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Tema 1

Teorías y Sistemas Educativos. La


Organización Escolar

Procesos y Contextos Educativos

Máster Universitario en Formación del Profesorado de ESO y


Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas
Índice de contenidos

1. Concepto y origen de las organizaciones 1


2. Tipos de organizaciones 3
3. El estudio de las organizaciones 4
4. La organización escolar: Concepto, contenido y principios 5
4.1. Concepto de organización escolar 6

4.2. Contenidos de la organización escolar 7

4.3. Principios generales 8

5. La organización escolar como disciplina científica: Objeto, Contenidos y


Evolución 9
6. Referencias bibliográficas 11
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1. Concepto y origen de las organizaciones

El desarrollo humano ha estado siempre ligado a unos modos de organizarse para


poder sobrevivir y lograr unos objetivos. Ya sea por su propia insuficiencia biológica o por
las limitaciones que encuentra a la hora satisfacer sus propias necesidades de manera
individual, la dimensión social del hombre y de la mujer les ha llevado a formar
agrupaciones cada vez más complejas y diversas, con una distribución de funciones y de
tareas de cara a la supervivencia, defensa y logro de metas. Nacen así, desde el principio
de la historia humana, las organizaciones sociales.

Como apunta Teixidó (2005), la sociedad en la que nos encontramos se basa en la


existencia de múltiples organizaciones a las que puede aplicárseles el calificativo de
sociales en cuanto que su origen se encuentra en la sociedad. Sin embargo, cada una de
ellas adopta denominaciones específicas según el objetivo que presentan: político,
económico, benéfico, empresarial, sindical, etc.

Son muchos los factores que influyen en las organizaciones sociales: el contexto socio-
económico, el régimen político, la legislación vigente, etc., lo que incide de forma
importante en diversos aspectos del funcionamiento de la organización –la concreción de
las metas u objetivos o las relaciones entre los miembros de la organización o entre
organizaciones.

A lo largo de los siglos, la variedad y complejidad de las organizaciones sociales


no ha hecho sino crecer, gracias fundamentalmente a (Mayntz, 1982):

● El desarrollo de la técnica y la evolución de los procesos tecnológicos en las


sociedades. El progreso de la técnica produce avances en las organizaciones, que
provocan a su vez más avances técnicos, dándose una relación circular.

● El predominio de la vida urbana sobre la rural. En las sociedades rurales, con un


modo de vida más asociado al sector primario –agricultura, ganadería, pesca-, hay
menos organizaciones que en las ciudades. Esta variable está muy ligada al factor
económico, encontrando las organizaciones sociales más complejas en las zonas
urbanas, democráticas y con un modelo de economía más complejo.

● El modelo político de la sociedad facilita o no, la aparición y desarrollo de las


organizaciones.

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● La necesidad de las personas de organizarse de forma colectiva para defender


sus derechos e intereses, da lugar a la creación de organizaciones profesionales,
sindicales, etc.

● La necesidad de los individuos de alcanzar determinados objetivos sociales, que


sólo son posibles de alcanzar a través de las organizaciones.

Desde antiguo hay pensadores que han estudiado la estructura, comportamiento y


evolución de las organizaciones, así como la interacción con su entorno. Pero es con la
revolución industrial y la creación de las grandes empresas cuando estos estudios se van
agrupando hasta dar lugar a una nueva rama de la ciencia, con sus consecuentes teorías,
enfoques y paradigmas. Uno de los pioneros en esta nueva ciencia fue el ingeniero
mecánico estadounidense Frederick Taylor -finales del s. XIX, principios del s. XX-, con su
obra Principios de la Administración Científica, en la cual “aborda la organización del
trabajo y de la producción, y establece las reglas, sistemas contables y de medición, con
el propósito de elevar la productividad del trabajo y los volúmenes de producción” (Nava,
2013, p. 101). Sin duda su obra contribuyó al desarrollo de la eficiencia del factor trabajo,
así como al rendimiento de los medios de producción, además de que puso las bases
para el estudio científico de las organizaciones.

Si atendemos al origen etimológico del término organización, contemplamos que


procede del término organismo, el cual, especialmente en el mundo de la biología, es
asociado con un conjunto de elementos (órganos, tejidos, esqueleto,etc.) dispuestos
convenientemente para realizar una función. Por lo tanto, tal y como ocurre en los
organismos biológicos, podemos decir que la idea que subyace al concepto de
organización son las de eficacia y orden (Teixidó, 2005).

