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escenas sexuales explícitas de M/M y por ello es solo apto para mayores
de 18 años.
web.
Dedicatoria
Resumen
Cuando el Príncipe Kedrik Cob ve al sexy hombre de cuero
decorando la vitrina de la tienda, sabe que tiene que volver a verlo.
Desafortunadamente, su cita de la noche no figura en sus planes, por lo
que continúa su camino. Su mente no le permite olvidarse del apuesto
extraño, así que unos días después, se encuentra regresando a la tienda.
Capítulo Uno
Kedrik estaba caminando por la acera con su ligue de la noche,
cuyo nombre ya había olvidado, cuando un hombre en un escaparate
atrapó la mirada de Kedrik. Notó como los largos dedos del desconocido
colocaban cuidadosamente un par de tacones de mujer en la ventana. El
desconocido robó el aliento de Kedrik, así como su atención, haciendo
vacilar sus pasos.
La lujuria lo golpeó tan fuerte que pensó que había sido cegado por
un tren o una semi o algo muy grande y rápido.
Todo se le puso duro cuando vio las botas de cuero que llevaba el
hombre. Eran negras, curvaban sus pantorrillas y tenían hebillas de
plata brillantes que Kedrik deseaba deshacer con los dientes.
―Oye, Kedrik. ―Un tirón en su brazo lo hizo girar con una mirada
molesta a su cita, Phil, o Peter o algo―. ¿Que?
―¿Puedo ayudarle?
Amber Kell y Stephani Hecht
Kedrik movió los brazos un poco. ―Estoy bien. ―La lujuria hizo que
sus pupilas se ampliaran mientras miraba a Cade, se lamió los labios. El
barrido de su lengua rosada dejó sus labios mojados y acogedores.
Márcalo.
Nunca había sentido ese nivel de posesividad antes. Por supuesto, desde
su temprana infancia ninguno de sus otros amantes había sido marcado
como su pareja, pero Kedrik no lo sabía todavía.
―Es una buena cosa que seas pasivo. No creo que muchos desearan
que le escariasen el culo con ese monstruo.
Kedrik, pero pensó que el culo de Kedrik estaría agradecido por esa
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
pequeña misericordia cuando llegaran a joder. Ayudó a Kedrik a ponerse
de rodillas y justo cuando estaba a punto de sentir esa perfecta boca
alrededor de él, alguien toco en la puerta.
Kedrik abrió más y chupó a Cade hasta la raíz, algo que ninguno de
sus anteriores amantes incluso los sumamente experimentados, habían
podido hacer.
―Oh, joder.
Kedrik, tuvo que poner una mano en la pared opuesta para evitar caer de
cabeza sobre él.
Pareja.
Las señales estaban allí. Lo había negado lo mejor que pudo, pero
Kedrik era la pareja de Cade. Su entrometida madre le había dicho a
Cade que había marcado al joven príncipe, pero Cade siempre lo
descartó, junto con las historias de su gran poder mágico, que nunca
había visto en evidencia. Su hermana tenía más habilidad en su dedo
meñique de lo que su madre había demostrado.
Capítulo Dos
Cade no debió haber sido el único en sentir la conexión porque
Kedrik dejó escapar un jadeo suave, aquellos ojos magníficos se
abrieron en shock.
―Sí, señor.
Maldita sea, ¿por qué su hermana tenía que elegir ahora de todos
los tiempos para entrar sin previo aviso? Ella se sentó con las piernas
cruzadas en la parte superior del mostrador con una expresión aburrida
en su rostro.
Su ropa de alguna manera logró ser peor. Todo negro, desde sus
medias de red rotas a su vestido rasgado de varias capas, ella parecía
una versión de la rechazada moza del pirata que conoce a la camarera de
turno del siglo.
Decir que la vieja reina era una perra intolerante habría sido una
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No había nada pequeño sobre Kedrik, pero Cade guardó ese hecho
para sí mismo. Si Zara realmente tenía alguna información sobre Kedrik,
algo le dijo a Cade que necesitaba averiguar qué demonios era.
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―Bien, dímelo.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Ella dejó escapar otra de esas risas estridentes, llegando incluso a
saltar unas cuantas veces en las puntas de sus pies. ―Tengo un secreto
y quieres saberlo.
―Lo sé.
―¿En serio?
―En serio.
incluyendo a tu hermoso.
―No, ya ha ocurrido.
―¿A dónde crees? Tengo que ir a avisarle. ―Más que eso, Cade
tenía que encontrar un lugar donde pudieran esconderse hasta que
encontrara una manera de mantener a Kedrik a salvo, si eso significaba
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―¿Quién?
