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Manejo prehospitalario en pacientes pediátricos que presenten crisis convulsivas

Autor: Mantilla Sigcha, Mónica Isabel

Tutor: Anaguano Lamiña, Patricia Esther

Facultad de Ciencias de la Discapacidad, Atención Prehospitalaria y Desastres, Universidad

Central del Ecuador

Carrera de Atención Prehospitalaria y en Emergencias

Trabajo de Titulación modalidad Investigación Bibliográfica previo a la obtención del

Título de Licenciada en Atención Prehospitalaria y en Emergencias

Quito, 2022
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Derechos de autor

Yo, Mónica Isabel Mantilla Sigcha, en calidad de autor y titular de los derechos morales y
patrimoniales del trabajo de titulación Manejo prehospitalario en pacientes pediátricos
que presenten crisis convulsivas, modalidad Investigación Bibliográfica, de conformidad
con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS
CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedo a favor de la Universidad
Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para el uso no
comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservo a mi favor todos los
derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.

Así mismo, autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización y
publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de conformidad a lo
dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.

El autor declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de


expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por
cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad de
toda responsabilidad.

Firma:
Mónica Isabel Mantilla Sigcha
CC: 1723006423
Dirección electrónica: mimantilla@uce.edu.ec
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Aprobación del tutor

En mi calidad de Tutor del Trabajo de Titulación, presentado por Mónica Isabel Mantilla
Sigcha, para optar por el Grado de Licenciada en Atención Prehospitalaria y en
Emergencias; cuyo título es: Manejo prehospitalario en pacientes pediátricos que
presenten crisis convulsivas, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos
suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal
examinador que se designe.

En la ciudad de Quito, a los 10 días del mes de febrero de 2022.

Dra. Patricia Esther Anaguano Lamiña


DOCENTE-TUTOR
C.C. 1707306617
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Dedicatoria

El presente trabajo lo dedico principalmente a Dios, por ser el quien guie mi


camino y darme fuerza para afrontar todas las adversidades, y culminar en este
proceso académico para obtener uno de los anhelos más deseados.

A mis padres: María y Miguel por su amor, apoyo y sacrificio de todos estos
años, me han permitido llegar a cumplir hoy un sueño más, gracias a ustedes he
logrado llegar hasta aquí́ y convertirme en lo que soy. Ha sido un orgullo y
privilegio ser su hija, son los mejores padres que tengo.

A mi hija por ser la inspiración y dedicación para seguir adelante en esta etapa
de mi vida. Quien me acompañado en cada momento paso a paso y ha sido mi
fortaleza para culminar un de mis sueños.

A toda mi familia por el apoyo moral, quienes han estado conmigo en todo
momento aconsejándome todos los días para lograr mi objetivo.
v

Agradecimiento

En primera instancia agradezco a Dios por bendecirme cada día de mi vida, por
acompañarme en cada momento, por guiarme a lo largo de mi arduo proceso
educativo, y por ser el apoyo y fortaleza en los momentos difíciles en mi vida.

A mi querida madre María Sigcha por su paciencia, confianza y dedicación, por


inculcar en mí el ejemplo de esfuerzo y dedicación, de no temer las adversidades
de la vida porque Dios siempre está conmigo, gracias a su apoyo y perseverancia
he logrado culminar una gran etapa de mi vida.

A mis hermanos: Cristina Nolivos, Cristian Nolivos, Francisco Nolivos, Miguel


Mantilla, Ana Mantilla y en especial a Ximena Nolivos quien falleció, gracias
por su amor, apoyo incondicional, quienes me ayudaron cuando más necesite
para cumplir uno de mis sueños.

A los docentes de la Carrera de Atención Prehospitalaria y en Emergencias de la


Universidad Central del Ecuador, por haber compartido sus conocimientos a lo
largo de la preparación de esta noble profesión.

De igual forma, agradezco a mi tutora de tesis, Dra. Patricia Anaguano gracias a


sus consejos, conocimientos y gracias a sus correcciones puedo culminar este
trabajo realizado con mucho esfuerzo.
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Índice de contenidos

Derechos de autor ....................................................................................................................ii

Aprobación del tutor ..............................................................................................................iii

Dedicatoria .............................................................................................................................. iv

Agradecimiento ........................................................................................................................ v

Indice de contenido ................................................................................................................. vi

Lista de gráficos ...................................................................................................................... ix

Lista de tablas........................................................................................................................... x

Resumen ................................................................................................................................... xi

Abstract...................................................................................................................................xii

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 1

CAPÍTULO I ............................................................................................................................ 3

1. El problema ........................................................................................................................ 3

1.1 Título de investigación ...................................................................................................... 3

1.2 Planteamiento del problema .............................................................................................. 3

1.3 Formulación del problema .............................................................................................. 4

1.4 Preguntas directrices ....................................................................................................... 5

1.5 Objetivos ......................................................................................................................... 5

1.5.1 Objetivo general........................................................................................................ 5

1.5.2 Objetivos específicos ................................................................................................. 5

1.6 Justificación e importancia .............................................................................................. 5

CAPÍTULO II .......................................................................................................................... 7

2. Marco Teórico .................................................................................................................... 7

2.1. Conceptualizaciones ....................................................................................................... 7

2.1.1. Pacientes pediátricos ............................................................................................... 7


vii

2.2. Convulsiones ................................................................................................................... 8

2.2.1. Convulsiones en pacientes pediátricos .................................................................... 8

2.2.2. Síntomas y causas .................................................................................................... 9

2.3. Estatus epiléptico (EE) .................................................................................................. 11

2.3.1. Definición y etapas ................................................................................................ 12

2.3.2. Eje semiología ........................................................................................................ 14

2.3.3. Eje EEG ................................................................................................................. 15

2.3.4. Eje edad ................................................................................................................. 16

2.3.5. Protocolo general de Atención del manejo prehospitalario del estatus epiléptico
..........................................................................................................................................16

3.3.6. Pruebas complementarias ...................................................................................... 19

3.3.7. Contexto clínico: pruebas para determinar errores innatos del metabolismo ...... 20

2.4. Diagnóstico ................................................................................................................... 24

2.4.1. Diagnóstico Diferencial ......................................................................................... 25

2.4.2. Tratamiento ............................................................................................................ 28

2.5. Definición de Manejo Prehospitalario en Pacientes Pediátricos................................... 29

CAPÍTULO III ....................................................................................................................... 34

3. Metodología ..................................................................................................................... 34

3.1. Diseño de la investigación ............................................................................................ 34

3.2 estrategias de búsqueda .................................................................................................. 35

3.3. Criterios de inclusión y exclusión .................................................................................. 35

3.3.1. Criterios de inclusión .............................................................................................. 35

3.3.2. Criterios de exclusión ............................................................................................ 36

3.4. Extracción de datos ........................................................................................................ 36

3.5. Sistema de procesamiento de la información ................................................................. 37

CAPÍTULO IV ....................................................................................................................... 38

4. Recursos Administrativos ................................................................................................ 38


viii

4.1 Recursos humanos, físicos, materiales y tecnológicos.................................................... 38

4.2 Presupuesto ..................................................................................................................... 38

4.3 Cronograma ..................................................................................................................... 39

CAPÍTULO V......................................................................................................................... 41

5.1 Resultados y Discusión .................................................................................................. 41

5.2 Conclusiones .................................................................................................................. 48

5.3 Recomendaciones .......................................................................................................... 49

Referencias.............................................................................................................................. 50
ix

Lista de gráficos

Gráfico 1. Estatus Epiléptico - EE ......................................................................................... 11


Gráfico 2. Representación de la definición operacional para el EE tónico- clónico
generalizado .......................................................................................................... 13
Gráfico 3. Etapas del estatus convulsivo ............................................................................... 14
Gráfico 4. Crisis convulsiva ................................................................................................... 45
Gráfico 5. Crisis epilépticas................................................................................................... 46
Gráfico 6. Transición del manejo de la atención prehospitalaria a emergencia .................. 47
x

Lista de tablas

Tabla 1. Distintos tipos de EE................................................................................................ 13


Tabla 2. Atención del manejo prehospitalario del estatus epiléptico .................................... 17
Tabla 3. Recursos ................................................................................................................... 38
Tabla 4 Presupuesto ............................................................................................................... 38
Tabla 5. Cronograma de actividades ..................................................................................... 39
xi

TÍTULO: Manejo prehospitalario en pacientes pediátricos que presenten crisis convulsivas.

Autor: Mónica Isabel Mantilla Sigcha

Tutor: Patricia Esther Anaguano Lamiña

Resumen

Las convulsiones son cambios temporales súbitos en el movimiento, sensación o


comportamiento físico causadas por impulsos eléctricos anormales en el cerebro, en los
pacientes pediátricos suelen extenderse a solamente unos segundos, dependiendo del grado o
frecuencia que estas sucedan. El presente trabajo tuvo por objetivo establecer el manejo
prehospitalario en pacientes pediátricos que presenten crisis convulsivas para esto se llevó a
cabo una metodología apoyada en un enfoque bibliográfico, con el fin de analizar los criterios
más relevantes para la construcción de resultados, los cuales evidenciaron; que el rango de
edad en pacientes pediátricos que presenta el mayor porcentaje de crisis convulsivas, se
evidenció que, en edad preescolar, menos de 5 años (39%), mayores de 5 años hasta 7 años
(21%), mayores de 9 años (25%) y a partir de 12 a 14 años (15%) (MPC, 2019). Por otra
parte, se establecieron las recomendaciones para el manejo prehospitalario en pacientes
pediátricos con crisis convulsivas, determinando que la más relevante, las benzodiazepinas
siguen siendo el pilar del tratamiento para cualquier convulsión generalizada, y el tratamiento
de la Formación Sanitaria Especializada (FSE) pediátrico por el Servicios de Emergencias
Médicas (EMS) se ha centrado principalmente en las rutas de administración de
medicamentos rápidas y mínimamente invasivas. Finalmente se diseñaron esquemas basado
en secuencia de pasos y acciones necesarias para el plan de manejo prehospitalario o
protocolo en pacientes pediátricos con crisis convulsiva.

