TESIS DOCTORAL

La relación con aquello

que preexiste en obras
de rehabilitación
de Enric Miralles
en contextos urbanos
históricamente
comprometidos
The Relation to that which Pre-Exists in Rehabilitation
Masterpieces of Enric Miralles in Historically Engaged Urban
Contexts
COMUNICACIÓN / FADU-UBA / 2020

AUTOR DEFENSA DE TESIS

Arq. Pedro Augusto Briend 11 de diciembre de 2019

Universidad de Buenos Aires UBA | Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo

FADU | Secretaría de Investigaciones | PROGRAMA DE DOCTORADO

DISEÑO,UBA.
TESIS DOCTORAL

La relación con aquello que preexiste

en obras de rehabilitación de
Enric Miralles en contextos urbanos
históricamente comprometidos
The Relation to that which Pre-Exists in Rehabilitation Masterpieces
of Enric Miralles in Historically Engaged Urban Contexts

AUTOR
Arq. Pedro A. Briend
pedrobriend@hotmail.com / briendpedro@gmail.com

DEFENSA DE TESIS
11 de diciembre de 2019

DIRECTORA
Dra. Arq. Ángela Sánchez Negrette

CO DIRECTOR
Mg. Arq. Anna Lancelle

MODO DE CITAR ESTA TESIS: Briend, Pedro Augusto (2019). La
relación con aquello que preexiste en obras de rehabilitación de Enric
Miralles en contextos urbanos históricamente comprometidos. Facultad
de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Universidad de Buenos Aires.
Este documento forma parte de la colección de tesis doctorales y de
maestría del Centro de Documentación y Biblioteca Prof. Arq. Manuel
Ignacio Net, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la
Universidad de Buenos Aires. Su utilización debe ser acompañada por
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Universidad de Buenos Aires UBA | Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo

FADU | Secretaría de Investigaciones | PROGRAMA DE DOCTORADO

DISEÑO,UBA.
TESIS DOCTORAL
palabras clave
Enric Miralles; rehabilitación; relación; preexistencias;
duración
resumen
La Tesis plantea como tema de investigación a la
relación con lo que preexiste en la rehabilitación de
edificios realizada por Enric Miralles en contextos
urbanos históricamente comprometidos, partiendo
de la descripción de las impresiones emergentes
de cuatro de las obras del arquitecto como signos
precursores. Así, ella aprehende indagando en los
aspectos de una concepción, consecuencia de un
modo diferente de comprender el tiempo, la historia
y la práctica proyectual de la arquitectura vinculada
al patrimonio, un modo contrario al que se plantea el
ámbito de la conservación, para el cual el problema
se centra más en un tipo de relación concebida en
términos de discontinuidad y división. A partir de allí,
se propone terminar de establecer la relación con
aquello que preexiste en estos tipos de contextos de
la obra del arquitecto, comprender los aspectos cuya
constancia temporal y alcance espacial constituyan
su devenir expresivo, evaluando finalmente su
articulación en una definición. Se sostiene, entonces,
como hipótesis que esta concepción es aquella
que, desde la consideración de su temporalidad,
en términos de duración, permitirá aprehender una
relación con lo preexistente que no se concibe como
la interacción entre partes nuevas y viejas sino como
un todo continuo e indiviso, comprendiendo los
aspectos a los que debe su origen, materialización,
modos de relacionar la obra y articulación.
Finalmente, se constituye el aporte teórico de esta
noción, metodológico como forma de aproximación
y práctico en los aspectos que sirven a lo proyectual
vinculado a la conservación del patrimonio.
Universidad de Buenos Aires UBA | Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
FADU | Secretaría de Investigaciones | PROGRAMA DE DOCTORADO
keywords
Enric Miralles; rehabilitation; relation; pre-existence;
duration
abstract
This thesis raises as a theme for research the
relation with which pre exists in the rehabilitation
of buildings by Enric Miralles in urban contexts
historically compromised, considering as a starting
point the descriptions of the emergent impressions
of four of his works as precursor signs. Thus, it learns
inquiring into the aspects of a conception, as a
consequence of a different way of comprehending
time, history and the architectural practice related
to heritage, opposite to what is suggested within a
conservation field, according to which the problem
is more centered in a relation designed in terms of
discontinuity and division. From that point onwards,
it is proposed to finish establishing the relation with
which pre exists in this type of contexts of the work,
understanding the aspects which temporal proof
and spatial reach constitute its expressive advent,
eventually assesing its articulation in a definition. It
is held, then, as a hypothesis, that this conception is
that which, from the point of view of its temporality,
in terms of the duration, will allow learning a relation
with that which pre exists which is not understood
as the interaction between new and old parts but
as a continuous and indivisible part, understanding
the aspects underpinning its origin, materialization,
modes of relating work and articulation. Finally,
the contribution to this notion is composed by
a theoretical part, as a methodological way of
approximation and practical aspects which serve to
the project based range related to the conservation
of the heritage.
DISEÑO,UBA.
 La relación con

Tesis Doctoral
aquello que
preexiste en
obras de
rehabilitación de
Enric Miralles
en contextos
urbanos
históricamente
comprometidos

Doctorando
Pedro Briend

Directora
Dra. Arq. Ángela Sánchez Negrette

Co-Directora
Mg. Arq. Anna Lancelle

Tutor
Dr. Arq. Maurici Pla
 Índice Resumido
[ p.8 ] Resumen

[ p.10 ] Introducción

[ p.18 ] Capítulo 1 Emergentes de la obra de rehabilitación

[ p.42 ] Capítulo 2 La relación con aquello que preexiste

[ p.60 ] Capítulo 3 Origen, materialización y modos de relacionar la obra

[ p.106 ] Capítulo 4 El devenir expresivo

[ p.122 ] Conclusiones

[ p.130 ] Bibliografía General

[ p.135 ] Agradecimientos
 Índice

Resumen
C.1
Emergentes de la obra de rehabilitación
C.2
La relación con aquello que preexiste
C.3
Origen, materialización y modos de
C.4
El devenir expresivo Conclusiones
[ p.8 ] [ p.18 ] [ p.42 ] relacionar la obra [ p.106 ] [ p.122 ]
[ p.60 ]
Introducción Bibliografía General
4.1. La relación con aquello que preexiste
[ p.10 ] 1.1. La obra de rehabilitación de 2.1. La relación con lo preexistente en la obra de 3.1. El origen de la relación [ p.130 ]
en la rehabilitación de Enric Miralles
Enric Miralles rehabilitación de edificios de Enric Miralles [ p.62 ]
en contextos urbanos históricamente
[ p.19 ] en contextos urbanos históricamente 3.1.1. Lo que se conserva en el cambio Agradecimientos
comprometidos como parte del devenir
1.1.1. El Mercado de Santa Caterina comprometidos [ p.63 ] [ p.135 ]
expresivo de esas obras
[ p.19 ] [ p.43 ] 3.1.2. Una tendencia que se mantiene
[ p.107 ]
1.1.2. El Ayuntamiento de Utrecht 2.2. Antecedentes [ p.66 ]
[ p.27 ] [ p.43 ] 3.1.3. La memoria material de lo que
1.1.3. El Piso de la calle Mercaders 2.2.1. Una concepción transversal del preexiste como potencia
[ p.30 ] tiempo, la historia y la arquitectura [ p.68 ]
1.1.4. La Escuela La Llauna [ p.44 ] 3.1.4. De las fuerzas propias de la
[ p.34 ] 2.2.2. La relación con lo que preexiste como singularidad del lugar
1.2. Conversaciones, memorias proyectuales y práctica vinculada a la conservación [ p.71 ]
textos en relación del Patrimonio:sobre lo nuevo y lo viejo 3.1.5. La actualización de sensaciones
[ p.39 ] [ p.45 ] [ p.74 ]
1.3. Sobre los modos de hacer en las obras de 2.2.3. El estudio de las obras de Enric Miralles 3.2. Los aspectos de su materialización
rehabilitación de edificios en contextos [ p.46 ] [ p.77 ]
históricos de Enric Miralles 2.3. Bases teóricas para el estudio 3.2.1. Elementos
[ p.40 ] [ p.47 ] [ p.78 ]
2.4. El problema 3.2.2. Estructura de la relación
[ p.49 ] [ p.80 ]
2.4.1. Objeto de estudio 3.2.3. La forma de la relación
[ p.52 ] [ p.82 ]
2.4.2. Delimitación 3.2.4. El vacío como materia
[ p.52 ] [ p.84 ]
2.4.3. Justificación 3.2.5. El movimiento como expresión
[ p.52 ] [ p.89 ]
2.5. Objetivos de la investigación 3.3. Los modos de relacionar la obra
[ p.53 ] [ p.91 ]
2.6. Formulación de hipótesis 3.3.1. El proyecto-proceso de la relación
[ p.53 ] [ p.92 ]
2.7. Aproximación al problema 3.3.2. De la utilidad de la historia para
[ p.54 ] proyectar
2.7.1. Casos de estudio [ p.96 ]
[ p.54 ] 3.3.3. Un tratamiento igualitario contra un
2.7.2. Unidad de análisis sistema de valoración
[ p.54 ] [ p.98 ]
2.7.3. Tipo de Investigación 3.3.4. El dibujo a mano como modo de
[ p.54 ] aprehender lo preexistente
2.7.4. Estrategia Metodológica [ p.101 ]
[ p.54 ] 3.3.5. La representación de la relación
2.7.5. Variable cualitativa o atributo, [ p.103 ]
Dimensiones e Indicadores
[ p.55 ]
2.7.6. Actividades
[ p.58 ]
2.7.7. Fuentes de Información
[ p.58 ]
Resumen

8−−−−9
La Tesis plantea como tema de investigación a la relación
con lo que preexiste en la rehabilitación de edificios realiza-
da por Enric Miralles en contextos urbanos históricamente
comprometidos, partiendo de la descripción de las impre-
siones emergentes de cuatro de las obras del arquitecto
como signos precursores. Así, ella aprehende indagando
en los aspectos de una concepción, consecuencia de un
modo diferente de comprender el tiempo, la historia y la
práctica proyectual de la arquitectura vinculada al patri-
monio, un modo contrario al que se plantea el ámbito de la
conservación, para el cual el problema se centra más en un
tipo de relación concebida en términos de discontinuidad y
división. A partir de allí, se propone terminar de establecer
la relación con aquello que preexiste en estos tipos de con-
textos de la obra del arquitecto, comprender los aspectos
cuya constancia temporal y alcance espacial constituyan su
devenir expresivo, evaluando finalmente su articulación en
una definición. Se sostiene, entonces, como hipótesis que
esta concepción es aquella que, desde la consideración de
su temporalidad, en términos de duración, permitirá apre-
hender una relación con lo preexistente que no se concibe
como la interacción entre partes nuevas y viejas sino como
un todo continuo e indiviso, comprendiendo los aspectos
a los que debe su origen, materialización, modos de rela-

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

cionar la obra y articulación. Finalmente, se constituye el
aporte teórico de esta noción, metodológico como forma
de aproximación y práctico en los aspectos que sirven a lo
proyectual vinculado a la conservación del patrimonio.
Introducción

10−−−−11
La Tesis surgió del interés, ante una serie de cuestiones afines a la filosofía, la historia y la ar-
quitectura, hacia la obra de varios arquitectos contemporáneos vinculada a la conservación del
patrimonio en la rehabilitación de edificios en contextos de relevancia histórica. Pero no fue sino
hasta tener ciertas impresiones emergentes de la obra de uno en particular, que se alcanzó a
plantear concretamente el tema al que se aboca la investigación. Se trata de algunas impresio-
nes emergentes acerca de la obra de rehabilitación de edificios realizada por Enric Miralles en
contextos históricamente comprometidos, particularmente vinculadas al modo con el cual estas
intervenciones se relacionan con lo preexistente.
A partir de allí, el estudio de los antecedentes sirve a la construcción del tema, el cual
puede desde entonces situarse entre las márgenes de varios campos afines a la comprensión del
tiempo, la historia y la arquitectura de un modo no tradicional, hasta el estudio específico de las
obras de Enric Miralles. Pero particularmente, sirve a la comprensión de la práctica vinculada a
la conservación del patrimonio edificado, teniendo en cuenta que este ámbito permite reconocer
la existencia de una fisura transitable en el aparente consenso actual sobre el tema, construido
como tal desde el siglo XVIII.
Detrás de este aparente consenso del ámbito de la conservación del patrimonio respecto
de la intervención de edificios en contextos de relevancia histórica, existe aún una diferencia
de posturas que da cuenta de un problema que persiste; se trata de la influencia de un espíritu
analítico y clasificatorio de una Ilustración que sacraliza lo que sistematiza como referencia
histórica desde la época en la que el tema es construido. Éste es, según Rojas (2012), el de la
relación entre lo nuevo y lo viejo en el ámbito urbano o de las preexistencias ambientales. Para
esta autora, se trata de un problema concebido en términos de partes nuevas y partes viejas.
Esta cuestión atañe a dos campos, por un lado, a una concepción que puede consi-
derarse como meramente técnica y, por el otro, a una de orden teórico. En este sentido es
posible afirmar que incluso el modo en el cual se define el problema dentro del ámbito de la
conservación del patrimonio es consecuente con una concepción de la historia construida
en el sentido convencional. Sin embargo, debe considerarse que existe algo que está cada
vez más presente en la actualidad, un tercer campo ligado a lo proyectual. Se trata de una
evidentemente mayor vinculación con el proceso de creación en la rehabilitación de edificios
(Villanueva Sandino, 1988).
El problema de la relación con lo preexistente en la arquitectura tiene que ver con que
ésta, como intervención, tiene como consecuencia la alteración del sitio en el cual se produce;
con lo cual, producir arquitectura, por más imperceptible que ella sea, equivale definitivamente
a transformar el lugar e irrumpir en el entorno. Entendida de este modo, consiste en el inicio
de una permanente trasformación. De allí, que el lugar en donde se produce resulte diferente
a partir de la intervención, trátese de la transformación de un entorno construido o de la de
uno natural.
Ahora bien, intervenir en un entorno construido como un edificio en un contexto histó-
ricamente comprometido difiere de hacerlo en uno natural, teniendo en cuenta que el primero
consiste en un legado material y, por lo tanto, cultural. Cuando se interviene en un legado material
la intervención busca alterar el proceso de envejecimiento u obsolescencia que le es propio a
la materia, se busca evitar, en otras palabras, que el edificio comience a perecer. Entonces, se

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

hace necesario realizar una alteración que genere un cambio cualitativo con el fin de revertir tal
situación. Abrirlo, rasgarlo con vida, aunque después vuelva o no, inevitablemente, a cerrarse
para continuar su duración.
Para producir una alteración que genere un cambio cualitativo con el fin de revertir tal
situación se tienen diversas formas de intervención según ese legado material, sea más o menos
cualificado, se trate tanto de un edificio en un contexto de relevancia o valía histórica o se trate
de una situación en la cual el mismo contexto sea el medio cualificado que ha sido legado. Entre
estas formas de alteración o intervención se encuentran la restauración, la rehabilitación y la

inserción de obra en solares no ocupados o que son producto
de la demolición dentro de un contexto comprometido.
En los casos de restauración, salvando cierta adaptación
funcional, se debe conservar o restituir el valor del bien en
cuestión. Para ello existen innumerables Cartas que hacen que
la relación con lo preexistente esté, práctica o técnicamente,
resuelta desde recomendaciones. Pero en los de rehabilita-
ción de edificios o conjuntos como en la inserción de obra en
contextos históricos queda a criterio de quien interviene. Con
lo cual tienen implícito un desafío mayor. Ante este desafío,
¿cómo establecer una relación con aquello que preexiste en la
rehabilitación de edificios en contextos históricamente com-
prometidos?, ¿qué puede aportar la obra de Enric Miralles al
ámbito de la conservación del patrimonio sobre esta relación?
El estudio de la relación que se establece entre lo que
preexiste y lo que se introduce con la obra de rehabilitación de
edificios que ha realizado Enric Miralles en contextos urbanos
históricamente comprometidos puede ciertamente encararse
de distintos modos. Pero las impresiones emergentes de la obra
del arquitecto catalán y el estudio de los antecedentes permiten
comprender ciertas nociones afines para la construcción de
las bases teóricas del marco desde la posibilidad de referir a
las relaciones entre dos cosas como un continuo a través de la
noción de duración.
Así, en correspondencia con los interrogantes planteados,
la Tesis tiene como objetivo primordial establecer la relación con
aquello que preexiste en las obras de rehabilitación de edificios
realizadas por Enric Miralles en contextos urbanos histórica-
mente comprometidos. Para ello persigue cuatro objetivos
específicos que, en primer lugar, tienen que ver con describir
las emergentes de la obra de rehabilitación del arquitecto en
los contextos mencionados. En segundo lugar, aprehender los
aspectos de la relación con lo que preexiste de las obras. En
tercero, comprender aquellos principios a los que por cuya
constancia temporal y alcance espacial debe su origen, mate-
rialización y modos de relacionar la obra. Por último, en cuarto
lugar, evaluar la articulación de los aspectos comprendidos
como parte del devenir expresivo de la obra.
En este sentido, la hipótesis de trabajo tiene que ver con
que las obras de rehabilitación de Enric Miralles seleccionadas
podrían dar cuenta de una concepción diferente en la relación
con lo preexistente de aquella que concibe partes nuevas y viejas,
propias del ámbito de la conservación del patrimonio (el qué). Es
decir, que sostiene que la consideración de su temporalidad, en
términos de duración (el cómo), permitirá aprehender una relación
con lo que preexiste que no se concibe como la interacción entre
partes nuevas y viejas sino como un todo continuo e indiviso,
comprendiendo su devenir expresivo en cuanto a los aspectos a
los que debe su origen, materialización, modos de relacionar la
obra y articulación (para qué).
Dicho esto, el alcance de la investigación está deter-
minado por el estudio de la relación que se establece entre
aquello que preexiste en edificios situados en contextos urbanos
de relevancia histórica y las intervenciones arquitectónicas de
rehabilitación de los mismos realizadas por el arquitecto catalán
en cuatro obras con ese tipo de entorno y que no se circunscri-
ben dentro de los parámetros establecidos por la conservación
ortodoxa. Su selección se fundamenta en la construcción de un
universo que contempla esta familia de proyectos del arquitecto,
conteniendo tanto algunas de las obras más importantes como
aquellas que puedan ser representativas de todo su trabajo en
distintos momentos.
La estrategia metodológica es hermenéutico-interpre-
tativa, teniendo en cuenta el estudio de la relación con lo pre-
existente en las obras de rehabilitación, a la luz la temporalidad
desde la duración y respecto de las dimensiones que la hacen
operativa en tanto aspectos relativos a su origen, materialización
y modos de relacionar las obras como dispositivo de análisis. A
su vez, es comparativa teniendo en cuenta que los aspectos cuya
constancia temporal y alcance espacial de la relación surgen
del contraste entre lo que sucede en cada caso. Asimismo, es
crítico-evaluativa puesto que es en la evaluación crítica de las
comparaciones en donde se alcanza a comprender la articulación
de los aspectos y justificar fundadamente el devenir expresivo
de esa relación para plantear cierto nivel de generalización.
Así es que la Tesis busca interpretar y comparar des-
criptivamente los aspectos emergentes de las obras para su
evaluación crítica posterior por medio de la identificación de
un atributo considerado. En este sentido, se trata de un modo
afín para comprender una relación que no tiene partes viejas y
nuevas sino, atendiendo ya no sólo a ciertas impresiones de las
obras, sino también en palabras del propio Enric Miralles, “una
compleja relación con el tiempo”. Es esta la consideración de la
duración, la que puede traducirse en términos arquitectónicos
como el desarrollo de cierta continuidad expresada en el cambio.
Sin embargo, la complejidad de la duración como
atributo hace necesaria su operacionalización en dimensiones
que permitan así abordar tal complejidad en lo concreto de los
casos; como también en indicadores que permitan la sistema-
tización y el ordenamiento de los datos y la información. Es
decir, adecuar esa definición a los requerimientos prácticos,
estableciendo herramientas para llevar a cabo la investigación
desde el enfoque cualitativo. Estas herramientas se constituyen
en las dimensiones que se presentan como correlatos a partir
de considerar que el atributo del objeto de estudio en cuestión
responde a una composición tripartita.
Así es que, las dimensiones tienen que ver con cuestiones
relativas a las que debe su origen como condición que la hace
posible, a los aspectos de su materialización como aspecto más
concreto, y a los modos de relacionar la obra que contiene
implícitos. Cada uno de estos tres correlatos construidos a
partir de la noción de relación esbozada, estructuran al tiempo
que ordenan otros subaspectos establecidos como parte de
la definición misma de las dimensiones. Como subaspectos
permiten el análisis de determinadas parcialidades del objeto
de estudio en cada caso.
La primera de ellas permite la comprensión de cuali-
dades a las que la relación debe su origen o conexión como lo
que se conserva en el cambio, una tendencia que se mantiene,
la memoria material de lo que preexiste como potencia, las
fuerzas propias de la singularidad del lugar, y la actualización
de sensaciones. La segunda permite la comprensión de las ma-
nifestaciones concretas con las cuales se realiza: sus elementos,
estructura, forma, el vacío como materia y el movimiento como
expresión. La tercera permite la comprensión del hacer de la cual
deviene como el proyecto-proceso, de la utilidad de la historia
para proyectar, de un tratamiento igualitario contra un sistema
de valoración, del dibujo a mano como modo de aprehender
lo que preexiste, y de la representación de la relación.
Para ello, las actividades llevadas adelante en corre-
lación al desarrollo de los objetivos propuestos por la Tesis
constituyeron cuatro etapas a lo largo de la investigación, en
cada una de las cuales se realizó más de una actividad. La
primera de ellas tuvo que ver con una etapa principalmente
exploratoria y de observación. La segunda de ellas con una
analítica y comparativa. La tercera de ellas con una explicativa.
Y, finalmente, la cuarta, con una etapa de verificación desde
la evaluación crítica.
Así en correspondencia con los objetivos planteados y
las actividades desarrolladas, la Tesis compone un recorrido
por las obras de rehabilitación del arquitecto catalán en las
que se ponen de manifiesto ciertos elementos como parte del
devenir expresivo de una relación con aquello que preexiste
que es diferente a la que se concibe en el ámbito de la conser-
vación tradicional. Estos aspectos son aquellos a los que debe
su origen, con los cuales se materializa, a través de los cuales
se realiza y por cuya articulación finalmente puede terminar
de construirse como tal.
Este recorrido está dividido en cuatro capítulos. Es decir,
está estructurado en cuatro instancias o estadios constituidos
en el marco del desarrollo de la investigación que van de lo
más simple a lo más complejo. Cada uno de ellos se constituye
como parte de una lógica en la cual en el primer capítulo se
introduce al lector a las impresiones emergentes de cuatro
obras de rehabilitación del arquitecto catalán, de sus memorias
proyectuales y de ciertos textos en relación como materia prima
de la investigación.
En el segundo capítulo se aprehenden los aspectos
de esas obras para el planteo del tema de investigación como
escenario a través del estudio de los antecedentes y de esta-
12−−−−13
blecer el marco teórico-conceptual en la consideración de la
temporalidad desde la duración. Asimismo, se plantea el marco
metodológico del enfoque en la definición de las dimensiones,
subaspectos e indicadores, las actividades y las fuentes de
información, delineando el camino que se recorrerá hacia las
conclusiones.
A partir de allí, el capítulo III comprende el análisis
concreto de los casos que conforman el universo de estudio
definido para comprender de ellos los aspectos de constancia
temporal y alcance espacial de la relación con lo preexistente
a los que la rehabilitación debe su origen, materialización y los
modos de relacionar la obra (aunque de un modo parcial). Para
ello se despliegan los subaspectos definidos que contribuyen a
profundizar el estudio.
Finalmente, este análisis desarrollado de los casos con-
verge como continuidad en su devenir expresivo en el capítulo IV,
al evaluar la articulación de los aspectos de constancia temporal
y alcance espacial de la relación comprendidos previamente en
cada uno de ellos a través de sus dimensiones y el despliegue
de los subaspectos componentes de cada una respectivamen-
te. Entonces se da lugar al aporte de las conclusiones que se
presentan al final.
En las conclusiones, partiendo de las reflexiones a propó-
Introducción
sito de confirmar las tres conjeturas planteadas en la hipótesis,
se presenta el aporte de la Tesis dado en cuatro puntos que
aparecen en correspondencia. Éstos son: el aporte teórico de la
relación con aquello que preexiste en la obra de rehabilitación
de edificios realizada por Enric Miralles en contextos urbanos de
relevancia histórica como definición; el modo de aproximación al
problema tras haber sabido operativizar una variable compleja
como la duración; los recursos que se develaron en el desarrollo
de la investigación; y orientaciones para un trabajo posterior.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend 14−−−−15
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend 16−−−−17
C­.1
El presente capítulo tiene como objetivo describir las

18−−−−19
emergentes de cuatro de las obras de rehabilitación del
arquitecto Enric Miralles situadas en contextos urbanos de
relevancia histórica, así como de conversaciones, de sus
memorias proyectuales, de ciertos textos y de los modos
de hacer que se desprenden en relación, como una suer-
te de signos precursores de la investigación. Para ello se
comenzará con la descripción general a partir de la cual
introducir las impresiones que tienen que ver con su obra
de rehabilitación propiamente dicha. Seguidamente se
abordarán las que están en relación a conversaciones, a
las memorias proyectuales de esas obras y a los textos del
arquitecto. Y, finalmente se referirá a los modos de hacer
a propósito de las obras mencionadas.

1.1. La obra de rehabilitación de Enric Miralles

La primera de las impresiones tiene que ver con cuatro breves descripciones en el marco de una
más amplia, emergentes del mismo número de obras de rehabilitación de edificios de Miralles,
situadas en contextos urbanos históricamente comprometidos. Se trata de las emergentes de
tres obras realizadas en España y una en Holanda. La primera trata de una de sus últimas obras
en Barcelona, realizada entre los años 1997 y 2005. La siguiente a una obra situada en Utrecht
realizada casi en el mismo período, entre los años 1997 y 2001. Otra refiere a una obra que
se sitúa en Barcelona, pero que fue realizada en el año 1995. Y la última se refiere a una obra
situada muy cerca de Barcelona, en Badalona, realizada entre los años 1984 y 1991.
Su selección, se fundamenta por un lado en una de las familias de proyectos que ordenan
el trabajo de Enric Miralles. Éstos son los que, según el arquitecto catalán, tienen como condicio-
nante a la historia y a las preexistencias, en los cuales las características del contexto consiguen
hacer que la arquitectura tome un carácter inesperado (Miralles, 2000). Por otro lado, en este
marco acotado por esa familia de proyectos del arquitecto, la selección de las obras responde a
la intención de contemplar tanto algunas de las más importantes como las que puedan ser repre-
sentativas de todo su trabajo de rehabilitación de edificios. Es decir, que abarque como universo
desde las últimas obras hasta las primeras en las que puede detectarse un mismo modo de hacer.

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

1.1.1. El Mercado de Santa Caterina

Emergentes de la
La que forma parte de una de sus últimas obras de rehabilitación situada en Barcelona,
realizada entre los años 1997 y 2005, es la que se encuentra en el barrio de Sant Pere, Santa
Caterina i la Ribera, uno de los cuatro barrios del distrito administrativo de Ciutat Vella, el cual

obra de rehabilitación
comprende todo el centro histórico de la ciudad. La obra ocupa parte de una manzana entre
la avenida Francesc Cambó y las calles de Freixures, de Giralt el Pellisser y de Colomines. Se
trata de del Mercado de Santa Caterina.
 20−−−−21
[ 01 ] Mercado de Santa Caterina
(Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).

[ 02 ] Fotografía de la obra de
rehabilitación del Mercado de Santa
Caterina (Fuente: archivo de EMBT
y Fundación Enric Miralles, 2014).

Emergentes de la obra de rehabilitación

C.1
[ 01 ]

El Mercado de Santa Caterina es una obra que Enric Miralles y Benedetta Tagliabue
ganan por el llamado a concurso del mercado cubierto más antiguo de Barcelona, cuyo funcio-
namiento data del año 1848, llegando hasta nuestros días. El concurso consistió en un llamado
para realizar una intervención en el edificio tendiente a su rehabilitación en el marco de un
plan de actuaciones en los mercados de la ciudad. No obstante, con el llamado se concursaba
intervenir en mucho más que el mercado, se actuaba también en todo lo que había ocupado el
mismo solar, cuyos restos se encontraron durante las excavaciones de obra.
El solar del Mercado está emplazado a unos 150 metros de un centro productor de tejas
y ánforas que funcionó entre el 1800 y el 1500 a. C. en el núcleo de la Barcelona Romana.
Además, fue necrópolis desde el s. IV d. C, Cenobio de San Salvador entre el s. XI y XII, lugar
de huertas durante la dominación árabe, un pequeño convento con una iglesia de una sola nave
–al que desde la llegada de los dominicos en 1219 se le realizan mejoras y se le construye una
nueva iglesia–; también fue cementerio en los alrededores de la iglesia hasta entrado el siglo
XIX, fue residencia de los dominicos y una plaza junto a un mercado desde mediados del siglo

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

XIX hasta ser intervenido en 1997 por EMBT. (Rovira, 2011)
La rehabilitación de Miralles consistió en una reforma integral del Mercado Neoclásico
levantado concretamente entre 1844 y 1848 sobre una antigua iglesia y convento del que he-
redó el nombre. El encargo resultó el primer premio del concurso. La Iglesia y el Convento de
Santa Catalina sobre los que se levantó y de los que se encontraron restos arqueológicos en el
transcurso de las obras que pueden observarse en el subsuelo del mercado como en el Museo
de Historia de Barcelona, estuvieron establecidos allí entre 1268 y 1837, momento en el que
fue derribado al verse desafectado para pasar a ser del Ayuntamiento. [ 02 ]

[ 03 ]
[ 03 ] Mercado de Santa Caterina
previo a la rehabilitación (Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles, 2014).
[ 04 ] Iglesia y conjunto conventual
de Santa Caterina (Dibujo a mano.
Reelaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles, 2014).
[ 04 ]
22−−−−23
El Mercado previo a la rehabilitación ocupaba prácticamente toda la manzana. Se trataba
de un edificio neoclásico simétrico hacia ambos lados compuesto por una fachada principal, una
posterior y dos laterales, cada una de las cuales repetían características similares a la primera
formada por una serie de arco de medio punto, los cuales se coronaban con una cornisa y una
balaustrada. En el centro de la fachada principal se situaba el acceso resaltado por dos pilastras
con capitel dórico que alcanzan la cornisa y sobre el que se remata con un arco de medio punto
más alto y un frontón.
La iglesia sobre la cual se levanta fue la primera de estilo gótico de la ciudad, y el con-
junto conventual fue una pieza destacada compuesta por dos claustros, una biblioteca y un
campanario. Éstos pertenecieron a la orden dominicana hasta que fueron destruidos durante la
quema de conventos del año 1835. Fue entonces cuando el Ayuntamiento aprovechó el espacio
que había para materializar la idea de construir el que sería el primer mercado cubierto de la
ciudad. Sus obras empezaron en 1844 al concederse los terrenos eclesiásticos, permitiendo
así proceder con su edificación.
El Mercado rehabilitado presenta un gran espacio cerrado que además de esa función
alberga un pequeño museo, una plaza abierta y un sector de viviendas, con estacionamientos en
los subsuelos. El gran espacio cerrado que corresponde propiamente al mercado y que alberga
en un sector al museo se configura en tres de sus lados con los límites que establecen la fachada
principal y dos laterales originales que pertenecían al edificio neoclásico. Ese espacio cubierto
ocupado se corresponde también con uno de los claustros que pertenecieron al convento e
Emergentes de la obra de rehabilitación
iglesia, principalmente el sector de la fachada posterior, el cual coincide con uno de los límites.
La fachada principal y las dos laterales originales que se han conservado parecen expresar
algo. Esos paramentos verticales dan cuenta de cierta contención. Resuena igual que lo hacen
los muros de un complejo de templos egipcios, aunque más parecen a las murallas de algún
poblado medieval. Si bien la situación es obviamente diferente, cabe la sospecha que tanto en
esta obra como en el resto de los ejemplos mencionados serían visibles los mismos gestos de
contención del espacio.
El Mercado posee varios accesos. Pueden distinguirse al menos seis, refiriendo propiamente
al espacio cubierto y no a los otros usos que lo complementan. Se puede ingresar al corazón del
edificio por cualquiera de ellos. Pero es evidente que no todos tienen la misma condición pese
a ser sus ingresos en todos los casos. No todos invitan a entrar con la misma fuerza. Algunos
C.1
lo hacen sobremanera mientras que otros simplemente están ahí, como una suerte de sorpresa
para quien recorra esas callecitas laterales.
Así, el acceso de la avenida Cambó y el de la esquina de Colomines y Giralt el Pallicer,
tienen una superficie que desborda los muros del edificio desde el interior. La proyección de la
cubierta en el primero y la explanada en el segundo rompen sectorialmente los límites que los
muros y que los cerramientos intentan definir para el lugar. En esos puntos, principalmente en el
último, el interior del mercado se expande. En los otros accesos, ubicados en las calles de Freixures
y Giralt el Pallicer, estas superficies parecen haber cedido ante los muros y su vocación de límite.
El acceso de la avenida Cambó corresponde a la fachada principal del conjunto. Esta
fachada, tiene un recorrido levemente quebrado y lo componen una sucesión de arcos, de as-
pecto pesado, coronado por una cornisa a la que le siguen balaustres. En el centro, un arco de
mayor importancia señala el ingreso. Tiene más altura que el resto de los arcos del muro. Este
acceso central, no sólo es más alto, está rematado por un frontis triangular de una manera tal
que rompe intencionalmente la proporción que le viene dada de sus contiguos.
Flanqueando este acceso, dos pares de ramilletes de columnas metálicas equidistantes
a cada lado terminan de componer la fachada. Ellas se encargan de realizar aquella tarea que
en este sector del edificio desborda a los muros. Sostienen la cubierta, pero además detienen
su avance. No avanza muchos metros más allá de ella. Las columnas no son perfectamente
verticales. En su forma expresan el esfuerzo que realizan teniendo en cuenta que sostienen tres
grandes bóvedas y dos pliegues que exceden a los límites de la construcción original.
El cuerpo de la fachada principal mencionada parece condenada al reposo por la cubierta
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
que contrasta formalmente. En los laterales, esta relación se invierte. La cubierta pierde fuerza
y se ve contenida por los muros aunque esté despegada. La estrechez de las calles y la cercanía
de las edificaciones laterales parecen colaborar, teniendo en cuenta que en la proximidad de
los muros encuentra sus límites. Esa estrechez provoca cierta presión sobre y hacia la fachada
de la avenida y por atrás en donde la cubierta se proyecta por encima.
La cubierta que cierra horizontalmente el espacio del Mercado es uno de los elementos
que más se destacan de los que se introdujeron con la rehabilitación. En su desarrollo se proyecta
especialmente a la avenida, en donde avanza ligeramente más hacia la esquina. Se compone

[ 05 ] Fotografía de la plaza del
Mercado de Santa Caterina (Foto
del autor, 2014).
de tres naves y dos pliegues que coincidentemente tienen, en parte, la misma dirección que las
que presentaba el edificio original. Está soportada por tres grandes arcos metálicos que cubren
el espacio en sentido transversal y que descansan sobre dos vigas de hormigón. Sobre éstas, a
su vez, apoyan directamente seis vigas metálicas reticuladas que quiebran su recorrido sobre
las cuales se arman unos 120 arcos de madera colocados en forma de V.
La cubierta anterior era distinta, pero ciertas características comunes a los elementos
preexistentes como la fachada hacen que la que presenta en la actualidad bien pudiera ser la
misma, con la diferencia que, ahora liberada de su quietud o de su bloque1, avanza sobre la
avenida Cambó curvando sus pliegues. Al hacerlo, la fachada se ve superada. Allí, la cubierta
busca tener presencia. Sin embargo, pese a ello, al competir con la fachada parece captar aquello
que ésta expresa, y copia el gesto en relación al acceso.
También es posible ingresar al mercado por otro acceso, por uno que, al igual que en el
caso de la avenida Cambó, se ve desbordado, aunque ya no estén presentes los muros del edificio
original. Una superficie avanza desde el interior sobrepasando los límites de sus carpinterías y
cerramientos. La explanada, tanto como la cubierta, logra romper las demarcaciones que en
vano intentan definir para el lugar un interior. En este punto el mercado se expande estableciendo
una relación con las viviendas y el barrio mediante una plaza.
La plaza se ubica puntualmente en el sector posterior del edificio, entre lo que ocupa el
mercado cubierto y las viviendas. Se sitúa en el sector de la esquina a través del cual se accede
vinculándose con el barrio, y el central en el que articula el gran espacio cubierto con el sec-
tor de viviendas. Allí ocupa coincidentemente el mismo sector del solar que el primero de los
claustros abiertos de la iglesia y convento. También articula, como plaza abierta, los sectores
mencionados propios del mercado, y vincula con el barrio y las viviendas, al igual que el claustro
abierto lo hacía con la iglesia y el segundo claustro, el cual ahora coincide con el espacio cerrado.
[ 05 ]
1. Parece inevitable no pensar en Berger (2012 [2011]), y en una de las anotaciones que acompañan sus dibujos
en el cuaderno de Bento:
Ahí estaba ella, exactamente igual que al principio, capaz de las mismas acciones y no más, con el mismo
nombre, las mismas costumbres, la misma historia. Sin embargo, liberada del bloque, las relaciones entre
ella y todo lo que no era ella habían cambiado. Un cambio absoluto, pero invisible. Ahora era el centro de
lo que la rodeaba. Todo lo que no era ella le hizo espacio. (p. 46)
24−−−−25
Emergentes de la obra de rehabilitación
[ 06 ]
En la plaza, se observa un trabajo con diferentes líneas en el pavimento, como huellas o [ 06 ] Proyecto del Mercado de
proyecciones de esos edificios anteriores. Aparecen hacia la esquina, con cierta relación hacia la Santa Caterina publicado en la
iglesia, particularmente con el ábside. De algún modo se continúa con los restos arqueológicos revista de arquitectura El Croquis
que se muestran en el interior del museo, ubicado a su lado. Es un trabajo que también se ob- Edición Conjunta N° 30 + 45/50
serva en cierto sector de la planta baja de las viviendas que, coincidentemente, ocupa parte del +72 (II) + 100/101, (2005): Enric
sector en el que estaba emplazada la iglesia y la torre. Éstas, como ahora lo hacen las viviendas, Miralles 1983-2000. Madrid,
eran las edificaciones de mayor altura del conjunto. España: Ed. El Croquis.
Al ingresar al Mercado, detrás de los muros, aparece otro mundo, uno distinto al que
C.1
está fuera del sector de la avenida Cambó. Es uno que tiene poco que ver con el ensanche de
la avenida que tiene enfrente, que es más parecido a las callecitas laterales. La intervención se
encarga de hacer partícipe del espacio al visitante. El espacio conformado parece confirmar que
el límite constituido por las fachadas conservadas y algunos locales dispuestos en igual sentido
sirven de contención al mundo que acontece dentro de esa caja muraria.
El espacio interior pareciera querer escaparle a un ordenamiento de geometría rígida;
es decir, a un espacio cuya geometría posibilite que sea intelectualmente reconocible. Esto no
significa que el espacio logrado no sea el resultado de la más extrema rigurosidad geométrica.
Los escaparates dispuestos en el interior, en apariencia de forma azarosa, lo caracterizan de
una manera muy particular, como si su disposición resulte del deseo de recuperar la estructura
de los tradicionales mercados de pueblo medieval.
Este gran espacio interior presenta una calidez característica producto de la combinación
de la madera de las bóvedas de la cubierta y los colores de los productos que se ofrecen en los
escaparates. Aunque se trata de un gran espacio, los escaparates generan distintas unidades
espaciales de una escala amena, con lugares más pequeños y situaciones espaciales diferentes,
como si al igual que en la plaza cada uno pudiese contar una historia distinta.
Dicho esto, el modo con el cual se presenta el proyecto del mercado es una composición,
a modo de collage, con un plano de situación cuya representación parece no re-presentar. En
él se combinan, como partes, dibujos de plantas del emplazamiento y edificio, cortes, vistas,
croquis, fotografías solapadas y la memoria proyectual, dispuestas sin responder a ningún apa-
rente sistema de representación u ordenamiento tradicional.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Algunas de las características que posee el modo en el cual se presenta el proyecto tienen
que ver con que ciertos dibujos de ese plano de situación sugieren haber sido realizados a mano.
También con que en ellos no se diferencien elementos preexistentes de los que se introducen
con la obra de rehabilitación. Y, además, este modo de re-presentación tiene que ver con que,
entre las partes que se combinan, se presenten algunas fotografías históricas solapadas en
partes o espaciadas en otras, como fragmentos de imágenes que se corresponden con diversas
épocas, con una distancia justa entre ellas y los planos para que todo se complemente como
partes de lo mismo.
 26−−−−27
[ 08 ]

1.1.2. El Ayuntamiento de Utrecht

Emergentes de la obra de rehabilitación

La otra obra de rehabilitación, realizada casi en el mismo período (entre los años 1997 y [ 07 ] Fotografía del acceso del
2001), está situada en el centro histórico de la ciudad de Utrecht, el cual, junto con otros barrios Ayuntamiento de Utrecht (Foto del
y a algunos suburbios, forma parte del distrito administrativo de Binnenstad. El Ayuntamiento autor, 2014).
de Utrecht, cuyo funcionamiento como sitio de reunión data del año 1343 hasta nuestros días,
ocupa un solar dentro del complejo de edificios frente al Stadhuisbrug, un doble puente que [ 08 ] Fotografía de la obra de
conforma una plaza sobre el Oudegracht, canal que atraviesa el centro de la ciudad de norte a sur. rehabilitación del Ayuntamiento de
Esta obra fue ganada por Enric Miralles y Benedetta gracias a un llamado a concurso Utrecht (Fuente: archivo de EMBT y
por invitación. Las bases del mismo pedían una propuesta de intervención en el Ayuntamiento, Fundación Enric Miralles, 2014).
tendiente a su rehabilitación, aunque, al igual que en el mercado, se concursaba por intervenir
en mucho más que en el conjunto de edificios propiamente dicho. Se concursaba por intervenir

C.1
también en las diferentes edificaciones residenciales que habían servido como Ayuntamiento.
La rehabilitación consistió en una reforma integral del conjunto de edificaciones levan-
tadas a lo largo de siglos, principalmente de las que se establecen desde 1826, año en el que
se dio la demolición de las casas principales para dar lugar al sector del edificio neoclásico del
Ayuntamiento actual. Las diversas edificaciones sobre las que se levantó, algunas de las cuales se
conservan en parte, ocuparon el solar desde los años 1122 o, incluso, con anterioridad. Según
los estudios arqueológicos realizados en el sitio, hay restos que datan del año 806.
En este sentido, las etapas clave para entender el edificio previo a la rehabilitación se
inician en 1122, con la construcción de la primera casa que después de 1253 se hace más grande
y se convierte en varias viviendas. Una de éstas pasa a ser ocupada para tareas del Ayuntamiento
por primera vez 1343. Posteriormente hacia 1520 se renueva y poco tiempo después otra de las
viviendas contiguas se incorpora a esta función. Hacia 1647 vuelve a renovarse al tiempo que
también se amplía. Así que para 1830 dos de las primeras viviendas, junto con otra construida
con posterioridad, son demolidas para la construcción del Ayuntamiento neoclásico el cual,
pocos años después, y hasta 1940, siguió sucesivamente ampliándose hacia la parte posterior.
El Ayuntamiento rehabilitado presenta una serie de espacios cubiertos de acuerdo a las
edificaciones del conjunto, entre los que se destacan el edificio neoclásico monumental dentro
del que se incluye también lo que fue la primera casa, parte de las edificaciones contiguas, un
sector de planta nueva y una plaza. El conjunto de espacios cerrados está compuesto, en sus
lados, por los límites que establecen las fachadas principales originales que dan hacia los puentes
que, a su vez, configuran una plaza al frente y al canal, por los laterales y un sector posterior

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

hacia la plaza de acceso creada con la propuesta. Ese espacio abierto se corresponde con uno
de los últimos sectores ampliados que se demolieron para su creación.
Al igual que en el Mercado, las fachadas principales originales que dan hacia los puen-
tes, el canal, las laterales y en menor medida las del sector posterior que se han conservado,
parecen contener el espacio interior, exceptuando la parte en la cual se sitúa el ingreso. Allí,
donde se configura la plaza de acceso con la intervención mediante una explanada que parece
proyectarse desde el interior, el edificio se abre hacia el exterior organizándose en forma de “L”
[ 07 ] en torno al espacio mencionado.
 28−−−−29
La plaza se ubica en el sector posterior del conjunto de edificios, considerando que el
frente son los puentes que hacen de plaza por sobre el canal. Ocupa, desde el sector central,
las dos esquinas y el lateral contrario al construido, a través del cual se vincula con la plaza del
frente sobre el canal y el barrio. Hacia el lateral ocupa, coincidentemente, el mismo sector del
solar que fue parte de los últimos sectores ampliados. También sirve como espacio abierto de
articulación entre la plaza del frente sobre el canal, el barrio, el sector de acceso y el de planta
nueva construida, que deja así de ser, de este modo, un agregado de la parte de atrás del con-
junto para formar parte de él.
En la plaza se observa, al igual que en el mercado, un trabajo con diferentes líneas en el
pavimento como huellas o proyecciones de esos edificios anteriores que, de algún modo, parecen
continuarse proyectándose hacia el exterior. Esto sucede tanto en la parte demolida hacia el
lateral y la esquina, como principalmente en las divisiones y transiciones de los espacios de las
edificaciones de origen medieval, que se proyectan excediendo el interior del conjunto. También
se observa un trabajo similar en la fachada del sector de planta nueva del ala lateral que da a
la plaza con respecto a su correspondencia vertical al plano de lo demolido, a la utilización en
parte de una técnica constructiva tradicional como el ladrillo y con respecto a la reutilización
de sus fragmentos.