―Su hada madrina, por supuesto. ―Zara apretó los labios―. Ella
es extraña ¿verdad?
―¿Qué maldición?
Amber Kell y Stephani Hecht
Incluso antes de que Cade entrara, sabía que las cosas no estaban
bien. Si bien él no veía a Kedrik siendo el mejor amo de casa, de alguna
Amber Kell y Stephani Hecht
―¡Kedrik! ―Gritó Cade, aunque podía sentir que nadie más estaba
presente.
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
El palideció cuando noto manchas de sangre manchando una
ventana rota en la sala. Varias plumas blancas quedaron atrapadas en los
bordes afilados del cristal. Agarrando una, Cade se puso pálido cuando
las palabras de su hermana volvieron a él.
Capítulo Tres
Cuando Kedrik volvió a sus sentidos, comenzó a temblar. El olor a
cloro llenaba el aire. ¿Dónde diablo estaba? Parpadeando, vio un círculo
de tumbonas alrededor del agua en la que se encontraba. Pataleando
para mantenerse a flote, la piel de Kedrik picaba y la carne de gallina se
deslizo por su cuerpo cuando se dio cuenta de que estaba solo en una
piscina extraña. ¿Por qué un pájaro se detendría en un área de agua
llena de cloro? Habría pensado que sus sentidos de pájaro habrían
encontrado un lago, un estanque o infiernos incluso una fuente.
¡Mierda!
Cade asintió. ―Me gusta. Por qué no vienes arriba antes de que
alguien mire afuera y se queje sobre un hombre semidesnudo―
―Si pudieras agarrar esa manija por mí. Cade asintió hacia la
entrada.
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―Oh, claro. ―Kedrik agarró el rectángulo de metal y lo tiró lo
suficientemente amplio como para deslizarse dentro.
―¿Vives en el penthouse?
Kedrik miró a Cade de arriba a abajo. ―No creo que nada de lo que
tengas me vaya a quedar.
―Mi hermana me visita mucho. Pienso que ella dejó algún chándal
olvidado, y estoy seguro de que tengo una camisa de repuesto. No
importa si es grande.
―Maldita sea, pensé que podría ser ella. Es la única que tiene algo
que ganar con la muerte de los príncipes. ¿Sus hermanos también fueron
maldecidos?
―Sí. Ella los maldijo a todos. Ella quiere la corona para su propia
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personita.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―¿Cómo lo descubriste? ―Cade miró a su hermana, consternado
ante la noticia. Kedrik no iba a tomar bien esta traición.
―Fisher.
―No.
―¿Vas a decírselo?
―Déjame entenderlo. ¿Me has seguido por casi cinco años y ahora
eres tímido?
―Es muy fácil admirar desde lejos. Es más difícil decirle a alguien
que lo amas cuando ni siquiera estás seguro de que le gusten los
hombres. ―Cade caminó mientras hablaba, incapaz de mirar al amor de
su vida mientras confesaba su obsesión.
―¿Por qué?
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―La reina la consideró no apta, pero siempre hemos pensado que
era porque la reina no quería que controlaran sus acciones. Tú madre
estaba coronada en magia mala.
un beso suave.
Capítulo Cuatro
Dack saltó sobre una rama caída de un árbol, sus pies golpeando el
suelo con un ruido sordo. No se atrevía a tomar un descanso para
quitarse el dolor, no con los sonidos de los cascos de los caballos
acercándose a cada segundo que pasaba.
―¡Por aquí! Puedo ver donde ha roto algunas ramas ―dijo otro. La
segunda voz era demasiado familiar. Mientras que Dack aún no había
aprendido el nombre del hombre, él sabía que él era el cazador principal
de Taylora. Con el pelo negro enmarañado, los penetrantes ojos azules y
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
un cuerpo que parecía haber sido forjado en acero, el cazador gritó con
maldad y voz siniestra.
Cada vez antes de que supiera que su cambio vendría, tenía que
encontrar el cuerpo de agua más cercano, desnudarse y esperar. Aunque
no era la mejor opción, no quería perder la única vestimenta que tenía.
Era como si ahora alguna barrera los separara. Tal vez el mismo
que impidió que Dack pudiera encontrar su camino de regreso a la casa
Amber Kell y Stephani Hecht
de ella.
obtener.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Como era de esperar, la cabeza hueca, pero bien intencionada hada
madrina no apareció.
