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TEMA 4:

EL ARTE PRERROMÁNICO:
Se denomina “prerrománico” a las manifestaciones artísticas que abarcan cronológicamente desde
el siglo V (fin del Imperio romano occidental) a los primeros años del siglo XI (arte románico), y que
se circunscribe precisamente al ámbito geográfico del Occidente europeo.
1. CONTEXTO HISTÓRICO EUROPEO
-En 395, Teodosio divide el Imperio Romano entre sus dos hijos: la zona oriental o Bizancio para
Arcadio y el Imperio Romano de Occidente para Honorio, quien sitúa su capital en Rávena. Este
último pervivirá entre crisis políticas, económicas y militares hasta el año 476.
-En ese año, 476, Occidente es invadido por los pueblos germanos que ocuparán y se repartirán
el territorio, generando, desde el siglo V, sus propias culturas artísticas, iniciándose así el llamado
arte prerrománico, cuyo vínculo de unión es el legado romano.
-Este arte tendrá diversas manifestaciones a lo largo de los siglos V al X, vinculado a los pueblos
germanos primero y, más tarde, a los imperios y reinos cristianos que surgirán en la Europa
occidental.
-Así durante los siglos VI y VII se desarrollarán las artes de los pueblos ostrogodo y lombardo en
Italia, franco en Francia, anglo y sajón en Gran Bretaña, y visigodo en la Península Ibérica.
-El arte prerrománico desde el siglo VII al X tendrá un marcado carácter teocrático vinculado a
los dos potentes imperios centroeuropeos: el carolingio en Francia y el otoniano en Alemania,
cuyas obras sentarán la base del futuro arte románico continental.
-Por último, en la Península Ibérica bajo dominio cristiano, en la cornisa cantábrica y en parte de la
franja pirenaica, se desarrollarán en los siglos VIII, IX y X dos tendencias artísticas de marcado
carácter palaciego y religioso, respectivamente: el arte astur y el arte mozárabe o de repoblación,
de importantes influencias visigodas, carolingias y andalusíes.
-Todo ello configurará un arte, llamado Prerrománico, y que sobre la base del legado de Roma, se
desarrollará en la Europa Occidental, la que será la Cristiandad, entre los siglos V al X.
EN LA PENÍNSULA IBÉRICA:
 Siglos VI- VII: ARTE VISIGODO
 Siglos VIII al X: ARTE ASTUR
 Siglos X al XI: ARTE MOZÁRABE
2. ARTE PRERROMÁNICO DE LOS PUEBLOS GERMÁNICOS: ARTE VISIGODO
(SIGLOS VI Y VII)
En la Península Ibérica, los visigodos, (uno de los pueblos germánicos invasores del Imperio
romano), fundaron en el 507 una monarquía que perduraría, con importantes convulsiones internas,
hasta la llegada de los musulmanes en 711.
El arte de la Hispania visigoda combina la herencia hispano-romana con influencias bizantinas y
paleocristianas. Sus manifestaciones más importantes son la arquitectura, principalmente religiosa, y la
orfebrería, de marcado carácter político. Su huella será perceptible en las manifestaciones artísticas
posteriores.
Entre las características de la arquitectura visigoda cabe destacar:
- Se trata en todos los casos de edificios religiosos, templos.
- Materiales: piedra, generalmente: en el muro sillarejo y en las esquinas sillares.
- Las plantas seguían una tipología cruciforme y basilical, con espacios interiores muy
compartimentados.
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- Los arcos son de herradura (bastantes abiertos y extradós e intradós no son paralelo en la
parte baja del mismo) y de medio punto.
- Los soportes que eran pilares o columnas romanas corintias aprovechadas de otros edificios
romanos.
- Capiteles: de tradición corintia o capiteles tronco-piramidales con decoración religiosa
(historiados).
- Las cubiertas podían ser planas de madera, o abovedadas de cañón, arista, baídas o media
naranja.