Emergentes de la obra de rehabilitación

C.1
[ 09 ] [ 10 ]

El conjunto de edificios que conforma el Ayuntamiento posee aparentemente varios ac- [ 09 ] Fotografía del Ayuntamiento
cesos. Están ubicados tanto hacia los puentes, frente al canal y en el lateral superior como en de Utrecht desde el canal (Foto del
la plaza creada en el sector posterior con la intervención. No todos tienen la misma jerarquía. autor, 2014).
El ingreso del edificio neoclásico monumental hacia los puentes y el canal es el que muestra
tener más importancia. Sin embargo es particularmente el que se ubica en la plaza posterior el [ 10 ] Fotografías de algunos
que sirve de ingreso al conjunto. de los espacios del interior del
La serie de espacios cubiertos de las edificaciones del conjunto compuesto por el edificio Ayuntamiento (Fotos del autor,
neoclásico monumental, dentro del que también se sitúa parte de lo que fue la primera casa, las 2014).
edificaciones contiguas y el sector de planta nueva construido hacia el lateral, no sólo ocupan
coincidentemente el mismo sitio sino que mantienen su estructura histórica. El edificio monumental [ 11 ] Fotografía de la plaza de
lo hace respecto al salón central de su interior como parte de lo que fue la primera casa. Así acceso del Ayuntamiento (Foto del
también lo hacen las edificaciones contiguas e incluso el sector de planta nueva construido hacia autor, 2014).
el lateral, en coincidencia con las divisiones y transiciones de los espacios de origen medieval.

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

El interior del Ayuntamiento se caracteriza por espacios en los cuales se combinan las
preexistencias y los elementos que se introdujeron con la rehabilitación. Además lo caracterizan
ciertos elementos que develan diferentes etapas de la historia del conjunto edilicio. Esta combi-
nación de elementos genera distintos espacios muy particulares en cuanto a su heterogeneidad
y proyección histórica. En cierto sector, como el que se corresponde al edificio monumental,
prima el juego que devela las etapas de la historia del salón medieval central descubriendo
franjas verticales de sus paramentos y con partes de solados reutilizados. En las alas laterales
lo característico es la escala y las transiciones de los espacios.
[ 11 ]
 30−−−−31
los baños y un sector de expansión o espacio cubierto de recreación. El conjunto de espacios
cerrados se configura en sus lados con los límites exteriores que establecen la fachada, la con-
trafachada y las medianeras originales.
Las subdivisiones de los espacios del interior presentan, asimismo, una estructura y
disposición espacial que responde a las del edificio original, y cuando eso no sucede ellas se
mantienen de modo virtual. Así también se opera con los elementos que se introducen con la
rehabilitación y que representan otro tipo de subdivisión del espacio que no necesariamente
fue planteado en el edificio anterior. Ellos se despegan y se mantienen en el marco delimitado
por la planta, además de tender a alivianarse materialmente.
Al igual que en el resto de los casos, la fachada principal, la contrafachada y los muros
medianeros originales que se han conservado, contienen el espacio en el cual se desarrolla el
piso. En uno de los paramentos verticales mencionado, que actúa de cerramiento, la contra-
fachada, un sector de expansión que ha sido intervenido, parece superar los límites, aunque
dentro del marco dado por los medianeros de la parcela. En el interior, los límites configurados
entre el patio central y los espacios cubiertos que se organizan a su alrededor se mantienen,
también, conteniendo.
El patio central mencionado sostiene los límites que lo separan de los espacios interiores a
su alrededor, pese a que su vinculación con la calle como único acceso para ingresar al piso pro-
[ 12 ] Proyecto del Ayuntamiento yecta cierta continuidad desde el exterior. De la misma forma que ese exterior se proyecta desde
de Utrecht publicado en la revista el acceso hasta el patio central en donde está el ingreso, éste último espacio descubierto da luz

Emergentes de la obra de rehabilitación

de arquitectura El Croquis Edición hacia el interior, alcanzando con ella los diferentes locales que están organizados a su alrededor.
Conjunta N° 30 + 45/50 +72 (II) También presenta una serie de espacios descubiertos que, al igual que los cubiertos,
+ 100/101, (2005): Enric Miralles responden al edificio original. Entre ellos se destacan un patio central al cual se accede a través
1983-2000. Madrid, España: Ed. de una escalera principal y otro posterior, organizado por niveles, que se sitúa ocupando un [ 13 ] Fachada del Piso de la calle
El Croquis. sector del solar próximo al de expansión. Este conjunto de ámbitos descubiertos se configura Mercaders en sector de acceso
en sus lados con los límites que establecen en el interior los espacios que se organizan en torno (Fotografía del autor, 2014).
[ 12 ] al patio central y, en la parte posterior, con el sector de expansión y las medianeras.
Los espacios del piso compuestos por el patio desde el cual se accede por la escalera [ 14 ] Interior del Piso de la calle
principal, la sala que funciona como recepción, el estar comedor, el escritorio, los dormitorios, Mercaders (Fotografía del autor,
Por otro lado, el modo con el cual se presenta el proyecto del Ayuntamiento, es uno similar la cocina, el comedor, los baños, el sector de expansión y el patio posterior no sólo ocupan 2014).
al que se utiliza para el Mercado de Santa Caterina. Se trata de aquel en el cual, a manera de

C.1
una composición, se presenta un collage como plano de situación. Su representación también
parece más que re-presentar. Por sobre otras formas tradicionales de mostrar un proyecto, aquí
se ha elegido la combinación de las partes, en donde se conjugan plantas del emplazamiento,
cortes y vistas con croquis, fotografías y la memoria proyectual solapadas; dispuesto todo sin
ningún aparente sistema de ordenamiento más que un camino que va de lo general a lo particular.
Algunas de las características de ese modo en el que se presenta el proyecto, son similares
a la del Mercado. Así, por ejemplo, los dibujos sugieren haber sido realizados a mano y no se
diferencian elementos preexistentes de aquellos que se introducen con la obra de rehabilitación.
En el mismo sentido que con la representación del proyecto del Mercado, sucede, entonces,
en este caso con la presentación de algunas fotografías históricas, de fotos de la obra y de la
maqueta, solapadas o espaciadas como fragmentos de diversas épocas, complementándose
todas las partes entre ellas por igual.

1.1.3. El Piso de la calle Mercaders

La otra obra de rehabilitación que, como la primera, también está situada en Barcelona,
fue realizada en el año 1995 y se encuentra en el mismo barrio de Sant Pere, Santa Caterina
i la Ribera, uno de los cuatro barrios del distrito administrativo de Ciutat Vella, el cual forma
parte del centro histórico de la ciudad. Ocupa un solar, cuyo fondo da a la calle del Tragí, que
es próximo al Mercado sobre la calle Mercaders. Es la reforma del Piso de la calle Mercaders.
La rehabilitación del piso de la calle Mercaders es una obra realizada por Enric Miralles y

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

Benedetta Tagliabue tras la compra del inmueble a los fines de utilizarlo como vivienda, función
que cumple desde el Renacimiento hasta nuestros días. La obra consistió en una intervención
en el piso principal, pero, al igual que en el Mercado y el Ayuntamiento, se intervino en mucho
más que en la vivienda en sí misma. Se intervino también en una zona habitada desde siglos
atrás, en donde incluso aparecieron restos de la época medieval.
El Piso rehabilitado presenta una serie de espacios cubiertos conforme al edificio original,
entre los que se destacan una sala a la cual se accede como recepción, el estar comedor y el
escritorio. Presenta también una serie de dormitorios, áreas de servicio (la cocina), un comedor, [ 13 ] [ 14 ]

[ 15 ]
[ 15 ] Patio central del Piso de la
calle Mercaders (Fotografía del
autor, 2014).
[ 16 ] Fotografía del sector de
expansión del piso en la parte
posterior (Foto del autor, 2014).
[ 17 ] Interior del piso de Mercaders
(Fotografía del autor, 2014).
[ 17 ]
[ 16 ]
[ 18 ] Proyecto del piso de la calle
Mercaders publicado en la revista
de arquitectura El Croquis Edición
Conjunta N° 30 + 45/50 +72 (II)
+ 100/101, (2005): Enric Miralles
1983-2000. Madrid, España: Ed.
El Croquis.
[ 18 ]
32−−−−33
coincidentemente el mismo sitio del solar sino que mantienen, como en el Ayuntamiento, su
estructura histórica. Lo hacen en relación a un volver a habitar, reiterando un esquema general
de funcionamiento en el cual la organización espacial se realiza en torno al patio central.
En algunos de los espacios cubiertos principales del piso se observan, como en el Mer-
cado y el Ayuntamiento, un trabajo con ciertos elementos preexistentes, algunos de los cuales se
develaron y aparecieron con la obra de rehabilitación. Entre ellos pueden mencionarse franjas
verticales de pinturas en paramentos y carpinterías, frescos, elementos estructurales como
ciertos entramados de vigas o particularmente unos arcos medievales y solados reutilizados
que ofician de huellas o proyecciones de los espacios anteriores.
El interior del piso se caracteriza por espacios en los cuales la coexistencia de los ele-
mentos originales del edificio (los que aparecieron con la rehabilitación y los que se introdujeron
con ella) genera espacios heterogéneos. En ellos como en las obras antes mencionadas, princi-
palmente en el Ayuntamiento, cada uno de los elementos que aparecieron con la rehabilitación
y los reutilizados proyectan los espacios más allá de los límites físicos de los ambientes. Esta
situación, a su vez, se potencia con los elementos introducidos con la rehabilitación y con los
muebles que completan el espacio.
Dicho esto, el modo con el cual se presenta el proyecto del piso de Mercaders es uno
similar al que se utiliza tanto para el Mercado como para el Ayuntamiento. Es aquel en el cual,
a manera de una composición, se presenta un collage como plano de situación. Su modo de
representación, al igual que en los otros casos, excede la función tradicional de re-presentar. Los
Emergentes de la obra de rehabilitación
autores combinan todas las partes de modo totalmente heterodoxo, dibujando, por ejemplo, las
plantas que incluyen muebles y algunos sectores de solados, vistas parciales con carpinterías,
la memoria proyectual y las fotografías en un mismo plano.
Algunas de las características de este modo de representación son, como se ha mencio-
nado, compartidas con el Mercado y el Ayuntamiento, teniendo en cuenta que ciertos dibujos
sugieren haber sido realizados a mano y no se diferencian elementos preexistentes de los que
se introducen con la obra de rehabilitación. En el mismo sentido, al igual que en los casos antes
mencionados y a modo de complemento, entre las partes que se combinan se presentan algunos
elementos históricos que surgieron durante el proceso de la obra.
C.1
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
 34−−−−35
1.1.4. La Escuela La Llauna

La última de las obras de rehabilitación, situada muy cerca de Barcelona, en la ciudad

de Badalona (realizada entre los años 1984 y 1986), se encuentra en el Centro, uno de los seis
barrios del primer distrito administrativo que comprende la Badalona histórica y marítima. Ocupa
un solar de esquina a la calle de Sagunt y la calle de la Industria, frente a la plaza del Gas. Se
trata de la reconversión de la antigua fábrica La Llauna en un Centro educativo o Bachillerato,
conocido como Escuela o Instituto La Llauna.
El bachillerato conocido como Escuela La Llauna es una obra que realizaron Enric Miralles
y Carmé Pinós a partir del encargo de adaptar un inmueble de principios de siglo que funcionó
desde entonces y hasta 1980 como fábrica de envases, a los fines de utilizarlo para la enseñanza
secundaria. La obra consistió en una intervención tendiente a la rehabilitación edilicia y, sobre
todo, a su reconversión.
La rehabilitación consistió en una reforma y adaptación integral de la fábrica modernista
levantada entre 1905 y 1922, de la que heredó finalmente el nombre. Se trató concretamente
de la rehabilitación que permitió la reutilización de la nave industrial del edificio a los fines de un
programa escolar como Centro de Bachillerato o Escuela para lo cual se lo adaptó, aprovechando
la profundidad, amplitud y diafanidad de sus espacios interiores, lo cual permitió organizar las
actividades por niveles. [ 19 ] Fachada de Escuela La Llauna
La fábrica previa a la rehabilitación ocupaba un gran sector de la manzana. Se trababa en el sector de acceso (Foto del

Emergentes de la obra de rehabilitación

de un edificio industrial modernista cuya nave reutilizada estaba compuesta por una fachada autor, 2014).
principal hacia la esquina y otra lateral, cada una de las cuales repetía características similares
en cuanto a un interesante trabajo de mosaicos. La primera presentaba una altura ligeramente [ 20 ] La Llauna (Fotografía del
mayor respecto de sus laterales. La segunda presentaba menor altura, exceptuando su corres- [ 19 ] autor, 2014).
pondencia con la fachada principal hacia la esquina, sector en el cual ostentaba un trabajo de
decoración similar como parte de esa continuidad. En el interior, el elemento característico que
sobresalía hacia el exterior era la chimenea.
La fábrica rehabilitada convertida en escuela presenta un gran espacio cubierto que se
organiza por niveles, una planta baja, un primer nivel y un segundo respectivamente. El gran
espacio cubierto en el que se arman estos niveles se configuran en sus lados con los límites
que establecen la fachada principal y lateral originales que pertenecían al edificio modernista

C.1
y a dos medianeras. Ese espacio cubierto ocupado se corresponde principalmente con la
nave industrial.
Aquí también la fachada principal, lateral y medianeras originales conservadas denotan
cierta contención del espacio interior, a diferencia de lo que muestra el sector del acceso inter-
venido con la rehabilitación. Allí, en el sector de la fachada principal que ha sido intervenido, el
exterior de la calle proyecta su continuidad al interior pese a que el portón que sirve de único
ingreso avance hacia él por sobre los límites que establece el paramento vertical. También se
proyecta allí, con mayor intensidad, la luz que ingresa desde el exterior para iluminar la planta
baja, al igual que los niveles superiores, producto del cerramiento vidriado introducido que
completa la fachada original.
La planta baja desde la cual se accede es una planta prácticamente diáfana; alberga el
sector propiamente de acceso en triple altura, un sector para el desarrollo de actividades de-
portivas junto a los servicios de baños y vestuarios, y un sector administrativo hacia uno de sus
lados. Además, cuenta con un núcleo vertical de vinculación con los otros niveles, que coinci-
dentemente se ubica próximo a la chimenea que es el único elemento exento de la planta, y que
está situado levemente desplazado hacia la esquina superior suroeste de la misma.
El primer nivel alberga las aulas y un sector de baños ubicados hacia los lados. Además,
cuenta con dos núcleos verticales; uno que lo vincula desde planta baja, que coincidentemente
se ubica próximo a la chimenea, y otro que la vincula al segundo nivel desde su ubicación, la
cual resulta ser el lado opuesto. Junto al primero hay un amplio hall de llegada que balconea al
sector de acceso y que se extiende hasta el lado opuesto al segundo y a lo largo del desarrollo

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

longitudinal de las aulas como un espacio de encuentro entre ellas.
El segundo nivel alberga más aulas, boxes y un sector de baños ubicados también hacia
los lados. Cuenta con los dos núcleos verticales que llegan desde los niveles inferiores. Uno que
lo hace directamente desde planta baja que coincidentemente se ubica próximo a la chimenea,
y otro que la vincula al segundo nivel desde su ubicación en el lado opuesto. Junto al primero,
al igual que en el nivel inferior, hay un hall de llegada que balconea al sector de acceso y que
se conecta con el lado opuesto del segundo mediante un espacio longitudinal entre las aulas y
boxes, aunque de menores dimensiones. [ 20 ]

[ 21 ] Interior de la Escuela La
Llauna en la planta baja (Fotografía
del autor, 2014).
[ 22 ] Interior de la Escuela La
Llauna en el primer nivel (Foto del
autor, 2014).
[ 23 ] Interior de la Escuela La
Llauna en el segundo nivel
[ 24 ] Proyecto de la Escuela La
Llauna publicado en la revista de
arquitectura El Croquis Edición
Conjunta N° 30 + 45/50 +72 (II)
+ 100/101, (2005): Enric Miralles
1983-2000. Madrid, España:
Ed. El Croquis. (Fotografía del
[ 21 ] autor, 2014).
[ 22 ]
[ 23 ] [ 24 ]
36−−−−37
El conjunto de espacios del interior del edificio se caracteriza por mantener la misma
estética industrial del edificio original en todos los niveles. Lo hace tanto por los elementos
preexistentes conservados como por ejemplo los forjados, como por los introducidos por la
rehabilitación, como las subdivisiones de ladrillos de vidrio o el núcleo de conexión vertical de
madera y hierro que, más allá de contrastar formal y materialmente con los primeros, mantienen
similar fisonomía.
La cubierta que presenta la escuela es parcialmente distinta a la de la fábrica. La mo-
dificación que presenta se ubica en el sector que cubre el acceso, parte de la obra de reha-
bilitación en la que se introdujo una cubierta trasparente que permite el ingreso de la luz, la
cual se distribuye por los niveles del edificio a través del espacio vacío de triple altura que se
presenta en coincidencia. Allí, la luz que ingresa por la fachada vidriada del mismo sector se
ve incrementada con esto.
Dicho esto, el modo con el cual se representa el proyecto de la Escuela de La Llauna
es más bien tradicional, a diferencia de los anteriores, aunque con los mismos elementos. A
manera de una composición se presenta primero una breve descripción que hace a la memoria
del proyecto, después se disponen fotografías, una vista y los planos, a la que se continúan más
fotografías acompañadas de detalles en otra escala de aproximación. Es quizás, a diferencia del
modo de presentación que tienen los casos anteriores, la forma de mostrar el plano de situación
del proyecto más convencional.
Algunas de las características que tiene el modo en el que se presenta el proyecto de la
Emergentes de la obra de rehabilitación
Escuela son, como se ha mencionado en parte, compartidas con el Mercado, el Ayuntamiento
y el piso en la calle Mercaders, aunque en menor medida. Una de ellas es que ciertos planos
en las páginas siguientes sugieren haber sido realizados a mano y que en ellos no se diferencian
elementos preexistentes de los que se introducen con la obra de rehabilitación. En el mismo
sentido, al igual que en los casos antes indicados, entre las partes que se combinan en la repre-
sentación se presenta una fotografía histórica del edificio junto a otras de la obra terminada.
También su presentación es espaciada respecto de los planos y todos los elementos mencionados
se complementan entre sí.
C.1
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

La primera de las impresiones a rescatar, a propósito de las cuatro breves descripciones
generales realizadas, tiene que ver con algunos de los aspectos particulares mencionados de las
obras, por lo cual puede decirse que hay algo en cada una de ellas que va de lo que preexiste
a la obra rehabilitada; hay ciertas cuestiones que se reiteran. Es decir, existe algo que en cada
uno de los casos lleva la obra que le viene dado de lo que preexiste a la intervención.
Así para el caso del Mercado, la obra rehabilitada lleva consigo principalmente los rasgos
de un mismo modo de ocupar el solar que las edificaciones preexistentes, de configurar en él
cada uno de los grandes espacios con acuerdo entre sí. También lleva la manera en la cual se
articulan esos espacios, como la coincidencia que presentan el sector cubierto, la plaza, las
viviendas y la vinculación al barrio con uno de los claustros, el otro patio y la iglesia, y en la
forma de delimitar horizontalmente el sector cubierto, entre otras.
En el Ayuntamiento la obra rehabilitada lleva consigo más que un mismo modo de ocupar
el solar, que en parte coincide como en el Mercado, la manera en la que edificio monumental
alberga al salón central en su interior; así también, y principalmente, el ritmo de las divisiones y
transiciones de las edificaciones de origen medieval contiguas al edificio monumental e incluso
del sector de planta nueva construido hacia el lateral, que se proyectan como líneas en el pavi-
mento hacia la plaza frente al sector de acceso.
De la misma forma, en Mercaders, la obra rehabilitada lleva consigo sobre todo un
mismo modo de organizar los espacios con un esquema general de funcionamiento en el
cual su organización se realiza en torno al patio central. Con ello, lleva también un volver a
habitar esos espacios que se vinculan al edificio original, en el que la disposición espacial y el
trabajo con ciertos elementos preexistentes que aparecieron con la obra, como las pinturas de
paramentos y carpinterías, frescos, elementos estructurales y solados, permiten proyectarlos
hacia los anteriores.
En La Llauna, la obra rehabilitada lleva consigo la misma impronta industrial; una organi-
zación de los espacios en la planta baja diáfana que mantiene el carácter y profundidad espacial
que le es propio gracias a la concentración de elementos, en este caso la ubicación del núcleo
vertical próximo a la chimenea que es el único objeto exento puntual de la composición en ese
nivel. De la misma manera, en los niveles superiores, se introduce una subdivisión espacial que se
corresponde con una modulación estructural que viene del edificio preexistente y que es resaltada.
Se introduce así una palabra o concepto en las cuestiones que constituyen algo que
se presenta nuevamente en cada rehabilitación, en la una unión entre los estratos de lo que
preexiste y lo que se introduce con cada intervención. Éste es el de relación, con distintos as-
pectos e historias de las edificaciones preexistentes que ocuparon el mismo solar en diferentes
momentos, como aquello que preexiste a la obra de rehabilitación, teniendo en cuenta que el
concepto al que remite la palabra es esa reiteración que establece una unión entre al menos dos
cosas, por algo que es llevado otra vez. Es decir, la proyección de esos aspectos preexistentes
condensados en la rehabilitación.
La posibilidad de un espacio de proyectarse hacia una y múltiples historias, de condensar
en él un espacio actual otros tantos, de pertenecer a su tiempo, pero también de verse cargado
de una densidad otorgada por otros, es un recurso en el mundo del arte. Así aparece en la
literatura en una obra que coincidentemente es mencionada por Enric Miralles en oportunidad
de un encuentro en el que es entrevistado. Se trata de la novela “La Vida Instrucciones de Uso”,
del escritor francés George Perec (1992 [1978]).
“La Vida Instrucciones de Uso” describe cómo diferentes historias se entrelazan a manera
de fragmentos, como piezas del arte del puzzle que se corresponden con las habitaciones de
una casa parisina de la calle Simon-Crubellier. Capítulo a capítulo, las piezas, portadoras de una
indicación sobre sus inquilinos, sobre los objetos, las acciones, los recuerdos, las sensaciones y
la fantasmagoría, cobran un carácter legible, van revelando, como conjunto, su sentido (Perec,
1992 [1978]).
Esta característica de proyección de los espacios, (como en la literatura el contar una y
múltiples historias), también pertenece a la pintura y especialmente a ciertas obras que relatan
acontecimientos históricos del pasado. Desde Leonardo en la última cena a los retratos grupales
holandeses o el realismo de la pintura de Repin, ejemplifican cómo dentro de una misma obra, por
encima del sentido otorgado por la estructura del conjunto, cada uno de sus distintos personajes
bien podrían contar otras historias particulares como si se tratase de pequeños retratos. Es una
la historia que se cuenta con la obra, pero también son las otras. Están ahí, latentes, aunque
por decisión del pintor sus personajes hayan optado por ocultar su historia individual en pos
del acontecimiento principal que narran, del conjunto y su estructura de relación, otorgando
así un halo de misterio.
38−−−−39
Por otro lado puede decirse que eso que en cada uno de los casos va de lo que preexiste
a la obra rehabilitada es una continuación de esas características aunque de un modo indirecto.
Se reitera en el modo de ocupar el solar, de configurar en él cada uno de los espacios o en el
cómo se articulan en el Mercado, en el ritmo de las subdivisiones de las edificaciones de origen
medieval en el Ayuntamiento; en Mercaders se reitera en la disposición espacial en torno a un
patio central, y, en la escuela, en mantener cierta organización y carácter de los espacios. Es
decir, teniendo en cuenta que en cada una continua un aspecto en la obra rehabilitada que le
viene dado de lo que preexiste.
Así se introduce otra palabra o concepto en lo que de alguna forma es llevado otra vez
en cada caso, teniendo en cuenta la cualidad característica de no ser interrumpido. Es decir,
contra la mera superposición de unas y otras edificaciones que supone aquello que preexiste
en el pasado, o su reproducción literal, la continuidad de unas en otras en el presente de cada
obra en la novedad. Esto es la duración que representa esa relación con aquello que preexiste
a la obra de rehabilitación como continuidad, en el cambio.
La segunda de las impresiones emergentes de las obras tiene que ver con que lo que es
llevado otra vez en cada una, es también cierto conjunto de sensaciones afines a lo que pre-
existe a ellas. Para lo cual en cada caso, evidentemente, se contemplan las fuerzas propias de
la singularidad de esos lugares. También existe en esa relación que pone en conexión la obra de
rehabilitación con lo que preexiste a ella, cierta memoria del tipo material más que histórica, una
memoria que se evidencia en ciertas relaciones características que se mantienen como tendencia
Emergentes de la obra de rehabilitación
y que determinan que se conservan determinados aspectos en el cambio.
La tercera de las impresiones emergentes de las obras a rescatar tiene que ver con la
relación expresiva que presentan los elementos preexistentes y los que se introducen con la re-
habilitación en las obras al presentarse espaciados. En el mismo sentido, también con la forma
que determinan en conjunto teniendo en cuenta el cambio producido por la intervención. Una
forma en la que algunos de los elementos parecen estructurar esa relación que se establece
entre ellos. Es decir, estructurar a los elementos que se presentan en cada caso como parte de
lo que preexiste o lo que es introducido por la rehabilitación.
La cuarta de las impresiones emergentes parte del modo con el cual se presentan los
proyectos en cada caso. En todos, más allá de conformar o no un collage, se trata de una
composición cuya representación parece más que re-presentar. Asimismo está relacionada
C.1
con la presencia de algunos dibujos que denotan haber sido realizados a mano, en los cuales el
tratamiento de los elementos preexistentes y de los introducidos con la obra de rehabilitación
es igualitario y con que en todos existen elementos, sean fotografías o parte de los dibujos que
responden a la historia de los edificios.
En relación a las impresiones emergentes anteriores, puede decirse que los modos con
los cuales se presentan las obras dan cuenta de cierto proceso de proyecto interesado en lo
provisional, en lo aproximado más que en lo concluyente. Es decir, que dan cuenta del inicio de
un proceso que fuera a continuar. Es un modo que en cada presentación, respectivamente y a
su manera, evidencia que los elementos componentes son como marcas representativas de un
proceso más que de un resultado.
1.2. Conversaciones, memorias proyectuales y textos en relación
Por otro lado algunas conversaciones, las memorias proyectuales de las obras brevemente
descriptas y ciertos textos publicados de los proyectos, muestran y permiten ser planteados en
relación. En las conversaciones a propósito de Enric Miralles de Rafael Moneo 2 , en la que el
arquitecto describe la obsesión de Miralles por los libros. En este sentido se introduce una quinta
impresión emergente de esa apreciación, la de poner el foco en la sensibilidad de alguien cuyo
acervo cultural le permite pararse frente a las situaciones para tomar de ellas e interpretarlas
con una profundidad que escapa al menos a una común o superficial.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
En cuanto a memorias de los proyectos que muestran y permiten plantearlos en rela-
ción, se encuentran en el mismo orden dado por la descripción precedente de las obras, la de
la reforma del Mercado. En ella Miralles-Tagliabue plantean cuestiones fundamentales para
entender al proyecto. La primera respecto de lo que consideran el primer equívoco que es
2. Rafael Moneo a propósito de sus conversaciones con Enric Miralles. Ciclo Trespa de conferencias titulado
“Conversaciones con Enric Miralles: Rafael Moneo y Enrique Granel”. Fundación Enric Miralles. Barcelona, 28
noviembre de 2014.

hablar de lo nuevo y lo viejo. Para ellos la forma construida tiene una compleja relación con el
tiempo. En este sentido agregan que lo que ha conseguido llegar a la actualidad es útil, actual y
contemporáneo. También que la superposición de los distintos momentos en el tiempo ofrece
el espectáculo de las posibilidades. (Miralles-Tagliabue, 2005 [2000])
En el caso de la memoria proyectual del Ayuntamiento, Miralles-Tagliabue describen
entre otras características relacionadas al proyecto, la intención de redescubrir el valor de las
salas interiores del edificio monumental neoclásico, principalmente el de origen medieval. Ade-
más, mencionan la intención de volver a la idea de un edificio municipal como conglomerado
de diferentes edificios urbanos, manteniendo la relación de escala con las casas a ambos lados
de la calle. (Miralles-Tagliabue, 2005 [2000])
En la memoria proyectual que explica lo realizado en el Piso de la calle Mercaders,
Miralles-Tagliabue explican el trabajo de descubrimiento de la intensidad del uso de la cons-
trucción; de los mismos muros y suelos que son usados y reusados desde la época medieval.
En este sentido plantean el aprendizaje que les significó convivir con una estructura dada, de
la experiencia de volver a habitar otra vez los mismos lugares, algo sobre lo cual mencionan
también en la descripción respecto del proyecto del Mercado. (Miralles-Tagliabue, 2005 [2000])
Por último, en el caso de la memoria proyectual que corresponde a la Escuela, Miralles y
Pinós describen, entre otras cuestiones relacionadas al proyecto, cómo la planta baja actúa como
un porche exterior teniendo en cuenta las dimensiones que le faltan a la calle. En ese sentido
también refieren a las características del edificio original que le permiten realizar esa operación
40−−−−41
to históricamente comprometido, con el conocimiento implícito que esto lleva, con todas las
marcas de esa condición y el fatalismo de su situación, se está ante un edificio cuya presencia
expresa autoridad.
Sin embargo Enric Miralles, sea trabajando con Benedetta Tagliabue en las últimas obras
o con Carme Pinós en las primeras, parece actuar con una enorme libertad, sin dejarse intimidar
por la evidencia de esa, a veces, pesada carga histórica. Ante las huellas que contrariamente
pareciera buscar y la autoridad que expresan, se permite igualmente crear. Como si no importase
que intervenir el edificio exija demolerlo, modificarlo e insertar partes que deberá relacionar.
Como si conociese el modo de hacer que la obra exista por sí misma más allá de lo que fue.
El capítulo permitió describir brevemente cuatro de las obras de rehabilitación de Miralles
en el contexto de una descripción general a partir de lo cual se introdujeron las impresiones
emergentes de cada una. Además permitió obtener las impresiones emergentes relacionadas
a las conversaciones, memorias proyectuales y textos en relación, así como de los modos de
hacer en las obras de rehabilitación de edificios del arquitecto catalán. Éstas permitieron intro-
ducir parcialmente un concepto al que una y otra vez se hace alusión, el de trazar cierta línea
de aproximación afín a esas obras y esbozar algunos sus componentes como materia prima de
la investigación. Esto es, el de relación con lo que preexiste. Pero además, y por sobre todo
lo descripto en cada caso, sirve para introducir a un modo particular de relación como apro-
ximación desde la consideración de la duración. A partir de allí el planteamiento general de la
investigación que desarrolla la Tesis en el próximo capítulo.

Emergentes de la obra de rehabilitación

rescatando por sobre todo tanto la altura como la de la profundidad de la planta. Resaltan que sus
dimensiones son la mejor cualidad de la nave industrial de la fábrica. (Miralles-Pinós, 2005 [1987])
La sexta de las impresiones emergentes tiene que ver con las cuestiones planteadas en
las descripciones realizadas de las memorias de cada una. Concretamente con al menos dos
cuestiones comunes que permiten hilar esta familia de proyectos. Es una que de algún modo
se relaciona y con la que se vuelve a hacer hincapié en las dos primeras. Por un lado tiene que
ver con esa relación en la que algo es llevado otra vez con la rehabilitación, teniendo en cuenta
que en todas las memorias se señalan cualidades de relación que fundamentan las obras que
vienen de lo preexistente.
Por otro lado en lo que señalan puntualmente a propósito de la rehabilitación del Mer-
cado. Esto es sobre el equívoco de hablar de lo nuevo y lo viejo, de la compleja relación con el

C.1
tiempo y de lo útil, actual y contemporáneo de los elementos que han llegado a la actualidad.
Es decir, en cómo, con esa alusión, se plantea un modo de relación en la cual no existen partes,
o cuando menos no existen en el planteo de lo viejo y lo nuevo. Lo que habla además de la
cuestión del tiempo en especial como una forma diferente de entender una historia y un modo
de intervención particular.
Entre los textos que permiten ser planteados en relación se encuentra la entrevista
realizada a Miralles por Alejandro Zaera en el año 1995. Se trata de una entrevista que permite
comprender algunos de los aspectos más importantes de sus obras en general, pero eviden-
temente también de las de rehabilitación en particular. Además de cierto modo de proceder
característico en relación a ellas, que consecuentemente corresponden no sólo a toda su obra
sino particularmente a la de rehabilitación. Cuestiones que surgen concretamente, cuando le
preguntan acerca de la idea.
Entonces, Miralles responde una serie de cuestiones fundamentales que, una vez más,
remite a la primera impresión emergente. La primera de ellas, en razón de cambiar la palabra
idea por la de diálogo, conversación, contra lo que considera que es lo peor de un proyecto, que
es su carácter de imposición. También argumenta con la precisión que establece respecto de
cómo se construyen sus proyectos. Es decir, de una manera que hace que prefiera reemplazar
la palabra idea, dialogando con lo que existe en los contenidos comunes que ponen de acuerdo
estas cosas con otras. (Miralles, 2005 [1995])

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

1.3. Sobre los modos de hacer en las obras de rehabilitación de edificios en
contextos históricos de Enric Miralles

Posiblemente las descripciones precedentes no hayan sido suficientes para explicar las rela-
ciones que se plantean en este estudio, pero puede que una última consideración acabe por
hacerlo. Ésta, si bien tiene que ver en mayor medida con lo sentido al visitar las obras, parece
más oportuno terminar el presente capítulo con una última impresión acerca de los modos de
actuar de Miralles en estas circunstancias. Cuando uno se enfrenta a un edificio en un contex-
C­.2

42−−−−43
Considerando la descripción desarrollada anteriormen-
te, en este capítulo el objetivo radica en aprehender los
aspectos de obras de rehabilitación del arquitecto cata-
lán Enric Miralles en edificios implantados en contextos
urbanos históricamente comprometidos. Es por ello que
resulta pertinente la revisión de antecedentes vincula-
dos de cierto modo a tal cuestión, sirviendo aquella para
plantear las bases teóricas, el problema de investigación
y el modo de aproximación con el cual se ha de abordar
el tema elegido, aportando, entonces, a la construcción y
desarrollo del marco teórico-conceptual y metodológico
que posteriormente dará lugar a lo que constituye el es-
tudio de casos.

2.1. La relación con lo preexistente en la obra de rehabilitación de edificios

de Enric Miralles en contextos urbanos históricamente comprometidos

El tema en el que esta tesis indaga es la relación que se establece entre aquello que preexiste
en edificios situados en contextos urbanos de relevancia o valía histórica y las intervenciones
arquitectónicas de rehabilitación de los mismos realizadas por Enric Miralles en tales entornos.
En tal sentido esta investigación lleva a descubrir y comprender que se está vinculando el objeto
de estudio a una práctica proyectual de la conservación del patrimonio que profesa un modo
diferente, no paradigmático, de concebir la arquitectura, la historia, e incluso el tiempo.

2.2. Antecedentes

La tesis surge como una especie de continuidad o, antes bien, como un modo de emer-
gencia, de dos investigaciones previas que están constituidas como un primer precedente de
consideración. Se trata específicamente de los proyectos acreditados por la Secretaría General
de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste (SGCYT-UNNE): “Historia y Du-
ración. Dos nociones de Tiempo en las construcciones intelectuales, arquitectónicas, artísticas
y filosóficas 3” y “La construcción histórica y el mecanismo de suplantación de lo actual. Su
detección en los ámbitos de la Historiografía, la Enseñanza y la Arquitectura”.4

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

El primero de los estudios mencionados permite definir, desde la filosofía, las nociones
de tiempo en tanto cronología y duración, para luego identificarlas en diferentes obras y rea-

La relación con
lizaciones pertenecientes al pensamiento, al arte en general y a la arquitectura en particular.

aquello que preexiste

3. PI 002-2007 Res. 119/07 CS. Secretaría General de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste.
Directora Dra. Ángela Sánchez Negrette, Co-directora Mg. Anna Lancelle. (2007-2009).
4. PI 003-2009 Res. 1080/09 CS. Secretaría General de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordes-
te. Directora Dra. Ángela Sánchez Negrette, Co-directora Mg. Anna Lancelle. (2010-2013).

