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TEMA: TRABAJO

Jn. 5:17 “Mi Padre hasta ahora sigue trabajando, y yo también sigo trabajando”
Gén. 1:26 “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza”
El ser humano también disfruta de trabajar.
Centrar en trabajo en nuestro ministerio.
A pesar de nuestros sinceros esfuerzos quizá no podamos “ver el bien a causa de
nuestro duro trabajo” Ecl. 2:24. Provoca desánimo y escasez de entusiasmo.
¿Qué necesitamos para mantener actitud positiva?
Tener expectativas realistas.
Jesús dijo Bs. Noticias del Reino se predicarían en toda la tierra habitada, pero no
para una conversión en masa, sino para testimonio.
Para entenderlo, ilustración del sembrador. Jesús predijo que en muchos corazones
semillas no germinarían.
Pero en el corazón de las personas en que sí germinan las semillas, ¿cuál es el efecto
que produce el mensaje del Reino? LEER Mat. 13:23 – EL FRUTO ¿Cuál es ese fruto?
Cuando un tallo de trigo brota y madura, no produce nuevos tallos, sino nuevas
semillas. Del mismo modo, el fruto que produce un cristiano no consiste
necesariamente en hacer nuevos discípulos, sino en multiplicar esa semilla, es decir,
hablar vez tras vez del mensaje del Reino.
Tal vez preguntemos pero eso ¿qué logra?
1. Tan solo hablar del mensaje nos llena de alegría y satisfacción.
2. También hacemos nuestro aporte personal para que el Nombre de Jehová sea
santificado.
3. Es un honor ser colaboradores de Dios
4. A Jehová le produce enorme satisfacción que le ofrezcamos “fruto de labios”
Todo eso nos da entusiasmo aunque no logremos hacer discípulos.

Tengamos en cuenta otro factor importante


Médicos y científicos israelíes lograron que germine una semilla de palmera datilera
de Judea de casi dos mil años de antigüedad. La semilla, apodada Matusalén.
¿Qué nos ilustra? Que las semillas que sembremos al predicar tal vez tarden mucho
tiempo en germinar y tal vez ni nos enteremos. O quizás sí nos enteremos que alguien
a quien predicamos hace décadas ahora es un discípulo de Cristo, en esa caso
podremos apodarlo Matusalén.
Por lo tanto en vista de todo lo que logramos con nuestra fiel y perseverante obra de
predicar continuemos haciéndolo con celo y entusiasmo y seguiremos llevando mucho
fruto para la gloria de los incansables trabajadores Jehová y su Hijo Jesús.

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