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RESUMEN UNIDAD 7.

LAS ACTIVIDADES TURÍSTICAS

El turismo es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias realizados fuera
de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio u otras razones, durante un periodo de tiempo inferior a un
año. En la actualidad, España es una gran potencia turística, que ocupa cada año entre el segundo y tercer lugar
mundial en turistas e ingresos recibidos.

1. CARACTERES DE LA OFERTA TURÍSTICA ESPAÑOLA Y TIPOS DE TURISMO.


La oferta turística es el conjunto de servicios puestos a disposición del turista, en la que intervienen los
vendedores del producto, o instituciones que promocionan el turismo y las agencias de viajes que contratan los
servicios para los turistas; y las instalaciones de alojamiento, manutención y recreo del turista.
En cuanto a la demanda turística es el colectivo que solicita los servicios turísticos, que inicialmente estuvo
dominada por el turismo extranjero, aunque actualmente desempeña un importante papel la demanda interna.
Así, la demanda extranjera, procedente en su mayoría de Europa, responde sobre todo a motivos de ocio y
vacaciones y se concentra en zonas de sol y playa, presentando una fuerte estacionalidad en verano. En cambio,
la demanda nacional, menos estacional y con menor concentración, no solo incluye el ocio y las vacaciones, sino
también las visitas a familiares y amigos, y acude tanto a las costas como a las zonas rurales y de montaña.
Los tipos de turismo en España están encabezados por el turismo de sol y playa, aunque desde la década de 1990
han presentado una gran importancia otras modalidades, debido a la demanda de diversidad y de espacios menos
saturados, el incremento del turismo nacional y la promoción del turismo como estrategia para el desarrollo de
áreas desfavorecidas, como las rurales o las de montaña. El turismo de sol y playa presenta actividades como los
deportes náuticos, la pesca y, con gran peso en los últimos años, el turismo de balneario. El turismo de montaña
es principalmente un turismo de nieve ligado al esquí, pero también a la práctica de muchas actividades como el
senderismo y los deportes de aventura. El turismo ecológico o ecoturismo se centra en la visita de espacios
naturales protegidos. El turismo rural incluye el alojamiento y la estancia en áreas rurales, lo que permite
disfrutar del descanso y del contacto con las labores agrarias tradicionales. Además, está cobrando auge el
turismo urbano, que es principalmente un turismo cultural, dirigido a las ciudades con patrimonio histórico,
artístico y cultural. Otras modalidades turísticas emergentes son el el geoturismo, en áreas de interés geológico,
el astroturismo, las visitas a lugares con un destacado patrimonio minero e industrial, los cruceros y el turismo
idiomático.

2. PRINCIPALES ÁREAS TURÍSTICAS EN ESPAÑA.


En España, los espacios turísticos son zonas de elevada densidad turística.
Según su dimensión pueden ser áreas turísticas de gran amplitud o simplemente zonas aisladas, ligadas a
atractivos concretos, como las estaciones de esquí o los centros de turismo rural. En cambio, según su uso
pueden ser de temporada, o con una estacionalidad elevada, o pueden ser especialmente turísticos, al contar
con estancias prolongadas.
Las áreas de España con mayor densidad turística son las especializadas en el turismo de sol y playa y Madrid.
Las áreas turísticas de sol y playa son las islas Baleares y Canarias y la costa mediterránea peninsular, con una
importante afluencia turística gracias a sus favorables características climáticas y a sus excelentes playas. Madrid,
en cambio, al ser la capital administrativa y financiera del Estado, apenas posee estacionalidad turística, pero
comprende una amplia oferta hotelera destinada al turismo cultural y al de negocios.
Las áreas de media y baja densidad turística están relacionadas con la difusión del turismo de sol y playa en el
litoral y prelitoral mediterráneo y suratlántico, como resultado de la reestructuración de los espacios costeros
tradicionales y de la demanda de espacios menos saturados; o en el litoral gallego y cantábrico, que ofrece áreas
costeras e interiores no masificadas y destacados paisajes rurales y naturales.
Los puntos turísticos más visitados son las estaciones de esquí, los centros de turismo rural y las ciudades
históricas y artísticas.
3. SIGNIFICADO Y CONSECUENCIAS DE LAS ACTIVIDADES TURÍSTICAS.
El turismo ocasiona importantes repercusiones, en diferentes ámbitos, en las áreas receptoras, sobre todo en las
zonas turísticas tradicionales del litoral.
En cuanto a las repercusiones demográficas, en las áreas litorales el turismo incrementa los efectivos
demográficos, mientras que en las áreas rurales y de montaña ayuda a frenar el despoblamiento.
Respecto a las repercusiones en el poblamiento, en el litoral extiende el poblamiento urbano provocando alta
densidad de construcción y especulación del suelo, aunque también ha colaborado a la rehabilitación del
patrimonio ya edificado en algunos espacios.
Entre las repercusiones económicas encontramos la creación de empleo, en España genera en torno al 13% de la
ocupación, no obstante, gran parte de este empleo es estacional. También proporciona riqueza, aunque a veces
también una excesiva subida de los precios, que repercute negativamente a la población residente. Influye en las
actividades económicas ya que revitaliza actividades tradicionales locales como la artesanía y el comercio.
Mejora la dotación de servicios, equipamientos e infraestructuras como los transportes, con la ampliación y
modernización de aeropuertos, para potenciar los vuelos de bajo coste, y de puertos, para incrementar las
embarcaciones recreativas y deportivas. No obstante, una masiva afluencia de turistas puede saturar el uso de
estos servicios e infraestructuras en ciertas épocas del año.
Respecto a las repercusiones políticas, culturales y sociológicas, el turismo fomenta el acercamiento político
entre los pueblos y el contacto entre diferentes sociedades y culturas, potencia la visibilidad internacional de
España y favorece la modernización social. Sin embargo, puede suponer la pérdida de costumbres y las señas de
identidad propias, la turistificación y la tusimofobia.
El turismo también repercute en la ordenación del territorio en función de sus necesidades. Así, en el litoral,
convierte el entorno en superficies recreativas o de abastecimiento mediante la construcción de infraestructuras
exigidas, como pantanos, canteras, etc. Sin embargo, en las áreas rurales y de montaña y en los cascos antiguos
de las ciudades históricas puede favorecer el abandono de algunas actividades tradicionales e impulsar otras al
servicio del turista, como alojamientos, restaurantes, etc.
Por ultimo, entre las repercusiones medioambientales del turismo encontramos que en las áreas litorales ha
llevado a la urbanización incontrolada en espacios naturales, la destrucción de bosques y ecosistemas, la
contaminación atmosférica y de las aguas, el exceso de ruido y la acumulación de un gran volumen de residuos,
mientras que en las áreas rurales y de montaña, aunque este tipo de repercusiones han sido menores, también
se han visto afectadas debido a la deforestación y el aumento de la erosión en zonas de montaña donde se
construyen estaciones de esquí.

Pese a su posición de liderazgo mundial, el turismo español se enfrenta a algunos problemas relacionados con los
cambios en las tendencias turísticas internacionales. Para afrontarlos se realiza una transición hacia un turismo
sostenible fundamentado en la mejora de la competitividad y de la rentabilidad, la preservación de los valores
naturales y culturales de los destinos y en el beneficio social derivado de la contribución del turismo a paliar la
despoblación rural y la desigualdad.

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