EL PLANETA TIERRA, O DEBO DECIR ¿EL PLANETA PLÁSTICO?
El planeta tierra, lugar donde se encuentran grandes océanos y mares, millones
de especies de plantas y animales, maravillas como la Gran Muralla China, Taj Mahal, Machu Picchu, Cristo Redentor, Coliseo Romano y otras más; la cuna de mentes maestras y brillantes que han dado paso a grandes avances en la historia de la humanidad. Además, gracias a ellos se ha conquistado el cielo y también la luna; se abrió paso al mundo de la tecnología; se han creado inventos que revolucionan el mundo día tras día, y entre esas invenciones encontramos el tan bendito plástico. El hombre, gracias a su gran ingenio, ha logrado descubrir genialidades que han cambiado por completo la vida de cada uno de los seres humanos y que, en muchas ocasiones, no pueden prescindir de ellas, ya que se han convertido en algo tan necesario para su diario vivir. El uso del plástico es algo normal en estos momentos, en cualquier lugar lo observamos en todas sus presentaciones: bolsas, botellas, juguetes, empaques, muebles; además, se encuentra en diversas industrias como la eléctrica y de construcción, e incluso en el campo de la medicina, el transporte y la tecnología. Se podría decir que es una maravilla, sí, una completa maravilla…pero, ya que este material es tan utilizado, ¿realmente se conoce de dónde viene? ¿cómo es en verdad esta maravilla del mundo moderno? ¿qué lo hace tan especial? Pues bien, el plástico es un material sintético y derivado del petróleo. Es fuertemente versátil, esto es gracias a que posee algunas características como la liviandad, tacto agradable y resistencia a la degradación biológica y ambiental, esto quiere decir que si usted, por ejemplo, deja en su patio un trozo de plástico, no se va a degradar tan fácil como ocurriría con una planta o una fruta; a excepción de la exposición de rayos UV, o sea, al constante calor. Estas propiedades lo convierten en una fortuna, por ser muy útil y eficaz, pero a la vez una maldición, por ser la primordial fuente de contaminación en el mundo. Afortunadamente, puede ser reciclado, empero su producción es más barata que su reutilización. Gracias a su creación en el siglo XIX se inició a lo que hoy es llamado como “La Era del Plástico”. Como dije anteriormente, es un elemento muy útil, tanto así que los productos hechos de plástico se desarrollan en grandes cantidades y velozmente, pero el problema radica en las consecuencias negativas que puede traer tanto para la salud del ser humano como para la estabilidad del ambiente y la vida de las demás especies, es por esta razón que muchos científicos, que podríamos llamar ambientalistas, se han dado la tarea de investigar el impacto que trae consigo el incremento de la utilización del plástico. Hemos visto en noticias cómo los océanos son los ecosistemas más afectados, aquí es donde se recibe el mayor porcentaje de deshechos plásticos, donde a cada segundo se acumulan doscientos kilos de objetos plásticos, que quiere decir que en un día llegan 17.280 toneladas, ¡sorprendente! Y si seguimos calculando los números aumentarían hasta cifras exuberantes: en un mes se estarían arrojando a nuestros cuerpos de agua alrededor de 500 toneladas de basura plástica. Ahora, calculen ustedes la cantidad que habría al año, quedarían igual de perplejos que yo. Les facilitaré la tarea, si en un mes se desechan 500 toneladas, al año serían más de 6 millones de toneladas de estos mismos. Esto equivaldría a arrojar un camión entero de basura a cada minuto en las aguas. Si se sigue con esta práctica, para dentro de unos treinta años, habrá mas toneladas de basura que peces en el mar, como lo dice la tan aludida ONU. Entre los años 2010 y 2013, mientras estudiaban las causas del cambio climático, científicos se percataron que, en los océanos pacíficos, atlántico e indico se formaban islas de basura, dos en el primero, dos en el segundo y una en el último. Y creían que en el futuro tendríamos carros voladores, pero tenemos algo más innovador: islas de plástico. ¿Te animas a dar un chapuzón en bolsas y botellas? Esto causa severos daños a los animales marinos y, entonces, es aquí donde relacionamos el caso de tortugas y aves marinas que mueren al enredarse, asfixiarse y sufrir estrangulación por querer ingerir plásticos, creyendo, pues, que son alimentos. ¡Qué tristeza! Está evidenciado que animales de unas 700 especies se han enredado o han consumido plástico. Cuando estos materiales son grandes, como las redes de pesca, muchos animales pierden extremidades por quedar atorados, e inclusive algo peor: mueren. Ocho de cada diez animales que quedan atrapados terminan por morir, es algo demasiado preocupante. Las tortugas marinas, mencionadas con anterioridad, se alimentan de medusas, y tristemente las confunden con las bolsas de plástico flotantes y las ingiere, lo que provoca una asfixia instantánea. Así mismo, las ballenas, peces y aves son victimas de nuestro maravilloso invento; hasta seres más diminutos, los plánctones, están ingiriendo micro plásticos. Y esos citados micro plásticos, ¿qué son? Pues señores, se puede decir que todo ese plástico creado desde sus inicios aún no se ha extinguido del todo. Pero ¿cómo?, se preguntarán. El plástico se descompone en pequeñas partículas que nunca cambian su composición química, cuando son menores de 5mm se les denomina micro plásticos; son imperceptibles para la vista humana, pero eso no quiere decir que hayan desaparecido. Siguen aquí, junto a nosotros, incluso dentro de nosotros. Existen estudios que muestran la existencia de estas diminutas sustancias en el agua potable, en el agua embotellada y hasta en la sal, y como lo hemos visto, en nuestros mares. Como lo explica Javier Sierra, ambientalista de la ONG Sierra Club: “Lo que ocurre es que se va descomponiendo, se va rompiendo en fragmentos cada vez más pequeños, lo que se llama micro plástico. Esto tiene unas consecuencias nefastas para la flora y la fauna de los océanos. Lo contamina todo, los peces que nosotros comemos, en prácticamente todos los océanos”. Por tanto, lo que estamos consumiendo no son peces sino plásticos, nos alimentamos de nuestra propia basura, “se hizo un muestreo de especies en comercios, en negocios, en el mercado, y se descubrió que el 70% de los peces tenia pequeños plásticos en sus tejidos internos. Estamos comiendo el plástico que hemos echado en los océanos”, señala Milko Schavartzman, especialista en conservación marina.