia de la continencia afecta íntimamente a las
inclinaciones más profundas de la naturaleza humana..., es menester creer en
las palabras del Señor y, confiando en el auxilio de Dios, no presumir de las
propias fuerzas y practicar la mortificación y la guarda de los sentidos. 230
El pudor es una defensa necesaria ante los intentos del hombre pecador por
utilizar el cuerpo sin amor, sin el acercamiento del espíritu. Por ello, leemos de
la primera pareja, antes del pecado, "que estaban desnudos y no sentían
vergüenza"; pero apenas pecaron, "se les abrieron los ojos y se dieron cuenta de
que estaban desnudos", necesitando cubrirse.
229#SAN#AMBROSIO,#De#viduis,#PL#153,255A,#23.#Cfr.#Cat.Ig.Cat.,#n.#2348C2349.
230#CONCILIO#VATICANO#II,#PC,#n.#12.
231#Cat.Ig.Cat.,#n.#2521.
141
El pudor es la negativa del hombre a presentarse a los demás reducido a la
corporeidad, ofrecida sin velos y sin misterios a la mirada que sin la luz del
amor no comprenderá nada más allá del cuerpo. A través del pudor, el yo invita
al tú a no reducirlo exclusivamente a su corporeidad; lo invita a vislumbrar el
misterio del ser detrás del vestido, que impide la plena revelación de la persona.
Ofrecerse a las miradas ajenas como mera corporeidad y, por tanto,
impúdicamente, significa renunciar a ser persona, mostrándose como simple
objeto. Es el envilecimiento más absoluto y radical de la persona, propio de la
pornografía. En ella, espectador y espectáculo son dos individuos degradados a
objetos, sin que entre ellos se dé ninguna relación personal.
El pudor protege, pues, el misterio de las personas y de su amor. Salva a la
persona de la vulgaridad y la defiende de la curiosidad y de la lascivia. En una
cultura de permisividad y exhibicionismo del cuerpo, el pudor cobra un
significado particular. El pudor, la castidad y la continencia, liberan a la
sexualidad de la instintividad, insertándola en el orden del amor. El pudor, a
través del lenguaje esponsal del cuerpo, afirma la inviolabilidad de la persona,
declarando que el cuerpo humano es espejo y lugar de encuentro entre personas
y no simple objeto de placer de la mirada o del deseo.
Desde el comienzo, en la Escritura, el pudor aparece como "guardián del
ser". El hombre, al tomar conciencia de su desnudez, se cubre. Cam es
maldecido por violar la intimidad de su padre (Gén 9,22-25). Con palabras de
Sartre: "Mirar la desnudez de una persona, le hace sentirse tragado
visualmente por el otro, sin ser aceptado ni amado como persona".232 Cuando la
persona pierde el pudor, vive su amor y su sexualidad a la intemperie, profana
el misterio de su intimidad, despersonaliza el amor y la sexualidad, reduciendo
la persona a objeto exhibido y, frecuentemente, comercializado.
232#J:P:#SARTRE,#El#ser#y#la#nada,#Buenos#Aires#1966,#p.291#y#369.
142
Y hoy, en un mundo que engendra tantos hombres desadaptados,
delincuentes precoces, que no sólo no respetan a los demás, sino que han
perdido la estima de sí mismos, Dios en Cristo nos descubre el valor de todo
hombre. Cristo ha dado su vida por los pecadores. Y en Cristo, Dios nos llama a
ser santos, participando de su santidad.
233#J.J.#PETUCHOWSKI,#citado#por#A.#EXELER,#o.c.,#p.#200.
234#JUAN#PABLO#II,#Discurso#pronunciado#en#Lomza#el#4J6J91.
235# Cfr.# JUAN# PABLO# II,# Audiencias# generales# de# los# meses# de# septiembre# y# octubre# de# 1980,# de# modo# particular# la# del#
8J10J1980.
143
ser. Pero Dios hace al hombre partícipe de su santidad, a través de la elección
gratuita y de la presencia de su Shekiná en medio de su pueblo.
144
La santidad del cuerpo significa, exactamente, lo contrario del
exhibicionismo del cuerpo, que la cultura actual exalta y promueve en todas sus
formas. La santidad del cuerpo lleva a hacer del cuerpo expresión de toda la
persona, manifestación de la interioridad del hombre. Glorificar a Dios en el
cuerpo es hacer del cuerpo templo del Espíritu Santo, lugar del culto a Dios "en
espíritu y verdad", es decir, lugar de la adoración a Dios en la historia, como
Dios desea y Jesucristo nos ha hecho posible. Cristo nos incorpora, como
miembros de su cuerpo, a su ofrenda al Padre en el altar de la cruz: "Os exhorto,
pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos
como víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto
espiritual" (Rom 12,1).
