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Cuaderno de trabajo para el curso colaborativo no

presencial por emergencia sanitaria COVID-19


para la UEA Historiografía de México II: siglo XIX

Dra. Irma Hernández Bolaños

Trimestre 20-P

1
Presentación

Debido a las circunstancias de excepción por las que atraviesa el mundo y el


país, la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa ha convocado a
la continuación de los cursos para el trimestre 20-I considerando el compromiso
social y académico con nuestros alumnos, es por ello, que se solicitó la
participación de todos los actores universitarios para generar cursos virtuales, en
mi caso considero que lo más adecuado para la asignatura será no un curso
virtual ni a distancia sino una mezcla entre ambos.

Ya que “La formación online son cursos que se realizan de forma no


presencial a través de un dispositivo con conexión a Internet, esto es, que
requieren de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Los
estudiantes pueden estudiar desde su casa o desde cualquier sitio en el que
tengan conexión a Internet. El centro formativo dispone de un campus virtual en
el que se puede acceder a los contenidos de los cursos y, además, interactuar
con los demás estudiantes y también con el docente.” 1

Y en los cursos a distancia “no se utiliza una plataforma de aprendizaje a


través de Internet para realizar el curso, sino que el centro formativo facilita los
materiales en papel o formato multimedia a los estudiantes a través de correo
postal, y las comunicaciones con el docente son a través de correo electrónico,
correspondencia o por teléfono. A través de los materiales que el centro facilita,
el estudiante aprende de forma autodidáctica y tiene a disposición un docente
para cualquier tipo de consulta que quiera realizar. En este tipo de formación, los
materiales que se utilizan y los recursos no son tan variados, entre ellos se
utilizan textos escritos, vídeos y también CD interactivos.“2

Considero que una mezcla entre ambos pueden ayudarnos a aprovechar


las 11 semanas que tenemos para cubrir el contenido del curso tomando en

1
Educaweb https://www.educaweb.com/contenidos/educativos/formacion-online-
distancia/diferencias-formacion-online-formacion-distancia/
2
Idem.

2
cuenta las condiciones socioeconómicas y tecnológicas de la mayoría de los
mexicanos.

Así que retomaremos de la formación virtual un campus virtual que no sea


agresivo y que la mayoría sabe usar que es el Facebook, lo que permitirá que
puedan tener una plataforma con el contenido del curso y podamos interactuar
cuando ustedes lo requieran y de la educación a distancia retomaremos la parte
de que el centro informativo (ósea yo) les facilitaré todos los materiales para el
curso. También podríamos usar zoom para guiar las sesiones y dar una
explicación más clara o completa que la vertida en este cuadernillo de trabajo.

Algo que debe quedar muy claro, desde el inicio, es que debe ser un
curso colaborativo, significa que tanto docente como alumno deben de estar
dispuestos a generar un espacio de enseñanza aprendizaje, es por ello que
debe ser un proceso activo y no sólo la recepción y memorización pasiva de
datos.3 Es en esta parte donde el docente auxilia y facilita la adquisición de
conocimiento sistematizado y con una finalidad (logrando un objetivo) sin
embargo, es el alumno el responsable último de su proceso de aprendizaje, ya
que tendrá que construir su conocimiento, a través del aprender haciendo, a
través de la comprensión y la reflexión del material de estudio y de su interés por
adquirir nuevos conocimientos y habilidades.

Algunos serán escépticos a este tipo de aprendizaje sin embargo una de


las ventajas que brinda este modelo de enseñanza es que: 1) puede permitir
aprender en cualquier sitio a cualquier hora, 2) el estudiante tiene a su
disposición un docente para sus dudas durante el aprendizaje, 3) no se
requieren conocimientos tecnológicos para poder superar el curso con éxito y 4)
fácil comunicación con el docente y los demás estudiantes.

3
Sonia María Santoveña Casal, “Metodología didáctica en entornos virtuales de
aprendizaje” en Eticanet, Publicación en línea, Granada España, Núm. 3, p. 2.

3
Este sistema también les ayudará a adquirir no sólo conocimientos, sino
destrezas, prácticas, actitudes de investigación y estudio, que a veces perdemos
al pensar que el profesor debe dar clases magistrales.

Por su parte el profesor determinará los objetivos generales y específicos,


estableciendo el programa y contenido del curso que deberá ser cubierto,
revisará los materiales propicios para el programa, organizará y desarrollará los
contenidos, generará las actividades a desarrollar por parte del los alumnos y les
dará seguimiento, atenderá dudas y finalmente evaluará las actividades.4

Indicando lo anterior comenzaremos a entrar en materia es decir


abordaremos desde distintas unidades temáticas la historiografía de México II:
siglo XIX.

4Rita María Raposo, “Aproximación de metodología didáctica para la Educación a Distancia en


Latinoamérica” en Educrea, https://educrea.cl/aproximacion-de-metodologia-didactica-para-la-
educacion-a-distancia-en-latinoamerica/

4
Materia: Historiografía de México II: Siglo XIX

UEA 2255117

PRESENTACIÓN GENERAL

La historiografía5 representa la columna vertebral de nuestra formación como


estudiosos de la Historia, otra de las asignaturas sustanciales para comprender
esta UEA son Historia de México II:1700-1821, Historia de México III: 1821-
1876, así como Historia de México IV: 1876-1920 (esta última asignatura la
llevarán hasta séptimo trimestre), y aunque haremos referencia al contexto del
siglo XIX, no es nuestro objeto de estudio, así que vamos a partir de la noción de
que ustedes cuentan con el panorama histórico general sobre el siglo XIX.

La asignatura que tiene como antecedente directo Historiografía de


México II, es Historiografía de México I, que se cursa en el quinto trimestre de la
licenciatura en Historia, en esta UEA abordaron de manera breve la diferencia
entre Historia e Historiografía, tema complejo pero sustancia para comprender la
distinción y la relación que existe entre los asuntos teóricos y los prácticos de
nuestro quehacer, así como los géneros y formatos de escritura, el concepto de
veracidad, los prejuicios y la importancia del espacio-tiempo (no generar
anacronismos).

5 Siguiendo a Evelia Trejo podemos señalar que el término historiografía tiene dos acepciones;
una que debemos entender como la producción escrita del conocimiento histórico, y la otra que
compete a los profesionales de la historia, quienes forman unidades de acuerdo a los temas que
cultivan, las tendencias que siguen y las ideologías que marcan, Evelia Trejo, “Historiografía,
hermenéutica e historia. Consideraciones varias.”, en Históricas 87, Boletín del Instituto de
Investigaciones Históricas, UNAM, enero-abril, 2010, p. 2.
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/boletin/pdf/boletin087.pdf

5
En este curso además de retomar los puntos anteriores nos centraremos
en la construcción de los discursos que se generaron sobre los acontecimientos,
no se hace referencia al hecho histórico en si, es decir, nosotros no nos
centraremos en el movimiento de independencia, en la guerra México- Estados
unidos, en la guerra de Reforma o en el Porfiriato sino en la manera en la que se
ha escrito sobre estos acontecimientos, la forma en la que se construyen las
obras, el discurso que emplean los autores, así como sus intenciones e
ideologías, es decir en la producción (textual) de las obras, actividades son
propias del quehacer del historiador. Como bien indica Leonardo Martínez
Carrizales “El pasado, entendido como una noción cultural, corresponde a una
modalidad específica de las representaciones sociales. La representación social
es un proceso discursivo que ocurre en un espacio social determinado y una
forma simbólica que se compone en un horizonte de enunciación específico”6.

