Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
b) NTV. “No busques vengarte, ni guardes rencor contra tus hermanos israelitas,
sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR”
2.4 ¿Cuál era el propósito del escritor, al escribir este libro en particular?
a) Note las declaraciones explicitas del autor o la repetición de ciertas
frases.
Moisés presenta las leyes por las cuales Israel habría de mantener la
comunión con Dios. Jehová quería enseñar a su pueblo, los hebreos, a
santificarse. La palabra santificación significa apartarse del mal y
dedicarse al servicio de Dios. Es una condición necesaria para gozarse
de la comunión con Dios. A los israelitas las leyes e instituciones de
Levítico les hacían tomar conciencia de su pecaminosidad y de su
necesidad de recibir la misericordia divina; a la vez, el sistema de
sacrificios les enseñaba que Dios mismo proveía el medio para expiar
sus pecados y para santificar su vida.
2.4. ¿Que constituye la enseñanza principal del pasaje y cuáles son los
detalles incidentales del pasaje bíblico?
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo,
Los israelitas fueron mandados a amar a sus enemigos y se les prohibió la
venganza personal. Dios dijo en Romanos 12:17-21 “No paguéis a nadie
mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar
a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el
Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere
sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás
sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el
mal.
3. Análisis gramatical o léxico sintáctico del texto bíblico.
3.1. Identificar la forma literaria general
El género literario: Instrucciones y Recomendaciones, Historia.
3.2. Identificar las divisiones naturales del texto bíblico.
Es un solo versículo y en este caso el contenido habla de la evidencias que
debe mostrar el pueblo de Dios (Israel) respecto su conducta hacia el
prójimo.
.
3.3. Identificar las palabras conjuntivas dentro de los párrafos y oraciones.
“no te vengues ni guardes rencor” “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
El libro de 1Juan 2:9-12 habla de que non podemos decir que amamos a
Dios si hay sentimientos en contra de nuestro prójimo: “El que dice que
está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que
ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el
que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe
a dónde va, porque las tinieblas le han segado los ojos”.
Dios desde el principio deseaba que su pueblo entendiera eso, las leyes
fueron establecidas por la dureza del corazón del hombre por su
desobediencia, las implicaciones del diario vivir, que son parte del
mandamiento de amar a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerza,
y amar al prójimo como a uno mismo, puede obrar bien, sin necesidad de
leyes adicionales. No tenemos que amonestar contra la idolatría al que
ama a Dios en la forma debida, pues todo acto de adoración que no se
dedique a Dios le resultará naturalmente ofensivo. Las prohibiciones
contra el robo, el adulterio, el asesinato y demás no son necesarias si
verdaderamente amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, ya
que lastimar a alguien en alguna de esas formas sería algo inconcebible.
Pero, naturalmente, la gran mayoría de los hombres fracasa en
comprender y obedecer estos dos mandamientos y así es que el Señor ha
revelado muchas leyes y reglas adicionales para mostrar detalladamente
lo que los mandamientos requieren. En verdad, todos esos mandamientos
no hacen sino definir y respaldar a los dos principios básicos: toda la ley y
los profetas están resumidos en estos dos grandes mandamientos.
Cuando Jesús invoca la regla de oro, en Mateo 7:12 enseña que el principio
"No hagas a otros lo que no quisieras que hicieran contigo". Jesús la hizo
mucho más significativa. No es difícil frenar nuestra intención de causar daño
a alguien; es mucho más dificultoso tomar la iniciativa para hacer un bien en
favor de esa persona. La Regla de Oro, como Jesús la formuló, es el
fundamento de la bondad y la misericordia, como la que Dios nos muestra
cada día. Dios quiere de nosotros una relación de amor con los demás una ley
de amor que busque la santidad en nuestras vidas.