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De esta coyuntura nace la necesidad de formar a las personas para que comprendan esta
situación y tengan los medios suficientes a la hora de identificar las noticias falsas que
proliferan en las redes sociales (canales de información que ellos más utilizan). Pero,
además, enseñar a valorar la presencia de estas noticias en los medios tradicionales ya
existentes (periódico, televisión, radio) debido a la inmediatez a la hora de transmitir la
información.
A todo esto, hay que sumar que las fuentes digitales de información, que hasta hace unos
años eran el principal recurso al que se acudía para buscar contenido, se han convertido en
una jungla llena de unos nuevos seres peligrosos llamados Fake News, que juegan malas
pasadas a la hora de seleccionar una información real.
Para ello es necesario que sepan que las Fake News les pueden llegar:
Las noticias falsas, al contrario que las noticias reales, que para el lector suelen ser aburridas,
muestran un titular y contenido novedoso que empuja a la gente inconscientemente a
compartirla. Por otra parte, no hay que olvidar que su componente es emocional y las
emociones que movilizan este tipo de noticias entre otras son la sorpresa y la ira. La primera
nos empuja a prestarle atención y compartirla y la segunda a interiorizarla como cierta.
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Pero, independientemente de las técnicas de detección de las noticia falsas (punto que es
abordado en otro apartado de esta guía), podríamos decir que las Fake News, además de
tener un contenido eminentemente sensacionalista y con poco rigor periodístico (pues
tanto la redacción como la estructura de la noticia, así como la imagen que la acompañan,
no demuestran ni confirman el contenido), siempre están relacionadas con el panorama
social existente en ese momento, tesitura que aprovechan sus creadores para generar
miedos, dudas, desorientación y confusión.
Las Fake News están diseñadas para diferentes tipos de público: desde sorteos, ofertas
laborales online, promociones e historias de celebridades para los jóvenes, hasta temas
políticos, ayudas sociales, salud, seguridad nacional, tráfico, economía... para adultos.
También se viralizan de manera más rápida que una noticia auténtica; este fenómeno se
puede producir por dos causas diferentes: la utilización de bots (programas informáticos
que efectúan automáticamente tareas repetitivas a través de internet), y el simple reenvío
por parte de las personas que reciben las noticias falsas.
Se ha demostrado que las personas que reciben una noticia falsa tienen un 70% más de
posibilidades de compartirla que si recibiesen una noticia real.
Lo mismo pasa con las noticias falsas, ya que están preparadas para raptarte
emocionalmente; es decir, juegan con las emociones de las personas y esto hace que sean
compartidas, pues los seres humanos somos seres sociales que necesitamos interactuar con
los demás, necesitamos que estos nos entiendan y es esa interacción social movida desde
la emoción la que nos empuja a compartir la información recibida con otros que
consideramos afines sin analizar si su contenido es cierto o no.
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Manipulando: se manipulan imágenes, contenidos, vídeos o entrevistas en las que
solo sale beneficiado un grupo político, unos grandes almacenes, una empresa
determinada, etc...
Desacreditando o engrandeciendo a personas u organismos: cambia la impresión
inicial que se tenía hacia un sujeto concreto o institución creando información falsa
sobre el mismo.
Lucrándose económicamente: la mayoría de estas noticias se viralizan produciendo
un beneficio económico, ya que son páginas web que cuelgan este tipo de noticias
y que son rodeadas por publicidad. Más tarde estas noticias son publicadas en redes
sociales y en Google. Cuando son visitadas, los ingresos se disparan. Por eso su
viralización es rentable.
Influyendo en la opinión pública: utilizan las emociones para ejercer control social
y conseguir que las personas dirijan su ideología y voto hacia donde ellos quieren.
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Responsabilidad personal y consecuencias Fake News
Cuando compartimos una noticia falsa ya sea consciente o inconscientemente no tenemos
ni idea de cuáles pueden ser las consecuencias de nuestros actos.
Para ello es necesario transmitir a las personas que las Fake News no son un juego de niños,
sino que se trata de un problema global que puede darnos más de un dolor de cabeza a
todos. Al contribuir a la difusión de este tipo de información adquirimos sin saberlo una
responsabilidad personal que implica tener consecuencias legales graves hacia uno mismo
y hacia los demás.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias reales de las Fake News? A continuación, las
exponemos.
- Delitos contra la honorabilidad de una persona, marca u otro organismo: por la red
han circulado muchas noticias falsas sobre personas, marcas o empresas concretas
y, como consecuencia de ello, marcas o empresas concretas y, como consecuencia
de ello, muchas personas han sido culpadas por delitos que nunca cometieron, hay
marcas que se han visto desprestigiadas y muchas empresas han sido víctimas de
una caída de ventas. El gran problema de esta viralización de noticias falsas es que
una vez demostrada su falsedad es imposible limpiar por completo la imagen
pública.
- Influencia en los procesos democráticos: las Fake News sobre política dan como
resultado una manipulación ideológica que impide que una persona ejerza
libremente su derecho a voto, pues siempre estará condicionado
inconscientemente por los mensajes que ha recibido del exterior, aunque sepa que
son falsos.