Algo en lo que debemos detenernos un momento a pensar es sobre el


autor del texto, en aquel que escribe y construye una interpretación sobre los
acontecimientos, ¿por qué indico que debemos detenernos en la figura del
autor?, porque desde la historiografía podemos efectuar una reflexión crítica
sobre los testimonios que se construyen sobre el pasado, su recolección,
análisis y el proceso con el que el autor genera una interpretación de ese
acontecimiento histórico, creando no sólo obras, sino para nosotros fuentes,
que nos permiten conocer parte de ese pasado. Así, es sustancial al leer,
analizar y comprender una obra, ubicarnos en el tipo de cultura, de la que surge
el autor del texto y por ende las reflexiones que plasmará en el mismo. Esto lo
veremos en todos los módulos que abordaremos en este curso.

Siguiendo lo anterior, debemos adentrarnos en algunos asuntos básicos,


de la historiografía, estos son: el tiempo y el espacio histórico, y que son

6
Leonardo Martínez Carrizales, Discursos y formas de representar el pasado, México, UAM-A,
2018, p. 2. La idea de construcción social de la realidad tiene una relación muy estrecha con el
ámbito de problemas tratados por la antropología simbólica. Por lo tanto, construcción alude a
fenómenos de carácter colectivo […] intelección del mundo que se toma como contenido de la
invención simbólica; acto de cognición que se codifico por medio de los instrumentos y los
recursos de los lenguajes simbólicos.

6
sustanciales en lo que Roger Chartier denomina como “[…] la brecha entre el
pasado y su representación, entre lo que fue y no es más, y las construcciones
narrativas que se proponen ocupar el lugar de ese pasado:”7 Estos elementos
son sustanciales ya que tanto los autores, como los textos y los lectores (es
decir nosotros) se encuentran en un espacio y tiempo determinado que nos
ubica en una forma de pensamiento distinto que plasmamos en nuestros escritos
(textos –incluidas las tareas, reportes de lectura, etc.) y que corresponden a un
contexto político, económico, cultural e ideológico diferente.8 Significa que
nosotros en el siglo XXI no tenemos los mismos valores que en la Edad Media y
percibimos la vida bajo otros símbolos y significados diferentes al
eminentemente religioso de la Edad Media.

Otro punto sustancial que debemos de indicar en esta presentación


general es el concepto de “verdad” en la historia. Algo que debemos tener en
cuenta cuando investigamos, es que nosotros no nos dedicamos a buscar la
verdad, ya que el concepto de verdad es complejo. Como ya he mencionado,
dentro de la historiografía intentamos asimilar o identificar una realidad pasada,
a través de la forma en la que desde las fuente se construye esa realidad, por lo
que el concepto de verdad que podemos encontrar enunciada en las fuentes
corresponde a su tiempo, por lo que debemos abandonar la creencia de un
concepto fijo, estático, siempre el mismo, invariable.9 Por ello, siguiendo a
Carlos Mendiola, podemos indicar que la historiografía tiene como función no la
verdad, sino la verificación10 de la manera en la que se escribió sobre el pasado.

Con estos conceptos básicos iniciaremos el curso de Historiografía de


México II: siglo XIX, sin olvidar que pueden ponerse en contacto conmigo a

7 Roger Chartier, La historia o la lectura del tiempo, Madrid, Gedisa, 2007, p. 22.
8 Silvia Pappe, Historiografía crítica. Una reflexión teórica. Con la colaboración didáctica de
María Luna Argudín, México, UAM-A, 2001, pp. 29-45.
9 Edmundo O’ Gorman, “Consideraciones sobre la verdad en la Historia,“ en Álvaro Matute
(Selección y presentación), Ensayos de filosofía de la Historia; México UNAM-IIH, 2007, p. 14.
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/482/482_04_03_Consideracion
esSobre.pdf
10
Carlos Mendiola Mejía, “Distinción y relación entre la teoría de la historia, la historiografía y la
historia” en Historia y Grafía, México, UIA, 1996. Vol. 6, pp. 171- 182.

7
través de correo electrónico, por la página del grupo de Facebook
HISTORIOGRAFÍA DE MÉXICO II UAM o Zoom ya que tendremos sesiones
semanales por medio de esta plataforma.

Objetivo General:
Que al final del curso el alumno sea capaz de conocer las principales
características de la historiografía decimonónica y los autores más
representativos, por lo que en su mayoría se trabajará con fuentes primarias, sin
dejar de lado estudios contemporáneos importantes.

Objetivos específicos:
Que al final del curso el alumno sea capaz de:
• Obtener conocimientos sobre las principales obras históricas que
contribuyen a la reconstrucción de la historia de México del siglo XIX.
• Identificar aspectos teóricos y metodológicos en la composición de las
obras; reconocer las motivaciones de los autores y la relación de la obra y
el autor con su tiempo histórico.
• Comprender la vinculación de la historia decimonónica y la historiografía
de la que surge, discutir el contexto histórico y la interpretación que del
pasado y del presente se realizó en el México del siglo XIX.
• Desarrollar la capacidad de analizar los textos reconociendo las tesis y
preguntas centrales, la estrategia de argumentación y el manejo de
fuentes por parte de los autores.
• Buscar y ponderar información relevante en fuentes relacionadas con el
curso.
• Elaborar un proyecto de investigación historiográfico.

Debido al carácter no presencial del curso, no se pretende una


profundización detallada y exhaustiva del periodo, por lo que esta UEA tiene la

8
intención de brindarle la posibilidad de dar una visión panorámica a través de
una serie de módulos en los que se podrá seguir el desarrollo de los principales
problemas teóricos y metodológicos que se encuentran presentes en la
construcción de los discursos que los autores plasman dependiendo sus
intereses políticos, sociales, económicos y culturales del siglo XIX. La intención
de este curso es que el alumno adquiera un punto de partida reflexivo sobre la
historiografía de este periodo.

Evaluación de la UEA

Una de las actividades cotidianas que efectúa el historiador es leer, la lectura se


convierte así en uno de nuestros primeros quehaceres, y en una parte sustancial
de la forma en la que adquirimos algún tipo de conocimiento. La lectura de un
texto tiene la finalidad de extraer un significado, así que en esta UEA no
buscaremos memorizar el contenido del escrito, sino comprenderlo, entender su
estructura, la dinámica expositiva y adquirir nueva información,11 por lo anterior
las actividades del curso serán lecturas guiadas, que se complementarán con
videos, videoconferencias, e intervenciones semanales por Zoom. Tomando en
cuenta la comunicación que tendrán el profesor y los alumnos por el grupo
HISTORIOGRAFÍA DE MÉXICO II UAM de Facebook, el correo electrónico y el
SIIPI.

En este curso colaborativo la evaluación de tu desempeño en la UEA se


realizará a través de una serie de actividades distribuidas por cada modulo de
trabajo, relacionadas con los problemas que en los mismos se abordan. Cada
actividad recibirá una nota por parte del profesor lo mismo que retroalimentación,
por lo que se debe cuidar la redacción, si se requiere debe contar con un uso
adecuado de aparato crítico (notas, citas, etc.). Las actividades se deberán subir

11
Miguel Ángel Hernández Fuentes y Christian Sperling, Formatos y géneros discursivos
académicos, México, UAM-A, 2012, p. 16.