145
10. NO CODICIARAS LOS BIENES AJENOS
236$En$la$tradición$católica$/y$también$en$la$luterana/$el$versículo$de$Ex$20,17$es$desdoblado$en$dos$mandamientos:$"no$desear$
la$ mujer$del$ prójimo$y$ no$desear$los$bienes$del$ prójimo".$En$cambio,$en$ la$ tradición$ ortodoxa$ oriental$ y$en$ la$ protestante$
reformada,$se$consideran$las$dos$cosas$como$un$sólo$mandamiento.$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,n.2514.$
146
Este deseo de poseer la tierra, "de dar nombre" a los seres de la creación, es
el don y la misión que Dios ha dado al hombre. Así el hombre, movido por este
don de Dios, ha hecho la historia con todas sus construcciones. Las pasiones,
-"sentimientos, emociones o impulsos de la sensibilidad, que inclinan a obrar",-
son componentes naturales del hombre. "La pasiones son moralmente buenas
cuando contribuyen a una acción buena, y malas en el caso contrario". 237
Los deseos, las apetencias, las pasiones, los anhelos forman parte
integrante de la persona humana y constituyen una fuerza necesaria para la
vida. Pero esto no significa que haya que ceder a toda clase de apetencia, pues
el deseo puede exacerbarse en forma de avidez, ambición, envidia, afán de
riquezas, ansia de placer y entonces su fuerza es destructiva de la propia
persona y de los demás: "¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre
vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros?" (Sant
4,1).
237$Cat.Ig.Cat.,n.1762ss.
147
La Escritura describe esta tentación en sus primeras páginas, como luz de
toda la Escritura. La serpiente, el Tentador maligno, sugiere al interior del
hombre la codicia envidiosa de Dios, seduciéndolo con el deseo de ser "como
Dios". El hombre seducido por la mentira asesina del maligno, ya no es feliz en
el paraíso siendo hombre, aunque lo posea todo. La codicia le impide gozar de lo
que tiene, le corroe las entrañas con el deseo de ser lo que no es: Dios. Adán y
Eva, por haber cedido al deseo de "ser como Dios", llevaron a la humanidad al
pecado, que aparece como deseo salvaje "pronto a saltar" contra la vida del
hombre (Gén 4,7).
"La codicia es la raíz de todos los males" (1Tim 6,10; Sant 1,14s).
Trastrueca la clave de la existencia humana: la alianza con Dios y con el
prójimo. Se opone al amor a Dios y al amor a los demás, al entronizar el propio
yo como centro del mundo. Desde la autodeificación del ojo codicioso, la libertad
queda totalmente minada desde su fundamento. Por ello, se comienza
codiciando los bienes del otro y se termina por desear eliminarlo. La autonomía
termina en anomía. Negando a Dios se ofusca la razón y el corazón, dejando al
hombre a merced de las apetencias de su insensato corazón (Cfr. Rom 1,21ss).
Negarse a dar gloria a Dios significa caer en la esclavitud de los ídolos, sobre
todo en la esclavitud del propio yo idolatrado.
148
ha hecho de ella. Es Dios quien da la heredad de la tierra prometida, pues El es
su verdadero propietario: "La tierra no puede venderse para siempre, porque la
tierra es mía, ya que vosotros sois para mí forasteros y huéspedes" (Lv 25,23). 238
Privar a uno de su tierra es como desposeerle de su pertenencia a Yahveh,
sacarlo de la alianza de Dios con su pueblo. Esto significa considerarse árbitro y
no administrador de los dones del Señor.239
238$Cfr.$Sal$24,1;39,13;119,19.
239$Cfr.$Cat.Ig.Cat.,n.$253672540.
mundo,$sino$para$ los$devotos$que$aman$ser$alabados$y$que$no$tienen$nada$que$se$les$pueda$reprochar$en$relación$a$los$demás$
preceptos".
149
Esta codicia interior es la que quiere evitar el último mandamiento, al
decirnos que no nos fiemos si externamente nuestra vida no tiene nada digno de
reproche. Es dentro de nuestro corazón donde anida el peligro, la amenaza para
la vida y para la libertad. El corazón del hombre es la raíz del mal, eso es lo que
cuenta.
241$Cat.Ig.Cat.,n.$2538.
242$SAN$JUAN$CRISOSTOMO,$Homilia$in$2Cor$28,3?4.