Palabras clave: Estatus epiléptico, Manejo prehospitalario, Crisis convulsivas, Paciente


pediátrico.
xii

TITLE: Prehospital management of pediatric patients with seizures.

Author: Mónica Isabel Mantilla Sigcha

Tutor: Patricia Esther Anaguano Lamiña

Abstract

Seizures are sudden temporary changes in movement, sensation or physical behavior caused
by abnormal electrical impulses in the brain. In pediatric patients, seizures usually last only a
few seconds, depending on the degree or frequency in which they occur. This study aimed to
establish the prehospital management of pediatric patients with seizures. For this purpose, a
methodology based on a bibliographic approach was carried out in order to analyze the most
relevant criteria for the construction of results, which showed the age range in pediatric
patients with the highest percentage of seizures. It was evidenced that in preschool age, less
than 5 years old (39%), older than 5 up to 7 years old (21%), older than 9 years old (25%)
and from 12 to 14 years old (15%) (MPC, 2019). On the other hand, recommendations for
prehospital management in pediatric patients with seizures were established, determining that
the most relevant, benzodiazepines remain the mainstay of treatment for any generalized
seizure, and treatment of pediatric Specialized Health Training (SSF) by Emergency Medical
Services (EMS) has focused primarily on rapid and minimally invasive routes of drug
administration. Finally, outlines based on the sequence of steps and actions necessary for the
prehospital management plan or protocol in pediatric patients with seizures were designed.

Keywords: Status epilepticus, Prehospital management, Seizures, Pediatric patient.


1

Introducción

Las convulsiones son cambios temporales súbitos en el movimiento, sensación o

comportamiento físico causados por impulsos eléctricos anormales en el cerebro. Existen varios

tipos de convulsiones o crisis convulsivas. En los pacientes pediátricos suelen extenderse a

solamente unos segundos, dependiendo del grado o frecuencia que estas sucedan, por lo que, no

se debe descartar que pueden durar incluso varios minutos.

Se consideran que son una emergencia neurológica asociada con una alta morbilidad y

mortalidad en pacientes pediátricos. La etiología varía entre los diferentes grupos de edad, y

tiene una curva de incidencia en forma de U, siendo más común en los extremos de las edades

Según Javier (2020), alrededor de 120.000 niños de entre 5 años presenta su primera

crisis convulsiva, se considera que cerca del 10% de la población presentará episodio convulsivo,

mientras que del 2 al 4% puede presentar síntomas de epilepsia.

El término convulsión, a pesar del uso que tiende a dársele en la población general, hace

referencia a episodios paroxísticos y episódicos de actividad eléctrica cerebral anormal, excesiva

e hipersincrónica resultando en signos y/o síntomas transitorios visuales, motores,

somatosensoriales o de comportamiento (Sequeira & Chang, 2018).

La epilepsia, por otra parte, de acuerdo con Sequeira y Chang (2018) refieren que no es

una única entidad, sino una colección de desórdenes que tienen en común la ocurrencia de

convulsiones, haciendo mención a un fenómeno clínico y definida por la ILAE como por lo

menos dos convulsiones no provocadas ocurriendo con 24 horas de separación entre cada una, o

como una única convulsión no provocada con una probabilidad de recidiva similar al riesgo de

recurrencia general que se presenta posterior a dos convulsiones no provocadas en los

subsecuentes 10 años, o por último, el diagnóstico de un síndrome epiléptico. Esta definición


2

implica que una persona con una única convulsión o inclusive múltiples convulsiones

provocadas por una causa corregible o evitable no tiene necesariamente epilepsia. Los

componentes de esta definición serán ampliados a lo largo de este artículo.

Esta investigación es un documento sobre la situación de la epilepsia respecto al manejo

de la atención prehospitalaria, con el propósito de establecer un análisis basado en la extracción

de información científica para la construcción de resultados, basados en el análisis crítico.

Este estudio se estructura por capítulos. En el primero, se identifica el problema de

investigación, preguntas directrices, objetivos y la justificación. El segundo, de estructura bajo la

fundamentación teórica y el posicionamiento de los diversos autores sobre el tema, así como la

exposición de las guías médicas. Por otra parte, el capítulo tercero, contiene el diseño y enfoque

metodológico, así como los criterios de inclusión y exclusión. El capítulo cuarto detalla el marco

administrativo, en cual establece los recursos y presupuestos del proyecto. Finalmente, el

capítulo quinto en el cual se analizan los resultados, se redactan las discusiones, conclusiones y

referencia.
3

Capítulo I

1. El problema

1.1 Título de investigación

Manejo prehospitalario en pacientes pediátricos que presenten crisis convulsivas.

1.2 Planteamiento del problema

Las convulsiones febriles son el tipo de convulsión más frecuente en la infancia. Sin

embargo, no hay registro de la prevalencia e incidencia de las convulsiones febriles a nivel

mundial, pero se puede encontrar por regiones; la incidencia es de entre 2 a 5% en Europa y

América del Norte en niños por demás sanos; entre el 5 y 10% de los niños en la India; 9% de

todos los niños en Japón y 14% en Guam (Javier, 2020).

En América Latina y el Caribe, viven alrededor de 5 millones de personas con epilepsia,

pero más de la mitad de las personas con la enfermedad no están recibiendo ningún tipo de

tratamiento en servicios de salud, ya sean de Atención Primaria en Salud o especializados, por

esta razón en América Latina y el Caribe se produce alrededor de 5.870 defunciones por

epilepsia (como causa primaria), lo que representa una tasa de 1,04 por 100.000 habitantes.

(OPS, 2019)

Las estadísticas en América Latina residen en Ecuador con una prevalencia de 5.4 por

1000 (Jácome, 2018). Por otra parte, un estudio en Guatemala determinó una incidencia del 18%

en todos los casos de convulsiones presentados en el periodo de estudio (MINSA, 2015).

La proporción estimada de la población en general con epilepsia activa (es decir, ataques

continuos o necesidad de tratamiento) en algún momento dado, oscila entre 4 y 10 por 1000

personas. Sin embargo, algunos estudios realizados en países de ingresos bajos y medianos

sugieren una proporción mucho mayor, entre 7 y 15 por 1000 personas. Cerca del 80% de los

pacientes con epilepsia viven en países de ingresos bajos y medianos (OPS, 2019).
4

En Colombia, los datos más recientes provienen de un estudio hecho a nivel nacional en

el año 2020 en el que se detalla la prevalencia de las convulsiones febriles en 4/1000 pacientes

infantiles; además, se encontró que el 10.5% de los pacientes epilépticos tenían el antecedente de

haber padecido convulsión febril (Lozano, 2020). A causa que las convulsiones febriles en

pacientes pediátricos tienen una prevalencia trascendental tanto en Ecuador como a nivel

mundial, es importante analizar los factores que influyen en este problema.

En Ecuador se ha establecido una prevalencia de enfermedad del 2%, de acuerdo con el

último reporte de la Liga Ecuatoriana contra la Epilepsia (LECE). Son varios los tipos de

epilepsia, de gravedad variable, pero todas comparten un impacto social importante, que va

desde la estigmatización hasta la discapacidad intelectual, pasando por efectos psicológicos,

familiares y de productividad laboral (OPS, 2019).

Así mismo se visualiza que en el país no se maneja porcentajes de la morbimortalidad

sobre esta enfermedad, existe escasa información sobre el manejo prehospitalario de paciente

pediátrico que manifiestan estas condiciones. Por tal motivo, esta investigación persigue el

objeto de recopilar información relevante, extraída de la literatura científica para crear un

documento informativo sobre las principales acciones y manejos sobre esta patología.

1.3 Formulación del problema

¿Es necesario un plan de manejo, guía o Protocolo para que personal de atención

prehospitalaria brinde una mejor atención a pacientes pediátricos que presenten crisis

convulsivas y disminuir la tasa de prevalencia en el país?


5

1.4 Preguntas directrices

¿Cuáles son las causas de crisis convulsivas en pacientes de 1 a 14 años de edad?

¿Cuáles son las características clínicas de las convulsiones febriles en pacientes

pediátricos?

¿Cuál es el grupo de pacientes más propenso a sufrir crisis convulsivas según el sexo?

¿Cuáles son las acciones y manejo para pacientes pediátricos con crisis convulsivas?

1.5 Objetivos

1.5.1 Objetivo general

Establecer el manejo prehospitalario en pacientes pediátricos que presenten crisis convulsivas

1.5.2 Objetivos específicos

- Determinar el rango de edad en pacientes pediátricos que presenta el mayor porcentaje

de crisis convulsivas.

- Sistematizar las recomendaciones para el manejo prehospitalario en pacientes pediátricos

con crisis convulsivas.

- Diseñar un esquema basado en secuencia de pasos y acciones necesarias para un plan de

manejo prehospitalario en pacientes pediátricos con crisis convulsiva.

1.6 Justificación e importancia

Esta investigación tiene como objetivo establecer el Plan de Manejo Prehospitalario en

Pacientes Pediátricos que presenten Crisis Convulsivas, desarrollarlo y aplicarlo con el fin de

disminuir la mortalidad de estos (ANMM, 2016).


6

Como se planteó, ciertamente en el país hay muy pocas guías que justifique el actuar del

personal atención pre hospitalaria frente a un estado o crisis convulsivas, el cual se define como

“la sucesión de 2 o más convulsiones sin recuperación de la conciencia entre ellas por un periodo

mayor de 5 minutos”. Sin embargo, los procedimientos a seguir no son claros, ya que son más

enfocados al manejo farmacológico. Frente a este tipo de eventos se necesita un conocimiento

profundo de cómo se aborda a este tipo de pacientes y cuál es el manejo para cada uno de ellos

(Lozano, 2020).