Abarca desde textos utilizados en los cursos regulares de historia y crítica de la arquitectura,
hasta obras pictóricas y ejemplos de arquitecturas tomadas como referencia en los talleres de
proyecto y a las experiencias didácticas de los mismos.
En el caso del segundo estudio, éste da cuenta del mecanismo de suplantación implícito
en cada una de las nociones y de su relación con las distintas expresiones analizadas. Según ello,
se trata de una misma operación; es decir, la de un mecanismo que suplanta lo actual por lo pa-
sado, de reemplazo de lo corporal por lo pensado, de lo concreto por lo abstracto, lo presentado
por lo re-presentado, de aquello que se está haciendo por lo que ya está hecho. De cambiar un
sentido puesto en el proceso del hacer por uno cuyo único fin es el de alcanzar un resultado.
Una vez descubierto el mecanismo, se avanza con su detección en los diferentes cuerpos
de análisis como la historiografía, la enseñanza y la arquitectura. Siendo este último el ámbito en
el cual se comienza a indagar en el desarrollo de un modo de abordaje del análisis de la obra que
no se circunscriba a apreciaciones de carácter lingüístico ni de lógica formal, sino que indague
en los procesos proyectuales y recursos concretos que permitan comprobar en cada caso la
contemporaneidad de soluciones espaciales en la historia de la arquitectura.
A partir de allí han surgido distintas exploraciones abocadas a detectar directa o indirec-
tamente esta sutil operación relativa al tiempo como consecuencia profunda, así como otras que
indagan en autores de interés y, por sobre todo, en las posibilidades que viabilicen alternativas
innovadoras ante cada problemática. Es así que, desde el planteo de un problema y la revisión
de un corpus teórico de referencia en primera instancia, se ha realizado un proceso exploratorio
por una parte y la profundización de los contenidos mediante seminarios afines por otra, para
concluir en la construcción del marco propio.
El tema de tesis puede situarse entre las márgenes de varios campos, con límites que en
algún punto se desdibujan, pudiendo pertenecer tanto a uno como a otro. No obstante, pueden
mencionarse, dado cierto orden de cosas, desde los antecedentes del tema, afines a la com-
prensión del tiempo, a la historia y a la arquitectura de un modo no tradicional, pasando por
los que guardan relación con la práctica vinculada a la conservación del patrimonio edificado,
hasta el estudio particular de las obras de Enric Miralles.
2.2.1. Una concepción transversal del tiempo, la historia y la arquitectura
Existen diversos autores que son válidos como referentes de la cuestión del tiempo con-
cebido de un modo no convencional. Entre los principales se encuentra el filósofo Henri Bergson
en textos como “Materia y memoria” (2006 [1896]), “La energía espiritual” (2012 [1919]), “La
evolución creadora” (2012 [1907]), “El pensamiento y lo moviente” (2013 [1934]), entre otros.
Bergson desarrolla en sus textos distintas cuestiones, pero una noción y un método subyacen a
través de toda su obra. Estos son la duración como forma de tiempo que se opone a un tiempo
homogéneo y la intuición como el método filosófico por el que aboga.
También puede indicarse la obra de Gilles Deleuze, (tanto individualmente, como junto a
Félix Guattari) la cual constituye un antecedente fundamental de inevitable relación, dados los
textos que se mencionan a continuación. “Proust y los signos” (1972 [1964]), un texto en que el
autor explica la noción de signo en la obra de Proust, de lo que significa interrogarlos vivazmente
en un aprendizaje continuo; “Spinoza y el problema de la expresión” (1999 [1968]), en donde el
filósofo desarrolla la idea de lo expresado como un término diferente al expresante y a la expresión;
“Diferencia y repetición” (2009 [1968]), un texto en el que contra la subordinación de la diferencia
a la identidad se construye otro modo, desarrollando los conceptos de diferencia y repetición.
Otro de los textos de referencia de Deleuze es “Mil mesetas” (2004 [1980]), en coautoría
con Félix Guattari, en el que los autores se ocupan, antes que de conceptos, de las cosas y su
circunstancia, y entre ellas, la que constituye el ritornello.5 También sus estudios sobre “El Cine
(I), La imagen movimiento” (1984 [1983]), en donde adentrándose en “Materia y memoria” de
Bergson desarrolla una de sus tesis en el estudio del cine, de la imagen-movimiento y su relación
con la imagen-tiempo. Así también “Francis Bacon. Lógica de la sensación” (2009 [1984]), texto
en el que da cuenta de una presencia, una sensación y una lógica de la sensación, la de la obra
de Francis Bacon, en el estudio de las fuerzas que la generan; y “¿Qué es la filosofía?” (1993
[1991]), en la que a propósito de la sensación expresarán la definición más cabal de qué es lo
que se conserva en el arte.
5. El ritornello es, según Deleuze (2004 [1980]), un conjunto de materias de expresión que trazan un territorio y
que se desarrollan en motivos territoriales, aunque en un sentido restringido se lo denomina así cuando está domi-
nado por el sonido.
44−−−−45
En cuanto a los autores que trataron la cuestión del tiempo en relación a la historia puede
mencionarse a Friedrich Nietzsche (2006 [1874]), en su “Segunda consideración intempestiva”.
En el texto, Nietzsche señala la necesidad de una historia útil al presente, a la vida y a la acción.
También, se encuentra Walter Benjamin, en sus “Tesis de filosofía de la historia” (2009 [1942]),
refiriéndose a la historia como redentora del pasado. De la misma forma, Benedetto Croce en
su “Teoría e historia de la Historiografía” (1953 [1915]), en la que aboga por una historia con-
temporánea, igualando historia de la historia e historia de la filosofía. Otro de los autores que
indagó sobre el tiempo como ritmo implícito en el mecanismo de la historia es Charles Péguy.
En “Clío. Diálogo entre la historia y el alma pagana” (2009 [1917]), se ponen en evidencia dos
ritos: el propio de la historia y el de la memoria, es decir, el de su propia alma pagana: la dura-
ción real. A la vez, se encuentra Giorgio Agamben, quien en textos como “Infancia e historia”
(2011 [1978]) hace hincapié en la incidencia de la experiencia del tiempo en cada cultura y
particularmente en la historia, señalando que es una cuestión devenida desde la antigüedad,
proponiendo a Kairós como el tiempo de la historia auténtica.
Por su parte, se encuentran los autores cuyas obras han sabido dar cuenta de otro modo
de concebir al tiempo a través de distintas expresiones artísticas, como, por ejemplo, la literatura.
En primer lugar Marcel Proust en su “En busca del tiempo perdido”, y particularmente en “Por
el camino de Swann” (2011 [1913]). En la novela el autor evidencia cómo se dilata el tiempo ante
una sensación que desborda a su protagonista, que lo lleva a emprender la búsqueda del tiempo
perdido. En segundo lugar, Thomas Mann en “La montaña mágica” (2002 [1924]), quien da cuenta
de cómo sus personajes perciben al tiempo de forma distinta a la imperante. Asimismo Jorge Luis
La relación con aquello que preexiste
Borges, en cuentos como “El Jardín de Senderos que se Bifurcan” o “El Milagro Secreto” (2012
[1943]), expone y propone otras formas de tiempo y las manifestaciones que de ellas derivan.
George Perec es otro escritor de referencia respecto de la temática del tiempo en novelas
como “La vida, instrucciones de uso” (1992 [1978]), y “Tentativa de agotamiento de un lugar parisino”
(2012 [1975]). En la primera de las obras, Perec construye un gigantesco puzle en donde coexisten
diferentes tiempos y espacios. En la segunda, muestra el inagotable potencial del espacio en el
que el tiempo es el hilo conductor que ofrece sus ritmos y continuidades en un infinito de posibles.
Mención aparte merece Mijaíl Bajtín. Se trata de un autor en cuyos trabajos se acerca
a la cuestión del tiempo en el estudio del arte en general y en el de la literatura en particular,
teniendo en cuenta principalmente una de las obras en las que fue estableciendo una serie de
C.2
categorías en las consideraciones que le permiten distinguir, según sostiene, “El autor y el héroe
en la actividad estética” (2000 [1979]).
En cuanto al modo de entender la arquitectura vinculada concepciones de tiempo se
encuentran una serie de textos del crítico e historiador Josep Quetglas compilados en “Artículos
de Ocasión” (2004), “Escritos Colegiales” (1997), y artículos publicados en varias ediciones de
la Revista de Arquitectura “El Croquis”. También los textos de Tony Díaz reunidos en “Tiempo
y arquitectura” (2009), en ensayos como: “Recuerdo y Proyecto” y “Notas sobre la Resonancia
Temporal en Arquitectura”.
En lo que refiere específicamente a la práctica de arquitectura vinculada a un modo no
lineal de comprender el tiempo cabe destacar algunos de los textos que acompañan el primer
libro que documenta las obras y proyectos de los arquitectos Eva Prats y Ricardo Flores, en
donde lo esencial radica en los modos de entender y hacer arquitectura. Se trata del libro titu-
lado “Pensado a Mano” (2014), y particularmente en el ensayo “La disciplina de lo existente”.
John Berger es otro de los autores de referencia como parte de los antecedentes, en
textos como el “Cuaderno de Bento” (2012 [2011]). Este imagina el cuaderno de dibujos y notas
que inspiraron al filósofo Bento de Spinoza en la escritura de su filosofía, cuaderno que se perdió
tras su muerte. Para ello utiliza el dibujo como imagina que lo hizo Spinoza en el origen de su
práctica filosófica. Una mirada que orienta a Berger en su búsqueda por conocer cómo pudo
haber sido el cuaderno de Bento, un dibujo que le sirve para captar las impresiones que, según
él entiende, pudieron haber inspirado su filosofía.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
2.2.2. La relación con lo que preexiste como práctica vinculada a la conservación del
Patrimonio: sobre lo nuevo y lo viejo
Los antecedentes de la práctica vinculada a la conservación del Patrimonio cuentan con
diversos aportes teóricos. Entre ellos pueden mencionarse los que van de John Ruskin a Eugène
Viollet le Duc, de Camilo Boito a Aldo Rossi, e incluso otros más actuales como Fernando Villa-
nueva Sandino, además de contar con las innumerables Cartas y Documentos afines redactados
desde las primeras décadas del siglo XX.

Los aportes muestran que, al día de hoy, existe cierto consenso al menos en cuanto a
algunos criterios sobre cómo intervenir en cada caso y de acuerdo a la categorización de lo
que preexiste. En este sentido Villanueva Sandino (1988), sostiene que debe entenderse que el
proyecto de intervención se inscribe en un proceso que no es el arranque ni el final de nada,
que no se trata de hacer una lección de historia aclarando todas las etapas del edificio, sino dar
una lectura. Una en la que, según dice, lo anterior que queda en el fondo, es el entramado que
da sentido a la obra completa.
Esta concepción de Villanueva Sandino es posterior y deriva de la postura de Aldo Rossi,
quien proponía conservar los monumentos en una estructura general, lo que dio lugar a lo que
se conoce como “ciudades superpuestas”. Surgieron así, contra las posturas arqueológicas que
primaban, los criterios arquitectónicos sobre la unidad del edificio como una visión que se impuso
sobre toda otra cuestión científica o didáctica anterior, no sólo a la de criterios arqueológicos
sino también a la consideración de las obras como forma aislada o el tratamiento escenográfico
del entorno de la ideología moderna. (Villanueva Sandino, 1988)
La concepción antes mencionada sucede, a su vez, a la restauración científica de Camilo
Boito, quien, en contra de la idea de reconstrucción, propone restaurar y consolidar diferen-
ciando lo nuevo de lo viejo. Esta visión es anterior a la de Rossi y a la de la ideología moderna,
aunque posterior a la postura del siglo XVIII de Viollet Le Duc, quien promovía la restauración
de un determinado monumento tal como debía haber sido, en contraposición con la John
Ruskin, que abogaba por la muerte digna de la arquitectura, a la que sólo se la debía cuidar.
(Villanueva Sandino, 1988)
Puede decirse que el tema no va más allá del siglo XVIII en occidente en lo que respecta
a la conservación del patrimonio. La relación con lo que preexiste en la rehabilitación de edificios
en contextos históricos aparece respecto de la intervención de esa obra en un entorno compro-
metido que es considerado como tal. Por lo tanto deviene del espíritu analítico y clasificatorio
de una Ilustración que sacraliza lo que sistematiza, convirtiéndolo en referencia histórica de
valor posicional.
Es posible afirmar que esto es consecuente con una concepción de la historia construida
en el sentido convencional. Esta cuestión atañe a dos campos; por un lado a una concepción
que puede considerarse como meramente técnica y por el otro a una de orden teórico. Sin
embargo existe algo que está cada vez más presente en la actualidad, un tercer campo ligado a
lo proyectual. Se trata de una evidentemente mayor vinculación con el proceso de creación en
la rehabilitación de edificios (Villanueva Sandino, 1988).
Ahora, detrás del aparente consenso actual del ámbito de la conservación del patrimonio
respecto de la intervención de edificios en contextos históricos, existe aún una diferencia de
posturas que dan cuenta de un problema que persiste. Este es, el de la relación entre lo que
preexiste y lo nuevo que resulta propio de la acción de intervenir. Esto, según Rojas (2012),
es conocido como el problema de la relación entre lo nuevo y lo viejo en el ámbito urbano o
también, según dice, de las preexistencias ambientales. Para la autora se trata de un problema
concebido en esos términos: entre lo nuevo y lo viejo, es decir, como una relación de partes
nuevas y partes viejas.
2.2.3. El estudio de las obras de Enric Miralles
Los antecedentes más estrechamente ligados al tema planteado teniendo en cuenta el
estudio de las obras de Enric Miralles están constituidos por dos textos en los que varios autores
tratan específicamente la cuestión del tiempo en la obra del arquitecto. En el primero de ellos,
Enric Miralles 1972-2000 (AAVV, 2011), se analizan sus obras proponiendo relaciones externas
bajo un hilo conductor que sirve a la revisión crítica de su trabajo. En el segundo, Arquitecturas
del Tiempo (AAVV, 1999), se rescatan proyectos y exposiciones de carácter temporal de Mira-
lles-Tagliabue junto a una entrevista en la que el arquitecto expone su forma de entender el tiempo.
Más allá de los antecedentes mencionados como parte del estudio de las obras de Enric
Miralles, existe una gran cantidad de publicaciones y tesis de referencia. Sin embargo, los en-
foques que presentan son diferentes al propuesto, por lo cual no constituyen un antecedente
directo. Por otro lado, también pueden mencionarse los escritos, ensayos y conversaciones del
propio arquitecto quien refirió al tema más allá de su obra, directa o indirectamente, en varias
ocasiones; la mayoría de las veces a propósito de entrevistas y memorias proyectuales.6
6. Éstas forman parte de publicaciones y de registros personales de los archivos de la Fundación Enric Miralles,
Barcelona, España.
46−−−−47
Aparece allí por ejemplo, la memoria de proyecto del Mercado de Santa Caterina en la
cual el arquitecto deja expuesto un posicionamiento fundamental que puede constituirse en un
punto de partida, teniendo en cuenta lo que dice a propósito de la incapacidad del planeamien-
to existente de gestionar la complejidad de la situación de Ciutat Vella, el centro histórico de
Barcelona donde se encuentra emplazada la obra.
Miralles sostiene entonces que el primer equívoco es hablar de lo nuevo y lo viejo. Para
él, la forma construida tiene una compleja relación con el tiempo, en la que el proyecto no debe
insistir en un momento concreto sino instalarse en él. Que lo que ha conseguido llegar a hasta
hoy es actual, útil, contemporáneo; y además permite volver hacia atrás en el tiempo para seguir
adelante. (Miralles, 2005 [2000])
Además, él entiende como el segundo equívoco al derribo como la única forma de
solucionar los problemas. Sostiene una posición más bien contraria, en donde promueve usar
y volver a usar las cosas. Son posturas, tanto ésta como la anterior, surgidas de haber experi-
mentado en su casa del piso de la calle Mercaders algo parecido a habitar otra vez, según dice,
los mismos lugares.
En cuanto a su posición frente a lo que implica solamente conservar, el arquitecto deja
en claro que, para él, las nuevas construcciones se deben sobreponer con las existentes, mez-
clarse, confundirse hasta hacer aparecer el lugar en sus mejores cualidades. A partir de esta
visión le resulta lógico el uso de determinados términos, como, por ejemplo, conglomerado,
híbrido, etc. (Miralles, 2005 [2000])
La relación con aquello que preexiste
2.3. Bases teóricas para el estudio
Hay que desarrollar una cierta paciencia para entrar en una filosofía no determinista,
hay que encontrar las imágenes, hay que retorcer las palabras, hay que apelar a algo
más que a la inteligencia. (Maite Larrauri, 2015: pp. 24)
El estudio de la relación que se establece entre lo que preexiste y lo que se introduce
con la obra de rehabilitación de edificios que ha realizado Enric Miralles en contextos urbanos
C.2
históricamente comprometidos puede ciertamente encararse de distintos modos. En este caso,
no fue sino hasta revisar los antecedentes y comprender la imposibilidad de su estudio como
partes nuevas y viejas durante el proceso exploratorio, cuando se comprendieron ciertas nociones
afines para la construcción de las bases teóricas del marco. En este sentido Gilles Deleuze (1984
[1983]), al ocuparse de sus estudios sobre el cine (I) retomando la filosofía de Bergson, dice:
Es sabido que la relación entre dos cosas no puede ser reducida a un atributo de una
cosa o de la otra, y tampoco a un atributo del conjunto. En cambio, sigue intacta la
posibilidad de referir las relaciones a un todo si se concibe a este todo como un -conti-
nuo- y no como un conjunto dado. (pp. 24)
Por ello estudiar la relación mencionada tampoco podría reducirse a un atributo de lo que
preexiste, o de lo que se inserta y constituye la obra en ese tipo de entornos comprometidos, ni
como conjunto. En cambio, según el autor, sigue intacta la posibilidad de referir a las relaciones
entre dos cosas. En este sentido lo preexistente y lo que se inserta, es decir, la propia obra de
rehabilitación de edificios en contextos históricos, serán un todo si se los conciben como un
-continuo- y no como un conjunto dado de cosas. Continúa Deleuze (1984 [1983]):
Las relaciones no pertenecen a los objetos, sino al todo, a condición de no confundirlo
con un conjunto cerrado de objetos. Por obra del movimiento en el espacio, los objetos
de un conjunto cambian de posiciones respectivas. Pero, por obra de las relaciones, el
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
todo se transforma y cambia de cualidad. De la duración misma o del tiempo, podemos
decir que es el todo de las relaciones. (pp. 24)
Así, las relaciones no pertenecen a los objetos, sean éstas lo preexistente o lo que se
inserta que aparece con o a partir de la rehabilitación como conjunto, sino que pertenecen al
todo a condición de no confundirlo con un conjunto cerrado de objetos como lo serían en tanto
partes. Que es por obra del movimiento en el espacio, que los objetos de un conjunto, en este
caso, las partes, lo que se ha de mantener o demoler en la intervención de rehabilitación etc.,

que cambian de posiciones respectivas, como cuando se denota el movimiento que va de un
punto al otro, de las preexistencias a la obra del autor, en este caso el edificio en el contexto
histórico como medio y no necesariamente entre ambos.
Pero si es justamente por obra de las relaciones, que ese todo se transforma y cambia de
cualidad. Y si de la duración misma o del tiempo puede decirse que es el todo de las relaciones,
se puede estudiar la relación con aquello que prexiste a la obra de rehabilitación del arquitecto
catalán de Enric Miralles en tanto la consideración de su temporalidad en esos términos. Pero,
¿Qué duración?
A través de su obra, Henri Bergson (1859-1941), ha explicitado los instrumentos necesarios
para comprender el tiempo, desde su dimensión vital: la duración. Pero es particularmente en
su libro de 1934: “El Pensamiento y lo moviente” en donde dejará expresada, a este entender,
su teoría del tiempo o duración.
La duración como forma de tiempo es, según Bergson, el tiempo de lo que se hace e
incluso el que hace que todo se haga. Para él existe una distinción entre la línea que es lo com-
pletamente hecho y el tiempo como duración que es justamente lo que se hace y lo que hace
que todo se haga. Que esta distinción viene dada, según sostiene, por el hecho de que cuando
se habla del tiempo, se piensa en la medida y no en la duración misma. Se trata, siguiendo al
autor, de la duración que la ciencia elimina, que es difícil concebir y expresar, pero que se la
siente y se la vive. (Bergson, 2013 [1934])
Dicho esto, continúa Bergson (2013 [1934]):
Es imposible fijarla exactamente; es algo demasiado fluctuante. Mi presente, en este
momento, es la frase que pronuncio. Pero es así porque me place limitar a mi frase el
campo de mi atención. Esta atención es cosa que puede alargarse y reducirse, como el
intervalo entre las dos puntas de un compás. Por el momento las dos puntas se separan
justamente lo bastante para ir del comienzo al fin de mi frase; pero si se me antoja ale-
jarlas más, mi presente abrazará, además de mi última frase, aquella que la precedía:
habría bastado adoptar otra puntuación. (pp. 125)
Entonces con respecto a la pregunta acerca de la duración que, en los términos concretos
de la obra de Enric Miralles en la rehabilitación de edificios en los contextos mencionados, se
traduce en una relación con lo que preexiste en la que no se pueda hablar de lo nuevo y lo viejo,
en donde resulta imposible fijar con exactitud estos dos polos, que termina resultando dema-
siado fluctuante. Una relación en la cual la forma construida tiene una compleja relación con
el tiempo en un presente cuyo campo de atención se alarga, abrazando una y otra vez aquello
que le precedía en el continuo de una obra que se construye y se moldea sobre sí misma y sobre
un entorno que incide en ella, como ella misma lo hace en el entorno que está completando.
Esto es, lo que le permite a Bergson llegar a concluir que la distinción que se hace entre
el presente y el pasado es si acaso no arbitraria, por lo menos relativa a la extensión que puede
abarcar nuestra atención a los intereses útiles de la vida. Lo que se denomina presente es lo que
coincide con el campo de atención actual. Por tanto, todo aquello que deja de interesar para la
acción, cae irremediablemente en lo que se denomina pasado. Sin embargo, sostiene también que
la atención puede relajarse de tal modo que pueda independizarse de los fines prácticos. Dice:
Desde entonces nada nos impide llevar tan lejos como sea posible, hacia atrás, la línea
de separación entre nuestro presente y nuestro pasado. Una atención a la vida que fuera
suficientemente fuerte y suficientemente desprendida de todo interés práctico, abrazaría
así en un presente indiviso la entera historia pasada de la persona consciente… (Bergson,
2013 [1934]: pp. 125)
Esta consideración acerca de la duración llevada a las preexistencias de la obras de
rehabilitación comprendería así el proceso de construcción, considerando que lo que ha con-
seguido llegar hasta hoy es actual; y se revela en un vasto presente de partes que tienen un
sentido y que, sin ser puntos de referencia, son tratadas de un modo igualitario. Un conjunto
tan heterogéneo como unánime, singular y numeroso a la vez, atravesado irregularmente hasta
lo más profundo, que abraza el todo que precede como inclinación en cuanto lo transforma.
Continúa Deleuze (1984 [1983]):
El todo es, por consiguiente, como el hilo que atraviesa los conjuntos dando a cada
uno la posibilidad, necesariamente realizada, de comunicarse con otro, al infinito. Así,
48−−−−49
el todo es lo abierto, y remite al tiempo o incluso al espíritu más bien que a la materia
y al espacio. Sea cual fuere la relación que mantengan, no se confundirá entonces el
prolongamiento de los conjuntos unos en los otros, con la apertura del todo que pasa
en cada uno. (pp. 34)
El todo es, siguiendo al autor, lo que atraviesa los conjuntos para dar a cada objeto la
posibilidad de comunicarse con lo otro, hasta al infinito. Es, dado el objeto de estudio, lo que
atraviesa el conjunto de lo que preexiste y lo que aparece con o a partir de la rehabilitación que
da a cada uno la posibilidad de comunicarse con lo otro. Sin embargo, este hilo, su duración
y en tanto también, su relación, no puede, captarse directamente. En este sentido sostiene, al
avanzar en sus estudios sobre el cine, en el montaje:
Ese tiempo o esa duración, no parece poder captarse sino indirectamente, en relación
con las imágenes-movimiento que lo expresan. El montaje es esa operación que recae
sobre las imágenes movimiento para desprender de ellas el todo, la idea, es decir, la
imagen del tiempo. Imagen necesariamente indirecta, por cuanto se la infiere de las
imágenes-movimiento y sus relaciones. (Deleuze, 1984 [1983]: pp. 51)
Así que si ese tiempo o duración, no parece poder captarse sino indirectamente en
relación con las imágenes-movimiento que lo expresan, tampoco el estudio de la relación de
lo que preexiste con la intervención de rehabilitación de edificios por parte de Miralles puede
La relación con aquello que preexiste
captarse de un modo directo. Planteada la analogía de los estudios de Deleuze con la filosofía
de Bergson, y con esta investigación, se toma el camino posible.
La noción de duración como mirada teórica es, como el montaje al cine, es la operación
que, según las palabras del autor, recae sobre las imágenes-movimiento para desprender de
ellas el todo, la idea, es decir, la imagen del tiempo. Lo que conlleva a desagregar dimensiones
o aspectos que lo expresen. Estos aspectos como dimensiones a desagregar serán también, bajo
la mirada teórica bergsoniana, como lo es la imagen en el cine para Deleuze, necesariamente
indirectas. No obstante lo cual, serán su expresión.
2.4. El problema
C.2
Es sabido que, dado un estado de cosas, la arquitectura tiene como consecuencia la alteración
del lugar en el cual ella se produce. Origina una alteración a partir de su inserción y también es
ella misma una variante, un cambio. En este sentido, la variante que ella constituye e introduce
provoca el cambio que justamente es consecuencia, que es modificación de aquella condición
preexistente en el lugar donde es producida. A partir de esta aparición de la arquitectura, ese
territorio, por pequeño o grande que sea, resulta en uno diferente, nuevo. Entendido de este
modo, consiste en el inicio de una permanente trasformación (Quetglas, 2014).
De allí que el lugar en donde se produce la arquitectura resulte distinto a partir de su
intervención, se trate de un entorno construido o de uno natural el que se transforma. Con lo cual,
producir arquitectura, por más imperceptible que ella sea, equivale definitivamente a irrumpir
en el entorno, a intervenir para transformarlo. Se introduce así un concepto, el de intervenir. Se
trata de un verbo que según el contexto en el que se lo utilice puede tener distintos significados.
En su acepción habitual la palabra puede remitir tanto a tomar parte en un asunto o situación
como al interponerse con autoridad, o puede referir tanto al acaecer de algo previsto como a
interceder o mediar, e incluso a operar quirúrgicamente (RAE).
En el ámbito de la arquitectura y específicamente en el de la conservación del patrimonio
arquitectónico, que es el campo en el que se la utiliza frecuentemente, la palabra no escapa a la
polisemia. Comprende, a título enunciativo, las acciones de restauración y rehabilitación, entre
otras que se incluyen en estas como la recuperación, la demolición, la subdivisión, entre otras.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
De allí que existen diversos tipos de intervenciones arquitectónicas. Ahora bien, intervenir en un
entorno construido difiere de hacerlo en uno natural teniendo en cuenta que el primero consiste
en un legado material y, por lo tanto, cultural.
Un legado material construido en un contexto históricamente comprometido puede no
tener declaratoria patrimonial pero, aun así, forma parte de un devenir no reciente, y sus valo-
res bien podrían ser considerados patrimoniales sobre todo sí los consideramos dentro de una
concepción más amplia, como ser la teoría de la conservación que ha avanzado en cuanto a la
consideración del patrimonio como una dimensión mayor que contiene sus partes constitutivas.

Esta dimensión de lo patrimonial promueve entenderlo ya no de forma aislada o siquiera en
relación a un entorno próximo, sino desde la misma ciudad como lo construido, desde la ciudad
como patrimonio (Gnemmi, 2004).
Esta consideración reformula el ámbito de actuación de la conservación del patri-
monio arquitectónico, pues si se reconociese que la dimensión del patrimonio es la ciudad,
se modificarían los criterios de actuación en ella, puesto que no se trataría necesariamente
de una cuestión de especificidad. Ciertamente, se estaría ante la necesidad de ampliación y
transformación del oficio de la arquitectura tradicional, ante una búsqueda de actuaciones
híbridas que valoren fragmentos preexistentes que se articulen con decisiones contemporá-
neas (Fernández, 2007).
Cuando se interviene en un legado material, la intervención busca alterar el proceso de
envejecimiento u obsolescencia que le es propio a la materia, se busca evitar, en otras palabras,
que un edificio comience a morir. Entonces, se hace necesario realizar una alteración que ge-
nere un cambio cualitativo con el fin de revertir tal situación. Abrirlo, rasgarlo con vida aunque
después vuelva o no, inevitablemente, a cerrarse para continuar su duración.
Esta intervención está en tanto no sólo atada al proceso de envejecimiento que le es
propio a la materia desde lo físico, sino también al peso de una memoria histórico-material.
Sin embargo es importante tener presente que, en cuanto a la consideración de obras de valor
patrimonial, ha sido frecuente la valoración de determinados méritos formales o netamente
históricos por sobre otros. Esta situación, en algunos casos resultó en el desconocimiento y la
incomprensión del significado global de la obra. (Waisman, 1995)
Para producir una alteración que genere un cambio cualitativo se tienen diversas formas
de intervención según ese legado material, sea éste más o menos cualificado, se trate tanto de
un edificio en un contexto histórico o se trate de que el mismo contexto sea el medio cualificado
que ha sido legado. Entre las formas de alteración o intervención se encuentran la de restaura-
ción, la de rehabilitación y la de inserción de obra en solares no ocupados o que en ese contexto
comprometido son producto de la demolición.
En la intervención de restauración está implícito un valor histórico, arquitectónico o social
que supone la conservación o restitución de las características que hacen a la valoración de
un edificio o de un conjunto de ellos en el caso de un contexto. Razón por la cual se encuentra
regulada por una investigación histórico-científico-técnica rigurosa que la guía en la conser-
vación o restitución de la materia que conforma la obra ya sea en tanto referencia histórica,7
arquitectónica o social, pero antes bien, materia que es soporte de sensación más que mera
referencia histórica con valor posicional.8
En la rehabilitación e inserción de obras en solares no ocupados o que son producto de
la demolición pero que se sitúan en contextos históricamente comprometidos, en cambio, este
valor no está planteado en esos términos. Cuando menos no está como condición indispensa-
ble. Entonces, se trata de salvaguardar el edificio o el contexto históricamente comprometido
asignándole nuevos programas o adaptándolo a las condiciones que sus funciones requieren,
pero sin la regulación que la guía en los casos de restauración.
En ambos casos, la intervención es necesaria. Es decir, que si bien se dice que por de-
finición una obra tiene voluntad de permanencia (AAVV, 1988), ella tiene una duración que se
corresponde con su soporte material y con un programa al que se responde como respuesta
funcional, y en cuya intervención se modifica. Esta alteración que se introduce hace que el me-
dio, ya sea de un edificio, de un conjunto de ellos como en el caso de un contexto histórico o la
inserción de obra en solares no ocupados, pase a estar constituido por partes.
7. Sin embargo, en este sentido sostiene Deleuze (1993 [1991]):
(…) y por muy grande que sea el interés del artista por la ciencia, jamás un compuesto de sensaciones se
confundirá con las –mezclas- del material que la ciencia determina en los estados de cosas, como eminen-
temente pone de manifiesto la –mezcla óptica- de los impresionistas. (pp. 168)
8. ¿No está acaso el intervenir, más aún aquel que es tendiente a conservar, sometido a la misma ley de creación
por la cual el arte se conserva sosteniéndose a sí mismo? Sostiene Deleuze (1993 [1991]):
El artista crea bloques de perceptos y afectos, pero la única ley de la creación consiste en que el compuesto
se sostenga por sí mismo. Que el artista se sostenga en pie por sí mismo es lo más difícil. Se requiere a veces
una gran dosis de inverosimilitud geométrica, de imperfección física, de anomalía orgánica, desde la pers-
pectiva de un modelo supuesto, desde la perspectiva de las percepciones y de las afecciones experimenta-
das, pero estos errores sublimes acceden a la necesidad del arte si son los medios internos de sostenerse en
pie (o sentado, o tumbado).(…) Sostenerse en pie por sí mismo no es tener un arriba y un abajo, no es estar
derecho (pues hasta las casas se tambalean y se inclinan), sino únicamente es el acto mediante el cual el
compuesto de sensaciones creado se conserva en sí mismo. (pp. 165)
50−−−−51
Estas partes se constituyen de lo original que preexiste, esto es, esa realidad construida,
huellas materiales de lo que precede conformando la estructura que se instala como actual,
presente, pero en la que cada una pertenece, a su vez, a otras. Es decir, que cuando se desgarra
el velo que yace sobre lo superficial, se evidencia la superposición de otros estratos los cuales
devienen en movimiento y transformación en el cambio que es casi naturalmente producto del
paso del tiempo y de su permanente mutación. Asimismo se produce una constitución a través
de lo que es producto de la intervención de rehabilitación.
Cualquier intervención arquitectónica podría ignorar toda esa realidad construida que
preexiste sustituyendo, oclusionando, terminando de segar, así, la vida del edificio o contexto
que está alterando. Pero también podría establecer mínimamente un cierto tipo de relación
entre lo preexistente y lo que viene a generar una alteración. Ahora, ¿de qué se trata cuando
se menciona el término “relación”? Sería útil recordar su definición.9 Una definición genérica,
como la que puede ofrecer RAE, indica que una relación es la exposición que se hace de un
hecho. Una segunda acepción, que pareciera ser más afín, dice que es una conexión, que es
la correspondencia de algo con otra cosa. Es por ello que relacionar refiere, en su segunda
acepción, al establecimiento de una conexión entre personas, cosas, ideas o hechos.
Por otra parte resulta pertinente recordar el origen de la palabra, que viene del latín
relatio. Está formada con el prefijo re que indica reiteración, la raíz latina que habla de llevar
algo, y el sufijo tio que como ción atañe a la acción y el efecto. En suma, sería la acción y el
efecto de llevar algo otra vez. Ese algo se sugiere que es lo propio de una cosa a otra10. De
ahí que, siguiendo el desarrollo, la etimología demuestre que, por sus componentes latinos,
La relación con aquello que preexiste
relacionar implica establecer una unión de una cosa con otra.11 Establecer mínimamente una
relación requiere así producir una alteración atenta a los vestigios que han conseguido llegar
hasta formar parte de esa realidad construida que preexiste y que conforma la estructura
actual, pero que es también algo nuevo.
Para ello, los criterios que distinguen los tipos de intervención, principalmente en lo que
refiere a restauración y rehabilitación, establecen también una importante diferenciación en la
correspondencia de las partes, de lo que se lleva de una cosa a otra, de ese conocimiento que
deviene de lo preexistente a lo nuevo. Mientras que en caso de la restauración, puede decirse
que la relación que se establece está resuelta de manera transcendente,12 es decir, ajena y
determinada exteriormente, en la rehabilitación, no lo está.
C.2
En los casos de restauración, salvando cierta adaptación funcional, se debe conservar
o restituir el valor del bien en cuestión. Para ello existen innumerables cartas que hacen que
su relación esté práctica o técnicamente resuelta desde recomendaciones.13
Sin embargo, tanto en la rehabilitación de edificios o conjuntos como en la inserción
de obra en contextos históricos queda relativamente a criterio de quien interviene o, en última
instancia, de las normativas generales que puedan regir localmente. Por ello tienen implícito un
9. La filosofía se ha ocupado del tema, desde Aristóteles, Santo Tomás y los escolásticos, a ciertos filósofos con-
temporáneos, algunos de los cuales se hará referencia más adelante.
10. Etimología de relación (s.f.), http://etimologias.dechile.net/?relacio.n
11. Radicación de la palabra Relacionar (s.f.), http://etimologias.dechile.net/?relacionar
12. Se entiende por trascendencia a aquello que es totalmente ajeno a la experiencia, es decir, que es exterior. En
este sentido Deleuze (1989 [1988]), señala a propósito de la filosofía de Châtelet:
En nuestra jerga de filósofos, a un principio planteado a la vez como fuente de toda explicación y como
realidad superior, lo llamamos trascendencia… (pp. 6)
13. Las recomendaciones establecen límites que son necesarios, que diferencian las intervenciones de restauración
de las de rehabilitación. Cada edificio en su contexto, cada intervención que pretenda actuar en ellos tiene, antes
que nada, sus límites. Son en tanto están definidos. Sin embargo, no es menos cierto que, también y a partir de allí,
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
pueden ser mucho más que eso. Pueden ser definidos por una relación más que por un límite, aunque ella siendo
necesaria igualmente la incluya. Aún a riesgo que resulte en actuaciones cada vez más híbridas, pero auténticas.
Inmanentes a su propia historia material. Definidas, en el marco de una visión más amplia, en un contexto de coo-
peración entre lo que preexiste y lo que resulta propio del intervenir, por una relación en cada caso.
Cierto es que en la mayoría de las ciudades no existe una cultura de la rehabilitación, menos aún de la rela-
ción de la intervención con lo preexistente. El problema, evidentemente, es concebido en términos de demolición
y restauración, de lo nuevo y lo viejo. Se tienen edificios o conjuntos aislados muy cuidadosamente catalogados
y restaurados, o por no haber sido catalogados son mayormente demolidos. No existe, salvo pocas excepciones,
una zona gris. Cuando aparecen, son muy variadas. Llevan la misma lógica no sólo de partes sino de desigualdad.
Cuesta entender al problema en otros términos, tampoco los edificios las explican. Menos puede esperarse de las
recomendaciones propuestas sobre qué hacer con ellos, por la abstracción que, en tanto ajenas, suponen.

desafío mayor, puesto que a diferencia de las primeras, deben establecer relaciones inmanen-
tes.14 Ante este desafío, ¿cómo establecer una relación con lo que preexiste en la rehabilitación
de edificios en contextos históricos?, ¿qué podría aportar la obra de Enric Miralles en el ámbito
de la conservación del patrimonio a esta relación?
2.4.1. Objeto de estudio
El fenómeno de interés que surge de las emergentes descriptas inicialmente y sobre
el que se quiere construir conocimiento es la relación que se establece con aquello que pre-
existe en la rehabilitación de edificios de Enric Miralles en contextos urbanos históricamente
comprometidos. Una relación que no se concibe como partes nuevas y viejas sino de un todo
continuo e indiviso.
2.4.2. Delimitación
Los límites del objeto de estudio están dados por el ámbito de su actuación en rehabili-
tación, que es el de los centros históricos europeos entre los años 1980 y 2000, en los cuales
lo que preexiste y lo que se inserta son mucho más que partes nuevas y viejas. En este sentido
no se trata de hallar la huella como estilo del autor, aunque quizás se encuentren ciertos rasgos
de alguna.
Cada relación es antes que nada propia de la obra y del proceso inmanente a su hacer.
Pero puede ser que en el fondo de cada una de ellas y de ese hacer se encuentre lo mismo.
A fin de cuentas, desde cierta perspectiva particular, puede ser que cada relación de la obra
con lo que preexiste en un contexto particular, en el proceso propio de su hacer, formule a su
manera un mismo modo, más allá de las variantes que puedan presentarse. Un modo, que en
el conjunto de los casos que se proponen, desde la mirada teórica esbozada, cobre un sentido
global que pueda aportar o cuando menos ampliar los límites de un concepto en un ámbito
particular y establecer algunos de sus aspectos como forma de aproximación posible para
abordar el problema.
2.4.3. Justificación
¿Una tesis sobre la relación entre lo que preexiste y las obras de rehabilitación de un
arquitecto en edificios dentro de contextos urbanos de relevancia histórica?
Es posible que si a varios arquitectos de diversos orígenes se les solicitase intervenir un
mismo edificio en un contexto históricamente comprometido para rehabilitarlo, cada uno de
ellos propondría intervenirlo y establecer relaciones de un modo muy diferente. Seguramente
propondrían intervenciones y relaciones distintas unas de otras. Probablemente lo harían teniendo
en cuenta no sólo lo que preexiste y el medio sino también el lugar al que cada uno pertenece y
sus relaciones particulares. Cada uno proyectaría una relación de acuerdo a su propia historia
cultural personal con ese lugar, acorde a cómo supo moldear su visión y su idea del mundo.
Pueden llegar a ser, entonces, cuantiosas e inabarcables las visiones y posiciones posibles
de arquitectos susceptibles de estudiar un problema de estas características. Sin embargo, no
ha sido sino hasta que se analizaron las intervenciones de rehabilitación del arquitecto catalán
Enric Miralles, pudiéndose obtener así impresiones de sus obras y sus modos de hacer, que
se ha comprendido que es el estudio de su práctica específica en esta materia la que puede
aportar una visión renovada al ámbito del patrimonio en la rehabilitación de edificios en con-
textos urbanos históricos.
En este sentido cierto es que se trata particularmente de una relación que se da en las
obras de rehabilitación de un arquitecto individual, en un contexto singular (el de los centros
históricos europeos), y en un periodo definido (el de su obrar). Cierto es también que el accio-
nar humano debajo de la figura del arquitecto, lejos de ser objetivo, incluye la influencia de su
matriz psicológica y emocional, y, por lo tanto, lo que específicamente él experimenta y desea
como arquitecto.
14. Asumiendo que inmanente es aquello necesariamente unido a la experiencia y que en ningún caso es ajeno a ella.
Deleuze (1989 [1988]), señala a propósito de la filosofía de Châtelet:
La inmanencia, el campo de la inmanencia, consiste en una relación potencia-acto. Las dos nociones sólo
existen en correlación, son inseparables». (pp. 7)
52−−−−53
De todos modos, no se trata de la relación que se propone en las de obras de un ar-
quitecto cualquiera. Se trata de uno cuya experiencia es lo suficientemente rica, ya que recibió
encargos para rehabilitar edificios en contextos históricos de un valor excepcional. Un arqui-
tecto que además aborda las cuestiones del tiempo, el envejecimiento y la muerte de un modo
diferente al convencionalmente abordado al menos en occidente. Estas razones convierten a
esas obras en una usina de conocimiento. Conocimiento que lamentablemente su autor ya no
puede explicar, por lo que la consideración de su obra adquiere una importancia extraordinaria
teniendo en cuenta que en las investigaciones precedentes sobre su práctica arquitectónica el
tema no ha sido tenido en cuenta.
Por otro lado, si bien existen una infinidad de documentos y cartas declaratorias de
organismos e instituciones que abogan por la conservación del patrimonio construido, ninguno
de ellos menciona el tema de la relación con lo que preexiste en la rehabilitación de edificios
de modo particular. Esta situación muestra la vigencia y actualidad de la cuestión, puesto que
sobre esta temática sólo se encontraron menciones de alguna manera vinculadas entre sí. Entre
ellas, ciertas definiciones o recomendaciones que se expiden sobre la rehabilitación de edificios
o contextos históricos en las Normas de Quito del año 1967, en la Declaración de Ámsterdam
del año 1975, y en el Memorándum de Viena del año 2005.
No obstante lo dicho, en los documentos o cartas declaratorias de Organismos e
Instituciones que abogan por la conservación del patrimonio construido mencionados, no se
profundiza en el estudio de la relación con lo que preexiste en la rehabilitación de edificios en
contextos históricos, lo que indica también cierto tratamiento relativo del problema.
La relación con aquello que preexiste
En este sentido, si bien existen valiosos investigadores abocados al tema, según pudo
constatarse en los antecedentes, ninguno de ellos parece aproximarse a abordar la problemática
desde un posicionamiento teórico-filosófico similar al presente. Justamente este es el aporte
de las conclusiones de esta investigación, tanto su utilidad teórica como, a partir de ella, su
utilidad práctica y metodológica como forma de aproximación.
2.5. Objetivos de la investigación
La Tesis tiene como objetivo general establecer la relación con aquello que preexiste en la re-
C.2
habilitación de edificios de Enric Miralles en contextos urbanos históricamente comprometidos.
En este sentido, para alcanzar este objetivo general planteado, se persiguen cuatro objetivos
específicos.
En primer lugar, describir las emergentes de la obra de rehabilitación de edificios en
contextos históricos del arquitecto. En segundo lugar, aprehender los aspectos de la relación
de las obras con lo que preexiste. En tercero, comprender aquellos aspectos de constancia
temporal y alcance espacial de la relación con lo preexistente a los que debe su origen, mate-
rialización y los modos de relacionar la obra de rehabilitación. A partir de allí, en cuarto lugar,
evaluar la articulación de los aspectos comprendidos como parte del devenir expresivo de la
que es objeto de estudio.
2.6. Formulación de hipótesis
Llegado a este punto se formula la hipótesis ad-hoc teniendo en cuenta lo que se ha comprendido
y que el trabajo se encargará de confirmar. Como se expresa en los antecedentes mencionados,
el ámbito de la conservación del patrimonio concibe la relación con lo que preexiste como
partes nuevas y viejas, es decir, desde la discontinuidad y la división. Sin embargo la obra de
rehabilitación de Enric Miralles podría dar cuenta de otra concepción.
Esta concepción es aquella que desde la consideración de su temporalidad, en términos
de duración, permitirá aprehender una relación con lo que preexiste que no se concibe como la
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
interacción entre partes nuevas y viejas sino como un todo continuo e indiviso, comprendiendo
su devenir expresivo en cuanto a los aspectos a los que debe su origen, materialización, modos
de relacionar la obra y articulación.
Así, la hipótesis de trabajo sostiene tres conjeturas. La primera de ellas relativa a la
relación con lo que preexiste que evidencian las obras seleccionadas de Enric Miralles (el qué).
La segunda es inherente al modo como lo evidencian (el cómo). Y, finalmente la tercera da
cuenta, en definitiva, del aporte que constituye lo que evidencian (para qué).