Son múltiples las definiciones que se han aportado de organización, desde que
Taylor comienza su estudio de las organizaciones para la mejora del rendimiento.
Nosotros recogeremos sólo algunas que nos servirán de punto de partida para plantear
posteriormente las organizaciones escolares.

Zerilli define la organización como una “combinación de los medios humanos y


materiales disponibles, en función de la consecución de un fin, según un esquema
preciso de dependencias e interrelaciones entre los distintos elementos que la
constituyen” (1990, p. 31). Para Gairín (1996) “organizar es disponer y relacionar de
acuerdo a una finalidad los diferentes elementos de una realidad para conseguir un mejor
funcionamiento” (p. 76). Por su parte Zabalza (2002) define la organización como un
escenario de relaciones, un espacio de acción colectiva en el que se precisa el esfuerzo

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combinado de todos sus miembros para poder desarrollar las tareas o funciones propias
de dicha organización.

Como podemos ver, estas definiciones comparten unos componentes esenciales


de la organización, que la confieren como tal, así:

● Están formadas por un conjunto de personas, que le confieren su dinamismo

● Se busca el cumplimiento de unos objetivos específicos

● Se encuentran reguladas por unas normas establecidas

● Quedan definidos unos roles, estructuras y procedimientos

● Se establecen unas relaciones determinadas entre los diferentes elementos de la


organización

Como afirma Batanaz (1998), para que las organizaciones puedan funcionar de la
manera esperada, debe existir una coherencia entre los objetivos, la estructura y los
sistemas de relación. Si no se da esta relación armoniosa, es difícil que se puedan
alcanzar las metas previstas o los resultados esperados.

2. Tipos de organizaciones

Cuando pretendemos establecer una clasificación de las organizaciones es


necesario cuestionarse sobre si esto es posible, dada la complejidad del entramado social
en el que nos movemos. Habría que preguntarse si existe realmente un fenómeno social
que –con diversidad de variantes y adaptaciones-, debe ser estudiada de manera unitaria,
o más bien existen fenómenos diferentes, irrepetibles, tan diferentes entre sí en las que
solo es posible identificar ciertas características comunes que pueden ser incluidas bajo
una misma etiqueta o categoría (Teixidó, 2005).

Dentro de esta gran variedad que constituyen las organizaciones sociales,


podemos encontrar una tipología en Cantón (2003), quien contempla varios tipos:

a) Formales e informales:

La organización formal: Es el resultado de una toma de decisiones consensuada y


explícita, donde se definen, en muchas ocasiones por escrito, las relaciones entre los

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miembros, las normas y reglas, las funciones, etc. Un ejemplo de organización formal es
una ONG, en la que se recoge por escrito su normativa de funcionamiento.

Organizaciones informales: Aquellas que surgen de forma espontánea, menos


sometidas a estructuras, reglas y objetivos. Sus vínculos son de tipo afectivo y sus
valores también. Se deriva de la propia cultura de la organización. Por ejemplo, una
familia o un grupo de amigos, en la que sus normas de funcionamiento surgen de forma
espontánea y natural.

b) Abiertas o cerradas:

Las organizaciones abiertas son aquellas que son permeables al medio que las
rodea, por lo que:

● Son influenciadas por el medio que las circunda y su vez la organización pretende
influir sobre el medio.

● La influencia que la organización provoca en el medio, es en forma de productos o


servicios.

● Hay una pérdida y búsqueda de equilibrio constante por parte de la organización.

● Existe una flexibilidad en los roles y funciones de los miembros de la organización,


adaptándose a los cambios que presenta por la influencia del medio.

Un ejemplo claro de organización abierta, es la escuela.

Por el contrario, las organizaciones cerradas procuran la menor influencia


posible del medio, los resultados quedan dentro de la propia organización y son
relativamente estables porque presentan los mínimos elementos externos
desestabilizadores para ellas.

Un ejemplo de organización cerrada podría ser una secta.