- Decoración: molduras que se repiten como líneas de imposta (línea horizontal que separa dos
pisos en la fachada) y recorren los edificios por el interior y por el exterior. Los motivos más
comunes son: sogueado y vegetales enmarcados en formas geométricas, generalmente
círculos, (roleos). La técnica empleada es a bisel, (marca un ángulo obtuso respecto al
material base), es un relieve poco pronunciado.
Entre los templos visigodos conservados en lugares remotos, señalamos:
 San Juan de Baños en Palencia (661). Planta basilical, 3 naves, con transepto resaltado
en planta y alzado. Dos estancias laterales, quizás, prótesis y el diaconicón (origen
bizantino).El exterior presenta una sillería perfecta con un pórtico de acceso con arco de
herradura sobre pilares con una cruz esculpida en su clave y decoración vegetal circular en la
imposta. En el interior, el ábside principal repite el motivo del arco de herradura sobre pilares
y acoge el altar bajo su bóveda de cañón de herradura.
 San Pedro de la Nave en Zamora (680-711). Planta basilical con transepto y 2 cámaras
laterales. Lo más peculiar es su decoración escultórica, característicamente visigoda, de los
capiteles de las columnas adosadas en el espacio central. Se trata de relieves ejecutados en talla
a bisel sobre capitales troncopiramidales invertidos y que muestran escenas bíblicas como
Daniel en el foso de los leones y el Sacrificio de Isaac. Tanto estos motivos figurados como los
vegetales y animales en roleos que los enmarcan están muy estilizados y esquematizados,
resultando antinaturales pero muy expresivos, anticipando algunos aspectos de la figuración
románica.
 Santa María - Quintanilla de las Viñas en Burgos (finales del VII-principios del VIII). Se
conserva tan sólo la cabecera cuadrangular y la nave de transepto sin brazos: De sus restos
cabe destacar nuevamente los relieves, como los de decoran las dovelas del arco principal con
roleos, racimos, zarcillos y otros temas animales y vegetales que se repiten en diversas hileras
de piedra tanto en el interior como en el exterior. El arco descarga sobre impostas de piedra
que hacen las veces de capiteles y que se decoran con dos alegorías del Sol y de la Luna en un
círculo sostenidas por ángeles. En otros espacios del templo, se sitúan piezas similares pero
con la figura de Cristo en el centro.
 Otros templos visigodos serían Santa Comba de Bande en Ourense (finales del VII) de cruz
griega muy compartimentada con cubiertas de piedra y ladrillo (bóveda de arista del crucero) y
San Fructuoso de Montelios (656) en Portugal, el mausoleo del obispo Fructuoso que
presenta una planta cruciforme y claras referencias paleocristianas (Gala Placidia) y bizantinas
(San Vital)
Escultura: No se conserva escultura exenta. Relieves en piedras colocados en líneas de
impostas, capiteles y arcos. Temas: cristianos (de origen paleocristianos) y abstractos (origen
germánico). Estética anticlásica. Relieve organizado en dos planos, sin modelado (talla a bisel),
sin perspectivas, ni proporción y cierta tosquedad. Relieves muy expresivos. Ejemplos: San
Pedro de la Nave, y Quintanilla de las Viñas
En la Hispania visigoda adquirió también un gran desarrollo la orfebrería. Los orfebres
perfeccionaron su técnica utilizando sobre todo la incrustación de cabujones (piedras tallada en forma

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de elipse) y el esmalte cloisonné (tabicado o alveolado con laminillas metálicas que se rellenan con el
polvo de esmalte), para crear coronas votivas y fíbulas.
- las coronas votivas eran tiaras que colgaban de cadenillas cuya función era entregarse como
ofrendas de los reyes a los templos en su coronación. Esta tradición, dio lugar a joyas de oro y plata,
con incrustaciones de piedras preciosas, que se adornaban con hilillos o pendientes de vidrio, metal y
perlas, y con las letras del nombre del rey. Del centro de la corona pendía una cruz votiva que servía de
cruz de altar porque allí se colgaban, con un añadido valor decorativo. De entre las conservadas,
destaca la Corona de Recesvinto (653) donada por él a San Juan de Baños y en la que puede
apreciarse una fuerte influencia bizantina.
