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(Entra el Conquistador en escena, riendo, con ímpetu. Acaba de llegar a una tierra
CONQUISTADOR: ¡Ah, tierra a la vista! Muchachos, una isla! ( Enérgico, con ilusión y
Shapan, lo sabíais?. Es una isla de shapanes! Es una isla de shapanes! (Le viene
Los conejos son rápidos, lo devoran todo a su paso, follan como ellos mismos, y
están muy ricos en arroz (sentencia con orgullo). ¡Luis! Ve con los hombres, esta
mimos y nos chuparemos las pollas. ¡¡Pero sin prejuicios!!! Porque somos
valerosos y mimosos.
(El Conquistador empieza a mirar alrededor con orgullo la tierra recién bautizada. De
CONQUISTADOR: ¡Eh! ¿Qué es ese eso? ¿Quién se esconde ahí? ¡Sal y pelea
Conquistador de un modo que no queda claro cuáles son sus intenciones. El Conquistador
CONQUISTADOR: Eh… ¡Luis..! Hay una fiera aqui… tiene mamas… parece
hembra, Luis. (Pequeña pausa) ¡Cuáles son tus intenciones, ser! (Lilith suelta la flauta y
hace un amago de ataque a Lilith, esta le bufa) ¡Aaaahj! ¡Habla claro bestia, he matado
a cientos de seres como tú, así que di! ¿¡Eres aliado o enemigo!?
(Lilith, que en todo momento ha estado observando y tanteando el terreno como quien
advirtiendo mientras carga su maza. Antes de golpearla, Lilith, a sus pies, le hace una
CONQUISTADOR: ¡OP! Op. Op… (Le flaquean las fuerzas, ha bajado la guardia. Al
mismo tiempo Eva entra en escena tarareando y comiéndose un fruto.) Eh… ¡Luiiiis..!
encontrados...
(Las dos mujeres cada vez están más cerca y encima de él. Eva le da a probar un bocado
Esto sabe muy dulce, Luis, es un vicio. (Ella continua dandole en la boca sensualmente
ambas sobre él. Empieza a estar como embriagado, aunque se sigue resistiendo en cierta
manera. Mientras Eva se encarga de la parte superior del cuerpo Lilith de la inferior. Poco a
CONQUISTADOR: ¡No podréis conmigo seres del infierno! ( Eva le besa, el ) Luiiiis…
¡Están pudiendo, Luis! Sus labios saben a canela! ( Pausa) ¡Y tienen pechos bonitos!
(Lilith empieza a masturbarle por debajo del calzón. Siguen una serie de ruidos y
parte iguales. El nivel de intensidad crece rápidamente hasta que Eva saca un
pequeño frasquito de cristal, habla con Lilith algo en el idioma ininteligible del
principio. Luego introducen el frasquito bajo los calzones del Conquistador para
“ordeñarle”).
CONQUISTADOR: (haciendo cada vez más sonidos y gestos) ¡AH! ¡OF! ¡BF! ¡NO!
(El grito queda suspendido mientras Eva y Lilith dejan de ser ellas y pasan a ser Beatriz y
Leyre. Se arreglan el vestuario en mitad de una conversación que empieza sobre la marcha
y se mueven a otro plano del escenario donde Beatriz discute con su hija. El Conquistador
se deja caer rendido poco a poco y comienza a roncar. Se tapa con la capa y empieza a
balbucear palabras sueltas de toda la escena anterior. Nos damos cuenta de que es Jesús y
todo lo anterior era un sueño. Está durmiendo dentro de su autobús escolar. Afuera siguen
discutiendo Beatriz y Leyre hasta que la primera toca en el cristal para hablar con Jesús, a
LEYRE: ¡Mamá!
BEATRIZ: ¿Hola?
BEATRIZ: Sí, claro que está. Mira está ahí, ¿ves? Esta dormido. ¿Hola?
BEATRIZ: ¡Hija, vale! Ya vale. Esto lo estoy haciendo por ti y por mí. Por las dos.