Por tal razón, esta investigación se justifica, por la necesidad de caracterizar cuadros

clínicos, así como complicaciones y factores de riesgo que influyen en su recurrencia. Es

importante crear un plan de manejo o protocolo para el personal prehospitalario, que contenga

información actualizada sustentada en una revisión bibliográfica, considerando guías clínicas

para establecer un protocolo de tratamiento y educar a los familiares disminuyendo la angustia

que un episodio convulsivo conlleva (Sequeira & Chang, 2018).


7

Capítulo II

2. Marco Teórico

2.1. Conceptualizaciones

2.1.1. Pacientes pediátricos

La pediatría es la rama de la medicina que se especializa en la salud y las enfermedades

de los niños. Se trata de una especialidad médica que se centra en los pacientes desde el

momento del nacimiento hasta la adolescencia, sin que exista un límite preciso que determine el

final de su validez (Sánchez, 2014). Tanto la niñez como la adolescencia son las etapas más

delicadas del crecimiento; todos los acontecimientos que se recopilan durante esos años se

imprimirán en el cerebro de una manera permanente (García & Munar, 2017).

La edad pediátrica comprende desde el nacimiento hasta los 12 años, según la

caracterización de los países, abarcando un variado surtido de pacientes desde el neonato

pretérmino hasta el preadolescente con muy diferentes características (Catalán & Reyes, 2021).

Respecto a la edad pediátrica, ciertamente hay dos procesos determinantes, el crecimiento

(aumento de tamaño corporal) y el desarrollo (aumento de complejidad funcional), ambos serán

muy importantes en el primer año de vida. Crecimiento y desarrollo hacen que el niño presente

unas características propias y diferenciales en cuanto a morfología, fisiología, psicología (puede

existir una escasa o nula colaboración tanto para realizar la valoración preanestésica como para

realizar determinados procedimientos) y patología. Estas diferencias se acentúan, cuanto menor

sea la edad, siendo máximas en el neonato y lactante (especialmente en el neonato pretérmino),

para hacerse mínimas a partir de los 12 años (Velazco, 2018).


8

Es necesario considerar que el paciente pediátrico está aún en desarrollo, por lo que los

sistemas biológicos y psíquicos no han alcanzado su madurez y por tanto son más frágiles

(Zuleta, 2018)

2.2. Convulsiones

Son contracciones musculares que se suceden como consecuencia de descargas eléctricas

anormales en las neuronas cerebrales. Estas, puede ser parciales o generalizadas (García &

Munar, 2017). Las primeras afectan solo a una parte del cuerpo, mientras que las generalizadas

cubren una afectación cerebral total. Cuando se produce este tipo de crisis se pueden observar

contracciones repentinas, violentas, involuntarias y a veces dolorosas. Estas crisis suelen ser

sintomáticas, porque son provocadas por estímulos transitorios, tal como la hipertermia o la

hipoglucemia) o idiopáticas (PALS, 2018).

2.2.1. Convulsiones en pacientes pediátricos

Las convulsiones en pacientes pediátricos son descargas eléctricas anómalas, no

reguladas,de las células nerviosas del encéfalo o de parte del mismo (MPC, 2019).

Con base en INTRAMED (2014), esta secreción anormal puede causar:

 Movimientos involuntarios

 Conciencia alterada

 Sensibilidad anormal
9

Las convulsiones en pacientes pediátricos pueden presentarse generalmente con rigidez y

sacudidas violentas e involuntarias de los músculos de una gran parte del cuerpo, por lo que es

frecuente que este tipo de casos sean atendidos en urgencia neurológica en Pediatría, e incluso

son atendidos en centros de Atención Primaria (García & Munar, 2017). Por lo que es necesario

que en el ámbito extrahospitalario el personal cuente con conocimientos sobre manejo de crisis

convulsivas, porque existe un alto riesgo de morbimortalidad en casos en que se prolongan a

estatus epiléptico (EE). También se pueden presentar procesos agudos graves que requieren de

una actuación inmediata (crisis agudas sintomáticas) (MINSA, 2015).

Cuando el paciente pediátrico presenta una convulsión activa, es importante el

tratamiento urgente para estabilizarlo y evitar la evolución a un estatus epiléptico. El tratamiento

farmacológico con benzodiacepinas, es efectivo por vías no intravenosas (ej., midazolam bucal o

intramuscular), para lo cual no se requiere un acceso intravenoso para el tratamiento de

convulsiones (Sequeira & Chang, 2018).

2.2.2. Síntomas y causas

Los lactantes o niños con edades comprendidas entre 1 a 5 años por lo general sufren de

pequeñas crisis convulsivas, suelen presentar síntomas típicos tales como sacudidas de parte del

cuerpo o de su totalidad, pero los recién nacidos sólo pueden chasquear los labios, masticar

involuntariamente o doblegarse periódicamente (Clinic, 2018). Para diagnosticar el trastorno

convulsivo, se emplea la electroencefalografía (EEG), y para identificar su causa se realizan

análisis de sangre y orina, imágenes cerebrales y, a veces, una punción lumbar (Javier, 2020).
10

Por su parte, Clinic (2018) considera que, en los recién nacidos, las convulsiones pueden

estar causadas por:

 Anomalías metabólicas temporales, como un nivel bajo de azúcar en la sangre.

 Un trastorno grave, como una malformación cerebral, una lesión del cerebro durante el

embarazo, la falta de oxígeno durante el parto o una infección grave.

 Trastornos hereditarios que tienen su origen en mutaciones en un gen, como el trastorno

hereditario del metabolismo.

 El consumo materno de determinados medicamentos durante el embarazo.

Así mismo considera Lozano (2020) que, las convulsiones causadas por trastornos

hereditarios del metabolismo suelen comenzar durante la lactancia o la infancia. Cuando un niño

sufre una convulsión, los progenitores u otros cuidadores deben tratar de proteger al niño del

daño, por ejemplo, evitando lesionarse con cualquier peligro en su entorno. El tratamiento se

centra principalmente en la causa, pero si las convulsiones continúan después del tratamiento de

la causa, se administran anticonvulsivos.

En cuanto a los lactantes o recién nacidos, las convulsiones pueden ser difíciles de

reconocer. Los recién nacidos pueden mover los labios o masticar involuntariamente. Parece que

sus ojos miran fijamente en diferentes direcciones. Periódicamente, pueden perder el tono

muscular y/o dejar de respirar. En lactantes, una parte del cuerpo o su totalidad tiembla, sufre

sacudidas o se vuelve rígida. Las extremidades se agitan involuntariamente, pueden mirar fijo,

confundirse, notar sensaciones inusuales (como entumecimiento u hormigueo) en partes del

cuerpo o tener sentimientos inusuales (como sentirse muy asustado sin razón) (Clinic, 2018).
11

2.3. Estatus epiléptico (EE)

El estatus epiléptico (EE) para González (2019) es una emergencia neurológica que

requiere un tratamiento inmediato ya que puede conllevar la muerte o condicionar una

morbilidad significativa. Es una emergencia neurológica pediátrica más común, anualmente

presenta una incidencia de 18-23 por cada 100.000 niños. La atención implica la identificación y

el manejo simultáneo de las etiologías desencadenantes, así como las complicaciones sistémicas

y la administración de fármacos anticomiciales para tratar las convulsiones.

Gráfico 1.
Estatus Epiléptico - EE

Nota: Adaptado de González (2019)


12

2.3.1. Definición y etapas

Fisher et al, (2019) y La Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) definen una

convulsión como la aparición transitoria de signos y/o síntomas debidos a actividad neuronal

excesiva o síncrona anormal en el cerebro. Las convulsiones son generalmente breves y

autolimitadas.

La definición de EE tradicional (conceptual) generalmente es una crisis comicial que

persiste por un tiempo prolongado (30 minutos), o distintas crisis que se repiten, y no existe

recuperación completa de la consciencia entre las mismas. Aunque es una condición que puede

tener consecuencias a largo plazo (después del punto temporal t2), causando una muerte olesión

neuronal y alteración de las redes neuronales, dependiendo del tipo y duración de las

convulsiones”.

En general, el punto de tiempo t1 es el momento en que el cual se inicia el tratamiento,

que es a los 5 minutos para las convulsiones generalizadas tónico-clónicas y a los 10 minutos

para las convulsiones focales, con o sin deterioro de la consciencia. El punto t2 marca el

momento en que el daño neuronal o la alteración de las redes neuronales pueden comenzar e

indica que el EE debe controlarse con anterioridad.


