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Confensando nuestra fe:

Una Introducción, Un Panorama, Un


Resumen.
– LIBRO GUÍA DEL ESTUDIANTE-

28 al 01 de Abril
Colombia

los conejos 1
Professor: Dr. Sam Waldron

Covenant Baptist Theological Seminary—South America


Contact Information for Pastor and Administrator of CBTS, Bogota, Guillermo Gomez:
blasg@hotmail.com

Confesando nuestra fe:


Confesión de fe de 1689
Una Introducción, un panorama, un resumen.

Descripción del curso


Este curso proporciona un tratamiento de "La importancia de credos y confesiones
general"; da "La Introducción a la Confesión 1689 Específicamente"; y luego ofrece
"una exposición de la Confesión de 1689 de forma selectiva", mostrando su
compromiso con la "ortodoxia histórica, la teología reformada, y los principios
bautistas".

Objetivos educativos
Por medio de la lectura asignada, lecciones de los cursos, evaluaciones regulares, y
un documento, el alumno será capaz de comprender e identificar los principales
problemas en relación con los antecedentes históricos, las fuentes originales,
contenido doctrinal, y la base bíblica de la Confesión de fe histórica de 1689.

Lecturas requeridas.
 Sam Waldron y Richard Barcellos, A Bautista Reformada Manifiesto (traducido
por Jorge Rodríguez), 120 páginas.
 Robert Paul Martin de "Introducción a Las confesiones y credos" de una
exposición moderna de Sam Waldron del 1689 Confesión de Fe Bautista, 20
páginas.
 Los Cánones de Dort, 20 páginas.
 La Primera Confesión Bautista de Londres, 20 páginas.
 "CONFESAR LA FE EN 1644 AND 1689" por James Renihan traducido por
Jorge Rodríguez, 21 páginas.
 La Segunda Confesión Bautista de Londres, 30 páginas.
 El New Hampshire Confesión Bautista, 10 páginas.
 Sam Waldron, una exposición moderna del 1689 ... Los capítulos 2, 3, 7, 8, 19,
22, 26, 29.

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Requisitos del curso
Toda lectura requerida debe ser completada. Se requiere la asistencia en cada
período de conferencia o clase. Si el estudiante pierde cualquier conferencia, se
espera, en su defecto, que escuche la conferencia completamente. Hay tres pruebas y
un examen final en base a las preguntas formuladas en las tres pruebas. El trabajo
del curso se considerará incompleto hasta que cada una de estas responsabilidades
se haya completado. De 5-7 páginas de longitud sobre un tema relacionado con el
curso y aprobado por el Director Guillermo Gómez.
.

Plan de clasificación
Asistir a las clases. (5%)
Tres pruebas cortas (pruebas), durante los días de clase. (30%)
Un examen final (45%)
La lectura de 400 páginas aprox. (10%)
Un documento de 7 páginas (10%).

Desempeño académico
A ningún estudiante se considerará que se ha completado con éxito en cualquier
curso o material, sino obtiene una calificación acumulada de 75 o superior para su
trabajo del curso. Los equivalentes de letras para los grados de percentiles asignados
son los siguientes:
A - 96-100 B- - 81-84
A- - C + 91-95 - 78-80
B + - C 88-90 - 75-77
B - C 85-87 - 71-74

Esquema de las Conferencias del Curso:

Parte 1: La importancia de credos y confesiones general


Sección 1: Respuestas a objeciones
Sección 2: obligación establecida
Sección 3: suscripción a la confesión discutida

Parte 2: La Introducción a la Confesión Específicamente 1689


Sección 1: El esquema analítico de la Confesión Bautista de
1689
Sección 2: El origen histórico de la Confesión Bautista de 1689
Sección 3: La Reseña doctrinal de la Confesión Bautista de
1689

Parte 3: La Exposición de 1689 Confesión de forma selectiva


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Sección 1: Capítulos clave de la ortodoxia histórica
I. Capítulo 2: De Dios y de la Santa Trinidad
II. Capítulo 8: De Cristo el Mediador, párrafo 2
Sección 2: Capítulos clave de la Teología Reformada
I. Capítulo 3: Del Decreto de Dios
II. Capítulo 19: De la Ley de Dios
III. Capítulo 22: Del culto religioso y el día de reposo
Excursus: La Confesión y los cinco puntos del calvinismo
Sección 3: Capítulos clave sobre los principios bautistas
I. Capítulo 7: Pacto de Dios
II. Capítulo 26: De la Iglesia
III. Capítulo 29: Del Bautismo

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Una introducció n a la Confesió n de Fe de
1689.
Parte 1: La importancia de los credos y confesiones en general.
Sección 1: Respuestas a Objeciones
Sección 2: Obligaciones Establecidas
Sección 3: Suscripción Discutida

Introducción General a la Importancia de Credos y Confesiones


Aquí está la pregunta que debemos plantearnos al enseñar este tema.:
¿Por qué debería mi iglesia o su iglesia mantener una confesión de fe?
Con demasiada frecuencia se asumen las respuestas a las preguntas más importantes.
No debemos asumir que es bueno mantener una confesión de fe, especialmente cuando
muchos cristianos lo dudan.
Dos preguntas distintas están contenidas en la pregunta anterior:
¿Es legítimo mantener una confesión?
¿Hay buenas razones para mantener una confesión?
¡Estas son, por supuesto, dos cuestiones diferentes!

Estas dos preguntas proveen el contexto de las primeras dos secciones de este curso:
Sección 1: Respuestas a las objeciones respecto a las Confesiones.
Sección 2: Obligaciones que establecen las confesiones.
Sección 1: Respuestas a las objeciones

Muchos cristianos hoy (especialmente hermanos antecesores a los Bautistas) reaccionan en


contra de credos, catecismos y confesiones.
¡Ellos asocian esto con formalismo o Roma!
Pero lo primero que nuestros antepasados bautistas hicieron en 1689 cuando ganaron la
libertad, fue adoptar una confesión.
De hecho, ellos habían hecho esto antes, en 1644.
La confesión de 1689 es la segunda confesión de Londres.
¡Tanto por simples prejuicios a cerca de los credos!

James Bannerman identifica dos objeciones más serias respeto a las confesiones:
En primer lugar, los estándares subordinados han sido objetadas, como composiciones al
margen de la única y suprema autoridad de la Escritura como la regla de fe, militando en
contra de la absoluta suficiencia y perfección del volumen sagrado….

En segundo lugar, los estándares subordinados, han sido objetados, como una presunción
de autoridad por parte de la iglesia sobre quienes no pertenecen a ella, y de imposición de
restricciones ilegítimas sobre la libertad cristiana de sus miembros.
Mi propia experiencia confirma la sabiduría y completitud de la afirmación de Bannerman.

¿Hacer estas objeciones tiene alguna legitimidad?


 Si las confesiones impugnaron la única supremacía y suficiencia de la Escritura…
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 Si éstas infringieron la libertad de los cristianos en Cristo…
 Entonces, los credos y confesiones podrían ser malos.
 Ciertamente, la Biblia enseña a cerca de la libertad de los cristianos en Cristo, desde
las infracciones ilegítimas de la autoridad humana:
1 Pe 5:3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos
de la grey.
1 Cor 7:22-23 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es en el Señor,
asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es en Cristo. Por precio fuisteis comprados;
no os hagáis esclavos de los hombres.
Ciertamente, la Bilblia enseña la única supremacía y suficiencia de las Escrituras:
2 Tim 3:14-17 … desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Combinaré mi respuesta a las objeciones generales que Bannerman identificó en cuatro


puntos.
1. Las Confesiones de fe no infringen la única autoridad de la Biblia, ni la Libertad
Cristiana.
2. Las Confesiones de fe no rivalizan o desafían la suprema autoridad de la Escritura.
3. Las confesiones de fe no menoscaban la suficiente autoridad de la Escritura.
4. Rechazar todas las confesiones es “auto-contradecirse” y “auto-refutarse”.

I. Las Confesiones de fe no infringen la única autoridad de la Biblia, ni la Libertad


Cristiana
La Escritura debe mantenerse siendo la única norma de fe y de vida.
En esto, estoy de acuerdo con el objetor.
Pero las razones del objetor: Si la iglesia adopta una confesión de fe y la impone a sus
miembros, entonces la Biblia ya no será la única autoridad.
Esto suena plausible.

La respuesta involucra una distinción crucial.


¿Qué queremos decir cuando llamamos a las Escrituras nuestra única autoridad?
Nos referimos a que es nuestra única autoridad divina.
No nos referimos a negar toda autoridad humana.
La misma escritura enseña la legitimidad de la autoridad humana en la familia (Ef. 6:1-4), el
estado (Rom 13:1-7) y la iglesia (Heb 13:17).
Las Confesiones son expresiones de la autoridad que Dios ha dado oficialmente a la iglesia
para enseñar la Palabra de Dios (Mt. 18:17; 1 Tim. 3:15).
Éstas son promulgadas por una autoridad humana legítima.
Sólo donde la autoridad divina se atribuye a los credos y las tradiciones de la iglesia, se
infringe la única autoridad de la Escritura.
La distinción entre la autoridad divina y la autoridad humana, también muestra porqué los
credos no infringen la libertad cristiana.
¿Las reglas de la familia, el estado o la iglesia infringen la libertad Cristiana?
No, adecuadamente ejercidas, cada uno tiene sus propias reglas y leyes que van más allá de
la Escritura, pero la libertad cristiana no es infringida.

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Por otra parte, la suscripción a un credo es y debe ser voluntaria.
Unirse a una iglesia y suscribirse a su confesión debe ser voluntario.
En nuestro país es voluntario.
La queja que los credos infringen nuestra libertad personal es también, por esta razón,
infundada.

Dr Bob Martin:
Los temores relativos a la libertad de conciencia estarían justificados si se requiere
suscripción a una confesión sin que el abonado sea capaz de examinar los artículos de la fe,
o si la suscripción es impuesta por sanción civil. Pero si uno está convencido que el
contenido de la confesión es bíblico y si la suscripción es voluntaria, entonces, una confesión
de fe no hace ningún daño a la propia conciencia.

La Confesión de fe de Westminster
enseña a cerca de la libertad de conciencia (20:2)
Solo Dios es el Señor de la conciencia, y la ha dejado libre de los mandamientos y doctrinas
de los hombres, las cuales son en alguna manera contrarias a su Palabra, o está al lado de
ella en asuntos de fe o de adoración. Así que creer tales doctrinas u obedecer tales
mandamientos con respecto a la conciencia, es traicionar la verdadera libertad de conciencia;
y el requerir una fe implícita y una obediencia ciega y absoluta, es destruir la libertad de
conciencia (4) y también la razón.

II. Las Confesiones de fe no rivalizan con la suprema autoridad de la Escritura.

Dado que no ponemos ningún credo humano al nivel de la Escritura (como se acaba aclarar),
esta sigue siendo la única la autoridad (divina) de los cristianos.
Su supremacía es, en consecuencia, indesafiable.
¡Por supuesto, Roma enseña sus tradiciones y credos al nivel de la Escritura, y algunos
protestantes actúan como si sus credos estuvieran a este nivel!
¡Pero… no es así como mantenemos nuestra confesión!
Constitución de la GRBCO: “Aceptamos la Confesión Bautista de Fe de Londres de 1689….
Como nuestra confesión de fe primaria. Encontramos en esta confesión una ayuda en la
controversia, una confirmación en la fe, un medio de edificación en la justicia, una base para
la unidad de la iglesia y asociación formal con otras iglesias. Reconocemos, sin embargo, la
inerrancia de la Escritura para ser la suprema autoridad en todos los asuntos de fe, moral y
orden”.

Confesión Bautista de fe de1689 (1:10):


El juez supremo, por el que deben decidirse todas las controversias religiosas, y por el que
deben examinarse todos los decretos de concilios, las opiniones de autores antiguos, las
doctrinas de hombres y espíritus particulares, y cuya sentencia debemos acatar, no puede
ser otro sino las Sagradas Escrituras entregadas por el Espíritu. A dichas Escrituras así
entregadas, se reduce nuestra fe.

En definitiva.
Ya que la Escritura es la autoridad suprema, las Confesiones deben estar sujetas a ser
reformadas por la Escritura.
La constitución de la GRBCO detalla procedimientos claros para hacer esto.
Tales procedimientos existen en la mayoria de las iglesias confesionales.
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Y deberían existir en cada iglesia semejante.

III. Las confesiones no menoscaban la suficiente autoridad de la Escritura.

La Objeción: Las confesiones, ¿no impugnan la suficiencia de la Escritura?


En otras palabras, las confesiones ¿no son una negación de la perfección de la Escritura?
La Admisión: ¡Creemos en la suficiencia de la Escritura como se indica en nuestra propia
confesión!

Confesión Bautista de fe de1689 (1: 6a)


Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para su propia gloria, la
salvación del hombre, la fe y la vida, está expresamente expuesto o necesariamente contenido
en las Sagradas Escrituras; a las cuales nada, en ningún momento, ha de añadirse, ni por
nueva revelación del Espíritu ni por las tradiciones de los hombres.

2 Tim 3:15-17: …desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Pregunta: ¿Este pasaje clave a cerca de la suficiencia de la Escritura, priva a los pastores o
cristianos de poner el mensaje de la Escritura en sus propias palabras?
La predicación, enseñanza u oración sin utilizar las palabras exactas de la Escritura en un
orden consecutivo, ¿Constituye una negación a la suficiencia de la Escritura?
Por supuesto que no, esto destila la Escritura.
No añadimos las naranjas dentro del vaso cuando preparamos jugo de naranja.
Incluso, nosotros no impugnamos la suficiencia de la Escritura cuando predicamos,
enseñamos o confesamos de ellas en nuestras propias palabras.
La suficiencia de la Escritura es Su suficiencia como un recurso dado por Dios al hombre,
para predicar, enseñar, cantar, orar y confesar.

IV. Rechazar todas las confesiones es “auto-contradecirse”


y “auto-refutarse”.
He estado jugando como defensa hasta este punto.
Ahora, tomo la ofensa contra el anti-confesionalismo.
Anti-confesionalismo es auto-contradictorio y algunas veces hipócrita, ¿porqué?
Aquellos quienes rechazan los credos, en realidad sí tienen credos.
El que dice: “No credos, pero Escritura”, tiene un credo.

John Murray:
En la aceptación de la Escritura como la Palabra de Dios y la regla de fe y de vida, hay una
declaración confesional incipiente y básica. Algunas declaraciones deben ser hechas para tal
efecto y excluyendo toda otra norma de fe y conducta. Pero, ¿Porqué debería una declaración
confesional estar restringida a la doctrina de la Escritura? Hay otras doctrinas tan esenciales
como la doctrina de la Escritura.

John Murray:
Además, en nuestra situación actual, no es suficiente afirmar que la Escritura es la Palabra
de Dios , la regla infalible de fe, porque tal confesión en la estima de muchos concuerda con
un concepto de la Escritura que niega la doctrina de la Escritura que el evangélico mantiene,
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y esto es lo establece progresivamente la escritura en si misma. Por lo tanto, la confesión
básica debe ser elaborada para afirmar y defender el concepto de la Escritura implícito en la
confesión que es la Palabra de Dios.

Toma a la persona que dice “No credos, pero Cristo”…


¿Cuál es la primera pregunta que podríamos hacer a esta persona?
¿Qué o quién entiende por Cristo?
Un anti-confesionalista puede pensar que podría afirmar: “Yo no tengo un credo en lo
absoluto”
¡Pero el rechazo a tener un credo, es un credo!

Berkfof y Dunlop
Berkhof …Toda iglesia tiene sus dogmas. Incluso, las iglesias que constantemente los
censuran, en efecto, los tienen. Cuando ellos dicen que quieren una cristiandad sin dogmas,
ellos están declarando un dogma, a través de dicha afirmación.

Dunlop: … mientras que todas las confesiones son revocadas y despreciadas, estas deberían,
sin embargo, ser establecidas e impuestas como un inalterable articulo de fe y un credo
constante: Estas no deberían ser confesiones o pruebas de ortodoxia.

Aplicaciones Finales

 En consecuencia, el anti-confesionalismo se reduce a decir dogmáticamente que no


debe haber dogmas.
 Muchos quienes temen a los credos simplemente no son instruídos.
 Pero algún anti-confesionalionalismo encubre:
o Verdaderas Herejias
o Infidelidad a los compromisos doctrinales.
o Libertad personal no mortificada.
o Aversión absoluta a la autoridad.
o Renuencia para aprender a cerca de los regalos de Cristo a la iglesia a través de
la historia.

Sección 2: Obligaciones Establecidas


Mucho de lo que es legítimo también es innecesario.
Sería legítimo para mí tener sushi para la cena, pero estoy agradecido que no sea necesario.
Pero yo sostengo que las confesiones solo son legítimas, sino necesarias, y por lo tanto,
obligatorias por 5 razones.
I. Nuestra Identidad Fundamental lo demanda
II. Nuestra Simple Identidad lo demanda.
III. Nuestra exposición del error lo demanda
IV. Nuestra unidad espiritual lo demanda.
V. Nuestra comunión cristiana lo demanda.

I. Nuestra Identidad Fundamental lo demanda

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El Credo de Nicea expresa su fe en “la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica”.
Creo que el credo de Nicea es correcto.
Pero incluso, si usted no lo cree, debe estar de acuerdo con que la iglesia Cristiana es
“apostólica”.
Cf. Mt 16:17-18; Ef. 2:20; Ap 21:14 Donde indica que la iglesia es construida sobre los
apóstoles.

Pero, ¿Qué significa para la iglesia ser apostólica?


Una cosa que esto significa es que la iglesia es confessional.
Comienza con y es construida sobre la confesión que hizo el apóstol Pedro a cerca de Jesús.
En su confesión Pedro está de acuerdo con el Padre.
¡Dios el Padre llama a Jesús su Hijo, y Pedro dice lo mismo. (Mt. 3:17)!
Mateo 16:15-18 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro,
dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado
eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mt. 10:32-33 cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le
confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de
los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
1 Jn 4:2-3 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne,
no es de Dios…

¿Qué significa “confesar” en estos pasajes?


Friberg Lexicon: “Desde un significado básico indica lo mismo; (1) tiene un carácter
vinculante en el que el hablante (solemnemente) promete, asegura (2) como confesando que
algo es una verdad admitida, de acuerdo. (HE 11.13).”
Pedro dijo lo mismo que afirmó el Padre a cerca de Jesús.
Las confesiones son valiosas porque ellas son la unidad de la iglesia, solemnidad, testimonio
de la verdad.
Esto significa que Pedro y los otros apóstoles son los fundadores de la iglesia porque ellos
confesaron la verdad a cerca de Jesús.
La iglesia construida sobre los apóstoles también está obligada a confesar la verdad a cerca
de Jesús.
Su identidad fundamental es ser columna y baluarte de la verdad (Tim 3:15).
La iglesia es un candelero (Ap 1:20; 2:1).
Una iglesia “apostólica” es una iglesia confesional.
El deber central de la iglesia es proclamar y dar testimonio de la verdad en el contexto de los
errores particulares de cada generación.
Las confesiones de la iglesia son invaluables para esto.
¡No es suficiente para Dios decirlo!
¡o para el Espíritu Santo Inspirarlo!
¡La iglesia debe confesarlo!

II. Nuestra Simple Identidad lo demanda.


Como hemos visto, toda iglesia (aunque a menudo negado y quizá no escrito), tiene un credo.
Es más honesto admitir que usted tiene un credo y declararlo claramente donde todos
puedan verlo.
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Los credos no escritos solo constituyen los peores y más tiranos credos de todos.

Berkhof:
Todos ellos tienen ciertas convicciones definitivas en asuntos religiosos, y también les
atribuyen cierta autoridad, aunque no siempre las formulan oficialmente, ni las reconocen
honestamente. La historia demuestra claramente que incluso la oposición actual, no es
realmente una oposición a los dogmas como tal, es simplemente una oposición a cierto tipo
de dogmas o para ciertos dogmas específicos, que no encuentran gracia a los ojos de los
teólogos modernos.

Cuando fui Pastor en RBCGR, Sospeché que los visitantes desconfiaban de nosotros y les
hablé.
Me deleité contándoles que no había necesidad de estar en duda a cerca de nuestras
creencias o prácticas. Si ellos querían saber lo que creíamos y practicábamos, podrían tomar
simplemente una constitución y confesión de nuestro estante de folletos gratuitos. Estos
explicaban en detalle y con claridad todo lo que veían allí. Lo mismo es verdad para GRBCO.

III. Nuestra exposición del error lo demanda


Los errores y herejías han demandado la formulación de credos en la iglesia.
La herejía a menudo pretende creer en Cristo y la Escritura.
Por lo tanto, requerir creer en Cristo y la escritura ha sido insuficiente para distinguir la
verdad del error.
El periodo apostólico de la iglesia confirma esto.
La formulación de credos comienza en el propio Nuevo Testamento.
Las profesías del NT indican que surgirían herejías satánicas -Cristianismo Falsificado- (1 Jn
4:1f; 2 Jn 7; 2 Tim. 3:1-9).
Esto requiere que tales herejías sean claramente expuestas. (2 Tim 1:13-14; Tit 1:9).
Por lo tanto, el NT registra el comienzo de la formulación de credos en respuesta a la herejía.
En varios pasajes la revelación temprana es reafirmada en un sentido premeditado para
reprender la herejía.

(1) El Gnosticismo distinguió entre la materia (carne) y el espíritu celestial de


Cristo.
La confesión temprana del evangelio que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios se reforma para
refutar esto.
La iglesia ahora confiesa que Jesús ha venido en la carne.
Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios (pero) muchos
engañadores… no confiesan a Jesús como Cristo quien vino en carne... (1Jn 4:2-2, Jn 7)

(2) El error judaizante que la circuncisión es necesaria para la salvación, también es


reprendido en el lenguaje que se extiende la confesión de Pedro
El concilio de Jerusalén afirma con más claridad que los gentiles no necesitan ser
circuncidados (Hechos 15).
¡La iglesia no se construye sobre Cristo y la circuncisión, sino solo en Cristo!
Pedro dijo en Hechos 15:11 “ Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos
salvos, de igual modo que ellos..”

(3) El NT contiene credos germinales.


El “Un Dios, una fe, un bautismo” de Ef. 4:4-6 es un credo germinal.
11
El tipo de resúmenes doctrinales los cuales componen credos y confesiones se pueden ver en
las “palabras fieles” o las “declaraciones de confianza” de las epístolas pastorales.
Cf. 1 Tim 1:15; 3:1; 4:9; 2 Tim 2:11; Tit 3:8.
Este ataque herético no cesó con el cierre del NT, ni cesó el deber de la iglesia de confesar la
verdad en contra del error.
La herejía arriana condujo a la iglesia a clarificar la deidad de Cristo y la trinidad.
Los arrianos reclaman creer a su manera en cada versículo de la Biblia citado en contra de
ellos.
 Los Nicenos utilizan términos no biblicos (trinitas; homoousias) para refutar y excluir
a los arrianos.
 El apolinarismo y otras herejías obligaron a la iglesia a aclarar la doctrina de la
persona de Cristo en el Credo de Calcedonia.
El fue el único sin pecado, engendrado del Padre antes de todas las edades, con dos
naturalezas distintas.
Esta “Unión Hipostática” no es una frase bíblica, pero encarna las ideas bíblicas. .
La herejía romana dirigida a los credos de la Reforma, que enseñan las doctrinas de sola
Escritura, sola gracia, sólo Cristo, y sola fe.

Marcus Dods
Un hombre puede aceptar... los mismos libros inspirados así como usted, mientras que
rechaza cada artículo importante de la fe que se encuentra en estos libros. Si... Conocemos
quienes creen como nosotros, y quienes disiden..., debemos afirmar nuestra creencia en un
lenguaje explícito, rechazando este tipo de interpretaciones de la Escritura que consideremos
falsas. Papistas, unitarios, arminianos, todos profesan encontrar sus doctrinas en la
Escritura, pero no los encuentra en la Confesión de Westminster.

Una confesión ayuda a mantener la pureza de la iglesia y de su membresia. (2 Cor 6:14f).


Sin una confesión no hay un estándar bajo el cual “llamar a cuentas” a creencias o
enseñanzas erradas. Una iglesia sin una confesión estará en apuros para excluir el error o a
un falso maestro astuto.

IV. Nuestra unidad espiritual lo demanda.


La unidad de la iglesia es de suma importancia en el NT (Ef. 4:1-15; Fil. 1:27).
La unidad de la iglesia requiere una confesión porque los acuerdos doctrinales son cruciales
para la unidad.
1 Cor 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis
todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente
unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1 Tim 6:3-6 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro
Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y
delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos,
blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y
privados de la verdad…

En profundidad, la unidad spiritual en la iglesia, de acuerdo con estos pasajes, requiere que
haya unidad en la verdad.
A la vez, esto requiere que la iglesia esté de acuerdo con cuál es la verdad.
Tal acuerdo requiere que la iglesia mantenga y adopte confesiones de fe.

12
V. Nuestra Comunión Cristiana lo demanda.
El compañerismo Cristiano es construido sobre el conocimiento.
La comunión es limitada hasta que estemos realmente convencidos de que una persona o
iglesia es genuinamente cristiana.
Las sospechas destruyen la comunión (Jos 22:10-34)!
Esto no deja lugar para negarse a dar prueba que somos discípulos a otros cristianos (2 Cor
3:1).
Dada la naturaleza sutil y engañosa de la herejía, la vindicación del ministerio de la iglesia
requiere una confesión de fe sencilla.

Ilustración Final
La controversia fundamentalista en la Convención Bautista del Norte en los EE.UU.
proporciona un ejemplo revelador de la utilidad de las confesiones.
En esta, los conservadores decidieron adoptar la Confesión de New Hampshire.
Incluso esta confesión habría sido una barrera efectiva contra el Modernismo.
Pero los Bautistas anti-confesionales condujeron la derrota de este movimiento y la victoria
del Modernismo.

Furniss, La Controversia Fundamentalista


En la prueba más importante de Resistencia, respecto a la adopción de una declaración de
fe, los fundamentalistas padecen otra derrota. Cuando Riley propuso que la convención se
comprometiera con la confesión de Hampshire, la propuesta sustituta de Woelfkin, “ el
Nuevo Testamento es la base total y suficiente para nuestra fe y práctica, y no necesitamos
otras declaraciones”, fue aprobada por una amplia mayoria. 1,264 hasta 637.

Sección 3: Suscripción Discutida


¿Porqué y Cómo su iglesia deberia sostener la Confesión de fe de 1689?

Prefacio:
El origen de este material
La historia
El artículo de Shawn Wright’s en el diario electrónico “9 Marcas”
Mi conversación con Mark Dever y su grandiosa oferta.
Mi respuesta a Wright también apareció en el diario de los Fundadores.

Section 3: Subscripción Discutida


Introducción:
A. Limitaciones de Responsabilidad
(1) Yo amo el ministerio “9 Marcas”
(2) Estoy de acuerdo con que la confesión de fe de 1689 no es una confesión perfecta.
Parte de mi tesis en esta conferencia es que la la confesión de fe de 1689 tiene unicamente autoridad humana y
por lo tanto es falible.
(3) No soy un experto en suscripciones confesionales

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Hay muchos artículos especializados sobre muchos temas difíciles respecto a suscripciones con las cuales no
estoy familiarizado.
B. Motivaciones
No disfruto el conflicto, entonces, ¿Porqué respondí a Wright?
(1) No me estoy metiendo con Wright.
(2) Mas bien, quiero elogiar el mantener la confesión de 1689
(3) Y quiero responder una pregunta práctica e importante a cerca de mantener aquello que Wright
pone en relieve.
C. Nociones Generales
Introducción
I. La mayor objeción
II. La respuesta multifacética
Conclusión: Porqué su iglesia debe adoptar la confesión bautista de 1689.

I. La mayor objeción: la especificidad doctrinal de la confesión de fe de 1689.

Wright encuentra que la confesión de fe de 1689 es demasiado específica a nivel doctrinal y provee tres
ilustraciones:
“una literal creación de seis días”
“expiación limitada”
“una opinión del día del Señor”
El remarca tal especificidad o estrechez doctrinal…
“detiene a los creyentes a unirse con otros como miembros en una iglesia local” ,
Limita la “membresia,”
y son “creencias requeridas para ser miembro de la iglesia”

II. La Respuesta Multifacética.


Responderé a la objeción de Wright en dos sentidos o bajo dos encabezados:
A. Una respuesta basada en los hechos: Las iglesias que sostienen la confesión de 1689 no requieren una
suscripción completa.
B. Respuesta Teológica: Por qué la membresía de la iglesia no requiere suscripción completa.

A. Una respuesta basada en los hechos: Las iglesias que sostienen la confesión de 1689 no requieren una
suscripción completa.
Wright está mal informado y ha saltado a una conclusión.
Mi experiencia entre las iglesias Bautistas Reformadas que mantienen la confesión de fe de 1689, contradice las
suposiciones de Wright.
No he ejercido como pastor de tres iglesias Bautistas Reformadas diferentes, limitando la membresía a quienes
sostienen cada jota y tilde de la confesión.
En efecto, frecuentemente he citado el día de reposo y la expiación limitada como asuntos donde tales acuerdos
no deberían ser requeridos para la membresía.
Otra prueba que Wright está mal informado ha sido dada recientemente por la carta circular preparada por la
Asamblea General de la Asociación de Iglesias Bautistas Reformadas de América, en el 2005.

El Dr. Jim Renihan escribió, “los estándares docrinales y prácticos para la membresia de la iglesia local, de
acuerdo a la Biblia, en segundo lugar, la confesión de fe de Londres”.

14
Entre muchas observaciones relevantes, Renihan dice:
Debemos notar lo que la confesión de fe no dice. Esta no dice que todo creyente debe tener un completo e
hinchado conocimiento de la teología crisitana, incluso de su propia teología, con el fin de llegar a ser parte de
una iglesia. De hecho, la condición que descalifica no es una falta de entendimiento, más bien es un
compromiso real con respecto a los puntos de vista heréticos. Siempre que la persona no mantenga estas
posiciones, pero articula su fe en Cristo y vive como un discípulo obediente, él o ella podrían ser parte de la
iglesia.
Un pastor en la discusión ha escrito este comentario sobre la discusión de la Asamblea General:
“La discusión abierta del asunto revela una mutua determinación entre los hermanos a continuar
implementando SLC con afabilidad, fexibilidad redentiva… Para la mayoría de nuestras iglesias, la suscripción
completa (no absoluta) es requerida solamente para los ancianos”.
Wright y aquellos que siguen su punto de vista pueden pensar que tal flexibilidad de las iglesias respecto a la
confesión de 1689, es inconsistente.
Ellos están, por supuesto, permitiendo su opinión.
Ellos no deberían, sin embargo, tergiversar nuestra práctica para ellos mismos u otros.
Por otra parte, argumentaré a continuación que esa flexibilidad es perfectamente compatible con una iglesia
que sostiene una de las grandes confesiones reformadas.

B. Respuesta Teológica : Por qué la membresía de la iglesia no requiere suscripción completa.


A pesar de mi protesta que una suscripción total no es comúnmente requerida a los miembros de la iglesia,
Wrigh puede todavía pensar que no requerir esto es inconsistente.
¿Cómo puede justificarse la práctica de no requerir suscripción completa por parte de todos los miembros, y
porqué esto es importante?
Permítame hacer varias observaciones las cuales, creo van a clarificar este asunto.

1. Confesiones y Credos no poseen en si mismos autoridad divina.


El asunto primario y fundamental a entender es que las confesiones formales de una iglesia local no poseen en si
mismas autoridad divina.
Estas son claramente una especie o tipo de autoridad humana.
Estas son confesiones, qué confesamos.
Estas son credos – del credo Latino- que la iglesia cree.

Estas no tienen en si mismas revelación divina.


Por supuesto. Reconozco que estas están destinadas a articular las enseñanzas de la revelación divina.
En sentido estricto, éstas poseen una autoridad divina derivativa.
Pero éstas no poseen autoridad divina en si misma.

Tom Nettles:
Que reconozcamos una confesión estrictamente como un documento humanamente compuesto, es un paso
importante en cuestión de unidad. Todas las denominaciones crisianas conservadoras creen que sus teologías y
eclesiologías son reflecciones verdaderas de la enseñanza bíblica. Casi ningún cristiano sincero podría decir: “Tu
eres bíblico y obviamente yo no, pero me quedaré como estoy” A pesar que no están de acuerdo, cada uno cree
que su posición es biblica. El documento humano cubre la necesidad escencial de revelar diferentes
entendimientos de la Biblia. Cuando estos entendimientos difieren significativamente en áreas vitales, la unidad
de propósito y misión puede llegar a ser difícil, si no imposible”.

15
2. Como tal, las confesiones poseen sólo autoridad humana.
Una implicación del hecho que las confesiones poseen solo autoridad humnana (y esta es una implicación que
con frecuencia no es lo suficientemente apreciada)
Es que ninguna confesión (o iglesia) debería exigir acuerdo absoluto, fe ciega, u obediencia implícita.
Sólo la autoridad divina puede requerir tales respuestas..
Esto no significa que las confesiones no tengan autoridad.
Estas tienen un tipo de autoridad humana.
La palabra clave relativa a autoridad humana es hupotassein la cual significa subordinarse uno mismo
Subordinación normalmente involucra acuerdo y obediencia, pero estos son conceptos disitintos.

Por supuesto, debemos también estar subordinados o sujetos a la autoridad divina.


Pero nuestro deber con la autoridad divina va mucho más allá que mera sujeción o subordinación.
Subordinación a Dios siempre incluye o requiere acuerdo y obediencia.
Pero subordinación a la autoridad humana no lo requiere siempre.

Hijos deben estar sujetos a sus padres (Lc 2:51; Heb 12:9), esclavos a sus amos (Tito 2:9; 1 Pe 2:18), mujeres a
hombres en la iglesia (1 Cor 14:34), esposas a esposos (Ef 5:24; Tito 2:5; 1 Ped 3:1, 5), sujetos a sus autoridades
civiles (Rom 13:1, 5; Tito 3:1; 1 Ped 2:13), los jóvenes a los ancianos (1 Ped 5:5), profetas al todo el grupo
profético (1 Cor. 14:32), Cristianos a ministerios cristianos (1 Cor 16:16).
Incluso los demonios están sujetos a los setenta, y esto claramente no quiere decir que están de acuerdo con
ellos (Lucas 10:17).
En ninguna de estas relaciones humanas de subordinación, aquellos que están en una posición subordinada
están obligados siempre a obedecer o estar de acuerdo con sus superiores.
Al igual que una buena esposa, ellos están obligados simplementa a reconocer la autoridad del esposo que Dios
ha puesto sobre ellos.

Esto no es meramente autoridad humana genérica que nos confronta en la confesión de la iglesia.
Pero en la iglesia local y sus confesiones tenemos que hacerlo con un tipo especial de autoridad humana.
Los cristianos pueden escoger la iglesia local a la cual se unirán.
Un cristiano debe unirse a una iglesia local, pero el no está obligado a unirse a ninguna iglesia local en particular.
Claramente, la subordinación a una autoridad humana es voluntaria en su origen.
(Ya sea de una futura esposa a un futuro esposo, o de un futuro miembro de la iglesia a una futura iglesia y su
confesión)
Tantos acuerdos como sean posibles deben ser buscados.
Esto hará la relación mejor para todos los interesados.
Una mujer no debería pensar que debe estar de acuerdo con un futuro esposo a cerca de todas las cosas, para
someterse a él.
Así, un futuro miembro de la iglesia no debería pensar que estar absolutamente de acuerdo con la iglesia, sus
ancianos, o su confesión es necesaria para someterse a si mismo a ellos.
Si tales acuerdos fueran requeridos, la sumisión en el matrimonio y en la iglesia local sería imposible.

3. Así, solamente una dulce sumisión y una actitud enseñable hacia la confesión –no un acuerdo total-
son requeridas para los miembros ordinarios de la iglesia.
Los ancianos de la iglesia deben indagar al futuro miembro si tiene cualquier desacuerdo con la confesión. .
Los ancianos también deben determinar si tales desacuerdos no son errores fundamentales, son consistentes
con una profesión de fe creíble y con la membresía de la iglesia sobre otros temas fundamentales.

16
Aún desde el punto de vista del futuro miembro, solamente es requerido un acuerdo suficiente para hacer
posible la subordinación
Esto requiere que todos los futuros miembros lean cuidadosamente la confesión de la iglesia.
Pero el miembro de la iglesia no necesita un entendimiento o acuerdo completo con la confesión de la iglesia
Sólo es necesario estar lo suficientemente de acuerdo para someterse dulcemente, vivir apaciblemente y
responder con actitud enseñable.
Si alguno no puede ser dulce, apacible y enseñable bajo una confesión, no debería unirse a una iglesia.

4. Una distinción vital debe mantenerse entre la suscripción de miembros y ancianos o pastores.
Ahora, está claro que debe mantenerse una distinción entre los miembros y los ancianos de la iglesia.
Los miembros solamente necesitan someterse a la confesión.
Los ancianos están obligados a enseñarla. t (1 Tim 3:2; 2 Tim 2:24; Tito 1:9).
Esto implica claramente que los ancianos sostienen un tipo diferente de relación con la confesión de la iglesia.

No realizar esta distinción tiene serias consecuencias.


(1) La posición de Wright parece requerir que la iglesia confiese únicamente lo su más reciente,
bautizado miembro entiende y cree.
¿La confesión de la iglesia está limitada a aquello que sus nuevo miembro bautizado cree?
La iglesia requiere confesar mucho más que eso.
Las grandes confesiones de la reforma actúan sobre este principio y son tesoros de aquello que la iglesia había
llegado a creer los 1600 años anteriores.
La confesión de la iglesia no debe ser tenida como un rehén de las creencias de sus miembros más jóvenes.
Los miembros más jóvenes deben ser nutridos redentiva y amorosamente dentro de la plenitud de su fe.
De común acuerdo, las confesiones funcionan como herramientas de enseñanza.
Pero si los miembros más nuevos y jóvenes ya entienden por completo la declaración de fe de la iglesia, ¿Qué
sería de esta función de la confesión?
(2) La opinión de Wright hace esta divisiva en insistir en que ninguna doctrina puede ir más allá de la
contenida en la simple declaración de fe de la iglesia.
Si la unidad de la iglesia es expresada en su declaración de fe,
Y está limitada a aquello que los miembros más jóvenes creen,
Entonces, no hay distinción en insistir sobre definir expiación definitiva o cualquier otro asunto que sus
miembros inmaduros no entiendan. La enseñanza de las cosas más profundas de Dios, podría nunca hacerse
central en la vida de la iglesia.
Esto podría amenazar la unidad de la iglesia, basada en una fe simple.
Incluso la enseñanza de las doctrinas de la gracia llega a ser divisiva.
Wright y sus amigos no quieren esta consecuencia.
Pero su punto de vista conduce a ella.

Conclusión: ¿Por qué su iglesia debería adoptar la Confesión Bautista de 1689?


Permítame concluir dando las razones por las cuales las iglesias locales deberían adoptar la Confesión de Fe
Bautista de 1689.
Las iglesias deberían adoptar la confesión de 1698, porque:

(1) Esta no vela (disipa, oculta, ni disimula) importantes diferencias doctrinales.


El deseo de Wright por tener menos especificidad en las confesiones, vela (disipa, oculta, disimula) importantes
diferencias entre él y la confesión de 1689.
Él no está ocultando deliberadamente estas diferencias.
17
El no puede pensar que estas diferencias son importantes.
Pero yo puedo pensar que estas importan!
No estoy preparado para asumir que no hay grandes diferencias doctrinales reveladas o que se manifiestan y
resultan por causa de variadas opiniones sobre los seis días del creacionismo, la expiación definitiva o el día de
reposo cristiano.
Las acusaciones de tener mucha especificidad doctrinal en la confesión de fe de 1689, tienden a descarrilar
importantes discusiones teológicas y prácticas que necesitan tomar su lugar entre las convicciones bautistas o
calvinistas actuales.

(2) Es un depósito (repositorio) de las grandes doctrinas de la ortodoxia cristiana, en relación con las
Escrituras, la Trinidad, y la persona de Cristo.

(3) Sus distintivos son bíblicos.


Su enfoque reformado respecto a Dios, Su Decreto, el trabajo de Cristo, la aplicación de la salvación, y la
adoración cristiana son bíblicos.
Su enfoque bautista respecto a los pactos, ordenanzas y la iglesia local son profunda y sustancialmente biblicos.
Conclusión: ¿Porqué su iglesia debería adoptar la Confesión Bautista de 1689?

(4) Esta identifican los verdaderos orígenes históricos de la mayoría de los bautistas.
La mayoría de los bautistas descienden de las raíces de los bautistas particulares.
Existen importantes diferencias históricas entre los Anabautistas, Bautistas Generales y Bautistas Particulares.

(5) Esta provee un adecuado estándar para la membresía de la iglesia, así como una maravillosa
herramienta para la instrucción.
La confesión de 1689, provee un rico tesoro de verdad delante de los nuevos miembros, como una meta para su
madurez cristiana.

Epílogo
Wright le invita a ir con él al picnic de la iglesia y compartir con él su pequeña cesta de la verdad.
La comida en ella es buena y nutritiva, pero limitada en su variedad, sabor, cantidad y un poco insípida.
Yo también le invito a ir conmigo al picnic de la iglesia.
En la parte trasera de mi camioneta hay un gran refrigerador lleno de bebidas frías y una enorme cesta de picnic
con exquisitos alimentos. No le haré comer cada una de mis exquisiteces, aunque pienso que cada una de ellas
es deliciosa. ¿Con quién quiere ir de picnic?

Parte 2: La Introducción De la Confesión de 1689


Específicamente.
 Sección 1: El Perfil Analítico De La Confesión Bautista De 1689
 Sección 2: El Origen Histórico De La Confesión Bautista De 1689
 Sección 3: El Resumen Doctrinal de la confesión Bautista de 1689

18
Sección 1: El Perfil Analítico De La Confesión Bautista De
1689
 Bosquejos de Cualquier Cosa (pasajes de la Biblia, libros o credos) deben estar basados en
un análisis cuidadoso.
 También son en cierto grado arte homilético.
 Por favor, no tome lo que voy a ofrecer como la última palabra sobre el bosquejo de la
confesión.

 Por favor, no tome este bosquejo enteramente como el producto de mi propio análisis.
 Mi propio pensamiento ha sido influenciado tanto por Greg Nichols y Jim Renihan.
 El bosquejo de Greg aparece en la parte de atrás de mi exposición moderna...
 El análisis de Jim en ARBCA GA fue de ayuda.

Utilizando las ideas de tanto de Greg y Jim, aquí está mi esquema actualizado:
 Parte 1: Los Primeros Principios (Capítulos 1-6).
 Parte 2: El Pacto De Dios (Capítulos 7-20)
 Parte 3: Libertad Cristiana (Capítulos 21-30)
 Parte 4: Últimas Cosas (Capítulos 31-32)

Ideas Clave En Este Bosquejo Formativo :


 Parte 1: Los Primeros Principios (Capítulos 1-6).
 Todos estamos de acuerdo: los primeros Cap (s) son fundacionales.

 Parte 2: El Pacto De Dios (Capítulos 7-20)


 Estoy de acuerdo con Jim: El Pacto De Dios es el principio de la 2 ª parte de la confesión;
y el capítulo 7 comienza su segunda parte.

B.B. Warfield
La Asamblea De Westminster Y Su Trabajo
“El principio arquitectónico de la Confesión de Westminster es suministrado por la
esquematización de la teología Federal, que se había obtenido para este tiempo en Gran
Bretaña, como en el continente, una posición dominante como el modo más cómodo de
presentar el corpus de la doctrina Reformada".
 Teología Federal = Teología del pacto

 Parte 3: Libertad Cristiana (Capítulos 21-30)


 Parte 2 y 3 comienzan con cap(s) en sus temas.
 La libertad cristiana es un asunto importante de la reforma y afecta a los sujetos de todos
estos capítulos.

Parte 4: últimas cosas (Capítulos 31-32)


 Todo el mundo está de acuerdo en que este es el tema de estos capítulos. Yo simplemente
proporciono un título menos arcaico.

Juan Calvino sobre la Libertad Cristiana


Ahora vamos a tratar la Libertad Cristiana, la explicación que ciertamente no debería
omitirse por cualquiera que propone dar un resumen de la doctrina del Evangelio. Puesto
19
que es una cuestión de necesidad primordial, uno sin el conocimiento de que la conciencia
apenas puede intentar cualquier cosa sin dudarlo... en particular, constituye un apéndice de
la justificación adecuada, y no es poco el servicio en la comprensión de su fuerza. (Inst.,
3:19:1).

John Owen sobre Libertad Cristiana


“El segundo principio de la reforma, donde los reformadores justificaban su separación de la
Iglesia de Roma, fue la siguiente: "Que el pueblo cristiano no estaban atado a una obediencia
ciega á la iglesia-guías, pero no fueron sólo en la libertad, sino también obligados a juzgar
por sí mismos como á todas las cosas que iban a creer y practicar la religión y el culto a
Dios." (15:402).

Parte 1: Los Primeros Principios (Capítulos 1-6).

 Sección 1: La Sagrada Escritura (Cap 1)  " De las Sagradas Escrituras"

 Sección 2: La Naturaleza De Dios (Cap 2)  " De Dios y de la Santísima Trinidad"

 Sección 3: El Decreto De Dios (Cap 3-5). “Del decreto de Dios. La creación La Divina
Providencia"

 Sección 4: La Caída Del Hombre (Cap 6  " La caída del hombre, del pecado y
del castigo de los mismos"

Parte 2: el pacto de Dios (Cp(s) 7-20)


 Sección 1: La Doctrina del Pacto (Cp 7)
 Sección 2: El Mediador del Pacto (Cp 8)
 Sección 3: El Establecer del Pacto (Cp 9)
 Sección 4: Las Bendiciones del Pacto (Cp 10-13)
 Sección 5: Las Gracias del Pacto (Cp 14-18)
 Sección 6: Los Medios del Pacto (Cp 19-20)

 Sección 1: La Doctrina del Pacto (Ch 7)


 " Del pacto de Dios"
 Sección 2: El Mediador del Pacto (Ch 8)
 " De Cristo el Mediador"
 Sección 3: El Establecer del Pacto (Ch 9)
 " Del Libre Albedrío"

 Sección 4 : Las Bendiciones del Pacto (Cap 10-13)


 " Del Llamamiento Eficaz" (Cap 10)
 " De La Justificación" (Cap 11).
 " De La Adopción" (Cap 12).
 " De La Santificación" (capítulo 13)
 La confesión no está siguiendo el ordo salutis.
 El orden son las bendiciones de Dios y las gracias del hombre.
 El Pacto es primero Unilateral, y luego Bilateral.
20
 Sección 5: Las Gracias del Pacto (Cap 14-18)
 "De La Fe Salvadora" (Cap 14)
 "Del Arrepentimiento para Vida" (Cap 15).
 "De Las Buenas Obras" (Cap 16)
 "De La Perseverancia De Los Santos (Cap 17)
 "El Testimonio De La Gracia Y De La Salvación" (Cap 18).

 Sección 6: Los Medios del Pacto (Cap 19-20)


 "De la Ley de Dios" (capítulo 19)
 "Del Evangelio y del Alcance de la gracia misma"
(Cap 20).
 Estos capítulos presentan uno de los temas fundamentales de la reforma: la Ley y el
Evangelio.
 Pero no son los medios del Pacto del mismo modo:
La Ley prepara; el Evangelio salva.

Parte 3: Libertad Cristiana (Cap 21-30)


 Sección 1: Libertad Individual (Cap 21)
 Sección 2: El Culto religioso (Cap 22-23)
 Sección 3: El Gobierno Civil (Cap 24)
 Sección 4: El Santo matrimonio (Cap 25)
 Sección 5: El Gobierno de la Iglesia (Cap 26)
 Sección 6: La Comunión Cristiana (Cap 27)
 Sección 7: Las Ordenanzas de Iglesia (Cap
28-30)

 Sección 1: Libertad Individual (Cap 21)


 " De La Libertad Cristiana Y La Libertad De Conciencia" (Cap 21)
 Sección 2: El Culto Religioso (Cap 22-23)
 " Del Culto Religioso Y De El Día De Reposo" (Cap 22)
 " De Los Juramentos Y Votos Lícitos" (Cap 23)

 Sección 3: El Gobierno Civil (Cap 24)


 " Del Juez Civil" (Cap 24)
 Sección 4: El Santo Matrimonio (Cap 25)
 " Del Matrimonio" (Cap 25)
 Sección 5: El Gobierno De La Iglesia (Cap 26)
 " De La Iglesia" (Cap 26)
 Sección 6: La Comunión Cristiana (Cap 27)
 " De La Comunión De Los Santos (Cap 27)

 Sección 7: Las Ordenanzas De La Iglesia (Cap 28-30)


 "Del Bautismo Y La Cena Del Señor" (Cap 28)
 "Del Bautismo" (Cap 29)
 "De La Cena Del Señor" (Cap 30)

Parte 4: Últimas Cosas (Cap 31-32)


 Sección 1: El Estado Intermedio (Cap 31:1).
21
 Sección 2: La Resurrección General (Cap 31:2-3)
 " Del Estado Del Hombre Después De La Muerte Y La Resurrección" (Cap 31)
 Sección 3: El Juicio Final (Ch 32)
 " Del Juicio Final" (Ch 32)

Sección 2: El Origen Histórico De La Confesión Bautista De


1689
Introducción: Nombres De Los Bautistas

 La Confesión Bautista de 1689


(Publicada en 1677, aprobado en 1689) ==
 Segunda Confesión Bautista de Londres
(El 1er LBC fue aprobado en 1640's) ==
 La Confesión de Filadelfia
(Adoptada en 1742 en Filadelfia con Adiciones***)
***Capítulos fueron agregados en "el deber de cantar en La Adoración pública" y la
"Imposición de Manos"

Introducción-Bosquejo De Tratamiento
 I. Su Tradición Contextual
 Ii. Su Identificación Específica
 Iii. Su Utilización Cuidadosa
 Iv. Su Significado

I. Su Tradición Contextual:
Ortodoxia (Católica) Histórica
 La confesión de 1689 está en acuerdo confesional con los credos históricos de la iglesia.
 Capítulo 2, Párrafos 1 y 2 se habla de los atributos de Dios en el lenguaje del teísmo
clásico cristiano.
 Capítulo 2, Párrafo 3, habla de la Trinidad utilizando el lenguaje desarrollado en el siglo IV
en el Credo Niceno.

Capítulo 2, Párrafo 3
 "En este Ser divino e infinito hay tres subsistencias, el
Padre, el Verbo o Hijo y el Espíritu Santo, de una sustancia, un poder y una eternidad,
teniendo cada uno toda la esencia divina, pero la esencia indivisa: el Padre no es de nadie, ni
por generación ni por procesión; el Hijo es engendrado eternamente del Padre, y el Espíritu
Santo procede del Padre y del Hijo"

22
 Véase este párrafo desde el Credo Niceno.
 Y en un solo Señor, Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de
todos los mundos, luz de luz, Dios de Dios, engendrado, no creado, de una sustancia con el
Padre, por quien fueron hechas todas las cosas.

 El Capítulo 8, párrafo 2, utiliza la terminología desarrollada en el Credo de Calcedonia en


el 451.
 "de modo que en ambas, perfectas y distintas naturalezas fueron inseparablemente unidas
en una persona, sin conversión, composición o confusión; cuya persona es Dios y hombre,
pero un Cristo, el único mediador entre Dios y el hombre".

 Algún "rastro de sangre de los Bautistas" han sobreenfatizado el carácter distintivo de los
Bautistas.
 Han enseñado un "Sucesionismo Bautista ".
 Pero nuestros antepasados se identificaban con la ortodoxia histórica (católica) de la
Trinidad y la Persona de Cristo!
 Además, Lutero y Calvino no abogaron por una restauración, sino una reforma!

II. Su Identificación Específica


 Cuatro fuentes principales de la confesión de
1689 pueden ser identificadas:
 A. La Confesión de Fe de Westminster
 B. La Declaración de Savoya de Fe y Orden
 C. La Primera Confesión De Fe De Londres
 D. Los Trabajos De Los Editores

La Confesión de Westminster
  preparada por teólogos puritanos en la Asamblea de Westminster y publicada en 1646.
 Puritanos de una persuasión Presbiteriana fueron dominantes allí, por lo que refleja
opiniones Presbiterianas:
 El Gobierno de la iglesia a través de una jerarquía de los presbiterios y sínodos
 El bautismo de infantes
 Un estado-iglesia presbiteriana

La Declaración de Savoy
  una ligera revisión de Westminster en 1658 por puritanos congregacionales.
  anexos, fueron 30 los párrafos describiendo el orden de la Iglesia Congregacional.
 Rechazando el gobierno Presbiteriano, insistió en la independencia de cada congregación
local.
 Negando un estado-iglesia, celebró la libertad religiosa
 Insistiendo en una profesión de fe para la membresía de la iglesia, pero defendió el
bautismo infantil.

La Primera Confesión De Fe Bautista De Londres


 Título: "UNA CONFESIÓN DE FE DE SIETE CONGREGACIONES O IGLESIAS DE CRISTO,
LOS CUALES SON COMÚNMENTE (PERO INJUSTAMENTE) LLAMADAS ANABAPTISTAS"

23
 Prefacio: " se nos carga con sostener la libre voluntad, cayendo fuera de la gracia,
negando el pecado original, negando la Magistratura, negandose a ayudarlos"

Bautistas Particulares y Anabaptistas

Los Trabajos de Los Editores


 Quiénes fueron los editores?
 Los Pastores Nehemiah Coxe & William Collins de la Iglesia de Londres Petty France.
 Se combinan los extractos de los credos anteriores en una confesión todo coherente.
 Pero en ella las declaraciones no son de estos documentos (26:10 sobre el apoyo de los
ministros).
 Estos elementos deben haber procedido de los Editores o de algún origen desconocido.

III. Su Utilización Cuidadosa


 El uso de estas fuentes refleja la dependencia en las confesiones anteriores.
 La Declaración de Savoy fue la fuente más inmediata e importante.
 146 de los 160 párrafos de la Confesión de 1689 provienen de la de Savoy.
 Sólo unas pocas frases provienen directamente de la de Westminster y alude la de Savoy.

 El uso de estas fuentes también refleja la independencia de juicio.

24
 Esto se manifiesta por las desviaciones importantes sobre los temas de los pactos, el
estado, y el bautismo.
 También se manifiesta por el uso de la Primera de Londres en varios puntos.
 También es manifestada por revisiones significativas hechas por los Editores.

Sección 3: El Resumen Doctrinal De La Confesión Bautista


De 1689

 El estudio anterior del bosquejo y origen de la Confesión tiene implicaciones cruciales para
nosotros.
 Debemos escuchar atentamente el documento más que cualquier otro porque ha sido
formativo para la vida Bautista Reformada.
 ¿Quiénes somos como Bautistas Reformados??
 Los distintivos teológicos de la confesión pueden resumirse en tres frases e ilustrarse por
medio de tres círculos concéntricos.

Ortodoxia histórica II.


 Las personas necesitan hoy la Ortodoxia histórica.
25
 Un mundo cambiante necesidad de verdades que no cambian.
 La 1689 se sitúa en la tradición de la ortodoxia.
 Los Bautistas Reformados creemos en el Dios, la Trinidad, y el Cristo de la Ortodoxia
histórica.
 Enseña que estos padres en la fe no colocaron ninguna Importancia sobre la originalidad y
más bien valoraron la unidad y la probada trayectoria doctrinal.

II. Teología reformada


 El valor colocado en rutas probadas es mostrado en el 1689's uso generalizado de
conocidas las confesiones reformadas.
 La 1689 abraza los puntos de vista reformados acerca del decreto de Dios, el pecado, la
obra de Cristo, el libre albedrío, llamamiento eficaz, la ley de Dios, el principio regulativo, el
Día de Reposo Cristiano, las últimas cosas, y la lista podría seguir.

II. Teología reformada


 Esta enseña claramente la origen reformado y puritano del movimiento Bautista Particular.
 Sí, a pesar de algunos conocidos Bautistas y profesores Reformados, los Bautistas son
reformados.
 La idea de que los Bautistas no son reformados es...
 Una fascinación indebida con el bautismo infantil por los Reformados o
 Un malentendido Bautista de nuestros distintivos.

Principios Bautistas III.


 Contra todo el mundo reformado excepto por algunas opiniones de los Puritanos
Congregacionales la 1689 enseña principios Bautistas.
 Esto demuestra que hay un lugar para una adecuada
 Nos enseña los verdaderos distintivos de los movimientos Bautista Particular y Bautista
Reformado.

Parte 3: La Exposición De La Confesión De 1689 Selectivamente


Sección 1: Capítulos Clave De La Ortodoxia Histórica
26
I. Capítulo 2: De Dios Y A La Santísima Trinidad
II. Capítulo 8, Párrafo 2: De Cristo El Mediador

Introducción general:
 Hasta la reforma de la Ortodoxia Cristiana en ambas Iglesias Orientales y Occidentales era
comparativamente simple.
 Consistía esencialmente en la adhesión a las doctrinas de Dios y de Cristo como se articula
en los Credos de Nicea y de Calcedonia.
 La confesión Bautista de 1689 junto con su madre creedal (la Declaración de Savoy) y su
abuela (la Confesión de Westminster) no muestra ninguna disidencia de los grandes credos.
 Algunas de las grandes confesiones de la Reforma especifica realmente su lealtad a esos
credos.
 Las primeras confesiones luteranas (La Confesión de Augsburgo y la Fórmula de la
Concordia), ambas expresan su acuerdo con el Credo de Nicea.
 La confesión Bautista de 1689 muestra su lealtad a la Ortodoxia histórica más claramente
en dos lugares.

 Estos dos lugares son...


 I. Capítulo 2: De Dios y la Santísima Trinidad
 II. Capítulo 8 Par 2 : De Cristo el Mediador
Vamos a exponerlas para mostrar el acuerdo de la Confesión 1689 con la Ortodoxia histórica.

I. Capítulo 2: De Dios y de la Santísima Trinidad


 Introducción:
 1. El Bosquejo del capítulo 2
 El bosquejo del cap 2 puede ser descrito como sigue:
 A. Los Atributos De Dios (Par 1)
 B. Las Relaciones De Dios (Par 2)
 C. La Tri-unidad De Dios (Par 3)
 " A" y "B" simplemente ensayan los tópicos clásicos del Teísmo Cristiano.
 " C" hace lo mismo con el Trinitarianismo Cristiano clásico.

 2. El Origen del Capítulo 2


 A. Su relación con la enseñanza de la reforma
 Confesiones Verdaderas de Jim Renihan compara la 1689 con la Savoy y Westminster,
así como el 1LBCF.
 Las afirmaciones doctrinales de la 1689 son idénticas a las de la Westminster y Savoy.
 Declaraciones de la 1LBCF son insertadas, pero sólo elaboran y nunca cambian las
afirmaciones doctrinales.

 B. Su Relación con la Ortodoxia Histórica


 Un examen del origen del cap 2 muestra que sus afirmaciones son todos aquellos del
teísmo cristiano clásico.
 Esto se observa más fácilmente mediante una comparación del par 3 con el Credo de
Nicea.

27
 La relación de la doctrina de 1689 de Dios a la Ortodoxia histórica también puede ser
vista en la afirmación (entre otros muchos) que Dios es "sin cuerpo, partes o pasiones".
 Esta es una afirmación de que Dios en sí mismo no puede sufrir.
 Es congruente con la lógica y la asunción del Credo de Nicea y de Calcedonia que para
sufrir la segunda persona de la Trinidad tuvo que convertirse en hombre.

 Nicea: " Quien, por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y fue
encarnado por el Espíritu Santo de la Virgen María y se hizo hombre; y fue crucificado
también por nosotros bajo Poncio Pilato; padeció".
28
 Calcedonia no es tan explícita, pero su afirmación del Hijo de Dios llevando toda una
naturaleza humana (cuerpo y alma) puede atribuirse a la misma lógica que para sufrir por
nosotros, él tenía que ser un verdadero ser humano.

A. Los Atributos De Dios (Par 1)


 El Señor nuestro Dios no es sino un único Dios vivo y verdadero; cuya subsistencia está en
y de sí mismo, infinito en el ser y perfección; cuya esencia no puede ser comprendida por
ninguno sino por sí mismo; el más puro espíritu, invisible, sin cuerpo, partes o pasiones, que
es el único que tiene inmortalidad, que habita en la luz a la que ningún hombre puede
acercarse; quien es eterno, inmenso, inmutable, incomprensible, todopoderoso, en cada
forma infinita, santísima, más sabio, más libre, más absoluto
 Que hace todas las cosas según el consejo de su propia voluntad inmutable y más justa
voluntad para su propia gloria; más amoroso, compasivo, misericordioso, sufrido, abundante
en bondad y verdad, que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado; hay recompensa
de los que le buscan diligentemente, y además más justo y terrible en sus juicios, odiando
todo el pecado, y quien por ninguna razón dejará libre al culpable.

 1. Singularidad
 2. Independencia
 3. Incomprensibilidad
 4. Espiritualidad
 5. Infinitud
 6. Soberanía
 7. Amor
 8. Justicia

1. LA SINGULARIDAD (y Simplicidad)
 La singularidad o unidad de Dios es mencionada en la cláusula: El Señor nuestro Dios no
es sino un único Dios vivo y verdadero.
 Deuteronomio 6:4, "¡Oye, oh Israel! ¡El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno!
 1 Cor 8:4 No hay tal cosa como un ídolo en el mundo y no hay Dios sino uno.
 Véase. Jeremías 10:10; 1 Cor 8:6; 1 Tesalonicenses 1:9.

2. INDEPENDENCIA (Auto-existencia, Aseidad)


 Note la cláusula: cuya subsistencia está en y de sí mismo, infinito en el ser y perfección .
 " subsistencia" aquí significa simplemente la existencia.  La misma existencia de Dios es
de sí mismo.
 Así, cuando los niños se preguntan, ¿dónde está Dios? La respuesta es que Dios no
proviene de nada ni de nadie más -- él es de sí mismo.
 Eso es lo mejor que podemos decir!
 Véase. Gen 1:1; Juan 1:1-3; pero sobre todo...
 Isaías 48:12 "Escúchame, oh Jacob, incluso Israel a quien llamé; yo soy, yo soy el primero,
yo también soy el último".
 Apo 4:11 "Eres digno, nuestro Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y la honra y el
poder; porque tú has creado todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas."
 La última frase, infinito en el ser y perfección, afirma la implicación de la independencia de
Dios.
 Independencia de Dios significa que él ya tiene todo el ser y la perfección en sí mismo.

29
 Cornelius Van Til resume: "Dios no es en ningún sentido correlativo o dependiente de nada
además de su propio ser. Dios es la fuente de su ser, o el término de origen no puede ser
aplicado a Dios. Dios es absoluto ".

3. INCOMPRENSIBILIDAD (MISTERIO)
 Esto se expresa en las palabras, cuya esencia no puede ser comprendida por ninguno sino
por sí mismo .
 Junto a Romanos 11:33, 34, considere
 Exo 3:14, Dios dijo a Moisés, "YO SOY EL QUE SOY; y dijo: "Así dirás a los hijos de Israel:
YO SOY me envió a vosotros.
 Job 11:7-8 puedes descubrir las profundidades de Dios? puedes descubrir los límites del
Todopoderoso? Son altos como el cielo, ¿qué puede hacer usted? Más allá del Seól, lo puedes
saber? 26:14 He aquí, estos son los flecos de sus caminos; y cuán débil una palabra que oímos
de él! Pero su poderoso trueno, ¿quién lo puede entender?
 Sal 145:3 Grande es el Señor, y muy digno de alabanza, y su grandeza es inescrutable.
 Algunos están muy seguros de que pueden decirle cómo es
Dios y lo que va a hacer.
 Este atributo nos advierte apegarnos a la revelación bíblica y a ser sospechoso de nuestra
lógica con respecto a Dios.
 El exceso de confianza en la afirmación de lo que Dios puede o no puede hacer aparte de la
Escritura carece de humildad.
 Debemos estar preparados para que la Biblia enseñe cosas que son en última instancia
incomprensibles.
 Pero incomprensibilidad no significa inaprensibilidad.
 Podemos conocer a Dios verdaderamente, pero no de forma exhaustiva.
 Lo divino será siempre un misterio para nosotros.

4. LA ESPIRITUALIDAD
 La frase clave es, el más puro espíritu, invisible, sin cuerpo, partes o pasiones, que es el
único que tiene inmortalidad, que habita en la luz a la que ningún hombre puede acercarse.
 Juan 4:24 Dios es espíritu...
 1 Tim 1:17 al reyinvisible, el único Dios
 Deuteronomio 4:15-16 ver vosotros mismos… no ves ninguna forma en el día que Jehová
habló a vosotros… no…hagáis una imagen esculpida
 Que Dios no posee pasiones suena extraño en nuestros días.
 Según Webster pasión deriva del latín passio " originalmente el sufrimiento o la agonía".
 Webster también dice: "Pasión generalmente implica una fuerte emoción que tiene un
efecto abrumador y convincente".
 Negar las pasiones a Dios significa que él no sufre, ni tienen tales emociones que le
dominen.
 Según los textos siguientes, Dios no es de la misma manera apasionado como el (homoio-
patheis) para nosotros.
 Hechos 14:15 y diciendo, "Hombres, ¿por qué estáis haciendo estas cosas? También somos
hombres de la misma naturaleza como ustedes
 Santiago 5:17 Elías era un hombre con una naturaleza como la nuestra, y rogó con oración
que no lloviese

5. INFINITUD (O TRASCENDENCIA)

30
 La trascendencia de Dios se encuentra en la cláusula: quien es eterno, inmenso,
inmutable, incomprensible, todopoderoso, en cada forma infinito, santísimo, más sabio, más
libre, más absoluto.
 Infinito significa que Dios trasciende (va más allá) de nosotros en el espacio (inmenso),
tiempo (eterno), conocimiento (incomprensible, más sabio ),en voluntad (más libre), potencia
(todopoderoso), y en todos los demás sentidos (inmutable, más santa, más absoluto).
 Malaquías 3:6 Porque yo, el Señor, no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos.
 Santiago 1:17 toda buena dadiva y todo don perfecto viene de lo alto, descendiendo del
Padre de las luces, en quien no hay variación ni sombra de cambio.
 1 Reyes 8:27 Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los
cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?
Jeremías 23:23-24 ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea?
¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
 Sal 90:2-4 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y
hasta el siglo, tú eres DiosPorque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que
pasó, Y como una de las vigilias de la noche.
 1 Tim 1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
 Gen 17:1 el Señorle dijo, "Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé
perfecto".
 Apo 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro
estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor
Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
 Isaías 6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
 Rom 16:27 al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.
 Sal 115:3 Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho.
 Exo 3:14, Dios dijo a Moisés, "YO SOY EL QUE SOY"; y dijo: "Así dirás a los hijos de Israel:
YO SOY me envió a vosotros".

6. SOBERANÍA
 Se trata en la frase: hace todas las cosas según el consejo de su propia, inmutable y más
justa voluntad para su propia gloria; .
 Esto nos enseña la soberanía de Dios en (1) su alcance: todas las cosas (2) su Gobierno: el
consejo de su voluntad (3) Su objetivo: para su propia gloria.
 Véase. Efesios 1:11; Isaías 46:10; Prov 16:4; Romanos 11:36.
 Esto se amplía en el párrafo 2 y en el capítulo 3.

7. AMOR
 Las muchas facetas de la bondad o el amor de Dios es descrito en la cláusula: más
amoroso, compasivo, misericordioso, sufrido, abundante en bondad y verdad, que perdona la
iniquidad, la transgresión y el pecado .
 Los énfasis melosos, almibarados sobre el amor en el evangelicalismo de hoy en día es casi
inútil, porque Dios no es sino solo amor.
 El amor de Dios es tremendo en el contexto de los atributos de Dios descritos en este
párrafo.
 Exo 34:6-7 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó:
31
!!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en
misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado
 1 Juan 4:8 quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

8. JUSTICIA
 La justicia de Dios se describe de la siguiente manera: Galardonador de los que le buscan
diligentemente, y además más justo y terrible en sus juicios, odiando todo el pecado, y que
de ninguna manera tendrá por inocente al malvado. En esta frase la justicia de Dios es
primero...
 A. Positivamente Descrita: recompensando a aquellos que lo buscan
 B. Describe negativamente: castigando al culpable
 Hebreos 11:6 porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es
galardonador de los que le buscan.
 Nehemías 9:32-33 Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible, que guardas el pacto y la
misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que nos ha
Alcanzado... Pero tú eres justo en todo lo que ha venido
 Nah 1:2-3 Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se
venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y
grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el
torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.
 Exo 34:7 y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado
 Sal 5:5-6 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen
iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador
abominará Jehová.
 Dios ni pasa por alto a los que por la gracia son dignos de recompensa, ni excusa
sentimentalmente a los que merecen ser castigados

B. Las Relaciones de Dios (par 2)

 1. Su Auto-suficiente independencia de ellos


 Esto es lo que enseña en la cláusula primera: Dios, teniendo toda la vida, la gloria, la
bondad, la bienaventuranza, en sí, es solo en sí mismo todo suficiente, no tiene necesidad de
ninguna criatura que él ha hecho, ni deriva ninguna gloria de ellas, sino que sólo manifiesta
su propia gloria en, por, á, y sobre ellas .
 Note: Hechos 7:2; Sal 119:68; 1 Timoteo 6:15; Job 22:2, 3 y ...
 Juan 5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el
tener vida en sí mismo;
 Sal 148:13 Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es
sobre tierra y cielos.
 Hechos 17:24-25 24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo
Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es
honrado por manos de hombres, como si necesitase de
algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

 2. Su Dominio Soberano Sobre Ellos.


 La cláusula 2da se refiere al dominio de Dios sobre sus criaturas: él es la sola fuente de
todo ser, de quien, por quien y para quien son todas las cosas, y él tiene el más soberano
dominio sobre todas las criaturas, para hacer por ellos, por ellos o sobre ellos, lo que le place.
32
 Esto plasma el dominio de Dios con la creación—Dios las hizo y, por lo tanto, le
pertenecen.
 Véase. Rom 11:34-36, Dan 4:25, y...
 Apocalipsis 4:11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú
creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
 1 Timoteo 6:15 el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,
Daniel 4:34 y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio
es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los habitantes de la tierra son
considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los
habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?

 3. Su Absoluto Conocimiento De Ellos


 Habiendo creado todas las cosas y por lo tanto la posesión
y control de todas las cosas, Dios tiene absoluto conocimiento y comprensión de todas las
cosas.
 Esta es la 3 ª cláusula: en sus ojos todas las cosas están abiertas y manifiestas, su
conocimiento es infinito, infalible e independiente a la criatura, así como nada es para él
contingente o incierto .
 " Contingente" significa condicional-como un oferta contingente!
 El conocimiento de Dios no se deriva de sus criaturas y, por tanto, no condicional.
 Es cierto conocimiento de eventos garantizados.
 Dios lo sabe todo, porque él lo planeo, no sólo porque él puede prever.
 Véase. Hechos 15:18; Ezequiel 11:5; Romanos 11:34 y 
 Hebreos 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien
todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta.
 Rom 11:33 Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
 Sal 147:5 Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.

 4. Su Absoluta Santidad ante Ellos


 Un Dios que es absolutamente independiente de sus criaturas, quien es absolutamente
soberano sobre ellos, y que comprenda en forma incondicional y absolutamente debe ser
absolutamente santo en comparación con dichas criaturas.
 Así, en el siguiente apartado se dice: él es santísimo en todos sus consejos, en todas sus
obras, y en todos sus mandamientos.
 "Santidad" transmite la separación absoluta de Dios con sus criaturas.
 Él es exaltado en su ser Trascendente y sin mancha en su pureza moral.
 Nada de lo que él hace ha de cuestionarse.
 hacer eso es profanar con mentes y manos impuras las obras de lo absolutamente santo.
 Sal 145:17 Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.
 Rom 7:12 Así pues, la ley es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.

 5. Sus Demandas Intrínsecas sobre Ellos.


 Los resultados prácticos y éticos de esta cuádruple exposición de la relación de Dios con
sus criaturas se afirma en la última cláusula del párrafo 2:
 A él se debe de ángeles y hombres, cualquier culto, servicio o obediencia, como criaturas
que deben al Creador, y lo que sea más grato requerir de ellos.

33
 Apocalipsis 5:12-14: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas,
la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza Y a todo lo creado Al que está
sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos
de los siglos Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se
postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

C. La Tri-unidad De Dios (Par 3)


 En esta conferencia hemos llegado a una idea general del párrafo 3 concerniente a la
"Santísima Trinidad".

La Trinidad En El Catecismo Para Niños


 El Catecismo Especifica Sus 3 Partes.
 Hay más dioses que uno?  No, sólo hay un Dios.
 ¿Cuántas personas existe en ese único Dios?  En tres personas.
 ¿Quiénes son?
 El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

La Trinidad en la Confesión
 A. Su Afirmación
 1. El Carácter Trino De La Trinidad
 2. El Carácter Único De La Trinidad
 3. Las Distinciones En La Trinidad
 B. Su Explicación
 C. Su Relevancia

A. SU AFIRMACIÓN

 1. El carácter trino de la Trinidad


 " En este ser divino e infinito hay tres subsistencias, el Padre, el Verbo o Hijo, y del
Espíritu Santo"
 2. El carácter único de la Trinidad
 " de una sustancia, poder y eternidad, cada uno tiene toda la esencia divina, pero la
esencia indivisa"
 3. Las Distinciones en la Trinidad
 " El padre no es de ninguno, ni engendrado ni procedente; el Hijo es engendrado
eternamente del Padre; el Espíritu Santo procedente del Padre y del Hijo".

Argumentos Para La Generación Eterna

 El tiempo no permite una apertura completa de la doctrina de la Trinidad.


 Para ello requeriría mostrar la unicidad de Dios, la triunidad de las personas, la
paternidad del Padre, la generación del Hijo, la procesión del Espíritu, y todo esto ser eterno.
 Tres textos formativos para la Trinidad deben ser mencionados: el bautismo de Cristo
(Mateo 3:16-17); la Gran Comisión (Mateo 28:18-20); y la bendición de San Pablo (2 Cor 13,
14).
 En lugar de un tratamiento completo de la Trinidad deseo defender una doctrina integral a
la Trinidad: la generación eterna del Hijo.

34
 Esta doctrina es que desde la eternidad, la persona del Hijo fue generado por el Padre: "El
Hijo es engendrado eternamente del Padre".
 Si esto es cierto, la eterna personalidad y deidad del Hijo, la paternidad eterna del Padre, y
la procesión eterna del Espíritu; en pocas palabras toda la doctrina es vindicada.

 1. La Economía De La Redención Y La Creación Son Los Mismos.


Juan 1:1-3 En el principio era el Verbo, y el
Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por
él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
 Hebreos 1:2 El Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
mundo.
 1 Cor 8:6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él.
 La economía histórica de la Trinidad no es arbitraria, sino que refleja un orden eterno!

 2. La Biblia Enseña El Carácter Engendrado


Del Hijo Explícitamente.
 Juan 1:14-18, el Verbo se hizo carne… y vimos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre... A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha
dado a conocer.
 Algunos argumentan que, engendrado (monogeneis), significa único o única, pero esto se
contradice con su uso.
 Siempre incluye el tipo de afecto que uno tiene por una única progenie.
 La idea de que simplemente significa único es un significado inapropiadamente "debil"
para esta palabra.

 3. El Hijo de Dios es llamado la sabiduría de Dios y se describe en un lenguaje


tomado de Proverbios 8:22-31, que habla de la generación eterna de la sabiduría de
Dios.
 Col 1:15-16 él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Porque en
él fueron creadas todas las cosas todas las cosas han sido creadas por él y para él.

 4. Padre se usa en la relación de la primera persona con el Hijo antes de la


Encarnación.
 Juan 10:36  ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas,
porque dije: Hijo de Dios soy?
 Juan 16:28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
 1 Juan 4:14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el
Salvador del mundo.

 5. El Término Hijo, Se Utiliza Refiriéndose al Cristo Pre-encarnado.


 Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
 Gal 4:4 Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,

 6. El argumento de que el término Hijo, sólo significa igualdad simplemente no


convence.

35
 7. La generación eterna del Hijo es apoyada por la emisión eternal de la Palabra
(Juan 1:1-3).
 Como la palabra Él es eternamente hablado por y eternamente sale de la boca del Padre.
 Esto es idéntico a la idea de la generación eterna.

 8. Sin la generación eterna y la eterna procesión es


 La negación de estas doctrinas resulta en tres personas que son indistinguibles.
 9. Los pasajes que describen la 1 ª persona como "Dios" y la 2 ª persona como "el
Verbo", el "Hijo", o "el Cristo" muestran que hay orden y subordinación dentro de la
Trinidad (Juan 1:1; Juan 3:16; 2 Corintios 13:14).

 10. La negación de la Filiación eterna disminuye la gloria del amor redentor.


 Sin una eterna relación Padre-hijo, no hay sacrificio paterno ni tampoco obediencia filial.
 Que es el evangelio?
 Que una persona no identificada de la Trinidad envió otra por disposición arbitraria a
morir por el pecado
 O ¿el padre da a Su Hijo para llevar nuestros pecados?
B. SU EXPLICACIÓN
 Todo infinito, sin principio, por tanto no sino un solo Dios que no se divide en naturaleza y
ser, pero distinguido por varias propiedades peculiares relativas y relaciones personales

C. SU RELEVANCIA
 Cuya doctrina de la Trinidad es el fundamento de toda nuestra comunión con Dios, y
cómoda dependencia de él.
 2 Cor 13:14 La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo estén con todos vosotros.
 Cada persona de la Trinidad, provee un aspecto diferente de nuestra salvación.
 El Padre crea o planea la salvación (Ef 1, 3-4).
 El hijo cumple o proporciona la salvación objetivamente (2
Cor 8:9).
 El Espíritu aplica y actúa en nosotros la salvación subjetivamente (Rom 8:1-2).
 Vease. John Owen tratado sobre la comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo (vol 2
de Las Obras  )

APÉNDICE: LAS PRINCIPALES DESVIACIONES


HISTÓRICAS, DESDE LA TRINIDAD
 A. Las Principales Herejías
1. Modalismo
2. Arrianismo
 B. Los Errores Comunes
 1. Subordinacionismo
 2. Igualitarismo

 A. LAS PRINCIPALES HEREJÍAS


 1. Modalismo:
 Modalismo es la idea de que las personas de la Trinidad son simplemente tres modos
diferentes en que una misma persona se nos ha aparecido.
 Al Modalismo también se llama Sabelianismo, Patripasianismo o Monarquianismo

36
 2. Arrianismo
 El arrianismo negó que Cristo es totalmente Dios y eterno.
 Atanasio contra ellos Arguyó
 1º, pues los cristianos adoraron a Cristo, si Cristo no era
Dios, entonces los cristianos eran idólatras.
 2 º , ya que sólo Dios puede salvar, si Cristo no era Dios, entonces él no podría
ser el Salvador.
 B. Errores Comunes
 1. Subordinacionismo
 El Subordinacionismo es la doctrina de que Cristo es Dios, pero una versión menor de
Dios.
 Deidad diluida!
 Un Dios-lite!
 Arraigado en la idea griega de que Dios era demasiado grande para entrar en contacto con
la realidad finita.

