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La Noche del

Estallido
Personajes:

Los no Deseados
Renzo
Ross
Nora
Rosita
Koda
Ivanova
Cailín

Gobierno del Ryndem

Bloom
Pitter patter
Dr. jack pollock
Wisdom
Pain
Misery
Carcelera Uno y Dos

LEONARDO BANEGAS
Primera Parte: Camaleón

1. Forajido

Lugar: Cárcel del Rymden.

Se observa la silueta de un hombre sentado en el centro de la celda, está


completamente encorvado, con el rostro apuntando al suelo. Una luz tenue le
alcanza desde el tragaluz, indicando que está por amanecer. Todo lo demás se
encuentra en completa penumbra. En el suelo hay mechones de cabello que
pertenecen a él, ha sido completamente rapado. El Alcaide de la penitenciaria
ingresa a la celda en compañía de un par de guardias.

Pitter Patter: ¡Renzo! Al menos eso dicen sus documentos. Confío que ya se ha dado
cuenta de su paradero; si no, permítame refrescarle la memoria (Las carceleras revisan
sus signos vitales y toman una muestra de ADN).
Pitter Patter: Fue capturado mientras intentaba ingresar a nuestros dominios.
¡Felicidades! Lo ha logrado, está usted en el Rymden, en la cárcel para ser más exactos.
¡Ah! disculpe mi falta de modales, olvidé presentarme: soy Pitter Patter, el Alcaide de
este centro penitenciario. Ya tendremos tiempo para conocernos mejor… Bien, dejemos
las introducciones y; por favor, vaya olvidándose de eso que ustedes llaman vida más
allá de nuestras fronteras. Pronto será usted un hombre nuevo, no lo dude. (Da un par
de palmadas). ¡Vamos!

La Carcelera uno sujeta a Renzo, obligándolo a mantener la boca abierta,


mientras la Carcelera dos intenta hacerlo tragar una píldora.

Renzo: (Escupe la píldora e intenta ponerse de pie, las guardias lo detienen). ¿De qué
se me acusa, Peter Pan?
Pitter Patter: ¡Es Pitter Patter! ¿Lo ha oído? Muéstrenle, niñas.
Carceleras uno y dos: (Con un ligero zapateo, al unísono). ¡Pitter Patter!
Pitter Patter: (Saca un estuche de píldoras de su bolsillo y obliga a Renzo a tragar
una). Recuérdelo antes de dirigirse a mí nuevamente, este no es el País de Nunca Jamás;
pero algo si es seguro: con esa actitud, usted jamás saldrá vivo de este sitio.

Las carceleras hacen señal de reverencia. Acto seguido, Patter abandona la


celda.

Carcelera uno: ¿Te ha quedado claro? No compliques las cosas o regresaremos.


Carcelera dos: Mientras todos duermen.
Carcelera uno: Cuando todo está en silencio.
Carceleras uno y dos: ¡Y te arrancaremos alguna extremidad!
Ambas dejan la celda. Al llegar a la salida principal del pabellón, presionan un
interruptor que activa el sonido de una alarma antibombas acompañada de un
juego de luces frenético.

Carcelera uno: Mira que tierno se ve sin esa melena.


Carcelera dos: ¡Sin esa ropa asquerosa!
Carcelera uno: Te ayudaremos a expiar tus pecados.
Carceleras uno y dos: ¡Bienvenido!

La descarga de un inodoro capta la atención de Renzo; es Ross, quien viene del


baño poniéndose los pantalones, lleva un pañuelo amarrado en la cabeza, usa
vendas en las manos y viste una camiseta sin mangas; ajustada y vieja, se
acerca al costado de Renzo.

Ross: Más vale que te acostumbres, aquí los rebeldes duran muy poco.
Renzo: ¿Qué es esa píldora que me han obligado a tragar?
Ross: Son vitaminas para rendir en el trabajo. Eso te dirán, recíbelas amablemente;
pero no te las tragues.
Renzo: ¿Por qué?
Ross: Debes mantener los ojos abiertos y aprende a mezclarte si valoras tu vida… Te
hacen olvidar, ese es el primer síntoma.
Renzo: ¿Las píldoras?
Ross: Sí, los primeros días tienes alucinaciones, piensas que quizá es producto del
cansancio. Luego comienzas a olvidar tu pasado, a los tuyos, y finalmente despiertas un
día sin saber quién eres. Entonces, estás listo.
Renzo: ¿Para qué?
Ross: Para ser parte de ellos (Se dirige al espejo roto colgado frente al lavamanos.
Lava su rostro).
Renzo: ¿Qué es este lugar?
Ross: Eso depende de a quién se lo preguntes. Para los ciudadanos del Rymden, es
solo una correccional; para Pitter Patter, es un parque de atracciones, lo llama el Sueño
de Calígula.
Renzo: ¿El Sueño de Calígula?
Ross: ¡Vamos! Ponte de pie, pronto lo entenderás, levanta tu corona y guárdala para
ti. (Saca una vieja hoja de afeitar que lleva escondida en uno de sus vendajes y rasura
su rostro).
Renzo: ¿Hablas de mi cabello?
Ross: Haces muchas preguntas… te sacarían el cerebro si les fueras útil después de
eso, grábatelo de una vez. Nos cortan el cabello por que le temen a nuestras ideas, es la
identidad lo que intentan arrancarnos, ¿entiendes? (Pausa). Tienen a la razón en baja
estima, por ahora solo mantente alerta y aprende.
Renzo: (Aturdido, recoge su cabello). Aún recuerdo el sonido de las sirenas el día del
bombardeo.
Ross: No seas patético, apenas me conoces y ya quieres usar mi hombro para ponerte a
llorar. Tus problemas los puedes consultar con las ratas, aquí solo nos interesa la gente
dispuesta a colaborar, además, preferimos evitar ese tema. (Toma la silla metálica y la
lleva hasta el extremo de la celda donde se ubica una mesa y una escoba, la cual lanza
a Renzo). Pronto nos sacarán al patio, apresúrate.
Renzo: (Barre el lugar). Nos refugiamos bajo la mesa del comedor.
Ross: ¿No puedes quedarte callado, cierto?
Renzo: El viento huía despavorido desgarrando todo a su paso, lo supe cuando la onda
expansiva nos alcanzó derribando los edificios, rompiendo las puertas y las ventanas,
tras el primer estruendo se dio un silencio punzante que dolió en todo el cuerpo antes de
dar paso a los gritos de auxilio… aún me despiertan por la noche. (Pausa). Recuerdo a
mi madre tratando de sacar los trozos de vidrio enterrados en mi cuerpo, mientras mi
padre gritaba por auxilio con sus ojos llenos de esquirlas. ¿Alguna vez has visto una
estatua de Jesús llorando sangre?
Ross: Ya no se ven muchas de esas…
Renzo: Unos tipos armados y vestidos con trajes anti radiación irrumpieron en nuestra
casa. Permanecí escondido debajo de la mesa mientras los veía tomar a mi madre por la
fuerza, mi padre forcejeó inútilmente con ellos antes de recibir un disparo en la cabeza.
No pude hacer nada para evitarlo.
Ross: (Colocándose labial). Intentaron quitarnos todo la Noche del Estallido. La
ingenuidad, la piel y la vida misma. Apenas éramos unas criaturas cuando quedamos
envueltos en la explosión, condenados a vivir sin hogar ni destino.
Renzo: Y de pronto si quieres hablar.
Ross: Cállate y escucha (Pausa). Un soldado presionó su bota contra mi cuello,
mientras sus colegas arrestaban a mis padres y los metían en un camión militar. Corrí
tras ellos suplicando que me dejaran subir hasta que me las arreglé para sujetarme de la
compuerta trasera, pero el mismo soldado que antes había tratado de asfixiarme, tomó
su navaja y apuñalando mis manos en reiteradas ocasiones, me hizo caer sobre el
concreto caliente, donde me sentí desfallecer. (Pausa). Entre tanto estruendo logré
distinguir el llanto desesperado de una niña, no sé si te parecerá extraño pero su llanto
me trajo consuelo, al ponerme de pie la encontré justo frente a mí, con los brazos
abiertos, cual rosa envuelta en llamas derramando sus pétalos… entonces, juré que me
vengaría algún día. ¿Lo has oído?
Renzo: Sí.
Ross: Ahora que sabes que no eres especial, guárdate las emociones con el resto.

Se encienden las luces del pabellón, dejando al descubierto las demás celdas
del pabellón. Al frente centro se encuentra un patio donde se realizan diversas
actividades. Nora aparece desde su celda.
Nora: ¡Ivanova, ven de inmediato, ya me tienes harta!
Ross sale al patio atraído por los gritos.

Ross: ¡Buen día, Nora! ¿Por qué tanto alboroto?


Nora: Ya sabes, Ross, lo de siempre… ¡Ivanova, que vengas te digo!

Ivanova deja su celda seguido por Koda.

Ivanova: (Adormilado). Aquí estoy, ¿qué quieres?


Nora: ¡Has vuelto a tomar mi diario, entrégamelo ahora!
Ivanova: Yo no lo he temado. Pero déjame decirte algo, qué mal escribes…
Nora: ¡Ya verás, suricata de alcantarilla! (Persigue a Ivanova e intenta golpearlo).
Koda: (Saca el diario de su abrigo y se interpone entre Nora e Ivanova). ¡Aquí está
Nora! he sido yo. Le pedí a Iva que lo leyera para mí… Oye, ¿somos tus personajes?
Ivanova: Que injusta eres al describirme, Nora. ¿Por qué me llamas así?
Nora: ¡Por qué apestas a mierda!
Ivanova: ¡Claro! Mientras tu escribes tus estupideces, yo me ocupo de hacer algo útil
por el bien de todos. Además, no veo que hayas escrito mis hazañas en ese librito. ¿O
sí, Koda?
Nora: (Tomando su diario). Eso sería torpe de nuestra parte, ¿no te parece?
Koda: Nora tiene razón, Iva. No podemos dejar ningún eslabón suelto, imagina que las
carceleras lo encuentren y lo descubran todo.
Nora: Además, alguien debe documentar lo que aquí sucede. (A Ivanova). Y tú, calla
que te elimino de la historia.
Ivanova: Solo no me llames suricata de alcantarilla en tu libro; si es por falta de
creatividad, déjame darte algunas ideas: El Oso, Destructor, El Excavador.
Nora: ¡Mmm! Insisto… Suricata te va muy bien. Mejor vete acostumbrando, eso te
pasa por andar metiendo las narices donde no te llaman.
Koda: Puedes escribir una escena en la que grite: ¡Llévenme a ver un tren!
Nora: Es un trabajo biográfico; si lo haces, lo escribiré.
Koda: ¡Cuenta con eso!

Rosita y Cailín salen de su celda.

Koda: ¡Rosita! ¿Cómo amaneciste?


Rosita: Bien, tío Koda. (Abraza a Koda).
Cailín: Viejo meloso…
Ivanova: Déjalo en paz. (A Cailín). “Suricata”.
Cailín: ¿Cómo me has dicho? (Todos ríen). Hazme el favor y quédate callado, no
soporto escucharte un segundo más.
Ivanova: No sé qué es peor, si tu mal genio o ese hedor a cloaca que cargas.
Ross: No la molestes. (A Ivanova).
Cailín: Déjalo, Ross. Si todo sale bien, no tendré que volver a trabajar con este
torpe.
Ivanova: No comas ansias, pronto acabaremos con este encierro.
Cailín: ¡Cállate! Si sigues abriendo la boca, nos cortaran la cabeza antes de poder
ejecutar el plan. Eres un insensato.
Ivanova: Insensata tú, que actúas sin convicciones. ¿Acaso solo yo quiero respuestas
sobre el paradero de mis padres? Me pregunto si los habrán enviado a un campo de
concentración, si acaso me recuerdan o si al menos seguirán con vida.
Rosita: Los míos murieron en la explosión.
Koda: Yo era huérfano desde mucho antes.
Ivanova: Lo siento por ustedes, pero yo aún guardo la esperanza de volverlos a ver…
Ross, ¿no quieres saber si los tuyos aún viven?
Ross: Por supuesto, y también quiero venganza, pero debemos ser astutos. Guárdate la
fanfarronería para después.
Ivanova: Solo digo que cuando llegue el momento de la verdad, más vale que
recordemos todo lo que nos han quitado.
Nora: Hablas bien, pero ten cuidado. Si te envenenas, ellos habrán ganado después de
todo.
Ivanova: Maldita Bloom, quiero que muera ahogada en su propia sangre. Si tuviera el
poder en mis manos, acabaría con todo esto de una vez por todas, la degollaría a ella y a
todos sus súbditos; luego, expondría sus cabezas en la plaza.
Cailín: Sí, y después te sentarías en su trono, nos cortarías la cabeza a todos nosotros y
lo llamarías justicia para que nadie se atreva a cuestionarte.
Ivanova: ¡Yo jamás haría algo así!
Nora: No sería la primera vez que sucede. Tal y como eres de intolerante y metiche…
tienes madera de dictador.
Ivanova: ¡Ya les he dicho que no sería capaz de hacer algo así, par de…!
Cailín: (A Nora). ¡Parece que el comandante necesita un cambio de pañales!

Todos ríen. Renzo sale al patio atraído por el bullicio. Nora grita del susto al
verlo y los demás lo observan en silencio.

Nora: (Rodeándolo). ¿Y a este polluelo cuando lo trajeron?


Ross: Lo ingresaron ayer. Saluda Renzo; ella es Nora.
Renzo: Hola Nora.
Nora: Hola muchacho, me gustaría darte la bienvenida, pero no es un buen sitio al que
has llegado, al menos déjame te presento con al resto. Ella es Cailín, debes saber que
tiene mal genio; pero en el fondo es buena persona.
Renzo: Hola Cailín.
Cailín: ¿Tienes un cigarro?
Renzo: No.
Cailín: ¿Por qué me hablas entonces?
Nora: ¡Lo ves! Bien… él es Koda, así de bonachón y todo como lo ves, ten cuidado,
tiene la mala costumbre de tomar lo ajeno.
Koda: No le haga caso, joven; yo solo tomo lo que la gente deja tirado.
Ivanova: Es cierto, Koda es incapaz de robar… bueno, de vez en cuando se pierde
una que otra cosa; pero siempre las devuelve.
Koda: (Saca una semilla del enorme abrigo que lleva puesto). Ahora que lo recuerdo.
¡Mira Iva, te conseguí la semilla de mango que tanto me has pedido! Una de las
carceleras la dejó en su plato después de comer, logre tomarla mientras lavaba en la
cocina. (Muestra la semilla a los demás). Parece un bebé con el pelo alborotado,
¿verdad? (Todos observan la semilla con mucha curiosidad).
Ivanova: Y yo defendiéndote, me pones en avergüenza viejo, dame eso… (Toma la
semilla y se dirige a Renzo). Como puedes ver, esta gente es ordinaria. Yo soy Ivanova,
pero puedes llamarme Iva; cuenta conmigo si necesitas algo.
Renzo: Gracias. (A Rosita). ¿Y tú eres?
Rosita: Me llamo Rosita.
Nora: Ella es la cantante del grupo.
Renzo: ¿La cantante?
Nora: Si, aquí todos tenemos una función o talento. Yo soy escritora (Entusiasmada
abraza a Renzo). ¡Desde hoy serás parte del libro que estoy escribiendo!
Renzo: Señora, ¿podría quitar su mano de mi trasero?
Nora: ¡Ah sí, Disculpa muchacho! es que perdí la sensibilidad en esta mano.
Ivanova: Lo que ha perdido es la vergüenza…
Cailín: Y tú el cerebro…
Nora: Te he dicho que te voy a borrar de la historia.
Ivanova: Está bien, me callo.
Ross: Yo soy el bailarín.
Nora: Y el estratega.
Ross: Me gusta pensar que la estrategia es como la danza. Debe de ser ejecutada con
precisión, danzar es aniquilar la espera Renzo, por eso bailo.
Koda: (Eleva la mano). Yo soy bueno pasando desapercibido.
Nora: Sí, ese eres tú.
Ivanova: Y yo soy el… (Cailín lo interrumpe).
Cailín: Él es el loco que habla con las plantas.
Ivanova: Al menos admites que soy bueno con las plantas.
Cailín: He dicho que te la pasas hablando con las plantas. El pobre esta demente.
Ross: ¡Bueno, ya! No van a empezar de nuevo… hay que reconocerlo. Iva es el mejor
estudiando la conducta de las plantas.
Cailín: ¡Por favor! No sería capaz de mantener vivo a un cactus.
Ivanova: Podríamos ayudar a la tierra a sanar, así prosperaríamos todos a la vez. Estas
semillas representan la oportunidad de volver a respirar aire limpio y fresco en nuestro
hogar, solo imaginen como el horizonte se volvería a tornar colorido y lleno de
frutos. (Les muestra la semilla de mango). He estudiado cuidadosamente la conducta de
las plantas y sé que con mucha paciencia podrían volver crecer en las zonas
devastadas. (A Cailín). A ti que te apasiona cuidar de la salud de los demás, podríamos
trabajar en equipo; yo cultivaría la tierra con las semillas que hemos recolectado y tu
prepararías la medicina natural que nuestra gente necesita.