243$SAN$GREGORIO$MAGNO,$Moralia$in$Job$31,45.
150
El señorío del hombre sobre las cosas es una manifestación de la imagen de
Dios en el hombre. En la libertad del hombre frente a las cosas se realiza el
designio de Dios. La publicidad ofrece al hombre "el plato de lentejas" a cambio
de su primogenitura, a cambio de su supremacía sobre las cosas; pretende la
renuncia de la libertad a cambio de la seguridad de "las ollas de carne, ajos y
cebollas" de Egipto. El hombre, lleno de cosas, se vacía por dentro, pierde su
interioridad: "El hombre en la opulencia no comprende, se asemeja a las bestias.
Así es el camino de los confiados, el destino de los hombres satisfechos: son un
rebaño para el abismo, la muerte es su pastor, y bajan derechos a la tumba...El
hombre rico e inconsciente es como una animal que perece" (Sal 49,13-15.21).
Por tres veces en un sólo versículo (Ex 20,17) se repite "tu prójimo". Del
prójimo se habla en todo el Decálogo, pero nunca con esta insistencia del último
mandamiento. El deseo es malo porque es codicia de cosas o de poder en
perjuicio del prójimo. No es sólo la maldad interior lo que califica el deseo, sino
la lesión que hace al prójimo en sus bienes y en su persona.
"Y ¿quién es mi prójimo?", es la pregunta que hace el legista, para
justificarse, cuando Jesús le ha enfrentado a los dos mandamientos del amor a
Dios y al prójimo (Lc 10,25ss). La respuesta de Jesús cierra toda posibilidad de
evasión. Con la parábola del buen samaritano Jesús hace tan concreto el
prójimo que es imposible no verle. La pregunta "¿quién es mi prójimo?", Jesús la
cambia en "tú ¿de quién eres prójimo?" (Lc 10,29-37). El prójimo es aquel que
vive contigo y te necesita, el que encuentras en la casa o en la calle. Es prójimo
quien practica la misericordia con el necesitado.
San Pablo habla de aprovechar toda ocasión, cada kairós que Dios nos
ofrece, de vivir el amor al prójimo. De este modo el hombre entra en el tiempo
de gracia por el camino del amor de Dios. Vive la alianza como camino de vida,
que se expresa, según todo el Decálogo, en el amor.
151
El deseo ilimitado de lucro de la sociedad de consumo, con la publicidad,
estimula el deseo de poseer, excitando la avidez, manipulando los instintos del
hombre con el objeto de seducir. A ellos pueden aplicarse las palabras de
Jesús: !¡Ay del mundo por los escándalos! ¡Ay de quien escandalice!
"Guardaos de toda codicia, porque, aún en la abundancia, la vida de uno no
está asegurada por sus bienes" (Lc 12,15), nos dirá Jesucristo. Más aún, contra
la codicia, el Evangelio invita a renunciar a los bienes, dándolos a los pobres. El
que vende sus bienes y los da a los pobres es realmente libre. El deseo de poseer
es tan fuerte que se convierte fácilmente en ídolo que aprisiona el corazón. La
libertad y la vida no están aseguradas en los bienes, sino en Dios. Dar los bienes
fiándose de Dios, es la verdadera libertad, la vida auténtica del hombre.
Si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y
sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda
su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al
hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? Pues ¿qué puede dar el
hombre a cambio de su vida?" (Mc 8,34-37).
"La codicia es una idolatría" (Col 3,5). Pues quien "es amigo del dinero" (Lc
16,14) pone en los bienes creados el corazón que sólo pertenece a Dios (Mt 6,21),
considerando los bienes como señores y despreciando, por tanto, al verdadero
Señor, que es Dios (Mt 6,24).
152
Partimos del amor a Dios y concluimos en el amor a Dios, que se expresa
en el amor al prójimo. O dicho de otro modo, comenzamos con la presentación
del nombre de Dios y concluimos en la confesión de Dios como único Dios. Amor
a Dios y amor al prójimo es todo el Decálogo. Es el itinerario del Decálogo: desde
Dios llegamos a nuestro prójimo, a nuestros semejantes. La libertad, que el Dios
de la alianza ofrece al pueblo liberado de la esclavitud, no gira en torno a sí
misma, sino que halla su plena realización en una vida para Dios y para el
prójimo: "Porque, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no
toméis esa libertad como pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por
amor los unos a los otros. Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo
precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Gál 5, 13-14).
244#Cat.Ig.Cat.,n.#2069.
245#Cat.Ig.Cat.,n.#2534.
153