 2. Igualitarismo: La Negación De La Generación Eterna


Y Procesión
 Los igualitarios creen en la igualdad tan firmemente que se niegan a reconocer cualquier
orden divino.
 La Subordinación es incompatible con la igualdad.
 Sostiene que la Subordinación = Subordinacionismo.  Pero el Trinitarianismo histórico
está en desacuerdo!

37
 La Trinidad contradice el Igualitarismo.
 Las personas son iguales en esencia, pero hay subordinación entre las personas.
 El orden divino también requiere la subordinación entre iguales en el matrimonio, la iglesia
y la sociedad.

Sección 1: Capítulos Clave De La Ortodoxia


Histórica

II. Capítulo 8, Párrafo 2: De Cristo el Mediador


 Introducción:
 1. El Contexto Del Capítulo 8, Párrafo 2
 Aunque nuestro interés es particularmente en el párrafo 2, Debería ubicarse en el contexto
del capítulo 8.
 I. Su Ordenación al Oficio (par 1)
 II. Su Encarnación para el Oficio (párr. 2)
 III. Sus Calificaciones para el Oficio (par 3)
 IV. Su Ejecución del Oficio (par 4-10)

 2. El Contenido Del Capítulo, Párrafo 2


 El Hijo de Dios, la segunda persona en la Santa
Trinidad, siendo Dios verdadero y eterno, el resplandor de la gloria del Padre, consustancial
con aquel e igual a él, que hizo el mundo, y quien sostiene y gobierna todas las cosas que ha
hecho, cuando llegó la plenitud del tiempo, tomó sobre sí la naturaleza del hombre con todas
sus propiedades esenciales y con sus debilidades concomitantes, aunque sin pecado; siendo
concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la virgen María, al venir sobre ella el Espíritu
Santo y cubrirla el Altísimo con su sombra; y así fue hecho de una mujer de la tribu de Judá,
de la simiente de Abraham y David según las Escrituras; de manera que, dos naturalezas
completas, perfectas y distintas se unieron inseparablemente en una persona, pero sin
conversión, composición o confusión alguna. Esta persona es verdaderamente Dios y
verdaderamente hombre, aunque un solo Cristo, el único mediador entre Dios y el hombre.

 La mera lectura del Credo de Calcedonia muestra cuan de cerca este par concuerdan. Por
ejemplo:

38
 1689: así que dos todo, perfectas y distintas naturalezas fueron inseparablemente unidas
en una persona, sin conversión, composición o confusión.
 Calcedonia : ser reconocido en dos naturalezas, inconfusa, invariable, indivisible, e
inseparablemente; la distinción de naturalezas siendo por ningún medio despojadas por la
unión, sino que más bien la propiedad de cada naturaleza es preservada

El Credo de Calcedonia
 Tenemos, entonces, a raíz de los santos Padres, todos con un consentimiento, enseñamos
a los hombres a confesar uno y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto
en la Divinidad y perfecto en la humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, de una
razonable [racional] alma y cuerpo; consubstancial [coesencial] con el Padre según la Deidad,
y consustancial con nosotros según la humanidad; en todas las cosas como nosotros, sin
pecado; engendrado antes de todas las edades del Padre según la Deidad, y en estos últimos
días, por nosotros y por nuestra salvación, nacido de la Virgen María, Madre de Dios, de
acuerdo a la humanidad; ... Uno y el mismo Cristo, Hijo unigénito, Señor, para ser
reconocido en dos naturalezas, inconfundiblemente, invariablemente, indivisiblemente,
inseparablemente; la distinción de naturalezas siendo de ninguna manera despojada por la
Unión, sino que la propiedad de cada naturaleza es preservada, y concurriendo en una sola
persona y Subsistencia, no partida o dividida en dos personas, sino uno y el mismo Hijo
unigénito, Dios el Verbo, el Señor Jesucristo, como los profetas desde el principio [han
declarado] sobre él, y que el mismo Señor Jesucristo nos ha enseñado, y el Credo de los
santos Padres ha dictado para nosotros.

Exposición Del Capítulo 8:2 Sobre La Encarnación De Cristo.


 Cuatro cuestiones importantes pueden ser distinguidos:
 A. Su Plena Deidad
 B. Su Verdadera Humanidad
 C. Su Personalidad Única
 D. Su Integridad Sin Pecado

A. Su Plena Deidad
 Siendo verdadero y eterno Dios, el resplandor de la gloria del Padre, de una sustancia e
igual a él quien hizo el mundo, quien gobierna y sostiene todas las cosas que ha hecho

 Diferentes pruebas de la deidad de Cristo podrían darse. A él se le atribuyen:


 Adoración divina
 Obras divinas
 Atributos divinos y
 Títulos divinos
 Pero presentaré simplemente dos.  1. Jesús es Jehová.  2. Cristo es Dios.

 El impacto de los títulos divinos dados a Jesús no debe ser subestimado-Dios es celoso de
su gloria!
 Exo 34:14 Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es
Celoso, Dios celoso es.
 Isaías 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a
esculturas.
 Isaías 48:11  Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi
nombre, y mi honra no la daré a otro.
39
1. JESÚS ES JEHOVÁ.
 AT-Joel 2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo
 NT-Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
 AT-Sal 34:8 Gustad, y ved que es bueno
Jehová;
 NT-1 Pedro 2:3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
 AT-Isaías 8:13 "A Jehová de los ejércitos, a él santificad.
 NT-1 Pedro 3:15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones
 AT-Exo 3:14, Dios dijo a Moisés, "YO SOY EL QUE SOY"; y dijo: "Así dirás a los hijos de
Israel: YO SOY me envió a vosotros".
 NT-Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, Yo
Soy. "

2. CRISTO ES DIOS.
Juan 1:1-3 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era
en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.
 Juan 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito
Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
 Juan 5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el
día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
 Juan 10:33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino
por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
 Juan 20:28 "Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!"
 Rom 9:5  de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el
cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
 Flp 2, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse,
 Col 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
 Tito 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro
gran Dios y Salvador Jesucristo,
 2 Pedro 1:1 Simón Pedro, siervo y apóstol de
Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo,
una fe igualmente preciosa que la nuestra:
 Hebreos 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
 1 Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Porque Cristo es Jehová y Dios...


 Podemos adorarlo como lo desean nuestros corazones.
 Él puede por los sufrimientos divinamente apoyados, redimir a una gran multitud que
ningún hombre puede contar.
 El Padre puede darle Su gloria sin violar su propia gloria y celo.
 El mundo debe tenerle como su Señor!

B. Su Verdadera Humanidad

40
 Lo hizo, cuando llegó la plenitud de los tiempos, tomó sobre sí la naturaleza del hombre,
con todas las propiedades esenciales y las dolencias comunes del mismo, pero sin pecado,
siendo concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la Virgen María, el Espíritu Santo
descendió sobre ella: y el poder del Altísimo la cubrió; y así fue hecho de una mujer de la
tribu de Judá, de la simiente de Abraham y David según las Escrituras

 La Promesa De Un Hombre
 La Designación De Un Hombre
 La Conciencia De Un Hombre  La Apariencia De Un Hombre
 El Cuerpo De Un Hombre
 El Alma De Un Hombre
 Las Limitaciones De Un Hombre

LA PROMESA DE UN HOMBRE
 Las profecías del AT prometieron que el Mesías sería un hombre (Miqueas 5:2; Isaías 7:14;
Gen 17:7; Isaías 52:13-53:12; Jeremías 23:5, 6).
 Gén 3:15 y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya
 Isaías 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro;

LA DESIGNACIÓN DE UN HOMBRE
 Muchos textos afirman claramente que Cristo fue un hombre.
 Hechos 17:31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
 1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los
hombres, el hombre Cristo Jesús. Véase también Hechos 2:22; 13:38; 1 Cor 15:21.
 Dado que estos textos hablan de Cristo ahora, hacen claro que él sigue siendo un hombre,
ahora y para siempre en el cielo.

La Conciencia De Un Hombre
 No sólo Sus discípulos piensan en Jesús como hombre, Jesús también pensaba de sí
mismo de esta manera.
 Juan 8:40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la
cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.
 Su designación favorita para sí mismo era hijo del hombre, y él la utilizó este unas 87
veces.
 Mateo 12:8 El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
 Lucas 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido

La Apariencia De Un Hombre
 Jesús se veía como un hombre ordinario.
 Juan 4:29 Venid, y ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho
 Juan 19:5 Jesús salió después  Pilato les dijo, "He aquí el Hombre!" (Juan 7:46, 51; 9:11,
16, 24; 10:33; 11:47, 50; 18:14, 17, 29.
 Jesús no sólo parecía ser un hombre, sino que él si se parecía a un hombre.

El Cuerpo De Un Hombre
 Un error primitivo que quiso asaltar a la iglesia, argüía que el

41
Cristo-espíritu celestial no podía ser carne.
 Frecuentes afirmaciones bíblicas de que poseía un cuerpo real contradicen esto (Marcos
14:8; Mateo 9:10, 11; 11:19;
26:12, 26; Lucas 7:44-46; 22:44; Juan 13:23; 19:32-35 Hebreos 2;10; 5:8; 1 Pedro 4:1).
 Hebreos 10:5 cuando viene al mundo, dice, "me has preparado un cuerpo".
 1 Pedro 3:18, "Cristo murió por los pecados  tras haber sido condenado a muerte en la
carne...

El Alma De Un Hombre
 La muerte de Jesús implica un alma humana (Mateo 26:36- 44 p; Santiago 2:26; Juan
19:30; Lucas 23:46).
 Jesús poseía una voluntad humana (Mateo 26:39).
 Jesús fue tentado (Mateo 4:1-11; Hebreos 4:15), pero Dios no puede ser tentado (Santiago
1:13).
 Jesús se sometió a un proceso de desarrollo moral y espiritual (Lucas 2:40, 52; Hebreos
5:8, 9).

El Alma De Un Hombre
 Jesús tuvo emociones humanas: compasión (Mateo 9:36), ira (Marcos 3:5; 10:14), gemir
(Marcos 8:12), llorar silenciosamente (Juan 11:35), gran clamor (Lucas 19:41-44), Alegría
(Lucas 10:21).
 Mientras que Dios tiene en cierto sentido emociones,
 Y muchos dirían algo así como cada una de las emociones mencionadas,
 Jesús también poseyó emociones que claramente no son poseídos por Dios,
 Las emociones específicamente humanas de miedo y el ansia de simpatía (Mateo 26:36-
39).

Las Limitaciones De Un Hombre


 Jesús experimentó muchas limitaciones humanas que Dios no puede experimentar.
 Él pasó hambre (Mateo 4:2; Marcos 11:12; Mateo 21:18), pero Dios no pasa hambre (PSA
50:12).
 Él tenía mucha sed (Juan 4:7; 19:28), a pesar de que Dios nunca está sediento.
 Él se cansó (Juan 4:6), a pesar de que Dios nunca se cansado (Isaías 40:28).
 Se quedó dormido (Mateo 8:24), pero Dios nunca duerme (Sal 121:4).
 Sorprendentemente, Jesús confesó que había algunas cosas que no sabía (Marcos 13:32).

C. Su Personalidad Única
 El Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, sitomóla naturaleza del
hombre... de modo que dos todo, perfectas y distintas naturalezas fueron inseparablemente
unidas en una persona, sin conversión, composición o confusión; cuya persona es Dios y
hombre, pero un Cristo, el único mediador entre Dios y el hombre.
 Cristo es una sola persona.
 Los pronombres en singular, nunca plural, son utilizados en referencia a él.
 Incluso cuando se hace referencia a ambas naturalezas, sólo hay una persona (Rom 1:3, 4;
Gálatas 4:4, 5; Filipenses 2:5-11).
 Gal 4:4 "Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a fin de que él pueda
redimir a aquellos que estaban bajo la ley...".
 Esa persona es el Hijo eterno de Dios (Juan 1:14; Gálatas 4:4; Juan 5:18; Hebreos 1:2, 8;
Juan 10:29- 37).
42
 Juan 1:14: "Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad".
 La personalidad única no es el resultado de la mezcla de las naturalezas de Cristo.
 Permaneció en uno y al mismo tiempo "Dios sobre todo bendito por los siglos" (Rom. 9:5), y
el hombre que fue ignorante del tiempo de su regreso (Marcos 13:32).
 A esto se llama la unión hipostática .
 = La unión de las dos naturalezas de Cristo en la única persona del Hijo de Dios.
 Esto sienta las bases para la expiación.
 A causa de su humanidad, puede sufrir.
 A causa de su deidad esos sufrimientos son suficientemente valiosos para salvar.
 Debido a la unión de estas dos naturalezas en su personalidad única estas naturalezas
pueden cooperar para la expiación.

D. Su Integridad Sin Pecado


  pero sin pecado, siendo concebido por el Espíritu
Santo en el vientre de la Virgen María, el Espíritu
Santo, descendió sobre ella: y el poder del Altísimo la cubrió; ...
 La humanidad de Cristo estaba sujeta a los efectos de la maldición (Rom 8:3; Hebreos 5:8;
2:10-18; Gálatas 4:4).
 Con la importante salvedad de que permaneció sin pecado
(Isaías 53:9; Lucas 1:35; Juan 8:46; 14:30; Romanos 8:3; 2 Cor 5:21; Hebreos 4:15; 7:26;
9:14; 1 Pedro 1:19; 2:22; 1 Juan 3:5).
 La Biblia enseña la impecabilidad de Cristo por el estandar perfecta de la santa ley de
Dios.
 Así, en pensamiento, palabra, obra, y naturaleza Él incontaminado fue por el pecado.

 Isaías 53:9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte;
aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca
 Lucas 1:35 El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado
Hijo de Dios.
 Juan 8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué
vosotros no me creéis?
 Juan 14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y
él nada tiene en mí.
 Rom 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne;
 2 Cor 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él
 Hebreos 4:15   un sumo sacerdote, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.
 Hebreos 7:26  un sumo sacerdote santo, inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
 Hebreos 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para
que sirváis al Dios vivo?
 La integridad sin pecado de Cristo debería atraer a nuestros corazones a él en el culto y
adoración.
43
 No hay decepción en él. (Heb. 7:26).
 La integridad sin pecado de Cristo debería atraer a nuestros corazones a él con plena
confianza en la aceptabilidad de su sacrificio por el pecado (Heb. 9:14).
 La integridad sin pecado de Cristo debería atraer nuestros corazones a él como el estándar
ejemplar para la vida cristiana (1 Ped. 2:22; 1 Juan 2:1, 2).
 El único estándar que reconoce la Biblia para la vida cristiana es el que Jesús establece.
 Un buen pastor enseña que todos los cristianos pecan y todavía pueden tener seguridad.
 Pero si los cristianos pecan, también es verdad que ellos nunca están satisfechos con el
pecado.

Parte 3: La Exposición De La Confesión de 1689 Selectivamente


Sección 2: Capítulos Clave En La Teología Reformada
 I. Capítulo 3: Del Decreto de Dios
 II. Capítulo 19: De la Ley de Dios

I. Capítulo 3: el decreto de Dios


 Introducción:
 1. El Movimiento General del Capítulo
 2. El Bosquejo Detallado del Capítulo
 3. La Exposición Cuidadosa del Capítulo

1. EL MOVIMIENTO GENERAL DEL CAPÍTULO


El Decreto General
De todos los eventos
El decreto específico
De la Predestinación
A la vida

2. EL BOSQUEJO DETALLADO DEL CAPÍTULO

44
 I. El Decreto General De Todos Los Eventos, Párr. 1, 2
 A. Su Universalidad (Par 1)
 B. Su Incondicionalidad (Par 2)

 II. El Decreto Específico De La Predestinación A La Vida (Parr.3-7)


 A. Sus Principales Atributos (Par 3, 4).
 B. Su Manifestación Exterior Positiva (Par 5, 6).
 C. Su Prudente Manejo (Par 7)

I. EL DECRETO GENERAL DE TODOS LOS EVENTOS


A. SU UNIVERSALIDAD (PAR 1)
 1. Dicho Claramente: Dios ha decretado en sí mismo, desde toda la eternidad, por el sabio
y santo consejo de su propia voluntad, libre e invariablemente, todas las cosas, lo que sea
que suceda
 2. Cuidadosamente guardado: aunque así como por lo tanto no es Dios ni el autor del
pecado ni tiene compañerismo con nada en él; ni hace violencia a la voluntad de la criatura,
ni tampoco es la libertad o contingencia de segundas causas quitadas, sino que más bien es
establecida;
 3. Prácticamente visto: en la que aparece su sabiduría en el disponer todas las cosas, y el
poder y la fidelidad en el cumplimiento de su decreto.

I. EL DECRETO GENERAL DE TODOS LOS


EVENTOS
A. SU INCONDICIONALIDAD (PAR 2)
 2 Aunque Dios sabe cualquier cosa que pueda o pudiese llegar a ocurrir, en todas
las supuestas condiciones, pero aun él no ha decretado nada, porque lo previó como
futuro, o como que hubiera llegado a pasar en tales condiciones.

II. EL DECRETO ESPECÍFICO DE LA PREDESTINACIÓN PARA LA VIDA


A. SUS PRINCIPALES ATRIBUTOS (PAR 3, 4).

 1. Su Selectividad Distinguida (Par 3)


 3 Por el decreto de Dios, para la manifestación de su gloria, algunos hombres y
ángeles son predestinados, o preordenados para vida eterna mediante Jesucristo, para
la alabanza de su gloriosa gracia; otros se han quedado para actuar en su pecado para
su justa condenación, para alabanza de su gloriosa justicia.

 2. Su Invariable Especificidad (Par 4)


 Estos hombres y ángeles así predestinados y preordinados, están particular e
inmutablemente designados, y su número es tan seguro y definitivo, que no puede ser
aumentado o disminuido.

B. SU MANIFESTACIÓN POSITIVA: LA ELECCIÓN DE AQUELLOS


PREDESTINADOS (PAR 5, 6).
 3. Su Causalidad (Elección Incondicional) (Par 5)

45
 Aquellos de la humanidad que están predestinados a la vida, Dios, antes de la fundación
del mundo, de acuerdo a su eterno e inmutable propósito y el secreto consejo y buen placer
de su voluntad, escogió en Cristo para la gloria eterna de su mera gracia gratuita y amor, sin
ninguna otra cosa en la criatura como condición o causa que lo moviera para ello.

 2. La Eficaz Ejecución De La Elección (Par 6)


 A. Su designación divina: Como Dios ha designado a los elegidos a la gloria, por el eterno y
más libre propósito de su voluntad, preordinó todos los medios para ello.
 B. Su identidad exacta: por qué ellos quienes son elegidos, estando caídos en Adán, son
redimidos por Cristo, son eficazmente llamados á la fe en Cristo, por su Espíritu trabajando
en el tiempo debido, son justificados, adoptados, santificados, y guardados por su poder
mediante la fe para salvación.
 C. Sus objetos exclusivos: No hay ningún otro redimido por Cristo, o eficazmente llamado,
justificado, adoptado, santificado y guardado, sino sólo los elegidos.

II. EL DECRETO ESPECÍFICO DE LA PREDESTINACIÓN PARA LA VIDA


C. SU MANEJO PRUDENTE (PAR 7)
 La doctrina del alto misterio de la predestinación debe ser manejada con especial cuidado y
prudencia, para que los hombres acudan a la voluntad de Dios revelada en su Palabra, y
dando la obediencia a ello, podrán, a partir de la certeza de su vocación eficaz, pueden estar
seguros de su elección eterna, así será esta doctrina motivo de alabanza, reverencia y
admiración de Dios, y de humildad, diligencia y abundante consuelo a todos los que
sinceramente obedecen al evangelio.

3. LA EXPOSICIÓN DEL CAPÍTULO


 A. El Decreto General De Todos Los Eventos
 1. El Argumento Bíblico
 2. Una Reciente Controversia Sobre La Doctrina Del Decreto De La Confesión
 3. Diversos Problemas Graves
 B. El Decreto Específico De La Predestinación Para La
Vida
 1. Las Características Bíblicas  2. Las Preguntas Apremiantes
 3. La Declaración Confesional De Reprobación

A. El Decreto General De Todos Los Eventos

1. El Argumento Bíblico
 Este argumento tiene tres puntos.
 A. Nada Frustra El Decreto De Dios.
 B. Nada Escapa El Decreto De Dios.
 C. Nada Condiciona El Decreto De Dios.

A. Nada Frustra El Decreto De Dios.


 Dios tiene una voluntad decretiva.
 A veces se denomina también su secreto o voluntad soberana.
 Esta no puede ser resistida y seguramente logra todos sus propósitos
 Cf. Prov. 19:21; Isa. 14:24-27; 46:10, 11; Ps. 115:3;
135:6; Rom. 9:19.
46
B. Nada Escapa El Decreto De Dios.
 Todo lo que sucede está incluido en el decreto de
Dios. Los argumentos para esta afirmación son dos.

(1) La Biblia indica generalmente que el decreto de Dios es universal (Dan. 4:34, 35; Rom.
8:28; 11:36; Efesios 6:17). 1:11).

(2) La Biblia enseña expresamente que todas las clases de eventos están incluidos en el
decreto de Dios.
 Buenos y malos eventos (Isaías 45:7; Amós 3:6; Job 1:21; Jeremías 15:2).
 Actos pecaminosos (Gen 50:20; 2 Sam 16:10f; 24:1 con 1
Crónicas 21:1; Job 1:11, 12, 21; Lucas 22:22; Hechos 2:23; 4:27, 28).
 Actos libres de los hombres (Prov 16:1, 9; 21:1; Romanos 8:28,35-39).
 "Azar" ocurrencias (1 Reyes 22:28-34; Job 5:6; 36:32; Prov 16:33; Juan. 1:7).

(2) La Biblia enseña expresamente que todas las clases de eventos están incluidos en el
decreto de Dios.
 Los detalles de nuestra vida (Job.14:5; Sal. 139:16; Mat. 10:29, 30; Santiago 4:15).
 Los Problemas de las naciones (2 Reyes 5:1; Salmo 75:1-7; Prov 21:31; Daniel 2:21).
 La destrucción final de los impíos (1 Sam 2;25; Prov 16:4; Romanos 9:17; 1 Pedro 2:8;
Judas 4).

C. Nada Condiciona El Decreto De Dios.


 Esto es demostrado por varias consideraciones.
 La naturaleza de la situación: nadie estaba allí, no había nada, cuando Dios decretó. Por lo
tanto, Dios no tomó nada fuera de sí mismo en consideración en su decreto.
 La afirmación de la Escritura: la Escritura dice que nadie aconsejó a Dios cuando decretó
(Isaías 40:13, 14; Romanos 11:34; 1 Cor 2:16).
 La inferencia de su universalidad: el decreto de Dios determina todas las cosas, pero si
determina todas las cosas, entonces no es determinado por ninguna de esas cosas que
determinó.

2. Una Reciente Controversia Sobre La Doctrina Del Decreto De La Confesión

 En 1924, el Sínodo de la Iglesia Reformada Cristiana formuló los tres puntos de la gracia
común .
 " En 1924, el CRC articuló su posición respecto al favor general de Dios con todas las
criaturas. A este favor común se conoce como "gracia común" para distinguirlo de la "Gracia
(salvadora) especial"de Dios. La esencia de la posición está contenida en los siguientes
puntos:"

 (1) "además de la gracia salvadora de Dios, mostrada sólo a aquellos que son elegidos para
la vida eterna, también existe un cierto favor o gracia de Dios mostrado a sus criaturas en
general".
 (2) "Desde la caída, la vida humana en la sociedad sigue siendo posible porque Dios, a
través de su Espíritu, frena el poder del pecado".
 (3) "Dios, sin renovar el corazón, así influye en los seres humanos que, aunque incapaces
de hacer cualquier bien para la salvación, son capaces de hacer el bien civil".
47
 [Esta información es tomada de la página web de la Iglesia Cristiana reformada en
Norteamérica. La dirección del sitio
web es http://www.crcna.org/pages/positions_common_grace.cfm.]

 Esto provocó el éxodo de Herman Hoeksema y quienes con él formaron la Iglesia


Reformada protestante.
 La controversia no terminó ahí, pero desencadenó un debate continuo sobre el tema de la
soberanía de Dios.
 Cornelius Van Til estuvo de acuerdo con los tres puntos, pero consideró que la decisión del
Sínodo fue unilateral.
 Había tratado con interpretación fatalista de Hoeksema del decreto de Dios, pero no había
abordado otros dentro de la Iglesia Cristiana reformada quienes estaban limitando el decreto
de Dios y, por tanto, yendo al error opuesto.
 Tanto el fatalismo y como el Arminianismo trepador en la vision de Van Til, significó el final
del pensamiento bíblico y el verdadero cristianismo.
 Además Ambos partieron desde el Calvinismo de las confesiones reformadas.

 La confesión reafirma tanto la soberanía absoluta de Dios y la realidad de la libertad


humana.
 Niegue la verdad y el cristianismo calvinista se marchitará.  Dos extremos racionalistas
matan al calvinismo Bíblico.
 (1) la minimización de la libertad humana conduce al hiper- Calvinismo y congela el agua
de la vida.
 (2) la minimización de la soberanía de Dios conduce al Arminianismo y a la "evaporación"
del agua de la vida.

 La suposición común de ambos extremos es que de alguna manera la soberanía divina y la


libertad humana son incompatibles y mutuamente principios exclusivos.
 Esta falacia es bien indicada por Rushdoony: "Dios y el hombre se colocan en una serie de
compartimentos herméticos, de modo que la actividad de Dios no puede ser simultánea y
coexistente con las del hombre, y al mismo tiempo coincidentes".
 Con esta alternativa falsa que rigen sus pensamientos un lado resuelve el problema al
negar la libertad humana.

 Herman Hoeksema dice, por ejemplo,


 "Siempre digo, Amado: dame a Dios, si tengo que hacer una elección. Si debo tomar una
decisión de perder a Dios o al hombre, dame a Dios. Que se pierda en mi el hombre. Está
bien para mí: no hay peligro ahí. Dame a Dios! Eso es reformado! Y eso es especialmente
protestante reformado!".
 (Rushdoony en By What Standard)

 Al mismo tiempo, el otro lado estaba eligiendo circunscribirse a la soberanía de Dios y, por
decirlo así, perder a Dios.
 James Daane y otros optaban limitar el decreto de Dios para preservar la libertad humana.
 Un lado elige Dios para resolver el problema.  El otro elige al hombre.
 Pero ambos eligen y este es su error!

 Van Til con las confesiones reformadas enseña que la libertad de Dios y la libertad del
hombre no entran en conflicto.
48
 Tampoco tiene que ser limitado a fin de preservar el espacio para los demás.
 La libertad del hombre no es lo mismo que la libertad de Dios.  No existe en el mismo
nivel.
 La libertad humana no pone en tela de juicio la libertad divina, pero coexiste con ella.

 El mismo evento, dijo Van Til y las confesiones reformadas, pueden ser tanto el resultado
de la libertad humana y la determinación de la soberanía divina.
 Esto seguramente es la verdad bíblica de la cuestión.
 La lección es evitar las alternativas racionalistas del Hipercalvinismo y el Arminianismo y
someter nuestras mentes a la clara enseñanza de la Palabra de Dios.

3. Diversos Problemas Graves En Relación Con La Doctrina Del Decreto de La


Confesión
 1. El decreto de acciones pecaminosas
 La objeción más común planteada por la doctrina de la confesión sobre el decreto de Dios
es este.
 No hace esto que Dios sea el autor del pecado?
 Si no es así, entonces, ¿sobre qué base la confesión afirma que aunque Dios ordena todas
las cosas, pero él no es el autor del pecado?

 a. El Decreto de acciones pecaminosas


 La confesión niega que Dios es el autor del pecado.
 Justifica esta denegación sobre la base de lo que llama "la libertad o contingencia de
segundas causas".
 Dios no es el autor del pecado, porque él no por su propio e inmediato agente causal lo
efectúa.
 Es responsabilidad de las segundas causas quienes voluntariamente están dispuestos a
participar en ella.

 A. El Decreto De Acciones Pecaminosas


 Esto queda ilustrado por el caso de que Dios decretara que David pecaminosamente
contara a Israel.
 2 Sam 24:1 Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos
a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.
 1 Crónicas 21:1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo
de Israel.
 Este decreto no fue llevada a cabo por el Espíritu Santo moviendo David, sino por Satanás.
 Otro pensamiento que ayuda a aliviar este problema pueden deducirse de los pasajes que
hablan del decreto de Dios de acciones pecaminosas (Gen 50:20; 2 Samuel 24:1; Hechos
2:23).
 En cada uno de estos pasajes, es claro que las razones de Dios decretando el pecado
fueron completamente puras.
 En la primera y tercera gentilmente su motivo es redentor.  En la segunda justamente
retributiva.

 B. La libertad de segundas causas


 La definición de libertad implícita en la confesión es diferente de la idea de libertad
celebrada por muchos.

49
 Esta es una libertad que no se contradice con el hecho de que es completamente sujetas al
decreto divino.
 Williamson define la "libertad de las segundas causas" Confesionalmente como "la
ausencia de coacción externa".
 Si un hombre no está obligado por ninguna fuerza fuera de sí mismo para hacer "lo que no
quiere hacer", entonces él es "libre".
 La maravilla es que Dios deja a los hombres libres en este sentido, aunque él predestina
todo lo que el hombre hará".
 Esta definición implica una respuesta negativa a preguntas como estas.
 ¿La libertad es la capacidad de hacer el bien o el mal en cualquier momento?
 ¿La libertad es la capacidad de actuar de manera totalmente imprevisible?
 ¿El hecho de que debo hacer algo significa que puedo hacerlo?

 C. El concepto de voluntad permisiva


 Los conceptos de "decreto permisivo" o "voluntad permisiva" se utilizan a menudo en el
debate del decreto.
 ¿Alguno de esos conceptos es válido?
 ¿La Biblia habla de una divina voluntad permisiva?
 ¿Dios permite que José sea vendido? ¿Que Cristo muera?
 Dios no está implicado en el pecado del hombre, de la misma manera en que él está
involucrado en efectuar la salvación.
 De esta manera, podemos hablar de autorización divina.
 Sin embargo, nunca podremos hablar de permiso raso, averso,
o forzado con referencia a Dios.
 Dios sólo permite en la historia lo que él decretó en la eternidad.
 Nada condiciona el decreto de Dios.
 El concepto de permiso asume la voluntad contraria.
 Ya que como tal voluntad no se estaba presente cuando Dios decretó, es absurdo hablar de
un decreto permisivo.
 Así, el decreto de Dios no es, por definición, permisivo.

 D. La Naturaleza De La Divina Presciencia


 Dios puede prever que ocurra algo, antes de que decrete que ocurrirá? No es una cuestión
especulativa.
 No, sólo lo que es seguro que sucederá puede ser previsto o preconocido.
 Prever algo es tener la certeza de que va a suceder.
 Sin embargo, dado que es el decreto de Dios que hace que cierto todo lo que ocurrirá, nada
puede preverse como cierto que sucederá hasta que Dios decrete que ocurrirá.
 La idea de que uno puede escapar de los problemas asociados con el decreto divino a
través de la divina presciencia es infundada.
 La presciencia asume que algún evento futuro es seguro que suceda.
 La pregunta sigue estando en pie, ¿que hizo que ese evento sucediera ciertamente?
 La única respuesta posible es el decreto de Dios.
 En las profecías de la Biblia y predicciones de eventos futuros no son vistos como
meramente basados en la presciencia divina, pero según el decreto divino (Isa. 46:10; Hechos
3:18; 4:27, 28; 15:15-18).
 Las profecías de las escrituras son, por tanto, vistas como, por así decirlo, no la
transcripción de lo que Dios prevé, sino de lo que Dios decreta (Mat. 26:54; Lucas 22:37;
Juan 13:18; 19:24, 34-36; Hechos 1:16; 2:24ss; 13:34, 35).
50
 En las profecías de la Biblia y predicciones de eventos futuros no son vistos como
meramente basada en la presciencia divina, sino según decreto divino (Isa. 46:10; Hechos
3:18; 4:27, 28; 15:15-18).
 Las profecías de las escrituras, por tanto, vistas como, por así decirlo, no la transcripción
de lo que Dios prevé, sino de lo que Dios decreta (Mat. 26:54; Lucas 22:37; Juan 13:18;
19:24, 34-36; Hechos 1:16; 2:24ss; 13:34, 35).

B. El Decreto Específico De La Predestinación A La Vida


1. Las Características Bíblicas
2. Las Preguntas Apremiantes
3. La Declaración Confesional De La Reprobación

1. LAS CARACTERÍSTICAS BÍBLICAS

 A. Su Selectividad--distinguiendo la elección (par 3)


 Por el decreto de Dios, para la manifestación de su gloria, algunos hombres y ángeles son
predestinados, o preordinados para vida eterna mediante Jesucristo, para la alabanza de su
gloriosa gracia; otros han sido dejados para actuar en su pecado para su justa condenación,
para alabanza de su gloriosa justicia.

 Las palabras utilizadas para la elección implican selección (PSA 147:19, 20; Amós 3:2;
Deuteronomio 7:7f).
 Los pasajes que enseñan la reprobación implican selección (Juan 12:37-40; Judas 4).
 Los versos contrastando elegidos y no elegidos implica selección (Rom. 9:6-24; 1 Ped. 2:8-
10).

 B. Su especificidad (Elección Personal) (par 4)


 Estos hombres y ángeles así predestinados y preordinados, están especial e
inmutablemente designados, y su número tan seguro y definitivo, que no puede ser
aumentado o disminuido.
 ¿Dios elegió únicamente a naciones o grupos?
 Decir sí sería antiescritural (Juan 13:18; Romanos 11:5, 6; 2 Tim 2:19).
 El llamar es la evidencia histórica de la elección (Rom 8:30; 1 Cor 1:25ff; 2 Tim 1:9).
 Si el llamado es individual, personal, específico, (1 Corintios 7:20-22), entonces la elección
debe existir.

 C. Su causalidad (elección incondicional) par 5


 Aquellos de la humanidad que están predestinados a la vida, Dios, antes de la fundación
del mundo, de acuerdo a su eterno e inmutable propósito y el secreto el consejo y el buen
placer de su voluntad, escogió en Cristo para la gloria eterna, de su mera y libre gracia y
amor, sin ninguna otra cosa en la criatura como condición o causa que lo moviera para ello.
 Dios elegió a quienes él previó que iban a creer? ¡No!
 Presupone la presciencia del decreto Dios.  Dios prevé lo que decreta.
 Él no decreta lo que él prevé.
 Presciencia significa preordinación y es tan definida por los léxicos griegos estándar.
 Presciencia transmite la idea de distinguir el amor.
 Rom 8:29-30 y 1 Pedro 1:1-2 no hablan de lo que Dios preconoció, sino, a quienes el
preconoció.
51
 Cf. Amós 3:2; Génesis 4:1.
 La idea de que Dios nos eligió debido a alguna cosa buena en nosotros se niega
explícitamente
 Cf. Rom. 9:11-16; 11:5-6.
 Que somos elegidos por nada bueno en nosotros es específicamente confirmado.
 Cf. Ef 3, 19). 1:4-6, 9; 2 Tim. 1:9.
 Todas las cosas para las que Dios nos escogió supuestamente (la fe, la santidad, la
perseverancia) son en sí mismos los frutos de la elección.
 La fe es el resultado de la elección (1 Pedro 1:2).
 La santidad es el resultado de la elección (Efesios 1:4).
 La perseverancia es por el poder de Dios y de la elección (1 Pedro 1:1-5).

2. LAS PREGUNTAS APREMIANTES SOBRE LA DOCTRINA DE LA ELECCIÓN

a)  ¿Cualquiera puede salvarse además de los elegidos?


 Par 4 dice no: su número de manera cierta y concreta, que no puede ser aumentado o
disminuido
 ¿Por qué sucede esto?
 Esto no es porque Dios activamente impide que alguien se salve como algunos piensan.
 Sino que esto es porque sólo por la gracia preordinada para los hombres en el propósito
electivo de Dios ningún hombre vendrá a buscar sinceramente la salvación.
 Esto no es porque Dios activamente impide que alguien se salve como algunos piensan.
 Pero esto es porque sólo por la gracia preordinada para los hombres en el propósito electivo
de Dios ningún hombre vendrá a buscar sinceramente la salvación.

b)  ¿Cuál es la diferencia entre quienes Dios ordenó a lavida y los que quedan para la
muerte?
 Aquí debemos pensar con cuidado.
 Por supuesto, los hombres van al infierno debido a la justicia de Dios por sus pecados.
 Pero esa no es la cuestión!
 La cuestión es más bien la razón por la que algunos hombres se van al infierno y otros no
que igualmente merecen.
 La elección es la diferencia entre los salvos y los que quedan a su destrucción.
 La distinción se hace por la soberanía divina, no la justicia divina.

c) ¿Cómo podemos saber si somos elegidos?


 Podemos saber que somos elegidos por la observación de los frutos de la elección en
nuestras vidas.
 Si vemos la fe en Cristo, santificación y perseverancia en nosotros mismos, pueden estar
presentes en nosotros sólo debido a la gracia electiva.
 Sólo el pueblo elegido posee tales cosas.
 C. ¿Cómo podemos saber si somos elegidos?
 Dado que este es el camino en que la garantía de la salvación alcanzada, sólo las personas
que creen en la elección pueden tenerla consistentemente.
 Nadie mas puede estar seguro de que siempre permanecerá salvo!
 Incluso si son salvados hoy, ellos pueden perderse mañana!
 A menos que la elección sea verdadera, la seguridad de salvación es un sueño imposible.
 Pero la elección es la fuente de la garantía.
 De la certeza de su vocación eficaz, puede estar seguro de su elección eterna
52
 Así será permitida esta doctrina  abundante consuelo

d) . Deben el "consejo secreto y el buen placer de lavoluntad" de Dios (par 5) ser


obedecidos?
 El "consejo secreto y buen placer de su voluntad" se refieren a la voluntad decretive de
Dios.
 En el párrafo 5 se refiere a la voluntad electiva de Dios.
 Voluntad decretiva = lo que Dios determinó que va a hacer.
 Voluntad preceptiva = lo que Dios mandó al hombre a hacer.

 Voluntad Decretiva no es la regla de nuestra conducta, sino la voluntad preceptiva de Dios.


 La fe es el deber de todos los hombres (su voluntad preceptiva ) independientemente de si
son o no elegidos.
 Es nuestro deber llamar a todos a la fe, independientemente de la elección (la voluntad
decretiva).

e) Los elegidos serán salvos no importa lo que hagan? Son los eventos predeterminados
dependientes de la acción humana y otros acontecimientos históricos por su
ocurrencia?
 La respuesta a estas preguntas es contenida en parte en el par 1 y parcialmente en el par
6.
 En respuesta a la pregunta 2, la respuesta debe ser, sí, los eventos predeterminados
dependen de las acciones de los seres humanos y otros eventos.
 Según el par 1 "la contingencia (el hecho de ser las condiciones de sucesos posteriores) de
las segundas causas" no es "quitado".
 Como el par 6 deja claro, si Dios ha predestinado el final, él también ha "predestinados
todos los medios para ello".
 Así, los elegidos no se salvarán sin importar lo que hagan. Se salvarán en que Dios los ha
predestinado y ningún otro. Los elegidos no se guardarán sin importar lo que hagan.
 Eso es el fatalismo no calvinismo
 Se salvarán de esa manera la cual Dios ha predestinado y ningúna otra.
 ¿Prueba de la Biblia?
 "Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la
salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna..." (2 Tim. 2:10).
 La salvación es como una casa que Dios construye.
 La elección es simplemente el anteproyecto de Dios para la casa.
 El anteproyecto no es la casa, incluso si es el anteproyecto de Dios.
 La casa debe ser construida por fieles, la predicación del evangelio y el poderoso
llamamiento eficaz.

3. LA DECLARACIÓN CONFESIONAL DE LADOCTRINA DE LA REPROBACIÓN

 Varias revisiones significativas de la Westminster se ponen de manifiesto en el capítulo 3


del 1689.
 Estos cambios tienen que ver con las cercanamente relacionadas doctrinas de la elección,
preterición y repudio.
 Mientras que no cambia el sentido doctrinal de la C. de 1689 en relación a la Westminster
si cambia su orientación.

53
 A. La omisión de Par 7 de la Westminster
 El Cap 3, par 7, del Westminster ha sido eliminado en la Confesión Bautista. Aquí está:
 En cuanto al resto de la humanidad, Dios tuvo a bien pasarla por alto Y destinarla a
deshonra e ira a causa de su pecado, para la gloria de su poder soberano sobre sus
criaturas, de acuerdo al consejo inescrutable de su propia voluntad por el cual tiene o no
misericordia según quiere, y destinarla a deshonra e ira a causa de su pecado para alabanza
de su gloriosa justicia
 El desarrollo del pensamiento en la Confesión de Fe de
Westminster depende sobre todo de este párrafo faltante.
 Abre los 2 lados del decreto en forma paralela: para guardar en el par 3-6 y reprobar en
par 7.
 La supresión del párrafo 7 de la Westminster cambia la estructura C. de 1689 el desarrollo
de la doctrina de la predestinación y la elección.
 También debilita el testimonio de la confesión Bautista a la doctrina de la reprobación.

 B. La variación del Capítulo Tres de la Westminster


 Los cambios en el párrafo 3 también sirven para mover la C. de 1689 en una dirección
similar a manera de énfasis.
 En la única declaración de nuestra confesión Bautista de 1689 sobre la doctrina de la
reprobación, se afirma en una forma más suave, y se podría decir incluso, más débil.
 Véase el párrafo 3 de la Segunda de Londres con el párrafo 3 de la Westminster.

 La segunda Londres o 1689: Por decreto de Dios, para la manifestación de su gloria,


algunos hombres y ángeles son predestinados, o preordinados para vida eterna mediante
Jesucristo, para la alabanza de su gloriosa gracia; otros se han quedado para actuar en su
pecado para su justa condenación, para alabanza de su gloriosa justicia.
 La Westminster: por el decreto de Dios, para la manifestación de su gloria, algunos
hombres y ángeles son predestinados a vida eterna; y otros predestinados a la muerte eterna.

 C. La adición al capítulo uno de la Westminster


 Surge un movimiento similar en el cap 1 de la C. de 1689.
 Cap 1 de la Westminster: Aún así, como así tampoco es Dios el autor del pecado
 Cap 1 del 1689 añade: aunque así como no lo es Dios ni el autor del pecado ni tiene
compañerismo con él
 Este cambio subraya que el decreto de Dios no involucra a Dios en comunión con el
pecado.
 Esta es una inquietud similar a la 1 ª 2 que ya se ha señalado.

 Observaciones finales:
 En cuanto a la doctrina de la reprobación
 La Biblia claramente enseña, como hemos visto, la reprobación.
 Uno debe admitir que la Biblia dice mucho más que la C. de 1689.
 La confesión declara la preterición del malvado: su ser pasado por alto en el decreto de la
elección.
 Se asume la reprobación, pero no se dice claramente.
 La claridad de Westminster sobre este punto es encomiable.
 En cuanto a la simetría de la elección y la reprobación
 Pero la Westminster tiene también una debilidad.
 Se asemeja la salvación y la reprobación.
54
 Esto deja la falsa impresión de que hay relaciones "simétricas" entre la elección y la
reprobación y pone a Dios en una luz escabrosa.
 La relación de Dios con la reprobación no es la misma que su relación con el decreto de
salvación (Ezeq. 33:11, 18).
 Por ello, quienes redactaron la confesión Bautista hicieron los tres cambios descritos
anteriormente.
 En cuanto a la doctrina de la doble Predestinación  Esta discusión se relaciona con
preguntas acerca de la predestinación doble .
 ¿La confesión enseña la doble predestinación?
 Debemos creer en ella?
 ¿La confesión lo enseña?
 Un estudio de la C. de 1689 revela que sólo habla de preordinación y predestinación a la
vida.
 La confesión no niega la doble predestinación, pero tampoco la enseña.
 En cuanto a la doctrina de la doble Predestinación
 Debemos creer en la doble predestinación?
 Depende de lo que quieres decir!
 Hay tres posibles significados para esta cuestión.
 (1) Si usted quiere decir que el decreto de Dios incluye la reprobación, debemos creer
en ella.
 El decreto de Dios incluye todo lo que viene a pasar, por lo que en este sentido, la
respuesta es un rotundo ¡sí!
 En cuanto a la doctrina de la doble Predestinación
 Debemos creer en la doble predestinación?
 (2) Si usted quiere decir que Dios desempeña el mismo papel en el obrar de la reprobación
como lo hace en el obrar de la elección, la respuesta es claramente no.
 Dios no está implicado en la reprobación, como lo está en la elección.
 En este sentido, la respuesta es ¡no!
 En cuanto a la doctrina de la doble Predestinación
 Debemos creer en la predestinación doble?
 (3) Si usted quiere decir que la elección de algunos hombres por parte de Dios implica
necesariamente que en su eterno decreto rechaza y pasa por encima a otros hombres, la
respuesta de la Biblia y la confesión es sí.
 En este sentido, la respuesta es un rotundo ¡sí!

EXCURSO: LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA EN LA CONFESIÓN


 Introducción histórica:
 Puede parecer redundante referirnos a "las doctrinas de la gracia en la Confesión" tras un
sondeo de su doctrina de la soberanía absoluta de Dios en el capítulo "El decreto de Dios".
 Permítanme defender su importancia de por tres consideraciones.
 En primer lugar, he oído que supuestamente en la 1689 no está claro acerca de la doctrina
de la redención particular.
 Si esto es así, sería un hecho importante y sorprendente.  Por lo tanto, el supuesto hecho
merece una consideración cuidadosa.
 Segundo, el debilitamiento en la doctrina de la reprobación de la C.de
1689 que he documentado podría plantear alguna pregunta acerca de su opinión sobre las
doctrinas de la gracia en algunas mentes.

55
 En tercer lugar, en la historia del Agustinianismo la doctrina del bautismo infantil a veces
ha creado confusión.
 Algunos Agustinianos (San Agustín, Gottschalk, y Lutero) han celebrado una forma de la
doctrina de la regeneración bautismal.
 Por lo tanto, estaban obligados a mantener la suya de la soberanía de
Dios, admitiendo que algunos de la regeneración no fueron elegidos y podrían caer.

 Estas consideraciones hacen muy clara la pertinencia de este excurso.


 La anterior exposición del capítulo 3, sin embargo, ha dejado claro ya la declaración simple
de la C. de 1689 de la incondicional, y específica elección personal.
 En este excurso realizaré un estudio para la depravación total y la incapacidad, la gracia
irresistible, la preservación y la perseverancia de los santos, y, finalmente, abordar la
cuestión de la confesión del compromiso de la redención particular.

 I. La depravación total y la incapacidad total


 Los capítulos 6 y 9 ofrecen testimonios explícitos a las doctrinas de la depravación total y
la incapacidad.
 6:2 Por este pecado, nuestros primeros padres cayeron de su justicia y rectitud original y
de su comunión con Dios, y nosotros en ellos, por lo que la muerte sobrevino a todos;1
viniendo a estar todos los hombres muertos en pecado, y totalmente corrompidos en todas
las facultades y partes del alma y del cuerpo.
 9:3 El hombre, por su Caída en un estado de pecado, ha perdido completamente toda
capacidad para querer cualquier bien espiritual que acompañe a la salvación; por
consiguiente, como hombre natural que está enteramente opuesto a ese bien y muerto en el
pecado, no puede por sus propias fuerzas convertirse a sí mismo o prepararse para ello.

 II. Gracia irresistible


 En el contexto de su clara declaración de incapacidad total en 9:3, la declaración de 9:4
asume claramente la doctrina de la gracia irresistible.
 Cuando Dios convierte a un pecador y lo traslada al estado
de gracia, lo libra de su esclavitud natural bajo el pecado y, por su sola gracia, lo capacita
para querer y obrar libremente lo que es espiritualmente bueno;.
 Uno también podría apuntar a las consecuencias par 6 del capítulo que se acaba de
estudiar "el decreto de Dios".
 En el capítulo 10, titulado Del llamamiento eficaz , proporciona quizás el testimonio más
sencillo de esta doctrina de la gracia.
 Nota particularmente la frase en el párrafo 1 "por su omnipotencia para determinar lo que
es bueno".

 Aquellos a quienes Dios ha predestinados á la vida, él se complace en su designado, y


aceptado tiempo, llamar, por su palabra y espíritu eficazmente, fuera de ese estado de
pecado y de muerte, en el cual están por naturaleza, a la gracia y la salvación por medio de
Jesucristo; iluminando sus mentes espiritualmente y salvíficamente entender las cosas de
Dios; quitando su corazón de piedra, y dándoles un corazón de carne; renovando sus
voluntades y por su poder
Todopoderoso determinarles a lo que es bueno, y eficazmente llevándolos a Jesucristo;
aunque así vienen más libremente, dispuestos por su gracia.

 El párrafo 2 es tambien claro sobre el irresistible poder del llamado eficaz de Dios
56
 Este llamamiento eficaz proviene exclusivamente de la gracia libre
y especial de Dios, no de ninguna cosa prevista en el hombre, ni por ningún poder o
instrumentalidad en la criatura, siendo en esto enteramente pasivo, al estar muerto en
delitos y pecados, hasta que es vivificado y renovado por el Espíritu Santo; es capacitado de
este modo para responder a este llamamiento y para recibir la gracia que éste ofrece y
transmite, y esto por un poder no menor que el que resucitó a Cristo de los muertos.

 III. Preservación y perseverancia


 Capítulo 19, par 1, ofrece una muy clara y admirable declaración equilibrada de la
preservación y la perseverancia de los santos.
 Se destaca tanto por su afirmación de la certeza de su preservación
 Y también el hecho de su perseverancia en un estado de gracia y en las gracias de ese
estado.

La Perseverancia de los Santos (19:1).


 Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado eficazmente y santificado
por su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa fe de sus escogidos, no pueden caer ni total
ni definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverará en él hasta el fin, y
serán salvos por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios son
irrevocables, por lo que él continúa engendrando y nutriendo en ellos la fe, el
arrepentimiento, el amor, el gozo,la esperanza y todas las virtudes del Espíritu para
inmortalidad;1 y aunque surjan y les azoten muchas tormentas e inundaciones, nunca
podrán arrancarles del fundamento y la roca a que por la fe están aferrados

 IV. Expiación limitada (Redención)


 A pesar de las dudas de algunos, dos declaraciones en particular de la confesión hacen
clara la doctrina de la expiación limitada.
 Uno de estos ocutrre en el capítulo 3, pero no es el objeto de nuestra atención especial en
el estudio anterior.
 La otra se encuentra en el capítulo 8, titulado de Cristo el Mediador.
 3:6 dice lo siguiente: "Así como Dios ha designado a los escogidos para la gloria, de la
misma manera, por el propósito eterno y libérrimo
de su voluntad, ha preordinado todos los medios para ello;1 por lo tanto, los que son
escogidos, habiendo caído en Adán, son redimidos
por Cristo, eficazmente llamados a la fe en Cristo por su Espíritu obrando a su debido
tiempo, son justificados, adoptados, santificados
y guardados por su poder, mediante la fe, para salvación; nadie más es redimido por Cristo,
o eficazmente llamado, justificado, adoptado, santificado y salvado, sino solamente los
escogidos.

 Los puntos significativos alrededor de 3:6 son estos:


 Hablando de los medios designados por los elegidos para alcanzar la gloria se distinguen
claramente tres cosas: (1) estar caído en Adán (2) son redimidos por Cristo, (3) son
eficazmente llamados á la fe en Cristo,
 Estas distinciones, y el orden de su lista deja claro que ser redimido por Cristo no es la
aplicación de la redención que comienza con el llamamiento eficaz.

57
 Precede al llamamiento eficaz y, por lo tanto, debe ser una referencia a la expiación en la
cruz hecha por Cristo.
 Claramente, esta expiación se ofrece sólo para los elegidos y se aplica a todos aquellos para
quienes está hecha.

IV. Expiación limitada


 Este orden se repite y su importancia limitada claro en el final del párrafo.
 No hay otros redimidos por Cristo, o eficazmente llamados, justificados, adoptados,
santificados y guardados, sino sólo los elegidos.
 Esta restricción de la redención de Cristo puede llamarse adecuadamente una expiación
limitada.
 En el capítulo 8, especialmente la redención es
declarada tanto positive como negativamente.
 En el párrafo 5 se afirma positivamente, pero limitada a
los elegidos:
 El Señor Jesús, por su perfecta obediencia y el sacrificio de sí mismo que ofreció a Dios
una sola vez a través del Espíritu eterno, ha satisfecho plenamente la justicia de Dios, ha
conseguido la reconciliación y ha comprado una herencia eterna en el reino de los cielos para
todos aquellos que el Padre le ha dado.
 El capítulo 8, Párrafo 8, declara de una manera que deja claro que esta expiación-
redención-reconciliación hecha en la cruz era exclusivamente para aquellos que
eventualmente se salvarán:
 A todos aquellos para quienes Cristo ha obtenido la eterna redención, él cierta y
eficazmente aplica y comunicar la misma
 Sin duda, necesita ser entretenidos que la confesión enseña la doctrina denominada
expiación limitada o redención particular.

 Conclusión:
 El testimonio de la 1689 es pre-eminentemente claro con respecto a cada una de las
doctrinas de la gracia conocidas como los cinco puntos del calvinismo.
 Debido a sus claras opiniones Bautista, este testimonio no está oculto como en algunos en
la tradición agustiniana.
 Los bautistas reformados son los reformadores diligentes y consistentemente reformados.

Parte 3: La exposición de la Confesión de 1689 de forma Selectiva

Sección 2: Capítulos claves en la teología Reformada

II. Capitulo19: De la Ley de Dios


INTRODUCCIÓN GENERAL:
¿Por qué puedo afirmar que “De la ley de Dios” es el capítulo clave al mostrar que la C. de
1689 contiene la teología reformada?

58
La noción ha ganado una amplia aceptación de que existe una diferencia básica entre la
visión de la ley de Dios mantenida por el movimiento reformado puritano en Gran Bretaña y
la visión reformada continental de la ley. Esta noción es una distorsión de la realidad.
La verdad es que, salvo por pequeñas diferencias en su visión de la ley de Dios, era la misma.
La visión Puritana de la ley de Dios desarrollada directamente desde el punto de vista de la
ley, mantenida por Lutero y Calvino.

Lutero en su pequeño catecismo dio especial relevancia a la ley al enunciar los diez
mandamientos. En su prefacio, menciona repetidamente la importancia de conocer los Diez
Mandamientos.
"Sin embargo, todas las personas que se supone que son cristianas, han sido bautizados y
reciben el Santo Sacramento a pesar de que no conocen el Padre-nuestro, el Credo, o los diez
mandamientos y viven como pobres animales del corral y la
pocilga."[http://catechism.cph.org/]

Calvino en el Catecismo de Ginebra dedica la parte 2 a la exposición de la de la ley de Dios:


II: DE LA LEY, QUE SON LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE DIOS.
Preguntas 131-232 entonces están dedicadas a la exposición de los Diez Mandamientos.
La identidad sustancial de los Diez Mandamientos de la ley de Dios es parte de la tradición
Reformada. Su perspectiva es radicalmente diferente a la del dispensacionalismo moderno y
la teología del nuevo Pacto.

¿Cómo vamos a estudiar el Capítulo 19, “De la Ley de Dios"?


Estudiaremos este capítulo bajo dos epígrafes principales.
A. El bosquejo analítico del capítulo 19.
B. Los principales temas del capítulo 19.

A. El bosquejo analítico del capítulo 19


I. La Dispensación original de la ley de Dios (par 1)
II. La Codificación mosaica de la Ley de Dios (par 2-4)
A. La repetición de la ley moral (par 2)
B. La adición de la Ley Ceremonial (par 3)
C. La adición de la Ley Judicial (par 4)

III. La obligación inherente de la Ley de Dios (par 5)


A. Su duración permanente
B. Su alcance universal
C. Su mayor fortaleza
IV. Las funciones especiales de la Ley de Dios (para los cristianos) (par 6, 7)
A. Su calificación asumida (par 6a)
B. Su enumeración concreta (par 6b)
C. Su funcionamiento armonioso (par 7)

I. LA DISPENSACIÓN ORIGINAL DE LA LEY DE DIOS (PAR 1)


Dios dio a Adán una ley de obediencia universal escrita en su corazón,1 y un precepto en
particular de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal; por lo cual le
obligó a él y a toda su posteridad a una obediencia personal completa, exacta y perpetua;

59
prometió la vida por el cumplimiento de su ley, y amenazó con la muerte su infracción; y le
dotó también del poder y de la capacidad para guardarla.

II. LA CODIFICACIÓN MOSAICA DE LA LEY DE DIOS


A. La repetición de la ley moral (par 2)
2 La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre continuó siendo
una regla perfecta de justicia después de la Caída; y fue dada por Dios en el monte Sinaí, en
diez mandamientos, y escrita en dos tablas; los cuatro primeros mandamientos contienen
nuestros deberes para con Dios, y los otros seis, nuestros deberes para con los hombres.

B. La adición de la Ley Ceremonial (par 3)


Además de esta ley, comúnmente llamada ley moral, agradó a Dios dar al pueblo de Israel
leyes ceremoniales que contenían varias ordenanzas típicas; en parte de adoración,
prefigurando a Cristo, sus virtudes, acciones, sufrimientos y beneficios; y en parte
proponiendo diversas instrucciones sobre los deberes morales. Todas aquellas leyes
ceremoniales, habiendo sido prescritas solamente hasta el tiempo de su reforma, cuando
fueron abrogadas y quitadas por Jesucristo, el verdadero Mesías y único legislador, quien fue
investido con poder por parte del Padre para ese fin..

C. La adición de la Ley Judicial (par 4)


Dios también les dio a los israelitas diversas leyes civiles, que acabaron cuando acabó aquel
pueblo como Estado, no siendo ahora obligatorias para nadie en virtud de aquella
institución; siendo solamente sus principios de equidad utilizables en la actualidad.

III. LA OBLIGACIÓN INHERENTE DE LA LEY DE DIOS (PAR 5)


A. Su duración permanente
La ley moral obliga para siempre a todos,
B. Su alcance universaltanto a los justificados como a los demás, a que se la
obedezca;1 y esto no sólo en consideración a su contenido, sino también con respecto
a la autoridad de Dios, el Creador, quien la dio
C. Su mayor fortalezatampoco Cristo, en el evangelio, en ninguna manera cancela
esta obligación sino que la refuerza considerablemente.

IV. LAS FUNCIONES ESPECIALES DE LA LEY DE DIOS (PARA LOS CRISTIANOS)


A. Su calificación asumida (par 6a)
6a Aunque los verdaderos creyentes no están bajo la ley como pacto de obras para ser por
ella justificados o condenados, sin embargo ésta es de gran utilidad tanto para ellos como
para otros…

B. Su enumeración especifica (par 6b) en que como regla de vida les informa de la
voluntad de Dios y de sus deberes, les dirige y obliga a andar en conformidad con ella,
les revela también la pecaminosa contaminación de sus naturalezas, corazones y
vidas; de manera que, al examinarse a la luz de ella, puedan llegar a una convicción
más profunda de su pecado, a sentir humillación por él y odio contra él; junto con una
visión más clara de la necesidad que tienen de Cristo, y de la perfección de su
obediencia. También la ley moral es útil para los regenerados a fin de restringir su
corrupción, en cuanto que prohíbe el pecado; y sus amenazas sirven para mostrar lo

60
que sus pecados todavía merecen, y qué aflicciones pueden esperar por ellos en esta
vida, aun cuando estén libres de la maldición y el puro rigor de la ley.

C. Su funcionamiento armonioso (par 7)


7 Los usos de la ley ya mencionados tampoco son contrarios a la gracia del evangelio,
sino que concuerdan armoniosamente con él; pues el Espíritu de Cristo subyuga y capacita
la voluntad del hombre para que haga libre y alegremente lo que requiere la voluntad de
Dios, revelada en la ley.

B. Los temas principales del Capitulo 19


A la luz de nuestra situación contemporánea, cuatro cosas en este capítulo es necesario que
sean enfatizadas.

1. La identidad sustancial de la ley escrita en el corazón de Adán y los diez


mandamientos
2. La triple clasificación de la Ley de Moisés
3. La situación actual de la Ley Judicial
4. La función especial de la Ley de Dios en la vida de los creyentes

1. LA IDENTIDAD SUSTANCIAL DE LA LEY ESCRITA EN EL CORAZÓN DE ADÁN Y


LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Voy a abrir esta bajo dos epígrafes:
a. La clara, la afirmación confesional
b. La clásica, la afirmación bíblica

a. La clara, la afirmación confesional


1. Dios dio a Adán una ley de obediencia universal escrita en su corazón ….
2. La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre
continuó siendo una regla perfecta de justicia después de la Caída; y fue dada
por Dios en el monte Sinaí, en diez mandamientos, y escrita en dos tablas; los
cuatro primeros mandamientos contienen nuestros deberes para con Dios, y los
otros seis, nuestros deberes para con los hombres.

Los apartados 1 y 2 afirman que la ley escrita en el corazón de Adán fue reiterada en los Diez
Mandamientos.
La confesión asume la unidad sustancial, la continuidad y la identidad de la ley de Dios en
todas las edades.
El dispensacionalismo imperante asume la diversidad fundamental y la discontinuidad de las
diferentes leyes de Dios en cada Dispensación.
Esta es sólo una de las formas en que este capítulo desafía las perspectivas contemporáneas
sobre la ley.
Una cosa necesita clarificación en la confesión.
 La "ley escrita en el corazón", sugiere la bendición redentora del Nuevo Pacto.
 La confesión no implica que Adán tenía esta bendición redentora, pero, si significa que
Adán era consciente de las normas de la ley de Dios.
 La demostración clásica, Rom. 2:12a, 14, 15, se distingue por hablar de la obra de la ley
escrita en el corazón.

61
 Como la ley escrita confronta a los judíos con las normas de la ley moral de Dios, así los
gentiles son confrontados a sí mismos.

b. La clásica, la afirmación biblica2:12a, 14-15


(1) La estructura analizada
¿Por qué Rom 2:12a,14-15 y no los versos intermedios?
Un análisis de la estructura del pasaje muestra por qué.
v. 12a A--Aquellos sin la ley perecerán.
v. 12b B--Aquellos bajola ley perecerán.
v. 13 B--v. 12b explicada y justificada
v. 14, 15 A--v. 12a explicada y justificada
Por lo tanto, estamos viendo la parte de este pasaje que trata con aquellos que perecen en
sus pecados sin la ley.
b. Romanos 2:12a, 14-15

(2) La pregunta asumida


La afirmación de Pablo plantea una pregunta.
¿Cómo pueden los hombres pecar, por no hablar de perecer, sin la ley?
La cuestión es la justificación para el castigar de Dios a los hombres que nunca poseyeron
revelación especial.
Esta acuciante cuestión Pablo la direcciona en los versículos 14 y 15.
La pregunta tiene cierta validez.
Pablo asume que el conocimiento de la ley es el requisito necesario para ser castigado por el
pecado.
Romanos 4:15 Porque la ley produce ira, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
Romanos 5:13 Antes de la ley ya había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa
cuando no hay ley.

(3) La respuesta proporcionada


La realidad de su enfrentamiento con la ley
La respuesta de Pablo es "Estos...a sí mismos son (la ley)".
Estas palabras contienen el sujeto y el predicado de la oración larga compuesta por los vv.
14, 15).
La realidad de su enfrentamiento con la ley está acentuado. Aunque sin la escritura, ellos no
están exentos de la ley.
El medio de su enfrentamiento con la ley
Los gentiles son (o para) ellos mismos la ley.
Por naturaleza su obra está escrita en sus corazones (vv. 14A,15A).
John Murray: La ley de Dios los enfrenta y los registra a sí mismos en su consciencia por
causa de lo que son de forma nativa y constitucionalmente.
Mediante la creación, sus demandas fueron escritas en el corazón de Adán.

(4) La solución amplificada: la identidad de esa ley con la que se enfrentan se hace clara.
La ley en enfoque es La ley.
La palabra, ley, en "Estos...a sí mismos son (la ley)", Carece del artículo y parece abstracto.
Algunos sugieren que no es La ley de Dios.
Ley, sin el artículo a menudo se refiere a la ley de Dios en Romanos (Rom 2:13, 25; 7:25;
13:8, 10).
Versos 14, 15 especifica que es La ley Que está a la vista.
62
V. 14a: se hizo por la naturaleza de “las cosas de la ley".
V. 15a: “La obra de la ley está escrita en sus corazones.
La Ley en enfoque es sustancialmente la misma que los Diez Mandamientos.
La frase, "la ley", en Romanos 2 designa la ley entregada a Israel en el monte Sinaí,
específicamente los diez Mandamientos (Vv 13, 17-29).
A lo largo de romanos, la ley, tiene una referencia específica a los diez Mandamientos
(Rom. 7:7-13; 13:8-10).
Afirmando que los Gentiles están en posesión de la ley, Pablo enseña que existe una
identidad sustancial entre los diez mandamientos y la ley de la creación.
El Decálogo fue en efecto antes del Sinaí.
Muchos pasajes enseñan que la … "la ley escrita en el corazón del hombre continuó siendo
una regla perfecta de justicia después de la caída".
4º Mandamiento, Gen 2:3; Exo 16; Gen 7:4; 8:10, 12
5º Mandamiento, Génesis 37:10
6º Mandamiento, Génesis 4:3-15
7º Mandamiento, Génesis 12:17;
8º Mandamiento, Génesis 31:30; 44:8
9º Mandamiento, Génesis 27:12
10º Mandamiento, Génesis 6:2; 13:10, 11).
Los diez mandamientos permanecen en efecto en el NT.
Algunos hoy nos dicen que sólo aquellas partes de la ley del Antiguo Testamento que son re-
instituido en la nueva ley del nuevo pacto son para los creyentes del Nuevo Testamento.
En Ef 6:1-4 Pablo simplemente cita el quinto mandamiento tal como se encuentra en el
Antiguo Testamento y asume su autoridad para los creyentes del NT.
Cita como el primer mandamiento con una promesa – el primero de los diez mandamientos!
El quinto mandamiento como se encuentra en el AT es la regla de vida del creyente.
La confesión no enseña que el Decálogo fatiga la ley moral.
La confesión lo considera como un resumen exhaustivo: Catecismo Mayor y el Catecismo
Menor # 98 # 41
Q. 41. ¿Dónde está la ley moral sumariamente comprendida? A. La ley moral es comprendida
sumariamente en los diez mandamientos.
Los diez mandamientos señalan un resumen completo. (Hay otras leyes del AP con
significado moral: Lev 18:1-30).

2. LA TRIPLE CLASIFICACIÓN DE LA LEY DE MOISÉS


A. Las aserciones confesionales.
3 Además de esta ley, comúnmente llamada ley moral, agradó a Dios dar al pueblo de
Israel leyes ceremoniales que contenían varias ordenanzas típicas; en parte de adoración,
prefigurando a Cristo, sus virtudes, acciones, sufrimientos y beneficios; y en parte
proponiendo diversas instrucciones sobre los deberes morales. Todas aquellas leyes
ceremoniales, habiendo sido prescritas solamente hasta el tiempo de su reforma, cuando
fueron abrogadas y quitadas por Jesucristo, el verdadero Mesías y único legislador, quien fue
investido con poder por parte del Padre para ese fin

B. Admisión necesaria
En nuestros días la triple clasificación de la ley se negó e incluso se despreció.
Ciertamente, en muchos lugares, en la ley de Moisés, uno puede encontrar leyes morales,
judiciales y ceremoniales mezcladas juntas.
Ciertamente, cada tipo de ley fue igualmente vinculante para los judíos.
63
Sin duda, estas distinciones no eran tan evidentes a los judíos como lo son para nosotros.
Sí, es cierto que el Antiguo Testamento no nos viene codificados por colores con azul, para la
moral, rojo, para la ceremonial, y negro para la ley judicial.

C. Consideraciones bíblicas
(1) la distinción entre el diez y el resto
(2) La estructura del éxodo
(3) La evidencia de los creyentes del Antiguo Testamento

(1) La distinción Entre el 10 y el resto


La Biblia distingue claramente entre el Decálogo y el resto de la ley mosaica.
La posición singular y la importancia de los diez mandamientos esta indicada por estos
hechos:
--ellos solo fueron pronunciadas por la voz de Dios.
--ellos solo fueron escritos por el dedo de Dios.
--ellos solo fueron colocados en el arca de Dios (Éxodo. 25:16, 21; Deut. 10:5; 1 Reyes 8:9).
--ellos solo fueron acompañados por el terror de Dios en el Monte Sinaí.
--ellos solo fueron inscritos en la piedra.
--ellos se distinguen de los (demás) estatutos de la ley mosaica (Deut. 4:12-14; 5:1-3; 5:30-
6:3).

(2) La estructura del Éxodo


La estructura del Éxodo admite esta clasificación.
En Éxodo 20 la ley moral está escrita por Dios en piedra y dada a Moisés.
En Éxodo 21-24 la ley civiles dada a Moisés, escrita en el libro del pacto, y ratificado por la
sangre.
En Éxodo 25-40 las leyes ceremoniales fueron dadas en cuanto a la construcción del
Tabernáculo.
Mientras que los diez mandamientos solo están escritos en piedra por Dios mismo, la Ley
judicial (y quizás la moral y la ley ceremonial) también están escritas en el libro de Moisés
(Éxodo 31:18; 32:15, 16; 34:4, 28 con 24:4-7).

(3) La evidencia clara de creyentes del AT


A causa de tales distinciones, los creyentes del AT son distinguidos entre las ordenanzas
morales, civiles y ceremoniales.
Salm 40:6 Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no
has demandado. 7 Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; 8 El
hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
Jer 7:22 Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y
de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. 23 Mas esto les mandé, diciendo:
Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en
todo camino que os mande, para que os vaya bien.

Conclusión
La confesión clasifica los diferentes tipos de leyes dadas a Israel dentro lo moral, ceremonial
y judicial.
Sostiene que mientras las leyes ceremoniales y judiciales han sido abolidas, la ley moral
sigue vinculante para todos los hombres.
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Ninguna parte de la doctrina de la confesión en cuanto a la ley de Dios es más polémica que
este.
Se ha descrito como artificial.
Se ha descrito como algo anacrónico.
De hecho, esta distinción es estrictamente bíblica.

3. LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA LEY JUDICIAL


A. Afirmación confesional.:
También les dio diversas leyes judiciales, que expiraron juntamente con el estado de aquel
pueblo, no obligando a cualquiera ahora en virtud de dicha institución; su equidad general
solamente es de uso moderno.
La confesión hace dos puntos de equilibrio sobre la ley judicial, hablando de su antigua fecha
de caducidad y su aplicación moderna.
En este párrafo (que es sustancialmente el mismo en el Westminster) Calvino se basa
claramente en el tratamiento de la Ley judicial en los institutos.
Este tratamiento es muy pertinente a la luz de la idea de la validez permanente de la ley
judicial estando consagrado en nuestros días por la Teonomia o Reconstruccionismo
cristiano.

B. Su caducidad antigua
(1) La ley civil caduca cuando el orden civil es destruido.
(2) El Nuevo Testamento enseña claramente la caducidad del derecho judicial.
(3) El Nuevo Testamento no aplica la ley judicial del Estado.

(1) La ley civil caduca cuando el orden civil es destruido.


La expiración de la ley judicial es sugerida por la destrucción de la teocracia del Antiguo
Testamento inicialmente por Babilonia y finalmente por Roma bajo el juicio de Dios.
Cuando el estado teocrático expira, es razonable, según la Confesión, concluir que su orden
formal civil o ley judicial expiró con ella.
(2) El Nuevo Testamento enseña claramente la caducidad de la ley judicial.
Heb 9:19 habla del libro del pacto que contenía la ley judicial de Israel.
El libro del pacto puede repetir los Diez Mandamientos, pero el enfoque del libro del pacto
es Éxodo 21-23, la ley judicial de Israel.
Los diez mandamientos fueron escritos por separado y exclusivamente en las tablas de
piedra.
La ley judicial de Israel en este contexto se equipara con el antiguo pacto (Heb. 9:18).
El mismo contexto enseña que el Antiguo Pacto está obsoleto (Heb 8:7, 13; 9:10; 10:1).
Es imposible evitar la enseñanza clara de Heb 9:19 que el derecho judicial de Israel ha
caducado.
(3) El Nuevo Testamento no aplica la ley judicial del Estado.
Deberíamos preguntarnos cómo el NT utiliza la ley judicial.
El NT nunca (que yo sepa) aplica la ley judicial al Estado o a la forma en que debe ordenar su
código civil.
Se aplica la ley judicial a cuestiones eclesiásticas (la iglesia) y a cuestiones escatológicas (las
últimas cosas), pero nunca se aplica al estado.
Para aplicaciones a la iglesia ver 1 Cor 5:1; 9:8-10.
Para aplicaciones a la última cosas ver Heb 2:2; 10:28-29.
Estas son aplicaciones para el reino de Dios!

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C. Su aplicación moderna
La ley judicial ha caducado, pero sigue siendo una aplicación inspirada de la ley moral a las
circunstancias civiles de Israel revelando principios eternos de la equidad y la justicia.
Como tal, aunque no es jurídicamente vinculante, hoy sigue siendo pertinente para los
estados modernos, las iglesias y los cristianos.
1 Cor 5:1De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se
nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
1 Cor 9:9 orque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene
Dios cuidado de los bueyes,10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se
escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir
del fruto.

4. LA FUNCIÓN ESPECIAL DE LA LEY DE DIOS EN LA VIDA DE LOS CREYENTES


Introducción:
Los párrafos finales del capítulo 19 plantean la cuestión de la relación de la gracia en la ley y
el evangelio.
Ninguna cuestión más importante de la reforma puede ser nuestro enfoque que este.
La doctrina cardinal de la reforma fue la justificación por la fe Sola, sin las obras de la ley.
Esto plantea de nuevo la pregunta de Pablo, ¿por qué entonces la ley? (Rom 3:31, 5:20,
21; Gal 3:19).
Esta cuestión de la utilidad de la ley domina los par 6-7.
Algunos Protestantes concluyeron
La ley era de poca utilidad para el creyente
Las personas justificadas no estaban obligados a ellaSintiéndose obligados a obedecer la ley
era incompatible con la justificación gratuitaLas personas injustificadas fueron obligadas por
la ley, pero no los cristianos.
La confesión, en cambio, en el párrafo 5 afirma que la ley obliga a todos los hombres, sean
justificados o no, simplemente porque son criaturas. 5a La ley moral obliga para siempre a
todos, tanto a los justificados como a los demás, a que se la obedezca; y esto no sólo en
consideración a su contenido, sino también con respecto a la autoridad de Dios, el Creador,
quien la dio. Tampoco Cristo, en el evangelio, en ninguna manera cancela esta obligación
sino que la refuerza considerablemente.

El alcance y el tema cambia en los par 6-7.


Los cambios en el ámbito de todos los hombres a creyentes.
El tema cambia de la obligación inherente de la ley a sus funciones especiales para el
creyente.
Tres secciones de pensamiento son adoptadas con respecto a las funciones especiales de la
ley de Dios para los cristianos.
A. Su calificación asumida(par 6a)
B. Su enumeración concreta (par 6b)
C. Su funcionamiento armonioso (par 7)
Cada una de estas secciones por separado y todas juntas responden a la pregunta
importante:
¿Cómo el creyente usa y se beneficia de la ley de Dios?

A. Su calificación asumida (par 6a)


Esta primera sección afirma una calificación importante,que debe ser asumida en el enfoque
del creyente a la ley de Dios.
66
6a, Aunque los verdaderos creyentes no están bajo la ley como pacto de obras para ser por
ella justificados o condenados, sin embargo ésta es de gran utilidad tanto para ellos como
para otros, en que como regla de vida les informa de la voluntad de Dios y de sus deberes.
Aquellos que piensan que guarder toda la ley es legal, olvidan que existe una enorme
diferencia entre la ley como regla de vida y como un pacto de obras --un método de ganar la
salvación.
Rom 6:14 Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino
bajo la gracia.
Rom 10:4 pero el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
"Como un pacto de obras", la ley es un estricto maestro-esclavo que sólo paga los salarios de
muerte.
Romanos 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el
cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que
llevemos fruto para Dios. 5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones
pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos
sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo
de la letra.
2 Cor 3:7 …el ministerio de muerte grabado con letras en piedras...
Como regla de vida, es una ley de libertad en la que el cristiano se deleita.
Sant 2:12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la
libertad.
Rom 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente
sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
“¿No dejamos la ley de Dios en nuestra conciencia!". ?????
No debemos dejar la ley de Dios en nuestra conciencia "como un pacto de obras!".
Pero a menos que la ley este en nuestra conciencia como una regla de vida, no tenemos parte
en el Nuevo Pacto.
Jer 31:33 Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y
ellos me serán por pueblo.
Rom 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

B. Su enumeración concreta (par 6b)


La última parte del par 6 especifica 4 usos de la ley para el creyente.
(1) es una regla de vida. (Instrucciones)
6b, sin embargo, ésta es de gran utilidad tanto para ellos como para otros, en que como regla
de vida les informa de la voluntad de Dios y de sus deberes, les dirige y obliga a andar en
conformidad con ella,
Rom 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y
bueno.
1 Cor 7:19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los
mandamientos de Dios.
(2) esta es una guia hacia Cristo. (Conviccion)

67
les revela también la pecaminosa contaminación de sus naturalezas, corazones y vidas; de
manera que, al examinarse a la luz de ella, puedan llegar a una convicción más profunda de
su pecado, a sentir humillación por él y odio contra él; junto con una visión más clara de la
necesidad que tienen de Cristo, y de la perfección de su obediencia.
Pablo- el No convertido: Rom 7:9 Y yo sin la Ley vivía un tiempo; pero venido el
mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
Pablo--el Cristiano: Rom 7:24. !Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de
muerte?
La ley llevó a Pablo a Cristo en ambas condiciones!
(3) es un controlador de pecado. (Amonestación)
También la ley moral es útil para los regenerados a fin de restringir su corrupción, en cuanto
que prohíbe el pecado; y sus amenazas sirven para mostrar lo que sus pecados todavía
merecen, y qué aflicciones pueden esperar por ellos en esta vida, aun cuando estén libres de
la maldición y el puro rigor de la ley
Sant. 2:9-10. pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por
la ley como transgresores.10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en
un punto, se hace culpable de todos.
(4) es una promotora a la rectitud. (Inspiración)
Asimismo sus promesas manifiestan a los regenerados que Dios aprueba la obediencia y
cuáles son las bendiciones que pueden esperar por el cumplimiento de la misma, aunque no
como si se les deba por la ley como pacto de obras
Sal 19:11 Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón
Ef 6:2-3 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para
que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Excepto el último de ellos, ellos son paralelos a los tres usos clásicos de la ley de la teología
reformada como
(1) conduce a Cristo
(2) controlador de pecado y
(3) regla de vida.
El cuarto uso enumerado en la confesión (promueve a la rectitud) puede considerarse como
una consecuencia de la ley como una regla de vida para el cristiano.
Consulte el trinity hymnal (Himnario Trinidad) # 449.
B. Su enumeración concreta (par 6b)
La última oración del párrafo 6 debe ser enfatizada. De manera que si alguien hace lo
bueno y se abstiene de hacer lo malo porque la ley le manda lo uno y le prohíbe lo otro, no
por ello demuestra que se encuentre bajo la ley y no bajo la gracia.
El objetivo de esta sentencia es que no está mal el obedecer la ley por temor a las
consecuencias de la desobediencia, por un lado, o por el deseo de la recompensa de la
obediencia, por el otro.
La Biblia en todas partes utiliza ambas, amenazas y recompensas para alentar la respuesta
correcta a la Palabra de Dios (El libro de Proverbios).
1 Ped 3:10 Porque: el que quiere amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y
sus labios no hablen engaño.