Cailín escucha atentamente, tiene el impulso de responder con una grosería;


pero logra mantenerse en silencio, pensativa.

Renzo: Siento haberlos interrumpido, me sorprendió escuchar risas en un lugar como


este.
Ross: No hay problema, ahora que ya sabes un poco de nosotros, dinos algo sobre ti.
Koda: ¡Sí, cuéntanos!

Las alarmas antibombas se activan, desatando un ataque de pánico entre los


presos, todos quedan petrificados. Las carceleras ingresan haciendo una
marcha y acompañan a Pitter Patter hasta el podio ubicado en el frente centro.

Pitter Patter: Ciudadanos del Rymden, con relación a los actos de sedición
cometidos por los grupos insurgentes de La Tierra de Los no Deseados, la cámara de
ministros por mandato directo de nuestra madre Bloom, declara que tras casi veinte años
de paz ininterrumpida, gracias al levantamiento de esta nación que tras sus muros,
resguarda a las primeras generaciones nacidas libres del pecado de la enfermedad, hoy,
nos vemos en la obligación de ser portadores de malas noticias, ya que, a altas horas de
la madrugada, nuestros sistemas de seguridad reportaron el desplazamiento ilegal de
grupos hostiles a pocos kilómetros de nuestras fronteras, por lo que enviamos a un
equipo de reconocimiento aéreo a supervisar la zona. Para nuestra sorpresa y total
desconcierto, desaparecieron cual sombra maligna, antes de que nuestros drones
llegaran a la zona.

Ante la inminente sospecha de ataque, se declara estado de sitio y la aplicación de


medidas extremas en contra de cualquier acto del enemigo que ponga en riesgo la
seguridad y el orden público. Esto aplica para todos los privados de libertad que esperan
juicio en la penitenciaría, todo acto de conspiración será castigado con la muerte.
Defenderemos el milagro que Madre Bloom ha obsequiado a nuestros niños y niñas, el
privilegio de nacer puros de sangre, libres del pecado de la enfermedad y la
imperfección que por siglos fue heredada de generación en generación. Eso ya no es
más que un mal sueño, una pesadilla de la que Madre Bloom nos ha hecho despertar. Y
hoy nos exhorta una vez más a mantener la calma, y recordar que somos el futuro de la
especie humana.

Pitter Patter: ¡Salve Bloom!


Carceleras: ¡Salve!
Pitter Patter: ¡La madre es el Estado, la madre es eterna!

MR. PITTER PATTER realiza un fervoroso saludo militar y abandona el podio. Las
carceleras ejecutan una marcha de salida. Desde las calles, las plazas y los
callejones se escucha el vitoreo de los ciudadanos del Rymden celebrando a su
líder BLOOM.

Rosita: ¡Agua! (Abriendo sus brazos lentamente). ¡Agua, agua, por favor!
Nora: ¡Mi niño, has vuelto! ¿Dónde te habías metido? Te busqué por todas partes,
entre los escombros y las cenizas; prométeme que no volverás a soltar mi mano, la
próxima vez huiremos juntos del peligro (Emula abrazar a alguien).
Rosita: ¡Agua!
Ross: ¡No se vayan, déjenme subir, quiero ir con ustedes, se los suplico! ¡Papá,
mamá! (Con la mirada clavada en sus manos temblorosas). ¡Quema!
Rosita: ¡Agua!
Koda: Sigue ladrando Pequeño, sigue ladrando, voy por ti… ¡no te escucho, ladra!
¿Recuerdas el día que nos conocimos frente a un viejo trozo de pan? Intentábamos
llenar el estómago y me ladraste, ladraste ferozmente antes de dejarme recoger aquel
mendrugo que juntos comimos tirados en la acera. ¡Vuelve a ladrar como ese día,
ferozmente, ladra Pequeño! Desde ese día, has sido lo más grande para mí.
Cailín: Yo quería creer en ti… Si acaso existes. ¿Por qué guardas silencio, como
puedes permitir tanto dolor?
Ross: ¡Quema!
Rosita: ¡Agua, denme agua, por piedad!
Ivanova: ¿Acaso no lo ven? ¡Los muros comienzan por dentro!
Renzo: (Saliendo del aturdimiento). ¡Basta!

Todos retoman la cordura, excepto ROSITA y CAILÍN quienes siguen en shock, el


resto intenta tranquilizarlas.

Rosita: Si la salida del Infierno conduce al olvido, abrazo la llama; prefiero el


recuerdo.
Ross: Tranquila, ya pasó… (Toma a ROSITA entre sus brazos). Todos pensaron que no
llegarías con vida al amanecer, que tu cuerpo no soportaría tantas heridas, tanto dolor.
Pero yo supe que crecerías fuerte y serías como la rosa que terca se abre camino entre la
muerte; y lo hiciste, quien creería que detrás de tanto sufrimiento nacería tu canto, con
el que apaciguas nuestra tristeza. No volverás a estar sola.
Koda: Sí, mi niña, cuenta con tu tío Koda.
Rosita: Ustedes siempre cuidando de mí… ¡Cailín! ¿Estás bien?
Nora: Ya se pondrá bien, solo está demasiado exhausta.
Cailín: (Con extrema discreción). Está hecho, Nora.
Nora: ¿Salió de acuerdo con el plan?
Cailín: Sí, ahora solo es cuestión de tiempo.
Ivanova: Cuestión de tiempo para que decidan venir y nos exterminen a todos.
¡Debemos actuar!
Ross: De ninguna manera, hay demasiado en riesgo. No podemos darnos el lujo de
reaccionar de forma impulsiva. Hay que apegarnos al plan. (A CAILÍN). ¿Entregaste las
órdenes?
Cailín: Afirmativo, en este momento deben estar desplazándose a sus posiciones.
Ivanova: ¿Te dieron la radio?
Cailín: Sí.
Ross: ¿Y funciona?
Cailín: Fuerte y claro.
Nora: Perfecto. Por ahora, dispersémonos. Ven conmigo, Cailín; necesito que me
pongas al tanto de lo sucedido (Se dirigen a la celda de NORA).
Ross: Muy bien, luego las alcanzo. Ivanova y Koda, vengan conmigo; tenemos que
hablar.

ROSS se retira a su celda, seguido por IVANOVA y KODA. ROSITA se acomoda el


pañuelo que lleva amarrado a la cabeza y canta “Rosa de Hiroshima” sin
percatarse de que RENZO la escucha en silencio. Al notarlo intenta marcharse
apenada.

Renzo: ¡No te vayas!


Rosita: ¿Qué quieres?
Renzo: Me llamo Renzo.
Rosita: Ya sé cómo te llamas.
Renzo: Hacía mucho que no escuchaba a alguien cantar.
Rosita: ¡Ah, ya! (Retomando la marcha).
Renzo: Mi madre decía que al cantar se sanan las heridas del alma.
Rosita: Tu madre tenía mucha razón. Oye, ¿por qué me dices todo esto?
Renzo: Disculpa, no te retengo más.
Rosita: ¡No, ahora explícate! (Se acerca a RENZO con una mirada acuciosa).
Renzo: No sé si te sonará extraño, pero al escucharte cantar sentí que algo se despertó
dentro de mí; es como si hubiese estado endurecido desde la médula todo este tiempo.
Perdí mi fe en las personas y abandoné toda esperanza de cambio al quedarme solo.
(Pausa). Tenía diez años cuando ocurrió el estallido; desde entonces, solo me he
dedicado a sobrevivir lejos de todos. (Pausa). ¿Cuánto puede soportar un ser humano
sin afecto? Pensaba en eso mientras te escuchaba… veo que ustedes permanecen unidos
a pesar de las circunstancias, se consideran familia entre sí y pienso que quizás me he
estado perdiendo de mucho. ¿Cómo mantienen la esperanza? Me parece irreal.
Rosita: ¡Qué chico tan rudo! No es tan difícil de entender. Ven, acércate. Lo que
ocurrió la noche del estallido ya había sucedido mucho tiempo atrás en 1945, durante la
Segunda Guerra Mundial, en una escala menor. Fue la primera vez que la humanidad
presencio tal nivel de devastación; y al igual que ahora, en aquel momento hicieron que
los ojos del mundo pusieran su atención en otra parte, que olvidaran el genocidio de
miles de civiles inocentes. Y así fue, creyeron que jamás volvería a suceder.
Renzo: ¿Cómo sabes todo eso?
Rosita: Lo descubrimos mientras hacíamos expediciones, volvimos a las zonas
afectadas con la esperanza de recolectar cualquier cosa que nos fuera útil ¿Puedes creer?
Al principio encontramos toda clase de artefactos como utensilios, aparatos electrónicos
averiados y herramientas. Pero no era suficiente para nosotros. Buscábamos algo que
nos ayudara a justificar nuestra existencia en un mundo donde el pasado parecía no
existir. Lo logramos, descubrimos un edificio que, debido a su construcción, logró
resistir; en su interior nos esperaba una biblioteca con libros sobre historia, filosofía,
ciencia, medicina, biología, arte y religión. El mundo comenzaba a tomar sentido
nuevamente. Luego, encontramos música, fotografías y documentos que nos ayudaron a
reconstruir una memoria histórica. (Pausa). Ahora sabemos la verdad que por tanto
tiempo Bloom ha tratado de ocultar a los habitantes del Rymden.
Renzo: Impresionante, ¿cuántos libros has leído?
Rosita: No lo sé. Se lo debo a Ross, no solo me encontró y curó mis heridas; también
me enseñó a leer.
Renzo: Me gustan tus marcas, van bien con tu nombre.
Rosita: ¡Tonto! El nombre es culpa de Ross.
Renzo: ¡Lo digo en serio!
Rosita: (Sonrojada). A mí me gustan las tuyas.

Las carceleras ingresan al pabellón.

Carcelera uno: Todos fuera de sus celdas.


Carcelera dos: Hora de trabajar inútiles.
Carcelera uno: Vamos, moviendo el culo.

Los prisioneros abandonan sus celdas y se ubican en fila, van saliendo del
pabellón uno por uno, llevan trapos para secar el sudor. ROSITA y RENZO son
los últimos en la fila.
Carcelera uno: (A RENZO). Tú te quedas con nosotras.
Carcelera dos: El Dr. Jack Pollock quiere verte.
Carcelera uno: Al parecer, hay algo extraño con tu sangre.
Carcelera dos: ¿Qué podría haber de extraño?
Carcelera uno: No lo sé, sangre sucia por supuesto.
Carcelera dos: (A ROCITA). Y tú, ¿qué haces aquí?, remiendo… ve con el resto o te
parto la cara ahora mismo.

ROSITA se marcha a los campos de trabajo.

Renzo: ¡Cuídate, Rosita! (Es esposado y llevado con el DR. JACK POLLOCK).

Oscuro.

2. La cruzada del camello

Lugar: Celda de Ross.

Noche en el pabellón del Rymden. ROSS y RENZO, están sentados a la mesa uno
frente al otro. Su apariencia es la de un par de obreros que han trabajado hasta
dejar la última gota de energía en sus labores. Pensativos, comen las sobras de
sus platos, en absoluto silencio.

Ross: ¿Ves esa garrafa de agua en la esquina? Tráemela.


Renzo: (Va por la garrafa y la pone sobre la mesa). Allí la tienes.
Ross: (Come y bebe agua en repetidas ocasiones). Si despertaras en medio del desierto
y tuvieras que elegir entre un manantial o un camello, ¿qué elegirías?
Renzo: No tengo ni la menor idea.
Ross: Sería una difícil decisión, ¿no crees? Por un lado, tienes abundante agua para
hidratar tu cuerpo; pero el sol seguiría saliendo allá arriba y sin transporte para ir a
ninguna parte, la gran estrella de los tiempos se convertiría en tu verdugo. La ceguera
sería inminente, pronto serías incapaz de distinguir el cielo de la tierra en el horizonte,
tu piel se quemaría a fuego lento y arderías a tal punto que desearías morir ahogado en
ese manantial.
Renzo: ¿De qué hablas? (Evasivo, intenta seguir comiendo).
Ross: Por otra parte, tienes al camello. Una excelente opción si deseas salir del
desierto, pero debes conocer el camino; de lo contrario, vagarías sin rumbo por un par
de días y finalmente el camello se reusaría a llevar tu trasero a Dios sabe dónde. ¿Sabes
qué es más fuerte que cualquier ideal humano, Renzo? El instinto animal: puedes
intentar someterlo con elocuencia y elegancia, exponerlo a altas dosis de belleza; pero
cuando menos lo esperes, reaparecerá hambriento y formidable. Eso somos, animales, el
más erguido y maquinador entre toda especie. Es más, podríamos intentar conocernos
largo y tendido ahora mismo, y al final solo obtendríamos una versión de nosotros
mismos proyectada en el otro. ¿Tú te conoces Renzo?

RENZO intenta elaborar una respuesta, pero ROSS lo interrumpe.

