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En la actualidad, en nuestro país, es cada vez mayor el uso de medios digitales para mantenerse

informado; ya sea por portales de noticias o redes sociales.


Pero esto no ocurre solo porque las personas busquen específicamente informarse. Muchas
veces sucede mientras sociabilizamos y desarrollamos otras actividades en esos medios.
Hace un tiempo atrás, nos informábamos con periódicos impresos, pero con el avance de la
tecnología, este fue perdiendo popularidad. Luego fueron las PC las que nos daban cualquier
información al instante, pero no en cualquier lugar; hoy en día son cada vez más las personas
que utilizan el teléfono celular dada su practicidad. Estos cambios, en cuanto a la comunicación
y los consumos culturales, se da en un ecosistema mediático donde las plataformas digitales
cobran cada vez mayor protagonismo.
Ahora bien, el lado positivo de estas nuevas tecnologías es que nos permiten mantenernos al día
con las noticias, en el momento, comunicarnos de una manera más rápida, acceder a contenidos
que anteriormente era más difícil o demandaba mayor cantidad de tiempo. Sin embargo, el lado
negativo que encontramos, es que muchas veces los medios de difusión nos proporcionan
noticias falsas, o comúnmente conocidas como fake news.
Pero, ¿que son las fake news? Según la Federación Internacional de Periodistas, las fake
news es como se denomina a la divulgación de información falsa en forma de artículos,
imágenes o vídeos que se presentan como reales y cuyo objetivo es manipular la opinión
pública, dando lugar a un peligroso círculo de desinformación.
Este tipo de noticias son creadas y difundidas tanto por individuos o grupos, que actúan en su
propio interés o en nombre de otros.
La difusión de desinformación tiene principalmente objetivos personales, políticos o
económico, cuyo fin es influir en la opinión pública sobre determinados temas. No es una
estrategia nueva, sino que desde que existen los medios de comunicación impresos han existido
titulares sensacionalistas y artículos que difunden mentiras y propaganda con fines políticos.
Además de generar ingresos publicitarios, uno de los principales objetivos de las fake news es
instalar temas en la agenda mediática: causar cierto humor social en las plataformas y contribuir
a que determinadas noticias, encuadradas desde una perspectiva particular, ganen popularidad,
se viralicen y se transformen en el foco de la discusión pública, mientras otras son desplazadas.
Sin embargo, actualmente nos encontramos en la era de la información digital y las fake
news se han convertido en un fenómeno online difícil de controlar, por la rápida difusión y la
dificultad de contrastación. Las redes sociales permiten que los usuarios sean productores y
consumidores de contenidos al mismo tiempo y han facilitado la difusión de contenido
engañoso, falso o fabricado.
Algunas de estas fake news operan descontextualizando ciertos elementos de noticias genuinas
para recircularlos en otros contextos. Como fotos de acontecimientos noticiosos, actos políticos
o catástrofes que son reutilizadas en noticias que informan sobre eventos distintos, ubicados en
otros marcos espaciotemporales.
Utilizan nombres, logos o imágenes de organizaciones y/o periodistas para atribuirles su autoría
a contenidos que estos actores no produjeron. Algunas, directamente, presentan contenido falso
y, para convencernos de su veracidad, emulan la forma, el estilo y la estructura de las noticias
provenientes de sitios o portales de diarios.
Esto guarda un estrecho vínculo con otro fenómeno actual que es el de la posverdad. El director
de la Real Academia Española, definió a este término como aquella información o aseveración
que apela a las emociones, creencias o deseos del público en lugar de a hechos objetivos. Hay
que ser precavido, teniendo en cuenta la gravedad que puede llegar a implicar la difusión de las
fake news en una era en la que la emoción predomina frente a la verdad.