Algunos refranes comunes pero equivocados


"Si haces algo porque la ley promete bendición y recompensa, entonces eso es obediencia
legal".
Tales sentimientos distorsionan la Palabra y contradicen las enseñanzas de la Confesión.
"Debemos estar motivados sólo por la gloria de Dios".
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Este es sin duda la mayor y mejor motivación.
Pero la confesión deja claro que un claro interés propio no es contrario a la gloria de Dios.
Buscar el bien y evitar el mal son motivaciones bíblicas!
"Nunca obedezcas a Dios por un sentido de deber!".
Un sentido de obligación es simplemente un sentido de nuestra obligación hacia la majestad
de Dios en Su ley.
No puede ser equivocado el sentir esto u obedecer a causa de ello.
"Deber a Dios" puede sentirse contrario a "deleitarse en Dios".
Mas, ¿Cómo puede ser esto verdad cuando es nuestro "deber" el “deleitarnos" en Dios?

C. Su funcionamiento armonioso (par 7)


7 Los usos de la ley ya mencionados tampoco son contrarios a la gracia del evangelio, sino
que concuerdan armoniosamente con
él; pues el Espíritu de Cristo subyuga y capacita la voluntad del hombre para que haga libre
y alegremente lo que requiere la voluntad de Dios, revelada en la ley.
El comentario final de la Confesión es que la ley y el Evangelio no entran en conflicto en la
vida del cristiano cuando se utiliza correctamente.
Tit 2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar
para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Gal 3:21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si
la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
¿Cómo podrían estar en conflict la ley y evangelio?
El propósito del evangelio es para liberar a los hombres de la anarquía.
La ley nos muestra nuestra necesidad del evangelio de Cristo.
El evangelio de Cristo y el Espíritu de Cristo nos permite hacer libremente y alegremente lo
que Dios ha revelado en la ley.
Considere la ilustración del Éxodo!
Dios "liberó" a su pueblo por su redención de Egipto ...
Que pudieran servirle en el desierto!

Excursus: 1 Timoteo 1:8-11


Prefacio:
Un pasaje de las Escrituras primero viene a la mente de muchos por el camino del reparo a
la doctrina de que la ley de Dios es una regla de vida para el creyente.
Este pasaje es el que afirma que la ley no está hecha para una persona justa.
Si la ley no está hecha para una persona virtuosa, ¿cómo nos atrevemos a hacer una regla de
vida para el creyente?
Ese pasaje esta en 1 Timoteo 1:8-11
Disgresión: 1 Timoteo 1:8-11
1 Tim 1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo esto,
que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los
impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para
los homicidas,10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11 según el glorioso
evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
¿Es la ley como una regla de vida para el creyente un uso legítimo de la ley?

Introducción:

69
Para responder a esta pregunta, en primer lugar se consideran tres cosas a modo de
introducción.
A. El Tema inconfundible
El versículo 8 dice el tema claramente.
Evidentemente, el tema es El uso legítimo de la ley
B. Los antecedentes contextuales
Esto es crucial para entender.
Proporciona el telón de fondo y el contexto y, por lo tanto, explica el significado de Pablo .
Pablo esta refutando el uso ilegítimo de la ley por parte de algunos en la iglesia en Efeso (1
Tim 1:3-7)
¿Cuál era este uso ilegítimo de la ley?

William Hendriksen en 1 Timoteo 1:4.


Nos sentimos a la vez que nos hemos introducido en al ámbito del costumbrismo típico de
los Judíos. Es un hecho conocido que desde los primeros tiempos, los rabinos "tejen sus
hilos"-e Infinitos fueron hilados!-sobre la base de lo que algunos consideran "sugerencia"
suministrada por el Antiguo Testamento. Ellos tomarían un nombre de una lista de las
genealogías (por ejemplo, en Génesis, I Crónicas, Esdras, Nehemías) y lo expandirían en una
bonita historia. Dichos bordados interminables en el registro inspirado formaban parte de la
cuenta del precio regular en la sinagoga y fueron posteriormente depositados en forma
escrita en la parte de El Talmud el cual es conocido como el Haggadah.

William Hendriksen en 1 Timoteo 1:4.


El Libro de Jubileos … ofrece otro ejemplo de lo que Pablo tenía en mente….La narrativa
sagrada de nuestro libro canónico del Génesis es embellecida, a veces de forma casi
irreconocible. Así, nos enteramos ahora de que el Sábado fue observado por los arcángeles,
que los ángeles también practicaron la circuncisión, que Jacob nunca engaño a nadie, etc.
Introducción:

C. Perfil analítico
Contra Tales usos ilegitimos de la ley, Pablo se expresa de cuatro maneras.
Él dice algo por medio de ...
I. Afirmación (v. 8a)
II. Calificación (v. 8b)
III. Realización (vv. 9-10)
IV. Autorización (v. 11)

I. Afirmación: "Pero sabemos que la ley es buena" (v. 8a)


El abuso de la ley judía podría tener la tendencia a "convertir a las personas hacia fuera" de
la ley.
Pablo sencillamente lo rechaza como reacción, al afirmar que la ley es buena.
A pesar del camino inútil e infructuoso con que los maestros judíos usaron la ley,
Pablo creía que la ley era beneficiosa para los Cristianos.
Este texto es una reminiscencia de Romanos 7:12-13:
112 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.13
¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado,
para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que
por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
Por lo tanto Pablo advierte a Timoteo de no tirar al bebé con el agua del baño.
70
II. Calificación: "Si uno lo usa legitimamente" (v. 8b)
Pablo usa un juego de palabras aquí para llevar a cabo la obvia veracidad de lo que está
diciendo.
Claramente, la ley debe ser utilizado de forma legitima.
Obviamente, él tiene en vista del uso ilegitimo de la ley por parte de los maestros de la ley en
Éfeso.
Tal como leemos en Romanos 7:13 que el pecado hace un mal uso de la ley, asi también lo
hacen los maestros.
Por supuesto, sus mitos y leyendas basadas en las genealogías no son veneno doctrinal.
Pero son espiritualmente sin valor.
Comer cosas que son sin valor nutricional puede matarte tan seguramente como ingerir
veneno-un poco más despacio.
Pero ¿que es un uso legítimo de la ley?

III. Realización (vv 9-10).


En los versículos 9-10 Pablo sugiere que la comprensión de un "uso legítimo de la ley"
comienza por recordar para quienes es la ley.
Pablo revela para quienes la ley se hizo primero negativamente y luego positivamente.
Por lo tanto, vamos a considerar este asunto bajo dos epígrafes:
A. Señaló negativamente (v. 9a)
B. Afirmó positivamente (v. 9b-10).

A. Señaló negativamente (v. 9a) La ley no está hecha para una persona
justa! Pero, ¿qué significa esto?
Muchos consideran que significa que la ley no está hecha para una persona justificada o un
creyente.
Sino que se refiere a ninguna persona realmente justa en todo.
En este 2do enfoque, Pablo irónicamente se refiere a una persona justa, porque los maestros
judíos usaron la ley como si fueran justos.
Esta persona justa no es real, sino hipotética.

William Hendriksen adopta esta posición. Al comentar el versículo 9, él dice:


"Ese fue precisamente el punto que los falsos maestros en Efeso estaban olvidando. La razón
por la que pierden su tiempo en todo tipo de fábulas sobre antepasados era que ellos nunca
habían aprendido a conocerse a sí mismos como los pecadores ante Dios. Eran "engreídos,
“arrogantes, fanfarrones, altaneros, santurrones….pero concedidos por la linea de
argumentación de que los lideres Efesios en parte.. se… consideraban a sí mismos, se
concedieron a si mismos ser buenos y justos, entonces seguramente la ley se desperdicia en
ellos".

Creo que Hendriksen esta en lo correcto y que Pablo no se refiere a la persona justificada o
creyente.Tengo varias razones para sostener este punto de vista.
1ro, Si Pablo quizo decir que la ley no está hecha para la persona justificada, esto se
contradice con la ley como una regla de vida para el creyente.
Como hemos visto, la evidencia es clara.

2do, el lenguaje de Pablo parece general e hipotético.


Él no habla de El sino de Una persona justa.
71
Él no habla de justos, sino sólo de una persona justa (supuestamente) en singular.

En tercer lugar, en el contexto el notablemente cita un versículo que habla de los justos
hipotéticamente.
"Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores".
1 Tim 1:15 se refiere a Lucas 5:32: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al
arrepentimiento".
¿Hay "justo" al que Jesús no ha venido a llamar?
No, sólo hay quienes piensan que son justos!
Aún así estos "justos" son sólo justos en su propia opinión.
Pablo definitivamente no se refiere a los creyentes justificados!

B. Afirmó positivamente (vv. 9b-10).Lejos de que la ley sea hecha para una persona
virtuosa, Está hecha para una raza humana caracterizada por las peores violaciones
de la ley de Dios.
Pero para ver el punto de Pablo usted debe notar que él específicamente se refiere aquí a los
10 mandamientos.
Observe cómo él concretamente sigue el orden de los diez mandamientos, comenzando al
final del versículo 9.
Orden de Pablo en 1 Timoteo 1:9-10.
5to Mandamiento: "Para aquellos que matan a sus padres o madres"
6to Mandamiento: "asesinos"
7mo Mandamiento: "Inmorales y hombres homosexuales"
8vo Mandamiento: "secuestradores"
9no Mandamiento: "mentirosos y perjuros"
10mo Mandamiento: "Y si hay alguna otra cosa que es contraria a la sana doctrina"
Todo esto hace probable que las primeras palabras en esta lista resuma las violaciones de la
primera tabla de la ley: "para los impíos y pecadores, lo nefasto e irreverente"
Cf. Richard Barcellos, En defensa del Decálogo
Llegamos a la conclusión de que no se trata sólo de la ley, pero que la ley moral se resume en
los Diez Mandamientos, de la cual Pablo está hablando en este pasaje.

Una vez que se observa después del orden de Pablo de los Diez Mandamientos llega a ser algo
más claro. Pablo esta especificando la peor de las violaciones de cada uno de los Diez
Mandamientos.
¿Cuál es la peor violación imaginable del 5to Mandamiento?
Matar a tu padre o madre!
¿Cuál es la peor violación del 8vo Mandamiento?
Secuestro! (robar-hombre!)
Pablo está enfatizando cuan malos y necesitados son aquellas personas a quienes Dios le dio
la ley.
Así, él está haciendo hincapié en como los hombres urgentemente necesitan la ley.
Y qué horrible abuso de la ley fue hecho por los falsos maestros al jugar con ella como lo
hicieron.

William Hendriksen en 1 Timoteo 1:9-10. Ahora el Apóstol da un resumen de los diez


mandamientos. El resumen muestra claramente que no hay lugar para Nadie (menos aún
para los engañadores efesios) sentarse con facilidad en Sión, para ser lleno con una
72
sensación de seguridad, asi que con perfecta compostura, el ahora puede empezar a utilizar
la ley como una especie de crucigrama o como materia prima para la fabricacion de historias
interesantes sobre los antepasados.

¿Cómo puede (la ley) ser un Brida… para aquellos que no sienten la necesidad de
moderación? ¿Cómo puede ser un Espejo revelador-suciedad… para aquellos que piensan
que ellos no muestran manchas sucias que deban ser lavadas? ¿Cómo puede ser
una Guía para señalar caminos de gratitud por la liberación del pecado, para aquellos que en
su orgullo y arrogancia … están convencidos que no han perdido su camino?

IV. Autorización (V 11).


Pablo concluye sus comentarios sobre el uso legítimo de la ley hablando de la norma o la
autoridad de sus declaraciones.
1 Tim 1:11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado..
Hay diversas opiniones de la conexión del versículo 11.
Una se conecta con el verso 10, la "doctrina sana".
Otra se conecta con la totalidad de los versículos 8-10.
En vista de lo que Pablo ha dicho que está de acuerdo con lo -que es- verdadero por el
estandar, norma o autoridad del evangelio del Dios bendito.
Un uso legítimo de la ley es tanto una enseñanza sólida como requerida por la autoridad del
Evangelio mismo.

Observaciones finales:
En primer lugar, 1 Timoteo 1:9 no puede ser utilizado como una objeción a la utilización de
la ley como una regla de vida para el Creyente.
La razón es esta, porque la frase, "la ley no está hecha para una persona justa", no se refiere
a los creyentes en general.
En segundo lugar, el término, ley, se centra en los diez mandamientos.
Él claramente la cita sus violaciones en el mismo orden de de los mandamientos 5-9.
Observaciones finales:
Tercero, los diez mandamientos están autorizados tanto para creyentes y no creyentes en el
día de hoy.
Deben ser enseñados en la iglesia, porque ellos son la "doctrina sana" y “acorde al
Evangelio".
En cuarto lugar, no existe ningún conflicto entre el evangelio y la ley.
De hecho, la enseñanza de la ley es "doctrina sana" y “acorde al Evangelio".

Parte 3: La exposición de la Confesión de 1689 selectivamente


Sección 3: Capítulos claves sobre principios Bautista
La forma en la que la C. de 1689 encarna los principios bautistas se vuelve más
penetrantemente evidente en tres capítulos. La masa de los 14 párrafos nuevos en la C. de
1689 aparece en estos capítulos.

73
Sólo tres capítulos varían ampliamente. Esto demuestra su amplio acuerdo con los
reformistas. Pero tres varían, y esto demuestra su enérgica y constante insistencia sobre
principios bautistas. Los capítulos son:
I. Capítulo 7: Del pacto de Dios
II. Capítulo 26: De la Iglesia
III. Capítulo 29: Del Bautismo

I. CAPÍTULO 7: DEL PACTO DE DIOS


Introducción general:
Muchas cuestiones importantes están incorporadas y tratadas en el Capítulo 7.
Por ejemplo, existe la referencia significativa e importante a la libre oferta del evangelio en el
páragrafo 2.
Pero esta referencia se produce también en la Westminster y no se distingue del enfoque
Bautista acerca el pacto de Dios.
Para ver claramente el distintivo de los principios Bautistas consagrados en este capítulo,
hay varias cosas que deben ser examinados.

A. El bosquejo del capítulo


B. La comparación del capítulo
C. Los supuestos del capítulo
1. Respecto del pacto de obras
2. Respecto del pacto de gracia
A. Su propiedad terminológica
B. Su fundación eterna
C. Su revelación progresiva
D. Su provisión exclusiva
3. Respecto del Nuevo Pacto

A. EL ESBOZO DEL CAPÍTULO DEL PACTO DE DIOS:


I. Su necesidad general (par 1)
II. Su identidad específica (par 2)
A. Su descripción: "un pacto de gracia"
B. Sus dimensiones:
1. Universal: una oferta gratuita de gracia
2. Particular: una promesa de gracia soberana
III. Su historia significativa (par 3)
A. Su revelacion progresiva
B. Su fundación eterna
C. Su provisión exclusiva

I. Su necesidad general (par 1)


La distancia entre Dios y la criatura es tan grande que aun cuando las criaturas racionales le
deben obediencia como su Creador, éstas nunca podrían haber logrado la recompensa de la
vida a no ser por alguna condescendencia voluntaria por parte de Dios, que a él le ha placido
expresar en forma de pacto
Del pacto de Dios

74
Lucas 17:9, ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que
no.10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid:
Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.

II. Su identidad específica (par 2)


A. Su descripción
Además, habiéndose el hombre acarreado la maldición de la ley por su Caída, agradó al
Señor hacer un pacto de gracia,…
Del pacto de Dios
B. Sus dimensiones:
1. Universal: una oferta gratuita ... gracia, en el que gratuitamente ofrece
a los pecadores vida y salvación por Jesucristo, requiriéndoles la fe en él para que
puedan ser salvos,
2. Particular: Una promesa soberana … Y prometiendo dar su Espíritu
Santo a todos aquellos que son ordenados para vida eterna, a fin de darles disposición
y capacidad para creer.

III. Su historia significativa (par 3)


A. Su revelación progresiva
Este pacto se revela en el evangelio; en primer lugar, a Adán en la promesa de salvación a
través de la simiente de la mujer, y luego mediante pasos adicionales hasta completarse su
plena revelación en el Nuevo Testamento.
B. Su fundación eterna
y tiene su fundamento en aquella transacción federal y eterna que hubo entre el Padre y el
Hijo acerca de la redención de los escogidos.
C. Su provisión exclusiva
y es únicamente a través de la gracia de este pacto como todos los descendientes del Adán
caído que son salvados obtienen vida y bendita inmortalidad, siendo el hombre ahora
totalmente incapaz de ser aceptado por Dios bajo aquellas condiciones en las que estuvo
Adán en su estado de inocencia.

B. LA COMPARACIÓN DEL CAPÍTULO


A fin de ver cómo los principios Bautistas distintivos surgen en la C. de 1689, el contraste
entre las versiones Bautista y Presbiteriana de este capítulo deben de entenderse.
Un bosquejo comparativo de las confesiones de Londres y Westminster contribuye a
esclarecer este contraste.

75
Merece la pena mencionar varios temas que emergen de esta comparación:
1-La eliminación de toda referencia a la " El pacto de las obras"
Véase la discusión más adelante.
2-La eliminación del Carácter Testamental del pacto de gracia en el par 4 de la C. de
Westminster
Este par es redundante, especialmente a la luz de la C. de 1689, par 3.
3-La eliminación de la doble administración del pacto de gracia en el par 5-6 de la C. de
Westminster
Estos par(s) no tienen en cuenta adecuadamente la diversidad entre el antiguo y el
nuevo pacto.
4-La sustitución de par 3 de ls C. de 1689 en lugar de par(s) 4-6 de la C. de Westminster
Los bautistas prefieren ver el pacto de gracia como se revela en “pasos progresivos" como
doblemente administrado.

C. LOS SUPUESTOS DEL CAPÍTULO


1. Respecto al pacto de obras
2. Respecto del pacto de gracia
A. Su propiedad terminológica
B. Su fundación eterna
C. Su revelación progresiva
D. Su provision exclusiva
3. Respecto del NP

1. Respecto al Pacto de obras


La omisión del " Pacto de obras" en este capítulo ha causado que algunos nieguen su
compromiso con el "pacto de obras".
Varias consideraciones contradicen esta afirmación.
1-En ambos 19:6 y 20:1, los redactores de la C. de 1689 conservan la fraseología, "Pacto de
obras".
2-Son considerable las pruebas históricas de que los firmantes de la C. de 1689 aprobaron la
terminología de "El pacto de obras".
Hanserd Knollys, William Kiffen, y Benjamin Keach utilizaron el concepto y la terminología
de el Pacto de obras.
La omisión del "Pacto de obras" en este capítulo ha hecho que algunos digan que rechaza el
"pacto de obras".
76
3-Consideraciones editoriales, no preguntas doctrinales, condujeron a la desaparición de la
frase en 6:1, 7:2 y 19:1.
4-La mención de alcanzar "la recompensa de la vida" en el párrafo 1 asume la estructura de
"el Pacto de obras".
No existe, pues, ninguna razón para creer que los autores de la confesión sintieron cierta
ambivalencia acerca de la terminología teológica "Pacto de obras".

2. Respecto del pacto de gracia


A. Su propiedad terminológica
En mi tratamiento en Una exposición moderna... Justifico la terminología de un "pacto de
gracia" como un concepto teológico que encarnan la unidad orgánica y temática de los pactos
divinos revelados en las Escrituras.
En los últimos años, el movimiento conocido como El federalismo de 1689 ha afirmado que el
pacto de la gracia esta en el NP (Nuevo Pacto).
Es evidente desde la C. de 1689 que el pacto de gracia se revela plenamente en el NP.
No está claro para mí que la C. de1689 se equipara al NP y al pacto de gracia.
La dificultad esta en que el pacto de gracia es ampliamente considerado como un pacto que
ha estado en vigor desde el principio del mundo, sobre-abarcador de toda la historia.
La C. de 1689 es clara que es sólo por la gracia del pacto de gracia que alguien jamás ha sido
guardado.
El federalismo de 1689 sostiene que, si bien este pacto sólo se hizo o se inauguró en el NP,
su gracia estaba retroactivamente disponible y aplicada desde el principio del mundo.
Ambas posturas parecen responder a las declaraciones de la C. de 1689, pero no estoy
seguro de que va a ser adoptado.

B. Su fundación eterna
El pacto de la gracia esta fundado según el fundamento de la C. de 1689
"En esa transacción del pacto eterno entre el Padre y el hijo acerca de la redención de los
elegidos"
Esto es a menudo llamado "el pacto de la redención".
Por lo tanto, la C. de 1689 se compromete a esta vision.
Creo que pasajes como Efesios 1:4-5; 2 Tim 1:9; y especialmente Tit 1:2 apoyan un pacto
eterno de redención.
Tit 1:2 dice literalmente que la vida eterna prometida antes de "antes de tiempos eternos".
Esto sugiere la pregunta, Prometido por quién, para quién?
La única respuesta concebible es que fue prometida por Dios el Padre, Dios el Hijo.
Tal promesa intra-trinitaria sin duda tiene la fuerza de un pacto.

C. Su revelación progresiva
Par 3 de la C. de 1689 es una declaración admirable.
El énfasis de la Confesión de Westminster se encuentra en la unidad de "el pacto de la
gracia".
Sólo sus ordenanzas externas o los sacramentos son cambiados bajo el evangelio.
La C. de 1689 no limita artificialmente el desarrollo del pacto de gracia a simples cambios en
su administración externa o sacramentos.
Además, no limita su discusión de la revelación del "pacto de gracia" a una (angosto) doble
presentación de los pactos Antiguo y Nuevo, administraciones de "el pacto de la gracia".
77
2. Respecto del pacto de gracia
En lugar, se introduce la idea de una revelación progresiva comenzando con "Adán" pasando
por "más pasos" hasta "el descubrimiento completo" del "pacto de gracia" en el Nuevo
Testamento.
La presentación de la Confesión de Fe de Westminster tiende a minimizar la diversidad de las
relaciones del pacto de Dios y pierde los avances en las características de la comunidad de
alianza.
La presentación de la confesión Bautista con su uso de la idea de una revelación progresiva
proporciona un equilibrio entre la unidad y la diversidad, y una perspectiva más amplia de
relaciones de pacto de Dios.

D. Su provisión exclusiva
La C. de 1689 concluye en el par 3 con una afirmacion que se asemeja a otras afirmaciones
similares en la C. de 1689 (11:6; 20:1-4).
“y es únicamente a través de la gracia de este pacto como todos los descendientes del Adán
caído que son salvados obtienen vida y bendita inmortalidad, siendo el hombre ahora
totalmente incapaz de ser aceptado por Dios bajo aquellas condiciones en las que estuvo
Adán en su estado de inocencia”.
Sólo por la gracia de este evangelio de Cristo, tiene algun hombre el haber sido guardado
desde el principio del mundo.

3. Respecto del NP
Introducción:
El capítulo 7 de la C. de Westminster concluye con estas palabras:
"No hay por lo tanto dos pactos de gracia diferentes en sustancia, sino uno y, el mismo bajo
diversas dispensaciones."
Los bautistas habrían estado de acuerdo con estas palabras.
Pero también podrían haber pensado que se infravaloró el contraste entre el Antiguo y el NP
con referencia a lo que hace esta afirmación.
Son el antiguo y NP uno y el mismo?
Esta cuestión no es meramente teológica.
En realidad es una cuestión muy importante y práctica.
Afecta, en realidad, fundamentalmente toda la vision de la naturaleza y la identidad de la
iglesia.
Es muy útil que, por lo tanto, exista un paso crucial a lo que podemos hacer para dar
respuesta a esta pregunta.
Eso es Jeremías 31:31-34.

Voy a abrir este decisivo paso con respecto a este tema bajo tres epígrafes:
I. El enfasis de la diferencia del Nuevo Pacto
II. La superioridad precisa del Nuevo Pacto
III. El cumplimiento último del Nuevo Pacto

I. El énfasis de la diferencia del NP


Los tratamientos estandard de los pactos de los teólogos reformado Paedo-bautista (A.
Hodge y Louis Berkhof) establecen todo el enfasis sobre la unidad y la continuidad de los
pactos divinos.
Ellos enfatizan la unidad o similitud del AP (Antiguo Pacto) Y el NP.

78
Ellos son "idénticos", se nos dice, y el bautismo es simplemente "sustituido" por la
circuncisión.
Las diferencias entre estos dos pactos se minimizan hacia al punto de fuga.
En sorprendente contraste Jeremías 31 enfatiza el contraste, la diferencia, la dis-continuidad
de los dos Pactos.
Jeremías 31:31 habla de un "nuevo pacto" que según el v 32 "no es igual" el antiguo pacto o
mosaico.
En Hebreos 8:7-8 este énfasis se renueva.
Aprendemos aquí que el AP no era impecable.
El NP, en contraste, es intachable y, por lo tanto, bastante diferente de la AP.
Esta clara dimensión de Jeremías 31 suscita profundas sospechas de que muchos de los
tratamientos reformados estándar paedo-bautista de los pactos son culpables de un
desequilibrio.
Existe una tensión extrema en la unidad del pacto de gracia a expensas del establecido
contraste aquí entre el Antiguo y el NP.
Esto prepara el camino para nuestro segundo punto...

II. La superioridad precisa del NP


El resumen de Jeremías 31 del NP no, afortunadamente, bloquea con una afirmación de
carácter general lo que es diferente.
Nos dice concretamente cómo el NP es mejor o superior en comparación con el antiguo.
Pero aquí nos enfrentamos a una dificultad!
De primera no "parece" ser nada realmente nuevo en el NP.
Cada una de sus tres bendiciones distintivas, en la que el Pacto consiste en vv. 33 y 34, eran
poseídos por los santos del Antiguo Testamento.
1ra Bendición--La ley fue escrita en el corazón en el NP de acuerdo al versículo 33.
Pero esto fue hecho en el corazón de algunos en el AP.
Salmo 37:31 La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.
Isaías 51:7 Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley.
2da Bendicion– El conocimiento guardado de Jehová se da en el NP, pero esto era la
posesión también de algunos en el AP.
Jue 2:10 … Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová...
1 Sam 2:12 Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.
1 Sam 3:7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová
Salm 9:10 En ti confiarán los que conocen tu nombre…
El perdón de los pecados es dado a aquellos que son miembros del NP según el v 34, pero
esto también fue concedido a muchas personas en el Antiguo Testamento.
Salmo 25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados.
Salmo 32:1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su
pecado.
Salmo 130:4 Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.
Porque de tales textos muchos intérpretes han llegado a la conclusión de que realmente no
hay nada nuevo sobre el NP.
Allí ahi sólo una diferencia cuantitativa entre los dos pactos y no una diferencia cualitativa.
¿Entiende la diferencia entre la evaluación cuantitativa y cualitativa?
Una diferencia cuantitativa es la diferencia entre una manzana pequeña y una gran
manzana.
Una diferencia cualitativa es la diferencia entre una manzana y una naranja.
Tomemos, por ejemplo, Mateo Poole.
79
En medio de excelentes comentarios sobre Jer 31:31f, comenta, "Ni se llama NP porque fuera
como la sustancia nueva, sino como fue hecho con Abraham, Gen 17:7, y con los
judíos, Deut. 26:17, 18)".
Al comentar sobre "Todos ellos deberán conocer de mí“, añade: "Es sólo una expresión que
significa el aumento de conocimientos, y el temor del Señor, que debería ser después del
derrame del Espíritu." Calvino tiene observaciones similares.
Para estos intérpretes, el NP es más de lo mismo y no diferente del AP.
El problema con este tipo de interpretaciones es muy claro.
Terminan diciendo que el NP es como el AP, mientras que el texto dice que el NP no es
como el AP (Jer. 31:32).
Tales interpretaciones dicen que el NP es el mismo, mientras que la Biblia dice que es Nuevo
y diferente.
La Biblia contrasta los dos pactos diciendo que uno es Impecable, mientras que el otro,
estaba Defectuoso.
Esas interpretaciones de ninguna manera significativa contrastan los dos Pactos.

La clave de la novedad del NP se encuentra en una frase a menudo pasada por alto por
incluso buenos intérpretes.
Es la frase, "porque todos me conocerán", en el versículo 34.
Esta frase contiene el mayor empuje de v. 34.
¿Cuál es el punto de este énfasis del v. 34?
Resulta evidente esto.
Aunque seguramente algunos conocían al Señor entre el pueblo de Dios del AP, muchos no lo
hicieron.

Aunque seguramente algunos conocían al Señor entre el pueblo de Dios del AP, muchos no lo
hicieron.
Testimonio de los hijos de Eli --que eran sacerdotes--, pero que no conocían al Señor (1
Samuel 2:12).
Samuel incluso cuando era muy joven, todavía no conocía al Señor (1 Samuel 3:7)!
El pacto fue hecho con la semilla física de Abraham, la nación física de Israel.
A la temprana edad de ocho días los bebés fueron circuncidados en la membresía oficial de
esa nación literal.

Debido a esto, muchos con quien Dios realmente estaba en pacto no conocían
espiritualmente o salvadora-mente al Señor.
Hubo tantos Joshuas e hijos de Eli en Israel.
Tanto antes como después de que Samuel escuchara la voz del Señor en el lugar santo, y
llegara a conocer al Señor, él llevaba el signo de pertenencia al AP en su cuerpo.
Estuvieron tanto David y Joab, tanto Jonathan y Abner que obtuvieron la circuncision
legalmente y correctamente y vinieron a ser miembros de Israel, nación del pacto de Dios.

En el mismo día y en el mismo momento en el que Dios entró en pacto con Israel en el monte
Sinaí, dijo concretamente que la mayoría de ellos no le conocían en sus corazones.
Deut. 5:28-29 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo
Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está
todo lo que han dicho. 29 !!Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y
guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese
bien para siempre!
80
El punto del v. 34 es que en el NP esta situación habría dejado de procurarse y ya no sería el
caso.
Más bien, hablando de su pueblo del NP, su nuevo Israel, dice Jehová, todos ellos me
conoceran".
Que este es el caso, que esta es la nueva cosa acerca del NP, es confirmada por lo que es
afirmado en este pasaje sobre el carácter indisoluble del NP.

En el AP la ley de Dios fue escrita en piedra.


El NP no es como el AP, precisamente porque el AP puede ser incluso quebrado aunque el
Señor se había verdaderamente y en realidad convertido por el pacto en el marido de Israel
(V32).
En el NP, sin embargo, la ley está escrita en el corazón para garantizar que ningún miembro
del pueblo de Dios del NP nunca rompa el NP.
Que los hombres conoceran al Señor, la ley de Dios que ha escrito en sus corazones, y tienen
sus pecados perdonados para reclamar una parte del NP que esta escrito en el NT (Nuevo
Testamento).

Mateo 3:5-11 dice que el arrepentimiento era necesario para el bautismo.


En contraste, el arrepentimiento no fue requerido para la circuncisión.
Juan 1:11-13 nos enseña que en el AP puede pertenecer a Dios (ser "suyo propio") y no ser
nacido de nuevo.
Pero luego dice que los hijos de Dios del NP requieren el nuevo nacimiento.
Filipenses 3:3 nos enseña que en el NP la verdadera circuncisión se hace en aquellos que
han experimentado una renovación espiritual.
La circuncisión física le hace un miembro del antiguo Israel.
Sólo la circuncisión espiritual te hace un miembro del nuevo Israel.

Existe una clara diferencia entre adopción del AP y adopción del NP.
Rom 8:14-16 cuando se compara con Romanos 9:3-5 presenta un ejemplo sorprendente de la
diferencia entre ser un hijo de Dios en el sentido del AP y ser hijo de Dios en el sentido del
NP.
En Rom 8:14-16 para ser un hijo adoptivo de Dios significaba ser guiados por el Espíritu de
Dios.
Pero Rom 9:3-5 enseña que muchos fueron adoptados en el sentido del AP que no sabían
nada del Espíritu de Dios.

La lección que debe ser aprendida de todos estos pasajes es que la obra del Espíritu en la
regeneración o dar el nuevo nacimiento es una característica universal del NP.
Que es decir, cada miembro del NP es y debe ser nacido de nuevo, mientras que en
el AP muchos eran miembros legales del pacto, personas que no habían nacido de nuevo.
Al poner esto de una manera distinta, en el AP las personas eran una nación física, mientras
que en el NP la nación es una nación espiritual.
Como Jesús dijo a los judíos en Mat 21:43: Por tanto os digo, que el reino de Dios será
quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

Aquí, entonces, Jeremías 31 implica directamente la obra universal del Espíritu en el NP.
El pueblo de Dios del NP tiene por su característica singular y distintiva de que todos ellos
son nacidos de nuevo del Espíritu de Dios.
81
En contraste con el pueblo de Dios del AP, todos poseen el Espíritu en su gracia de
regeneración y de habitar en ellos.

III. El cumplimiento último del NP


Uno de los problemas más cruciales con referencia a la Iglesia es este, donde debemos a ir
para nuestro modelo o imagen de la iglesia?
Está muy claro en la literatura paedobautista que se encuentran en el Israel del Antiguo
Testamento su modelo para la iglesia.
¿Qué debe ser la iglesia como, especialmente, en su práctica del bautismo?
Los paedobautistas responden: "La Iglesia debe ser muy parecida al Israel del Antiguo
Testamento, y el bautismo debe ser muy similar a la circuncisión en Israel".

Quiero afirmar algunos distintivos diferentes.


La constitución de la iglesia, el NP, nos señala un modelo muy distinto para la iglesia.
Ella nos señala en una dirección opuesta a la de encontrar este modelo.
El NP tiene un plan diferente para la iglesia que la utilizada por los paedobautistas.
El modelo para la iglesia es perfeccionado, el pueblo escatológico de Dios en la tierra
redimida.
Debemos mirar hacia adelante y no hacia atrás para nuestro modelo para la iglesia.

Pero para comprender esto correctamente, debemos hacer algunas distinciones cuidadosas.
Es evidente que el Nuevo Pacto es jurídicamente inaugurado en la edad actual de la iglesia.
Que el Nuevo Pacto tiene un cumplimiento en la iglesia actual se muestra por cada uno de
los siete apariciones de Nuevo Pacto en el Nuevo Testamento (Lucas 22:20; 1 Cor. 11:25; 2
Cor. 3:6; Hebreos 8:3). 8:8, 13; 9:15; 12:24).

Pero también está claro que el Nuevo Pacto sólo viene a su expresión consumada en el estado
eterno.
La profecía de Jeremías 31 que todos un día conoceran al Señor no es un hecho aislado de la
predicción.
Hay predicciones paralelas del conocimiento universal de la salvación de Jehová.
Cf. Isa. 11:9; 52:1; 54:13; 60:21.
¿Cuál es la perspectiva establecida antes de nosotros en estos pasajes?

Es que un día vendrá en el estado eterno, los nuevos cielos y la nueva tierra, después de la
segunda venida de Cristo cuando la tierra será redimida, la iglesia perfeccionada, y los
impíos completamente eliminados del mundo.
Entonces, de hecho y en verdad, será una iglesia perfecta y un mundo perfecto.
Entonces, de hecho y en verdad, "todos conocerán" a Jehová "desde el menor de ellos hasta el
más grande de ellos" (Apo. 21:8, 27).

Ese día no viene con el comienzo del nuevo pacto, sino con su consumación.
Sin embargo la perspectiva ultima mantenida antes por nosotros en Jeremías 31 es en ese
día glorioso, no obstante el nuevo Pacto ha sido ya iniciado e inaugurado por Cristo.
Estas predicciones se están cumpliendo de una manera preliminar en la edad actual y la
iglesia actual.
Esto es normal en todas las pruebas que muestran el cumplimiento presente del Nuevo Pacto
en la iglesia.
82
También es normal en otro pasaje en el Nuevo Testamento, que cita la profecía de Jeremías
31:34.
En Juan 6:45, Jesús menciona respecto a esta profecía ya cumplida durante su vida y
ministerio.
La referencia al comienzo del verso es el plural de "profetas".
La razón de esto es que Jesús es la combinación de dos profecías del Antiguo Testamento en
las palabras que él cita.

Estos dos pasajes son Isa 54:13 (que predice "todos tus hijos serán enseñados por el Señor")
y Jeremías 31:34 (que predice, "todos ellos conoceran de mí").
Por lo tanto, Jesús asume que actualmente existe un cumplimiento de este pasaje, así como
en un futuro.
El Nuevo Pacto se inauguró en esta edad y se consumará en el venidero.

¿Cómo todo esto es relevante para la iglesia?


No debemos derivar nuestro modelo de la iglesia, no a partir de la multitud mixta del Israel
del AT (Antiguo Testamento), sino de la multitud perfeccionada de la Nueva Jerusalén.
Esa es la imagen de la iglesia que vamos a intentar reproducir en nuestras iglesias, la norma
de la iglesia, lo que la iglesia debe ser.
"Todos conocerán de mí" es la bandera sobre la Nueva Jerusalén.
Es la señal de la entrada de cada iglesia local.
Sólo aquellos que profesan creíblemente conocer de él, deben ser bautizados en el bautismo y
ser unidos a la iglesia.

Las aplicaciones finales del NP


(1) Aprendemos la importancia fundamental de una membresía regenerada en la iglesia.
Una regeneración de la membresía en la iglesia es un distintivo de los bautistas.
Pero quizá no hayamos sentido su peso.
Ella es la demanda fundamental del NP en si mismo.
La Constitución misma de la iglesia exige que todos sus miembros serán aquellos que
conocen al Señor, que tienen sus pecados perdonados, y que tienen la ley de Dios escrita en
su corazones.
La blasfemia de fácil-creencia es lo que contradice directamente al requisito de este nuevo
Pacto.
La pregunta se plantea a menudo en relación con la Reforma, ¿Donde debe comenzar la labor
de la reforma?
¿Es para levantar una pluralidad de ancianos?
¿Es para aprobar la confesión Bautista de 1689?
Desde luego, estas son cosas buenas.
Pero La primera cosa (que se establece como prioridad por el nuevo pacto de la constitución
de la iglesia en sí) es la purificación de la iglesia y de la recuperación de una regeneracion de
la membresía en la iglesia.

(2) Aprendemos la necesidad bíblica del bautismo del creyente.


Si el NP está compuesto sólo de aquellos que conocen al Señor, entonces esto lleva
directamente e inevitablemente a la doctrina y la práctica del bautismo del creyente.
No debemos subestimar las diferencias entre la circuncisión y el bautismo.

83
No obstante, existe una clara similitud entre ellos.
Ambos son signos del Pacto que inician a sus destinatarios dentro de la comunidad del
pacto.
Esto requiere que la naturaleza de la comunidad del pacto deba definir quiénes deben ser los
destinatarios.
En el caso del AP la circuncisión fue dada a cada niño masculino porque la comunidad del
pacto era una nación física.
En el caso del NP el bautismo debe ser dada sólo a los creyentes porque la comunidad del
pacto es una nación espiritual.

(3) Aprendemos el defecto fatal en los argumentos para el paedobautismo.


El problema para los bautistas en refutar el paedobautismo es que no hay uno, sino muchos
tipos diferentes paedobautismo.
Cortar una cabeza de la hidra y luego se enfrenta a otra.
A mí me parece, sin embargo, que al hacer hincapié en que Jeremías 31 enseña la
singularidad o discontinuidad del Antiguo y del Nuevo Testamento, hace que tengamos un
arma poderosa contra las diversas formas de paedobautismo.

Usted tienen que el Paedobautismo admite que los niños que se bautizan no se regeneran.
Esta vision arguye que los niños deben ser bautizados porque en un sentido de giro hacia
afuera, ellos son parte del NP.
Ellos creen que así como en el AP Joab y los hijos de Eli estaban en Pacto con Dios, también
lo son sus hijos.
El problema es que se han olvidado de que el NP no es como el AP y está compuesto sólo de
aquellos que conocen al Señor y tienen sus pecados perdonados.
Las aplicaciones finales del NP

También tienen que el paedobautismo afirma que los niños de los creyentes deben ser
bautizados porque son presuntivamente regenerados.
En cierto modo, esta visión es más coherente con la naturaleza del Nuevo Pacto.
Todavía se olvida la enseñanza de Jeremías 31.
Ignorar el énfasis de este pasaje del Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto es anular lo diferente.
Las aplicaciones finales del NP

Aquellos en el AP fueron circuncidados no porque se supusiera regeneracion.


Aunque la circuncisión, la nación del AP fue considerada básicamente como no regenerada
por Jeremías 31.
La circuncisión nunca presume de la regeneración en el AP.
Ella sólo presume que unicamente era una parte de la nación física de Israel.
La regeneración presuntamente también olvida la notable diferencia entre
el AP y NP enseñada en Jer 31.

(4) Aprendemos el verdadero significado del hecho de que el Nuevo Pacto viene a consumar
su expresión en la iglesia perfeccionada del estado eterno.
Los Paedobautistas sienten la fuerza de estos argumentos.
Su respuesta se sintetiza en eso de Richard Pratt.
Como comprendo su argumento, esto equivale a decir que el Nuevo Pacto es básicamente el
futuro.
Para los propósitos de la iglesia y sus miembros, todavía no está en vigor.
84
Por lo tanto, Pratt considera erróneo prácticar la membresía regenerada en la iglesia, ya que
se espera el estado eterno.
Las aplicaciones finales del NP

Muchos respuestas podrían ser realizadas y deberían hacerse a Pratt.


En primer lugar, la vision de Pratt ilustra todos los errores que se reúnen en el corazon del
círculo.
Sustancialmente, él está de acuerdo con los dispensacionalistas que enseñan que el Nuevo
Pacto es todavía futuro.
Las aplicaciones finales del NP

En segundo lugar, ciertamente hay que admitir que hay una expresión futura y
perfeccionada del NP.
Pero el énfasis del NT es que el NP esta legalmente en vigor.
La Iglesia existe como el nuevo Israel, y sólo puede existir, porque el NP esta legalmente en
vigor como el marco o la constitución de la iglesia.
Por lo tanto, las reglas del NP deben aplicarse.
Una de esas normas es que el NP está compuesto sólo de aquellos que conocen al Señor y,
por tanto, sólo aquellos que conocen al Señor pueden ser bautizados.
De nuevo, el verdadero significado de la expression del futuro del NP es muy diferente de lo
que Pratt dice.
Ello es que debemos tener nuestro modelo para la Iglesia, no a partir de la multitud mixta del
antiguo Israel, sino de la iglesia perfeccionada del estado eterno.

(5) Aprendemos las bendiciones gloriosas de la membresía en la verdadera iglesia de Cristo.


La membresia auténtica y legítima en una iglesia verdadera es un signo y sello de la
bienaventurada eternidad!
Es un anticipo de la fiesta de bodas del Cordero.
En vuestra iglesia se anticipa la comunión del cielo.
¿Podemos pensar en esto sin sentir una sensación de restricción a andar como es digno en
nuestras iglesias, de tal privilegio?
Debemos ejemplificar el amor y la santidad de la Nueva Jerusalén en nuestras iglesias
locales.

Parte 3: La Exposición De La Confesión 1689 Selectivamente


Sección 3: Capítulos Clave Sobre Principios Bautista
II. Capítulo 26: de la Iglesia
• Introducción General:
• Dos tareas se deben realizar en la medida en que miramos como el Capítulo 26 ejemplifica
los principios Bautistas de la confesión.
• Debemos tener en cuenta:
• A. Su Estructura Distintiva
• B. Sus Principios Distintivos

A. SU ESTRUCTURA DISTINTIVA
 Prefacio:
85
 Los bautistas no fueron los únicos que difirieron de la
Westminster sobre la iglesia.
 Muchos de los párrafos de este capítulo se derivan de una plataforma del Sistema de
gobierno de la iglesia, publicada con la Declaración de fe de Savoy por los Puritanos
Congregacionalista en 1658.
 Sus distintivos puntos de vistas son defendidas por congregacionalistas, tales como
Thomas Goodwin, John Owen, John Cotton, Jonathan Edwards.
 Sólo la idea de colocarlos en la confesión es exclusivo para los bautistas.

 Este capítulo está dividido en dos secciones.


 Par 1-4 trata con la Iglesia universal.
 Par 5-15 trata con la iglesia local.
 Esta división se observa en sus respectivas prioridades y sus respectivos orígenes.
 Par 1-4 provienen de la revisión de Savoy de la Westminster y lidiar con la Iglesia
universal.
 Par 5-15 proceden principalmente de la plataforma del Sistema de gobierno de la
iglesia local publicado como un apéndice.

• I. La Iglesia Universal, párr. 1-4


• A. Su identidad, párr. 1, 2
• 1. Como Invisible, párr.1
• 2. Como Visible, el párr. 2
• B. su perpetuidad, par. 3
• 1. Su aparente Improbabilidad
• 2. Su certeza real
• C. Su autoridad, párr.4
• 1. La verdadera Cabeza, el Cristo.
• 2. La falsa cabeza, el Anticristo

• A. Su identidad, párr. 1, 2
• 1. Como Invisible, párr.1

86
• La iglesia católica o universal, que (con respecto a los trabajos internos del Espíritu y de la
verdad de la gracia) puede llamarse invisible, se compone del número completo de los
elegidos, que han sido, son o serán reunidos en uno, bajo Cristo, la cabeza de ella; y es la
esposa, el cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
• 2. Como Visible, el párr. 2
• Todas las personas en todo el mundo, que profesan la fe del evangelio y obediencia a Dios
por Cristo conforme á ella, no destruyendo su propia profesión mediante errores dándole la
vuelta al fundamento, o impiedad de conversación, son y pueden ser llamados santos
visibles; y de tal debe toda congregación particular ser constituida.

• B. su perpetuidad, par. 3
• Las iglesias más puras bajo el cielo están sujetas a la mezcla y el error; y algunos lo han
degenerado como para convertirse en no iglesias de Cristo, sino sinagogas de Satanás; sin
embargo Cristo siempre ha tenido y siempre tendrá un reino en este mundo, al final del
mismo, de los que creemos en él, y hacemos profesión de su nombre.

• C. Su autoridad, párr.4
• 1. La verdadera Cabeza, el Cristo.
• El Señor Jesucristo es Cabeza de la iglesia, en los cuales, por el nombramiento del padre,
todo el poder para el llamado, institución, orden o gobierno de la iglesia, está invertido en un
modo supremo y soberano;
• 2. La falsa cabeza, el Anticristo
• Tampoco puede el Papa de Roma en ningún sentido ser cabeza
de ella, sino que es el anticristo, el hombre de pecado, el hijo de
perdición, y que se engrandece a sí mismo en la iglesia contra
Cristo, y todo lo que se llama Dios; a quien el Señor destruirá con el resplandor de su venida.

•II. La Iglesia Local


• A. Su Mandato Originario (Par 5)
• B. Su Membresía Definida (Par 6)
• C. Su Poder Autoritativo (Par 7)
• D. Su Gobierno Señalado Par (8-13)
• E. Sus Relaciones Fraternales: La Comunión
De Las Iglesias Locales, Par (14, 15).

• II. La Iglesia Local


• A. Su mandato originario (par 5)
• En la ejecución de este poder con el cual él es tan encomendado,
el Señor Jesús llama fuera del mundo para sí mismo, a través del ministerio de su palabra,
por su Espíritu, los que le son dados por su Padre, para que anden delante de él en todos los
caminos de la obediencia, que se les prescriben en su palabra. Aquellos llamados de este
modo, ha mandado a caminar juntos en sociedades particulares o iglesias, para su
edificación mutua, y el debido cumplimiento de ese culto público, que exige a los seres en el
mundo.

• B. Su Membresía Definida (Par 6)


• Los miembros de estas iglesias son santos por vocación, manifestando y evidenciando
visiblemente

87
(en y por su profesión y caminar) su obediencia para aquel llamado de Cristo; y consentir
gustosamente el caminar juntos, según la designación de Cristo, renunciando a sí mismos
para el Señor, y del uno a otro, por la voluntad de Dios, en la sujeción profesada
a las ordenanzas del Evangelio.

• C. Su Poder Autoritativo (Par 7)


• Para cada una de estas iglesias así reunidas, conforme a su mente declarada en su
palabra, él ha dado todo el poder y autoridad, que es de alguna manera necesario para su
ejecución en ese orden en el culto y la disciplina que él ha instituido para que ellos las
cumplan; con mandatos y reglas para la debida y correcta ejecución de ese poder.

• D. Su Gobierno Designado Par (8-13)


• 1. Su Identidad (Par 8)
• 2.- Su Nombramiento (Par 9)
• 3. Su Piedra Angular (Par 10-11)
• 4. Su Extensión De Su Gobierno (Par 13)

• 1. Su Identidad (par 8)
• Una Iglesia particular, reunida y completamente organizada según la mente de Cristo,
está integrada por oficiales y miembros; los funcionarios nombrados por Cristo al ser elegidos
y apartados por la iglesia (los llamados y reunidos), por la peculiar administración de las
ordenanzas, y ejecución de facultad o deber, que él les encomienda, o a la que les llama, para
que sea continuada hasta el fin del mundo, estos son los obispos o ancianos, y diáconos.

• 2.- Su nombramiento (par 9)


• La forma designada por Cristo para llamar a cualquier persona, equipada y dotada por
el Espíritu Santo, al oficio de obispo o anciano en una iglesia, es que él sea elegido para ello
por el sufragio común de la propia iglesia; y solemnemente apartada por el ayuno y la
oración, con la imposición de manos de los Ancianos de la iglesia, si hubiese alguno antes
constituido; y la de un diácono, que sea elegido por el mismo sufragio y apartado por la
oración, y la misma imposición de manos.

• 3.La Piedra Angular de su Gobierno: El Ministerio de la


Palabra (par 10-11)
• La obra de los pastores siendo constantemente para asistir al servicio de Cristo en sus
iglesias, en el ministerio de la palabra y la oración, con el cuidado de sus almas, como
quienes han de dar cuenta a Él; incumbe a las iglesias a quienes ellos ministran, no sólo
darles el debido respeto, sino también de comunicarles todas sus cosas buenas de acuerdo a
su capacidad...

•  así como pueden tener una cómoda alimentación, sin verse enredados en asuntos
seculares; y también pueden ser capaces de ejercer la hospitalidad hacia los demás; y esto es
requerido por la ley de la naturaleza, y por orden expreso de nuestro Señor Jesucristo, quien
ha ordenado que los que predican el Evangelio, deben vivir del Evangelio.

• 4. Su extensión (par 13)


• 12 Como todos los creyentes están obligados a unirse a Iglesias particulares, donde
y cuando tienen oportunidad de hacerlo; así que todos los que son admitidos á los privilegios

88
de una iglesia también están sujetos a la censura y el gobierno mismo, conforme a la norma
de Cristo.
• 13 Ningún miembro de la Iglesia, sobre cualquier ofensa causada por ellos,
habiendo realizado su deber requerido para con ellos hacia la persona con la cual están
ofendidos, debería perturbar el orden de la iglesia, o la administración de las ordenanzas, a
cuentas de dicha ofensa a cualquiera de sus miembros, sino que debe esperar en Cristo, en
el posterior proceder de la Iglesia.

• E. Sus Relaciones Fraternales: La Comunión De Las Iglesias Locales, Par


(14, 15).
• 14 Como cada iglesia, y todos los miembros de ella, están obligados a orar
continuamente por el bien y la prosperidad de todas las iglesias de Cristo en todos los
lugares, y en todas las ocasiones para seguir cada uno dentro de los límites de sus lugares y
vocaciones, en el ejercicio de sus dones y gracias, para que las iglesias, cuando sean
plantadas por la providencia de
Dios, a fin de que puedan gozar de oportunidades y ventajas para ella, deben mantener la
comunión entre ellas, para su tranquilidad, el aumento del amor, y la mutua edificación.
• 15 En caso de dificultades o diferencias, ya sea en el punto de la doctrina o de la
administración, en la cual las iglesias en general están preocupadas, o cualquier otra iglesia,
en su paz, unión y edificación; o cualquier miembro
o miembros de cualquier iglesia son heridos, en o por cualquier procedimiento de censura no
gusta a la verdad y el orden: es según la mente de Cristo, que muchas iglesias que celebran
la comunión, hacen, por sus mensajeros, reunirse para examinar y dar su asesoramiento en
o sobre este asunto en la diferencia, que se comunicó a todas las iglesias; empero estos
mensajeros reunidos, no son investidos con ningun poder eclesiastico propiamente dicho; o
con la jurisdicción sobre las iglesias mismas, para ejercer cualquier tipo de censura, ya sea a
través de iglesias o personas; o para imponer su voluntad sobre las iglesias u oficiales.

B. SUS PRINCIPIOS DISTINTIVOS


• Introducción:
• Existen 5 principios eclesiológicos Bautista distintivamente afirmados en el capítulo
26.
• 1. Su Importancia Doctrinal
• 2. Su Regenerada Membresía
• 3. Su Autoridad Independiente.
• 4. Su Sufragio Común
• 5. Sus Relaciones Asociativas

1. Su Importancia Doctrinal
• La importancia doctrinal de la iglesia local para los bautistas particulares se indica
mediante la colocación de los par(s) 5-15 en el cuerpo de la misma confesión.
• Esta es la culminación de un proceso iniciado en la declaración de Savoy, que anexa
30 párrafos sobre el Sistema de gobierno de la iglesia local a la Declaración de Savoy.
• Los bautistas tomaron una selección de estos par(s) y editarlos) los colocaron en el
capítulo sobre la iglesia en la Confesión misma.

• Tanto en la Westminster como en la Savoy este capítulo trataba sólo con la Iglesia
universal.

89
• Nada podría hablar más elocuentemente del compromise de la 1689 con la
importancia doctrinal o confesional del Sistema de gobierno local de la iglesia.
• La reflexión sobre el compromiso del puritanismo al principio regulativo de la iglesia
como casa de Dios hace que tal medida parezca natural y necesario.
• Fue sólo los bautistas particulares o reformados quienes realmente tomarón este paso.

2. Su Membresía Regenerada
• En dos lugares la 1689 deja claro el distintivo Bautista de su membresía regenerada
en la iglesia.
• El tratamiento anterior de la Constitución del Nuevo Pacto de la Iglesia como se
declara en Jeremías 31 suficientemente reivindica la base bíblica para esta doctrina.
• Aquí simplemente quiero mostrar su base confesional.
• Tres declaraciones dejan en claro la doctrina de una membresía regenerada en la
iglesia.

• La primera es el Párrafo 2:
• Todas las personas en todo el mundo, que profesan la fe del evangelio y obediencia a
Dios por Cristo conforme á ella, no destruyendo su propia profesión mediante errores
torciendo el fundamento, o impiedad de conversación, son y pueden ser llamados santos
visibles; y de tales deben todas las congregaciones particulares constituirse.

• La segunda se encuentra en el párrafo 5:


• En el ejercicio de este poder que le ha sido confiado, el Señor Jesús, a través del
ministerio de su Palabra y por su Espíritu, llama a sí mismo del mundo a aquellos que le han
sido dados por su Padre para que anden delante de él en todos los caminos de la obediencia
que él les prescribe en su Palabra. A los así llamados, les ordena andar juntos en
congregaciones concretas, o iglesias, para su edificación mutua y la debida observancia del
culto público, que él requiere de ellos en el mundo.

• La tercera se encuentra en el párrafo 6:


• Los miembros de estas iglesias son santos por su llamamiento, y en una forma visible
manifiestan y evidencian (por su profesión de fe y su conducta) su obediencia al llamamiento
de Cristo;1 y voluntariamente acuerdan andar juntos, conforme al designio de Cristo,
dándose a sí mismos al Señor y mutuamente, por la voluntad de Dios, profesando sujeción a
los preceptos del evangelio.

• Un paralelo a cada una de estas afirmaciones de la membresía regenerada puede ser


encontrada en la Savoy.
• El Pár 2 tiene un paralelo en 26:2 de la Declaración de Savoy.
• El Pár 5 tiene un paralelo en el pár 2-3 de la Plataforma de Savoy.
• El Pár 6 tiene un paralelo en el pár 8 de la Plataforma de Saboy.
• Los Puritanos Congregacionalistas (en contraste con los presbiterianos) regeneran la
membresía de iglesia.
• Curiosamente, en el Cap 29:4 de la Declaración de Savoy continuaron afirmando el
bautismo infantil; mientras que los Bautistas desechan esta incoherencia.

3. Su Autoridad Independiente.
• Uno de los distintivos del Sistema de gobierno Bautista fue la independencia de la iglesia
local, que se celebró con Congregacionalistas en contra de los Presbiterianos.
90
• Se dice muy acertadamente en el pár 7:
• A cada una de estas iglesias así reunidas, el Señor, conforme a su voluntad declarada en su
Palabra, ha dado todo el poder y autoridad en cualquier sentido necesario para realizar el
orden en la adoración y en la disciplina que él ha instituido para que lo guarden; juntamente
con mandatos y reglas para el ejercicio propio y correcto y la ejecución del mencionado poder

• También es directamente afirmada en el pár 15:


•  es conforme a la voluntad de Cristo que muchas iglesias que tengan comunión entre sí,
se reúnan a través de sus representantes para considerar y dar su consejo sobre los asuntos
en disputa, para informar a todas las iglesias involucradas.1 Sin embargo, a los
representantes congregados no se les entrega ningún poder eclesiástico propiamente dicho ni
jurisdicción sobre las iglesias mismas para ejercer disciplina sobre cualquiera de ellas o sus
miembros, ni para imponer sus decisiones sobre ellas o sus oficiales.

 En el párrafo 7 la independencia de la iglesia


local es enseñada al establecer 5 puntos acerca de esta autoridad.

1) Sus Destinatarios Definidos


2) Su Completa Suficiencia
3) Su Reiterado Origen
4) Su Propósito Específico
5) Su Ejecución Regulada

 La evidencia de esta descripción se encuentra en 2 pasajes.


 Se admite explícitamente cada uno de los puntos formulados por la confesión sobre este
poder dado a la iglesia local.
 Los dos pasajes son Mateo 18:15; 1 Cor 5:1f.
 El destinatario definido es la iglesia local, incluso la iglesia local de Corinto!
 Mateo 18:17  Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
 1 Cor 5:4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con
el poder de nuestro Señor Jesucristo

 Su completa suficiencia es mostrada por la mención de las teclas en Mateo 18:18 y en 1


Corintios 5:4, 7, y 13 por el hecho de que en la asamblea el poder del Señor Jesús estuvo
presente para extraer el impío.
 El Reiterado origen de este poder es claramente que Cristo mismo está en la asamblea
(Mateo 18:20; 1 Cor 5:3-5).
 El propósito específico de este poder incluye incluso la excomunión de un miembro de la
iglesia, pero el culto es también sugerido (Mateo 18:17-20; 1 Cor 5:7-13).
 Su ejecución regulada es indicada por las normas en
Mateo 18:15f, 1 Corintios 5:4, 11, y 2 Corintios 2:6-8.

4. Su Sufragio Común
 El "sufragio común" es el derecho de la iglesia a votar por especialmente los
funcionarios de la iglesia y de los actos de la disciplina de la iglesia.
 Esto se afirma en el párrafo 9 como a la elección de la mesa:

91
 El camino designado por Cristo para llamar a cualquier persona á el oficio de obispo o
anciano en una iglesia, es que él sea elegido para ello por el sufragio común de la propia
iglesia  y de un diácono, que sea elegido por el mismo sufragio 
 Está implícita en la evidencia citada anteriormente la autoridad de la iglesia a ejercer
la disciplina eclesiástica.
 La voz de la iglesia es necesaria (Mateo 18; 1 Cor 5).

5. Sus Relaciones Asociativas


 En el par 14-15 la 1689 enseña que las iglesias locales deben relacionarse entre sí por
medio del asociacionismo.
 Esto es en parte una consecuencia de la independencia de la iglesia local, y se ha
celebrado con los congregacionalistas y contra el conexionismo de los Presbiterianos.
 Además, aquí hay dos cosas que deben ser consideradas.
 Primero, la prueba Presbiteriana para el conexionismo debe ser considerada.
 Segundo, la evidencia bíblica para las asociaciones formales deben ser consideradas.

 Primero, la prueba para el conexionismo Presbiteriano debe ser considerado.


 Presbiterianos se oponen a la independencia.  Su pasaje clave es Hechos 15.
 El argumento Presbiteriano descansa sobre dos puntos:
 (1) La reunión en Jerusalén ejercío autoridad sobre muchas iglesias locales.
 Esto es ciertamente correcto (Hechos 15:28; 16:4).
 (2) La reunión en Jerusalén fue una concilio de ancianos de la iglesia representando a
muchas iglesias.

 Primero, la prueba para el conexionismo


Presbiteriano debe ser considerado.
 Esta segunda premisa es incorrecta.
 La idea consistía en que el concilio de ancianos que representan a muchas iglesias debe
ser discutido.
 Los ancianos (15:23; 16:4), e incluso toda la Iglesia
(15:22) estaban subordinadamente involucrados.
 Pero no se puede demostrar que este encuentro se compone de los ancianos, de incluso
dos iglesias.

 Primero, la prueba para el conexionismo Presbiteriano debe ser considerado.


 No hay ninguna evidencia de que Pablo y Bernabé estaban entre "los apóstoles y los
ancianos", que tomaron la decisión (Hechos 15:2-6, 22-23; 16:4).
 Hechos 15:2; 15:4 y 16:4 especialmente excluiyen a Pablo y Bernabé de los ancianos a la
vista.
 No hay pruebas de los ancianos de otras Iglesias presentes!
 Los "ancianos" eran sólo de la iglesia de Jerusalén.

 Primero, la prueba para el conexionismo


Presbiteriano debe ser considerado.
 La iglesia de Jerusalén era única.
 (1) Fue donde habitaron los doce Apóstoles.
 (2) Fue la iglesia madre de la Cristiandad.
 (3) sus otros dirigentes Fueron los discípulos originales de Cristo.

92
 Santiago, aunque no entre los primeros doce, parece haber sido un apóstol (Gal 2:9; 1 Cor
15:7).
 La iglesia en Jerusalén ejerció una autoridad única, pero fue destruida y con ella su
autoridad temporal.

 Segundo, la evidencia bíblica para las asociaciones formales deben ser consideradas.
 Me parece claro que los par(s) 14-15 se refieran a la asociación formal cuando hablan de
"celebrar la comunión" con las demás iglesias.
 Esto me parece una implicación natural y necesaria del par 15.
 Se habla de mensajeros, reunidos de las iglesias ya celebrando la comunión, dar consejos e
informar a todas las Iglesias preocupadas.

La asociación formal está implícita!


26:15 es conforme a la voluntad de Cristo que muchas iglesias que tengan comunión entre
sí, se reúnan a través de sus representantes para considerar y dar su consejo sobre los
asuntos en disputa, para informar a todas las iglesias involucradas. Sin embargo, a los
representantes congregados no se les entrega ningún poder eclesiástico propiamente dicho ni
jurisdicción sobre las iglesias mismas para ejercer disciplina sobre cualquiera de ellas o sus
miembros, ni para imponer sus decisiones sobre ellas o sus oficiales

 El apoyo para la celebración de "comunión" (o la asociación formal) comienza con la


comprensión de que cada iglesia local debe fidelidad al gobierno de la iglesia universal: Cristo
y Sus apóstoles escogidos (Ef. 2:20).
 Estos funcionarios ejercen autoridad legal sobre toda iglesia local genuina.
 Así, la iglesia de Jesucristo el legalmente una, ya que cada iglesia local debe fidelidad y es
gobernada por este gobierno único.

 El gobierno universal de la Iglesia debe distinguirse del gobierno de la iglesia local.


 Históricamente, la independencia ha hecho esto.
 Los ancianos de las iglesias locales ejercen solamente la autoridad local y no participan en
el gobierno de la Iglesia universal.
 Son como los gobernadores de las provincias del imperio.
 Gobiernan su propia provincia, pero no tienen autoridad sobre sus provincias vecinas.
 Estos hechos son formativos y normativos para asociacionismo o la celebración de la
comunión entre las iglesias.

 Exigen que ninguna reunión de los mensajeros de las iglesias pueden ejercer cualquier
poder eclesiastico apropiadamente llamado sobre otras iglesias.
 Pero su unidad legal llama a las iglesias locales a reconocer su asociación legal con
otras iglesias locales.
 Cristo ora para que esta unidad se manifieste al mundo por la forma en que su pueblo
se conducen en amor (Juan 13:34-35; 17:21).
 Esta es la razón por la que no hay evidencia de un documento en el NT por el cual las
iglesias estuviesen asociados.
 Ya estaban vinculados oficialmente a través de Cristo y de los Apóstoles.

 Así, a través de las NT no hay pruebas de que las iglesias locales practican esta asociación
formal.

93
 Hechos 15 ejemplifica a los representantes de una iglesia local visitando a otros para
resolver el conflicto.
 Hechos 11:22 ilustra el cuidado de una iglesia por la otra (Romanos 15:26).
 La iglesia en Jerusalén envió a Judas y Silas (Hechos
15:25, 30-35) con Pablo y Bernabé, un ejemplo de cooperación ministerial.
 Cf. más claramente 2 Corintios 8:18-24.

2 Cor 8:18-24
Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las
iglesias; y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de
nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria
del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; evitando que nadie nos censure
en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, procurando hacer las cosas
honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres. Enviamos
también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en
muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros. En
cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros
hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. Mostrad, pues, para con ellos
ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.

 La orden del asociacionismo aquí se hace visible.


 Así, se nos dice que las iglesias escogieron conjuntamente un solo representante.
 (La palabra griega usada en el versículo 19 y traducido designado podrá significar también
elegidos).
 No se limitaron a enviar sus propios mensajeros, sino que optaron por un hombre para que
los representara a todos.
 2 Cor 8 no sólo contiene un ejemplo de un ministerio llevado a cabo a través de la
cooperación entre las iglesias, sino de la co-acción.
 Las iglesias eligieron a un hombre para que los representara a todos.
 Las iglesias, por medio de ese hombre realizaron un solo ministerio bajo su supervisión
conjunta.
 Aquí hay un claro ejemplo de un ministerio asociativo y un representante asociativo.

Parte 3: La Exposición De La Confesión 1689 Selectivamente

Sección 3: Capítulos Clave Sobre Principios Bautistas


III. Capítulo 29: Del Bautismo
Introducción: Capítulo 29 Contenido
1 El bautismo es una ordenanza del Nuevo Testamento instituida por Jesucristo, con el fin
de ser para la persona bautizada una señal de su comunión con él en su muerte y
resurrección, de estar injertado en él,1 de la remisión de pecados y de su entrega a Dios por
medio de Jesucristo para vivir y andar en novedad de vida.

2 Los que realmente profesan arrepentimiento para con Dios y fe en Nuestro Señor
Jesucristo y obediencia a él son los únicos adecuados para recibir esta ordenanza..

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3 El elemento exterior que debe usarse en esta ordenanza es el agua, en la cual ha de ser
bautizada1 lapersona en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

4 La inmersión de la persona en el agua es necesaria para la correcta administración de esta


ordenanza.

Introducción: Capítulo 29 Análisis

 I. Su Significado Espiritual, Párr.1


 II. Sus Propios Temas, Párr.2
 III. Sus Elementos Externos, Párr. 3, 4
 A. Con El Uso De Agua, Párr.3a
 B. En El Nombre De La Trinidad, Párr. 3b
 C. Por La Inmersión De La Persona, Párr. 4

I. SU SIGNIFICADO ESPIRITUAL, PÁRR.1


A. El Enfoque de su significado espiritual
 Ese enfoque es "la parte bautiza"
 Aunque el bautismo tiene significado para el mundo y la iglesia, su importancia es
primordial para el bautizado.
 El bautismo es una ceremonia de pacto entre Dios y el individuo.
 Ejemplos de bautismo en un entorno privado, requieren esto
(Hechos 8:36-38; 9:17-19; 10:47-48; 16:31-34).

B. Las facetas de su significado


 ¿Qué significa el bautismo para la parte bautizado?
 Williamson responde: "El bautismo...simplemente expresa el contenido verbal del evangelio
en forma no verbal".
 La confesión enfatiza tres aspectos de significado:
 (1) unión con Cristo (Rom 6:3-5; Col 2:12; Gálatas 3:27) (el bautismo mismo
expresa unión, Mateo 28:19; 1 Cor 10:2; 1Cor 1:13-16)
 (2) el cual imparte remisión de pecados" (Ef 1, 7) (el bautismo como un lavado
simbólico simboliza este perdón, Hechos 22:16; Marcos 1:4; Hechos 2:38).
 (3) y la purificación moral de nuestro corazón

 El Bautismo afirma que la parte bautizada está en unión con Cristo, es perdonado, y tiene
un corazón purificado.
 Así, el bautismo infantil proclama a los bebés que están en unión con Cristo, son
perdonado y tienen un corazón puro.
 Esta implicación debe evitar que los paidobautista practicasen el bautismo infantil.
 El bautismo simboliza no sólo las bendiciones de la salvación, sino también nuestra
respuesta al evangelio (1 Pedro 3:21; Marcos 1:4; Hechos 2:38; Mateo 3:6-8, 11).
 Bautizar a aquellos que no profesan tal respuesta es incorrecta y enseña lo que es
contrario al Evangelio.

II. SUS PROPIOS TEMAS, PÁRR.2


 Quién debe ser bautizado? Sólo los creyentes!
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 A. La Situación Histórica
 1. La Distinción Fundamental En La Iglesia Históricamente
 Entre quienes afirman la regeneración bautismal (sacramentalistas) y aquellos que lo
niegan (antisacramentalistas).
 Sacramentalists=católicos, luteranos, anglicanos, mientras que el anti-sacramentalists=la
tradición reformada, Baptistas y anabaptistas.
 La regeneración bautismal, lógica y éticamente requiere el bautismo infantil y es defendida
por la tradición de la iglesia.

 2. El clivaje fundamental entre anti-sacramentalistas


 Después de la reforma de dos grupos de anti-sacramentalists surgido: los Bautistas y la
paedobaptists.
 Los Paidobautistas rechazaron tanto la regeneración bautismal y la autoridad de la
tradición, pero trataron de justificar el bautismo infantil bíblicamente.
 Es la viabilidad de esta lógica, esa es el problema.
 El debate actual es entre dos grupos de profesantes cristianos evangélicos.

 3. El argumento fundamental de los paidobautistas Antisacramentalistas


 Kingdon resume este argumento:
 (1) El pacto de gracia no pertenece sólo a los creyentes, sino también a sus hijos.
 (2) El signo del pacto en el Antiguo Testamento era la circuncisión, el cual fue aplicado a
los niños, así como en ciertos casos para adultos.
 (3) El signo del Pacto en el NT es el bautismo, lo que ha reemplazado a la circuncisión y
debería aplicarse tanto a los creyentes y a sus hijos.

 4. La diferencia fundamental en las respuestas Bautistas a este Argumento


 No hay respuesta Bautista Reformada.
 Representantes: los anabaptistas y los menonitas y los dispensacionalistas.
 Ambos grupos niegan la unidad de la Biblia y las relaciones del pacto de Dios con su
pueblo.
 Así, ellos no aprecian el argumento paiodobautista de los pactos.
 Los bautistas reformados abrazan la unidad de relaciones de pacto de Dios con su pueblo.
 Una idea exacta de las relaciones de pacto de Dios requiere el bautismo del creyente.
 Los bautistas reformados admiten la unidad de los pactos y un paralelo entre la
circuncisión y el bautismo (Rom 4:11; Col 2:11,12).
 Ambos eran símbolos de la inducción en el pueblo del pacto de Dios.

 B. La Demostración Bíblica
 Los Paidobautistas reformados deben establecer el bautismo infantil desde la circuncisión
y la OT.
 Louis Berkhof: Cabe observar que todas estas declaraciones se basan en el mandamiento
de Dios para circuncidar a los hijos del pacto, puesto que en el último análisis ese
mandamiento es el fundamento del bautismo infantil.
 Mientras que los Bautistas reformados admiten un paralelo entre la circuncisión y el
bautismo, los paidobautistas lo igualan.
 Berkhof: el Bautismo es "sustituido" por la circuncisión.

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 1. El argumento paidobautista asume la identidad del bautismo y la
circuncisión.
 ¿Es correcto poner un signo igual entre la circuncisión y el bautismo?
 Hay algunas diferencias obvias entre la circuncisión y el bautismo.
 El rito externo es claramente diferente.
 Los temas son diferentes. Sólo los varones son circuncidados, pero tanto los hombres como
las mujeres son bautizados.

 El pasaje clásico sobre la relación del antiguo Pacto al Nuevo Pacto enfatiza no su
identidad, sino su diferencia (Jer 31:31- 34).
 Si el nuevo Pacto no es idéntico al antiguo pacto, ¿cómo se puede decir que el bautismo es
idéntico con la circuncisión?
 El antiguo Pacto no es igual a la adopción del Nuevo Pacto (Rom 9:1-5; Rom 8:14-17). La
misma palabra griega se usa tanto en Rom 9:4 y 8:16.

 2. el Paidobautista no es coherente en la aplicación de su lógica a la mesa del


Señor.
 Históricamente -casi unánimemente-no dan la Cena del Señor a los niños bautizados.
 Ellos argumentan que los niños están en el Pacto y deben ser bautizados, pero, a pesar de
que la Cena del Señor es claramente un signo del pacto (1 Cor 11, 25), no dan la Cena del
Señor a sus hijos bautizados.
 Ellos requieren una confesión personal de fe antes de participar en la Cena del Señor -
exactamente lo que los bautistas requieren para el bautismo.

 3. El argumento Paidobautista del Pacto Abrahámico es falso.


 Los Paidobautistas argumentan desde el pacto Abrahamico porque es una estructura
unificadora.
 El argumento Paidobautista:
 Premisa principal: El Pacto Abrahámico fue hecho con los creyentes y su simiente.
 Premisa menor: el Pacto Abrahámico es el pacto de gracia.
 Conclusión: El Pacto de la gracia se hizo con los creyentes y su simiente.

 Aunque una falacia en sólo una de sus premisas tendría que demostrar que es falso, las
dos premisas son falsas.
 La premisa principal es defectuosa.
 El pacto Abrahamico se hizo con Abraham y su simiente.  Ningún versículo demuestra
que el pacto Abrahamico fue hecho con los creyentes y sus simientes.
 Gal 3:29 Y si vosotros sois de Cristo, entonces son descendientes de Abraham, herederos
según la promesa.

 La premisa menor también es errónea.


 El pacto Abrahamico era una sombra de la revelación del pacto de gracia
 Que es muy diferente a ser el Pacto de Gracia.
 ¿promote a todos los creyentes una literal tierra de
Canaán?
 El pacto Abrahamico lo hace (Gen 17:8, 10)!

 4. Los Paidobautistas son incapaces de explicar la enseñanza del Nuevo


Testamento.
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 Le Hemos concedido continuidad entre la circuncisión y el bautismo.
 Pero la balanza nos obliga a reconocer que la circuncisión fue abolida por Cristo (Hechos
15:5, 24; 1 Cor 7:18, 19; Gálatas 2:3, 5:2-6, 11; 6:12-15).
 El bautismo es una ordenanza del NT.
 La evidencia del NT seguramente debe ser normativo para su práctica.
 Es concluyente contra el bautismo infantil.

 A. La evidencia del Nuevo Testamento para el bautismo del discípulo


considerada
 ¿Cuál es el precepto, la práctica y los precedentes del Nuevo Testamento sobre el
bautismo?
 Se apoya de manera concluyente el bautismo de solo los discípulos profesantes (Mateo 3:1-
12; Marcos 1:4-6; Lucas 3:3-6; Mateo 28:19, 20; Marcos 16:15-16; Juan 4:1, 2; 1 Co 1:13-
17; Hechos 2:37-41; 8:12, 13; 8:36-38; 9:18; 10:47,48; 11:16; 15:9; 16:14, 15; 16:31-34;
18:8; 19:3-5; 22:16; Romanos 6:3, 4; Gálatas 3:27; Col 2:12; 1 Pedro 3:21).

 B. La supuesta evidencia del Nuevo Testamento para el bautismo


infantil considerada.
 1) Los pasajes de "Dejad que los niños vengan" (Mat 19:13- 15,
Marcos 10:13-16, y Lucas 18:15-17).
 Spurgeon, en el manejo de este texto en lo que yo creo que es la verdadera luz, voy a
comenzar, en primer lugar, observando que ESTE TEXTO NO TIENE LA SOMBRA DE LA
SOMBRA DEL FANTASMA DE UNA CONEXIÓN CON EL BAUTISMO. No hay ninguna línea
de conexión tan importante como una tela de araña entre este incidente y el bautismo, o por
lo menos mi imaginación no es lo suficiente vívida como para concebir una. ("Los niños
llevados a Cristo, y no a la fuente").

 Si los discípulos de Cristo creyeron o practicaron el bautismo infantil, ¿es concebible que
se hubiesen comportado así como para obstaculizar a los bebés a que sean llevados a Cristo?
 2) El pasaje de "Tú y tus hijos" (Hechos 2:39).
 Ignora la naturaleza de la "promesa" (V 33) y la definición
de los destinatarios a los que se arrepienten (V 38) y son eficazmente llamados (v 39b).

 3) Los pasajes del bautismo de la familia (Hechos 10; 16; 1Cor 1)


 En Hechos 10, la casa de Cornelio se menciona como bautizada. Pero Pedro pregunta:
"¿Puede alguien negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como
nosotros?".
 Ningún Bautista tendría problema alguno bautizando a una casa donde todo el mundo
teme a Dios, escucha la Palabra y recibe el Espíritu Santo.

 En Hechos 16:13-15, la casa de Lidia fue bautizada. Pero como señala Jewett: nada en el
pasaje implica que Lidia fue una mujer casada con niños lactantes, viajó unos 483
kilómetros de su ciudad natal y sentía la libertad, como jefe de la casa, de invitar a hombres
a su casa.
 En Hechos 16:31-34, la casa del carcelero de Filipo fue bautizada. Pero su hogar también
se dice haber escuchado, creído y se regocijaron en el mismo pasaje.
 En 1 Corintios 1:16, la casa de Estefanas fue bautizada. Pero de acuerdo con el 16:15, su
casa también ministró a los santos, dando a entender que eran todos creyentes.
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 La cuestión del bautismo infantil no se puede resolver desde tales pasajes.
 Estos textos tienen que ver, no con los bebés, pero con la conversión y el bautismo de
familias a las cuales se ha proclamado el evangelio.
 Debemos discutir acerca de los bebés en estos textos?
 La pregunta no es si las casas fueron bautizadas, sino ¿por qué!

 4) el pasaje de los "Hijos Santos " (1 Cor 7:12-15)


 Este texto ha sido a menudo la base de los argumentos Paidobautistas de que los hijos de
los creyentes poseen una especie de pacto de santidad que da derecho al bautismo.
 Esto demuestra demasiado, pues también sería que cónyuges incrédulos tienen derecho al
bautismo.
 Esta interpretación ignora el contexto y el tema del pasaje.

 La verdadera intención es tratar con el matrimonio mezclado


y el divorcio.
 Si los hijos de un matrimonio son santos, es decir, limpios o legítimos, el matrimonio debe
ser un buen matrimonio.
 Pablo está diciendo que cuando estén dispuestos a llamar a sus hijos ilegítimos, entonces
ellos pueden pensar en sus matrimonios como ilegítimos.
 Santo o santidad se utiliza para referirse a la legitimidad de un matrimonio y sus
descendientes.