Ross: ahórrate las palabras. Todo lo que un hombre puede decir de sí mismo se reduce
al plano de la sobrevivencia, allí es donde la auténtica personalidad aflora y la verdad
sale a la luz. (Pausa). Hablando de luz y volviendo al tema, ¿sabes qué sucedería? El
maldito camello terminaría por entender que lo estás conduciendo hacia su propia
muerte y obedeciendo a su instinto te dejaría a merced de la gran estrella luminosa.
Rezarías por un milagro, suplicarías al cielo la piedad de sus nubes. Finalmente, tus
ideales más grandes y tu propia fe quedarían reducidas a una pequeña gota de agua.
Enloquecerías creyendo que ves cientos de ellas caer del cielo, pero solo sería tu vida
evaporándose frente a tus ojos. La muerte puede adoptar muchas formas, ¿sabes? En
esta ocasión quizá vendría vestida de serpiente cascabel para inducirte una epifanía,
mientras rodea tu cuerpo ahora sensible y apagado; y entonces, sin piedad, te traería de
vuelta al inmenso páramo de arena para hacerte suplicar por un poco de su veneno, solo
un poco que ayude a acabar con tu agonía.
Renzo: Cállate. (Traga con dificultad).
Ross: ¿Te sucede algo?
Renzo: (Intenta tomar la garrafa de agua, pero ROSS se la arrebata). Dame eso…
Ross: ¿El qué?
Renzo: (Con dificultad). Dame… la maldita… agua. (Tose bruscamente).
Ross: ¿Quieres agua, Renzo?
Renzo: ¡A-GU-A! (Se está asfixiando).
Ross: ¿Dime qué eliges, el manantial o el camello? (Meneando la garrafa). ¿Qué tipo
de hombre eres?
Renzo: ¡A-GU-A!
Ross: ¿Vas a luchar por tu vida, o solo te echarás a lloriquear como lo hiciste el día
que asesinaron a tu padre y se llevaron a tu madre? ¿Qué harás? (Meneando la garrafa
nuevamente). Vamos, muéstrame quién eres, de qué estás hecho.
Renzo: ¡A-GU-A… maldito… hijo de perra! (Cae al suelo derribando los platos
sobre la mesa).
Ross: (Derrama agua sobre el piso). ¡Bebe! ¿O acaso no sabes beber del piso que te
sostiene? ¿Eres capaz de morir por orgullo?

Forcejean. Justo cuando RENZO está a punto de colapsar, ROSS lo toma por el
hombro y le da un puñetazo en el estómago para expulsar el trozo de comida
que le asfixia.
Ross: Bebe. Tranquilo, ya está. Recupera el aliento.

RENZO bebe agua tirado en el suelo.

Ross: Ahora dime, ¿qué sucedió esta tarde? Supe que te llevaron a ver al loco ese.
Renzo: Tú estás loco…
Ross: Vamos, no me hagas comer ansias, responde.
Renzo: ¿Qué esperas que diga? Es un maldito doctor hizo lo que hace cualquier
médico, supongo.
Ross: ¿Supones?
Renzo: Tomaron otra muestra de mi sangre y me hizo una serie de preguntas…
estupideces.
Ross: ¿Estupideces? Ese tipo no abre la boca para preguntar estupideces, he escuchado
su voz apenas un par de ocasiones y eso jamás ha salido bien.
Renzo: Me pareció amable, ¿qué puedo decir? Dijo que había algo extraño en mi
sangre y me preguntó sobre mis padres.
Ross: ¿Qué más te dijo, te preguntó algo sobre mí o el resto? Si quieres te lo saco a
golpes.
Renzo: No me amenaces.
Ross: ¿Qué escondes?
Renzo: ¿Por qué desconfías de mí? Fueron ellos los que te arrebataron todo. Puedo ver
la rabia en tus ojos y déjame decirte que no eres el único que desea acabar con todo
esto. Ahora, si lo que buscas es a alguien con quien sacarte la cólera, podemos matarnos
aquí mismo; no te voy a permitir que utilices la memoria de mis padres en mi contra, y
mucho menos que actúes como si me conocieras. No estoy aquí de vacaciones, Ross.
Me quitaron lo único que he tenido estos últimos años: mi libertad. Ya me tienes harto
con tu interrogatorio absurdo; te lo repetiré una vez más, y si no me lo crees, te puedes
ir a la mierda. Respondí a sus preguntas y dijo que enviará por mí mañana para otra
revisión.
Ross: Entonces, eso es lo que más valoras, tu libertad.
Renzo: Sobre todas las cosas.
Ross: Puedo ofrecerte eso, la pregunta es si estarías dispuesto a morir si fuese
necesario.
Renzo: Estoy dispuesto a asumir ese riesgo; si recupero mi libertad, habrá valido la
pena. De lo contrario, quizá la muerte sea una forma de libertad comparado con esto.
Ross: (Incorporándose). Tendrás que ser cauteloso y saber escoger tus palabras.
Renzo: Me queda claro.
Ross: (Extiende su mano a RENZO y lo ayuda a ponerse de pie). Eso pensé. Después de
todo, sí tienes agallas. (Se dirige a la mesa). Ven, acércate.
Renzo: ¿En qué puedo ayudar?
Ross: Nuestro tiempo aquí se agota y aún no logramos descubrir si existe algún
antídoto, algo que revierta la pérdida de memoria inducida por esas pastillas. Si acaso
existe, Jack Pollock debe tenerla y allí es donde entras tú.
Renzo: ¿Qué quieres que haga?
Ross: Eres el primero que se acerca a ese monstruo y regresa con vida de su
laboratorio, creemos que usa a los presos como conejillos de india para sus
experimentos. Sea cual sea la razón por la que muestra tanto interés en ti, debemos
usarla a nuestro favor.
Ross: Bien.
Ross: Mañana, cuando Pollock envíe por ti, debes aprovechar cualquier descuido y
revisar sus archivos, sus anotaciones, cualquier cosa que nos conduzca a la cura.
Renzo: Cuenta con ello. Y luego, ¿qué?
Ross: Luego, sembraremos el caos desde adentro.
Renzo: Tendrías que haberlo dicho desde un principio. (Se dan un apretón de manos).

Las luces de la penitenciaría comienzan a apagarse lentamente, RENZO se


acomoda en una esquina para descansar, ROSS le alcanza una vieja sábana y
luego se dirige al baño.

Oscuro.

Segunda Parte: Oblivion

1. La Hoguera

Lugar: Jardín en el palacio del Rymden.

Temprano por la mañana. BLOOM se encuentra en los jardines del palacio,


cuidando de sus flores; las hay de muchos colores y tamaños. Viste un atuendo
que la hace parecer la más grande flor de todas, de expresión y belleza
melancólica.
Bloom: Las sembraría en cada rincón de mi reino si pudiera. Desde las colinas hasta el
desierto, lo colmaría todo con sus colores y aun sobre las nubes plantaría su perfección.
Quizá así lloviera belleza y fertilidad sobre este mundo gris. Todos tendrían flores para
los días felices y las noches en vela, para el amor, y la espera. Pero jamás sobre una
tumba o en la mano de un idiota enamorado. Ninguna de ustedes flores mías merece ser
sacrificada por una emoción humana.

MR. PITTER PATTER ingresa silenciosamente al jardín, la observa.

Mr. Pitter Patter: Si me permite el atrevimiento, está usted más bella que nunca. Su
presencia lo eclipsa todo.
Bloom: Nunca te cansas.
Mr. Pitter Patter: Haría lo que fuera para ganar su afecto.
Bloom: No hay nada que puedas hacer para ganarlo. Patter, las cosas del amor solo se
viven entre iguales, todo lo demás es miseria humana. Estás aquí para ser mis ojos y mis
oídos, dedícate a eso y no lo arruines.
Mr. Pitter Patter: Por favor, mi señora. Comandaría ejércitos hasta el mismísimo
Infierno si así me lo pidiera.
Bloom: Eso es justo lo que pienso hacer, desatar un Infierno en Las Tierras de los no
Deseados.
Mr. Pitter Patter: Haré lo que me pida, para demostrarle que soy digno de usted.
Bloom: Tendrías que hacer un milagro para mostrarte digno ante mí. ¿Vez el
horizonte?, poseo todo lo que tus ojos ingenuos alcanzan a ver, y mucho más; no hay
nada oculto para mí entre el cielo y la tierra, soy la dadora de la vida y de la muerte. No
olvides cuál es tu posición o yo misma te haré arder hasta reducirte a cenizas.
Mr. Pitter Patter: (Se pone de rodillas). Perdón, mi señora. No volverá a pasar.
Bloom: Así está mejor. Compórtate como lo que eres, mi siervo. (Vuelve su atención
a las flores). ¿Dónde están los ministros?, ya deberían estar aquí.
Mr. Pitter Patter: Esperan afuera por usted, mi señora.
Bloom: ¿Por qué sigo viendo tu cara? Ve y hazlos pasar, de inmediato.

MR. PITTER PATTER abandona el jardín en busca de los ministros.


Bloom: Solo ustedes, flores mías, pueden entenderme. Saben que nada soporta el paso
del tiempo, que todo se marchita y aun así brotan cada tanto con su dulce aroma.
Entienden que el precio de la perfección es la muerte. Y pensar que yo, que he
descubierto los secretos más ocultos de la genética, también he de perecer como ustedes
algún día. Malditas aves de rapiña las que me rodean, desean poseer la esencia de todo
cuanto es bello para presumirlo como propio; no teman, flores mías. Nadie tomará su
aroma, así como nadie poseerá el don que he creado.

Los ministros ingresan al jardín, seguidos por MR. PITTER PATTER.


Mr. Wisdom: Mi señora, aquí estamos.
Mr. Pain: A sus órdenes.
Mr. Misery: Y sin demora, ya sabe. El tiempo es oro.
Bloom: Caballeros.
Mr. Wisdom: ¿A qué se debe la premura de esta reunión?
Bloom: Los he reunido para planificar el ataque.
Mr. Pain: ¡Victoria!
Bloom: Tenías razón, Pain. No debí mostrar piedad a esa escoria.
Mr. Wisdom: Eran un mal necesario, mi señora.
Mr. Pain: El mal debe ser erradicado, Wisdom.
Mr. Wisdom: Debe ser confeccionado y administrado en pequeñas dosis. Así se
controla la voluntad de las masas. Lo tuyo es el caos, Pain; lo mío, la manipulación y el
miedo.
Mr. Pain: Te mataría ahora mismo solo por diversión.
Mr. Wisdom: No lo dudo. Hasta que descubras cómo gobernar un reino con
cadáveres, te sugiero que dirijas tu ira hacia nuestro próximo ataque.
Mr. Pian: Lo haré, y luego me ocuparé de ti.
Bloom: ¡Basta!
Mr. Misery: Tus maniobras son tan necesarias como costosas, Pain. Debemos
maximizar los esfuerzos, el proyecto nuclear fue demasiado costoso. Opino que esta vez
optemos por una opción más ortodoxa.
Mr. Pain: ¡Crucifixión!
Mr. Misery: Me gusta, solo necesitamos madera y clavos.
Bloom: Una inmensa hoguera.
Mr. Misery: Excelente opción, mi señora. Un tanto medieval para mi gusto; pero qué
más da. Solo necesitaremos mucha madera. (Ríe). ¡Cash, cash, cash!
Bloom: Los haremos arder a todos en la plaza.
Mr. Pain: Arderá tan fuerte que la noche no se pondrá sobre el Rymden.
Mr. Misery: ¿Cómo lo llamaremos?
Bloom: Debe ser contundente, algo que avive el espíritu de mis hijos.
Mr. Wisdom: La Última Cruzada.
Bloom: ¡Suena maravilloso!
Mr. Pain: ¡Victoria!
Mr. Wisdom: No se diga más, estará en todos los periódicos, mañana a primera hora.
Bloom: Pain, prepara a todo mi ejército. Deben partir mañana con la caída del sol;
condúcelos a través de Las Tierras de Los no Deseados y procura que sea un ataque
sorpresa, quiero que captures a todos y cada uno de esos bastardos y me los traigas con
vida. Conocerán la fuerza de mi castigo.
Mr. Pain: Será todo un placer. A mis hombres les hace falta algo de diversión.
Siguiendo con la idea de avivar el espíritu de nuestra gente y la temática clásica del
caso, sugiero realizar una ejecución de prisioneros por animales en el coliseo. Las
familias del Rymden estarán muy agradecidas con su líder.
Mr. Wisdom: Una excelente oportunidad para mostrar su benevolencia, mi señora.
Bloom: Continúa.
Mr. Wisdom: Ofrecer la absolución de la pena a los prisioneros que se rindan ante
usted, y que el resto sean sacrificados en el coliseo. Ganará toda la admiración de sus
hijos si muestra que el peso de su castigo equivale al peso de su perdón.
Bloom: Nada como el perdón de una madre… que así sea. Wisdom, haz los
preparativos. Patter.
Mr. Pitter Patter: Mi señora.
Bloom: Informa a los prisioneros que quienes estén dispuestos a ser transformados,
recibirán mi perdón esta misma noche. El resto, pueden servir de diversión en el
coliseo.
Mr. Pitter Patter: Entendido.
Bloom: Misery, encárgate de los preparativos para la hoguera, que sea la más grande
que se haya visto jamás.
Mr. Misery: Sugiero la colaboración de todos los niños del Rymden en la
construcción de tan importante monumento, mi señora. Ya sabe, como un ejercicio
cívico. Y claro, para disminuir los costos.
Bloom: Tienes mi consentimiento. Así cuando se cuente la historia, mis hijos estarán
orgullosos de haber servido a la causa. Muy bien señores, me retiro. Cumplan mis
deseos al pie de la letra y que sus actos florezcan.
Mr. Wisdom: ¡Salve Bloom!
Todos: ¡Salve!

BLOOM abandona los jardines, tras el gesto de reverencia que sus súbditos
realizan. MR. PITTER PATTER intenta marcharse con urgencia.

Mr. Misery: ¡Patter!


Mr. Pitter Patter: Caballeros.
Mr. Misery: ¿A dónde vas con tanta prisa? ¿Nos estás evitando?
Mr. Pitter Patter: Por supuesto que no, señores. Me dirijo a cumplir con mis
órdenes.
Mr. Pain: Apestas a perro faldero, Patter.
Mr. Misery: Te equivocas, Pain, reconozco ese aroma. Esta rata traviesa huele a
codicia.
Mr. Pitter Patter: Mi lealtad es absoluta y desinteresada, caballeros.
Mr. Wisdom: ¡Alcaide! ¿No estará padeciendo del síndrome de Edipo?
Mr. Pain: De ser así, yo mismo le arrancaré los ojos.
Mr. Misery: Hazlo, Pain. Así no podrá codiciar más a esa decrepita.
Mr. Pitter Patter: ¡Cómo se atreve!
Mr. Misery: Eres un pobre y vulgar soldado. Los hombres como tú son solo un
medio para una mujer como ella. (Lo inspecciona). Puedes lustrar tus botas todo lo que
quieras y llevar el uniforme impecable; pero no será a ti a quien busque cuando desee
que alguien caliente su cama. De seguro, al verte lo único que encuentra es al cerdo
sangriento que eres.
Mr. Wisdom: No es necesario exponer así la desgracia de nuestro servicial Alcaide.
Ve al grano y marchémonos.
Mr. Pain: Sí, comienzo a perder la paciencia.
Mr. Misery: Bien. (A MR. PITTER PATTER). ¿No habrás creído que vamos a acabar con
todos en la penitenciaría sin antes celebrar como es debido?
Mr. Pitter Patter: No hace falta que lo diga, Mr. Misery. Yo mismo me encargaré
de los preparativos.
Mr. Wisdom: ¡Esta noche, es noche de celebración!
Mr. Misery: ¡Noche del Sueño de Calígula!
Mr. Pain: ¡Me hierve la sangre de solo pensarlo! Ya sabes lo que me gusta, Patter. En
vista de las circunstancias, que sea una dosis doble para mí, haz que valga la pena.
Mr. Pitter Patter: ¡Entendido!
Mr. Misery: Que me reciban las dos arpillas astutas esas, eh… ¿cómo se llaman?
Mr. Pitter Patter: La prisionera Rosita y Cailín.
Mr. Misery: ¡Exacto! Esas dos sí saben jugar sucio…
Mr. Pitter Patter: Cuente con ello.
Mr. Wisdom: Ya sabes que soy algo aburrido, Patter; lo de siempre para mí. Señores
debemos irnos.
Mr. Pain: Hazlo bien, no estropees nuestra última visita al parque de atracciones.
Mr. Misery: Hasta entonces, Patter.
Mr. Pitter Patter: Caballeros. (Permanece en posición de saludo hasta que los
ministros abandonan el recinto. Observa las flores pensativo. Frustrado, arranca una
de ellas e intenta lanzarla contra el suelo; pero se detiene. Mira a su alrededor y,
guardándola en su bolso, abandona el lugar).