LEYRE: Mamá, que yo estoy bien en casa con papá. Me gusta vivir aquí, tengo a
mis amigos.
voluntad ajena. Hay que seguir el camino de uno. Y cuando uno pasa muchos años
al lado de alguien, ya no sabe si lo que hace, es lo que quiere uno o lo que quiere el
otro, o lo que toca. No hay que quedarse al lado de alguien por lealtad, Leyre. Hay
que seguir adelante, encontrar el propio camino, seguir creciendo. Y por mas que
uno ame a alguien, si ese alguien no esta en la misma frecuencia que uno, se
estábamos..
encalles, ni tu, ni yo. Vamos a seguir adelante, hija, a volar que el tiempo pasa y
(Se quedan ambas mirándose un segundo. La discusión ha quedado zanjada y vuelve hacia
la ventanilla del autobús. Jesús se ha despertado con los ruidos y con una mosca que ha
Jesús).
BEATRIZ: Por favor, dos billetes. ¿Cuánto seria? ( se da cuenta de que no trae la
BEATRIZ: No me diga eso, seguro hay una solución. Hablemos. Que puedo hacer
por usted? Seguro que hay algo… Es muy importante que podamos irnos en este
autobús. Es cosa de vida o muerte. No nos deje aquí. Tenemos que irnos.
JESÚS: ¡Que no la puedo llevar, señora! Es un bus escolar, sólo llevo a niños de 5
años.
BEATRIZ: (a Leyre) No, tú y yo nos vamos hoy. Te lo digo yo. Tu tranquila. ( De nuevo
aquapark (Leyre quiere que se la trague la tierra). ¿Cómo va usted a romper la ilusión
BEATRIZ: No, hija. Vamos a coger este autobús. Tú y yo. Las casualidades no
existen, nada pasa porque sí. Vamos a ir al Acuapark. y el agua nos va a mostrar
nuestro camino.
JESÚS: Señora…
BEATRIZ: (Repentinamente más seria) Mire, le voy a decir la verdad: Necesito coger
BEATRIZ: (se acerca suplicante mientras sube el tono progresivamente) ¿Sabe lo que es
levantarse por las mañanas y no poder respirar ante la perspectiva de un día igual
que el anterior? ¿Vivir la rutina como una muerta? ¿No ver más allá de cuatro
BEATRIZ: ¡Se lo pido de rodillas, señor, por favor! (van llegando los niños de la
excursión al bus)
JESÚS: ¡Que le he dicho que vale! Métanse ahí, al fondo y haga como si fuera la
BEATRIZ: Gracias, gracias, gracias, de verdad. Sabía que usted era un ser de luz,
JESÚS: Vale, vale, vale… Pasen ya por favor, antes de que lleguen los niños.
LEYRE: (cogiendo a su madre del brazo y entrando al bus) Basta ya, mamá. Ya vale.
(Se sientan al final del bus. La escena vuelve a una aparente calma. Jesús se seca el sudor
tras la agobiante escena y mira el reloj. Sale a la puerta a recibir a los niños de la excursión
JESÚS: Bueno, bueno… A ver, venga, de uno en uno y sin empujar, ¿eh? Todos
comas dentro que ya sabes que ensucia… María… José Antonio… Carolina…
(Luis se sienta en el asiento del conductor y arranca. Comienza el viaje. Una mosca
empieza a zumbar. Hay un periodo de aparente calma. Jesus ha puesto música: “En un
auto feo”. Mientras empieza a ser molestado por las moscas, Leyre se ha dormido en el
hombro de Beatriz, que ha quedado mirando por la ventana, afrontando el nuevo futuro que
LEYRE: Hola.
BEATRIZ: Hola.
LEYRE: ...
LEYRE: ,..
LEYRE: ¿Qué?
BEATRIZ: (tras una pausa, casi como si lo dijera para sí misma) No sé...
(Empieza de nuevo a sonar “En un auto feo”. La canción va creciendo hasta que empieza la
letra, acabando con la discusión anterior. Jesús empieza a cantar, animando a los niños.
Leyre empieza a bailar de manera burlona e infantil a su madre. La canción sigue sonando,
madre. Las moscas han empezado a rondar alrededor de Jesús, quien va creciendo en
un tirón).
LEYRE: Sí...