No se podía negar que los chuchos eran feos, también. Casi tan
grandes como ponis, las cosas estaban cubiertos de pelo negro grueso y
fibroso y tenían colas cortas que acababan en punta al final. Sus orejas
eran tan cortas, casi llegaban al cráneo, y los hocicos de las bestias
parecían deformados por sus grandes colmillos.
¿Cómo pudo Taylora hacerle esto? Eso era lo que más dolía. El
hecho de que la hermana por la que siempre había visto pudiera volverse
contra el tan fácilmente. Se preguntaba si alguna vez ella se había
preocupado por el o solo había sido un acto.
―No puede estar lejos de aquí. Por lo que Taylora nos dijo, el único
ejercicio real que el mocoso alguna vez tuvo fue el ir de su cama al baño
y luego de regreso. ―Dijo el líder.
había empezado a entrenar con Dack, así el sabría cómo usar sus puños,
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
también. Dack lamentaba que sólo hubieran tenido tiempo para unas
cuantas sesiones, o de lo contrario mostraría a estos malditos
cazadores quien era el débil.
―¿Por qué?
Dack clavó los dedos en el barro fresco. ¡Sí! Por lo que oía, sus
hermanos estaban vivos y a la fuga como él. Aunque solamente se
Amber Kell y Stephani Hecht
―Entonces, ¿tu gran plan es ir por ahí y matar a todos los cisnes
en Aria, sólo con la esperanza de que uno de ellos sea un príncipe?
―Preguntó el líder con helado sarcasmo.
―Sí, señor.
Por un segundo, Dack podría haber jurado que sintió esa pesada
mirada azul profundo en la suya. De repente, se alegró de haber tenido
problemas para encontrar agua potable los últimos días, porque
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―Por supuesto que sí. ¡Tú y tu esposa, Merka, hacen los mejores
bollos de canela! Ellos prácticamente se derretían en mi boca.
Dack habría dado su huevo izquierdo por uno de esos rollos justo
en este momento. Su estómago parecía estar de acuerdo, porque soltó
un gruñido fuerte.
Esa fue la primera buena noticia que Dack había recibido en los
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últimos días. Parecía que Taylora no era la única capaz de moverse con
rapidez.
Capítulo Cinco
Kedrik se congelo. Cade no tenía el mismo problema. Mientras
Kedrik observaba, su amante incapacitó a dos de los intrusos con nada
más que sus manos. Luz destello de los dedos de Cade. Los otros dos
hombres gritaron y cayeron inconscientes.
hombres en el piso.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Sin más discusión, Kedrik siguió a Cade por la puerta. Kedrik tenía
la sensación de que Zara caminaba detrás de él para proteger su
espalda. Su intuición se confirmó cuando ella lo empujó hacia el Hummer.
Zara se instaló en el asiento trasero, tarareando alegremente como si
estuvieran de camino a un picnic en lugar de correr por sus vidas. No
sabía qué clase de habilidades tenía Zara, pero como Kedrik no tenía
ninguna propia, sus habilidades mágicas tenían que ser mejores que las
suyas.
Una vez que estuvieron a salvo dentro del vehículo, Kedrik apenas
consiguió su cinturón de seguridad abrochado antes de que Cade saliera
del estacionamiento.
―Él ni siquiera sabía que su hermana era malvada hasta hace unas
horas y nadie sabía exactamente lo mal que se pondrían las cosas.
Amber Kell y Stephani Hecht
―¿Qué hay con Dack? ―preguntó Zara―. Todo el mundo sabe que
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es el favorito de Taylora.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Kedrik se encogió de hombros. ―Lo dudo. No puede guardar un
secreto ni para salvar su vida. Dudo que Taylora le enseñara algo que la
expusiera a nosotros.
―Oh, sí, eso es tan caliente, ―Cade murmuró contra los labios de
Kedrik. Deslizó la boca por el cuello de Kedrik lamiendo y mordiendo su
camino.
―Oh sí, dámelo todo, ―Cade gemía. Presionó un duro beso contra
la boca de Kedrik, tragando su grito cuando se corrió.
―Wow! Practico.
―Creo que eso respondió tu pregunta sobre dónde fue Zara, ―dijo
Cade. Al ver a Zara corriendo hacia el vehículo, Cade encendió el coche.
No fue necesario espiar a los tres cazadores de negro que la perseguían
para decirles que necesitaban salir de allí.
―Aquí vamos de nuevo. ―dijo Kedrik en voz baja cuando Cade piso
el acelerador. Si un policía no los detenía en el camino, sería un pequeño
milagro.