Oscuro.

2. ADN/ CLASIFICADO.

Lugar: Laboratorio del Dr. Jack Pollock.

RENZO es ingresado por las carceleras al laboratorio del DR. JACK POLLOCK.
Carcelera uno: (A la CARCELERA DOS). Mira todas esas máquinas.
Carcelera dos: ¡Y estos instrumentos!
Carcelera uno: (Toma un escalpelo). ¡Esto es el paraíso!
Carcelera dos: ¿Lo recuerdas?
Carcelera uno: ¡Cómo olvidarlo! (Lanza a RENZO sobre una camilla). Sabes
Renzo, de pequeñas jugábamos a ser científicas.
Carcelera dos: Sí, yo cazaba a los animalitos.
Carcelera uno: Y yo preparaba el sótano donde escondíamos herramientas de todo
tipo. (Mueve el escalpelo descuidadamente cerca de RENZO).
Carcelera uno: ¡Cortar!
Carcelera dos: ¡Remover!
Carcelera uno: ¡Suturar!

Ríen como dos niñas cómplices de una travesura.

Carcelera uno: Hermana, mira este lindo espécimen.


Carcelera dos: Podríamos jugar un poco con él, como en los viejos tiempos.
Carcelera uno: Quiero una oreja.
Carcelera dos: No, mejor un ojo.
Carcelera uno: O mejor ambos, nadie notará la diferencia.
Carcelera Dos: ¡Es tan apuesto, quiero una parte de él! ¡Hagámoslo!

El DR. JACK POLLOCK, ingresa al laboratorio.

Dr. Jack Pollock: ¡Señoritas!


Carcelera uno y dos: ¡Lo sentimos, doctor!
Dr. Jack Pollock: Dejen al prisionero en paz. Es todo por ahora, ya pueden
retirarse.
Carcelera uno: Si necesita un par de manos extra, nosotras podríamos ayudar.
Dr. Jack Pollock: Largo de aquí.
Carcelera dos: Por supuesto, doctor. Con su permiso.

Las carceleras, abandonan el laboratorio.

Dr. Jack Pollock: Parece que lograron asustarte esas dos traviesas. (Toma el
escalpelo y lo regresa a su sitio).
Renzo: Ni un poco, doctor. (Se sienta sobre la camilla).
Dr. Jack Pollock: ¡Claro! Relájate, ahora vuelvo. Tus resultados están casi listos.
El DR. JACK POLLOCK abandona la habitación. RENZO toma el escalpelo y
aprovecha la oportunidad para revisar entre las cosas del doctor. Se dirige al
escritorio y revisa entre la pila de documentos, luego abre las gavetas y ojea los
archivos rápidamente. De pronto, uno de ellos captura su total atención, revisa
página tras página sin poder creer lo que está viendo. El DR. JACK POLLOCK
vuelve a la habitación, con la mirada sumergida en los resultados.

Dr. Jack Pollock: Justo como lo sospeché. ¡Es un milagro!


Renzo: (Apunta el escalpelo contra JACK POLLOCK, amenazante). ¿De dónde sacaste
esta información sobre mis padres y estas fotografías? (Le muestra una de las
fotografías). ¡Aquí aparezco en sus brazos, recién nacido! Responde, pervertido, o mi
cara será lo último que verás.
Dr. Jack Pollock: No es lo que piensas, Renzo. baja eso y hablemos.
Renzo: ¡Eres un monstruo! ¿Qué hiciste con mis padres? (Lanza una estocada
fallida). Acabaré contigo.
Dr. Jack Pollock: ¿De qué hablas?, apenas los conocí. Yo mismo tomé esas
fotografías.
Renzo: ¡Enfermo! (Acecha a POLLOCK, este intenta escabullirse rodeando el
escritorio). No volverás a usarnos para tus retorcidos experimentos.
Dr. Jack Pollock: (Retrocede bruscamente, cayendo sobre el piso). ¡Espera un
segundo! ¿Qué crees que hago en este sitio?
Renzo: (Aturdido). Torturas y asesinas a los nuestros.
Dr. Jack Pollock: ¡Genial!
Renzo: (Se abalanza sobre el doctor y coloca el escalpelo sobre su cuello). Cómo te
atreves, sinvergüenza.
Dr. Jack Pollock: ¡Alto! Quiero decir que es genial que después de tanto tiempo
trabajando en este laboratorio aún nadie sospeche lo que en realidad intento desarrollar
aquí.
Renzo: (Le propina un puñetazo directo a la nariz). ¡Escúpelo!
Dr. Jack Pollock: ¡Maldición, cómo duele!
Renzo: Todos saben lo que haces aquí. Nadie vuelve de este sitio.
Dr. Jack Pollock: Eso tiene una explicación. ¡Arr! ¿Por qué en la nariz? No
deberíamos hablar de esto aquí; pero lo que acabo de confirmar sobre ti es mucho más
alarmante. Al parecer no tengo elección.
Renzo: Habla de una vez. Pero antes, dime dónde escondes el antídoto para esa píldora
con la que induces la pérdida de la memoria.
Dr. Jack Pollock: ¿Eso es lo que pretendías encontrar entre mis cosas?
Renzo: ¡Dámelo!
Dr. Jack pollock: Es lo que trato de explicarte. Mírame, ¿te parece que soy un
torturador de personas, o el Dr. Frankenstein?
Renzo: ¿Frankenstein? No te lo repetiré. ¿Dónde escondes el antídoto?
Dr. Jack pollock: Vaya fama la que me he ganado. Mira, en primer lugar, no fui yo
quien creó esa droga; ha sido obra de Bloom, guiada por la mente perversa de Wisdom.
Él la convenció de eliminar los recuerdos de todos los habitantes y destruir cualquier
recurso histórico que cuestionara la nueva narrativa establecida. Quemaron toneladas de
libros y censuraron a muchas personalidades históricas por considerar sus ideas
indeseadas y provocativas. Luego, iniciaron una gran campaña con la que Bloom fue
elevada al estatus de deidad. Se tomaron los medios de comunicación y toda expresión
artística quedó destinada a contar exclusivamente la heroica historia de una mujer que
logró proteger estas tierras de la devastación del enemigo y volvió victoriosa con un
milagro entre sus manos. Así crearon al ciudadano modelo, incapaz de cuestionar su
palabra, leal hasta la muerte. Para ellos no hay nada antes o después del Rymden.
Renzo: ¿Intentas tomarme el pelo?
Dr. Jack Pollock: ¿No lo entiendes, cierto? El primer paso fue controlar la voluntad
de las familias más poderosas e influyentes del país a través del miedo, lo lograron con
el ataque nuclear que Bloom planificó con la ayuda de Pain, el ya entonces ministro de
Guerra.
Renzo: Continúa.
Dr. Jack Pollock: Ese fue solo el comienzo. Luego, le hicieron creer a todos, que se
trataba de una conspiración por parte del enemigo extranjero, en un intento por despojar
a Bloom de su gran descubrimiento: “La posibilidad de nacer genéticamente perfectos”.
Esa fue la cereza en el pastel. En solo cuestión de días, comenzaron a levantar los muros
y así nació el Rymden.
Renzo: ¿Por qué aceptaron olvidar, tomando esa píldora?
Dr. Jack Pollock: No lo hicieron, los engañaron diciéndoles que debían tomarla
para erradicar los efectos de la radiación; en cuestión de meses la población entera había
olvidado sus recuerdos, como envases vacíos, listos para verter en ellos las ideas de
Bloom, así logró instalarse en sus mentes como “La madre de todos”. Entonces, Misery
se hizo cargo de completar el trabajo, expropiando a los empresarios de sus empresas
para controlar los medios de producción. Ni siquiera tuvo que hacer uso de la fuerza;
quién se atrevería a desafiar a “la dadora de la vida y de la muerte, Bloom”. Desde
entonces, controlan todo lo que aquí se dice, se escucha y se hace. Eso que buscas es lo
mismo que he intentado descubrir todos estos años metido en este laboratorio.
Renzo: ¿No la tienes?
Dr. Jack Pollock: No.

apunta el escalpelo contra POLLOCK y lo acecha en círculos alrededor de


RENZO
la mesa.
Renzo: ¡Dámelo!
Dr. Jack Pollock: Te estoy diciendo la verdad.
Renzo: ¿Qué hiciste con los reclusos que nunca regresaron?
Dr. Jack Pollock: ¡Détente! (Exhausto). Esos reclusos sucumbieron ante el encierro
y decidieron tomar la droga. Solicité que el procedimiento se hiciera bajo mi
supervisión para hacer pruebas del antídoto que estoy desarrollando en secreto. Me
matarían si descubren que intento crear una cura. Solo he logrado ralentizar la eficacia
de la píldora; pero terminan olvidando y luego son trasladados a las granjas de trabajo
donde se les asigna un nuevo nombre, un pasado y una familia postiza. Allí se dedican a
cuidar de los cultivos y el ganado con el que se alimentan las familias del Rymden. Lo
hacen con orgullo hasta el día de su muerte, con la promesa de un paraíso donde vivirán
para siempre cerca de Bloom. Uno de los reclusos me dijo que se sentía un traidor por
preferir el olvido antes de morir en esta cárcel, tenía vergüenza de mirar a los suyos a la
cara. Por eso lo hacen en secreto.
Renzo: (Para sí mismo). Entonces, no hay una cura.
Dr. Jack Pollock: Me temo que no.
Renzo: Dijiste que tú mismo tomaste estas fotos.
Dr. Jack Pollock: Sí. En esa época el Estado desarrollaba el proyecto Futura, una
investigación para combatir las enfermedades congénitas en los niños no nacidos; el
programa estaba dirigido por Bloom y un equipo de genetistas, yo era parte de ese
equipo. Bloom se obsesionó con la idea de alcanzar la perfección del genoma humano.
Siempre supe que tarde o temprano lo lograría… debí detenerla.
Renzo: ¿Eso qué tiene que ver conmigo y mis padres?
Dr. Jack Pollock: El programa buscaba parejas jóvenes dispuestas a someter su
planificación de embarazo al procedimiento científico, se trataba de una apuesta
riesgosa. Pero si todo salía bien, darían a luz un hijo completamente sano. A tus padres
les atrajo la idea y…
Renzo: Espera un segundo, me estás diciendo que…
Dr. Jack Pollock: Si, Renzo. Después de cientos de intentos fallidos y muchos años
de trabajo, el proyecto tuvo éxito. Naciste tú, el primer niño sin rastro de enfermedad en
su historial genético.
Renzo: ¿Por qué debería de creerte?
Dr. Jack Pollock: Ese archivo esconde todas las evidencias. Estuviste bajo
supervisión durante el embarazo y se te mantuvo en secreto tras tu nacimiento. Todo
marchaba bien, hasta que Bloom se empecinó con la idea de que tú eras su primogénito
y debías ser criado por ella. Aterrados, tus padres huyeron muy lejos y lograron
esconderte.
Renzo: (Revisa el archivo). Soy un producto de laboratorio.
Dr. Jack Pollock: Técnicamente sí, Renzo. Pero tus padres te amaron tanto que no
les importó poner sus vidas en riesgo para mantenerte a salvo, lejos de Bloom.
Renzo: ¿Por qué me dices todo esto?
Dr. Jack Pollock: Porque planeo sacarte de aquí, antes de que sea demasiado tarde.
Si Bloom se entera, la loca idea de que eres su primogénito volverá a su cabeza y querrá
manipularte para prolongar su reino de destrucción contigo.
Renzo: ¿Cómo estás tan seguro?
Dr. Jack Pollock: Porque Bloom solía ser mi esposa.
Renzo: ¿Qué?
Dr. Jack Pollock: Sé que tienes muchas preguntas, Renzo; pero no tenemos tiempo,
ven conmigo. Te contaré todo en el camino.

MR. PITTER PATTER irrumpe sorpresivamente en el laboratorio. RENZO esconde


en su bolsillo la fotografía donde aparece junto a sus padres.

Mr. Pitter Patter: ¡Caballeros! Lamento interrumpirlos. Pasaba por aquí y no pude
evitar escuchar que piensan ir de paseo.
Dr. Jack Pollock: ¡Patter!
Mr. Pitter Patter: ¡Carceleras!

Las carceleras ingresan al laboratorio.

Carcelera uno: ¡Señor!


Carcelera dos: ¡Si, señor!
Carcelera uno: ¿Qué vamos a diseccionar?
Mr. Pitter Patter: Mis lindas e impacientes criaturas. No diseccionaremos a nadie,
por ahora. ¡Escolten al prisionero de vuelta a su celda! Y mejoren su saludo.
Carcelera uno: ¡Señor!
Carcelera dos: ¡Sí, señor!
Mr. Pitter Patter: ¿Acaso quieren provocarme un dolor de cabeza? Ya tengo
suficiente por hoy. (Ejemplificando). !Seeeñor! ¡Síííí, Seeeñor! Así deben saludar,
practíquenlo para la próxima.
Carceleras uno y dos: ¡Lo sentimos, señor!
Mr. Pitter Patter: Tomen al prisionero y déjennos a solas.

Las carceleras, escoltan a RENZO de vuelta al pabellón.

Mr. Pitter Patter: Con que el primogénito de Bloom.


Dr. Jack Pollock: Patter, debemos sacarlo de aquí.
Mr. Pitter Patter: Siempre me pregunté por qué una mujer tan bella e inteligente
como Bloom pondría su mirada en un pusilánime de su talla.
Dr. Jack Pollock: No sabes nada de ella, solía ser muy diferente.
Mr. Pitter Patter: Puedo creerle. Sin duda, por eso decidió dejarlo atrás.
Dr. Jack Pollock: Fui yo quien decidió alejarse de ella y todo lo que ahora
representa.
Dr. Pitter Patter: ¡No se atreva a levantar falsos contra mi señora! Nadie es capaz
de rechazar a tan hermosa flor. De ser así, ya estaría usted muerto.
Dr. Jack Pollock: Lo que dices es verdad. Jamás rechazaría a la mujer con la que
me casé, con la que construí un hogar y pensé envejecer. Esa mujer ya no existe, solo
queda la persona despiadada que decidió ser ¿Has escuchado alguna vez un te amo salir
de su boca? Yo sí. Ahora respóndete por qué sigo con vida.
Mr. Pitter Patter: Eso se acaba ahora mismo. (Desenfunda su pistola, toma sus
esposas y se las lanza a POLLOCK). No sabe cuánto he esperado este momento. Al fin
podré deshacerme de usted; y por si fuera poco, ha puesto en bandeja de plata para mí el
milagro que necesito para ganarme el corazón de su exesposa. Cuando mi amada sepa
de su traición, seré yo mismo quien lo ejecute.
Dr. Jack Pollock: ¡Lo pagarás muy caro!
Mr. Pitter Patter: ¡Vamos, no tengo tiempo que perder! Espósese a ese tubo. (El
DR. JACK POLLOCK se esposa al tubo). No se preocupe, volveré pronto y me aseguraré de
darle una muerte digna, quizá lo hagamos a su manera. Nunca me interesé tanto por la
anatomía como ahora. Podría explicarme un poco mientras lo voy diseccionando
lentamente, será divertido. ¿No le parece?
Mr. Jack Pollock: ¡No te saldrás con la tuya, maldito megalómano!