La organización First Draft, ha diferenciado siete tipos de desinformación o noticias falsas a
tener en cuenta a la hora de analizar la información en Internet:
1) Sátira o parodia: No pretende causar daño o engaño;
2) Contenido engañoso: Se trata del uso engañoso de la información para incriminar a alguien o
algo. Aprende a evitar los sesgos cognitivos con este curso;
3) Contenido impostor: Es el tipo de información que suplanta fuentes genuinas;
4) Contenido fabricado: Contenido nuevo que es predominantemente falso, diseñado
especialmente para engañar y perjudicar;
5) Conexión falsa: Cuando los titulares, imágenes o leyendas no confirman el contenido;
6) Contexto falso: Cuando el contenido genuino se difunde con información de contexto falsa;
7) Contenido manipulado: Cuando información o imágenes genuinas se manipulan para
engañar.
Para frenar el círculo de desinformación es importante que tanto periodistas como ciudadanos
puedan tomar conciencia de que es una cuestión que tiene incidencia en la sociedad en su
conjunto, que afecta la integridad democrática y que debe ser abordada en sus dimensiones
política, social y cultural.
Además, es importante para luchar contra la desinformación, la educación en medios digitales.
Esta no se limita a formar a los y las estudiantes en la detección de las noticias falsas. Más bien,
apunta a que vuelvan reflexivamente sobre los consumos en medios digitales y se pregunten
cómo funcionan las plataformas y las industrias mediáticas, cuáles son los modelos de negocios
que las rigen, qué hábitos intentan modelar en las personas usuarias, y quiénes se benefician de
las fake news.
¿Cuáles son los medios utilizados para la divulgación de estas? Los más frecuentes son: las
redes sociales (Facebook, Instagram, etc.), WhatsApp o Telegram, medios de comunicación
masiva, blogs. Allí emerge el fenómeno del clickbait (carnada de clics), que son los titulares que
aparecen en nuestro muro y luego defraudan las expectativas de quien lee al visitar el cuerpo del
texto.
¿Qué se debe tener en cuenta para reconocer este tipo de noticias? Investigar la fuente de
donde proviene la noticia, verificar quién es el autor del artículo, leer la noticia completa antes
de compartirla (no quedarse sólo con el título y la imagen), verificar la fecha de publicación (en
algunos casos se viralizan noticias que son de hace algunos años), mirar bien la URL (dirección
del sitio web) porque se pueden hacer pasar por sitios verdaderos que tienen un nombre
parecido, realizar una búsqueda en Google para ver si la noticia está en otros medios de
comunicación.
Además, para poder verificar los datos (Fact – Cheking), es importante saber que hay
instituciones tanto de carácter público como privado que se encargan de constatar que las
fuentes de información sean verídicas.
En el caso de nuestro país podemos hacerlo en la página web denominada chequeado.com. Este
sitio web, a su vez, da algunos consejos a tener en cuenta:
1) desconfiar de los títulos grandes y en mayúsculas: estos están diseñados para apelar a la
emotividad y generar interés;
2) analizar la sección “Acerca de” o “About” del sitio: en los medios confiables, en este
apartado, se incluyen datos importantes acerca del equipo, el financiamiento, la dirección donde
funciona el medio, el contacto, etc. En los sitios diseñados para difundir contenido falso, esta
sección no existe o está incompleta;
3) chequear los links y las citas: es importante verificar las fuentes, si los vínculos que se
indican como tal no funcionan o se redirigen a otro sitio sin relación al contenido, el articulo ya
deja de ser fiable;
4) desconfiar de URLs similares a sitios conocidos: una de las estrategias más utilizadas por
los sitios de difusión de noticias falsas es utilizar un vínculo similar a portales conocidos, lo que
genera confusión;
5) encontrar una fuente local y consultarla: alguien que se encuentre en el lugar del hecho,
puede proveer información importante;
6) realizar una búsqueda inversa de imágenes: el contenido engañoso suele hacer uso de
imágenes fuera de contexto o que no corresponden a las originales. Buscando esa imagen
utilizada en Google, se puede verificar su certeza.