13

Gráfico 2.
Representación de la definición operacional para el EE tónico- clónico generalizado

Nota: Adaptada de González (2019)

El uso de esta definición del EE permite un tratamiento temprano (comenzando en 5-10

min) sin demorar las medidas terapéuticas que permitan disminuir la morbimortalidad asociada

Tabla 1.
Distintos tipos de EE

TIPOS DE ESTATUS T1 T2
EPILÉPTICO (minutos) (minutos)
EE tónico-clónico 5 30
generalizado
EE focal 10 60
EE no convulsivo 10-15 Desconocido
Nota: Adaptado de Fisher et al, (2019). Elaborado por Mantilla, Mónica (2021)
14

Gráfico 3.
Etapas del estatus convulsivo

Estado epiléptico precoz


Estado epiléptico maligno
(5 a 10 minutos)

Estado epiléptico establecido Estado epiléptico refractario


(10 a 30 minutos) (30 a 60 minutos)

Nota: Adaptado de Fisher et al, (2019). Elaborado por Mantilla, Mónica (2021)

2.3.2. Eje semiología

A. Con síntomas motores prominentes


A1. SE convulsivo:

A1a. Convulsivo generalizado

A1b.Focal que evoluciona a convulsivo bilateral

A1c. No se sabe si comenzó focal o generalizado

A2. SE mioclónico (movimientos mioclónicos prominentes)

A2a. Sin coma

A2b.Con coma

A3. Focal motor:

A3a. Jacksoniana

A3b. EPC

A3c. Adversiva

A3d. Oculoclónica

A3e. Paresia ictal o crisis focal inhibitoria

A4. Status tónico


15

A5. SE hiperkinético

A5a. Síntomas motores no prominentes (EENC)

B1. EENC con coma (incluye SE sutil) (nota: excluye mioclonías prominentes)

B2. EENC sin coma:

B2a. Generalizados: ausencia típica, ausencia atípica y estatus mioclónico-ausencia

B2b.Focal (no motor):

 Sin compromiso de la consciencia: distintos tipos de auras continuas

 Estatus afásico

 Con compromiso del estado de consciencia (parcial complejo o di cognitivo)

B2c. Desconocido focal o generalizado

 Estatus autonómico

2.3.3. Eje EEG

Se propone la siguiente terminología para la descripción de los hallazgos en el EEG:

 Localización: generalizado o bilateral sincrónico lateralizado, bilateral independiente o

multifocal

 Patrón: descargas periódicas, actividad rítmica delta, punta-onda, onda-aguda-onda

lenta, etc.

 Morfología: número de fases (p. ej., trifásico), agudeza, amplitud,polaridad, etc.

 Características relacionadas al tiempo: prevalencia, frecuencia, duración, patrón diario,

índice o porcentaje del trazo, forma de inicio (abrupto, evolutivo, fluctuante)

 Modulación: inducido por estímulo o espontáneo

 Efecto de la intervención (medicación) en la descarga


16

2.3.4. Eje edad

 Lactante

 Niñez (mayores de 2 años a 12 años)

 Adolescencia (mayores de 12 años)

2.3.5. Protocolo general de Atención del manejo prehospitalario del estatus epiléptico

Dentro de la atención a los pacientes que sufren un estatus epiléptico, se encuentran

enfocados en atender de una forma oportuna y en la búsqueda de preservar la salud de los

pacientes de un estatus epiléptico.

Y como lo describe Fisher et al. (2019) "la actividad epiléptica se propaga a través de redes

cerebrales, algunas veces con incertidumbre sobre si el evento es una crisis única o una serie de

múltiples crisis que comienzan en diferentes redes" (p. 11). Por lo que es importante el manejo

adecuado y oportuno la aplicación de un protocolo que permita atender este tipo de situaciones:

En este sentido González (2019), da a conocer el siguiente protocolo que se puede llevar a

cabo en estas situaciones, el cual permite disminuir los síntomas, y atender de una forma

oportuna a los pacientes.


17

Tabla 2.
Atención del manejo prehospitalario del estatus epiléptico

Atención del manejo prehospitalario del estatus epiléptico

En los cinco primeros


minutos:

Vía aérea (A: airway): Es primordial mantener una vía aérea permeable durante todas
las etapas del tratamiento.

Aspiración de las secreciones con una cánula de Guedel,


lateralización de la cabeza para evitar una broncoaspiración
(sonda nasogástrica), realizar una intubación endotraqueal en el
paciente con depresión respiratoria mantenida.

Respiración (B: La hipoxemia puede ser el resultado de enfermedades


breathing): respiratorias, así como depresión/apnea, aspiración, obstrucción
de la vía aérea y edema pulmonar neurogénico:

Todos los niños con EE deben tener una adecuada respiración y


SpO2 monitorizada continuamente. Se debe administrar
oxígeno suplementario con gafas o mascarilla con O2 a alta
concentración para mejorar la hipoxia cerebral.

Puede ser necesario una presión positiva continua de la vía


aérea (CPAP) y ventilación invasiva precedida de intubación
endotraqueal (para proteger la vía aérea, asegurar una
ventilación y oxigenación adecuadas).

Circulación (C: Realizar una monitorización continua de frecuencia cardiaca,


circulation): tensión arterial en todos los pacientes con EE.

Asegurar una vía intravenosa (preferiblemente tener al menos


dos vías venosas). Obtención de una analítica básica: gases,
glucosa, hemograma y coagulación, urea, creatinina, calcio,
magnesio, transaminasas, tasas plasmáticas de anti
convulsionantes si tenía tratamiento previo, tóxicos si historia
18

Atención del manejo prehospitalario del estatus epiléptico

sugestiva, amonio, cultivos y proteína C reactiva.

Mantener la presión sanguínea normal con medidas que


incluyen: líquidos por vía intravenosa, bolos de fluido e
inotropos. (Si existe hipotensión considerar la posibilidad de un
proceso infeccioso o enfermedad subyacente).

La elección de líquidos intravenosos depende del metabolismo


y estado glicémico. Si hay hiperglicemia (especialmente fase
inicial del aumento de catecolamina) es preferible administrar
suero salino fisiológico. Evitar el líquido hipotónico para la
reanimación inicial.

Corregir las anomalías metabólicas: la hiperglicemia que


habitualmente no requiere tratamiento, salvo en diabéticos. La
hipoglicemia (plasmática < 45 mg/dl; capilar < 50-60 mg/dL)
debe ser corregida con bolos de glucosa (0,25 g/ kg de peso)
que se obtiene administrando 2,5 mL/ kg de suero glucosado al
10% IV a un ritmo de 2-3 mL/minuto.

Nota: Adaptado de González (2019) Elaborado por: Mantilla, Mónica (2021)

Utilizar una sonda nasogástrica para prevención de neumonía aspirativa.

En esta fase es necesario realizar:

a. Un rápido examen neurológico para la clasificación del EE. También realizar

exploración neurológica completa, con atención especial a pupilas, escala de coma de

Glasgow, alteraciones focales, posturas anormales, signos meníngeos y fontanela. Si

existe focalidad neurológica o un retraso importante en la recuperación del nivel de

conscienciase debe valorar la realización de una prueba de imagen.


19

b. Exposición: es necesario comprobar la existencia o no de exantemas, hematomas, signos

de sepsis o traumatismos.

c. Obtener una historia clínica que permita determinar antecedentes patológicos, la

existencia de factores precipitantes, descripción del inicio de la crisis, características,

evolución y duración, traumas recientes (maltrato físico) y posibles intoxicaciones.

d. Realizar una revaloración de la vía aérea, la respiración, la circulación y los signos vitales

durante todo el tratamiento del EE, y se debe permanecer atentos para detectar los

cambios inducidos, tanto por convulsiones prolongadas como por efectos adversos de la

terapia. Se debe realizar al menos

– Después de cada dosis de medicación anti- comicial.

– Cada 5 minutos mientras permanezcan las convulsiones.

– Cada 15 minutos después de la convulsión hasta que se recupere la consciencia.

3.3.6. Pruebas complementarias

Para valorar los factores precipitantes se recomienda de forma inicial realizar:

a. Glicemia.

b. Hemograma.

c. Test de función hepática y renal, electrólitos, calcio, magnesio.

d. Gasometría.

e. Amonio.

f. Niveles de anticomiciales.

g. Tóxicos en caso de sospecha.


20

3.3.7. Contexto clínico: pruebas para determinar errores innatos del metabolismo.

En relación a un EEG convencional solicitado desde el Servicio de Urgencias: en

pacientes sanos que retornan a su situación basal no está indicado la realización de EEG urgente,

aunque la realización de EEG precoz, coordinado con un especialista Neuropediatría, puede ser

una herramienta útil del diagnóstico de epilepsia y para su tratamiento.

3.3.8. Protocolo farmacológico

Aunque no existe un protocolo de actuación uniforme, González (2019) menciona que

cada vez se acepta el uso de fármacos de amplio espectro y disponibilidad de una vía intravenosa

como el ácido valproico y el levetiracetam en el EE generalizado, y se mantiene la fenitoína en el

focal, con tendencia a incorporar nuevos fármacos antiepilépticos como la lacosamida. Cuando

se administrar un fármaco antiepiléptico hay que tener en cuenta su perfil completo, tanto su

eficacia como sus efectos adversos. Igualmente este autor menciona tres tipos de medicaciones

que se pueden utilizar en estos casos:

 Medicaciones de primera línea

Benzodiacepinas (BDZ): primera elección por su fácil administración y rápida acción.

Su principal efecto secundario causa depresión respiratoria, que se asocia con el número

de dosis administradas. Se ha comprobado que la administración de más de dos dosis se

relaciona con un mayor riesgo de depresión respiratoria. Además, su efecto es de corta

duración, lo que conlleva cierto riesgo de recurrencias y la necesidad de utilizar otro

fármaco de acción más prolongada. Si se dispone de acceso intravenoso (IV) es

recomendable administrar diazepam IV (0,2 mg/kg/dosis IV, máximo 5 mg en < 5 años


21

y 10 mg en < 5 años). Si no se dispone de vía IV, como alternativa el midazolam

intramuscular (IM), intranasal (IN) o bucal (0,2 mg/kg/dosis, máximo 10 mg/dosis) y,

también se puede utilizar diazepam rectal 0,5 mg/kg/dosis.

 Medicaciones de segunda línea

No existe aún evidencia que determine la superioridad de un fármaco sobre otro, a

pesar de que su uso va a depender de la experiencia de cada centro y de las

limitacionesterapéuticas de cada uno de los fármacos.