MR. PITTER PATTER golpea a POLLOCK con la cacha de su pistola, dejándolo


inconsciente. Se dirige al escritorio, toma el archivo que oculta la información
de RENZO y se marcha deprisa.

Oscuro.

3. La Señal

Lugar: Pabellón en la penitenciaría del Rymden.

ROSITA está sentada a solas en el pabellón, tararea una melodía. Las carceleras
abren el portón y lanzan a RENZO bruscamente contra el suelo. ROSITA actúa
como si nada estuviera pasando. Cuando las carceleras se retiran, corre a
ayudar a RENZO.

Rosita: ¿Estás bien?


Renzo: No, realmente.
Rosita: (Alarmada). ¿Qué te han hecho? (Revisa si tiene alguna herida).
Renzo: Descuida, Me han traído en una pieza. Y, aun así, me siento hecho pedazos.
Rosita: ¿Qué tienes?, parece que has visto un fantasma.
Renzo: Algo parecido… Rosita. ¿Puedo confiarte un secreto? Necesito sacármelo del
pecho.
Rosita: Puedes decirme lo que quieras, desahógate.
Renzo: Acabo de descubrir algo que me hace cuestionar mi vida entera.
Rosita: Vamos, habla; no me pongas más nerviosa.
Renzo: Seguramente ustedes están al tanto del proyecto Futura, el origen de toda esta
mierda.
Rosita: Claro.
Renzo: Mis padres aceptaron ser sometidos a las pruebas del experimento y…
Rosita: Creo que te han drogado (revisa sus pupilas). Hablas incoherencias.
Renzo: ¡Escúchame! Yo pensé lo mismo, hasta que vi esto. (Saca la fotografía de
retrato que guardó en su bolsillo). Mírala, hay docenas de ellas en los archivos de
Pollock.
Rosita: Sí, sí. Pero, ¿quiénes son estas personas?
Renzo: Ellos son mis padres.
Rosita: O sea que ese bebe… eres tú. (Atónita).
Renzo: No me juzgues, por favor. Tuve una familia, un hogar y todo eso que sustenta
una infancia. ¿Sabes quién soy en verdad? Soy el primer resultado exitoso del proyecto
Futura. Y al parecer mi vida entera es una farsa… (Pausa). Prométeme que no se lo
dirás a nadie.
Rosita: Renzo, deben saberlo.
Renzo: No, no lo hagas, por favor. Me matarán.
Rosita: Estoy segura de que lo podemos resolver. Tenemos un plan en marcha; si te
unes a nosotros, todo estará bien.
Renzo: ¿Un plan?
Rosita: No debería hablarte de esto, pero quiero creer que podemos confiar en ti.
Renzo: Confía en mí.

ROSITA se percata de que ha dicho demasiado, intenta abandonar la


conversación.

Rosita: Olvídalo, creo que debo irme.


Renzo: No te vayas, puedo ser de ayuda en lo que sea que estén tramando.
Rosita: El riesgo es muy alto para alguien que ama su libertad sobre todas las cosas.
Renzo: ¿Hablaste con Ross?
Rosita: Me advirtió que debía tener cuidado contigo.
Renzo: Ese idiota no me conoce.
Rosita: No hables así de él.
Renzo: Disculpa. Yo sería incapaz de traicionar tu confianza.
Rosita: ¿Por qué debería creerte?
Renzo: Porque no recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí así, como en este
momento. Cada vez que te veo me siento feliz y no pienso reprimirlo; si acaso muero,
que sea así, sintiéndome extrañamente feliz.
Rosita: (Sonrojada se sonríe). Yo también me siento extrañamente feliz cuando te
veo.
Renzo: Entonces, debe significar algo. Te prometo por esto que siento que no te
defraudaré, aunque sea lo último que haga.
Rosita: Si pudieras elegir, ¿qué sería lo último que harías antes de morir?
Renzo: elegiría algo que nunca haya hecho. (Se acerca lentamente a ROSITA).
Rosita: ¿Y qué sería eso?

Se acercan cada vez más el uno al otro, hasta que sus labios quedan muy cerca.

Rocita: (Se aleja de RENZO bruscamente). Está bien, te lo diré. Pero antes debes
responder a una pregunta.
Renzo: Lo que digas.
Rocita: ¿Por qué quieres unirte al plan?
Renzo: Si mi corazonada es cierta, mi madre debe estar viva en alguna parte. Necesito
encontrarla para saber su versión de todo esto.
Rosita: Bien. (Pausa). Escucha. ¿Recuerdas las expediciones de las que te hablé?
Renzo: Sí.
Rosita: En los últimos años nos dimos a la tarea de encontrar alguna debilidad en los
muros del Rymden, aquello fue inútil. Sin importar lo que hiciéramos, el ejército de
Bloom salía al paso. Perdimos a muchos de los nuestros intentando penetrar la ciudad y
poco a poco perdimos también la esperanza, fue justo cuando creímos imposible vencer
la muralla que un descubrimiento lo cambiaría todo. Cailín encontró los planos de la
ciudad donde ahora se levantan los muros del Rymden, en estos descubrió un antiguo
sistema de alcantarillado que pasa justo debajo de las murallas y conduce a diferentes
puntos de la ciudad.
Renzo: Espera un segundo, entonces, ¿cómo terminaron aquí metidos?
Rosita: El elemento sorpresa es inútil si no sabes a qué te enfrentas. Necesitábamos
entrar a la ciudad sin ser vistos como una amenaza, conocer al enemigo y saber lo que
aquí se trama, mientras poníamos en marcha nuestro plan. Antes me preguntaste qué es
este lugar, ahora te diré lo que es. Es nuestra oportunidad para sembrar el caos desde
adentro ¿Sabes lo que hay justo debajo de nosotros?
Renzo: La antigua red de alcantarillado.
Rosita: ¡Correcto! La parte fácil era ser puestos en prisión. Una vez adentro, Ivanova
ideó una manera de tener acceso a la red de alcantarillado, así podríamos entrar y salir
sin ser descubiertos.
Renzo: ¡Los retretes!
Rosita: Acertaste. Ahora debes hablar con el resto, yo te voy a respaldar.
Renzo: ¿Por qué haces todo esto?
Rosita: Me caes bien.

RENZO y ROSITA se acercan nuevamente, están a punto de besarse. KODA sale


sorpresivamente de su celda.

Koda: ¡Les dije que el muchacho sería valiente!

Los demás prisioneros dejan sus celdas.

Ross: No tan rápido, Koda.


Koda: Al menos se las arregló para volver en una pieza.
Ivanova: (A RENZO). Vaya que sí, amigo. ¿Qué te hicieron esas carceleras? Noté cómo
te miraban cuando vinieron por ti. Debes decirme cómo le haces para cautivarlas a
todas.
Cailín: ¡Cállate, tonto! (Le propina un codazo).
Ivanova: ¡Ey! Solo bromeo.
Renzo: Te aseguro que no quieres estar cerca de esas psicópatas. Creo que tienen una
fijación.
Ivanova: ¡Cuéntanos!
Rosita: (Extrañada). ¡Eh! Sí, cuéntanos. ¿De qué fijación se trata?
Ivanova: Puedes hablar de chicas conmigo cuando quieras, sé mucho de eso.
Renzo: (Nervioso). Al parecer, les encanta diseccionar cosas.
Ivanova: ¡Oh, mi amigo! Eso es lo que yo llamo una atracción fatal.
Nora: Pobre muchacho, debes estar traumatizado después de estar a solas con esas
arpías. ¿Aún tienes algo entre las piernas, cierto?
Renzo: ¿De qué hablas, Nora?
Cailín: Lo que nos faltaba. ¡Ahora tenemos un eunuco en el grupo!
Renzo: Todo está muy bien entre mis piernas…
Ross: ¡Qué atrevido has vuelto!
Renzo: Digo que todo está en su lugar.
Cailín: Bien por ti, Rosita.
Rosita: ¡Por favor, Cailín! Concéntrate en lo importante.
Cailín: Créeme, eso es importante.
Nora: (Picaresca). Muy importante, mi niña.
Rosita: Perdemos el tiempo.
Renzo: ¿Podemos ir al grano?
Nora: ¡Primero el cortejo, muchachos!
Ivanova: Tráiganle agua a esta señora que se está quemando.
Koda: ¡Yo traigo el agua!
Nora: ¡Ven acá, Koda! ¿Estas senil o qué? ¿Cómo te prestas para los juegos de esta
suricata?
Koda: Creí que te quemabas, Norita.
Ross: Ya estuvo bueno, ¡silencio! Entonces, dinos Renzo, ¿descubriste algo?
Renzo: Sí… Lamento decepcionarlos, no hay una cura.
Ross: ¿Cómo estás tan seguro?
Renzo: Me encontró husmeando entre sus cosas.
Ross: ¿Y te lo has creído?
Renzo: En un principio, no; pensé que me haría ejecutar allí mismo, así que opté por
matar o morir. Pero su versión comenzó a tener sentido a medida que me hablaba.

RENZO saca la fotografía de su bolsillo y se las muestra.

Ross: ¿quiénes son estas personas?


Renzo: Son mis padres.
Cailín: (Toma la fotografía). Y supongo que ese eres tú.
Renzo: Sí.
Ross: ¿Cómo la conseguiste?
Renzo: Es una larga historia y no tenemos mucho tiempo, tengo algo que decirles. Si
las palabras de Pollock son ciertas, yo soy la primera prueba exitosa del experimento de
Bloom: al parecer, mis padres huyeron de ella para mantenerme a salvo. Patter nos
escuchó hablando.
Ross: ¡Maldición, pronto vendrán por ti! Eso compromete nuestros planes.
Rosita: Ni siquiera te atrevas a insinuarlo, Ross. ¿Por qué nos delataría?
Ross: Mejor pregúntate por qué no lo haría; a fin de cuentas, es uno de ellos.

ROSITA se interpone entre ROSS y RENZO.

Rosita: Si continúas por ese camino, no quedará nada de ti para cuando todo esto
acabe. No olvides quién eres, Ross. Eres la persona que me rescató y haz hecho hasta lo
imposible para protegernos, porque amas la vida.
Renzo: Cumplí lo que me pediste a cabalidad, Ross: puse mi vida en riesgo; y ahora
que sé la verdad sobre mi pasado, tengo motivos de sobra para hacerlo de nuevo. Quizá
mi madre sigue con vida, prisionera de Bloom y voy a descubrirlo con o sin ustedes.
Ivanova: Piénsalo, Ross. Podría sernos útil.
Renzo: Eso es lo que intento decir.
Rosita: (A ROSS). Lo ves, no hay motivo para desconfiar.
Ross: Espero sepas lo que haces.
Rosita: Confía en mí. Está con nosotros.
Ross: (A RENZO). En ese caso, hay algo que podrías hacer por nosotros.

Las sirenas antibombas se activan. MR. PITTER PATTER ingresa al pabellón en


compañía de las carceleras, cargan tres bolsas que contienen vestuarios y
utilería. Los prisioneros se muestran aturdidos.

Pitter Patter: ¡Damas y caballeros, hoy es un buen día! (A las carceleras). ¿Ustedes
que opinan?

CARCELERA UNO y CARCELERA DOS se miran sin saber qué decir.

Pitter Patter: Son un caso perdido. ¡Quiero escucharlo!


Carcelera uno y dos: ¡Hoy es un buen día!
Pitter Patter: Así está mejor. Bien, ¿en qué estaba?
Carcelera uno: (Discretamente). Dijo que hoy es un gran día.
Mr. Pitter Patter: ¡Aah, sí! Qué más da, vamos al grano. He venido a informarles
de su ejecución. El tiempo que se les concedió en este sitio, con la esperanza de
enderezar sus almas, ha llegado a su fin; sus tristes cuerpos podrán largar de todo el
cansancio y los efectos del encierro. Solo el más grande acto de perdón podría salvar sus
almas, eso es justo lo que Bloom les ofrece. Quienes acepten ser transformados y se
rindan ante ella, recibirán la absolución de sus pecados, serán hechos nuevos y su dolor
será borrado para siempre. Si al ponerse el sol no han tomado una sabia decisión, serán
llevados al coliseo para servir de entretenimiento en nuestra próxima ejecución por
animales.

Pero, qué son esas caras… los quiero ver a todos sonriendo. (A las carceleras). ¿Por qué
chicas?
Carcelera uno y dos: ¡Hoy es un gran día!
Mr. Pitter Patter: ¡Así se hace! Vaya día el que tenemos, tantas sorpresas; creo que
empiezo a creer en los milagros. (A las carceleras). Los vestuarios y la utilería.

Las carceleras lanzan las bolsas a los prisioneros.

Mr. Pitter Patter: Prepárense, porque esta noche tendremos El Sueño de Calígula.
Complazcan a nuestros invitados o se las verán conmigo. Renzo, usted venga conmigo.
¡Carceleras, escóltenlo!

Las carceleras esposan a RENZO, ROSITA corre hacia él y logra besarlo antes de
que CARCELERA UNO le propine un golpe en el estómago que la deja adolorida
en el suelo. RENZO forcejea mientras las carceleras lo conducen fuera del
pabellón.
Mr. Pitter Patter: (Se dispone a dejar el pabellón). ¡Ah! Por poco lo olvido, saquen
a pasear su naturaleza salvaje esta noche, los invitados esperan ansiosos por algo…
intenso.

MR. PITTER PATTER abandona el pabellón. Los prisioneros ayudan a ROSITA a


incorporarse.

Ross: ¡Has perdido la cabeza! ¿Acaso estás buscando que te maten?


Nora: Déjala en paz, a quién no le viene bien un poco de afecto en estos tiempos.
Ross: No estamos aquí para jugar al amor.
Ivanova: Estamos aquí para ajustar cuentas.
Ross: Así es. (A ROSITA). Dime, ¿de qué hablaste con ese chico antes de que
llegáramos?
Rosita: Me confesó lo que había descubierto, temía que si se los decía quisieran
matarlo.
Ross: Rosita… no le habrás…
Rosita: ¡Sí, sí! ¡Le he dicho sobre nuestro plan! Lo lamento. Sé que no va a
defraudarnos.
Ross: Cómo pudiste, ahora la vida de toda nuestra gente está en las manos de ese
aparecido, todo gracias a tus estúpidos sentimientos, no te equivoques niña, aquí no hay
espacio para el amor.
Nora: ¡Déjala, Ross!
Ross: No nos queda alternativa. Koda, tendrás que solicitar el perdón; solo así
tendremos ojos y oídos allí afuera. Intenta encontrar a Renzo y asegúrate de que esté de
nuestro lado; a la menor sospecha, ya sabes lo que debes hacer.
Koda: Pero, yo no… quiero decir, nunca he matado.
Ross: Espero no tengas que hacerlo. (Entrega una navaja a KODA). De ser necesario,
no dudes en hacerlo.
Cailín: ¡Estamos jodidos! Sin Koda no tenemos quién dé la señal en la radio.
Nora: Lo tengo. (Toma a KODA por los hombros). Tú dirás la señal, encuentra el
momento para pedir la palabra durante la ceremonia, y hazlo en grande.
Koda: ¡Llévenme a ver un tren!
Nora: ¡Correcto! Esa será la señal. Ivanova, cambio de planes; comunica tan pronto
como puedas que Koda dará la señal durante la ceremonia.
Koda: Tengo nervios, Nora.
Nora: No temas, cariño.
Ross: Bien, nuestra oportunidad ha llegado; preparémonos y estemos atentos. Ya cada
uno sabe lo que debe hacer.
NORA carga una de las bolsas, IVANOVA y ROSS cargan otra.