III. SUS ELEMENTOS EXTERNOS, PÁRR. 3, 4


 A. Con el uso de agua, párr.3a
 El agua debe ser usada en el bautismo (Mat. 3:11; Hechos 8:36, 38).
 Se usa el agua porque es un agente de limpieza.
 El Arrepentimiento y la remisión de pecados constituyen una limpieza espiritual (Hechos
22:16).

 B. En el nombre de la Trinidad, párr. 3b


 Matt. 28:18-20 habla literalmente de ser bautizado "en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo".
 El bautismo es la identificación simbólica o unificación del que se bautizó con aquel en
cuyo nombre ha sido bautizado.
 El bautismo simboliza unirse a sí mismo en el pacto de Dios-convirtiendose en su discípulo
o seguidor (1 Corintios 1:12- 15; 10:2).

 C. Por la inmersión de la persona 4, par.


 La confesión no afirma que uno bautizado por otro modo no está bautizado. La inmersión
es necesaria sólo para la
"debida" administración. Esto puede significar su administración "adecuada, idónea o
apropiada".
 Pero el modo de bautismo no es irrelevante. La Inmersión está en el corazón del
simbolismo. La detallada obediencia a los mandamientos de Dios es importante y tal
obediencia implica el bautismo por inmersión.
 Así, la inmersión es exclusivamente el modo apropiado de bautismo.

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 Su uso literal (1) y figurativo (2) en el griego secular confirma este significado.
 Su uso literal (3) y figurativo (4) en la Septuaginta del Antiguo Testamento también muy
claramente confirma este significado (2 Reyes 5:14; Sal. 69:2; Isa. 21:4).
 Su uso literal (5) y figurativo (6) en el Nuevo Testamento claramente quiere decir o es
consistente con la idea de sumergir (Marcos 1:5, 8, 9; Juan 3:23; Hechos 8:38; Rom. 6:4;
Col. 2:12; Mc. 7:3, 4 Marcos 10:38, 39; Lucas 12:50; 1 Cor. 10:1, 2; Mat. 3:11; Hechos 1:5,
8; 2:1-4, 17).

Aplicaciones
 El bautismo es apropiado en la reunión de la iglesia, pero no es absolutamente necesario -
a diferencia de la Cena del Señor. El bautismo es individual; la cena del Señor es corporativa.
 Somos mandados por nuestro Salvador a bautizar sólo aquellos que dan una profesión
creíble de fe.
 Debemos bautizar sumergiendo a un creyente en el agua, en el nombre triuno de Dios.
 Por esta ordenanza es que vale la pena dividirnos más!!!
I. LA IMPORTANCIA DE UNA CONFESIÓN DE FE

Introducción: La legitimidad y el uso de las confesiones


Por Robert Paul Martin

El año 1989 marca el 300 aniversario de la publicación de la Segunda Confesión de Londres


(también conocida como la Confesión de la Asamblea o La Confesión Bautista de Fe de 1689.
Si bien fue escrita y publicada anónimamente en 1677, tras la ascensión de Guillermo y
María al trono de Inglaterra y la Ley de Tolerancia, los bautistas particulares de Inglaterra se
reunieron en asamblea pública, firmaron la Confesión y la volvieron a publicar para la
consideración del público cristiano. La Confesión de Westminster de 1647 fue utilizada como
la estructura básica de la Segunda Confesión de Londres, si bien con modificaciones.
Algunas de estas modificaciones fueron obra de los que redactaron la confesión; otras se
adoptaron a partir de la Declaración de Saboya publicada por los independientes en 1658 y
de la Primera Confesión Bautista de Londres de 1644. El propósito de este método fue
mostrar, siempre que fuera posible, la continuidad de la fe que existía entre los bautistas
particulares y sus otros hermanos reformados en Gran Bretaña. En la actualidad, los
bautistas reformados tienen en alta estima la Segunda Confesión de Londres y muchas de
las iglesias continúan considerándola como su declaración oficial de fe.
El entusiasmo que muchos sienten hacia las grandes confesiones reformadas, sin embargo,
no es compartido por todos. Por desgracia, vivimos en una era que no tiene en cuenta los
credos o que está aún en contra de los mismos, y que está marcada por el relativismo
existencial, el antiautoritarismo y el aislacionismo histórico. Muchos cristianos profesantes
consideran los credos y las confesiones de fe como tradiciones humanas, preceptos de
hombres, meras opiniones religiosas. Hablando acerca de su tiempo, Horatius Bonar dijo:
‘Cada nueva expresión de escepticismo, especialmente sobre temas religiosos, y por parte de
100
hombres nominalmente “religiosos”, es saludada como otro bramido de esa tormenta que ha
de enviar todos los credos al fondo del mar; se observa el flujo de la marea no por la
aparición de la verdad por encima de las aguas, sino por la inmersión del dogma. Nada se
objeta a cualquier libro o doctrina o credo que deje a los hombres en libertad de adorar el
dios que quieran; pero a cualquier cosa que determine su relación con Dios, que infiera su
responsabilidad por su fe, que implique que Dios ha anunciado autoritativamente lo que se
ha de creer, se objeta con protestas en nombre de la libertad injuriada’.1
Nos preguntamos qué diría Bonar hoy. Aquellos que defienden a conciencia las grandes
confesiones reformadas son considerados como anacrónicos, si no como enemigos de la fe y
de la Iglesia. En algunos círculos somos censurados y evitados; y si intentamos convencer a
otros de los beneficios de un cristianismo confesional y de los peligros del latitudinarismo
doctrinal, se nos estigmatiza como si estuviéramos infectados de ‘credismo’ progresivo, el
equivalente teológico y eclesiástico de la lepra. En semejante clima, es importante que los que
amamos las confesiones reformadas tengamos ideas claras acerca de la legitimidad de las
confesiones y de sus muchos usos beneficiosos.

A. La legitimidad de las confesiones

La Biblia dice que la Iglesia es ‘columna y baluarte de la verdad’ (1 Ti. 3:15). El término
stulos (columna) se refiere a una columna que sostiene un edificio; y hedraioma (baluarte) se
refiere a la base o fundamento de una estructura. La ‘verdad’ a que se refiere el texto es la
revelación que Dios hizo a los hombres, esto es, esa revelación especial que comenzó en el
Edén y que concluyó con el establecimiento del Nuevo Pacto, esa revelación que tiene como
su centro focal ‘el misterio de la piedad’, el Evangelio de Jesucristo (1 Ti. 3:16).
Al llamar a la Iglesia ‘columna y baluarte de la verdad’, la Biblia nos enseña que la revelación
que Dios ha dado para la salvación de los hombres ha sido confiada a la Iglesia, esto es, a
una institución que fue designada y planeada por Dios para conservar pura la verdad, para
defenderla contra el error y contra los ataques de sus enemigos, y encomendarla, sin diluir ni
adulterar, a las generaciones futuras. La Iglesia fue creada como una sociedad humana
ordenada por Dios para el sostenimiento y la promoción de la verdad revelada en el mundo.
Esto, desde luego, hace que la Iglesia sea indispensable, tan indispensable como la columna
o fundamento de una casa.
En el desempeño de su deber (tanto hacia los que están dentro de la Iglesia como hacia los
que están fuera) como ‘columna y baluarte de la verdad’, entre otras cosas, la Iglesia ha
publicado confesiones de fe, una actividad que históricamente ha considerado como un
medio legítimo para el cumplimiento de su deber. Pero siempre que la Iglesia ha publicado
tales normas confesionales, se han levantado voces que han cuestionado la legitimidad de
haberlo hecho. Se han suscitado dos objeciones básicas.

1
Del prólogo de Bonar a Catechisms of the Scottish Reformation, reimpreso como ‘Religion without Theology’, Banner of
truth, junio 1971, pág. 37.
101
1. Algunos arguyen contra la legitimidad de las confesiones sobre la premisa de que las
confesiones de fe minan la sola autoridad de la Biblia en asuntos de fe y práctica.

Se oye con frecuencia el clamor: ‘Ningún credo sino la Biblia.’ En algunos casos, esta
afirmación es digna de respeto, pues algunos parecen estar genuinamente motivados por el
reconocimiento de que la Biblia ocupa un lugar singular en la regulación de la fe y vida de la
Iglesia. Sin embargo, es ingenuo creer que la Iglesia cumple plenamente su deber como
columna y baluarte de la verdad proclamando que cree en la Biblia. La mayoría de los herejes
están dispuestos a decir lo mismo. Un escritor proclama: ‘Para alcanzar la verdad, debemos
desechar los prejuicios religiosos… Debemos dejar que Dios hable por sí mismo… Apelamos a
la Biblia para la verdad.’ El problema de esta declaración, por supuesto, es que está tomada
de Sea Dios veraz, publicado por los Testigos de Jehová.2
En el mismo sentido, consideremos las observaciones de Samuel Miller sobre el Concilio de
Nicea: ‘Cuando el Concilio comenzó a examinar el tema [de la idea de Arrio sobre la divinidad
de Cristo], resultó extremadamente difícil obtener de Arrio una explicación satisfactoria de
sus ideas. No sólo estaba tan dispuesto como el teólogo más ortodoxo allí presente a profesar
que creía en la Biblia, sino que se declaraba dispuesto a adoptar, como suyo, todo el lenguaje
de las Escrituras, en detalle, concerniente a la persona y el carácter del bendito Redentor.
Pero cuando los miembros del Concilio quisieron averiguar en qué sentido entendía ese
lenguaje, evidenció una disposición a evadir y equivocar y, de hecho, durante bastante
tiempo, dificultó los intentos de los más ingeniosos de los ortodoxos por especificar sus
errores y sacarlos a la luz. Declaró que estaba completamente dispuesto a emplear el
lenguaje popular en el tema de controversia; y quiso que se creyera que difería muy poco de
la generalidad de la Iglesia. Por consiguiente, los ortodoxos examinaron los distintos títulos
de Cristo que expresan claramente la divinidad, tales como “Dios” -” el verdadero Dios”, la
“imagen misma de Dios”, etc.- cada uno de los cuales Arrio y sus seguidores suscribieron de
buena gana: reclamando el derecho, sin embargo, de poner su propia construcción sobre los
títulos bíblicos en cuestión. Tras emplear mucho tiempo e ingeniosidad en vano, procurando
sacar a rastras a este habilidoso ladrón de sus escondrijos, y para obtener de él una
explicación de sus ideas, el Concilio se dio cuenta de que sería imposible cumplir su objetivo
tanto en cuanto le permitieran atrincherarse tras una mera profesión general de fe en la
Biblia. Hicieron, pues, lo que el sentido común, al igual que la Palabra de Dios, había
enseñado a hacer a la Iglesia en todos los tiempos anteriores, y lo único que puede
capacitarla para detectar al habilidoso defensor del error. Expresaron, en su propio lenguaje,
lo que suponían ser la doctrina de la Escritura concerniente a la divinidad del Salvador; en
otras palabras, redactaron una Confesión de Fe sobre este tema, que invitaron a Arrio y a
sus discípulos a suscribir. Los herejes rehusaron hacerlo: y se les hizo reconocer
prácticamente que no entendían las Escrituras como el resto del Concilio las entendía y,
desde luego, que la acusación contra ellos era correcta.’3

Una confesión de nuestra lealtad a la Biblia no es suficiente. Las negaciones más radicales
de la verdad bíblica coexisten frecuentemente con un profesado reconocimiento de la
autoridad y el testimonio de la Biblia. Cuando los hombres utilizan las palabras mismas de
la Biblia para promover la herejía, cuando la Palabra de verdad es pervertida para servir al
error, nada menos que una confesión de fe sirve públicamente para trazar las líneas
divisorias entre la verdad y el error.

2
Citado por Kenneth L. Gentry, hijo, ‘In Defence of Credalism’, Banner of Truth, abril 1981, pág. 6.
3
Samuel Miller, The Utility and Importance of Creeds andConfessions (reimpreso por A. Press, 1987), págs. 33-35.
102
Si les concediéramos a nuestras confesiones un lugar igual al de la Biblia en autoridad,
socavaríamos la sola autoridad de la Biblia como reguladora de la fe y la práctica de la
Iglesia. Este, sin embargo, no era el propósito de los que trazaron las normas reformadas.
Ellos reconocieron el lugar único de la Biblia, reconocieron ser hombres falibles, y reflejaron
estas perspectivas en las confesiones mismas. Nótense las declaraciones de la Confesión
Bautista de 1689: ‘La Santa Escritura es la única regla suficiente, segura e infalible de todo
conocimiento, fe y obediencia salvadores’ (1:1). ‘Todo el consejo de Dios tocante a todas las
cosas necesarias para su propia gloria y para la salvación del hombre, la fe y la vida, está
expresamente expuesto o necesariamente contenido en la Santa Escritura; a la cual nada, en
ningún momento, ha de añadirse, ni por nueva revelación del Espíritu, ni por las tradiciones
de los hombres’ (1:6).
Las grandes confesiones reformadas no pretenden convertir en verdad algo que no fuera
verdad anteriormente; ni se proponen obligar a los hombres a que crean algo que no estén ya
obligados a creer sobre la base de la autoridad de la Escritura.
Un credo o confesión es simplemente una declaración de fe (credo significa ‘creo’); y como tal
no disminuye más la autoridad de la Biblia que decir: ‘Creo en Dios,’ o ‘creo en Cristo,’ o ‘creo
la Biblia.’ Los que dicen no confesar otro credo que la Biblia, en realidad tienen un credo,
aunque no esté escrito. El profesor Murray argüía: ‘En la aceptación de la Escritura como la
Palabra de Dios y la regla de fe y vida, se halla la declaración confesional incipiente y
básica… [puesto que excluye] todas las demás normas de fe y conducta. Pero ¿por qué
debería restringirse la declaración confesional a la doctrina de la Escritura?’ 4
Si los adherentes a las doctrinas y prácticas heréticas y sectarias son excluidos de la lista de
miembros de una iglesia local, si los oficiales y miembros deben sostener ciertas doctrinas
como verdad, entonces ipso facto existe un credo comúnmente reconocido. En todas las
iglesias, el credo es tan real como si cada miembro tuviera un ejemplar impreso. Sin
embargo, según los principios no confesionales, todos deberían ser recibidos sin
discriminación, tanto en cuanto puedan decir: ‘Creo la Biblia.’

La verdad es que los que más vigorosamente se oponen a las confesiones de fe utilizan sus
credos no publicados en sus procedimientos eclesiásticos y son exactamente tan
‘confesionales’ como los confesionalistas a quienes arengan. Thomas y Alexander Campbell
pensaron poder eliminar los males de lo que ellos denominaban ‘sectarismo’ congregando
una comunión cristiana sin un credo humanamente construido, sin ningún vínculo excepto
la fe en Jesús como Salvador y una profesada determinación a obedecer su Palabra. Argüían
que el problema de la Iglesia visible era que estaba dividida y que los credos y confesiones
eran la causa. Los frutos de sus esfuerzos, las así llamadas ‘Iglesias de Cristo’, están entre
las congregaciones más sectarias y ‘confesionales’ que se hallan en cualquier lugar.
A los que están preocupados porque las confesiones minen la autoridad de la Biblia, les
decimos sin reservas que la base final de la fe y práctica cristianas es la Biblia, no nuestras
confesiones de fe. Pero esto no significa que sea ilegítimo para los que están de acuerdo en
sus juicios en cuanto a las doctrinas de la Biblia el expresar ese acuerdo de forma escrita y
considerarse comprometidos a caminar según la misma regla de fe. Como A.A. Hodge
observó: ‘La verdadera cuestión no es, como se pretende a menudo, entre la Palabra de Dios
y el credo del hombre, sino entre la fe probada y comprobada del cuerpo colectivo del pueblo
de Dios, y el juicio particular y la sabiduría aislada [sin ayuda externa] del que repudia los
credos.’5

4
John Murray, Collected Writings of John Murray (Banner of Truth Trust), vol. 1, pág. 281.
5
A.A. Hodge, Comentario de la Confesión de Fe de Westminster (CLIE, 1987), pág. 1.
103
2. Otros arguyen contra la legitimidad de las confesiones sobre la premisa de que las
confesiones de fe son inconsecuentes con la libertad de conciencia delante de Dios.

Dos clases de personas arguyen de esta manera.


En primer lugar, algunos de los que dicen esto consideran toda autoridad, tanto bíblica como
confesional, como perjudicial en cuanto a la libertad de sus conciencias. Habiéndose
rebelado contra la norma superior de la Biblia, no es un misterio que se irriten por estar bajo
la autoridad inferior de una confesión; habiendo escupido el camello, no es asombroso que se
libren del mosquito con tanta facilidad. Tales personas consideran la ‘libertad de
pensamiento’ y la ‘libertad de investigación’ como su derecho de primogenitura. Sin embargo,
en lugar de desear ser libres para que sus conciencias sigan la Escritura (que es lo que
afirman como su motivación), realmente quieren ser libres de las restricciones de la Biblia en
cuanto a la formación y propagación de sus opiniones religiosas.
Shedd llamaba a tales personas ‘fanáticos latitudinarios’, quienes en realidad odian la
precisión, no aman la libertad, y que desean imponer a todos su fanatismo latitudinario. 6
Miller observaba: ‘Siempre que un grupo de personas comenzaba a deslizarse, con respecto a
la ortodoxia, generalmente intentaban romper, si no ocultar, su caída, despotricando contra
los credos y las confesiones.’7 Al comienzo de sus protestas, tales personas generalmente
profesan lealtad a las doctrinas de la confesión pero no al principio de las confesiones. El
tiempo generalmente pone en evidencia su hipocresía. ‘Los hombres raramente se oponen a
los credos hasta que los credos se oponen a ellos.’ 8 Con respecto a tales personas, sólo
podemos decir que, tanto en cuanto sus conciencias no estén ligadas por la Palabra de Dios,
una confesión de fe no les hará ningún daño, ¡excepto denunciarlos como hipócritas o
herejes!
En segundo lugar, para otros, la objeción basada en una apelación a la libertad de conciencia
es meramente un corolario a la objeción anterior, es decir, la preocupación por la autoridad
de la Escritura. Estas personas parecen sinceramente estar procurando defender la premisa
de que la conciencia ha de estar ligada únicamente por la autoridad de la Palabra de Dios. A
los tales les decimos que la confesión reconoce que solamente Dios es el Señor de la
conciencia: ‘Sólo Dios es el Señor de la conciencia, y la ha hecho libre de los mandamientos y
doctrinas de los hombres que sean en alguna manera contrarios a su Palabra o que no estén
contenidos en ésta. Así que, creer tales doctrinas u obedecer tales mandamientos por causa
de la conciencia es traicionar la verdadera libertad de conciencia, y el requerir una fe
implícita y una obediencia ciega y absoluta es destruir la libertad de conciencia y también la
razón’ (21:2).

Los temores con respecto a la libertad de conciencia estarían justificados si se requiriera


suscribir una confesión sin que quien lo hiciera pudiera examinar los artículos de fe, o si se
hiciera bajo la presión del castigo civil. Pero si alguien está persuadido de que el contenido de
la confesión es bíblico y lo suscribe voluntariamente, entonces una confesión de fe no hace
injuria a la conciencia. Un hombre tiene libertad en cualquier momento para renunciar a la
confesión de la Iglesia si no puede ya suscribirla con una buena conciencia. Y tiene la
libertad de unirse a una congregación donde pueda tener comunión con una buena
conciencia.

6
W.G.T. Shedd, Orthodoxy and Heterodoxy (Charles Scribner’s Sons, 1893), págs. 167-8.
7
Miller, Utility and Importance of Creeds and Confessions, pág. 40.
8
Ibíd.
104
Miller arguye correctamente que negar a un grupo de cristianos el derecho a trazar una
confesión de fe y el derecho a suscribirla sería negarles la verdadera libertad de conciencia:
‘Sin duda, nadie puede negar que un grupo de cristianos tengan derecho, en todo país libre,
a asociarse y andar juntos según los principios que escojan acordar y que no sea
inconsecuente con el orden público. Tienen derecho a acordar y declarar cómo entienden las
Escrituras; qué artículos en las Escrituras concuerdan en considerar como fundamentales; y
de qué manera quieren que se conduzcan su predicación y política públicas, para la
edificación de sí mismos y de sus hijos. No tienen derecho, ciertamente, a decidir y a juzgar
por otros, ni pueden obligar a nadie a unirse a ellos. Pero es, sin duda, su privilegio juzgar
por sí mismos; acordar el plan de su propia asociación; determinar sobre qué principios
recibirán a otros miembros en su fraternidad; y establecer una serie de reglas que excluyan
de su grupo a aquellos con quienes no pueden andar en armonía. La cuestión no es si hacen
en todos los casos un uso sabio y bíblico de este derecho a seguir los dictados de la
conciencia, sino si poseen el derecho en absoluto. Son, ciertamente, responsables por el uso
que hagan de la misma, y solemnemente responsables ante su Señor en el cielo; pero, sin
duda, no pueden ni deben ser obligados a responder ante el hombre. Es asunto de ellos. Sus
semejantes no tienen nada que ver con ello, tanto en cuanto no cometan ningún delito contra
la paz pública. Decidir lo contrario sería ciertamente un atropello contra el derecho al juicio
privado.’9

En principio, cualquier aberración doctrinal o moral puede introducirse en la Iglesia bajo


pretexto de la libertad de conciencia. Andrew Fuller declaró: ‘Hay una gran diversidad de
sentimientos en el mundo con respecto a la moralidad al igual que con respecto a la doctrina:
y, si es una imposición antibíblica aceptar cualesquiera artículos, [también] debe serlo
excluir a alguien por inmoralidad, o aun amonestarle por ello; pues se podría alegar que él
sólo piensa por sí mismo, y actúa en consecuencia. Tampoco acaba ahí la cosa: casi toda
clase de inmoralidad ha sido defendida y puede disfrazarse y, así, bajo pretexto del derecho
al juicio privado, la Iglesia de Dios se volvería como la madre de las rameras: “habitación de
demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y
aborrecible.”’10
De manera similar, B.H. Carroll argüía: ‘Una iglesia con poco credo es una iglesia con poca
vida. Cuantas más doctrinas divinas pueda acordar una iglesia, tanto mayor será su poder y
más amplia su utilidad. Cuanto menos sean sus artículos de fe, tanto menos serán sus
vínculos de unión y cohesión. El clamor moderno: “Menos credo y más libertad,” es una
degeneración de los vertebrados a las medusas, y significa menos unidad y menos moralidad,
y significa más herejía. La verdad definitiva no da lugar a la herejía: solamente la denuncia y
la corrige. Si se deja fuera el credo, el mundo cristiano se llenará de herejía insospechada y
sin corregir, pero, sin embargo, mortal.’11
Sencillamente expresado, las objeciones a la legitimidad de los credos discutidas en las
páginas anteriores están infundadas. Las confesiones son un medio legítimo para que la
Iglesia cumpla su tarea como ‘columna y baluarte de la verdad’.

B. Los usos de las confesiones

9
Ibíd., págs. 56-7.
10
Andrew Fuller, Complete Works (Holdsworth & Ball, 1832), vol. 5, págs. 221-2.
11
B.H. Carroll, Colosenses, Efesios y Hebreos en Comentario bíblico (CLIE, 1987), pág. 158.
105
1. Una confesión es un medio útil para la declaración y defensa públicas de la verdad

La Iglesia ha de retener ‘la forma de las sanas palabras’ (2 Ti. 1:13), contender
‘ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos’ (Jud. 3), y estar firme ‘en un
mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio’ (Fil. 1:27). En el cumplimiento
de esta tarea, una confesión es una útil herramienta para distinguir la verdad del error y
para presentar sucintamente las doctrinas centrales de la Biblia de forma íntegra y en las
debidas proporciones.
En primer lugar, una formulación confesional es parte de la tarea pública de enseñanza de la
Iglesia. Una confesión de fe es una definición pública para los que están fuera de nuestras
iglesias de las cuestiones centrales de nuestra fe, un testimonio al mundo e la fe que
sostenemos a diferencia de los demás.
En segundo lugar, una confesión de fe es un instrumento útil en la instrucción pública de la
congregación. Una confesión es un tratado breve de teología que puede utilizarse para dar a
nuestra congregación una amplia exposición a la verdad, así como una cerca contra el error.
Facilita grandemente la promoción del conocimiento cristiano y una fe discriminadora 12 entre
el pueblo de Dios y otros que asisten al ministerio público de nuestras iglesias, siendo
asimismo una ayuda útil para el pueblo de Dios en la instrucción de sus hijos. Además, una
confesión de fe sirve como marco, dentro del cual nuestra congregación puede recibir con
conocimiento la predicación de la Palabra, así como para alertarla contra lo novedoso y lo
erróneo, dondequiera que lo confronte.

2. Una confesión sirve de norma pública de comunión y disciplina

La Biblia considera la iglesia local no como una unión de aquellos que han acordado diferir,
sino un cuerpo caracterizado por la paz y la unidad. La Iglesia ha de ‘guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz’ (Ef. 4:3). Sus miembros han de ser ‘unánimes’, es decir, de
un corazón, alma, espíritu, mente y voz (Ro. 15:5,6; 1 Co. 1:10; Fil. 1:27; 2:2). Una confesión
ayuda a proteger la unidad de una iglesia y a preservar su paz. Sirve como base de comunión
eclesiástica entre los que están tan casi de acuerdo como para poder andar y trabajar juntos
en armonía. Congrega a los que sostienen una fe común y los une en una comunión.
Jesús dijo: ‘…toda… casa dividida contra sí misma, no permanecerá’ (Mt. 12:25). ¿Pueden los
calvinistas, los arminianos, los pelagianos y los unitarios orar, trabajar, tener comunión y
adorar juntos en paz y con provecho, mientras que cada uno sostiene y promueve sus
propias nociones de la verdad? ¿Quién dirigirá el culto o predicará? ¿Pueden los que creen
que Jesús es Dios orar con los que consideran ese culto una idolatría? ¿Pueden los que
profesan ser justificados por la fe en Cristo solamente tener comunión con los que creen lo
contrario? ¿Pueden sentarse juntos a la misma mesa sacramental? ¿Pueden los que creen en
la inspiración verbal y plenaria compartir el púlpito con los que niegan esa doctrina? La
única manera en que los que difieren en asuntos esenciales pueden habitar juntos en
armonía es imponer una moratoria a la verdad; de lo contrario, convertirán ciertamente ‘la
casa de Dios en una triste Babel’.13

12
John Murray observó: ‘En muchos círculos hoy, existe la tendencia a depreciar, si no a deplorar, el discernimiento en la
definición teológica que la Confesión ejemplifica. Esta es una actitud que debe desaprobarse. Una fe creciente fundada en
la finalidad de la Escritura requiere una mayor particularidad y no puede ser consecuente con las generalidades que dan
lugar al error’ (Murray, Collected Writings, vol. 1, pág. 317).
13
Miller, Utility and Importance of Creed and Confessions, pág. 10.
106
Como notamos anteriormente, todas las iglesias tienen un credo, ya sea escrito o entendido
por sus miembros. Y todo hombre sabio, antes de unirse a una iglesia, deseará saber cuál es
ese credo. Tiene derecho a saber lo que cree la iglesia y la iglesia tiene derecho a saber lo que
él cree. Ahora bien, tener un credo no publicado como prueba de comunión es un desorden,
por no decir una deshonestidad. Se deja que cada uno descubra el credo de la iglesia por sí
mismo. Y la iglesia misma no tiene una manera fácil de discernir si los que solicitan la lista
de miembros están en armonía con la fe común de sus miembros, puesto que lo esencial de
su común fe no se particulariza en ningún lugar. Una confesión publicada facilita
grandemente la evaluación de la posición doctrinal de la iglesia por parte de un posible
miembro, y viceversa.
Una confesión de fe publicada provee también una norma doctrinal concisa para ser utilizada
en la disciplina de la Iglesia. Hemos de fijarnos ‘en los que causan divisiones y tropiezos en
contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos’ (Ro. 16:17).
Hemos de excluir a los que perturban la paz de la Iglesia mediante la falsa doctrina: ‘Al
hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación, deséchalo’ (Tit. 3:10).
Con objeto de cumplir su papel de guardar la pureza de su lista de miembros, la Iglesia debe
tener una norma doctrinal, y esa norma debe publicarse abiertamente, pues los hombres
tienen derecho a saber por qué particularidades serán juzgados. Requerir que la Iglesia
ejerza disciplina contra el error doctrinal sin una confesión de fe publicada es requerir hacer
ladrillos sin paja.
Nada menos que una confesión de fe satisface las demandas legítimas de una iglesia y sus
miembros entre sí. Como observó James Bannerman: ‘Es el deber de la Iglesia… mediante
una declaración formal y pública de su propia fe, dar a sus miembros la certeza de la
ortodoxia de su profesión, y recibir la certeza de la de ellos.’ 14 Una iglesia sin confesión de fe
podría igualmente anunciar que está preparada para dar cabida a toda clase de herejía que
lleva a la condenación y ser terreno para los que son dados a cultivar la cosecha de lo
novedoso. Una iglesia sin confesión de fe tiene el equivalente teológico y eclesiástico del SIDA,
sin inmunidad alguna contra los vientos infecciosos de la falsa doctrina.
Y lo que es cierto de la vida dentro de la iglesia local es también cierto de la comunión entre
iglesias locales. ¿Qué iglesia, que valora la preservación de su propia pureza doctrinal, así
como su propia paz y unidad, podría tener una comunión segura con otra entidad, sin saber
nada de su posición en cuestiones de verdad y error? Sin una política o fe definidas, tal
iglesia no confesional podría ser fuente de contaminación en lugar de edificación. Bajo tales
circunstancias, no podríamos abrir nuestros púlpitos o fomentar la comunión entre las
congregaciones con una conciencia limpia.15

Antes de dejar el tema de los credos como normas de comunión y disciplina, hace falta decir
una palabra por si algunos lectores sacan la conclusión de que esto significa que cada
miembro debe tener opiniones avanzadas de la doctrina bíblica con objeto de obtener y
mantener la lista de miembros en una iglesia confesional.
Nótese la observación de Andrew Fuller: ‘Si una comunidad religiosa acuerda especificar
algunos principios importantes que consideran derivados de la Palabra de Dios, y juzga que
creerlos es necesario para que cualquiera pueda llegar a ser o continuar siendo miembro de
la misma, no se deduce que esos principios deban ser entendidos igualmente, o que todos los
hermanos deban tener el mismo grado de conocimiento, ni tampoco que no deban entender

14
James Bannerman, The Church of Christ (Banner of Truth Trust, 1960), vol. 1, pág. 296.
15
Cuando descubrimos que no hay un acuerdo absoluto entre nuestras confesiones, al menos podemos tener comunión
con nuestros ojos abiertos a aquellas perspectivas que nos dividen.
107
ni creer ninguna otra cosa. Las posibilidades y capacidades de distintas personas son
diferentes; una puede comprender más de la misma verdad que otra, y puede ampliar sus
puntos de vista mediante una grandísima variedad de ideas afines; y, sin embargo, la
sustancia de lo que creen pueden ser aún la misma. El objeto de los artículos [de fe] es
distanciar no a los débiles en la fe sino a sus enemigos declarados.’16

3. Un credo sirve de norma concisa mediante la cual evaluar a los ministros de la


Palabra

Los ministros de la Palabra han de ser ‘hombres fieles’ (2 Ti. 2:2), retenedores ‘de la palabra
fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza’ (Tit.
1:9). Hemos de estar en guardia contra los falsos profetas y apóstoles. Hemos de ‘probar los
espíritus, si son de Dios’ (1 Jn. 4:1). No hemos de recibir a un hombre infiel en nuestros
hogares o darle un saludo fraternal, para no ser partícipes de sus malas obras (2 Jn. 10).
No podemos obedecer estas amonestaciones recibiendo simplemente la confesión de que
alguien cree la Biblia. Debemos saber lo que cree que la Biblia enseña acerca de las grandes
cuestiones. Una confesión de fe hace relativamente fácil para la Iglesia inquirir acerca de la
ortodoxia doctrinal de una persona en el amplio campo de la verdad bíblica. Sin una
confesión de fe la evaluación que hace una iglesia de sus ministros es fortuita y superficial
en el mejor de los casos; y la iglesia estará en gran peligro de imponer las manos a neófitos y
herejes, todo porque no mide a los candidatos al ministerio por una norma amplia y
profunda.
Y lo que es cierto en el reconocimiento que hace la Iglesia de sus ministros es doblemente
cierto cuando reconoce a los profesores apartados para preparar hombres para el ministerio.
No se puede sobrestimar el daño infligido a las iglesias por la negligencia al colocar hombres
en la enseñanza teológica y darles la oportunidad de moldear las maleables mentes y almas
de jóvenes candidatos al ministerio.

4. Las confesiones contribuyen a un sentido de continuidad histórica

¿Cómo sabemos que nosotros y nuestra congregación no somos una anomalía histórica, que
no somos los únicos en la historia que han creído de esta manera? Nuestras confesiones nos
atan a un precioso patrimonio de fe recibido del pasado y son un legado por el que podemos
transmitir a nuestros hijos la fe de sus padres. Esto, desde luego, no es una cuestión
secundaria. Un sentido de continuidad histórica contribuye grandemente a la estabilidad de
una iglesia y al bienestar personal y espiritual de sus miembros.

C. Observaciones finales

1. El cristianismo moderno está inmerso en una inundación de relatividad doctrinal.

A Satanás y sus huestes les agrada la imprecisión y la ambigüedad que están rampantes en
nuestro tiempo. Spurgeon observó: ‘El archienemigo de la verdad nos ha invitado a allanar
nuestros muros y a eliminar nuestras ciudades amuralladas.’ 17 Nos preguntamos qué diría
Spurgeon si viviera hoy y pudiera ver hasta qué punto ha avanzado el declive.

16
Fuller, Works, vol. 5, pág. 222.
17
Citado por Williams Cathcart, ‘Creeds, Advantageous’ en The Baptist Encyclopaedia (Louis H. Everts), pág. 294.
108
Aquellos de nosotros que amamos estas antiguas normas tenemos el deber de contender
ardientemente por la fe una vez dada a los santos. No deberíamos rendir nuestra confesión
sin luchar. Como dijo Spurgeon, hablando de la importancia de las confesiones: ‘Las armas
que son ofensivas para nuestros enemigos no debería permitirse que se oxidaran.’ 18 Las
grandes confesiones reformadas fueron forjadas en el yunque del conflicto por la fe y han
ondeado como estandartes dondequiera que se ha librado la batalla por la verdad. Donde los
hombres han abandonado estas declaraciones de la religión bíblica, donde las opiniones
latitudinarias han reinado, la causa de Dios y la verdad ha sufrido grandemente.
Una reticencia a definir con precisión la fe que profesa creer es síntoma de que algo va
terriblemente mal con una iglesia y su liderazgo. Es imposible que tal iglesia funcione como
‘columna y baluarte de la verdad’, pues no está dispuesta a definir o defender la verdad que
profesa sostener. La realidad de la situación actual es que no son tanto las confesiones sino
las iglesias las que están siendo probadas en nuestros días.

2. Periódicamente puede ser necesario revisar las grandes confesiones de fe.

No deberíamos, sin embargo, revisarlas por cada capricho o con cada cambio de la moda
teológica. Estos documentos no se produjeron precipitadamente y no deberían revisarse
precipitadamente. Sin embargo, nuestras confesiones no son inherentemente sacrosantas ni
están por encima de la revisión y la mejora; y, desde luego, la historia de la Iglesia no se
detuvo en el siglo XVII. Actualmente somos confrontados por errores por los cuales los que
redactaron las grandes confesiones no fueron enfrentados y a los que no se refirieron
explícitamente en las confesiones. Así pues, puede juzgarse necesaria la revisión, pero es una
tarea a realizar con extremo cuidado.
Si en nuestro tiempo nos encargamos de la revisión de nuestras confesiones, debemos estar
decididos a ir contra el espíritu de mucha de la moderna construcción confesional. Las
declaraciones doctrinales modernas se construyen con un propósito diferente al de las
antiguas confesiones.
Machen observó en sus tiempos: ‘Los credos históricos excluían el error; tenían el propósito
de excluir el error; tenían el propósito de expresar la enseñanza bíblica en claro contraste con
lo que se oponía a la enseñanza bíblica, con objeto de preservar la pureza de la Iglesia. Estas
declaraciones modernas, por el contrario, incluyen el error. Están diseñadas para dar lugar
en la Iglesia a cuantas más personas y tipos de pensamiento como sea posible.’19

3. Al lado de nuestra apreciación por las grandes confesiones reformadas, debemos


recordar que cada generación debe fundamentar su fe en la Biblia.

La fe de las personas no debe estar arraigada sólo en una lealtad a la confesión. En nuestras
iglesias debemos buscar hacer seguidores de Cristo, no simplemente bautistas, o
presbiterianos o reformados. La confesión no debe convertirse simplemente en una tradición
que se sostiene sin ninguna convicción personal arraigada en la Palabra de Dios. Como
observó el profesor Murray: ‘Cuando cualquier generación se contenta con confiar en su
patrimonio teológico y rehúsa explorar por sí misma las riquezas de la revelación divina,
entonces el declive está ya teniendo lugar y la heterodoxia será la porción de la siguiente
generación.’20

18
Ibíd.
19
J.G. Machen, ‘Creed and Doctrinal Advance’, Banner of Truth, noviembre 1970).
109
4. La cuestión de la honestidad sale a relucir cuando nos referimos al tema de las
confesiones de fe.

Tanto para las iglesias como para los individuos, suscribir una confesión ha de ser un acto
caracterizado por la integridad moral y la veracidad. ¿Quién discutiría la premisa de que una
iglesia debe ser fiel a sus normas publicadas o que una persona debe ser lo que dice ser?
Tristemente, sin embargo, muchas iglesias se han apartado de su confesión mientras
pretendían estar adheridas a las antiguas normas. Y muchos ministros pretenden ser leales
a la confesión de su iglesia, cuando realmente objetan a (o tienen serias reservas mentales
acerca de) artículos particulares de fe.
Cuando una iglesia se aparta de las antiguas sendas, si no quiere volver, que abjure
públicamente de su confesión. Si bien nos puede doler ver tal deserción de la verdad, y
aunque los enemigos de la verdad puedan aprovecharse de la oportunidad para calumniar y
despotricar, es sin duda mejor y más veraz que el que la iglesia continúe en la hipocresía.
Y lo que es cierto de la vida colectiva es también cierto de la honestidad personal. Samuel
Miller argüía que suscribir un credo es una transacción solemne ‘en la que debemos
embarcarnos con mucha y profunda deliberación y humilde oración; y en la cual, si el
hombre está obligado a ser sincero en algo, está obligado a ser honesto para con su Dios,
honesto para consigo mismo y honesto para con la iglesia a la que se une.’ 21 Miller continúa
diciendo: ‘En cuanto a mí, no conozco ninguna transacción en que la insinceridad es más
justamente culpable del terrible pecado de “mentir al Espíritu Santo” que ésta.’ 22
Para terminar, debo apelar a los pastores. La mayoría de nosotros afirmamos adherirnos a
una confesión antes de imponérsenos las manos. Hermanos, tenemos la solemne obligación
ante Dios de andar en la unidad de la fe en la congregación en la que trabajamos. Si no
podemos hacer esto honestamente, si nuestros puntos de vista cambian, deberíamos
apartarnos y buscar un grupo al que podamos unirnos sin hipocresía. Si no estamos
dispuestos a hacer esto, no somos irreprensibles e irreprochables; y, por tanto, estamos
descalificados para el ministerio.

Robert Paul Martin

El Dr. Robert Paul Martin es miembro de la Trinity Baptist Church, Montville, New Jersey,
EE.UU. y sirve como Decano Académico y Profesor de Teología Bíblica en la Trinity Ministerial
Academy.

II. LA HISTORIA DE LA CONFESIÓN DE FE BAUTISTA

A. La historia de la Primera Confesión Londrina - 164423

20
Citado por Allan Harman, ‘The Place and Significance of Reformed Confessions Today’, Banner of Truth, enero 1973, pág.
28.
21
Miller, Utility and Importance of Creeds and Confessions, pág. 98.
22
Ibíd.
110
Por Pastor Marcus Vinícius Costa Paixão24
Traducido por Pastor Jorge A. Rodríguez V.

El Pastor Marcus Paixão es el Pastor de la Segunda Iglesia Bautista en Campo


Maior (Segunda Igreja Batista em Campo Maior) y es el autor del libro “La
Historia de los Bautistas: Una historia de Campo Mayor (Original en portugués –
“HISTÓRIA DOS BATISTAS: UMA HISTÓRIA DE CAMPO MAIOR”).

Contexto Histórico

A principios del siglo 17, en 1633, en Inglaterra, comenzó a desarrollarse un grupo de


iglesias con ideas y prácticas distintas a las de la iglesia del estado. Estos hermanos eran
miembros de una congregación independiente, formada por separatistas ingleses que habían
salido de la iglesia del estado. Como no aceptaban el bautismo de niños, la congregación
decidió irse de manera amistosa, y empezar otra, que fue dirigido por el Pastor John
Spilsbury. Ellos eran Bautistas Particulares. No tenía relación con la iglesia de Inglaterra.
Estaba abiertamente en desacuerdo, aunque con cautela, de la forma que tenía la religión del
estado. Así, aunque pocos, comenzaron a hacerse notar. Las Iglesias Bautistas comenzaron a
crecer y a despertar un creciente interés a otras personas. Sus creencias fueron observadas y
analizadas por algunos miembros de la Iglesia Anglicana y por algunos separatistas que
también habían dejado la iglesia del Estado. Después de la aparición de rumores que
involucraban a algunas iglesias Bautistas, rápidamente comenzaron a ser identificados con
los anabautistas, los cuales fueron considerados enemigos del Estado y por esa razón fueron
perseguidos en Inglaterra. La razón de esto es que hubo un alboroto con muchas muertes en
el vecino país de Alemania, y los anabaptistas fueron acusados de ser los responsables.
Debido a la semejanza de prácticas con los anabaptistas, los bautistas fueron los primeros
en ser confundidos con ellos en Inglaterra.

Sin embargo, estas congregaciones bautistas, a diferencia de los anabaptistas,


sostenía una teología calvinista.25 Por lo tanto, también se los llamaba “Bautistas
Particulares”. La calificación de "particulares" era necesaria no sólo para demostrar el tipo de
teología calvinista que defendieron, sino para distinguirlos del otro grupo de bautistas
ingleses que había llamados “Bautistas Generales”. Este último había regresado de
Amsterdam dirigido por Thomas Helwys. Mientras que los anabaptistas negaron el pecado
original, los bautistas particulares sostuvieron este pensamiento. Creían en la depravación
completa de todos los seres humanos en la elección incondicional, libre de cualquier fe
prevista o de buenas obras, en la redención particular efectuada sólo para los elegidos y no
en una especie de muerte para toda la humanidad para "hacer posible" o crear un
"posibilidad de salvación" para todos los hombres, la perseverancia del verdadero creyente y
en la Gracia irresistible. Tenían en alta estima la Teología del Pacto. Estas doctrinas los
distanciaron de los anabautistas y los acercó más a los puritanos separatistas.

23
Documento Original en portugués en: https://marcuspaixao.wordpress.com/2011/02/21/a-historia-da-primeira-
confissao-londrina-1644/
24
Para conocer más sobre el pastor Marcus, puedes visitar el siguientes link: http://www.escavador.com/pessoas/3822792.
Su blog es: http://campomaioremfoco.com.br/category/blogueiros/marcus-paixao.
25
El texto de la primera confesión de Londres hace teología explícita adoptada por las siete congregaciones bautistas, no
sólo en lo que se refiere a la teología calvinista, sino también a los otros puntos importantes que aseguraban su ortodoxia.
111
En 1642 se publicó un texto bastante sospechoso, donde se le pidió al pueblo de Inglaterra
que permaneciera alerta. Las nueve páginas de texto recordaron todos los incidentes que se
produjeron en Alemania en Munster, donde los anabaptistas causaron alboroto. El texto
anónimo llevaba el siguiente título: “Una advertencia a Inglaterra y especialmente a Londres
acerca de la famosa historia de los anabaptistas, sus prédicas y prácticas en la Alemania
salvaje”.26 Obviamente, aunque sutil, el texto era una advertencia a la gente de Inglaterra a
protegerse de los Bautistas, porque creían que se estaban enfrentando con otro movimiento
anabaptista. Existía el temor de que el motín que terminó en un alboroto causado por los
anabaptistas de Alemania se repitiera en Inglaterra.

LA IDEA DE HACER UNA CONFESIÓN DE FE

Las siete iglesias bautistas de Londres comenzaron a darse cuenta de que los rumores
acerca de ellos se propagaban y que la ciudad estaba nerviosa con la idea de que ellos eran
anabaptistas y que el hecho terrible que tuvo lugar en Munster se pudiera repetir en
Londres. Hubo tergiversación y malentendidos con respecto al grupo de iglesias bautistas de
Londres. Sus creencias fueron erróneamente presentadas por sus oponentes, sus prácticas
fueron rechazadas y muchos los consideraron como una amenaza. A menudo se los
confundía con el otro grupo de bautistas, los generales, las personas no alcanzaban ver las
diferencias.
Sin embargo, los Bautistas Particulares tenían muy poco en común con los Anabaptistas o
los Bautistas Generales27, con los que eran muchas veces confundidos. Aunque había una
gran similitud en el principio del bautismo, pues los bautistas ingleses así como los
anabaptistas sólo bautizaban adultos que profesaban su fe en Cristo, sus diferencias eran
mucho más grandes. Los Bautistas Particulares, ya en1641 practican el bautismo por
inmersión total, mientras que los anabaptistas y los Bautistas Generales simplemente
vertían un poco de agua sobre la cabeza del bautizado, esto es lo que se conoce como
“rociamiento” ó “aspersión”. En cuanto a esta "nueva" forma de bautismo, leemos:

En la década de 1640, varios miembros de esta congregación llegaron a la convicción


de que el bautismo por rociamiento o aspersión, ya sea administrada a adultos o a
niños, no era la forma de bautismo practicado por los apóstoles. Se celebró el
bautismo de creyentes por inmersión. (SANTOS, Gilson Fe y Constitución:.. Identidad
y Unidad en la historia Bautista, 2006 P. 05).

Otra de las cosas que hizo levantar la hostilidad por parte de los ingleses, fue la negación del
bautismo infantil, que era ampliamente practicado por todo el mundo hasta ese momento.
Cualquier grupo que rechazaba el bautismo de niños (infantes) se convertía inmediatamente
en un hereje anabaptista. Era muy necesario para los Bautistas tomar medidas al respecto.
Los bautistas buscaban ser ciudadanos honestos y cumplir con todas sus obligaciones
civiles. Sin embargo, fueron vistos cada vez más como anabaptistas que estaban a punto de
causar un disturbio en Londres. Los panfletos y publicaciones que circulaban en Londres se
referían a ellos como predicadores anabaptistas y los acusaba. Debido a estos
acontecimientos, sumado a la incomprensión y tergiversación de sus puntos de vista
doctrinales y sociales por parte de los ingleses, fue necesario que desde los primeros años del

26
Renihan, James M. – La confesión de fe en 1644 y 1689. Disponible en www.reformedreader.org
27
Los bautistas generales siempre han sido unos pocos en Londres, sin mucha expresión.
112
movimiento Bautista en Inglaterra, las pocas congregaciones produzcan una confesión de fe
que sirva como una defensa contra las denuncias que fueron hechas en contra de ellos.
Aunque su forma de bautismo era diferente al que era practicado por la Iglesia de Inglaterra,
y, por otra parte, no aceptaban el bautismo de niños, aun así, sus diferencias doctrinales
eran muy pequeñas. La Confesión que ellos elaborarían sería un documento oficial de las
iglesias bautistas por medio del cual probarían la ortodoxia de su fe. Después de su
publicación las dudas pronto se disiparon, pues cualquier ciudadano de Inglaterra que
estaba interesado en el documento podía obtener una copia y examinarlo. La confesión,
además de ser un documento oficial de los Bautistas Particulares, fue también un
documento abierto a la sociedad Inglesa y a otras partes interesadas. Esta es la razón por la
que se produjo la Primera Confesión Bautista de Londres en 1644.

LA PRIMERA CONFESIÓN BAUTISTA DE LONDRES

En 1644 fue hecha la primera Confesión Bautista de Londres. John Spilsbury, William
Kiffin y Knollys Hansed, entre otros, fueron quienes escribieron la confesión, en ella
declararon sus creencias y por ende, la de sus congregaciones. Un total de quince pastores
Bautistas Particulares participaron en la preparación de este documento. La confesión tuvo
el propósito explícito de poner fin a la confusión, causada por los ingleses, de que ellos eran
“anabaptistas”. En la portada se lee: "La Confesión de Fe de las iglesias que comúnmente
(aunque erróneamente) son llamadas anabaptistas."28 La Confesión de 1644, aparte de
probar su fidelidad doctrinal, negó cualquier conexión clara con los anabaptistas.
La confesión demuestra, entre otras cosas, que los bautistas tenían una base firme y sólida,
que se parecía mucho a la posición de los puritanos y a las iglesias de Londres. La Confesión
Bautista de 1644 presenta 53 artículos ricamente expuestos en un lenguaje claro y sin dejar
ninguna impresión de carácter dudoso. La Confesión termina con una conclusión exquisita
que refuerza lo que se dijo al principio: “los bautistas no son anabaptistas”. En la confesión
se hace evidente una voz fuerte y valiente que anuncia la firme postura que tienen de no
renunciar a su fe, incluso si la persecución se hace evidente:

Queremos dar a Cristo lo que es de él y a toda la autoridad legal lo que le merece, y no


deber nada a nadie menos el amor; vivir en tranquilidad y pacíficamente, como es digno
de un santo, esforzándonos en todo a mantener una buena consciencia; y responder a
todo hombre como queremos ser también respondidos. Nuestra práctica comprueba que
somos un pueblo inofensivo, tranquilo (no presentamos peligro y causamos molestias a
la sociedad humana). Laboramos y trabajamos con nuestras manos, para que nadie nos
acuse, sino que damos a él que tiene necesidad, tanto a enemigos como a amigos,
tomando en cuenta que es mejor dar que recibir. Reconocemos que solo sabemos en
parte, y que desconocemos muchas cosas que quisiéramos y buscamos conocer, y si
alguien no nos comprende, debemos dar las gracias a Dios y a ellos. Pero si alguno nos
requiere cualquier cosa no mandada por nuestro Señor Jesucristo, debemos mejor
soportar reproches y torturas de los hombres, y perder las comodidades físicas, y si es
menester, morir mil veces, que hacer cualquier cosa que va contra nuestra propia
consciencia. Y si alguien llama herejía a lo que hemos dicho, entonces con el Apóstol

28
La Confesión de Fe de Londres de 1644. Esta nota inicial de confesión Bautista leyó una declaración descalifica a nadie a
insinuar una conexión de los bautistas con anabaptistas. Que es exactamente lo que los británicos, sobre todo entender.
Dejaron claro con esta nota la completa armonía con este grupo. La idea que se remonta al origen de los bautistas
anabaptistas todavía está en manos de muchas personas hoy en día, aunque carecen de los argumentos históricos.
113
reconocemos que según lo que llamen herejía, adoramos al Dios de nuestros Padres,
desechando toda verdadera herejía, porque está en contra de Cristo, y quedamos
firmes, inmovibles, siempre abundando en obediencia a Cristo, sabiendo que nuestra
labor no será vana en el Señor. (Primera Confesión de Fe de Londres de 1644. Énfasis
mío).

Era una práctica común de ese tiempo, la preparación y el uso de las confesiones de fe y
catecismos. Lutero hizo ambas, confesiones y catecismos para aquellos creyentes que
estaban en sus primeros pasos. Pero los bautistas no habían presentado todavía documentos
confesionales. El grupo de separatistas que emigraron a los Países Bajos, dirigidos por John
Smith y Thomas Helwys se había desmoronado. Smith se había unido a los menonitas y
Helwys comenzó a liderar lo que había quedo del grupo. Sobre lo que Helwys creía y su
doctrina no tenemos documentos oficiales que hayan sido publicados, sin embargo, nos
quedan algunas cartas que él les mandó a los menonitas intentando hacer que no recibieran
a John Smith, en las cuales el hace algunas declaraciones sobre lo que creía 29. Estas son las
raíces de los Bautistas Generales.

FUENTES UTILIZADAS EN LA PREPARACIÓN DE LA PRIMERA CONFESIÓN DE


LONDRES

Según Nettles "Una gran parte de las declaraciones de la Primera Confesión de Londres están
basadas en la confesión Separatista escrita por Henry Ainsworth". 30 El pastor Bautista, John
Spilsbury, también tuvo una gran participación en la teología de la Primera Confesión de
Londres. Otra confesión que tuvo un rol importante y que fue ampliamente utilizada en la
fabricación de la Primera Confesión de Londres, fue la conocida como la Confesión Verdadera
o de la Verdad de 1596, así como el libro de puritano William Ames.

Probablemente la mejor y más detallada confesión disponible para ellos era la Confesión
Verdadera o de la Verdad de 1596, (...) Alrededor del 50% de su confesión fue influenciada
directamente por este magnífico documento. Por otra parte, se apoyaron grandemente en un
libro llamado “The Marrow of Theology” (La Médula de la Teología ó la Médula Teológica),
escrito por un famoso y muy importante puritano, William Ames. Ellos reunieron todo el
material de las fuentes que tenían disponibles para un propósito específico, y este era, probar
que tenían mucho en común con las iglesias y ministros que estaban a su alrededor. (Renihan,
James M. El Confesar la fe en 1644 y 1689.)

Las siete congregaciones Bautistas reconocían en estas obras una fuente excelente, ya que el
primero tenía una verdadera confesión de puntos eclesiológicos comúnmente aceptados por
los bautistas particulares:

1. Una iglesia pura,


2. La libertad de conciencia;
3. El bautismo de los creyentes solamente,
4. La autonomía de la congregación, y

29
Algunos documentos escritos por Thomas Helwys: Breve Confesión de Fe en 20 artículos (1609), Una breve confesión de
fe (1610), Una Declaración de Fe del remanente del pueblo Inglés en Amsterdam (1611). Este último fue escrito en nombre
de su iglesia.
30
Nettles, Thomas. POR SU GRACIA Y POR SU GLORIA, Foundres Press, 2006, pp 4-5.
114
5. La separación de Iglesia y Estado.

El libro de William Ames, por otro lado, sirvió como una base teológica sana y ortodoxa para
la elaboración de la confesión. Un dato importante es que la Primera Confesión de Londres es
completamente independiente de la Confesión de Fe de Westminster, la confesión reformada
más importante del siglo 17. En cambio, la Confesión Bautista de Fe de 1689 (la segunda) se
basó ampliamente en este documento, haciendo unas diferencias sólo en aquellos puntos
que marcan los distintivos propios de los bautistas. Esta dependencia ha causado cierta
inquietud entre algunos bautistas.
Algunos estudiosos han presentado diferentes interpretaciones sobre el origen histórico de la
Primera Confesión de Londres. Nosotros creemos en la originalidad de la Confesión de
Londres de 1644, es decir, que no fue basada o estructurada sobre ninguna fuente principal.
Es un documento esencialmente Bautista: "La Primera Confesión de Londres es simplemente
una confesión Bautista. Ella no debe su origen a ninguna otra confesión". La crítica a la
Segunda Confesión de Londres es clara e inmediata: "Así que, en lugar de copiar una
confesión paidobautista (que sostienen el bautismo de infantes) existentes o algún estándar
de teología como la Segunda Confesión de Londres, los escritores de la Primera Confesión de
Londres ocupan un lugar único al afirmando sus declaraciones". (La Primera Confesión de
Londres de la fe: en las formas paralelas con documentos de apoyo Siendo las ediciones de
1644, 1646, 1651 y 1652).
Aunque la Segunda Confesión de Londres es casi idéntica en la mayor parte de su lenguaje y
teología a la Confesión de Westminster y a la Declaración de Savoy, no podemos llamarla
simplemente una "copia" de estos documentos. Los teólogos Bautistas creían en un sistema
teológico que coincidía en casi todo con el cuerpo de la doctrina presentada en estos
documentos citados. La Primera Confesión de Londres es una prueba de ello.31

El contexto político en el que se produjo la Segunda Confesión tuvo una gran influencia.
Inglaterra pasó por un período de grandes cambios políticos:

1. El Rey hacía poco había sido decapitado por Cromwell;


2. Cromweel asume el cargo de "Protector de Inglaterra", que le da una nueva dirección
política.
3. Con la muerte de Cromweel, la línea de Stuart vuelve al trono Inglés y comienza un
período de persecución de los disidentes protestantes, como los bautistas.

Después de este período de oscuridad las iglesias comenzaron a vivir un período de paz y
libertad, y por esta razón, las Iglesia Bautistas Particulares quisieron demostrar su acuerdo
teológico con las otras iglesias reformadas. Así que, tomaron nota de las declaraciones de fe
que ya habían sido publicadas por otros grupos cristianos y las usaron como base para hacer
su segunda confesión con el propósito de reafirmar su fe y mostrar que no eran un grupo
ajeno a la Reforma. Esta segunda confesión que elaboraron, no anulaba en nada a la
primera, sino que simplemente era más extensa y más detallada que la primera.

Sobre el interés que tenían en mostrar con claridad su acuerdo con las otras iglesias
reformadas, leemos:

31
Esto es una evidencia puesto que años antes de que se escribieran estas dos confesiones, los Bautistas Particulares ya
habían dicho y expresado que creían la misma teológica que se expresaría en ellas.
115
En sus esfuerzos por mostrar el gran acuerdo que había con los otros grupos protestantes, se
decidió hacer uso de muchas palabras y frases iguales a las de los dos artículos de fe
(Confesión de Westminster y la de Savoy)... Con espíritu humilde decían: "no tenemos comezón
por oír religión con nuevas palabras, concordamos con la buena forma de expresión que ha
sido utilizada, de acuerdo a las Escrituras, por otros antes que nosotros." (Nettles, Thomas. Por
su gracia y por su gloria, Founders Press, 2006, p. 8).

Sin embargo, la Segunda Confesión Bautista presenta claramente diferencias doctrinales con
la de Westminster y la de Savoy. Por otra parte, las frases no son completamente iguales,
sino que contienen pequeños cambios en el lenguaje en las partes que los teólogos bautistas
creyeron necesario. Esa es la forma de demostrar la marca innegable de que ella en realidad
es una Confesión de Fe Bautista.
La primera confesión bautista, es decir, La Confesión de Londres de 1644, fue adoptada por
siete iglesias Bautistas Particulares. Ellas fueron:

1. La Iglesia en Wapping,
2. La Iglesia de Devonshire Squire,
3. La Iglesia Crutched Fryars,
4. La Iglesia en Southwark,
5. La Iglesia en Petty France,
6. La Iglesia de Glasshouse.
7. Se desconoce.

Por falta de documentos históricos, hay algunas cosas que desconocemos de esta Confesión,
como, por ejemplo, cuál es el nombre de la última de las siete iglesias que la firmaron la
Primera Confesión de Fe de Londres. En la página principal de la edición de 1646, leemos:

Una confesión de fe de siete congregaciones (iglesias) de Cristo en Londres, que comúnmente


son llamadas en forma injustificada Anabaptistas. Esta publicación es para la reivindicación
de la verdad e información para los que desconocen la confesión. Al mismo tiempo es para
contestar las recriminaciones infundadas que frecuentemente nos hacen desde los púlpitos y
en la literatura.

Impreso en Londres, en el año de nuestro Señor, 1646.

LA CONFESIÓN Y LOS PAIDOBAUTISTAS

La Confesión Bautistas fue pronto criticada. Un año después de haberla completado y


presentado al pueblo británico, el reverendo Stephen Marshall comenzó a poner en duda la
confesión y a criticarla. Marshall fue miembro de la Asamblea de Westminster y atacó a los
bautistas por el hecho de que rechazaban el bautismo de infantes. John Tombes envió una
carta a Marshall,32 y examinó uno de sus sermones en los que había hecho críticas a los

32
Las declaraciones de Tombes en defensa de los Bautistas están en un tratado titulado: "Un análisis al sermón del Sr.
Stephen Marshall, sobre el bautismo de los niños."

116
bautistas. En la carta, Tombes responde a la acusación y argumenta simplemente señalando
a la Confesión de Londres como una prueba de la ortodoxia de los Bautistas Particulares.
Dr. Featley, otro hombre que estuvo presente en la Asamblea de Westminster, se pronunció a
favor de la Confesión Bautista Particular después de examinarla. Aunque criticó algunos de
los artículos de la confesión, aún así la reconoció como ortodoxa. Según él, los bautistas no
debían ser comparados con las numerosas herejías que estaban de moda en ese tiempo;
pues, los Bautistas no enseñaban el libre albedrío o el "caer de la gracia", como los
arminianos; no negaban el pecado original, como los pelagianos; no eran desobedientes a las
autoridades o magistrados, como los jesuitas; no promovieron ideas socialistas como la
igualdad de bienes; no eran polígamos; no andaban desnudos, como los adanitas; no creían
en la enseñanza de la aniquilación del alma (muerte del alma).

Aunque tenían algunos defensores, los Bautistas Particulares tenían en la Confesión de


Londres de 1644 algunos artículos de la fe que eran contrarios al pensamiento dominante en
esos días:

1. El Artículo VIII establece que las Escrituras son totalmente suficientes para gobernar a
los santos en todos los aspectos de la vida;
2. Los Artículos XXXIX, XL y XLI aseguran que el bautismo se debe administrar solamente
a las personas regeneradas y el modo debía ser la inmersión;
3. El Artículo XXV Dice que la predicación de la ley es necesaria, así como el conjunto del
sistema ceremonial del Antiguo Testamento;
4. El Artículo VII trata de la salvación y la condenación. En cuanto a la salvación de los
niños que mueren en la infancia, los bautistas no dicen nada en cuanto a su futuro. Ni
afirman su elección ni su condenación. Esto fue visto como uno de los misterios insondables
de Dios.

Todos estos puntos de vista puesto por escrito en la Confesión Bautista de Londres
provocaron un clima de desconfianza, que, por cierto, fue de ambos lados, tanto de los otros
protestantes hacia los bautistas como de los mismos bautistas hacia los otros protestantes.
Un ejemplo de esto es que los primeros Bautistas se negaron a escuchar predicaciones
paidobautistas, y tampoco permitían que sus muertos sean enterrados con ellos.

Tres ediciones, con ajustes menores, se han hecho y presentado de la Primera Confesión,
estas fueron en 1646, 1651 y 1652. Los Bautistas Particulares llegaron a ser vistos como un
grupo separatista distinto especialmente de los anabaptistas y de los Bautistas Generales.

EL FUTURO DE LA PRIMERA CONFESIÓN DE LONDRES

Después de sus sucesivas ediciones, la Confesión de Londres siguió siendo aceptada por las
Iglesias Bautistas Particulares como el documento oficial de su fe en Inglaterra y en todo el
continente. Sin embargo, con el desarrollo de la Confesión de Westminster, la cual se
convirtió en el punto de inclusión teológica de todas las iglesias reformadas por medio de su
excelente contenido teológico, y de la gran popularidad que comenzó a ganar, la antigua
confesión empezó a perder fuerza.
Pocas iglesias después de 1677, cuando se redactó la Segunda Confesión de Londres, la cual
se basada en la confesión de Westminster y la de Saboya, siguieron utilizando la Primera
Confesión de Londres. Con la promulgación de la Segunda Confesión, en 1689, la antigua

117
confesión retrocedió aún más, y la gran mayoría de las iglesias bautistas adoptó la Segunda
Confesión de Londres.
En los Estados Unidos la Confesión de 1689 fue ampliamente aceptada por las iglesias,
asociaciones y convenciones. La llamaron la Confesión Bautista de Filadelfia. La única
novedad fue que le agregaron dos capítulos más sin hacer ningún cambio en los capítulos
que ya estaban presentes. Hoy en día, son muy pocas las iglesias que adoptan la Primera
Confesión de Londres. Su interés parece estar más restringido a personas que a iglesias o
asociaciones.

B. Breve Bosquejo de la historia de la Primera y Segunda Confesión Bautista de Fe


Por Pastor Sugel Michelen

Los Bautistas y Congregacionalistas vienen de la Reforma en Inglaterra.


En las décadas de 1630 y 1640 los congregacionalistas y los bautistas emergieron de la
Iglesia Anglicana. Sufrieron persecuciones cíclicas, no estando separadas de la Iglesia
Anglicana oficial y estatal.

La Primera Confesión de Fe de Londres de 1644


En 1644 la Primera Confesión de Londres fue elaborada con el propósito de distinguir a sus
autores –que eran Bautistas calvinistas- de los Bautistas Generales y de los Anabaptistas.
Esto fue antes de la Declaración de Savoy y de la Confesión de Westminster. Se reunieron
siete iglesias Bautistas Particulares (o “reformadas”) para refutar los errores de los
anabaptistas en Alemania y Holanda, y así distinguirse de ellos.

El Parlamento llama a una Asamblea


El Parlamento Inglés llamó a una Asamblea de las iglesias puritanas inglesas y escocesas,
desde 1643 a 1648.

Declaración de Savoy de 1658


Está basada en la Confesión de Fe de Westminster. Es una Confesión congregacionalista.
Esto significa que afirma que cada iglesia local es la responsable de resolver sus asuntos
internos, lo que se opone al gobierno y la disciplina consagradas en la Confesión de
Westminster, de corte presbiteriano.

El Código Claredon de 1660


En la década de 1660 el Código Claredon consistió en una serie de leyes dictadas para
destruir a todo el que no perteneciera a la Iglesia Anglicana. Como resultado, los
presbiterianos, bautistas y congregacionalistas sufrieron persecución.

Segunda Confesión de Fe Bautista de Londres de 1677


En 1677 una segunda Confesión Bautista de Londres comenzó a circular, y es posible que
este sea el año en que fue editada y elaborada a partir de varias confesiones. Fue editada
primeramente a partir de la Confesión Bautista de 1644, la Confesión de Westminster, la
Declaración de Savoy, sin mencionar credos ortodoxos como el Niceno.
No fue promovida ni publicada ampliamente debido a la persecución que estaban sufriendo
las Iglesias Reformadas en Inglaterra en ese momento.

Acta de Tolerancia de 1689


118
El Acta de Tolerancia fue aprobada el 24 de Mayo de 1689. Esta acta permitía independizarse
de la Iglesia Anglicana a aquellos cuya consciencia lo demandaba.

Encuentro de Pastores de Londres y Gales en 1689


En 1689 La Asamblea General de Bautistas Particulares de Londres adoptaron la Segunda
Confesión de Fe Bautista de 1677. Fue ideada como un instrumento apologético y educativo.
La Confesión se transformó en la más importante de todas las Confesiones Bautistas. Se
reunieron ministros y mensajeros de 100 iglesias Bautistas de Inglaterra y Gales.

La Segunda Confesión Bautista de Londres de 1677 adoptada en 1689


Es llamada la segunda Confesión Bautista de Londres ya que la precede la de 1644. Se data
en 1689 porque aun cuando fue elaborada en 1677, la adopción oficial de esta por la
Asamblea General de Londres no fue sino hasta esa fecha. Es la Confesión más popular entre
los Bautistas Calvinistas de habla inglesa. A medida que ha sido adoptada por distintas
congregaciones, ha sido modificada. Ejemplos:
Confesión de Fe de Philadelphia: a fines de los 1600 agregaron dos artículos breves sobre la
forma de cantar los salmos. Fue impresa por Benjamin Franklin. Este es el nombre que
adoptó en los estados del Norte. En el Sur fue llamada la Confesión de Charleston. Fue
usada en el tiempo de la Colonia, y siguió siendo considerada en la primera etapa después de
la Independencia.
Charles Spurgeon: revivió el interés por la Confesión de Fe de 1689 poco después de
convertirse en pastor de la New Park Street Chapel de Londres. Lo hizo para fortalecer los
cimientos doctrinales, y afirmó:

“Me ha parecido correcto re-editar esta excelente lista de doctrinas, que fueron elaboradas
por ministros bautistas en 1689 Necesitamos un estandarte por causa de la verdad, puede
ser que este pequeño volumen sirva para la causa del glorioso Evangelio, al testificar
claramente cuáles son sus doctrinas fundamentales. Este pequeño volumen no fue elaborado
como una regla autoritativa, o como código de fe al cual deban ser encadenados, sino como
una ayuda para uds. a la hora de la controversia, una confirmación e la fe, y un medio de
edificación en la justicia. Aquí los miembros más jóvenes de nuestra iglesia tendrán un
cuerpo de divinidad en formato pequeño, que, por medio de pruebas escriturales, les
permitirá estar listos para dar razón de la esperanza que está en ellos. No se avergüencen de
su fe, recuerden que es el Evangelio antiguo de los mártires, confesores, reformadores y
santos. Sobre todo, es la verdad de Dios contra la cual las puertas del Hades no
prevalecerán. Que sus vidas adornen su fe, que su ejemplo recomiende su credo. Sobre todo,
vivan en Cristo Jesús y caminen en Él, no dando crédito a doctrina alguna salvo aquella
manifiestamente aprobada por Él y dada por el Espíritu Santo. Permanezcan firmes en la
Palabra de Dios que ha sido trazada para ustedes”.

Desuso de la Confesión Bautista de 1689


Esta Confesión cayó en desuso desde mediados de 1800 a mediados de 1900.

Resurgimiento de la Confesión de 1689


El interés ha revivido, re-editándose en diversas ocasiones, incluso en 2010 por ARBCA. En
palabras de Charles Spurgeon relativas a esta Confesión: “Permanezcan firmes en la Palabra
de Dios que ha sido trazada para ustedes”. Si son bíblicos, los Credos y Confesiones trazan la
Palabra de Dios para nosotros.

119
III. EXPOSICIÓN DE LA CONFESIÓN DE FE

Analisis de la Confesión Bautista de Fe de 1689


Por Sugel Michelen

1. La Confesión de Fe Bautista de 1689: Es una Confesión cristiana (ortodoxa)

Habiendo considerado la Historia de los Bautistas y la Historia de la Confesión de Fe


Bautista de 1689, ahora quiero enfocar el contenido general de la Confesión, resaltando cinco
de sus características primordiales. Y la primera es que ésta es una confesión cristiana
(ortodoxa), es decir, que esta Confesión se adhiere a aquellas doctrinas que el cristianismo
bíblico ha defendido a través de los siglos.

1. La Escritura. Nosotros creemos que la palabra de Dios es inspirada por Dios en todas sus
partes y en cada una de sus palabras. Eso quiere decir que todo cuanto dice en este libro, en
sus escritos originales, aunque fue escrito por hombres, fue escrito por hombres inspirados
por el Espíritu Santo; y la Confesión de Londres se adhiere a esa doctrina.

¿A qué se opone? A la doctrina de los liberales y de los neo-ortodoxos. Los liberales dicen que
en la Biblia hay muchas cosas folklóricas, que nosotros no podemos creerlas tal y cual están
allí escritas.

Los neo-ortodoxos, por su parte, dicen que la Biblia no es la palabra de Dios, sino que
contiene la palabra de Dios. Cuando usted está leyendo la Palabra, y hay algún texto que lo
toca de manera particular, los neo-ortodoxos dicen: “En ese momento ese texto se convirtió
en palabra de Dios para ti”. Muy sutil, pero equivocado. La Biblia no contiene, sino que es,
en todas sus partes, desde Génesis hasta Apocalipsis, la Palabra infalible e inerrante de Dios;
y eso es lo que esta Confesión afirma, conforme a la enseñanza de la Escritura misma (2Tim.
3:16-17; 2P. 1:16-21).

2. Dios. Con respecto a Dios esta Confesión también se adhiere a la confesión de la Iglesia a
través de los siglos. Creemos en un Dios que subsiste en tres personas: Dios el Padre, Dios el
Hijo, y Dios el Espíritu Santo.

¿A qué error se opone? Al de los Testigos de Jehová, que nos dicen que Dios es uno solo,
Jehová. Que la primera criatura de Dios fue el Hijo, y que el Espíritu Santo no es más que
una fuerza, un poder.
La Biblia, en cambio, nos enseña que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es
Dios; pero aún así no hay tres Dioses, sino un solo Dios. El misterio de la Santísima
Trinidad.

3. La Creación y la Providencia. En cuanto a la creación y la providencia la Confesión


afirma que Dios creó el mundo y todo lo creado en seis días. Que el séptimo día descansó, y
que de ahí en adelante Dios ha continuado gobernando su creación.

¿A qué error se opone? A los evolucionistas, por un lado, que nos dicen que este mundo es el
producto de millones y millones y millones de años. Y también se opone a la doctrina de los
deístas que dicen que Dios creó el mundo, pero después lo dejó funcionando solo. Pero la
120
Biblia enseña que Dios creó el mundo y que Él gobierna su creación a través de la
providencia.

4. Cristo. En cuanto a Cristo la Confesión de Fe afirma que Cristo es verdadero Dios y


verdadero hombre; el Mesías que Dios había prometido en el Antiguo Testamento.

Se oponen en esto a los liberales, y a los Testigos de Jehová. Estos proclaman que Cristo fue
un gran hombre, un gran maestro. Pero Cristo no era simplemente un gran maestro, ni un
gran hombre únicamente, sino la segunda persona de la Trinidad encarnada.

5. El Evangelio. En cuanto al evangelio la Confesión afirma que el pecador es justificado por


medio de la fe, sin las obras de la ley. Las grandes doctrinas que se defendieron en la época
de la Reforma, y por la cual muchos de nuestros antepasados tuvieron que dar la vida en las
mazmorras de la Inquisición Católico-romana.
¿A qué se opone? Precisamente al Catolicismo Romano que nos dice que el hombre no es
justificado por la fe sola, sino también a través de sus buenas obras.

6. La Vida Cristiana. En cuanto a la vida cristiana la confesión de fe nos dice que el hombre
es salvo por la fe sin obras, pero para buenas obras. Es cierto que somos salvos sin obras,
pero una vez salvo el cristiano debe dar frutos de salvación (Ef. 2:8-10).
¿A qué se opone esta doctrina? A la credulidad de nuestros días. Ser crédulo no es tener una
fe fuerte; ser crédulo es tener una fe ligera. Y hoy día muchas personas dicen que basta con
creer que Jesucristo es el Hijo de Dios para ser salvos, no importa qué estilo de vida lleven de
ahí en adelante.

7. El Mundo Venidero. En cuanto al mundo venidero la Confesión de Fe nos dice que habrá
una resurrección de justos e injustos. La Confesión de Fe nos dice que hay dos lugares
eternos: el cielo y el infierno.
¿A qué se opone? Por un lado se opone al universalismo, doctrina que enseña que al final
todos serán salvos, incluyendo el diablo. Se opone también al aniquilacionismo, es decir la
doctrina que enseña que una vez morimos todo termina allí; que no hay cielo ni hay infierno.

También hay aniquilacionistas que enseñan que hay cielo, pero que no hay infierno, como es
el caso de los Testigos de Jehová. Los Adventistas del Séptimo Día a la larga son
aniquilacionistas también, ellos dicen que todos los impíos serán destruidos, y no quedará
más memoria de ellos.

Así que, como ustedes pueden ver, nuestra Confesión de Fe es cristiana ortodoxa, en el
sentido de que defiende aquellas grandes doctrinas que el cristianismo bíblico ha defendido a
través de los siglos.

2. La Confesión de Fe Bautista de 1689 y la teología del pacto

Al considerar el tema de los pactos estamos tocando un asunto de suprema importancia para
la comprensión adecuada de las Escrituras.

Como todos sabemos, la Biblia, posee dos grandes divisiones. Por un lado, tenemos un grupo
de 39 libros compendiados en una sección que la Biblia llama el Antiguo Testamento; y 27
libros restantes compendiados en otra sección llamada el Nuevo Testamento. Ambas
121
secciones también podrían ser denominadas: el antiguo pacto y el nuevo pacto. Pero, ¿qué es
un pacto? Y ¿cómo nos ayuda este tema a la comprensión de las Escrituras?

Definición de pacto.

Un pacto es una promesa divina a la que Dios añade un juramento. Dice en el capítulo 6 de
Hebreos que Dios juró su pacto a Abraham. No se limitó a darle una promesa, sino que
también interpuso un juramento: “Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no
pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo” (He. 6:13).

¿Y para qué juró Dios? Versículo 17: “Por lo cual, queriendo Dios mostrar más
abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento; para que por dos cosas inmutables [su palabra y su juramento], en las cuales es
imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para
asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.”

La unidad temática de los pactos.

Dios ha hecho diversos pactos en diferentes épocas, de la historia. Dios hizo un pacto con
Noé, con Abraham, con el pueblo de Israel en el tiempo de Moisés y con David. También hizo
un nuevo pacto con nosotros, Su iglesia. Son pactos distintos, pero hay un elemento común
que une todos esos pactos, una unidad temática.

Escuchen lo que dice Pablo en Efesios 2:11 al 13: “Por tanto acordaos de que en otro tiempo
vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada
circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo”.

Dice el apóstol Pablo: “Vosotros estabais lejos de la ciudadanía de Israel. Y, por consiguiente,
erais extraños a los pactos [en plural] de la promesa [en singular]”.

¿Cuál es esa promesa? El apóstol Pablo no lo dice en el texto. Sin embargo, podemos
aventurarnos a dar una respuesta viendo los siguiente textos bíblicos: Gn. 17:7-8; Ex. 6:6-7;
2Sam. 7:14; Jer. 31:33; Ap. 21:3. La promesa que se repite una y otra vez en estos textos es:
“Yo será Su Dios y ellos serán mi pueblo”.

En cada uno de esos pactos hay un tema peculiar, pero cada uno se va construyendo encima
del otro. Es decir, cada pacto no anula el anterior, sino que, con sus peculiaridades, se
construye sobre el anterior. Veamos, rápidamente, ese tema peculiar de cada pacto y cómo se
va construyendo uno encima del otro.

La promesa centra es: Dios redimirá un pueblo para sí; Él será su Dios y ellos serán su
pueblo. En el pacto con Noé Dios asegura la preservación de lo creado hasta el cumplimiento
de la promesa. Si Dios destruye la tierra completamente ya la promesa no se cumple, porque
ya Dios no tendría un pueblo.

Pero, ¿cuál es la promesa peculiar de ese pacto? “No voy a destruir más la tierra por agua”.
122
¿Para qué Dios va a preservar lo creado? Para poder redimir del mundo a Su pueblo, El
pueblo que será de Él y del cual Él será su Dios.

El pacto con Abraham inicia formalmente el pueblo a través del cual el Redentor prometido
habría de venir. ¿Cuál es la peculiaridad del pacto con Abraham? “De ti saldrá una
descendencia numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que está en el mar”. Es
de ese pueblo específicamente que va a surgir el pueblo del pacto, el pueblo de Israel, del
cual vino Cristo.

El pacto mosaico provee la necesaria legislación y regulación para ese pueblo. En el pacto
mosaico Dios le proveyó a ese pueblo la legislación necesaria para poder preservarlo de todas
las costumbres paganas que lo rodeaba y de ese modo poder llevar a cabo el cumplimiento de
su promesa.

En el pacto davídico, el gobierno de Dios sobre su pueblo es concretamente manifestado.


Ahora Dios ha prometido un rey que ha de gobernar perpetuamente ese pueblo cuando ellos
sean su pueblo y Él sea su Dios. Ese Rey no es otro que nuestro Señor Jesucristo.

Y en el nuevo pacto el Redentor aparece y lleva a cabo la redención cumpliendo de ese modo.
Cristo compra para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras y ahora Dios es nuestro Dios
y nosotros somos su pueblo.