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3. El estudio de las organizaciones

Cuando se quiere abordar el estudio de las organizaciones, se puede llevar a cabo


desde distintos enfoques o perspectivas:

a) Desde un enfoque racional y técnico:

Cuando pretendemos abordar el estudio de la organización desde un enfoque


racional y técnico, lo más importante será comprobar el cumplimiento o no de unos
objetivos medibles y cuantificables por parte de la organización. Su estructura y
funcionamiento vendrán dadas según la evaluación externa que se haga de ella.

Este enfoque aborda las organizaciones utilizando métodos cuantitativos para


estudiarla y analizarla -encuestas, observación sistemática, entrevistas cerradas y
estandarizadas, análisis de datos, etc.-.

Un ejemplo: Nos interesa estudiar el grado de absentismo escolar que hay en una
región determinada, por lo que realizaremos un análisis del número de niños que no
acuden a las aulas en un tiempo determinado y presentaremos los resultados a través de
gráficas.

b) Desde un enfoque social y cultural:

Cuando el estudio de la organización se aborda desde un punto de vista social y


cultural, se tiene muy en cuenta los diferentes procesos internos de la propia
organización como el clima entre los trabajadores, la satisfacción entre sus miembros, la
participación, colaboración y trabajo en equipo, etc. Este enfoque parte de que una
organización está constituida por intereses compartidos, valores y teorías “que forman y
configuran la dinámica organizacional y que orientan la conducta de los miembros de la
organización, permitiéndoles percibir, concebir, sentir y juzgar las situaciones y relaciones
de forma estable y coherente dentro de esa organización” (Batanaz, 1998, p. 262).

Este enfoque utiliza sobre todo métodos cualitativos para analizar y estudiar las
organizaciones -entrevistas, cuestionarios de preguntas abiertas, observación
participante, análisis documental, etc.-

Un ejemplo: Nos interesa estudiar por qué los alumnos de una Región
determinada faltan a la escuela. Para ello puedo utilizar un cuestionario de preguntas

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abiertas, con la finalidad de obtener información sobre situaciones, percepciones,


opiniones, etc.

Ambos enfoques se complementan, y en la mayoría de los casos se estudia a las


organizaciones utilizando ambos enfoques, con sus respectivas técnicas e instrumentos.

4. La organización escolar: Concepto, contenido y


principios

4.1. Concepto de organización escolar

La escuela es una realidad compleja que comparte los elementos básicos de


cualquier organización. Según las diferentes tipologías vistas anteriormente, podemos
concebir la escuela como una organización formal y también informal, abierta y que
puede ser estudiada desde diferentes perspectivas.

Definir el término Organización Escolar entraña su dificultad. Existen distintas


definiciones de los autores que abordan el tema, sin embargo, como hemos apuntado
anteriormente, las diferentes definiciones comparten los aspectos comunes a toda
organización, que hace de esta disciplina no solo una serie de aspectos que deben
realizarse en la escuela, sino sobre todo el conocimiento de cómo se lleva a cabo la
interrelación de unos elementos personales, materiales y funcionales que lleven a la
exitosa consecución de unos objetivos propuestos.

Gairín (1996) entiende la Organización Escolar como “el estudio de la interrelación


de los elementos que intervienen en una realidad escolar con vistas a conseguir la mejor
realización de un proyecto educativo” (p. 111).

Por otro lado, Lorenzo (1996) propone como definición “la ciencia de la educación
que estudia las teorías de la escuela desde la perspectiva de posibilitar adecuados
procesos educativos mediante la disposición de sus elementos” (p. 16).

Vemos pues que las organizaciones escolares comparten con el resto de


organizaciones la interrelación que debe existir entre los diferentes elementos que la
componen, con la finalidad de conseguir unos objetivos, en este caso educativos.

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Sin embargo, también es necesario definir lo que distingue a la escuela de


cualquier otra organización, especialmente de la organización empresarial. De Miguel
(1989) propone algunos aspectos diferenciadores de la escuela con otras
organizaciones convencionales (citado en Sáenz, 1993):

1.- La pluralidad de metas o propósitos que deben atender las organizaciones educativas,
o la ambigüedad de su formulación y falta de claridad.

2.- La no existencia de un poder central único de quien dependa su funcionamiento


(Departamentos, Equipos, etc. tienen un alto grado de autonomía potencial).

3.- El funcionamiento de la organización se ve seriamente comprometido con la


incorporación de nuevos miembros al centro, lo que impide la consolidación de un
sistema racional y estable en la organización escolar.