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Capítulo Seis
Perdieron a este grupo de cazadores más fácil que al anterior,
aunque a Zara le tomo un poco más en elaborar una bola de fuego.
Kedrik se preguntó si su magia se estaba debilitando, o si estaba
agotada como él. Con todas las llamas que había creado, empezaba a
recordarle a la niña de Firestarter aunque Zara no era tan linda y
parecía mucho más loca que el personaje principal de esa historia. De
todos modos, hizo una nota mental para comprar un extintor la primera
vez que hicieron una parada en una tienda. También necesitaba recoger
algunos bocadillos, porque por lo que sabía de Cade, el tipo no había
empacado nada azucarado o salado, y eso solo no lo haría. Desde que
llegó a la Tierra, Kedrik se había vuelto seriamente adicto a esas cosas.
Tanto es así que a Taylora le gustaba enojarlo, diciéndole que si no se
cuidaba se pondría gordo. Un comentario que había picado más que los
demás, ya que en el fondo Kedrik a menudo se preguntaba si su buena
apariencia era lo único que tenía que ofrecer a la familia.
La conocía, lo había hecho para jugar con sus mentes aún más. No
había ocultado que detestaba el hecho de que todos sus hermanos
fueran gay.
Incluso llegó a sugerir que tal vez se había puesto una maldición
sobre la familia, un comentario por el que Landon la destrozo
Amber Kell y Stephani Hecht
rápidamente.
O mejor dicho, habían estado. Ahora que ella saco este truco,
Kedrik no sabía qué tipo de castigo recibiría ella. La traición exigía la
muerte y aunque era parte de la familia real eso podría no salvarla. Una
parte de él se sentía horrible y vil que no le importara lo que le
sucediera a ella, entonces pensó en Dack, lo asustado y solo que debía
sentirse ahora y toda la compasión de Kedrik por Taylora desapareció.
De todos ellos, su traición debió haber golpeado a Dack con más fuerza
y él era el menos preparado de los príncipes para sobrevivir a la batalla
que tenían por delante.
Kedrik soltó una muy necesaria risa. ―Fue bueno que no estuvieran
pensando en ella para el elenco de las elfas en las películas del Señor de
los Anillos.
El solo tenía diez años y se había escapado del castillo. Sus dos
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Estaba a punto de cerrar los ojos para que no tuviera que verlo
venir, cuando una brillante luz blanca brilló frente a él. Antes de que
pudiera parpadear, una mujer alta estaba entre el bjomolf y él.
Ella levantó una mano y le dijo en voz baja, ―Sal de aquí ahora. No
eres bienvenido en estos bosques.
―¿Vives aquí?
Confuso, Kedrik miro arriba hacia los ojos de ella...ojos que eran
idénticos a los de...
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―Fue tu madre. Me salvó esa noche. Y ella nos unió, ¿no? Desde
entonces, hemos estado prometidos.
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―Me estaba preguntando cuándo finalmente lo recordarías. ―dijo
Cade, sus labios formando una severa línea.
―No estabas listo hasta ahora. Quería darte tiempo para vivir tu
vida antes de que tuvieras que asentarte. Quería asegurarme de que no
te arrepintieras o que te sintieras obligado a entrar en esta unión.
―contestó Cade, mientras frotaba la espalda de Kedrik.
Una cálida risa llenó el carro. ―Planeo mostrarte eso, también. Tan
pronto como todo este lío termine, voy a encadenarte y marcarte hasta
que no haya error de a quien perteneces.
Eso fue suficiente para hacer que Kedrik se alejara, pero sólo lo
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Desde que había elegido ese momento para usar la pluma del ave
para para limpiar sus dientes, Kedrik quería señalar que ella tenía el
premio de Rara del Año, pero antes de que pudiera sacar el comentario,
se encontró convirtiéndose en un cisne.
¡Bueno, mierda!
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Capítulo Siete
Kedrik dio un graznido de protesta mientras sus manos se
fusionaban en emplumadas alas y sus zapatos se hicieron demasiado
grandes para sus pies palmeados. La ropa alrededor de él le hizo entrar
en pánico. Aleteando y graznando, trató de escapar de su prisión
material.
―Hazlo.
―Vámonos.
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
Introducir a un cisne en un Hummer no era lo más fácil que alguna
vez hubiera hecho. Con la cuerda de plata alrededor del cisne,
subyugando su necesidad de volar, Cade tuvo que levantar al pájaro que
aleteaba y trataba de no tener su cara picoteada cuando el cisne entró
en pánico.
retrovisor.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―¿Para nada?
