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SKETCH

EL SACO LARGO

Arreglo: ISAAC TORRES VILCA 4 personajes


Basado en un tema de supuesta liberación femenina.

Personajes Materiales
 Esposa : Márgareth  Sillón o sofá, 2 sillas  Escoba, plumero
 Esposo : Pacífico  Zapatos de mujer  Mandil
 Amigo : Epifanio  Mesa de centro  Periódico
 Amigo 2 : Tito  Botella de wiski  3 copas

La obra se desarrolla en una sala, se da la idea de una casa con todos sus ambientes, se
muestra a una esposa mandona en la casa, un esposo sumiso, obediente; Un amigo que
admira al esposo y otro amigo que pretende darle lecciones de quién debe mandar.

MÁRGARETH: (Entra en la sala y observa que todo está en desorden y llama a su esposo)
¡Pachi! ¡Pachi! ¡Pacífico!... Dónde estará este haragán… (Murmura).
PACÍFICO: (Aparece soñoliento, sobándose los ojos, asustado y colocándose el mandil) Mi
vida, mi amada esposa… Me llamabas?, estuve lavando los platos.
MÁRGARETH: (Enojada, mostrando su supremacía) ¡A mí no me engañas! Éstas son las
horas de levantarse? No sabes que las cosas se hacen a primera hora? ¡Dónde se ha
visto un marido dormilón! Mira cómo está todo en desorden, ¡Arregla inmediatamente!
Barre y…
PACÍFICO: (Como calmando la situación) Por ti cariñito haré lo que quieras y como quieras,
Voy por la escoba…
MÁRGARETH: (Pacífico está barriendo y ella está maquillándose) Debo salir por mis
compromisos cotidianos y a traer el pan de cada día. Se me va la hora, tráeme mis
zapatos taco 20, ¡Apura! ¡Apura! ¡Corre!
PACÍFICO: (Regresa corriendo y agitado) Los negros, blancos, amarillos o colorados?
MÁRGARETH: (Gritando) Los negros, burrooooo!
PACÍFICO: (Corriendo) Aquí están amorcito.
MÁRGARETH: (Da órdenes y se dispone a leer un periódico) Lústralos como espejo… (Luego
de un momento) ¡Qué es esto, cuándo vas a hacer bien las cosas! ¡Lustra bien!
PACÍFICO: (Alegre) Terminado mi amorcito, quedó como espejo.
MÁRGARETH: (Se dispone para salir y deja tareas) No te olvides de cocinar a tiempo, ¿Cuál
es el potaje de hoy?
PACÍFICO: (Atinadamente) Picante de cuy, mi caramelito.
MÁRGARETH: (Aclarando mientras Pacífico toma nota de todas las indicaciones) Cocina para
cuatro, posiblemente invite a mis amigos, y no me vengas con que se te escaparon los
cuyes, y cuidado como el arroz quemado de ayer. No te olvides de lavar los pañales,
trapear el piso, planchas mis blusas y mis faldas; claro… solo sabes hacer hijos, comer,
cagar y dormir; ¡No te olvides todo limpio (sale sin despedirse).
PACÍFICO: (Se quita el mandil y se hecha en el sillón para leer el periódico) Al fin se fue esta
bruja del 71, qué bella es la vida sin ella… (Suena las llaves en la puerta) ¡Mi mandil!
Debe ser la bruja.
MÁRGARETH: (Apresurada) Me olvidé llevar más dinero, porque después del tours, tengo una
conferencia sobre la liberación femenina (Pacífico quiere decirle algo) cállate y haz lo
que debes hacer. (Toma una copa de wiski y sale votando chispas).
PACÍFICO: (Más precavido solo lo enrolla su mandil) Debo tener más cuidado, esta es una
bruja, bruja, ¡Maldita mi suerte! Todo por no hacer caso al profesor… Por apurado me
pasa esto, y mi mamá… Bueno no debo pensar más, debo olvidar a esta víbora…
(Nuevamente está leyendo el periódico y hace gestos sensuales al ver calatas. Suena el
teléfono, Epifanio le cuenta que recibió su carta y que viajará a Cajamarca por el día de
la madre) Hola Epifanio, ha… ha… si, si, todo bien,… como siempre, tu sabes,… lo
máximo, tú como vas… Visitarme? ha, mi dirección, Jirón Rómpete el Alma sin número,
tu sabes en este tiempo se debe tomar precauciones, pero preguntas por el MEN
(tiroso). (Se alista para la visita) Mi amigo viene, debe encontrarme de lo mejor.
EPIFANIO: (Está buscando la dirección y pregunta por el Men al público, dejándolos con la
palabra en la boca y al fin encuentra la casa de Pacífico y toca la puerta)