(Jesús saca un insecticida enorme y empieza, loco, a rociar el parabrisas, primero, y luego
todo el autobús. Las dos mujeres empiezan a asustarse y a toser. Tienen miedo de Jesús.
El aire está lleno de insecticida. Beatriz va a encenderse un cigarro para calmarse cuando
Hay una explosión a cámara lenta. Beatriz y Leyre están cayendo lento, muy lento. Jesús se
gira despacio hacia el público y, cuando queda mirándolo, hace un gesto mudo de “BOOM”.
Se escucha después el sonido de una gran explosión a la vez que Beatriz y Leyre terminan
(Jesús se gira. De espaldas al público hace una panorámica del autobús con la mirada. Está
en shock, comprueba los cadáveres, sin asimilar lo que ha sucedido aún. Primero Leyre,
después Beatriz -cuando deja caer alguno de sus miembros, caen a cámara lenta-. Empieza
a percatarse de la situación. Llama a Andreita dos veces, una a Carlito. Se rompe. Avanza
hacia el asiendo del conductor. Se sienta y agarra el volante. Queda inmovil. Suena una
mosca volando a su alrededor, que vemos por su gesto que se posa en su mano. Hay
algunos segundos hasta que, con lenta rabia, carga la mano y, tras otro instante, da el
(Luz, Actor esta en la silla del viejo con ropa cambiada y pone cabeza en cubo de harina. Se
levanta y es el viejo. Entra Isabel a limpiarlo y acomodarlo. Lo tapa con la manta / capa y
ISABEL: Ayer probé las gambas. Al fin me animé. ¿Te acuerdas la cantidad de
veces que intentaste que me las comiera, me las metías en la boca a la fuerza y yo
tan mal las gambas. (Ríe. Tratando de cambiarlo, se le cae al suelo. Intenta levantarlo y
Era enorme. Ni te diste cuenta. Los pies no me llegaban a los pedales. ¿De dónde
la sacaste? ¿te la encontraste? Aún está ahí, muerta de risa. Nunca me dejaste
cuando sea más grande… se quedó ahí, entre los trastos viejos… Ayer no pude
evitar subirme. Claro, ahora me viene chica… (Ríe.) Qué ironía… y te reías de mí,
diciéndome que estaba gorda como una foca, delante de todos y que tenía que
cuenta, claro...ahora ya no te importarán tanto esas cosas, no?… qué puta ironía…
(Ríe) Por qué no me llevaste al hospital cuando te dije que me habían salido
manchas en la piel? Yo te dije que no era normal. “Quejica… .al hospital por unas
pasaba el día lijando y clavándome los dedos. Me rompí la muñeca con el martillo y
¡Quédate quieto! Papá, para. Ayudame un poquito, que sabes que no puedo
levantar peso.
Tú también tienes que poder...vas a poder solo, papá. Eres fuerte, siempre lo has
dicen que te está curando. Y te lo tienes que creer por cojones ¡Si me hubieras
Ya pasé la prueba, ya estoy bien. ¡Estoy gorda otra vez! ¿Ves? … (Ríe)
Todo tiene un precio... y siempre hay que elegir y cuando eliges algo, estás
perdiendo lo demás.
oírse. ¿Qué son las moscas? Las moscas en mi cabeza… me preguntar, me piden,
me buscan, no me dejan en paz ni cuando duermo. ¿Qué son las moscas? Que
molestan, que pican. ¿Cómo algo tan pequeño y casi imperceptible, puede ser tan
poderoso? Qué nos hace, por ejemplo, soltar una mano que nos sostenía en la roca,
JESÚS:¿Isabel?
ISABEL:Estoy aquí.
ISABEL:Estoy aquí.
(MUTIS ISABEL)
INEM
JESÚS: Sí, vaya a la máquina, deje su número de DNI y coja un número. Ellos la
ABUELA: Mire que yo llevo 3 días intentando que me den cita y nada. Ésto es
normal?
ABUELA- Sí, yo entiendo. Y con todo esto que está pasando… ahora todos están
Que yo soy muy trabajadora. Si usted se entera de algún trabajo me dice, por
favor...