- Las fíbulas eran broches con los que se sujetaban los mantos y podían ser rectangulares,
cuadradas u ovales, pero las más características fueron las aquiliformes, decoradas de pasta vítrea de
distintos colores. Estas fíbulas hacían alusión a tradiciones y leyendas germánicas que tenían a las
águilas como mensajeras entre dioses y hombres. Ejemplo: Tesoro de Guarrazar. Museo
Arqueológico de Madrid.
Los visigodos y su cultura desaparecieron con la llegada de los musulmanes a la península en el año
711.
3. ARTE PRERROMÁNICO EN LA CRISTIANDAD PENINSULAR: ARTE ASTUR Y
ARTE MOZÁRABE (IX Y X)
La historia de la Península Ibérica no discurre paralela a la del resto de Europa debido a la llegada
de los musulmanes en el 711. El arte cristiano peninsular prerrománico se creará allá donde los
musulmanes no estén, esto es, en la franja cantábrica, vinculado al primer reino cristiano, el astur, y en
la meseta castellano-leonesa, según vayan avanzado los ejércitos y las poblaciones cristianas sobre las
tierras conquistadas al enemigo.
3.1. ARTE ASTURIANO:
El fin del reino visigodo en el 711 (invasión musulmana) fue seguido del nacimiento del
reino de Asturias, que se constituyó a partir de don Pelayo (S. VIII) y duró hasta principios del
S. X en el que se une con León.
El reino astur, creó un estilo artístico propio que, hunde sus raíces en la tradición hispano-
visigoda, buscando así una legitimación histórica en los palacios, iglesias y ciudades que existieron en
la vieja Toledo. A esta base visigoda se unirán algunas influencias carolingias y bizantinas, culturas
con quienes mantenían contactos diplomáticos y comerciales
Su principal aportación es la arquitectura. Sus características son:
- Se trata de una arquitectura eclesiástica, con planta basilical de tres naves, de pequeñas
proporciones, amplio transepto con iconostasio visigótico (pantalla en el presbiterio que aísla al
sacerdote durante la consagración), tres cabeceras rectangulares y pórtico a los pies. La excepción
a esta tipología la constituye el conjunto palatino del Naranco.
- Los muros eran de piedra y se construían en elegante sillar o en tosco sillarejo. En ocasiones se
mezclaba con ladrillo. Se decoraban con relieve o con pinturas murales.
- Los vanos eran de medio punto por influencia carolingia.
- Arcos de medio punto, en ocasiones peraltados
- Los soportes eran por lo general pilares y columnas reutilizadas. Como creación astur se
usaron las llamadas columnas múltiples formadas por varios fustes y capiteles, las entregas,
adosadas o insertadas en el muro, y las sogueadas, cuyos fustes simulaban una soga enrollada.
- Las cubiertas podían ser de madera, pero también se empleó la bóveda de cañón, con arcos
fajones que ayudan a sostener la bóveda, y los contrafuertes externos, como antecedente de la
cubierta románica.

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El arte astur se desarrolló, promovido por los reyes, en tres periodos:
- PRERRAMIRENSE: la etapa de creación (segunda mitad del VIII), Alfonso II
- RAMIRENSE: la de esplendor (primera mitad del IX), Ramiro I
- POSTRRAMIRENSE: etapa final (segunda mitad del IX), Alfonso III
PRERRAMIRENSE: Etapa de creación (segunda mitad del VIII)
 San Julián de los Prados, llamada popularmente “Santullano”, se erigió a las afueras de un
Oviedo convertido en capital por Alfonso II el Casto. Planta basilical de 3 naves separadas
por pilares y 3 ábsides. Del interior destaca la pintura al fresco de sus muros, con motivos
religiosos y decorativos, como cruces, pequeñas iglesias, jarrones con flores y otros ornamentos.
RAMIRENSE: Etapa de esplendor (primera mitad del IX) Conjunto palaciego del Naranco:
(Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo) y Santa Cristina de Lena.
