Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El punto de partida de cualquier investigación comienza con elección de un área o tema sobre
el que nos interesa trabajar y, a partir de ahí, comenzar a acotar ese tema para formular o
plantear un problema educativo sobre el que se desea intervenir para tratar de buscar una
solución con fines de mejora. Ese problema puede tener su origen en la teoría o en la
experiencia vital y/o profesional de cada uno, y lo habitual es partir de cuestionamientos
globales sobre la educación:
Estas cuestiones son un primer paso, no es habitual partir de un problema abordable y acotado
desde el primer momento. Es común tener una primera idea sobre el problema o el área de
intervención. Esa idea se acota y define a partir de las lecturas, las experiencias y el
conocimiento que adquirimos; en definitiva, el problema se enfoca inicialmente desde el
bagaje personal, profesional e intelectual. Un problema también puede surgir desde la
consulta o el debate con compañeros o expertos en una temática.
Tendremos que recurrir a la biblioteca, a las bases de datos, a los buscadores, a las redes y a
todo aquello que nos permita alcanzar un mayor conocimiento sobre lo que nos preocupa y
poder expresar el problema o los interrogantes de una forma clara, unívoca y limitada para
que podamos abordarlos y dar respuesta a los mismos.
Diferentes tipos de cuestiones provocarán diferentes tipos de proyecto. Esto que ya puede
parecer opción suele ser la fuente de error más común entre los que comienzan a adentrarse
en el campo de la investigación. Ya hemos comprobado que diferentes aproximaciones al
proceso de investigación que pueden ser más o menos adecuadas al problema que se
pretende resolver. Aplicar una innovación en el aula y el estudio de sus efectos demanda una
modalidad investigación aplicada centrada en la transformación de la realidad educativa desde
la acción práctica. En cambio, si lo que pretendemos es conocer cuáles son los factores
principales que determinan el abandono escolar en España, se optará por alguna de las
metodologías investigación básica.
No se debe confundir la pregunta de investigación con los objetivos. Los objetivos surgen del
problema y reflejan las acciones que se van a llevar a cabo en la investigación para resolver ese
problema planteado y lo habitual es diferenciar entre el objetivo general (qué se pretende
conseguir con la investigación) y los específicos (los pasos que deben darse para conseguir
alcanzar el objetivo general).
Tampoco debe confundirse el problema con la hipótesis de una investigación. Una hipótesis es
una suposición, un juicio, sobre los posibles resultados que el investigador espera encontrar,
es decir, es una posible respuesta al problema que el investigador fórmula y debe contrastar
de forma empírica. Los resultados de la investigación dirán si esa hipótesis se acepta o debe
rechazarse.
¿Cuáles son las razones o motivos que nos llevan a plantear la investigación?
¿Por qué es relevante la investigación para la educación?
En una fase más avanzada de esta etapa debemos elaborar el cuerpo teórico y conceptual que
sirve de base y fundamento de la investigación. El producto de esta etapa será el marco teórico
de la investigación, también conocido como estado del arte o estado de la cuestión del
problema que queremos abordar. Plantearse las siguientes preguntas puede ayudarte a
elaborarlo:
¿Qué se conoce de este problema? Deben describirse cuáles son sus antecedentes y el
estado actual
¿Qué respuestas se han ofrecido anteriormente y en qué contextos? Deben
identificarse autores que hayan trabajado el tema, tanto de forma teórica como
aplicada, identificar las soluciones principales.
¿Qué queda por abordar? Debe contextualizarse la investigación, es posible que ya
existen soluciones pero que no se hayan probado en todas las situaciones o con todos
los colectivos. por ejemplo, una metodología de enseñanza que se ha aplicado en
educación primaria, pero no se ha probado en secundaria. debemos dejar claro cuál
será el ámbito de actuación en el que se sitúa el trabajo.
Otras posibilidades son las preguntas de diagnóstico para conocer los orígenes de, por
ejemplo, un problema de aprendizaje, las preguntas de evaluación que buscan conocer los
resultados de un determinado programa:
Preguntas de diagnóstico: ¿Se producen conflictos en el aula? ¿De qué tipo? ¿Que los
causa?
Preguntas de evaluación: ¿Renovación ha producido los resultados esperados?
Estas cuestiones están directamente relacionadas con las investigaciones que se dirigen a
solucionar problemas prácticos de la realidad educativa; por ejemplo, ¿qué elementos de un
programa de enseñanza online aplicado a los estudiantes de mi aula resultan más eficaces?
Esta etapa finaliza con la redacción de los objetivos a alcanzar, qué son acciones que se
pretenden llevar a cabo con la puesta en marcha de la investigación, son sus metas o
propósitos y se suelen formular con verbos en infinitivo. Por ejemplo, si planteamos un
problema de relación como el siguiente:
Estos objetivos son pasos que debemos dar para alcanzar el objetivo general y se denominan
objetivos específicos. Deben formularse de forma clara y precisa y, una vez finalizada la
investigación, debemos identificar si se han conseguido, es decir, deben ser objetivos
alcanzados y medibles