9
al grupo de Facebook o enviarlas al correo electrónico chaquih@hotmail.com en
las fechas señaladas.

Además de los textos obligatorios del curso, también pueden contar con
lecturas sugeridas, que creo pueden resultar de interés para ustedes y que no
necesariamente debe leerlas en este momento, también les servirán para
profundizar ideas para futuras investigaciones.

Las sesiones de las clases serán vía zoom, en el horario asignado para la
UEA, martes-jueves de 12-14 hrs., en ese mismo horario se subirán las
actividades indicadas en este cuaderno de trabajo.

Las actividades tendrán un valor de 60%

NOTA: Las actividades y fechas de entrega se marcan en el cuaderno de trabajo


y no se aceptarán de manera extemporánea

El otro 40% consistirá en la entrega de un proyecto de investigación


historiográfico, el tema será a elección del alumno.

Los requisitos:

I) Para poder entregar el proyecto final deben de entregar el un anteproyecto de


investigación, fecha de entrega jueves 10 de septiembre semana 2, que
contenga los siguientes rubros:

Título tentativo:
Nombre.
Tema de investigación.
Objetivo de trabajo.
Fuente (s) primarias.

II) El trabajo final será la entrega de un proyecto final de investigación de un


tema libre que sitúe su problemática en la historiografía del siglo XIX mexicano,
Fecha de entrega jueves 29 de octubre, semana 9.

10
En tema puede ser desde diferentes perspectivas y temporalidades, deben de
emplear fuentes de primera mano (documentos, manuales, folletines, pinturas,
películas, series, hemerografía, etc.)., y debe contener los siguientes puntos:

1.Título

2. Presentación del tema.

3. Planteamiento del problema.

4. Estado de la cuestión y la justificación.

5. Hipótesis.

6. Los objetivos: general y específicos

7. Marco teórico y conceptual.

8. Cronograma.

9. Capitulado tentativo

10. Bibliografía

¿Cuáles son los puntos a evaluar?

1. Estructura (10 puntos solicitados) 2. Redacción

Valor 50% Valor 10%

3. Coherencia 4. Uso adecuado de citas textuales

Valor 10% Valor 10%

5. Uso adecuado de notas a pie de 6. Uso adecuado de Bibliografía


página
Valor 10%
Valor 10%

11
Valor 10%

Pueden apoyarse en el texto de Alicia Salmerón y Laura Suárez de la Torre,


¿Cómo formular un proyecto de Tesis? Guía para estructurar una propuesta de
investigación desde el oficio de la Historia, México, Trillas/ Instituto Mora, 2013.

Texto de apoyo

Manuel Ordóñez, “Principios básicos del análisis historiográfico” en Manuel


Ordóñez (Coord.), Introducción al análisis historiográfico. Problemas generales
de teoría y filosofía de la historia y estudios de caso, México, DGAPA-UNAM /
FES Acatlán-UNAM, 2010, pp. 13-28.

UNIDAD 1 preliminares metodológicos y conceptuales

El siglo XIX mexicano ofrece a los estudiosos de la historia una fuente


inagotable de investigación, puesto que envuelve innumerables acontecimientos
trascendentales. Con los nuevos enfoques, sobre todo a partir del surgimiento
de la Nueva Historia han ido surgiendo nuevas temáticas de estudio que al
mismo tiempo han ido enriqueciendo nuestra visión del siglo XIX.

Las diferentes facciones generaron obras que dan cuenta de las disputas
por la generación de las formas políticas que construirían el Estado mexicano.
Estas formas políticas se definirían primero entre república y monarquía, y

12
después del fracaso del Imperio de Agustín de Iturbide, entre republicanos
centralistas y federalistas, para ideológicamente definirse en liberales y
conservadores quienes generarían nuevamente una disputa entre republicanos y
monárquicos con el Imperio de Maximiliano, para finalmente tras el triunfo de la
república generar una nueva división entre los viejos liberales y los nuevos
liberales.

Estos elementos nos pueden ayudar a explicar el por qué durante el siglo
XIX, la historiografía se centró principalmente en lo nacional, es decir, en el
proceso de formación del Estado para mantener y reelaborar la memoria del
pasado nacional. En la medida en que están en juego dos perspectivas
diferentes en cuanto al modo de hacer historia. Desde este punto de vista, las
oposiciones que se formulan corresponden al uso que hacen quienes producen
los discursos, donde la mayoría de los autores vivieron los sucesos de los que
escribieron. Como indican Lionel Costa y Danuta Mozejko: “El conflicto parece
centrarse en la oposición entre historia del presente, en la medida en que una
parte de los protagonistas de los hechos sigue aún viva, o historia del pasado
que requiere, por lo mismo, la mediación de instrumentos escritos de acceso a
ese pasado.”12 Así, un punto clave a tratar es la construcción de los principios
dominantes de una época; se entiende como principio dominante:

[…] un tipo de concepto que marca culturalmente, como perteneciente


a una época, […] Marca la idea del pensamiento histórico de un
momento dado, en una cultura político-social determinada […] y casi
siempre se relaciona con la idea de validez del discurso histórico.
Parece ser únicamente una preocupación teórica, pero es fundamental
para la práctica de todos los que reflexionan en torno al discurso de la
historia. […] Hegel habla de virtud y razón, Tocqueville de destino;
otros autores, entre ellos historiadores, de progreso, libertad, verdad,
objetividad científica…”13

12
Lionel Costa y Danuta Mozejko, “Modelos historiográficos del siglo XIX: mecanismos de
circulación“, en América : Cahiers du CRICCAL, n°33, 2005, v1 Persée, p. 46.
https://www.persee.fr/docAsPDF/ameri_0982-9237_2005_num_33_1_1705.pdf
13
Pappe, Op. cit., pp. 47-48.

13
El otro concepto que debemos tomar en cuenta es el de discurso, para
ello debemos de comprender que una marca o huella del pasado, forma un
discurso neutral; antes que nada debemos definir lo que es un discurso:

[…] por una parte, le tradición de conversación el ir y venir (discurrir)


del intercambio oral de ideas que suelen estar regidas por normas
socioculturales (lo que se dice de una determinada situación, y lo que
más bien se calla); y por otra parte, el proceso del pensamiento
conceptual para el conocimiento basado en la elaboración
argumentada de la reflexión […] Las teorías de los discursos se
organizan, en general, en torno a la lingüística, la semiótica, etc. Pero
lo que desde la teoría se ven como técnicas, procedimientos,
constitución, recepción, producción y muchos otros, es relevante para
la historiografía sólo en la medida en que se relacione con las
preocupaciones del pensamiento histórico y la argumentación histórica
(es decir, en relación con los intereses y problemas de historicidad).14

Finalmente y siguiendo a Martínez Carrizales, retomaremos al autor como


“materia de análisis crítico que entra en el dominio de esta UEA porque es un
sujeto social, es decir, un actor situado en la estructura de la sociedad y, por
ello, portador de identidad, valores, intereses, relaciones, capital simbólico”15

El siglo XIX se caracteriza por el surgimiento de los estados-nación, como


consecuencia de diversas revoluciones como las de independencia de América,
que significaron cambios importantes en distintos niveles, mismos que se
pueden evidenciar en el caso de México, donde la búsqueda de identidad,
unidad nacional, ciudadanía y progreso, se ponen en evidencia desde los
primeros escritos mexicanos.