- Fenitoína: segundo escalón para crisis convulsivas que no ceden tras administrar dos

dosis de benzodiacepinas y en aquellas que han cedido, aun cuando son prolongadas

(mayor riesgo de recurrencia). Efecto máximo a los 15 minutos. Dosis inicial: 20 mg/kg

IV, ritmo 1 mg/kg/min (dosis máxima 1.500 mg/día). Dilución en suero salino

fisiológico, ya que es incompatible con soluciones glucosadas. Presentan potenciales

efectos adversos: arritmias, aumento del intervalo QT e hipotensión; es prioritario vigilar

el EKG y la presión arterial durante su administración (estos efectos particularmente

están asociados a la rápida administración). Está contraindicado en pacientes con

hipotensión o arritmias. Puede no servir en EE no convulsivo y crisis mioclónicas,

incluso puede desencadenar en estos pacientes un EE generalizado. Dosis de

mantenimiento: 7 mg/kg/día IV repartidos cada 12 u 8 horas. Máximo: 1.500 mg/día. Se

debe comenzar de 12 a 24 horas después de la dosis de carga.


22

- Ácido valproico (AVP): está indicado en EE refractarios a benzodiacepinas, también

puede ser efectivo en niños con EE refractario a la fenitoína. No produce depresión

respiratoria y escasa repercusión hemodinámica. Por su capacidad para producir

hepatotoxicidad está contraindicado en niños menores de dos años, pacientes

polimedicados, y sospecha de enfermedad metabólica y mitocondrial. Con respecto a

efectos secundarios se incluyen alteraciones hematológicas (pancitopenia),

hiperamoniemia o pancreatitis hemorrágica. Dosis en estatus: 20 mg/kg IV para pasar en

5-10 min (dosis máxima 1.000 mg/día). Se considera de primera elección en epilepsia

generalizada primaria, debido a que la fenitoína puede agravar estos tipos de epilepsia,

además en el EE mioclónico y en el no convulsivo, y también se administra en EE con

ausencias, tonico-clónico y síndrome de Lennox-Gastaut. Dosis de mantenimiento: 1-2

mg/kg/hora.

La dosis vía intravenosa para EE sería una carga de 30-60 mg/kg. Administrar diluido en

100 ml (SF5%, G5%, Ringer lactado) en 10-15 minutos, seguido de dosis de mantenimiento de

25-30 mg/ kg cada 12 horas. Las indicaciones más aceptadas son: el EE mioclónico (tras

benzodiacepinas y valproico) que puede empeorar con fenitoína, y el EE no convulsivo.

- Fenobarbital (FNB): actualmente está prácticamente limitado a neonatos. Se considera

un tratamiento de tercera línea por sus importantes efectos secundarios. Produce

depresión respiratoria e hipotensión arterial secundaria a vasodilatación periférica y

depresión miocárdica, sobre todo tras dosis previa de benzodiacepinas.


23

- Lacosamida: es un aminoácido que actúa optimizando la inactivación lenta de los

canales de sodio, produciendo una estabilización de las membranas neuronales.

- Hiperexcitables. Existen datos optimistas sobre el uso de lacosamida en EE en niños,

aunque existen trabajos realizados en edad pediátrica, todavía no existe suficiente

evidencia como para proponer su uso.

 Medicaciones de tercera línea

Se emplean en estatus epiléptico refractario (EER), cuando existe la persistencia de

crisis a pesar de la administración de medicamentos de primera y segunda línea.

El enfoque terapéutico es lograr el control de las convulsiones (cualquier signo clínico y

electroencefalográfico de actividad epiléptica), la neuroprotección y evitar las

complicaciones sistémicas. La inducción de coma es el tratamiento más común después

del fracaso de los fármacos de primera y segunda línea. La inducción y el

mantenimiento del coma requieren ingreso en una unidad de cuidados intensivos

pediátrica, también monitorización cardiorrespiratoria que debe complementarse con la

monitorización electroencefalográfica continua, además del soporte respiratorio o

hemodinámico que precise el paciente. No se debe suprimir la actividad eléctrica para

evitar los efectos secundarios de la hipotensión arterial en el SNC. Generalmente, se

recomienda mantener el coma inducido durante 24-48 horas tras el cese del EE y reducir

progresivamente hasta retirar en 12-24 horas, manteniendo siempre el fármaco

antiepiléptico de segunda línea utilizado.


24

Los fármacos más utilizados para inducir el coma son el midazolam, el tiopental y el

propofol. Aunque no hay estudios aleatorizados que los comparen, sin embargo, en la

mayoría de protocolos el fármaco más recomendable para iniciar esta fase es el

midazolam.

2.4. Diagnóstico

El diagnóstico, de acuerdo con Lozano (2020) puede efectuarse mediante:

 Electroencefalograma: La electroencefalografía (EEG, una prueba que registra las ondas

cerebrales utilizando sensores colocados en el cuero cabelludo) sirve para descartar una

actividad eléctrica anómala en el cerebro. La EEG se realiza mientras los bebés o los

niños están despiertos o mientras duermen. (INTRAMED, 2014).

 Otras pruebas para detectar una causa dependiendo de los síntomas y la exploración

clínica del paciente pediátrico: Los médicos solicitan otras pruebas para buscar una causa

basada en los síntomas del niño y los resultados de la exploración clínica. Estas pruebas

pueden incluir:

 Medición de los niveles de oxígeno en sangre utilizando un sensor colocado en un dedo

de la mano (pulsioximetría) para determinar si el nivel de oxígeno es bajo.

 Análisis de sangre para medir el nivel de azúcar en la sangre (glucosa), calcio, magnesio,

sodio y otras sustancias para detectar trastornos metabólicos.

 Una punción lumbar para obtener una muestra del líquido que rodea el cerebro y la

médula espinal (líquido cefalorraquídeo). Esta muestra se analiza para detectar

infecciones cerebrales y otros trastornos.

 Cultivos de sangre y orina para detectar infecciones.


25

 Pruebas de diagnóstico por imagen del encéfalo, como la tomografía computarizada (TC)

o la resonancia magnética nuclear (RMN), para detectar posibles malformaciones

encefálicas, hemorragias, tumores y otros daños estructurales del tejido encefálico (por

ejemplo, el daño causado por un accidente cerebrovascular).

 Pruebas genéticas para detectar trastornos genéticos que pueden estar asociados con

convulsiones.

Este tipo de pacientes, que presentan convulsiones, son valorados de inmediato para

comprobar si presentan causas graves y causas que se puedan corregir. Si un niño ha tenido

convulsiones, el médico realiza una exploración. También pregunta a los padres si algún

miembro de la familia ha tenido convulsiones (RUFO, 2018).

2.4.1. Diagnóstico Diferencial

Hay que hacerlo especialmente con los Síncopes Febriles, que aparecen en el curso de

procesos infecciosos y cursan con cianosis y/o palidez, bradicardia y afectación parcial del nivel

de conciencia (también denominados crisis anóxicas febriles).

 Con infecciones del S.N.C., especialmente en los niños con edades inferiores a los 18

meses, en los que la etiología de la fiebre no está suficientemente clara (meningitis,

encefalitis, etc.).

 Con delirio febril, escalofríos o estremecimientos febriles. En todos estos procesos no se

pierde la conciencia.
26

 Con epilepsia mioclónica severa infantil, o síndrome de dravet. El cuadro suele iniciarse

con CF frecuentes, prolongadas y focales. Es muy difícil de diferenciar en los estadios

precoces.

 Encefalopatías agudas de origen no determinado.

 Intoxicaciones medicamentosas.

El enfoque inicial se dirige a determinar si ha presentado realmente una crisis convulsiva

epiléptica o un TPNE (trastornos paroxísticos no epilépticos). En algunos casos los niños

presentan síntomas convulsivos similares a las crisis epilépticas, sin embargo solamente han

tenido un episodio no epiléptico. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, basado en una

anamnesis detallada. La confirmación diagnóstica que nos asegura un origen cerebral es el

registro del electroencefalograma (EEG) en el momento de la crisis, algo que, salvo en epilepsias

con crisis muy frecuentes, rara vez es posible. Tener un conocimiento básico de las

manifestaciones habituales, tanto de las crisis epilépticas como de los TPNE, facilitará su

reconocimiento (Pérez, y otros, 2017).

La anamnesis debe obtenerse, a ser posible, de los testigos presenciales, así como de los

propios niños, si son capaces de describirlas, y a la menor brevedad para evitar olvidos en la

secuencia del episodio. Además, es útil que los testigos imiten los movimientos presenciados.

Debe ser exhaustiva y se debe incluir el contexto en el que se iniciaron los episodios, la conducta

inmediatamente anterior a la crisis, descripción detallada del episodio y sintomatología posterior:

 Contexto: las circunstancias en que aparecen, momento del día y la actividad que estaba

realizando en ese momento. Si son nocturnas, se ha de registrar la hora de la noche en

que ocurren o si se relacionan con el despertar, Se debe preguntar por enfermedades


27

sistémicas intercurrentes y si el niño toma medicación o ha podido ingerir alguna

sustancia tóxica (crisis agudas sintomáticas) (Lozano, 2020).

 Conducta inmediata anterior: sensaciones o síntomas previos a la crisis (pródromos),

como síntomas sensoriales o autonómicos (visión borrosa, náuseas, dolor abdominal),

más habituales en los TPNE, o síntomas focales, que pueden orientar a una crisis

epiléptica (disestesias en hemicara o en una extremidad, ilusiones, sensación de déjà vu).

Los factores precipitantes tienen una especial relevancia diagnóstica, y pueden orientar a

un TPNE (dolor, frustración, traumatismo, cambio postural, calor sofocante) o, más

raramente, a una crisis epiléptica refleja (estímulos luminosos, estímulos auditivos o

táctiles inesperados) (Martínez, 2019).