4.- Ambigüedad que se somete a los miembros al tener que asumir en su actividad
diversos roles (miembro de Equipo Directivo, profesor, tutor, etc.).

5.- Poca claridad de la tecnología específica si se la compara con la tecnología de los


procesos de producción del mundo de la empresa.

6.- Los recursos le son asignados a través de decisiones políticas frente a las
organizaciones empresariales, que generan sus propios recursos.

7.- Ausencia de criterios específicos para evaluar al 100% la eficacia de funcionamiento


(debido a la complejidad de la actividad escolar).

8.- Finalmente, la distinción más clara está en el objeto de referencia: los alumnos, que
no pueden ser considerados como productos a manufacturar, ni como clientes.

4.2. Contenidos de la organización escolar

Si decimos que la Organización escolar estudia la interrelación de sus


elementos para la consecución de unos fines educativos específicos, los contenidos
nos hablarán de cuáles son esos elementos que entran en interrelación. Basándonos en
García Requena (1997) y Antúnez (1993) podemos establecer la siguiente clasificación:

a) Objetivos: Constituyen las directrices que orientan y sirven de pauta para la


coordinación del conjunto de actividades del centro educativo. Puesto que la educación

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es una realidad social, al establecer los objetivos se deben tener en cuenta las diferentes
instancias involucradas en el proceso educativo -a nivel estatal, regional o local-.

b) Recursos: Son los componentes esenciales sobre los que se cimienta todo el
entramado del centro escolar e imprescindibles para lograr los objetivos previstos. Son de
tres tipos:

● Personales: En los centros escolares son los elementos más importantes y los
que hacen que todas las actuaciones organizativas cobren sentido (docentes,
alumnos, familias, personal de administración y servicios, etc.). En las escuelas
todo ha de ir orientado hacia las personas, como verdaderos protagonistas de la
acción educadora. Sin ellos, los demás elementos quedarían vacíos de contenido.

● Materiales: Determinan el lugar y el espacio físico y aquellos medios más idóneos


para que todo el trabajo académico y profesional se desarrolle de la forma más
eficaz posible, en las condiciones más favorables y con los instrumentos más
adecuados para cada situación. Se consideran elementos materiales el espacio y
los recursos, fundamentalmente.

● Funcionales: Constituyen todas aquellas normas y acciones que, con una


adecuada coordinación entre ellas, hacen posible el normal desenvolvimiento de
las actividades cotidianas en las escuelas. Proporcionan el marco necesario para
el trabajo, la relación y la convivencia. Dentro de este tipo de elementos podemos
citar: los recursos económicos, la formación del profesorado, los horarios, las
normas de convivencia, el clima del centro, etc.

c) La estructura: La articulación de los elementos personales, materiales y


funcionales da lugar a una estructura, compuesta por un conjunto de unidades (personas,
órganos, cargos, servicios…) a los cuales se les asigna una determinada función de
acuerdo con un conjunto de normas o procedimientos de actuación (el sistema educativo,
la planificación, los equipos de trabajo, los órganos de gobierno, etc.).

d) La cultura: Considerada como uno de los componentes básicos de los centros


escolares, en cuanto conjunto de significados, principios, valores, compartidos por los
miembros de la organización. Se trata de la parte oculta de la organización, la cual
explica la mayor parte de sus comportamientos. Para poder comprender la organización,
las concepciones grupales que forman la cultura de la institución deben hacerse
explícitas.

e) El entorno: Conjunto de variables que se encuentran fuera del centro educativo y


que, de una manera u otra, influyen en su actividad. Estos factores tienen una fuerte

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influencia en el interior de la institución, aunque se encuentren fuera de ella, por lo que


deben ser muy tenidos en cuenta como factores que condicionan al centro escolar.

