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Mes de la Palabra - Año del Bautismo

ENCUENTRO
- Perfil del discípulo misionero

OBJETIVO DEL ENCUENTRO

- Encontrar las pistas evangélicas del perfil del discípulo misionero.

1. Oración del discípulo

Señor,
no he sido yo quien te ha elegido,
sino tú quien me has llamado.
Tú, que me revelas en el silencio el significado del Reino de los
cielos,
ayúdame a creer en tu Palabra para no separarme de ti jamás.
Señor quiero ser tu discípulo,
para que donde tú estés, allí esté yo contigo,
Adonde me envíes a predicar, vaya presuroso:
para anunciar la buena noticia a los pobres,
a los afligidos el consuelo, la libertad a los cautivos,
la esperanza a quienes viven sin ilusión la vida.
Maestro mío, dame fortaleza y sabiduría
para renunciar a todo por ti,
Que abrace el significado de la cruz y me entregue sin reservas,
negándome a mí mismo para seguirte todos los días de mi vida.
Amén
2. Escuchemos al Maestro. (Mt 10, 1; 5-10)

Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus
inmundos, para expulsarlos y para sanar toda clase de enfermedades y
dolencias (…)
A estos doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: –No se
dirijan a países de paganos, no entren en ciudades de samaritanos;
vayan más bien a las ovejas descarriadas de la Casa de Israel.
Y de camino proclamen que el reino de los cielos está cerca.
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos,
expulsen a los demonios. Gratuitamente han recibido, gratuitamente
deben dar.
No lleven en el cinturón oro ni plata ni monedas.

ni provisiones para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bastón. Que


el trabajador tiene derecho a su sustento.
3. ¿Quién es el discípulo?

a) Un discípulo es antes que nada un vocacionado. Un hombre o una mujer a


quien Jesús sorprende con su llamado.
Distintamente de lo que sucedía en la época, los discípulos, fueron escogidos
por Jesús y no viceversa, y, su llamado, aunque personal, estaba siempre
asociado a la comunidad, en efecto, el evangelio utiliza casi siempre el
término “los discípulos”, sustantivo plural que lejos de ser un colectivo
indeterminado alude a la pequeña comunidad, la cual se adhiere
progresivamente al proyecto de “Reino de Dios” anunciado vivamente por
Jesús.
b) ¿Uno de los doce? Mateo utiliza 8 veces la palabra dódeka (doce) asociada
a los discípulos. Lo que indica que, no obstante, fueran “muchos” los que
seguían a Jesús, había un grupo más cercano de quienes el evangelista
menciona incluso sus nombres. (Mt 10, 2-4). Queda claro que no por cercanos
eran los más fieles, pues, en todas las listas es mencionado Judas, y recordado
sin escrúpulos, como el Traidor. Y, así como él, cuando llegue el momento
decisivo de la vida de Jesús, - su muerte-, todos, los doce y los demás
discípulos le abandonarán.
El número 12 es sin duda alguna un número simbólico y altamente sugestivo. Si
bien recuerda las 12 tribus de Israel, también sugiere el nuevo pueblo, que
celebrará una nueva alianza, y que experimentará el alcance del amor
universal de un Padre cercano y amoroso.
c. El discípulo recibe autoridad. Jesús participa su autoridad a quien llama y acerca;
autoridad no poder. Estas dos palabras no son sinónimas, aunque en la práctica
tiendan a confundirse. La autoridad de Jesús no pone el acento en el hecho de
gobernar, someter, subyugar o mandar sino en liberar y sanar. El discípulo comparte
con Jesús la doble misión: liberar y sanar. Liberar a quien se encuentre oprimido por
el pecado o el error; la falta de esperanza y fe en la vida. Sanar a quien sufre el
desencanto, el dolor, la frustración, la enfermedad, la indiferencia y la marginalidad.
d. El discípulo: un anunciante del Reino. El primer anuncio de Jesús cuando inició su
actividad misionera fue: “el Reino de los cielos se ha acercado”, este mismo anuncio
es encomendado por el mismo Jesús a los discípulos cuando los envía a la misión:
“cuando vayan de camino, anuncien que el Reino de los cielos se ha acercado”, por lo
tanto, el discípulo es reconocido por ser una continuación del Maestro. Sus acciones
como las de Jesús, van dirigidas a aquellos que menos lo esperaban, aunque fueran
en el fondo los que más lo necesitasen. Los enfermos, los muertos, los impuros, y
todos los seres marginados de la época sentirán la llegada del Reino a través del
compromiso, la determinación y la fidelidad de Jesús, y más tarde, de los discípulos
que lograron comprender el significado de la entrega.
e. Gratuidad y confianza. La autoridad recibida, es concedida no en orden a los
méritos sino al amor. Es por ello que los discípulos no pueden medir, comerciar o
ponerle precio a su ejercicio misionero. Todo ha sido misericordia, gratuidad de Dios,
y así debe mantenerse siempre. Asimismo, el ir desprovisto de lo que parecería
necesario solo deja ver la absoluta confianza que se tiene en Dios, quien no
desampara nunca a sus hijos, por el contrario, suscita la generosidad en el corazón de
cada hombre y mujer, permitiendo así celebrar la salvación en doble vía: en quien
anuncia y a quien se le anuncia.
Completemos el perfil del Discípulo:
“Pregunta a tu Párroco que otra característica
debe tener un discípulo”
4. ¿Qué tengo y qué me falta para ser un discípulo de verdad?

5. Oremos

6. Canto de Despedida – Oración Diocesana.

¡¡¡ Atrévete a ser feliz de verdad!!!

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