 Características del episodio: signos motores (focales o generalizados, sincronía o

asincronía entre ambos hemicuerpos, rítmicos o arrítmicos), sensoriales, vegetativos y

sensitivos, estado de conciencia (si hay actividad motora generalizada con conciencia

conservada se sospechará un TPNE), tono de los párpados (fuertemente cerrados en las

crisis psicógenas), presencia de cianosis, palidez o cortejo vegetativo, signos de focalidad

neurológica (por ejemplo, la desviación lateral mantenida de los ojos sugiere una crisis

epiléptica), final brusco (más habitual en los TPNE) o progresivo, duración aproximada

(Clinic, 2018).

 Sintomatología posterior: recuperación inmediata completa o bien progresiva, con

somnolencia, desorientación, dificultad inicial para comunicarse verbalmente (más

habitual en las crisis epilépticas, salvo si son de muy corta duración). Presencia de signos

neurológicos focales, como una paresia transitoria (parálisis de Todd), que sugiere crisis

epiléptica focal (RUFO, 2018).


28

2.4.2. Tratamiento

El tratamiento de las convulsiones en pacientes pediátricos, tanto lactantes como niños de

1 a 12 años, se centra principalmente en la causa de la convulsión. Refiere la doctora Cristina

Victorio, que los pacientes que sufren una infección bacteriana se les administran antibióticos, y

a los que presentan una concentración baja de azúcar (glucosa) en sangre, se les administra

glucosa. Otras causas tratables son las infecciones víricas, algunos tumores y las concentraciones

anormales de sodio, calcio y magnesio en sangre; a veces los niños necesitan tomar

medicamentos para controlar las convulsiones (medicamentos anticonvulsivos), especialmente si

la causa no puede ser eliminada (Lozano, 2020).

Por otra parte, indica Rufo (2018) sobre las medidas de tratamiento inmediato, cuando un

niño presenta una convulsión, se recomienda colocar al niño sobre un costado, y alejarlo de

lugares u objetos que puedan representar peligro para su vida. Así mismo se debe evitar

introducir algún objeto a la boca para sujetar la lengua. Así mismo Lozano (2020) señala que,

cuando haya terminado la convulsión los padres o la persona encargada de su cuidado debe hacer

lo siguiente:

 Vigilar al niño hasta que recupere el conocimiento.

 Verificar la respiración del niño, caso contrario iniciar la respiración boca a boca, solo si

el niño no está sufriendo convulsiones porque de lo contrario se puede provocar algún

tipo de lesión y solicitar ayuda a los servicios médicos de emergencia.

 Evitar administrar alimento, líquido o fármaco por vía oral, hasta que esté totalmente

consciente.

 Verificar si el paciente tiene fiebre, si la hay, tratarla.


29

En cuanto a los cuadros febriles y al tratamiento farmacológico, se puede bajar la fiebre

introduciendo un supositorio de paracetamol (acetaminofén) al niño si está inconsciente o es

demasiado pequeño para tomar medicamentos por vía oral, o administrando paracetamol

(acetaminofén) o ibuprofeno por vía oral si el niño está consciente. También se debe retirar la

ropa de abrigo (Clinic, 2018).

Se debe recurrir al personal de atención prehospitalario (ambulancia) en caso de

presentarse situaciones como:

 Cuando se aparece la primera convulsión en el niño.

 Cuando la convulsión tiene una duración superior a los 5 minutos.

 Cuando el niño sufre una lesión durante la convulsión o en caso de presentar dificultad

respiratoria luego de la convulsión.

 Cuando se producen convulsiones seguidas.

2.5. Definición de manejo prehospitalario en pacientes pediátricos

Las crisis convulsivas en pacientes pediátricos, requieren atención inmediata y de alta

calidad en cualquier medio donde se presenten: Prehospitalario, centros de atención primaria,

transporte sanitario de emergencias, urgencias hospitalarias o de otros centros sanitarios. Una

acción básica para la mejora de calidad de la asistencia pediátrica prehospitalaria es urgente: la

estandarización de las actuaciones (Protocolos), lo que contribuye a la reducción de la

variabilidad en la práctica clínica, la mejora en la comunicación entre los diferentes niveles, así

como la optimización de los recursos y la seguridad del paciente (INTRAMED, 2014).


30

El manejo prehospitalario comprende todos los servicios de atención y de transporte que

se prestan a enfermos y accidentados antes de su ingreso a un establecimiento asistencial

(hospital, clínica, sanatorio, etc.). El objetivo fundamental es reconocer al paciente en situación

crítica y brindarle, de inmediato, los cuidados básicos para lograr una mejor condición de

transporte e ingreso al hospital, procurando mayor sobrevivencia (Marín, 2019).

Parte de la atención prehospitalaria debe centrarse en la entrega en un centro hospitalario

de una información completa, verbal y escrita, de la hora, lugar y mecanismo del accidente;

evaluación del paciente, signos y síntomas, procedimientos realizados, evolución durante el

traslado, etc. El paciente pediátrico difiere en muchas formas del adulto, lo que hace que el

enfoque inicial de la crisis convulsiva sea más difícil (Quiñonez, 2019).

El desarrollo de habilidades para el manejo del paciente pediátrico se convierte, a la luz

de la actual evidencia, en un requisito invaluable para mejorar la tasa de fatalidades atribuibles a

las crisis convulsivas y sólo a través de la práctica, el profesional en atención prehospitalaria

logrará identificar las situaciones en donde exista un riesgo potencial, elegir las intervenciones

apropiadas y alcanzar las habilidades técnicas requeridas para que en tiempo real se logre

resolver situaciones a favor del paciente pediátrico en la escena de cualquier tipo de trauma

(Lozano, 2020).

Las convulsiones de la población pediátrica en el ámbito prehospitalario son importantes

porque tienen una prevalencia relativamente alta y potencial de morbimortalidad cuando se

prolongan. Si bien existe un debate acerca de cuánto tiempo un paciente puede estar en Estatus

Epiléptico (EE) antes de comenzar a sufrir daños neurológicos, el 15% de las convulsiones que

duran 30 minutos o más, en los niños pueden ser complicadas por déficits neurológicos focales,
31

deterioro cognitivo, problemas de conducta, compromiso de la vía aérea, u otros eventos

adversos (Gelfman, Ledesma, Hauier, & Volonté, 2019).

La incidencia de EE es de aproximadamente 20 por 100.000, siendo la causa más común

las convulsiones febriles prolongadas. Se ha estimado que entre el 2 y el 5% de los niños

experimentan convulsiones febriles en algún momento de sus vidas (INTRAMED, 2014).

De acuerdo con los criterios aportados por la Guía Basada en Evidencia sobre el manejo

prehospitalario de convulsiones infantiles (2018), las convulsiones representan el 15% del total

de los llamados a los Servicios Médicos de Emergencias pediátricas (SME) en los EE.UU., por

lo que es la segunda condición más frecuente de traslados pediátricos de los SME, después de

una lesión traumática. Dado que las convulsiones son una causa común de transporte de

pacientes pediátricos por los SME, el uso de las mejores prácticas para el manejo de las crisis es

esencial.

El Programa de SME para niños ha sido un importante motor para la identificación de las

mejores prácticas para la atención pre hospitalaria y de emergencia en los hospitales a través de

investigación, educación y promoción. Además, el SME para niños ha sido un líder nacional en

el desarrollo de guías basadas en la evidencia prehospitalarias. Dado que el tratamiento de las

convulsiones pediátricas en el contexto prehospitalario es un tema importante, los editores le

recomiendan continuar con las siguientes lecturas: Anormalidades intracraneales en pacientes

con convulsiones espontáneas, Convulsiones febriles, Tratamiento de las convulsiones

prolongadas con benzodiazepinas (Clinic, 2018).

El transporte aéreo sanitario y el manejo del dolor en el contexto de un traumatismo han

sido recientemente publicados. Además, las guías de este tipo tienen el potencial para ser

incorporadas a los recursos nacionales que están en desarrollo para crear un conjunto de guías
32

clínicas modelo para el SME. Existe cierta controversia sobre el tratamiento prehospitalario

óptimo de las convulsiones, especialmente en relación con la elección del medicamento, la

dosificación, y las vías de administración.

En cuanto al manejo farmacológico por parte del personal prehospitalario, se basa en los tres

medicamentos anticonvulsivantes estudiados con mayor frecuencia en el tratamiento de las

convulsiones pediátricas: diazepam, midazolam y lorazepam. Estos medicamentos han sido

comparados en la literatura médica en diferentes dosis y vías de administración, incluyendo la

administración intravenosa (IV), intraósea (IO), intramuscular (IM), rectal (PR), oral e intranasal

(IN) (INTRAMED, 2014).

Por tanto, en cuanto a la elección de los medicamentos, numerosos estudios han

comparado varias benzodiacepinas dadas por varias vías. Otro estudio prehospitalario comparó

hasta qué punto la concentración de diazepam, lorazepam y midazolam se había degradado a

intervalos de 30 días cuando era abastecida en una ambulancia. El diazepam y midazolam

mostraron una degradación mínima a los 120 días, mientras que el lorazepam se había degradado

a 90% y 86% de la potencia original en 90 y 120 días, respectivamente, lo que demuestra la

degradación progresiva significativa con el tiempo (INTRAMED, 2014).

El intento de obtener un acceso IV en un paciente pediátrico con convulsiones, puede

llevar a retrasos en la administración de medicamentos, el cese de la convulsión y el transporte

que podría dar lugar a un aumento de la morbimortalidad. Se han realizado varios estudios en la

literatura pediátrica a nivel prehospitalario comparando la administración de benzodiacepinas a

pacientes con convulsiones a través de la vía IV frente a la administración IM, IN, oral, y rectal.

La literatura sugiere vías alternativas de administración (en concreto IM, IN, y oral) que tienen
33

perfiles de eficacia y efectos secundarios comparables y, por lo tanto, deben ser consideradas de

modo preferente para los niños en el contexto prehospitalario (INTRAMED, 2014).

