Está en la página 1de 5

4.3.

El mandato divino
Vemos en la imagen cómo Santo

Tomás sostiene unas escrituras

con una mano y un edificio

religioso con la otra. El

simbolismo del cuadro nos sirve

para este último capítulo dedicado

al autor. El mandato divino,

representado en un texto sagrado,

dirige el mundo natural; el mundo

humano, representado en la

construcción, debe regirse


Santo Tomás de Aquino, de Carlo Crivelli.
Imagen de Aavindraa en Wikimedia Commons.
Dominio público. también por dicho mandato,

aunque en este caso lo hará de forma voluntaria, dejándose guiar por los

dictados de la razón...

Aquino sigue el modelo aristotélico según el cual la felicidad es el fin

último del ser humano, pero como cristiano, pone en Dios ese bien

supremo que puede colmar su dicha. Al igual que San Agustín, piensa que

solo el concurso de la gracia divina da la capacidad para alcanzar la

contemplación de Dios, algo que, en todo caso, queda reservado en su

sentido pleno a una vida posterior a la terrenal.


La consecución de este fin requiere el concurso de la virtud, adquirida

mediante el hábito y con la dirección de la razón.

Existe una ley natural que dirige a todos los seres hacia el fin que le es

propio, pero, a diferencia del resto, los seres humanos tomamos decisiones

que determinan nuestra conducta. En nuestro caso, las normas morales

constituyen la ley natural. Santo Tomás reflexiona sobre cuáles son las

reglas que deben dirigir la vida humana y cuál es el grado de conocimiento

que tenemos de ellas.

La ley moral toma sus principios de la misma naturaleza humana, por lo

tanto sus contenidos son evidentes y al alcance de cualquier ser racional;

asimismo, son preceptos universales e inmutables. La razón nos dicta

hacer el bien y evitar el mal. Las conductas acordes con nuestras

inclinaciones naturales son buenas y las contrarias, malas. De acuerdo con

nuestra naturaleza encontramos exigencias como conservar la vida, cuidar a

los hijos, buscar el conocimiento, convivir en justicia, etc.


Recurso propio

Importante

La ley natural es una prolongación de la ley eterna divina, que en sentido

general determina el orden del universo. La ley natural ha de ser asimismo

el fundamento de la ley positiva, ámbito en el que se concretan las normas

que rigen la convivencia humana. Al legitimar el derecho en las exigencias

de la naturaleza humana en cuanto ser social, Aquino lo interpreta como un

ámbito dependiente del moral y, en última instancia, del religioso.

Actividad desplegable

AV - Actividad de Espacios en Blanco

Rellena los espacios en blanco con utilizando en cada caso una de estas

cuatro opciones:

 natural

 positiva
 eterna

 moral

La ley Rellenar huecos (1):

dirige a cada ser al fin que le es propio.

La ley Rellenar huecos (2): se identifica con la ley Rellenar huecos (3): , en

ella la razón ordena hacer el bien y evitar el mal

La ley Rellenar huecos (4): tiene su fundamento en la ley Rellenar huecos

(5): , que determina el orden del universo.

La ley Rellenar huecos (6): , que determina el modo de convivencia, debe

estar basada en la ley Rellenar huecos (7):

AV - Reflexión

Santo Tomás interpreta que la ley positiva debe fundamentarse en la ley

natural, la cual a su vez deriva de la ley eterna o mandato divino. Esta

visión del derecho tuvo una gran influencia en el mundo cristiano


medieval. ¿Crees que tiene hoy sentido plantear en estos términos el

fundamento del derecho?

Para saber más

Para acabar el recorrido por la filosofía de Santo Tomás, te recomendamos

este resumen contextualizado del pensamiento del autor

Diapositivas de hanzelzv en slideshare

También podría gustarte