Actividad: Lee con atención los siguientes textos, y elabora 2 resúmenes


de las lecturas, entregarlos en 1 archivo Word (que contendrá el resumen
de los 2 textos) letra Arial, 12, interlineado 1 ½, 2 cuartillas máximo por
lectura, sin carátula, título del trabajo centrado y datos del alumno
alineados a la derecha.
Fecha de entrega jueves 3 de septiembre semana 1

14
Ibidem, pp. 54-55.
15
Martínez Carrizales, op. cit., p. 3.

14
Evelia Trejo, “Historiografía, hermenéutica e historia. Consideraciones varias”,
en Históricas 87, Boletín del Instituto de investigaciones Históricas, UNAM,
enero-abril, 2010, pp. 2-11.
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/boletin/pdf/boletin087.pdf

Blanca Estela Gutiérrez Grajeda, “El revisionismo historiográfico sobre el siglo


XIX mexicano”, en Historia Caribe III, 8, 2003, pp. 51-67
https://www.redalyc.org/pdf/937/93700805.pdf

NOTA: “El resumen es la representación abreviada del contenido, es decir, en él


se menciona lo más importante de lo que se ha manifestado antes, lo cual debe
hacerse de manera concisa, con fidelidad en las palabras, con los puntos
importantes adecuadamente destacados y con la correcta conexión entre ellos:
El resumen es beneficioso dado que estimula la capacidad de síntesis, y
también es un recurso fundamental para mejorar la expresión escrita”.16

OJO: También les puede interesar el siguiente texto: Michel de Certeau, La


escritura de la Historia, México, UIA, 2006.

Unidad 2 La historiografía del proceso de independencia

Robert A. Potash, desde 1961 indicaba que la historiografía sobre la


independencia en su mayoría fue elaborada por mexicanos, en segundo lugar
los escritores estadounidenses se había encargado de generar obras y
finalmente ubicó la producción europea,17 situación que no ha cambiado hasta
nuestros días, ya que somos finalmente los mexicanos los que más hemos
reflexionado sobre el movimiento de independencia y que este se ha convertido
en un mito fundacional.
Lo que quedo demostrado en los los festejos del bicentenario de la
independencia de México en el 2010, sin embargo esta conmemoración también
sirvió para generar una historiografía importante a 200 años del suceso histórico

16
Coordinación de Evaluación virtual VIRTU@MI, “El resumen”, en Estrategias Pos-
Instruccionales, México, UAM-I, 2020, p. 6.
17
Robert A. Potash, “Historiografía del México Independiente”, en Historia Mexicana, Vol. 10,
núm. 3, enero-marzo, 1961, p. 362.
https://historiamexicana.colmex.mx/index.php/RHM/issue/view/77

15
y a decir de Inmaculada Simón, la nueva historia política y la historia local
comienzan a cobrar importancia sobre la historia entendida como historia del
Estado- Nación18. Situación que considero, no es como lo afirma la autora,
superada así de fácil, muestra de ello, es la enseñanza que sobre el
acontecimiento nos inculcan en los niveles primaria y secundaria, donde se
ensalzan a los héroes que nos dieron patria.
Los primeros escritos que se generaron en torno al proceso de
independencia, surgen entre la década de los 30 y 40 del siglo XIX, lo que
significa, que ya había pasado por lo menos 15 años de la consumación de la
independencia cuando los autores comenzaron a reflexionar sobre su pasado
inmediato. Debemos considerar que esta primera generación de autores vivieron
los acontecimientos de los que escribieron, es decir el movimiento de
independencia, el imperio de iturbide, la república federal y la central, esa es una
de las razones por la que durante los tres primeros cuartos del siglo XIX, se
generó una escritura de la “historia” más libre de reglas, prejuicios y supuestas
objetividades, con las que se manejará el discurso histórico, a partir del último
tercio del siglo XIX hasta que el cientificismo erudito y el positivismo absorbieron
bajo su égida a los estudios históricos.19
Es relevante indicar que los escritores del siglo XIX fueron polígrafos, es
decir que cultivaron varios géneros de escritura, ya que hacían artículos para los
diarios del momento, discursos, debates, novelas, cuentos, participaban en la
construcción de leyes, fueron naturalistas, científicos y dictaban cátedras, por lo
que, en algunos casos, elaboraron manuales para impartir clases, entre otras
cosas más.

18
Inmaculada Simón Ruiz, “La historiografía de la independencia mexicana: una visión regional”,
en Cuadernos de Historia Contemporánea, Vol. 32, 2010, p. 73.
https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:pOPhMuCC0NcJ:https://revistas.ucm.
es/index.php/CHCO/article/download/CHCO1010110073A/6690/+&cd=2&hl=es-
419&ct=clnk&gl=mx&client=safari
19
Saúl Jerónimo, “Introducción”, en María Luna Argudín, México siglo XIX. Debates sobre la
construcción de la nación, México, UAM-A, 2020, p. 8.

16
Así los escritores de la primera mitad del siglo XIX se dedicaron a recrear
el momento de emancipación y los primeros años de vida independiente,20 todos
ellos nacidos y educados bajo los parámetros novohispanos, actores de los
sucesos narrados y generadores de la política mexicana, marcaron en sus
escritos sus ideas, filias y fobias, así como las aspiraciones que tenían para la
nueva nación mexicana, y las experiencias políticas generadas en ese corto
tiempo. Este “el relato maestro siempre fue disputado, por buenos y malos
motivos.”21 Ambos bandos crearon el panteón patrio, mostrando personajes
ejemplares y surgiendo los héroes que nos dieron patria, marcando con ello el
origen del Estado mexicano, lo que es evidente a través de las leyes que se
generaron en este periodo.
Después de la consumación de la independencia, el poder que
adquirieron los criollos novohispanos, fue evidente y generó una vida política
compleja, la ansiada autonomía se convirtió en independencia y en la
autodeterminación de la forma de gobierno, que se transformaría en diversas
formas políticas. En primer lugar el intento de monarquía con Agustín de
Iturbide, lo que es comprensible debido a que la experiencia que tenían al ser un
virreinato, sin embargo se decantaban por una monarquía constitucionalista y
parlamentaria, sin embargo, Iturbide al suprimir el congreso, generó el fracaso
de este primer intento de gobierno, dando la pauta a la forma republicana en sus
formas federal y central, retomando propuestas como la: inglesa, francesa y
norteamericana, sin dejar de lado el liberalismo español (lo que se puede ver en
los textos revisados en la unidad anterior). Todas estas propuestas, no sólo se
esgrimieron en los recintos parlamentarios, sino que, se evidenciaban en la
prensa, a donde se llevaron estos debates y se esgrimeron las luchas políticas a
través de la pluma.