La evaluación de los estudios que comparan la vía IV con cada una de las rutas

alternativas es esencial para entender por qué la obtención de un acceso IV es innecesario en

estos pacientes. Los estudios que comparan la administración de anticonvulsivantes por vía IV

frente a vías alternativas (IM, IN, bucal, PR) generalmente demuestran que las vías alternativas

conducen a la administración más rápida de los medicamentos, a un cese más veloz de las

convulsiones, y muestran un perfil de seguridad similar. Rainbow demostró que el midazolam

IM era seguro, de absorción rápida, y de fácil administración si se compara con el intento de

acceso IV en un paciente pediátrico con convulsiones en el ámbito prehospitalario.

La administración rectal de diazepam es prescripta con frecuencia para ser utilizada en

los pacientes en caso de una crisis prolongada en el hogar. El personal del SME suele utilizar

diazepam rectal para tratar las convulsiones en el ámbito prehospitalario; sin embargo, a veces

los prestadores señalan su resistencia a utilizar la vía rectal debido a la necesidad de quitarle la

ropa y comprometer el pudor del paciente con la medicación administrada por vía rectal. Varios

estudios en la literatura han comparado la vía rectal con las otras vías alternativas de

administración, incluyendo la IM, IN, y bucal. (Gelfman, Ledesma, Hauier, & Volonté, 2019).
34

Capítulo III

3. Metodología

3.1. Diseño de la investigación

El diseño de investigación es concebido como métodos y técnicas elegidos por un

investigador para combinarlos de una manera razonablemente lógica para que el problema de

la investigación sea manejado de manera eficiente (Fernández, 2016).

Hernández (2016), define el diseño de la investigación como “la estrategia que adopta el

investigador para responder al problema planteado” (p.30). Tanto Fernández como Hernández

determinan que el enfoque y diseño de la investigación, tiene que ver con la técnica y estrategia

que se adapta al procedimiento de estudio. Sin embargo, no sólo debe adaptarse, debe responder

al planteamiento y los objetivos pautados dentro de dicha investigación.

La metodología de esta investigación se apoyó en un enfoque bibliográfico, con base en

lo argumentado por Hernández, define la revisión bibliográfica como la fase de un proyecto o

estudio en el que se presenta de forma crítica y pormenorizada el estado de la cuestión sobre el

tema objeto de análisis antes de referirse a los objetivos, metodología, resultados y conclusiones

del mismo, con base en los documentos que sustentan los argumentos científicos de forma

experiencial, llegando a comprobar la veracidad teórica científica del tema propuesto, a través

del análisis de resultados (B.Centty, 2006).

De esta manera, se implementó una búsqueda concreta para la recopilación de todas las

fuentes de información pertinentes, a través de la selección y lectura crítica de información

relacionada al tema, recuperando y registrando los documentos en una base de datos en Excel.
35

3.2 estrategias de búsqueda

Las estrategias de búsqueda de información utilizadas para la revisión de recursos

literarios con información científica, se basó en la obtención y registro de fuentes primarias y

secundarias comprobadas, así como el análisis de guías médicas y medicina basada en evidencia

relacionada al tema.

Por lo que se consultaron documentos digitales como PDFs, libros electrónicos, bases de

datos científicas tales como Scielo, Dialnet, Redalyc. Y repositorios virtuales como el de la

Universidad Central del Ecuador, PubMed,I ntraMed, Medline Plus, Biblioteca COCHRANE,

Scielo, Google Scholar, entre otras fuentes provenientes de España y EE.UU respecto al manejo

prehospitalario en pacientes pediátricos que presenten crisis convulsivas.

Para la gestión de información, en las bases de datos y buscadores antes mencionados, se

utilizaron palabras claves; tales como: manejo prehospitalario, convulsiones, estatus epiléptico

EE, tratamiento, pacientes pediátricos. Resultando mayor disponibilidad de información en

artículos de Google Scholar en idioma inglés, los cuales fueron traducidos al español mediante el

software TripLingo para mayor exactitud al momento de la lectura de los documentos y posterior

redacción de la información corroborada.

3.3. Criterios de inclusión y exclusión

3.3.1. Criterios de inclusión

Los criterios de inclusión aplicados se basaron en la revisión de publicaciones de

artículos científicos más actualizados, caracterizados por encontrarse en idioma inglés,

segmentados desde el año 2017 hasta el 2021. Por otra parte, en el proceso de indagación y

gestión de información se han incluido estudios prospectivos y retrospectivos mediante una serie
36

de revisiones sistemáticas y optimizadas, seleccionando los documentos con no más de 6 años de

antigüedad, acotando que se consultó información de referencia con años de publicación de

2012, 2014 y 2016 como excepción por su aporte científico.

3.3.2. Criterios de exclusión

Se excluyeron de esta investigación artículos científicos sin fecha aparente de

publicación, así como publicaciones con autores anónimos, documentos que no contienen

información referencial a intoxicación por acetaminofén, pacientes pediátricos o los que no

obtengan información verificable sobre casos experimentales, con resultados no relevantes para

la construcción de los resultados obtenidos.

3.4. Extracción de datos

Respecto a la extracción de datos, basados en los criterios de inclusión y exclusión de esta

revisión bibliográfica de tipo descriptiva, se utilizó de forma inicial la base de datos médicos,

Scopus, Web of Science, PubMed, Medline Plus en la cuan se encontraron 37.250 resultados, de

los cuales se tomaron en cuenta solamente 57 publicaciones indexadas por su título, de los cuales

por su relevancia y aporte a la medicina y manejo prehospitalario se seleccionaron 15

publicaciones digitales, entre 4 libros electrónicos, además de 4 guías clínicas, 7 tesis publicadas

en páginas asociadas.
37

3.5. Sistema de procesamiento de la información

Se revisaron los programas analíticos de cada una de las asignaturas que conforman la

carrera con el fin de consultar el objetivo formativo, sistema de conocimientos y sistema de

habilidades de cada una de ellas. Esto fue esencial para el enfoque de sistema con que fue

concebido el procedimiento.

Se clasificaron las fuentes de información atendiendo al criterio de Fernández (2016)

donde se incluye, además de las documentaciones permitentes para la construcción de resultados.

Esta clasificación fue parte esencial para la posterior evaluación de las fuentes que conforman las

diferentes líneas de investigación. Siguiendo elementos esenciales de los criterios establecidos

para el estudio, los indicadores propuestos para la evaluación son: revisión, actualidad,

segmentación, uso y accesibilidad.


38

Capítulo IV

4. Recursos Administrativos

4.1 Recursos humanos, físicos, materiales y tecnológicos


Tabla 3.
Recursos
Recursos

Investigador/Autor: Redactor creativo y sistemático para acrecentar el

conocimiento científico
Humanos
Tutor: Profesional, que guía y aporta criterios constructivos en base a su

experiencia.

Físicos Computo/Equipo celular/

Materiales Esferos, resaltadores, libretas

Programas: TripLingo, Plataformas académicas de consulta informativa

(Bases de datos: Dialnet, Scopus, Web of Science, Medilne Plus, IntraMed,

Tecnológicos PubMed)

Equipos: Laptop, Tablet, Móvil.

Nota: Sistematización de los recursos manejados para la construcción del estudio Elaborado por Mónica Mantilla

(2021)

4.2 Presupuesto
Tabla 4
Presupuesto
Ítem Recurso Valor
1 Computador (Laptop) $ 750
2 Teléfono celular $ 150
3 Conexión a internet (renta mensual) $ 30
4 Materiales de estudio $ 45
5 Gastos extras $ 30
Total $ 1.005
Nota: Sistematización del presupuesto manejado para la construcción del estudio Elaborado por Mónica Mantilla
(2021)
39

4.3 Cronograma
Tabla 5.

Cronograma de actividades

Ítem Actividad Fecha de inicio Fecha de finalización


1 Elección y aprobación del tema 28/06/2021 30/06/2021
2 Planteamiento del tema 1/07/2021 5/07/2021
3 Formulación del problema 10/07/2021 11/07/2021
4 Objetivos 14/07/2021 16/07/2021
5 Justificación 18/07/2021 22/07/2021
6 Revisión de la literatura para 24/07/2021 30/07/2021
estructuración de la fundamentación
teórica
7 Construcción del Marco teórico 2/08/2021 10/08/2021
(definiciones y redacción)
8 Clasificación de información para 11/08/2021 18/08/2021
los resultados del estudio
9 Construcción del marco 20/08/2021 24/08/2021
metodológico
10 Segmentación de la información 25/08/2021 27/08/2021
11 Descripción de las estrategias de 02/09/2021 05/09/2021
búsqueda
12 Descripción de los criterios de 08/09/2021 10/09/2021
inclusión y exclusión
13 Construcción de tablas de los 21/09/2021 22/09/2021
recursos administrativos utilizados
14 Determinación del presupuesto 23/09/2021 24/09/2021
15 Primer borrador de redacción de los 25/09/2021 27/09/2021
resultados obtenidos
16 Segundo borrador de redacción de 28/09/2021 30/09/2021
los resultados obtenidos
17 Redacción final de resultados y 10/10/2021 28/10/2021
discusiones
18 Conclusiones 30/10/2021 15/11/2021
Recomendaciones
19 Desarrollo de la introducción y 18/11/2021 19/11/2021
resumen
20 Desarrollo de hojas preliminares: 22/11/2021 24/11/2021
derechos de autor, aprobación del
tutor
40

Ítem Actividad Fecha de inicio Fecha de finalización


21 Desarrollo de hojas preliminares: 25/11/2021 26/11/2021
dedicatoria y agradecimiento
22 Desarrollo de hojas preliminares: 27/11/2021 27/11/2021
índice de contenido, lista de tablas y
lista de gráficos
23 Revisión final del trabajo de 16/01/2022 17/01/2021
revisión bibliográfica
24 Entrega final 10/02/2022 10/02/2022

Nota: Sistematización del cronograma de actividades aplicado para la investigación

Elaborado por Mónica Mantilla (2021)


41

Capítulo V

5.1 Resultados y Discusión

Objetivo 1: Determinar el rango de edad en pacientes pediátricos que presenta el mayor


porcentaje de crisis convulsivas.

