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excepcion en los mas altos), y desde Iuego también a la riqueza, que la calidad de espafiol se tenfa por sangre o herencia y no por el hacimiento, pero fue natural que los peninsulares difirieran en sus vista € intereses de los americanos (concepto que no exclula a ind on variadas proporciones de sangre mestiza). Los primeros gozaban, tajas para ganar o comprar ls posiciones mis provechosas, aunque pre, ¥ la incapacidad de Espafa para ejercer una autoridad irrestriet los segundos, por entonces, la gran libertad de accion de que harian los aftos venideros, NuEVA ESPANA: LOS ANOS DE AUTONOMIA BERND HAUSBERGER Oscar Mazin El Colegio de México LECTURAS SUGERIDAS UNA CRISIS DESMENTIDA, ‘Atsenno, Solange, El dgulay la cruz: origenes relgiosos de la conciencia ciola, El Colegio de México, 1999, Crows, Carlo M., Conquistadores, piralas, mercaders: la saga de la plata México, Fondo de Cultura Econsmica, 1999, ominaciones peyorativas como “siglo olvidado” o “de crisis" surgen al eter perio que va aprovimadamene de 1650 1750, Agu sone ems que, muy por el contrario, durante esa centuria Nueva Espafa alean- Oe aele ey hel Mes, aoe Rs Raspes rer eee coe Garcia Marrivez, Bernardo, Historia de México, México, Everest Mexicana, divergencias reflejan la escasa atencién prestada . i ira = compe El desarcto regional y la organizacn del espacio Clas wal cin con la dedicada a la Conquista y a las reformas borbsnicas de la segun- ‘versidad Nacionl Auionome de Menco-Ucsero, Shor damutad del siglo xv. —, Las regimes de Mesico: breviario geogrifcoe hisGrco, Mexico, El Cole Ahora bien, hubo fenémenos que justifcaron aquellos epitetos. Para Mexico, 2008 Gran historia de Mesicotustrada, vo. 2, Nueva Espata de 1521 a 1750: deta nfs o menos 1.9 millones. También sobrevino una baja del comercio trasa- las reormas berbonicas. México, Instituto Nacional de Antropologa y de las legadas de plata registradas en la metrépoli a partir de 1630, Planeta, 2001. Esio pudo relacionarse con facilidad con el descenso poblacional, mismo ‘Kusuex, George, Anquitectura mexicana del siglo xvi, México, Fondo de Cultur que ni la importacién de esclavos negros, ni la inmigracién europea pudie- nnémica, 1982. fon contrarrestar. Se argument6 que el saldo demogrfico afectaba sin reme- Locxniarr, James, Los nahuas despues de la conquista. Historia social y cultural dio la oferta de mano de obra, dando lugar a problemas econdmicos genera- indios del México central, Mexico, Fondo de Cultura Econémica, 1999, lizdos aera eke ila, La ines del cro cto. Cuda de Mesto, Esta imagen gané solidez por su vinculacion con la llamada “crisis del vee ane Leena ee Fonds ll Sigo wvn", asunto que intents explicar los desajustes brutales del Viejo Con- Economica, 1968, " : wnte. Las guerras, las hambrunas y las pestes expresaron el declive de las Mevine, Elinor GK, Plaga de ovjas: consecuencias ambienales de 1a cong Poencias hasta entonces dominantes: Espafia, el Imperio otomano y el Sa- ‘Meésico, México, Fondo de Cultura Econémica, 2000, ‘€te Imperio Romano Germanico. Ahora imponian la pauta los estados mas 2astoR, Marialba, Cris ecamposcin social. Nueva Egat en el tans del -fompactos: los Palses Bajos septentrionales, Inglaterra y Francia, que evolu- al xvii, México, Fondo de Cultura Econémica, 1999, Slonaron hacia el Estado nacional sin perjuicio de su propia expansién. owe, Philip W, La guerra chichimeca (1590-1600), México, Fondo de Cult Tanto por su posible papel en el origen de la crisis, como por sus efectos en noe, 197%, América hispanica, ésta tuvo siempre un papel importante en la discu- (263 264 nemo HAUSMERCER OSCAR MAZIN sin. Los nexos posibles entre las fuertes tendencias inflacionarias, la da revolucién de precios en Europa y el aumento de la masa mor ratz de la riada de metales americanos a partir de 1550, fue y es obj Investigaciones. La