2.7. Aproximación al problema
Lo desarrollado hasta aquí no sólo precisa el marco teórico que a través de autores y conceptos
servirán a la investigación. También indica sucintamente la metodología que de acuerdo al objeto
de estudio enunciado se ha de seguir. Se hace evidente que los textos que conforman el marco
definen, a su vez, el camino, esbozando además la variable que se pone en juego. Indicando con
ello cierta aspiración, a lo que se ha de llegar mínimamente.
2.7.1. Casos de estudio
Los casos de estudio están constituidos por la obra de Enric Miralles en rehabilitación
de edificios en contextos urbanos históricos. Éstos, a los fines del estudio, son cuatro casos: el
caso de la rehabilitación del Mercado de Santa Caterina en Barcelona, el de la rehabilitación del
Ayuntamiento de Utrecht, el de la rehabilitación del Piso en la calle Mercaders en Barcelona, y
el de la rehabilitación de la Fábrica la Llauna en Centro de Bachillerato en Badalona.
El recorte espacial es el de centros históricos europeos, ámbito en el cual se sitúan las
obras que comprende el estudio. En ese marco la primera de las obras se ubica en el centro
histórico de la ciudad de Barcelona, en Cataluña, España. La segunda obra se ubica en el centro
histórico de la ciudad de Utrecht, en la provincia homónima, Holanda. La tercera de ellas también
se ubica en el centro histórico de la ciudad de Barcelona. Finalmente la cuarta se ubica en el
centro histórico de la ciudad de Badalona, también en Cataluña.
En cuanto recorte temporal se considera el período en el que se desarrollan las obras que
se toman como casos de estudio en correspondencia al desarrollo profesional de Enric Miralles.
Este es, el recorte comprendido entre los años 1980 y 2000. No obstante el periodo menciona-
do, se contempla que dos de las obras que se toman como casos de estudio exceden el recorte
temporal en cuanto se terminaron con posterioridad. Por ello para la consideración de esos dos
casos se entiende que el recorte alcance la culminación de las obras entre los años 2001 y 2005.
El recorte espacio-temporal trata de comprender el desarrollo de toda la obra de re-
habilitación de Enric Miralles en contextos urbanos históricos en la selección representativa de
los casos. Inicia en sus últimas dos obras como lo son el caso de la rehabilitación del Mercado
de Santa Caterina (1997-2005), y el Ayuntamiento de Utrecht (1997-2001). A partir de allí, un
momento intermedio en su desarrollo como es el caso de la rehabilitación del Piso en la calle
Mercaders (1994-1995); y, finalmente, se llega a una de las primeras como lo es la rehabilitación
de la Fábrica la Llauna en Centro de Bachillerato (1984-1986). En el periodo planteado, Enric
Miralles desarrolla los primeros tres casos mencionados: la rehabilitación del Mercado de Santa
Caterina, el de la rehabilitación del Ayuntamiento de Utrecht, el de la rehabilitación del Piso en
la calle Mercaders, junto a la Arq. Benedetta Tagliabue, con quién fundó EMBT. Anteriormente
y en correspondencia con el último de los casos mencionados (la rehabilitación de la Fábrica la
Llauna en Centro de Bachillerato, que es una de sus primeras obras) junto a la Arq. Carme Pinós.
2.7.2. Unidad de análisis
La unidad de análisis es la relación que emerge entre lo preexistente y las obras de reha-
bilitación de Enric Miralles en edificios dentro de contextos urbanos de características históricas,
entendiendo que la misma comprende los cuatro casos de estudio seleccionados a tal fin. En
dicha unidad de análisis, la selección de las obras de rehabilitación de los edificios situados en
los contextos mencionados supone intervenciones en las cuales existen partes en las que puede
verificarse la emergencia de una relación continua e indivisa entre lo preexistente y la obra nueva.
2.7.3. Tipo de Investigación
Según se ha visto en las bases teóricas planteadas, el estudio de las relaciones se hace
posible a través de la consideración de la temporalidad en términos de duración. Esta conside-
ración conlleva un enfoque cualitativo que difiere de una metodología meramente cuantitativa
que sólo pueda resultar en el estudio de partes aisladas o estados de las mismas.
2.7.4. Estrategia Metodológica
Para ello, la estrategia metodológica es, en primer lugar, hermenéutica. Esto es, tener
en cuenta el estudio y análisis de la relación con lo preexistente en las obras de rehabilitación
54−−−−55
a la luz de la variable cualitativa que se desprende de las bases teóricas, considerando la signi-
ficancia de la temporalidad en términos de duración. A su vez indagar las dimensiones que la
hacen operativa en tanto aspectos relativos a su origen, materialización, modos de relacionar las
obras y sus componentes y de los indicadores establecidos como dispositivo de interpretación
hermenéutica para cada uno.
En segundo lugar, la estrategia metodológica es comparativa. Del contraste entre lo que
sucede en cada caso de estudio surgen los aspectos cuya constancia temporal y alcance espacial
constituyen el devenir expresivo de la relación con lo que preexiste en cuanto a las dimensiones
mencionadas relativas a su origen, materialización, y a los modos de relacionar las obras que
resultan del análisis.
En tercer y último lugar, la metodología es crítica-evaluativa. Puesto que no es sino en
el momento de evaluación crítica de las comparaciones realizadas en donde se alcanza a com-
prender y justificar fundadamente el devenir expresivo de la relación de las obras con lo que
preexiste desde la articulación de los aspectos a los que debe su origen, su materialización, y
que constituyen sus modos de hacer, permitiendo plantear cierto nivel de generalización.
2.7.5. Variable cualitativa o atributo, Dimensiones e Indicadores
Por lo tanto se busca interpretar y comparar descriptivamente por medio de la categori-
zación o identificación de una variable o un conjunto de ellas considerando sus aspectos emer-
gentes. Tales aspectos emergentes, en tanto dimensiones e indicadores cualitativos, permiten
La relación con aquello que preexiste
el contraste o la comparación y evaluación de un modo crítico. Pero ¿qué variable subyace del
marco teórico antes esbozado?
Una variable es una propiedad del objeto de estudio que puede cambiar, y cuya variación
es susceptible de medir u observar, en este caso, cualitativamente. Las variables cualitativas, al
no poder ser medidas o cuantificadas indican la presencia o ausencia de la propiedad que refie-
ren como cualidad o atributo del objeto. Dicho esto, ¿qué cualidad asume el objeto de estudio?
En este caso, según se definió conceptualmente en la abstracción del marco teórico,
es la consideración de su temporalidad como duración, que puede traducirse en términos ar-
quitectónicos como el desarrollo de cierta continuidad expresada en el cambio. Un modo afín
para comprender una relación que no tiene partes viejas y nuevas sino, atendiendo ya no sólo
C.2
a ciertas impresiones de las obras sino también a las palabras del propio Enric Miralles, una
compleja relación con el tiempo.
Ahora, la complejidad de la duración como variable o atributo definido conceptualmente
hace necesaria su operacionalización. Esto es, desagregarla en sus elementos integrantes que
son las dimensiones e indicadores para que permitan abordar tal complejidad en lo concreto de
los casos. Adecuar esa definición conceptual a los requerimientos prácticos, estableciendo las
herramientas para llevar a cabo la investigación desde el enfoque cualitativo.
La relación entre lo que preexiste y lo que se interviene en la rehabilitación de edificios en
contextos históricos puede desagregarse en dimensiones desde la consideración de la duración
como variable afín a la obra del autor, en lugar de considerarse partes “nuevas” y “viejas”. Las
dimensiones que presenta como correlatos lo hacen a partir de considerar que en cuanto al
atributo del objeto de estudio en cuestión, responden a una composición tripartita de la noción,
como parte de su devenir expresivo.
Las dimensiones o aspectos que componen la relación en estudio, desde la conside-
ración de su temporalidad en términos de duración, tienen que ver, en una primera instancia,
con cuestiones relativas o a las que debe su origen como condición que la hace posible. En una
segunda con otra relativa a los aspectos de su materialización como dimensión más concreta.
Y, finalmente, una tercera, respecto a los modos de relacionar la obra que contiene implícitos.
Estas tres dimensiones de análisis o correlatos construidos a partir de la noción de
relación esbozada estructuran al tiempo que ordenan otros subaspectos, cada uno de ellos
establecidos como parte de la definición misma de los correlatos o dimensiones. Como tales
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
permiten el análisis de determinadas parcialidades, agrupando las características del objeto de
estudio en cada caso.
La primera de las dimensiones definida como el origen de la relación con lo que preexiste
como condición que la hace posible contiene una serie de aspectos o, si se quiere, cualidades
indicadoras. Estas cualidades indicadoras permiten el análisis de las cuestiones por medio de
las cuales se establece la relación con lo que preexiste.
El origen de la relación permite la comprensión de cinco cualidades indicadoras que
comprenden tanto las cuestiones a las que debe su origen como las que ella pone en conexión.

Comprende el análisis afín a lo que se conserva en el cambio (3.1.1.), una tendencia que se man-
tiene (3.1.2.), la memoria material de lo que preexiste como potencia (3.1.3.), las fuerzas propias
de la singularidad del lugar15 (3.1.4.), y, finalmente, la actualización de sensaciones (3.1.5.).
La segunda de las dimensiones definida como los aspectos de su materialización en tanto
más concreta contiene, al igual que la anterior, una serie de aspectos o, si se quiere, cualidades
indicadoras. En este caso, las cualidades indicadoras permiten el análisis de las cuestiones por
medio de los cuales la relación de las intervenciones arquitectónicas con lo que preexiste en la
rehabilitación de edificios se constituye en manifestaciones concretas y existenciales.
Los aspectos de su materialización como dimensión de análisis permite la comprensión
de cinco cualidades indicadoras de las manifestaciones concretas y existenciales con las cuales
la relación con lo que preexiste se realiza. Comprende el análisis afín a sus elementos (3.2.1.),
estructura de la relación (3.2.2.), la forma de la relación (3.2.3.), el vacío como materia (3.2.4.),
y el movimiento como expresión (3.2.5.).
La tercera de las dimensiones, definida como los modos de relacionar la obra que la
misma lleva implícitamente, tiene al igual que las dos anteriores, una serie de aspectos o, si se
quiere también, de cualidades indicadoras. No se trata ya de cualidades indicadoras con las
que se establece la relación con lo que preexiste. Tampoco de las que permiten el análisis de
las manifestaciones concretas con las cuales se realiza. Se trata de la dimensión afín al hacer
implícito que la misma contiene.
Los modos de relacionar la obra como tercera dimensión de análisis permite la compren-
sión de cinco cualidades indicadoras relativas al hacer de la cual deviene. Comprende el análisis
del proyecto-proceso de la relación (3.3.1.), de la utilidad de la historia para proyectar (3.3.2.),
de un tratamiento igualitario contra un sistema de valoración (3.3.3.), del dibujo a mano como
modo de aprehender lo que preexiste (3.3.4.), y de la representación de la relación (3.3.5.).
Las tres dimensiones y quince subaspectos definidos que las comprenden tienen una
serie de indicadores. Indican en cada caso los aspectos más concretos que puede asumir y de
los que dan cuenta las cuatro obras que conforman los casos de estudio respecto de las dimen-
siones y sus respectivos subaspectos. A su vez, permiten principalmente la sistematización y el
ordenamiento de los datos y la información para cada uno de ellos.
Los indicadores se presentan dispuestos en un orden que tiene que ver con las dimen-
siones establecidas, al estar agrupados según su naturaleza. Pero este orden aparente es, no
obstante, ciertamente relativo, puesto que en todos coexisten en interrelación. En cualquier caso
cada uno sirve para mostrar o indicar un aspecto, aunque sea de modo parcial. Lo importante
es, por ello, comprenderlos dentro de la relación que alcanzan a esbozar entre sí, sirviendo al
desarrollo y ponderación de cada una de las dimensiones y subaspectos.
El primer conjunto de indicadores establecido en concordancia con la dimensión definida
como el origen de la relación está compuesto por cuatro aspectos sobre los cuales se agrupan
los datos y la información a los fines de su ordenamiento y sistematización. Lo componen los
indicadores contextuales, funcionales, potenciales o de las fuerzas de la relación y sensoriales
o respecto a la sensación de la relación de la obra en la que aparece y del entorno próximo en
el que está emplazada.
Los indicadores contextuales tienen que ver con todos aquellos aspectos que aparecen
en relación al contexto en el cual se sitúa la obra en la que surge la relación de la intervención
arquitectónica con lo que preexiste. Lógicamente, teniendo en cuenta que se trata de una relación
en la rehabilitación de edificios en contextos históricos, tienen que ver con ese tipo emplazamiento
particular, es decir, con un entorno determinado por la impronta de esas características. En este
sentido, los indicadores refieren a un contexto que preexiste, sobre el cual se superponen o no
distintos estratos pertenecientes al devenir histórico del lugar.
Otros de los indicadores que forman parte de este primer conjunto son los definidos como
funcionales. Los indicadores funcionales sirven a la comprensión de los aspectos vinculados a los
usos o funcionalidades que pueden servir a la relación con lo que preexiste en tanto se mantengan
o no, o lo hagan parcialmente. En todos los casos, sea que se trate de las que son propias de la
obra como del contexto en el cual se sitúa la misma. En este sentido se vinculan a determinadas
condiciones que pueden estar dadas por un programa, por necesidades o por limitaciones legales.
En el caso de los indicadores potenciales o de las fuerzas de la relación con lo que pre-
existe, indican la relación con el potencial del lugar, es decir, la potencia de un emplazamiento
15. N. de A. En este sentido, el ritornello de Deleuze y Guattari y la distinción de los factores que lo componen,
parece ofrecer cierta analogía a partir de la cual poder dilucidar la naturaleza u origen de las fuerzas que lo forman
y que permite trazar fronteras para alcanzar una definición general (Deleuze y Guattari, 2004 [1980]).
56−−−−57
particular con determinadas características propias, las fuerzas de lo preexistente, sean tanto
de la obra como del contexto en el cual se sitúa la misma que hacen a la particularidad del lugar
y a la relación que se establece con él en la rehabilitación, es una situación precedente a la que
debe su origen la sensación.
Finalmente los indicadores sensoriales o de la sensación de la relación de una obra de
intervención con lo que preexiste, sean tanto de la obra en sí como del entorno próximo en el
que está emplazada, tienen que ver con las sensaciones predominantes que preexisten y con
aquellas que se mantienen. Sensaciones que, siendo el producto de la acción de determinadas
fuerzas que actúan sobre una materia moldeando una forma, y configurando una espacialidad
y caracterizando a un lugar, pueden o no mantenerse.
El segundo conjunto de indicadores establecido en concordancia a la dimensión definida
en relación a las cuestiones de su materialización está compuesto por seis aspectos. En cada uno
de ellos se agrupan, al igual que en el conjunto anterior, los datos y la información a los fines de
su ordenamiento y sistematización correspondiente. Lo componen los indicadores propiamente
espaciales, materiales, tecnológicos, formales, estacionales referidos al estado de la materia y de
la forma, de su conexión o de su articulación con la materia y la forma que entra en la relación.
Los indicadores materiales están planteados respecto a los aspectos con los cuales se
materializa la relación. Es decir, que son aquellos que plantean las cuestiones que tienen que ver
con las características propias de esa materia con la cual se establece la relación. Características
de la materialidad que oficia de soporte y que necesita de la relación para materializarse como
tal. Indican lo relativo al cuerpo de lo que se pone en conexión más allá de las características
La relación con aquello que preexiste
de sus elementos.
Otros de los indicadores que forman parte del segundo conjunto establecido son los tec-
nológicos. Los indicadores tecnológicos muestran o tienen que ver con los aspectos que hacen
a cómo se estructura la relación. Esto es, que no refieren tanto a una tecnología en su sentido
técnico estricto, sino más bien a un conjunto de conocimientos propios de una técnica con la cual
se estructura la relación con lo que preexiste. Una estructura que mantiene u organiza la relación
entre las partes del complejo de elementos que preexisten y que aparecen con la rehabilitación.
Por su parte se encuentran los indicadores formales. Estos indican o tienen que ver con
las cuestiones relativas a la forma con la cual se constituye la relación. En el sentido formal, la
relación de las obras que intervienen lo que preexiste en la rehabilitación de edificios en con-
C.2
textos históricos, bajo la mirada esbozada en la consideración de su temporalidad en términos
de duración, es continua. Con lo cual indican el sentido de esa continuidad. Pero también, más
allá de su consideración formal, indican que unas y otras partes del complejo de elementos,
tanto los que preexisten como los que aparecen con la rehabilitación, tienen o pueden asumir
determinada forma siendo objetos físicos situados en relación en el espacio.
A su vez, se encuentran los indicadores estacionales o del estado de la materia y de la
forma. Son aquellos que refieren al estado tanto de los aspectos materiales con los cuales se
materializa la relación como los formales o relativos a la forma. Comprenden aspectos tales
como el grado de envejecimiento que pueden presentar algunos de los elementos que interac-
túan en la relación, la deformación o la transformación, la continuidad en cuanto a los aspectos
formales o la completitud de la forma y la materia de la relación.
También pueden mencionarse como parte del segundo conjunto de los indicadores los
establecidos como de conexión o de articulación de la materia y forma en la relación. Pueden
definirse como aquellos que tienen que ver con cómo se articulan lo que preexiste y lo que
aparece con la obra de rehabilitación. Pueden comprender aspectos de ritmo, variación, de
recorrido o circulación, o relativos al vacío o incluso a un lleno propio de la materialidad o de
la forma en la que se configura en la relación.
Finalmente se encuentran los indicadores espaciales. Son los que refieren a los aspectos
propios de los espacios que se configuran entre lo que preexiste y lo que aparece con la obra
de rehabilitación. Es decir, en la espacialidad que se configura con ella. Pueden comprender
la dinámica del espacio que se configura, el recorrido trazado a través de ellos y la secuencia
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
espacial en la que se presentan.
El tercer conjunto de indicadores establecido para la dimensión definida como los modos
de relacionar la obra está compuesto por tres aspectos. También agrupan en cada uno de ellos,
al igual que en los dos conjuntos de indicadores definidos previamente respecto a las primeras
dos dimensiones y subaspectos, los datos y la información a los fines de su ordenamiento y
sistematización. Lo componen los indicadores proyectuales, representacionales e intencionales.
Los indicadores proyectuales pueden definirse como los que sirven para descifrar los
aspectos propios del proceso con el cual se proyecta ya no sólo la obra de rehabilitación, sino

particularmente la relación con lo que preexiste en ella. Esto es, entendiendo que existen cier-
tas características específicamente inherentes y determinantes del proyectar que interpela este
modo de relacionar la obra con lo preexistente a ella.
Los segundos indicadores del conjunto son los establecidos como representacionales. Los
indicadores representacionales pueden definirse como aquellos que muestran los aspectos con los
cuales se representa ya no sólo el proyecto de la obra de rehabilitación sino particularmente y al
igual que en el caso anterior su relación con lo preexistente. Es decir, que son los que sirven para
mostrar el o los modos con los cuales se representa la relación proyectada con lo que preexiste.
Los últimos de los indicadores que forman este tercer conjunto son los intencionales.
Estos indicadores pueden definirse como los que están planteados con el fin de obtener evi-
dencias de las intenciones a las cuales responde la relación con lo que preexiste más allá de la
consideración de una temporalidad dada por la duración o de cierta continuidad. Es decir, que
son los instrumentos que brindan información sobre las intenciones que dirigen o con las cuales
se valoran determinados modos por sobre otros como directrices.
2.7.6. Actividades
Las actividades llevadas adelante para el desarrollo de los objetivos propuestos consti-
tuyeron cuatro etapas dentro de la investigación. En cada una de ellas se desarrolló más de una
actividad. La primera tuvo que ver con una etapa principalmente exploratoria y de observación.
La segunda con una analítica y comparativa. La tercera una explicativa. Y, finalmente, la cuarta,
con una de verificación.
La primera de las etapas, exploratoria y de observación, estuvo constituida por las ac-
tividades de explorar y observar propiamente, aunque también de relevar y sistematizar. Esta
etapa tuvo que ver con una en la cual el tema de investigación se terminó de construir en la
exploración y, de la misma forma, en la observación, tanto de lo concreto de los casos como
en el estudio de los antecedentes, para lo cual se relevó y sistematizó la información necesaria.
La exploración y observación tanto de lo concreto de los casos como en el estudio
de los antecedentes permitió la definición de variables o atributos principales, al tiempo que
hizo posible su operacionalización en dimensiones e indicadores para el análisis, esbozando y
construyendo los instrumentos conceptuales. Para ello se relevó y sistematizó la información
relevante al tema, al autor y a los casos.
La segunda de las etapas, analítica y comparativa, estuvo constituida principalmente por
las actividades de analizar y comparar; también por las de lectura comprensiva, dibujo y registro.
Esta etapa tuvo que ver con el análisis y la comparación del tema planteado con los antecedentes
y los casos entre sí para la aprehensión de las emergentes y su evaluación crítica como variables
o atributos, dimensiones e indicadores para su redefinición, en caso de ser necesario. Para ello
se acompañó la lectura, con el dibujo y el registro.
El análisis y la comparación se realizaron mediante la lectura de los textos así como el
dibujo a mano de las obras que conforman los casos de estudio. En este sentido el dibujo a mano
sirvió como modo de aprehender las emergentes y posicionarse en lo concreto de las obras. A
partir de allí el registro en escritos provisionales que tomaron nota como conclusiones parciales
a propósito de terminar de definir o modificar la estructura y el enfoque de la tesis.
La tercera de las etapas, explicativa, estuvo constituida principalmente por las actividades
de comprender y explicar, además del registro de lo comprendido. Consistió en, una vez apre-
hendidas las emergentes y posicionados en lo concreto de las obras, comprender y explicar los
aspectos de constancia temporal y alcance espacial detectados, fundamentándolos. Y con ello,
el desarrollo y registro de las conclusiones todavía preliminares para cada caso.
Finalmente la cuarta de las etapas, de verificación. Esta etapa estuvo constituida por la
verificación de los aspectos comprendidos en su articulación además de la evaluación y registro
de lo verificado en la articulación de los aspectos comprendidos. En este caso tuvo que ver con
una etapa en la cual se alcanzó cierto nivel de generalización. Ello permitió exceder lo particular
de cada caso para aportar a una definición. A partir de allí conformar las reflexiones finales a
manera de conclusión.
2.7.7. Fuentes de Información
Se utilizaron dos fuentes de información. En primer lugar las que resultaron ser prima-
rias para la investigación en el estudio de casos. Entre ellas pueden mencionarse el grupo que
se constituyó de diferentes tipos de información como fotografías, dibujos, planos, croquis,
58−−−−59
esquemas, memorias proyectuales de las obras y de otras obras propias o de la historia de
la arquitectura, entrevistas y distintos textos que incluyeron el material del autor, los escritos
acerca de su obra (en parte abrevadas de su biblioteca en Barcelona y otras de material de
textos docentes), entre otros.
Los primeros datos mencionados como fuentes primarias se obtuvieron de los archivos que
documentan los procesos de proyecto así como de las condiciones previas, desde los primeros
relevamientos al desarrollo posterior en sus distintas etapas, y de la observación de campo y el
relevamiento sensible de las obras que conforman los casos de estudio, el contexto en el que se
sitúan y sus modos habitar. También de las entrevistas a las personas que participaron de los
desarrollos y/o la ejecución de las obras de cada uno de los proyectos.
Los segundos datos mencionados, tanto otras de sus obras o bien de la historia de la
arquitectura como los distintos textos, surgieron principalmente de su mención en las entrevis-
tas, de los escritos publicados, de lo encontrado en el material de archivo de los procesos de
proyecto y de la revisión de la biblioteca del arquitecto. También del material docente del autor
en programas de cursos, libros, artículos publicados, ponencias, conferencias, etc.
En segundo lugar se encuentran las que resultaron ser secundarias para la investigación.
Entre ellas pueden mencionarse el grupo que se constituyó del material editado de libros espe-
cializados, artículos de revistas, ponencias y entrevistas en la materia u otras experiencias en las
cuales se exponen puntos de vista y criterios referentes a la teoría y praxis de la intervención de
rehabilitación arquitectónica de edificios en contextos urbanos históricamente comprometidos.
Los métodos y técnicas de recolección de los datos mencionados que sirvieron para la
La relación con aquello que preexiste
investigación fueron la observación directa que resultó de la visita de las obras, el registro y
cotejo, los relevamientos sensibles, gráficos y fotográficos, el dibujo a mano, la realización de
entrevistas semiestructuradas, el procesamiento clasificatorio y el análisis e interpretación de
documentos y textos del arquitecto.
El desarrollo del presente ha servido para la aprehensión de la obra descripta inicialmente
y su conexión comprensiva a la relación entre con lo que preexiste y la rehabilitación de Enric
Miralles en contextos urbanos comprometidos por sus características históricas como tema de
tesis. Ello fue posible gracias a la revisión de antecedentes que además sirvieron para plantear
las bases teóricas afines al estudio de las relaciones desde la consideración de la noción de du-
ración, el problema de la relación con las preexistencias en la rehabilitación de arquitectura en
C.2
contextos comprometidos históricamente y un modo de aproximación como metodología. Con
esta definición, la operativización de la noción establecida como variable en las dimensiones
que con sus subaspectos e indicadores, actividades y hasta fuentes de información, posibilitaron
encarar el estudio de casos en el capítulo que se presenta a continuación.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
C­.3
Teniendo en cuenta lo desarrollado en el capítulo anterior,

60−−−−61
el presente tiene como objetivo comprender los aspectos
aprehendidos en lo que respecta a la constancia temporal
y al alcance espacial de la relación de lo que preexiste con
las obras de rehabilitación de Enric Miralles en edificios
con contextos históricos relevantes. Estos aspectos son los
que se presentan temporal y espacialmente en todas las
obras, es decir, que son aquellos que se reiteran en cada
una de ellas, en un alcance territorial que las comprende a
todas. Para ello, se las analizará dentro de las tres dimen-
siones planteadas. La primera para referir al origen de la
relación, la segunda para abordar los aspectos de su mate-
rialización, y, la tercera, para adentrarse
en los modos de relacionar la obra de rehabilitación.

La separación de los aspectos que comprenden el estudio en las tres dimensiones de

análisis planteadas está en relación a la definición de una variable compleja que se ve, de
algún modo, interpelada por estos aspectos, al tiempo que permiten poder hacerla operativa.
Por ello se establecen como las tres dimensiones de análisis. Tres dimensiones que a su vez
contienen otros subaspectos parciales para cada una de ellas respectivamente.
Ahora, antes de adentrarse en el desarrollo particular de cada una, se comentarán
tres aspectos de las obras. Aspectos que, si bien tienen que ver concretamente con ciertas
reflexiones particulares, pueden hacerse extensivos y son igualmente válidos para todas
ellas. A partir de allí se introducen como conceptos. En este sentido tienen que ver con las
dimensiones como conceptos en tanto cuestiones que pueden explicarse a partir de ésta,
su introducción.
Los tres aspectos vienen a cuenta de una cita que, de algún modo, resume las conver-
saciones mantenidas con Benedetta Tagliabue a propósito del estudio de las obras. Pequeños
encuentros que tuvieron lugar en diferentes momentos de la etapa exploratoria.16
Algunos de ellos no planificados y de manera casi informal acontecían en los pasillos,
la biblioteca o la sala del despacho, en los archivos y las planeras o durante el repaso de las
páginas de los cuadernos de notas de Miralles. Dice:

Las nuevas situaciones que aparecen son quienes redefinen la distancia de éste con el

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

lugar de que partió. El edificio se transforma en ese lugar privilegiado donde reflexionar
sobre el origen de nuestro camino. (Miralles, 2005 [1987]: pp. 31)

Origen, materialización y
modos de relacionar la obra
16. Material inédito correspondiente a la etapa de revisión de los archivos de los procesos de proyecto realizada
en el despacho de EMBT y en la Fundación Enric Miralles, así como la visita de obra y una serie de eentrevistas y
conversaciones personales con Benedetta Tagliabue, que tuvieron lugar en el despacho de EMBT y la Fundación
Enric Miralles en Barcelona en el año 2014.

La cita parte de una serie de reflexiones donde Miralles introduce conceptos que ameritan
ser atendidos. Se trata de algo comúnmente naturalizado, pero que no siempre es algo dado; se
relaciona a la noción del edificio como lugar donde reflexionar sobre el origen. Ratificar al origen
de la relación como punto de partida, pero, además, al de los aspectos de su materialización
como a los modos de relacionar la obra.
Primero menciona nuevas situaciones cuya aparición en un sitio marcan distancias res-
pecto de la situación precedente del lugar. Intervenciones, nuevas situaciones que lo modifican
pero que, no obstante, lo interpelan. Es decir, que, pese a las intervenciones, o bien el sitio
conserva determinadas características como lugar que redefinen las distancias del edificio res-
pecto de las situaciones precedentes, o bien, también, es posible que las intervenciones hagan
al proceso mismo de conformación del lugar, redefiniendo las distancias de éste respecto de
las situaciones precedentes.
En segundo término habla de la idea de un lugar privilegiado a partir del cual reflexionar
sobre el origen del camino. Por lo tanto no se refiere a cualquier tipo de lugar, uno que pueda
verse vaciado o agotado, sino a uno que habilita la reflexión porque su propia densidad lo permite.
Las intervenciones, las nuevas situaciones hacen a su proceso de conformación, redefiniendo las
distancias de éste respecto de las situaciones precedentes, las de su inicio, transformándolo en
el sitio privilegiado donde reflexionar sobre el origen del camino. Para ello que se establecieron
relaciones afines al origen y al camino recorrido de modo tal de poder conformar el lugar y
densificarlo en tanto proceso.
Entender al edificio como lugar, en primera instancia. Luego, al lugar entenderlo como
un proceso de conformación a partir de nuevas situaciones, las cuales, estando en relación al
origen y camino recorrido, permiten densificarlo en tanto proceso. Esto refiere no sólo a un
modo particular de entender el lugar y las distancias, a considerarlo como sitio de reflexión, sino
también a permitir entender a la arquitectura en tanto intervenciones o nuevas situaciones que
se ponen en relación. De esta manera, ninguna es el inicio o final de nada, sino que se ponen en
relación a partir de cuestiones relativas a un origen como principio. Se introduce así al origen
de la relación, que va configurando el lugar, densificándolo.
El lugar aún no ha sido del todo dado, finalizado, en este sentido, agotado, sino que está
en proceso de trasformación y conformación. Del mismo modo, la introducción de la segunda
de las dimensiones sobre los aspectos materiales tiene que ver con pasar de entender al lugar
como materializado a entenderlo como en vías de materializarse, en un proceso que pueda
continuar sin que por ello esa materialidad se agote. En este sentido también se introducen
modos de relacionar esas nuevas situaciones que tienen que ver con un proceso y con entender
un hacer en relación a algo que está en conformación.
3.1. El origen de la relación
La primera de las dimensiones, la relativa al origen de la relación de lo que preexiste con las
obras de rehabilitación de edificios de Enric Miralles en contextos urbanos históricos, contiene
cinco subaspectos, cinco distinciones, o, tal como se ha planteado, cualidades indicadoras re-
lativas a su origen. Ellas permitirán, a partir de su desarrollo conjunto, plantear cierto nivel de
generalización como elementos integrantes de la dimensión. Ahora, para ello, para adentrarse
en el desarrollo particular de cada una de ellas, resulta pertinente recordar el significado de la
palabra como concepto, a los fines de indicar el lugar al cual apunta su comprensión.
La palabra origen refiere a aquello que constituye el principio, motivo, fundamento,
procedencia o fuente de algo. Puede remitir al lugar como país, nación, patria o estado donde
alguien ha nacido o tuvo su descendencia la familia o que es su procedencia. Al mismo tiempo
a la serie de ascendentes o los antecesores de una persona. También puede constituirse en el
motivo, la circunstancia o causa moral de algo.17
Con la misma palabra puede indicarse el lugar de procedencia de un objeto tal como de
una persona. Lugar al cual le debe, por ello, su identidad de origen o procedencia, por lo que se
relaciona con la patria y la ascendencia. Del mismo modo hace referencia a un punto temporal
en el que un fenómeno puede comenzar a darse. Por ello puede relacionarse al territorio en el
cual se da y lo que se desprende del fenómeno al igual que lo hace la ascendencia.18
17. http://dle.rae.es/?id=RD4RJlJ (s.f.)
18. https://definiciona.com/origen/ (s.f)
62−−−−63
También se puede entender como origen a la causa de un fenómeno, como el principio
de algo, por ejemplo de una enfermedad. En geometría, es el punto de intersección entre dos
coordenadas. Bidimensionalmente, es el punto donde se cruzan el eje X e Y. Tridimensional-
mente, donde lo hacen en el punto 0, 0, 0. En términos religiosos y teológicos, la palabra puede
usarse como metonimia de Dios, como el principio causal, material y temporal de lo que existe.19
Su etimología viene del latín origo, palabra que significa comienzo y que parece tener
dos relaciones. Por un lado con el verbo oriri que remite a surgir, nacer, levantarse, aparecer.
Y, por otro, con oriente; esto es, la dirección de donde sube el sol o nace el día. Por ello se
entiende al ocaso como lo contrario para remitir al término del día, a la puesta del sol, al igual
que a occidente. 20
Dicho esto, la alusión al término origen para la dimensión tiene la intención de significar
que la misma constituye el principio fundamental del cual procede la relación con aquello que
preexiste y que es el comienzo a partir del cual se desarrolla. En este sentido, se verá hacia
dónde se direcciona particularmente el concepto en el desarrollo de los siguientes subaspectos
de los cuales surge como tal.
3.1.1. Lo que se conserva en el cambio
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
El primero de los subaspectos que comprende el origen de la relación es lo que se
conserva en el cambio. Se trata del subaspecto que identifica, como su nombre lo indica, qué
es lo que se conserva en el cambio de la rehabilitación. Con lo cual, el mismo puede definirse
como el componente con el que se comprende a lo que se conserva de lo que prexiste en la
rehabilitación como principio de la relación. ¿Qué es lo que se conserva?
En este sentido puede decirse que el Mercado de Santa Caterina conserva, en el cambio
que significó la rehabilitación, distintos elementos más o menos completos tanto del edificio
precedente como fragmentos y restos de las distintas edificaciones que ocuparon y fueron
conformando el sitio hasta llegar a la actualidad. Algunos de ellos fueron conservados intencio-
nalmente teniendo en cuenta que estaban dados o a la vista, otros fueron apareciendo durante
el progreso de la obra, develando la superposición de distintos estratos, teniendo en cuenta el
contexto en el que se sitúa la misma.
Lo más evidente de esta situación del Mercado es la conservación de la envolvente
C.3
constituida por una fachada principal y dos laterales, y ciertos restos arqueológicos, huellas
de diferentes edificaciones que ocuparon el mismo lugar. Se conservan también la amplitud
de un gran espacio que contiene, escaparates exentos enmarcados por un contenedor como
espacio cerrado que coincide parcialmente con la de uno de los claustros que pertenecieron
al convento de los dominicos, allí situado. A su vez, lo abierto de una plaza que articula, como
antiguamente el segundo claustro con el primero cerrado y el convento, las residencias, el barrio
y el mercado rehabilitado.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht, lo conservado en el cambio de la rehabilita-
ción tiene que ver en principio con una serie de preexistencias tales como las envolventes del
conjunto de edificaciones que componen las fachadas del edificio hacia el canal, y en dos de
los laterales, parte de la configuración de cada una y un espacio o recinto que ocupa un lugar
central en la composición de la planta. Todos ellos conservados como partes y fragmentos de
la obra original; algunos, tal como en el Mercado, evidentemente conservados intencionalmente
teniendo en cuenta que estaban dados. Más allá de los elementos preexistentes mencionados, se
conservan también, como puede verse en la figura 26, cuestiones tales como la secuencialidad
y proporciones de los espacios de las edificaciones residenciales originales unificadas, así como
la centralidad de uno de ellos en el edificio, contenido por las fachadas preservadas.
Si se tiene en cuenta el Piso de la calle Mercaders, a diferencia de los casos anteriores,
lo que se conserva en el cambio dado por la rehabilitación es mucho más que las envolventes y
partes de su configuración original. Se conserva prácticamente toda la configuración, estructura,
elementos y disposición espacial. Lo que preexiste del edificio prima por sobre la alteración de
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
lo que se incorporó como elementos nuevos en la rehabilitación. Con lo cual las preexistencias
ofician como mucho más que partes de acuerdo a lo que presentaba el edificio original.
Así también se han conservado ciertos fragmentos de una serie de arcos o las pinturas y
frescos que fueron apareciendo en el avance de la obra, develando la superposición de distintos
19. https://definiciona.com/origen/ (s.f.)
20. Etimología de origen (s.f), http://etimologias.dechile.net/?origen
 64−−−−65
estratos de su devenir histórico teniendo en cuenta el contexto de situación. Se han conservado
también, y por sobre todo, la centralidad del patio principal con la consiguiente configuración
de los espacios en torno a él, por ende su iluminación natural, sus recorridos y, por la tanto, su
distribución de la planta.
Finalmente, en el caso de la Escuela La Llauna lo que se conserva en el cambio, de manera
similar a lo que sucede en el Piso de la calle Mercaders, es no sólo la envolvente constituida por
las fachadas parcialmente del frente y lateral, preservadas casi en su totalidad, sino también la
configuración original de sectores de la planta, además de la estructura y elementos principales
como la chimenea, entre otras preexistencias. Lo conservado en el cambio es también, como
sucede en el resto de los ejemplos, la profundidad espacial de un espacio diáfano presente aún
después de la rehabilitación.
Dicho esto, volviendo a la pregunta desde la cual se partió, ¿qué es lo que se conserva
de aquello que prexiste en las obras de rehabilitación como principio de la relación?
Los ejemplos analizados muestran comparativamente que en todos los casos los cam-
bios producidos por la rehabilitación conservan ciertos elementos preexistentes, algunos de los
cuales coincidentemente son los mismos, como las fachadas contenedoras o envolventes pre-
servadas en mayor o menor medida y algunos elementos interiores. Pero también se conservan

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

atributos característicos tales como la amplitud espacial de un espacio que es contenido, como
en el Mercado; la secuencialidad y proporciones de unos locales, la centralidad del patio en
Mercaders, o la de uno de ellos en el Ayuntamiento; lo mismo en el caso de La Llauna, junto
con la profundidad de su planta diáfana.
[ 27 ]

[ 25 ]

C.3
[ 26 ]

[ 28 ]

[ 25 ] Esquema de la planta Se introduce así un concepto o enfoque respecto de lo que se conserva particular, en
del Mercado, indicando en el cambio que produce la rehabilitación. Se trata de conservar, como en las obras de arte, un [ 26 ] Croquis del Ayuntamiento
la superposición cómo la bloque o compuesto de sensaciones (Deleuze y Guattari, 1993 [1991]). de Miralles, resaltando las
rehabilitación conserva, en características conservadas con
el cambio, la amplitud de un El arte conserva, y es lo único en el mundo que se conserva. Conserva y se conserva la rehabilitación (Dibujo a mano.
espacio cerrado contenido por en sí (quid juris?), aunque de hecho no dure más que su soporte y sus materiales (quid Reelaboración propia. Fuente:

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

las fachadas preservadas, al factil?), piedra, lienzo, color químico, etc. (Deleuze y Guattari, 1993 [1991]: p. 164) archivo de EMBT y Fundación Enric
igual que lo abierto de una Miralles en el año 2014).
plaza que lo articula con las El arte constituido, en este caso por las obras de rehabilitación, conservan un conjunto
residencias y el entorno próximo de sensaciones, siendo lo único en el mundo que se conserva. Aunque de hecho no dure más [ 27 ] Interior del Piso (Fotografía
(Dibujo a mano. Elaboración que su soporte y sus materiales, puesto que la sensación se realiza en la material. Por ello, la del autor, 2014).
propia. Fuente: archivo de EMBT conservación de ciertos elementos materiales que contribuyen a su duración como soportes a
y Fundación Enric Miralles en el través de los cuales se subliman la sensaciones como la de amplitud, secuencialidad, propor- [ 28 ] Planta baja de la Escuela.
año 2014). cionalidad, centralidad o profundidad, resonantes en los espacios de los ejemplos analizados. (Fotografía del autor, 2014).