La epilepsia es una condición frecuente en la infancia. El papel del pediatra de Atención

Primaria para su diagnóstico correcto, así como para el seguimiento posterior del paciente

epiléptico, es fundamental.

Se estima que 10,5 millones de niños menores de 15 años padecen epilepsia en todo el

mundo, lo que representa el 25% de la población epiléptica global. En casos de crisis epilépticas

únicas: 0,5-1% de la población infantil. El riesgo acumulativo de recurrencia es del 42% a los 8

años de seguimiento, menor cuanto más tiempo ha trascurrido desde la primera crisis. Y

epilepsia: 50-100/100.000/año, con incidencia acumulativa a los 20 años (Javier, 2020).

En cuanto a la determinación del rango de edad que presenta mayor porcentaje de crisis

epilépticas en pacientes pediátricos, se evidenció en los resultados reportados por Pérez et al.

(2011): en edad preescolar, menos de 5 años (39%), mayores de 5 años hasta 7 años (21%),

mayores de 9 años (25%) y a partir de 12 a 14 años (15%) (MPC, 2019).

Así mismo no se encontró diferencia significativa en el sexo. Sin embargo, las causas de

este tipo de crisis convulsivas se evidenciaron en un (57%) en niños con antecedentes febriles,

sobre todo familias de madres que presentaron cuadros febriles en el embarazo (30%); otro

grupo, respecto a madres con preeclampsia en el embarazo, registró (10%) y un (3%) por otras

causas (MSP, 2020).


42

Es necesario distinguir las convulsiones febriles de la epilepsia, que se caracteriza por

crisis convulsivas afebriles recidivantes (RUFO, 2018). Con estas definiciones, se excluyen

aquellos procesos como los desequilibrios electrolíticos, las encefalitis o las infecciones

meníngeas que afectan directamente al Sistema Nervioso Central, y en los que la fiebre y las

convulsiones también pueden aparecer juntas. Las Crisis Febriles (CF) son el problema más

común en la práctica neurológica pediátrica, ya que alrededor del 4 al 5% de los niños presentan

este tipo de complicación. De esta manera en atención prehospitalaria se atiende anualmente a

460/100.000 niños en el grupo de 0 a 4 años. Es importante agregar que en este tipo de

problemas existe una ligera incidencia mayor en varones que en mujeres. Es pues, el trastorno

convulsivo más frecuente en la infancia.

Objetivo 2: Sistematizar las recomendaciones para el manejo prehospitalario en pacientes


pediátricos con crisis convulsivas

Entre los niños con convulsiones, las convulsiones febriles son el tipo más común, ya que

representan casi un tercio de todas las convulsiones pediátricas. Hasta el 10% de los niños con

convulsiones febriles desarrollan un estatus febril (EEF). Dado que se cree que tanto las crisis

epilépticas (CE) febriles o afebriles causan daños neuronales y complicaciones respiratorias

similares, tradicionalmente se han tratado de manera similar en el entorno prehospitalario

(Catalán & Reyes, 2021).

Las benzodiazepinas siguen siendo el pilar del tratamiento para cualquier convulsión

generalizada, y el tratamiento de la Formación Sanitaria Especializada (FSE) pediátrico por el

Servicios de Emergencias Médicas (EMS) se ha centrado principalmente en las rutas de

administración de medicamentos rápidas y mínimamente invasivas.


43

Los hallazgos de un estudio de 28 niños en el ámbito prehospitalario mostraron que el

midazolam bucal era tan seguro y efectivo como el diazepam rectal (75% en el grupo de

midazolam versus 59% en el grupo de diazepam) en la terminación de las convulsiones; además,

el grupo de diazepam tuvo tasas más altas de recurrencia. Un estudio aleatorizado controlado de

126 pacientes que compararon midazolam bucal con diazepam por vía intravenosa tampoco

encontró diferencias en las tasas generales de control de las convulsiones (RUFO, 2018).

Los resultados de un estudio prospectivo y aleatorizado de pacientes pediátricos con

convulsiones febriles prolongadas mostraron que midazolam intranasal (MIN) fue tan eficaz

como el diazepam intravenoso (DIV) para el control de las convulsiones. En este estudio, 44

niños fueron aleatorizados para recibir MIN o DIV para las convulsiones febriles que duran al

menos 10 minutos. Las convulsiones controlaron en menos tiempo en el grupo MIN

(INTRAMED, 2014).

Recomendación actual de tratamiento prehospitalario para las convulsiones febriles

determina Javier (2020):

Recomendación de nivel A:

 La inyección IM de midazolam debe ser el tratamiento de primera línea. La dosis

inicial es de 0.2 mg/kg, con un máximo de 10 mg en mayores de 40 kg. Las dosis

intranasales y bucales son idénticas.

 La dosis inicial sugerida de midazolam y lorazepam por vía intravenosa es de 0,1

mg/kg, con una dosis máxima de 4 mg en niños mayores de 40 kg.


44

Recomendación de nivel B:

 Si la inyección IM está contraindicada, se debe usar MIN o midazolam bucal como

terapia de segunda línea en el paciente pediátrico febril.

 Si el midazolam no está disponible o está contraindicado, se debe utilizar lorazepam por

vía intravenosa como alternativa.

Recomendación de nivel C:

 Las convulsiones febriles deben tratarse con las mismas consideraciones de tratamiento

que las no febriles.

 El control de la temperatura debe iniciarse después de la administración de

benzodiazepinas, siempre que no interfiera con la asistencia.

 La glucosa en sangre se debe controlar de forma rutinaria en pacientes pediátricos solo

después de la administración de benzodiazepinas y si el paciente no muestra una mejora

progresiva.

Objetivo 3: Diseñar un esquema basado en secuencia de pasos y acciones necesarias para el

plan de manejo prehospitalario en pacientes pediátricos con crisis convulsiva

Se detalla un esquema basado en secuencias de los pasos que se deben tomar en cuenta

para el manejo prehospitalario y protocolo en pacientes pediátricos con crisis convulsivas. El

esquema inicia por la vía de atención y mg de dosis y medicamentos para atenderlas crisis

convulsivas y estatus epilépticos (Figura 4).


45

Gráfico 4.
Crisis convulsiva

Nota: Adaptado de González (2019)

Posteriormente, en la siguiente secuencia, se visualiza un esquema que detalla el manejo

y consideraciones que debe tomarse cuando la crisis epiléptica es recurrente y las reacciones

adversas (Gráfico 5)
46

Gráfico 5.
Crisis epilépticas

Nota: Adaptado de González (2019)

Finalmente, con este conocimiento previo se evidencia, el protocolo ABCD que permite

visualizar el manejo prehospitalario adecuado para tratar al paciente pediátrico epiléptico desde

asegurar la vía área hasta la aplicación de medicamentos para control de la crisis del paciente, así

como los mg de acuerdo a su peso (Gráfico 6).


47

Gráfico 6.
Transición del manejo de la atención prehospitalaria a emergencia

Nota: Adaptado de Pavlicich (2019)


48

5.2 Conclusiones

De acuerdo a lo estipulado en los objetivos de este estudio se concluye:

De conformidad con el objetivo 1, determinar el rango de edad en pacientes

pediátricos que presenta el mayor porcentaje de crisis convulsivas, se evidenció en la edad

preescolar, menos de 5 años (39%), mayores de 5 años hasta 7 años (21%), mayores de 9

años (25%) y a partir de 12 a 14 años (15%) (MPC, 2019). Respecto al objetivo 2, se

sistematizaron las recomendaciones para el manejo prehospitalario en pacientes pediátricos

con crisis convulsivas, determinando que, las benzodiazepinas siguen siendo el pilar del

tratamiento para cualquier convulsión generalizada, y el tratamiento de la Formación

Sanitaria Especializada (FSE) pediátrico por el Servicios de Emergencias Médicas (EMS) se

ha centrado principalmente en las rutas de administración de medicamentos rápidas y

mínimamente invasivas.

La inyección IM de midazolam debe ser el tratamiento de primera línea. La dosis

inicial es de 0.2 mg/kg, con un máximo de 10 mg en mayores de 40 kg. Las dosis intranasales

y bucales son idénticas. La dosis inicial sugerida de midazolam y lorazepam por vía

intravenosa es de 0,1 mg/kg, con una dosis máxima de 4 mg en niños mayores de 40 kg. Si la

inyección IM está contraindicada, se debe usar MIN o midazolam bucal como terapia de

segunda línea en el paciente pediátrico febril. Si el midazolam no está disponible o está

contraindicado, se debe utilizar lorazepam por vía intravenosa como alternativa. Las

convulsiones febriles deben tratarse con las mismas consideraciones de tratamiento que las no

febriles.

En el objetivo 3, se diseñaron esquemas basado en secuencia de pasos y acciones

necesarias para el plan de manejo prehospitalario en pacientes pediátricos con crisis

convulsiva.
49

5.3 Recomendaciones

Se recomienda:

- Formación constante en el manejo de atención prehospitalaria del personal sanitario

deatención primaria basado en el protocolo del estatus epiléptico en pacientes

infantiles.

- Formación específica del manejo de la vía aérea, la cual es de gran importancia para

lograr una adecuada intervención del paciente pediátrico en estatus epiléptico

- Capacitar al personal sobre la correcta valoración y reevaluación del protocolo

ABCDE.

- Implementar programas continuos de formación y capacitación basados en simulacros

para fortalecer el manejo prehospitalario del paciente pediátrico en estatus epiléptico


50

Referencias

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