20
Virginia Guedea (Coord.), Historiografía Mexicana. El surgimiento de la Historiografía Nacional,
Vol. III, México, UNAM, 2001, p. 12.
21
Luis Fernando Granados, “La independencia sin insurgentes. El bicentenario y la historiografía
de nuestros días”, en Desacatos, núm. 34, septiembre-diciembre 2010, p. 14.
https://ciesas.repositorioinstitucional.mx/jspui/bitstream/1015/349/1/INDEPENDENCIA%20SIN%
20INSURGENTES.pdf

17
A estos conflictos se suman los problemas internos, además de las filias
ideológicas y políticas que se pueden evidenciar a través de las logias yorkina y
escocesa. Por esa causa al escribir sobre la historia política mexicaba, se
manifiesta la crisis de la nación.22 Como indica Víctor Núñez:
Dentro de este irregular proceso evolutivo entran en juego dos
factores que también están relacionados y que forman parte
integrante de la definición del mismo. Por una parte la progresiva
aparición de grupos/facciones asociados a las ideas federales, con
líneas ideológicas y discursvias visbles y diferenciadas, que
desembocan en la formación de partidos políticos […] en este
periodo se activa un espacio político definido por una dualidad o
bipolaridad en términos de liberales puros, antiguos yorkinos- versus
liberales conservadores-antiguos escoceses. Por otra parte, el país
afronta la construcción de un nuevo modelo de Estado con la
necesidad de un relevo en sus clases dirigentes, una vez que las
elites vínculadas a la última época colonial deben ceder sus
posiciones de privilegio. La nueva elite que asume el papel de
cabeza visible de su comunidad en las nuevas instituciones políticas
que se están formando y consolidando”23

Estos son sólo algunos de los puntos de los que dan cuentas los
escritores de las primeras décadas mexicanas.

Para esta unidad se elaborarán 2 actividades


Fecha de entrega de ambas actividades jueves 17 de septiembre Semana 3,
las actividades se entregaran en 1 sólo archivo word.

Actividad 1: Revisar con cuidado los 2 textos y desarrollar los siguientes


temas:

1. Investigar a los autores y las obras (emplear páginas de internet, poner


las referencias).

22 Dale Baum, “Retórica y realidad en el México decimonónico. Ensayo de interpretación de su


historia política”, en Historia Mexicana, Vol. 27, Núm. 1 (105) julio-septiembre 1977, p. 80
https://historiamexicana.colmex.mx/index.php/RHM/search/authors/view?firstName=Dale&middle
Name=&lastName=Baum&affiliation=&country=

23
Víctor M. Núñez García, “Los orígenes del liberalismo mexicano. Elites y grupos de poder en
Puebla (1833-1857)” en Secuencia, núm. 78, septiembre-diciembre, 2010, p. 46.
http://www.scielo.org.mx/pdf/secu/n78/n78a2.pdf

18
2. El significado y discursos sobre el movimiento de independencia para los
autores.
3. Los discursos sobre los principales personajes del movimiento de
independencia, haciendo hicapié sobre la figura de Miguel Hidalgo.
4. El discurso sobre el “pueblo”.
5. La imagen que los autores generaron sobre los ejercitos (realista e
insurgente).
Lucas Alamán, “Libro 2 Revolución del cura D Miguel Hidalgo hasta la muerte de
este y de sus compañeros. Cap. 1 y 2”, en Historia de Méjico, México, Jus, 1992
Tomo I pp. 223- 289.

Carlos María de Bustamante, “Del autor a sus lectores” p. III- VII, Carta primera
a cuarta, pp. 1 -80, en Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana, México,
F.C.E. – Instituto Cultural Helénico, 1985. Tomo 1
(El grupo se dividirá en 2 cada parte leerá a un autor)

Actividad 2: leer con cuidado ambos textos y completar el siguiente


cuadro:
José María Luis Mora, “Constitución actual de la República” en México y sus
revoluciones, Prólogo Agustín Yáñez, México, Porrúa, 1977. 3 Vol. Vol. 1, pp.
253 – 301.

Fray Servando Teresa de Mier, “Cap. III Historia de la Revolución de la Nueva


España, Libro XIV” en Ideario Político, Prólogo Edmundo O´ Gorman, Caracas,
Ayacucho, 1978, pp. 75 – 164.

Vida y obras de Planteamientos Ideologías planteadas en


los autores centrales sobre las los textos
constituciones políticas

Fray Servando
Teresa de Mier
(Colocar datos de
su vida y sus
obras, poner

19
referencias)

José María Luis


Mora (Colocar
datos de su vida y
sus obras, poner
referencias)

OJO: Tal vez te puedan interesar los siguientes textos:

Antonio Anino “El voto y el XIX desconocido”, en


http://www.istor.cide.edu/archivos/num_17/dossier3.pdf

Eugenia Roldán Vera “’Pueblo’ y ‘Pueblos’ en México, 1750- 1850: un ensayo


de Historia conceptual, en
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=28291721

Unidad 3 La mirada retrospectiva ante la inestabilidad

Como bien indica José Luis González Chirino, el siglo XIX transcurre entre
planes políticos coherentes o no; con proyectos constitucionales de corte liberal
o conservador, imprecisos y contradictorios, en lo ideológico, político y
jurídico.”24 Con lo visto en las unidades anteriores se puede notar que parte de
la crisis política, económica y social de las primeras décadas de vida
independiente, algunos de los problemas graves fueron “la pérdida de

24
José Luis Chirinos Palomo, “Antecedentes históricos del liberalismo mexicano”, en Revista de
la Universidad, p. 245. http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:-
3WlluAx0lkJ:www.revistas.unam.mx/index.php/rfdm/article/download/60290/53181+&cd=4&hl=es
-419&ct=clnk&gl=mx&client=safari

20
legitimidad y la falta de confianza.”25 Como resultado de la independencia de
Texas en 1836 (así como la fiebre expansionista de los Estados Unidos) y el
primer problema con Francia en 1838, mostraron la debilidad de la nación
mexicana.
El debate público en México, ayuda a entender el desarrollo problemático
de la nación, la desunión, la falta de concenso de propuestas políticas, las fallas
en el marco constitucional y la crisis económica, así como el interés de
diferentes líderes políticos y militares de la sociedad mexicana, marcan la
restrospectiva con la que los autores mexicanos observan su pasado reciente,
tal es el caso de Juan Nepomuceno Almonte, Vicente Filisola, Antonio López de
Santa Anna y Mariano Otero, entre muchos más escritores, que a través de sus
plumas plasmaron un balance de las primeras cuatro décadas del siglo XIX,
cuyo interés no será sólo la independencia, sino sucesos más inmediatos.
Donde en problema de la ignorancia, la heterogeneidad racial, las costumbres,
las rebeliones y el papel político de la Iglesia y el ejército eran patentes.
La necesidad de una unidad nacional, la búsqueda de identidad, la
construcción de ciudadanos que se identifiquen con el territorio y apoyen la
defensa de la patria, formaban parte de las necesidades prioritarias, sin
embargo, debido a las condiciones de revueltas e incertidumbre estas
necesidades no se atendieron de manera efectiva.

Actividades: fecha de entrega jueves 1 de octubre semana 5, ambas


actividades se entregaran en el mismo archivo, por lo que incluirá el
trabajo de todos los integrantes.

Actividad 1: elaborar un control de lectura en un archivo word sobre el


siguiente texto (máximo 4 cuartlllas)
Charles Hale, “Capitulo 1: Guerra, crisis nacional y el conflicto ideológico” en
Charles Hale, El liberalismo mexicano en la época de Mora, 1821-1853, México,
Siglo XXI, 1972, pp. 14-41.