[ 29 ] Izq. Plantas superpuestas
de Iglesia, Convento y Mercado
preexistentes. Dcha. Planta del
Mercado actual (Dibujo a mano.
Elaboración propia. Fuente: archivo
de EMBT y Fundación Enric Miralles
en el año 2014).
[ 29 ]
66−−−−67
3.1.2. Una tendencia que se mantiene
El segundo de los subaspectos es una tendencia que se mantiene. El subaspecto identifica
una inclinación de los elementos de la obra que se expresa de acuerdo a un modo o potencial
característico por el cual existen, desde el sentido que adquiere la palabra tendencia en términos
de su asociación al conatus de Spinoza como instrumento (Deleuze, 1999 [1968]). 21 En efecto,
puede definirse como el componente con el que se comprende el modo que se mantiene como
inclinación en la relación entre las preexistencias y lo que se inserta con la obra de rehabilitación.
Así por ejemplo el Mercado de Santa Caterina presenta una tendencia que tiene que ver
con un modo de ocupar y conformar el espacio de forma tal de dar lugar a lo demás. Tal es el
caso de las fachadas que constituyen el contenedor como recurso arquitectónico en relación
al resto de los elementos, como por ejemplo los escaparates contenidos en su marco, como
antiguamente el cobijo del claustro cerrado. El contenedor como envolvente tiende a mantener
y potenciar esa relación con los demás elementos, tanto más que a solamente mantener cierto
estado de estaticidad o reposo. En el mismo sentido, la tendencia de los escaparates contenidos
y su inclinación al movimiento en relación al elemento que los contiene, como sucede hacia el [ 30 ]
centro del espacio del mercado.
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
Asimismo puede mencionarse la tendencia que aparece en relación al vacío de la plaza
abierta del Mercado que articula como antiguamente lo hacía el segundo claustro. También,
de algún modo, la continuidad de las calles próximas que desembocan en el edificio en cuya
situación se verifica que mientras algunas tienden a continuar y hacerse espacio, potenciando la
vinculación entre ellas en el encuentro, otras simplemente terminan a un lado o frente al edificio.
Lo mismo puede ser dicho a propósito del Ayuntamiento de Utrecht, edificio que presenta
una tendencia en la cual se potencian el ritmo y escala de las edificaciones residenciales origi-
nales, al igual que un modo de configurar la planta en la cual uno de los recintos es el espacio
C.3
[ 31 ]
central del edificio. Así lo demuestra el contenedor envolvente constituido por las fachadas [ 30 ] Izq. Esquema de
originales como recurso arquitectónico, al igual que el conjunto de edificaciones que conforman preexistencias superpuestas
el edificio del ayuntamiento. También sucede en el caso del recinto principal mencionado, el del conjunto de edificaciones.
primero conteniendo y ocupando determinados sectores del espacio por sobre otros. Los se- Dcha. Esquema de planta del
gundos manteniendo el ritmo de las subdivisiones y escala de los espacios, e incluso marcando Ayuntamiento actual. (Dibujo a
cierta proyección en relación con los solados de la plaza de acceso. El tercero manteniendo la mano. Elaboración propia. Fuente:
tendencia a la centralidad del espacio configurado, potenciándolo como tal con la doble altura archivo de EMBT y Fundación Enric
del acceso y con la estructura circulatoria planteada en torno a él. Miralles en el año 2014).
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Análogamente el Piso de la calle Mercaders presenta una tendencia que mantiene el
modo central del patio principal, de los espacio de girar y configurarse en torno a él, la forma [ 31 ] Izq. esquema de planta
que sabe iluminarlos, de un recorrer y distribuirse de la planta. Así el contenedor envolvente original del Piso. Dcha. Esquema
configura un interior en la cual el patio es el centro en torno al que se organizan los espacios. de planta del Piso actual. (Dibujo
Existe por ello una tendencia a mantener y potenciar esas relaciones características entre el patio a mano. Reelaboración propia.
como espacio central y los ambientes que giran organizándose en torno a él. Que se evidencia Fuente: archivo de EMBT y
21. El conatus de Spinoza en términos de Deleuze (1999 [1968]), es una inclinación de las cosas para aumentar su también en el modo de acceder al piso y en el recorrido configurado en la estructura circulatoria Fundación Enric Miralles en el
poder, de afectar, en lugar de sólo seguir existiendo estáticamente. interior que va hilando los diferentes espacios. año 2014).
 68−−−−69
Para el caso del Ayuntamiento de Utrecht existe un reconocimiento de la importancia del
edificio como lugar central para la ciudad, motivo por el cual se mantienen las fachadas hacia
el canal y, en el interior, uno de los espacios principales afín al recuerdo de los acontecimientos
históricos que se dieron en ese lugar. Sin embargo, ciertas relaciones de tipo material más que
histórico entre ese conjunto de fachadas en su proyección y el espacio central mencionado
evidencian la primacía de una memoria particular de las preexistencias como potencia de la
rehabilitación. [ 33 ] Croquis de Miralles (Dibujo
Mantener las fachadas de las edificaciones residenciales originales para proyectarse a mano. Reelaboración propia.
material y virtualmente al interior e incluso en el pavimento de la plaza posterior, evidencian Fuente: archivo de EMBT y
una relación de proporciones, direccionalidad y ritmo sin que ello impida apreciar que el edificio Fundación Enric Miralles, 2014).
es uno sólo. En el mismo sentido puede decirse del espacio central contenido por el edificio
neoclásico que tiende a separar despegando la edificación interior mediante un espacio de doble [ 34 ] Izq. croquis de Miralles que
altura que la diferencie y mantenga esa capacidad de la arquitectura, en este caso, de contener muestra el conjunto de edificaciones
a otra en su interior. que conforma el Ayuntamiento.
Lo mismo puede ser dicho en el caso del Piso de la calle Mercaders, en el cual la obra Dcha. croquis de Miralles que
pareciera evidenciar la capacidad de esa arquitectura para ser habitada una y otra vez. Una muestra el edificio monumental
memoria que potencia esa capacidad por sobre el rescatar determinados usos como lenguaje. conteniendo al espacio central de la

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

Por sobre el funcionamiento, forma de habitar o lenguaje expresivo particular que pudiera haber intervención actual (Dibujo a mano.
tenido en uno u otro momento de tiempo de su historia, muestra su capacidad actual desde una Reelaboración propia. Fuente:
serie de espacios habitados que funcionan como otrora en torno a un patio central, sin que ello archivo de EMBT y Fundación Enric
implique ningún retorno a un momento histórico singular. Miralles, 2014).
[ 32 ]

[ 32 ] Esquemas de la planta baja En el caso de La Escuela La Llauna, la tendencia que se mantiene tiene que ver con ciertas
de la Llauna (Dibujo a mano. relaciones características en el modo de ocupar el solar y estructurar los elementos, además
Elaboración propia. Fuente: archivo del carácter espacial que se refuerza con la ubicación del núcleo, que en planta baja focaliza
de EMBT y Fundación Enric Miralles su vinculación a un elemento exento que atraviesa los distintos niveles a través de ese punto

C.3
en el año 2014). del edificio. Así se potencia un modo en el cual la envolvente del edificio contiene el espacio. El
núcleo vertical se ubica próximo a la chimenea preexistente, ocupando una posición central en el
espacio vinculando verticalmente los diferentes niveles, tal como lo indica su propuesta funcional.
Los ejemplos analizados muestran comparativamente que la tendencia que se mantiene
en la relación de las preexistencias con la obra de rehabilitación representa el modo en el que
existe persistencia en el cambio, en la existencia de determinados elementos, no sólo al ser
preservados sino también potenciando determinadas relaciones características. Como, por
ejemplo, en el caso del Mercado, con un modo de ocupar y conformar el espacio dado por las
fachadas que constituyen el contenedor como recurso arquitectónico en relación al resto de los
elementos, como los escaparates contenidos en ese marco.

3.1.3. La memoria material de lo que preexiste como potencia

El tercero de los subaspectos es la memoria material de lo que preexiste como potencia. [ 33 ]

Se trata del subaspecto que identifica como potencia a un tipo de memoria, la material, en lo
que preexiste. Memoria en el sentido corporal, material o de sensación que genera el edificio,
que se configura como potencia para la rehabilitación. Se trata de una memoria de sentido
contrario al de la historia. Una que presenta el ritmo propio de la duración real, que la distingue
de la inscripción que ofrece la historia. (Péguy, 2009 [1917]) Por ello puede definirse como el
componente con el que se comprende al potencial de la memoria material en lo que preexiste
en tanto potencia de la relación que se establecerá con la rehabilitación.

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

En este sentido en el Mercado de Santa Caterina se observa, por ejemplo, que tres de las
fachadas originales conservadas, más que hacer de gran frente neoclásico monumental, contienen
y generar un lugar central, evidenciando la potenciación de las relaciones que se establecen con
un espacio interior y exterior más que con las características estilísticas o formales originales.
Esta relación con las preexistencias tiene que ver con un tipo de memoria del edificio cercano
a lo corporal, a una materia con determinada potencialidad, en este caso, de contención que
se relaciona al exterior con las calles posteriores, distinta a la del edificio en el estricto sentido
histórico y su tradicional impronta formal o estilística. [ 34 ]
 70−−−−71
3.1.4. De las fuerzas propias de la singularidad del lugar

[ 37 ] Esquema de la planta del
emplazamiento del Mercado
considerándolo dentro de un
sistema de lugares a propósito
de las fuerzas del emplazamiento
(Dibujo a mano. Elaboración
El cuarto de los subaspectos del origen es el que identifica las fuerzas propias de la singu-
laridad del lugar. Por ello puede definirse como el componente con el que se comprenden cuáles
son esas fuerzas propias del emplazamiento que interactúan en la relación con lo que preexiste.
En este sentido el Mercado de Santa Caterina presenta distintas fuerzas que son propias
de la singularidad del lugar, las cuales pueden agruparse principalmente en dos, en relación a
la escala a la que se refiera. Por un lado se encuentran concretamente las de emplazamiento
dentro de lo que significa una escala mayor. Por otro, las que son propias o relativas y que están
acotadas al edificio en cuestión. Ambas interactúan en distintos grados y están en relación entre sí.
Las fuerzas que evidentemente resultan elementales del primer grupo mencionado son
las que tienen que ver con la impronta del contexto del barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la
Ribera y otros contiguos como el Born, en cuanto a la trama urbana, escalas, calles y avenidas
próximas. Es decir, una trama urbana con una escala particular, calles y avenidas que confluyen
presionando y /o gravitando en la obra como centro de atracción.
Estas fuerzas, a su vez, tienen que ver con la consideración del Mercado como parte
de un sistema de lugares que vincula cuando menos a Santa María del Mar con la Av. Cambó,

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 38 ] Esquemas de la planta del
Mercado indicando tanto las
fuerzas que actúan en relación a
las preexistencias como las del
entorno próximo (Elaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
la Plaza de la Catedral y la Catedral misma. Las relaciones de este circuito monumental, que
se remonta a los orígenes del barrio conformado por una secuencia de espacios religiosos y
necrópolis, se ejercen como fuerzas que atraviesan presionando diagonalmente determinados
sectores por sobre otros.
En cuanto al segundo grupo, tienen que ver principalmente con las preexistencias de la
obra, como, por ejemplo, en este caso, las fachadas que componen el contenedor, la presión y
atracción que ejercen los lugares en los cuales se conserva y en aquellos que no. Asimismo, en
relación a lo anterior, se agrega la configuración de los edificios que ocuparon el mismo lugar
hasta el año 1837 como los son el primer y segundo claustro del convento dominico y la iglesia
de Santa Caterina.

C.3
[ 35 ]

[ 36 ]

En el caso de la Escuela La Llauna se organiza la planta de un modo tal, que el programa [ 35 ] Esquema de la planta original
de funcionamiento y las circulaciones resaltan cierta espacialidad más que determinadas ca- del Piso de Mercaders (Dibujo a
racterísticas de estilo arquitectónico. La de una planta baja diáfana que sabe ser polifuncional, mano. Elaboración propia. Fuente:
mientras que en otros niveles las divisiones aprovechan un ritmo y modulación estructural. archivo de EMBT - Fundación Enric
Asimismo el núcleo vertical respecto de la chimenea se expone como elemento exento de co- Miralles, 2014).
nexión entra las plantas. También puede decirse respecto de los modos de producción técnicos
constructivos de los elementos que aparecieron con la rehabilitación, que reproducen, a su [ 36 ] Fotografía del interior de la
manera, en otro tiempo, una misma expresión industrial. En todos los casos lo dicho sirve para Escuela en la que se observa la
mostrar que la obra de rehabilitación parece apelar y potenciar una memoria material más que espacialidad de la planta baja y en
histórica en lo que preexiste. la que además de preexistencias

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

Los recursos arquitectónicos que presentan los ejemplos analizados muestran compa- aparecen algunos de los elementos
rativamente que en todos los casos tienen que ver con memoria material del edificio, la cual que resultaron de la rehabilitación
es contraria a una del tipo histórica en el sentido de, por ejemplo, convertir a la obras en una que comparten una misma expresión
suerte de catálogo que asocie elementos arquitectónicos con estilos, acontecimientos y fechas, industrial (Foto del autor, 2014).
descuidando la potencia de la materialidad de los elementos propia de cada una. Tiene que ver
con que en las intervenciones de rehabilitación las preexistencias, lejos de ordenarse como datos
de la historia de cada obra o los elementos nuevos convertirse en inscripciones, se mantiene y
potencia ciertas relaciones materiales y, así, su duración real. [ 37 ] [ 38 ]

[ 39 ] Esquema de emplazamiento
y de las fuerzas actuantes
que traccionan divisiones del
Ayuntamiento hacia la plaza
posterior (Elaboración propia.
Fuente: archivo de EMBT -
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 39 ]
72−−−−73
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht la obra presenta análogamente distintas fuerzas
que son propias de la singularidad del lugar que pueden agruparse en dos grupos en relación
a la escala. Por un lado las de emplazamiento, dentro de lo que significa una escala mayor. Por
otro, las que son propias del conjunto de edificaciones que componen el edificio cuestión. Ambas
son relevantes en tanto que interactúan en distintos grados e intensidades.
De las primeras fuerzas resaltan las que tienen que ver con el emplazamiento del ayunta-
miento como lugar central en el marco de un sistema de lugares. Principalmente por las fuerzas
que se ejercen teniendo en cuenta su ubicación central y, como remate, en el quiebre del canal
más importante de la ciudad. De las segundas resaltan las que están en relación con las preexis-
tencias propias del conjunto de edificaciones componentes entre las cuales pueden mencionarse
la presión del contenedor configurado por las fachadas conservadas como totalidad, la tracción
de cada una de ellas en relación a su división y particularmente la atracción del recinto principal
del interior del conjunto, en torno al cual el resto pareciera gravitar.
En el Piso de la calle Mercaders las fuerzas propias de la singularidad del lugar están
principalmente en relación al conjunto de preexistencias del edificio original, aunque también
puede mencionarse las del contexto. Se constituyen, así, como en los casos anteriores, dos es-
calas de fuerzas. Las del emplazamiento en un sentido más amplio y las del edificio como lugar.
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
En este caso cabe destacar las fuerzas que están en relación al patio central menciona-
do. Por un lado, la presión de las fuerzas del contexto que lo configuran desde el acceso. Por
otro, la atracción que ejerce por sobre el resto de las fuerzas que hace gravitar en cuanto a la
configuración de la planta, como también lo hacen con otra intensidad preexistencias tales como
los arcos o el mismo contenedor compuesto por la fachada original.
C.3
[ 40 ]
Por último la Escuela La Llauna presenta en parte una situación similar a la que el Piso [ 40 ] Esquemas de emplazamiento
de la calle Mercaders en cuanto a las fuerzas propias de la singularidad del lugar. Las mismas y de las fuerzas que interactúan
están en menor medida en relación al contexto y principalmente relacionadas al conjunto de del contexto hacia el patio central
preexistencias del edificio original. En este sentido destacan o resultan elementales tanto la (Elaboración propia. Fuente:
presión del contenedor o envolvente del edificio y la apertura del acceso que prolonga al inte- archivo de EMBT y Fundación Enric
rior lo que sucede en el exterior, situación particularmente notoria en las dimensiones de las Miralles, 2014).
circulaciones como como prolongación de la calle en los niveles superiores y la atracción que
ejerce el núcleo vertical próximo a la chimenea en el interior como elemento central configu-
rador de la planta baja articulando esa conexión, al tiempo que también su desdoblamiento al
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
desplazarlo en el primer nivel.
Los ejemplos analizados muestran comparativamente que en todos existen dos escalas
de fuerzas que actúan sobre las obras. Una escala mayor que está en relación a un contexto más
amplio que tiene que ver con la importancia del edificio, en el marco de un sistema de lugares o
circuito, y, otra, de escala menor, que está en relación con las preexistencias de cada uno de los
sitios (además de sus superposiciones) en los cuales se sitúan las obras. Ambos tipos o escalas
de fuerzas actúan en relación, comprimiendo o presionando, traccionando, direccionando o
haciendo gravitar desde esas preexistencias a los elementos que aparecieron con la rehabilitación.
 74−−−−75
[ 41 ] Esquema de la planta baja
de la Escuela en la cual se indican
las fuerzas que interactúan desde
el acceso hacia el núcleo vertical
(Elaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles, 2014).

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

[ 41 ]

3.1.5. La actualización de sensaciones

El quinto de los subaspectos es la actualización de sensaciones. El mismo puede definirse

como el componente con el que se comprende la actualización de determinadas sensaciones
en la inserción de elementos que produce la intervención, característica propia de la relación
con lo que preexiste a la rehabilitación.
En el Mercado de Santa Caterina, por ejemplo, algunos de los locales se organizan ado-
sados a las tres fachadas conservadas que conforman un contenedor. Al organizarse así acoplan [ 42 ]
también las sensaciones que él genera, actualizando lo que sucedía en el edificio anterior. Lo

C.3
mismo sucede en los sectores del interior y en la plaza cuya ubicación y su vacío inherente
muestran relaciones con los claustros del convento anterior al primer mercado referido. Esta
situación hace que la afección que produce actualice algunas de las sensaciones que tenían lugar
previamente en relación a los edificios allí situados.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht se conservan una serie de locales preexistentes
adosados al conjunto de fachadas originales que conforman el contenedor. La división de estos
ambientes en correspondencia con las fachadas conservadas se proyecta hacia otros ambientes
y a la plaza de acceso sobre los pavimentos. En su proyección, las sensaciones preexistentes del
conjunto de edificaciones residenciales anterior se acoplan a aquellas que inducen los elementos
introducidos con la rehabilitación, actualizándolas con la novedad del cambio.
En el Piso de la calle Mercaders la actualización de sensaciones tiene que ver, por
un lado, con el lugar del visitante en el espacio en relación al resto de los elementos, con un
modo de acceder, de recorrer, de detenerse y andar, de ocupar determinados lugares. En este
sentido, los elementos que aparecen con la rehabilitación acompañan esos modos, haciendo
acoplar el conjunto de sensaciones a las preexistentes. Por otro lado, con un hendir el conjunto
de las sensaciones.
Tal como sucede en el interior del Ayuntamiento de Utrecht, la presencia de ciertos
fragmentos o el estado en el que se presentan algunos de esos elementos preexistentes develan
la superposición de otros momentos históricos del edificio de un modo tal que rompen la ho-
mogeneidad del conjunto de sensaciones, proyectando también otras que resuenan en relación [ 42 ] Plaza del Mercado de Santa
hacia esos espacios. Así actúan los elementos estructurales, arcos, solados reutilizados, frescos, Caterina. Vista hacia el interior

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

entre otras preexistencias. (Fotografía del autor, 2014).
En el caso de la Escuela La Llauna las fachadas y medianeras que conforman un contene-
dor como contorno parecen estar o actuar al servicio de un hacer vibrar de nuevo y con mayor [ 43 ] Vista del ayuntamiento
fuerza a las sensaciones del espacio interior. Las sensaciones que se actualizan, en cambio, lo desde el canal en la que se puede
hacen en la relación de lo que preexiste con los elementos introducidos por la rehabilitación, observar el conjunto de fachadas de
como por ejemplo el núcleo vertical que se sitúa próximo a la chimenea interior, acoplando así las edificaciones residenciales que
las sensaciones que produce como elemento puntual de una planta baja despojada de otros conforman el edificio (Fotografía del
elementos. [ 43 ] autor, 2014).

[ 44 ] Interior del Piso de Mercaders
(Fotografía del autor, 2014).
[ 45 ] Vista interior de la planta
baja de la escuela hacia el núcleo
vertical que indica cómo la
verticalidad de dicho elemento
de conexión actualiza las mismas
sensaciones que genera la
chimenea en el marco del vacío de
la planta diáfana (Fotografía del
autor, 2014).
[ 44 ]
[ 45 ]
76−−−−77
Los ejemplos analizados muestran comparativamente que en todos los casos existe
una actualización de determinadas sensaciones que proponen las partes que se insertan o que
constituyen la intervención de rehabilitación. En este sentido, dado un conjunto de sensaciones
presentes anteriormente, lo que se actualiza en cada caso tiene que ver con algún tipo de efecto
que se produce en el cambio. Esta actualización de sensaciones es parte de la continuidad que
hace que, en términos de duración, los elementos que aparecen con la rehabilitación no sean sólo
partes diferentes de lo que preexiste sino generadores de una misma afección, sea por su vibración
similar, por su acoplamiento o por su hendidura para actualizar otras que parecían agotadas.
Siendo estos los modos de una lógica de la sensación que resuena con lo que establece Deleuze
a propósito de la obra de Francis Bacon y (Deleuze, 2009 [1984]), además, posteriormente junto
con Guattari al preguntarse qué es la filosofía (Deleuze y Guattari, 1993 [1991]).
Este último subaspecto está relacionado con los modos de afectar de la relación en los
mismos términos de actualización y como parte de su duración temporal. Es decir, está relacio-
nado con la comprensión de dichos modos teniendo en cuenta que se producen en el espacio
que configuran los elementos o partes del todo de la obra, más allá de la percepción individual
que pueda tener cada visitante.
En este sentido en el Mercado de Santa Caterina los modos de afectar de la relación o,
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
antes bien, del espacio que ella configura, tienen que ver con la centralidad, cierta subdivisión y
principalmente con lo laberíntico del ordenamiento que presentan los escaparates. Se trata de
un espacio que pareciera ser la continuidad de la configuración del entorno próximo en el cual
el tiempo es la medida del andar. Uno cuyos modos son los propios de una espacialidad que
se descubre, necesitan ser recorridos, experimentados, como si se tratara de la continuidad y
concentración del entramado laberíntico de las pequeñas calles próximas o de pasearse por un
intrincado mercado medieval en donde se confunden esos modos de afección y una apariencia
contemporánea. Todo ello al amparo o con la contención de un gran espacio contenedor en
cuyo centro se proyecta el exterior.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht los modos de afectar del espacio configurado por
los elementos tienen que ver con la percepción de la centralidad de un recinto por sobre otros al
tiempo que también de proyección dada por la coexistencia de los distintos periodos que como
un palimpsesto intempestivo han ido conformando el edificio actual. Lo mismo puede ser dicho
ya no sólo refiriendo, en este caso, al recinto principal en torno a cual pareciera organizarse
C.3
el resto de los espacios, sino también a los modos en que las distintas edificaciones de escala
residencial se fueron conglomerando hasta llegar a conformar la sucesión de pequeños espacios
contiguos que presenta y despliega el edificio en la actualidad.
En el Piso de la calle Mercaders los modos de afectar tienen que ver con la centralidad
del patio en torno a cual parecieran organizarse el resto de elementos. Al mismo tiempo con la
afección propia de una serie de espacios que pese a mantener su configuración original, en sus
dimensiones, escala, etc., develan la condensación de otros abriéndolos más allá de los límites
conservados. En espacios donde los que la coexistencia de elementos de los distintos periodos
que han ido conformando el edificio actual, sirven para proyectarlo y proyectarse tanto hacia
atrás como para adelante.
En la Escuela La Llauna la afección producida tiene que ver con la percepción de un es-
pacio diáfano, despojado, que más allá de contener diferentes elementos, pareciera contenerlos
sin perder por ello ese modo de afectación que lo caracteriza. A su vez, tiene que ver con que
los elementos que aparecen con la rehabilitación parecieran complementar a las preexistencias,
aún a pesar de en algún sentido contrastar material y formalmente. En el mismo sentido puede
decirse la manera que resuena el espacio interior de la Escuela. Es decir, como un espacio que
afecta de la misma forma. Esta es una afección que pareciera estar en consonancia con los
modos característicos del edificio original, más allá de los sectores en los cuales predomina la
percepción de un espacio actual.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
3.2. Los aspectos de su materialización
La segunda de las dimensiones, la que comprende los aspectos de la materialización, también
contiene cinco subaspectos. Parcialidades que, tal como se ha planteado, son cualidades indi-
cadoras relativas a su materialidad, que permitirán, a partir de su desarrollo conjunto, plantear
cierto nivel de generalización como integrantes en el capítulo posterior, en este caso, de su
dimensión más concreta. En este sentido, antes del desarrollo particular de cada una, vale re-
cordar el significado de la palabra a los fines de indicar el lugar al cual apunta su comprensión.

[ 46 ] Esquema de la planta
del mercado. Los elementos
preexistentes marcados en color
pleno y los introducidos por la
rehabilitación, con línea simple
(Elaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles en el año 2014).
[ 47 ] Esquema de la planta del
Ayuntamiento. Los elementos
preexistentes marcados en color
pleno y los introducidos por la
rehabilitación, con línea simple
(Elaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles en el año 2014).
La palabra materialización refiere a la acción y resultado de materializarse, 22 es decir de
tener materialidad. La etimología de la palabra materialidad está formada por raíces latinas;
significa cualidad relacionada a la materia. Sus componentes léxicos son materia como subs-
tancia primaria, alis como sufijo que indica que es relativo a, y el sufijo dad como cualidad. 23
En este sentido se verá hacia dónde se direcciona el concepto en el desarrollo de los siguientes
subaspectos como cualidades componentes.
3.2.1. Elementos
El primero de los subaspectos de la materialización de la relación es el que entiende sus
elementos. Se trata del subaspecto que identifica cuáles son los elementos componentes de la
relación. Con lo cual, el mismo puede definirse como el componente con el que se comprenden
los elementos o partes de la relación en la obra de rehabilitación.
El Mercado de Santa Caterina presenta como elementos tres fachadas monumentales
originales: la principal y dos laterales que se completan con una cuarta que apareció con la
rehabilitación; mientras que en el interior se encuentran restos arqueológicos pertenecientes
principalmente a la iglesia convento dominico, como también elementos tales como algunos ce-
rramientos interiores de locales, escaparates, la estructura soporte, entre otros. La delimitación
horizontal del espacio es la cubierta, elemento emblemático de la rehabilitación.
Los elementos mencionados del Mercado pueden, evidentemente, conformar dos tipos.
Por un lado, lo preexistente, como en este caso las fachadas monumentales conservadas o los
restos arqueológicos encontrados; por otro, lo que resultó de la rehabilitación. Como es el caso
del conjunto de elementos que se introducen tanto cerrando el lado posterior que configuran las
fachadas conservadas, o como la cubierta o los cerramientos de madera, entre otros.
Iguales elementos son introducidos en el Ayuntamiento de Utrecht. El caso presenta una
clara distinción entre lo preexistente y los elementos que son consecuencia de la rehabilitación.
[ 47 ]
22. http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=materialización (s.f.)
23. Radicación de la palabra materialidad (s.f.), http://etimologias.dechile.net/?materialidad
78−−−−79
Mientras los primeros se componen principalmente de las fachadas del conjunto hacia el canal,
dos de sus lados laterales y uno posterior (además de los locales a los cuales se corresponden
los primeros cerramientos mencionados, uno exento en el interior y una serie de fragmento
reutilizados); el segundo se constituye por los elementos que completan la fachada posterior, la
subdivisión del interior y un bloque lateral, además del espacio público frente al acceso, entre otros.
En el caso del Piso de la calle Mercaders uno de los conjuntos de elementos, el de las
preexistencias, parece dominar la escena. Lo que preexiste no sólo cierra casi todos los lados
del espacio, sino también configura los recintos principales y así la organización de la planta.
La primacía de elementos originales es notoria ya que se introducen con la rehabilitación
sólo un par de elementos sueltos como tabiques en el estar y dormitorios, solados, y una pe- [ 48 ] Esquema de la planta del
queña expansión de la planta hacia el patio posterior en la que cierta modificación se distingue Piso de Mercaders. Los elementos
con facilidad. preexistentes marcados en color
La Escuela La Llauna presenta la misma distinción de elementos al igual que los casos pleno y los introducidos por la
anteriores. Las fachadas y cerramientos del contorno, estructura interior con entrepisos y cubierta rehabilitación, con línea simple
y una enorme chimenea conforman el conjunto de preexistencias al tiempo que los cerramientos (Elaboración propia. Fuente:
del sector del acceso, las subdivisiones interiores, núcleos verticales y una pequeña parte del archivo de EMBT y Fundación Enric
techo, entre otros, son productos de la rehabilitación. En este caso, si bien ambos elementos Miralles en el año 2014).
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
comparten cierto carácter fabril, esa distinción no alcanza a constituirlos en un mismo conjunto
ya que cada uno mantiene una evidente relación con su tiempo. [ 49 ] Esquema de la planta de la
Tanto el Mercado, el Ayuntamiento, el Piso de Mercaders como la Llauna muestran Escuela La Llauna. Los elementos
comparativamente la coexistencia de dos conjuntos de elementos, lo que preexiste y lo que es preexistentes marcados en color
introducido con la rehabilitación. En este sentido el punto de vista que implica la consideración pleno y los introducidos por la
de la temporalidad de la obra como instrumento hace que esta distinción no signifique que lo que rehabilitación, con línea simple
preexiste sea entendido como viejo, ni tampoco lo que surge con la obra de rehabilitación como (Elaboración propia. Fuente:
nuevo. Son, tal como muestran los ejemplos, elementos que, a los fines de la investigación, les archivo de EMBT y Fundación Enric
cabe esta diferenciación pero que coexisten como partes de una misma relación. Miralles en el año 2014).
C.3
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
[ 48 ] [ 49 ]

[ 50 ]
[ 50 ] Esquema de la planta del
Mercado que indica los elementos
que estructuran la relación entre
las fachadas conservadas y el vacío
que contiene de algún modo los
puntos focales para la composición
(Elaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles en el año 2014).
[ 51 ] Esquema de la planta
del Ayuntamiento indicando
los elementos que estructuran
la relación entre las fachadas
conservadas y el punto focal de la
composición (Elaboración propia.
Fuente: archivo de EMBT
y Fundación Enric Miralles en el
año 2014).
80−−−−81
Por último, La Escuela La Llauna es, quizás, el caso en el que la estructura de la relación [ 52 ] Esquema de la planta del
es más fácilmente reconocible. La misma presenta una estructuración dada por la alternación de Piso de Mercaders indicando los
los conjuntos de elementos en el interior. Estos elementos de lo prexistente y lo que fue introdu- elementos que estructuran la
cido con la obra de rehabilitación se ven contenidos por el territorio delimitado por el primero relación entre el contenedor y el
de ellos en el caso del contenedor que componen las fachadas y medianeras. En ese marco los patio como punto focal para la
elementos estructurantes del interior son la chimenea con el núcleo vertical como punto focal composición (Elaboración propia.
de la planta baja, el cual se desplaza en el piso superior como contrapunto de la composición Fuente: archivo de EMBT
para volver a su ubicación anterior en el último nivel, siendo hilados por el recorrido que los va y Fundación Enric Miralles en el
articulando desde el acceso del edificio como parte de su estructura circulatoria. año 2014).
Los ejemplos analizados muestran comparativamente la presencia de una estructura que
organiza los elementos de la relación compuesta por cuando menos tres elementos principales. [ 53 ] Esquema de la planta baja de
En todos los casos se tiene la presencia de un conjunto de fachadas o, en algunos casos, también la Escuela indicando elementos que
las medianeras originales que ofician de contenedoras. Es decir que el elemento marco siempre estructuran la relación (Elaboración
está relacionado al conjunto de lo que preexiste. A partir de allí la aparición de elementos fo- propia. Fuente: archivo de EMBT
cales para la organización en el interior que pueden entenderse como marcas territorializantes y Fundación Enric Miralles en el
(Deleuze, 2004 [1980]), puntos o focos de la composición que coinciden con preexistencias y año 2014).
la posibilidad de utilizar un contrapunto como recurso, tal como sucede en la Llauna, con uno
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
de los elementos que fueron introducidos con la rehabilitación. [ 54 ] Esquema de sector de la
planta baja de La Llauna en la que
la chimenea actúa como foco de la
composición para la organización
del espacio interior (Dibujo a mano.
Elaboración propia. Fuente: archivo
de EMBT y Fundación Enric Miralles
en el año 2014).
[ 51 ]
C.3
3.2.2. Estructura de la relación
El segundo de los subaspectos es el que comprende a la estructura de la relación. Se
trata del subaspecto que identifica la estructura que componen los elementos. En efecto, puede
definirse como el componente con el que se comprende la estructura de la relación que con-
forman los elementos o partes que interactúan en la obra.
En este sentido el Mercado de Santa Caterina presenta una relación estructurada prin-
cipalmente por el contenedor que preexiste como elemento predominante y el vacío central en
el cual se distribuyen los escaparates como elementos introducidos por la rehabilitación, cons- [ 52 ] [ 53 ]
tituyendo puntos focales equidistantes, alternando recorridos. En ese marco configurado en el
que, si bien los escaparates hacen las veces de puntos focales para la composición, su intensidad
es menor respecto del vacío que los contiene, teniendo en cuenta la cantidad que constituyen.
No obstante, son elementos estructurantes del conjunto en el espacio que los contiene.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht la relación entre los elementos se estructura,
por un lado, a partir del contenedor conformado por una serie de edificaciones contiguas ori-
ginales de distintas escalas como partes del conjunto de lo que preexiste, y, por otro, a través
de un recinto que aparece contenido por las anteriores, manteniendo una posición central y de
una importancia tal para con el resto de los elementos que lo convierten en punto focal de la
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
composición. En torno al punto focal, la organización del resto de elementos que aparecieron
con la rehabilitación. También de los espacios, recorridos, entre otros.
El Piso de la calle Mercaders, al igual que en cierto sentido el Ayuntamiento de Utrecht,
presenta una relación entre los elementos estructurada en torno a una configuración general de
la planta en la que lo que preexiste prima por sobre el resto de los elementos. En este sentido los
bordes del edificio como límites contenedores y el patio central como punto focal de la compo-
sición de la planta en torno al cual se organiza el resto de elementos, estructuran no sólo lo que
preexiste con una serie de espacios originales sino también lo que aparece con la rehabilitación. [ 54 ]

[ 55 ] Esquema de la forma exterior
configurada por la planta del
Mercado (Elaboración propia.
Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 56 ] Esquema de la forma
exterior configurada por la planta
del Ayuntamiento (Elaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 55 ]
3.2.3. La forma de la relación
(…) la geometría es muy importante para mí, como instrumento de articulación con situa-
ciones muy concretas, porque me permite olvidar, hacer las cosas menos reconocibles.
(Miralles, 2005 [1995]: pp. 268)
El tercero de los subaspectos que comprende la presente dimensión es la forma de la
relación. Es decir la que configuran los elementos que la componen. Puede definirse como el
componente con el que comprende la forma que determinan los elementos o partes que se
relacionan en la obra de rehabilitación.
La forma de la relación en el Mercado de Santa Caterina tiene que ver con una comple-
jización de la geometría dada por los elementos que fueron introducidos con la rehabilitación.
Su relación, a priori, pareciera ir en contra de la representación figurativa o figuración, como
sucede respecto de otras propiedades de su materialización. Así lo demuestran los bordes o
límites exteriores de la planta teniendo en cuenta, por un lado, la presencia de los elementos
surgidos con la rehabilitación, como también, por otro, por la interrupción de la forma dada ya
no sólo con el lleno de esos elementos nuevos sino también con el vacío debido a la ausencia
de los originales. Sin embargo el trabajo con otros recursos como los solados o una pequeña
diferencia de nivel en la explanada de la plaza posterior, permiten la reconstrucción parcial de
esa forma original.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht la forma configurada por la planta tiene que ver,
al igual que en el Mercado, con la ruptura de los límites de las edificaciones que constituían el
edificio original, y con la introducción de elementos de un modo contrario al que devendría de
la figuración. Es decir, que existe una complejidad determinada por la sumatoria de elemen-
tos que es contraria a la continuidad de la forma simple que presentaba previamente. Esta
situación se evidencia principalmente hacia la plaza en los sectores del ala lateral izquierda
y acceso. No obstante, recursos como la diferencia en los pavimentos de la plaza de acceso
parecen remitir a la forma original del edificio o de parte de él, al menos en relación a uno de
los sectores demolidos.
[ 56 ]
82−−−−83
El Piso de la calle Mercaders presenta, sin embargo, en términos de descripción geomé-
trica, una relación cuya forma no alcanza a complejizarse tanto por la geometría dada por los
elementos que fueron introducidos con la rehabilitación. Exceptuando el sector posterior de la
expansión, que tampoco termina de romper la forma exterior original, la planta parece mantener
los mismos límites como contorno. La aparición de elementos durante la obra, como los arcos
medievales en una de las medianeras, la reutilización de otras preexistencias que se combinan
en el interior, como los solados, y los pocos elementos que se incorporaron con la rehabilitación
como lo son unos tabiques divisorios, evidencian una misma actitud contraria a la figuración.
En la Escuela La Llauna, de modo similar que en el Piso de la calle Mercaders, la forma
configurada por la relación entre los elementos no alcanza a complejizarse tanto por la geometría
de lo que se introduce con la rehabilitación por dos motivos. Por un lado, porque, salvando los
sectores de acceso y otro posterior de expansión del edificio, la planta mantiene los límites originales.
Por otro lado, porque en uno de esos dos sectores, el posterior, la forma se acopla al contenedor
a diferencia de lo que sucede con el acceso. No obstante, nuevamente, esas rupturas modifican
los límites exteriores, complejizando su forma aunque en menor medida. Aun así, teniendo en
cuenta lo que sucede en el acceso como lo que pasa con otros elementos del interior como los [ 57 ] Esquema de la forma exterior
núcleos verticales de circulación, la relación pareciera ir nuevamente en contra de la figuración. configurada por la planta del Piso
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
Los casos muestran comparativamente que existe una complejización de la forma exte- de Mercader con algunos elementos
rior de las obras tanto por la inserción de los elementos que se introducen con la rehabilitación interiores dispuestos así a partir de
como por la ruptura de los contornos de su configuración original. En este sentido si bien no en la rehabilitación como los solados
todos los casos se introducen elementos que modifiquen o rompan dichos contornos, la actitud (Elaboración propia. Fuente:
que aparece en el interior confirma una inclinación a ir contra la forma de lo preexistente, en el archivo de EMBT y Fundación Enric
sentido de figuración (Deleuze, 2009 [1984]). Miralles, 2014).
Lo mismo puede ser dicho en cuanto a lo que sucede con otras propiedades, como las
que hacen o que son propias de su materialización y en las que los elementos parecen oponerse, [ 58 ] Esquema de la forma exterior
contrastar, como sucede con respecto a la figura. En cuanto a la ruptura de la forma exterior, si configurada por la planta de la
bien tampoco es una característica que pueda constatarse como recurso en todos los ejemplos, así Escuela (Elaboración propia.
lo evidencian la mayoría de las obras, aunque ello no implique la imposibilidad de reconstrucción Fuente: archivo de EMBT y
virtual e incluso duración por continuidad con otros recursos de la forma original. Fundación Enric Miralles, 2014).
C.3
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
[ 57 ] [ 58 ]