Así que todos los pactos descansan en el anterior. No es que Dios hace un pacto hoy,
mañana hace otro y anula todo lo que dijo antes y luego hace otro y anula todo lo que dijo
antes. No. Los pactos se van construyendo uno encima del otro; hay una unidad orgánica
entre unos y otros.

Por ejemplo, el pacto mosaico descansa en el pacto abrahámico. Éxodo 1:6-7: “Y murió José,
y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Y los hijos de Israel fructificaron y se
multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra”.

Una de las promesas que Dios le dio a Abraham es: “Tu descendencia será numerosa”.
Vemos aquí como el pacto comienza a cumplirse en la época de Moisés: “También establecí
mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la
cual habitaron. Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir
los egipcios, y me he acordado de mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy
JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su
servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré por mi
pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de
debajo de las tareas pesadas de Egipto” (Ex.6:4-7).

El pacto con Moisés descansa en el pacto con Abraham. Como también el pacto davídico está
orgánicamente relacionado con el de Abraham y el de Moisés (comp. Deut. 17:14-20; 1R. 2:2-
4).

Y el nuevo pacto está relacionado orgánicamente con todos los anteriores. Ezequiel 37:24-28:
“Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis
preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a
mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los
123
hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré
con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y
pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y
seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las naciones que yo Jehová
santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre”.
¿De qué David está hablando Dios aquí si David estaba muerto? Obviamente Dios está
hablando de Aquel que Apocalipsis llama la raíz y el linaje de David, nuestro Señor
Jesucristo (comp. Ap. 21:3; Lc 1:72-73; Gal. 3:15-18).

Algunas personas no distinguen la variedad y el progreso de la revelación, y yerran en su


interpretación de la Escritura. Por ejemplo, los Adventistas del Séptimo Día. Ellos siguen
guardando el sábado, no comen carne de puerco, etc., etc. Pero esas leyes ceremoniales
fueron abolidas por Cristo. Ellos no ven el progreso de la revelación.

Otros, en cambio, no ven la unidad en esa diversidad, como es el caso de los


dispensacionalistas. El dispensacionalista quebranta la unidad de la Escritura al enseñar
que Dios tiene dos pueblos, Israel y la Iglesia, que permanecerán separados por siempre.

Pero la Biblia posee unidad en la diversidad, algo que reconoce la Confesión de Fe Bautista
de 1689, no sólo en el capítulo 7, El Pacto de Dios, sino también en todo el entramado
doctrinal de la Confesión.

3. La Confesión de Fe Bautista de 1689: Una Confesión Calvinista

Como hemos vistos en otras entradas al tratar con la Historia de los Bautistas, la Confesión
de Fe de 1689 es un resumen doctrinal de las doctrinas creídas por un grupo de iglesias
bautistas en Londres en el siglo XVII, y de las cuales descienden los bautistas modernos.
Esta confesión es claramente calvinista en su teología.

Ahora bien, al decir que nuestra confesión es “calvinista” debemos definir este término con
cuidado; en primer lugar, por los prejuicios que tienen muchos contra todo tipo de definición
doctrinal, como si el hecho de acuñar un nombre para señalar una doctrina la convierta de
inmediato en doctrina de hombres.

En segundo lugar, por los prejuicios que muchos tienen contra el calvinismo per se, sobre
todo con la doctrina de la elección y la expiación limitada; y tercero, porque la palabra misma
puede ser legítimamente usada de diversas maneras.

Algunas veces el término “calvinismo” es usado para señalar las enseñanzas de Juan
Calvino, sistematizadas en su obra magna: La Institución de la Religión Cristiana.

Otros llaman “calvinismo” a la cosmovisión que produjo la Reforma y que abrazaron los
países que fueron mayormente influenciados por el protestantismo. Esta cosmovisión ha
dejado marcas permanentes en dichas sociedades, que podemos ver en mayor o menor
grado, aun al día de hoy.

Esta cosmovisión no se circunscribe únicamente a la teología, sino que abarca también


aspectos éticos, filosóficos, sociales y políticos, y fue una influencia determinante en el
nacimiento de la sociedad moderna occidental.
124
Pero la mayoría de las veces el término “calvinismo” señala el sistema doctrinal confesado por
las iglesias reformadas, donde Dios reina soberano tanto en la salvación de los pecadores,
como en la vida cristiana y la adoración de Su pueblo.

La raíz de este sistema doctrinal llamado “calvinismo” subyace en una profunda comprensión
de la enseñanza bíblica sobre la majestad de Dios, por un lado, y la miseria humana por el
otro.

El calvinismo toma en serio lo que la Biblia enseña acerca de Dios, lo que la Biblia enseña
acerca del hombre, y nos mueve a actuar en consecuencia. Cuando usemos en esta clase la
palabra “calvinismo” es este último significado el que le estamos dando.

Ahora bien, es importante aclarar que este énfasis del calvinismo en la soberanía y
centralidad de Dios no fue una invención de Calvino, sino que es el énfasis de las mismas
Escrituras. Se le ha llamado “calvinismo” por el impacto tan profundo que tuvo Calvino en la
sistematización de estas doctrinas en el siglo XVI.

Pero no fue él el primero que enseñó estas cosas. De hecho, eso podemos percibirlo
claramente al leer sus Instituciones. El campeón de la ortodoxia en el siglo V fue sin duda
alguna Agustín de Hipona, y su nombre es continuamente citado, tanto en los escritos de
Lutero como en los de Calvino.

Así que el calvinismo no es otra cosa que la expresión del cristianismo bíblico llevado a las
últimas consecuencias. Spurgeon dijo en cierta ocasión: “La antigua verdad que Calvino
predicó, que Agustín predicó, que Pablo predicó, es la verdad que debo predicar hoy, o de lo
contrario sería infiel a mi consciencia y a mi Dios”.

Y Benjamín Warfield, uno de los teólogos más brillantes que ha tenido la iglesia de Cristo a lo
largo de su historia, dijo lo siguiente: “Aquel que cree en Dios sin reservas y está
determinado a que Dios sea Dios en todo su pensamiento, sentimiento y voluntad – en el
ámbito completo de las actividades de su vida, intelectuales, morales, espirituales, en todas
sus relaciones… sociales y religiosas – es… un calvinista” (Calvin and Augustine; pg. 288-
289).

Al hablar de “calvinismo”, entonces, nos referimos a esa perspectiva teocéntrica que debe
gobernarnos en todos los aspectos de nuestra vida. Y nuestra Confesión es calvinista, en
oposición a otras confesiones que son arminianas.

Jacobo Arminio fue un teólogo neerlandés que se opuso a las enseñanzas de las iglesias
reformadas, sobre todo en lo que respecta a la soberanía de Dios en la salvación de los
pecadores. Nació en el 1560 y murió en el 1609.

Sus seguidores fueron conocidos como arminianos, y sus puntos de vista llegaron a ser más
radicales que los del mismo Arminio. Sus doctrinas pueden ser resumidas en las siguientes
proposiciones:

1. la depravación que vino al hombre por causa de la caída no debe describirse como total; el
hombre posee aun la habilidad de inclinar su voluntad a fines buenos.
125
2. Dios elige o reprueba en base a la fe o a la incredulidad preconocida.
3. Cristo murió por todos los hombres y por cada uno de ellos, aunque sólo los creyentes son
salvos.
4. La gracia de Dios puede ser resistida.
5. En esta vida es imposible llegar a tener la seguridad de salvación, a excepción de alguna
revelación personal.

Algunas de estas doctrinas fueron presentadas en un documento que fue discutido y


condenado en un sínodo de teólogos que se llevó a cabo en la ciudad holandesa de Dort y que
concluyó el 9 de mayo de 1619 con la aprobación de un documento conocido como Cánones
de Dort. Ahora, noten que Calvino ya había muerto muchos años antes de este sínodo.

Allí fueron redactados cinco puntos en respuesta a las doctrinas de los arminianos, que
desde entonces han sido conocidos como los cinco puntos del calvinismo:

1. La depravación total del hombre.


2. La elección incondicional.
3. La expiación limitada (o particular).
4. La gracia irresistible.
5. La perseverancia final de los creyentes.

Estos cinco puntos doctrinales son claramente defendidos por la Confesión de Fe Bautista de
1689 como el sistema de doctrina enseñado en las Sagradas Escrituras, como veremos en
una entrada posterior.

4. La Confesión de Fe Bautista de 1689 y el Sínodo de Dort (1ra parte)

En la entrada anterior dijimos que la Confesión de Fe de 1689 es una confesión calvinista, y


explicaba que al usar ese término me refería al hecho de que nuestra Confesión se adhiere a
los cinco puntos que fueron redactados en ese Sínodo en respuesta a las doctrinas
arminianas. Esos puntos son doctrinales:

1. La depravación total del hombre.


2. La elección incondicional.
3. La expiación limitada (o particular).
4. La gracia irresistible.
5. La perseverancia final de los creyentes.

Veamos lo que enseña la Confesión con respecto a estas doctrinas, creídas y defendidas por
estas congregaciones bautistas inglesas del siglo XVII.

La depravación total del hombre.

Cuando decimos que el hombre está totalmente depravado, esto no significa que todo hombre
es todo lo malo que pudiera llegar a ser, ni tampoco que el hombre sea completamente
incapaz de hacer algo relativamente bueno.

Más bien estamos afirmando que la corrupción del pecado alcanzó al hombre en todas sus

126
facultades, y que éste quedó completamente imposibilitado de salvarse o disponerse a sí
mismo para la salvación. En el capítulo 6:2-3 la Confesión dice:

2. Por este pecado, nuestros primeros padres cayeron de su justicia original y perdieron la
comunión con Dios. El pecado de ellos nos envolvió a todos y a través de este pecado la muerte
pasó a todos.(c) Todos los hombres vinieron a ser muertos en pecado,(d) y totalmente
corrompidos en todas las facultades y partes del alma y del cuerpo.(e)

(c) Rom. 3:23


(d) Rom. 5:12-21
(e) Tit. 1:15; Gn. 6:5; Jer. 17:9; Ro. 3:1-19

3. Siendo ellos la raíz de la raza humana, y por la ordenanza de Dios estando Adan en el lugar
de toda la humanidad, la culpa de este pecado fue imputada a su posteridad, y la naturaleza
corrompida se transmitió a aquella que desciende de ellos según la generación ordinaria.(f)
Todos los hombres, siendo concebidos en pecado,(g) y por naturaleza hijos sujetos a la ira de
Dios,(h) siervos del pecado y sujetos a la muerte,(i) son dados a inexplicables miserias
espirituales, temporales y eternas, a no ser que el Señor Jesucristo los libere.(j)

(f) Ro. 5:12-19; 1 Co. 15:21,22,45,49


(g) Sal. 51:5; Job 14:4
(h) Ef. 2:3
(i) Ro. 6:20; 5:12
(j) He.2:14,15; 1 Ti. 1:10

También pueden ver el capítulo 9, párrafo 3, sobre el Libre Albedrío.

Esta doctrina se opone a la doctrina arminiana que niega la total depravación del hombre y
su total imposibilidad para salvarse sin la obra todopoderosa de la gracia de Dios.

También se opone a la doctrina de Charles Finney (y su sistema evangelístico de invitación).


Según Finney, el hombre no ha perdido la capacidad de obedecer a Dios, y por lo tanto,
puede decidir en cualquier momento, sin la ayuda del Espíritu, cambiar por completo el
rumbo de su vida. En eso consiste la regeneración, dice Finney, el cambio de ruta que toma
el pecador cuando decide seguir a Cristo.

Por tanto, todo lo que se necesita para ser cristiano es que el hombre decida hacerse
cristiano, sin ninguna intervención divina. Lo único que hace el Espíritu Santo es
persuadirnos a través de la verdad para que obedezcamos el evangelio, pero nada más. Los
hombres, decía Finney, “no son convertidos por un cambio obrado en su naturaleza por el
poder creativo del Espíritu Santo”, sino por “rendirnos a la verdad” (cit. por Iain Murray;
Pentecost Today?; pg. 50).

El cambio podemos producirlo nosotros mismos por medio de una resolución. Esa resolución
del pecador es anterior a la regeneración. Primero yo me decido por Cristo, y entonces Él
obra en mí. Eso dicen los arminianos.
Esa resolución debe ser manifestada, según Finney, a través de algún acto físico como
ponerse de pie, venir al frente en la iglesia, o algo similar. Esa resolución pública puede ser
considerada como idéntica al cambio producido en el hombre en la conversión.
127
Pero eso es totalmente contrario a la enseñanza de las Escrituras. En Jn. 6:44 el Señor
Jesucristo dice claramente: “Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me envió, no lo atrae”.

Si venir a Cristo es algo que el pecador puede hacer con sólo quererlo, y no es otra cosa que
una decisión pública manifestada a través de levantar la mano o pasar al frente, entonces no
se necesita ninguna asistencia especial del Padre para llevarlo a cabo.

Lamentablemente, algunas personas que no se definen a sí mismas como arminianas, y que


incluso afirman creer en las doctrinas de la gracia definidas en el Sínodo de Dort, o por lo
menos en 4 de ellas, al evangelizar usan la misma metodología y la misma terminología del
arminianismo.

Le piden al pecador que levanten sus manos, que vengan al frente, o que reciten la oración
del pecador (y una vez hacen eso aseguran al pecador que ya es salvo por haber orado); les
dicen que Cristo murió por él, pero que ahora todo depende de su decisión, y cosas así.

¿A qué se debe esto? Probablemente a una falta de comprensión más precisa de la doctrina y
sus implicaciones. Lo mismo le ocurre al arminiano cuando ora por la salvación de los
perdidos. Su oración es incoherente con su sistema doctrinal (si la salvación depende de una
decisión del pecador, ¿para qué orarle a Dios, entonces?).

5. La Confesión de Fe Bautista de 1689 y el Sínodo de Dort (2da parte)

En la entrada anterior comenzamos a ver cómo la Confesión de Fe Bautista de 1689 se


adhiere a los puntos doctrinales que fueron defendidos en el Sínodo de Dort, conocidos como
Los Cinco Puntos del Calvinismo. Ya vimos la doctrina de la depravación total; ahora
veremos las otras cuatro.

La Elección Incondicional:

Cuando hablamos de la elección incondicional, nos referimos al hecho de que Dios, desde
antes de la fundación del mundo, soberanamente escogió obrar en unos la salvación que no
merecían, y esto por el puro afecto de Su voluntad. Esta no solo es la enseñanza clara de las
Escrituras, sino que se desprende lógicamente de la depravación total del hombre. Si el
hombre está muerto en sus delitos y pecados (como dice Pablo en Ef. 2:1-3), entonces es
impotente para salvarse a sí mismo.

Así lo declara nuestra Confesión de Fe en el capítulo 3, los párrafos del 3 al 7:

3. Por el decreto de Dios y para la manifestación de su propia gloria, algunos hombres y


ángeles son predestinados (o pre-ordenados) a vida eterna por medio del Señor Jesucristo, (g)
para la alabanza y gloria de su gracia. (h) A los demás, él ha dejado para que sean
condenados en sus pecados, para la alabanza de su gloriosa justicia. (i)

(g) 1 Tim. 5:21; Mt. 25:34


(h) Ef. 1:56
(i) Rom. 9:22,23; Jud. 4

128
4. Estos hombres y ángeles así predestinados y pre ordenados, están designados particular e
inalterablemente, y su número es tan cierto y definido que ni se puede aumentar ni disminuir.
(j)

(j) Jn. 13:18; 2 Tim. 2:19

5. A aquellos que Dios ha predestinado para vida desde antes que fuesen puestos los
fundamentos del mundo, conforme a su eterno e inmutable propósito y al consejo y beneplácito
secreto de su propia voluntad, los ha escogido en Cristo para la gloria eterna; mas esto por su
libre gracia y puro amor, (k) sin cualquiera otra cosa en la criatura como condición o causa que
le mueva a ello.(l)

(k) Efe. 1:4,9, 11; Ro.8:30; 2 Tim. 1:9; 1Ts. 5:9


(l) Rom. 9:13,16; Ef. 2:5,12

6. Así como Dios ha designado a los elegidos para la gloria, de la misma manera, por el
propósito libre y eterno de su voluntad, ha pre ordenado también los medios para ello.(m) Por
tanto, los que son elegidos, habiendo caído en Adán, son redimidos por Cristo,(n) y en debido
tiempo eficazmente llamados a la fe en Cristo por el Espíritu Santo; son justificados,
adoptados, santificados,(ñ) y guardados por su poder, por medio de la fe, para salvación.(o)
Nadie más será redimido por Cristo, eficazmente llamado, justificado, adoptado, santificado y
salvado, sino solamente los elegidos.(p)

(m) 1 P. 1:2; 2Tes. 2:13


(n) 1Ts. 5:9, 10
(ñ) Rom. 8:30; 2Ts. 2:13
(o) 1 Pe. 1:5
(p) Jn. 10:26; Jn. 17:9; Jn.6:64

7. La doctrina de este alto misterio de la predestinación debe tratarse con especial prudencia y
cuidado, para que los hombres, persuadidos de su vocación eficaz, se aseguren de su elección
eterna,(q) y atendiendo a la voluntad revelada en la palabra de Dios, cedan la obediencia a
ella. De esta manera esta doctrina proporcionará motivos de alabanza,(r) reverencia y
admiración a Dios; y también de humildad,(s) diligencia y abundante consuelo a todos los que
sinceramente obedecen al evangelio.(t)

(q) 1Ts. 1:4,5; 2 Pe. 1:10


(r) Efe. 1:6; Rom. 11:33
(s) Rom. 11:5, 6, 20
(t) Lc. 10:20

La Expiación Limitada:

Esta doctrina se opone al error de la redención universal que nos dice que Cristo murió por
todos, haciendo posible la redención de todos, pero sin asegurar la salvación de ninguno.
Noten la enseñanza de la Confesión en el capítulo 8, los párrafos 5 y 8:

5. El Señor Jesucristo, por su perfecta obediencia y por el sacrificio de sí mismo que ofreció una
129
sola vez por el Espíritu eterno de Dios, ha satisfecho plenamente a la justicia de Dios.(e) Él ha
efectuado la reconciliación y ha comprado un herencia eterna en el reino de los cielos para
todos aquellos dados a él por el Padre.(f)

(e) He. 9:14; Re. 10:14; Rom. 3:25, 26


(f) Jn. 17:2; He.9:15

8. A todos aquellos para quienes Cristo ha obtenido eterna redención, cierta y eficazmente les
aplica y comunica la misma, haciendo intercesión por ellos,(k) uniéndoles a él por su Espíritu,
revelándoles en la palabra y por medio de ella el misterio de la salvación, persuadiéndoles
eficazmente a creer y a obedecer,(l) gobernando el corazón de ellos por su palabra y Espíritu,
(m) y venciendo a todos sus enemigos por su gran poder y sabiduría,(n) y de la manera y por
los caminos que están más en conformidad con su maravillosa e inescrutable dispensación.
Todas estas cosas son hechas en su libre y soberana gracia e incondicionalmente, ya que
nada de mérito es previsto por él en sus elegidos.(ñ)

(k) Jn. 6:37; Jn. 10:15, 16; Jn. 17:9; Rom. 5:10
(l) Jn. 17:6; Ef. 1:9; 1 Jn. 5:20
(m) Rom. 8:9, 14
(n) Sal. 110:1; 1Cor. 15:25,26
(ñ) Jn. 3:8; Ef. 1:8

La Gracia Irresistible:

Esto no significa que Dios obliga al hombre a hacer lo que no quiere hacer. Nosotros usamos
la palabra irresistible muchas veces con esa connotación (el caso de un secuestro, por
ejemplo). Pero esa palabra posee otra connotación, aun en nuestro lenguaje ordinario (como
en el caso de una personalidad irresistible). Algunos prefieren el término “gracia eficaz”.

Lo que hace la gracia de Dios es inclinar eficazmente nuestra voluntad para que hagamos
voluntariamente Su voluntad. La Confesión trata este tema en el capítulo 10, párrafo 1 y 2:

1. A aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, le agrada en su tiempo señalado y


aceptado, llamar eficazmente(a) por su palabra y Espíritu, sacándolos del estado de pecado y
muerte en que se hallaban por naturaleza para darles vida y salvación por Jesucristo.(b) Esto
lo hace iluminando espiritualmente su entendimiento, a fin de que comprendan las cosas de
Dios;(c) quitándoles el corazón de piedra y dándoles uno de carne,(d) renovando sus
voluntades y por su poder soberano determinándoles a hacer aquello que es bueno, y
llevándoles eficazmente a Jesucristo;(e) de tal manera que ellos vienen con absoluta libertad,
habiendo recibido por la gracia de Dios la voluntad de hacerlo. (f)

(a) Rom. 8:30; 11:7; Ef. 1:10, 11; 2Ts. 2:13, 14


(b) Ef. 2:16
(c) Hch. 26:18; Ef. 1:17, 18
(d) Ez.36:26
(e) Ez. 36:27; Ef. 1:19
(f) Sal. 110:3; Cant. 1:4

2. Este llamamiento eficaz depende de la libre y especial gracia de Dios y de ninguna manera
130
de alguna cosa prevista en el hombre, (g) el cual es en esto enteramente pasivo, hasta que
siendo vivificado y renovado por el Espíritu Santo,(h) adquiere la capacidad de responder a
este llamamiento y de recibir la gracia ofrecida y trasmitida en él. Esto sucede por el mismo
poder que obró la resurrección de Cristo de los muertos.(i)

(g) 2Tim. 1:9; Ef 2:8


(h) 1 Cor. 2:14; Ef. 2:5; Jn. 5:25
(i) Ef.1:19, 20

Es importante resaltar que creemos en la libre oferta del evangelio, porque no sabemos
quiénes son los elegidos, y porque Dios ha decretado salvar a los perdidos a través de la
predicación. Por eso nos oponemos a la enseñanza de los hipercalvinistas quienes dicen que
los elegidos se salvarán aunque nadie les predique.

La Perseverancia final de los Santos:

Esta doctrina nos enseña que aquellos que han sido elegidos soberanamente por Dios,
aquellos por quienes Cristo murió, los cuales fueron, en el tiempo, llamados eficazmente a
salvación, de ninguna manera pueden caer del estado de gracia y perderse. Esa es la
enseñanza de la Confesión en el capítulo 17, párrafo 1:

1. Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado eficazmente y santificado


por su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa fe de sus elegidos, no pueden caer ni total ni
definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin, y
serán salvos por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios son
irrevocables, por lo que Él continúa engendrando y nutriendo en ellos la fe, el arrepentimiento,
el amor, el gozo, la esperanza y todas las virtudes del Espíritu para inmortalidad;(a) y aunque
surjan y les azoten muchas tormentas e inundaciones, nunca podrán, sin embargo,
arrancarles del fundamento y la roca a que por la fe están aferrados; a pesar deque, por medio
de la incredulidad y las tentaciones de Satanás, la visión perceptible de la luz y el amor de
Dios puede nublárseles y oscurecérseles por un tiempo,(b) Él, sin embargo, es aún el mismo, y
ellos serán guardados, sin duda alguna, por el poder de Dios para salvación, en la que
gozarán de su posesión adquirida, al estar ellos esculpidos en las palmas de sus manos y sus
nombres escritos en el libro de la vida desde toda la eternidad.(c)

(a) Fil. 1:6; 2 Ti. 2:19; 2 P. 1:5-10; 1 Jn. 2:19


(b) Sal. 89:31, 32; 1 Co. 11:32; 2 Ti. 4:7
(c) Sal. 102:27; Mal. 3:6; Ef. 1:14; 1 P. 1:5; Ap. 13:8

6. La Confesión de Fe Bautista de 1689: Una Confesión Puritana

El puritanismo fue un avivamiento del cristianismo en Inglaterra que se originó durante el


reinado de Elizabeth I, y que culminó 100 años más tarde, durante el reinado de Carlos II. La
Iglesia de Inglaterra se había separado de la Iglesia Católica en la época de Enrique VIII, el
padre de Elizabeth, porque el Papa no le permitió divorciarse de Catalina de Aragón, la hija
de los reyes católicos de España.

Así nace la Iglesia Anglicana, una Iglesia inglesa, de la cual el rey se proclama cabeza. Eso

131
trae como resultados algunos cambios en la Iglesia de Inglaterra, que se hacen más
profundos durante el reinado de Eduardo VI.

Al morir Eduardo siendo apenas un adolescente, María, su hermana (hija de Enrique VIII con
Catalina de Aragón), es coronada como reina, y ésta vuelve al catolicismo, provocando que
muchos protestantes huyeran a la Europa continental por causa de la persecución; muchos
de ellos abrazan allí las doctrinas calvinistas.

Al morir María, Elizabeth, su media hermana, es coronada reina; ésta vuelve al


protestantismo muy probablemente por conveniencia (siendo hija de Ana Bolena, la segunda
esposa de Enrique VIII, era considerada una bastarda por los católicos que no reconocieron
como válido el divorcio de Catalina).

Durante el reinado de Elizabeth muchos de los protestantes que huyeron a Europa


continental, regresan a Inglaterra con la esperanza de que la Reforma fuera más profunda.
Pero pronto se desilusionan. La supuesta reforma de Elizabeth era meramente externa y no
llegaba al corazón de lo que el Nuevo Testamento enseñaba que una iglesia debía ser. A esos
disidentes se les comenzó a llamar puritanos.

De ahí en adelante ese grupo de hombres (puritanos) trató de hacer una verdadera y
profunda reforma en Inglaterra, no sin recibir mucha persecución por parte de los reyes de
Inglaterra. Tan fuerte llegó a ser la persecución que en el año 1622, algunos tuvieron que
huir hacia las colonias americanas.

La Confesión de Fe Bautista de 1689 es puritana. Y, ¿eso qué significa en la práctica?

En primer lugar, ellos predicaban la libertad de conciencia, es decir, que ningún hombre
está obligado a seguir los dictados que otros hombres le quieren imponer si no está revelado
en la Palabra de Dios, en oposición al catolicismo, al anglicanismo, al legalismo y al
tradicionalismo (Cap. 21.2)

En segundo lugar, los puritanos creían que la adoración que honra a Dios debía ser
regulada por Cristo en Su Palabra, de tal manera que solo tenemos derecho a incluir en
nuestros cultos aquello que Dios ha ordenado expresa o implícitamente (22.1). En palabras
más simples: “Lo que se ordena es correcto, y lo que no se ordena es erróneo” (G. I.
Williamson; cit. por Samuel Waldrom; Exposición de la Confesión Bautista de Fe de 1689; pg.
273). También debemos incluir en este punto el lugar que los puritanos designaban al
Sabath cristiano como el día designado por Dios para adorarle en una forma especial (cap.
22. 7, 8).

Finalmente, los puritanos también enseñaban la prioridad de una religión experimental, en


oposición a un mero ritualismo.

7. La Confesión de Fe de 1689 es Independiente y Bautista

Este es el rasgo distintivo que la diferencia de la Confesión de Fe de Westminster: la


Confesión de Westminster es presbiteriana, mientras nuestra Confesión es independiente y
bautista por cuanto establece claramente que cada iglesia local es autónoma, con sus

132
pastores y gobierno particular. Otras implicaciones de ser una Confesión independiente y
bautista:

La Separación de la Iglesia y del Estado.

Al igual que los presbiterianos, los bautistas creemos en la separación de la Iglesia y del
Estado, a diferencia del erastianismo. Este nombre proviene de un teólogo del siglo XVll
llamado Tomás Erastus, que afirmaba que la Iglesia debía ser gobernada por el Estado. En
ese sentido las iglesias bautistas, lo mismo que las presbiterianas, nos oponemos al
anglicanismo y al catolicismo.

El hecho de que un estado tenga una religión establecida, como sucede en la República
Dominicana, es una violación de ese principio de autonomía entra la Iglesia y el Estado.

Los Principios de la Iglesia Universal.

Los autores de la Confesión de Fe de Londres defendían los principios de la Iglesia universal,


tal como se enseña en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, cuando dice la Escritura que Cristo
amó a su iglesia, no se está refiriendo a ninguna iglesia local en particular, sino a su Iglesia
en sentido general y universal.

En esto la Confesión se diferencia de los landmarquistas los cuales niegan que exista una
Iglesia universal; según ellos, existe una sola iglesia verdadera es la Iglesia Bautista; más
aún, dicen poder rastrear sus iglesias landmarquistas desde el siglo XVlll ó XlX, que fue
cuando surgió este movimiento, hasta Juan el Bautista, que fue, supuestamente, el primer
bautista.

¿Y por qué se llaman landmarquistas? Por un artículo escrito en el siglo XlX basado en Pr.
22:28 que dice: “No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres”. La palabra
lindero en inglés es landmark (the old landmark): no traspases el viejo o antiguo landmark,
los linderos que delimitan. Y luego que este artículo salió a la luz pública se les comenzó a
llamar a este grupo landmarquistas, o sea que es una transliteración del inglés al español.

También se diferencia del catolicismo romano. ¿Por qué? Porque si los landmarquistas
destruyen la iglesia universal, a la larga los católicos destruyen la iglesia local. Porque ellos
tienen una jerarquía que gobierna todas las iglesias del mundo, con una sola cabeza que es
el Papa; los bautistas enseñan, en cambio, que cada iglesia local es autónoma.

La Política de la Iglesia local.

Los bautistas se distinguen también por su política para el gobierno de la Iglesia local. Esto
incluye, en primer lugar, el hecho de que los miembros de la iglesia deben ser personas
regeneradas, a diferencia de los presbiterianos que admiten en la membresía a los hijos de
los miembros.

Eso no quiere decir que los presbiterianos creen que los hijos de los creyentes son salvos por
el hecho de ser hijos de creyentes; lo que ellos creen es que por ser hijos del pacto, los hijos
de los creyentes deben ser miembros de la Iglesia. Los bautistas enseñan, en cambio, que los

133
únicos que deben ser miembros de la iglesia son personas que den muestra de haber sido
regeneradas y nacidas de nuevo.

En segundo lugar, creemos que donde hay un grupo de creyentes debe erigirse una iglesia
local, en oposición a los “devocionalistas”, que dicen que lo importante es que cada creyente
viva una vida de piedad delante de Dios; la iglesia local no tiene importancia, según ellos.

Y por otro lado, nos oponemos al gobierno por medio de sínodos. Cada iglesia local es
independiente, autónoma.

En tercer lugar, creemos que la iglesia debe ser gobernada por una pluralidad de pastores.
En eso la Confesión se diferencia de los episcopales que tienen un obispo que gobierna una
región. Nosotros creemos que cada iglesia debe tener sus propios pastores, los cuales
gobiernan las iglesias bajo la autoridad de Cristo (1Tim. 5:17; He. 13:17).

En cuarto lugar, creemos en la necesidad de ejercer disciplina en la Iglesia Local. Dentro de


ese mismo punto de la política de la iglesia local, creemos en la necesidad de disciplina en la
iglesia local.

Las ordenanzas de la iglesia.

Finalmente, creemos que el bautismo y en la santa cena son las únicas dos ordenanzas
dadas por Cristo a Su iglesia, y que solo los creyentes deben participar de estas ordenanzas.

Si desean pueden leer el capítulo sobre Las Ordenanzas, el Bautismo y la Cena del Señor.

Con esto concluimos el resumen del contenido de la Confesión Bautista de Fe de Londres de


1689. Animamos a los que no conocen este documento histórico, leerlo y estudiarlo con
Biblia en mano. Nosotros no le atribuimos a este documento autoridad inerrante; solo la
Biblia es inspirada por Dios y sólo la Biblia es infalible, como lo declara esta misma
Confesión desde su declaración inicial: “Las Santas Escrituras son la única toda suficiente,
segura e infalible regla del conocimiento, fe y obediencia salvadoras”.

Como dijo el gran predicador Charles Spurgeon sobre esta Confesión: “Este documento
antiguo es un excelente resumen de aquellas cosas creídas entre nosotros. Aceptamos el
mismo no como una regla autoritativa, o como un código de fe, sino como una ayuda en la
controversia, una confirmación en la fe y un medio de edificación en la justicia. En él los
miembros de esta Iglesia tendrán un pequeño resumen doctrinal, y por medio de las pruebas
bíblicas allí contenidas estarán preparados para dar una respuesta de la fe que hay en ellos”.

134
LA CONFESIÓN DE FE DE LONDRES de
1644
(Publicada originalmente en el año 1646)

Una confesión de fe de siete congregaciones (iglesias) de Cristo en Londres, que comúnmente son
llamadas en forma injustificada Anabaptistas. Esta publicación es para la reivindicación de la verdad e
información para los que desconocen la confesión. Al mismo tiempo es para contestar las
recriminaciones infundadas que frecuentemente nos hacen desde los púlpitos y en la literatura.
Impreso en Londres, en el año de nuestro Señor, 1646.
I.
EL SEÑOR nuestro Dios es un solo Dios, cuya existencia reside en sí mismo; cuya naturaleza no puede ser
comprendida por nadie sino por él mismo; quien es el único que tiene inmortalidad, y mora en una luz a la
que ningún hombre puede acercarse; quien es en sí santísimo, en todos los aspectos infinito: en grandeza,
sabiduría, poder y amor; es misericordioso y magnánimo, paciente y abunda además en amabilidad y en
verdad; quien da la existencia, el vigor y la preservación de vida a todas sus criaturas.

135
1a Cor.8:6; Isa.44:6, 46:9; Exo.3:14; 1a Tim.6:16; Isa. 43:15; Sal.147:5; Deut.32:3; Job 36:5; Jer.10:12;
Exo.34:6, 7; Hech.17:28; Rom.11:36.
II
En el ser infinito y divino hay solamente el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; cada uno tiene toda la esencia
divina, pero la misma no está dividida. Todos ellos son sin principio, y por eso componen un solo Dios;
quien no debe ser dividido en su naturaleza o en su existencia, sino que debe ser conocido por sus varios
atributos relativos.
1a Cor.1:3; Juan1:1, 15:26; Exo.3:14; 1a Cor.8:6.
III
Dios decretó en sí mismo, antes de que el mundo existiera, todas las cosas, sean cosas necesarias,
accidentales o voluntarias, con todas las circunstancias de ellas, para producir, disponer y traer a la existencia
todo según el consejo de su propia voluntad, y para su propia gloria; (pero sin ser el autor culpable del
pecado) en lo cual es manifestada su sabiduría en la disposición de todas las cosas, en que nunca cambia, y
en su poder y constancia para lograr su decreto: Y Dios desde antes de la fundación del mundo, predestinó a
algunos hombres a vida eterna, por medio de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de su gracia; habiendo
destinado y abandonado a los demás en su pecado para su justa condenación, y para la alabanza de su justo
veredicto.
Iza. 46:10; Efe.1:11; Rom.11:33; Sal.115:3, 135:6, 33:15; 1o Sam.10:9,26; Prov.21:6; Exo.21:13;
Prov.16:33; Sal.144; Isa.45:7; Jer.14:22; Mat.6:28,30; Col.1:16,17; Núm.23:19,20; Rom.3:4; Jer.10:10;
Efe.1:4,5; Jud.4:6; Prov.16:4.
IV
En el principio Dios hizo todas las cosas muy buenas; creó al hombre según su propia imagen, lleno con
todas las perfecciones de su carácter, y libre de todo pecado; pero el hombre no duró mucho en este honor.
Satán usó la ingeniosidad de la serpiente para persuadir primero a Eva y luego por medio de ella sedujo
también a Adán; quien sin ninguna coerción de nadie, al comer el fruto prohibido, desobedeció el
mandamiento de Dios y cayó del estado en el cual fue creado. Por lo tanto, la muerte vino sobre toda su
descendencia; quienes ahora son procreados en pecado, y por naturaleza son los hijos de la ira, los siervos del
pecado, los súbditos de la muerte, y sufren otras adversidades en este mundo, y esto para siempre a menos
que el Señor Jesucristo los libere.
Gén.1:1; Col.1:16; Isa.45:12; 1a Cor.15:45,46; Ecl.7:29; Gén.3:1,4,5; 2a Cor.11:3; 1a Tim.1:14; Gál.3:22;
Rom.5:12,18,19; 6:22; Efe.2:3.
V
Dios en su infinito poder y sabiduría, dispone todas las cosas para el fin al cual fueron creadas; que ni el bien
ni el mal les sobreviene por la casualidad, o sin su providencia; y, sea lo que sea que sucede a los elegidos, es
por su determinación, para su gloria y para el bien de ellos.
Job.38:11; Isa.46:10,11; Ecl.3:14; Mar.10:29,30.; Exo.21:13; Prov.16:33; Rom.8:28.

136
VI
Siendo que todos los elegidos son amados con un amor eterno, son, por lo tanto, redimidos, vivificados y
salvados, pero no por ellos mismos, ni por sus propias obras, para que ninguno tenga de que jactarse; sino
que son salvos sola y totalmente por Dios, de su gracia y misericordia, por medio de Jesucristo, quien es
hecho por Dios, para nosotros, sabiduría, justicia, santificación y redención; y en todo esto el que se regocije
puede regocijarse en el Señor.
Jer.31:2; Efe.1:3,7; 2:8,9; 1a Tes.5:9; Hech.13:48; 2a Cor.5:21; Jer.9:23,24; 1a Cor.1:30,31; Jer.23:6.
VII
La vida eterna es conocerle a él, el único y verdadero Dios, y a Jesucristo quien él ha mandado. Y por el otro
lado, a quienes no conocen a Dios y no obedecen el evangelio de Jesucristo, él les recompensará con la
venganza.
Juan 17:3; Heb.5:9; 2a Tes.1:8; Juan 6:36.
VIII
La regla del conocimiento, la fe, la obediencia, la adoración de Dios, en la cual está escrito toda la obligación
del hombre, no es la ley de los hombres, o sus tradiciones, sino la palabra de Dios contenida en las Sagradas
Escrituras; en las cuales está plenamente escrito todo lo que necesitamos saber, creer y practicar; ellas son la
única regla de santidad y obediencia para todos los santos, en todos los tiempos, en todos los lugares.
Col.2:23; Mat.15:6, 9; Juan 5:39; 2a Tim.3:15-17; Isa.8:20; Gál.1:8,9; Hech.3:22,23
IX
El Señor Jesucristo, de quien Moisés y los profetas escribieron, quien fue predicado por los apóstoles, es el
Hijo de Dios, la plenitud de su gloria etc., por quien él ha hecho el mundo; quien sostiene y gobierna todas
las cosas que él ha creado; quien también, cuando llegó la plenitud del tiempo, fue hecho de una mujer, del
tribu de Judá, de la semilla de Abraham y David; es decir, de la virgen María, el Espíritu llegando sobre ella,
el poder del Altísimo abrigándole; y él fue tentado como nosotros somos tentados, pero sin pecar.
Gén.3:15; 22:18; 49:10; Dan.7:13; 9:24, etc.; Prov.8:23; Juan 1-3; Heb.1:8; Gál.4:4; Heb.7:14; Apoc.5:5;
Gén.49:9,10; Rom.1:3; 9:10; Mat.1:16; Luc.3:23,26; Heb.2:16; Isa.53:3-5; Heb.4:15.
X
Jesucristo es hecho el intermediario de un pacto nuevo y perpetuo de Gracia, entre Dios y el hombre, siendo
para siempre, de manera perfecta y plena, el profeta, sacerdote y rey de la Iglesia de Dios.
1a Tim.2:5; Heb.9:15; Juan 14:6; Isa.9:6,7.
XI
Fue designado por Dios desde la eternidad a este oficio; y en cuanto a su humanidad, desde la matriz fue
llamado, separado e investido con todos los dones necesarios, Dios habiéndole dispersado sin medida su
Espíritu.
Prov.8:23; Isa.42:6; 49:15; 11:2-5; 61:1,2; Luc.4:17,22; Juan 1:14,26; 3:34.
XII
En cuanto a su oficio como intermediario, la Escritura nos manifiesta la llamada de Cristo a este oficio;
porque nadie toma este honor para sí; sino él que es llamado de Dios, como lo fue Aaron, siendo este
llamamiento una acción de Dios, por la cual una promesa especial es hecha, él ordena su Hijo a este oficio. Y
esta promesa es que Cristo debiera ser hecho un sacrificio para el pecado; que él verá su semilla y prolongará
sus días, y la voluntad del Señor prosperará en su mano; todo esto siendo de la gracia absoluta y libre de
Dios hacia los elegidos, y sin ninguna condición prevista en ellos para poder conseguirla.
Heb.5:4-6; Isa.53:10, 11; Juan 3:16; Rom.8:32.
XIII
En cuanto a este oficio de intermediario, es decir, el de ser profeta, sacerdote y rey de la Iglesia de Dios, este
oficio es propio solamente de Cristo, que ni en parte, y mucho menos en su totalidad, puede ser transferido a
otra persona.

137
1a Tim.2:5; Heb.7:24; Dan.7:14; Hech.4:12; Luc.1:33; Juan 14:6.
XIV
Este oficio al cual Cristo es llamado, es de tres aspectos: profeta, sacerdote y rey, y el hecho de que son tres
es necesario: por causa de nuestra ignorancia necesitamos el de profeta; en cuanto a nuestro alejamiento de
Dios, necesitamos su oficio de sacerdote para reconciliarnos con él; y en cuanto a nuestra adversidad y
inhabilidad para retornarnos a Dios, necesitamos su oficio de Rey para convencernos, subyugarnos, atraernos
y preservarnos para su reino celestial.
Deut.18:5; Hech.3:22, 23; Heb.3:1; 4:14,15; Sal.2:6; 2a Cor.5:20; Hech.26:18; Col.1:21; Juan 16:8;
Sal.110:3; Cant.1:3; Juan 6:44; Fil.4:13; 2a Tim.4:18.
XV
Relativo a la profecía de Cristo, es por este oficio que él ha revelado la voluntad de Dios, todo lo que es
necesario que sus siervos deben saber y obedecer. Y por esto él es llamado no tan sólo profeta y doctor, y el
apóstol de nuestra profesión, y el ángel del pacto, sino asimismo, la sabiduría de Dios, en quien están
escondidos todos los tesoros de sabiduría y ciencia, quien siempre sigue revelando la misma verdad del
evangelio a su pueblo.
Juan 1:18; 12:49, 50; 17:8; Deut.18:15; Mat.23:10; Heb.3:1; Mal.3:1; 1a Cor.1:24; Col.2:3.
XVI
Era imprescindible que él fuera Dios y hombre para poder ser un profeta en todo sentido de la palabra,
porque si no fuera Dios entonces no podría comprender perfectamente la voluntad de Dios; y si no fuera
hecho hombre, no hubiera podido desplegar la voluntad de Dios a los hombres en su propia persona.
Juan 1:18; Hech.3:22; Deut.18:15; Heb.1:1.
NOTA
Que Cristo es Dios está expresado espléndidamente en las Escrituras:
Es llamado el Dios Todopoderoso (Isa.9:6).
Que el Verbo era Dios (Juan 1:1).
Cristo, quien es Dios que reina sobre todo (Rom.9:5).
Dios manifestado en la carne (1a Tim. 3:16).
Es el mismo Dios (1a Jn.5:20).
Es el primero (Apoc.1:8).
Da existencia a todas las cosas, y sin él nada fue hecho (Jn.1:2).
Perdona el pecado (Mat.9:6).
Era antes de Abraham (Jn.8:58).
Era y es y para siempre será el mismo (Heb.13:8).
Siempre está con los suyos hasta el fin del mundo (Mat.28:20).
Y todo esto no podrá decirse de Cristo si él no fuera Dios. Y al hijo el padre ha dicho que su trono está
establecida para siempre jamás (Heb.1:8; Jn.1:18).
Cristo no es únicamente perfecto Dios, sino también perfecto hombre, hecho de mujer (Gál.4:4):
Hecho de la semilla de David (Rom.1:3).
Vino de los lomos de David (Hch.2:30).
De Jesé y Judá (Hch.13:23).
Así como los hijos eran participantes de carne y sangre, él también tomó parte con ellos (Heb.2:14). No tomó
la naturaleza de los ángeles, sino la semilla de Abraham (vs.16).
Así somos hueso de su hueso y carne de su carne (Efe.5:30).
Y él que santifica y los que son santificados son uno (Heb.2:11; vea también Hch.3:22; Deut.18:15;
Heb.1:1).
XVII

138
En cuanto a su sacerdocio, Cristo, habiéndose santificado, ha aparecido una sola vez para quitar el pecado, y
por este hecho ha terminado de sufrir todas los ritos y sombras, etc., y ahora ha entrado atrás del velo, hasta
en el Lugar Santísimo, donde está la presencia de Dios. También ha hecho de su pueblo una casa espiritual,
un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de él. Y el Padre no
acepta otros adoradores más que estos y Cristo no le ofrece otros.
Jn.17:19; Heb.5:7,8-10,12; Rom. 5:19; Efe.5:2; Col.1:20; Efe.2:14, etc.; Rom. 8:34; Heb.9:24; 8:1; 1a
Ped.2:5; Jn.4:23,2.
XVIII
Este sacerdocio no era temporal ni tampoco legal, sino según el orden de Melquisedec; y es estable y
perfecto, no solo por un tiempo, sino para siempre. Y le viene a Cristo como a uno que vive para siempre.
Cristo fue a la vez, sacerdote, sacrificio y altar. Era el sacerdote de acuerdo con sus dos naturalezas. Era el
sacrificio según su naturaleza humana, por eso este sacrificio está atribuido a su cuerpo y sangre. Pero la
efectividad de este sacrificio dependió de su naturaleza divina y por eso es llamado la sangre de Dios. Él era
el altar según su naturaleza divina, siendo del altar la santificación de todo lo que es sacrificado sobre él, y
por eso tenía que ser más digno el altar que el sacrificio mismo.
Heb.7:16 etc.; 5:6; 10:10; 1a Ped.1:18,19; Col.1:20.22; Heb.9:13; Hch.20:28; Heb.9:14; 13:10,12,15;
Mat.23:17; Jn.17:19.
XIX

139
En cuanto a su oficio real, Cristo, siendo resucitado de los muertos y ascendido al cielo, y teniendo todo el
poder en el cielo y en la tierra, ha gobernado espiritualmente a su iglesia y ejerce poder sobre todos, ángeles
y hombres, buenos y malos, para la preservación y la salvación de los elegidos, y superentiende y destruye
sus enemigos. Por este poder real ha aplicado los beneficios, las virtudes y los frutos de su profecía y
sacerdocio a sus elegidos, subordinando los pecados de ellos, preservando y empoderándoles en todos sus
conflictos contra Satanás, contra el mundo y contra la carne. El guarda sus corazones en la fe y en el miedo
filial por su Espíritu. Por este, su gran poder, ha reinando sobre los vasos de deshonra, usándolos,
limitándolos y restringiéndolos, como le parece bien a su sabiduría infinita.
1a Cor.15:4; 1a Ped.3:21,22; Mat.28:18,19; Luc.24:51; Hch.1:1; 5:30,31; Jn.19:36; Rom.14:9; Jn.5:26,27;
Rom 5:6-8; 14:17; Gál.5:22,23; Mar.1:27; Heb.1:14; Jn.16:15; Job 2:8; Rom.1:21 (9:17-18); Efe.4:17,18; 2a
Ped.2.
XX
Este Reino será plenamente perfeccionado cuando él venga la segunda vez con gloria para reinar entre sus
santos; y para ser admirado de todos los que creen; cuando derribará todo reino y autoridad y los pondrá bajo
sus pies; para que la gloria del Padre pueda ser plena y perfectamente manifestada en su Hijo, y la gloria del
Padre y del Hijo en todos sus miembros.
1 Cor. 15:24, 28; Heb. 9:28; 2 Tes. 1:9, 10; 1 Tes. 4:15-17; Juan 17:21, 26
XXI
Cristo Jesús por su muerte produjo la salvación y la reconciliación solamente para los elegidos; los cuales
son aquellos quienes Dios el Padre le dio. El Evangelio que es predicado a todos los hombres como la base
de la fe es, que Jesús es el Cristo, el Hijo del siempre bendito Dios, llenó de toda perfección de las celestiales
excelencias espirituales; y que la salvación solamente y únicamente puede ser obtenido por creer en su
nombre.
Juan 15:13; Rom. 8:32-34; 5:11; 3:25; Job 17:2 con 6:37 Mat. 16:16; Lucas 2:26; Juan 6:9; 7:3; 20:31; 1
Juan 5:11 XXII
La fe es el don de Dios, producida en los corazones de los elegidos por el Espíritu de Dios; por quien llegan a
ver, conocer y creer la verdad de las Escrituras, y la excelencias de ellas por encima de toda otra escritura y
las cosas del mundo, porque manifiestan la gloria de Dios en sus atributos, la excelencia de Cristo en su
naturaleza y en sus oficios, y el poder de la plenitud del Espíritu en sus obras y operaciones; y así pueden
descansar sus almas sobre la verdad que han creído.
Efe. 2:8; Juan 6:29; 4:10; Fil. 1:29; Gál. 5:22; Juan 17:17; Heb. 4:11-12; Juan 6:63
XXIII
Los que tienen la fe producida en ellos por el Espíritu, nunca pueden totalmente caerse; y aunque muchas
tormentas e inundaciones les azotan, no pueden ser removidos de aquel cimiento y roca sobre el cual son
establecidos; sino, más bien serán guardados por el poder de Dios para la salvación; donde gozarán de la
posesión que para ellos fue comprada, siendo sus nombres gravados en las palmas de las manos de Dios
mismo.
Mat. 7:24, 25; Juan 13:1; 1a Ped. 1:4-6; Isa. 49:13-16
XXIV
Esta fe normalmente es engendrada por la predicación del Evangelio, la palabra de Cristo, sin respeto a
ningún poder o capacidad del oyente quien está totalmente pasivo y siendo muerto en delitos y
transgresiones, cree y está convertido por el mismo poder que levantó a Cristo de entre los muertos.
Rom. 10:17; 1 Cor. 1:21; Rom. 9:16; Rom. 2:1, 2; Eze. 16:6; Rom 3:12; Rom. 1:16; Efe. 1:19; Col 2:12
XXV
La presentación del Evangelio para la conversión de los pecadores es absolutamente gratis, no requiere como
algo necesario ninguna anticipada calidad o preparación. Los terrores de la Ley, o un ministerio de la Ley no

140
es necesario, sino más bien un alma desnuda, como pecador y sin Dios; para recibir a Cristo, como Cristo,
como crucificado, muerto, sepultado y levantado, siendo hecho un Príncipe y Salvador para los pecadores.
Juan 3:14, 15; 1:12; Isa. 55:1; Juan 7:37; 1 Tim. 1:15; Rom. 4:5; 5:8; Hch. 5:30-31; 2:36; 1a Cor. 1:22-24
XXVI
El mismo poder que convierte a la fe en Cristo es el mismo poder que conlleva al alma por todas las
responsabilidades, tentaciones, conflictos y sufrimientos. Todo que sea un Cristiano, lo es por Gracia y por la
constante operación renovadora de Dios, sin la cual nunca podría cumplir ninguna incumbencia a Dios o
resistir ninguna tentación de Satanás, del mundo y del hombre.
1a Ped. 1:5; 2a Cor. 12:9; 1a Cor. 15:10; Fil. 2:12, 13; Juan 15:5; Gál. 2:19-20
XXVII
Dios el Padre, y el Hijo y el Espíritu, es uno con todos los creyentes, en su plenitud, en sus relaciones, como
cabeza y miembros, como casa y habitantes, como marido y esposa, uno con él, como la luz y el amor, y uno
con él en su herencia y en toda su gloria. Son hijos adoptados por Dios, y herederos de Cristo, coherederos
con él de la herencia de todas las promesas en esta vida en la que es por venir.
1a Tes. 1:1; Juan 14:10, 20; 17:21; Col. 2:9, 10; 1:19; Juan 1:17; 20:17; Heb. 2:11; Col. 1:18; Efe. 5:30;
2:22; 1ª Cor. 3:16-17; Isa. 16:5; 2ª Cor. 11:3; Gál. 3:26; Juan 17:24
XXVIII
Los que son unidos con Cristo son justificados por la sangre de Cristo, de todos sus pecados, los del pasado,
del presente y los que todavía están por venir. Comprendemos que esta justificación es el perdón gratuito y
libremente dado por Dios, de la culpabilidad de todo pecado. Y que viene por la satisfacción que Cristo hizo
con su muerte y aplicó al pecador por medio de la fe.
Juan 1:7; Heb 10:14; 9:26; 2ª Cor. 5:19; Rom. 3:23; Hch. 13:38, 39; Rom. 5:1; 3:25, 30
XXIX
Todos los creyentes componen un pueblo santo y santificado. Su santificación es un don del Nuevo Pacto y
del efecto del amor de Dios manifiesto al alma. Por este don el creyente está separado en verdad y en
realidad, tanto en su alma como en su cuerpo, de todo pecado y obras muertos, por la sangre del Pacto
Eterno, por el cual obedece con perfección evangélica y celestial a todos los mandamientos que Cristo, como
Cabeza y Rey de este Nuevo Pacto, le ha impuesto.
1ª Cor. 1:1; 1 Ped. 2:9; Efe. 1:4; 1a Juan 4:16; Efe. 4:24; Fil. 3:15; Mat. 28:20
XXX
Todos los creyentes, por el conocimiento de la vida que es dada por el Padre y que fue procedió de la sangre
de Cristo, tienen como un gran privilegio del Nuevo Pacto, paz con Dios y reconciliación. Así ellos que
estaban fuera son incluidos dentro, por aquella sangre y tienen una paz que está más allá de toda
comprensión. Sí, y gozo en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos percibido la propiciación.
2ª Cor. 5:19; Isa. 54:10; 26:12; Efe. 2:13-14; Fil. 4:7; Rom. 5:10-11
XXXI
Todos los creyentes durante esta vida se encuentran en un guerra continua, oponiéndose al pecado, a sí
mismo, al mundo y al Diablo y están expuestos a toda clase de aflicciones, tribulaciones y persecuciones y
así estarán hasta que Cristo venga en su Reino, siendo así predestinados. Todo lo que los santos gozan y
posean de Dios durante esta vida, es por la fe únicamente.
Efe. 6:10-13; 2ª Cor. 10:3; Apoc. 2:9, 10
XXXII
El único poder por el cuál sea posible para los santos enfrentar toda oposición y resistir las aflicciones,
tentaciones, persecuciones y pruebas, lo reciben de Jesucristo, quien es el Capitán de su salvación, siendo
hecho perfecto por el sufrimiento y quien ha colocado su poder para ayudarles a ellos en todas sus aflicciones
y para sostenerles bajo las tentaciones y para salvaguardarles por su Poder para su Reino Eterno.
Juan 16:33; Heb. 2:9, 10; Juan 15:5

141
XXXIII
Cristo tiene aquí en la tierra un Reino espiritual, que es la Iglesia que él ha adquirido y redimido para sí,
como una herencia particular. Esta Iglesia, como la vemos nosotros, es una compañía de santos visibles,
llamados y separados del mundo por la Palabra y el Espíritu de Dios, para la profesión visible de la fe en el
Evangelio, siendo bautizados a la fe e incorporados al Señor y unidos los unos con los otros, por un acuerdo
mutuo, en la práctica de las Ordenanzas establecidas por Cristo su Cabeza y Rey.
1a Cor. 1:1; Efe. 1:1; Rom. 1:1; Hch 26:18; 1 Tes. 1:9; 2 Cor. 6:17; Apoc. 18:18; Hch. 2:37 con 10:37; Rom.
10:10; Hch. 2:42; 20:21; Mat. 18:19, 20; 1ª Ped. 2:5
XXXIV
A esta Iglesia Cristo hizo sus promesas y a ella presentó las señales de su Pacto, su presencia, amor,
bendición y protección. Aquí se encuentran todas las fuentes y manantiales de su Gracia celestial que
continuamente fluyen. A la Iglesia deben todos los hombres venir, de toda clase, para confesar a Cristo como
su Profeta, Sacerdote y Rey y para ser enrollados entre los siervos de la Casa, para estar bajo su gobierno, y
para vivir dentro del redil, dentro del jardín regado, para tener aquí comunión con los santos, y para ser
participantes de la herencia en el Reino de Dios.
Mat. 28:18-20; 2ª Cor. 6:18; Isa. 8:16; 1 Tim. 3:15; 4:16; 6:3, 5; Hch. 2:41,47; Cant. 4:12; Gál. 6:10; Efe.
2:19

XXXV
Todos los siervos de Cristo son llamados fuera para presentar sus cuerpos y almas y los dones que Dios les
ha dado. Así presentados, se encuentran en su lugar debido, siendo entretejidos y compactados según el
funcionamiento de cada quien, para la edificación de la Iglesia en amor.
1ª Cor. 12:6, 7, 12, 18; Rom. 12:4-6; 1ª Ped. 4:10; Efe. 4:16; Col. 2:5, 6, 19; 1ª Cor. 12:12ss
XXXVI
A cada Iglesia Cristo da poder para su bienestar, para escoger para sí personas para los oficios de Pastor,
Maestro, Anciano y diácono, los cuales son los oficios designados por Cristo en su Palabra para la
alimentación, gobernación y edificación de su Iglesia y no hay ningún otro oficio con autoridad.
Hch. 1:2; 6:3; 15:22, 25; 1ª Cor. 16:3; Rom. 12:7, 8; 16:1; 1ª Cor. 12:8, 28; 1ª Tim. Cap. 3; Heb. 13:7; 1ª
Ped. 5:1-3
XXXVII
Los ministros antes mencionados, llamados por la Iglesia donde administran, deben continuar en su
llamamiento, según la ordenanza de Dios y con diligencia alimentar el rebaño de Cristo que les es
encomendado, no por lucro, sino libremente.
Heb. 5:4; Hch. 4:23; 1ª Tim. 4:14; Juan 10:3, 4; Hch. 20:28; Rom. 12:7, 8; Heb. 13:7, 17

XXXVIII
El sostenimiento de los oficiales arriba mencionados, debe ser libre y voluntario no por una ley impuesta a la
Iglesia, según es establecido por Cristo, que los que predican el Evangelio deben vivir también por él.
1ª Cor. 9:7,14; Gál. 6:6; 1 Tes. 5:13; 1 Tim. 5:17-18; Fil. 4:15-16
XXXIX
El Bautismo es una ordenanza del Nuevo Testamento, establecido por Cristo, para ser administrado sobre
personas que profesan fe, que son discípulos, quienes por su profesión de fe deben ser bautizados y después
participar en la Cena del Señor.
Hch. 2:37, 38; 8:36-38; 18:8
XL

142
La manera de adjudicar esta ordenanza, según la Escritura, es por sumergir el cuerpo entero bajo el agua. Y
siendo una señal, tiene que corresponder con lo que significa, que es lo siguiente: primero, el lavamiento del
alma entera en la sangre de Cristo; segundo, los beneficios comunicados al santo por la muerte, sepultura y
resurrección de Cristo; tercero, una confirmación de la fe, que así ciertamente como el cuerpo está sepultado
bajo el agua y se levanta otra vez, así también los cuerpos de los santos se levantarán por el poder de Cristo,
en el día de la resurrección, para reinar con Cristo.
Mat. 3:16; Juan 3:23; Hch. 8:38; Apoc. 1:5; 7:14; Heb. 10:22; Rom. 6:3-5; 1ª Cor. 15:28, 29
XLI
Las personas designados por Cristo para administrar esta ordenanza, según la Escritura, son los discípulos
que predican. En ningún lugar está asociado con cierta iglesia, oficial o persona extraordinariamente
establecida. La comisión que incluye la administración de esta ordenanza, se da, sin ninguna otra
consideración menos que sean discípulos.
Isa. 8:16; Mat. 28:16-19; Juan 4:1-2; Hch. 20:7; Mat. 26:26
XLII
Cristo también ha dado a su Iglesia la autoridad de recibir y excomunicar a cualquier miembro, y este poder
es dado a cada congregación y no a una persona en particular, sea miembro u oficial, sino a la totalidad de la
Iglesia.
Hch. 2:47; Rom. 16:2; Mat. 18:17; 1ª Cor. 5:4; 2ª Cor. 2:6-8
XLIII
Cada miembro en particular de la Iglesia por tan grande o conocedor que sea, debe ser sujeto a la censura y el
juicio de Cristo. Y la Iglesia debe con gran cuidado y caridad moverse contra uno de sus miembros.
Mat. 18:16-18; Hch. 11:2. 3; 1ª Tim. 5:19-21
XLIV
Cristo, para guardar su Iglesia en comunión santa y ordenada, coloca a ciertos varones sobre la Iglesia,
quienes por su oficio, deben gobernar, sobrellevar, visitar, y cuidar. En manera semejante, para el mejor
cuidado de todas las iglesias, Cristo da la los miembros la autoridad y la responsabilidad de cuidar unos a
otros.
Hch. 20:27, 28; Heb. 13:17, 24; Mat. 24:25; 1 Tes. 5:14; Mar. 13:34, 37; Gál. 6:1; 1 Tes. 5:11; Judas 3, 20;
Heb. 10:34-35; 12:15

143
XLV
A los que Dios a dado dones, estos siendo probados por la Iglesia, pueden y deben por la ordenanza de la
congregación, profetizar, según la proporción de la fe y enseñar públicamente la Palabra de Dios, para la
edificación, exhortación y consuelo de la Iglesia.
1ª Cor. 14 ; Rom. 12:6; 1ª Ped. 4:10-11; 1 Cor. 12:7; 1 Tes. 5:17-19
XLVI
Siendo correctamente unida, establecida y siguiendo en la comunión cristiana y la obediencia al Evangelio de
Cristo, nadie debe separarse de la Iglesia porque en ella hay faltas o corrupciones. Estas cosas pasan porque
consiste de hombres sujetos a fallar, a tener disensiones, aún en las Iglesias verdaderamente constituidas. Al
contrario, deben buscar la corrección de las cosas.
Apoc. 2 y 3 ; Hch. 15:12; 1ª Cor. 1:10; Efe. 2:16; 3:15-16; Heb. 10:25; Judas 15; Mat. 18:17; 1ª Cor. 5:4, 5
XLVII
Aunque cada congregación sea distinta, y hay muchos cuerpos independientes, y cada Iglesia es compacta y
como una ciudad en sí misma, todas las Iglesias deben andar por la misma regla, y por todos los medios
beneficiosos compartir consejos y ayuda en los asuntos de la Iglesia, como miembros de un sólo cuerpo con
una fe común bajo Cristo su única cabeza.
1ª Cor. 4:17; 14:33, 36; 16:1; Mat. 28:20; 1ª Tim.3:15; 6:13-14; Apoc. 22:18-19; Col. 2:6,19; 4:16
XLVIII
La autoridad civil es una ordenanza de Dios, establecida por Dios para castigar a los malhechores y para
recompensar a los que hacen el bien. Cuando hace las cosas legalmente, uno debe someterse a ella en el
Señor. Debemos hacer oraciones y suplicas por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que
bajo ellos podamos vivir una vida calmada y pacifica, con piedad y honestidad.
Rom. 13:1-4; 1 Ped. 2:13, 14; 1ª Tim. 2:2
XLIX
Creemos que la autoridad suprema de este reino son el Rey y el Parlamento escogido por el reino, y que
estamos obligados a someternos a todas las leyes civiles que ellos han hecho y ordenado. Debemos defender
a la autoridad y a todas la leyes civiles hechas por ella, con nuestra persona y nuestro patrimonio, aunque
fuéramos a sufrir, por razón de conciencia, por no someternos a sus leyes eclesiásticas con las cuales no
estamos de acuerdo.
L
Si Dios nos conceda una misericordia, la de cambiar los corazones de las autoridades, para que nos protejan
de la opresión, maldad, molestia y las heridas, que por mucho tiempo sufríamos bajo la tiranía y opresión de
la hierarquía prelatical. Ahora Dios por su misericordia ha hecho este presente Rey y el Parlamento
maravillosamente honrados, como instrumentos en su mano, y hemos tenido un tiempo para respirar. Y esto
es más allá de nuestras esperanzas y consideramos que debemos bendecir a Dios para siempre por esto.
1ª Tim. 1:2-4; Sal. 126:1; Hch. 9:31
LII
Y aunque las cosas cambien, nosotros debemos proceder en comunión cristiana, no dejando nuestra práctica,
sino andando en obediencia a Cristo, en la profesión y propagación de la fe arriba mencionada, aún en medio
de pruebas y aflicciones, no contando nuestros bienes, tierras, esposas, hijos, padres, hermanos y hasta
nuestras vidas como de más valor, para que podamos terminar nuestro curso con gozo, acordándonos
siempre que debemos obedecer a Dios en vez que al hombre. Basándonos en el mandamiento, comisión y la
promesa de nuestro Señor y Maestro Jesucristo, quien tiene poder en el cielo y en la tierra, quien también
prometió que si guardamos sus mandamientos que él nos dio, él estará con nosotros hasta el fin del mundo, y
cuando hayamos terminado nuestro curso y habiendo guardado la fe, nos dará una corona de justicia que ha
sido guardada para todos los que aman su manifestación, y a quien tenemos que explicar la razón de nuestras
acciones, porque no hay hombre que nos las puede perdonar.

144
Hch. 2:40,41; 4:19; 5:28,29,41; 20:23; 1ª Tes. 3:3; Fil. 1:27-29; Dan. 3:16,17; 6:7, 10, 22, 23; Mat. 28:18-20;
1ª Tim. 6:13-15; Rom. 12:1.8; 1ª Cor. 14:37; 2ª Tim. 4:7,8; Apoc. 2:10; Gál 2:4,5
LII
Se debe pagar a todo hombre todo lo que le debe, sea honor, conducta o impuestos. Nuestras posesiones,
bienes y cuerpos deben ser sometidos al poder civil en el Señor. Este debe ser reconocido, reverenciado y
obedecido con piedad. No solo porque nos puede castigar, sino por el bien de nuestra consciencia. Y
finalmente, cada hombre debe ser honrado y considerado como es apropiado, por razón de su edad, estado
social y condición.
Rom. 13:5-7; Mat. 22:21; Tito 3; 1ª Ped. 3:13; 5:5; Efe. 5:21, 22; 6:1, 9

LIII
Deseamos dar a Dios lo que es de él, y al gobierno lo que es del gobierno, y a todo hombre lo que le
pertenece, tratando de mantener limpia la consciencia, sin ofender a Dios o al hombre. Y si tomar lo que
profesamos como herejía, nosotros adoramos el Dios de nuestros Padres, creyendo todas las cosas que son
escritas en la Ley y en los Profetas y Apóstoles, Aguardan nuestras almas rehuir de toda herejía y opinión
que no es de Cristo, quedándonos consistentes, inmovibles, siempre abundando en la obra del Señor,
sabiendo que nuestra ocupación no es vana en el Señor.
Mat. 22:21; Hch. 24:14-16; Juan 5:28; 2ª Cor. 4:17; 1ª Tim. 6:3-5; 1ª Cor. 15:58, 59

CONCLUSIÓN Queremos dar a Cristo lo que es de él y a toda la autoridad legal lo que le merece, y no
deber nada a nadie menos el amor; vivir en tranquilidad y pacíficamente, como es digno de un santo,
esforzándonos en todo a mantener una buena consciencia; y responder a todo hombre como queremos ser
también respondidos. Nuestra práctica comprueba que somos un pueblo inofensivo, tranquilo (no
presentamos peligro y causamos molestias a la sociedad humana). Laboramos y trabajamos con nuestras
manos, para que nadie nos acuse, sino que damos a él que tiene necesidad, tanto a enemigos como a amigos,
tomando en cuenta que es mejor dar que recibir. Reconocemos que solo sabemos en parte, y que
desconocemos muchas cosas que quisiéramos y buscamos conocer, y si alguien no nos comprende, debemos
dar las gracias a Dios y a ellos. Pero si alguno nos requiere cualquier cosa no mandada por nuestro Señor
Jesucristo, debemos mejor soportar reproches y torturas de los hombres, y perder las comodidades físicas, y
si es menester, morir mil veces, que hacer cualquier cosa que va contra nuestra propia consciencia. Y si
alguien llama herejía a lo que hemos dicho, entonces con el Apóstol reconocemos que según lo que llamen
herejía, adoramos al Dios de nuestros Padres, desechando toda verdadera herejía, porque está en contra de
Cristo, y quedamos firmes, inmovibles, siempre abundando en obediencia a Cristo, sabiendo que nuestra
labor no será vana en el Señor.
1ª Cor. 1:24; Sal. 74:21, 22
***

145
CONFESANDO LA FE EN 1644 Y 1689
Pastor James M. Renihan

Instituto de Estudios Bautista Reformado del Seminario Westminster en California.


Iglesia Bautista Reformada de Condado Norte de San Diego, Escondido, CA.

Introducción
Trata de imaginar una situación como esta: Vives en una gran ciudad, la capital de tu país.
Eres miembro de una iglesia de las que solo hay unas pocas de ellas, las cuales apenas
comienzan a crecer y a hacerse notar en la ciudad. Pero es ilegal el reunirte con tus
hermanos y hermanas. Desde el recuerdo más remoto que alguien pueda tener, siempre ha
habido sólo una religión legal, y todo intento de estar en desacuerdo con esa religión se ha
enfrentado con oposición y persecución.
A medida que tu iglesia crece, comienzan a esparcirse rumores. Cien años antes, algunas
personas con creencias que eran marginalmente similares a las tuyas estuvieron
involucradas en una terrible rebelión en otro país muy cerca del tuyo, y los rumores de que
tu iglesia quiere hacer el mismo tipo de cosas se comienzan a esparcir. ¿Qué harías?

Eso es algo similar a la situación que estaban enfrentando los miembros de las siete iglesias
Bautistas Calvinistas de Londres en 1644. En el espacio de unos pocos años, el número de
ellas había crecido y el pueblo comenzó a darse cuenta de su presencia. Sin embargo, no lo
hicieron de una manera amigable. En 1642, un panfleto anónimo titulado: “Una advertencia
para Inglaterra, especialmente para Londres; de la famosa Historia del desenfreno
Anabautista, sus predicaciones y prácticas salvajes en Alemania”33 fue publicado.

Esta fue una maravillosa pieza de trabajo. El autor, en 9 páginas dobles, describió el triste
evento de Munster, Alemania. Rebelión, sedición, robo, asesinato son los cargos que se le
imputan a los "anabautistas". A lo largo del panfleto, no hay ninguna mención de ninguna
otra cosa sino de estos eventos de otro tiempo y de otro lugar, hasta la última frase del
panfleto que decía "¡Por lo tanto, dejemos que todos los agitadores y sediciosos enemigos de
la Iglesia y del Estado perezcan, pero, sobre la cabeza de rey Carlos, dejemos la corona
florecer! Amén". La advertencia fue en un sentido sutil, pero al mismo tiempo brillantemente
poderosa: ¡Cuidado! Lo que fue hecho en Alemania por los anabaptistas bien puede suceder
de nuevo en Londres, si es que a estas personas se les permite difundir sus doctrinas.

Así que, ¿qué hicieron los bautistas? La situación fue potencialmente explosiva. Ellos sabían
que era esencial el demostrar que no eran radicales, que de una forma subversiva pretendían
socavar la estructura de la sociedad. Por el contrario, eran ciudadanos respetuosos de la ley,
que estaban siendo mal entendidos por muchos a su alrededor. Ellos querían y necesitaban
demostrar que eran ortodoxos en sus creencias teológicas, y que no tenían ninguna agenda
más allá de un fiel y consciente compromiso con Dios y Su Palabra.
A medida que los bautistas enfrentaron estas circunstancias, se decidió que era necesario
tomar medidas para aliviar los temores y mala información que se había propagado. Dios
había bendecido sus esfuerzos hasta el momento, y no querían ver que esos esfuerzos sean

33
Título original en Inglés: A Warning for England, especially for London; in the famous History of the frantick Anabaptists,
their wild Preachings and Practices in Germany.
146
frustrados por el rumor y la insinuación de sus enemigos. Así que ellos adoptaron una
práctica frecuentemente utilizada por otros en los últimos 150 años, se emitió una confesión
de fe para que cualquier persona que estuviera interesada en ellos pudiera ser capaz de
obtener una comprensión exacta de sus creencias y prácticas.

Uno de los propósitos principales de la publicación de su Confesión de Fe en 1644 fue la de


negar cualquier vínculo con los Anabautistas Continentales. Esto es evidente al dar una
mirada a la hoja inicial, la cual dice: "La Confesión de Fe, de aquellas Iglesias que son
comúnmente (aunque falsamente) llamadas anabaptistas."34

Es evidente que en esta lista de cargos hay algunos que fueron pertinentes, ya sea en la
realidad o en la fantasía, a los anabaptistas del Continente. Todo lo que un oponente de los
Bautistas tenía que hacer era decir el nombre de "Munter", y todos los supuestos horrores de
aquella triste ciudad serían imputados a sus homólogos ingleses. 35 Evidentemente, los
Bautistas Particulares sintieron la presión de estos cargos, y desearon eliminar la mayor
cantidad posible de ellos. Por lo tanto, afirmaron abiertamente que el nombre "anabautista"
fue dado equivocadamente, y no reflejaba sus propias convicciones.

La Primera Confesión de Fe de Londres de 1644

Los bautistas estaban preocupados de demostrar a todos que sus convicciones doctrinales
habían sido, desde el principio, ortodoxas y también en gran medida idéntica a las
convicciones de los puritanos que les rodeaban. Con el fin de hacer esto, buscaron los
mejores medios disponibles por medio de los cuales se pueda demostrar que sus opiniones
estaban de hecho estrechamente alineadas con las convicciones de las otras iglesias
alrededor de ellos. Lo hicieron mediante la emisión de una confesión de fe. Esta Primera
Confesión de Londres de 1644, publicada antes de la Confesión de Westminster, dependía en
gran medida de los documentos más antiguos, lo cuales eran bien conocidos. Era su
propósito el demostrar que no tenían ideas salvajes ni nuevas, sino que compartía las
mismas perspectivas teológicas básicas de las mejores iglesias y ministros que les rodeaban.
Probablemente la mejor y más detallada confesión disponible para ellos era la Confesión
Verdadera de 1596, un documento que había sido emitida por hombres de la estatura del
famoso comentarista de los libros de Moisés, Henry Ainsworth. Alrededor del 50% de su
confesión fue tomada directamente de este documento más antiguo. Además, se basaron en
gran medida en un libro llamado La Médula Teológica, escrito por un famoso e importante
puritano, William Ames. Reunieron este material de las fuentes disponibles para ellos, para
un propósito específico: demostrar que tenían mucho en común con las iglesias y ministros
que les rodeaban. Sí, tenían algunas diferencias, pero sólo eran menores y no centrales. No
eran fanáticos de ojos desorbitados decididos a derrocar a la sociedad, como se decía de
ellos. Al contrario, eran cristianos reformados, que buscan promover los principios en los que
la reforma había sido construida a su conclusión lógica.

34
William L. Lumpkin, Confesión Bautista de Fe, rev. ed. (Valley Forge: Judson Press, 1969), 153.
35
Lumpkin menciona dos libros que pudieron haber sido detestables en sus cargos en contra de los Bautistas: Una breve
historia de los Anabautistas de Alta y Baja Alemania (1642), y Una advertencia para Inglaterra especialmente para Londres
(1642), BCF (Confesión Bautista de Fe), 145.

147
Así es como debemos entender la aparición de la Primera Confesión de Londres en 1644. Era
una herramienta de disculpa para decir: "Oigan, somos realmente como ustedes en casi
todos los sentidos. No somos como los anabaptistas de Munster. Somos como ustedes.
Dennos un descanso. Acéptennos por lo que somos. No nos rechacen sólo porque alguien
más, en otro momento y en otro lugar, hizo algunas cosas realmente malas. Nosotros los
rechazamos también. No somos anabaptistas. Somos cristianos reformados". Esta acción
tuvo dos facetas importantes. En primer lugar, mediante la publicación deseaban dar a
conocer sus opiniones, sostenidas en común y unánime acuerdo, a una amplia audiencia de
lectores. En segundo lugar, mediante la suscripción de sus nombres como los representantes
de las iglesias, afirmaban públicamente que estas doctrinas eran una verdadera
representación de las opiniones teológicas mantenidas entre ellos. Mucho estaba en juego,
especialmente su libertad frente al creciente poder político Presbiteriano, el cual era
intolerante. Recuerde las famosas palabras de Milton: "Un presbítero nuevo es simplemente
un antiguo sacerdote pero escrito con mas letras”. Pocos de los presbiterianos fueron
tolerante en el asunto religioso, pues deseaban sustituir la iglesia del estado que era
episcopal con una iglesia del estado que fuera presbiteriana. La Suscripción a la Confesión
no era una sutileza, era una proclamación sobria, seria y pública de que eran cristianos
ortodoxos.

¿Funcionó? Bueno, al parecer si, pues encontramos que sus oponentes ahora comenzaron a
notar que estaban allí. Había varios hombres que parece que se autoproclamaron una
especie de "cazadores de herejes," los cuales escribieron acerca de la confesión, como fue
publicada por los bautistas. El primero que debemos mencionar fue un hombre llamado
Thomas Edwards. En 1646, publicó en tres partes separadas, una obra titulada Gangrena, ó
Catálogo y descubrimiento de muchos de los Errores, Herejías, Blasfemias y prácticas
perniciosas de los sectarios de este tiempo, ventilados y que actuaron en Inglaterra en estos
últimos cuatro años. En la página 106 de la primera parte de Gangrena, Edwards menciona la
confesión de 1644, pero no encuentra ninguna falta en ella, admitiendo que sus
declaraciones son como los de "las iglesias reformadas", pero calificó de "fraude y falacia" la
intención de ocultar lo que según él era la verdad de las doctrinas bautistas. Por lo menos la
Confesión era ortodoxa. Cuando Stephen Marshall, miembro de la Asamblea de Westminster,
atacó a los bautistas en 1645, John Tombes le respondió señalando esta confesión como un
medio de establecer la ortodoxia de Bautistas Particulares.36

Aun más interesantes son los comentarios de Daniel Featley. El Dr. Featly fue por un tiempo
breve miembro de la Asamblea de Westminster y un autoproclamado cazador de herejes. Dijo
esto de la Confesión de 1644:

Si damos crédito a esta confesión y al Prefacio de la misma, los que de entre nosotros son
marcados con ese título [es decir, Anabautista], no son ni herejes, ni cismáticos, sino
cristianos misericordiosos: sobre quien, a través de sugerencias falsas, la mano de la
autoridad cayó pesada, mientras que la Jerarquía sigue de pie: no enseñan el libre albedrío;
ni el caer de la gracia como los Arminianos, ni niegan el pecado original como los Pelagianos,
ni rechazan el Magistrado como los Jesuitas, ni sostienen la pluralidad de esposas con los
Polígamos, ni la comunidad de bienes como los Apostolici, ni van desnudos como los

36
John Tombes, Two Treatises and an Appendix to them Concerning Infant Baptisme (London: George Whittington, 1645),
31, 34. Las declaraciones están en el Segundo tratado, titulado "An Examen of the Sermon of Mr. Stephen Marshal, about
Infant Baptism, in a Letter sent to him.”
148
Adamitas, mucho menos creen la mortalidad del alma con los Epicurios y los Psicofanistas: y
para este fin han publicado esta confesión de fe, suscrito por dieciséis personas, en el
nombre de siete Iglesias en London.37

Las palabras de Featley son muy interesantes. Él entendió exactamente lo que los bautistas
quisieron hacer al publicar su confesión: una manifestación sincera de lo que creían. Por
supuesto Featley no les creyó, diciendo que: "cubren un poco de veneno de ratas en una gran
cantidad de azúcar, de manera que no se lo pueda notar, porque, entre los cincuenta y tres
artículos de su confesión, no hay más de seis, que pueden pasar como una construcción
justa: y en esos seis, ninguna de las posiciones más viles y odiosas, de las que esta secta está
rociada, se expresa".
Pero el punto importante es este. A primera vista, uno de los más fervientes cazadores de
herejes reconoció que las palabras que usaron eran ortodoxas. Featley hizo seis críticas
específicas de la Confesión:
1. Que los bautistas en el artículo 31 parecen dar a entender que el derecho a las posesiones
terrenales se funda en la gracia, no la naturaleza;
2. Que el artículo 38 habla en contra del sostenimiento de los ministros por parte del Estado;
3., 4. y 5. Todos los asuntos sobre el bautismo del creyente;
6. Que los bautistas permiten que hombre no ordenados prediquen.
Estas son las críticas que Featley hizo a la Confesión. Pero tenga en cuenta lo que los
bautistas hicieron en respuesta a Featley: le hicieron una revisión a su confesión en 1646.
En el artículo 31, agregaron una declaración que decía: "Las cosas externas y temporales son
legalmente disfrutadas por un derecho civil por aquellos que no tienen fe". En el artículo 38,
quitaron las expresiones que hablaban en contra del apoyo por parte del Estado a los
ministros. Ellos cambiaron ligeramente su lenguaje sobre el bautismo para desviar un poco
la atención de algunos de sus críticos. La segunda edición de la Confesión, de hecho, la que
está comúnmente disponible para nosotros hoy en día, es una versión revisada en respuesta
a las restricciones de Daniel Featley. Los bautistas hicieron un cambio en su modo de
expresarse para que fuera más aceptable para los paidobautistas que estaban a su alrededor.
No creo que se estaban comprometiendo. Simplemente estaban llevando a cabo su propósito
original. Querían que estos hombres reconocieran su ortodoxia, y entendieron que la única
manera de hacerlo con éxito era reconsiderando algunas de sus expresiones. Siempre
debemos recordar esto. La Primera Confesión de Londres de 1644 fue un intento de eliminar
la amenaza de persecución que sufrían y ganar la aceptación teológica de los paidobautistas,
y la segunda edición de 1646 fue un intento aun mayor. Esto sirvió muy bien a su propósito,
aunque algunos pensaban que era una cortina de humo para más doctrinas nefastas. Colocó
a los bautistas dentro de la corriente de la teología reformada a mediados de la Inglaterra del
siglo 17.