25
Guedea, Op. cit., p. 15.

21
Actividad 2: por equipos de 2 integrantes se dividirán las lecturas∗ y
contrapondrán versiones de las distintas fuentes sobre los siguientes
temas:
1. Vida y obra de los autores
2. Características formales de las obras (género y formato de escritura)
3. Motivo de los escritos
4. Condiciones geográficas, y recursos naturales de Texas
5. Clima y población
6. Causas de la guerra
7. Condiciones del ejército mexicano
8. Descripción del mando del ejército entre ellos Antonio López de
Santa Anna
9. Causas de la pérdida de Texas
10. Opinión personal sobre el suceso histórico.

∗Vicente Filisola, “La guerra de Tejas,” en Ernesto de la Torre y Villar, Lecturas


Históricas Mexicanas, 1998. Vol. II, pp. 70-79

∗Antonio López de Santa Anna, “La guerra con Tejas,” en ibidem, pp. 134- 141.

OJO: tal vez te puede interesar la siguiente lectura: Juan Nepomuceno Almonte,
“Noticia Estadística sobre Tejas 1834” en Ernesto de la Torre y Villar, Lecturas
Históricas Mexicanas, 1998. Vol. II, pp. 196-202.

Unidad 4 Nacionalismo, romanticismo e historiografía

Después de la pérdida de Texas, la situación no mejoró para México, que se


enfrentó a los Estados Unidos de Norteamérica y que culminaría con la firma de
los Tratados de Guadalupe y pérdida de la mitad de territorio. Los políticos
intelectuales de ese momento, asumieron nuevamente tres posturas claramente
definidas: liberales, conservadores y moderados, mismas que se venían
gestando desde años anteriores, pero que debido a la guerra se manifestaron
con mayor claridad. Estas perspectivas generaron líneas irreconciliables y
generalmente antagónicas al abordar prácticas e idearios políticos, sin embargo
como afirma Edmundo O’ Gorman, esta trágica incomprensión de los proyectos
de gobierno, buscaban el mismo fin, “los beneficios de la modernidad, pero no la

22
modernidad misma.”26 Por lo que se pueden encontrar puntos de coincidencia
entre las propuestas de los principales bandos.
Aún así, como indica Josefina Zoraida Vázquez, “La guerra entre México
y los Estados Unidos puso fin al sueño mexicano de continuar en el lugar
preponderante que había ocupado la Nueva España en el siglo XVIII. Para
Estados Unidos […] el resultado de la guerra le permitiría convertirse en una
potencia continental.”27
Esta guerra dio como resultado la gestación de la conciencia nacional
política y cultural del México vencido, lo anterior se reflejó en su literatura, donde
de manera épica se exaltó la defensa de la patria. Esta tragedia histórica, ayudó
a explicar la derrota y los problemas presentes, y donde muchas de las
aclaraciones se manifiestan a través de actos ruines o heroicos. Estas
construcciones imaginarias ayudarían a sustentar la unidad nacional y la
justificación de los proyectos de nación. Así tenemos el trabajo colectivo donde
participan, Ramón Alcaráz, Guillermo Prieto que lleva por título Apuntes para la
historia de la guerra entre México y los Estados Unidos, obra de un grupo de
veteranos de la guerra que escribieron quizás para entender el mundo que se
desplomaba alrededor suyo28
Es en este contexto, como resulta importante comprender al género
literario de la novela, que fue dominante dentro de la literatura mexicana entre
1836 y 187029 y como dice Gerardo Francisco Bobadilla:
[…] al menos durante la segunda parte del siglo XVIII y las primeras
tres cuartas partes del siglo XIX, esto es hasta 1876
aproximadamente, el concepto y el ejercicio de la literatura en general
–los de la poesía en lo propio– no se oponen al concepto y ejercicio ni
de la historia ni a los de derecho ni a los de filosofía ni a los de
gramática ni a los de elocuencia, sino que se conciben como discursos

26
Edmundo O’Gorman, México, el trauma de su historia, México, UNAM, 1977, p. 25.
27
Josefina Zoraida Vázquez, “La historiografía sobre la guerra entre México y los Estados
Unidos”, en Histórica, Vol. 23, Nº. 2, 1999, p. 475.
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/historica/article/view/8766
28
Christopher Domínguez Michael, “La Academia de Letrán y su leyenda dorada” en Historia
mínima de la literatura Mexicana, México, El Colegio de México, 2019, p. 124
29 Gerardo Francisco Bobadilla Encinas, “Apuntes de poética narrativa. Florecimiento y ocaso
de la novel histórica mexicana en el siglo XIX,” en Valenciana, núm. 22, julio-diciembre de 2018,
p. 7. http://www.scielo.org.mx/pdf/valencia/v11n22/2007-2538-valencia-11-22-7.pdf

23
escriturarios homólogos, copartícipes de un mismo campo y función
cultural: el de las Bellas letras30

Es decir; la historia y la literatura en este periodo se encontraban en el


mismo nivel disciplinario, por lo que la historia se entendía como parte de la
literatura, y la literatura en el sentido más amplio “era considerada como ‘el más
poderoso instrumento para propagar la instrucción y la moralidad’, y en
consecuencia el instrumento que más podía ‘influir en la civilización de los
pueblos’.”31
Por ello, la novela mexicana tuvo una presencia constante y destacada,
primero se consumieron las extranjeras, que dieron como resultado una
importante influencia grecolatina y posteriormente francesa que se manifiesta en
las páginas de obras como Memorias de mis tiempos de Guillermo Prieto, quien
buscó inspiración en el trabajo Los misterios de París de Eugenio Sue, por
señalar un ejemplo. Nuestra señora de París (1831) o Los miserables (1862) de
Víctor Hugo también fueron muy leídas por los mexicanos. Es Ignacio Manuel
Altamirano el que propone crear una literatura nacional, con un fin utilitario
donde el amor y al patriotismo se mantendrán indiscutiblemente ligados a través
del romanticismo y de la construcción de la nación, así, nación y sujeto se
encuentran unidos en el mismo proyecto armónico32, de otra manera sólo
aparecerá el caos. Lo anterior marcaría una buena parte de las letras mexicanas
en la segunda mitad del siglo XIX, ejemplo de ello La navidad en las montañas,
Clemencia, Zarco de Altamirano, en Mi Guerra del 47 de Guillermo Prieto, Los
bandidos de Río Frío de Manuel Payno, aunque en esta última se refleja más el
naturalismo o realismo33 por mencionar algunas, muestran los valores que todo
hombre de bien debe poseer para contribuir con el beneficio social.

30
Ibidem, p. 12.
31
María Luna Argudin, Historiografía general del siglo XIX: construcción de saberes, principios
dominantes y géneros de expresión, México, UAM-A, 2008, pp. 9-10
32
Fridhelm Schmith, “Amor y nación en las novelas de Ignacio Manuel Altamirano,” en Literatura
Mexicana, UNAM, X.1-2, (99 1-2), p. 114. https://www.unamenlinea.unam.mx/recurso/84437-
amor-y-nacion-en-las-novelas-de-ignacio-manuel-altamirano
33 Nicole Girón, “Manuel Payno: un liberal en tono menor”, en Historia Mexicana, Vol. 44, Núm. 1
(173) julio-septiembre 1994, p. 5.