[ 59 ] Fachada del Mercado en la
que se observa la separación de
la cubierta (Fotografía del autor,
2014).
[ 60 ] Espacio de doble altura
sobre el acceso del interior del
Ayuntamiento (Fotografía del autor,
2014).
[ 61 ] Interior del Piso en el sector
en el cual el vacío de la ausencia de
material de revoques fue develando
parcialmente preexistencias
(Fotografía del autor, 2014).
[ 62 ] Interior de la Escuela en el
tercer nivel en el que los elementos
introducidos con la rehabilitación
se despegan la cubierta (Fotografía
del autor, 2014).
[ 59 ]
84−−−−85
3.2.4. El vacío como materia
El edificio nos acompaña muy lejos. Nos transforma en observadores privilegiados. Así
es el modo en que la construcción nos devuelve el pensamiento sobre el lugar. Este aire,
ahora encerrado, debe expresar la ausencia de lo que allí existía… Por otra parte, en este
lugar aparece lo que jamás se hubiera pensado allí posible. (Miralles: 2005 [1987], pp. 31)
El cuarto de los subaspectos es el vacío como materia. Identifica al vacío como el medio
en el que se realiza la relación entre los elementos que la componen. Por ello puede definirse
como el componente con el que se comprende a la materia que constituye el cuerpo o soporte
de los elementos o partes que de la relación.
En este sentido el Mercado de Santa Caterina, por ejemplo, presenta una intención de
despegar los elementos que se introducen con la obra de rehabilitación. Así lo indican el modo
en que se despegan la cubierta principal, la estructura, lo escaparates del interior, entre otros
elementos, salvando los nuevos locales que se adosan en el frente y lateral derecho a las fachadas
originales. Como si ese vacío que separa los elementos mencionados fuese en realidad no sólo
la distancia de cada parte, o la materialidad, o el silencio propio de la ausencia material que se
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
constituye, sino también la materia que pone todo en conexión. [ 60 ]
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht, al igual que en el Mercado, lo que se introduce
con la rehabilitación tiende a separarse de los elementos preexistentes. Lo hace mediante un
recorrido, valiéndose de las circulaciones y con un espacio en doble altura en el sector de acceso.
Del mismo modo, incluso parte de los elementos que preexisten como fragmentos que develan
parcialmente superposiciones del devenir histórico de su conformación tienden a presentarse
con el vacío entre ellos o cuando menos a evidenciar esa separación contrastando materialmente,
cuando no es a alivianarlos en su materialidad.
C.3
[ 61 ]
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
[ 62 ]

[ 63 ] Espacio definido por la
explanada de expansión del
Mercado (Fotografía del autor,
2014).
[ 64 ] Espacios del interior del
Ayuntamiento (Fotografía del autor,
2014).
86−−−−87
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
[ 63 ]
C.3
El Piso de la calle Mercaders presenta, al igual que lo hace mayormente el Ayuntamiento, a
los elementos producto de la rehabilitación distanciados por el vacío dispuesto de modo interme-
dio respecto de lo preexistente. También sectores en los que parte de los últimos elementos que
preexisten tienden a presentarse con el vacío entre medio develando parcialmente preexistencias
tales como una serie de arcos medievales, frescos, pátinas, entre otras superposiciones que
evidencian su devenir histórico. En ambos casos y al igual que sucede con el ejemplo anterior,
más que una operación de vaciado, pareciera constituir la materia de conexión capaz de mediar
entre los distintos elementos.
La Escuela La Llauna en cambio, presenta, a diferencia de los ejemplos anteriores,
una misma operación donde se presenta la tendencia a separar unos y otros elementos y, al
mismo tiempo, el vacío se constituye en materia de conexión, pero de un modo algo diferente.
Mientras que en algunos sectores la operación o la intención es la misma, como en los niveles
superiores lo muestran las aulas y boxes en la separación del contenedor y la cubierta, o con la
doble altura del acceso y el núcleo de circulación, en otros no lo es. En éstos últimos, el vacío
desaparece a punto de solaparse como en una instancia de superposición parcial en la que de
nuevo el vacío tiende a materializar la conexión, completando lo parcialmente expuesto, lo no
solapado ni superpuesto, como en un juego de separación.
Los casos muestran comparativamente cómo en todos ellos el vacío aparece o tiende
a aparecer entre los elementos. Sin embargo esta ausencia de materia, además de ser la que
permite separar una y otra materialidad específica de cada elemento (cada uno con mayor o
menor distancia entre sí), o la que devela parcialmente superposiciones del devenir histórico
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
de su conformación, parece ser, paradójicamente, la misma que los pone en conexión. Más
que una operación de vaciado es el aglomerante capaz de mediar entre los distintos elementos.
El vacío como forma de materializar no sólo determinadas ausencias sino también la
conexión, permite a cada elemento devenir expresión, en el cambio, en la diferenciación, man-
teniendo cierta impronta de relación, de continuidad en una duración. En este sentido el vacío
como materia es también expresión de una espacialidad, la del espacio de relación. Desde este
punto de vista es la materia del espacio. Es decir, la del espacio de la relación que se conforma
entre los elementos o partes que interactúan y se relacionan en la obra. [ 64 ]
 88−−−−89
La configuración de espacios dentro de uno mayor como operación producto de la relación
que se da en la introducción de elementos con la rehabilitación indican de alguna forma parte
de lo que sucede en ellos, según muestran los casos analizados. Evitando la homogeneización
espacial, un continuo heterogéneo proyecta los espacios a otros a través de las preexistencias,
captando la experiencia individual que potencian. En este caso como signos (Deleuze, 1972
[1964]). Para ello los recursos arquitectónicos tienen que ver con generar espacios conteniendo
a otros, separar elementos, jugar con las distancias (algunas veces con diferentes planos de
superposición y otras develando fragmentos de preexistencias de otros estratos).

3.2.5. El movimiento como expresión

No puede desaparecer ese espacio vacío después de trabajar sobre él. Expresión de
esta ausencia. La arquitectura como la única capaz de realizarlo. No por alusión. No
por desplazamiento. No por vaciado. No por omisión, ni por olvido. (Miralles: 2005
[1987], pp. 31)

El quinto de los subaspectos es el movimiento como expresión de la relación con aquello que

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

preexiste, el que expresa el cambio cualitativo que se da entre los elementos o partes que se
relacionan en la obra de rehabilitación, así como a la idea que está implícita en dicho cambio.
En este sentido, en el Mercado de Santa Caterina, los elementos que se introducen con la
rehabilitación lo hacen diferenciándose de los que preexisten, como, por ejemplo, las fachadas
[ 65 ] [ 66 ] conservadas y los escaparates en el interior. Esta diferenciación hace que la propuesta estética
que se constituye como conjunto se caracterice por una expresividad del cambio en el edificio.
Cambio que viene no sólo de la distinción dada por la naturaleza de los elementos que aparecen
en relación sino también de su disposición, lo que acentúa esa variación.
Entre lo que preexiste, el vacío y lo que se introduce con la obra de rehabilitación, el
movimiento tiende comprender la relación entre uno y otro elemento. Así también a articularlos
yendo de un punto a otro, producto la variación. Por su parte la dinámica del movimiento como
expresión de la propuesta está en relación al tiempo de la obra, a la proyección que ejercen los
En este sentido en el Mercado de Santa Caterina el espacio de la relación lo establece en [ 65 ] Interior del Piso en el que [ 67 ] Interior del Mercado elementos al captar la experiencia individual, tal como lo muestran los escaparates en el interior
principio el contenedor que componen las fachadas conservadas, marcando el lugar a partir del preexistencias proyectan el espacio (Fotografía del autor, 2014). de la obra en el espacio que ocupan o en el modo en el que lo hacen.

C.3
cual se hace, precisamente, espacio. Marcando su apertura, la expansión territorial, hasta dónde (Fotografía del autor, 2014).
territorializa la obra en el plano de lo inmediato del contexto en el cual se sitúa, indicando con
pavimentos relaciones a elementos preexistentes como la iglesia. Lo mismo sucede con el plano [ 66 ] Interior de la Escuela en el
de cubierta, que en su proyección define un espacio incluso dentro de un ámbito mayor. En este tercer nivel en el que se generan
sentido, los planos de base y cubierta acompañan o rompen en igual medida las intenciones a espacios contenidos dentro del gran
las que da lugar la apertura, la expansión y la proyección respectivamente. espacio cubierto (Fotografía del
En el Ayuntamiento de Utrecht, al igual que en el caso del Mercado de Santa Caterina, el autor, 2014).
espacio de la relación está definido a gran escala por el contenedor que preexiste. En ese marco
se hace espacio. En el interior, se hace con un juego que presenta solados preexistentes como
pequeños espacios superpuestos, además de la apertura, la expansión del territorio interior del
edificio, indicando hasta dónde territorializa la obra en el plano de lo inmediato del contexto en el
cual se sitúa, en este caso, el acceso. Así también sucede con determinadas líneas de los pavimen-
tos que se corresponden con las edificaciones que conformaron originalmente el edificio y que se
proyectan desde el interior. Estas últimas, al igual que los recintos interiores, principalmente uno
central y otros contiguos, aparecen dentro de ese espacio mayor que se proyecta hacia el exterior.
En el Piso de la calle Mercaders el espacio de la relación se expresa de la misma manera
que se da en el interior del Ayuntamiento de Utrecht en el que también se encuentran como
pequeños espacios dentro de uno mayor, los cuales son configurados mediante planos horizon-
tales de solados originales. Estos elementos o partes de lo que preexiste y de la rehabilitación,
configuran principalmente entre ellos un espacio mediante superposiciones, el de su relación.
Así también lo hacen preexistencias como los frescos o las pinturas que al igual que los solados

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

proyectan otra espacialidad, rompiendo los límites del espacio.
En el caso de la Escuela La Llauna, en cambio, el espacio de la relación es configurado
por los planos de base y cubierta de lo que preexiste sin mayores intenciones de apertura, de
expansión o proyección hacia el exterior más que en el acceso y visualmente en el tercer nivel.
Todo sucede en el interior en el marco dado por un gran espacio contenedor. Dentro del él, los
elementos que se introducen con la rehabilitación van marcando un juego de alternancia con
lo que preexiste configurando un recorrido en el cual la relación pasa por distintos niveles de
proximidad, con espacios de mayor o menor articulación. [ 67 ]
 90−−−−91
El caso del Ayuntamiento de Utrecht la obra presenta la gestualidad propia de la manifes-
tación de fragmentos o partes de elementos diferentes espaciados mediante la interposición del
vacío en la mayoría de las situaciones. Esta situación se evidencia en la fachada, al reutilizarse
fragmentos de la demolición, o en el interior del edificio mediante la coexistencia de solados.
En ambos casos la expresión del cambio producido por la rehabilitación es el movimiento que
va de uno a otro de los elementos o partes como puntos tendiendo a completarlos, como a
comprender su devenir. Así también, es la proyección temporal que se ejerce a través uno y
otro elementos que se disponen en relación.
En el Piso de la calle Mercaders los elementos se presentan de un modo tal (espacia-
dos, alternados, solapados, envejecidos) que hace tender a reconstruirlos o comprenderlos en
su totalidad desde la parcialidad fragmentaria. Este modo de presentación tiende a ejercer el
movimiento para reconstruir o comprender la parcialidad ausente; pero también a dilatar la
temporalidad de la obra, comprendiendo a lo que preexiste en relación a los estratos de tiempo
al que pertenecen los elementos. Así, por ejemplo, se presentan tanto parte de la estructura
muraria como los solados, los frescos y las carpinterías originales, entre otros.
En la Escuela La Llauna el modo en el que se interviene en la fachada sobre el sector
de acceso genera un dinamismo producto de la reconstrucción de las partes que presenta

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

[ 68 ] Fachada del Ayuntamiento en interrumpida. Por otro lado, la disposición de lo que se introduce con la rehabilitación, como
la que se utilizan fragmentos el núcleo vertical de escaleras y rampas que contrastan material y formalmente respecto de
de la demolición (Fotografía del aquello preexistente, proyecta la temporalidad de obra a su situación precedente. Nuevamente
autor, 2014). el movimiento es la expresión de la relación entre los elementos en la obra.

[ 69 ]

C.3
[ 70 ]

Los ejemplos muestran comparativamente que la dinámica expresiva de la relación entre [ 69 ] Interior del Piso de Mercaders
los elementos que se presenta en cada uno es la del movimiento. Se trata de la expresión propia (Fotografía del autor, 2014).
de la reconstrucción de las partes del todo de la obra como recurso; pero también podría decirse
que, de alguna manera, de la que está vinculada a la idea de esa relación (Deleuze, 2009 [1984]). [ 70 ] Fachada de la Escuela en el
En este caso la idea puede asociarse más bien a ciertas intenciones proyectuales. Intenciones sector de acceso (Fotografía del
proyectuales que concretamente tienen que ver con la transformación del lugar. Ésta es una autor, 2014).
que, en todos los casos, cada cual a su modo, busca abrir los edificios temporalmente. Es decir,
que cada uno abrace en su presente aquello existente previamente e incluso a otros presentes
en relación a otras obras.

3.3. Los modos de relacionar la obra

Finalmente, la tercera de las dimensiones, una relativa a los rasgos de este hacer. Quizá la más
importante característica tanto de la rehabilitación de edificios en contextos históricos como el
de la obra en general de Enric Miralles. Es su particular proceso de proyecto. Y, en este sentido,

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

también lo es el de la relación con lo que preexiste de esa obra, de los modos de relacionarla. Un
modo de proyectar sin el cual la relación con eso que preexiste a la rehabilitación no se presentaría.
Los modos que Enric Miralles tiene de relacionar la obra de rehabilitación de edificios
en contextos históricos contienen, al igual que las dos dimensiones anteriores, cinco subaspec-
tos. Estas son también cualidades indicadoras relativas a su modo de hacer, cuyo desarrollo
permitirá alcanzar cierto nivel de generalización en el próximo capítulo al tiempo que esbozar
una noción más acertada ya no sólo de los elementos integrantes, sino también de su dimensión
[ 68 ] más proyectual.

La palabra hacer. En su acepción común refiere a producir algo, en dar el primer ser.
Elaborar o manufacturar, darle la figura o la forma que se debe tener. Realizar, poner en una
obra un acto, trabajo, acción o quehacer. Ejecutar una acción expresado por el verbo referido
previo. Causar, originar y ocasionar. También puede remitir a obrar, actuar, proceder, entre
otras.24 En este sentido la etimología de la palabra proviene del latín facere. Está asociada al verbo
latino facio que se forma sobre una raíz indoeuropea que de forma primaria significaba poner,
colocar. 25 En este sentido se verá cómo el desarrollo de cada uno de los siguientes subaspectos
componentes da forma y configuran un sentido general al concepto particular de este hacer.
3.3.1. El proyecto-proceso de la relación
Desarrollas el pensamiento de trabajar continuamente sobre unas trazas, como en
Santa Caterina y Diagonal Mar. Necesitas tener una especie de documento donde esté
condensado el tiempo en este sitio. Pero no para considerar que tu proyecto sea un paso
más, no –como si hubiera detrás una idea lineal-, sino casi como si el tiempo -a mí, me
gusta decirlo así-, en vez de tenerlo a la espalda, lo tuvieras delante de ti… (Miralles,
2005 [2000]: pp. 10)
El primero de los subaspectos es el proyecto-proceso de la relación. Se trata del subas-
pecto que define en cada caso el proyecto de la relación de un modo particular, entendiéndolo
no como proyección o despliegue futuro anticipatorio sino como proceso. Con lo cual, el mismo
puede definirse como el componente con el que se comprende el proyecto de la relación en
tanto proceso.
En este sentido las entrevistas realizadas, el acceso al archivo de EMBT y de la Fundación
Enric Miralles, y una serie de publicaciones de la propuesta como lo son distintas revistas de
arquitectura que presentaron el proyecto en diferentes instancias, permiten recomponer en parte
el modo de hacer del cual resultó la rehabilitación del Mercado de Santa Caterina y su relación
con las preexistencias de la obra. Lo primero que puede decirse como rasgos generales es que
según las fuentes consultadas el proyecto fue fruto de diferentes instancias.
24. http://dle.rae.es/?id=Jwhmcap
25. Etimología de hacer (s.f.), http://etimologias.dechile.net/?hacer
[ 71 ] Fotografía del Mercado
tomada durante el periodo de
construcción que muestra el
descubrimiento de los restos
arqueológicos del sitio (Fuente:
Archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles).
[ 72 ] Croquis que muestran
distintas propuestas de resolución
de un sector del proyecto del
Mercado (Dibujo a mano.
Reelaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles, 2014).
[ 73 ] Vista del Ayuntamiento hacia
la fachada que da a la plaza, en
la que se reutilizan restos de la
demolición (Fotografía del autor,
2014).
[ 71 ]
92−−−−93
Cada una de las instancias que tuvo el proyecto del Mercado implicó distintos cambios,
como ser los que atravesó entre el proyecto del concurso, la documentación de obra y la obra
misma, en donde, por ejemplo, el descubrimiento de los restos arqueológicos de la iglesia y el
convento de Santa Caterina implicaron consecuentes modificaciones del proyecto.
Como rasgos más particulares del proyecto del Mercado, vale resaltar el modo de trabajar
por capas. Es decir, el proyectar superponiendo capas de una forma tal en la que la diferencia
entre la primera y la última no hace más que evidenciar un proceso. Uno en el cual no se partió
de una idea a priori sino del reconocimiento de lo que preexiste y, capa a capa, en el trabajo con
esas prexistencias junto a determinadas intenciones, se construye una. Es decir que no existe
una subordinación del proyecto a ninguna idea preconcebida sino que se va construyendo una
que aparece al final, incluso al tiempo que es construida.
Lo mismo puede ser dicho para el caso del Ayuntamiento de Utrecht. Las fuentes consulta-
das muestran que el proyecto se construyó a través de un proceso en el cual se dieron diferentes
instancias cambiantes que van desde el concurso hasta la realización de la obra. Como en el Mer-
cado, la propuesta inicial siguió modificándose durante el transcurso de la obra. Así lo indican, por
ejemplo, la incorporación de restos de la demolición reutilizados como parte de la propuesta. Tal
es el caso de los fragmentos aprovechados que recomponen las aberturas de una de las fachadas
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
frente a la plaza construida como parte del proyecto. En el mismo sentido también los elementos
estructurales o sectores de paramentos expuestos del interior. Se evidencia en ambos casos el
énfasis puesto no sólo en el proceso del proyecto sino incluso en el de la obra como parte de él.
Asimismo el Piso de la calle Mercaders, proyecto que en parte coindice o, si se quiere,
como se verá se continúa con el del Ayuntamiento. Al proceso del proyecto le caben en parte
las mismas características señaladas para los otros ejemplos. Si bien no resultó de un concurso
de arquitectura, al ser la vivienda del propio Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, tuvo una
extensión de tiempo y dedicación al trabajo similar. Un trabajo que, como en el Mercado o el
Ayuntamiento, fue configurándose capa a capa y que durante el transcurso del mismo siguió
modificándose por las preexistencias que fueron surgiendo y las intenciones en relación a las
mismas, en este caso propias del descubrimiento de elementos estructurales medievales, frescos
y pinturas como particularmente la misma forma de habitar.
C.3
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
[ 72 ] [ 73 ]

[ 74 ] Interior del Piso de Mercaders
en sector del escritorio, ambiente
en el que se encontraron frescos
preexistentes que se conservaron
e incorporaron a la propuesta
(Fotografía del autor, 2014).
[ 75 ] Vistas del interior del Piso
de Mercaders y del Ayuntamiento
de Utrecht (izquierda y central,
fotografías del autor, 2014), junto
a otra de las viviendas de Borneo
(Revista El Croquis Nº 100/101,
2005) que permiten comprender
en las franjas verticales cómo se
proyecta la continuidad de una obra
en otra.
[ 74 ]
[ 75 ]
94−−−−95
[ 76 ]
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
Las conversaciones mantenidas con Ricardo Flores, Eva Prats y Benedetta Tagliabue [ 76 ] Planta baja de la Escuela
permitieron terminar de confirmar esta manera de proceder. 26 En todos los casos coincidieron que muestra las relaciones que
que al igual que con el despacho de EMBT, el piso de Mercaders fue develando los elementos aparecen al volver a intervenir
preexistentes más singulares como frescos, pinturas, arcos u otras estructuras desde el primer (Dibujo a mano. Reelaboración
momento y, principalmente, durante los trabajos de obra. Esos elementos fueron registrándose propia. Fuente: archivo de EMBT y
al tiempo que se consideraban para el proyecto. Fundación Enric Miralles, 2014).
Otra de las características que en este caso resaltan de manera singular y que, aunque
la comparte con los ejemplos anteriores, aún no han sido mencionada, como ser la impor-
tancia de la tarea de registro compartida como fundamental para proyectar la continuidad de
C.3
un proceso proyectual que ya no sólo es para con una obra sino que es inherente a todas las
demás (Miralles, 2005 [1995]). El proceso de proyecto se continúa incluso como tal, de una a
otras obras retomando los mismos conceptos, con los mismos recursos arquitectónicos. Como
sucede justamente entre el piso de Mercaders, el Ayuntamiento e incluso de algún manera en
las viviendas de Borneo.
El caso de la Escuela La Llauna es, quizás, el que más complicado de reconstruir en cuanto
al proceso de proyecto ya que no se pudo obtener mayor información más que la mínima que
permite confirmar un mismo modo que entonces se comenzaba a gestar. Lo que se pudo revisar
es cómo se retomó el proyecto en una segunda mínima intervención para trabajar principalmente
sobre la planta baja. Lo interesante del caso es que permite evidenciar otra característica de este
proceso particular que evidencia que en todos los casos se trata de un proceso de iniciación de
la relación, un proceso de apertura de la obra.
Los ejemplos presentados a propósito del subaspecto muestran comparativamente que
cada uno, a su manera, por situaciones particulares aunque también por cuestiones en común,
resultaron de un proyecto concebido en tanto proceso orgánico. Esos procesos no partieron
y desarrollaron una idea sino que, en todo caso, se aproximaron a una mediante el trabajo de
proyectar capa sobre capa considerando las preexistencias en conexión con ciertas intenciones
proyectuales. Esto pareciera consistir en una operación afín a la búsqueda de una identidad
del lugar producida por la diferencia entre una y otra capa o estrato de intervención, la cual es
determinada en la repetición. Repetición que consiste en pensar lo mismo a partir de lo dife-
rente. (Deleuze, 2009 [1968]) A su vez, el trabajo con las preexistencias puede entenderse en
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
como un interrogar los signos de lo preexistente, causando efectos de un cuerpo sobre otro,
es decir, estableciendo una afección. (Deleuze, 1972 [1964]) Este modo de proceder puede ser
continuado en otros proyectos. El último de los ejemplos permite comprender, en relación a
esto, que se trata de un proceso de inicio y apertura de las obras a ciertas relaciones que se
pueden extrapolar y continuar posteriormente.
26. Ibíd.

[ 77 ] Esquemas de la forma de
ocupar el espacio del Mercado
(Dibujo a mano. Reelaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 78 ] Estudio de flujos peatonales
del Mercado en diferentes periodos
(Dibujo a mano. Reelaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 79 ] Planta esquemática del
Piso previo a la rehabilitación
(Dibujo a mano Reelaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
[ 77 ]
[ 78 ]
3.3.2. De la utilidad de la historia para proyectar
Al final estás trabajando no sólo con la realidad física del momento, sino con la realidad
física de todo lo que ha estado allí, que ha ido construyendo el sitio. (Miralles, 2005
[2000]: pp. 10)
El segundo de los subaspectos es la utilidad de la historia para proyectar. Se trata del
que identifica el rol de la historia en el proceso-proyecto de la relación. Es el componente con
el que se comprende a la utilidad que tiene la historia para el proyectar la rehabilitación y, de
esa manera también, la relación con lo que preexiste.
En este sentido tanto el Mercado de Santa Caterina como el Ayuntamiento de Utrecht
muestran características por las que se los puede agrupar. Ambos tuvieron procesos de proyecto
en los cuales resultó fundamental el estudio del modo de ocupación del espacio, las construccio-
nes superpuestas, la transformación de los lugares y el flujo peatonal a través del tiempo. Para
ello se valieron no sólo del estudio de la historia del lugar sino que también y, principalmente,
del de los llenos y vacíos o el estudio de flujos. No como estudio del pasado sino desde un po-
sicionamiento ante un problema actual.
[ 79 ]
96−−−−97
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
[ 80 ]
C.3
En el Piso de la calle Mercaders el sentido por el cual se apela a una historia va desde el [ 80 ] Planta baja de la Escuela
punto de vista del modo de utilizar los espacios de la vivienda. Uno de los aspectos publicado (Fotografía del autor, 2014).
en la memoria del proyecto, pero sobre todo también resaltado en la entrevista realizada per-
sonalmente a Benedetta Tagliabue, tiene que ver con el modo de habitar los mismos espacios.
Con esa capacidad de cierta arquitectura que permite esos modos de habitar y de volver a
ocupar esos espacios.
En la Escuela La Llauna se hace evidente la capacidad de una arquitectura de mantener
ciertos aspectos de diferentes tiempos y espacios en la actualidad. En ese sentido también la
de un modo de entender que esos aspectos, los de la historia del edificio devenidos en pre-
sente, sirven a su conformación actual como invariantes. Así, lo muestran las posibilidades de
los espacios de la escuela que con un programa diferente al original mantiene ciertos aspectos
invariantes en el presente.
A modo de conclusión parcial en relación a lo que evidencian comparativamente los
ejemplos puede decirse que cada uno se vale o apela a la historia particular de los edificios desde
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
un posicionamiento que entiende su utilidad para proyectar. Es decir, que la historia en cada
caso sirve para aportarle al proyecto lo que ha sido susceptible de actualizar en el presente ante
un problema actual. En este sentido se trata de una historia útil al presente (Nietzsche, 2006
[1874]). También de una que al igual que al historiador, sirve a la comprensión de ese presente
y de lo que tiene de novedad (Bergson, 2013 [1934]). Es una historia particular en relación a
la noción de tiempo implícita en el modo de concebirla (Agamben, 2011 [1978]). Así, se hacen
presentes ciertas características de los edificios o el entorno en el cual se sitúan, recorridos, su
espacialidad, modulaciones, la capacidad de cada uno de volver a ser habitados.

[ 81 ]
[ 81 ] Planos solapados del
Mercado, Iglesia y Convento
preexistentes (Fuente: archivo de
EMBT y Fundación Enric Miralles,
2014).
[ 82 ] Planta del Ayuntamiento
en la que puede constatarse que
existe un mismo tratamiento para
los elementos (Fuente: archivo de
EMBT y Fundación Enric Miralles,
2014).
[ 83 ] Sector de la planta de
Mercaders en el que se indica el
mismo tratamiento a los elementos
(Dibujo a mano. Reelaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
Fundación Enric Miralles, 2014).
98−−−−99
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
[ 82 ]
C.3
3.3.3. Un tratamiento igualitario contra un sistema de valoración
(…) el truco es siempre el mismo: intentar que tenga la misma importancia la traza de
un monasterio como la traza de un momento en el que todo estuviera destruido, o la
de un camino que pasase por allí en medio, como si todas esas cosas pudieran tener la
misma importancia. (Miralles, 2005 [2000]: pp. 10)
El tercero de los subaspectos es el tratamiento igualitario contra un sistema de valoración.
Se trata de un subaspecto que tiene que ver con el modo con el cual se valoran los elementos en
la rehabilitación. Puede definirse como el componente con el que se comprende al tratamiento
igualitario de las preexistencias en relación a los propios de la rehabilitación como posicionamiento
frente o contra a un sistema tradicional de valoración. Es decir contra un sistema clasificatorio
de los elementos preexistentes de la rehabilitación.
En este sentido el Mercado de Santa Caterina expone bajo un mismo tratamiento a todas
las preexistencias y los elementos que se van introduciendo a través del trabajo de superposicio-
nes capa a capa. Por ello el proceso de proyecto reúne, por decirlo así, a todos los elementos
en un mismo plano. Es decir, que no existe una diferenciación de unos elementos respecto de
otros, sino que ambos coexisten en un mismo plano de variación e intenciones proyectuales.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Un todo heterogéneo de elementos que se dibujan y en consecuencia se consideran sin ninguna
diferenciación o jerarquización en el proceso de proyecto.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht, al igual que sucede el caso anterior, las preexis-
tencias se presentan del mismo modo que las intenciones proyectuales, es decir, como elementos
que después aparecerán con la obra de rehabilitación. No existe diferenciación alguna en el modo
de representación. Tanto es así que, ya desde la etapa inicial del proceso proyectual, este modo
de tratamiento igualitario de los elementos hace que las intenciones proyectuales, al potenciarse
las preexistencias, parecieran continuar o ser parte de lo que preexiste. [ 83 ]
 100−−−−101
En el Piso de la calle Mercaders, si bien las preexistencias son mayores en relación a los
elementos introducidos con la rehabilitación, su tratamiento desde la instancia de proyecto es
similar. Al igual que en los ejemplos anteriores no existe diferenciación alguna en la represen-
tación. El trabajo es con todos los elementos en el mismo plano de composición del proyecto,
por lo cual ellos participan de la misma jerarquía de intenciones proyectuales, pero no desde un
concepto de categorización o algún sistema de valoración particular. Esta situación se evidencia
incluso en el plano de la obra en el cual todos los elementos aparecen en el mismo plano.
Por último, en el caso de la Escuela La Llauna no pudo cotejarse el modo en el cual se
consideraron los elementos durante el primer proceso de proyecto de la rehabilitación. No
obstante los dibujos de la segunda intervención realizada muestran el mismo tratamiento que [ 84 ] Esquema de un sector de la
se da en el resto de los ejemplos mencionados anteriormente. Es decir, un modo igualitario que planta de la segunda intervención
dispone en un mismo plano todos los elementos de la rehabilitación; en este caso, lo preexis- a la Escuela (Dibujo a mano.
tente y lo propio de las dos intervenciones con la misma consideración jerárquica. Así también, Reelaboración propia. Fuente:
y como en todos los casos, lo evidencia el proceso de la obra, aunque en ese plano resulta algo archivo de EMBT y Fundación Enric
más complejo o menos gráfica su explicación. Miralles, 2014).
La comparación de los ejemplos analizados permite concluir parcialmente que los elementos
en todos los casos se valoran del mismo modo, sin diferenciar las preexistencias de intenciones [ 85 ] Plano de un sector del

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

proyectuales como tampoco de lo que surja y de lo que se introduzca con la rehabilitación. En Mercado preexistente dibujado
este sentido la manera de no diferenciar estos elementos es a través de su consideración en un a mano por Miralles redibujado [ 86 ]
mismo plano, mecanismo de representación que consiste en la superposición de capas como por el autor (Dibujo a mano.
estratos. Esta misma consideración respecto de la valoración y tratamiento de los elementos en Reelaboración propia. Fuente:
la instancia proyectual se evidencia también en las obras aunque el contraste y la no figuración archivo de EMBT y Fundación Enric
de lo modificado por la rehabilitación hagan menos visible la situación. Miralles).

[ 87 ]

C.3
[ 88 ]

[ 86 ] Plano de un sector del
Ayuntamiento preexistente dibujado
a mano por Miralles redibujado
por el autor (Dibujo a mano.
Reelaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
Miralles).
[ 85 ] [ 87 ] Plano de un sector del Piso
de Mercaders preexistente dibujado
a mano por Miralles redibujado
por el autor (Dibujo a mano.
Reelaboración propia. Fuente:
archivo de EMBT y Fundación Enric
3.3.4. El dibujo a mano como modo de aprehender lo preexistente
Lo mejor de un dibujo son los estadios intermedios… ese ver aparecer…aquello que
queda para otro trabajo. El movimiento a través de un edificio, conducido por sus leyes.
(Miralles: 2005 [1987], pp. 30)
El cuarto de los subaspectos es el dibujo a mano como modo de aprehender lo que pre-
existe. Por ello puede definirse como el modo con el cual se aprehenden dichos elementos en el
proceso-proyecto de rehabilitación en el cual se establece la relación con aquello que preexiste.
El Mercado de Santa Caterina por ejemplo tuvo durante su etapa de proyecto un mi-
nucioso trabajo de dibujo a mano en el cual se registraban todos los elementos preexistentes
tanto como los avances mismos del proceso. En este sentido lo demuestran la gran cantidad
de planos encontrados en el archivo, siendo el ejemplo que presentaba mayor cantidad de ese
tipo de documentación. Una obra que, a lo largo de los años que van desde el concurso hasta

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

Miralles en el año 2014).
[ 88 ] Plano de un sector de la
Escuela dibujado a mano por
Miralles redibujado por el autor
(Dibujo a mano. Reelaboración
propia. Fuente: archivo de EMBT y
[ 84 ] Fundación Enric Miralles, 2014).
su culminación, se desarrolló a través del dibujo a mano como paso previo a su digitalización.
Lo mismo puede ser dicho respecto del dibujo a mano para el caso del Ayuntamiento
de Utrecht, aunque este proyecto requirió un desarrollo mayor o de alguna forma más preciso
respecto de la documentación, al menos durante la etapa próxima a su construcción según las
afirmaciones de una de las personas a cargo del proyecto. 27 A su vez, para esta obra se encon-
27. Material inédito que forma parte de la entrevista realizada a Marc Le Roig, quien trabajó exclusivamente en esa
obra. Barcelona, 2014.
 102−−−−103
traron una gran cantidad de esquemas en cuadernos del propio Miralles. Todos ellos dibujos a
mano de diferentes sectores y con distintas escalas de aproximación. Una y otra vez esquemati-
zaba tanto las mismas preocupaciones como los posibles esquemas de resolución en cada caso.
En el caso del Piso de la calle Mercaders el dibujo a mano también sirvió al proceso de
proyecto de la obra desde su fase inicial. El registro de lo preexistente a modo de relevamiento
encontrado realizado a mano así lo demuestra, teniendo en cuenta también que se encontraron
los planos originales que igualmente fueron redibujados. En este sentido el registro es comple-
mentado por un relevamiento fotográfico del estado del edificio en el momento de su adquisición,
algo compartido con el resto de los proyectos. El propio Miralles ha realizado para esta obra
esquemas y anotaciones en los cuadernos que acostumbraba a compaginar.
En caso de la Escuela de la Llauna, en cambio, el rol de las fotografías fue al proceso
de proyecto lo que el dibujo fue a los anteriores ejemplos, tal como se señala en la memoria
descriptiva publicada del proyecto. 28 En cualquier caso, las fotografías se convirtieron, según
se afirma en ella, en lo que permitió aprehender el edificio, posibilitando la toma de decisiones
proyectuales. En este caso, además, el tiempo de proyecto fue acotado, a diferencia de lo que
pareciera haber sucedido para la segunda intervención, en la cual ciertos dibujos a mano en-
contrados evidentemente sirvieron para retomar el proceso. [ 89 ] Collage de fotografías de

Origen, materialización y modos de relacionar la obra

Los ejemplos analizados muestran comparativamente que en todos ellos la herramienta la obra del Mercado (Fuente:
que se utiliza para entender, incorporar y apropiarse de lo que preexiste es siempre la misma: Archivo de EMBT y Fundación Enric
el dibujo a mano. Es decir, de aprender por absorción o por incorporación (Miralles, 1999). Miralles).
En este sentido, esta irreemplazable herramienta de aprehensión aparece allí donde no hay
palabras. Esta adquisición que se logra mediante el acto físico no sólo se realiza con el fin de [ 90 ] Collage de fotografías del
hacer algo visible para los demás, sino también para acompañar algo invisible hacia su destino Ayuntamiento (Fuente: Archivo de
insondable (Berger, 2012 [2011]). EMBT y Fundación Enric Miralles). [ 90 ]

C.3
3.3.5. La representación de la relación

Estos collages, a la manera de un puzzle, forman la representación de un espacio en

una acción que, en cualquier caso, repite el trabajo mismo de proyectar. Son como una
sorpresa que abre continuamente una nueva definición de los límites y de los contornos.
(Miralles, 1996: pp. 173)

El quinto de los subaspectos es la representación de la relación. Es la que de alguna

manera identifica las cuestiones que tienen que ver con la representación de la relación con lo
que preexiste. Por esta razón, el subaspecto puede definirse como el componente con el que se
comprende el modo particular de representación de la relación en las obras de rehabilitación.
En este sentido el proyecto del Mercado de Santa Caterina se presenta como un enor-
me collage compuesto por diferentes croquis como esquemas y planos, además de fotografías
superpuestas acompañadas de textos, al menos en la mayoría de las publicaciones. Este modo
de presentación es similar al del trabajo, según se ha podido constatar en el archivo de la fun-
dación. Por lo cual este modo pareciera mostrar y reforzar la idea de predominio del mismo
proceso por sobre un resultado final. Uno que combina distintos elementos en un mismo plano
de composición y en el que cada uno complementa a lo que se quiere mostrar, pero que exige
una atención especial.
De manera similar, el Ayuntamiento de Utrecht se presenta como el del Mercado. Un
enorme collage compuesto por croquis y planos en distintas escalas, además de fotografías

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

acompañadas de textos, al menos en las publicaciones que se alcanzaron a revisar. También
en este caso, el modo de presentación es similar al del trabajo según se ha podido constatar
como, por ejemplo, en la superposición de las fotografías. El modo de representar, no hace
más que mostrar el énfasis puesto en el proceso por sobre un resultado final. Ahora, en cuanto
[ 89 ] a la representación es la misma combinación que para el caso del Mercado. Es decir, una en la
que se presentan distintos elementos en un mismo plano de composición, en el que cada uno
parece complementar al todo, pero que exige una atención especial por la combinación misma,
28. El Croquis N°30, Madrid, 2005 [1987]. el paso de escalas, por tratarse de distintos recursos, etc.

[ 91 ] Plano del Piso (Archivo de
EMBT y Fundación Enric Miralles).
[ 92 ] Plano de detalle y sector de
fachada de la Escuela (Fuente:
[ 91 ] Revista de arquitectura El Croquis
Edición Conjunta N° 30 + 45/50
+72 (II) + 100/101, (2005): Enric
Miralles 1983-2000. Madrid,
España: Ed. El Croquis).
[ 92 ]
104−−−−105
El modo con el que se presenta el proyecto del Piso de la calle Mercaders, que tiene que
ver con la integración de vistas y otros elementos sintácticos de la representación en el mismo
plano de composición, es una característica que ya está presente en el Mercado como en el
Ayuntamiento. Se integran elementos preexistentes como también los que aparecieron con la
rehabilitación, como en un intento de evidenciar un proceso de complejización. Así aparecen, por
ejemplo, los arcos medievales, los solados preexistentes y carpinterías originales preexistentes.
En el mismo plano de representación se incluyen muebles (por ejemplo, bibliotecas) en planta
o las carpinterías que proyectadas para la rehabilitación.
La Escuela de la Llauna en cambio, muestra un modo de presentar el proyecto más
simple en relación a los ejemplos analizados previamente, una forma que es, en cierto sentido,
más convencional. No obstante ello, ya aparecen, al menos en las publicaciones del proyecto
revisadas, los mismos elementos en cuanto a planos en diferentes escalas combinados con de-
talles más desarrollados. También aparecen fotografías, aunque en este caso aisladas, así como
la memoria proyectual como partes de una composición en la que cada uno complementa con
algún tipo de información.
La presentación como collage de fotografías y la combinación de planos y esquemas de
los proyectos e incluso textos que comparten en mayor o menor medida los ejemplos, indica
Origen, materialización y modos de relacionar la obra
una clara manera constituida de representar lo preexistente junto con lo que se introduce con
la rehabilitación en las obras, logrando un ensamble de las diferentes partes en relación. Por
este motivo, este modo de representación, más que solamente representar, presenta y expone
la relación, compartiendo y unificando el contenido de lo que se muestra de cada uno de los
proyectos bajo una misma expresión.
Lo desarrollado previamente como parte del capítulo sirvió para comprender los as-
pectos aprehendidos de la relación que se establece entre aquello que preexiste con las obras
de rehabilitación de edificios realizadas por Miralles en contextos históricos comprometidos,
teniendo en cuenta las dimensiones planteadas como componentes. Estos aspectos facilitaron
la comprensión, desplegando a su vez otros subaspectos que contribuyen a la profundización
del estudio concreto de casos, en donde ninguno termina de mostrar más que su consideración
aislada aunque la misma sea compartida por los ejemplos. Los subaspectos presentados, de por
sí abocados a lo concreto de los casos, alcanzan para terminar de exponer y plantar la discusión
respecto de su relación común. Esta relación, compartida espacial y temporalmente por los casos
C.3
como parte de un todo, el devenir de los aspectos planteados y su más profunda interacción, es
la que se presenta y aborda en el capítulo que da comienzo a continuación.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
C­.4
El capítulo tiene como objetivo evaluar la articulación de

106−−−−107
las dimensiones o aspectos y subaspectos comprendidos
a la luz del instrumento conceptual, teniendo en cuenta
lo desarrollado en el capítulo anterior y como parte del
devenir expresivo de la relación con lo que preexiste en
la obra de rehabilitación de edificios de Enric Miralles en
contextos urbanos comprometidos por sus características
históricas. Para ello se plantea la relación de dichos as-
pectos generales, en tanto dimensiones, como subaspec-
tos componentes en el marco de una discusión necesaria
para alcanzar cierto grado de generalización.

