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LAS VACACIONES DE UN OGRO

POR: XAVIER D. ARANCIVIA F.

Cuando los ogros están de vacaciones y no tienen que asustar a nadie, se

levantan muy temprano antes de que el sol salga, porque tienen que

acomodar sus maletas para salir de viaje.

Antes de irse se despiden con un fuerte abrazo y una oración de sus papás.

Si van a la montaña, suben saltando y cantando, luego se tiran rodando

desde la cima de la montaña hasta abajo.

Después se bañan en el lago Titicaca y salen muy limpios y perfumados.

A ellos no les gusta estar en charcos llenos de barros y moscas volando,

pero ese es el trabajo que les toca hacer durante el año.

Por eso cuando les toca las vacaciones, también disfrutan de lucir camisas

limpias, jeans, moños, vestidos floreados y zapatillas.

Otras veces los ogros eligen ir a la playa y construir cuevas de arena con

baldecitos y palas para formar castillos enormes y jugar.

Les gusta meterse al mar y nadar en las orillas, pero siempre llevan

flotadores, porque los ogros no son buenos nadando en la profundidad,

porque les da mucho miedo.

También disfrutan de tomar el sol para cambiar de color su piel. Es que la

piel verde con escamas que tienen no combina mucho con su traje de malla.

Cuando no trabajan, los ogros aprovechan para cambiar su comida:

sándwiches, fideos, helados, pizza, hamburguesas, dulces, son sus comidas

favoritas, porque están cansados de comer gusanos y escarabajos que

comen en todo el año.


Si están en la ciudad, van a un restaurante para comer su comida favorita y

se sientan en una mesa, pero en cuanto entran, todos huyen desesperados y

gritando, no saben que son ogros de vacaciones y que les gustaría hacerse

amigos de ellos, así que terminan comiendo su comida favorita sin personas

en los restaurantes.

A la vuelta de su viaje, un ogro siempre traer regalos de donde fueron de

vacaciones para regalar a sus padres, hermanos y amigos: de la montaña

una cabra, de la playa una palmera con cocos y de la ciudad el foco más

grande y una polera de su equipo favorito de futbol, además tres pelotas de

basquetbol que le gusta a su hermanito y amigos.

En el pantano, lo recibe su mamá con su gruñito de felicidad, y también su

papá con un saludo especial. La mamá lo espera con en el charco listo para

que vuelva bien sucio a trabajar, porque ese es su trabajo.

FIN

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