ABUELA: Sí, sí, claro. Si quiere, cuando acabe aquí, le hago unas torrijas y se las
SE SIENTE TONTA)
ABUELA- Joven...
ayudo. Así ve? Ya está. Ahora espere que la llamen por su nombre
informatizado.
(LA ABUELA MIRA A UN NIÑO QUE ESTÁ CERCA Y LE HABLA A JESÚS DEL
NIÑO.)
ABUELA: Ay, qué canijo está ese niño. Es que hoy en día, solo comen macarrones.
ABUELA: Oh! Sabe usted, qué alimenta a los niños? Las lentejas. Yo hago unas
ABUELA: Lo siento, qué difícil será, no? Cuidando a la nena y trabajando todo el
ABUELA: Qué frío! Es el aire acondicionado? Qué poco sano es ese aparato de
ABUELA: Jóven.
JESÚS: Noventa.
ABUELA: Todavía?
Yo ya me tengo que marchar, sabe. Me acabo de acordar que tengo que comprar
JESÚS: Ya la atendieron?
JESÚS: no se vaya sin que la atiendan, con lo que le ha costado coger cita. Si
pierde esta oportunidad, a saber cuando volverá a tener hora… Hágame caso,
quédese, mujer.
hago lo que puedo, ve? (SE PONE PERFUME) Yo lo intento, pero no hay manera,
pasa al hijo de la Emilia, pobrecito. Es que esta muy gordo y claro, no tiene
ojo desviado y cuando habla, nunca se sabe a quien mira y la gente se pierde…
normal, nadie quiere sentarse a charlar con ella porque es incomodo, la verdad…
JESÚS (a la madre de la sala): Sí, señora, siéntese, ya controlo yo. Sí, sí, lo sé. Ya
voy yo. (Se acerca a la abuela y a Mérida) Señoras, por favor. Entiendan que esto
es un espacio público y me sabe mal tener que decírselo, pero están llamando la
ABUELA: Bueno, bueno. A ver qué tienes en la cara? Pero cómo te maquillas
muchacha? Los jóvenes de hoy en día... hay que ver! Las cosas raras que se hacen
y esos dibujos que se hacen por todo el cuerpo y no se sacan con na`... Es que te
ABUELA SE PINCHA)
ABUELA: Pero qué tienes ahí, que pincha, muchacha?? Hay que ver….
ABUELA: No, hija no, no pienses eso. Mira, la nena de los Juárez, que tiene unos
Normal. Y la vecina del quinto, que lástima… es rarita y la gente rara no gusta. Esto
MUJERES)
normal, con lo que le ha tocado, huele muy mal y lo que tiene en la cara… que eso
MÉRIDA: No.
ABUELA: (A Jesus) Ya decía yo que tenían que abrir las ventanas, que el ambiente
está muy cargado. Que a los viejos no nos hacen caso. Y una dice las cosas y … (A
Mérida) Tranquila muchacha, que todos tenemos lo nuestro. Desde los 14 años
pensión porque no llego los años cotizados. Cómo voy a llegar si no nos han hecho
contrato nunca. Y ya me ve, aquí a mis años, buscando trabajo. Y qué hago yo
ahora, con cuatro duros de un subsidio? Que a mí nadie me ha regalado nada. Y yo
sé que los jóvenes tampoco lo tienen fácil, estudian y estudian y luego para trabajar
les piden 10 años de experiencia y se tienen que ir del país, dejar a la familia, la
casa, los amigos y comen cualquier porquería pre-cocinada Claro, quien les va a
hacer las lentejas… Esto no está bien. Esto no está bien, no, no. Y encima, cómo
que...! Esto antes no pasaba. Y tu, muchacha, mira el drama que tienes, pobrecita
mía. Hija, es que lo tienes todo, que si hay Dios, por qué te ha mandado todo eso?
ENLOQUECIENDO.)
JESÚS: (a la gente) Si, ya sé que el bebé está asustado. Si, hago mi trabajo pero es
verdad que esto se termina. Sí. (VA DECIDIDO A DETENER A LAS MUJERES) Por
favor, Señoras, se los pido: Me juego mi puesto de trabajo. Tranquilícense por favor.
MÉRIDA: (A él) Soy yo, (a público) soy yo la que traigo a las moscas!!