4.1. La relación con aquello que preexiste en la rehabilitación de Enric Mi-

ralles en contextos urbanos históricamente comprometidos como parte del
devenir expresivo de esas obras

El marcado de un territorio es dimensional, pero no es una medida, es un ritmo. Conserva

el carácter más general del ritmo, el de inscribirse en otro plano que el de las acciones.
Pero, ahora, los dos planos se distinguen como el de las expresiones territorializantes y
el de las funciones territorializadas. (Deleuze, 2004 [1980]: pp. 322)

La relación con lo que preexistente en obras de rehabilitación de Enric Miralles en

edificios dentro de contextos urbanos históricamente comprometidos se vincula, según este
estudio, con un conjunto de subaspectos como elementos que constituyen un principio a partir
del cual esta relación puede darse. Se trata de un conjunto de cuando menos cinco aspectos
que motivan a que esta relación con las preexistencias puede comenzar a producirse como
fenómeno. Son los rasgos que configuran un territorio propicio para su consecución.
En este sentido, de acuerdo al desarrollo del capítulo anterior que permitió comparar
lo que sucede en cada ejemplo, los rasgos fundamentales respecto al origen de la relación con
lo preexistente como principio tienen que ver con lo que se conserva en el cambio, con una
tendencia que se mantiene y una memoria material de lo que preexiste como potencia. Así

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

también con la interacción de las fuerzas propias de la singularidad del lugar y la actualización
de determinadas sensaciones. Sin embargo los ejemplos indican que no son rasgos que operen
de forma aislada, como parcialidades, sino que lo hacen en relación.
Lo que se conserva en el cambio que significa la rehabilitación de los edificios, mues-
tra en su comparación que existen ciertos puntos en común. El primero, que se conservan

El devenir expresivo
elementos preexistentes como por ejemplo en el Mercado de Santa Caterina tres fachadas
originales y un conjunto de restos arqueológicos; o, en el Ayuntamiento de Utrecht, las fa-
chadas del edificio hacia el canal y en los laterales. Además, se mantiene la configuración de

los espacios correspondientes a algunas de estas fachadas y un espacio que ocupa un lugar
central de la planta. Así también puede verse, en el Piso de Mercaders, la permanencia de
las fachadas y elementos interiores como divisiones, estructura, fragmentos de una serie de
arcos o las pinturas y frescos; y en la Escuela La Llauna, la conservación de las fachadas casi
en su totalidad, al igual que las cubiertas; y, en el interior, la estructura, los tres niveles de
piso y chimenea.
Sin embargo, a la luz de la consideración de la duración, lo preexistente no se conserva
en el cambio sino que en todo caso con o a pesar de él. Es decir que son elementos que si
bien se conservan en el cambio de la rehabilitación, no son estrictamente parte del cambio.
Son más bien parte de lo que la obra mantiene, lo que no cambia. Con lo cual, puede decirse
que no forman parte de lo que estrictamente se conserva en el cambio, teniendo en cuenta
que estos elementos preexistentes representan más bien lo que no cambia.
Los ejemplos muestran comparativamente que se conservan también un conjunto de
sensaciones que en el Mercado de Santa Caterina tienen que ver con la amplitud espacial
coincidente parcialmente con la de uno de los claustros cerrados que pertenecieron al convento
de los dominicos; lo abierto de una plaza que articula, como antiguamente el segundo claus-
tro con el primero cerrado y el convento mencionado, las residencias, el barrio y el mercado
rehabilitado propiamente dicho. Asimismo, en el Ayuntamiento se conserva la secuencialidad
de los espacios de las edificaciones residenciales originales como la centralidad de una en el
edificio. En el caso del Piso de Mercaders lo conservado es la relación de centralidad del patio
principal con los espacios en torno a él, su iluminación natural, sus recorridos y distribución,
y en La Llauna la profundidad de un espacio diáfano.
Por esta razón el planteo que se introduce como concepto sobre la conservación “en
relación” al enfoque. Esto es respecto a que el arte, constituido en este caso por las obras de
rehabilitación, conserva un conjunto de sensaciones y se conserva en sí en tanto capaces de
evocar-convocarlas; aunque, de hecho, no dure más que su soporte y su corporeidad, teniendo
en cuenta que la sensación siempre se realiza en el material. Por ello, el arte no conserva del
mismo modo que lo hace la industria, que añade una sustancia para conseguir que la cosa
dure. Lo que dura en el arte, es un conjunto de sensaciones. (Deleuze y Guattari, 1993 [1991])
Dicho esto, se verá un tercer punto en común. Existe una relación entre los elementos
conservados y el conjunto de sensaciones, aunque lo que dura en las obras, lo que pone en
conexión sea dicho conjunto. No obstante lo que preexiste no forma parte estrictamente de lo
que se conserva en el cambio. Sin embargo, en la rehabilitación también aparecen elementos
que se introducen con la obra, con lo cual podría decirse que el conjunto de sensaciones se
sostiene también por los elementos que se introdujeron en el cambio con la rehabilitación.
Se ha de reconocer, empero, la conservación de preexistencias y, con ello, una primera
limitación. La de determinar en qué medida este conjunto de sensaciones conservado se debe
a lo que preexiste o a lo que se insertó con la rehabilitación. Además que, ante la coexistencia
de ambos elementos, ello se debe precisamente a su relación característica. Lo que cambia, en
todo caso, son las relaciones entre las preexistencias, teniendo en cuenta las que se conservan
y las que no. Relaciones que, no obstante el cambio, mantienen ciertas características con los
elementos de la rehabilitación, ya que conserva un conjunto de sensaciones.
Los recursos arquitectónicos que intervienen para ello son la conservación de ciertos
elementos preexistentes y la introducción de otros nuevos en la rehabilitación, los cuales, a la
luz del instrumento conceptual, se entiende que conservan un conjunto de sensaciones. En
este sentido los ejemplos indican comparativamente que los componentes preexistentes que
se conservan son en algunos casos elementos comunes, aunque presenten distintas caracte-
rísticas según el caso. Así, por ejemplo, las fachadas. También ciertos elementos del interior,
partes de estructura y superposiciones que van desde el origen a lo actual. Lo mismo sucede
en el caso de lo que inserta la rehabilitación completando las fachadas y el interior.
Ahora bien, este conjunto de sensaciones que se conserva en el cambio lo hace en
tanto potencia expresiva devenida de determinados elementos en relación, cuyo poder de
afectar se ve potenciado justamente por la vinculación entre elementos anteriores y actuales
que comparten iguales modos de afectar. Es decir, una relación característica, por cuya po-
tencia existen (Deleuze, 1999 [1968]). Esta situación evidencia un primer punto. Éste es que
existen relaciones características entre elementos que se mantienen teniendo en cuenta que
la sensación se realiza en la materia y que no puede atribuirse a una u otra de las partes más
que a lo que mantienen en común, o sea, su relación. Con lo cual, dentro de ese conjunto de
sensaciones que se conserva en el cambio, se da una tendencia espacial, constructiva, mate-
rial, etc., que se mantiene y que potencia la posibilidad de resonancia de dichas sensaciones.
108−−−−109
Esta inclinación que se mantiene es, comparativamente, en todos los casos, el modo
en el que existen ciertas características preservadas en el cambio que potencian determinadas
relaciones entre los elementos. En el caso del Mercado de Santa Caterina tiene que ver con
un modo de ocupar y conformar el espacio, tanto interior en relación a los escaparates, como
exterior. En caso del Ayuntamiento de Utrecht se trataría de una tendencia en la cual se poten-
cian el ritmo y la escala de las edificaciones residenciales originales, al igual que un modo de
configurar la planta en la cual uno de los recintos es el espacio central del edificio. En Merca-
ders se daría con la conservación del espacio central del patio principal, con el modo de girar
y configurarse del resto de la planta en torno a él, y en La Llauna con la manera de ocupar el
solar y estructurar los elementos.
En este sentido, según se ha visto en los ejemplos analizados, se indica un segundo punto
común respecto del modo en el que se conservan y, principalmente, cómo pueden hacerlo las
partes que se insertan con la rehabilitación. Se trata de un modo que va en la misma dirección,
que puede entenderse en tanto que lo expresado, difiere de los elementos expresantes como
de su expresión (Deleuze, 1999 [1968]). Es decir que estos elementos que en relación generan
un conjunto de sensaciones, no replican a aquellos que preexisten como expresantes, como
tampoco lo hacen en cuanto a los elementos que constituyen su expresión actual.
Entonces, los recursos arquitectónicos comunes utilizados y con los cuales se poten-
cian estos modos, más allá de lo particular de cada caso, tienen que ver en primer lugar con
el marco de las relaciones. Las fachadas envolventes preexistentes en conjunto con las que
se completan en la rehabilitación materializan determinados límites, conteniendo y ocupando
coincidentemente determinados sectores del espacio por sobre otros, al tiempo que también
manteniendo y potenciando esa relación característica con algunos elementos del interior que
varían según cada caso. Éstos pueden ser tanto preexistentes como igualmente los que resultaron
de la rehabilitación. Así, por ejemplo, subdivisiones interiores que marcan determinado ritmo
El devenir expresivo
o diferenciación de solados y pavimentos, entre otros.
Para ello se apela a una memoria material de lo que preexiste como potencia de esas
relaciones características entre elementos capaces de lograr afecciones, a los fines de generar
un conjunto de sensaciones que se conserven en el cambio. Así, en el Mercado, las fachadas
originales conservadas son más que un frente neoclásico monumental, contienen y generan un
lugar central, evidenciando la potenciación de su relación con un espacio interior y exterior más
C.4
que con las características estilístico-formales originales.
Lo mismo puede ser dicho respecto del Ayuntamiento en relación a las fachadas de las
edificaciones y la relación de proporciones, direccionalidad y ritmo tanto con el interior como
con la plaza posterior. Así también se puede resaltar en Mercaders su capacidad actual frente
a las formas de habitar por sobre el lenguaje expresivo particular de su historia; mientras que
en La Llauna la organización de la planta resalta la espacialidad más que determinadas carac-
terísticas de estilo.
Los casos muestran comparativamente, como punto en común, que este potencial se
presenta en una memoria de la materia o de los recursos materiales por sobre su condición
histórica, en la que cada edificio sirve de archivo para a una suerte de memoria corporal. Esta
memoria se condice con una de las dos naturalezas que posee, una espiritual y otra material
(Bergson, 2006 [1896]), con lo cual puede decirse que prima la valoración de lo preexistente
como elementos con determinadas relaciones materiales características por sobre las históricas,
aunque en el marco de la investigación es importante establecer la medida de esa relación.
Por su parte, estas relaciones características o el modo en el cual se presentan suscitadas
por una memoria material como potencia de la relación con aquello que preexiste en la reha-
bilitación son más que exclusivamente materiales. Son también de fuerzas, teniendo en cuenta
que, para que exista una sensación o conjunto de ellas, éstas son tan necesarias como la materia.
Para que haya sensación es necesario que una fuerza se ejerza sobre un cuerpo, ya que la fuerza
es la condición de la sensación, a pesar de que ella no es la sentida (Deleuze, 2009 [1984]).
Dicho esto, los ejemplos muestran comparativamente que no se trata de cualquier conjunto
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
de sensaciones las que se conservan en el cambio como tampoco de fuerzas las que se necesitan
en relación. Se trata de las que son propias de cada lugar, que tienen que ver con la impronta
particular de su singularidad. En el Mercado ésta tiene que ver con el carácter de su ubicación
en el contexto del barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera y el Born en el que la obra se
convierte en centro de atracción como también con las preexistencias que actúan en relación.
Del mismo modo, en el Ayuntamiento las fuerzas están en relación con el emplazamiento
frente al quiebre del canal en un lugar central de atracción y las preexistencias que componen el
edificio en cuestión que sirven a su expansión en la creación de espacios. En el mismo sentido

sucede en Mercaders con las fuerzas de un contexto singular, el cual se “introduce” al interior y a
relacionarse con el conjunto de preexistencias del edificio original, en donde las que aparecieron
con la obra actual cobran particular relevancia. También en la Escuela puede encontrarse una
situación similar en la cual el contexto se incorpora al interior para, de algún modo, continuar
en relación a los elementos como puntos de atracción.
El análisis de los ejemplos indica que estas fuerzas pueden constituirse en dos tipos: según
pertenezcan o estén en relación al contexto como parte de una escala mayor, o según guarden
afinidad al conjunto de preexistencias del edificio particular como escala más pequeña. En ambos
casos resultan elementales y establecen, aunque con diferentes intensidades, una relación que,
justamente, potencia determinadas singularidades del lugar y su contexto.
Así, las primeras fuerzas están en relaciones más amplias como pueden significar un
sistema de lugares con los que se vincula el edificio, quizás más atentas a los accesos y a cómo
desde allí se configura un interior. Las segundas aparecen ya en relación a lo que tiene que ver
con la configuración propiamente interior. En ambos casos moldean una forma exterior al tiempo
que organizan un interior, pudiendo ejercer tanto presión, atracción, tracción, gravitación, como
dar lugar a la germinación de otras fuerzas en la intervención.
Además de este punto en común respecto de las diferentes fuerzas que se ejercen en cada
una de las obras, cabe mencionar otra limitación de la investigación. Ésta es la de establecer en
qué medidas una y otras fuerzas actúan en relación, en el sentido de cuánto predominan una
sobre otras. El análisis de las obras realizado en el capítulo anterior permite indicar solamente
que mientras los dos primeros ejemplos evidencian una fuerte relación con las fuerzas que se
corresponden a una escala mayor, los segundos lo hacen con las que tienen que ver con una
más próxima o relativa al sitio particular con sus preexistencias.
Estas diferentes fuerzas que ejercen su acción sobre la materia que constituye cada
una las obras, potencian en todos los casos determinadas sensaciones por sobre otras. Su
determinación, según presentan los casos en el capítulo anterior, varía de acuerdo a su origen
(1), en referencia a la relación con los contextos particulares en los cuales están emplazados; a
la materia que es soporte de sensación (2); pero, además, a los elementos que se introdujeron
con la rehabilitación (3), entre otros aspectos propios. Puede decirse, por lo tanto, que ellas no
sólo generan sino también, o más bien, actualizan un conjunto de sensaciones.
Por su parte, los ejemplos muestran que estas sensaciones también tienen que ver con lo
novedoso del cambio producido por la rehabilitación, y, principalmente, con las preexistencias
que en relación no hacen más que actualizar un conjunto de sensaciones. A la luz del instrumento
conceptual de la duración entendida como cierta continuidad en el cambio, lo anterior permite
introducir, tal como se adelantó en el capítulo precedente, que lo que se actualiza es en cierto
sentido un efecto que se produce por un conjunto de elementos dados que son mucho más que
la sumatoria de sus partes generando sensaciones.
Lo interesante de los casos, es que el modo en el cual se actualizan tanto en el Mercado
como en el Ayuntamiento, en el Piso de Mercaders y en la Escuela La Llauna, es con la novedad
del cambio de la rehabilitación. Es decir, que en todos los casos lo hace en la relación entre lo
que preexiste y los elementos que le son propios a la rehabilitación. En este sentido las sensa-
ciones que se actualizan pueden entenderse, tal como se adelantaba en el capítulo anterior, en
el marco de una lógica de la sensación de acuerdo a la resonancia o la vibración particular, el
acoplamiento, la hendidura y el agotamiento (Deleuze, 2009 [1984]).
Lo planteado en términos de actualización de sensaciones está relacionado, a su vez, con
los modos de afectar de la relación. Es decir, con las afecciones que se producen en el espacio
por el conjunto de sensaciones que resuenan en él en cada caso, lo que constituye otro punto
común. Estos modos, más allá de la percepción individual que pueda tener cada visitante o de
la particularidad presentada de cada ejemplo, tienen que ver con sensaciones que resuenan
pivotando entre lo original de las prexistencias y lo proyectado por la rehabilitación, y con modos
que van en consonancia con lo que viene dado y al mismo tiempo la novedad de lo que presentan
los elementos que se introdujeron con la rehabilitación.
Los subaspectos mencionados precedentemente muestran cómo los mismos dejan de
ser funcionales a una u otra de las obras en la comparación, para devenir expresión de todas
ellas en la constancia temporal y alcance espacial. Pasan de ser una parcialidad característica
que puede o no ser compartida o que puede presentarse de otro modo, 29 a una constante que
alcanza temporal y espacialmente a todas las obras analizadas en el presente. De la misma
29. Ver capítulo anterior, pág. 74
110−−−−111
forma, lo muestran la relación entre dichos subaspectos con la dimensión que los contiene
como aspectos a los que debe su origen como principio de la relación con lo preexistente en
las obras analizadas.
Ahora bien, volviendo al inicio del cual se partió, el origen de la relación, lo que se conserva
en el cambio, que materializa el modo o inclinación que le sirve a esos fines, que caracteriza al
tipo de memoria sobre el cual se ejercen las fueras propias de la singularidad del lugar y que,
a su vez, genera y actualiza el conjunto de sensaciones y modos de afectar, es la materia. Con
lo cual, puede decirse que de la misma manera que a la relación con aquello que preexiste en
las obras de rehabilitación de Miralles analizadas son los subaspectos mencionados como parte
del principio al que debe su origen, los aspectos de su materialización.
Planteada esta correspondencia de la materia de la relación con lo preexistente con
el origen teniendo en cuenta que se da en lo concreto de las obras, ésta tiene que ver tanto
con lo original que preexiste como con lo modificado que es producto de la rehabilitación
en la inserción de ciertos elementos. Se trata de la materialidad que la hace posible, la que
constituye el vehículo o cuerpo a través de la cual puede darse. Cuerpo que, como materia
existente es el soporte a partir del cual de algún modo, el origen se constituye en el principio
por el que se realiza.
Esta materia soporte goza, como toda materialidad, de una serie de rasgos que le son
propios. Dichos rasgos entendidos como subaspectos no hacen más que caracterizar en cada
caso este cuerpo, medio a través del cual se realiza, aunque como expresiones excedan a lo
meramente corpóreo. En este caso la comparación y evaluación crítica de los subaspectos com-
prendidos en cada ejemplo, muestra que los de constancia temporal y alcance espacial tienen
que ver con la presencia de ciertos elementos y con el modo en el cual están estructurados y
relacionados. Igualmente sucede con la forma que determinan en conjunto, con la que tienen
una materialidad que configura un espacio y que le permite devenir expresión. Pero también y
El devenir expresivo
principalmente con la relación que guardan estos rasgos.
Aquello que preexiste y lo que inserta con la rehabilitación constituyen, tal como puede
verse en el Mercado de Santa Caterina, en el Ayuntamiento de Utrecht o en el piso de la calle
Mercaders y en la escuela la Llauna, dos conjuntos de elementos que coexisten. Éstos son los
que, en definitiva, componen la relación. Por un lado está el conjunto de elementos o partes de
lo existente, que preexiste a la obra de rehabilitación. Por otro lado está lo que se inserta con o
C.4
a partir de ella. Es decir, lo que aparece con o a partir de la obra de rehabilitación.
En el caso del primero de los conjuntos de elementos o partes que preexiste a la obra de
rehabilitación, los mismos pueden pertenecer o no a diferentes periodos o momentos históricos
de la vida del edificio. En cualquier caso, pertenezcan o no a diferentes periodos, se trata de un
conjunto de elementos diversos que siempre preexisten o son previos a la rehabilitación, aun-
que según se ha visto puedan aparecer con ella en el trascurso de la misma obra. Por lo que se
trata de un conjunto que incluso puede verse multiplicado y diversificado con la rehabilitación,
siendo en todos los casos, los elementos a ser puestos en relación con los del segundo conjunto.
Este primer conjunto de elementos o de partes que preexisten a la obra de rehabilitación
puede, por su parte, entenderse como signos de aquello preexistente, aunque esta distinción no
implique confundirlos con el objeto que los designa, es decir, con efectos (Deleuze 1972 [1964]).
En este sentido Miralles sostiene que si bien a veces las marcas tienen un significado, a menudo
tiene que pararse como un desconocido para aceptarlas porque están ahí como una suerte de
“inscripción” que le interesa ir aceptando (Miralles, 2005 [1995]).
En el caso del conjunto de los elementos o partes de lo que aparece con o a partir de la
obra de rehabilitación, los mismos pueden pertenecen o no al mismo momento histórico como
generalidad. Sin embargo, según el análisis realizado, ello no implica que aparezcan simultánea-
mente. Es decir, que pueden aparecer dentro del mismo periodo pero en diferentes momentos.
En todos los casos son un conjunto de elementos que existen a partir de la obra de rehabilitación
y que por lo tanto no preexisten a ella. Siendo, según muestran los ejemplos, los que interac-
túan y se ponen en relación con los del conjunto de preexistencias mencionado anteriormente.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Esta distinción realizada a partir de la consideración de la obra de rehabilitación, da
lugar a que puedan diferenciarse los dos tipos o conjuntos de elementos en el marco de la vida
de los edificios que puede contener o no distintos momentos o periodos de intervención. Pero
que en cualquier caso muestra que es siempre a partir de la obra que pueden establecerse los
conjuntos de uno y otro de los elementos que conforman la relación. Es a partir de entonces
que se establece la vinculación entre uno y otro conjunto.
Ahora bien, establecido este punto en común, la mirada teórica esbozada en la duración
como instrumento implica, tal como se adelantaba en el desarrollo del capítulo anterior, que

esta distinción no signifique que lo que preexiste sea entendido como viejo, ni tampoco lo que
se introduce con la obra de rehabilitación como nuevo. Con lo cual en cierto sentido pueden
considerarse como partes de un único elemento o “todo” que no necesariamente pertenece
sólo a lo que preexiste como tampoco es del todo parte de lo que se inserta por medio de la
rehabilitación, aunque de algún modo también lo sea.
En cualquier caso, al poder establecer los límites de acuerdo a lo mencionado, a los fines
del estudio, pueden diferenciarse los dos elementos. No obstante, lo importante es compren-
der, más allá de esa distinción realizada, que dichos elementos que se introducen con la obra
comprenden lo que preexiste, pero en el cambio que representa la rehabilitación cristalizan su
duración. En este sentido, puede decirse que lo que se inserta en la obra de rehabilitación en
cada caso lleva un índice devenido expresión de aquello que preexiste en cuanto a territorio.
Es decir que esos índices son extraídos del territorio (Deleuze, 2004 [1980]). También se debe
tener en cuenta la limitación de establecer en qué medida se necesitan unos y otros elementos
para la relación, más que su duración.
En cuanto a elementos arquitectónicos concretos, la comparación de los casos analizados
indica que en cada uno de los conjuntos existen algunos en común. Entre lo preexistente, por
ejemplo, las fachadas originales que, más allá de exponerse total o parcialmente, están siempre
presentes. Así también ciertos elementos del interior de los edificios, aunque la diversidad de
los mismos impida establecer alguno con precisión. En el caso de lo que se introduce con la
rehabilitación puede mencionarse lo que completa las fachadas preexistentes, con la salvedad
que indica su presencia sólo en tres de los cuatro casos. De la misma manera las subdivisiones
del interior.
Dicho esto, la definición de los elementos de la relación en los casos, permite comprender
cómo se estructuran a partir del rol que asumen cada uno de los componentes. En este sentido
puede verse en los ejemplos cómo aquello que preexiste y lo que se introduce con o a partir de
la obra de rehabilitación asumen diferentes roles. En primer lugar, están los que pasan a ocupar
mayormente algunos de los elementos del conjunto de lo preexistente. En segundo, los que casi
siempre asumen los que se insertan con o a partir de la obra de rehabilitación. Más allá de la
distinción específica, los ejemplos muestran que están ligados al cambio cualitativo que se genera
entre ambos, con lo cual no se trata de una clasificación excluyente.
Se distinguen así tres elementos estructurantes u ordenadores que definen la estructura
de la relación con aquello que preexiste, presentes en todas las obras como punto común. Uno al
que por sus características se lo definiría como envolvente o, antes bien, contenedor. Otro a los
que se los definiría como puntos focales o atractores de la composición, los cuales tal como se ha
adelantado en el capítulo anterior pueden entenderse como marcas territorializantes (Deleuze,
2004 [1980]). Y finalmente otro, un tercero, aún no mencionado, que aparece en relación a los
dos anteriores. Se trata de uno que, si bien más que conjunto de elementos estructurantes, son
estructurados y hace parte a la estructura general que se conforma.
Ahora, entre los roles de los elementos del tipo o conjunto que comprende mayormente
lo que preexiste unos se destacan por sobre otros. En primer lugar, uno dentro del cual aparecen
tanto otros elementos preexistentes como también los que aparecieron con la rehabilitación.
Se trata del contenedor, un elemento siempre en parte preexistente definido así por tener esa
característica. Característica que está presente y que lo define aun cuando se encuentre más
fragmentado. Es, sin duda, el primero de todos los elementos del conjunto, el que da lugar.
Puede entenderse como la seguridad de estar, como la casa es la morada (Deleuze, 2004 [1980]).
Como elemento arquitectónico el contenedor se compone, según lo indican las obras,
por las fachadas originales que en todos los ejemplos son conservados en distinto grado. Esto
es, teniendo en cuenta que, aunque lo que inserta con la rehabilitación también hace parte de
él, no siempre está presente y cuando lo está lo hace en menor medida. En este sentido los
casos indican que el contenedor se compone cuando menos en tres de cuatro de los lados de
los edificios por las fachadas o medianeras originales preexistentes a la obra de rehabilitación.
Este contenedor contiene, a su vez, otros elementos. Dentro de él, aparecen tanto
preexistencias como elementos que se introdujeron con la rehabilitación, en coexistencia. Un
mundo de heterogéneos reunidos distribuidos de forma diversa, abrazados por el contenedor
que les hace espacio. No obstante en cuando menos dos de los cuatro ejemplos analizados
existe un predominio de componentes del conjunto de lo que aparece con o a partir de la obra
de rehabilitación. Allí, el segundo de los roles que asumen los elementos estructurantes, en este
caso, que se destaca de ambos tipos o conjuntos.
En segundo lugar, se destacan los puntos focales o atractores de la composición dentro del
contenedor antes mencionado. Se trata de los elementos, pertenecientes tanto a lo preexistente
112−−−−113
como a lo introducido por la rehabilitación, definidos así por una de sus características. Esta es,
la de actuar como estructurantes u ordenadores dentro del universo de heterogéneos que se
debate entre la influencia ejercida por el contenedor y el interior contenido al que se hace espacio.
Esta característica de actuar como estructurantes u ordenadores dentro del universo de
heterogéneos del conjunto de los puntos focales o atractores de la composición, está presente y
los define aun cuando, al igual que en el contenedor, pueda presentarse más o menos fragmen-
tado. Son, sin duda, el segundo de todos los elementos que priman del conjunto en cuanto a la
estructura de la relación que determinan, después del contenedor. Son los centros que pudiendo
o no ocupar ese lugar, pasan a ser centrales para la composición.
Estos elementos de la composición pueden ser diversos por lo cual no puede establecerse
concretamente qué tipo puede constituirse como tal, como sucede en el caso de las fachadas que
hacen de contenedor. Más allá de ello, se trata de elementos en torno a los cuales se ordenan
el resto de heterogéneos del conjunto; actúan como atractores. Por esta razón, son centrales
respecto a los otros elementos. Su influencia parece ordenar el resto del territorio interior con-
tenido de la composición, dependiendo de su ubicación en las obras. A partir de allí establecen
la estructura del universo interior del territorio de relaciones que determina el contenedor.
Los puntos focales o atractores de la composición pueden, por su parte, diferenciarse
en dos tipos. Esta distinción tiene que ver con la diferencia que supone formar parte de los ele-
mentos de lo que preexiste o de lo que aparecen con la rehabilitación. Por un lado se encuentran
los puntos propiamente dichos de la composición que pertenecen al primer conjunto de aquello
que preexiste. Por otro lado están los contrapuntos constituidos por los puntos que tensionan
actuando siempre en relación a los primeros y que forman parte del segundo conjunto, lo que
se introduce con la obra de rehabilitación.
En tercer lugar, en torno a los puntos y contrapuntos, en el marco del contenedor, los
elementos intermedios que aparecen en relación a los dos anteriores. Se trata de los elementos
El devenir expresivo
pertenecientes principalmente al conjunto de los que se introducen con o a partir de la reha-
bilitación, que sitúan en relación a los dos primeros. En ese sentido, si bien, en rigor, no son
elementos del todo estructurantes u ordenadores para la composición, de algún modo, tal como
se ha mencionado precedentemente, articulan la relación entre los dos primeros.
Estos elementos intermedios que aparecen en relación al contenedor y a los puntos focales
de la composición pueden ser diversos por lo cual no puede establecerse concretamente qué
C.4
tipo puede constituirse como tal. En cualquier caso pueden considerarse como articuladores,
aunque en realidad son articulados, porque, si bien articulan la relación entre los dos primeros,
son al mismo tiempo articulados por la influencia que se ejerce sobre ellos mismos. Es por esta
situación aparentemente ambigua que se convierten de algún modo en elementos estructuran-
tes-estructurados o, si se quiere, articuladores-articulados. Por ello son, en este orden de cosas,
el tercer elemento que prima del conjunto en cuanto a la estructura de la relación.
Dicho esto, el análisis de los ejemplos muestra que ambos conjuntos mencionados
determinan entre sí, una forma, la de su relación. Esta forma de la relación con aquello que
preexiste en cuanto a lo que sería la geometría que componen los elementos de los casos estu-
diados, tiene que ver con una que se ve complejizada por la ruptura o cierta fragmentación de
su evidente configuración inicial. La mayoría de las veces esta fragmentación se debe tanto a la
falta de continuidad del contenedor, por abrirse en determinados sectores, como a la aparición
de elementos nuevos con la rehabilitación.
Estos últimos elementos introducidos con la rehabilitación en relación al contenedor
indican por su parte, al igual que lo hacen los que se introducen en los interiores de cada una
de las obras, que en todos los casos parecen escapar a la figuración geométrica dada por lo
preexistente. Esta actitud puede entenderse teniendo en cuenta lo que se adelantaba en el ca-
pítulo anterior. Es decir teniendo en cuenta la actitud de no remitir a la forma (Deleuze, 2009
[1984]). Ahora, respecto de este punto de encuentro otra limitación de la investigación es la de
establecer cuánto le escapan a la figuración más que confirmar la intención de hacerlo.
Así, el contenedor que determina la forma exterior como envolvente que abraza todo
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
un universo interior de heterogéneos en tanto elementos diferentes, que pertenecen a distintos
conjuntos, en tres de los cuatro casos se rompe. En estos casos aparece, como lo hacen algunos
del resto de los elementos preexistentes, en condición de fragmento o de fragmentado, al menos
en cierto sector. Su fragmentación o ruptura hace que en determinados sectores cuenten con
partes de esa envolvente y en otros no lo haga; además de que pueda presentarse de forma
aparentemente interrumpida, discontinuándose en su desarrollo.
Al romperse, el contenedor pone en crisis una configuración original, estructurada por
la forma. Pierde parte de conformación externa y, así también, algo de la configuración que le

venía dada a priori. El todo de una forma determinada continua hasta entonces se descompone.
Como elemento de la estructura generadora de una organización, del espacio, se abre. En ese
sentido cambia el principio de organización del espacio contenido. El espacio que cerraba, se
abre. Su forma original se altera sin alcanzar desde entonces a cerrarse del todo como antes.
No obstante se descompone. A la luz del instrumento de interpretación, su descomposi-
ción no presupone un alto grado de desorganización de la obra. Pese a alterar la forma exterior
del edificio, siendo su contorno, el elemento no termina de perder su significación ya que sigue
conteniendo al espacio, continúa. Pero lo hace de otra manera. Simplemente se descompone
en tanto figura. Esta descomposición hace que la obra de algún modo, si se quiere, se deforme
en tanto que se crean otras relaciones originales (Deleuze, 2009 [1984]).
Con la ruptura del contenedor, hay otros puntos comunes a considerar. El o los lugares
en los cuales se rompe, en los que interrumpe su desarrollo como envolvente al hacerse discon-
tinua y pareciera no alcanzar a cerrarse, presenta una serie de características. La primera de
ellas es la que se ha mencionado precedentemente en cuanto a que si bien se rompe, se hace
discontinuo y no alcanza a cerrarse, también lo hace, continúa y se cierra. Es decir que lo hace
de otro modo. En el vacío, en la ausencia del elemento lleno que se hace igualmente presente
(Miralles, 2005 [1987]). La ausencia, es de forma y materialidad, pero no de la relación original
a la cual remite.
La ausencia de forma y materialidad de parte de este elemento contenedor que preexiste
permite algo que si bien no se da en todas las obras, lo hace en la mayoría de ellas como punto
común que comparten. Se trata de un recurso arquitectónico que tiene que ver con el modo de
ingresar a los edificios. El sector en el cual se rompe contiene, casi en todos los casos, teniendo
en cuenta que se da en tres de los cuatro analizados, al acceso, el cual con diferentes escalas y
distintas características espaciales (plaza), se constituye en un lugar de llegada a partir del cual
se accede al edificio.
La segunda característica relativa a esa ruptura en determinados segmentos del conte-
nedor también guarda relación a la primera en tanto presencia, como lo hace en tanto recurso
arquitectónico. En este caso no de ausencia alguna, sino que tiene que ver con la presencia de
elementos que se introducen con o a partir de la obra de rehabilitación. Esto es, que el vacío en
el cual se interrumpe da lugar a la introducción de elementos que podrían considerarse como
de expansión del edificio. Es decir que de algún modo, a partir de la seguridad de estar en la
casa, el edificio se expande y puede crecer o cambiar.
Existe así en tres de los ejemplos, como lo son el Mercado, el Ayuntamiento y la Escuela,
una relación con el contenedor teniendo en cuenta que los mismos indican que en esos sectores
en los que se presenta interrumpido o literalmente ausente contiene, como en el resto de su
desarrollo a otros elementos, al acceso. Con lo cual, este acceso se da teniendo en cuenta la
introducción del cambio mencionado en esos sectores por la rehabilitación. Es decir, que se da
en la expansión y crecimiento del edificio. Por ello puede establecerse una lógica de relación
entre los sectores de ruptura en la intervención para permitir abrir los edificios, generar los
accesos como los sectores de expansión en estos lugares de cambio. También esta conexión
puede ser realizada por el visitante en la inmanencia de la experiencia, como la de completar
la forma ausente del contenedor.
En el mismo sentido puede decirse esto, adelantando algo respecto de otro de los pun-
tos en común, respecto al espacio contenido. El espacio que antes se cerraba y agotaba en el
interior se proyecta con la apertura en relación hacia el exterior, direccionando y abriéndose
hacia afuera tanto como hacia su propia historia y proyección. Pero lo hace en el cambio de
cierto marco de seguridad. Es decir, con el mostrar ser parte de un continuum de algo que está
en transformación.
Por su parte, este crecimiento o cambio que desborda, complejiza la forma externa original
del contenedor en cuanto a su conformación. Lo complejiza en tanto que los elementos que se
introducen con o a partir de la obra de rehabilitación no guardan a priori una relación de forma
con lo que preexiste. Lo mismo puede ser dicho, tal como se ha mencionado anteriormente
respecto a la relación del resto de los elementos. No obstante, ello no implica que no exista una
forma, teniendo en cuenta la existencia de al menos dos maneras de ir más allá de la figuración.
Es decir, tal como señala Deleuze (2004 [1980]), o hacia la forma abstracta o bien hacia la figura.
Ahora bien, los ejemplos muestran que el contenedor al igual que el resto de los ele-
mentos que preexisten en el interior, como también los elementos que se introducen con la
rehabilitación, se presentan casi en todos los casos con vacío de por medio o, cuando menos,
con una clara intención de despegarse unos de otros. Se configura así un “entre” o “medio”
como punto común, que si bien es vacío, también es paradójicamente materia ya que es allí
114−−−−115
donde se materializa la relación entre los elementos. Al mismo tiempo es un vacío que es
presencia, que está cargado tanto por la ausencia de lo que estuvo allí, como por el cambio
de lo que se introduce. Siendo así y por ello no solamente ausencia sino también la materia
que presenta la conexión.
En este sentido los ejemplos muestran que este vacío es el que permite como recurso, la
distinción de los elementos, diferenciar lo que preexiste de lo que se introduce como parte de la
obra actual. Además la aparición de lo novedoso en tanto que jamás se hubiera pensado posible
(Miralles, 2005 [1987]). Por ello es condición de posibilidad. Pero también su conexión. Por ello
es la materia soporte de la relación, lo que sostiene a los elementos en un todo. Sostiene a lo
que preexiste y a lo nuevo que pone en conexión. Desde este punto de vista no sólo es límite,
diferencia, sino también la materia soporte que sujeta ambos elementos.
El recurso arquitectónico utilizado para despegar lo que se introduce con la rehabilitación
es plantear espacios de diferentes tamaños que pueden o no ser de doble altura o circulacio-
nes. Asimismo, en las casos en los cuales no se constata dicha separación existe una diferencia
material que los constituye cuando tienden a alivianarse al igual que sucede con la forma y,
según lo ya mencionado, con el ir contra la figuración. También se constata el solapamiento y la
superposición parcial de elementos que se considera como parte de una misma actitud teniendo
en cuenta que en estos casos el vacío completa lo parcialmente no superpuesto. Con lo cual es,
en todos los casos, más que una operación de vaciado entre elementos, una de condensación.
En este sentido el vacío como materia complementa tanto a uno como a otro de los
elementos en la relación. Es lo que soporta a ambos permitiendo su delimitación e, igualmente,
también su conexión. Dicho esto, su aparición no tiene que ver exclusivamente con permitir la
distinción de los elementos, ya que desde cierta perspectiva todos son fragmentos o partes de
una misma unidad. Tampoco puede decirse que solamente se deba a permitir la aparición de
lo nuevo o novedoso en tanto que jamás se hubiera pensado posible. Tiene que ver, principal-
El devenir expresivo
mente, con permitir a cada elemento devenir expresión para ponerlo en relación de continuidad.
Esta situación en la cual los elementos que preexisten como conjunto se presentan espa-
ciados respecto de los que se introducen con o a partir de la obra de rehabilitación configurando
un “entre” en la mayoría de los ejemplos, plantea otro punto común o de relación entre las
obras. Éste es, que también hace espacio, el de su relación. Los ejemplos ilustran este modo de
definición espacial tanto en el plano del suelo en el cual se define una zona o espacio dentro de
C.4
otro de mayor envergadura, como respecto de la proyección de la cubierta.
Estos espacios se configuran como más pequeños y aparecen siempre dentro o en el
marco de uno mayor, con un dinamismo propio que los caracteriza y distingue al definirse a
partir de elementos preexistentes. Entonces, dichos elementos preexistentes actúan definiendo
concretamente espacios pero también proyectándolos a otros lugares como preexistencias. Con
lo cual a pesar de que las obras presentan un espacio amplio y fluido, no dejan de definirse otros
dentro del contexto de uno mayor, espacios dentro de otros espacios simultáneos proyectados
a través de lo preexistente como intersticio de apertura.
Como elementos arquitectónicos utilizados a manera de recursos para la definición de
estos espacios pueden mencionarse en primer lugar a las preexistencias que se mantienen y
pueden proyectar el espacio; también a los elementos verticales, como los cerramientos y, por
ejemplo, tal como se ha mencionado, al contenedor compuesto por las fachadas originales; en
el mismo sentido, a divisiones y elementos puntuales interiores. También a la cubierta y a los
elementos horizontales como el plano de base en el cual los solados sirven a la definición no
sólo de espacios sino también de lugares.
Los ejemplos muestran cómo el plano horizontal de base que define el contenedor genera,
con respecto de los otros elementos, un territorio que reivindica como propio, al igual que lo hace
el plano de cubierta. En el interior tres de los cuatro ejemplos presentan cambios o diferencias
respecto del plano en el cual se asienta. No obstante se hace espacio en la diferencia que cada
uno de ellos presenta en relación al otro. En el caso del plano horizontal de cubierta, éste se
proyecta sobre ese territorio, expandiéndose aún más, aunque sólo en el caso del Mercado. En
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
este caso, al estar elevado, proyecta tanto sombra como una extensión territorial que va más
allá de los límites del plano base.
Este plano horizontal de cubierta y la extensión territorial del espacio que presenta puede
tener mayor o menor continuidad, dependiendo de cómo se presenten los bordes. Si los mismos
se presentan hacia más abajo, limitan su proyección al tiempo que refuerzan la separación entre
uno y otros de los espacios que cubren, acotando el dominio territorial que reivindican (Ching,
1998 [1979]). En tres de los ejemplos, salvando lo que sucede en algunos sectores del Mercado,
esos bordes que se presentan hacia abajo coinciden con el contenedor como límite de proyección.

