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Qué es Rufus

Rufus fue lanzado oficialmente el 14 de diciembre de 2011.


Nació de la necesidad que su creador empezó a sentir de
reemplazar la aplicación HP USB Disk Storage Format Tool
para Windows, que una vez fue una de las alternativas más
rápidas y sencillas para crear un disco de arranque. Frente a
ella, Rufus esgrimía el no tener que instalarse y el
contar con una interfaz mucho más moderna que otras
alternativas.
Con el tiempo, la aplicación ha ido evolucionando mientras
mantenía su misión, la de ofrecer una herramienta sencilla
y completa a la hora de crear un USB
bootable. Actualmente cuenta con dos versiones
diferentes, una que se ejecuta en tu ordenador y otra
portátil que puedes llevar en un USB para utilizarla en
cualquier otro equipo.
La función de Rufus es la de crear USBs de
arranque. Con ellos puedes hacer varias cosas, como crear
medios de instalación de otros sistemas operativos
mediante sus imágenes ISO. También puedes montar el
sistema operativo en el USB para trabajar con él en
cualquier ordenador que no lo tenga, e incluso grabar datos
con los que actualizar el firmware o la BIOS de un
ordenador desde DOS.
Se centra sobre todo en la facilidad de uso, lo que
quiere decir que sacrifica algunas opciones que puedes
encontrarte en otras herramientas, como bajar las imágenes
ISO desde Internet en vez de necesitar tenerlas en el
ordenador. Pero a cambio tienes una aplicación muy
sencilla de utilizar incluso para aquellos sin conocimientos
tecnológicos.
Además, se trata de una aplicación extremadamente ligera
que sólo ocupa 1 MB de espacio, lo que hace que puedas
utilizarla prácticamente en cualquier ordenador. El uno
requisito es que tiene que utilizarse necesariamente en un
ordenador con Windows, con una versión de 32 o 64 bits de
Windows 7 o posteriores.
Por último, Rufus utiliza una Licencia Pública General de
GNU (GPL) versión 3 o posterior. Esto quiere decir que su
código es libre, y cualquiera puede acceder a él para
compartirla o modificar la aplicación, siempre y cuando la
herramienta resultante aplique también la licencia GPLv3.
El código fuente de la aplicación lo puedes encontrar
en Github.

Cómo se utiliza Rufus


Para utilizar Rufus, primero tienes que haber
descargado la imagen ISO que quieras utilizar para
crear un USB ejecutable con ella. Esto ya depende
enteramente de qué necesites, Windows 10 tiene su propia
web para descargar su ISO, mientras que en las
distribuciones GNU/Linux sueles encontrarlas en la sección
de descargas de sus webs oficiales.

A continuación, tienes que ir a la web oficial de Rufus. En


ella baja hasta el apartado Descargar, y pulsa sobre la
versión que quieres bajarte, la completa y normal o la
portátil para llevar en un USB y está preparada para
funcionar desde una unidad externa que luego metas en un
ordenador con Windows. Realmente no hay mucha
diferencia entre ambas, sólo que la portátil está optimizada
para usarse a través de unidades externas.
Cuando descargues la aplicación no la tienes que instalar.
Simplemente pulsa sobre el archivo .exe y arrancará. Lo
primero que verás es una ventana de
actualización donde puedes hacer que Rufus use la
conexión a Internet de tu ordenador para ver si hay
versiones nuevas. Si te lo acabas de descargar de la web, no
hace falta que hagas la comprobación.

Ahora mete el USB en el ordenador para que se activen


todas las opciones, verás que este aparece donde
pone Dispositivo arriba del todo. A
continuación, selecciona una opción en Elección de
arranque, que puede ser utilizar una imagen como no
autoejecutable, instalar FreeDOS (la versión libre y gratis
del viejo MSDOS), o Disco o imagen ISO, que es la que
debes elegir para crear un USB de arranque. Ahora, pulsa
en el botón Seleccionar una vez elijas una de las
opciones.

Cuando pulses en seleccionar, se abrirá una ventana del


explorador para que busques y selecciones la
imagen .ISO que quieres utilizar para crear el USB de
arranque. Para seleccionarla simplemente haz doble click
sobre ella.

Tras elegir la imagen, si tienes conocimientos avanzados


puedes elegir el esquina de partición, aunque no es
necesario cambiarlo en la mayoría de los casos. También
puedes desplegar un menú propiedades
avanzadas para detectar discos duros o hacer que el USB
sea compatible con versiones antiguas de BIOS. Pero de
nuevo, para la mayoría de casos en los que quieras crear un
USB de arranque o booteable no vas a necesitar nada de
esto.