disminucién posterior de los flujos trasatlanticos) ta se vio como una de las causas de los problemas financieros de casi Viejo Mundo, ¢ incluso de China, a lo largo del siglo, Se presentaron: gumentos en pro de la incidencia americana directa en la historia global, sobre todo en el declive espafiol y en el reordenamiento d politic. La investigacion mas reciente ha modificado sustancialmente gen. Incluso el ritmo de las exportaciones de plata fincado en d cién oficial espafiola se corrigié radicalmente. Los registros confiables ‘merciantes y banqueros holandeses comprueban que las llegadas d crecieron —contrariamente a lo dicho— hasta bien entrada la sej tad del siglo xv. Aun si prescindimos de Nueva Espafia, pues los fl bales de plata dependian entonces mas de la produccion andina, minera no ha podido confirmarse. La baja del comercio trasatlantico trado qued6 mas que compensada por el contrabando. Parece claro, Nueva Espafa logro adaptar sus estructuras a la situacicn impuesa epidemias. LA MONARQUIA ESPANOLA ‘A MEDIADOS DEL SIGLO XVII El deterioro del comercio oficial, por lo tanto, no se debié a problem nos americanos, sino que results del declive del imperio. Lo expt bilidad de la metrépoli para imponerse y la falta de disposicién Dara respetar sus reglas, segiin multiples razones. ‘La monarquia hispanica fue la primera superpotencia europea de! Moderna: despues de la conquista de las Filipinas y tras incorporat Jos dominios de la Corona de Portugal —el reino lusitano mismo, ¥ sus posesiones africanas y asidticas—, abarc6 territorios por bo, Pero se trataba de un conglomerado demasiado extenso, dificil dinar y defender. En su cardcter compuesto, la monarquia dejé a nios, especialmente Portugal y Aragon, un margen amplio de ‘Como entidades accesorias de Castilla, los territorios de ultramar m ron el mismo estatuto juridico. No obstante, también ganaron mia dada la distancia y la dificil comunicaci6n con Madrid (habia [NUEVA ESPARA:LOs ANOS De AUTONOMIA 265 alrededor de atio y medio para él envio, la recepcién y la vuelta de una wien). Fueton la poblacion y la economia castellanas las que soportaron el co de la politica imperial con sus guerras, bancarrotas y crisis monetatias. mente, Castilla entré en un declive econémico y demografico conside- sable. Hubo problemas semejantes en otras partes de Europa, pero en Espa- ‘pa is cificultades se dieron antes y con una fuerza que la debilite ante sus competidores Los tesoros americans no impidieron su derrota en Europa. La lucha ro en su fase final en 1618, al estallar la guerra de los treinta afios en Bo- ia, cuando la Espafta de los Austrias traté de defender su hegemonia al del emperador Habsburgo. En 1621 se reanudaron también las hosti us energias y recursos bajo el gobierno del conde-duque de Olivares, valido Felipe IV desde 1623. En 1626 se decret6 la “union de armas”, intento de bligar a todos los dominios de la Corona a participar solidariamente en los fuerzos belicos. En 1635 estallé la guerra abierta con Francia. En 1640 se o Portugal, cuya Corona recupero su independencia, mientras que la eccién de Catalutia, del mismo afio, sélo pudo ser sofocada en-1652 racaso de Olivares fue total y precipité su caida en 1643. En 1648 Espatia 0 que reconocer definitivamente la independencia de las Provincias Uni- yen 1659, tras la derrota ante Francia e Inglaterra, la Paz de los Pirineos Sell el fin de su hegemonia en Europa. No obstante haberse logrado conte- el declive economico en la segunda mitad del siglo mediante una reforma etaria y medidas drasticas de ahorro, los tiempos de Espana como gran terminaron, Las INDIAS OCCIDENTALES dt escenario americano la gran expansidn territorial de Espaia habia ido mucho antes y el avance ulterior de fronteras se hizo de manera Al mismo tiempo, crecieron las dificultades defensivas. Esto fue alt en el Pacifico, donde los holandeses amenazaron