 San Miguel de Lillo en Oviedo formaba parte de un conjunto palaciego construido por
Ramiro I, y seguramente fue, más que una iglesia, una capilla palatina. En la actualidad sólo se
conservan los pies, con el pórtico y el primer tramo de la nave central y de laterales. El nártex
contaba con dos estancias laterales que permitían el acceso a la tribuna del rey, en el piso superior.
El exterior resulta esbelto y un tanto severo, y de él llaman la atención las celosías de las ventanas,
caladas con dibujos geométricos que forman arquerías y rosetones. De este edificio destacan
también las jambas de las puertas, de tosco diseño, decoradas con relieves que representan
escenas circenses, tomadas de algún díptico consular romano.
 Santa Mª del Naranco es el otro de los edificios mandados construir en estilo ramirense en
las faldas del Naranco, a las afueras de Oviedo. De todo el complejo erigido por el rey como
residencia de recreo, pervive esta construcción que fue, posiblemente, el Aula Regia o Salón del
Trono, muy original en sus formas y la única de estas características que pervive de la época en
toda Europa. Construida como estancia real hacia el 843, fue consagrada como iglesia en 848, con
advocación a Santa María.
De piedra y toba, y de arquitecto desconocido, las
soluciones arquitectónicas beben de las tradiciones
hispano-visigoda y bizantina. Su planta es un
rectángulo que se divide en una sala central y dos
recintos adyacentes. Con dos niveles, en la planta baja,
la sala central era la de guardia y de servidumbre, con
baños y oratorio en los extremos. Mientras que en la
planta noble, de doble altura, dos miradores enmarcan
la sala principal, posible lugar de recepción, reunión y
fiestas.
En su alzado y al exterior, las fachadas evidencian, en primer lugar, un enorme contraste, puesto
que las más largas dan la impresión de macizas fortalezas con contrafuertes estriados que surcan
el muro y subrayan la verticalidad de una pared tan sólo alterada por el acceso en doble escalinata
y un balcón (restos). En cambio, las fachadas cortas son ligeras y abiertas gracias a los miradores
o balconadas de tres arcos peraltados sobre columnas corintias de fuste sogueado de la planta
noble y las ventanas triforas de un ficticio último piso, que acentúan la altura del edificio. Todo
ello descansa sobre un piso inferior en el que se abren una puerta de acceso y tres vanos de
aireación, pero con un aspecto general de podium.
En su interior, en la sala principal, se repiten los arcos peraltados sobre pilares con columnas
sogueadas adosadas, pero estos son ciegos y los soportes múltiples y entregas, y además de dotar
de armonía y ritmo al muro interior, permiten contrarrestar la gran bóveda de cañón, ligeramente
peraltada, y reforzada con arcos fajones en su desarrollo y contrafuertes al exterior.

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Todo ello permite hablar de un edificio excepcional en el que priman los valores plásticos, la
verticalidad, la elegancia y la originalidad que anticipan en mucho, el futuro arte románico.
 Santa Cristina de Lena. Conformada por una nave única, rectangular, está rodeada de
estancias: nártex, dos capillas laterales y presbiterio, que parecen crear una planta de cruz griega.
Lo más singular, por su pervivencia, es su iconostasio, de raíz visigoda, que funciona a modo de
pantalla de piedra que aísla al sacerdote durante la consagración y que está repleto de relieves
con motivos geométricos.
POSTRRAMIRENSE: Etapa final (segunda mitad del IX)
 San Salvador de Valdediós, fundada por Alfonso III el Magno, presenta una última
peculiaridad a la tipología eclesiástica astur: un pórtico lateral corrido destinado a la reunión de
fieles, celebración de asambleas y refugio para la lluvia. Al exterior lo que más destaca, sin
embargo, es la diferencia de altura en las tres naves, elevadas con un potente muro reforzado con
contrafuertes.
3.1 ARTE MOZÁRABE O DE REPOBLACIÓN
Durante el siglo X se produce el primer avance significativo de los reinos cristianos del Norte sobre
las tierras musulmanas en la península. Al-Andalus se ve atacado y mermado, y los andalusíes dejan de
lado su carácter tolerante y empiezan a hostigar a aquellos cristianos que vivían en sus ciudades,
conservando su fe y sus tradiciones.