Rosita: Ross, déjame explicártelo.


Ross: Se acabaron las explicaciones, Koda acompaños, antes debemos hablar a solas.

ROSS se retira a su celda acompañado por IVANOVA y KODA. CAILÍN intenta


levantar a ROSITA, pero le es imposible debido a un fuerte mareo. NORA la
sostiene.

Nora: ¿Estás con náuseas de nuevo?


Cailín: No es nada.
Nora: Cómo que no, llevas semanas así.
Cailín: Basta, ya deja de preguntar. No eres mi madre. (Se marcha alterada).
Nora: (Ayuda a ROSITA a ponerse de pie). Vámonos, cariño.
ROSITA toma la última bolsa y juntas salen de escena.

Oscuro.

4. El Milagro

Lugar: Salón principal en el palacio del Rymden.

BLOOM ingresa al salón principal, viste una túnica elegante con caída larga,
lleva el rostro maquillado con un estilo elegante y cierto aire de guerra. Toma
una copa de vino y se dirige a un gran ventanal con vistas a toda la ciudad. MR.
PITTER PATTER ingresa al salón.

Mr. Pitter Patter: Mi señora, gracias por recibirme.


Bloom: ¿Qué es eso tan importante que requiere mi atención?
Mr. Pitter Patter: Ha ocurrido un milagro, mi señora, y vengo a ponerlo en sus
manos.
Bloom: ¿De qué hablas?
Mr. Pitter Patter: Se trata de su primogénito, mi señora.
Bloom: No hables de él, está muerto. Yo misma le saqué la verdad a su progenitora.
Mr. Pitter Patter: Se trató de un engaño para mantenerlo lejos de usted.

BLOOM saca su navaja y la coloca en el cuello de PATTER.

Bloom: Será mejor que hables en serio.


Mr. Pitter Patter: ¿Quién se atrevería a jugarle una broma? El Dr. Pollock lo
descubrió, logré intervenir antes de que ese traidor lo sacara de la penitenciaría. Se lo he
traído, está justo detrás de esas puertas.

BLOOM baja su navaja lentamente. Se muestra conmovida, una alegría que


desborda en llanto la invade.

Bloom: Hazlo pasar, tráelo ya. Serás generosamente recompensado por esto.
Mr. Pitter Patter: Gracias, mi señora.

MR. PITTER PATTER abre la puerta principal y hace pasar a RENZO custodiado
por las carceleras.

Mr. Pitter Patter: Aquí lo tiene.

Las carceleras hacen ponerse de rodillas a RENZO.


Carcelera uno: No la veas a los ojos, escoria.
Carcelero dos: Muestra respeto.
Bloom: ¿Cómo se atreven a tratar así a mi primogénito? Quítenle las esposas de
inmediato y lárguense de aquí.
Carcelera uno y dos: ¡Lo sentimos, madre! (Liberan a RENZO y abandonan el
salón).
Bloom: (A MR. PITTER PATTER). Lárgate tú también.
Mr. Pitter Patter: Pero, mi señora, es un salvaje.
Bloom: Estaré bien, es mi hijo y ha vuelto a donde pertenece.
Mr. Pitter Patter: Sobre su generosa recompensa, me gustaría discutirlo.
Bloom: Ya lo he decidido. Te recompensaré enviándote al frente de batalla.
Mr. Pitter Patter: Pero…
Bloom: ¿No es eso lo que querías, ir hasta el mismísimo Infiero por mí?
Mr. Pitter Patter: Claro… agradezco su consideración conmigo. Una cosa más,
solicito la ejecución del Dr. Pollock, por intento de traición.
Bloom: Libéralo.

MR. PITTER PATTER se queda incrédulo ante la orden de BLOOM, hace una
reverencia y se retira indignado.

Bloom: Ponte de pie. (Toma a RENZO por la barbilla y revisa su aspecto). La vida no
te ha tratado como mereces.
Renzo: No me toque.
Bloom: Debes tener muchas preguntas. Te pido mantengas la mente abierta y te tomes
el tiempo de conocer la otra versión de la historia.
Renzo: ¿Dónde está mi madre? Su versión es la única que me interesa conocer.
Bloom: Ella te engendró, pero yo te soñé y te amé con un amor perfecto, como lo que
llevas dentro.
Renzo: Estás más enferma de lo que pensaba.
Bloom: Esa mujer, a la que llamas madre, nunca te amo. Lo hizo por el dinero que
ofrecíamos a las parejas a cambio de prestar su vientre para el experimento. No te
amaron a ti; pero una vez que naciste, les pareció buena idea poseer lo que llevas dentro.
¿Lo ves? No te tuve en mi vientre, pero deposité en ti mi bien más preciado.
Renzo: Mientes, ellos solo trataron de protegerme de ti. (Observa la ciudad del
Rymden a través de la gran ventana).
Bloom: Es maravillosa, ¿verdad? (Lo toma por los hombros y le muestra su reflejo en
el espejo). Mírate, eres mi primogénito; todo eso que ves podría pertenecerte algún día.
Si crees que Los no Deseados te aceptarán siendo quién eres, bien; pero aquí estás a
salvo. Las personas como tú y yo estamos condenadas a la soledad, poseemos un poder
incomprensible para muchos. Yo te enseñaré todo lo que debes conocer, gobernaremos
juntos y algún día heredarás todo esto y te entregaré mi secreto para hacer nuestro
legado eterno.
Renzo: ¿Qué hiciste con mi madre?
Bloom: Huyó a la primera oportunidad que tuvo. Le supliqué que me dijera tu
paradero para rescatarte, prefirió ver por ella y dejarte a tu suerte. Demasiado egoísmo
para llamarla madre, ¿no te parece?

RENZO permanece en silencio mirando su reflejo en el espejo.

Bloom: No tienes que decidirlo ahora, tómate tu tiempo. Esta noche otorgaré mi
perdón a los prisioneros que así lo deseen, ven conmigo a la ceremonia. Pronto tu
corazón te dirá a dónde perteneces, solo espero que no sea demasiado tarde. Tenemos
razones para creer que los no deseados están preparando algo. Cualquier información
que nos ayude a frustrar su plan, es de suma importancia. Sin el Rymden, no tendrás
ningún reino que gobernar. (Pausa). Tu mirada me dice que sabes algo.
Renzo: Sí.

BLOOM toma a RENZO de la mano.

Bloom: Ya me lo contarás todo. Primero, haré que te limpien y te vistan


apropiadamente. Debes estar muy hambriento, hijo mío. (Abandonan el salón).

Oscuro.

Tercera Parte: Kamikases


1. El Sueño de Calígula

Lugar: Penitenciaria del Rymden.

Las luces del pabellón se encienden progresivamente, el área común del patio
ahora está decorada de manera festiva. Al frente del centro se sitúa un mesón
rectangular, equipado con un banquete y bebidas. Los ministros están sentados
a la mesa. MR. MISERY ocupa el extremo derecho de la mesa, MR. WISDOM está al
extremo contrario y MR. PAIN se encuentra justo al centro, comen y beben. MR.
PITTER PATTER hace una efusiva aparición con un número de baile que hace
honor a su nombre, porta sombrero y bastón.

Mr. Pitter Patter: Sean bienvenidos a este recinto del placer, siempre es un honor
contar con su distinguida presencia, caballeros. Como su humilde anfitrión, me gustaría
comenzar la noche recitando uno de mis más recientes poemas.

PAIN ríe de forma hilarante y burlesca mientras mastica, MISERY se une a la carcajada
seguido por WISDOM.

Mr. Misery: No nos hagas perder el tiempo, Patter. Ya has hecho suficiente con el
bailecito.
Mr. Pain: Sí, no le hagas más daño a la poesía.
Mr. Wisdom: Como diría alguna vez un demente: “Si estás intentando escribir como
cualquier otro, olvídalo”. En la mayoría de los casos, el silencio resulta más
reconfortante que un pobre verso, refunfuñado, sin alma ni sangre. Eso es como mearse
uno mismo enfrente de todos. Olvídalo, Patter.
Mr. Pitter Patter: No lo han escuchado, es un poema contemplativo.
Mr. Pain: Contemplativo mis pelotas. Yo quiero acción.
Mr. Misery: Sí. ¡Acción, acción!
Los ministros: (Golpean sus manos sobre la mesa). ¡Acción, acción, acción!
Mr. Pitter Patter: ¡Si buscan acción, eso recibirán! Señores ministros, damos por
iniciada la noche. ¡Bienvenidos al Sueño de Calígula!

Los ministros aplauden entusiasmados.

Mr. Pain: Pon mi canción favorita, Patter.


Mr. Pitter Patter: ¡De inmediato! Directo a la cabina de controles. (Abandona la
sala realizando su zapateo).
Mr. Pain: (Levanta su copa). Un brindis, por una noche inolvidable.
Mr. Wisdom y Mr. Misery: ¡Por una noche inolvidable!
Mr. Pain: ¡Salud!

La iluminación de la penitenciaría cambia progresivamente, la atmósfera se


torna en la de una discoteca estilo industrial. ROSITA, CAILÍN y NORA, hacen su
aparición desde las celdas; visten ropas estilo steampunk futurista, y llevan un
maquillaje que les hace parecer cuervos. NORA trae un biberón gigante entre
sus manos, ROSITA y CAILÍN llevan maletines. Realizan una coreografía grupal.
NORA se dirige a WISDOM quien la invita a ocupar su asiento y luego se sienta
sobre sus piernas. ROSITA y CAILÍN van en busca de MISERY, dejan los maletines
sobre la mesa y toman asiento.

ROSS e IVANOVA dejan sus celdas y avanzan realizando una coreografía, toman
a PAIN por los hombros y lo conducen violentamente, hasta el frente del centro.
Los tres ejecutan una coreografía que de a poco se convierte en una verdadera
pelea. El resto contempla la lucha. ROSS e IVANOVA logran someter a PAIN, este
se muestra excitado con cada golpe que recibe. Le ponen una correa para
perros y lo llevan de vuelta a su silla.

Mr. Pain: Qué deliciosa es la ira, los mataré después de esto.

ROSS lanza a PAIN sobre la mesa, saca su látigo y lo golpea en el trasero. PAIN
gime de placer con cada latigazo.

Ross: ¡Cállate!
Mr. Pain: No me mandes a callar, perra. (Ladra y ríe como un demente). ¡Juro que
los mataré después de esto, será tan excitante! (Gime de placer).
Mr. Wisdom: Ese perro me está atemorizando, nana.
Mr. Nora: No se preocupe, señorito. Ahora lo resolvemos. (A ROSS e IVANOVA).
¡Muchachos!

IVANOVA sostiene firmemente a PAIN mientras ROSS lo azota una y otra vez. Los
gemidos y ladridos de PAIN son cada vez más fuertes, provocando que WISDOM
llore como niño desconsolado.

Mr. Wisdom: Ya no lo soporto más, nana. Haz que se calle de una vez por todas,
¡mátalo! (Llora como bebe).
Nora: Tranquilo, mi pequeño demonio. Ahora lo vamos a mandar a callar. (Toma el
pepe gigante y alimenta a WISDOM).
Mr. Pain: ¡Cómo detesto a los niños!

IVANOVA saca una mordaza bozal de su bolsillo y se la coloca a PAIN, quien


adopta la conducta de un cerdo sobre la mesa.
Mr. Misery: (A MR. PAIN). ¡Gruñe cerdito, gruñe! ¡Oink, Oink! (A ROSITA y CAILÍN).
Ahora sí, par de arpías, veamos de qué lado está la suerte esta noche.

ROSITA abre el primer maletín repleto con fajos de dinero; tras colocarlo sobre
la mesa, CAILÍN abre el segundo y lo sostiene al costado de MISERY.

Mr. Misery: (Toma un fajo de dinero y lo huele). Jugaremos como de costumbre.


Ustedes me lanzan adivinanzas y yo intento descifrar las respuestas. Si pierdo, ganan un
fajo de mi preciado dinero. Pero si gano… (Saca un revólver del maletín que sostiene
CAILÍN). Pagarán con su vida. ¿Entendido?
Cailín: A la perfección, desgraciado.
Mr. Misery: ¡Ja, ja, ja! Impetuosa como siempre, comienza tú… piénsalo bien. Si
pierdes, serás mi primer blanco.

CAILIN y ROSITA se dan la espalda y discuten en voz baja.

Cailín: ¡Listo! Soy alta siendo joven y corta cuando soy vieja. Resplandezco con la
vida y el viento es mi mayor enemigo. ¿Qué soy?
Mr. Misery: ¡Una anciana!
Mr. Wisdom: No, idiota. La respuesta es, una vela.
Cailín: ¡Correcto! ¡Perdiste!
Rosita: Ahora paga (ROSITA toma uno de los fajos de dinero, saca su encendedor y se
dispone a quemar los billetes).
Mr. Misery: ¡Quémalo, puedo crear todo el que sea necesario! (Bebe un trago de
alcohol). Las personas como ustedes no tienen futuro, se niegan a ser productivas,
útiles; en este mundo solo sobreviven los que mantienen la rueda en movimiento.
Mírense, son tan graciosas, se piensan inmunes a los encantos del dinero. En mi
experiencia, todos tenemos un precio y voy a descubrir cuál es el suyo. Entonces, tendré
toda su devoción y harán lo que yo quiera sin cuestionamiento alguno.
Cailín: ¡Quema su asqueroso dinero, Rosita!

ROSITA enciende los billetes; MISERY los ve arder, el hecho le provoca cierta
excitación.

Mr. Pain: ¡Oink, Oink! Eres un idiota, Misery. No les interesa el dinero; son como un
virus, hacen hasta lo imposible para sobrevivir. (IVANOVA le propina un latigazo).
Ross: ¡Cállate!
Mr. Pain: Sigue alimentando mi ira, ya vendrá tu turno.
Mr. Misery: Un virus… Tienes razón, Pain. Si no puedo comprar su obediencia, al
menos tendré su miedo. Cambio de reglas. De ahora en adelante, si gano, escogeré a una
de ustedes para disparar mi arma contra uno de los suyos.
Mr. Pain: ¡Victoria! Has dado en el clavo.
Mr. Wisdom: Nana, tengo miedo. ¡Todos están equivocados, en su verdad!
¡Mátalos!
Nora: No te preocupes, pequeño demonio, la muerte nos llega a todos. Ni el más
astuto sabe cómo escapar de sus garras.
Mr. Misery: ¡Calla de una vez a ese niñote, queremos jugar!

WISDOM patalea.

Nora: ¡Shhh, shhh! (Saca una sonaja de bebe que lleva oculta entre su busto). Tengo
una sorpresa para ti. Si te portas bien, te la daré.
Mr. Pain: (A MISERY). Apresúrate y termina con tu juego. Estoy impaciente por
someter a estos dos.

ROSS azota a PAIN nuevamente.

Mr. Wisdom: Continuemos, veamos si pueden sorprenderme.

CAILIN y ROSITA se reúnen nuevamente para discutir su próxima jugada.

Rosita: ¡Listo! Es mortífera, universal, eterna, rápida, taciturna y extraña.