24
Las novelas se publicaron en diversos órganos de difusión, como los
periódicos o revistas, muchas de ellas por folletines (por entregas), surgiendo “la
novela histórica antiespañolista, la novela histórica de la independencia y la
novela histórica de la consolidación liberal”.34 Es importante recalcar que la
novela en México tuvo un sentido abiertamente nacionalista, donde se moraliza
a la población en distintos sentidos a través de valores sobresalientes donde la
heroicidad, el valor, la lealtad, la solidaridad, la libertad, el deber y la moral
(religiosa y cívica) son elementos indispensables para los mexicanos,
convirtiéndose este género en una mezcla entre lo imaginario y lo deseable.
Siguiendo a Salvador Reyes Nevares “La obra literaria, como todas las
obras de cultura, es al propio tiempo causa y producto de su época. Influye en el
ambiente, instala en él una serie de interpretaciones del mundo y hace que los
hombres se conduzcan de determinada manera […] recibe también, del
ambiente, todo un aparato de fórmulas mentales, de pensamientos y de
sentimientos […] Las obras literarias llevan el sello de su tiempo.”35

La literatura de viajeros
Un rubro que resulta siempre relevante enunciar es la aportación de la literatura
de los viajeros, uno de los escritos más importantes fue el de Alejandro de
Humboldt, quien nos muestran las observaciones e impresiones que desde
distintas latitudes se generaron sobre la tierra novohispana, subrayando la
geografía, la riqueza y las desigualdades sociales.
En el siglo XIX tras la independencia, los intereses europeo y
norteamericano se hicieron presentes, es en este contexto que los viajeros que
escribieron sobre México, lo hicieron desde diversos frentes como: la minería, la
diplomacia, el comercio, la guerra, la ciencia o la recreación. Así, las variantes
de los escritos son tantos como los intereses de los propios autores, “La fase

https://historiamexicana.colmex.mx/index.php/RHM/search/authors/view?firstName=Nicole&middl
eName=&lastName=Girón&affiliation=&country=
34
Bobadilla, Op. cit., p. 14.
35
Salvador Reyes Nevares, La Novela mexicana del Siglo XIX, en Conferencia sustentada en el
Paraninfo de la U.V., organizada por la F.E.V, p. 91.
https://cdigital.uv.mx/bitstream/handle/123456789/3087/196014P91.pdf?sequence=1

25
importante de los relatos de viajeros europeos es la primera mitad del siglo XIX,
es decir la época comprendida entre la apertura del continente para visitantes
extranjeros hasta el uso de buques de vapor y ferrocarriles.”36
Parte sustancial de lo que registran los viajeros, tiene que ver con la
relación del entorno cultural e histórico del que provienen, así, desde su posición
“civilizada”, “moderna”, “progresista”, efectúan comparaciones con la realidad
mexicana a la que observan como “exótica.”

Actividades: ambas actividades se entregaran en el mismo archivo Word,


fecha de entrega jueves 15 de octubre, semana 7.

Actividad 1: leer cuidadosamente los siguientes textos y elaborar un


resumen (máximo 2 cuartillas). Fecha de entrega

Ignacio Manuel Altamirano, “La literatura en 1870. La novela mexicana” p. 230-


236, “Revista Literaria, José Rosas Moreno”, p. 260-277, en Obras completas,
Escritos de literatura y arte.

Actividad 2: elegir cuidadosamente uno de los siguientes textos, leerlo y


elaborar un comentario sobre la visión de los viajeros (máximo 2
cuartillas).

Teobler Maler, Vistas de Oaxaca, 1874-1876, Oaxaca, Casa de la Ciudad, 2006.


pp. 23-39.
Frances Erskine Inglis (Marquesa Calderón de la Barca) “Una navidad en
México” Ernesto de la Torre y Villar, Lecturas Históricas Mexicanas, 1998. Vol. II
pp. 213-219.

OJO: tal vez te pueda interesar el siguiente texto


Arturo Aguilar Ochoa, “La influencia de los artistas viajeros en la litografía
mexicana (1837-1849),” en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol.
22 no.76 México mar./jun. 2000.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
12762000000100004

36
Walter L. Bernecker, “La literatura de viajeros como fuente histórica para el México
decimonónico: Humboldt, inversores e Intervenciones”, en Tzintzun. Revista de Estudios
Históricos, núm. 38, julio-diciembre, 2003, p. 38. https://www.redalyc.org/pdf/898/89803803.pdf

26
Unidad 5 Hacia una visión integral de la historia

Después de la intervención norteamericana, los políticos mexicanos se


detuvieron nuevamente a reflexionar sobre la difícil situación por la que
atravesaba la nación. Uno de los grandes problemas era la falta de unidad entre
los distintos grupos, y nuevamente se pensó (1853) en Santa Anna como figura
cohesionadora, sin embargo, no fue así. Los excesos del presidente llevaron
nuevamente a un levantamiento armado que se manifestó en la Revolución de
Ayutla, que llevó a la presidencia a Juan Álvarez, que aunque estuvo poco
tiempo en el poder puso a discusión la necesidad de mejorar las leyes.
Tras la llegada de Ignacio Comonfort a la presidencia se decidió elaborar
una nueva constitución, misma que fue aprobada el 5 de febrero de 1857, de
corte republicana, democrática y abiertamente liberal, en ella se planteaban
diversos puntos que no fueron del agrado de todos, como la supresión de fueros
eclesiástico y militar, así como la supresión de bienes en manos muertas, que
afectaban directamente a la Iglesia y a las comunidades indígenas. En ella se
puede notar: “El liberal promueve una modernidad fincada en la secularización,
el pluralismo político y la libre competencia en el mercado”37. La Constitución de
1857 enfrentó militarmente a las dos grandes fuerzas políticas de entonces: los
partidos liberal y conservador.
Después de esta guerra, que le brindó en triunfo al partido liberal, México
tuvo nuevamente que enfrentar la invasión extranjera, materializándose no sólo
en una intervención militar, sino, en el establecimiento del Imperio de
Maximiliano de Habsburgo; como indica Jaime Espejel Mena “El movimiento
intelectual conocido como conservadurismo pretendió recuperar el orden social y
detener la decadencia de la humanidad que acarrearía la democracia.”38 La
relación estado-individuo, es parte esencial la intentar comprender la relación

37 Jaime Espejel Mena, “Liberalismo, conservadurismo y administración pública”, en Tla-Melaua,


revista de Ciencias Sociales. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, México, Nueva Época, año 10, No 40, abril/septiembre 2016, p. 24.
http://www.scielo.org.mx/pdf/tla/v10n40/1870-6916-tla-10-40-00022.pdf
38
Ibidem, p. 38.