(MÉRIDA Y ABUELA ECHAN A LLORAR DESCONSOLADAMENTE)
Jesús: Eso. Eso, quejaos. ¡Seguid quejándoos! Ya me callo yo… Es lo mejor que sé
hacer. ¿Verdad? Callar y obedecer. ¡Y siempre con una sonrisa! Hasta los huevos
Siempre solucionando vuestros problemas. Jesús: haz esto… Jesús: haz aquello…
Harto de estar doce horas metido en esta mierda de sitio, seis días a la semana, por
una mierda de sueldo. De eso, de eso trata, de hacernos creer que hay que
campos, en las minas, en las oficinas, en las fábricas… somos soldados y esto es la
“El trabajo dignifica” ... Dignifica, los cojones!! Siempre los mismos, de un lado y del
mierda planificado al detalle. Nos laváis la cabeza y nos hacéis creer que
que hay que hacer. Acabar con todo, con cada uno de nosotros y con todos
nuestros hijos desde la cuna antes de que se conviertan en lo mismo que nosotros,
gritando?
(JESUS SACA DOS PISTOLAS Y LES DA UN TIRO EN LA CABEZA A AMBAS.
(Estribillo) x2
-Y qué le voy a hacer, y qué le voy hacer, de algo hay que comer-
Pasiones desenfrenadas
al borde de la locura
habra que morir un dia
para salir de toda duda
(Encontramos a Mérida tomando el sol y chapoteando. Hay un cubo con agua, un taburete,
una copa y el bolso de Mérida con todos los objetos. Está siendo ella misma más que
nunca: juega con el agua, hunde la cabeza en el cubo, hace gárgaras, nada encima del
taburete en diferentes estilos… La Muerte, en segundo plano, entra tímida con la guadaña
en la mano. Mérida no se percata de que se ha acercado, poco a poco, hasta que está
literalmente encima de ella. Hay un segundo de quietud, antes de que ambos peguen un
salto y griten. Mérida mete la cabeza en la bolsa para ocultarse. Se asoma y le empieza a
dar un síncope).
MUERTE: No… ¡No no no no no no no! ¡No puede morir así! (Saca un librito de su
(En ese momento MÉRIDA se tira un pedo. Muerte se gira lentamente incrédulo. El olor le
afecta. Hace aspavientos y ruiditos desagradables, toma aire y se abanica con la guadaña
mientras avanza hacia MÉRIDA. Comprueba si está realmente muerta dándole un par de
toquecitos con el pie. Mérida revive súbitamente. Ambos quedan mirándose durante dos
segundos antes de gritar y saltar de nuevo, en direcciones diferentes. Ninguno de los dos
MUERTE: ¿Qué?
MUERTE: (se exaspera). ¡Está bien, está bien! Por el amor del Jefe, esto es mucho
más complicado de lo que decían en los cursos. A ver… por aquí tiene que haber
Mientras La Muerte murmura por lo bajo, MÉRIDA se ha fijado en la guadaña con grandes
ojos. Se acerca a cogerla llena de curiosidad. La Muerte está ajena a todo ésto).
MUERTE: (nerviosisma) ¡Ah! ¡Deja eso ahora mismo! ¡No! ¡No se toc..!
(No termina la frase cuando MÉRIDA se clava la punta de la guadaña en la cabeza como un
niño pequeño y cae muerta. Gritito de La Muerte de nuevo. No sabe que hacer. Murmura
mientras recoge la guadaña del suelo y se acerca a tocar a MÉRIDA de nuevo con
nerviosismo. En cuanto la toca, Mérida revive como si nada. La Muerte se mira la mano.
que descubierto. A continuación sigue una serie de toques en MÉRIDA, que aumentan de
ritmo en los que MÉRIDA vive y muere. Queda muriendo de última. La Muerte celebra como
muy mala educación, coger las cosas de los demás, sin permiso! No tienes que ir
MUERTE: ¡¿Te importaría dejar de morir para poder matarte bien?! ¡Gracias!