4.3. Principios generales

Los centros escolares son sistemas muy complejos en los que se precisa que
cumplan una serie de principios generales de cara a un correcto funcionamiento de la
organización escolar. Autores como García Requena (1997), han perfilado los siguientes
principios:

a) Definición, desarrollo y evaluación de objetivos educativos coherentes con la


filosofía y las características del Centro: En los centros escolares siempre se trabaja
por objetivos, que constituyen la guía del trabajo en la escuela. Dentro de la flexibilidad
propia y necesaria de la vida de las instituciones, han de plantearse unos objetivos que
sean coherentes con la filosofía y las características de la escuela. Este aspecto es
necesario si no se quiere caer en la improvisación o en la práctica ineficaz. Los objetivos
han de ser claros en su formulación, alcanzables y con posibilidad de ser evaluados,
teniendo en cuenta los diferentes niveles de concreción del currículo.

b) Distribución de la autoridad y responsabilidad en función de las condiciones


personales, formación y experiencia de aquellos en quienes se delega: las personas a
las que se hace responsables de una determinada actividad deben poseer las
condiciones adecuadas para poder ejercerla de forma idónea.

c) Selección, ordenación y adaptación de elementos del Centro: Esta selección,


ordenación y adecuación se realizará en función de los objetivos que se pretendan, así
como de las posibilidades físicas, sociales, temporales o personales de la institución
educativa, con el fin de encontrar las mejores soluciones a la diversidad de situaciones,
posibilidades, problemas o conflictos a los que se enfrenta la dinámica de la vida de cada
escuela.

d) Coordinación de actuaciones: En los centros escolares se requiere de una continua


coordinación en las actuaciones de los distintos elementos personales. Ello significa
facilitar canales de comunicación, comprensión y aceptación de distintos puntos de vista;
se precisa unidad de acción, pero respetando la diversidad, lo que supone establecer
prioridades, aunar metas y voluntades personales.

e) Implicación y creatividad. Es tal el dinamismo de los centros educativos actuales,


que se requieren profesionales con capacidad de dar respuestas variadas, originales,
distintas e innovadoras a situaciones cambiantes. Se necesitan profesores implicados en

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la realidad del centro, que hagan propios los intereses y motivaciones de la comunidad
educativa.

5. La organización escolar como disciplina científica:


Objeto, Contenidos y Evolución

Como apunta Batanaz (1998), la Organización escolar en cuanto disciplina es la


rama científica de la Pedagogía que tiene como objeto propio la búsqueda y
estructuración sistemática de conocimientos interrelacionados coherentemente entre sí y
obtenidos por métodos idóneos sobre la institución escolar, entendida ésta como
organización compleja y dinámica, con la doble finalidad de explicar la realidad de la
escuela en el contexto social en el que se inscribe y de promover dinamismos racionales
de predicción en orden al progreso de la misma, estableciendo principios básicos de
acción orientados a la mejora continua de la realidad escolar y de los procesos
educativos que tiene lugar en ella.

La Organización escolar puede ser considerada una Ciencia de la Educación ya


que toma como referente los procesos de enseñanza- aprendizaje y como objeto de
estudio los centros escolares, entendidos éstos como unidades de cambio social. En este
sentido, abarca diversos tipos de saberes (San Fabián, 1990):

● De tipo científico: mediante la formulación de teorías que buscan explicar el


funcionamiento de las organizaciones escolares. La Organización escolar
comparte este tipo de saberes y mantiene una estrecha relación con otras
disciplinas como la Sociología de las Organizaciones y la Psicología Social.

● De tipo tecnológico: la Organización Escolar busca orientar y guiar el diseño de


programas y proyectos educativos para implementar en los centros escolares y
contribuir a su mejora.

● De tipo técnico: la Organización Escolar produce una serie de herramientas


concretas para poder poner en marcha esos programas y proyectos educativos y
resolver o mejorar problemas específicos.

Por lo tanto, podemos afirmar que la Organización escolar es una ciencia “en
cuanto que contiene una serie de conocimientos organizados sistemáticamente; pero
también es una tecnología, en la medida en que busca la aplicación de estos
conocimientos a alguna realidad práctica” (Batanaz, 1998, p. 58).

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Han tenido que pasar varias décadas hasta que la disciplina de la Organización
escolar ha logrado integrarse de forma plena en el corpus de las Ciencias de la
Educación. Afirma Santos Guerra (1997) que la Organización escolar habría ocupado un
lugar de segundo orden en el campo de los estudios de educación a pesar del auge que
en los últimos años está teniendo este campo de estudio. Esto se puede apreciar en la
falta de análisis profundos de las escuelas, en el papel subsidiario atribuido a la
organización respecto del preponderante que se otorga a los procesos de
enseñanza-aprendizaje, en la dependencia de las regulaciones de la administración y en
la formación sobre todo disciplinar de los profesores.