CULTURA 1 ISAAC TORRES

ARTÍSTICA VILCA
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PACÍFICO: (Asustado mostrando duda de quién sea) Será la bruja? No, puede ser mi amigo
(Abre la puerta con mucho cuidado).
EPIFANIO: (Se saludan muy emocionados) Pacífico…
PACÍFICO: (Como sorprendido porque lo desconoce) Epifanio… pasa, amigo.
EPIFANIO: (Observa el mandil) Y esto amigo?
PACÍFICO: (Lo invita sentarse en el sofá y se quita el mandil) No, No, no es como crees,
Estamos en pleno siglo XXI, y es recomendable ser ayuda mutua de nuestras esposas.
Toma asiento, caray, caray, cómo has cambiado.
EPIFANIO: (Como disimulando y mostrando humildad sincera) Amigo no es como crees, las
apariencias engañan, me ha ido muy mal en mi matrimonio,… no sé qué hacer, y no
quiero divorciarme, soy un marido oprimido. En cambio a ti te veo bien.
PACÍFICO: (Sacando pecho) Lo siento por ti amigo, claro… claro… a mí me va muy bien, es
que a la mujer hay que tenerla en su sitio desde el primer momento, ¡Aquí mando yo!,
por ejemplo ahora la he mandado hacer el mercado, para lo que tiene un tiempo máximo
de demora, la tengo controlada en todo y así es como se debe hacer.
EPIFANIO: (Hace el ademán de aceptación, luego observa el mandil) Te felicito Pacífico,
recuerdo los consejos que nos dabas en el colegio, los estás cumpliendo; pero… pero
No te creo…
PACÍFICO: (En defensa) Ya te dije que son cosas minúsculas propias del siglo XXI. Aquí
mando yo.
EPIFANIO: (Desafiante) Te hago una apuesta, que no es cierto.
PACÍFICO: (Sigue la corriente) Aceptado, tengo que demostrarte que soy el MEN, de cuánto
estamos hablando?
EPIFANIO: (Cuenta lo que trae en el bolsillo) Esto fue para llevar regalos a mi esposita, esto
fue para la leche, esto mi guardadito, esto para el queso, rosquitas, manjar blanco… 250
soles.
PACÍFICO: (Le pide el dinero) Esto será mío, te lo aseguro y lo puedo ganar hoy mismo.
EPIFANIO: (Le quita el dinero, Entusiasmado) A qué hora vuelvo.
PACÍFICO: (Seguro de sí mismo) a las 3 de la tarde.
EPIFANIO: (Se despide) De acuerdo, vuelvo a esa hora, para aprender la estrategia.
PACÍFICO: (Vuelve en sí) Nos vemos. Huuuuy qué hice, cómo lo hago, qué le digo a la bruja…
(Se pone el mandil y se dispone a realizar la limpieza, muy apuradamente. Hasta que
llega su esposa)
MÁRGARETH: (Mostrando supremacía) ¡Por qué no haz terminado la limpieza de la sala! ¡Qué
te has creído! ¡Perezoso!, Y el almuerzo? Seguro que estuviste en la televisión o
chateando. (Se sienta en el sillón y se pone a leer el periódico) Pon mi saco en su
lugar…, mi cartera a su lugar…
PACÍFICO: (Ejecuta los mandatos Adulando y muy amable) Ya mi chocolatito…, No sé por qué
te amo tanto, que soy capaz de todo..., lo que quieras mi vida. Tú eres la mujer más bella
de la tierra, eres lo máximo, no hay otra como tú. Vives en mi corazón. Te amo con todo
mi hipotálamo.
MÁRGARETH: (Se da cuenta de los adulos y deja de leer el periódico) Oye… oye… Qué te
pasa, algo me ocultas… seguro que se te escaparon los cuyes. Dime… qué me
ocultas…
PACÍFICO: (Tartamudeando) No, no, es que, es que, no sé cómo decirte.
MÁRGARETH: (Impaciente) Dime rápido lo que tienes guardado o…
PACÍFICO: (Muy asustado) La verdad, es que… hice una apuesta
MÁRGARETH: (Se pone de pie) Lo que faltaba, una apuesta, apostaste la casa?, el
televisor?, la computadora? Dime maldito ¡Qué apostaste!
PACÍFICO: (Procura explicar y convencer) No mi amor, es algo favorable para ambos.
MÁRGARETH: (Impaciente) Desembucha, de qué se trata.
PACÍFICO: (Se arma de valor) Aposté para demostrar que el que manda en la casa soy yo.
MÁRGARETH: (Enfurecida) ¡Qué dijiste escuincle pisado! ¡Aquí mando yo! (Como que vuelve
en sí) y de cuanto es la apuesta?
PACÍFICO: (Mostrando duda) Son… 250 soles.
MÁRGARETH: (Convencida) Ha bueno, bueno, tratándose de esa cantidad, ganarás la
apuesta. ¡Pero recuerda que la que manda aquí soy yo! Qué tengo que hacer?
PACÍFICO: (Explica) Solo harás algunos mandaditos, que no serán duros.
MÁRGARETH: (Llega Epifanio, se coloca el mandil y lo recibe muy amable, Mientras que
Pacífico se sienta en el sofá todo un señor)… Buenas tardes, a quién busca?