(Se sienta en el taburete de nuevo y saca el libro. Lee). A ver… Sí, aquí. “Si el sujeto es
reacio u hostil ante la idea de su final, pruebe a ganarse su confianza tratándola con
la mayor cortesía y amabilidad posible”. Aja… ( Mira a MÉRIDA, que sigue muriendo. La
MÉRIDA: No binario.
MUERTE: Ah, perfecto! (Toca a MÉRIDA para matarla de nuevo y vuelve a lo suyo). ¿No
binario? Jiji, qué chachi. Vale, entonces… Querida Mé… No. ¡Queride! Eso!
MÉRIDA: Mérrida
MUERTE: EH?
MÉRIDA: Mérrida
MUERTE: EH?
MÉRIDA: PUCH
MUERTE: Ah, queride MÉRRIDA Celeste Puch, es un placer conocerla…no, no,
no….
Vuelvo a empezar…
(LA DESPIERTA)
(Se queda cruzadita de piernas mientras da golpecitos con el pie, sin saber qué hacer.
como si nada).
MUERTE: ¿Qué?
MUERTE: ¿Agua?
MÉRIDA: (sonidos emeritenses de madre sobre protectora que atiende muy educada una
visita en su casa)
MUERTE: ¡Oh! Esto… Sí, gracias, muy amable queride… (MÉRIDA le ofrece el vaso
mientras le insiste que se siente, muy educada ella) . Oh, sí, está bien, gracias. (Se le
todo tipo de objetos ofreciéndoselos a La Muerte. Sólo brazos, nunca la cabeza. A cada
uno, La Muerte le dice que no es eso. Y ella niega con la cabeza dentro del bolso, tirando
MUERTE: (saca la flauta de la primera escena) No… no es eso. (Busca. Saca las
pistolas de Jesús.) No, es redondito. (Busca. Saca la manzana de Eva.) No, no es eso.
Es blanco. (Busca. Saca los aerosoles del autobús.) No. Es mas pequeño. (Busca. Saca
la mano cerrada. Al abrirla, se oye el zumbido de una mosca. Ambos personajes siguen a la
mosca con la cabeza muy despacio. En un gesto extremadamente rápido, casi autómata,
pobrecita. Yo no… Ay, ay, ay… ( En ese momento MÉRIDA le ofrece el paracetamol).
(Ambos festejan, saltan y ríen. Entonces La Muerte no sabe qué hacer con la pastilla. Mira
MUERTE: Esto… ¿Quieres probar? (MÉRIDA, mira con curiosidad, pero niega
amablemente al final) Es muy rica! (Pausa) ¿sabes? (Capta la atención de MÉRIDA) ¡Sí!
Son de sabores, esta por ejemplo tiene pinta de ser de… ¿Menta..? ( MÉRIDA pone
cara de asco) ¡Quiero decir… de mar! ( MÉRIDA abre mucho los ojos, atenta) ¡Eso, sí,
(MÉRIDA duda por un segundo, pero rápidamente abre la boca confiada. La Muerte deja
caer la pastilla en la boca de MÉRIDA. La Muerte rápidamente le intenta llevar una copa de
agua y al girarse, ve a MÉRIDA junto al barreño, que mete la cabeza para beber muy
ilusionado y expectante).
MÉRIDA: RRRRRRR….
(MÉRIDA empieza a convulsionar y morir por fin como cucaracha atrofiada. La Muerte la
mira por encima y suspira aliviada. Se sienta entonces satisfecha y alegre a dar parte de la
MUERTE: Bien, bien, bien… Por fin. A ver… MÉRRIDA Celeste Puig, ajam… Hora
de la muerte… (Hace como que mira un reloj de pulsera y se da cuenta de que no tiene,
(En ese momento MÉRIDA hace un pequeño ruidito. La Muerte dirige la mirada hacia ella
muy despacio. De igual manera se levanta y se acerca hacia ella, quedando parada encima
suyo).
(De repente La Muerte da un brinco y grita. Empieza a girar sobre sí misma, ojear en el libro
(Mira hacia todos lados. Entonces se acerca muy despacio a MÉRIDA, que sigue inmóvil en
(La Muerte comienza a hacer el mutis muy poquito a poco, vigilando al Cielo, desde donde
Isabel…(De repente se para en seco, mira a público y con la voz de Jesús anciano)
ISABEL: (MOLESTA) ¡Otra vez no! Otra vez? Pero si ya aclaramos esto.