Mr. Wisdom: ¡Una bomba!
Rosita: Estuviste cerca, pero no. La respuesta es…
Mr. Wisdom: La muerte.
Mr. Misery: Nadie te lo ha preguntado, ¡enclenque!
Mr. Wisdom: ¿Lo escuchas, nana? está convencido de su estupidez. No tiene
salvación. (Malévolamente). Córtale la cabeza.
Nora: Tranquilo, pequeño parto de las sombras. ¿Quieres descabezar algunos
peluches? Ven conmigo, hay muchos de ellos en mi celda esperando por ti.
Mr. Wisdom: ¡Vamos!

WISDOM se marcha con NORA a su celda.

Cailín: Hay que aumentar el riesgo del juego. ¿Qué dices, Rosita?
Rosita: Por supuesto. Ven con nosotras, Misery. Hemos preparado una apuesta que no
podrás resistir.
Mr. Misery: Me encantan las sorpresas, no podía esperar menos de un par de
traviesas como ustedes.
ROSITA, CAILÍN y MISERY, se marchan a una celda.

Mr. Pain: Eso solo significa una cosa: ha llegado su hora, grandulones. Espero que
tengan listos mis juguetes.
Ross: Por supuesto.
Ivanova: Vamos.

ROSS e IVANOVA conducen a PAIN hasta la celda.

Oscuro.

2. Madre de Todos

Lugar: Podio oficial de comunicaciones del Rymden.

Se encienden las luces del podio ubicado sobre las celdas, hay un decorado
prominente, propio de una mandataria. Se escucha el sonido de tambores y el
bullicio de los habitantes del Rymden. BLOOM hace su entrada triunfal
acompañada por RENZO. Ambos visten atuendos elegantes, color azul imperial,
con un ligero toque militar. Las ovaciones del pueblo no se hacen esperar.

Bloom: (Ejecuta un pequeño gesto con su mano para llamar al silencio). Hijos míos,
mi corazón se alegra de verlos a todos reunidos.

Las ovaciones vuelven a tomarse el lugar.

Bloom: Cada uno de ustedes es el testimonio vivo de la resiliencia humana, hemos


aprendido a hacer frente a las vicisitudes de la vida y a la maldad misma de quienes
aborrecen la belleza; me enorgullecen, hijos míos. Nadie nos ha regalado la paz que
aquí se respira, la hemos conquistado con determinación. ¡Llénense de regocijo, hijos
míos! Ha llegado el momento de hacernos más fuertes. Recuerden que cuando
sobreviene el caos, solo los mejores salen victoriosos.

Una fuerte ovación vuelve a tomarse el lugar.

Bloom: Tengo la plena certeza de que esta vez lograremos acabar por completo con
nuestro enemigo, el presente nos sonríe con un hermoso milagro. Sé que se estarán
preguntando quién es este joven de ruda apariencia. Mis amados, les presento a mi
primogénito, su gran hermano, a quien di por muerto hace muchos años y el destino ha
traído de vuelta para gobernar a mi lado y ser el futuro protector de nuestro amado
Rymden. (A RENZO). Ven, hijo. Saluda a tus hermanos.
Renzo: Soy Renzo, primer hijo del Rymden. Su hermano mayor les saludo.

Se eleva otra ovación por parte de los habitantes que dan la bienvenida a
RENZO.

Bloom: Nos sobran razones para estar contentos. Como siempre les he dicho, en los
peores momentos es cuando la bondad se pone a prueba. Por eso, he decidido otorgar mi
perdón a todos los prisioneros que así lo deseen. No estamos dispuestos a infligir más
daño del que sea necesario para mantener la paz y el orden. ¡Háganlo pasar!

Las carceleras ingresan a la plataforma custodiando a KODA.

Bloom: No es de sorprenderse que solo este hombre, triste y afligido, haya tomado la
sabia decisión de optar por el camino del perdón. He aquí, una muestra más de que
quienes nos desprecian han sido corrompidos por el odio hasta la médula. Nos
desprecian de forma irremediable. ¡No habrá otro camino para ellos que la destrucción!

Suenan los tambores de guerra.

Bloom: Acércate, pobre hombre (KODA es custodiado por las carceleras hasta llegar
al podio). Dime, ¿reafirmas tu deseo de recibir mi perdón?
Koda: ¡Sí, seño!

Las carceleras lo derriban con un golpe en el estómago.

Carcelera uno: “Mi señora”, así debes dirigirte a ella.


Koda: (Levanta la mano). Lo siento, mi señora. Perdone mi falta de modales, me
gustaría que me permita unas palabras para manifestar mi firme decisión.
Bloom: Adelante.
Carcelera dos: (Se interpone entre KODA y el podio). ¡Mi señora!
Bloom: Déjalo, todos queremos escuchar lo que esta pobre alma tiene para decir.

KODA avanza temeroso hasta el podio. Arregla su cabello y aclara la voz.

Koda: Buenas noches a todos los presentes. Antes que nada, me gustaría presentarme.
Me llamo Koda y vengo de un mundo muy distinto a este, crecí en las calles, con la
orfandad por compañía; y a pesar de eso, siempre condené la violencia y lo sigo
haciendo. He llegado hasta aquí intentando hacer el bien y practicando el perdón.
Lamento que el mundo aún siga dividido por razones mezquinas y absurdas. Hoy, con
esta oportunidad que me dan de estar aquí ante ustedes, me doy cuenta de que ha
llegado mi momento de tomar una posición, les pido perdón por esto.
KODA toma aliento y grita a todo pulmón.

Koda: ¡Llévenme a ver un tres!

Se crea un silencio absoluto. BLOOM, CARCELERA UNO, CARCELERA DOS y RENZO,


se miran confundidos. Acto seguido, suena el estruendo de una explosión, se
trata de LOS NO DESEADOS quienes atendiendo a la señal de KODA comienzan a
salir de la red del alcantarillado por diferentes puntos de la ciudad. Se oyen
disparos y los gritos de las personas que huyen aterrorizadas.

Bloom: ¡Qué has hecho! (Saca su navaja y hiere a KODA en el costado).

RENZO intenta detener a BLOOM, pero CARCELERA UNO lo derriba de un golpe.

Bloom: ¡Cómo te atreves a tocarlo! (Se acerca a CARCELERA UNO, la abraza, besa su
frente, y la apuñala en el vientre).
Carcelera uno: ¿Por qué?
Bloom: Así estarás mejor. Este mundo nunca será noble contigo. (La sostiene
mientras se desvanece sobre el suelo).
Carcelera uno: ¿Por qué?
Bloom: No te resistas, pronto acabará tu dolor. ¡Vámonos, Renzo, debemos huir ahora
que todavía hay tiempo!
Renzo: No iré a ninguna parte contigo.
Bloom: Tu vida también corre peligro. Te esconderé en mi palacio allí estaremos a
salvo.
Renzo: Ve y haz lo que mejor sabes hacer, escóndete. ¿Creíste que esos muros te
mantendrían a salvo para siempre? Sé a dónde pertenezco, ¿no lo ves? Tu caída ya fue
escrita.
Carcelera dos: Los disparos se escuchan cada vez más cerca, mi señora. Debemos
irnos.
Bloom: Renzo, tengo mi esperanza puesta en ti, todo esto te pertenece. Ahora no lo
entiendes, pero pronto abrirás los ojos.
Carcelera dos: ¡Ya vienen!
Bloom: ¡Ven conmigo, Renzo!

CARCELERA DOS forcejea con BLOOM y la saca del lugar contra su voluntad.

Renzo: ¡Resiste Koda!


Koda: Pensé que nos habías traicionado.
Renzo: Hice lo que pude para ganar tiempo.
Koda: ¿Descubriste la verdad sobre tu madre?
Renzo: Me abandonó.
Carcelera uno: (Agonizando). No te abandonó. Al contrario, prefirió ser ejecutada
antes de decirle tu paradero a Bloom. Ella misma la asesinó.
Renzo: ¿Cómo lo sabes?
Carcelera uno: Ella es…
Renzo: ¡Habla! ¿quién es ella? Dime… (CARCELERA UNO, fallece).
Koda: ¡Me duele mucho!
Renzo: No te duermas Koda, ya te pondrás bien; Cailín se encargará de curar la
herida.

RENZO carga a KODA y se marchan en busca del resto.

Oscuro.

3. Cicatrices
Lugar: De regreso en la penitenciaría del Rymden.

Las luces y sirenas de alerta están encendidas, se oyen lamentos y gritos de


dolor que provienen de las celdas, estos se mezclan con el canto de ROSITA. ROSS
corre fuera de su celda con las ropas llenas de sangre, se dirige al interruptor
que apaga las sirenas, MR. PITTER PATTER le sale al paso.

Ross: (Presiona el interruptor que apaga las alarmas). ¿A dónde crees que vas?
Mr. Pitter Patter: Apártese de esa puerta de inmediato. (Hacia las caldas). Señores
ministros, ¿está todo bien allí adentro?
Ross: Yo en tu lugar me preocuparía por comenzar a hacer memoria.
Mr. Pitter Patter: ¿De qué habla? ¡Recluso insignificante! Déjeme pasar o me
aseguraré de ejecutarlo por esta insubordinación.
Ross: (Le cierra el paso). No me recuerdas, ¿verdad?
Mr. Pitter Patter: ¡Quítese!

PATTER ataca a ROSS con su bastón, este lo esquiva y golpea a PATTER en las
piernas derribándolo.

Mr. Pitter Patter: Jamás, alguien se atrevió a desafiarme en mi propia cárcel. ¡Yo
soy amo y señor de este lugar! Le enseñaré de lo que soy capaz.
Ross: Sé perfectamente de lo que eres capaz.
Mr. Pitter Patter: ¿Quién se cree? Usted jamás ha tenido el placer de conocerme.
¡Carceleras, Carceleras!
Ross: Deja de gritar, no servirá de nada.
Mr. Pitter Patter: Aléjese de mí. Sea cual sea su molestia, le aseguro que está
equivocado.
Ross: No, es a ti a quien he estado acechando todo este tiempo. Sabes, es difícil
escoger el desenlace para una mierda como tú.

MR. PITTER PATTER intenta ponerse de pie, ROSS lo deriva nuevamente con una
patada en el pecho.

Mr. Pitter Patter: Déjeme ir, solo es un hombre enojado. Le prometo que, si me
deja ir, le daré lo que quiera.
Ross: Si, me darás lo que quiero y me lo darás ahora. (Comienza a quitarse las vendas
de sus manos).

PATTER observa las manos de ROSS. Poco a poco, su rostro se llena de asombro.

Ross: Ahora sí me recuerdas, ¿verdad?


Mr. Pitter Patter: Perdóneme, solo seguía órdenes. Yo era un muchacho estúpido.
Por favor, no me haga daño, se lo suplico. Puedo sacarlo de aquí ahora mismo; a
cambio, perdóneme la vida.
Ross: Primero te haré una pregunta. Ten en cuenta que si detecto un mínimo rastro de
engaño te ahorcaré con mis propias manos. (Toma el bastón de PATTER y lo presiona
contra su tráquea). ¿Dónde están mis padres, que hicieron con ellos y con el resto?
(Aumenta la presión del bastón sobre su tráquea). ¡Responde!
Mr. Pitter Patter: Fueron llevados a campos de concentración, allí los hicieron
trabajar hasta que…
Ross: Hasta que… ¿qué?

Presiona aún más, PATTER comienza a toser bruscamente.

Mr. Pitter Patter: Hasta… (Tose). hasta que no pudieron más y perecieron unos tras
otros en los campos de trabajo. (Tose nuevamente). Le he dicho toda la verdad. Ahora,
déjeme sacarlo de aquí y quedaremos a mano.
Ross: Claro. (Extiende su mano a PATTER, lo ayuda a ponerse de pie).
Mr. Pitter Patter: Venga, es por aquí.

ROSS recoge una de las vendas del suelo, la enrolla súbitamente en el cuello de
PATTER y presiona.

Mr. Pitter Patter: (Forcejean). Suélteme, le he dicho toda la verdad.


Ross: Lo sé.
Luchan hasta caer al suelo y rodar. ROSS logra montarse sobre PATTER, le
prensa las manos en el cuello y presiona hasta acabar con su vida. NORA e
IVANOVA salen de las celdas, sus cuerpos están bañados en sangre, ambos
cargan una bolsa ensangrentada; en su interior, yacen las cabezas de PAIN y
WISDOM. Rodean a ROSS.

ROSITA y CAILÍN también dejan su celda, traen una tercera bolsa que contiene la
cabeza de MISERY. CAILÍN camina con dificultad.

Rosita: Está hecho.


Nora: ¿Te hirieron, Cailín?
Cailín: Descuida, ya se me va a pasar.
Ivanova: Dinos, Ross, ¿lograste sacarle a esa rata dónde están nuestros padres?

ROSS se pone de pie, desorientado y confundido. IVANOVA lo toma por los


hombros y lo sacude tratando de hacerlo volver en razón.

Ivanova: (Al borde del llanto). Están vivos, ¿verdad? Respóndeme, debemos ir por
ellos donde quiera que estén.

ROSS no responde, permanece atónito.

Ivanova: Háblame Ross, no me hagas esto. (Lanza a ROSS contra el suelo). Háblame.
¡Dime que están vivos!
ROSS lo mira y, rompiendo en llanto, hace un gesto de negación con la cabeza. ROSITA y
CAILÍN acuden a ellos e intentan consolarlos.

Nora: Debemos continuar con el plan. Vamos por Bloom.


Ivanova: Déjenmela a mí, la ejecutaré yo mismo en nombre de todos nuestros
muertos.

ROSS se pone de pie, extiende la mano a IVANOVA y lo ayuda a levantarse.

Ross: Que así sea.


Nora: De prisa, nuestra gente ya debió haber tomado la ciudad.
Cailín: Solo puede estar en una parte.
Ivanova: Andando.

Salen en grupo con dirección al palacio de BLOOM.

Oscuro.
3. Rosa Hereditaria

Lugar: Palacio del Rymden.

Los sistemas de electricidad en el Rymden han sido desactivados, hay múltiples


incendios en la ciudad, el sonido de las llamas se mantiene presente. BLOOM
está de pie en el centro de su jardín, sostiene su cuchillo ensangrentado y una
antorcha. Con rostro de incredulidad, observa el caos en el que se ha
convertido su reino; tiene la mirada clavada en el horizonte. LOS NO DESEADOS
han tomado el control de las armas, se escuchan los cañonazos que atentan
contra la integridad del palacio. CARCELERA DOS, ingresa al jardín, carga dos
contenedores llenos de gasolina.

Bloom: ¡Apresúrate!
Carcelera dos: ¿Está segura de esto, mi señora?
Bloom: Hazlo.

CARCELERA DOS, derrama gasolina sobre las flores.

Bloom: Pensé que aquí estaríamos a salvo, flores mías; ahora lo veo con claridad. No
importa cuánto las proteja de quienes aborrecen la belleza y la destruyen con sus propias
manos; aun después de levantar los muros más formidables y construir este palacio de
impenetrable apariencia, sigo llevando conmigo el germen del caos. A donde quiera que
vaya, la destrucción pronto comenzará a gestarse; y una vez que dé a luz, llorará cual
bebe hambriento, reclamando mi sangre. ¿Cómo no pude darme cuenta a tiempo? Bajo
mis propios pies se engendraba una venganza y ahora no hay quien calle el grito que
reclama mi sangre. (Pausa). ¡Apresúrate!
Carcelera dos: Está casi listo, mi señora.
Bloom: Este mundo no las merece. (Alza la antorcha).