¿Quién editó la Confesión de 1644? Realmente no sabemos a ciencia cierta. Algunos han
sugerido a John Spilsbury, uno de los primeros pastores de Londres, y por eso es
probablemente tan buen candidato como cualquier otro. A.C. Underwood cita a un escritor
anónimo que lo llamó "el gran patriarca de la Confesión Anabaptista", y R.L. Greaves dice
que "él fue uno de los que firmó y, probablemente, el principal autor de la confesión Bautista
Particular."38 La sugerencia de W.L. Lumpkin de que "él debe haber jugado un papel muy

37
Featley, The Dippers Dip’t, 177-78. El no aceptó el reclamo Bautista de ser contados entre los ortodoxos.
38
A. C. Underwood, A History of the English Baptists, (London: The Baptist Union Publication Department, 1947), 60; BDBR
3:193-94.
149
importante en su preparación" es probablemente correcta. Luego sugiere también que "si la
Confesión fue el producto de una autoría conjunta, [él] probablemente recibió la ayuda de
William Kiffin y Samuel Richardson."39 Dada la importancia de estos hombres, el escenario
propuesto por Lumpkin es altamente probable.

Como hemos señalado, la primera Confesión de Fe de Londres fue revisada en respuesta a


Daniel Featley en 1646, y luego nuevamente en 1651. Esta se desempeñó durante muchos
años como la base para la ortodoxia y el compañerismo entre los Bautistas Calvinistas. Pero
para a mediados de 1670, las iglesias encontraron necesario el ofrecer otra Confesión al
mundo. Algunas razones pueden ser mencionadas. En primer lugar, los mismos bautistas
indicaron que las copias de la Confesión de 1644 eran escasas y difíciles de obtener. Pudo
haber sido posible el volver a imprimir copias de la primera Confesión, pero hacerlo no
habría logrado su propósito. A mediados de la década de 1670, la Confesión Verdadera de
1596 había sido eclipsada por la Confesión de Westminster y la Declaración de Saboya, y
emitir un documento basado en ella habría parecido anacrónico. Además, está claro que la
primera confesión no se ocupaba de todas las áreas que podrían ser mencionadas en una
declaración doctrinal.

Por la década de 1670, otros temas necesitaban ser tocados. Por ejemplo, era importante
abordar el día de reposo (el Sabbat), porque había un pequeño pero creciente movimiento que
abogaba la observancia del séptimo día como día de reposo. Pero quizás de una manera más
importante, una triste situación que involucraba a un hombre de prominencia estaba
pulsando sobre las iglesias. Thomas Collier, un evangelista que había sido enviado por la
iglesia de William Kiffin en la década de 1640, había adoptado y comenzó a promover una
extraña mezcla de herejías, y los hombres en Londres sabían que pasos importantes debían
ser dados para cortar las falsas enseñanzas de Collier. Michael Haykin habla de la deserción
de Collier como "quizás la razón más apremiante para una nueva Confesión." 40 Por lo tanto,
una nueva Confesión fue editada y distribuida entre las iglesias para su aprobación.

La Segunda Confesión de Londres

La Segunda Confesión Bautista de Fe de Londres de 1677/89, junto con su predecesora la de


1644/46, son quizás los dos Confesiones bautistas más influyentes en la existencia. En
muchos sentidos, la más reciente Confesión eclipsa a la primera en importancia, para 1689
la Primera Confesión de Londres había escaseado casi completamente, tanto fue así que uno
de los suscriptores principales de la Segunda Confesión declaró que él no había visto nunca
antes el primer documento. Fue este último documento el que rápidamente se convirtió en la
norma de la Ortodoxia Bautista Calvinista en Inglaterra, América del Norte, y en la
actualidad, en muchas partes del mundo. Esta Confesión, influyente como es, tal vez puede
ser mejor entendida como contraria a sus antecedentes históricos y teológicos. No apareció
como salida de la nada, del producto de una explosión repentina de la visión teológica por
parte de uno o varios autores, sino de la tradición de la buena elaboración de una Confesión,
que depende en gran medida de las declaraciones de anteriores Confesiones Reformadas.
Una mirada rápida demostrará que está basada en gran medida, en el mayor documento
puritano, la Confesión de Westminster de 1647. Una inspección más cercana revelará que

39
Lumpkin, Baptist Confessions, 145-146.
40
Michael Haykin, Kiffin, Knollys and Keach: Rediscovering Our English Baptist Heritage (Leeds: Reformation Today Trust,
1996), 68.
150
está aún más íntimamente relacionada con la revisión de la Confesión de Westminster hecha
por John Owen y otros en 1658, popularmente conocida como la Declaración y Plataforma
Política de Savoy. En casi todos los casos los editores de la Confesión Bautista siguen las
revisiones de los editores de la de Savoy cuando difieren del documento de Westminster.
Además, los Bautistas hacen uso ocasional de la fraseología de la Primera Confesión de
Londres. Cuando todo este material se contabiliza, hay muy poco que justificar que es nuevo
y original a la Confesión de 1677/89.

Estas palabras tienen una gran importancia y necesitan ser consideradas muy
cuidadosamente. En sus dos confesiones generales, los Bautistas a propósito usaron
documentos existentes para demostrar sus acuerdos con la mayoría del pensamiento
teológico existente. En la cita anterior, argumentaron que las doctrinas expresadas en las dos
Confesiones Bautistas son las mismas, pero que ellos han escogido basar la Confesión recién
hecha sobre los nuevos y ampliamente difundidos documentos de Westminster y Savoy.
Haciendo esto, ellos estaban declarado con algo de vigor su propio deseo de ser ubicados en
la amplia corriente del Cristianismo Confesional Reformado Inglés.

Cuando las Confesiones salen de cualquiera de estos documentos, debemos tomar nota. Es
en estos puntos que los bautistas expresan sus contribuciones específicas a la teología
cristiana. ¿Dónde están estas cosas de una forma más evidente, en ambas confesiones?
Claramente cuando se trata de la doctrina de la Iglesia. Aunque podían estar de acuerdo con
mucho de lo que creían los paidobautistas, los aspectos distintivos de sus creencias se puede
encontrar en las declaraciones sobre la Iglesia. Aquí encontramos la diferencia. Ambos
documentos son bautistas. La Eclesiología fue la fuerza impulsora detrás del movimiento
Bautista, y el punto central de la teología que da a estas dos confesiones sus énfasis
distintivos, diferente tanto de la Confesión Verdadera o de la Declaración de Savoy.

Los orígenes de la Segunda Confesión de Fe de Londres


Con base en la información disponible, es imposible determinar con precisión los orígenes de
la Segunda Confesión de Londres. Hay, sin embargo, algunos indicios que nos ayudan a
reducir el campo.
La primera referencia que conocemos a la Confesión se encuentra en el libro manuscrito de
la Iglesia de Petty France en Londres. El 26 de agosto de 1677, esta nota se escribió: "Se
acordó que una Confesión de fe, con su respectivo Apéndice habiendo sido leída y
considerada por los hermanos: Debe ser publicada". Joseph Ivimey, el historiador Bautista
Inglés de principios del siglo XIX tomó esto para implicar que la confesión se originó en la
Iglesia de la calle Petty France, y esto es probablemente una suposición acertada.
Esta iglesia fue una de las siete iglesias originales de Londres, habiendo sido beneficiada del
ministerio de Edward Harrison durante muchos años. En 1675, Nehemías Coxe y William
Collins, dos hombres de inmensa importancia para la historia de los Bautistas Particulares
fueron ordenados como co-pastores el mismo día.

Nehemías Coxe fue el hijo de Benjamin Coxe, uno de los primeros líderes entre los Bautistas
Particulares. Él era un médico muy calificado, experto en latín, griego y hebreo, y un teólogo
exigente. Cuando el evangelista Thomas Collier, quien era de la parte oriental del país,
comenzó a desviarse de la ortodoxia calvinista de las Iglesias de Londres, los ancianos de
Londres le pidieron a Coxe que respondiera en forma impresa a los puntos de vista de Collier.
Él lo hizo en su trabajo de 1677 “Vindiciae Veritatis”, ó “Una Confutación a las herejías y los
tremendos errores afirmados por Thomas Collier”. El libro es una expresión muy poderosa de
151
la doctrina Reformada. En 1681, durante un período de persecución, Coxe publicó “Un
sermón predicado en la Ordenación de un anciano y diáconos en una Congregación de
Bautizados en Londres”. Este es un resumen muy útil de las funciones y responsabilidades
de los ancianos y diáconos. También en 1681, Coxe publicó “Un Discurso de los Pactos que
Dios hizo con el hombre antes de la ley”. C.M. du Veil, un contemporáneo de Coxe, dijo en su
Comentario sobre el libro de los Hechos de 1685: "ese gran teólogo, eminente para todo tipo
de aprendizaje". Está claro que Nehemías Coxe fue tenido en alta estima por sus hermanos, y
estaba muy bien equipado como para servir como editor de la Confesión de Fe.

El co-pastori de Coxe, William Collins, recibió una esmerada educación, graduándose en BD


y viajando alrededor de Europa antes de su llamado a servir en Petty France. La estima en
que le tenía los hermanos puede observarse por el hecho de que la Asamblea General le
solicitó el que elaborara un Catecismo, y también en la fuerza de esta declaración de Joseph
Ivimey: "Es probable que el Catecismo Bautista fue completado por el Sr. Collins, aunque ha
sido llamado por alguna u otra razón el Catecismo de Keach". [2: 397]
Collins, de acuerdo con los comentarios hechos por John Piggott en un sermón de funeral,
fue un anciano estudioso y un buen pastor, destacado por su espíritu apacible. "Los temas
en los que normalmente insistió en el curso de su ministerio, fueron las grandes e
importantes verdades del Evangelio, que él manejaba con gran Juicio y Claridad. ¡Cómo abría
las miserias de la caída! ¡Y de que manera predicaba de la Excelencia de Cristo, y de las
virtudes de su Sangre, y de su voluntad de salvar miserables pecadores resucitados de su
condenación!... Sus sermones fueron útiles bajo la influencia de la gracia divina, para
convertir y edificar, para iluminar y establecer, para conducir a la Fuente de la Verdad, las
Sagradas Escrituras, con las que constantemente departía en sus idiomas originales,
después de haber leído los mejores críticos, antiguos y modernos, de modo que los hombres
de la más alta percepción podrían aprender de sus predicaciones desde el Púlpito, al igual
que aquellos con la intelectualidad más humilde". Tal testimonio de su carácter y habilidad
bien podría ponerlo a la altura de un co-editor de la Confesión de Fe.

A pesar de que no se puede afirmar con certeza, mucha evidencia circunstancial apunta
hacia Coxe y Collins como los creadores de la Confesión. Ambos eran hombres competentes y
respetados, y la primera mención a este documento se encuentra en su libro de iglesia,
donde se aprueba su publicación. A cada uno de ellos se le pidió que tomaran la iniciativa en
este escrito teológico, un hecho que podría esperarse de hombres como ellos. Hasta que se
encuentre otra evidencia, este parece ser el escenario más probable para el origen de la
Confesión.
La confesión se convirtió rápidamente en el estándar de la ortodoxia en las iglesias. Cuando
la Segunda Confesión de Londres fue publicado inicialmente en 1677, su portada indicaba
que contenía las opiniones de "muchas congregaciones de cristianos... En Londres y el
País."41 Es probablemente imposible determinar el número, o incluso la identidad, de la
mayoría de estas "muchas congregaciones" dispuestas a confesar su fe por medio de este
documento en 1677. Sin embargo, hay algunos indicios de su aceptación en la década de
1680.

Encontró su camino dentro de la literatura de la época, y fue utilizado como una prueba de
ortodoxia.42 La utilización de la confesión como un estándar doctrinal se demuestra por un
incidente de la vida de la iglesia de Broadmead, Bristol. En abril de 1682, la asamblea

41
La Confesión de Fe, Portada.
152
requirió que Thomas Whinnell, miembro de una iglesia Bautista arminiana que estaba
tratando de unirse a su membresía, se suscribiera a la confesión, a fin de garantizar que sus
opiniones estaban en consonancia con las de la Iglesia. 43 Las enormes diferencias en las
convicciones de estos grupos teológicamente diversos se resolvieron por medio de esta
afirmación personal. Whinnell se convirtió en pastor de la Iglesia Bautista Particular de
Taunton, Somersetshire.

Benjamin Keach utilizó la confesión como una herramienta de apologética en 1694. Él estaba
comprometido en un debate sobre la validez del bautismo de infantes, en respuesta a una
pregunta sobre la situación de los niños, afirmó que "todos los niños están bajo la culpa y la
mancha del pecado original... Y que ningún niño puede ser salvado, sino solamente a través
de la sangre y la imputación de la justicia de Cristo." Se está refiriendo al documento
"Artículo de nuestra fe", y sin rodeos dice "Vea nuestra confesión de fe."44

En la Asamblea General de 1689, la importancia de la Confesión fue manifestada. Fueron


alrededor de unas 108 iglesias las que estuvieron representados o enviaron un comunicado a
la Asamblea, y la Confesión fue apoyada con los famosos términos: Nosotros los Ministros y
Mensajeros, preocupado por más de cien congregaciones de Bautizados en Inglaterra y Gales
(que negamos el Arminianismo) estando reunidos en Londres desde el día 3ero del séptimo
mes al 11avo del mismo, del año 1689, para considerar algunas cosas que podrían ser para
la Gloria de Dios y el bien de estas congregaciones; hemos pensado, estando reunidos, (para
la satisfacción de todos los demás cristianos que difieren de nosotros en la doctrina del
Bautismo) recomendar para su lectura la confesión de nuestra fe, Impresa, y vendida por el
Sr. John Harris en Harrow de Poultrey ii; En la Confesión que tenemos, está contenida la
Doctrina de nuestra Fe y Práctica; y deseamos que los miembros de nuestras respectivas
Iglesias sea equipen a si mismo con ella.45

42
En 1681, Hanserd Knollys hizo una referencia directa a la Confesión en su libro “El mundo que tenmos hoy y el que
vendrá” (The World that Now is; and the World that is to Come). En la mitad de la sección donde explica el correcto
proceder en la disciplina dentro de la Iglesia, Knollys incorporó frases provenientes del capítulo 26, párrafo 3 y 13.
Nehemiah Coxe, en un semon predicado y publicado en 1681, de manera similar incorporó frases del Capítulo 26, párrafos
8 y 10 como parte de su explicación. Cf. Nehemiah Coxe, “Un Sermon predicado en la Ordenación de un Anciano Diaconos
en una Congregación de bautizados en Londres. Título Original: A Sermon Preached at the Ordination of an Elder and
Deacons in a Baptized Congregation in London (London: Tho. Fabian, 1681), 15, 36-38.
43
Hayden, “Las memorias de una Iglesia de Cristo” (The Records of A Church of Christ), 241. Las memorias incluso afirman
que él "profesó creer en los principios contenidos en la Confesión Bautista de Fe de 1667”. El editor moderno afirma "No se
conoce ninguna Confesión de Fe por esta fecha. Es probable que Terrill [el autor de las memorias] se refiere a la Confesión
de Fe de las iglesias Bautista Particular de 1677, que era un estándar de la ortodoxia entre las Iglesias Bautistas Particulares
de la época."
44
Benjamin Keach, A Counter Antidote to purge out the Malignant Effects of a Late Counterfiet, Prepared by Mr. Gyles
Shute, an Unskilful Person in Polemical Cures (London: H. Bernard, 1694), 12.
45
A Narrative of the Proceedings of the General Assembly Of divers Pastors, Messengers and Ministring Brethren of the
Baptized Churches, met together in London, from Septemb. 3. to 12. 1689, from divers parts of England and Wales: Owning
the Doctrine of Personal Election, and final Perseverance (London: Printed in the Year, 1689) 18. Es curioso que este
documento es comúnmente conocido como la Confesión de 1689, sin embargo yo no encuentro evidencia bibliográfica de
que haya sido impresa en ese año. Fue publicada en 1677, 1678 y 1699. Con referencia ver Donald Wing, Short-Title
Catalogue of Books Printed in England, Scotland, Ireland, Wales, and British America and of English Books Printed in Other
Countries 1641-1700, 2d ed., (New York: The Index Committee of the Modern Language Association of America, 1972),
1:369.
153
Quizás quisiste decir: They "own" the Confession, and insist that it is a plain statement of
their belief and practice. For them, the Confession was an apologetic tool. Outsiders would be
able to read its declarations and recognize that these churches were doctrinal orthodoxy.14
Confessional subscription was considered to be a serious matter among many churches.15 It
was "solemn owning and ratifying," a commitment to a definitive theological system. So
strongly were these men committed to the words contained in their Confession that they
considered anyone "the grossest sort of Hypocrite, in professing the contrary by their
Profession of Faith, and yet believing and practicing quite otherwise to what they solemnly
professed as their Faith in that matter."16 Throughout the period under consideration, the
Second London Confession was accepted as the defining standard of theological orthodox
belief and practice within a large circle of churches. They wanted it to be known that when
someone read their Confession, they were getting a fair understanding of the beliefs and
practices of the churches.

Ellos se "apropiaron" de la Confesión, e insistían en que se trataba de una afirmación clara


de su creencia y la práctica. Para ellos, la confesión era una herramienta apologética. Las
personas externas a ellos serían capaces de leer sus declaraciones y reconocer que estas
iglesias eran doctrinalmente ortodoxas.46
La Suscripción Confesional fue considerado como un asunto serio entre muchas iglesias. 47
Era "apropiada y ratificada solemnemente," un compromiso con un sistema teológico
definitivo.
Tan enérgicos fueron estos hombres en su compromiso con las palabras contenidas en su
Confesión que consideraban que una persona tenía "el grado más grotesco de hipocresía,
cuando profesa lo contrario a lo que es su Profesión de fe, el creer y practicar ampliamente
de una forma diferente a lo que ellos profesaban solemnemente que es su fe en ese asunto." 48
A lo largo del período que estamos considerando, la Segunda Confesión de Londres fue
aceptada como el estándar que definía la creencia y la práctica teológica ortodoxa dentro de
un gran círculo de iglesias. Ellos querían que se supiera que cuando alguien leía su
confesión, estaban recibiendo un fiel entendimiento de las creencias y prácticas de las
iglesias.

Implicaciones:

46
Bagnio/Cripplegate Church Minute Book 1695-1723, Angus Library, Regent's Park College, Oxford, unnumbered page
facing page 27. La seriedad de esta afirmación está ejemplificada en las palabras de su iglesia anfitriona la Broken Wharf
church, su pastor en 1691 fue Hanserd Knollys. En 1706, cuando se estaba haciendo un intento de revivir la extinta
Asociación de Londres, ellos se negaron a participar "Debido a lo solemne y ratificado de nuestra tan bien atestiguada y
aprobada de manera general, Confesión de Fe, así como ha sido transmitida a nosotros en plena evidencia de la palabra por
nuestros pastores y en asamblea general nos parece, que también hicieron una cosa absolutamente necesaria sobre la justa
y regular constitución de todas las asociaciones, pero ustedes admiten de las iglesias que estuvieron antes que nosotros en
esta Asociación hace de todo esto algo totalmente impráctico". Publicaron estas palabras en una carta pública explicando
sus razones para permanecer al margen, "Humildemente ofrecemos a vosotros la consideración de todas las Iglesia de
Bautizados que tienen o se han suscripto a la confesión de nuestra fe impresa en el año 1688 y recomendada a las iglesias
por Asamblea General que se reunió en Broken Wharf, Londres en 1689." Ibid., 26. Broken Wharf era la ubicación de esta
misma iglesia cuando Knollys era el pastor.
47
Cuando la Iglesia de Maze Pond fue constituida en Febrero de 1694, explicitamente adoptó la Confesión en el primer
artículo del Pacto de la Iglesia. Maze Pond Church Book 1691-1708, The Angus Library, Regent's Park College, Oxford, 1.
48
William Kiffin, Robert Steed, George Barrett and Edward Man, A Serious Answer to a Late Book, Stiled, A Reply to Mr.
Robert Steed's Epistle concerning Singing (London: Printed in the Year, 1692), 18.
154
Me gustaría mencionar tres implicaciones de este material.

1. No hay ninguna diferencia teológica sustancial entre la Primera y la Segunda


Confesión de Londres. Me molesta mucho cuando leo declaraciones que afirman o infieren
que existe algún tipo de diferencia teológica entre estas dos grandes confesiones. Algunos
parecen pensar que la Confesión de 1644/46 es más auténticamente Bautista, que la
segunda. Muy a menudo, esto es afirmado por aquellos que no les gusta la teología del
Pacto, pues es mucho más explícita en la Segunda Confesión que en la primera. Esto es
especialmente cierto en aquellos que defienden la llamada Teología del “Nuevo Pacto”. Pero
me gustaría preguntarle a los que afirman que existe esta diferencia: ¿Sobre qué base
ustedes hacen esta afirmación?

Con demasiada frecuencia, esta supuesta distinción es hecha por aquellos que tienen poca o
ninguna familiaridad con los antecedentes históricos y teológicos de las dos confesiones.
Como buenos posmodernistas, leen en las Confesiones el tipo de teología que esperan
encontrar allí, sin ninguna investigación seria sobre el pensamiento teológico de los hombres
que escribieron las Confesiones. Al igual que cualquier otro documento histórico, nuestras
confesiones deben estar sujetas a la exégesis histórica y gramatical. No podemos
simplemente leer en ellos lo que pensamos que podemos encontrar allí. En su lugar, tenemos
que hacer y contestar la pregunta “¿Cómo fue que los hombres que primero adoptaron esta
Confesión entendieron su teología? ¿Sus escritos dan apoyo a la idea de que habían
diferencias teológicas significativas entre las dos?” Un examen de este tipo puede ser un
ejercicio muy fructífero para la clasificación de esta noción.

Hay varias cosas que tenemos que decir. En primer lugar, el método de edición de estos
Confesiones fue el mismo. Ambas están basadas en documentos paidobautistas existentes,
adaptadas, no para resaltar las diferencias, sino para enfatizar aspectos comunes. Los
editores de ambas confesiones utilizaron el método “idéntico”. Eligieron las mejores
confesiones paidobautistas existentes y las “bautizaron”. Más allá de esto, es importante
recordar que la primera Confesión fue realmente revisada para que sea más aceptable para la
oposición paidobautista. A lo largo del siglo 17, los Bautistas Calvinistas trataron de
demostrar su ortodoxia a sus homólogos paidobautistas.
En segundo lugar, los escritos de los hombres que publicaron la Primera Confesión de
Londres demuestran que estaban comprometidos con el mismo tipo de Teología del Pacto que
se articula de manera más explícita en la Segunda Confesión de Londres. John Spilsbury, a
veces sugerido como el autor de la primera Confesión, escribiendo en su libro hecho en 1643,
llamado Un Tratado sobre la legitimidad del Bautismo, dijo en la primera página del texto,
“Como las Escrituras son una regla perfecta de todas las cosas, tanto para la fe y el orden, lo
que yo confieso es una verdad. Y para una justa y verdadera consecuencia de las Escrituras,
no puedo negar; el pacto de la vida que se extiende entre Dios y Cristo a favor de todos sus
elegidos, no me puedo oponer: y que la profesión externa de dicho Pacto, ha sido diferente
bajo algunos períodos, no lo negaré”.

William Kiffin, el hombre cuyo nombre encabeza la lista de aquellos que publicaron la
Confesión de 1644, escribió en su libro titulado Algunas Observaciones sobre Oseas capítulo
2 versículos 7. y 8., publicado en 1642: “en los autores de las Escrituras leemos que
abandonas a Dios cuando abandonas la Ley de Dios, los mandamientos de Dios, o la
adoración de Dios...” (pg.4), “mantenerse cerca de Dios es mantenerse cerca de la Ley de
Dios, los mandamientos de Dios... es lo mismo que pasa con las personas y las iglesias”
155
(pg.16). Hanserd Knollys, un hombre que firmó la segunda edición de la Confesión en 1646
escribió en su libro Cristo Exaltado: Un Pecador Perdido buscado y salvado por Cristo, escrito
1646: “La diferencia entre estos dos maestros, la Ley y Cristo, es esta, Moisés en la Ley
ordena a sus discípulos a hacer esto, y prohíbe aquello, pero no da ningún poder, ni se
comunica ninguna habilidad para poder realizarlo; Cristo manda a sus discípulos a cumplir
los mismos deberes morales, y prohibe los mismos males, pero juntamente con su mandato
da poder, y sabiduría, Porque él obra en nosotros tanto el querer como el hacer, por su
buena voluntad” (pg.24), y de nuevo un poco después en el mismo libro, al comentar los
pecados de aquellos que él llama profesores carnales: “Están muy apartados de la fe,
aquellos que alguna vez profesaron, y parecían tener 1 Tim 4:1 pero que comenzaron a
cuestionarse: ¿Las Escrituras son en verdad la Palabra de Dios? ¿Cristo es el Hijo de Dios?
¿El primer día de la semana es el día de reposo para Dios?” (pg.34) ¡Él pone el dudar sobre la
validez del día de Reposo junto a las dudas sobre la inspiración de la Escritura y la deidad de
Cristo! No sería difícil multiplicar la evidencia. Cuando uno considera los escritos teológicos
de los hombres que se suscribieron a la Confesión de Londres de 1644/46, se encuentra que
ellos creían las mismas cosas articuladas con mayor claridad en la Confesión de Londres de
1689. La diferencia no es de creencias, sino simplemente de expresión.

En tercer lugar, también hay que recordar que se trataba de las mismas iglesias, y varios de
los mismos hombres, quienes emitieron las dos confesiones. Siete congregaciones de Londres
publicaron la Confesión de 1644/46. Para 1689, los representantes de 4 de estas iglesias
también firmaron públicamente la Confesión de 1689. ¿Qué pasó con las otras 3? Ellos o
dejaron de existir o se habían fusionado con las iglesias restantes. Además, varios hombres
clave firmaron ambas Confesiones: William Kiffin, Hanserd Knollys y Henry Forty, así como el
dúo padre-hijo de Benjamín y Nehemías Coxe. Si la teología de las dos confesiones es
diferente, uno tendría que demostrar que estas iglesias y estos hombres pasaron por un
proceso de cambio teológico. Pero no existe evidencia para tal cosa.

No debemos dejar pasar estas palabras. Estos hombres afirman que, aunque el "método y la
forma de expresión" es diferente en las dos confesiones, sin embargo, la sustancia es la
misma. Ahora bien, si las dos confesiones tienen una perspectiva teológica diferente, estos
hombres son culpables de una mentira. Pero piensa en lo difícil que sería pues:
1. Algunos de ellos eran los mismos hombres, que sabían lo que creían a lo largo de estos
años.
2. Algunas de las iglesias eran las mismas iglesias, por lo que no es improbable que algunos
de los miembros, así como los oficiales, hayan sido las mismas personas.
3. Había un registro público que podrían ser consultado con el fin de determinar la veracidad
de esta declaración.
Todo apunta a la veracidad de esta declaración. ¿No es suficiente que con solamente tomar el
testimonio de estos hombres por medio de sus palabras, reconozcamos que la doctrina de las
dos confesiones es la misma? Tanto la Confesión de 1644/46 como la de 1677/89, tal como
fue entendida por sus autores originales, enseñan la Teología del Pacto, la validez
permanente de la ley de Dios y, en consecuencia, la obligación del Día de Reposo el primer
día de la semana. Cualquier cosa menos que esto en el mejor de los casos es un
malentendido, y en el peor una tergiversación, de la Teología Bautista Calvinista del siglo 17.
La Confesión de 1644/46 no da soporte a aquellos que quieren socavar la identidad
esencialmente Reformada y Pactual de la teología Bautista.

156
En cuarto lugar, debemos recordar que la Confesión de 1644/46 fue examinada y criticada
públicamente por algunos de los más cuidadosos teólogos opositores de la época. Gangreana
Edwards, Robert Baylie y el Dr. Daniel Featley justifican que ninguna piedra quedó sin
remover en la búsqueda para tratar de demostrar que los Bautistas Particulares eran
heréticos. Y sin embargo, nunca dieron indicios de que los Bautistas o su Confesión eran
poco ortodoxos en cuanto a la teología del Pacto, la perpetuidad de la ley moral, o la validez
permanente del día del Señor. No puede haber ninguna duda de lo que habría pasado si
estas cosas hubieran estado presentes, pero no estuvieron. Si los mejores cazadores de
herejes de la época no encontraron diferencias en estos temas, ¿cómo podemos nosotros?

Es un error afirmar que existen variaciones teológicas entre estas confesiones. Simplemente
porque la Confesión de 1644 no resalta ni enfatiza estas cosas no significa que ella, los
hombres y las iglesias que la elaboraron, tenía una opinión distinta de la confesión posterior.
Las diferencias pueden ser simplemente explicadas en los términos que los documentos
utilizaron para construir las declaraciones Bautistas. Si examinamos La Confesión Verdadera
de 1596, encontraremos que no se resalta la teología del Pacto, sino más bien la doctrina de
la Iglesia. Esto explica la dirección y énfasis de la Confesión Bautista. Nada más es
necesario. La teología de las dos confesiones es la misma.

2. En segundo lugar, este debate pone de relieve la importancia de las confesiones de


fe, especialmente tal como son encontradas historia Bautista primitiva. Muy a menudo se
nos dice, sobre todo por aquellos que no les gusta la expresión teológica cuidadosa, que las
confesiones son realmente una imposición sobre la libertad Bautista. Un famoso autor
Bautista del Sur ha escrito un libro muy largo de la historia Bautista, y en el cual uno de sus
temas principales es un intento de mostrar que el valor más básico en la historia Bautista ha
sido la libertad religiosa. Para él, las confesiones son una intromisión en esa herencia. Las
cuales atan a la gente a un molde –de un conjunto de doctrinas–, una situación que se debe
evitar a toda costa. Pero hay que responder que nuestros antepasados no parecían sentirse
de esta manera. Ellos creían que el cristianismo era una religión basada en la revelación, y
que esa revelación fue coherente y consistente. Por esta razón, creían que las doctrinas que
se encuentran en ese cuerpo de revelación podrían ser sistematizadas y expresados de tal
manera que muchos cristianos pudieron ponerse de acuerdo entre sí sobre ellas.

El Dr. Robert Martin ha declarado que una iglesia sin una Confesión de fe tiene el
equivalente teológico al virus del sida, y sin duda tiene razón. No tiene defensas, no hay
ningún medio para repeler los ataques de error. Cuando las confesiones se descuidan o se
rechazan, se presenta la oportunidad para que las iglesias se deslicen y caigan en el error y
la incredulidad. ¿El tiempo que vivimos no nos ha demostrado la verdad de esta afirmación?
¿Por qué tantas iglesias e incluso denominaciones, han sido arrastradas a la incredulidad?
Es debido a que las doctrinas que se sostuvieron al principio fueron menospreciadas por las
generaciones siguientes. Los luteranos perdieron contacto con Lutero, los metodistas
perdieron contacto con Wesley, y los bautistas perdieron contacto con sus Confesiones. La
valiente postura tomada por el Dr. Mohler en el Southern Seminary lo demuestra. Llamó a su
facultad de regreso a la norma doctrinal del pasado –y Dios lo ha bendecido y ha le ha
enviado oposición, como resultado.

Una buena confesión –y honestidad para vivir con ella– puede ser un medio por el cual
se hace mucho bien a una iglesia. No va a ser un obstáculo para la obra de Dios; sino que
será un medio para unir al pueblo de Dios alrededor de la verdad, y evitar la propagación de
157
error. Creemos que la Biblia es un libro coherente. Las doctrinas que se encuentran en ella
se integran entre sí y producen un sistema que debe ser recibido y creído. Una buena
confesión expresa simplemente la verdad que se encuentra en las Escrituras en una forma
concisa. De esta manera, todo aquel que esté interesado puede entender exactamente lo que
creemos.

3. La tercera implicación de que me gustaría establecer hace referencia a nuestro


patrimonio como Bautistas en América. La teología de estas Confesiones es la nuestra.
Cuando se tiene en cuenta la historia y el desarrollo del pensamiento y la práctica Bautista
en América, hay que dar un lugar importante a estas dos Confesiones de Fe de Londres. Sus
declaraciones teológicas en común forman y moldean gran parte del pensamiento y la
práctica de las iglesias en este lado del Atlántico.

La historia debe comenzar con una breve mención de los estrechos vínculos que existían
entre los Bautistas en Inglaterra y Estados Unidos durante la mitad del siglo XVII. A pesar de
la distancia entre ellos, y las dificultades en la comunicación y en la comunión, es evidente
que las pequeñas y luchadoras iglesias estadounidenses se consideraban uno con sus
homólogas ingleses. Cuando John Clarke, patriarca de la iglesia de Newport, Rhode Island,
escribió su famosa Malas noticias de Nueva Inglaterra (en inglés: Ill Newes From New
England) en 1652, que incluía una carta escrita por su compañero de fatigas Abdías Holmes
y dirigida a John Spilsbury y William Kiffin de Londres, afirmando su unidad en el Evangelio.
En la fundación de la Primera Iglesia Bautista de Boston en 1655, tres de los nueve
miembros originales "habían caminado en ese orden en la vieja Inglaterra" (incluyendo un
miembro de la iglesia de William Kiffin, Richard Goodall). John Myles y muchos de los
miembros de su iglesia se trasladaron desde Gales a Swansea, Massachusetts en 1663, y
William Screven, miembro de una de las iglesias del Oriente del país, después de su
emigración fundó en 1682 una nueva asamblea en Maine. Cuando la primera Iglesia
Bautista de Boston publicó una apología por su existencia en 1680, el libro incluye un
prólogo firmado por William Kiffin, Hanserd Knollys, William Collins, Nehemías Coxe, y otras
dos personas. Ellos dijeron: "Los autores de esta apología han declarado su perfecto acuerdo
con nosotros, tanto en cuestiones de fe y adoración, tal como se establece en nuestra
Confesión.”49 Los Bautistas Americanos sostenían los mismos puntos de vista teológicos que
sus homólogos ingleses. Este parentesco teológico fomentó un sentido de unidad a través del
Océano, y allanó el camino para la introducción en América de los puntos de vista
doctrinales de las iglesias inglesas. Los estadounidenses se ampararon en los ingleses para el
liderazgo, consejo y ayuda durante la última mitad del siglo. En esta situación llegó Elías
Keach, hijo del famoso pastor londinense Benjamin Keach. Trajo consigo el compromiso de
su padre a un sistema teológico bien definido, e instó a la utilización de la Confesión de Fe
que era tan conocida en su patria. Elías ministró en Penepek, cerca de Philadelfia, pero su
influencia se extendió en una amplia zona del sur de Nueva Jersey y el este de Pennsylvania,
y varias iglesias fueron plantadas. Estos se convirtieron en el núcleo de las iglesias de la
Asociación Philadelfia.

Realmente es a través de esta Asociación que la Segunda Confesión de Londres obtuvo su


mayor influencia. Si bien los registros de la Asociación no dan una fecha en la que se adoptó
la Confesión, se refieren a ella desde el principio. Los registros de estado, “en el año 1724,
una consulta, relativa al cuarto mandamiento, para que sea cambiado, alterado o

49
Nathan Wood, The History of the First Baptist Church of Boston, 150.
158
disminuido. Nosotros referimos a la Confesión de fe, establecida por los ancianos y los
hermanos reunidos en Londres, 1689, y es propiedad de nosotros, cap. 22, sec.7 y 8.” En
1727, respondieron a una pregunta sobre el matrimonio de la misma manera. Los registros
indican lacónicamente “Respondieron, refiriéndose a nuestra Confesión de fe, en el capítulo
26 en la última edición.” Estas declaraciones hacen evidente que las iglesias de la Asociación
habían adoptado la Confesión como suya propia.

Para 1742, se decidió volver a imprimir la Confesión, un movimiento que se repitió en 1765.
Es cierto que, bajo la influencia de la teología de Keach, se añadieron dos artículos, a saber,
uno en cantar himnos de adoración, y el otro el tratamiento de la “imposición de manos”
como una tercera ordenanza de la iglesia. Pero el resto de la Confesión fue mantuvo intacta,
y fue la norma doctrinal de las iglesias de la Asociación.
Como la primera y más antigua asociación en Estados Unidos, la influencia de las iglesias de
Philadelfia era poderosa. La Asociación de Ketockton, Virginia la adoptó en 1766, al igual que
la Asociación de Charleston, Carolina del Sur, y la Asociación de Warren, Rhode Island,
ambas en 1767. A través de estas asociaciones, y otras, y las iglesias constituidas, la
doctrina y las prácticas de la Segunda Confesión de Londres le dio forma a gran parte del
pensamiento primitivo entre los bautistas en Estados Unidos.

En un escrito en 1881, William Cathcart, el editor de la Enciclopedia Bautista, dijo: “En


Inglaterra y Estados Unidos, las iglesias, los individuos y asociaciones, con mentes claras,
con el corazón lleno de amor por la verdad,... Han mantenido con veneración los artículos de
1689.” Definitivamente, esto era cierto, pero lamentablemente, Cathcart no pudo ver que,
incluso en su propio tiempo hubo un grave alejamiento de este grandioso documento
antiguo. Muchas iglesias se alejaron de la norma Londres/Philadelphia a favor de la
Confesión de New Hampshire, un producto de J. Newton Brown en su intento por aplacar las
objeciones de los Bautistas Arminianos en New Hampshire al fuerte calvinismo de la antigua
Confesión de 1689. Con una teología diluida, la profundidad teológica se perdió en las
iglesias, y fueron barridos por los movimientos de duelo del liberalismo y el
fundamentalismo. Sin un sistema teológico claro en su lugar, las iglesias no tenían defensa
contra los caprichos del liberalismo o el reduccionismo del fundamentalismo. Para la primera
mitad del siglo XX, la conciencia de la Segunda Confesión de Londres estaba en su punto
más bajo entre las iglesias Bautistas.

Pero gracias a Dios, a través de la influencia de varios hombres y movimientos, las grandes
doctrinas antiguas de la gracia soberana de Dios fueron recuperados entre los Bautistas, por
lo que poco a poco las iglesias adoptaron la antigua Confesión, ó nuevas iglesias se formaron
sobre la base de estas convicciones vitales y vigorosas. Donde antes había un desierto, ahora
hay señales de que la tierra árida está produciendo flores hermosas. Todavía hay un largo
camino por recorrer, y la mayoría de las iglesias Bautistas en Estados Unidos todavía vagan
en un desierto teológico. Pero Dios ha levantado muchas iglesias que sostienen un claro
testimonio de la verdad, y esperamos que muchos más vengan a luz en los próximos días.
Por la gracia de Dios, el futuro parece brillante para las iglesias que adoptan la Confesión
Bautista de 1689. ¡Que Dios bendiga nuestros esfuerzos para su Gloria!

159
i
El término “Co-Pastor” hace referencia al gobierno plural de ancianos (más de un pastor en la Iglesia) y a la paridad (con
la misma autoridad). No debe entenderse como un pastor asistente o segundo en autoridad debajo del “pastor principal”.
ii
Esta es una localidad en Londres.

LA CONFESIÓN DE FE BAUTISTA
de New Hampshire

Esta Confesión de Fe fue compuesto por el pastor Juan Newton Brown, del estado de New
Hampshire, en el año 1833, y aprobado por un gran número de iglesias bautistas en los
E.U.A. y varios otros países.

Índice
1. De las Escrituras
2. Del Dios verdadero
3. De la caída del hombre
4. Del camino de salvación
5. De la justificación
6. Del carácter gratuito de la salvación
7. De la gracia en la regeneración
8. Del arrepentimiento y la fe
9. Del propósito de la gracia divina
10.De la santificación
11.De la perseverancia de los santos
12.De la armonía entre la Ley y el Evangelio
13.De una iglesia evangélica
14.Del bautismo cristiano y la santa cena
15.Del día del Señor
16.Del gobierno civil
17.De los justos y los impíos
18.Del mundo venidero

La confesión de fe
1. De las Escrituras
Creemos que la Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados, y que es
un tesoro perfecto de instrucción celestial;(1) que tiene a Dios por autor, por objeto la
salvación,(2) y por contenido la verdad sin mezcla alguna de error,(3) que revela los
principios según los cuales Dios nos juzgará;(4) siendo por lo mismo, y habiendo de serlo
hasta la consumación de los siglos, centro verdadero de la unión cristiana,(5) y norma
suprema a la cual debe sujetarse todo juicio que se forme de la conducta, las creencias y las
opiniones humanas.(6)
(1) 2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:21; 2 Samuel 23:2; Hechos 1:16; 3:21; Juan 10:35; Lucas
16:29-31; Salmos 119:111; Romanos 3:1-2.
(2) 2 Timoteo 3:15; 1 Pedro 1:10-12; Hechos 11:14; Romanos 1:16; Marcos 16:16; Juan
5:38-39.
(3) Proverbios 30:5-6; Juan 17:17; Apocalipsis 22:18-19; Romanos 3:4.
(4) Romanos 2:12; Juan 12:47-48; 1 Corintios 4:3-4; Lucas 10:10-16; 12:47-48.
(5) Filipenses 3:16; Efesios 4:3-6; Filipenses 2:1-2; 1 Corintios 1:10; 1 Pedro 4:11.
(6) 1 Juan 4:1; Isaías 8:20; 1 Tesalonicenses 5:21; 2 Corintios 13:5; Hechos 17:11; 1 Juan
4:6; Judas 3:5; Efesios 6:17; Salmos 119:59-60; Filipenses 1:9-11.
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2. Del Dios verdadero
Creemos que hay un solo Dios viviente y verdadero, infinito, Espíritu inteligente, cuyo
nombre es Jehová, el Hacedor y Gobernador Supremo del cielo y de la tierra,(1)
indeciblemente glorioso en santidad;(2) merecedor de toda la honra, confianza y amor;(3)
que en la unidad de la divinidad existen tres personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo,
(4) iguales estos en toda perfección divina;(5) y que desempeñan oficios distintos que
armonizan en la gran obra de la redención.(6)
(1) 1 Juan 4:24; Salmos 147:5; Salmos 83:18; Hebreos 3:4; Romanos 1:20; Jeremías 10:10.
(2) Éxodo 15:11; Isaías 6:3; 1 Pedro 1:15-16; Apocalipsis 4:6-8.
(3) Marcos 12:30; Apocalipsis 4:11; Mateo 10:37; Jeremías 2:12-13.
(4) Mateo 28:19; Juan 15:26; 1 Corintios 12:4-6; 1 Juan 5:7.
(5) Juan 10:30; Juan 5:17; 14:23; 17:5,10; Hechos 5:3-4; 1 Corintios 2:10-11; Filipenses
2:5-6.
(6) Efesios 2:18; 2 Corintios 13:13; Apocalipsis 1:4-5.
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3. De la caída del hombre
Creemos que el hombre fue creado en santidad, sujeto a la ley de su Hacedor;(1) pero
que por la transgresión voluntaria, cayó de aquel estado santo y feliz;(2) por cuya causa
todo el género humano es ahora pecador,(3) no por fuerza sino por su voluntad; (4)
hallándose por naturaleza enteramente desprovisto de la santidad que requiere la ley de
Dios, totalmente inclinado a lo malo, y por lo mismo bajo justa condenación a ruina eterna,
(5) sin defensa ni excusa.(6)
(1) Génesis 1:27; Génesis 1:31; Eclesiastés 7:29; Hechos 15:26; Génesis 2:16.
(2) Génesis 3:6-24; Romanos 5:12.
(3) Romanos 5:19; Juan 3:6; Salmos 51:5; Romanos 5:15-19; 8:7.
(4) Isaías 53:6; Génesis 6:12; Romanos 3:9-18.
(5) Efesios 2:1-3; Romanos 1:18; Romanos 1:32; 2:1-16; Gálatas 3:10; Mateo 20:15.
(6) Ezequiel 18:19-20; Romanos 1:20; Romanos 3:19; Gálatas 3:22.
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4. Del camino de salvación
Creemos que la salvación de los pecadores es puramente por gracia;(1) en virtud de los
oficios mediadores del Hijo de Dios;(2) quien por la designación del Padre, libremente tomó
sobre sí nuestra naturaleza, sin pecado;(3) honró la ley divina con su obediencia personal;
(4) y con su muerte, hizo plena expiación por nuestros pecados,(5) resucitando después de
entre los muertos; y desde entonces se entronizó en los cielos;(6) que reúne en su persona
admirable las simpatías más tiernas y las perfecciones divinas, teniendo así todas las
cualidades que requiere un Salvador idóneo, compasivo, y omnipotente.(7)
(1) Efesios 2:5; Mateo 18:11; 1 Juan 4:10; 1 Corintios 3:5-7; Hechos 15:11.
(2) Juan 3:16; Juan 1:1-14; Hebreos 4:14; 12:24.
(3) Filipenses 2:6-7; Hebreos 2:9-14; 2 Corintios 5:21.
(4) Isaías 42:21; Filipenses 2:8; Gálatas 4:4-5; Romanos 3:21.
(5) Isaías 53:4-5; Mateo 20:28; Romanos 4:25; 3:21-26; 1 Juan 4:10; 2:3; 1 Corintios 15:1-
3; Hebreos 9:13-15.
(6) Hebreos 1:8; Hebreos 1:3; 8:1; Colosenses 3:1-4.
(7) Hebreos 7:25; Colosenses 2:9; Hebreos 2:18; Hebreos 7:26; Salmos 89:19; Salmos 45.
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5. De la justificación
Creemos que la justificación es el gran bien evangélico que asegura Cristo(1) a los que
en él tengan fe;(2) que esta justificación incluye el perdón del pecado,(3) y la promesa de la
vida eterna de acuerdo con los principios de la justicia;(4) que la imparte exclusivamente
mediante la fe en la sangre del Redentor, y no por consideración de ningunas obras de
justicia que hagamos;(5) imputándonos Dios gratuitamente su justicia perfecta por virtud
de esa fe;(6) que nos introduce a un estado altamente bienaventurado de paz y favor con
Dios, y nos asegura toda bendición necesaria tanto para el tiempo como para la eternidad.
(7)
(1) 1 Juan 1:16; Efesios 3:8.
(2) Hechos 13:39; Isaías 3:11-12; Romanos 8:1.
(3) Romanos 5:9; Zacarías 13:1; Mateo 9:6; Hechos 10:43.
(4) Romanos 5:17; Tito 3:5-6; 1 Pedro 3:7; 1 Juan 2:25; Romanos 5:21.
(5) Romanos 4:4-5; Romanos 5:21; 6:23; Filipenses 3:7-9.
(6) Romanos 5:19; Romanos 3:24-28; 4:23-25; 1 Juan 2:12.
(7) Romanos 5:1-2; Romanos 5:3; Romanos 5:11; 1 Corintios 1:30-31; Mateo 6:33; 1
Timoteo 4:8.
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6. Del carácter gratuito de la salvación
Creemos que el evangelio hace gratuitos los beneficios de la salvación a todos;(1) que es
deber de todos aceptarlos inmediatamente con fe cordial, arrepentida y obediente;(2) que el
único obstáculo para la salvación del peor pecador de la tierra es su depravación innata y
voluntario rechazo del evangelio;(3) cual rechazo agrava su condenación.(4)
(1) Isaías 55:1; Apocalipsis 22:17; Lucas 14:17.
(2) Romanos 16:26; Marcos 1:15; Romanos 1:15-17.
(3) Juan 5:40; Mateo 23:37; Romanos 9:32; Proverbios 1:24; Hechos 13:46.
(4) Juan 3:19; Mateo 11:20; Lucas 19:27; 2 Tesalonicenses 1:8.
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7. De la gracia en la regeneración
Creemos que para ser salvo el pecador debe regenerarse o nacer de nuevo;(1) que la
regeneración consiste en dar a la mente una disposición santa;(2) que se efectúa por el
poder del Espíritu Santo en conexión con la verdad divina en forma que excede a la
comprensión humana,(3) a fin de asegurar nuestra obediencia voluntaria al evangelio;(4) y
que la evidencia adecuada se manifiesta en los frutos santos de arrepentimiento, fe, y vida
nueva.(5)
(1) Juan 3:3; Juan 3:6-7; 1 Corintios 1:14; Apocalipsis 8:7-9; 21:27.
(2) 2 Corintios 5:17; Ezequiel 36:26; Deuteronomio 30:6; Romanos 2:28-29; 5:5; 1 Juan 4:7.
(3) Juan 3:8; Juan 1:13; Santiago 1:16-18; 1 Corintios 1:30; Filipenses 2:13.
(4) Pedro 1:22-25; 1 Juan 5:1; Efesios 4:20-24; Colosenses 3:9-11.
(5) Efesios 5:9; Romanos 8:9; Gálatas 5:16-23; Efesios 3:14-21; Mateo 3:8-10; 7:20; 1 Juan
5:4,18.
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8. Del arrepentimiento y la fe
Creemos que el arrepentimiento y la fe son deberes sagrados y gracias inseparables
labradas en el alma por el Espíritu regenerador de Dios;(1) por cuanto convencidos
profundamente de nuestra culpa, de nuestro peligro e impotencia, y a la vez del camino de
salvación en Cristo,(2) nos volvemos hacia Dios sinceramente contritos, con confesión,
suplicando misericordia;(3) a la vez recibiendo de todo corazón al Señor Jesucristo como
profeta, sacerdote y rey nuestro, confiando solo en él como el único Salvador, suficiente
para todo.(4)
(1) Marcos 1:13; Hechos 11:18; Efesios 2:8; 1 Juan 5:1.
(2) Juan 16:8; Hechos 2:37-38; Hechos 16:30-31.
(3) Lucas 18:13; Lucas 15:18-21; Santiago 4:7-10; 2 Corintios 7:11; Romanos 10:12-13;
Salmos 51.
(4) Romanos 10:9-11; Hechos 3:22-23; Hebreos 5:14; Salmos 2:6; Hebreos 1:8; 8:25; 2
Timoteo 1:12.
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9. Del propósito de la gracia divina
Creemos que la elección es el propósito eterno de Dios según el cual graciosamente
regenera, santifica y salva a pecadores;(1) que siendo consecuente este propósito con el
albedrío humano abarca todos los medios junto con el fin;(2) que sirve de manifestación
gloriosísima de la bondad divina soberana, infinitamente gratuita, sabia, santa e inmutable;
(3) que absolutamente excluye la jactancia, y promueve humildad, amor, oración, alabanza,
confianza en Dios y una imitación activa de su misericordia;(4) que estimula al uso de los
medios en el nivel más elevado;(5) que puede conocerse viendo los efectos en todos los que
de veras creen en el evangelio;(6) que es el fundamento de la seguridad cristiana;(7) y que
cerciorarnos de esto en cuanto personalmente nos concierne exige y merece suma diligencia
de nuestra parte.(8)
(1) 2 Timoteo 1:8-9; Efesios 1:3-14; 1 Pedro 1:1-2; Romanos 11:5-6; Juan 15:16; 1 Juan
4:19; Oseas 12:9.
(2) 2 Tesalonicenses 2:13-14; Hechos 13:48; Juan 10:16; Mateo 20:16; Hechos 15:14.
(3) Éxodo 33:18-19; Mateo 20:15; Efesios 1:11; Romanos 9:23-24; Jeremías 31:3; Romanos
11:28-29; Santiago 1:17-18; 2 Timoteo 1:9; Romanos 11:32-36.
(4) 1 Corintios 4:7; 1 Corintios 1:26-31; Romanos 3:27; 4:16; Colosenses 3:12; 1 Corintios
3:5-7; 15:10; 1 Pedro 5:10; Hechos 1:24; 1 Tesalonicenses 2:13; 1 Pedro 2:9; Lucas 18:7;
Juan 15:16; Efesios 1:16; 1 Tesalonicenses 2:12.
(5) 2 Timoteo 2:10; 1 Corintios 9:22; Romanos 8:28-30; Juan 6:37-40; 2 Pedro 1:10.
(6) 1 Tesalonicenses 1:4-10
(7) Romanos 8:28-31; Isaías 42:16; Romanos 11:29.
(8) 2 Pedro 1:10-11; Filipenses 3:12; Hebreos 6:11.

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10. De la santificación
Creemos que la santificación es un proceso mediante el cual de acuerdo con la voluntad
de Dios se nos hace partícipes de su santidad;(1) que es obra progresiva;(2) que principia
con la regeneración;(3) que la desarrolla en el corazón del creyente por la presencia y poder
del Espíritu Santo, Sellador y Consolador, en el uso continuo de los medios señalados, sobre
todo la Palabra de Dios, el examen personal, la abnegación, la vigilancia y la oración.(4)
(1) 1 Tesalonicenses 4:3; 1 Tesalonicenses 5:23; 2 Corintios 7:1; 13:9; Efesios 1:4.
(2) Proverbios 4:18; 2 Corintios 3:18; Hebreos 6:1; 2 Pedro 1:5-8; Filipenses 3:12-16.
(3) 1 Juan 2:29; Romanos 8:5; Juan 3:6; Filipenses 1:9-11; Efesios 1:13-14.
(4) Filipenses 2:12-13; Efesios 4:11-12; 1 Pedro 2:2; 2 Pedro 3:18; 2 Corintios 13:5; Lucas
11:35; 9:23; Mateo 26:41; Efesios 6:18; 4:30.
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11. De la perseverancia de los santos
Creemos que solo los que creen verdaderamente permanecerán hasta el fin;(1) que su
lealtad perseverante a Cristo es la señal ilustre que los distingue de los que hacen profesión
superficial;(2) que una providencia especial vigila por su bien;(3) y que son guardados por el
poder de Dios mediante la fe para alcanzar la salvación.(4)
(1) Juan 8:31; 1 Juan 2:27-28; 3:9; 5:18.
(2) 1 Juan 2:19; Juan 13:18; Mateo 13:20-21; Juan 6:66-69; Job 17:9.
(3) Romanos 8:28; Mateo 6:30-33; Jeremías 32:40; Salmos 121:3; 91:11-12.
(4) Filipenses 1:6; Filipenses 2:12-13; Judas 24-25; Hebreos 1:14; 2 Reyes 6:16; Hebreos
13:5; 1 Juan 4:4; 1 Pedro 1:5.
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12. De la armonía entre la Ley y el Evangelio
Creemos que la ley de Dios es la norma eterna e invariable de su gobierno moral;(1) que
es santa, justa, y buena;(2) que la inhabilidad que las Escrituras atribuyen a los hombres
caídos para no cumplir los preceptos de ellas procede enteramente de su amor al pecado;(3)
que libertarles de ella y restituirles mediante un Mediador a la obediencia no fingida a la
santa ley, es un gran fin del evangelio y gran fin también de los medios de gracia asociados
con el establecimiento de la iglesia visible.(4)
(1) Romanos 3:31; Mateo 5:17; Lucas 16:17; Romanos 3:20; 4:15.
(2) Romanos 7:12; Romanos 7:7, 14, 22; Gálatas 3:21; Salmos 119.
(3) Romanos 8:7-8; Josué 24:19; Jeremías 13:23; Juan 6:44; 5:44.
(4) Romanos 8:2-4; Romanos 10:4; 1 Timoteo 1:5; Hebreos 8:10; Judas 20-21; Hebreos
12:11; Mateo 16:17-18; 1 Corintios 12:28.
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13. De una iglesia evangélica
Creemos que una iglesia visible de Cristo es una congregación de creyentes bautizados;
(1) asociados mediante un pacto en la fe y la comunión del evangelio;(2) la cual practica las
ordenanzas de Cristo;(3) es gobernada por sus leyes;(4) y ejerce los dones, derechos y
privilegios que a ella otorga la palabra del mismo;(5) y cuyos oficiales bíblicos son pastores
(a veces llamados obispos) y los diáconos;(6) cuyos requisitos, derechos y deberes son
definidos en las epístolas a Timoteo y a Tito.
(1) 1 Corintios 1:1-13; Mateo 18:17; Hechos 5:11; 8:1; 11:31; 1 Corintios 4:17; 14:23; 1
Timoteo 3:5.
(2) Hechos 2:41-42; 2 Corintios 8:5; Hechos 2:47; 1 Corintios 5:12-13.
(3) 1 Corintios 11:2; 2 Tesalonicenses 3:6; Romanos 16:17-20; 1 Corintios 11:23; Mateo
18:15-20; 1 Corintios 5:6; 2 Corintios 2:7; 1 Corintios 4:11.
(4) Mateo 28:20; Juan 14:15; 15:12; 1 Juan 4:21; Juan 14:21; 1 Tesalonicenses 4:2; 2 Juan
6; Gálatas 6:2; Todas las Epístolas.
(5) Efesios 4:7; 1 Corintios 14:12; Filipenses 1:27; 1 Corintios 12:14.
(6) Filipenses 1:1; Hechos 14:23; 15:22; 1 Timoteo 3; Tito 1.
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14. Del bautismo cristiano y la santa cena
Creemos que el bautismo cristiano es la inmersión en agua, del que tenga fe en Cristo;
(1) hecha en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo;(2) a fin de proclamar,
mediante bello emblema solemne, esta fe en el Salvador crucificado, sepultado y resucitado,
y también el efecto de la misma fe, a saber, nuestra muerte al pecado y resurrección a una
vida nueva;(3) y que el bautismo es requisito previo a los privilegios de la relación con la
iglesia y a la participación en la Santa Cena,(4) en la cual los miembros de la iglesia por el
uso sagrado del pan y del vino conmemoran juntos el amor de Cristo demostrado en su
muerte;(5) precedido siempre de un examen personal solemne del participante.(6)
(1) Hechos 8:36-39; Mateo 3:5-6; Juan 3:22-23; 4:1-2; Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos
2:38; 8:12; 16:32-34; 18:8.
(2) Mateo 28:19; Hechos 10:47-48; Gálatas 3:27-28.
(3) Romanos 6:4; Colosenses 2:12; 1 Pedro 3:20-21; Hechos 22:16.
(4) Hechos 2:41-42; Mateo 28:19-20; Los Hechos y Las Epístolas.
(5) 1 Corintios 11:26; Mateo 26:26-29; Marcos 14:22-25; Lucas 22:14-20.
(6) 1 Corintios 11:28; 1 Corintios 5:1,8; 10:3-32; 11:17-32; Juan 6:26-71.
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15. Del día del Señor
Creemos que el primer día de la semana es el Día del Señor, o sea, el día de reposo
cristiano;(1) que debe ser consagrado a fines religiosos,(2) por medio de abstenerse de todo
trabajo secular y recreación pecaminosa,(3) por medio de observancia devota de todos los
medios de gracia tanto privados(4) como públicos;(5) y por medio de prepararse para el
descanso que le queda al pueblo de Dios.(6)
(1) Hechos 20:7; Génesis 2:3; Colosenses 2:16-17; Marcos 2:27; Juan 20:19; 1 Corintios
16:1-2.
(2) Éxodo 20:8; Apocalipsis 1:10; Salmos 118:24.
(3) Isaías 58:13-14; Isaías 56:2-8.
(4) Salmos 118:15.
(5) Hebreos 10:24-25; Hechos 11:26; Hechos 13:44; Levítico 19:30; Éxodo 46:3; Lucas 4:16;
Hechos 17:2-3; Salmos 26:8; 87:3.
(6) Hebreos 4:3-11.
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16. Del gobierno civil
Creemos que el gobierno civil existe por disposición divina para los intereses y buen
orden de la sociedad humana;(1) y que debemos orar por los magistrados honrándolos en
conciencia, y obedeciéndoles;(2) salvo en cosas que sean opuestas a la voluntad de nuestro
Señor Jesucristo,(3) quien es el único Señor de la conciencia, y Príncipe de los reyes de la
tierra.(4)
(1) Romanos 13:1-7; Deuteronomio 16:18; 2 Samuel 23:3; Éxodo 18:23; Jeremías 30:21.
(2) Mateo 22:21; Tito 3:1; 1 Pedro 2:13: Timoteo 2:1-8.
(3) Hechos 5:29; Mateo 10:28; Daniel 3:15-18; 6:7-10; Hechos 4:18-20.
(4) Mateo 23:10; Romanos 14:4; Apocalipsis 19:16; Salmos 72:11; Salmos 2; Romanos 14:9-
13.
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17. De los justos y los impíos
Creemos que hay una diferencia radical y de esencia entre los justos y los impíos,(1) y
que aquellos tales que por medio de la fe son justificados en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, y santificados por el Espíritu de nuestro Dios son los justos verdaderos de su
estimación;(2) mientras que todos los que siguen impenitentes e incrédulos son impíos en
su vista, y bajo maldición;(3) y tal distinción dura tanto en la vida como después de la
muerte.(4)
(1) Malaquías 3:18; Proverbios 12:26; Isaías 5:20; Génesis 18:23; Jeremías 15:19; Hechos
10:34-35; Romanos 6:16.
(2) Romanos 1:17; Romanos 7:6; 1 Juan 2:29; 1 Juan 3:7; Romanos 6:18-22; 1 Corintios
11:32; Proverbios 11:31; 1 Pedro 4:17-18.
(3) 1 Juan 5:19; Gálatas 3:10; Juan 3:36; Isaías 57:21; Salmos 10:4; Isaías 55:6-7.
(4) Proverbios 14:32; Lucas 16:25; Juan 8:21,24; Proverbios 10:24; Lucas 12:4-5; 9:23-26;
Juan 12:25-26: Eclesiastés 3:17; Mateo 13:14.
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18. Del mundo venidero
Creemos que se acerca el fin del mundo;(1) que en el día postrero Cristo descenderá del
cielo,(2) y levantará a los muertos del sepulcro a la retribución final;(3) que entonces se
hará una separación solemne;(4) que los impíos serán sentenciados al castigo eterno, y los
justos al gozo sin fin;(5) y que este juicio fijará para siempre el estado final de los hombres
en el cielo o en el infierno, sobre los principios de justicia.(6)
(1) 1 Pedro 4:7; 1 Corintios 7:29-31; Hebreos 1:10-12; Mateo 24:35; 1 Juan 2:17; Mateo
28:20; 13:39-40; 2 Pedro 3:3-13.
(2) Hechos 1:11; Apocalipsis 1:7; Hebreos 9:28; Hechos 3:21; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 5:1-
11.
(3) Hechos 24:15; 1 Corintios 15:12-59; Lucas 14:14; Daniel 12:2; Juan 5:28-29; 6:40;
11:25-26; 2 Timoteo 1:10; Hechos 10:42.
(4) Mateo 13:49; Mateo 13:37-43; 24:30-31; 25:31-33.
(5) Mateo 25:35-46; Apocalipsis 22:11; 1 Corintios 6:9-10; Marcos 9:43-48; 2 Pedro 2:9;
Judas 7; Filipenses 3:19; Romanos 6:22; 2 Corintios 5:10-11; Juan 4:36; 2 Corintios 4:18.
(6) Romanos 3:5-6; 2 Tesalonicenses 1:6-12; Hebreos 6:1-2; 1 Corintios 4:5; Hechos 17:31;
Romanos 2:2-16; Apocalipsis 20:11-12; 1 Juan 2:28; 4:17; 2 Pedro 3:11-12.
Un Manifiesto Bautista Reformado
La constitución del Nuevo Pacto de la Iglesia
Escrito por Samuel E. Waldron con Richard C. Barcellos

INTRODUCCIÓN
Es la convicción de este autor que las Iglesias Bautistas Reformadas reflejan los mayores
distintivos del Nuevo Pacto. En otras palabras, que lo que los Bautistas Reformados se
esfuerzan por ser, está declarado claramente en las condiciones del Nuevo Pacto. El
propósito de este estudio, por lo tanto, es poner delante de ti un manifiesto por medio de
una examinación del Nuevo pacto como la constitución de la Iglesia. Esta afirmación podría
sonar arrogante. Se espera, que el lector permita simplemente al Nuevo Pacto hablar por sí
mismo y vea la relevancia y lo apropiado de esta reclamación.

Aunque las diferencias con otros cristianos serán discutidas, que sea claro y enfáticamente
establecido desde el principio que los Bautistas Reformados confesionales estamos junto a
muchos Reformados y Dispensacionalistas en las cuestiones esenciales de la fe cristiana.

Nosotros con alegría nos sentimos hombro a hombro con todos aquellos que sostienen la
inspiración plenaria, la inerrancia, la autoridad y la suficiencia de las Escrituras. Nosotros
estamos muy contentos que muchos de nuestros hermanos Reformados y
Dispensacionalistas están firmes en la justificación por la fe solamente en Cristo Jesús.
Nosotros estamos contentos de afirmar nuestra unidad con todos aquellos que están firmes
en contra de los ataques del Teísmo Abierto. Aunque nosotros diferimos en los detalles del
Nuevo Pacto, nosotros estamos unidos en todos estos asuntos esenciales y muchos otros de
la fe cristiana.
La frase “Nuevo Pacto” es usada explícitamente cinco veces en el Nuevo Testamento. Hay
por lo menos cinco oportunidades más en donde hay una clara alusión a este tema. Esto, de
todas formas, no revela adecuadamente toda la importancia del Nuevo pacto en la Biblia.
Los últimos 27 libros de nuestras Biblias son llamados el Nuevo Testamento. Esa frase es
una traducción alternativa para Nuevo Pacto. En un sentido, el Nuevo Testamento es el
Nuevo Pacto. Eso es decir, las Escrituras del Nuevo Testamento son las Escrituras del
Nuevo pacto, de la misma forma en que las Escrituras del Antiguo Testamento son las
Escrituras del Antiguo Pacto. Esto, de ninguna manera, saca al Antiguo Testamento de las
manos de los cristianos. Así como el Antiguo Testamento tiene que ver con el
establecimiento y las implicaciones del Antiguo Pacto, así también el Nuevo Testamento
tiene que ver con el establecimiento y las implicaciones del Nuevo pacto.
Esta forma de hablar, de que nuestras Biblias tienen dos partes, no es meramente
tradicional. En 2 Corintios 3:14, el Apóstol Pablo, habiendo hablado en el contexto del
Nuevo Pacto (2 Co.3:6), habla de “cuando leen el antiguo pacto”. A través de esta frase él
tiene la intensión de referirse a la lectura pública del Antiguo Testamento en las sinagogas
judías. No solo que el Nuevo Testamento frecuente y explícitamente se refiere al Nuevo
Pacto, las Escrituras del Nuevo Testamento en un sentido son el Nuevo pacto. El tema del
Nuevo Pacto es, obviamente, de vital importancia para todo cristiano.
Es increíble darse cuenta de que a pesar de toda la atención al Nuevo Pacto en nuestro
Nuevo Testamento, hay solamente un pasaje en todo el Antiguo Testamento donde ocurre
esta frase. Ese pasaje fundamental será el punto central de este estudio. Ese pasaje es
Jeremías 31:31-34.
La premisa de este estudio está insinuada en el subtítulo: La constitución del Nuevo pacto
de la Iglesia. Para afirmar esa premisa plenamente, el Nuevo Pacto es la constitución de la
Iglesia de Cristo. En otras palabras, lo que la constitución de los Estados Unidos de
Norteamérica es para nuestro país, lo que la Carta Magna es a la Comunidad Británica, eso
es lo el Nuevo Pacto es para la Iglesia de Cristo.

El término PACTO es indudablemente uno de las palabras más importantes de la Biblia,


usada más de 280 veces en el Antiguo Testamento y más de 30 veces en el Nuevo
Testamento. Con razón ha sido el centro de muchas discusiones de eruditos. Un asunto
importante para este estudio es que esta discusión está establecida sobre: Un pacto en la
Biblia, entre otras cosas es la base formal o legal de alguna relación. Por ejemplo, en
Malaquías 2:14 (“Siendo ella tú compañera, y la mujer de tu pacto”) habla del pacto
matrimonial como la base formal, de unión, legal del matrimonio. De manera similar el
Pacto Mosaico o Antiguo fue la base formal, legal para la existencia nacional de Israel. Este
establecía los términos sobre los que Jehová formalmente tenía posesión de la nación de
Israel como su novia. Por ejemplo, Ezequiel 16:8 dice: “Y pasé otra vez junto a ti, y te miré, y
he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu
desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía”.
Este antiguo pacto es explícitamente comparado y contrastado con el nuevo pacto en
Jeremías 31.
Esta es la razón por la que el nuevo pacto es la constitución de la Iglesia. Aunque escribir la
constitución de una iglesia es permisible por el bien de su administración, la premisa para
este estudio es que el Nuevo Pacto es en sí mismo la base formal y regla legal definitiva de la
Iglesia. Este estudio, por lo tanto, será invertido en el establecimiento y apertura de esta
premisa de Jeremías 31.

Debido a la cuestión en juego y al intento de presentar un Manifiesto Bautista Reformado,


este estudio será algo polémico. A medida que el estudio progresa, nosotros discutiremos los
puntos de vista de otros con los que diferimos. Como sacaremos a la luz los distintivos de
los Bautistas Reformados Confesionales conectados al Nuevo Pacto, algunas diferencias con
otros cristianos evangélicos serán expuestas. Nos conduciremos interesados en la verdad,
sin ninguna intención de hacer mal a nadie.

Aquí está el bosquejo que seguiremos:

La Constitución del Nuevo Pacto de la Iglesia y el Dispensacionalismo.


La Constitución del Nuevo Pacto de la Iglesia y el Antinomianismo.
La Constitución del Nuevo Pacto de la Iglesia y el Arminianismo.
La Constitución del Nuevo Pacto de la Iglesia y el Paedo-Bautismo.

La forma de acercarnos a estos temas será el siguiente. Durante el curso de nuestra


examinación del Nuevo pacto, la doctrina Bautista Reformada Confesional será establecida y
contrastada con el Dispensacionalismo, el Antinomianismo, el Arminianismo y el Paedo-
bautismo. El resultado será un Manifiesto Bautista Reformado basado en el Nuevo Pacto
como la constitución de la Iglesia.

CAPÍTULO UNO
LA CONSTITUCIÓN DEL NUEVO PACTO DE
LA IGLESIA Y EL DISPENSACIONALISMO
Primero debe ser establecido que el Nuevo Pacto es, en efecto, la Constitución de la Iglesia,
especialmente desde que algunos han negado su relevancia. En este capítulo, estaremos
estableciendo gran parte del fundamento sobre el cual se construye el resto de este estudio.

En Jeremías 31:31-34, leemos:

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de
Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé
su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque
fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en
su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más
ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque
todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová;
porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

La pregunta que nosotros debemos responder en este punto es: ¿Tiene algo que ver este
pasaje con la Iglesia? ¿Realmente es el Nuevo Pacto la constitución de la Iglesia? Esta
pregunta es particularmente crucial porque, como dijimos antes, ha sido negada por un
importante segmento del cristianismo evangélico. La aproximación a este punto será
mostrar la validez de esta premisa (es decir, el Nuevo Pacto es la constitución de la iglesia)
bajo tres enunciados: Su negación; su defensa; y su dificultad.

Su negación: La promesa del Nuevo Pacto no es aplicable para la Iglesia

La negación de que el Nuevo Pacto es estrictamente relevante para la Iglesia viene de un


movimiento que se denomina Cristiandad Americana (American Christianity). Ese
movimiento o sistema de interpretación es comúnmente conocido como Dispensacionalismo.
Este es, tal vez, el movimiento o sistema de interpretación más conocido, popularizado por
la Biblia de Referencia Scofield.
Este sistema, en su forma clásica, niega que el Nuevo Pacto se ha cumplido en (o que es la
constitución de) la Iglesia. Antes de que esta afirmación sea demostrada, necesita ser
brevemente aclarada. Esto se debe al hecho de que hay algunos que se quejan de que, decir
que el Dispensacionalismo niega el cumplimiento del Nuevo pacto en la Iglesia, es una
tergiversación.
En años recientes, diferentes versiones de lo que se ha llamado Dispensacionalismo
Progresivo han sido propuestas. No pocos eruditos evangélicos están muy conscientes de las
insuficiencias bíblicas del Dispensacionalismo Clásico. Estos eruditos, en vez de admitir la
insuficiencia del Dispensacionalismo per se (en sí mismo), han intentado redefinirlo.
Habiéndolo redefinido, pueden continuar reclamando lealtad a su sistema venerado.
Hay, sin embargo, un problema con aquellos que objetan que el Dispensacionalismo está
siendo tergiversado. Si es que los eruditos se permiten definir el Dispensacionalismo cada
vez que quieren, entonces puede convertirse en cualquier cosa que ellos quieran que sea.
Algunos dispensacionalistas modernos redefinen su sistema para que aquellos que nos son
dispensacionalistas puedan ser categorizados como si lo fueran. Hay algo que está mal con
tu definición cuando se puede cambiar un anti-Dispensacionalista en un
Dispensacionalista. Cuando mi definición personal de manzana es tan amplia que en esta
definición los tomates pueden ser manzanas, hay algo que es inadecuado en esa definición.
Uno se pregunta si lo que constituye al Dispensacionalismo hoy será lo mismo que
constituirá al Dispensacionalismo mañana.
Estos eruditos pueden ser comparados a un aficionado a los autos antiguos que tiene el
chasis oxidado de un antiguo Modelo T. Le pone un motor Mitsubishi de 4 cilindros, una
trasmisión Mercedes, ruedas Porsche y llantas Michelin. En general, el acondiciona todo el
auto de tal manera que cuando termina, el único elemento hecho antes de 1990 en su
automóvil es el chasis. Entonces él viene a ti y se jacta de ser dueño de un auto Ford
modelo T. ¿Cuál es el problema? Él es dueño de un auto Ford modelo T solo en un sentido
altamente calificado de la palabra. Muchos de los Dispensacionalistas contemporáneos lo
son pero solo en un sentido altamente calificado de la palabra.
Una segunda respuesta a aquellos que se preocupan de que el Dispensacionalismo esté
siendo tergiversado es que, como sea que ellos puedan definirlo en la atmosfera académica,
no es el tipo de Dispensacionalismo creído en las bancas de las iglesias a lo largo de
América y el mundo. Lo que se está hablando principalmente es el Dispensacionalismo
Clásico comúnmente creído en América.
Puede ser probado que el Dispensacionalismo Clásico niega el cumplimiento del Nuevo
Pacto en la Iglesia citando a algunos de los maestros más conocidos de este sistema de
pensamiento. J. Dwight Pentecost, en su tratado clásico de escatología dispensacional
titulado Eventos del Porvenir, dice lo siguiente, “…el nuevo pacto de Jeremías 31:31-34 debe
y puede ser cumplido solamente por la nación de Israel y no por la Iglesia… el Pacto
permanece aun sin cumplirse y espera un cumplimiento futuro y literal.” Otro profesor del
Seminario Teológico de Dallas, Charles C. Ryrie, brevemente declara su punto de vista de
esta manera: “El Nuevo Pacto no solo es futuro sino milenial.” Un tercer exponente
importante y muy bien conocido profesor de Dispensacionalismo Clásico reiteró este punto.
John Walvoord afirma, “…la posición premilenialista es que el Nuevo Pacto es con Israel y el
cumplimiento en el Reino Milenial después de la segunda venida de Cristo”.
Esta negación no es ocasional ni poco importante para el Dispensacionalismo Clásico. Ryrie
afirma que el Dispensacionalismo tres cosas esenciales. Según Ryrie, una de esas cosas
esenciales es, “un dispensacionalista mantiene la distinción entre Israel y la Iglesia… un
hombre que falla en la distinción entre Israel y la Iglesia inevitablemente no podrá sostener
los distintivos dispensacionalistas.” En otra parte, el dice, “Si la Iglesia está cumpliendo las
promesas de Israel contenidas en el Nuevo Pacto o en cualquier parte de las Escrituras,
entonces el premilenialismo está condenado.” Asumiendo como contexto a la Iglesia como
cumplimiento del Nuevo Pacto, Pentecost reconoce, “si la iglesia es el cumplimiento de este
pacto, ella podría también ser el cumplimiento de los otros pactos hechos con Israel y no
habría necesidad de un milenio terrenal”.
No solo que el Dispensacionalismo Premilenial Clásico niega que la Iglesia cumple el Nuevo
Pacto, si no que deben hacerlo o caso contrario colapsarían. Esta conclusión es obvia, aun a
los que sostienen este sistema. El Dispensacionalismo Clásico no puede admitir que la
Iglesia cumple el Nuevo Pacto hecho con Israel. Esto haría que se constituya un error el
mantener una distinción y separación entre Israel y a la Iglesia. Eso sería admitir que Israel
y la Iglesia son en un sentido lo mismo. Según Ryrie y Pentecost, esto podría destruir el
Premilenialismo (y todas las formas de Dispensacionalismo). Ellos están, por supuesto, en
lo correcto.

Su Defensa: La promesa del Nuevo pacto se aplica a la Iglesia.

La defensa de nuestra premisa, de que el Nuevo Pacto se cumplió en y por la Iglesia, no es


ni difícil ni complicada. Nosotros simplemente miraremos el uso que el Nuevo Testamento
hace de Jeremías 31:31-34 y responderemos la pregunta: ¿Qué es lo el Nuevo Testamento
dice enseña con respecto al cumplimiento del Nuevo Pacto? Examinaremos siete pasajes
para obtener la respuesta.