las Filipinas. El ¥ el Golfo fueron el campo de batalla principal, que perjudico direc- @ Nueva Espana. Del contrabando y la piraterfa, factores funda- mig. *ch#ron mano las potencias maritimas europeas, en parte en cola- Sn-con los vecinos americanos, para subvertir el monopolio comercial 266 BERND HAUSDERGER = OSCAR MAZIN NUEVA ESPARA: LOS AROS DEAUTONOMIA 267 de Espana sobre sus posesiones americanas. El avance de los pirat 44 avanzaron sobre la cuenca del Misisipi, en cuya desembocadura funda- detenerse. Pero a partir de los aos de 1620, al reanudarse la guer ma Nueve Orleans en 1718 holandeses emprendieron una nueva ola de ataques. Fundaron la G {Qué preserv6 el dominio espanol en América? La fuerza del poblamien- hia de las Indias Occidentales y expulsaron a los stibditos portugues qo, el arraigo urbano, mas una firme lealtad sobre todo religiosa de la pobla- ‘muchas de sus posesiones en Africa y Asia. En 1628 Piet Heyn, el alin gon Ia “majestad catclica® del rey de Espana, evitaron que alguna potencia de la Compania, capturé la flota de Nueva Espafia que conducia la “constituyera una amenaza seria. Se habrian requerido ejércitos considera- Sevilla, Con el enorme botin se equip6 la armada con la que en 16; js, ademas de que, al legar a América, las enfermedades contagiosas diez- holandeses se apoderaron del norte del Brasil, de donde fueron in de inmediato cualquier tropa europea. Holanda, Inglaterra y Francia, solo en 1654. Para finales del siglo practicamente todos los puertos es nies aliadas para enfrentar a la odiada Espafa, pronto entraron en compe- les del Caribe, y muchos del Pacifico, fueron saqueados por corsaro y se debilitaron mutuamente. El orden monopolista espaftol fue final- tas y bucaneros, Io que ilustr6 con sus dibujos el medico Alexand: sustituido por la hegemonta inglesa, establecida mediante los diferen- Exquemelin (figura 1). En 1683 tocé esta suerte al puerto de Ver tratados de paz: Madrid (1670), Rijswijk (1697), Utrecht (1713), el cual La amenaza permanente de suspender la comunicacién entre Esp fin ala guerra de sucesion espaniola, y Paris (1763), con el que los fran- ‘América suscité el derrumbe del sistema de flotas, Asi, fueron much gzses quedaron casi eliminados de América. Estos desventajosos convenios ans sin flota oficial y la comunicacion se mantuvo con navios sueltos ncieron al rey Carlos Ill de Espana de que solo una reforma profunda y de contrabando. Espafia no pudo impedir que otras potencias adqu gqrantizara la supervivencia de la monarquta. ‘posesiones en América. En. 1607 los ingleses fundaron Jamestown en ‘su primera colonia duradera en Norteamérica. Un ano después los Ios franceses en Quebec (Canada). A partir de 1624 los espaftoles pet e NUEVA Espana varias islas del Caribe como Barbados, Antigua, Curazao, Martinica y EN EL CONTEXTO DE LA MONARQUIA, lupe, que poco a poco Ja economia de plantaciones sin y problemas de la monarquia, la estabilidad de sus domi- que entonces eran bases os depencdia de que el rey protegiera los intereses de los grupos rectores en cin para campanas mili ano. La guerra y la crisis financiera, sin embargo, lo dificultaron, Era ratas y corsarios, asi como’ entonces mas urgente recaudar impuestos que patrocinar intereses loca- para el contrabando con las Como ya vimos, a partir de 1640, y aun antes, una serie de sublevacio- es alee eat diversos horizontes trastocé la configuracién del Imperio espanol. La ras grave fue la de Jat NO golped con el mismo rigor las Indias Occidentales, en particular nos de los ingleses (165: 82 Espatia, En el tiempo largo se advierten en ella dos fases. Primera, un ‘mente, en 1697 la parte 06 See reco entre 1620 y 1650 resultante de las urgencias e imposicio- de La Espanola cayé en mi 12 Corona. Enseguida un largo siglo, hasta que las reformas borboni- los franceses, convirti

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