La agencia Télam, también, tiene a disposición una “caja de herramientas” para aprender a
detectar este tipo de noticias. En tanto, en WhatsApp, también podemos encontrar una función a
través de una lupa, que aparece en el caso de los mensajes que son reenviados varias veces. Por
este medio se puede comprobar, con la ayuda de Google, el origen de la información y si fue
denunciada como noticia falsa.

A continuación, presentamos algunas de las fake news más sorprendentes que han aparecido en
Internet en los últimos años:
1. Enero de 1835. El New York Sun se inventa que un astrónomo inglés ha descubierto vida en
la Luna a través de un telescopio. El hallazgo incluye unicornios y pájaros humanos. Para
cuando la verdad salió a la luz, varios medios se habían hecho eco de la “noticia del siglo”.
2. Junio de 2010. Tomaso Debenedetti era un periodista italiano que conseguía las mejores
entrevistas con los personajes más relevantes para su periódico de provincias. De Benedetti
llegó a entrevistar al escritor Mario Vargas Llosa o al ex líder soviético ruso Mijaíl Gorbachov,
pero pronto se descubrió que en realidad se inventaba las entrevistas.
3. Enero de 2013. La agonía de Hugo Chávez. El diario El País publicó en portada una foto en
la que se veía al líder venezolano intubado en un hospital cubano durante el tratamiento de la
grave enfermedad. La imagen fue retirada al cabo de pocas horas por el propio periódico tras
saberse que el retratado no era Chávez, sino una persona que se le parecía.
4. Julio de 2013. Un lobo se pasea por los vestuarios de los Juegos Olímpicos de Invierno de
Sochi. En realidad, no había ningún lobo en los vestuarios de Sochi, fue una broma de la
deportista Kate Hansen y el presentador Jimmy Kimmel, pero algunos medios de comunicación
cayeron en la trampa y publicaron el vídeo como verdadero.
5. Septiembre de 2014. Una mujer pasa por quirófano para tener un tercer pecho. La noticia
tenía fotos incluidas de la supuesta intervención.
6. Agosto de 2015. Encontrado un tren nazi en Polonia con un tesoro escondido. Esta noticia
llegó a publicarse en medios serios de todo el mundo.
7. Diciembre de 2015. Una periodista de The Sun se inventó que viajó como refugiada a Siria y
que consiguió viajar desde Turquía a París en seis días, saltándose todo tipo de controles.
Muchos medios mundiales la creyeron.
8. Octubre de 2016. Aparece una información sobre el hallazgo de miles de votos fraudulentos
a favor de Clinton en un almacén de Ohio. Estaban en urnas selladas y se contaron junto con los
legales. Una de las webs que difundió la noticia logró 6,1 millones de lectores.
9. Octubre de 2016. La web Abcnews.com.co (ya no existe) publicó que el presidente de
EEUU Barack Obama había prohibido el juramento de la bandera en los colegios.
10. Noviembre de 2016. El papa Francisco apoya la candidatura de Trump. La noticia corrió
como la pólvora y alcanzó un millón de interacciones en Facebook. El input salió de la web
satírica WTOE 5.
11. Febrero de 2016. Trump ofrecerá billetes de avión gratis de ida a África y México para
quienes quieran abandonar EEUU. En Facebook, tuvo alrededor de 800.000 impactos.
12. Abril de 2016. El sitio Thevalleyreport.com publicó la detención de una mujer que había
defecado en la mesa de su jefe tras ganar la lotería. Tuvo 1,8 millones de interacciones en
Facebook.
13. Noviembre de 2016. La loca historia del Pizzagate. El hackeo del correo electrónico de
John Podesta, jefe de campaña de Hillary Clinton, hizo que algunos blogs de ultraderecha
hablaran de supuestos emails en clave referentes a una red pedófila gestionada desde una
pizzería de Washington.
14. Octubre y noviembre de 2017. Emilio Botín no murió de un infarto en casa, sino que fue
asesinado por el amante de su hija en el despacho que tenía en la sede del Banco Santander. Es
más, el Gobierno lo sabía y no hizo nada para impedirlo.

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