ISABEL: Mira, no podemos estar siempre con lo mismo. Ya quedamos en que eso
sabes…
MUERTE: Disculpa…
poco repetitivo. La otra iba de negro, ¿no lo recuerda? ( CUQUI) Me gusta más el
con ella quedé que tenía prórroga para unos cuantos años.
MUERTE: Eso nos ahorra mucho trabajo. (SE SIENTA) Le importaría ,entonces,
morirse?
ISABEL: ¿Perdona?
MUERTE: Disculpe, pero aquí pone que le toca, ¿ve? ( LE MUESTRA EL LIBRO)
ISABEL: Si, si, lo veo. Pero esto no puede ser, tiene que haber un error porque yo
ahora mismo estoy muy bien, estoy curada. Yo estoy haciendo mi vida normal, en el
perro… Ay, tiene que estar por ahí. ¿Fuscas? Fuscas, ven. ( CADA VEZ MÁS
MUERTE: ( ATERRORIZADA CON LOS PERROS SE SUBE A LA SILLA) ¡Ay! No, no, no
MUERTE: ¡No es gracioso! ¡Fuera, fuera! ¡Ah, ahhh! (SE CAE DE LA SILLA AL
SUELO)
MUERTE: Si.
ISABEL: Sana, Sana culito de rana, si no Sana hoy sanará mañana. ¿Ya?
MUERTE: Más.
ISABEL: (LE ACUNA UN POCO) Sana, Sana culito de rana, si no Sana hoy sanará
mañana. ¿Mejor?
MUERTE: Si.
ISABEL: Ah, ¿la culpa es mía? Yo no soy la que va matando a toda la gente,
sabes?
ISABEL: Hombre, es que si me vienes así, sin avisar, sin llamar a la puerta… Pues
me has escuchado.
MUERTE: Como todos, todos estamos haciendo algo aquí. Cada uno lo hace lo
estoy sanita, como todo ecológico de mi huerto, de mis animales… ¿por qué
ahora?
ISABEL: Ya, ya, pero que lo ponga un libro no significa que tenga que ser verdad,
los libros tienen erratas. Y bueno, tú no tienes que hacer todo lo que te dicen que
ISABEL: Pues yo, con tu jefe, ya tuve una charla en su momento y no tiene razón.
ISABEL: En esta vida hay que tomar decisiones, y por toda decisión perdemos algo.
Así que, tú, toma tu decisión y no hagas lo que te diga tu jefe, sin pensar. Quizás el
jefe se equivoca, no? No basta con decir que eres un mandao y escurrir el bulto.
MUERTE: (LA MUERTE ESTÁ MUY DUDOSA ) Pero, es lo que dice el manual.
ISABEL: Pues los manuales hace 1000 años decían que la tierra era plana y que
había monstruos.
ISABEL: ¿Quieres?
MUERTE: No, no, no, no, esto va ser rápido. Enseguida me voy.
(ISABEL NERVIOSA, NO SE FÍA)
NERVIOSA)
MUERTE: ( CONTENTA) Así, si, deja que suceda. Tú déjate llevar, es más fácil.
Hazle espacio, ommmm. Inspira, expira, inspira, expira y asi hasta que expires…
ISABEL: Pero ¿de dónde vienen estas putas moscas? ( MUY ANGUSTIADA)
ISABEL : ¡ Que es esta mierda de muerte! ¡Hay que ser cutre! ¡Es patética! ¡Y duele
mucho!
MUERTE: Yo no escribo las muertes, solo las llevo a cabo. No sabía que te iba a
doler tanto.
(SE VA TEMBLANDO)
DISCOTECA
(Entra Mérida vestida de disco en maya azul, con gafas nadar psico,
coctelera, etc, música techno. Baila y mueve los cubos para hacer espacio
pone las gafas suyas a la muerte, sin dejar coreo. Ambas empiezan a
mientras la muerte, que a partir de que se le colocó las gafas está como
MÉRIDA: Ay España….
(APAGÓN)