Los mozárabes, esto es, cristianos habitantes de Al-Andalus, empiezan a emigrar a las tierras
conquistadas por los cristianos al norte. De ese modo, la conquistada meseta castellano-leonesa se irá
poblando de cristianos venidos del norte y del sur, y se creará allí una nueva cultura, la cristiana
mozárabe, con un arte que bebe de las raíces musulmanas pero que presenta al mismo tiempo,
influencias visigodas y asturianas.
Características del arte mozárabe:
- Una arquitectura eclesial en piedra, ladrillo, madera y arcilla
- Plantas variadas con cabecera de planta rectangular al exterior y de herradura en el interior,
con iconostasio.
- Arcos de herradura cerrada con alfiz.
- Columnas con capitel corintio y cimacio.
- Cubiertas de madera y bóvedas de nervios o gallonada.
- Aleros muy salientes sobre modillones de rollo, tomados de la mezquita de córdoba
De entre las iglesias mozárabes destacan:
 San Cebrián de Mazote de Valladolid (910) construida con planta basilical, ábsides
contrapuestos y exedras en ambos extremos de su crucero.
 San Baudelio de Berlanga en Soria es un edificio sumamente excepcional y original. Por fuera
muestra una planta cuadrada, casi cúbica en la que tan sólo destaca un vano de entrada con arco
de herradura. Pero, una vez dentro se aprecia la singularidad de la construcción, pues esta se
organiza en torno a una gran columna central de la que irradian los arcos de herradura que
sostienen la bóveda. Se simula así una palmera encerrada en un recinto rectangular, en el que,
frente al altar se sitúa una tribuna sobre arquerías. Todo el recinto estaba cubierto con frescos de
escenas bíblicas, de caza y de animales exóticos, que se encuentran en el Museo del Prado.
 San Miguel de Escalada, consagrada en León en el 913. Muestra una articulación asturiana del
espacio, con tres naves longitudinales, transepto no sobresaliente, tres cabeceras o ábsides con
planta de herradura y pórtico lateral. Pero los elementos decorativos y las arquerías son
musulmanas, como la herradura cerrada del pórtico y de los vanos, enmarcados con un alfiz.

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Pero, más allá de la arquitectura, si en algo destacaron los mozárabes fue en el arte de la
miniatura. Su aportación más conocida y decisiva fue la iluminación de Beatos. Son manuscritos de
los siglos X y XI que transcriben el Apocalipsis de San Juan y los Comentarios a este libro bíblico que
realizó en el 776 un monje de Liébana (Cantabria) llamado Beato, de ahí el nombre genérico de estas
obras.
Los miniaturistas mozárabes reproducen sin cesar, en las cercanías del temido año 1000, los
Comentarios al Apocalipsis del Beato de Liébana, un texto de gran impacto en los creyentes
medievales porque anticipa catástrofes y desgracias que, como sabemos, no ocurrieron.
Lo acompañan de ilustraciones que se hacían con la técnica de la aguada, con colores disueltos en
agua antes de aplicarlos al papel. La finalidad de estas imágenes era doble: por un lado, enseñar a
través de ellas a quien no sabía leer, y por otro, advertir al hombre del Juicio Final y del consecuente
premio o castigo eterno que le esperaba.
De los treinta beatos o copias que han llegado hasta hoy destaca el Beato Morgan realizado por el
maestro Magius en el 922, que fue el creador del estilo mozárabe, con miniaturas de brillantes y
contrastados colores y figuras expresivas y fantásticas, de marcado carácter narrativo. Esto se aprecia
en la imagen “El triunfo final del Cordero” donde el blanco Agnus Dei brilla en el centro mientras los
músicos, en una composición sobre bandas de colores horizontales, cantan en su honor. Todo ello se
cierra con un dinámico tetramorfos, de largas alas, rodeado de los profetas.
El éxito de las miniaturas fue extraordinario y su iconografía tuvo una gran influencia en el mundo
románico, sobre todo catalán.

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