CULTURA 2 ISAAC TORRES

ARTÍSTICA VILCA
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EPIFANIO: (Un poco dudoso) Buenas tardes, busco a mi amigo Pacífico.


MÁRGARETH: (Siguiendo la corriente se muestra sumisa) Pase señor, pase. Creo que lo está
esperando.
PACÍFICO: (Seguro y transformado) Adelante amigo, toma asiento. ¡Mujer… sírveme wiski!
Apura que mi amigo está sediento, debo festejar nuestro encuentro.
EPIFANIO: (Muy observador) Caramba… era cierto.
MÁRGARETH: (Aparece con 3 copas) Aquí tu pedido mi pachito.
PACÍFICO: (Llama la atención a su esposa) Y esto? Por qué 3 copas? Aquí solo somos 2 (Ella
quiere decir que una es para ella, pero no la deja hablar) ¡Regresa esta copa! Desde
cuando las mujeres toman con los hombres. Si deseas tomar, hay agua en el caño. (Ella
retira la copa y sale)… ¡Mujer! Lustra mis zapatos de calle y me los tres inmediatamente.
Muévete, muévete que no estamos para perder tiempo, el tiempo es oro. (Ella en cada
mandato le hace gestos amenazantes a espaldas de Epifanio) Mujer, ven rápido, termina
de lavar los pañales.
EPIFANIO: (Satisfecho) Comprobado amigo, tú mandas en tu casa, merecido, ganaste la
apuesta. Volveré otro día para que me enseñes la estrategia de cómo mandar en la
casa. (Se levanta y se despide) Nos vemos amigo.
PACÍFICO: (No sabe cómo festejar su hazaña y está contando el dinero) 50, 100, 120, 150,
200, 230…
MÁRGARETH: (Aparece casi corriendo y le arrancha el paquete del dinero) Esto es mío, que
te has creído, esto lo gané; tú anda por tus cosas pendientes. Yo saldré para disfrutar
este triunfo; Toma el mandil.
PACÍFICO: (Desconcertado y mostrando resignación) Pero, pero…, Ya cariñito, menos mal
que ya lavaste los pañales.
MÁRGARETH: (Autoritaria) Qué dices? Que lavé los pañales? ¡Los pañales te esperan! Nos
vemos…
PACÍFICO: (Se lamenta) No puede ser… No puede ser… (Canta el inicio de una canción) Oh,
no sé por qué he nacido, destino tan fatal, Oh… Va, qué me pasa, tengo que llevar la
fiesta en paz. (Nuevamente tocan la puerta y desconcertado se dispone para abrir con el
mandil puesto) Y ahora quien será? Oh… amigo Tito, después de cuánto tiempo.
TITO: (Impresionado) Pacífico, ya estás viejo… y ese mandil?
PACÍFICO: (Queriendo disimular) No, No, no es como crees, Estamos en pleno siglo XXI, y es
recomendable ser ayuda mutua de nuestras esposas. Toma asiento.
TITO: (Con contundencia) No amigo, a mí no me engañas, está claro todo; Dónde está ese
Pacífico que nos decía quien mande en la casa deben ser siempre los varones?
PACÍFICO: (Descorazonado, casi llorando admite su situación) Tienes razón amigo, la verdad
es que no sé qué hacer, creo que debo divorciarme.
TITO: (Enérgico) De ninguna manera, esto se maneja de forma muy sencilla, a la mujer se le
levanta la voz y asunto solucionado.
PACÍFICO: (Dispuesto a aprender) Tienes la fórmula amigo?, puedes enseñarme?, por favor,
necesito salir de esta situación.
TITO: (Seguro de sí mismo) Tranquilo, tranquilo… Es como pan comido, con tal que no hagas
quedar mal a los hombres. (Pacífico espera la respuesta desesperado) Aquí la fórmula.
Primer paso, ponerse serio con cara de suegro; segundo paso, sacar pecho y levantar la
cabeza; Tercer paso, decir con voz de hombre 1, 2, 3, ¡Mujer, a barrer!
PACÍFICO: (Satisfecho y entusiasmado, repite la lección, Primer paso, ponerse serio con cara
de suegro; segundo paso, sacar pecho y levantar la cabeza; Tercer paso, decir con voz
de hombre 1, 2, 3, ¡Mujer, a barrer! (La misma acción varias veces). Amigo gracias,
tengo la solución en mis manos. (Tito se despide satisfecho y continúa ensayando la
lección)
MÁRGARETH: (Llega y como siempre comienza los griteríos) ¡Como siempre todo en
desorden, y ese olor a quemado? Seguro que se trata de la cena…
PACÍFICO: (Se dispone poner en práctica la lección)… 1, 2, 3, ¡Mujer!
MÁRGARETH: (Se coloca manos a la cintura) ¡Qué cosa?
PACÍFICO: (Disimula musicalizando) 1, 2, 3, ¡Mujer!
MÁRGARETH: (Lo agarra a escobazos) ¡Que te has creído! ¡Aquí mando yo! Solamente yo…

FIN

CULTURA 3 ISAAC TORRES

ARTÍSTICA VILCA

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