Lo mismo sucede en cuanto a los elementos verticales como el contenedor que en algunos
casos aparecen hacia los bordes o extremos de los planos horizontales base que conforman
el espacio. Como elementos verticales sostienen, en mayor o menor medida, más que planos
horizontales. Sostienen también un territorio marcado de modo tajante o sutil, definiendo así los
límites según tenga más o menos continuidad en su proyección horizontal. Definen un espacio
como un ámbito mayor dentro del cual aparecen otros.
Otras de las características que presenta principalmente este espacio que genera espa-
cios como lo es el contenedor mencionado es la disposición en “U” de sus planos. Ésta define
un espacio que posee un foco interior y una orientación hacia el exterior, hacia el plano del
elemento introducido por la rehabilitación en el que el mismo se hace progresivamente exte-
rior. Éste plano que es al menos en dos ejemplos más abierto es la cara principal del espacio
ya que es el preponderante como lado opuesto respecto a los tres planos de la organización
del espacio (Ching, 1998 [1979]). En esta disposición, esta cara más abierta que dispone del
espacio lo hace direccional.
Por último, otra de las características que se presenta el contenedor en al menos tres de
los cuatro ejemplos analizados es que de algún modo se interrumpe en todos hacia las esquinas.
Esta interrupción en las esquinas hace que el espacio resultante sea más dinámico en el interior.
También que se organice principalmente a lo largo de la diagonal que resulta fuerza ordenadora.
Ahora, teniendo en cuenta que en los ejemplos esta situación se relaciona con las fuerzas del
emplazamiento, principalmente, del contexto mayor, y que no se da en los cuatro casos, no es
algo que pueda considerarse como cuestión común sino más bien como una que se replica por
ello, ante esos indicadores.
En otro orden de cosas, otro punto en común dada la comparación. Este es, respecto del
“entre” o “medio” que constituye el vacío de los elementos preexistentes y lo que se introduce
con la obra de rehabilitación en los ejemplos estudiados. Éstos, al presentarse o tender a hacerlo
espaciados o como partes a manera de fragmentos, contribuye a ejercer un movimiento el cual
se convierte en su expresión.
Se trata de la expresión relativa al cambio cualitativo que se da entre los elementos de la
obra de rehabilitación, pero principalmente tal como se adelantaba en el capítulo anterior, a la
idea implícita en dicho cambio (Deleuze, 1984 [1983]). En este sentido puede decirse también
que corresponde a un ideal más que a una idea (Miralles, 2005 [1995]). Ideal que, más allá de
las intenciones sobre lo particular respecto de la transformación de lugar, en cada caso es uno
sólo: insertar a la intervención en el tiempo (Miralles, 2005 [1995]). Es decir, que podría decirse
que la intervención se incluya en su duración.
Entonces, algunas de las características relativas al movimiento como expresión de las
obras de rehabilitación que pueden mencionarse como situación es comparativamente comunes
a las obras analizadas tienen que ver con completar la parte ausente. Parte que puede conside-
rarse preexistencia que se presenten a manera de fragmento de originales de la obra, e incluso
de lo introducido por la rehabilitación. En el mismo sentido, sucede debido al cambio mismo
entre los elementos por los distintos momentos o periodos históricos de los que resultan, como
por la proyección que efectúan las preexistencias.
Se trata del movimiento como la expresión del cambio como combinación de las ca-
racterísticas mencionadas dependiendo de lo que suceda en cada ejemplo, que se acentúa en
el contraste tanto material como formal, e incluso en su disposición, o sea, en la diferencia
entre unos y otros elementos. Justamente esa diferenciación hace que la propuesta estética se
caracterice por la dinámica expresiva de esa relación. Propuesta que en razón al instrumento
conceptual de la duración también está en relación al tiempo de la obra, teniendo en cuenta la
experiencia individual capaz de captar el movimiento o cambio cualitativo de dicha expresión.
En este sentido, a la luz del instrumento conceptual, los elementos que preexisten, los
que aparecen con la rehabilitación y el vacío, no son meramente partes o conjuntos aislados.
En realidad, como conjuntos o partes de una misma unidad, no hacen más que complementarse
como iguales. Los primeros como punto de partida para ejercer el movimiento, los segundos
permitiendo o dando lugar para que sea ejercido, el tercero siendo su condición de posibilidad o
la que los hace posible. Por esta razón, unos son tan importantes como otros, teniendo en cuenta
que tanto los dos elementos como el vacío son necesarios para que el movimiento pueda darse.
Sin embargo, el vacío con el cual los elementos preexistentes se presentan espaciados
respecto de los que aparecen con la rehabilitación en casi en todos los ejemplos, no lo está
necesariamente cuando aquello que preexiste está fragmentado en relación a su pertenencia a
diferentes periodos históricos. La situación se da principalmente respecto de los dos grandes
conjuntos de elementos identificados. Es decir, que mientras los fragmentos que aparecen como
116−−−−117
parte del conjunto de elementos que preexisten y pertenecen a distintos momentos o periodos
históricos pueden o no espaciarse, los del segundo grupo tienden a hacerlo respecto de los
primeros. Con lo cual, puede decirse que la diferencia y, en consecuencia, su expresión, son o
tienden a ser relativas a la intervención actual.
Ahora bien, así como se presentan los subaspectos mencionados a propósito del origen
de la relación, también los que tienen que ver con los aspectos de su materialización. Estas
cualidades muestran dejar de ser funcionales a una u otra de las obras, para devenir expresión
en la constancia temporal y alcance espacial de todas ellas. Asimismo es importante la evidente
correspondencia entre dichos subaspectos respecto de la dimensión que los contiene como
aspectos de la materialización de la relación con aquello que preexiste en la rehabilitación de
edificios de la obra de Miralles en contextos urbanos históricamente comprometidos.
Volviendo al inicio de los aspectos de su materialización, los elementos, la estructura,
su forma, el vacío como materia y el movimiento como expresión de la relación, resultan de un
hacer que incluye un proyectar que evidencia determinados modos, en este caso, de relacionar
las obras. Con lo cual, puede decirse que de la misma manera que a la relación con aquello
que preexiste en obras de rehabilitación de Enric Miralles en edificios en contextos urbanos
históricamente comprometidos son los subaspectos mencionados como parte del principio al
que debe su origen y a su materialización, también los modos de relacionar la obra.
Dicho esto, como la relación se debe a un origen y tiene una materialidad soporte, también
entonces determinados modos de relacionar las obras de rehabilitación de edificios que están
implícitos. Estos modos, según el desarrollo del capítulo anterior, son distintos a un hacer que
tenga que ver con producir, con darle forma y figura a algo. Son modos más bien parecidos a
un hacer que remite a lo que significaba de forma primaria el verbo latino asociado, facio. Es
decir, más cercano a poner algo, a colocar las cosas de un modo tal para que pueda hacerse.
Con lo cual, es un modo que además hace que se haga, permite que pueda hacerse a través de
El devenir expresivo
los subaspectos componentes que contiene.
En este sentido el proceso muestra el modo de proyectar este tipo de obras en particular
y que forma parte de ellas como punto en común. Es un proceso que, más allá de resultar o no
de un concurso de arquitectura, presenta distintas instancias que lo constituyen como tal y en las
que cada una representa modificaciones de proyecto. Es decir es uno que se concibe como un
proceso que alcanza hasta y durante la obra, o incluso más, teniendo en cuenta que los ejemplos
C.4
muestran que se trata sólo de dar comienzo a algo que puede continuar en otros proyectos. Con
lo cual también se respetan los tiempos propios de cada uno, su duración.
A propósito de entender al proyecto en tanto proceso, se abre la discusión respecto de
saber en qué medida ésta es una distinción particular o si es realmente un modo con el que
puede entenderse a cualquier otro. Para responder esto es necesario considerar ciertas carac-
terísticas o recursos, en este caso proyectuales, afines a la luz del instrumento conceptual, los
cuales pueden indicar que precisamente se trata de un modo particular. En primer lugar puede
mencionarse un trabajo de registro de las preexistencias. Este trabajo puede entenderse, tal
como se adelantó en el desarrollo del capítulo anterior, como un modo de interrogar a aquello
que preexiste. Es decir, a partir de entenderlos en tanto “signos” (Deleuze, 1972 [1964]). Se trata
de una instancia que si bien puede parecer inicial, la consideración de lo que va apareciendo
durante la obra ratifica este modo de proyectar como un proceso.
En segundo lugar, el modo de trabajar por capas, superponiéndolas de una forma tal
que la diferencia entre la primera y la última no hace más que evidenciar, también, un proceso.
En este sentido tal como se adelantó en el capítulo anterior, esta operación puede ser enten-
dida en el marco de la búsqueda de una identidad producida por la diferencia (Deleuze, 2009
[1968]). Con lo cual, la identidad producida por la diferencia, en todo caso, aparece al final. Es
decir, que aparece incluso al tiempo que se construye. Así también lo hace la idea o más bien
el ideal, motivo por el que no existe una subordinación del proyecto a ninguna construcción
preconcebida a priori, sino que solamente existen intenciones a las que se llegan al final a través
del reconocimiento de lo preexiste y, capa a capa junto a determinadas intenciones.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Finalmente, y en tercer lugar, puede decirse algo que permitió comprender una de las obras
en particular, que en otras dos se terminó de ratificar sobre este modo de entender al proyecto,
un mismo modo que entonces se comenzaba a gestar. Ello fue posible ante las evidencias de
cómo fue retomar el proyecto años después, sobre todo considerando que no se tuvo acceso al
primer proceso. Es que en todos los casos se trata de un proceso de iniciar la relación. Es decir,
de abrir la obra. A partir de allí la relación a lo anterior que termina de confirmar este énfasis
puesto en el proceso, de iniciar ciertas relaciones que se pueden continuar posteriormente en
otras obras en el proyectar, en la continuidad.

Dicho esto, se da una consideración final respecto de este proceso particular de proyec-
tar la relación con aquello que preexiste, con respecto a la presencia de cierta ambigüedad. La
instancia de registro trata evidentemente de un trabajar con las preexistencias para que capa
a capa aparezcan los elementos, si se quiere, nuevos. Al mismo tiempo es ese mismo trabajo
el que devela lo preexistente, principalmente aquello que es, de éste, esencial. Así, la relación
entre los modos de proyectar las relaciones en este tipo de obras y contextos en particular que
se devela en las obras, se convierte en un proceso proyectual que va complejizándose.
Este proceso de complejización, que además en las últimas obras se muestra como tal,
es uno que se evidencia en la consideración de múltiples variables. Es decir, que aquel modo
de proyectar que en la primera obra comenzaba a gestarse, a lo largo de los años se complejiza
más. Este proceso de complejización, se evidencia tanto en el modo de trabajar capa sobre
capa como en ciertos aspectos de representación como, por ejemplo, en el integrar vistas y
otros elementos como variables en un mismo plano, necesarios para atender el proyecto en
tanto proceso y trabajarlas o considerarlas en conjunto que fue incrementándose notoriamente.
Ahora bien, en el marco de este proceso existen otros puntos en común de acuerdo a
los casos presentados. Éstos muestran comparativamente que en todos ellos la historia juega
un papel fundamental en el proceso de proyectar la obra de rehabilitación y así la relación con
las preexistencias. En este sentido en el capítulo anterior se adelantaba a modo de cierre parcial
que la utilidad que presenta en los procesos tiene que ver con un modo de concebir la historia
diferente al convencional en tanto que no se apela a ella como recurso meramente cronológico.
Se apela a una historia capaz de mostrar relaciones entre las preexistencias y el lugar, pero desde
un sentido de actualización de las marcas o signos más que de uno histórico.
En este modo de considerar la historia se devela un entramado de sentido actual e incluso
útil, contemporáneo, más que uno relativo al estudio de elementos históricos a conservar como
tales. Es decir que puede entendérsela como aquella a la que se acude ante un problema actual
(Nietzsche, 2006 [1874]), para comprender del presente lo que tiene de novedad. (Bergson, 2013
[1934]). En el mismo sentido puede referirse a una historia particular en relación a la noción
de tiempo implícita en el modo de concebirla (Agamben, 2011 [1978]), al considerar que los
elementos que devela esa historia, en este caso respecto de las preexistencias, son elementos
del presente, útiles e incluso contemporáneos en su actualidad (Miralles, 2005 [1995]).
A partir de esa consideración se reflexiona sobre los que serían recursos proyectuales
que develan esa historia como pueden ser por ejemplo qué de lo preexistente puede constituirse
en invariante sirviendo al presente particular de cada obra como continuidad. En este sentido,
se ha de resaltar su utilidad para mostrar ciertas características de los edificios o del entorno en
el cual se sitúan, como por ejemplo el proceso su conformación, el modo de ocupar el espacio,
las relaciones para con el contexto, sus variaciones, recorridos, su espacialidad, modulaciones,
determinadas formas de habitar, y la capacidad de cada uno de volver a ser habitados. Es decir,
todas cuestiones afines a establecer relaciones con la actualidad.
Ahora bien, esa misma distinción que hace al modo de concebir la historia en lo proyectual
y en la que no se distingue lo que preexiste por pertenecer al pasado sino que lo considera como
actual, útil e incluso contemporáneo (Miralles, 2005 [1995]), se evidencia en una característica
particular, esta es, el tratamiento de las preexistencias que en todos los casos evidencia ser
uno igualitario contra lo que puede significar un sistema de valoración de las mismas, como se
suele considerar en la conservación del patrimonio en su relación a la historia concebida de
modo tradicional.
En este sentido los ejemplos muestran comparativamente que la valoración de los ele-
mentos preexistentes está en un mismo plano proyectual, superponiendo todo capa por capa,
como iguales. A partir de allí, si bien en todas las obras existen claramente ciertas preexistencias
comunes, el proceso que las hace decantar está en relación a las intenciones proyectuales y a
los problemas actuales de la obra a rehabilitar, y no una escala de valor particular.
Para ello, teniendo en cuenta que el trabajo con preexistencias implica conocer, en-
frentarse a algo que es desconocido y, labor mediante, aprehenderlo, el dibujo a mano resulta
fundamental. Es decir, es el proceso base por medio del cual se aprehende lo que preexiste, tal
como pudo constatarse en cada caso en los cuales se lo utiliza como herramienta a la par de la
repetición. Con lo cual se introduce una palabra relativa al modo de entender al dibujo como
concepto. Éste es el de aprehender como modo de tomar, de hacer propias las preexistencias,
de adueñarse de su gestualidad. Desde entonces eso que venía dado, pasa a ser propio de la
mano que lo dibuja. En este sentido a la luz del instrumento conceptual, el dibujar sirve tam-
bién a dos cuestiones más: por un lado es más que un mero registrar las cosas, es una forma
de mirar, de preguntarse con la mirada a través del dibujo. (Berger, 2012 [2011]) Por otro, el
118−−−−119
tiempo que conlleva el dibujar a mano es un necesario tiempo de procesamiento de las cosas;
uno que permite hacer decantar determinados elementos por sobre otros, capa sobre capa.
Pero existe otra forma de representar que complementa al dibujo a mano en los modos
de relacionar las obras de rehabilitación de Enric Miralles. Se trata de uno que parece reforzar la
idea del proceso por sobre un resultado final al tiempo que también parece indicar uno complejo,
que incluso expresa cierta dimensión relativa al tiempo. Éste es uno que tiene que ver, tal como
indican los ejemplos, con el collage como composición de planos y vistas, en la superposición de
fotografías. Este modo particular hace que la relación con aquello que preexiste en el proyecto
se presente al tiempo que se la representa, ya que obliga a ejercer el mismo movimiento que
la caracteriza. Es decir, que cuenta con los mismos aspectos característicos que la componen
como tal en cuanto a su expresión, a la luz de su duración. Principalmente en cuanto a que su
presentación es inmanente a su representación. Con lo cual puede decirse que es, desde esa
perspectiva, ya parte de la relación y no sólo su representación como documentación.
Los subaspectos mencionados precedentemente como parte de los modos de relacio-
nar la obra, al igual que los relativos al origen y materialización, expresan cómo los mismos
dejan de ser meramente funcionales u operacionales al proyecto de a una u otra de las obras
en la comparación, para devenir su expresión. Pasan de ser una parcialidad característica a
una constante que alcanza temporal y espacialmente a los procesos de todas las obras que
comprende el análisis. Así también sucede con la relación entre dichos subaspectos respecto
de la dimensión que los contiene ya no sólo en cuanto a los aspectos a los que debe su origen y
materialización, sino también a los modos de relacionar la obra como parte de la relación con
aquello que preexiste en la rehabilitación.
La relación con aquello que preexiste en las obras de rehabilitación de Enric Miralles en
edificios dentro de contextos urbanos históricamente comprometidos se encuentra comprendida
en el marco de estas tres componentes o dimensiones cuya articulación como rasgos principa-
El devenir expresivo
les permiten aproximarse con mayor precisión a los fines de establecer su definición. Se trata
de una relación que bajo los lentes que sirven a su comprensión puede definirse como aquella
por medio de la cual los elementos que se introducen con la rehabilitación bajo determinado
principio al que deben su origen, con ciertos aspectos que hacen a su materialización y modos
de relacionarse con la obra, son más que partes de la ella; son, como a la noción de duración,
la continuidad indivisa del todo que cambia permanentemente en la creación, su expresión. Es
C.4
decir, se trata de la compenetración entre las preexistencias, las partes que aparecen y las que
se insertan con la obra en una misma unidad, de relación, en un proceso de transformación
cualitativo. Éste es, el de la rehabilitación entendida en estos términos.
El presente capítulo sirvió para terminar de comprender que la obra de rehabilitación de
edificios en contextos históricos de Enric Miralles deviene expresiva en la relación con aquello
que preexiste, al tiempo que dicha relación lo hace en los aspectos a los que debe su origen,
materialización y en los modos de relacionar la obra en los subaspectos que los componen en
cada caso. En este sentido, el desarrollo precedente permitió evaluar críticamente la articulación
de las dimensiones o aspectos como correlatos y subaspectos de constancia temporal y alcance
espacial de la relación, comprendidos en el capítulo anterior en el marco de su discusión, para
terminar de alcanzar cierto grado de generalización en una definición. El aporte de esta noción
es la que se presenta y aborda como parte de las conclusiones que dan comienzo a continuación.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend 120−−−−121
Conclusiones

122−−−−123
En esta instancia se presentan las conclusiones a las cuales se ha arribado, teniendo en cuenta
lo desarrollado en cada uno de los capítulos anteriores de la investigación. Partiendo de las
reflexiones acerca de las tres conjeturas planteadas en la hipótesis de trabajo formulada en
torno a la relación con aquello que preexiste en la rehabilitación de edificios realizadas por
Enric Miralles, el orden de presentación de las mismas está dado por cuatro estadios o puntos
de reflexión que aparecen posteriormente en correspondencia.
El primero de los cuatro estadios o puntos es una reflexión que trata del aporte teórico
que establece la relación con lo preexistente en la obra de rehabilitación de Miralles de acuerdo
al desarrollo alcanzado por la investigación. El segundo de ellos contiene una serie de reflexiones
en relación al modo de aproximación al problema en cuanto a metodología. Seguidamente el
tercero plantea una reflexión sobre aspectos que sirven a la práctica proyectual vinculada a la
conservación. Y, finalmente, el cuarto contiene posibles orientaciones para un trabajo posterior.
La hipótesis formulada, teniendo en cuenta lo hasta entonces comprendido por la revi-
sión de los antecedentes, establecía que para el ámbito de la conservación del patrimonio, la
relación con lo preexistente en la rehabilitación de edificios se concibe como aquella en la cual
se tienen partes nuevas y viejas. Es decir, asumiendo que, en general, la conservación entiende
esa relación a partir de la discontinuidad y la división que suponen las partes a la vez que des-
de cierta temporalidad se las considera como parte del pasado al que deben su origen, y del
presente a su intervención.
A partir de allí se formuló la hipótesis que sostuvo la existencia de otra concepción de la
rehabilitación en la obra de Enric Miralles que el desarrollo de la tesis permitió confirmar. Esta
es, aquella que desde la consideración de su temporalidad, en términos de duración, aprehen-
de una relación con aquello que preexiste que no se concibe como la interacción entre partes
nuevas y viejas sino como un todo continuo e indiviso, que deviene expresivo en los aspectos a
los que debe su origen, materialización y modos de relacionar la obra, a la vez que también en
la articulación de dichos aspectos.
Al confirmar la hipótesis de trabajo se ratifican las tres conjeturas que se sostienen con
ella. Es decir, se ratifica una primera conjetura relativa a qué es lo que evidencian las obras de
Enric Miralles seleccionadas a los fines del estudio, esto es, una relación con lo preexistente
en la rehabilitación de edificios diferente a lo convencional por su concepción de continuidad;
una segunda, inherente al cómo lo evidencian, teniendo en cuenta la consideración de la obra
en términos de duración; y, por último, la tercera respecto del para qué, teniendo en cuenta el
aporte que constituye el devenir de su expresión.
En este orden de cosas, recapitulando el camino recorrido para llegar a las conclusiones
finales que se presentan en relación al cumplimiento de los objetivos y los resultados obtenidos
de cada uno, el primer capítulo permitió la descripción de las emergentes de cuatro obras de
rehabilitación del arquitecto catalán, de sus memorias proyectuales y de ciertos textos en rela-
ción como una suerte de signos precursores de la investigación. A partir de éstos se esbozaron
algunos de sus aspectos componentes, al tiempo que también cierta perspectiva o línea de
aproximación teórica afín a esas obras como materia prima de la investigación.
El Segundo Capítulo sirvió para aprehender los aspectos de esas obras de rehabilitación,
la relación con lo preexistente como tema de investigación, contrastando sus posibles aportes

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

y planteo en el estudio de los antecedentes. A su vez permitió establecer el marco teórico-con-
ceptual en la consideración de la temporalidad desde la duración como modo de aproximación,
así como el marco metodológico, haciendo operativo el enfoque en la traducción de los aspectos
componentes en dimensiones con sus subaspectos e indicadores para ordenar la información,
estableciendo las actividades y fuentes para el desarrollo de la investigación.
En línea con el segundo capítulo, el tercero sirvió para comprender aquellos aspectos de
constancia temporal y alcance espacial de la relación con lo preexistente a los que la rehabili-
tación debe su origen, materialización y los modos de relacionar la obra en el estudio de casos.

Éstos facilitaron la comprensión, desplegando a su vez otros subaspectos que contribuyen a
profundizar el estudio concreto de las obras. Con ello se terminó de establecer una especie de
ruptura respecto del primer capítulo en cuanto a la racionalización de los aspectos presentados
como emergentes de investigación, aún a pesar de la continuidad.
El cuarto capítulo permitió evaluar la articulación de los aspectos comprendidos pre-
viamente como parte del devenir expresivo, en continuidad con el estudio de casos. Es decir,
que mientras el capítulo anterior sirvió a la comprensión de los casos parcialmente a la luz de
ciertos instrumentos de interpretación como paso intermedio, el cuarto lo hizo para su concate-
nación en la relación como totalidad. En este sentido se estableció que se trata de una totalidad
que deviene expresión en las obras de rehabilitación del arquitecto catalán, así como también
esta relación lo hace en las tres dimensiones componentes, con los cinco subaspectos que las
constituyen respectivamente.
Se evidenció así que el origen de la relación con lo preexistente como principio tiene
como rasgos fundamentales lo que se conserva en el cambio, con una tendencia que se mantiene
y una memoria material de lo que preexiste como potencia. Asimismo, se evidencian fuerzas
propias de la singularidad del lugar y la actualización de determinadas sensaciones. Pero es de
señalar que estos rasgos o parcialidades en relación se realizan en la materia, por lo que, de la
misma manera que se deben a un principio, lo hacen a ciertos aspectos de su materialización.
En este sentido se evidenció que los aspectos de la materialización de la relación tienen
que ver con la presencia de ciertos elementos y con el modo en el cual están estructurados.
Igualmente sucede con la forma que determinan en conjunto, con el hecho de que tienen una
materialidad que configura un espacio que le permite devenir expresión. Pero también con la
correlación que guardan entre ellos estos rasgos propios del cuerpo a través del cual la relación
se realiza, como con determinados modos de hacer que los hacen posibles.
La investigación comprobó que estos modos indicadores de un hacer son distintos a
cualquiera que tenga una relación con producir. Evidenció que tienen que ver con colocar las
cosas de un modo tal que pueda “hacerse” a través de los subaspectos componentes de un pro-
yecto-proceso en la relación, con una utilidad de la historia para proyectar, con un tratamiento
igualitario contra un sistema de valoración, con un dibujo a mano como modo de aprehender
lo preexistente, y también con un modo de presentarla en relación.
Así, el primero de los cuatro estadios o puntos reflexiona respecto del aporte teórico de
la relación con aquello que preexiste en las obras de rehabilitación de edificios realizadas por
Enric Miralles en contextos urbanos de relevancia histórica, y tiene que ver con la contribución
que constituye su definición, teniendo en cuenta el modo con el cual es entendida en el ámbito
del patrimonio, siendo éste el objetivo central de la investigación. Es decir, el de establecer
la relación con lo preexistente en la obra de rehabilitación del arquitecto catalán. A partir de
allí está el aporte que constituye la posibilidad de contrastar este modo con el que se concibe
tradicionalmente en el ámbito de la conservación.
En este sentido, tal como se estableció al final del capítulo anterior, la relación estudiada
es tal que puede definirse como aquella por medio de la cual los elementos que se introducen
con la obra (bajo determinado principio al que deben su origen, con ciertos aspectos que
hacen a su materialización y modos de relacionarse), son más que partes de ella, son, como
la duración, la continuidad indivisa del todo que cambia permanentemente en la creación; es
decir, su expresión. Por lo tanto, es la unidad de relación que concatena preexistencias lo que
aparece y lo que se inserta con la obra en un proceso de transformación cualitativo que es el
de la rehabilitación entendida en estos términos.
Esta definición permite establecer que el aporte teórico respecto del modo con el que
concibe tradicionalmente el ámbito de la conservación tiene que ver con aquel en el cual no se
tienen partes viejas y nuevas sino una misma unidad, un todo continuo e indiviso. Pero también
queda establecido que esta relación en la rehabilitación de edificios en determinados contextos
es entendida como una intervención dentro de un proceso de transformación cualitativo más
que una simple habilitación edilicia por medio de una mera adecuación funcional acrítica o
irreflexiva salvaguarda patrimonial.
Dicho esto, se aborda ahora el segundo de los cuatro estadios o puntos reflexión en
cuanto al aporte del modo de aproximación al problema de la relación con lo preexistente en la
obra de rehabilitación del arquitecto catalán. En este sentido, el aporte del camino metodológico
planteado radica en haber sabido operativizar una variable teórica filosófica compleja como es
la duración, que si bien surgió de una estrecha relación con las obras e incluso con lo dicho a
propósito de ellas por el autor, esbozó una enorme dificultad a la hora de su instrumentación
para el análisis concreto de los casos.
124−−−−125
A propósito de esa dificultad planteada por la consideración de la temporalidad de la
obra desde la duración, puede decirse que la contribución radica en la instrumentación de di-
mensiones y subaspectos componentes a la luz de textos complementarios de interpretación. Es
decir, en las dimensiones que a través de subaspectos permitieron concretar el análisis, como
ser las herramientas complementarias afines al cuerpo de los casos y también concordantes
con los términos de la duración. Asimismo, significó el planteo de los indicadores para ordenar
la enorme cantidad de información.
El tercero de los cuatro estadios o puntos sobre aspectos afines que sirven a la práctica
proyectual vinculada a la conservación del patrimonio como correlato de la contribución teórica
establecida, tiene que ver, principalmente, más que con los recursos que se develaron en el
desarrollo de la investigación, con lo que cada cual a su modo pueda establecer en relación. Es
decir, tiene que ver más que con los aspectos concretos propios de la práctica proyectual del
autor, con las herramientas y recursos que la comprensión de su proceso de relación, permite
establecer como afines o en correspondencia, entendiendo los componentes de la misma vin-
culados a los factores a los cuales debe su origen, los que se desprenden de los aspectos de su
materialización y de ciertos modos de relacionar las obras en correlación.
Por último, el cuarto de los estadios o puntos contiene, a su vez, el mismo número de
orientaciones para un trabajo posterior como perspectivas para continuar la investigación,
entendiendo que la presente no es el final sino el inicio para seguir con la misma y otras po-
sibles líneas emergentes. Siendo ésta quizás, una de las conclusiones más importantes de la
investigación. Es decir, la de no verse agotada en sí misma, sino generar y abrir puertas para
continuar su desarrollo en otras, imitando de algún modo, la misma relación con lo preexistente
en las obras analizadas.
La primera de las orientaciones posibles para un trabajo posterior está relacionada con
la posibilidad de enriquecerlo en dos aspectos relativos al origen. Éstos son dos subaspectos
inicialmente planteados en parte de la presente investigación, pero cuyo desarrollo inicial evidenció
la necesidad de dejarlos como parte de un posible trabajo posterior para poder abordarlos con
mayor profundidad e independencia teniendo en cuenta lo que cada una de las obras analizadas
comenzaba a mostrar.
Conclusiones
En este sentido, respecto del primero de los subaspectos, el Mercado de Santa Caterina
presenta dos situaciones en relación. Una relación a la experiencia del recorrido del entorno
próximo y proyección en el interior del edificio, dada respecto de la disposición de los escapara-
tes. Allí, el itinerario se convierte en la expresión de continuidad. La otra situación mencionada
tiene que ver con el movimiento que se ejerce en el cambio, teniendo en cuenta el contraste que
presenta lo que preexiste respecto de los elementos que se introducen con la rehabilitación. Es
decir, en el ejercicio de construir el edificio como totalidad y no como partes, del comprender
tanto el devenir de unos elementos en otros como su superposición en relación.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht tiene que ver con las partes que la obra presenta
tanto a modo de fragmentos como con las que se develan y aparecen con la rehabilitación. Es
decir, se relaciona con el modo de presentación de los elementos en el que es el visitante quien
termina de ejercer el movimiento reconstruyendo los faltantes, sea que se trate de fragmentos
como también de los sectores en los cuales se exponen la estructura y el devenir histórico de los
paramentos preexistentes conservados o los solados, enhebrando las experiencias que parecen
otorgar cierto sentido de continuidad.
De forma similar al Ayuntamiento, en Mercaders se presenta una situación en la cual en
ciertos sectores en los que aparecieron elementos con la obra tales como los frescos o arcos
medievales, entre otros, develan otros estratos de tiempo además del que supone la rehabi-
litación. Ante esa aparición, nuevamente es el visitante el que ejerciendo el movimiento de
recomposición termina de reconstruir tanto los fragmentos o partes faltantes como su devenir
en otros elementos.
Por último, la Escuela La Llauna presenta una situación particular. Ésta tiene que ver
con el acceso, lugar en el cual se interviene fuertemente la fachada. Allí se produce un cam-
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
bio respecto de la original en relación a cómo viene dado lo que preexiste y cómo se rompe
la envolvente en ese sector generando la apertura que sirve al acceso. En esta situación es el
visitante el que le da sentido a la intervención recomponiendo esa irrupción y el faltante original
producto de la misma.
Dicho esto, el primero tiene que ver con la relación entre la experiencia individual del
visitante y el lugar. Es decir, con la emergencia de la relación que tiene que ver con la participación
de éste en la conexión. En definitiva, los casos muestran la importancia de la participación del
visitante en la relación que en algún punto es inmanente tanto a su experiencia, como posible-

mente también al rol ocupado en dicha experiencia. Ahora, ese tipo de investigación requeriría
algún tipo de entrevista o encuesta a los visitantes de las obras que excede a la presente; y por
esta razón el planteo como parte de una investigación posterior.
Por otro lado el Mercado de Santa Caterina muestra una cubierta como elemento que
se introduce con la rehabilitación. Ésta presenta cierto sentido o dirección de proyección ade-
más de estar articulada en tres naves principales en relación al espacio central. No obstante
la novedad de la cubierta respecto de la que el edificio presentaba originalmente, existe cierta
relación entre ese sentido o dirección de proyección y la articulación que presentan las naves
con respecto al espacio central y su ensanche. Por ello existe así cierta reiteración que pone en
conexión la cubierta actual con la anterior.
En el mismo sentido, en el Ayuntamiento de Utrecht los elementos que se introducen con
la rehabilitación, como las líneas de los pavimentos que se proyectan hacia la plaza de acceso,
que llevan consigo la impronta de los conjuntos de edificaciones residenciales que conformaron
el ayuntamiento. Por ello existe cierta reiteración que permite hacer la relación de la suerte de
“índice oculto” que pone en conexión unas cosas con otras.
Análogamente en Mercaders los pocos elementos que se introducen con la rehabilitación
llevan consigo el conocimiento de cierto modo de habitar, en tanto que parecieran acompañar un
modo de funcionamiento, que obviamente no implica que se replique directamente el esquema
con el que alguna vez supo funcionar en determinado momento. En este sentido se reitera un
esquema general de ese modo de habitar denotado en el mantenimiento de la organización de
los espacios en torno hacia el patio central.
Lo mismo sucede en el caso de la Escuela La Llauna, ejemplo en el cual los elementos
que se introducen con la rehabilitación parecen llevar consigo de manera expresa un modo
de producción o técnica constructiva y apariencia o propuesta estética industrial que está en
consonancia no sólo con lo que preexiste del edificio original sino también con los usos que
presentaba. Como si de algún modo se replicara lo que preexiste en esos elementos que se
introducen con cierto aspecto fabril.
Se introduce así otra posible investigación emergente respecto de indagar en qué medida
esta reiteración que se da en las obras se constituye en un tipo de conocimiento de esa conexión,
teniendo en cuenta la definición de la palabra relación como concepto. Es decir, teniendo en
cuenta el conocimiento implícito de esa relación con las preexistencias, al tiempo que con la
correspondencia de dicho conocimiento como correlato puede hacer o completar el vínculo o
favorecer que se realice.
Una segunda posible línea de investigación a continuar está relacionada a la posibilidad
de enriquecer en dos aspectos o plantear independientemente el tercero de los componentes
o dimensiones de la relación, en este caso los modos de relacionar la obra de rehabilitación.
Éstos son dos subaspectos que al igual que los anteriores fueron inicialmente planteados como
parte de la presente investigación, pero su desarrollo inicial también evidenció la necesidad de
plantearlos en un trabajo posterior que resulte más profundo e incluso en los que cada uno
pueda encararse con autonomía por esa misma profundidad requerida, teniendo en cuenta lo
que el análisis ha comenzado a mostrar.
El primero, es una situación que en el Mercado se relaciona con cómo se presenta la
cubierta como parte de los elementos que se introducen con la obra de rehabilitación. Es un
elemento inspirado en el colorido de las frutas y verduras que de alguno modo se posa por so-
bre el Mercado encapsulando el espacio en altura, proyectándose por sobre dos de las cuatro
fachadas. Este modo en el cual se presenta contrastando y proyectándose por sobre la fachada
principal preexistente genera un contrapunto de atención con el que es posible que se introduzca
una resolución característica en el desplazamiento de la mirada.
En el Ayuntamiento de Utrecht se presenta una situación similar desde cierto punto de vista
con las líneas que se retoman y proyectan hacia la plaza desde el conjunto de edificaciones que
componen el edificio original. Éstas se presentan como parte de los elementos que se introducen
con la obra de rehabilitación, de una manera que contrastan formal y materialmente respecto
de las preexistencias. Pero, además, en ese retomar y proyectarse desplazan simbólicamente
la mirada, en este caso a través de la metáfora.
En el caso de Mercaders los elementos que se introducen con la rehabilitación también
contrastan formal y materialmente respecto de los que aparecen con ella, de los cuales se pre-
sentan alternados. Tal es caso del tratamiento de los paramentos respecto al modo en el cual
se encuentran pintados con franjas verticales. Un contraste formal y material, como la misma
disposición desplaza la mirada de lo original a la intervención o viceversa, que potencia, en este
caso, las pinturas y pátinas características y la verticalidad de los espacios por igual.
126−−−−127
Por último puede comentarse respecto del caso de la Escuela La Llauna acerca de una
situación similar, concretamente con los elementos que aparecen en relación a las columnas
preexistentes de la planta baja con la segunda intervención. Se trata de una serie de protecciones
para las actividades deportivas que guardan cierta semejanza con una especie de arlequines,
con los cuales nuevamente el desplazamiento de la mirada producido por la metáfora resulta
soporte de la relación con las preexistencias.
Se introduce así otra posible línea de investigación emergente que tiene que ver con cómo
los elementos que se introducen con o a partir de la obra de rehabilitación pueden mostrar las
características propias de otra manera y así ser soporte de lo que preexiste en relación, en el
desplazamiento de la mirada que generan. Es decir, la posibilidad de indagar sobre el despla-
zamiento de la mirada como recurso proyectual en el que la misma pueda ser soporte de la
relación con las preexistencias en la rehabilitación de las obras.
Por otro lado, el segundo tiene que ver con que en el Mercado de Santa Caterina se
muestra una práctica en la que parece prevalecer la necesidad de relacionar el cambio o la
transformación que representa la rehabilitación con todo lo que ha ido construyendo el sitio. Es
decir, con la práctica que evidencia el estudio de las edificaciones superpuestas, de los modos
en que fueron ocupando el espacio, de los recorridos, entre otros, que apunta a la construcción
de sentido, de continuidad con la historia de conformación del lugar.
En el caso del Ayuntamiento de Utrecht la propuesta presenta la misma necesidad que
el Mercado, principalmente la de develar la densidad histórica del edificio con la rehabilitación,
potenciando al lugar como centro de la comunidad, reconociendo al conjunto de edificaciones
que históricamente lo supieron conformar, dejando expuestos ciertos elementos e incluso re-
utilizando otros propios de la obra y contrastando con lo que se inserta con la rehabilitación
como una manera de continuar ese proceso de transformación.
Algo similar puede ser dicho para Mercaders sobre la necesidad pero también sobre
la elección de develar la densidad histórica del edificio en la rehabilitación. Es decir, respecto
de ver y reconocer la memoria histórico-material del sitio, aun a pesar de la complejidad de
esa consideración. Poder mostrar los elementos con la rehabilitación. En definitiva, pensar la
rehabilitación en la continuidad, en el marco de un proceso de transformación en el que se
Conclusiones
reconoce su actualidad.
Finalmente la Escuela La Llauna muestra los rasgos iniciales de la mayoría de los as-
pectos comentados para los otros ejemplos, pero sobre todo también algo que aún no ha sido
dicho directamente. Algo que se replica y complejiza en el resto de las otras obras realizadas
con posterioridad. Esto es, el reconocimiento de las mejores cualidades de lo que preexiste para
potenciar. En este caso, de altura, profundidad, y cualidades espaciales de la fábrica con las que
se plantea una relación de continuidad con la intervención.
Dicho esto, se introduce otra posible línea de investigación emergente. Ésta es una que
tiene que ver con el hacer, con una conciencia de elegir formas de proceder por sobre otras,
una decisión del ver detrás de lo dado y de considerar variables que hacen a un proceso más
complejo. Es decir, la posibilidad de indagar en los modos de relacionar la obra como parte de
una propuesta ética, teniendo en cuenta que dichos modos hicieron escuela. Por ello, podría
considerarse que no se trata de un comportamiento individual que conllevaría a una cuestión
moral, tampoco a una meramente práctica, aunque se parta de una. Se podría continuar con
una línea que reconozca los principios que rigen la construcción de una propuesta ética en la
rehabilitación de edificios.
La tercera de las orientaciones posibles para un trabajo posterior, que excede a los
límites de esta investigación, está relacionada con una línea que emerge del encontrar etapas
en el desarrollo de este modo de relacionar la obra de rehabilitación que tiene Miralles con
aquello que preexiste. Es decir, con profundizar la comprensión del desarrollo de esa relación,
teniendo en cuenta que, tal como quedó evidenciado, existe un proceso de complejización que
está presente en la primera de las obras analizadas, que es la más reciente, y también lo están
en la segunda y la tercera que son casi simultáneas, así como en la cuarta en la cual comienzan
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
a gestarse y que en realidad es la primera.
Finalmente la cuarta y última de las orientaciones posibles para un trabajo posterior,
una que también excede el planteo de esta investigación. Ésta es una que tiene que ver con la
posibilidad de comparar el modo de relación con lo que preexiste en la rehabilitación con el
de la obra de planta nueva del arquitecto catalán. Es decir, con la posibilidad de contrastar y
poner en cuestión unos y otros modos, tanto los que se utilizan en una obra de planta nueva
en cualquier contexto como los que se evidenciaron en la presente investigación respecto de su
obra de rehabilitación en contextos urbanos históricamente comprometidos.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend 128−−−−129
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Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend
Agradecimientos

134−−−−135
El más sincero agradecimiento a todas las personas que di-
recta o indirectamente participaron a lo largo de este pro-
ceso, especialmente a los jurados por su tiempo de evalu-
ación, a la Comisión y autoridades del doctorado por su
acompañamiento, a las Directoras Ángela Sánchez Negrette
y Anna Lancelle por su aporte continuo y corrección, a los
Profesores tanto de los seminarios como de los espacios de
reflexión que contribuyeron en la formación, a Benedetta
Tagliabue y colaboradores de EMBT y Fundación Enric
Miralles por compartir experiencias y facilitar el acceso a
la información, a Ricardo Flores, Eva Prats y Marc Le Roig
quienes accedieron a ser entrevistados, a Maurici Pla por

Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend

guiar la investigación durante el periodo de búsqueda de
información, a la Familia y a los Amigos por estar siempre
presentes, particularmente a Emanuel Schonfeld, Florencia
Melon, Diego Pinilla Amaya y Damián Bruzos González.
Tesis Doctoral Arq. Pedro Briend 136−−−−137
Diseño gráfico:
DIEGO PINILLA AMAYA
www.behance.net/DiegoPinillaAmaya

Se terminó de imprimir en el mes

de agosto de 2019 en la ciudad de
Buenos Aires, Argentina.