Lucas 22:20
En Lucas 22:20, Jesús dijo, “esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se
derrama”. Esta es la última cena de Jesús y sus apóstoles en donde la Cena del Señor fue
instituida. Los apóstoles fueron, según Efesios 2:20, el fundamento de la Iglesia. Jesús dice
de la copa que comparte con Sus apóstoles que es “el Nuevo Pacto en mi sangre”. Es decir,
la copa era el símbolo exterior del Nuevo Pacto. El que ellos beban de la copa claramente
simboliza que ellos tenían una parte en la sangre de Cristo y las bendiciones que esto
involucra.

1 Corintios 11:25
En 1 Corintios 11:25, Pablo le dice a la Iglesia de los corintios, “Asimismo tomó también la
copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced
esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.” Este es el pasaje definitivo del
tema de la Cena del Señor en el Nuevo Testamento. Este demuestra que los eventos de
Lucas 22:20, estaban destinados a instituir una ordenanza continua para la Iglesia (1
Co.11:17-22 y 1:1, 2). Siendo este el caso, cada vez que un cristiano toma la copa con la que
Cristo mismo identificó como “el nuevo pacto en mi sangre”, está diciendo: “Yo tengo parte
en el Nuevo Pacto, en sus bendiciones, en sus reglas, en él como la constitución de la Iglesia
de Cristo”.

2 Corintios 3:5,6
Pablo dice: “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra
mata, mas el espíritu vivifica.”
La referencia de este pasaje con Jeremías 31:31-34 no puede ser evadida. En Jeremías
31:33 nosotros leemos de Dios escribiendo Su ley en los corazones de Su pueblo, tal como lo
hacemos en este contexto. En 2 Corintios 3:3, nosotros leemos “siendo manifiesto que sois
carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios
vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”. Los corintios gentiles,
creyentes y miembros de la iglesia, tenían por lo tanto las bendiciones prometidas en el
Nuevo pacto encontrado en Jeremías 31.
Pero el versículo 6 es aun más significante. Pablo se identifica a sí mismo, el Apóstol de los
gentiles, el Apóstol de la Iglesia, como un siervo de “un nuevo pacto”. Ahora somos
presionados a preguntarnos: ¿Cómo puede el Apóstol de los gentiles ser un siervo o ministro
del Nuevo Pacto si es que ese pacto no está cumplido en la Iglesia sino que es “futura y
milenial”?

Hebreos
El Nuevo pacto y Jeremías 31 tienen su exposición más concentrada del nuevo Testamento
en la epístola a los Hebreos. Se ha argumentado que esta carta y su referencia al Nuevo
Pacto son irrelevantes para la iglesia de los gentiles. ¿No fue Hebreos escrito a los judíos?
Puede ser que la mayoría de aquellos a los que fue dirigida la epístola a los Hebreos
originalmente eran, en cuanto a su origen nacional, judíos. Eso de ninguna manera le resta
de su importancia a esta carta para la Iglesia cristiana y los temas delante de nosotros. Esto
es verdadero por lo menos por tres razones. Primero, como Hebreos es parte del Nuevo
Testamento y fue escrita después del cierre de la dispensación del Antiguo Testamento, los
privilegios otorgados y las leyes que recaen sobre los cristianos judíos no puede ser limitado
a los judíos. Esto sería volver a reedificar el muro de división entre judíos y gentiles que, por
medio de Su cruz, Cristo derribó. Este punto se volverá más evidente cuando empecemos a
ver estos pasajes de la epístola a los Hebreos.
Segundo, esto es subrayado por el hecho de que Hebreos fue escrito principalmente para
judíos cristianos. Estos judíos cristianos están siendo exhortados a no apostatar regresando
al judaísmo. Tercero, aquellos a quienes es dirigida la epístola eran miembros de iglesias
cristianas. Ellos, por ejemplo, son advertidos a que no dejen de congregarse (Heb.10:25) y
exhortados a “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas” (Heb.13:17). Esto es plenamente una referencia a los ancianos de aquellas
iglesias cristianas de donde, asumimos, ellos eran miembros.

Hebreos 8:1,6-13
“Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo
sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos” (Heb.8:1).

“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto,
ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece,
está próximo a desaparecer.” (Heb.8:6-13)

El escritor aquí cita Jeremías 31:31-34 para hablar del mejor pacto del cual nuestro Sumo
sacerdote es ministro y mediador. Esto ciertamente implica que el Nuevo Pacto prometido en
Jeremías fue inaugurado por Cristo y se está cumpliendo en la actualidad.

Hebreos 9:14,15
“¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo
sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la
promesa de la herencia eterna.” (Heb.9:14,15)

Aquí Jesús es presentado como el mediador del Nuevo Pacto, el cual brinda a los
beneficiarios de limpieza y redención del pecado. Estos beneficiarios son descritos como “los
llamados” (vers.15). El Nuevo Testamento enseña que Dios está llamando tanto a judíos
como a gentiles a la promesa de la herencia eterna (Rom.9:24). Si tú has sido llamado,
entonces Jesús es el mediador del Nuevo Pacto para ti, y tu participas en el Nuevo Pacto y
sus bendiciones.

Hebreos 10:10-19
“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero
Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha
sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean
puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a
los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
Este es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
Y en sus mentes las escribiré,
añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. Así que, hermanos,
teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,”
(Heb.10:10-19).

La promesa del Nuevo pacto que Dios no recordará nunca más nuestros pecados e
iniquidades (Jer.31:34) se muestra aquí como cumplida a través del sacrificio de Cristo.
Debido a esta promesa, es que nosotros como cristianos podemos acercarnos “teniendo
libertad para entrar en el Lugar Santísimo” (vers.19). Así, cada cristiano judío o gentil que
entra al lugar santísimo por medio de la oración privada o de la adoración pública por medio
de la sangre de Cristo, lo hace porque ha sido hecho un participante del Nuevo Pacto y sus
bendiciones.

Hebreos 12:22-24

“sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la
celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los
primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los
justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que
habla mejor que la de Abel.” (Heb.12:22-24)

Viniendo al Monte Sion, nosotros hemos venido también a la “congregación de los


primogénitos” (vers.23). Estas bendiciones son, sin embargo, transmitidas a nosotros en y
por medio de las cosas que han sido nombradas en el versículo 24. Las cosas mencionadas
en el versículo 24 ocupan un lugar culminante en el pasaje porque es por medio de ellas
que todas las otras bendiciones han sido transmitidas. En otras palabras, es a través de
Jesús, el mediador del Nuevo Pacto y por la sangre rociada, que nosotros hemos podido
venir al Monte Sion y a la congregación de los primogénitos. Así que, tener un lugar en la
Iglesia solo es posible a través de una relación con el mediador del Nuevo Pacto.

Conclusión
Cada uso en el Nuevo Testamento de Jeremías 31 relata su cumplimiento en la Iglesia. Al
contrario, no hay justificación en ninguna parte del Nuevo Testamento para ver su
cumplimiento como algo futuro y milenial (ni en parte ni en su totalidad). Hay, por otro
lado, muchas razones para verlo como la constitución de la Iglesia en el siglo presente. Sólo
recuerda lo que hemos visto. El Salvador de la Iglesia es el Mediador del Nuevo Pacto. El
Apóstol de la Iglesia es un ministro del Nuevo Pacto. El origen de la Iglesia pertenece a las
bendiciones del Nuevo Pacto. Así que, deberíamos concluir que el Nuevo Pacto es la
constitución de la Iglesia.

Su Dificultad: La dificultad de la aplicación del Nuevo Pacto a la Iglesia

A pesar de la claridad del testimonio del Nuevo Testamento sobre este tema, un problema
podría surgir en la mente del lector. A pesar de toda esta evidencia, podría haber en algunos
una duda persistente. Podrías estar preguntándote: ¿No dice acaso Jeremías 31 que el
Nuevo Pacto fue hecho con la casa de Israel y con la casa de Judá? ¿Cómo puede ser
entonces que el Nuevo Pacto es cumplido en la iglesia principalmente gentil?
La respuesta sencilla a esta pregunta es que la Iglesia es Israel. O, para decirlo de una
manera más precisa, si el Nuevo Pacto está actualmente siendo cumplido, en quienes se
cumple constituyen un Nuevo Israel. Lejos de las aseveraciones del Dispensacionalismo
Clásico de la Iglesia e Israel, la Biblia enseña que la Iglesia es la continuación de Israel en
una nueva forma en la nueva era. Hay mucha evidencia para esta aseveración pero
examinaremos solamente los tres pasajes más importantes en el Nuevo Testamento que
prueban que la Iglesia es el Nuevo Israel. Esto es contrario a todas las formas de
Dispensacionalismo, como lo veremos más adelante.

Gálatas 3:29
Pablo dice: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos
según la promesa”. Pablo culmina su argumento en el capítulo tres de Gálatas con la
afirmación que la simiente verdadera de Abraham, el verdadero Hijo de Dios, fue Jesús el
Cristo (Gal.3:16). Pero eso no fue todo lo que él dijo. Aquellos que están en Cristo, unidos a
Él por medio de la fe, son también simiente de Abraham y, así, judíos espirituales y
verdaderos israelitas.
Todo esto podría verse como una “espiritualización” para algunos. Se debe señalar, por
tanto, que la Iglesia es la simiente de Abraham y el Israel de Dios solamente porque, como
Gálatas 3:29 plenamente lo dice, está en unión con el único que verdaderamente era la
simiente física de Abraham.
Romanos 11:16-24
“Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo
son las ramas. Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre,
has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica
savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la
raíz, sino la raíz a ti. Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.
Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te
ensoberbezcas, sino teme. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te
perdonará. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con
los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra
manera tú también serás cortado. Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán
injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Porque si tú fuiste cortado del
que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo,
¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?”
(Rom.11:16-24).

Aquí Pablo compara al pueblo de Dios con un olivo silvestre. La raíz del olivo es la promesa
del pacto hecha con los patriarcas judíos. Las ramas naturales son los judíos. Ahora, ¿qué
pasó cuando Cristo vino? ¿Por qué Dios desarraiga al viejo olivo? ¿Por qué Él plantó un
árbol nuevo a lado del viejo? ¿Quiere tal vez plantar un segundo árbol de olivo? La
respuesta a todas estas preguntas es un rotundo no. Estos pasajes claramente enseñan que
es el mismo olivo viejo el que continúa pero que las ramas de los judíos incrédulos fueron
quebradas y los gentiles creyentes fueron injertados en él. ¿Cuál es el punto? El
Dispensacionalismo Clásico enseña que la Iglesia e Israel son distintos, separados, dos
pueblos diferentes de Dios. El punto de vista de la Biblia es un marcado contraste. Este
enseña que la Iglesia no es un árbol nuevo de olivo. Es el viejo árbol de olivo pero con
nuevas ramas de creyentes. Es Israel, el Nuevo Israel. Pablo parece completamente
insensible a los “distintivos dispensacionalistas” en este pasaje.

Efesios 2:11-13
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais
llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel
tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la
promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. (Ef.2:11-13)

Hay una pregunta crucial planteada por el versículo 13. ¿Hacia qué han “sido hechos
cercanos” los gentiles? La respuesta es tan obvia como la pregunta. Dos consideraciones
ponen la respuesta más allá de toda duda.
Primero, ellos han sido claramente hechos cercanos a aquellas cosas de las que el versículo
12 dice que antes estaban excluidos. ¿Cuáles son esas cosas? Entre otras cosas, de la
“ciudadanía de Israel”.
Segundo, la transmisión de ser excluidos a ser incluidos es repetida en la conclusión de
Pablo a este pasaje en el versículo 19. Note el “Así que” con el que el versículo 19 empieza.
“Ya no sois extranjeros ni advenedizos” (Ef.2:19). Los gentiles seguidores-creyentes son
ahora llamados a ser “conciudadanos de los santos” (Ef.2:19). Claramente, los “santos” aquí
mencionados son los judíos santos. Aun más significativo es el hecho que la palabra
traducida “conciudadanos” es derivada de la misma raíz traducida “ciudadanía” en el
versículo 12. El punto de Pablo es suficientemente claro. Los gentiles creyentes son ahora,
por la Obra de Cristo, la completa ciudadanía de la nación de Israel.

Conclusión
El Nuevo Pacto puede ser cumplido en la Iglesia porque ella es el Nuevo Israel de Dios. Y,
debe ser enfatizado, que esto no es espiritualizar. La Cabeza de la Iglesia, la raíz de la
Iglesia, el fundamento apostólico de la Iglesia, aún todos los miembros originales de la
Iglesia fueron judíos.
Un radio-predicador una vez afirmó que cierto capítulo de Hechos tenía un “trasfondo
judío”. Hay mucho más que un solo capítulo en el libro de los Hechos con “trasfondo judío”.
En efecto, todo el Nuevo Testamento tiene un trasfondo judío porque la Iglesia misma es
judía en su origen.

Implicaciones Prácticas

Hemos establecido la validez de nuestra premisa que el Nuevo Pacto está cumplido en la
Iglesia y es su constitución. En el proceso, el sistema de interpretación bíblica llamado
Dispensacionalismo Clásico ha sido pesado en el balance de las Escrituras y fue hallado
falto. Nosotros citamos, como recordarás, a un vocero representativo de este sistema que
dijo, “El que no mantenga la distinción entre Israel y la Iglesia inevitablemente no podrá
sostener los distintivos dispensacionalistas… Si la Iglesia está cumpliendo las promesas de
Israel como figuran en el Nuevo Pacto o en cualquier parte de las Escrituras, entonces el
premilenialismo está condenado.”
Pero la Biblia misma rechaza el mantener una distinción entre Israel y la Iglesia como lo
hacen todas las formas de Dispensacionalismo. Ya hemos visto la posición del
Dispensacionalismo Clásico sobre este tema. Ahora escucha lo que Robert L. Saucy
presenta como el punto de vista del Dispensacionalismo Progresivo.

La enseñanza bíblica sobre los roles de Israel y la Iglesia en la historia revela que
aunque tienen mucho en común, ellos permanecen distintivamente diferentes. El Israel
creyente y los miembros de la Iglesia son uno en su participación en la salvación
escatológica del Nuevo Pacto. Debido a la relación con Dios que este conlleva, ellos son igual
y juntamente “el pueblo de Dios”. …En los dos testamentos, la identidad de “Israel” es
siempre el pueblo histórico descendiente de Abraham que a través de Jacob se convirtió en
una nación. Israel fue llamado a testificar la salvación de Dios a las otras naciones como
una nación entre las naciones. La Iglesia, en contraste, es identificada en el Nuevo
Testamento como un pueblo llamado afuera de todas las naciones. En distinción con Israel
en su ser y testimonio como una "nación", la iglesia está llamada a proclamar la salvación
del Reino como individuos y como comunidad que vive en medio de las naciones, pero aún
no en la totalidad de una "nación".
Sin embargo, Jesús le dijo a los Fariseos, “Por tanto os digo, que el reino de Dios será
quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mt.21:43). Pedro
llamó a los cristianos a los que él se estaba dirigiendo “NACIÓN SANTA” (1 Pe.2:9). Por lo
tanto, desde la perspectiva de la Biblia, la Iglesia es la nación de Israel escatológica,
reconstituida de acuerdo a los términos del Nuevo Pacto. Así que, la Biblia misma demanda
que rechacemos toda forma de Dispensacionalismo en este punto. Nos damos cuenta que
esto es una afirmación contundente. Sin ánimos de ofender a nadie. No estamos negando
que muchos cristianos sinceros y piadosos han sostenido y siguen sosteniendo este sistema.
No estamos diciendo que esos cristianos no han enseñado muchas verdades bíblicas
importantes. Simplemente estamos afirmando que el sistema Dispensacional, con su
peculiar punto de vista con respecto a la Iglesia e Israel y la profecía, está equivocado.
Podría haber alguien que nunca antes escuchó del Dispensacionalismo, o aquellos para los
que esto no es realmente un asunto importante. ¿Tiene todo esto algo que decirte a ti? Tú
podrías estar profundamente influenciado por un error sin darte cuenta o incluso sin
conocer su nombre. Una advertencia en contra de un error que nuestra discusión ha
expuesto y uno, no por poco decir, restringido a los dispensacionalistas es apropiado en este
tiempo. Tener cuidado de minimizar la importancia de la Iglesia de Cristo Jesús.
Muchas cosas en el Dispensacionalismo conspiran a minimizar o despreciar la importancia
de la Iglesia en el Plan de Dios. El simple hecho de que la Iglesia se convierte, según el
Dispensacionalismo antiguo, en uno de los dos pueblos distintos de Dios desprecia su
importancia. El hecho de que la emocionante realidad de los eventos proféticos tenga que
ser con Israel ahonda el problema. Las grandes profecías del Antiguo Testamento no son
para la Iglesia sino para Israel, según el Dispensacionalismo. Nosotros en la era de la Iglesia
vivimos en un gran paréntesis en la historia cuando el reloj profético se detenga. La
dispensación de la Iglesia está condenada al igual que todas las demás a terminar en un
fracaso. La Iglesia visible es corrupta, apostata, limitada a hacerse peor, y destinada al
fracaso. La conclusión de un maestro del Dispensacionalismo Clásico está seguramente en
lo correcto si su enseñanza es verdad. El dijo, “¡No pulas el metal de un barco que se está
hundiendo!” No sorprende que muchos cristianos profesantes consideren la Iglesia y la
membrecía en la iglesia local como una opción o algo secundario de sus vidas cristianas.
Después de todo, ¿no es suficiente el ser miembro de la iglesia espiritual, invisible?
Debemos poner por encima de todas esas actitudes la enseñanza de la Biblia. La Iglesia es
el Nuevo Israel. Ella es el cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento. Dios no tiene
ninguna otra época, ningún otro plan, y ninguna otra organización a través de la cual Su
Reino será poblado con las naciones de la tierra. La Iglesia, dice Pablo, es ese pueblo
“quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Co.10:11). La Iglesia es el fruto del
“propósito eterno (del Padre) que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor” (Ef.3:11). Así, Pablo
exclama “a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de
los siglos. Amén” (Ef.3:21).
Se solemnemente amonestado, por tanto, a no minimizar la importancia de la Iglesia. Aquí
hay algunas maneras en que la Iglesia es minimizada:
(1) Por pensar de ella como una institución meramente humana. La Iglesia es
divinamente originada y divinamente regulada por el Nuevo Pacto. Cristo no
estableció ninguna otra institución para llevar a cabo su obra en el mundo. No hay
ninguna otra manifestación visible de esta institución en el mundo que sea
bíblicamente justificada más que la iglesia local.
(2) Por descuidar pecaminosamente la membrecía de ella. Jesús fundó la Iglesia como
Su Nuevo Israel. Él espera que su pueblo busque ser un ciudadano formal de ella.
¿Podría ser que la actitud despreocupada de algunos acerca de la membrecía en la
iglesia está enraizada en una minimización de la Iglesia de Cristo?
(3) Por la animosidad a su autoridad. Tal animosidad de la responsabilidad bíblica de
una iglesia local y sus representantes designados es una forma de anarquía, si es que
la Iglesia es, en efecto, en el centro del plan de Dios para las edades.
(4) Por el estancamiento sin visión de nuestras expectativas de ella. Es la iglesia la
que debe evangelizar a los perdidos. Es la Iglesia la que debe plantar otras iglesias.
Es la Iglesia la que debe comprometerse en las misiones. Es la Iglesia la que debe
difundir la Palabra a través de la literatura, publicaciones y librerías. Es la Iglesia la
que debe preparar hombres para el ministerio del Evangelio. Hay grandes cosas que
deben ser hechas, y es la iglesia la que debe hacerlas.
(5) Por el pesimismo con el que oramos por su prosperidad. La Iglesia es la
manifestación señalada del pueblo de Dios, la herencia de Dios, el Israel de Dios. Es
la niña de los ojos de Dios. Es el centro de las obras de nuestro Señor resucitado.
Recuerda las palabras de Cristo, “…yo edificaré mi iglesia…” (Mat.16:18). Iglesias
deberían orar, trabajar, y esperar como el triunfante Israel de Dios.

CAPÍTULO DOS
LA CONSTITUCIÓN DEL NUEVO PACTO DE
LA IGLESIA Y EL ANTINOMIANISMO

En este capítulo, veremos la constitución del nuevo pacto de la Iglesia y el Antinomianismo.


La palabra “antinomiano” simplemente significa “en contra de la ley”. Hay algunos tipos de
Antinomianos, pero de alguna manera, todos ellos niegan que los Diez Mandamientos como
una unidad son la regla de vida de los cristianos. Históricamente, los Antinomianos han
sido etiquetados de diferentes maneras, dependiendo del tipo de Antinomianismo al que se
adhieren. Antinomianos Prácticos no solo enseñan en contra de la ley en la vida cristiana
sino que a menudo recomiendan vivir “sin ley”. Los Antinomianos Moderados o Doctrinales,
por su lado, no recomiendan una vida “sin ley” pero niegan el tercer uso de la Ley (es decir,
los Diez Mandamientos como una regla para la vida cristiana) o, a lo mejor, la recomiendan
pero redefinen lo que significa la Ley. El movimiento llamado Teología del Nuevo pacto (TNP)
dentro de los círculos Bautistas Reformados, por ejemplo, encaja con un Antinomianismo
Moderado o Doctrinal. La TNP niega la perpetuidad del Decálogo como una unidad bajo el
Nuevo Pacto y su función como el epítome (es decir, el resumen o compendio) de la Ley
Moral a lo largo de la historia de la Redención. La TNP como un movimiento, sin embargo,
hace abominable al Antinomianismo Práctico, y con razón. La función de los Diez
Mandamientos como el sumario de la Ley Moral en la Biblia, así como veremos. Muchos en
nuestros días niegan este hecho tan crucial. Muchos cristianos en nuestros días son
Antinomianos en algún sentido.

Este capítulo se concentrará en la exposición y aplicación de Jeremías 31:33. Las palabras


“Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón,” serán el centro de nuestro atención.
Aprenderemos acerca del lugar de los Diez Mandamientos y, así, la Ley Moral bajo el Nuevo
pacto. También expondremos el error del Antinomianismo en sus varias formas. Una vez
más, los términos de la Constitución de la Iglesia, el Nuevo Pacto, son suficientes tanto
como para confirmarnos en la verdad y exponer el error. Nos haremos y responderemos tres
preguntas: ¿Acerca de qué ley está hablando el versículo 33?; ¿Cuál es el significado de la
escritura de la ley en el corazón?; ¿Cuál es la razón por la que la Ley es escrita en el
corazón?

¿Acerca de que Ley está hablando el versículo 33?

La clave para contestar esta pregunta la encontramos en el contraste y paralelo entre el


Antiguo y Nuevo Pacto establecido en estos versículos (cf. Vers.32, 33a, “No como el pacto
que hice con sus padres… Pero este es el pacto que haré”).
Claramente, hay un contraste en estos versículos entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. Pero ese
mismo contraste asume e implica un paralelo. Permíteme establecer el contraste
claramente. El Antiguo Pacto fue roto porque Dios escribió Su Ley sobre una piedra y no
sobre todos los corazones de Su pueblo. El Nuevo Pacto no será roto porque Dios escribirá
Su Ley en los corazones de todo el pueblo del pacto.
El claro contraste aquí es el lugar donde la ley sería escrita. En el Antiguo Pacto, el lugar es
sobre unas tablas de piedra. En el Nuevo, es en el corazón de carne. Pero en este contraste
hay también un claro paralelo. En los dos Pactos, Dios escribe Su Ley. El contraste
claramente asume e implica un paralelo. El contraste es donde la Ley es escrita, sin
embargo, asume que la Ley en discusión todavía tiene un lugar vital en el desempeño del
Nuevo Pacto de Dios.
A la luz de este claro paralelo, retornaremos a nuestra pregunta con un mejor
entendimiento de su respuesta. ¿Acerca de qué Ley está hablando el versículo 33? Dos
cosas claramente identifican esta Ley.
Primero, esta es la Ley escrita por Dios mismo por medio de Su propio dedo. Esto es claro en
el versículo 33: “Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;” pero la única Ley
que fue escrita fue la Ley Moral de Dios resumida en los Diez Mandamientos. Esta Ley es
los Diez Mandamientos, y aquellos Diez Mandamientos únicamente, ellos fueron escritos por
Dios mismo por medio de su propio dedo.

Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de
piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. – Ex.24:12

Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del
testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. – Ex.31:18

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las
tablas. – Ex.32:16

Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré
sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. –
Ex.34:1

En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y
sube a mí al monte, y hazte un arca de madera; y escribiré en aquellas tablas las
palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca.
– Deut.10:1,2

Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que
Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y
me las dio Jehová. – Deut.10:4

Otros aspectos de la Ley del Antiguo Pacto, como la parte la judicial y la ceremonial, fueron
escritas, no por Dios mismo sino por Moisés. “Y Moisés escribió todas las palabras de
Jehová,” (Ex.24:4; cf. 34:10-27).

Segundo, es la Ley escrita en piedra la que es reescrita en el Nuevo Pacto sobre el corazón
de todos los participantes del Pacto. El énfasis sobre el lugar donde la Ley de Dios es escrita
e Jeremías 31:33 plenamente sugiere este pensamiento. Esto es confirmado por la
referencia del Apóstol Pablo a este versículo en 2 Corintios 3:1-8. Aquí Pablo usa las mismas
palabras para hablar de las tablas de piedra en la Septuaginta (la traducción griega de las
Escrituras hebreas [LXX]) en el pasaje de Éxodo 31:18 y 34:4. La Ley judicial de Israel no
fue escrita sobre piedra, sino en un libro (Ex.24:3, 4, 7; contrasta estos versículos con el
12). La Ley ceremonial de Israel no fue escrita sobre el corazón. Solamente la Ley Moral,
contenida de forma resumida en los Diez Mandamientos, fue escrita sobre piedra.

Conclusión

La Ley de la que se está hablando en Jeremías 31:33 es obvia y claramente la Ley Moral
resumida en los Diez Mandamientos, y no se refiere ni a la ley Judicial ni Ceremonial. Esta
es la Ley que fue escrita sobre piedra. Esta es la misma Ley que es escrita sobre los
corazones de todo creyente del Nuevo Pacto. Es esta la única ley que ha sido escrita por el
dedo de Dios sobre tablas de piedra. Así, debe ser esta ley únicamente la que es escrita en
los corazones de los creyentes bajo el Nuevo pacto. Otro pensamiento que afirma aun más la
identidad de esta ley es el que encontramos en Romanos 2:14, 15. Hay una alusión a Éxodo
20 y a Jeremías 31 en la frase: “la obra de la ley escrita en sus corazones” (vers.15). Según
este pasaje, esto es en substancia la ley escrita sobre los corazones en el Antiguo Pacto y
reescrita en el corazón en el Nuevo Pacto, la que al principio de la creación fue escrita sobre
el corazón y la conciencia de Adán. Donde no es pervertida y suprimida, se expresa todavía
a sí misma en la conciencia de cada hijo de Adán.
Antes de continuar, hay un asunto que nosotros no podemos dejar sin tratar. La clave para
entender la afirmación de Jeremías 31:33 y, en efecto, una de las claves para el
entendimiento de toda la doctrina bíblica de la Ley de Dios es la distinción afirmada en la
2da Confesión Bautista de Fe. Esta distinción es encontrada con un lenguaje casi idéntico
en la Confesión de Fe de Westminster.
El capítulo 19 párrafos 2-5 declara esta importante distinción de esta manera:

2. La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre continuó siendo una regla
perfecta de justicia después de la Caída; y fue dada por Dios en el monte Sinaí, en diez mandamientos, y
escrita en dos tablas; los cuatro primeros mandamientos contienen nuestros deberes para con Dios, y los
otros seis, nuestros deberes para con los hombres.
3. Además de esta ley, comúnmente llamada ley moral, agradó a Dios dar al pueblo de Israel leyes
ceremoniales que contenían varias ordenanzas típicas; en parte de adoración, prefigurando a Cristo, sus
virtudes, acciones, sufrimientos y beneficios; y en parte proponiendo diversas instrucciones sobre los
deberes morales. Todas aquellas leyes ceremoniales, habiendo sido prescritas solamente hasta el tiempo
de su reforma, cuando fueron abrogadas y quitadas por Jesucristo, el verdadero Mesías y único
legislador, quien fue investido con poder por parte del Padre para ese fin.
4. Dios también les dio a los israelitas diversas leyes civiles, que acabaron cuando acabó aquel pueblo
como Estado, no siendo ahora obligatorias para nadie en virtud de aquella institución; siendo solamente
sus principios de equidad utilizables en la actualidad.
5. La ley moral obliga para siempre a todos, tanto a los justificados como a los demás, a que se la
obedezca; y esto no sólo en consideración a su contenido, sino también con respecto a la autoridad de
Dios, el Creador, quien la dio. Tampoco Cristo, en el evangelio, en ninguna manera cancela esta
obligación sino que la refuerza considerablemente.

Muchos en nuestros días niegan esta distinción. Tanto dispensacionalistas como algunos
teólogos que profesan ser reformados nos quieren hacer pensar que ningún israelita podría
haber visto la diferencia entre las leyes morales, por un lado, y las leyes ceremoniales-
judiciales por el otro. Ahora, por supuesto, es claro que la Ley de Moisés no tenía un código
de colores en su edición original donde estaban pintadas de azul las leyes morales, de
amarillo las ceremoniales y de verde las judiciales. Como hemos visto Dios de otras maneras
hizo claro que había una gran diferencia entre la Ley Moral, resumida en los Diez
Mandamientos, y el resto de la ley de Israel. Pasajes como los citados anteriormente, y
muchos otros, dejan claro que los israelitas piadosos eran capaces de hacer una distinción
de lo moral y lo ceremonial en la ley de Israel. Una gran salvaguardia en contra del
extremismo y de puntos de vista desbalanceados de la Ley de Dios, lo cual abunda por
doquier en nuestros días, es una sólida comprensión de la bíblica y confesional distinción
entre las leyes moral, ceremonial y judicial. Es solamente cuando nosotros nos damos
cuenta, entendiendo la Constitución de la Iglesia de Cristo, que también somos guiados por
lo qué fue moral en la Ley de Moisés, especialmente los Diez Mandamientos, que tendremos
una completa y no-mutilada guía para la vida cristiana y la Iglesia cristiana.

¿Qué es lo que significa la escritura de la ley en el corazón?

La clave para la comprensión de este concepto está en el significado bíblico de “corazón”.


Este es un tema amplio e importante. Dos puntos importantes sobre el “corazón” serán
útiles para nuestro propósito en este punto.
El corazón es, primero que todo, el asiento y centro de nuestras convicciones y afectos.
Proverbios 4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la
vida” (Deut.6:4-7; Prov.27:19; Mat.15:18,19; Rom.5:5; 9:2; 10:9,10).
Como tal, en segundo lugar, el corazón es la fuente y manantial de nuestras obras y
acciones (Prov.4:21-23; Mat.15:18,19; Luc.6:44,45). El corazón controla y es
inevitablemente manifestado por medio de nuestras obras y acciones.

Conclusiones
¿Qué es esto, entonces, de tener la Ley escrita en nuestros corazones? Es el tener la Ley de
Dios instalada en nosotros como el poder gobernante de nuestras convicciones, afectos,
obras y acciones. Esto es, por lo tanto, el ser convencidos de su santidad y autoridad,
asombrados por su justicia y bondad, y controlados por su sabiduría e instrucción. Eso, y
nada menos que eso, es tener la Ley de Dios escrita en nuestros corazones.

Toma el ejemplo de un padre quien tiene la responsabilidad de ensamblar (armar) una


bicicleta. Si el está verdaderamente convencido de su necesidad de las palabras, diagramas
e ilustraciones del manual de instrucción, ¿Qué haría? Él no trataría de ensamblar la
bicicleta sin consultar ese manual. El tendrá la convicción de que lo necesita. El estará
agradecido cuando encuentre el manual de instrucción en la caja y lo guíe a cumplir su
misión. Él seguirá cuidadosamente sus instrucciones a medida que avanza en la tarea. Es lo
mismo con el hombre en quien ha sido escrita la ley de Dios en su corazón. “Os daré
corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el
corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis
preceptos, y los pongáis por obra.” (Ez.36:26,27)

¿Cuál es la razón por la que la Ley ha sido escrita en el corazón?

¿Por qué el hecho de que la escritura de la Ley en el corazón es el primer acto de Dios
mencionado en el registro del Nuevo Pacto? La respuesta a esta pregunta está contenida en
el versículo 33 en sí mismo. “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de
aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” (Jer.31:33)
Vemos, en primer lugar, la frase que precede al versículo. Después de hablar del Antiguo
Pacto que fue roto (vers.32, “porque ellos invalidaron mi pacto”), Jehová vuelve a hablar del
Nuevo Pacto. El dice: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel… Daré…” No hay
un Pacto con Dios si su Ley no ha sido escrita en el corazón. El pacto es, primero que todo,
la escritura de la Ley en el corazón. No hay participación en el Nuevo Pacto si no está la ley
escrita en el corazón. No hay conocimiento de Dios ni hay perdón de pecados si no ha sido
escrita la Ley en el corazón (vers.34).
En segunda lugar, la frase siguiente. “Y yo seré a ellos por Dios” (vers.33). Presta mucha
atención a la palabra de conexión “y”. La promesa “yo seré a ellos por Dios” es la promesa
esencial de todo el desarrollo de los acuerdos del Pacto de Dios en la Biblia. Esta es la
promesa a Abraham (Gen.17:8). Esta es la promesa que llegará a un feliz cumplimiento en
el estado eterno. Al hijo de Dios, se le dijo: “yo seré su Dios” (Ap.21:7). El punto crítico es
que la Ley de Dios debería estar escrita en el corazón si es que esta promesa fundamental y
toda-inclusiva es nuestra. Sin la escritura en Su Ley en nuestros corazones, Dios no es
nuestro Dios y nosotros no somos Su pueblo.

IMPLICACIONES PRÁCTICAS

La primera implicación central que debemos observar de todo esto que se ha dicho es:
Aprendemos el engaño y el peligro de divorciar (o separar) la Ley y la Gracia. La Ley y la
Gracia deben ser distinguidas la una de la otra pero nunca deberían ir separadas.
No son pocos en la historia de la Iglesia los que han sido culpables de hacer esta separación
entre La Ley y la Gracia, y de haberlas puesto en conflicto la una con la otra. Pero en el
último siglo y medio en Inglaterra y en los Estados Unidos mucha de esta culpa debe ser
atribuida al Dispensacionalismo Clásico. La separación entre la Ley y la Gracia es una
conclusión necesaria y lógica de ese sistema. Como lo notamos en el capítulo uno, ellos
dividen Israel y la Iglesia, y dividen el Antiguo y el Nuevo Testamento. Por tanto, no es una
sorpresa que muchos dispensacionalistas clásicos divorcien la Ley y la Gracia.
Esta es una acusación muy seria, permítame sustentarla. Mateo 6:12 contiene la petición
del Padre Nuestro que dice: “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores.” Aquí está el comentario de la Antigua Biblia de
Referencia Scofield: “Esto tiene como base la Ley. Comp. Efesios 4:32, donde la base es la
Gracia. Bajo la Ley, el perdón tiene como condición que en nosotros haya también un
espíritu perdonador; bajo la gracia se nos perdona por amor de Cristo y se nos exhorta a
perdonar en vista de que ya hemos sido perdonados.” Ese divorcio entre la Ley y la Gracia
es un ataque frontal a la misma Constitución de la Iglesia de Cristo. Así como hemos visto,
los mismos términos del Nuevo Pacto requiere la implantación de la Ley Divina. La primera
y más importante operación de la gracia mencionada en la cuenta del Nuevo Pacto en
Jeremías 31 es la escritura de la Ley de Dios en el corazón. Sin esto, no es posible que haya
gracia. 1 Corintios 7:19 nos da la versión de Pablo de la misma verdad. “La circuncisión
nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios”.
El divorcio de la ley y la gracia es un ataque frontal a los mismos términos del Nuevo Pacto.
A la luz de esto, es muy apropiado para nosotros considerar algunas advertencias prácticas.

Cuidado con divorciar la ley y la gracia en la conversión.


Se pervierte la gracia cuando es puesta como contraria o como algo opuesto a la obediencia
a los mandamientos. La fe descansa en Cristo y trabaja a través del amor al mismo tiempo.
Aunque la fe no justifica por medio de obedecer la ley de Dios, es un tipo de obediencia y
conduce a la obediencia (Rom.1:5; Gal.5:6). Cuando es enseñado que los hombres pueden
ser salvos sin confesar y someterse a Cristo Jesús como Señor, ese es un divorcio peligroso
de la ley y la gracia en la conversión. Es triste de decir que ese tipo de enseñanza es muy
común en muchos evangélicos. Hablando de la conversación de Jesús y la mujer que estaba
junto al pozo, uno de estos evangélicos dice:

Debe ser enfatizado que aquí no hay un llamado a rendirse, a someterse, a reconocer
el Señorío de Cristo ni ninguna cosa de este tipo. Un regalo está siendo ofrecido a
alguien totalmente indigno del favor de Dios. Y para recibirlo, la mujer no requirió de
hacer ningún tipo de compromiso espiritual. Fue únicamente invitada a responder.

Con la prevalencia de ese tipo de enseñanza, no deberíamos maravillarnos cuando


escuchamos una y otra vez en los testimonios de las reuniones evangélicas: “Yo recibí a
Jesús como mi Salvador primero y algunos años después, lo recibí como mi Señor.” Aquellos
que piensan de esta manera han divorciado la gracia y la fe de su relación con la sumisión a
las leyes de Cristo, el Señor. Incluso, ellos te dirán que el insistir en dicha sumisión en la
salvación es legalismo y aun herejía. Dichas enseñanzas están torciendo las Escrituras y
están tornando la gracia de Dios en una licencia para pecar. Esto es claramente
“Antinomianismo”.

Cuidado con divorciar la ley y la gracia en las regulaciones de tu vida.


Esto pasa cuando los hombres rechazan el gobernar sus vidas por medio de cualquier cosa
que venga del Antiguo Testamento. Este rechazo es a menudo justificado por medio de un
entendimiento incorrecto de la afirmación de Pablo de que “no estamos bajo la ley sino bajo
la gracia” (Rom.6:14). Dicho divorcio de la ley y la gracia manifiesta ignorancia de dos
distintivos vitales y básicos del Evangelio. Primero, no estamos bajo la ley en el sentido de
justificación sino como una regla de vida (Rom.10:4). Segundo, no estamos bajo las leyes
ceremoniales ni judiciales como una regla de vida sino solamente de la Ley Moral (Jer.31:33;
Rom.13:8-10; Ef.6:1-4; Stg.2:8-11).
Lo trágico acerca del abandono de la Ley Moral como fue revelada en el Antiguo Testamento
y en los Evangelios es que el cuerpo de la enseñanza bíblica acerca de la rectitud está
fundamentado sobre estos pasajes de la Biblia. No es de sorprenderse que la vida de
muchos cristianos manifieste tanta necedad, pecado y miseria cuando los maestros
modernos han mutilado tanto el manual de instrucciones de Dios para la vida cristiana.

Cuidado con divorciar la ley y la gracia en la motivación de la vida cristiana.


La gente a veces dice: “quiero ser motivado por la gracia y no por la ley”. Ellos piensan del
deber y del cumplir los mandamientos como algo carnal y legalista. Piensan que la única
razón digna para hacer la voluntad de Dios es porque quieren hacerla o porque lo sienten.
Quieren ser motivados por el amor no por la ley.
Hay tanto error en esta manera de pensar que es difícil saber por donde debemos empezar.
Ciertamente una cosa que está mal con este pensamiento es el divorcio que hace entre ley y
gracia, deber y amor, obligación y deseo. Estas cosas son aliadas entre sí, no enemigas.
Aunque la ley fue escrita en nuestro corazón, sigue siendo ley, Torá (instrucción
autoritativa). Las palabras de la sabiduría de Dios son para este efecto: “El sabio de corazón
recibirá los mandamientos.” “El que guarda el mandamiento guarda su alma.”
Algunos piensan que es carnal, legalista o aun no piadoso, el obedecer a Dios simplemente
porque Él dijo que debíamos y que es nuestra responsabilidad. Pero es exactamente lo
contrario. Romanos 8:7 dice que son los designios de la carne los que no se sujetan a la ley
de Dios. El hecho es que el que obedece solamente cuando quiere hacerlo, no está
obedeciendo verdaderamente a Dios en lo absoluto sino simplemente sus propios deseos. La
próxima vez que venga Satanás y te diga: “lo estás haciendo solo porque es tu obligación”,
respóndele: “¡Así es! Y amo a Dios y a mi prójimo lo suficiente como para hacer lo que se
debo aun cuando algunas veces no tenga el deseo de hacerlo.”

Cuidado con divorciar la ley y la gracia en el trato con la realidad del pecado.
La mentalidad aquí es algo así: “Yo no quiero vivir según la ley sino según la gracia. Así que
cuando la ley revela mi pecado, lo ignoraré y solo pensaré en la gracia de Dios. Darle paso a
la convicción de pecado es legalismo.” Aun cuando no lo decimos o lo pensamos, algunas
veces nosotros respondemos de esta manera a la obra de la ley. Pero esto está mal. El
corazón en donde la ley de Dios ha sido escrita debe incomodarse con la transgresión y no le
restará importancia a la confesión del pecado. Por esto, la experiencia de confesar los
pecado de 1 Juan 1:9 es una experiencia de cada creyente. Si esto no es así contigo, tiene
razón para preguntarte si es que la Ley de Dios ha sido escrita en tu corazón.

Una segunda implicación práctica para ser tomada en cuenta de todo esto que ha sido dicho
viene a nosotros en forma de una advertencia. Cuidado con exaltar la ley por encima de la
gracia. La ley y la gracia, como hemos establecido anteriormente, deben ser distinguidas
pero la ley nunca debe ser puesta por encima de la gracia. Ellas van juntas. Se
complementan la una a la otra en la vida cristiana. La ley direcciona pero la gracia da el
poder y el impulso al alma para guardar la ley. Aquellos que exaltan la ley a expensas de la
gracia a menudo se rodean de algunas tendencias que debemos tomar nota de ellas y
evitarlas.

Evita el conformarte con una obediencia fría (heartless)


Una tendencia dañina entre algunos cristianos reformados es el conformarse con una
obediencia únicamente exterior. Esta distorsión de la santificación bíblica a menudo se
asienta en una aproximación fría y descorazonada de cómo vivir la vida cristiana. Lo externo
es promovido a las expensas del clima interno del alma. Evita el conformarte con una
obediencia fría a toda costa. Eso no adorna el Evangelio. Eso envío un mensaje equivocado a
los perdidos. Eso no complace a Dios. Esto viene a menudo cuando el conocimiento no es
propiedad asimilada del alma ni está implantada en la vida. Esto también viene cuando el
alma pierde el sentido de la constante necesidad de la gracia de Cristo Jesús que
diariamente necesitamos en nuestras vidas. ¡No solamente las almas perdidas necesitan a
Jesús sino que las que han sido salvadas también! Recuerda las palabras de Pablo en 2
Corintios 3:18. “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor.” Mantén a Cristo como el centro de tu vida diaria y verás como tu alma
no irá tras una obediencia fría.

Evita imponer sobre ti o sobre otros, más leyes de las que Dios tiene.
Este es otra tendencia dañina de aquellos que han exaltado la ley por encima de la gracia.
Debemos creer y aprobar todas las leyes que Dios dio para sus hijos. No debemos caer
dentro de la trampa de imponer sobre otros o sobre nosotros mismo más leyes que las que
Dios tiene para nosotros. Esta tendencia comúnmente viene de buenas intensiones aunque
en realidad hace daño en lugar de hacer bien. Esto ciega la conciencia donde Dios no lo
hace. Esto a menudo produce orgullo y un espíritu condescendiente hacia otros. Esto
produce una falsa culpabilidad. Aquellos que caen en esta manera de pensar a menudo
confunden la ley de Dios con cosas insignificantes. Algunas veces esto es causado por las
presiones de las normas culturales y sus expectativas, por preferencias personales, por
argumentaciones resbaladizas, o por largas cadenas de conclusiones lógicas de versículos
que no tienen nada que ver con el tema. De cualquier manera, esto es una receta para el
desastre. Esto no honra a Dios. Hace que nos sintamos orgullosos; y Dios es opuesto al
orgullo.

Evita confundir la ley y el evangelio.


Aquellos que caen en esta trampa de exaltar la ley sobre la gracia, a menudo caen dentro de
otro error muy serio – confunden la ley y el evangelio. Esto pasa cuando los cristianos
comienzan a vivir como si su obediencia a la ley de Dios es el fundamento de su aceptación
ante Dios. Esto, en efecto, convierte a la ley en otro evangelio y por lo tanto en un repudio
contra la obra de Cristo. Esto deshonra a Cristo, es una negación práctica de la justificación
por la fe solamente en Cristo, atrofia complemente el alma y destruye la seguridad. En
nuestro celo por defender la ley de Dios, nosotros nunca debemos permitir que la obediencia
a ella se convierta en la base para una inicial o subsecuente aceptación por parte de Dios
hacia nosotros. El Señor nos acepta por medio de Su amado Hijo basado en lo que Él hizo
por nosotros y no en lo que nosotros podamos hacer por Él.
Si la ley de Dios ha sido escrita en nuestros corazones, nosotros seremos humildes.
Caminaremos de una manera en la que equilibraremos adecuadamente la ley y la gracia. Y
cuando no lo hagamos, iremos al Dios de la ley y de la gracia por que nos perdone y nos
ayude en nuestro tiempo de necesidad.

CAPÍTULO TRES
LA CONSTITUCIÓN DEL NUEVO PACTO DE
LA IGLESIA Y EL ARMINIANISMO
Hemos comparado a los pactos divinos con la constitución de las naciones. Sin embargo en
un sentido son muy diferentes. En las constituciones humanas, la nación ya existe y por su
obrar es que se crea su propia constitución. Por ejemplo, en 1987 se celebró el 200
aniversario de cómo las 13 colonias originales crearon la Constitución de los Estados
Unidos de Norteamérica. Incluso con una constitución humana hay un sentido en donde las
13 colonias crearon una nueva nación por sus acciones.
Con el Nuevo pacto, es cierto que lo que crea la nación es lo que la regula. Esto es claro
desde los mismo términos en los que el Pacto es establecido en Jeremías 31:31-34 en donde
es Dios quien, por medio de haber hecho el pacto, trae a la existencia al Nuevo Israel de
Dios.
El punto esta abordado al hablar de que el origen, edificio o fuente de la Iglesia es lo que
Dios es, a través del instrumento del Nuevo Pacto, el único y soberano constructor,
originador y autor de la Iglesia como un todo y de sus miembros individuales. Esto se hace
claro a través de tres asuntos claramente enseñados en la Biblia y sugerido en el pasaje
antes considerado (Jer.31:31-34). Estos tres puntos formarán el bosquejo de este capítulo.
Estos son: La Determinación Soberana detrás del Nuevo Pacto; El Carácter Inquebrantable
del Nuevo Pacto y La Garantía Mediadora del Nuevo Pacto.

La Determinación Soberana detrás del Nuevo Pacto

La simple lectura de los versículos 31-34 de Jeremías 31 nos una tremenda impresión de la
resuelta soberanía de Jehová en hacer el Nuevo Pacto. Pero ese elemento del soberano
propósito y de la inalterable determinación será incluso mejor apreciado si lo vemos por
medio del contraste sugerido en nuestro pasaje, el contraste entre el Antiguo y el Nuevo
Pacto. En Éxodo 19:4-6, los términos del Antiguo Pacto son establecidos:

“Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os
he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros
seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y
vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que
dirás a los hijos de Israel.”

Con estas palabras sonando en nuestras mentes, toma nota del contraste en Jeremías 31.
En un llamativo contraste con Éxodo 19:4-6, no hay “si es que” o “tal vez” en estos cuatro
versículos. Al contrario, Jehová dice 10 veces: “haré” o “ellos serán”.
Estos versículos resuenan con el tono de la Divina certeza y la soberana determinación.
Este tono es solo fortalecido por los versículos que siguen inmediatamente al pasaje:

“Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las
estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los
ejércitos es su nombre: Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la
descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente. Así ha
dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los
fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por
todo lo que hicieron, dice Jehová.”

Jehová hace este pacto con una determinación soberana respaldada por los todopoderosos e
infinitos recursos de Su propio Ser. Él está con todo su corazón y absolutamente
determinado a que esto resulte en la salvación de Su pueblo. Esto es adicionalmente
fortalecido por Jeremías 32:40,41. Volveremos a ese pasaje otra vez porque suple la profecía
de Jeremías 31 en relación con el Nuevo Pacto. Pero por ahora, mira como estos versículos
concluyen esta profecía adicional en relación al Nuevo Pacto. Jehová dice:

“Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi
temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí. Y me alegraré con ellos
haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda
mi alma.”

El Carácter Inquebrantable del Nuevo Pacto

Claramente, el Nuevo pacto no es igual al Antiguo Pacto, y el punto en donde la diferencia


se manifiesta más ampliamente es en que el Antiguo Pacto podía ser quebrantado o roto
(Deut.29:25-28; Sal.78:10,11; Jer.11:9,10; 22:6-9; 34:13,14; Ez.44:6-8). Mira con atención
los versículos 31 y 32 de Jeremías 31:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de
Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que
tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.”

El Antiguo Pacto no asegura que aquellos con quienes fue hecho recibirían finalmente la
bendición prometida. La ley escrita sobre piedra podía ser y fue rota. El Antiguo Pacto fue
roto primero con el pecado del becerro de oro. Fue roto por la primera generación con
quienes fue hecho en Cades Barnea. Toda la primera generación de israelitas con quienes el
pacto fue hecho fracasó al no alcanzar las bendiciones prometidas con la pequeña excepción
de Josué y Caleb.
Pero en un notable contraste con una ley escrita sobre piedra, la escritura de la ley en el
corazón asegura la permanencia del pacto y la obtención segura de las bendiciones del
pacto.

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice
Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni
ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la
maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.” (Jer.31:33,34)

Nota como esto suena repetidamente en los pasajes paralelos.

“Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi
temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.” (Jer.32:40)

“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin
defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa
de Judá un nuevo pacto;” (Heb.8:6-8)

Presta atención a la indirecta en Hebreos 8:8, el problema con el primer pacto fue realmente
y a la larga un problema con el pueblo con el que fue hecho. El Antiguo Pacto no aseguraba
la permanencia en el pacto de aquellos con quien fue hecho. Este fue su defecto. Su defecto
fue simplemente el no tener el poder para hacer, que aquellos con quien fue hecho el pacto,
cumplieran con sus condiciones.
El propósito de Jehová expresado en el Nuevo Pacto no puede ser frustrado. Es una
determinación soberana. El Nuevo Pacto no puede ser quebrantado. Es de un carácter
inquebrantable. ¿Esto significa que es incondicional? Quizás sí, de la manera en que
algunas personas definen incondicional. Hay un “si es que” en Éxodo 19 pero no hay en
Jeremías 31. Pero si describimos el Nuevo Pacto como incondicional, debemos ser muy
cuidadosos. El Nuevo Pacto no es incondicional en el sentido de que Jehová ha decidido no
insistir más a su pueblo que le tema y que ame Su Ley. Esto es claramente justo como
necesario tanto bajo el Nuevo Pacto como lo es bajo el Antiguo Pacto. Podríamos decir de
otra manera que el Nuevo Pacto sigue siendo condicional pero de una manera diferente. En
él, Dios ha determinado desplegar su todopoderosa potencia en los corazones del pueblo de
su pacto de manera que ellos puedan cumplir las condiciones de Su Pacto y ser el tipo de
hombres que no lo rompen. Todo lo que el Nuevo Pacto demanda es provisto.
Pero surge una pregunta. ¿Cómo puede Dios simplemente poner a un lado las demandas de
Su propia justicia y hacer un Nuevo Pacto como este con la casa de Israel después de que
sus pecados han traído sobre la ellos la desbordante y feroz ira de Dios? Aun entonces, en
los días de Jeremías, la ira de Dios fue extendida sobre ellos. ¿Cómo pueden las demandas
de la santidad y la justicia de Dios permitir que Él dé el tipo de bendiciones como aquellas
que han sido prometidas en el Nuevo Pacto a los hombres? ¿Qué hay con respecto a sus
pecados e iniquidades? ¿Qué hay acerca de Su Justicia y Rectitud? Esto es una gran
barrera entre los hombres y la salvación. Estas preguntas son contestadas en nuestro punto
del bosquejo.

La Garantía Mediadora del Nuevo Pacto

Jeremías 31:34 claramente promete que Dios perdonará los pecados de Su pueblo y
perdonará su iniquidad, pero no nos dice como un Dios santo puede hacer esto. Sin
embargo, solamente dos capítulos más adelante en Jeremías tenemos la semilla de una
respuesta a este problema.

“He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he
hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo
haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra. En
aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jehová,
justicia nuestra.” (Jer.33:14-16)

El Libro de Hebreos lleva los frutos de la respuesta planteada en Jeremías. Su ampliación


sobre como Cristo Jesús es tanto sacerdote como el sacrificio de la garantía del Nuevo Pacto
y el que asegura el establecimiento del Nuevo Pacto y la impartición de sus bendiciones al
Israel de Dios. Nota especialmente en Hebreos 7:22, donde dice: “Por tanto, Jesús es hecho
fiador de un mejor pacto.” Como el sacerdote-rey de la orden de Melquisedec, Jesús es la
garantía o el fiador de un mejor pacto. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde
la palabra traducida como “fiador” ocurre. Según Moulton y Milligan, “Es común en
documentos legales y en otro tipo de documentos.” Significa una seguridad o un fiador. Fue
incluso utilizada al sacar a alguien de la prisión. Así es como dice uno de los documentos:
“El padre da su consentimiento para el matrimonio y es fiador del pago de la dote pautada.”
Otra declaración parecida es: “Yo sostengo tu fianza, hasta que tú me pagues el valor
acordado.” El uso de esta palabra en la Septuaginta confirma este significado común en el
mundo del Nuevo Testamento. Proverbios 6:1 dice: “Hijo mío, si salieres fiador por tu
amigo…” y 17:18 dice: “El hombre falto de entendimiento presta fianzas, Y sale por fiador en
presencia de su amigo.”
El significado de esta palabra podría no ser claro. El término legal moderno que es su
equivalente es lo que nosotros conocemos como un garante para un préstamo. Supongamos
que un joven ha encontrado su primer trabajo y quiere comprarse su propio auto. Cuando
va al banco por un préstamo, él descubre que no tiene un record de crédito y el banco no le
puede dar el dinero que necesita. Sin embargo, a su lado está su papá. Él tiene un buen
crédito y se convierte en su garante al firmar juntamente con su hijo el préstamo. Ahora,
¿qué es lo que él ha hecho al hacer esto? Exactamente lo mismo que el fiador o garante de
Proverbios y Hebreos hicieron. Se comprometió a sí mismo a pagar la deuda si es que la otra
persona incumplía con la responsabilidad.
Eso es exactamente lo que Cristo Jesús hizo. Por medio de Su sangre y rectitud, Él pagó la
deuda a la justicia y la ley de Dios que Su pueblo incumplió. Él no debía nada
personalmente pero por Su muerte Él pagó a la justicia de Dios y con Su vida a la Ley de
Dios lo que Su pueblo debía. Debido a que esta deuda ha sido pagada es que las
bendiciones del Nuevo Pacto se convierten en una realidad.
De la misma manera que ese auto brillante, que se exhibe en el patio de ventas y que solo
era parte de los sueños de ese joven, se convierte en una realidad por medio de la firma
conjunta de su padre, de la misma manera las bendiciones del Nuevo Pacto se vuelven una
realidad para el pueblo de Dios por medio de la fianza, el cargar la maldición de forma
sustitutoria por parte de Cristo Jesús. Todo esto es expuesto con detalle en Hebreos 10:10-
19. El sacrificio sacerdotal de Jesús, una vez y para siempre, final y efectivamente cumple
las demandas de la Ley de Dios y asegura el perdón de los pecados de todos los que son
parte del pueblo de Dios del Nuevo Pacto.

Lecciones tomadas de la Conclusión

Aprendemos la verdad de las doctrinas de la Gracia y de la falsedad del Arminianismo.


El Arminianismo es el sistema que enseña que el libre albedrío del hombre es soberano en
la salvación. Los primeros Arminianos resumieron su sistema en cinco puntos. La idea de
tener un resumen de cinco puntos de un sistema doctrinal no empezó con el Calvinismo.
Así que comprenderemos la relevancia del Nuevo Pacto en contraste con el Arminianismo.

(1) Dios ha escogido para salvación a aquellos que creen en Cristo y perseveran en la
obediencia a Él hasta el final.
(2) Cristo murió por todos los hombres pero solamente aquellos que creen se
benefician de Su muerte.
(3) Con el fin de que los hombres crean en Cristo, Dios debe trabajar por medio de Su
gracia en sus corazones.
(4) Aunque esta gracia es la fuente de todo bien en el hombre, sin embargo ellos
pueden resistir esta gracia y no ser salvados por ella.
(5) Aunque Dios proveerá todo lo que los hombres necesitan para perseverar hasta el
fin, esto no es una certeza de que los hombres que creen en Cristo para salvación,
serán preservados hasta el fin y finalmente serán salvados.

La mayoría de los Evangélicos sostienen la gran mayoría de estos puntos, y en algunos


casos, todos ellos. Simplemente asumen que aquí el Evangelio está resumido. Sin embargo,
de acuerdo al Nuevo Pacto, ninguno de ellos es verdad. En cambio, las cinco doctrinas de la
Gracia (a veces llamadas los cinco puntos del Calvinismo) son, la doctrina de la Biblia.
Miremos brevemente cada una de ellas.

Depravación Total
Nosotros vemos la verdad de la depravación total en el contraste con el Antiguo Pacto que se
menciona en este pasaje. Lo que el Antiguo Pacto demandaba era simplemente fe y
obediencia. Dios había provisto todo lo que Israel podía haber necesitado por medio de
incentivos externos para creer en Él y obedecer Su ley, pero Israel fallo miserablemente. Sin
embargo, Israel no fue diferente a ninguna de las otras naciones. Ellos fueron simplemente
una nación de prueba. La lección, que el Nuevo Testamento nos da de la experiencia de
Israel, es que todos los hombres están totalmente depravados. Por ejemplo, Romanos 3:10-
12 dice: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien
busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no
hay ni siquiera uno.” Cada facultad del alma humana está contaminada con pecado. Todos
los hombres están imposibilitados de hacer alguna cosa buena en el sentido espiritual. Aun
el arrepentimiento y la fe son imposibles debido a esta depravación e inhabilidad espiritual.

Elección Incondicional
El pacto de Dios no es hecho con una nación que ha probado ser digna de ser elegida por
Dios. Antes bien, con soberanía, con un propósito inmutable, ha sido escogida por medio
del Nuevo Pacto para hacerlos dignos de Su elección. La idea Arminiana de que Dios escoge
hombres porque ve de manera anticipada su fe y su elección de Él, es absolutamente
extraña al Nuevo Pacto. Muchos pasajes enseñan la elección eterna e incondicional (Hechos
13:48; Rom.9:14-18; Ef.1:4; 2 Tim.1:9).

Redención Limitada
El punto donde los Arminianos han atacado más ferozmente las doctrinas de la Gracia es el
relacionado a la Redención de Cristo Jesús. Los Arminianos de todas las tendencias siempre
han proclamado que Cristo murió por los pecados de todos los hombres. Esta afirmación es
encontrada falsa por nuestro estudio del Nuevo Pacto.
¿Por qué proclamamos que el Nuevo Pacto enseña la doctrina de la Redención Limitada? El
Nuevo Pacto es claramente el contexto o el marco de la obra de Cristo. La Obra de Cristo
Jesús no tiene poder salvador divorciado del Nuevo Pacto. Si hay algo que ha quedado claro
de nuestro estudio del Nuevo Pacto es que no hay salvación en ninguna otra constitución o
acuerdo divino. Si los hombres van a ser salvos, serán salvos a través del Nuevo Pacto.
Hemos visto desde las Escrituras que la cruz de Cristo Jesús está salvando debido a su
conexión con su pacto. Jesús, en Su oficio sacerdotal, es el “mediador de un Nuevo pacto”
(Heb.8:6). La doctrina Arminiana de la muerte de Cristo dice que hizo posible la salvación,
pero no la asegura. Sin embargo, como sacerdote y sacrificio, Cristo no consiguió
simplemente una salvación posible. ¡Él “garantiza” (Heb.7:22) el Nuevo Pacto! Su sangre es
vez tras vez descrita en el Nuevo Testamento como la sangre del Pacto. La frase “la sangre
del pacto” aparece siete veces y dos veces más aparece como “el pacto en Mi sangre”.
Hebreos 13:20,21 es representativo:

“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena
para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de
él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

La sangre de Cristo tiene valor redentor debido a su conexión con el Nuevo Pacto, y es
solamente en el contexto de Su sangre que puede ser decir que hay salvación para los
pecadores.
Toda la Obra de Jesús fue pacto de Obras, Su sangre pacto de sangre, Su sacerdocio pacto
de sacerdocio, Su oficio como Mediador un pacto de oficio. La pregunta acerca del alcance,
extensión o diseño de la muerte de Cristo no puede ser respondida sin hacer referencia a
este pacto. Ahora la pregunta es esta: ¿Cuál fue el alcance, extensión o diseño del Nuevo
Pacto? ¿Es un pacto general hecho con todos haciendo posible la salvación de todos si lo
toman o aceptan? O, ¿es un pacto limitado hecho solamente con ciertos hombres y
asegurando su salvación eterna? Si somos completamente honestos con Jeremías 31:31-34,
tenemos que concluir que es un pacto limitado, hecho con hombres particulares a quienes
se les asegura su salvación eterna. Si el pacto es limitado y efectivo, y la redención de Jesús
es solamente significativa en ese contexto, entonces la redención debe ser tanto limitada
como efectiva para la salvación de ciertos hombres. Llegar a cualquier otra conclusión es
llevar la Obra de Cristo fuera de su plano, del contexto bíblico. El Arminianismo saca la
Obra de Cristo fuera de este contexto, del único lugar en donde realmente encuentra su
significado, el contexto de un limitado, particular, efectivo y soberano pacto.

Gracia Irresistible
En cumplimiento con Su propósito, Dios actualmente escribe Su ley sobre los corazones de
Su pueblo, pone Su temor sobre ellos. El Nuevo Pacto no dice que Dios hace esto siempre y
cuando Su pueblo lo permita. Si insertas dentro de este pasaje la popular frase, que se usa
comúnmente en el mundo Evangélico, “si le permites a Dios”, entonces solamente así
podrías admitir que no hay ninguna justificación en este pasaje para lo que acabamos de
afirmar.

La Perseverancia de los Santos


La idea de que los hombres finalmente resisten la gracia de Dios naturalmente da como
resultado la doctrina Arminiana de que los hombres pueden perder su salvación. Si es que
ellos pueden resistir la Gracia de Dios antes de ser salvos, entonces ellos podrían resistirla
aun después de recibirla. Otra vez, el lenguaje de plano del Nuevo Pacto elimina cualquier
duda Arminiana. Mira otra vez al versículo 34b: “porque perdonaré la maldad de ellos, y no
me acordaré más de su pecado.” Si los pecados de un hombre ya no son recordados, ¿cómo
puede Dios condenarlo por ellos? Pero aún más irrefutable es la afirmación de Jeremías
32:40. Si existe un texto que podría sacar del juego todos los argumentos que los
Arminianos entretejen dentro del Nuevo Pacto, es este. “Y haré con ellos pacto eterno, que
no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no
se aparten de mí.”

Aprendemos la importancia de las Doctrinas de la Gracia

Desde el instante en que alguien comienza una enseñanza, predicación o discusión sobre
las doctrinas de la gracia, algunos comienzan a preocuparse sobre la necesidad de un
balance o expresan su preocupación sobre el Calvinismo extremo. Hay algunos incluso que
dicen que creen en la soberanía de Dios en la salvación y en las doctrinas de la gracia pero
que te dicen que no deberían ser predicadas de una manera pública.
¿Cómo hacen los que piensan así con el hecho de que estas doctrinas están escritas
ampliamente en los mismo términos del Nuevo Pacto? No hay una porción más central de la
Escritura para la Iglesia que la que hemos visto, pasajes sencillos a lo largo del Antiguo
Testamento que explícitamente mencionan el Nuevo Pacto por su nombre. El Nuevo Pacto
es, como hemos probado, la misma constitución de la Iglesia. No obstante, en este pasaje
fundamental y de tanta importancia, las doctrinas de la gracia son obviamente enseñadas.
No hay ningún énfasis con respecto al libre albedrío en todo el pasaje. Solamente la Gracia
de Dios es enfatizada. Si, creemos en la libre oferta del Evangelio. Si, por supuesto, debemos
enseñar y enfatizar la responsabilidad humana. Todo esto nos dice que el Nuevo Pacto
enfatiza la gracia soberana públicamente y nosotros podemos y debemos hacer lo mismo.

Aprendemos la fuente del crecimiento de la Iglesia


Mucha gente cree que edificar la Iglesia es a la larga depende de las metodologías humanas
que apelan a gente que tiene el control sobre su propia salvación por medio de su libre
albedrío. Si ellos creen esto, luego habrá una gran tentación para hacer todo lo que sea
necesario para atraer a las personas a la Iglesia – incluyendo el comenzar a hacer de la vista
gorda a una enseñanza bíblica tras otra.
¿Qué es lo que mantendrá a las iglesias de no venderse a tales métodos? Solamente la
convicción de que sólo Dios es capaz de construir su iglesia por medio de los métodos que Él
ha señalado. Solo la convicción de que Dios es aquel que edifica Su iglesia nos perseverará
de no abandonar Sus métodos por invenciones de hombres. Si es sólo Dios el que da el
crecimiento (1 Co.3:10), entonces no necesitamos prestar atención a las voces que pregonan
sus propios métodos humanísticos y carnales para el crecimiento de la Iglesia.

¿Cuáles son los métodos de Dios?


(1) Oración bíblica. Una Iglesia Reformada sin una bien atendida y vibrante reunión de
oración es una mentira. Alguien que dice que cree en la gracia soberana pero que no es
diligente en su oración privada y pública, es alguien terriblemente inconsistente con lo que
cree, peor que eso, es un hipócrita.
(2) Adoración Bíblica. Esta es adoración que es meditada y planificada para agradar a Dios
no para atraer multitudes carnales.
(3) Predicación Bíblica. En el centro de toda iglesia y de todo culto de adoración verdadero
hay un cuidadoso, solemne y urgente ministerio de la Palabra de Dios. Del tipo de
ministerio que se atreve a predicar todo el consejo de Dios con poder profético y pasión.
(4) Una vida de Iglesia Bíblica. Cuando tomas la oración bíblica, la adoración y la
predicación, y se reciben expresiones tangibles de una iglesia bien ordenada, familias
piadosas y vidas santas, entonces tienes el arma con la que Dios se complace en extender
Su reino y Su iglesia. Toma trabajo, humildad y tenacidad el perseverar en la tarea no
glamurosa de construir iglesias santas, familias y vidas, especialmente cuando otros
ministerios se ven más efectivos pero este es el significado de ser designado por Dios para el
avance de Su reino.

Aprendemos el lugar fundamental de la persona y obra de Cristo en la salvación

No puede ser encontrada salvación fuera de la provisión del Nuevo Pacto y de Cristo Jesús
como su Mediador. Esta es la gran proclamación de Isaías 42:6,7 “Yo Jehová te he llamado
en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz
de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los
presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.” Cristo es el pacto. Al tomarlo
todo, Él es todo lo que necesita, tienes las bendiciones del Nuevo Pacto. Ven a Cristo con tu
vacío interior, Él te llenará del conocimiento de Dios. Ven a Cristo en tu descarrío, Él te
escribirá la Ley de Dios en tu corazón. Ven a Cristo con tu culpa, Él te daré el perdón de tus
pecados.

CAPÍTULO CUATRO
LA CONSTITUCIÓN DEL NUEVO PACTO DE
LA IGLESIA Y EL PAEDOBAUTISMO
En este capítulo, moveremos el énfasis de la palabra REFORMADO hacia la palabra
BAUTISTA. No solamente es crucial que las iglesias sean reformadas según las provisiones
del Nuevo Pacto, sino que es necesario que sean Bautistas, en orden de ser constituidas de
acuerdo al Nuevo Pacto. Hemos afirmado que el Nuevo Pacto es la Constitución de la Iglesia
de Cristo, y ahora buscaremos explicar cómo eso requiere que la Iglesia sea, lo que
llamamos en este tiempo, Bautista.
De la misma forma que en los otros capítulos, estaremos desarrollando esta verdad en un
contraste específico con una posición doctrinal que varía con la teología Bautista
Reformada. Interactuaremos en este capítulo con el Paedobautismo. Paedobautismo es
simplemente el término técnico y teológico para referirse a la práctica del bautismo de los
hijos infantes de los creyentes.
Muchos de los padres de la Fe Cristiana más reverenciados, esto debe ser conocido,
enseñaron el Paedobautismo. Fue enseñado por muchos de los que conocemos como
maestros respetables en las cosas de Dios. Al criticar esta doctrina, el carácter de estos
hombres no está siendo cuestionado. Al señalar el serio peligro práctico del Paedobautismo,
no se está acusando a los Paedobautistas de haber hecho a la Iglesia vulnerable a esos
peligros de una forma deliberada. Sabemos que muchos Paedobautistas son hermanos muy
amados en el Señor.
Habiendo dicho esto, también hay otra cosa es necesario decir a manera de introducción.
Muchos cristianos el día de hoy son Bautistas, pero lo son en mucha ignorancia. Nunca han
estado familiarizado con la forma en la que algunos creyentes-bíblicos han argumentado
sobre la práctica del bautismo de niños (infantes). Hay algunos que incluso asumen que
todo Paedobautistas sostiene, al igual que la iglesia católica, que el bautismo regenera y que
es practicado debido a la autoridad de la tradición de la Iglesia. Esa afirmación simplemente
está mal. Es importante, entonces, entender la manera en la que algunos argumentan a
favor del Paedobautismo utilizando la Biblia.
Es interesante que muchos, si no es la gran mayoría, de los Paedobautistas admiten
abiertamente que no hay ningún solo ejemplo claro en el Nuevo Testamento de que un niño
(infante) fuera bautizado. En todo caso, ellos no descansan su posición sobre el Nuevo
Testamento. De hecho, argumentan sobre la base del rito de la circuncisión. Dicen que por
el hecho de que los niños (infantes) fueron circuncidados en el Antiguo Testamento, los
niños (infantes) deben ser bautizados en el Nuevo Testamento. Dado que no hemos de cortar
el Antiguo Testamento a partir del Nuevo, ya que como cristianos reformados creemos que
la Biblia es un libro, los niños deben ser, según el ejemplo del AT, bautizados en la Iglesia
de Cristo. En otras palabras, debido a que los niños (infantes) fueron miembros
circuncidados del Israel de Dios en el AT, entonces ellos deben ser miembros bautizados de
la iglesia, el Israel de Dios, en el NT.
Se debe admitir que tales argumentos tienen una cierta credibilidad, una apelación
aparentemente bíblica. ¿Cuál sería una respuesta apropiada a tales argumentos? La
respuesta no debería ser el negar todo lo que ya hemos dicho en los capítulos anteriores
acerca de la unidad de la Iglesia e Israel, el Antiguo y el Nuevo Testamento, y la Ley y la
Gracia. Eso sería Dispensacionalismo. Cualquier cristiano reformado con instrucción y bien
informado descartará cualquier tipo de respuesta Dispensacional al argumento de los
Paedobautistas. No hay necesidad de negar que la Iglesia es el Nuevo Israel de Dios o el
hecho de que hay ciertos paralelos entre la circuncisión y el bautismo.
La respuesta más apropiada al argumento reformado tradicional sobre el bautismo de niños
(infantes) es decir que, así como hay una unidad básica entre el Antiguo y Nuevo Pacto, de
la misma manera hay diferencias importantes también entre ellos. Así como hay similitudes,
así también hay disimilitudes o diferencias. Así como hay continuidad, así también hay
discontinuidad entre estos dos pactos. Es intensamente significante que en el único pasaje
del Antiguo Testamento donde clara y explícitamente habla de la relación entre el Antiguo y
el Nuevo Pacto, son las diferencias y no las similitudes las que son enfatizadas (Jer.31:31-
34).
Al abrir este capítulo, notaremos tres cosas de significancia para la identidad de la Iglesia y
el asunto del Paedobautismo: La Diferencia Enfatizada del Nuevo Pacto; la Superioridad
Precisada del Nuevo Pacto; y el Cumplimiento Final del Nuevo Pacto.

La Diferencias Enfatizadas del Nuevo Pacto


Cuando uno lee el argumento Paedobautista común, por ejemplo, ese de A.A. Hodge ó de
Louis Berkhof, se nota rápidamente que ellos ponen todo el énfasis sobre la unidad o
similitud entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. Son “idénticos”, como lo hemos dicho y el
bautismo es simplemente una “sustitución” de la circuncisión. La diferencia entre estos dos
pactos está minimizada hasta el punto de desaparecer.
En un llamativo contraste, Jeremías 31 enfatiza el contraste, la diferencia, la disimilitud de
los dos pactos (i.e., Jer.31:31, “nuevo”; 31:32, “no como”; Heb.8:7,8, el Antiguo Pacto no fue
“sin defecto” pero el Nuevo si lo es). Ésta clara y obvia dimensión de Jeremías 31 levanta
profundas sospechas de que los Paedobautistas son culpables de un desbalanceado y sobre
exaltado énfasis de la unidad del Pacto de Gracia a expensas del Nuevo Pacto. Por ejemplo,
Randy Booth dice, “el antiguo y el nuevo pacto son esencialmente uno mismo (énfasis
añadido).” “La transición del Antiguo Pacto al Nuevo Pacto es un suave desarrollo del Plan
redentivo de Dios, debido a que los dos pactos están orgánicamente conectados – son
esencialmente un mismo pacto de Gracia (énfasis añadido)”.

Aquellos que insisten en que el Nuevo pacto es un pacto totalmente nuevo (el cual
reemplaza al Antiguo Pacto), se contraponen a un Pacto Renovado (el cual expande el
Pacto anterior), … El Antiguo Testamento siendo “antiguo”, ha sido puesto a un lado
e invalidado, habiendo sido abrogado por el Nuevo Testamento. …Muchos lugares del
Nuevo Testamento reconocen la completa unidad y continuidad entre el antiguo y el
nuevo pacto (énfasis añadido).

Debemos notar como Booth describe el Nuevo Pacto como una renovación y expansión del
Antiguo Pacto. En efecto, esto niega la específica “novedad” como lo estableció Jeremías y es
un ejemplo del sobre-énfasis sobre la unidad del Pacto de Gracia a expensas del Nuevo
Pacto. “Nuevo” en el pensamiento de Booth significa renovado y expandido. El Nuevo Pacto
no asegura la salvación de todos los participantes del Nuevo Pacto, sino que expande y
renueva las promesas del Antiguo Pacto a las naciones de la tierra. Sin embargo, Hebreos
8:6 nos asegura que el Nuevo Pacto es “un mejor pacto, establecido sobre mejores
promesas”. Notemos también como Booth iguala el Antiguo Testamento con el Antiguo Pacto
y al Nuevo Testamento con el Nuevo Pacto. Aunque es apropiado establecer que el Antiguo
Testamento contiene el Antiguo Pacto y es el documento autoritativo del Antiguo Pacto, no
es verdad que el Nuevo Pacto abroga la Escritura del Antiguo Testamento. El Nuevo Pacto
hace obsoleto al Antiguo Pacto (Heb.8:13), no a las Escrituras del Antiguo Testamento y lo
reemplaza. Este es otro ejemplo de la sobre-enfatización de la continuidad entre los pactos a
expensas de su discontinuidad. Esto prepara el camino para nuestro segundo punto.