27
liberalismo-conservadurismo. El reflejo de estás posturas es clara en los escritos
que se generan en está época, como indica Patricia Montoya:

Durante la segunda mitad del siglo XIX mexicano coexistieron varias


corrientes historiográficas que de una u otra forma influenciaron a los
escritores de historia de aquella época. Tanto en autores liberales
como conservadores encontramos que al lado de los nuevos
postulados de la visión ilustrada de la historia subsistieron ciertos
criterios providencialistas, y que junto a éstos se manejaron
documentos y datos con afán de erudición, también esgrimieron
posturas típicas del romanticismo y aún se dejaron ver ciertos influjos
del positivismo […] La explicación histórica de los autores mexicanos
del siglo XIX tampoco fue ajena a las corrientes naturalistas que
habían fructificado a partir del renacimiento europeo, por lo que no es
raro encontrar en los historiadores referencias a la naturaleza como
única realidad existente, a las leyes de carácter causal y aún al
problema del destino.39

Al analizar las posturas liberal- conservadora, notamos una historia


paralela, que muestra factores ideológicos, anhelos y una determinada visión del
mundo, que va desde la guerra civil de Tres Años, la Intervención Francesa y el
Segundo Imperio, acontecimientos que se generaron a partir de la Constitución
de 1857 y que culminaron con el triunfo de la República.
Después del fracaso del Imperio y del Triunfo Liberal, encontramos que los
escritores mexicanos (periodistas, literatos, abogados, ingenieros, médicos, etc.)
generaron una reflexión encaminada por un lado a la práctica de la
“investigación y escritura de la historia que se alejara de preocupaciones
estilísticas o especulaciones filosóficas; por otro lado que, la historia como
disciplina pasar a formar parte de las ciencias modernas. Aquellas generaciones
plantearon de forma estratégica una búsqueda, organización y crítica de
documentos (método) para elaborar una representación de ‘verdad histórica’
(escritura), que se caracterizó por un sentido ético (carácter cívico) y un uso
político-ideológico (identidad nacional mexicana). Lo anterior advierte la

39Patricia Montoya Rivero, Miramón, el héroe de la reacción. Tres versiones de una historia,
Tesis para obtener el título de Maestra en Historiografía de México, México, UAM-A, 2000, p. 16.

28
existencia de un ámbito desde el cual se inició una nueva etapa en la tradición
historiográfica mexicana.”40

Las obras que se escribieron en la llamada “década nacional”, son


abundantes, y entre ellas destacan los trabajos que desde la erudición se
generaron y que responden a las diversas instituciones científicas y literarias a
las que pertenecieron, como el Liceo Hidalgo, la Academia de Letrán, el Ateneo
Mexicano, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, muestran un
sentido enciclopédico y nacionalista, así como la idea de conocer para construir
el origen de la nación, entre los autores que destacan tenemos a José Fernando
Ramírez, Francisco de Paula Arrangoiz, José Manuel Hidalgo, José María Roa
Bárcena, Manuel Rivera Cambas, José María Lafragua, Antonio García Cubas
entre otros, son un ejemplo de erudición y del trabajo que se generó en este
periodo.

Actividades: las actividades se entregarán juntas en un archivo Word,


fecha de entrega, jueves 5 de noviembre, semana 11.
Actividad 1: por parejas elegirán un artículo y explicarán las partes que
comprende un análisis historiográfico (máximo 2 cuartillas)

Aurora Flores Olea, “José Fernando Ramírez” en Antonia Pi-Suñer Llorens


(Coord.) Historiografía Mexicana, Vol. IV. En Busca de un discurso integrador de
la nación 1848-1884, México, UNAM, 2001, pp. 313-338.
Patricia Montoya Rivero, “Joaquín García Icazbalceta”, en ibid, pp. 387-406
Laura Pérez Rosales, “Manuel Orozco y Berra”, en ibid, pp. 359-386
María del Carmen Collado, “Antonio García Cubas”, en ibid, pp. 425-448

Actividad 2: por parejas, se repartirán los textos y elaborarán un cuadro


con los siguientes rubros a abordar:

40
Edgar Iván Espinosa Martínez, “En busca de un método: la escritura de la historia en México,
1853-1889”, en Relaciones 123, verano 2010, Vol. XXXI, p. 24.
https://www.redalyc.org/pdf/137/13715893002.pdf

29
Autores Planteamiento Explicación sobre Temas que
Vida y obra sobre la historia los periodos consideran de
(motor de la históricos de México relevancia
historia, finalidad
de la historia,
justificación)
José Ma. Vigil

Niceto de
Zamacois

OJO: tal vez te pueda interesar:


Raúl Figueroa Esquer, “Un folleto olvidado de Francisco de Paula Arrangoiz,” en
Estudios 121, Vol. XV, verano 2017,
https://biblioteca.itam.mx/estudios/121/000276559.pdf

Unidad 6 El positivismo mexicano


Después de la restauración de la República, el sistema político mexicano
inició un proceso de “estabilidad” y nuevamente el proceso de reconstrucción del
Estado. A partir de 1867 se inició la designación de los candidatos por los
caudillos locales y por los Gobernadores para ocupar cargos públicos, los cuales
eran ratificados por el Presidente. Dicha estrategia a decir de Karen Ramírez
resultó de gran utilidad para Benito Juárez.41

El positivismo llegó a México junto al triunfo liberal, y fue a partir de 1867


cuando Juárez dejó en manos de Gabino Barreda el proyecto educativo, lo que

41
Karen Ramírez González, “La educación positivista en México: la disputa por la construcción
de la nación”, en Voces y Silencios: Revista Latinoamericana de Educación, Vol. 8, No. 2, 2017,
p. 155 https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.18175/vys8.2.2017.10

30
incluía la propuesta intelectual positivista. que implicaba generar una historia en
común que ayudara en la anhelada unidad, a partir de aquí la propuesta
intelectual iría de la mano con la propuesta política, lo que claramente se
muestra en la Oración Cívica.

El escenario intelectual, político, económico y educativo estaría dominado


por esta propuesta y por los alumnos de Barreda, entre ellos destacan: José
Yves Limantour Marquet, Miguel Salvador Macedo y Saravia, Porfirio Parra y
Gutiérrez, Luis F. Ruiz, Manuel Flores, Justo Sierra, Francisco Bulnes, entre
otros.

Actividad: leer el siguiente texto: Semana 11 jueves 5 de noviembre


Álvaro Matute, “Notas sobre la historiografía positivista mexicana”, en
Secuencia, Revista de Historia y Ciencias Sociales, Núm. 21, (1991)
http://secuencia.mora.edu.mx/index.php/Secuencia/article/view/356/332

Bibliografía complementaria
Brading, David, Orbe indiano. De la monarquía católica a la republica criolla,
1492-1867, México, FCE, 2003.
Florescano, Enrique, Memoria mexicana, 3° edición, México, FCE, 2002.
Guedea, Virginia (coord.), Historiografía Mexicana, vol. III. El surgimiento de la
historiografía nacional, México, IIH-UNAM, 1997.
Pi-Suñer, Antonia (coord.), Historiografía mexicana, vol. IV. En busca de un
discurso integrador de la nación 1848-1884, México, IIH -UNAM, 2001.
Pi-Suñer, Antonia y Javier Rico, “De los discursos históricos” en Josefina
Macgregor (coord.), Miradas sobre la nación liberal: 1848-1948.
Proyectos, debates y desafíos, libro 1 Discursos históricos, identidad e
imaginarios nacionales, México, UNAM, 2010, pp. 33-114.
Sosa, Ignacio (comp.), El positivismo en México, México, UNAM, 2010,
(Biblioteca del Estudiante Universitario 140), 235 pp.

31

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