Es a lo largo de los años 80 y especialmente en los 90 cuando se produce el


despegue de la disciplina. Basándonos en De la Torre (1993) señalamos algunos
aspectos que han generado ese cambio a partir de los años ochenta:

a) El tránsito de un enfoque racional en los modelos –de índole estructural, funcionalista o


sistémica– a la introducción de otros modelos más simbólicos e interpretativos de la
escuela.

b) La integración, tanto de la Organización como de la Didáctica, en la perspectiva


curricular de las universidades.

c) El hecho de que el centro escolar pasara a ser considerado como unidad del cambio y
desarrollo del profesorado.

d) La dimensión creativa de la institución escolar: las escuelas como generadoras de


cultura.

e) El creciente interés por la evaluación de los centros, profesores y programas, y por la


mejora de la calidad y la autonomía en la gestión.

f) Blase (2002) añade a estos aspectos la micropolítica, como nueva dimensión de la vida
organizativa – por ejemplo el poder y la influencia, la diversidad de valores y metas, así
como los procesos cooperativos y conflictivos en la organización escolar-

Santos Guerra (2001, como se citó en Aguilar, 2011), coincide con De la Torre
(1993) en el papel que desempeña el currículo, entre otros, en esta nueva dimensión de
la Organización Escolar dentro de las Ciencias de la Educación, sin embargo, le da un
sentido distinto. Así, la presencia de la reflexión sobre la organización en el currículo
habría coincidido con un aumento de la autonomía disciplinar de la Organización Escolar
respecto de la Didáctica. Como De la Torre(1993), Santos Guerra (2001) considera que
un análisis más rico y profundo, frente a la visión formalista y funcionalista de la

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organización, había traído a primer plano aspectos culturales, ideológicos, políticos,


éticos, etc., que generaban nuevos enfoques (cualitativos, etnográficos, narrativos) y
también problemas (temas de currículo oculto, aspectos psicológicos de los profesores y
alumnos, etc.).

Por lo tanto, y como conclusión, podemos afirmar que la Organización Escolar


sería la estructura de carácter científico que regiría la acción educativa, por lo que es
importante que queden bien definidas las normas que relacionan los medios personales,
materiales y funcionales, así como toda la base cultural y humana del proceso educativo
–esto es lo que realiza la disciplina de Organización Escolar-, para después realizar
cualquier otro tipo de planificación educativa.

6. Referencias bibliográficas

Aguilar, L. (2011). El desarrollo de los estudios sobre organización escolar en el contexto


español: ¿integración o apertura? Revista de Educación, 356, 61-82.

Antúnez, S. (1993). Claves para la Organización de Centros Docentes. ICE-Horsori.

Batanaz, L. (1998). Organización escolar: Bases científicas para el desarrollo de las


Instituciones Educativas. Universidad de Córdoba.

Blase, J. (2002). Las micropolíticas del cambio educativo. Profesorado, Revista de


currículum y formación del profesorado, 6, 1–2.

Cantón, I. (2003). La estructura de las organizaciones educativas y sus múltiples


implicaciones, Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 17(2),
139-165.

De la Torre, S. (1993). Didáctica y currículo. Bases y componentes del proceso formativo.


Dykynson.

Gairín, J. (1996). La Organización escolar: contexto y texto de actuación. La Muralla.

García Requena, F. (1997). Organización Escolar y Gestión de centros educativos. Aljibe.

Lorenzo, M. (1996). Concepto, contenido y evolución histórica de la Organización Escolar.


En I. Cantón (Coord). Manual de Organización de Centros Educativos. Oikos- tau.

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Mayntz, R. (1982). Sociología de la organización. Alianza Editorial.

Nava, A. (2013). Evolución y Cambio de la Organización y su Administración,


International Journal of Good Conscience, 8(2), 101-111.

San Fabián, J.L. (1990). Unidad temática III, Estructura y Organización del trabajo en los
Centros docentes, en Curso de formación para Equipos directivos. Documento de
trabajo.

Teixidó, J. (2005). Los centros educativos como organizaciones. Textos y materiales de


trabajo. http://www.joanteixido.org/doc/org-educat/centro_como_organizacion.pdf

Zabalza, M.A. (2002). Las relaciones interpersonales en las organizaciones, en Actas del
VII CIOIE. Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco.

Zerilli, A. (1990). Fundamentos de organización y dirección general. Deusto.

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