La Superioridad Precisada del Nuevo Pacto


La anunciación del Nuevo Pacto en Jeremías 31, en buena hora, no se detiene con una
afirmación general de que es diferente. Lo que hace es decirnos específicamente somo el
Nuevo Pacto es mejor o superior en comparación con el Antiguo.
Pero aquí nos acercamos a una dificultad. En primer lugar, parecería que no hay realmente
nada nuevo en el Nuevo Pacto. Cada una de estas tres bendiciones distintivas, las cuales
son mencionadas como aquello en lo que el Nuevo Pacto consiste en los versículos 33 y 34,
también las poseían los creyentes del Antiguo Pacto. La ley fue escrita en sus corazones. Al
describir la rectitud bajo el Antiguo Pacto, David dice “La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán” (Sal.37:31). El conocimiento de Jehová también estuvo
allí. Describiendo a los creyentes bajo el Antiguo pacto, David dice “En ti confiarán los que
conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”
(Sal.9:10; cf. 1 Sam.2:12; y 3:7). El perdón de los pecados también se les dio. En el Salmo
32 versículos 1 y 2, David dice “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada,
y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en
cuyo espíritu no hay engaño”. Por causa de esos textos, muchos intérpretes han concluido
que realmente no hay nada nuevo en el Nuevo Pacto. Ellos te dirán que lo único que
realmente hay es una diferencia cuantitativa entre los dos pactos y no una diferencia
cualitativa.
¿Cuál es la diferencia entre cuantitativo y cualitativo? Por ejemplo, toma estos comentarios
de Matthew Poole. En medio de excelentes y sensibles comentarios sobre Jeremías 31:31-
34, él señala “Tampoco es llamado el Nuevo Pacto debido a que tenga una sustancia nueva,
porque fue hecho con Abraham, Gen.17:7, y con los judíos, Deut.26:17, 18.” Luego, en su
comentario sobre la frase “todos me conocerán”, el añade “Es solamente una expresión que
señala el incremento del conocimiento, y del temor del Señor, eso debería ser después del
derramamiento del Espíritu Santo”.
El problema con ese tipo de interpretación es muy claro. Ellos terminan diciendo que el
Nuevo pacto es igual al Antiguo Pacto, mientras que la Biblia dice que el Nuevo Pacto no es
igual al Antiguo Pacto (Jer.31:32), es nuevo, este es sin defecto o fallas, mientras que el otro
era defectuoso (Heb.8:7,8).
La clave de lo “novedoso” del Nuevo Pacto se encuentra en una frase a menudo pasado por
alto incluso por interpretes muy buenos. En las palabras “todos me conocerán” en el
versículo 34. Estas palabras contienen el punto central del versículo 34. ¿Cuál es el punto
al que se hace énfasis en este versículo? Es que, mientras que solamente algunos conocían
al Señor de aquellos entre el pueblo de Dios del Antiguo Pacto, muchos no lo hacían. Por
ejemplo, los hijos de Eli. “Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de
Jehová…” (1 Sam.2:12). Contrasta los hijos de Eli con Samuel quien vino a conocer al Señor
desde muy temprana edad. “Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de
Jehová le había sido revelada” (1 Sam.3:7).
Debido a que el pacto fue hecho con la simiente física de Abraham, la nación física de Israel,
y debido a que, a la temprana edad de ocho días de nacidos, los niños (infantes) varones
eran circuncidados e introducidos en una membresía oficial dentro de la nación de Israel,
muchos de aquellos con quienes Dios estaba en una relación de pacto con ellos, no tenían
un conocimiento espiritual o salvífico del Señor. En Israel había ambos tipos de personas,
muchos como Samuel y muchos como los hijos de Eli. Dentro del lugar santo habían,
hombres como Samuel antes de escuchar la voz del Señor y hombres como Samuel después
de escuchar la voz del Señor. Habían, personas como David y personas como Joab, como
Jonathan y como Abner, legal y apropiadamente circuncidados dentro de Israel, la nación
del Pacto de Dios.
El punto de Jeremías 31:34 es que en el Nuevo Pacto esta situación no se dé más. Más bien,
hablando de Su pueblo del Nuevo Pacto, Su Nuevo Israel, Jehová dice “todos me conocerán”.
Esto que es no de los aspectos principales de la “novedad” del Nuevo Pacto es confirmado
por lo que aprendemos acerca del inquebrantable carácter del Nuevo Pacto. En el Antiguo
Pacto, la Ley de Dios fue escrita sobre piedra. Consecuentemente, esta podía ser
quebrantada o rota, aun cuando Dios se convirtió por medio del pacto el esposo de Israel
(Jer.31:32). En el nuevo pacto, la Ley es escrita en los corazones de todos los participantes,
garantizando que ningún miembro del pueblo de Dios del Nuevo Pacto quebrantaría el
Nuevo Pacto (Jer.32:40).
Los Paedobautistas a menudo están hablando de bautizar a sus hijos para que participen
del pacto, pero después no tienen problema de hablar de la posibilidad de que esos
pequeños serán sacados o quebrantarán el pacto cuando vengan los años o se conviertan en
infructíferos. Por ejemplo, Randy Booth dice “Los miembros infructíferos del Antiguo Pacto
eran sacados (cortados), y de la misma manera los miembros infructíferos del Nuevo Pacto
lo son también” Algunos incluso admiten que el bautismo de sus hijos no implica que ellos
son salvos. Esta afirmación es incompatible con los términos del Nuevo Pacto. La sentencia
de la Escritura es que el Nuevo Pacto no puede ser quebrantado y que sólo los cristianos
verdaderos, aquellos que conocen al Señor, son parte de él. Recuerda, Dios dijo “perdonaré
sus iniquidades (el Israel del Nuevo Pacto) y no recordaré más sus pecados” (Jer.31:34).
El hecho de que los hombres deben conocer a Dios, que tiene la Ley de Dios escrita en sus
corazones y que sus pecados son perdonados, de la forma que lo establece el Nuevo Pacto,
está escrito a lo largo de todo el Nuevo Testamento (Mat.3:1-12; Jn.1:12,13; Fil.3:3;
Rom.8:14; 9:3-5).
¿Cómo es que todo esto se relaciona con la pregunta sobre el bautismo y especialmente con
el Paedobautismo? El bautismo es la señal de la membresía, el distintivo de participación en
el Nuevo Pacto. La membresía en el Nuevo Pacto está restringida a aquellos que poseen sus
bendiciones características. La única base sobre la que uno puede administrar las
ordenanzas o símbolos del Nuevo Pacto es que uno salvíficamente conozca al Señor. Hasta
que haya razones bíblicas para creer que alguno conoce al Señor, hasta que una persona
profese creíblemente este conocimiento, no hay fundamento bíblico para bautizarlos. El
bautismo sin tener el conocimiento salvífico de Jehová es algo que no tiene ningún tipo de
garantía escritural. El bautismo de niños (infantes) o de cualquier persona, que no posea
este conocimiento no es un bautismo bíblico. En este fundamento bíblico, toda forma de
Paedobautismo que admite el bautismo de niños que no conocer al Señor es condenado. Sin
embargo, hay entre los Paedobautistas una teoría que, a simple vista, pareciera satisfacer
esta objeción. Algunos Paedobautistas afirman que la Biblia quiere hacernos sobreentender
que los niños de padres creyentes son regenerados. Admiten que ocasionalmente en algunos
casos individuales esta presunción es inválida, pero ellos enseñan que Dios quiere que
asumamos que nuestros hijos son regenerados. Así, esta teoría parece conformarse a los
requerimientos del Nuevo Pacto. Ellos dicen que podemos bautizar a nuestros niños
(infantes) sobre el fundamento de que ellos son (supuestamente) regenerados.
Hay un sin número de problemas con esta teoría que se pone de manifiesto al reflexionar en
ella. La Primera es práctica. La experiencia muestra que los niños (infantes) de los creyentes
son muy pocas veces regenerados. Aun cuando lo son, es imposible determinarlo hasta que
vienen los años de madurez. Enseñar que la Biblia quiere que presumamos algo como
verdadero cuando es claramente falso en la mayoría de los casos, es sostenernos sobre una
base completamente inestable.
Segundo, debemos preguntarles a los Paedobautistas en donde la Biblia enseña esta gran
presunción de que nuestros hijos son regenerados. Una de las formas en las que ellos
podrían responder es diciéndonos es que los niños fueron circuncidados en el Antiguo
Testamento. Esta respuesta pierde por completo el punto central de Jeremías 31. Si
Jeremías 31 enseña algo, eso es que la circuncisión no fue dada a los niños en el Antiguo
Testamento sobre el fundamento de que ellos eran regenerados, sino sobre el fundamento
de que ellos eran la descendencia física de Abraham.
Otra forma en la que un Paedobautista podría responder es diciendo que Dios promete en
Su Palabra bendecir el medio de padres piadoso para la salvación de los hijos de los
creyentes. “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Es
verdad que Dios promete bendecir y salvar la descendencia de padres piadosos. Pero esto no
resuelve el problema por algunas razones. Primero, Él no promete salvar a cada niño sin
excepción de cada familia piadosa. Segundo, los Paedobautistas no les otorgan el bautismo
a los hijos de padres piadosos solamente, sino a todo hijo de un creyente bajo la promesa de
que sus padres deben convertirse en padres piadosos. Tercero, aun si Dios hubiera
prometido salvar a todos los hijos de los creyentes, esto no significaría qué eso sucedería
necesariamente cuando fueran infantes. El bautismo no debe ser otorgado con la esperanza
de que esta persona en el futuro será salva, sino porque en el presente exhibe evidencia
creíble de que ya conoce al Señor.

El cumplimiento final del Nuevo Pacto


Una de los temas más cruciales con referencia a la iglesia es: ¿Dónde debemos ir a buscar
la imagen o el modelo para la Iglesia? Es claro en la literatura Paedobautista que ellos
encuentran en el Israel del Antiguo Testamento su modelo para la Iglesia. ¿Cómo debería
ser la Iglesia, en especial en su práctica del bautismo? Los Paedobautistas contestarían,
“Debería ser muy parecido al Israel del Antiguo Testamento”. ¿Cómo debería ser el
bautismo? “Debería ser muy parecida a lo que fue la circuncisión en Israel”.
La Constitución de la Iglesia, el Nuevo Pacto, apunta hacia un modelo diferente para la
Iglesia. Apunta hacia un lugar completamente opuesto para encontrar su modelo. El Nuevo
Pacto sigue huellas diferentes para la Iglesia a las escogidas por el Paedobautismo.
La profecía de Jeremías 31 sobre que todos conocerían al Señor, no está aislado en su
predicción del conocimiento salvífico universal de Jehová (Is.11:9; 52:1; 54:13; 60:21).
¿Cuál es el prospecto puesto delante de nosotros en estos pasajes? Es el de un día que está
viniendo en el estado eterno, los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva, después de la segunda
venida de Cristo, cuando la tierra será redimida, la Iglesia perfeccionada y los impíos
completamente borrados del mundo. Luego, ciertamente, habrá una iglesia perfecta y un
mundo perfecto. Entonces todos en el mundo conocerán a Jehová “del más pequeño al más
grande de ellos” (Ap.21:8, 27). Ese día, no es el comienzo sino la consumación del Nuevo
Pacto. Así que el prospecto final sostenido delante de nosotros en Jeremías 31 es ese
glorioso día, el Nuevo Pacto ya ha comenzado, iniciado e inaugurado por Cristo. Estas
predicciones ya han sido cumplidas en una forma anticipada o preliminar en el presente
siglo y en la Iglesia presente. Esto es evidente por todas las evidencias que vimos en el
capítulo uno, que nos mostró como se cumple el Nuevo Pacto actualmente en la Iglesia. Esto
también es claro por otro pasaje en el Nuevo Testamento el cual cita la profecía de Jeremías
31:34. Juan 6:45 dice “Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así
que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.” Todo aquel que ha oído y
aprendido del Padre vendrá a mí. Claramente, Jesús habla de esta profecía como ya
cumplida durante su vida y ministerio. Puede notar que la referencia al principio del
versículo es a los “profetas” (plural). La razón para esto es que Jesús está combinando dos
profecías en las palabras que Él está citando. Estos dos pasajes son Isaías 54:13, en el cual
se predice “todos tus hijos serán enseñados por el Señor” y Jeremías 31:34 que dice “todos
me conocerán”. Así, Jesús asume que hay un cumplimiento presente de estos pasajes, así
como uno futuro. El Nuevo Pacto está inaugurado en este siglo y será consumado en el siglo
venidero.
¿En qué sentido es esto relevante para la iglesia? No deberíamos derivar nuestro modelo de
la Iglesia de la multitud mezclada del Israel del Antiguo Testamento sino de la multitud
perfecta de la Nueva Jerusalén. Esa es la imagen de la Iglesia que deberíamos reproducir en
nuestras iglesias. Eso es lo que la iglesia debería ser. “Todos me conocerán” es el estandarte
que se flameará en la Nueva Jerusalén. Es también el signo que debería levantar en la
entrada de toda iglesia local. Solamente aquellos que conocen al Señor, aquellos que de una
manera creíble profesan conocerle, los que deberían ser bautizados y por el bautismo
unidos a la Iglesia.

Aplicación Concluyentes
En estas aplicaciones concluyentes, abriremos nuestro enfoque y entraremos a
implicaciones más amplias sobre lo que Jeremías 31 nos enseña con respecto a la
membresía de la Iglesia o la membresía del Nuevo Pacto.

Hemos visto la absoluta locura de colocar algún tipo de confianza en haber sido bautizados
de infantes en la Iglesia o en el Nuevo Pacto.

Hemos visto el deber absoluto y obligatorio de ser bautizados como creyentes.

Hemos visto la importancia crucial de mantener estándares bíblicos para la membresía en la


Iglesia.
Hemos visto los incambiables requerimientos para una membresía bíblica de la iglesia.

Hemos visto, finalmente, la gloriosa bendición de la membresía en la verdadera Iglesia.

CONCLUSIÓN:
Un Manifiesto Bautista Reformado

No hay una necesidad mayor en el mundo hoy como la de establecer iglesias bíblicamente consistentes
y sólidas. Tales iglesias serán poderosos pilares y soportes de esa verdad de Cristo sobre la cual la
salvación de las naciones y la gloria de Dios en el mundo depende. Los Bautistas Reformados están
convencidos que las iglesias de Cristo deben colocar Su Gloria y Su verdad primero y luego todo lo
demás, y por causa de esto, en obediencia a la naturaleza revelada de la constitución de la Iglesia en el
Nuevo Pacto, se deben alejar del Dispensacionalismo, del Antinomianismo en todas sus formas, del
Arminianismo y del Paedobautismo, para que por esto la predicación del Evangelio a las naciones sea
sin obstáculos. La centralidad de la Iglesia en el plan de Dios, la importancia de los Diez
Mandamientos en la vida del creyente, las preciosas doctrinas de la Gracia Soberana, y la necesidad de
conocer al Señor para ser miembro de la Iglesia, debe ser abrazadas en la Iglesia y proclamadas desde
sus púlpitos. Cuando eso pase, un nuevo día de pureza y poder llegará para el Evangelio y la Iglesia.
¡Quiera Dios concedernos ese día!

LOS CANONES DE DORT


1619
Antiguamente Titulado: La Decisión del Sínodo de Dort sobre los
Cinco Principales Puntos de Doctrina en Disputa en los Países Bajos.

La Decisión del Sínodo de Dort en los Cinco Principales Puntos de Doctrina en Disputa en
los Países Bajos es popularmente conocido como Los Cánones de Dort. Consiste en
declaraciones de doctrina adoptada por el gran Sínodo de Dort el cual se reunió en la ciudad
de Dordrecht en 1618-1619. Aunque este fue un sínodo nacional de las Iglesias reformadas
de los Países Bajos, tenía un carácter internacional, ya que estaba compuesto no solamente
de delegados Holandeses sino además de veintiséis delegados de otros ocho países.

El Sínodo de Dort fue convocado con el fin de solucionar una seria controversia en las
iglesias Holandesas iniciadas por el surgimiento del Arminianismo. Jacobo Arminio, un
teólogo profesor en la Universidad Leiden, cuestionó la enseñanza de Calvino y sus
seguidores en un número de puntos importantes. Después de la muerte de Arminio, sus
seguidores presentaron sus posiciones en cinco de estos puntos en la "Protesta de 1610".
En este documento ó en escritos tardíos más explícitos, los Arminianos ensañaron que la
elección estaba basada en fe prevista, que la expiación fue universal, que la depravación es
parcial, que la gracia es resistible, y la posibilidad de una caída de la gracia. En los Cánones
el Sínodo de Dort rechazó estas posiciones y proclamó la doctrina Reformada en estos
puntos, nombramos, la elección incondicional, la expiación limitada, la depravación total, la
gracia irresistible, y la perseverancia de los santos.

Los Cánones tienen un carácter especial porque su propósito original como decisión judicial
en los puntos doctrinales en disputa durante la controversia Arminiana. El prefacio original
les llamaba un "juicio, en el cual ambas, la verdadera posición, de acuerdo con la Palabra de
Dios, referente los ya mencionados cinco puntos de doctrinas es explicada y la posición
falsa, en desacuerdo con la Palabra de Dios, es rechazada". Los Cánones además tienen un
carácter limitado en que estos no cubren la totalidad de la doctrina, sino que enfoca en los
cinco puntos de doctrina en disputa. Cada uno de los puntos principales consiste en una
parte positiva y una parte negativa, la primera siendo la exposición de la doctrina reformada
sobre el tema y la segunda una repudiación (reprobación ó rechazo) de los errores
correspondientes. Aunque en forma estos son realmente cuatro puntos, hablamos
propiamente de cinco puntos, porque los Cánones fueron estructurados para corresponder
a los cinco artículos de la protesta de 1610. Los puntos principales tres y cuatro fueron
combinados en uno, siempre siendo designados como puntos principales III/IV.

CAPITULO PRIMERO: DE LA DOCTRINA DE LA DIVINA ELECCION Y REPROBACION.

1.- Puesto que todos los hombres han pecado en Adán y se han hecho culpables de
maldición y muerte eterna, Dios, no habría hecho injusticia a nadie si hubiese querido dejar
a todo el género humano en el pecado y en la maldición, y condenarlo a causa del pecado,
según estas expresiones del Apóstol: ...Para que toda boca se cierre y todo el mundo quede
bajo el juicio de Dios... por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la Gloria de Dios
(Rom. 3:19,23). Y: Porque la paga del pecado es la muerte... (Rom. 6:23).

II.- Pero, en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a Su Hijo
unigénito al mundo... para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna (1 Jn. 4,9; Jn. 3,16).

III.- A fin de que los hombres sean traídos a la fe, Dios, en su misericordia, envía
mensajeros de esta buena nueva a quienes le place y cuando Él quiere; y por el ministerio
de aquellos son llamados los hombres a conversión y a la fe en Cristo crucificado. ¿Cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quién no
han oído? ¿Y Cómo predicarán si no fueren enviados? (Rom. 10:14,15).

IV.- La ira de Dios está sobre aquellos que no creen este Evangelio. Pero los que lo aceptan,
y abrazan a Jesús el Salvador, con fe viva y verdadera, son librados por Él de la ira de Dios
y de la perdición, y dotados de la vida eterna Un. 3:36; Mr. 16:16).

V.- La causa o culpa de esa incredulidad, así como la de todos los demás pecados, no está
de ninguna manera en Dios, sino en el hombre Pero la fe en Jesucristo y la salvación por
medio de El son un don gratuito de Dios; como está escrito: Porque por gracia sois salvos
por medio de la fe; y esto no de nosotros, pues es don de Dios (Ef. 2:8). Y así mismo: Porque
a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en El... (Fil. 1:29).
VI.- Que Dios, en el tiempo, a algunos conceda el don de la fe y a otros no, procede de Su
eterno decreto. Conocidas son a Dios desde e! siglo todas sus obras (Hch. 15:18), y: hace
todas las cosas según el designio de su voluntad (Ef. 1: I 1). Con arreglo a tal decreto
ablanda, por pura gracia, el corazón de los predestinados, por obstinados que sean, y los
inclina a creer; mientras que a aquellos que, según Su justo juicio, no son elegidos, los
abandona a su maldad y obstinación. Y es aquí, donde, estando los hombres en similar
condición de perdición, se nos revela esa profunda misericordiosa e igualmente justa
distinción de personas, o decreto de elección y reprobación revelado en la Palabra de Dios.
La cual, si bien los hombres perversos, impuros e inconstantes tuercen para su perdición,
también da un increíble consuelo a las almas santas v temerosas de Dios.

VII.- Esta elección es un propósito inmutable de Dios por el cual El, antes de la fundación
del mundo, de entre todo el género humano caído por su propia culpa, de su primitivo
estado de rectitud, en el pecado y la perdición, predestinó en Cristo para salvación, por pura
gracia y según el beneplácito de Su voluntad, a cierto número de personas, no siendo
mejores o más dignas que las demás, sino hallándose en igual miseria que las otras, y puso
a Cristo, también desde la eternidad, por Mediador y Cabeza de todos los predestinados, y
por fundamento de la salvación. Y, a fin de que fueran hechos salvos por Cristo, Dios
decidió también dárselos a él, llamarlos y atraerlos poderosamente a Su comunión por
medio de Su Palabra y Espíritu Santo, o lo que es lo mismo, dotarles de la verdadera fe en
Cristo, justificarlos, santificarlos y, finalmente, guardándolos poderosamente en la
comunión de Su Hijo, glorificarlos en prueba de Su misericordia y para alabanza de las
riquezas de Su gracia soberana. Conforme está escrito: según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuéremos santos y sin mancha delante de él, en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
Puro afecto de Su voluntad, para alabanza de la gloria de Su gracia, con la cual nos hizo
aceptor en e! Amado (Ef. I A-6); y en otro lugar: Y a los que predestinó, a éstos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó,, y a los que justificó, a éstos también
glorifico. (Rom. 8:10).

VIII.- La antedicha elección de todos aquellos que se salvan no es múltiple, sino una sola y
la misma, tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento. Ya que la Escritura nos
presenta un único beneplácito, propósito y consejo de la voluntad de Dios, por los cuales Él
nos escogió desde la eternidad tanto para la gracia, como para la gloria, así para la
salvación, como para el camino de la salvación, las cuales preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas (Ef. 1:4,5 y 2:10).

IX.- Esta misma elección fue hecha, no en virtud de prever la fe y la obediencia a la fe, la
santidad o alguna otra buena cualidad o aptitud, como causa o condición, previamente
requeridas en el hombre que habría de ser elegido, sino para la fe y la obediencia a la fe,
para la santidad, etc. Por consiguiente, la elección es la fuente de todo bien salvador de la
que proceden la fe, la santidad y otros dones salvíficos y, finalmente, la vida eterna misma,
conforme al testimonio del Apóstol: ... Según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo (no, porque éramos, sino), para que fuésemos santos y sin mancha delante de él (Ef.
1:4).

X.- La causa de esta misericordiosa elección es únicamente la complacencia de Dios, la cual


no consiste en que Él escogió como condición de la salvación, de entre todas las posibles
condiciones, algunas cualidades u obras de los hombres, sino en que Él se tomó como
propiedad, de entre la común muchedumbre de los hombres, a algunas personas
determinadas. Como está escrito: (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien
ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la electrón permaneciese, no por las obras
sino por el que llama), se !e dejó (esto es, a Rebeca): amé más a Jacob, a Esaú aborrecí
(Rom. 9:11-13); y creyeron todos los que estaban ordenados para !a vida eterna (Hch.
13:48).

XI. - Y como Dios mismo es sumamente sabio, inmutable, omnisciente y todopoderoso, así
la elección, hecha por Él, no puede ser anulada, ni cambiada, ni revocada, ni destruida, ni
los elegidos pueden ser reprobados, ni disminuido su número.

XII.- Los elegidos son asegurados de esta su elección eterna e inmutable, a su debido
tiempo, si bien en medida desigual y en distintas etapas; no cuando, por curiosidad,
escudriñan los misterios y las profundidades de Dios, sino cuando con gozo espiritual y
santa delicia advierten en sí mismos los frutos infalibles de la elección, indicados en la
Palabra de Dios (cuando se hallan: la verdadera fe en Cristo, temor filial de Dios, tristeza
según el criterio de Dios sobre el pecado, y hambre y sed de justicia, etc.) (2 Cor. 13:5).

XIII.- Del sentimiento interno y de la certidumbre de esta elección toman diariamente los
hijos de Dios mayor motivo para humillarse ante Él, adorar la profundidad de Su
misericordia, purificarse a sí mismos, y, por su parte, amarle ardientemente a Él, que de
modo tan eminente les amó primero a ellos. Así hay que descartar que, por esta doctrina de
la elección y por la meditación de la misma, se relajen en la observancia de los
mandamientos de Dios, o se hagan carnalmente descuidados. Lo cual, por el justo juicio de
Dios, suele suceder con aquellos que, jactándose audaz y ligeramente de la gracia de la
elección, o charloteando vana y petulantemente de ella, no desean andar en los caminos de
los elegidos.

XIV.- Además, así como esta doctrina de la elección divina, según el beneplácito de Dios, fue
predicada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento por los profetas, por Cristo
mismo y por los apóstoles, y después expuesta y legada en las Sagradas Escrituras, así hoy
en día y a su debido tiempo se debe exponer en la Iglesia de Dios (a la cual le ha sido
especialmente otorgada), con espíritu de discernimiento y con piadosa reverencia,
santamente, sin investigación curiosa de los caminos del Altísimo, para honor del Santo
Nombre de Dios y para consuelo vivificante de Su pueblo (Hch. 20:27; Rom. 12:3; 11.33.34;
Heb. 6:17,18).

XV.- La Sagrada Escritura nos muestra y ensalza esta gracia divina e inmerecida de nuestra
elección mayormente por el hecho de que, además, testifica que no todos los hombres son
elegidos, sino que algunos no lo son o son pasados por alto en la elección eterna de Dios, y
estos son aquellos a los que Dios, conforme a Su libérrima, irreprensible e inmutable
complacencia, ha resuelto dejarlos en la común miseria en la que por su propia culpa se
precipitaron, y no dotarlos de la fe salvadora y la gracia de la conversión y, finalmente,
estando abandonados a sus propios caminos y bajo el justo juicio de Dios, condenarlos y
castigarlos eternamente, no sólo por su incredulidad, sino también por todos los demás
pecados, para dar fe de Su justicia divina. Y este es el decreto de reprobación, que en
ningún sentido hace a Dios autor del pecado (lo cual es blasfemia, aún sólo pensarlo), sino
que lo coloca a Él como su Juez y Vengador terrible, intachable y justo.

XVI.- Quienes aún no sienten poderosamente en sí mismos la fe viva en Cristo, o la


confianza cierta del corazón, la paz de la conciencia, la observancia de la obediencia filial, la
gloria de Dios por Cristo, y no obstante ponen los medios por los que Dios ha prometido
obrar en nosotros estas cosas, éstos no deben desanimarse cuando oyen mencionar la
reprobación, ni contarse entre los reprobados, sino proseguir diligentemente en la
observancia de los medios, añorar ardientemente días de gracia más abundante y espetar
ésta con reverencia y humildad. Mucho menos han de asustarse de esta doctrina de la
reprobación aquellos que seriamente desean convertirse a Dios, agradarle a Él únicamente y
ser librados del cuerpo de muerte, a pesar de que no pueden progresar en el camino de la fe
y de la salvación tanto como ellos realmente querrían; ya que el Dios misericordioso ha
prometido que no apagará el pabilo humeante, ni destruirá la caña cascada. Pero esta
doctrina es, y con razón, terrible pata aquellos que, no haciendo caso de Dios y Cristo, el
Salvador, se han entregado por completo a los cuidados del mundo y a las concupiscencias
de la carne, hasta tanto no se conviertan de veras a Dios.

XVII.- Puesto que debemos juzgar la voluntad de Dios por medio de Su Palabra, la cual
atestigua que los hijos de los creyentes son santos, no por naturaleza, sino en virtud del
pacto de gracia, en el que están comprendidos con sus padres, por esta razón los padres
piadosos no deben dudar de la elección y salvación de los hijos a quienes Dios quita de esta
vida en su niñez (Gn. 17:7; Hch. 2:39; 1 Cor. 7:14).

XVIII.- Contra aquellos que murmuran de esta gracia de la elección inmerecida y de la


severidad de la reprobación justa, ponemos esta sentencia del Apóstol: Oh, hombre, ¿quién
eres tú para que alterquen con Dios? (Rom. 9:20), y ésta de nuestro Salvador: ¿No me es
lícito hacer lo que quiero con lo mío? (Mt. 20:15). Nosotros, por el contrario, adorando con
piadosa reverencia estos misterios, exclamamos con el apóstol: ¡Oh profundidad de lar
riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e
inescrutables sur caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor?¿O quién fue su
consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuere recompensado? Porque de él, y por
él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. (Rom. 11: 33-36).

CONDENA DE LOS ERRORES POR LOS QUE LAS IGLESIAS DE LOS PAISES BAJOS
FUERON PERTURBADAS DURANTE ALGUN TIEMPO

Una vez declarada la doctrina ortodoxa de la elección y reprobación, el Sínodo condena los
errores de aquellos:

I.- Que enseñan: «que la voluntad de Dios de salvar a aquellos que habrían de creer y
perseverar en la fe y en la obediencia a la fe, es el decreto entero y total de la elección para
salvación, y que de este decreto ninguna otra cosa ha sido revelada en la Palabra de Dios».

— Pues éstos engañan a los sencillos, y contradicen evidentemente a las Sagradas


Escrituras que testifican que Dios, no sólo quiere salvar a aquellos que creerán, sino que
también ha elegido Él, desde la eternidad, a algunas personas determinadas, a las que Él,
en el tiempo, dotaría de la fe en Cristo y de la perseverancia, pasando a otros por alto, como
está escrito: ...He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste Un. 17:6);
y: ...y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna (Hch. 13:48); y: ... según
nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos, santos y sin mancha
delante de Él (Ef. 1:4).

II.- Que enseñan: que la elección de Dios pata la vida eterna es múltiple y varia: una,
general e indeterminada; otra, particular y determinada; y que esta última es, o bien,
imperfecta, revocable, no decisiva y condicional; o bien, perfecta, irrevocable, decisiva y
absoluta. Asimismo: que hay una elección pata fe y otra para salvación, de manera que la
elección para fe justificante pueda darse sin la elección para salvación.

- Pues esto es una especulación de la mente humana, inventada sin y fuera de las Sagradas
Escrituras, por la cual se pervierte la enseñanza de la elección, y se destruye esta cadena de
oro de nuestra Salvación: Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a
éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó (Rom. 8:30).

III.- Que enseñan que el beneplácito y el propósito de Dios, de los que la Escritura habla en
la doctrina de la elección, no consisten en que Dios ha elegido a algunas especiales
personas sobre otras, sino en que Dios, de entre todas las posibles condiciones, entre las
que también se hallan las obras de la ley, o de entre el orden total de codas las cosas, ha
escogido como condición de salvación el acto de fe, no meritorio por su naturaleza, y su
obediencia imperfecta, a los cuales, por gracia, habría querido tener por una obediencia
perfecta, y considerar como dignos de la recompensa de la vida eterna.

— Pues con este error infame se hacen inválidos el beneplácito de Dios y el mérito de Cristo,
y por medio de sofismas inútiles se desvía a los hombres de la verdad de la justificación
gratuita y de la sencillez de las Sagradas Escrituras, y se acusa de falsedad a esta sentencia
del Apóstol: ...de Dios, (v. 8), quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a
nuestras obrar, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús
antes de los tiempos de los siglos (2 Tim. 1:9).

IV.- Que enseñan: que en la elección para fe se requiere esta condición previa: que el
hombre haga un recto uso de la luz de la naturaleza, que sea piadoso, sencillo, humilde e
idóneo para la vida eterna, como si la elección dependiese en alguna manera de estas cosas.

- Pues esto concuerda con la opinión de Pelagio, y está en pugna con la enseñanza del
Apóstol cuando escribe: Todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra
carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza
hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran
amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con El nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medró
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Ef. 2:3-9).

V.- Que enseñan: que la elección imperfecta y no decisiva de determinadas personas para
salvación tuvo lugar en virtud de previstas la fe, la conversión, la santificación y la piedad,
las cuales, o bien tuvieron un comienzo, o bien se desarrollaron incluso durante un cierto
tiempo; pero que la elección perfecta y decisiva tuvo lugar en virtud de prevista la
perseverancia hasta el fin de la fe, en la conversión, era la santidad y en la piedad; y que
esto es la gracia y la dignidad evangélicas, motivo por lo cual, aquel que es elegido es mas
digno que aquel que no lo es; y que, por consiguiente, la fe, la obediencia a la fe, la
santidad, la piedad y la perseverancia no son frutos de la elección inmutable para la gloria,
sino que son las condiciones que, requeridas de antemano y siendo cumplidas, son
previstas para aquellos que serían plenamente elegidos, y las usas sin las que no acontece
la elección inmutable para gloria.

- Lo cual está en pugna con toda la Escritura que inculca constantemente en nuestro
corazón y nos hace oír estas expresiones y otras semejantes: (pues no habían aún nacido, ni
habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección
permaneciese, no por las obras sino por el que llama) (Rom. 9:11) ...y creyeron todos los que
estaban ordenados para vida eterna (Hch. 13:48)... según nos escogió en El antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de El. (Ef. 1:4) No
me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros Un. 15:16). Y si por gracia, ya no
es por obras. (Rom. 11:6) En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros
pecados (1 Jn. 4:10).

VI.- Que enseñan: «que no toda elección para salvación es inmutable; si no que algunos
elegidos, a pesar de que existe un único decreto de Dios, se pueden perder y se pierden
eternamente.

- Con tan grave error hacen mudable a Dios, y echan por tierra el consuelo de los piadosos,
por el cual se apropian la seguridad de su elección, y contradicen a la Sagrada Escritura,
que enseña: que engañarán, si fuera posible, aun a los elegidos (Mt. 24:24); que de toda lo
que me diere, no pierda yo nada Jn. 6: 39); y a los que predestinó, a éstos también llamó; y
a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
(Rom. 8:30).

VII - Que enseñan: que en esta vida no hay fruto alguno, ni ningún sentimiento de la
elección inmutable; ni tampoco seguridad, sino la que depende de una condición mudable e
inciertas.

- Pues además de que es absurdo suponer una seguridad incierta, asimismo esto está
también en pugna con la comprobación de los santos, quienes, en virtud del sentimiento
interno de su elección, se gozan con el Apóstol, y glorifican este beneficio de Dios (Efesios 1):
quienes, según la amonestación de Cristo, se alegran con los discípulos de que sus nombres
estén escritos en el cielo (Lc. 10:20); quienes también ponen el sentimiento interno de su
elección contra las saetas ardientes de los ataques del diablo, cuando preguntan: ¿Quién
acusará a !os escogidos de Dios? (Rom. 8:33).

VIII.- Que enseñan: «que Dios, meramente en virtud de Su recta voluntad, a nadie ha
decidido dejarlo en la caída de Adán y en la común condición de pecado y condenación, o
pasarlo de largo en la comunicación de la gracia que es necesaria para la fe y la conversión.

- Pues esto es cierto: De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere
endurecer, endurece (Rom. 9:18). Y esto también: Porque a vosotros os es dado saber los
misterios del reino de los cielos; más a ellos no les es dado (Mt. 13:11). Asimismo: Te alabo,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los
entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó (M t. 11:25, 26).

IX.- Que enseñan: que la causa por la que Dios envía el Evangelio a un pueblo más que a
otro, no es mera y únicamente el beneplácito de Dios, sino porque un pueblo es mejor y más
digno que el otro al cual no le es comunicado.

- Pues Moisés niega esto, cuando habla al pueblo israelita en estos términos: He aquí, de
Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en
ella. Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia
después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, corno en este día (Dt. 10:14,15): y
Cristo, cuando dice: ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se
hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotros, tiempo ha que se hubieran
arrepentido en cilicio y en ceniza (Mt. 11:21).

CAPITULO SEGUNDO: DE LA DOCTRINA DE LA MUERTE DE CRISTO Y DE LA


REDENCION DE LOS HOMBRES POR ESTE

I.- Dios es no sólo misericordioso en grado sumo, sino también justo en grado sumo. Y su
justicia (como Él se ha revelado en Su Palabra) exige que nuestros pecados, cometidos
contra Su majestad infinita, no sólo sean castigados con castigos temporales, sino también
castigos eternos, tanto en el alma como en el cuerpo; castigos que nosotros no podemos
eludir, a no ser que se satisfaga plenamente la justicia de Dios.

II.- Mas, puesto que nosotros mismos no podemos satisfacer y librarnos de la ira de Dios,
por esta razón, movido Él de misericordia infinita, nos ha dado a Su Hijo unigénito por
mediador, el cual, a fin de satisfacer por nosotros, fue hecho pecado y maldición en la cruz
por nosotros o en lugar nuestro.

III.- Esta muerte del Hijo de Dios es la ofrenda y la satisfacción única y perfecta por los
pecados, y de una virtud y dignidad infinitas, y sobradamente suficiente como expiación de
los pecados del mundo entero.

IV.- Y por eso es esta muerte de tan gran virtud y dignidad, porque la persona que la
padeció no sólo es un hombre verdadero y perfectamente santo, sino también el Hijo de
Dios, de una misma, eterna e infinita esencia con el Padre y el Espíritu Santo, tal como
nuestro Salvador tenía que ser. Además de esto, porque su muerte fue acompañada con el
sentimiento interno de la ira de Dios y de la maldición que habíamos merecido por nuestros
pecados.

V.- Existe además la promesa del Evangelio de que todo aquel que crea en el Cristo
crucificado no se pierda, sino que tenga vida eterna; promesa que, sin distinción, debe ser
anunciada y proclamada con mandato de conversión y de fe a todos los pueblos y personas
a los que Dios, según Su beneplácito, envía Su Evangelio.

VI.- Sin embargo, el hecho de que muchos, siendo llamados por el Evangelio, no se
conviertan ni crean en Cristo, mas perezcan en incredulidad, no ocurre por defecto o
insuficiencia de la ofrenda de Cristo en la cruz, sino por propia culpa de ellos.

VII.- Mas todos cuantos verdaderamente creen, y por la muerte de Cristo son redimidos y
salvados de los pecados y de la perdición, gozan de aquellos beneficios sólo por la gracia de
Dios que les es dada eternamente en Cristo, y de la que a nadie es deudor.

VIII.- Porque este fue el consejo absolutamente libre, la voluntad misericordiosa y el


propósito de Dios Padre: que la virtud vivificadora y salvadora de la preciosa muerte de Su
Hijo se extendiese a todos los predestinados para, únicamente a ellos, dotarlos de la fe
justificante, y por esto mismo llevarlos infaliblemente a la salvación; es decir: Dios quiso que
Cristo, por la sangre de Su cruz (con la que Él corroboró el Nuevo Pacto), salvase
eficazmente, de entre todos los pueblos, tribus, linajes y lenguas, a todos aquellos, y
únicamente a aquellos, que desde la eternidad fueron escogidos para salvación, y que le
fueron dados por el Padre; los dotase de la fe, como asimismo de los otros dones salvadores
del Espíritu Santo, que Él les adquirió por Su muerte; los limpiase por medio de Su sangre
de todos sus pecados, tanto los originales o connaturales como los reales ya de antes ya de
después de la fe; los guardase fielmente hasta el fin y, por último, los presentase gloriosos
ante sí sin mancha ni arruga.

IX.- Este consejo, proveniente del eterno amor de Dios hacia los predestinados, se cumplió
eficazmente desde el principio del mundo hasta este tiempo presente (oponiéndose en vano
a ello las puertas del infierno), y se cumplirá también en el futuro, de manera que los
predestinados, a su debido tiempo serán congregados en uno, y que siempre existirá una
Iglesia de los creyentes, fundada en la sangre de Cristo, la cual le amará
inquebrantablemente a Él, su Salvador, quien, esposo por su esposa, dio Su vida por ella en
la cruz, y le servirá constantemente, y le glorificará ahora y por toda la eternidad.

REPROBACION DE LOS ERRORES

Habiendo declarado la doctrina ortodoxa, el Sínodo rechaza los errores de aquellos:

I.- Que enseñan: que Dios Padre ordenó a Su Hijo a la muerte de cruz sin consejo cierto y
determinado de salvar ciertamente a alguien; de manera que la necesidad, utilidad y
dignidad de la impetración de la muerte de Cristo bien pudieran haber existido y
permanecido perfectas en todas sus partes, y cumplidas en su totalidad, aun en el caso de
que la redención lograda jamás hubiese sido adjudicada a hombre alguno.

- Pues esta doctrina sirve de menosprecio de la sabiduría del Padre y de los méritos de
Jesucristo, y está en contra de la Escritura. Pues nuestro Salvador dice así: ...pongo mi vida
por las ovejas... y yo las conozco (Jn. 10:15-27); y el profeta Isaías dice del Salvador:
Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y
la voluntad de Jehová será en su mano prosperada (Is. 53:10); y por último, está en pugna
con el artículo de la fe por el que creemos: una Iglesia cristiana católica.

II.- Que enseñan: que el objeto de la muerte de Cristo no fue que Él estableciese de hecho el
nuevo Pacto de gracia en Su muerte, sino únicamente que Él adquiriese pata el Padre un
meto derecho de poder establecer de nuevo un pacto tal con los hombres como a Él le
pluguiese, ya fuera de gracia o de obras.

- Pues tal cosa contradice a la Escritura, que enseña que Jesús es hecho fiador de un mejor
pacto, esto es, del Nuevo Pacto (Heb. 7:22), y un testamento con la muerte se confirma (Heb.
9:15,17).

III.-- Que enseñan: «que Cristo por Su satisfacción no ha merecido para nadie, de un modo
cierto, la salvación misma y la fe por la cual esta satisfacción es eficazmente apropiada; si
no que ha adquirido únicamente para el Padre el poder o la voluntad perfecta para tratar de
nuevo con los hombres, y dictar las nuevas condiciones que Él quisiese, cuyo cumplimiento
quedaría pendiente de la libre voluntad del hombre; y que por consiguiente podía haber
sucedido que ninguno, o que todos los hombres las cumpliesen».

- Pues éstos opinan demasiado despectivamente de la muerte de Cristo, no reconocen en


absoluto el principal fruto o beneficio logrado por éste, y vuelven a traer del infierno el error
pelagiano.
IV.- Que enseñan: «que el nuevo Pacto de gracia, que Dios Padre hizo con los hombres por
mediación de la muerte de Cristo, no consiste en que nosotros somos justificados ante Dios
y hechos salvos por medio de la fe, en cuanto que acepta los méritos de Cristo; si no en que
Dios, habiendo abolido la exigencia de la obediencia perfecta a la Ley, cuenta ahora la fe
misma y la obediencia a la fe, si bien imperfectas, por perfecta obediencia a la Ley, y las
considera, por gracia, dignas de la recompensa de la vida eterna.

- Pues éstos contradicen a las Sagradas Escrituras: siendo justificados gratuitamente por
Su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puro como
propiciación por medió de la fe en Su sangre (Rom. 3:24,25); y presentan con el impío
Socino una nueva y extraña justificación del hombre ante Dios, contraria a la concordia
unánime de toda la Iglesia.

V.- Que enseñan: «que todos los hombres son aceptados en el estado de reconciliación y en
la gracia del Pacto, de manera que nadie es culpable de condenación o será maldecido a
causa del pecado original, sino que todos los hombres están libres de la culpa de este
pecado».

- Pues este sentir es contrario a la Escritura, que dice: ... y éramos por naturaleza hijos de
la ira, lo mismo que los demás (Ef. 2:3).

VI.- Que emplean la diferencia entre adquisición y apropiación, al objeto de poder implantar
en los imprudentes e inexpertos este sentir: «que Dios, en cuanto a Él toca, ha querido
comunicar por igual a todos los hombres aquellos beneficios que se obtienen por la muerte
de Cristo; pero el hecho de que algunos obtengan el perdón de los pecados y la vida eterna,
y otros no, depende de su libre voluntad, la cual se une a la gracia que se ofrece sin
distinción, y que no depende de ese don especial de la misericordia que obra eficazmente en
ellos, a fin de que se apropien para sí mismos, a diferencia de como otros hacen, aquella
gracia».

- Pues éstos, fingiendo exponer esta distinción desde un punto de vista recto, tratan de
inspirar al pueblo el veneno pernicioso de los errores pelagianos.

VII.- Que enseñan: «Que Cristo no ha podido ni ha debido morir, ni tampoco ha muerto, por
aquellos a quienes Dios ama en grado sumo, y a quienes eligió para vida eterna, puesto que
los tales no necesitan de la muerte de Cristo».

- Pues contradicen al Apóstol, que dice: ...del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí (Gál. 2:20). Como también: Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el
que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió (Rom. 8:33,34), a saber:
por ellos; también contradicen al Salvador, quien dice: ...y pongo mi vida por las ovejas Un.
10:15), y: Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Jn, 15:12,13).

CAPITULOS TERCERO Y CUARTO: DE LA DEPRAVACION DEL HOMBRE, DE SU


CONVERSION A DIOS Y DE LA MANERA DE REALIZARSE ESTA ULTIMA

I.- Desde el principio, el hombre fue creado a imagen de Dios, adornado en su


entendimiento con conocimiento verdadero y bienaventurado de su Creador, y de otras
cualidades espirituales; en su voluntad y en su corazón, con la justicia; en todas sus
afecciones, con la pureza; y fue, a causa de tales dones, totalmente santo. Pero aparcándose
de Dios por insinuación del demonio y de su voluntad libre, se privó a sí mismo de estos
excelentes dones, y a cambio ha atraído sobre sí, en lugar de aquellos dones, ceguera,
oscuridad horrible, vanidad y perversión de juicio en su entendimiento; maldad, rebeldía y
dureza en su voluntad y en su corazón; así como también impureza en todos sus afectos.

II.- Tal como fue el hombre después de la caída, tales hijos también procreó, es decir:
corruptos, estando él corrompido; de tal manera que la corrupción, según el justo juicio de
Dios, pasó de Adán a todos sus descendientes (exceptuando únicamente Cristo), no por
imitación, como antiguamente defendieron los pelagianos, sino por procreación de la
naturaleza corrompida.

IIL- Por consiguiente, todos los hombres son concebidos en pecado y, al nacer como hijos de
ira, incapaces de algún bien saludable o salvífico, e inclinados al mal, muertos en pecados y
esclavos del pecado; y no quieren ni pueden volver a Dios, ni corregir su naturaleza
corrompida, ni por ellos mismos mejorar la misma, sin la gracia del Espíritu Santo, que es
quien regenera.

IV.- Bien es verdad que después de la caída quedó aún en el hombre alguna luz de la
naturaleza, mediante la cual conserva algún conocimiento de Dios, de las cosas naturales,
de la distinción entre lo que es lícito e ilícito, y también muestra alguna práctica hacia la
virtud y la disciplina externa. Pero está por ver que el hombre, por esta luz de la naturaleza,
podría llegar al conocimiento salvífico de Dios, y convertirse a Él cuando, ni aún en asuntos
naturales y cívicos, tampoco usa rectamente esta luz; antes bien, sea como fuere, la empaña
totalmente de diversas maneras, y la subyuga en injusticia; y puesto que él hace esto, por
tanto se priva de toda disculpa ante Dios.

V.- Como acontece con la luz de la naturaleza, así sucede también, en este orden de cosas,
con la Ley de los Diez Mandamientos, dada por Dios en particular a los judíos a través de
Moisés. Pues siendo así que ésta descubre la magnitud del pecado y convence más y más al
hombre de su culpa, no indica, sin embargo, el remedio de reparación de esa culpa, ni
aporta fuerza alguna para poder salir de esta miseria; y porque, así como la Ley, habiéndose
hecho impotente por la carne, deja al trasgresor permanecer bajo la maldición, así el
hombre no puede adquirir por medio de la misma la gracia que justifica.

VI.- Lo que, en este caso, ni la luz de la naturaleza ni la Ley pueden hacer, lo hace Dios por
el poder del Espíritu Santo y por la Palabra o el ministerio de la reconciliación, que es el
Evangelio del Mesías, por cuyo medio plugo a Dios salvar a los hombres creyentes tanto en
el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

VII.- Este misterio de Su voluntad se lo descubrió Dios a pocos en el Antiguo Testamento;


pero en el Nuevo Testamento (una vez derribada la diferencia de los pueblos), se lo reveló a
más hombres. La causa de estas diferentes designaciones no se debe basar en la dignidad
de un pueblo sobre otro, o en el mejor uso de la luz de la naturaleza, sino en la libre
complacencia y en el gratuito amor de Dios; razón por la que aquellos en quienes, sin y aun
en contra de todo merecimiento, se hace gracia tan grande, deben también reconocerla con
un corazón humilde y agradecido, y con el Apóstol adorar la severidad y la justicia de los
juicios de Dios en aquellos en quienes no se realiza esta gracia, y de ninguna manera
investigarlos curiosamente.
VIII.- Pero cuantos son llamados por el Evangelio, son llamados con toda seriedad. Pues
Dios muestra formal y verdaderamente en Su Palabra lo que le es agradable a Él, a saber:
que los llamados acudan a Él. Promete también de veras a todos los que vayan a Él y crean,
la paz del alma y la vida eterna.

IX.- La culpa de que muchos, siendo llamados por el ministerio del Evangelio, no se
alleguen ni se conviertan, no está en el Evangelio, ni en Cristo, al cual se ofrece por el
Evangelio, ni en Dios, que llama por el Evangelio e incluso comunica diferentes dones a los
que llama; si no en aquellos que son llamados; algunos de los cuales, siendo descuidados,
no aceptan la palabra de vida; otros sí la aceptan, pero no en lo íntimo de su corazón, y de
ahí que, después de algún entusiasmo pasajero, retrocedan de nuevo de su fe temporal;
otros ahogan la simiente de la Palabra con los espinos de los cuidados y de los deleites del
siglo, y no dan ningún fruto; lo cual enseña nuestro Salvador en la parábola del sembrador
(Mateo 13).

X.- Pero que otros, siendo llamados por el ministerio del Evangelio, acudan y se conviertan,
no se tiene que atribuir al hombre como si él, por su voluntad libre, se distinguiese a sí
mismo de los otros que son provistos de gracia igualmente grande y suficiente (lo cual sienta
la vanidosa herejía de Pelagio); si no que se debe atribuir a Dios, quien, al igual que
predestinó a los suyos desde la eternidad en Cristo, así también llama a estos mismos en el
tiempo, los dota de la fe y de la conversión y, salvándolos del poder de las tinieblas, los
traslada al reino de Su Hijo, a fin de que anuncien las virtudes de aquel que los llamó de las
tinieblas a su luz admirable, y esto a fin de que no se gloríen en sí mismos, sino en el Señor,
como los escritos apostólicos declaran de un modo general.

XI.- Además, cuando Dios lleva a cabo este Su beneplácito en los predestinados y obra en
ellos la conversión verdadera, lo lleva a cabo de tal manera que no sólo hace que se les
predique exteriormente el Evangelio, y que se les alumbre poderosamente su inteligencia por
el Espíritu Santo a fin de que lleguen a comprender y distinguir rectamente las cosas que
son del Espíritu de Dios; sino que Él penetra también hasta las partes más íntimas del
hombre con la acción poderosa de este mismo Espíritu regenerador; El abre el corazón que
está cerrado; Él quebranta lo que es duro; Él circuncida lo que es incircunciso; Él infunde
en la voluntad propiedades nuevas, y hace que esa voluntad, que estaba muerta, reviva; que
era mala, se haga buena; que no quería, ahora quiera realmente; que era rebelde, se haga
obediente; Él mueve y fortalece de tal manera esa voluntad para que pueda, cual árbol
bueno, llevar frutos de buenas obras.

XII.- Y este es aquel nuevo nacimiento, aquella renovación, nueva creación, resurrección de
muertos y vivificación, de que tan excelentemente se habla en las Sagradas Escrituras, y
que Dios obra en nosotros sin nosotros. Este nuevo nacimiento no es obrado en nosotros
por medio de la predicación externa solamente, ni por indicación, o por alguna forma tal de
acción por la que, una vez Dios hubiese terminado Su obra, entonces estaría en el poder del
hombre el nacer de nuevo o no, el convertirse o no. Si no que es una operación totalmente
sobrenatural, poderosísima y, al mismo tiempo, suavísima, milagrosa, oculta e inexpresable,
la cual, según el testimonio de la Escritura (inspirada por el autor de esta operación), no es
menor ni inferior en su poder que la creación o la resurrección de los muertos; de modo que
todos aquellos en cuyo corazón obra Dios de esta milagrosa manera, renacen cierta, infalible
y eficazmente, y de hecho creen. Así. la voluntad, siendo entonces renovada, no sólo es
movida y conducida por Dios, sino que, siendo movida por Dios, obra también ella misma.
Por lo cual con razón se dice que el hombre cree y se convierte por medio de la gracia que ha
recibido.
XIII.- Los creyentes no pueden comprender de una manera perfecta en esta vida el modo
cómo se realiza esta acción; mientras tanto, se dan por contentos con saber y sentir que por
medio de esta gracia de Dios creen con el corazón y aman a su Salvador.

XIV.- Así pues, la fe es un don de Dios; no porque sea ofrecida por Dios a la voluntad libre
del hombre, sino porque le es efectivamente participada, inspirada e infundida al hombre;
tampoco lo es porque Dios hubiera dado sólo el poder creer, y después esperase de la
voluntad libre el consentimiento del hombre o el creer de un modo efectivo; si no porque PI,
que obra en tal circunstancia el querer y el hacer, es más, que obra todo en todos, realiza en
el hombre ambas cosas: la voluntad de creer y la fe misma.

XV.- Dios no debe a nadie esta gracia; porque ¿qué debería Él a quien nada le puede dar a
Él primero, pata que le fuera recompensado? En efecto, ¿qué debería Dios a aquel que de sí
mismo no tiene otra cosa sino pecado y mentira? Así pues, quien recibe esta gracia sólo
debe a Dios por ello eterna gratitud, y realmente se la agradece; quien no la recibe, tampoco
aprecia en lo más mínimo estas cosas espirituales, y se complace a sí mismo en lo suyo; o
bien, siendo negligente, se gloría vanamente de tener lo que no tiene. Además, a ejemplo de
los Apóstoles, se debe juzgar y hablar lo mejor de quienes externamente confiesan su fe y
enmiendan su vida, porque lo íntimo del corazón nos es desconocido. Y por lo que respecta
a otros que aún no han sido llamados, se debe orar a Dios por ellos, pues Él es quien llama
las cosas que no son como si fueran, y en ninguna manera debemos envanecernos ante
éstos, como si nosotros nos hubiésemos escogido a nosotros mismos.

XVI.- Empero como el hombre no dejó por la caída de ser hombre dotado de entendimiento y
voluntad, y como el pecado, penetrando en todo el género humano, no quitó la naturaleza
del hombre, sino que la corrompió y la mató espiritualmente; así esta gracia divina del
nuevo nacimiento tampoco obra en los hombres como en una cosa insensible y muerta, ni
destruye la voluntad y sus propiedades, ni las obliga en contra de su gusto, sino que las
vivifica espiritualmente, las sana, las vuelve mejores y las doblega con amor y a la vez con
fuerza, de tal manera que donde antes imperaba la rebeldía y la oposición de la carne allí
comienza a prevalecer una obediencia de espíritu voluntaria y sincera en la que descansa el
verdadero y espiritual restablecimiento y libertad de nuestra voluntad. Y a no ser que ese
prodigioso Artífice de todo bien procediese en esta forma con nosotros, el hombre no tendría
en absoluto esperanza alguna de poder levantarse de su caída por su libre voluntad, por la
que él mismo, cuando estaba aún en pie, se precipitó en la perdición.

XVII.- Pero así como esa acción todopoderosa de Dios por la que Él origina y mantiene esta
nuestra vida natural, tampoco excluye sino que requiere el uso de medios por los que Dios,
según Su sabiduría infinita y Su bondad, quiso ejercer Su poder, así ocurre también que la
mencionada acción sobrenatural de Dios por la que Él nos regenera, en modo alguno
excluye ni rechaza el uso del Evangelio al que Dios, en Su sabiduría, ordenó para simiente
del nuevo nacimiento y para alimento del alma. Por esto, pues, así como los Apóstoles y los
Pastores que les sucedieron instruyeron saludablemente al pueblo en esta gracia de Dios
(para honor del Señor, y pata humillación de toda soberbia del hombre), y no descuidaron
entretanto el mantenerlos en el ejercicio de la Palabra, de los sacramentos y de la disciplina
eclesial por medio de santas amonestaciones del Evangelio; del mismo modo debe también
ahora estar lejos de ocurrir que quienes enseñan a otros en la congregación, o quienes son
enseñados, se atrevan a tentar a Dios haciendo distingos en aquellas cosas que Él, según
Su beneplácito, ha querido que permaneciesen conjuntamente unidas. Porque por las
amonestaciones se pone en conocimiento de la gracia; y cuanto más solícitamente
desempeñamos nuestro cargo, tanto más gloriosamente se muestra también el beneficio de
Dios, que obra en nosotros, y Su obra prosigue entonces de la mejor manera. Sólo a este
Dios corresponde, tanto en razón de los medios como por los frutos y la virtud salvadora de
los mismos, toda gloria en la eternidad. Amén.

REPROBACION DE LOS ERRORES

Habiendo declarado la doctrina ortodoxa, el Sínodo rechaza los errores de aquellos:

I.- Que enseñan: «que propiamente no se puede decir que el pecado original en sí mismo sea
suficiente para condenar a todo el género humano, o para merecer castigos temporales y
eternos».

- Pues éstos contradicen al Apóstol, que dice: ...como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron (Rom. 5:12); y: ...el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación
(Rom. 5:16); y: la paga del pecado es la muerte (Rom. 6:23).

II.; Que enseñan: que los dones espirituales, o las buenas cualidades y virtudes, como son:
bondad, santidad y justicia, no pudieron estar en la libre voluntad del hombre cuando en
un principio fue creado, y que, por consiguiente, no han podido ser separadas en su caída.

- Pues tal cosa se opone a la descripción de la imagen de Dios que el Apóstol propone (Ef.
4:24), donde confiesa que consiste en justicia y santidad, las cuales se hallan
indudablemente en la voluntad.

III.; Que enseñan: que, en la muerte espiritual, los dones espirituales no se separan de la
voluntad del hombre, ya que la voluntad por sí misma nunca estuvo corrompida, sino sólo
impedida por la oscuridad del entendimiento y el desorden de las inclinaciones; y que,
quitados estos obstáculos, entonces la voluntad podría poner en acción su libre e innata
fuerza, esto es: podría de sí misma querer y elegir, o no querer y no elegir, toda suerte de
bienes que se le presentasen.

- Esto es una innovación y un error, que tiende a enaltecer las fuerzas de la libre voluntad,
en contra del juicio del profeta: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso
(Jer. 17:9), y del Apóstol: Entre los cuales (hijos de desobediencia) también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y
de los pensamientos (Ef. 2:3).

IV.- Que enseñan que el hombre no renacido no está ni propia ni enteramente muerto en el
pecado, o falto de todas las fuerzas para el bien espiritual; sino que aún puede tener
hambre y sed de justicia y de vida, y ofrecer el sacrificio de un espíritu humilde y
quebrantado, que sea agradable a Dios.

- Pues estas cosas están en contra de los testimonios claros de la Sagrada Escritura:
cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados (Ef. 2:1,5) y: todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. . . ; Porque el intento
del corazón del hombre es malo desde su juventud (Gn. 6:5 y 8:21). Además, tener hambre y
sed de salvación de la miseria, tener hambre y sed de la vida, y ofrecer a Dios el sacrificio de
un espíritu quebrantado, es propio de los renacidos y de los que son llamados
bienaventurados (Sal. 51:19 y Mt. 5:6).
V.- Que enseñan: «que el hombre natural y corrompido, hasta tal punto puede usar bien de
la gracia común (cosa que para ellos es la luz de la naturaleza), o los dones que después de
la caída aún le fueron dejados, que por ese buen uso podría conseguir, poco a poco y
gradualmente, una gracia mayor, es decir: la gracia evangélica o salvadora y la
bienaventuranza misma. Y que Dios, en este orden de cosas, se muestra dispuesto por Su
parte a revelar al Cristo a todos los hombres, ya que El suministra a todos, de un modo
suficiente y eficaz, los medios que se necesitan para la conversión».

- Pues, a la par de la experiencia de todos los tiempos, también la Escritura demuestra que
tal cosa es falsa: Ha manifestado Sus palabras a Jacob, Sus estatutos y Sus Juicios a Israel.
No ha hecho así con ninguna otra entre las naciones; y en cuanto a Sur juicios, no los
conocieron (Sal. 147:19.20). En las edades pasadas Él ha dejado a todas las gentes andar
en sus propios caminos (Hch. 14:16); y: Les fue prohibido (a saber: a Pablo y a los suyos)
por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a
Bitinia, pero e! Espíritu no se lo permitió (Hch. 16:6,7).

VI.- Que enseñan: que en la verdadera conversión del hombre ninguna nueva cualidad,
fuerza o don puede ser infundido por Dios en la voluntad; y que, consecuentemente, la fe
por la que en principio nos convertimos y en razón de la cual somos llamados creyentes, no
es una cualidad o don infundido por Dios, sino sólo un acto del hombre, y que no puede ser
llamado un don, sino sólo refiriéndose al poder para llegar a la fe misma.

- Pues con esto contradicen a la Sagrada Escritura que testifica que Dios derrama en
nuestro corazón nuevas cualidades de fe, de obediencia y de experiencia de Su amor: Daré
mi Ley en su mente, y la escribiré en su corazón (Jer. 31:33); y: Yo derramaré aguas sobre el
sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación (Is.44:3); y:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado (Rom. 5:5). Este error combate también la costumbre constante de la Iglesia de Dios
que, con el profeta, ora así: Conviérteme, y seré convertido (Jer. 31:18).

VII.- Que enseñan: que la gracia, por la que somos convertidos a Dios, no es otra cosa que
una suave moción o consejo; o bien (como otros lo explican), que la forma más noble de
actuación en la conversión del hombre, y la que mejor concuerda con la naturaleza del
mismo, es la que se hace aconsejando, y que no cabe el por qué sólo esta gracia estimulante
no sería suficiente para hacer espiritual al hombre natural; es más, que Dios de ninguna
manera produce el consentimiento de la voluntad sino por esta forma de moción o consejo,
y que el poder de la acción divina, por el que ella supera la acción de Satanás, consiste en
que Dios promete bienes eternos, en tanto que Satanás sólo temporales.

- Pues esto es totalmente pelagiano y está en oposición a toda la Sagrada Escritura, que
reconoce, además de ésta, otra manera de obrar del Espíritu Santo en la conversión del
hombre mucho más poderosa y más divina. Como se nos dice en Ezequiel: Os daré corazón
nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y gustaré de vuestra carne el corazón de
piedra, y os daré un corazón e carne (Ez. 36:26).

VIII.- Que enseñan: que Dios no usa en la regeneración o nuevo nacimiento del hombre
tales poderes de Su omnipotencia que dobleguen eficaz y poderosamente la voluntad de
aquél a la fe y a la conversión; si no que, aun cumplidas todas las operaciones de la gracia
que Dios usa para convertirle, el hombre sin embargo, de tal manera puede resistir a Dios y
al Espíritu Santo, y de hecho también resiste con frecuencia cuando Él se propone su
regeneración y le quiere hacer renacer, que impide el renacimiento de sí mismo; y que sobre
este asunto queda en su propio poder el ser renacido o no.

- Pues esto no es otra cosa sino quitar todo el poder de la gracia de Dios en nuestra
conversión, y subordinar la acción de Dios Todopoderoso a la voluntad del hombre, y esto
contra los Apóstoles, que enseñan: que creemos, según la operación del poder de Su fuerza
(Ef. 1:19); y: que nuestro Dios os tenga por dignos de Su llamamiento, y cumpla todo
propósito de bondad y toda obra de fe con Su poder (2 Tes. 1:11); y: como todas las cosas
que pertenecen a la urda y a la piedad nos han sido dadas por Su divino poder (2 Pe. 1:3).

IX.- Que enseñan: que la gracia y la voluntad libre son las causas parciales que obran
conjuntamente el comienzo de la conversión, y que la gracia, en relación con la acción, no
precede a la acción de la voluntad; es decir, que Dios no ayuda eficazmente a la voluntad del
hombre pata la conversión, sino cuando la voluntad del hombre se mueve a sí misma y se
determina a ello.

- Pues la Iglesia antigua condenó esta doctrina, ya hace siglos, en los pelagianos, con
aquellas palabras del Apóstol: Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de
Dios, que tiene misericordia (Rom. 9:16). Asimismo: ¿Quién te distingue? ¿O qué tienes que
no hayas recibido? (1 Cor. 4:7); y: Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por Su buena voluntad. (Fil. 2:13).

CAPITULO QUINTO: DE LA PERSVERANCIA DE LOS SANTOS

I.- A los que Dios llama, conforme a Su propósito, a la comunión de Su Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, y regenera por el Espíritu Santo, a éstos les salva ciertamente del dominio y de
la esclavitud del pecado, pero no les libra en esta vida totalmente de la carne y del cuerpo
del pecado.

II.- De esto hablan los cotidianos pecados de la flaqueza, y el que las mejores obras de los
santos también adolezcan de defectos. Lo cual les da motivo constante de humillarse ante
Dios, de buscar su refugio en el Cristo crucificado, de matar progresivamente la carne por
Espíritu de oración y los santos ejercicios de piedad, y de desear la meta de la perfección,
hasta que, librados de este cuerpo de muerte, reinen con el Cordero de Dios en los cielos.

III.- A causa de estos restos de pecado que moran en el hombre, y también con motivo de las
tentaciones del mundo y de Satanás, los convertidos no podrían perseverar firmemente en
esa gracia, si fuesen abandonados a sus propias fuerzas. Pero fiel es Dios que
misericordiosamente los confirma en la gracia que, una vez, les fue dada, y los guarda
poderosamente hasta el fin.

IV.- Y si bien ese poder de Dios por el que corma y guarda en la gracia a los creyentes
verdaderos, es mayor que el que les podría hacer reos de la carne, sin embargo, los
convertidos no siempre son de tal manera conducidos y movidos por Dios que ellos, en
ciertos actos especiales, no puedan apartarse por su propia culpa de la dirección de la
gracia, y ser reducidos por las concupiscencias de la carne y seguirlas. Por esta razón,
deben velar y orar constantemente que no sean metidos en tentación. Y si no lo hacen así,
no sólo pueden ser llevados por la carne, el mundo y Satanás a cometer pecados graves y
horribles, sino que ciertamente, por permisión justa de Dios, son también llevados a veces
hasta esos mismos pecados; como lo prueban las lamentables caídas de David, Pedro y
otros santos, que nos son descritas en las Sagradas Escrituras.

V.- Con tan groseros pecados irritan grandemente a Dios, se hacen reos de muerte,
entristecen al Espíritu Santo, destruyen temporalmente el ejercicio de la fe, hieren de
manera grave su conciencia, y pierden a veces por un tiempo el sentimiento de la gracia;
hasta que el rostro paternal de Dios se les muestra de nuevo, cuando retornan de sus
caminos a través del sincero arrepentimiento.

VI.- Pues Dios, que es rico en misericordia, obrando de conformidad con el propósito de la
elección, no aparta totalmente el Espíritu Santo de los suyos, incluso en las caídas más
lamentables, ni los deja recaer hasta el punto de que pierdan la gracia de la aceptación y el
estado de justificación, o que pequen para muerte o contra el Espíritu Santo y se precipiten
a sí mismos en la condenación eterna al ser totalmente abandonados por Él.

VII.- Pues, en primer lugar, en una caída tal, aún conserva Dios en ellos esta Su simiente
incorruptible, de la que son renacidos, a fin de que no perezca ni sea echada fuera. En
segundo lugar, los renueva cierta y poderosamente por medio de Su Palabra y Espíritu
convirtiéndolos, a fin de que se contristen, de corazón y según Dios quiere, por los pecados
cometidos; deseen y obtengan, con un corazón quebrantado, por medio de la fe, perdón en
la sangre del Mediador; sientan de nuevo la gracia de Dios de reconciliarse entonces con
ellos; adoren Su misericordia y fidelidad; y en adelante se ocupen más diligentemente en su
salvación con temor y temblor.

VIII.- Por consiguiente, consiguen todo esto no por sus méritos o fuerzas, sino por la
misericordia gratuita de Dios, de tal manera que ni caen del todo de la fe y de la gracia, ni
permanecen hasta el fin en la caída o se pierden. Lo cual, por lo que de ellos depende, no
sólo podría ocurrir fácilmente, sino que realmente ocurriría. Pero por lo que respecta a Dios,
no puede suceder de ninguna manera, por cuanto ni Su consejo puede ser alterado, ni rota
Su promesa, ni revocada la vocación conforme a Su propósito, ni invalidado el mérito de
Cristo, así como la intercesión y la protección del mismo, ni eliminada o destruida la
confirmación del Espíritu Santo.

IX.- De esta protección de los elegidos para la salvación, y de la perseverancia de los


verdaderos creyentes en la fe, pueden estar seguros los creyentes mismos, y lo estarán
también según la medida de la fe por la que firmemente creen que son y permanecerán
siempre miembros vivos y verdaderos de la Iglesia, y que poseen el perdón de los pecados y
la vida eterna.

X.- En consecuencia, esta seguridad no proviene de alguna revelación especial ocurrida sin
o fuera de la Palabra, sino de la fe en las promesas de Dios, que Él, para consuelo nuestro,
reveló abundantemente en Su Palabra; del testimonio del Espíritu Santo, el cual da
testimonio a nuestro espíritu, de que romos hijos de Dios (Rom. 8:16); y, finalmente, del
ejercicio santo y sincero tanto de una buena conciencia como de las buenas obras. Y si los
elegidos de Dios no tuvieran en este mundo, tanto este firme consuelo de que guardarán la
victoria, como esta prenda cierta de la gloria eterna, entonces serían los más miserables de
todos los hombres.
XL.- Entretanto, la Sagrada Escritura testifica que los creyentes, en esta vida, luchan contra
diversas vacilaciones de la carne y que, puestos en grave tentación, no siempre
experimentan esta confianza absoluta de la fe y esta certeza de la perseverancia. Pero Dios,
el Padre de toda consolación, no les dejará ser tentados más de lo que puedan resistir, sino
que dará también juntamente con la tentación la salida (1 Cor. 10:13), y de nuevo
despertará en ellos, por el Espíritu Santo, la seguridad de la perseverancia.

XII.- Pero tan fuera de lugar está que esta seguridad de la perseverancia pueda hacer vanos
y descuidados a los creyentes verdaderos, que es ésta, por el contrario, una base de
humildad, de temor filial, de piedad verdadera, de paciencia en toda lucha, de oraciones
fervientes, de firmeza en la cruz y en la confesión de la verdad, así como de firme alegría en
Dios; y que la meditación de ese beneficio es para ellos un acicate para la realización seria y
constante de gratitud y buenas obras, como se desprende de los testimonios de la Sagrada
Escritura y de los ejemplos de los santos.

XIII.- Asimismo, cuando la confianza en la perseverancia revive en aquellos que son


reincorporados de la caída, eso no produce en ellos altanería alguna o descuido de la
piedad, sino un cuidado mayor en observar diligentemente los caminos del Señor que fueron
preparados de antemano, a fin de que, caminando en ellos, pudiesen guardar la seguridad
de su perseverancia y para que el semblante de un Dios expiado (cuya contemplación es
para los piadosos más dulce que la vida, y cuyo ocultamiento les es más amargo que la
muerte) no se aparte nuevamente de ellos a causa del abuso de Su misericordia paternal, y
caigan así en más graves tormentos de ánimo.

XIV.- Como agradó a Dios comenzar en nosotros esta obra suya de la gracia por la
predicación del Evangelio, así la guarda, prosigue y consuma Él por el oír, leer y reflexionar
de aquél, así como por amonestaciones, amenazas, promesas y el uso de los sacramentos.

XV.- Esta doctrina de la perseverancia de los verdaderos creyentes y santos, así como de la
seguridad de esta perseverancia que Dios, para honor de Su Nombre y para consuelo de las
almas piadosas, reveló superabundantemente en Su Palabra e imprime en los corazones de
los creyentes, no es comprendida por la carne, es odiada por Satanás, escarnecida por el
mundo, abusada por los inexpertos e hipócritas, y combatida por los herejes; pero la Esposa
de Cristo siempre la amó con ternura y la defendió con firmeza cual un tesoro de valor
inapreciable. Y que también lo haga en el futuro, será algo de lo que se preocupará Dios,
contra quien no vale consejo alguno, ni violencia alguna puede nada. A este único Dios,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, sea el honor y la gloria eternamente. Amén.

REPROBACION DE LOS ERRORES

Habiendo declarado la doctrina ortodoxa, el Sínodo rechaza los errores de aquellos:

L- Que enseñan: que la perseverancia de los verdaderos creyentes no es fruto de la elección,


o un don de Dios adquirido por la muerte de Cristo; si no una condición del Nuevo Pacto,
que el hombre, para su (como dicen ellos) elección decisiva y justificación, debe cumplir por
su libre voluntad..

- Pues la Sagrada Escritura atestigua que la perseverancia se sigue de la elección, y es dada


a los elegidos en virtud de la muerte, resurrección e intercesión de Cristo: Los escogidos sí !o
han alcanzado, y los demás fueron endurecidos (Rom. 11:7). Y asimismo: El que no
escatimó ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él rodar las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que
justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también
resucitó, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo?
(Rom. 8:32-35).

II.- Que enseñan: que Dios ciertamente provee al hombre creyente de fuerzas suficientes
para perseverar, y está dispuesto a conservarlas en él si éste cumple con su deber; pero
aunque sea así que todas las cosas que son necesarias para perseverar en la fe y las que
Dios quiere usar para guardar la fe, hayan sido dispuestas, aun entonces dependerá
siempre del querer de la voluntad el que ésta persevere o no.

- Pues este sentir adolece de un pelagianismo manifiesto; y mientras éste pretende hacer
libres a los hombres, los torna de este modo en ladrones del honor de Dios; además, está en
contra de la constante unanimidad de la enseñanza evangélica, la cual quita al hombre todo
motivo de glorificación propia y atribuye la alabanza de este beneficio únicamente a la
gracia de Dios; y por último va contra el Apóstol, que declara: Dios... os confirmará hasta el
fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo (1 Cor. 1:8).

III.- Que enseñan: «que los verdaderos creyentes y renacidos no sólo pueden perder total y
definitivamente la fe justificante, la gracia y la salvación, sino que de hecho caen con
frecuencia de las mismas y se pierden eternamente».

- Pues esta opinión desvirtúa la gracia, la justificación, el nuevo nacimiento y la protección


permanente de Cristo, en oposición con las palabras expresas del apóstol Pablo: que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su
sangre, por él seremos salvos de la ira (Rom. 5:8,9); y en contra del Apóstol Juan: Todo
aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece
en él; y no puede pecar, porque es nací do de Dios (1 Jn. 3:9); y también en contra de las
palabras de Jesucristo: Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie lar
arrebatará de mi mano. Mi Padre que me lar dio, es mayor que todos, y nadie lar puede
arrebatar de la mano de mi Padre (Jn. 10:28,29).

IV.- Que enseñan: «que los verdaderos creyentes y renacidos pueden cometer el pecado de
muerte, o sea, el pecado contra el Espíritu Santos.

- Porque el apóstol Juan mismo, una vez que habló en el capítulo cinco de su primera carta,
versículos 16 y 17, de aquellos que pecan de muerte, prohibiendo orar por ellos, agrega
enseguida, en el versículo 18: Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios no practica el
pecado (entiéndase: tal género de pecado), pues Aquél que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca (1 Jn. 5:18).

V.- Que enseñan: «que en esta vida no se puede tener seguridad de la perseverancia futura,
sin una revelación especial».

- Pues por esta doctrina se quita en esta vida el firme consuelo de los verdaderos creyentes,
y se vuelve a introducir en la Iglesia la duda en que viven los partidarios del papado; en
tanto la Sagrada Escritura deduce a cada paso esta seguridad, no de una revelación
especial ni extraordinaria, sino de las características propias de los hijos de Dios, y de las
promesas firmísimas de Dios. Así, especialmente, el apóstol Pablo: Ninguna otra coca creada
nos podrá reparar de! amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Rom. 8:39); y
Juan: el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto
sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado (1 Jn. 3:24).

VI.- Que enseñan: «que la doctrina de la seguridad o certeza de la perseverancia y de la


salvación es por su propia índole y naturaleza una comodidad para la carne, y perjudicial
para la piedad, para las buenas costumbres, para la oración y para otros ejercicios santos;
pero que por el contrario, es de elogiar el dudar de ellas.

- Pues éstos demuestran que no conocen el poder de la gracia divina y la acción del Espíritu
Santo y contradicen al apóstol Juan, que en su primera epístola enseña expresamente lo
contrario: Amador, ahora tumor hijos de Dios, y aún no re ha manifestado lo que hemos de
ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
tal como él es. Y todo aquél que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
é! es (1 Jn. 3:2,3). Además, éstos son refutados por los ejemplos de los santos, tanto del
Antiguo como del Nuevo Testamento, quienes, aunque estuvieron seguros de su
perseverancia y salvación, perseveraron sin embargo en las oraciones y otros ejercicios de
piedad.

VII.- Que enseñan: «que la fe de aquellos que solamente creen por algún tiempo no difiere de
la fe justificante y salvífca, sino sólo en la duración».

- Pues Cristo mismo, en Mateo 13:20, y en Lucas 8:13 y siguientes, además de esto
establece claramente una triple diferencia entre aquellos que sólo creen por un cierto
tiempo, y los creyentes verdaderos, cuando dice que aquellos reciben la simiente en tierra
pedregosa, mas éstos en tierra buena, o sea, en buen corazón; que aquellos no tienen
raíces, pero éstos poseen raíces firmes; que aquellos no llevan fruto, pero éstos los producen
constantemente en cantidad diversa.

VIII.- Que enseñan: que no es un absurdo que el hombre, habiendo perdido su primera
regeneración, sea de nuevo, y aun muchas veces, regenerado».

- Pues éstos, con tal doctrina, niegan la incorruptibilidad de la simiente de Dios por la que
somos renacidos, y se oponen al testimonio del apóstol Pedro, que dice: siendo renacidos, no
de cimiente corruptible, sino de incorruptible (1 Pe. 1:23).

IX.- Que enseñan: que Cristo en ninguna parte rogó que los creyentes perseverasen
infaliblemente en la fe.

- Pues contradicen a Cristo mismo, que dice: Yo he rogado por ti (Pedro), que tu fe no falte
(Lc.22:32), y al evangelista Juan, que da testimonio de que Cristo no sólo por los apóstoles,
sino también por todos aquellos que habrían de creer por su palabra, oró así: Padre Santo,
guárdalos en tu nombre; y: no ruego que los quites del mundo, sino que los libres del mal
(Jn. 17:11,15).

CONCLUSION

Esta es la explicación escueta, sencilla y genuina de la doctrina ortodoxa de los CINCO


ARTÍCULOS sobre los que surgieron diferencias en los Países Bajos, y, a la vez, la
reprobación de los errores que conturbaron a las iglesias holandesas durante cierto tiempo.
El Sínodo juzga que tal explicación y reprobación han sido tomadas de la Palabra de Dios, y
que concuerdan con la confesión de las Iglesias Reformadas. De lo que claramente se
deduce que aquellos a quienes menos correspondían tales cosas, han obrado en contra de
toda verdad, equidad y amor, y han querido hacer creer al pueblo que la doctrina de las
Iglesias Reformadas respecto a la predestinación y a los capítulos referentes a ella desvían,
por su propia naturaleza y peso, el corazón de los hombres de toda piedad y religión; que es
una comodidad pala la carne y el diablo, y una fortaleza de Satanás, desde donde trama
emboscada a todos los hombres, hiere a la mayoría de ellos y a muchos les sigue
disparando mortalmente los dardos de la desesperación o de la negligencia. Que hace a Dios
autor del pecado y de la injusticia, tirano e hipócrita, y que tal doctrina no es otra cosa sino
un extremismo renovado, maniqueísmo, libertinismo y fatalismo; que hace a los hombres
carnalmente descuidados al sugerirse a sí mismos por ella que a los elegidos no puede
perjudicarles en su salvación el cómo vivan, y por eso se permiten cometer tranquilamente
coda suerte de truhanerías horrorosas; que a los que fueron reprobados no les puede servir
de salvación el que, concediendo que pudiera ser, hubiesen hecho verdaderamente todas las
obras de los santos; que con esta doctrina se enseña que Dios, por simple y puro antojo de
Su voluntad, y sin la inspección o crítica más mínima de pecado alguno, predestinó y creó a
la mayor parte de la humanidad pata la condenación eterna; que la reprobación es causa de
la incredulidad e impiedad de igual manera que la elección es fuente y causa de la fe y de
las buenas obras; que muchos niños inocentes son atrancados del pecho de las madres, y
tiránicamente arrojados al fuego infernal, de modo que ni la sangre de Cristo, ni el
Bautismo, ni la oración de la Iglesia en el día de su bautismo les pueden aprovechar; y
muchas otras cosas parecidas, que las Iglesias Reformadas no sólo no reconocen, sino que
también rechazan y detestan de todo corazón.

Por tanto, a cuantos piadosamente invocan el nombre de nuestro Salvador Jesucristo,


este Sínodo de Dortdrecht les pide en el nombre del Señor, que quieran juzgar de la fe de las
Iglesias Reformadas, no por las calumnias que se han desatado aquí y allá, y tampoco por
los juicios privados o solemnes de algunos pastores viejos o jóvenes, que a veces son
también fielmente citados con demasiada mala fe, o pervertidos y torcidos en conceptos
erróneos; si no de las confesiones públicas de las Iglesias mismas, y de esta declaración de
la doctrina ortodoxa que con unánime concordancia de todos y cada uno de los miembros
de este Sínodo general se ha establecido.

A continuación, este Sínodo amonesta a todos los consiervos en el Evangelio de Cristo


para que al tratar de esta doctrina, tanto en los colegios como en las iglesias, se comporten
piadosa y religiosamente; y que la encaminen de palabra y por escrito a la mayor gloria de
Dios, a la santidad de vida y al consuelo de los espíritus abatidos; que no sólo sientan, sino
que también hablen con las Sagradas Escrituras conforme a la regla de la fe; y, finalmente,
se abstengan de todas aquellas formas de hablar que excedan los límites del recto sentido
de las Escrituras, que nos han sido expuestos, y que pudieran dar a los sofistas motivo
justo para denigrar o también para maldecir la doctrina de las Iglesias Reformadas.

El Hijo de Dios, Jesucristo, que, sentado a la derecha de Su Padre, da dones a los hombres,
nos santifique en la verdad; traiga a la verdad a aquellos que han caído; tape su boca a los
detractores de la doctrina sana; y dote a los fieles siervos de Su Palabra con el espíritu de
sabiduría y de discernimiento, a fin de que todas sus razones puedan prosperar para honor
de Dios y para edificación de los creyentes. Amén.

***

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