NORA, ROSS, CAILÍN, ROSITA e IVANOVA, irrumpen en el jardín.

Nora: ¡Detente!

ROSS toma a la CARCELERA DOS por la espalda y apunta un cuchillo contra su


garganta.

Ross: Quédate quieta, o te mueres.


Nora: Aquí está, compañeros. “Bloom, La madre de todos”. Quién diría que detrás de
tus engaños y ese hermoso vestido solo hay una cobarde escondida tras los muros de su
palacio. No eres nada sin tus perros salvajes. Es hora de ajustar cuentas.
Bloom: ¡No tengo ninguna deuda con ustedes! Deberían de estar agradecidos
conmigo, el mundo que conocíamos se estaba cayendo a pedazos. Todos los males de la
humanidad azotaban. La pobreza y la enfermedad avanzaban sin piedad a cada instante.
Mientras tanto, la humanidad no hacía otra cosa que revolcarse en sus ideologías, como
cerdos luchando por fango. El cáncer terminó sembrado en todas las mentes y
aniquilada la razón, las naciones se levantaron unas contra otras. ¡El fin de la
humanidad era inminente! ¡Fue obra mía la preservación de la especie humana!
Ivanova: Arrasaste con miles de inocentes y nos segregaste, bajo tu propia idea de lo
que vale una vida.
Bloom: Fue el precio a pagar.
Ivanova: ¡Estamos hablando de vidas humanas!
Bloom: Eran débiles, o simples fanáticos. No entendieron que el poder no tiene raza,
credo o nacionalidad. El poder es solo eso, es absoluto e incuestionable. Quizá puedas
obtenerlo con buenas intenciones; pero, al final, él siempre gana. La gente de la que
hablas no tenía oportunidad, fueron engañados con el cuento de que podían cambiar el
mundo, que sus voces serían escuchadas. Ya sabes lo que dicen: dale un poco de poder
al indignado y será tu mejor aliado. Solo se trataba de un ingenioso distractor para
mantener ocupada a la mayoría, mientras unos pocos decidían el verdadero rumbo de
nuestro destino. Yo decidí acabar con eso y forjar un mundo donde la igualdad se mide
por un valor irrefutable: la salud. Les di eso y levanté mis muros para protegerlos del
germen de la guerra.
Nora: ¿El germen de la guerra?
Bloom: Aquí todos son iguales. Eliminé los caminos que conducen a la insatisfacción.
Ninguno de mis hijos espera nada del futuro, la eternidad está aquí y ahora. Todos son
piezas fundamentales y reciben mi amor por igual. Homogeneidad absoluta.
Ivanova: Ellos no lo saben. Eso que llamas igualdad no es otra cosa que control vil y
absoluto. Encontraste una manera de romper sus almas y no dudaste en hacerlo. Por eso,
ninguno se atreve a refutar tus ideas mesiánicas, ni siquiera recuerdan cuál es la
diferencia entre un sí y un no. Les quitaste la oportunidad de decidir y te aseguraste de
que fuese un camino sin retorno.

IVANOVA, NORA, ROSITA y CAILÍN, la rodean. BLOOM empuña amenazante el


cuchillo y la antorcha.

Bloom: No se acerquen un paso más. (Eleva la antorcha).


Ivanova: ¡Gasolina!
Bloom: Está por todas partes. Aléjense, o la dejaré caer.

CAILÍN se lanza sobre ella y logra quitarle la antorcha, BLOOM reacciona


atacándola con su cuchillo, IVANOVA interfiere y recibe el impacto. La gravedad
de la herida lo deja en el suelo. CAILÍN corre a auxiliarlo. NORA y ROSITA
continúan rodeando a BLOOM.
Nora: Maldita infértil.
Bloom: No lo entiendes, gracias a la ciencia he creado un milagro. Si tan solo pudieras
ver la sonrisa de mis hijos, sus cuerpos ya no sufren dolor y sus almas están libres de la
culpa impuesta por las religiones. Solo grandeza, nada más que eso vive en sus
corazones.
Nora: No soy una mujer de ciencia, yo prefiero la alquimia del alma, las palabras. Me
he dedicado a invocarlas en defensa de la vida y todo lo que nos hace libres. Pero, en
momentos como este, las palabras no alcanzan. ¡Tú desvaneciste la sonrisa de mi hijo en
un abrir y cerrar de ojos, lo arrebataste de mi lado! Eres tú quien no lo entiende. Yo te
diré lo que es un milagro. Un milagro es amar sin prejuicios, eso fue lo que me
arrancaste; amaba a mi hijo con todos y cada uno de sus defectos.

NORA ataca a BLOOM quien se defiende con el cuchillo.

Bloom: El universo no entiende de emociones, lo que hice representa el más grande


acto de amor que se haya visto. La ciencia es nuestra única arma para vencer el destino.
Nora: Me importa una mierda el destino, solo quiero reunirme con él nuevamente.
Bloom: Entonces déjame ayudarte. (Ataca nuevamente a NORA).

ROSITA derriba a BLOOM con una patada en la espalda.

Nora: Las emociones e ideas que describes como debilidad son lo único que nos queda
cuando todo sale mal, con la palabra hemos aprendido a dar nombre a lo inexplicable, lo
oculto. No somos un pronóstico, Bloom; somos magia, la misma que pretendes vencer
al creerte dueña del destino. Nadie puede detener el paso inefable de las cosas.

NORA ataca. BLOOM la esquiva y hiere a NORA en el brazo.

Bloom: Lo ves, tenemos más cosas en común de lo que piensas. Al igual que tú,
también llevo un vacío imposible de llenar. Todos me llaman madre, pero jamás he
podido sentir el amor verdadero que solo un hijo deseado desde el vientre te puede dar.
Déjame sanar tu dolor, yo puedo apagar el Infierno del pasado que hay en tu cabeza,
dame ese cuchillo y déjame ayudarte.
Ross: No la escuches. Recuerda las palabras, Nora.
Nora: Si la salida del Infierno conduce al olvido, abrazo la llama, prefiero el recuerdo.

ROSITA se lanza sobre BLOOM, le quita el cuchillo y la sujeta por el cuello. RENZO
ingresa al jardín, ayudando a KODA a mantenerse de pie.

Koda: (A ROSITA). Alto, no lo hagas.


Ivanova: Hazlo de una vez, dame ese gusto de verla morir.
Ross: La vida te preparó para este momento.
Koda: Lo único que aguarda ese cuchillo es una inmensa sombra.
Renzo: Tiene razón. Tú misma lo dijiste, Nora. Si nos envenenamos de odio, ellos
habrán ganado después de todo.

KODA se desvanece, NORA corre a auxiliarlo.

Nora: Resiste, viejo amigo; eres un hueso duro de roer.


Koda: Está bien, Nora. No te preocupes por mí, estoy acostumbrado a vagar solo;
quizá después de esto me espera algo mejor. Es bonito pensar que me reuniré
nuevamente con Pequeño.
Nora: Lo es, pero no te duermas. ¡Cailín haz algo!

CAILÍNindica a NORA con la mirada que no hay nada qué hacer mientras intenta
contener la hemorragia de IVANOVA y ve en agonía también a KODA.

Nora: Descansa.
Koda: Lo hice Nora, escríbelo… Llévenme a ver un tren (KODA fallece).

BLOOM aprovecha el estado de consternación de ROSITA, le quita el cuchillo y le


propina un codazo que la deja de rodillas, entonces la sujeta del pelo.

Bloom: ¡Lárguense! No permitiré que se acerquen a mis flores con sus asquerosas
manos. Obedezcan, o la mato.
Renzo: ¡No te atrevas!
Bloom: Hijo mío, mira lo que me están haciendo; harán lo mismo contigo, así es esta
escoria. Lo que profesan esconde un pútrido complejo de inferioridad capaz de
destruirlo todo. Pronto te verán como lo que eres, su enemigo natural; y cuando eso
suceda, te cortarán la cabeza.
Renzo: Tus engaños no funcionaran conmigo. Ya sé que mataste a mi madre. Tómame
a mí si así lo deseas, pero déjala ir.
Bloom: (Incrédula). ¿Acaso amas a esta bastarda indeseable y me rechazas a mí?
Renzo: Sí, la amo. Déjala ir y haré lo que me pidas.
Bloom: Eres la única persona de quien no esperaba sumisión. Solo deseaba tu amor,
hijo mío.
Renzo: No soy tu hijo, no vuelvas a decirlo; nunca te podrás comparar con mi madre.
Bloom: En ese caso, me llevaré conmigo todo lo que amas.

El DR. JACK POLLOCK irrumpe en el jardín cargando a CARCELERA UNO, traen sus
ropas semi quemadas.
Dr. Jack Pollock: (Quebrantado). ¡Mataste a nuestra hija!

Todos se quedan paralizados.

Bloom: No es lo que piensas… Ella se portó mal, no tuve alternativa. ¡Has algo,
sálvame de estos salvajes!
Carcelera dos: (Todavía inmovilizada por ROSS). Sí, papá; ella la mató. (A BLOOM).
Nos despreciaste desde el día en que nacimos, por ser extrañas, raras, tontas.
Bloom: No supe cómo ser una madre para ustedes… es verdad, yo la maté.
Perdóname, Pollock. No pude soportar la idea de que mis hijas no fueran perfectas, o al
menos normales.
Dr. Jack Pollock: No he venido aquí a salvarte, Bloom. Solo espero que haya algún
sitio diseñado para ti. Suelta ya a esa joven, ya no hagas más daño. (A ROSS). Deja ir a
mi hija, por favor. Confía en mí.

ROSS suelta a CARCELERA DOS quien corre a los brazos del DR. JACK POLLOCK.

Bloom: (A CARCELERA DOS). Hija, haz algo… Pollock, cariño. No lo permitan.


Dr. Jack Pollock: Ven acá, hija. Perdóname, he sido un desastre de padre, las perdí
de vista todos estos años metido en el laboratorio, debí protegerlas mejor.

CARCELERA DOS y POLLOCK observan en silencio. BLOOM, acorralada, deja caer


el cuchillo y suelta a Rosita.

Renzo: ¡Ven Rosita, aléjate!

ROSITA permanece inmóvil con la mirada puesta en el cuerpo de KODA e


IVANOVA. Toma el cuchillo y súbitamente lo clava en el abdomen de BLOOM.

Rosita: Esto es por todas las personas que has asesinado, yo no te perdono.
Bloom: Esa mirada, llevas un incendio dentro. Cómo te llamas, niña.
Rosita: Me llamo Rosita.
Bloom: (Sonríe moribunda). Qué ironía.

BLOOM cae muerta en el piso.

Ivanova: Tenías razón, Cailín. He sido un inútil, ni siquiera pude cobrar venganza.
Cailín: No es así. Gracias a ti logramos llegar hasta aquí. tienes el mal de la gente
buena, eso es todo.
Ivanova: La gente buena se hace estrella, ¿verdad?
Cailín: Si, serás una estrella; allá arriba podrás seguir construyendo caminos entre la
oscuridad.
Ivanova: ¿Te unirás a mí?
Cailín: Ahora no puedo. Debo permanecer aquí por los dos.
Ivanova: Me atemorizaban esos túneles; pero tú estabas allí, eso era suficiente.
Cailín: Estoy embarazada, Iva. Tendremos un bebé.
Ivanova: ¿Hablas enserio?
Cailín: Pensaba decírtelo al terminar todo esto; pero, al parecer, no nos queda más
tiempo.
Ivanova: Veo un túnel, hay una luz a lo lejos.
Cailín: Ve, no temas.
Ivanova: Prométeme que le enseñarás a platicar con las plantas.
Cailín: Te lo prometo. Descansa mi amor.
Ivanova: La guerra nos dejó huérfanos a nosotros. No quiero un mundo así para
nuestro bebé. (Con dificultad, saca su pequeña bolsa de semillas y la pone en manos de
CAILÍN). Esta es mi herencia, enséñale a rescatar el mundo.
Cailín: Lo haré.

IVANOVA deja de respirar. CAILÍN, envuelta en llanto, lo besa y cierra sus ojos.

Cailín: Y ahora, ¿qué nos queda?


Nora: Nos queda todo por delante, mi niña; llevas una criatura en tu vientre. Debemos
cuidarla y asegurar que crezca en un mundo diferente.

Los cimientos del palacio comienzan a estremecerse.

Dr. Jack Pollock: Hay que irnos, esto se caerá a pedazos en cualquier momento.
Síganme, conozco un camino seguro.

NORA toma a CAILÍN quien se niega a dejar el cuerpo de IVANOVA; junto al DR. JACK
POLLOCK y CARCELERA DOS, se dirigen a la salida.

Nora: ¡Vámonos!
Ross: Me temo que no podré acompañarles. (Comienza a cargar el cuerpo de
IVANOVA. CAILÍNsuelta la mano NORA y corre a ayudarlo).
Cailín: ¿De qué hablas?
Ross: Debo tomar mi propio camino, aún hay muchas preguntas sin responder. Es
tiempo de ir por mi cuenta amiga.

CAILÍN y NORA lo abrazan.


Nora: Cuídate, cariño. Y no olvides sonreír, has sido fuerte por todos nosotros, busca
tu felicidad.
Ross: Lo intentaré.
Cailín: Adiós, amigo. Extrañaré nuestras locuras juntos. Por favor, dale un entierro
digno.
Ross: Será un honor.
Dr. Jack Pollock: ¡Ya no hay más tiempo!
Ross: (A CAILÍN y a NORA). Vayan, vayan. Yo me encargo, no me gustan las
despedidas.

CAILÍN, NORA, el DR. JACK POLLOCK y la CARCELERA DOS, huyen del lugar. ROSITA
llora desconsolada junto a RENZO.

Ross: No llores más, Rosita de mi alma. Necesito alejarme de todo, seguro nos
volveremos a encontrar. Ya no me necesitas, te has vuelto tan fuerte como esperaba.
Rosita: No me olvides, por favor.
Ross: Jamás.
Rosita: Gracias por todo, nunca podré pagártelo.
Ross: Ocúpate de ser feliz, con eso estamos a mano. (Extiende la mano a RENZO).
Adiós, amigo. No debí juzgarte tan duramente.
Renzo: Descuida, habría hecho lo mismo con tal de proteger a los míos.
Ross: Ahora lo sé.
Renzo: Cuídate.
Ross: Ustedes también.

ROSS abandona el edificio.

Rosita: Sé que no es el mejor momento para preguntar; pero, ¿es cierto lo que dijiste?
Renzo: Si. Te amo, Rosita.
Rosita: Yo también.

y RENZO se besan.
ROSITA
Renzo: ¿Y ahora qué sigue?
Rosita: La verdad todos deben saberla. Quizá no logren recuperar su pasado, pero al
menos sabrán todo el mal que les han hecho.
Renzo: Ese es un buen inicio.
Rosita: Haremos una enorme biblioteca con todos los libros que hemos rescatado. La
mirada de las personas volverá a llenarse de ilusión. ¿Te lo imaginas? Hay miles de
historias entre esos libros.
El estruendo producido por el edificio es cada vez más fuerte.

Rosita: ¡Vámonos!

ROSITA ayuda a RENZO a cargar el cuerpo de KODA.

Renzo: Rosita, ¿puedes enseñarme a leer?


Rosita: Claro.
Renzo: Gracias.

RENZO toma la mano de ROSITA y cargando el cuerpo de KODA, abandonan el


jardín. Una luz cenital roja baña el cadáver de BLOOM, mientras la escena se
apaga lentamente.

Oscuro.

Fin.

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