El siguiente paso importante es elegir un sistema


de archivos para cuando se formatee tu USB antes de
instalar en él la imagen ISO que hayas seleccionado. Por
defecto se utilizará el viejo FAT32, aunque también tendrás
opción de utilizar el NTFS de Windows. A la derecha,
también tendrás una opción para cambiar el tamaño del
clúster a la hora de formatear, aunque esto no es necesario
tampoco que lo toques para crear las unidades de arranque.

EN XATAKA

Qué sistemas de archivo son compatibles con cada sistema operativo


Recuerda que al final las opciones importantes son tres.
Primero elegir el tipo de arranque que quieres, luego
seleccionar para buscar la imagen ISO que quieres utilizar
en el USB, y por último decidir el sistema de archivos que
vas a utilizar. Cuando termines de repasarlo todo, pulsa en
el botón Empezar para que Rufus inicie la creación del
USB de arranque.

En algunas ocasiones hará falta algún tipo de movimiento


extra, y Rufus te avisará con un mensaje en el que te lo
explican todo claramente. Por ejemplo, en la prueba hemos
utilizado una ISO de la distribución Ubuntu, y nos avisa de
que puedes utilizarla de diferentes maneras y siempre te
recomienda una.
Y ya está, luego se pondrá a trabajar y a grabar la ISO en el
disco. Aquí, cuando la barra verde de Estado se
complete será porque ha terminado de crear el USB, y
podrás sacarlo para empezar a utilizarlo o grabar por
encima.
Restablecer Windows 10 desde cero

Lo primero que tienes que hacer es entrar en


la Configuración de Windows. Para ello, tienes que
pulsar en el botón de la rueda dentada que vas a ver tanto
en la columna izquierda del menú de inicio, como en el
Centro de actividades donde se muestran las notificaciones
de Windows.

EN XATAKA

Portapapeles en Windows 10: 17 trucos y herramientas para exprimirlo al máximo


Una vez entres en la Configuración de Windows, tienes que
ir al final de todo y pulsar en la sección
de Actualización y seguridad, que es la última que
aparece en el menú principal de la configuración.

Una vez estés dentro de la sección de Actualización y


seguridad en la configuración de Windows, pulsa en el
apartado de Recuperación (1) de la columna de la
izquierda. Cuando estés allí, pulsa en el
botón Comenzar de la opción Restablecer este
PC (2) que te va a aparecer en primer lugar.
A continuación, llegarás a la decisión más
importante que debes tomar en este proceso. Puedes
elegir restablecer solo la configuración de Windows
manteniendo tus archivos, pero si lo que quieres es lo más
parecido a un formateo limpio, debes elegir la
opción Quitar todo para borrar todos los datos que hay
en el disco duro. Recuerda que para no perderlos, debes
haberlos copiado en algún disco duro externo u otro sitio
antes.

A continuación, debes elegir si quieres descargar la última


versión de Windows de la nube para instalarla o utilizar la
versión que tengas actualmente. Si no te importa que el
proceso dure algo más de tiempo elige la opción de
descargar de la nube, que te asegura tener la última
actualización. Si usas la reinstalación local, se buscará la
copia de Windows en tu equipo, y si no está se descargará
de la nube igualmente.

Ahora llegarás al paso de Configuración adicional, donde


simplemente se te mostrará lo que hayas elegido en
los pasos anteriores para que puedas revisarlo. Aquí, lo
único que tienes que hacer es pulsar en la
opción Siguiente para continuar con el proceso.

Y tras haber repasado tus opciones, irás a la última pantalla,


que es donde debes decidir si sigues adelante con el
formateo de Windows o si lo cancelas. Si sigues adelante ya
no habrá marcha atrás, y perderás los datos mientras el
ordenador queda sin poder ser usado durante unos
minutos, o incluso algo más de una hora. Si estás
conforme, pulsa en el botón Restablecer para iniciar el
proceso de formateo de Windows.
Y ya está. Al hacer esto, se iniciará el proceso para
restablecer Windows borrando todos tus datos, como si lo
estuvieras formateando. Esto puede tardar incluso una
hora, y el ordenador se reiniciará automáticamente
varias veces mostrándote diferentes pantallas en los
distintos puntos del proceso por los que vayas avanzando.
Ahora, paciencia, aléjate del ordenador un rato y déjale
trabajar.

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