Antes de que pudiera pensar en qué más podía ella conjurar para
él, las primeras descargas de los cazadores los alcanzaron. Las flechas
hicieron ping en contra los lados duros del Hummer.
―Hazlo.
―Sí.
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Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―¿Qué eres?
el que se entromete.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
El hombre a lado de Landon soltó una carcajada. ―Él tiene un buen
punto.
―Sé que pregunté esto, pero ¿por qué no has roto la maldición?
―Landon cruzó los brazos sobre su pecho.
Capítulo Ocho
Fueron conducidos a una antigua granja en medio de la nada. Era lo
suficientemente extraño comparándola con la fortuna de la limusina que
Cade no pudo evitar levantar una ceja cuestionando a Landon.
Le tomó todo lo que Cade tenía para no poner los ojos en blanco.
¿Podría esta situación ser más extraña? Entonces el sonido de gritos
vino desde adentro, y se dio cuenta de que no debía haberse hecho a sí
mismo una pregunta tan estúpida.
―Un buen polvo conmigo hará que nunca mires atrás, ―insistió
Zara.
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amor desde que ambos se dieron cuenta de que son almas gemelas?
encontrar a nuestros otros hermanos. Una vez que los tengamos curados
y seguros, podemos ir tras Taylora. No nos atrevemos a atacar hasta
que sepamos con certeza que todos nosotros nos hemos sacudido este
maldito hechizo de muerte. ―dijo Landon.
―¿Él es siempre así? ―preguntó Cade una vez que Xanthi se había
ido.
Era tan abrumador que le causo a Cade un poco más que ansiedad.
Ahora que finalmente tenía a Kedrik a su lado, estaba más que decidido
a no dejar que nada se interpusiera entre ellos de nuevo.
Mientras hablaba, Cade usó una mano para sujetar las manos de
Kedrik para que estuvieran por encima de su cabeza. La nueva posición
estiró su cuerpo perfectamente, haciendo que los músculos duros
ondularan bajo su piel bronceada. Lucia tan sabroso que Cade no pudo
resistirse a tomar un bocado. Bajando los dientes, mordisqueó uno de
los pezones de Kedrik, deteniéndose después para lamer la picadura.
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―Lo somos.
Cade hizo una pausa, de alguna manera sabiendo que esas palabras
tendrían el mayor impacto en la decisión de Kedrik.
Kedrik sacudió la cabeza. ―Sólo soy una cara bonita. Eso es lo que
Taylora siempre me dijo. Ella también tiene razón. No soy fuerte como
Landon o inteligente como Fisher. Demonios, incluso Dack es mejor que
yo, y él es el bebé en la familia.
Amber Kell y Stephani Hecht
Kedrik era grandioso, también. En todos los años que Cade se había
quedado atrás, admirando al hombre desde lejos, había notado muchas
cosas. Como cuando los temperamentos estallaban entre los nobles, era
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Cade quería decir todas esas cosas, pero se dio cuenta de que
Kedrik tendría que ver eso por sí mismo. En lugar de eso, Cade se
conformó con darle besos a todo el cuerpo de su pareja.
Usando una mano, se las arregló para abrir la botella del lubricante
y verter algo sobre su mano. Luego continuó besando cada centímetro
del cuerpo de Kedrik... bueno, casi cada centímetro. Cade evito
deliberadamente la polla de su amante. Una situación que pronto resultó
frustrante para Kedrik, a juzgar por el número de gemidos y maldiciones
que se deslizaban por los labios del hombre.
Una brillante luz dorada viajó sobre sus cuerpos como proceso de
la vinculación que era tan antiguo como la familia de Cade se estableció.
Soltó un ligero silbido cuando apareció un tatuaje de estrella en su
brazo, la marca de los elfos. Una estrella igual brillaba en el brazo de
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Kedrik. Cualquiera que los viera juntos sabría que eran un par acoplado.
Capítulo Nueve
Kedrik suspiró mientras movía sus brazos y sus dedos. Se sentía
tan bien ser humano, y si sus hermanos tenían razón, se quedaría de esa
manera.
revisando a Dack.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
―No crees que ella lo traiga aquí, ¿verdad? Necesitamos volver a
Aria. ―Kedrik se inquietó mientras esperaba la respuesta de su
hermano. Toda esta situación lo tenía al borde. ¿Cómo podía su hermana
hacerles esto?
―Eso espero.
necesito abrir una puerta entre los mundos para que todos vosotros
pasen al otro lado.
Ella chasqueó los dedos. ―Cade. ¿Tu madre te dio algo con un
símbolo ario en él?
Petra miró fijamente a Zara. ―Si no tienes nada útil que decir
intenta quedarte callada, o me aseguraré de que te quedes así.
Petra sacó su varita de nuevo. ―Creo que quizá quieras ser el que
abra el portal, Landon. Más o menos me olvidé de esa parte.
―Si crees que voy a dejarte pasar por alguna puerta mágica solo,
entonces has perdido tu mente real.
Kedrik puso los ojos en blanco. ―No tenía ninguna duda de que ibas
a venir, pero tampoco puedo dejar a mi hermano para luchar contra
Taylora.
Murmuró algo demasiado bajo para que Kedrik pudiera oírlo, pero
debió de haber funcionado porque fuego azul se disparó de sus manos en
todas direcciones. Después de un minuto, la luz se apagó y Hagen abrió
sus manos.
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―Bien. ―Landon unió sus manos con Fisher y luego con Kedrik.
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Capítulo Diez
―¿A dónde vamos? ―Dack susurró mientras lanzaba una mirada
nerviosa por el bosque.
―Lo que voy a mostrarte ha sido un secreto muy guardado por los
gnomos desde el principio de los tiempos, ―dijo Fudwick.
Dack casi bromeó ¿Qué? ¿Han sido los gnomos los que han estado
viviendo en los árboles y haciendo galletas, no elfos? Decidió que era
una de esas veces que Landon le habría aconsejado que no soltara su
lengua, así que Dack simplemente asintió en respuesta.
Dack pasó una mano por la pared, maravillado por lo suave que se
sentía. ―Les ha de haber tomado una eternidad cavar esta cueva.
―No.
Dack quería negarlo, pero sabía que era cierto. Ni siquiera podía
comenzar a contar el número de veces que había visto a caballeros u
otros nobles dando patadas y maldiciones a los gnomos mientras corrían
por el castillo. Mientras Landon siempre había sido justo y había exigido
que todos en su castillo fueran tratados con respeto, el no siempre
estaba allí. Además, él era uno de los pocos miembros de la realeza que
tenían compasión por las pequeñas criaturas.
sensación de pánico.
Una Historia De Hermanos Cob 3: El Valioso Cisne
En el pasado, cada vez que se enfrentaba a un desafío, Dack había
podido recurrir a sus hermanos. Ahora estaba solo, cazado y perdido en
cuanto a qué dirección tomar.
―¡Él vive!
―Hay esperanza.
Los ojos de Fudwick brillaban con orgullo. ―Te dije que no estabas
solo.
No sólo se había vuelto hacia sus hermanos, sino que también había
desatado la maldad en su reino, y no parecía importarle a quien
lastimara en el proceso. Todo lo que quería era riqueza y poder, y
parecía dispuesta a dejar que el resto de la gente muriera de hambre o
algo peor.
Lo último que quería era que uno de sus hermanos fuera asesinado
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cisne, sería lo mejor por el momento. Se dio cuenta de que tendría que
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confiar por lo menos en Cecil con las noticias. De esa manera podía
mantener a Dack bajo llave cuando su pájaro interior decidiera salir.
Capítulo Once
Cade corrió al lado de su hermana. ―No, Zara.
Kedrik parpadeó hacia su pareja. ―Creo que sí. ¿Qué demonios fue
eso?
Finalmente, él sonrió.
que no hablaban.
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―¡Tú puedes entenderme! ―gritó el topo, emocionado.
―La profecía dice que los tres no regresarán hasta que hayan
encontrado a sus otras mitades. Si tu estas aquí, debes estar
emparejado.
―Oye, cariño. Un topo estaba justo aquí. Dijo que Eaton estaba en
las tierras de los gigantes.
los gigantes.
Kedrik asintió.
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―¿Por qué?
extremo, ―dijo Possly, o al menos eso era lo que Kedrik pensaba que
había dicho porque su mundo estaba apagado. El grito mientras el mundo
se desvanecía alrededor de él.
labios de su amante.
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Cuando se separaron, Kedrik frunció el ceño a Cade. ―No pienses
que puedes distraerme con un beso. No soy tan fácil.
―¡Ouch, joder!
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Las groserías de sus hermanos se le estaban pegando. Durante sus
charlas por el espejo, habían explicado que ciertas palabras de la Tierra
eran peores que otras. Esa palabra se sentía muy bien pasando sus
labios.
Fin.
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